HANGARES

Estaba dirigiendo algunas últimas indicaciones para completar a mi pequeño, el gran invento (probablemente) de mi vida cuando decidí dejar a los demás científicos e ingenieros trabajar para apartarme del lugar en el que se llevaba a cabo la construcción del megalodón.
Hacia algunos días que había regresado a la base y retornar con las tareas del barco me concedió la distracción necesaria para olvidarme de la batalla, el dragón que acudía cada noche a mis pesadillas y de...de Vanessa.
Me senté un momento para contemplar a un grupo reducido que trataba de aprender a pilotar...cada vez menos reclutas se atrevían a adoptar esa vía...más con la presencia de dragones.
"Mi pequeño igualará...e incluso superará el tamaño de esos monstruos" pensé por un segundo antes de percatarme de un hombre que no pertenecía al grupo de jóvenes ya que tenía algunos conocimientos esenciales.
- Cuando estoy arriba es la única forma de que todo se evapore, sólo existo yo y el cielo...ni siquiera hay fronteras que me impidan seguir avanzando -le interrumpí, acercándome para dar una leve palmada en el frío metal como si en verdad se tratase de una persona- si usted es piloto, conocerá este sentimiento .
En cuanto me volví y reconocí ante mi persona a uno de los altos mandos del ejercito, no pude por menos que percibir como rápidamente los colores ascendían a mis mejillas y mis manos comenzaban a sudar al mismo tiempo que mi cuerpo se endurecía, adoptando el saludo militar....el hombre que estaba delante ¿no era aquel que luchó en palacio?
- Disculpe, señor, no sabía quién era

Lo escuché con atención, más cuando mencionó lo del paracaidismo...jum...la verdad es que no suelo practicarlo con regularidad, sólo abandono a mi pequeño en caso de extrema necesidad...como con lo ocurrido con el dragón.
Por un instante puedo contemplarlo de nuevo ante mí...tan enorme...tan monstruoso que un escalofrío recorre mi cuerpo antes de retornar a la realidad.
- ¿Mi-mi nombre? Sch-c-c-cheider W-wilhem
"Estúpido, respira y habla sin tartamudeos...sólo es un hombre con un puesto grande"
- Ingeniero y espero que en un futuro dirija...bueno...ya sabe...ser un teniente coronel del aire
Esa idea ya se me había pasado por la cabeza pero aún veía un paso tan lejano  que no me había atrevido a mencionarlo en voz alta hasta entonces, menos aún delante de mis otros compañeros...acabarían riéndose de mí aunque ¿quién no se imaginaba como teniente?
"Me dejaría hasta la barba"
- ¿Puedo ayudarlo algo, señor? -pregunté dejando caer a bajo el brazo aunque aún con el cuerpo más rígido que mi amigo al ver a la cabo Wolf...mejor dejar el comentario al margen de interpretaciones.

[Siento el tiempo sin conectarme pero he tenido jaleo en mi vida de estudiante amargada  >.< ]


Asentí a todo lo que dijo, aún cierto nerviosismo a pesar de mostrarme entusiasmado cuando menciona lo del ascenso militar.
"Ojala...algún día"
Sonrío, mostrando todo el orgullo cuando mencionó aquello...al fin y al cabo todos los altos cargos habían pasado por puestos semejantes a los míos...sí, intentaré conseguir alguna que otra medallita (no por el hecho presumir como muchos de mis compañeros si no por lograr superarme a mí mismo, demostrarme que soy capaz de llegar a cierta meta).
- Será para mi todo un placer ayudarle con su entrenamiento, señor .
Vuelvo a despedirme con un gesto formal antes de perderle de vista...parece tan valiente y seguro que despierta cierta admiración en mi persona aunque claro está que no le conozco.
Sonrío ante el hecho de que alguien con cierto nombre me reconozca, saco pecho como un gilipollas durante unos minutos antes de pegarme de bruces contra el gélido acero del avión y comprender, de nuevo, lo poquita cosa que soy.
- Volvamos al trabajo -susurro para mí, retomando lo que estaba haciendo.

La búsqueda en el primer hangar resulta infructuosa, no hemos visto el chisme que se supone que buscábamos. Ya en el segundo hangar esperamos tener más suerte, aunque me resulta extraño eso de poder entrar sin claves de seguridad o sin demasiados problemas, simplemente colándonos. El nivel tecnológico de este sitio bien podría permitirse puertas con acceso restringido, pero no parece el caso. El segundo en el que conseguimos entrar es casi como el interior de una nave espacial que alberga otras más pequeñas en su interior, aunque en este caso se trata de aviones de combate. Las puertas automáticas estaban abiertas, como si alguien las hubiese abierto antes con su identificación correspondiente, o lo que sea.

- O están esperándonos ocultos en los rincones para atacarnos o...son muy tontos al dejar esto sin la protección adecuada. - miro con desconfianza a todos lados, llevándome de manera inconsciente una mano al hombro herido. El disparo ha quemado la cazadora a la altura del hombro y parte de la camiseta que llevo debajo, aunque en principio no parece grave. - Espero que el dragón se las apañe bien hasta que pueda alcanzarnos, y que los centinelas tarden un rato en alcanzarnos de nuevo. Hay que seguir avanzando. - en un hangar tan grande nos va a llevar un buen rato buscar el chisme, porque hay bastantes artefactos tapados con plásticos a lo largo de todo el sitio. Me separo un poco de ella, echando un vistazo a los aviones de combate que hay allí y pensando en lo interesante que sería probarlos. Ya he volado sobre un dragón, ahora me falta probar un avión. Intento centrarme y sigo revisando los artefactos, encontrando algunos carros de combate y otros chismes que no sé para qué son. Encuentro incluso algún centinela que debe estar en reparación, porque está apagado. Resoplo un tanto frustrado, parando un momento para mirar a Juliet.

- ¿Qué hacemos si no lo encontramos aquí?

"antes dije que si todo iba mal lo mejor era irnos, pero...me jode dejar algo a medias"

La moneda sigue sin traerme ningún mensaje de vuelta, lo cual me cabrea un poco. La misión ha salido de parte de ellos, que me haya ofrecido para tomar parte en ella no quiere decir que esté de acuerdo con que no vengan, o con que tarden tanto en venir. - Tch...si al final parece que formamos parte de los renegados. Hemos estado ya en varios líos de estos con ellos. - desde la batalla de hace un año, hasta las negociaciones del SPM, pasando por lo de ahora. Camino hacia ella de nuevo, escuchando de fondo el eco de mis pisadas en este lugar tan grande. Sondeo sus ojos en busca de alguna señal de lo que se le pasa por la cabeza, porque a mi en este momento se me pasan muchas cosas, como por ejemplo que esta vez nos hemos pasado de kamikazes. - ¿Qué piensas ahora mismo?



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PS: 121 - 5= 116

Reiv no tardó en seguir a la joven una vez que el otro dragón llegó. Era un gran alivio tenerlo ahí, a pesar de que aún desconfiaba un poco de él, principalmente porque así no solamente tenía a Reiv junto a ella. Había alguien más a quien podía ignorar en caso de emergencias, y por loco que parecía, eso la reconfortaba.

Entró rápidamente al segundo hangar una vez que Reiv delegó el trabajo de enfrentar a los centinelas.- Voto por la segunda, pero quizás es que no esperaban un ataque de este tipo.- Dijo comenzando a destapar cosas, corriendo de un lado a otro. Se molestó ligeramente porque Reiv parecía estar holgazaneando, y fue ahí cuando vio su herida del hombro, horrorizándose por tan poca cosa.- ¡Reiv! - Chilló en voz baja al ver la sangre que manchaba su mano. Soltó un chasquido suave, cerrando los ojos para organnizar las prioridades. Era cierto que él podía ser menos efectivo así, pero por otro lado, si se demoraba en curarle sería más tiempo el que pasarían ahí dentro.

Comenzó a correr de nuevo mientras pensaba, destapando cosas. Principalmente eran chatarra que no le importaba porque eran piezas desarmadas, mesas de trabajo y cosas de ese tipo, pero a medida que avanzaba había algo que le llamaba más y más la atención. Había cosas más grandes, pero nada tenía una forma remotamente esférica como aquella cosa.

Con mucho esfuerzo, comenzó a jalar la especie de manta que la cubría. De repente, dejó de escuchar lo que Reiv decía, pasando a pensar en cómo sacarían aquella cosa. Frente a ella se destapaba una estructura imponente que, aunque no tenía idea de lo que era, le agitó el corazón solo por verla.- Creo que si lo encontramos...

Soltó un gran suspiro, volviendo un poco a la realidad de las cosas.- Pienso... en... cómo vamos a sacar esto.- Murmuró para luego tratar de empujarlo despacio. Como era de esperarse, la bola no cedió ni un milímetro, y seguía siendo necesario apresurarse.

Tengo una idea...- Murmuró girándose para verle. Aquella opción implicaba separarse, pero le sonaba bastante lógica.- Me convierto aquí adentro. La ruedo, la sacamos volando, la tiro al otro lado de la muralla y te dejo con la bola. Distraigo a los centinelas para que te dejen desaparecer con ella... Y nos vemos de vuelta en el burdel...- Su voz se iba apagando a medida que iba acercándose a él. Estaba segura de que era una buena solución, pues sería instantáneo y dudaba de poder volar bien con tanto peso encima.- ¿Qué opinas?

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¿Encuentran el coso redondo en el hangar donde están actualmente?

El miembro 'Juliet Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Sigo muy mosqueado con eso de la facilidad para entrar en este hangar a cotillear, pensando que lo que dice Juliet es una posibilidad, pero no es la única. - Ya, puede que tengas razón...¿pero por qué no han reforzado esto más? no es la primera vez que sufren una incursión enemiga en la base. ¿Y si estaban esperando a que viniésemos? ¿y si... ? - mi cabeza se llena de planes conspiranoicos, a cada cual más estrambótico. Cuanto más lo piense, peor. Me sobresalto al escuchar su grito en cuanto ve la sangre de la herida del hombro, haciendo un gesto para que hable más bajo, que me da cosa que el centinela ese despierte, aunque parezca improbable. - No es nada, sigamos.- sigo recorriendo el hangar por mi cuenta en cuanto ella lo hace, destapando aquí y allá artefactos que al final no son lo que deben ser.

Empiezo a resoplar con impaciencia, el jaleo que se escucha fuera augura que pronto darán con nosotros y tratarán de bloquearnos el paso. Giro repentinamente cuando dice que cree que lo ha encontrado, corriendo hacia ella con cara de haber encontrado un tesoro en una isla desierta. La atraigo hacia mi y le suelto un beso con la emoción del momento, separándome después rápidamente.

- Eres una genia. Lo tenemos, es como lo de los planos.-
o así lo recuerdo, al menos tiene forma esférica y es parecida. No sé si igual, pero muy parecida sí. Ahora  viene el problema de sacarlo, pues es de un tamaño que no se puede disimular ni mover con facilidad. - No puedo levitarlo, es muy pesado. - murmuro tras un primer intento fallido, mis poderes no llegan a eso.

Atiendo a su plan de huida, asintiendo con cara de experto con la mano en la barbilla. - Oye pues...puede funcionar. Aunque a mi me haga quedar como a un hámster que le da vueltas a una rueda. - hago como que me quejo, pero en realidad no tengo pegas a la idea, excepto una. - No me gusta la idea de desaparecerme sin saber si tú consigues marcharte. Eso nunca sale bien...esperemos refuerzos, un poco más.


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PS: 116 - 5= 111

Trató de no llenarse ella también de las paranoias de las que Reiv sufría. Cada una de las preguntas que hacía alimentaba al monstruo interior que crecía por los nervios en la base de su estómago. No era nada bonito, ni placentero, pero al menos le indicaba que seguía viva y que aún había que salir de la situación en la que se habían metido.

Aún cuando él trató de quitarle importancia a lo de su brazo, una herida podía hacer una gran diferencia. Se enfocó de nuevo en la cosa que acababa de destapar, la gran esfera, cuando sintió el beso del moreno tomándole por sorpresa. Apenas y alcanzó a corresponderle de lo sorprendida que había quedado. Tenía todas las emociones a flor de piel, y cuando él la tocaba todo se volvía aún más intenso. Sus mejillas rápidamente se sonrojaron mientras agachaba el rostro por la pena. No había nadie viéndoles, pero seguía siendo novedad aquello de tener a alguien a quien besar cuando lo desearan.- N-No soy una genia.- Susurró soltando una risita mientras se acomodaba tras la oreja un mechón de cabello, para luego levantar el rostro a la bola gigante de metal.

Al ver que Reiv no podía levantarlo se hacía cada vez más visible que tendría que ser ella, en su forma dragón, o el dragón de afuera, los que se hicieran cargo. Lo del hamster le hizo reír, colocándole después la mano en el pecho para acomodar ligeramente su ropa con una sonrisa.- Sabes que te encanta la idea de ir como en bola de hamster.- Bromeó, elevando la mano hacia la herida del hombro para sanarle un poco con luz azul ahora que había ocasión de estar unos segundos más a solas.

- Si no desapareces con ella, los tendremos encima en cuestión de minutos, y no sé si podré volar con tanto peso. Aún tenemos ventaja de sorpresa. Debemos sacarte, sacar esto y me iré con el otro dragón a buscar a su amante. Saldremos en 5 minutos o lo dejaré aquí solo. No vuelvas aquí. No vuelvas aquí.- Sentenció al final, buscando conectar sus miradas. Era más fácil para ella salir de allí si no tenía nada que perder dentro. Sabiendo que él estaría bien y que solo tenía que sobrevivir por su cuenta tenía más capacidad de pensar. Mientras planeaba, su mirada se quedó fija en algo que brillaba tras Reiv. Una especie de metal que conocía bien, y de pronto la lotería le cayó encima.- ¡Eso también nos llevaremos! - Susurró emocionada, devolviéndole el beso de genialidad al ver que había destapado un centinela inactivo.

¡Vámonos ya de aquí! - Dijo un instante antes de convertirse en el gigantezco dragón que era.

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Curación a Reiv: 0 dados + 10 base

El miembro 'Juliet Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

No le llevo la contraria en su afirmación de no ser una genia, sólo sonrío divertido ante su aparente vergüenza repentina por mi espontáneo beso, como si fuésemos un par de adolescentes. El momento no se presta demasiado a este tipo de gestos, pero cuando surge es mejor aprovechar la oportunidad. Después desvío la mirada desde su rostro hasta la gran bola metálica que se supone que buscábamos, chasqueando los dedos irónicamente cuando dice lo del hámster. - Vale, me has pillado. A la mierda el plan, me meto ahí y ruedo infinitamente colina abajo, es mi nueva aspiración en la vida. - no lo es, pero no estaría mal que fuese algo tan sencillo. Eso de sobrevivir para tener una vida mejor e intentar acabar con el conflicto suena como demasiado complicado.

Su ayuda con la sanación para la herida del hombro no me viene nada mal, ya que así al menos dejo de sangrar absurdamente, lo cual puede ser un problema si no se detiene. La herida no se cierra del todo, pero ya no duele tanto como antes y me permitirá seguir en condiciones. Murmuro un gracias antes de ponerme más serio cuando insiste en que salga yo primero, sigo sin estar de acuerdo. Tal vez sea un miedo algo irracional eso de no querer salir por separado, pero no sería la primera vez que pasan cosas indeseables aquí.

- Joder...nunca es tan fácil como suena, y lo sabes. Y menos todavía si dices que te quedas para buscar al novio del dragón. Es una locura, no tenemos ni puñetera idea de dónde puede estar encerrado. Lo siento, pero no me puedes pedir que no vuelva aquí si veo que no me sigues, si creo que puedes estar en problemas. ¿En serio pensabas que iba a aceptar sin más?. - le dejo claro que no le voy a hacer caso en eso, siendo yo el sorprendido esta vez por el beso que me da al motivarse con lo de llevarnos un centinela. No sé yo si va a poder con todo, así que arqueo una ceja negando con la cabeza. Podría intentar usar mi habilidad de modificar forma y tamaño de la materia, pero si lo hago puede que estropee las armas que queremos llevarnos. La única solución es que lo haga Juliet.

- Lo robamos todo. Que se jodan. Te cubro en la puerta del hangar, para que te sea más fácil salir.- echo a caminar hacia la puerta mientras ella se transforma en dragón, esperando que se encargue de empujar bola y centinela. O está muy fuerte o no sé yo si lo va a conseguir. Faltan los malditos refuerzos, y me sigue dando muy mala espina la relativa facilidad con que lo estamos consiguiendo, por el momento. La puerta que nos encontramos abierta, la falta de soldados aquí, que no esté más vigilada... sea como sea, atravieso el umbral del hangar, preparado para cubrir a Juliet de cualquier posible ataque que encontremos cuando salga ella.


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PS: 111 + 10= 121

Rió nerviosa cuando el chiste del hamster llegó a niveles existenciales. No recordaba haber tenido una aspiración en la vida, pero rodar por siempre sonaba como un buen deseo. Aunque la curación no fue tan buena como quería, al menos parecía que la herida había dejado de sangrar. Eso no evitó que Reiv, como buen Black, protestara ante un plan casi perfecto.

Chasqueó la lengua con su pregunta final. Realmente esperaba que comprendiera. Quizás incluso habría aceptado si no se le hubiera pasado decir lo del amante del dragón. No le parecía gran cosa, pero perdían tiempo entrando en detalles.- Todo estará bien.- Atinó a decir al ginal, con el rostro gacho pero sosteniéndole la mirada. Después de todo, se iban a separar muy a regañadientes de Reiv y no se quedaba agusto sabiendo que el moreno tenía toda la intención de volver apenas encontrara un lugar donde estacionar la bola de hamster.

Una vez convertida en dragón, ocupaba gran parte del hangar. Se sentía claustrofóbica, encerrada. No era un sentimiento agradable, así que rápidamente tomó al centinela desactivado con la boca, procurando no morderlo mucho, y con una de las patas empujó la bola.

Inició suavemente, despacio para romper su inercia de quedarse en el mismo lugar. Era pesada en un inicio, pero conforme rodaba era cada vez más sencillo hacerlo. La situó en el centro del hangar, preparándose para patearla fuera, esperando que la puerta cediera y no se rompiera la jodida bola. Tras dominarla un rato y acostumbrarse a su peso, finalmente la pateó con fuerza con la cabeza y salió corriendo tras ella.

Aunque la bola no destruyó las puertas del hangar, ella sí que hizo un poco de destrozo a su paso. Con un rápido coletazo tomó a Reiv del suelo y lo puso en sus hombros mientras corría a toda velocidad tras la bola gigante, emprendiendo un vuelo bajo y rápido justo encima de aquella cosa. Cuando se acercarn al primer obstáculo, una fila de jeeps, la tomó con las patas y la alzó subestimando el peso con el que la levantaba. La base de la bola golpeó parte de uno de los jeeps, pero aún no se había desmoronado. Aprovechó que nadie parecía seguirla para poner distancia entre la base de la Alianza y ella. Toda la que pudo poner. Aún veía el lugar, pero estaban ya bastante lejos cuando decidió descender y dejar la bola entre los árboles, bajando a Reiv y al centinela antes de volver a transformarse en su faceta humana. Era difícil siempre la transformación, sobre todo después de haber probado el cielo por un instante y volver a contenerse.

- Vete, llévate todo. Trata de ponerlo en un lugar seguro, pero donde no haya riesgo por si aún traen rastreador. Si vas a volver, no entres. No sabré si te dejo atrás cuando salga y me harás volverme loca si me entero que salí y te dejé adentro, por favor... Si vas a volver, vuelve con refuerzos y hagan alboroto afuera. Oblíguenlos a salir.- Dijo rápidamente, sin perder un segundo. El esfuerzo que había hecho con la bola la tenía jadeando, pero al menos no tendría que cargarla más. Pensó en agregar un 'te quiero', pero sintió que sería un trago amargo tomando en cuenta la situación. Así que solo le dedicó una mirada, una sonrisa y se transformó de nuevo antes de salir volando de vuelta, volviendo sus pasos para interceptar en el cielo a cualquier centinela que pudiera haber ido en su búsqueda.

El centinela persigue al enorme dragón ladrón y su compinche desde los hangares hasta la zona del muro más cercana a éstos, lugar por el que pretenden sacar las armas de la base. El objetivo del centinela sigue siendo el mismo, destruir al enemigo, aunque no hay órdenes específicas sobre las armas. Una de ellas es una unidad centinela, la otra una especie de arma de la que no se sabe demasiado. El enorme robot fija como objetivo al dragón de hielo, elevándose en el aire hasta alcanzar su altura para enfrentarlo. Modifica las armas de uno de sus brazos para sacar una afilada cuchilla, lanzando un tajo a la base de una de las alas del draconiano ser. Las órdenes que recibe de central no le indican impedir los robos como prioridad, sino acabar con las amenazas de los dragones, calificados con una peligrosidad de nivel cinco en este momento.


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ataque a juliet

20 + 30= 50

PS: 127

El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Centinela ataque' :

La testarudez de Juliet es casi equiparable a la mía, en lugar de dejar de lado el plan decide dar por zanjada la discusión alegando que todo irá bien. Podría seguir discutiendo, pero no tenemos tiempo que perder. Aguardo con impaciencia mientras que Juliet intenta manejarse con esos dos chismes tan grandes para manejar, pensando en lo poco útil que soy en este momento. Tal vez si Svart fuese más grande podría haber venido a ayudarnos, pero todavía no puede con pesos de este calibre. Me aparto justo en el momento en el que ella hace ese boquete en la puerta, teniendo después cuidado de no resultar arrastrado por el coletazo que pega para intentar subirme en su espalda. Me aferro a ella de la mejor manera posible para evitar caerme, aunque no sea la primera vez que vuelo a lomos de un dragón.

- Ve con cuidado de no hacerte daño, creo que es demasiado peso incluso para ti- le aconsejo al verla intentar levantar el vuelo con algo tan pesado, aunque es cierto que la bola metálica esa la hace rodar durante buena parte del corto trayecto hasta el muro más cercano al hangar. Por un momento pienso que se le va a caer la esfera metálica al suelo durante el breve espacio de tiempo que la porta con sus patas, incluso parece que nos vamos a ir todos al suelo. Por suerte conseguimos alejarnos un poco del recinto, lo suficiente para que yo pueda usar desaparición pero no lo necesario como para evitar ser seguidos o vistos, pues la base todavía está a la vista desde donde estamos. Respiro con alivio cuando por fin tocamos tierra, quitándome parte de la tensión del momento. Ahora viene la parte del plan que menos me gusta, la de separarnos mientras me llevo lo otro.

- En serio, ven conmigo y si volvemos lo hacemos con los refuerzos. El otro dragón sigue en la entrada, o eso creo. - los puñeteros renegados no han aparecido, y yo creo que ya han tenido tiempo de venir a apoyar la misión. Cuando vea  a Johan le voy a decir cuatro cosas, esto no era lo que acordamos. Es como si hubiese encargado unos mercenarios para robarle, pero según él no va a haber pago en condiciones. Y si era una misión conjunta deberían venir a ayudar de una maldita vez. - No tienes que hacerlo, nadie va a agradecernos nada. Lo principal es sobrevivir, y podemos sacar estas cosas marchándonos ambos. A la mierda lo de ayudar a desconocidos. - insisto de nuevo, empezando a enfadarme por su insistencia en quedarse, aunque tengo más miedo que otra cosa.  Sujeto su rostro entre mis manos un momento, lamentando el  gran efuerzo que ha tenido que hacer para sacar esos chismes. Trato de retenerla sin conseguirlo, pues después se aleja de mí para volver a transformarse en dragón, con una decisión ya tomada.

 En ese momento aparece volando el centinela del que nos libramos hace un rato, justo el mismo. Lo sé porque tiene parte de su carcasa exterior chamuscada por mis anteriores ataques. Maldigo el momento en el que ambos van a enzarzarse en una pelea aérea, lugar donde casi no puedo llegar. Lo único que consigo es conjurar una leve barrera mágica alrededor del ala de Juliet, lugar donde trata de atacarla el dragón. - ¡LÁRGATE DE AQUÍ! ¡VUELA LEJOS PARA PERDERLO DE VISTA! - estamos demasiado cerca de la base y no tardaran en llegar refuerzos, así que trato de pensar rápido en qué podemos hacer. Con lo que se ha esforzado no puedo perder las armas que ha conseguido, pero tampoco permitir que se quede aquí. Pienso en un lugar al que llevarme esto, y también un lugar al que ella pueda seguirme rápidamente para poder ayudarla en cuanto llegue.

- ¡Al puerto! - obviamente me refiero al puerto de St. Katherine Docks, en Londres, el primer lugar que se me ocurre para ocultar estos chismes y donde podemos enfrentar al centienla. Y de paso pedir de nuevo que vengan los putos refuerzos. Conjuro una llamarada más hacia la cabeza del robot antes de poner una mano en la bola metálica y otra en el centinela, desapareciendo de allí muy a mi pesar, pero con la determinación de no fallar en nada.
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at. mágico:

dado 0 + 24 stat at. mágico + 10 hab. especial= 34 contra centinela

def. mágica:

dado 20 + 9 stat = 29 para Juliet

PS: 121

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Defensa Mágica' :

La sorprendente gracia con la que Reiv se manejó para ir a lomos de un dragón le divirtió. Dentro de todo, logró apañarse para no caer, aún cuando el vuelo fue un poco accidentado por tanto peso. Hasta él se dio cuenta de que aquello era un poco demasiado. Y era cierto que los hombros le ardieron un poco por el esfuerzo de levantar el vuelo con ellos, pero hasta ahora no había nada de qué preocuparse.

Los intentos de Reiv por hacer que se fuera con él por poco y tuvieron éxito. Le derretía por dentro pensar que él pudiera estar asustado por si algo pasaba y quería irse con él, dejarlo todo para que él estuviera tranquilo, pero si no terminaban con esto, la tranquilidad sería siempre relativa. Le sonrió antes de alejarse, aún cuando él se mantenía molesto por la partida, y se transformó, justo al momento en que el centinela les persiguió. Gracias a Reiv, a su barrera tan oportuna y a un rápido rayo de hielo lanzado a la lanza, esta no hace ningún efecto. Una vez que puedo alzar el vuelo, le doy un coletazo al centinela para alejarlo lo más posible de Reiv, y lanzo un rayo de hielo desde las fauces. Asentí para con Reiv con eso de volar lejos, pero aún tenía algunas cosillas que terminar y que ajustar con la Alianza.

Se mantuvo volando en círculos para tener tiempo de maniobra contra el centinela, a mitad de camino entre la base de la Alianza y el lugar donde Reiv había desaparecido tras escuchar a dónde se dirigía.

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Ataque mágico: 10 dado + 15 stat + 25 bonus = 50 ataque a DARKRED

Defensa física: 30 dado + 13 stat = 43 de defensa + 28 de Reiv = 0 daño

PS = 150 - 0 daño = PS 150

El miembro 'Juliet Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Defensa Mágica' :

El centinela no puede hacer nada ante la escapada de Reiv con las armas, ya que su rápida desaparición le impide atacarlo. De haber levantado un campo antidesaparición no habría sucedido, ya es demasiado tarde. O tal vez sólo sea que no tenía orden de impedir que se lo llevase...

Transmite toda esa información a la central, tras el ataque ígneo de Reiv y su posterior escapa. Así se sabrá que el objeto ya ha sido sacado de allí. Después trata de protegerse sin mucho éxito del coletazo del dragón plateado y de su disparo helado, siendo alcanzado por ambos. En esta ocasión arremete contra el dragón sacando su cuchilla de uno de sus brazos armados, intentando hundirla a conciencia en el vientre de su rival. Eliminar a los dragones parece ser el objetivo, ahora que han demostrado que son unos aliados traidores, siempre acaban rebelándose.

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ataque:

20 + 25= 45 a Juliet

PS: 127 - (50 +34)= 43