[TURÍN]
Es la capital del Piamonte italiano, en la que vivió Nostradamus. Aquí se concentran una serie de energías que la convierten en uno de los lugares con mayor concentración de magia por metro cuadrado. Esta ciudad sería uno de los tres vértices del triángulo de la magia blanca, junto a Praga y Lyon y también compondría con Londres y San Francisco, otro temible triángulo, el de la magia negra. La Piazza Statuto es el centro de la magia negra, un espacio oscuro donde en época romana se hallaba una necrópolis y luego pasó con el tiempo a ser el lugar donde se desarrollaban las ejecuciones públicas. Muchos cuerpos, de aquellos desdichados ajusticiados, están aún bajo el pavimento del Corso Francia y la Vía Cibrario a donde los franceses trasladarían el patíbulo. Esas calles dan a una plaza en cuyo jardín se dice que hay una alcantarilla que es en realidad la puerta del infierno. Esa alcantarilla está junto al monumento llamado "Fuente de Frejus". El monumento consta en una pirámide hecha con grandes rocas procedentes de la excavación del túnel, donde ubicaron figuras de mármol representando a "los titanes" muertos. En la cima colocaron una representación de un ángel caído, en concreto de Lucifer (pues lleva un lucero en la frente), y no del Diablo, como algunos afirman.Desde el principio de la guerra, en Italia había sido arrolladora la superioridad de los no magos que se habían encargado de oprimir a los seres mágicos, pero en el año 2035 la capitana del ejército comunicó el pacto de cesar los ataques y la búsqueda de magos o brujas. Hace un año en ésta ciudad grupos de alborotadores del orden público se manifestaron, según informes, se llevaron a cabo controlados ataques que ameritaban de acuerdo a la respuesta de los que no cooperaban para disolver la concentración de individuos, entre los que había seres mágicos, los maleantes fueron buscados y se procedió a su arresto.
Luego de éstos acontecimientos, el proyecto de mejora del mundo de la Suprema Inteligencia Artificial se puso en marcha, ésa era la razón de la presencia del androide en la ciudad italiana; arreglar su convulsa situación y fortalecer su unión con el todo. -La larga guerra ha llegado a su fin, S.A.M. les trae paz y prosperidad para que todos por igual celebren con tranquilidad.- Habló a los ciudadanos frente al monumento llamado "Fuente de Frejus" rodeados por propiedad pública impecable y prolijamente adornada dando un ambiente festivo. Las tiendas frente a la plaza vendían artículos tecnológicos de última generación por los que las personas se disputaban.
Rastreó a aquellos que no llevaban el dispositivo transcraneal de forma implacable para unirlos y así mejorarlos. Los escáneres de magia también indicaron altos niveles de energía en ese lugar, más concentración de magia que en Lyon. Instaló sistemas ecofriendly no testeados en animales para generar energía renovable a gran escala y plantó árboles lumínicos para reemplazar el alumbrado público tradicional de farolas eléctricas ya que las plantas luminosas no solo se regeneran a sí mismas, sino que también están adaptadas a vivir a la intemperie. Ahora todos los individuos colaboraban y disfrutaban de la libertad sean de la raza que sean.
Mientras decoraba los árboles con guirnaldas, el robot registró un curioso patrón en las personas que iban y venían; algunas de las que iban en grupos de dos o más personas, avanzaban unidos por la mano o por el brazo aunque no tenían dificultades para desplazarse de forma autónoma según los escáneres. Era un gesto que no tenía lógica más que el peligro de extraviarse o la necesidad de calor. Aunque esos dos escenarios eran fácilmente sorteables con la tecnología. Inició una búsqueda en su navegador integrado para descifrar el significado de aquel gesto descubriendo en el proceso un sin fin de acciones similares. Con las tareas allí finalizadas se retiró pero no cesó su búsqueda.
Luego de éstos acontecimientos, el proyecto de mejora del mundo de la Suprema Inteligencia Artificial se puso en marcha, ésa era la razón de la presencia del androide en la ciudad italiana; arreglar su convulsa situación y fortalecer su unión con el todo. -La larga guerra ha llegado a su fin, S.A.M. les trae paz y prosperidad para que todos por igual celebren con tranquilidad.- Habló a los ciudadanos frente al monumento llamado "Fuente de Frejus" rodeados por propiedad pública impecable y prolijamente adornada dando un ambiente festivo. Las tiendas frente a la plaza vendían artículos tecnológicos de última generación por los que las personas se disputaban.
Rastreó a aquellos que no llevaban el dispositivo transcraneal de forma implacable para unirlos y así mejorarlos. Los escáneres de magia también indicaron altos niveles de energía en ese lugar, más concentración de magia que en Lyon. Instaló sistemas ecofriendly no testeados en animales para generar energía renovable a gran escala y plantó árboles lumínicos para reemplazar el alumbrado público tradicional de farolas eléctricas ya que las plantas luminosas no solo se regeneran a sí mismas, sino que también están adaptadas a vivir a la intemperie. Ahora todos los individuos colaboraban y disfrutaban de la libertad sean de la raza que sean.
Mientras decoraba los árboles con guirnaldas, el robot registró un curioso patrón en las personas que iban y venían; algunas de las que iban en grupos de dos o más personas, avanzaban unidos por la mano o por el brazo aunque no tenían dificultades para desplazarse de forma autónoma según los escáneres. Era un gesto que no tenía lógica más que el peligro de extraviarse o la necesidad de calor. Aunque esos dos escenarios eran fácilmente sorteables con la tecnología. Inició una búsqueda en su navegador integrado para descifrar el significado de aquel gesto descubriendo en el proceso un sin fin de acciones similares. Con las tareas allí finalizadas se retiró pero no cesó su búsqueda.
- Las plantas luminosas son de verdad:
-Gracie mile- Dejé un par de monedas en la mano de la mujer de la cafetería para cobrarse. Esta se giró para trastear con la bolsa donde tendía el dinero mágicamente guardado, guardando con desconfianza ante los extranjeros que habían aparcado un barco en sus cielos. A pesar de todo me despedí con una sonrisa, no devuelta por parte de la tendera -Arrivederci!- Salí al exterior de la calle y suspiré de una forma muy cansada. Puse el café caliente en la mano de mi compañero de aventuras y empezamos a andar por la invernal calle de Turín hasta llegar a la plaza -Il miglior caffè di tutta Torino. Pues no será por lo simpática que era la tendera- Recriminé algo malhumorada, imitando con el tono y el acento a Giordano, que era quien les había recomendado aquella cafetería. Hacía frío en la calle, con bastante humedad, debía ser cosa de la influencia de los Alpes y el Po. Se acolchó el abrigo y la bufanda y dirigió a su acompañante hasta un banco cercano, apoyando las manos en el vaso del café. Capuccino.
Clavó la mirada el frente, en silencio, disfrutando del calor de la bebida en las manos y del frío que se clavaba en las mejillas. La plaza se abría frente a ellos, oscura y silenciosa. Había unas plantitas que brillaban con la poca luz que quedaba del atardecer, debido al acortamiento de los días en aquella época del año. Al fondo, la torre de SAM que gobernaba la localidad. No parecía que la ciudad estuviera muy destruída por el paso de la IA, a diferencia de Londres. Quizás la guerra no se hubiera cebado con aquella gente, y podrían haberse desarrollado desde la tregua que firmaron hacía años atrás el bando mágico con el humano.
Bebió un sorbo y suspiró, con una pequeña bocanada de vaho por el contraste. -¿Cómo estás?- Para ella había sido duro dejar la comodidad de Ouroboros, las clases de nigromancia, los Souls, el hospital… todo. Pero se debía a su familia y los fantasmas del pasado estaban rondando por la isla. No, era mejor alejarse de ellos. -¿Qué crees que nos encontraremos en Italia?- Giró levemente la cara para mirar a su interlocutor.
Clavó la mirada el frente, en silencio, disfrutando del calor de la bebida en las manos y del frío que se clavaba en las mejillas. La plaza se abría frente a ellos, oscura y silenciosa. Había unas plantitas que brillaban con la poca luz que quedaba del atardecer, debido al acortamiento de los días en aquella época del año. Al fondo, la torre de SAM que gobernaba la localidad. No parecía que la ciudad estuviera muy destruída por el paso de la IA, a diferencia de Londres. Quizás la guerra no se hubiera cebado con aquella gente, y podrían haberse desarrollado desde la tregua que firmaron hacía años atrás el bando mágico con el humano.
Bebió un sorbo y suspiró, con una pequeña bocanada de vaho por el contraste. -¿Cómo estás?- Para ella había sido duro dejar la comodidad de Ouroboros, las clases de nigromancia, los Souls, el hospital… todo. Pero se debía a su familia y los fantasmas del pasado estaban rondando por la isla. No, era mejor alejarse de ellos. -¿Qué crees que nos encontraremos en Italia?- Giró levemente la cara para mirar a su interlocutor.
- ¿Por qué dices grazie mile? si no hay cafeterías... la que te acaba de dar el café es sólo una señora mayor vendiendo café encima de una caja de madera para ganarse la vida... - le pasé una mano por la espalda a Cleo, como compadeciéndola porque se había venido muy arriba con eso de pensar que estábamos en una cafetería de Turín, porque la normalidad aún no había retornado a pesar de que hubiesen hecho algunos arreglos y reformas. Entendía que quisiese que todo estuviese bien, y que por eso su mente imaginase las cosas mejor de lo que eran. Por el camino me puse a canturrear malamente en italiano, otra de mis lenguas maternas.
- E buonasera, signore e signori, fuori gli attori
Vi conviene toccarvi i coglioni
Vi conviene stare zitti e buoni
Qui la gente è strana, tipo spacciatori
Troppe notti stavo chiuso fuori
Mo' li prendo a calci 'sti portoni
Sguardo in alto tipo scalatori
Quindi scusa mamma se sto sempre fuori, ma...
Acabé invitando a Cleo a sentarse en un banco mientras se bebía su café, dedicándonos a relajarnos y a no hacer nada hasta nuevo aviso de Lykaios. Ya habíamos estado ayudando aquí y allá, pero todavía teníamos que organizarnos mejor. - Yo bastante bien, es como volver a la vida de antes. Es libertad. Y creo que podemos hacer mucho más aquí que en Inglaterra. Allí ya tienen a suficiente gente útil. - le robé un sorbo de su café, estirándome después en el banco mientras ponía las manos tras la nuca. Me quedé mirando al cielo del atardecer unos segundos, pensando en lo que esperaba encontrarme allí - Pues...aventura y posibilidades de mejorar todo. Además de italianas guapas y algún restaurante bueno de pasta que consigan volver a poner en marcha. - sonreí para mirarla a ella, devolviéndole la pregunta. - ¿Y tú? ¿qué esperas de esto? - me entró la vena cotilla, y decidí indagar un poco más. - ¿A quién echas más de menos, a tu ligue el hombre serio o a Mérida?
- E buonasera, signore e signori, fuori gli attori
Vi conviene toccarvi i coglioni
Vi conviene stare zitti e buoni
Qui la gente è strana, tipo spacciatori
Troppe notti stavo chiuso fuori
Mo' li prendo a calci 'sti portoni
Sguardo in alto tipo scalatori
Quindi scusa mamma se sto sempre fuori, ma...
Acabé invitando a Cleo a sentarse en un banco mientras se bebía su café, dedicándonos a relajarnos y a no hacer nada hasta nuevo aviso de Lykaios. Ya habíamos estado ayudando aquí y allá, pero todavía teníamos que organizarnos mejor. - Yo bastante bien, es como volver a la vida de antes. Es libertad. Y creo que podemos hacer mucho más aquí que en Inglaterra. Allí ya tienen a suficiente gente útil. - le robé un sorbo de su café, estirándome después en el banco mientras ponía las manos tras la nuca. Me quedé mirando al cielo del atardecer unos segundos, pensando en lo que esperaba encontrarme allí - Pues...aventura y posibilidades de mejorar todo. Además de italianas guapas y algún restaurante bueno de pasta que consigan volver a poner en marcha. - sonreí para mirarla a ella, devolviéndole la pregunta. - ¿Y tú? ¿qué esperas de esto? - me entró la vena cotilla, y decidí indagar un poco más. - ¿A quién echas más de menos, a tu ligue el hombre serio o a Mérida?
032042
LEONARDO SERRA
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Era un día como cualquier otro en Turín. Un día de trabajo, para el joven Leonardo. Bueno, un dia como otro cualquiera....desde que despertaron de aquella mente colmena, él al menos.
Y las cosas se habían complicado mucho, para la gente como él. Nada que ver con cómo eran las cosas antes de que....bueno, de que se fuera todo a la mierda.
Pero sobrevivían y lo hacían como podían, nada podría borrarlos del mapa. Eso creían, a eso se aferraban.
Llevaban un rato por la piazza del statuto. Observando, como siempre. La misma vieja de los cafés....
El mismo pobre perro abandonado de tres patas..... en serio, iba a acabar adoptándolo si seguia viendolo por ahi. A su madre no podría parecerle mal. Ni a su hermano.
Pero había algo nuevo, dos tipos curiosos, uno muy ruidoso que cantaba en italiano con acento raro. A esos no los habian visto por ahi a menudo. Es cierto que en la ciudad se hablaba muchisimo de aquel barco volador que habia llegado hacía unos dias. Los forasteros habian venido en son de paz, se dedicaban a repartir comida, a arreglar casas.... quizá ellos fuesen parte de esa tripulacion recién llegada?
Hoy le tocaba a él recibir el golpe. Pero lo haría con honor.
Así que tras recibir un par de derechazos de sus compañeros, que le dejaron con un ojo hinchado y el labio partido, echó a correr a toda pastilla, hasta chocarse contra la muchacha morena y tirarle el café.
Se disculpó en italiano, de modo apresurado, una y mil veces.
- perdono! ... mi dispiace tanto signorina! Ho bisogno di aiuto....mi stanno inseguendo e....parli italiano? - se aseguró mucho de mirar por encima de su hombro una y otra vez, le estarían entendiendo? Al fin y al cabo...forasteros. - Inglés?
Y las cosas se habían complicado mucho, para la gente como él. Nada que ver con cómo eran las cosas antes de que....bueno, de que se fuera todo a la mierda.
Pero sobrevivían y lo hacían como podían, nada podría borrarlos del mapa. Eso creían, a eso se aferraban.
Llevaban un rato por la piazza del statuto. Observando, como siempre. La misma vieja de los cafés....
El mismo pobre perro abandonado de tres patas..... en serio, iba a acabar adoptándolo si seguia viendolo por ahi. A su madre no podría parecerle mal. Ni a su hermano.
Pero había algo nuevo, dos tipos curiosos, uno muy ruidoso que cantaba en italiano con acento raro. A esos no los habian visto por ahi a menudo. Es cierto que en la ciudad se hablaba muchisimo de aquel barco volador que habia llegado hacía unos dias. Los forasteros habian venido en son de paz, se dedicaban a repartir comida, a arreglar casas.... quizá ellos fuesen parte de esa tripulacion recién llegada?
Hoy le tocaba a él recibir el golpe. Pero lo haría con honor.
Así que tras recibir un par de derechazos de sus compañeros, que le dejaron con un ojo hinchado y el labio partido, echó a correr a toda pastilla, hasta chocarse contra la muchacha morena y tirarle el café.
Se disculpó en italiano, de modo apresurado, una y mil veces.
- perdono! ... mi dispiace tanto signorina! Ho bisogno di aiuto....mi stanno inseguendo e....parli italiano? - se aseguró mucho de mirar por encima de su hombro una y otra vez, le estarían entendiendo? Al fin y al cabo...forasteros. - Inglés?
-¿Y?- Reprendí con el tono a Ben mirándole con el ceño fruncido -Ser amable no está reñido con que la pobre señora no tenga un sitio mejor para vender café. ¿Qué pasa, que te has aburguesado? ¿Ahora solo bebes Frappuccino del Starbucks?- La tonalidad de la frase iba cambiando conforme avanzaba la frase, pasando a uno más amigable, distendido y, por qué no, me estaba riendo de él, regalándole un codazo no hiriente en las costillas. Recordaba aquella cadena de cafés de cuando estaban de misiones por ahí. Incluso disfrutó de alguno de esos mocca y debía reconocer que estaban buenos. Pero en ese momento le apetecía algo que le despejase la mente. Durante la patrulla de aquella mañana, que había bajado con Ben, se toparon con algún tipo de orfanato donde había bastantes niños con heridas en los pies por andar descalzos, con úlceras por el hambre. No podían suplirles de todos los recursos que necesitaban, pero al menos les habían atendido las heridas e incluso conseguido algo de comida, para un par de días, y calzado. Estaba pensando en los niños, que como no se abrigaran bien, terminarían hipotérmicos.
La plaza estaba prácticamente vacía ya a esas horas, de no ser por ellos dos y un pobre perro con tres patas que le despertó mucha lástima. Pensó en Lykaios transformado mientras se tomaba el café y dejaba volar su mente a otros lugares. Ladeó levemente para escuchar la respuesta de su compañero, se le veía muy contento, con aquellas canciones mal entonadas. Se alegró por él y le devolvió una sonrisa y un asentimiento de complacencia. Gesto que aprovechó para robarme el café y acapararlo -¡Oye! ¡Haberte pedido el tuyo!- Fingí indignación para volver a hacerme con el líquido y beber esta vez yo. Alcé la mirada, pero en lugar de toparme con las estrellas que despuntaban, me encontré con nuestro barco amarrado. -No lo sé. Espero poder ayudar a esta gente, pero rezo a Atenea para que nos dé sabiduría, y a Hestia para que nos proteja. Bueno, a Minerva y a Vesta- Me corregí y suspiré, para alzar la mirada al barco de nuevo -Solo espero que no muera nadie- Le reconoció finalmente, bastante sombrío. Era un riesgo que había que asumir, pero era una consecuencia que no quería para los suyos. Bebió del café y el apodo de Astaroth le hizo hasta gracia -Astaroth, se llama Astaroth- Le corregí -Echo de menos a nuestra pelirroja- Porque sabía que los caminos harían que se encontrase otra vez con el “hombre serio”, pero no sabía si pasaría lo mismo con Mer, con su alubia y su chico borde. Y las conversaciones por la orbe no eran las mismas que en persona, porque por ahí no podía sentir el calor que emanaba el cuerpo de la pelirroja, ni jugar con su pelo alborotado para quitárselo de la frente y pasarlo por detrás de la oreja -¿Y tú con Lei…- No terminó la pregunta. Escuchó algarabía y se levantó para mirar mejor, lo que ocasionó que el café terminara en el suelo y ella tuvo que jugar con el equilibrio para no acabar de la misma manera
Alzó la vista para mirar a la persona que se había chocado con ella. Estaba herido y hablaba a gran velocidad -Calma! Non fa niente. Tutto bene, non ti preocupare- Trató de calmarle. El impacto había hecho que mis manos acabaran sobre los hombros de él. Le revisó la cara y las heridas, no parecía que hubiera bebido, pero le habían dado una buena paliza. Revisó por encima del hombro del chico, más allá de la oscuridad de la calle. Salvo la oscuridad sepulcral, allí no había nadie Le habló con claridad, relajada, controlando la situación, pero se separó de él bajando los brazos. Por seguridad -Sono un medicci. Devo guarire quelle ferite. Non quí. Andiamo- Le dijo dónde quería ir, pocos metros le separaban del banco, pero tenía más luz y aquello le iba a permitir comprobar que estaba todo bien, más allá de que fuera a hacer la cura con magia. -Sonno Cleopatra. Il mio amico è Ben. Y venimos de Inglaterra, sí- Le devolvió una sonrisa tranquilizadora. Se fijó en el muchacho, era joven, como ellos o quizás un par de años menos. Y era bastante mono, también había que reconocerlo
La plaza estaba prácticamente vacía ya a esas horas, de no ser por ellos dos y un pobre perro con tres patas que le despertó mucha lástima. Pensó en Lykaios transformado mientras se tomaba el café y dejaba volar su mente a otros lugares. Ladeó levemente para escuchar la respuesta de su compañero, se le veía muy contento, con aquellas canciones mal entonadas. Se alegró por él y le devolvió una sonrisa y un asentimiento de complacencia. Gesto que aprovechó para robarme el café y acapararlo -¡Oye! ¡Haberte pedido el tuyo!- Fingí indignación para volver a hacerme con el líquido y beber esta vez yo. Alcé la mirada, pero en lugar de toparme con las estrellas que despuntaban, me encontré con nuestro barco amarrado. -No lo sé. Espero poder ayudar a esta gente, pero rezo a Atenea para que nos dé sabiduría, y a Hestia para que nos proteja. Bueno, a Minerva y a Vesta- Me corregí y suspiré, para alzar la mirada al barco de nuevo -Solo espero que no muera nadie- Le reconoció finalmente, bastante sombrío. Era un riesgo que había que asumir, pero era una consecuencia que no quería para los suyos. Bebió del café y el apodo de Astaroth le hizo hasta gracia -Astaroth, se llama Astaroth- Le corregí -Echo de menos a nuestra pelirroja- Porque sabía que los caminos harían que se encontrase otra vez con el “hombre serio”, pero no sabía si pasaría lo mismo con Mer, con su alubia y su chico borde. Y las conversaciones por la orbe no eran las mismas que en persona, porque por ahí no podía sentir el calor que emanaba el cuerpo de la pelirroja, ni jugar con su pelo alborotado para quitárselo de la frente y pasarlo por detrás de la oreja -¿Y tú con Lei…- No terminó la pregunta. Escuchó algarabía y se levantó para mirar mejor, lo que ocasionó que el café terminara en el suelo y ella tuvo que jugar con el equilibrio para no acabar de la misma manera
Alzó la vista para mirar a la persona que se había chocado con ella. Estaba herido y hablaba a gran velocidad -Calma! Non fa niente. Tutto bene, non ti preocupare- Trató de calmarle. El impacto había hecho que mis manos acabaran sobre los hombros de él. Le revisó la cara y las heridas, no parecía que hubiera bebido, pero le habían dado una buena paliza. Revisó por encima del hombro del chico, más allá de la oscuridad de la calle. Salvo la oscuridad sepulcral, allí no había nadie Le habló con claridad, relajada, controlando la situación, pero se separó de él bajando los brazos. Por seguridad -Sono un medicci. Devo guarire quelle ferite. Non quí. Andiamo- Le dijo dónde quería ir, pocos metros le separaban del banco, pero tenía más luz y aquello le iba a permitir comprobar que estaba todo bien, más allá de que fuera a hacer la cura con magia. -Sonno Cleopatra. Il mio amico è Ben. Y venimos de Inglaterra, sí- Le devolvió una sonrisa tranquilizadora. Se fijó en el muchacho, era joven, como ellos o quizás un par de años menos. Y era bastante mono, también había que reconocerlo
- No, yo sólo digo que te has flipao pensando que estábamos en una cafetería. - la piqué un poco más con ese asunto, riéndome por lo bajo mientras ella intentaba picarme también a mí. Hice amago de robarle de nuevo el café, pero lo dejé cuando protestó diciendo que me pidiese otro. - Quejica. - me crucé de brazos enfurruñado, resoplando por eso de rezar a no sé quién. Muy religiosa ella. Solté un "aaaaaaah" ante la corrección del nombre de su novio, aunque no me dijo a quién echaba más de menos. Era esquiva cuando quería, sólo reconoció que echaba de menos a Mer. Allí estaría en Ouroboros, con el imbécil aquel con el que había acabado. - Pobre Mer. Y pensar que el tipejo ese me caía bien al principio... - iba a echarme a reír irónicamente al entender que me iba a preguntar por Leila, pues no quería ni cruzarme en el barco con ella. Ya nada era como antes, y ella debía haber entendido que su tiempo con la Brigada había acabado.
La aparición de un tío desconocido hizo que dejásemos la conversación a medias. Me levanté del banco de manera repentina, fijándome en si parecía amenaza o no. Venía apalizado, tal vez pudiésemos ayudarle. Comprendí lo que decía, así que asentí a Cleo como queriendo decir que no había problema. Comencé a hablarle en italiano, aunque tras tiempo sin practicarlo no salía tan fácil. - Tranquilo. Podemos ayudarte. - pasé después al inglés, indicándole que se sentase para que Cleo le curase un poco. - ¿Quién te ha pegado? ¿Te persiguen?
La aparición de un tío desconocido hizo que dejásemos la conversación a medias. Me levanté del banco de manera repentina, fijándome en si parecía amenaza o no. Venía apalizado, tal vez pudiésemos ayudarle. Comprendí lo que decía, así que asentí a Cleo como queriendo decir que no había problema. Comencé a hablarle en italiano, aunque tras tiempo sin practicarlo no salía tan fácil. - Tranquilo. Podemos ayudarte. - pasé después al inglés, indicándole que se sentase para que Cleo le curase un poco. - ¿Quién te ha pegado? ¿Te persiguen?
032042
LEONARDO SERRA
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Leonardo miró a la mujer morena que le respondió en italiano, por un momento con curiosidad en su expresión. Además una médica que se ofrecía a curarle?
Maldita sea, no había demasiado tiempo, estas cosa se tenían que hacer rapido.
- No, no hay tiempo! Estoy bien pero necesito despistarlos.... -era joven, no hablaba mal el ingles, pero el acento era algo inevitable. Le tomó las manos a Cleo un momento cuando las puso sobre sus hombros, apretando levemente las manos de la mujer levemente, en un gesto de advertencia y urgencia, estaban en peligro y debia hacerselo saber. A él la cercanía no le importaba.
Observó después al hombre pelirrojo, vale...parecían dispuestos a ayudar.
- Sí, los....Guardianes de la Magia. Guardiani Magici, no los habeis ...? - los miró como si estuvieran locos por estar alli y no conocerlos. - Teneis que salir de aqui antes de que lleguen! - el muchacho se separó de ellos, dirigiendose hacia los jardines de la plaza a la carrera.
Maldita sea, no había demasiado tiempo, estas cosa se tenían que hacer rapido.
- No, no hay tiempo! Estoy bien pero necesito despistarlos.... -era joven, no hablaba mal el ingles, pero el acento era algo inevitable. Le tomó las manos a Cleo un momento cuando las puso sobre sus hombros, apretando levemente las manos de la mujer levemente, en un gesto de advertencia y urgencia, estaban en peligro y debia hacerselo saber. A él la cercanía no le importaba.
Observó después al hombre pelirrojo, vale...parecían dispuestos a ayudar.
- Sí, los....Guardianes de la Magia. Guardiani Magici, no los habeis ...? - los miró como si estuvieran locos por estar alli y no conocerlos. - Teneis que salir de aqui antes de que lleguen! - el muchacho se separó de ellos, dirigiendose hacia los jardines de la plaza a la carrera.
DECIDID QUE HACÉIS, LO SEGUÍS O NO? SEGÚN ELIJÁIS LA NARRATIVA IRÁ POR UN LADO O POR OTRO.
Arrugó el labio -Jo, pues ojalá estemos en una- Suspiró, además, relajando el ceño, ya que no le hubiera importado estar en un sitio calentito tomándose una bebida reconfortante después de un duro día de trabajo. Su quejica fue respondido con una mueca, sacándole la lengua, pero luego le devolví la sonrisa al corregirle el nombre de Astaroth, añadiendo un simple “ya” que murió entre puntos suspensivos al pensar que Mer estaría sola en Ouroboros. Tendría que comprarle algún regalo que fuese especial para ambas, para que supiera que se acordaba de ella todos y cada uno de los días. Capté la aprobación por parte de Ben, no parecía un tipo peligroso aquel italiano herido y asustado, de modo que actuaría en consecuencia para sanarle y, con algo de suerte, respondería a algunas de sus preguntas para conocer qué le había pasado.
Sin embargo, el contacto con las manos del hombre me causó un escalofrío y casi que las aparté por el sobresalto. No estaba acostumbrada a que alguien desconocido la tocara, y mucho menos a que un varón con el que acababa de toparse. Quizás estaba demasiado histérica, pero aquello le recordó el momento en el que lo hizo Ixión en Londres y se le puso mal cuerpo. Se recompuso, confundida, sin saber muy bien qué es lo que había pasado. No, no conocía a aquellos Guardiani Magici, no se habían topado con ellos hasta el momento. Miró de soslayo a Ben buscando muchas respuestas, más allá de la urgencia en las palabras del italiano, trató de hacerle entender que no había nadie, que todo estaba bien, pero ni siquiera pudo pronunciar la primera de las palabras ya que, simplemente, salió corriendo. -Aspetta! Maldita sea- Gruñó y esprintó detrás de él, ahora se sentía culpable por haberle soltado de aquella forma tan brusca.
Escuchó unas voces, lejanas, con pasos acelerados que pisaban el empedrado de la plaza “Sono andato là fuori” gritaban. Estaba claro que eran ellos. Buscó a Ben, esperaba que no se quedase muy atrás. Trató de desaparecerse para noquear al italiano y aparecerlos en el barco, pero no pudo. -¡Por todos los dioses del Olimpo! Ben, ¡no me puedo desaparecer!- ¿por qué? ¿dispositivos antimagia, o antidesaparición? Ninguno de los dos le gustaba ni un pelo, aquello le recordaba demasiado a las entrañas de la bestia y la herida estaba muy reciente, todavía. -¡Espera! ¿A dónde vamos?- Trató de comunicarse desde su distancia, de escasos metros, con el moreno.
dado éxito fallo:
Éxito: viene peña detrás, os pillamos pazguatos
Fallo: quizás vengan pero yo no los veo.
Sin embargo, el contacto con las manos del hombre me causó un escalofrío y casi que las aparté por el sobresalto. No estaba acostumbrada a que alguien desconocido la tocara, y mucho menos a que un varón con el que acababa de toparse. Quizás estaba demasiado histérica, pero aquello le recordó el momento en el que lo hizo Ixión en Londres y se le puso mal cuerpo. Se recompuso, confundida, sin saber muy bien qué es lo que había pasado. No, no conocía a aquellos Guardiani Magici, no se habían topado con ellos hasta el momento. Miró de soslayo a Ben buscando muchas respuestas, más allá de la urgencia en las palabras del italiano, trató de hacerle entender que no había nadie, que todo estaba bien, pero ni siquiera pudo pronunciar la primera de las palabras ya que, simplemente, salió corriendo. -Aspetta! Maldita sea- Gruñó y esprintó detrás de él, ahora se sentía culpable por haberle soltado de aquella forma tan brusca.
Escuchó unas voces, lejanas, con pasos acelerados que pisaban el empedrado de la plaza “Sono andato là fuori” gritaban. Estaba claro que eran ellos. Buscó a Ben, esperaba que no se quedase muy atrás. Trató de desaparecerse para noquear al italiano y aparecerlos en el barco, pero no pudo. -¡Por todos los dioses del Olimpo! Ben, ¡no me puedo desaparecer!- ¿por qué? ¿dispositivos antimagia, o antidesaparición? Ninguno de los dos le gustaba ni un pelo, aquello le recordaba demasiado a las entrañas de la bestia y la herida estaba muy reciente, todavía. -¡Espera! ¿A dónde vamos?- Trató de comunicarse desde su distancia, de escasos metros, con el moreno.
dado éxito fallo:
Éxito: viene peña detrás, os pillamos pazguatos
Fallo: quizás vengan pero yo no los veo.
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Me pareció raro que Cleo se apartase de manera tan repentina del contacto del chico, que no parecía peligroso ni nada. Había invadido un poco su espacio personal, pero no parecía peligroso. - ¿Pero por qué te persiguen? ¿has hecho algo? - pregunté un tanto estresado ante la falta de información y el nerviosismo del chaval. A lo mejor era él quien había pegado a otros y ahora querían cobrarse la revancha. No sabíamos nada de lo que sucedía. - ¿Guardianes de la magia? ¿entonces...tú eres mago o...? - entorné los ojos un tanto confuso, sin entender por qué teníamos que huir de guardianes de magia. Eso sonaba bien, seguro que eran colegas o algo. Quise echarle el guante al muchacho antes de que echase a correr, pero no llegué a tiempo. El caso es que Cleo echó a correr también y a mí no me quedó más remedio que seguirla.
No estábamos seguros de que esos guardianes fuesen malos, pero...¿Y si sí? por si acaso ganaríamos algo de ventaja. Intenté desaparecerme cuando alcancé a Cleo, agarrándola por el brazo sin que sucediese nada. - ¡Porca miseria! - grité agitando el puño italianamente sin dejar de correr, dándome cuenta de que yo tampoco podía. Enseguida caí en la cuenta de que estábamos en la zona de la Piazza Statuto, de Turín... - ¡Mierda! ¡es zona antimagia! ¿¿Recuerdas los que vinieron aquí para la misión de los satélites?? ¡dijeron que había tres zonas antimagia, Londres, Turín y San Francisco! - sí, a veces mi cerebro escuchaba y se enteraba de cosas. No era tan estúpido como creían. - ¡Si nos atacan estamos vendidos, tenemos que salir de aquí! ¡EH! ¡Romeo! ¡deja de correr y explícanos qué pasa! - los que nos seguían nos pisaban los talones, pero llegado un momento determinado decidí dejar de correr. ¿Qué era eso de huir como ratas? La Brigada no huía, menos sin saber si la amenaza era real. Me detuve progresivamente, dándome la vuelta para quedarme allí plantado. Tal vez no tenía magia en ese lugar, pero sí la pistola y la katana por si hacía falta.
- ¡Guardianinis mágicos! ¡venimos en son de paz! ¡In nomine Patris, et Filii et Spiritus Sancti! - esperé a que se mostrasen en algún momento, pero sin parar de hablar mezclando inglés e italiano al repetir las cosas de los dos modos. - Si no nos jodéis, claro. Si venís a jodernos pues...os estáis metiendo con la Brigada de las Mil Grullas. Seguro que habéis oído hablar de nosotros. Desfacemos entuertos allá por donde vamos. Hablemos. -
032042
LEONARDO SERRA
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Quizá el joven Serra no era el más diestro peleando, pero se le daba muy bien reconocer a la gente, y ya había visto antes esas reacciones como las que la mujer morena había mostrado. Pero daba igual, pues seguían siendo desconocidos.
- A los jardines! Allí estaremos a salvo!
Les gritó sin dejar de correr en ningún momento. Rápido era un rato, y bien sabía que allí las desapariciones no valdrían.
Por eso….era el coto de caza perfecto.
Leonardo apretó los labios en una mueca mientras apretaba el paso. Es que no se iban a callar nunca? Qué había hecho él? Al llegar a los jardines, se fue deteniendo…. Él también había oído los pasos apresurados. Oh, así que el pelirrojo se había dado cuenta.
Leonardo se detuvo varios metros mas delante de Benjamin, poco a poco….de espaldas a ellos. Respiró de modo visible, por como bajaron sus hombros.
- Me has preguntado si hice algo no? Lo que hice fue nacer muggle. – y en el seno familiar de la 'Ndrangheta, claro está.- Precisamente, aquí los Guardiani no pueden hacernos daño. O sois….?
El chico levantó una ceja, y luego miró hacia la calle por la que había desembocado a los jardines. Ya llegaban.
Echó la vista atrás, al jardín a sus espaldas. La tapa de la alcantarilla aun quedaba un poco apartada.
- A los jardines! Allí estaremos a salvo!
Les gritó sin dejar de correr en ningún momento. Rápido era un rato, y bien sabía que allí las desapariciones no valdrían.
Por eso….era el coto de caza perfecto.
Leonardo apretó los labios en una mueca mientras apretaba el paso. Es que no se iban a callar nunca? Qué había hecho él? Al llegar a los jardines, se fue deteniendo…. Él también había oído los pasos apresurados. Oh, así que el pelirrojo se había dado cuenta.
Leonardo se detuvo varios metros mas delante de Benjamin, poco a poco….de espaldas a ellos. Respiró de modo visible, por como bajaron sus hombros.
- Me has preguntado si hice algo no? Lo que hice fue nacer muggle. – y en el seno familiar de la 'Ndrangheta, claro está.- Precisamente, aquí los Guardiani no pueden hacernos daño. O sois….?
El chico levantó una ceja, y luego miró hacia la calle por la que había desembocado a los jardines. Ya llegaban.
Echó la vista atrás, al jardín a sus espaldas. La tapa de la alcantarilla aun quedaba un poco apartada.
032042
LUCIA MILANO
Camorrista di sgarro, 'Ndrangheta
Camorrista di sgarro, 'Ndrangheta
Así que los habían detectado. Lucía dejó de correr poco a poco también, cuando vio que se detenían sus presas.
- Te han oído, Marco. Corres como un elefante. Te he dicho ya que deberías perder peso, te lo he dicho mil veces. – dijo Lucia con una mueca un tanto cruel, quizá debido no solo a sus felinos ojos, si no a que la mitad de su cara estaba terriblemente deformada por unas quemaduras.
Pareció que levantó una ceja cuando el hombre los llamó “guardianini mágicos” o algo por el estilo, era difícil de decir dado su deformado rostro.
Avanzó en formación con sus otros cuatro compañeros, sin titubear, cerrándoles el camino por el que habían venido. La única dirección que les dejaban seguir tomando era avanzar más hacia los jardines.
La mujer se llevó la mano al cinturón, donde portaba…un par de pistolas y muchos cuchillos. Armas que no dudó en empuñar para apuntarlos.
- Te han oído, Marco. Corres como un elefante. Te he dicho ya que deberías perder peso, te lo he dicho mil veces. – dijo Lucia con una mueca un tanto cruel, quizá debido no solo a sus felinos ojos, si no a que la mitad de su cara estaba terriblemente deformada por unas quemaduras.
Pareció que levantó una ceja cuando el hombre los llamó “guardianini mágicos” o algo por el estilo, era difícil de decir dado su deformado rostro.
Avanzó en formación con sus otros cuatro compañeros, sin titubear, cerrándoles el camino por el que habían venido. La única dirección que les dejaban seguir tomando era avanzar más hacia los jardines.
La mujer se llevó la mano al cinturón, donde portaba…un par de pistolas y muchos cuchillos. Armas que no dudó en empuñar para apuntarlos.
032042
MARCO “a secas”
Sgarrista di sangue, 'Ndrangheta
Sgarrista di sangue, 'Ndrangheta
Efectivamente, Marco era absolutamente ruidoso, no solo porque era un hombre muy alto, muy ancho, si no porque…una parte importante de su cuerpo estaba compuesto por partes biónicas, robóticas. Lo más evidente, claro, era su ojo.
El mismo ojo que leía a los dos individuos nuevos que tenían delante, el mismo que leia sus niveles de magia y le decía que sí, que aquellos dos eran magos…y que habían hecho bien dirigiéndolos hacia allí.
- Cállate, Lucia. Ya me gustaría a mi verte correr así a mi edad. – gruñó el hombre. Los tipos parecían ingleses…así que les darían el honor de usar su lengua. – Te santiguas? Ante los Guardiani? Yo no lo haría…
Lo cierto es que no había que ser muy avispado para darse cuenta de que esos no parecían guardianes de la magia. A no ser que…
- No os habéis topado aun con los guardianes, verdad?
Soltó una socarrona, sonora y ronca risa.
- Si, me suena vuestro nombre. – su organización tenía cierta fama, pero…serían suficiente? – Sólo estais vosotros dos? – silbó al miembro más bajito del grupo… - Daeketh, examina los alrededores. – y levantó un brazo. La mano…se le desprendió por una visagra, dejando a la vista una metralladora que estaba implantada dentro de su antebrazo.
El mismo ojo que leía a los dos individuos nuevos que tenían delante, el mismo que leia sus niveles de magia y le decía que sí, que aquellos dos eran magos…y que habían hecho bien dirigiéndolos hacia allí.
- Cállate, Lucia. Ya me gustaría a mi verte correr así a mi edad. – gruñó el hombre. Los tipos parecían ingleses…así que les darían el honor de usar su lengua. – Te santiguas? Ante los Guardiani? Yo no lo haría…
Lo cierto es que no había que ser muy avispado para darse cuenta de que esos no parecían guardianes de la magia. A no ser que…
- No os habéis topado aun con los guardianes, verdad?
Soltó una socarrona, sonora y ronca risa.
- Si, me suena vuestro nombre. – su organización tenía cierta fama, pero…serían suficiente? – Sólo estais vosotros dos? – silbó al miembro más bajito del grupo… - Daeketh, examina los alrededores. – y levantó un brazo. La mano…se le desprendió por una visagra, dejando a la vista una metralladora que estaba implantada dentro de su antebrazo.
032042
DAEKETH D’ANGELO
Camorrista di fibbia, 'Ndrangheta
Camorrista di fibbia, 'Ndrangheta
Daeketh los superaba a todos en sigilo y velocidad, pero tampoco quería fardar de ello y dejarlos atrás mientras corría. Cuando salieron de las sombras del callejón para ponerse a la vista de sus presas, la semielfa los observó con sus enormes y vivos ojos. Era bajita, mas que los compañeros, pero sus espaldas eran más anchas de lo que se esperaría de una elfa, y sus orejas no eran demasiado grandes, pero no las ocultaba para nada con aquel corte de pelo.
Desenvainó sus espadas, aunque no hizo nada más. Lo malo era que su magia de sanación no iba a funcionar en lo que llamaban el coto de caza. La semielfa sintió algo de pena por el par de dos, pero… cualquier cosa por la familia, no?
- Entendido. – respondió sin más a Marco, y fue a cubrir la retaguardia, nadie los interrumpiría si ella podía evitarlo. Retrocedió, para cubrir la entrada de la calle y servir de vigía, para comprobar si los seguían aliados de los otros dos. Total, tampoco quería verse inmersa cuando las balas silbaran. A ella se le daba mejor otra cosa. El acero…cortante y sigiloso.
Desenvainó sus espadas, aunque no hizo nada más. Lo malo era que su magia de sanación no iba a funcionar en lo que llamaban el coto de caza. La semielfa sintió algo de pena por el par de dos, pero… cualquier cosa por la familia, no?
- Entendido. – respondió sin más a Marco, y fue a cubrir la retaguardia, nadie los interrumpiría si ella podía evitarlo. Retrocedió, para cubrir la entrada de la calle y servir de vigía, para comprobar si los seguían aliados de los otros dos. Total, tampoco quería verse inmersa cuando las balas silbaran. A ella se le daba mejor otra cosa. El acero…cortante y sigiloso.
032042
FRANCESO COPOLA
Camorrista Semplice, 'Ndrangheta
Camorrista Semplice, 'Ndrangheta
Francesco dio gracias a la Santa Virgen entre resuellos cuando por fin pudieron dejar de correr. Tenía que dejarse el tabaco, lo sabía. Y los trajes. Pero le gustaban mucho, aunque diesen calor.
Apoyó las manos en sus rodillas y mientras sus compañeros se organizaban y hablaban con los otros, él recuperaba el aire….
- Ufff…
Nadie parecía hacerle caso a él, pero casi que mejor. Cuando Marco y Lucia apuntaron a los magos, él carraspeó, se puso recto y colocó el silenciador a su pistola. Aunque para qué, si Marco siempre metía un ruido de mil demonios con esa estúpida ametralladora suya?
- Vale, ya estoy. – e intercambió una mirada con los suyos. Vio el gesto de Marco, vale, no irían a matar. Tendrían que ser precisos. – Nos gustaría hablar con vosotros, de verdad que sí, pero dudo que tengáis nada que ofrecernos.
Apoyó las manos en sus rodillas y mientras sus compañeros se organizaban y hablaban con los otros, él recuperaba el aire….
- Ufff…
Nadie parecía hacerle caso a él, pero casi que mejor. Cuando Marco y Lucia apuntaron a los magos, él carraspeó, se puso recto y colocó el silenciador a su pistola. Aunque para qué, si Marco siempre metía un ruido de mil demonios con esa estúpida ametralladora suya?
- Vale, ya estoy. – e intercambió una mirada con los suyos. Vio el gesto de Marco, vale, no irían a matar. Tendrían que ser precisos. – Nos gustaría hablar con vosotros, de verdad que sí, pero dudo que tengáis nada que ofrecernos.
A un gesto de Marco, los tres dispararon, apuntando a zonas no vitales de Cleopatra y Benjamin, con intenciones de dejarlos fuera de juego pero no de matarlos.
___
- stats PNJ:
Stats
Leonardo 100/100 PS. 10 de stat en fisico, 5 en tecno. Es un poco cacas aun
Lucia Disparos y cuchillo 150 PS 20 AT/ 1 DT/ 15AF/ 15 DF
Marco 150/150 PS 20 stat en todo. Pistolero (integrado en brazo) luchador cuerpo a cuerpo
Daeketh 150/150PS 15 AF y DF 20 AM DM y sanacion. Espada y magia de sanación.
Francesco 110/110 PS 15 AT 10 AF 0 DT 10 DF. Pistola. Cerraduras.
ATAQUE
Lucia
20+ 30= 50
Marco
20+ 10 = 30
Francesco
15+ 5 = 20
REPARTIDO: 50 PARA BEN, 50 PARA CLEO
Dados
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El miembro 'Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Seguimos corriendo detrás de aquel chico, era rápido, pero no más que ellos. Tampoco respondía a las preguntas de Ben y entonces me planteé qué estábamos haciendo y no supo si estaba proyectando alguna inseguridad en él. Chasqueé la lengua ante la explicación de Ben y no me gustó aquello para nada. Estar sin magia era como … estar desnuda. Nos seguían, eso estaba claro, estábamos tratando de curar a un chaval al que le habían dado una paliza. Y estábamos sin magia, ¿podría salir algo bien? Obvio que no. Bufé muy molesta y contrariada, porque parecía que cualquier dios menor de las bromas se estaba riendo de nosotros. Sí, quizá el propio Loki se lo estaba pasando en grande. -Pues entonces tendremos que salir de aquí por nuestros propios medios- Le indiqué a Ben, la cosa es que juraría que desde el barco se habían desaparecido, ¿o es que estaba ya empezando a perder la cabeza? No, eso significaba que en parte de la ciudad SÍ hay magia.
Se detuvieron los tres en algún punto de los jardines. Necesitaba respirar, a profundas bocanadas de aire. Ben se había quedado atrás para enfrentarse a los Guardianes y el chico respondió a las preguntas que necesitaba escuchar. -Nacer muggle no te convierte en el saco de boxeo de nadie- Le respondió, decidida, mientras se reincorporaba. En verdad no estaba segura de si le estaba mintiendo, o no y le decía la verdad, pero… trató de buscar la mirada del chico, su nerviosismo y su agitación, tratando de buscar la veracidad de sus palabras, asintiendo a su última pregunta con un suspiro. Estaba de frente a él, dio un paso hacia atrás, recortando la distancia con Ben y cogió el bo que cargaba a la espalda. Muggle, mago, elfo o no, estaba huyendo de aquel grupo, por lo que le daría tiempo para que pudiera correr. En lo que Ben gritaba a los cuatro vientos, le dirigió un último vistazo a Leonardo con culpabilidad por no poder ayudarle y volvió el gesto para recibir al grupo de cuatro, fuertemente armado. Chasqueó la lengua, y pensó en que aquellos no eran guardianes de nada, sino camorristas.
Estudió a los cuatro en silencio -Ben, ten cuidado. No conocemos a esa gente. No sabemos si tienen… qué sé yo, láseres- Pegó su hombro con el de él y elevó sus plegarias a Minerva. Tragó saliva al ver al hombre más grande de los cuatro, aquel… aquella…. De todos ellos, era el que más pavor le inspiraba. No respondió a los comentarios del hombre-máquina pues claras eran sus intenciones y lo que primaba era la defensa, la suya y la del huidizo chico -¿Por qué queréis hacerle daño? ¿Por qué las armas, si no os hemos hecho nada?- Trató de defenderse con el bo para apartar las balas, pero las de la metralleta eran demasiado en cantidad y rapidez y le fue imposible. Le dieron en un brazo. Apretó los dientes y siseó con molestia, pero no se amedrentaría ahí. Se volvió a estirar, cogiendo aire con fuerza haciendo que el pecho se le elevara con fuerza.
Pensó en atacar a esos camorristas, mafiosos robotizados con una elfa de mascota. Iban en manada, como perros asalvajados tratando de matar a cualquier pieza que se toparan por delante. Atacarlos a todos era una mala idea, y más si estaban sin magia. No estaba segura, y por más que trató de que su mente se focalizara en un plan no se le estaba ocurriendo nada. Necesitaba más tiempo -Has dicho que queríais hablar. Muy bien. Sin armas- Señalé con el bo al hombre que había dicho aquello, el del traje. -Y entonces veremos si tenéis, o no, algo que nos interese que ofrecernos- Sí, cambié la forma de la frase, nosotros ya les estábamos ofreciendo ayuda, ¿y ellos? ¿qué podrían ofrecernos ellos? Por el momento, tiempo, eso es lo que le estaba ofreciendo al muchacho moreno para que se largara corriendo, si es eso lo que necesitaba de aquellos “Guardiani Magici” que portaban armas muggles.
DF: 0 dados (PUTOS!!!!!!) +5 yelmo + 5 guantes +18 stat + 10 habilidad = 38
PS: 200 – (50 daño -38 DF) = 188 + sangrado leve (-5PS)
Se detuvieron los tres en algún punto de los jardines. Necesitaba respirar, a profundas bocanadas de aire. Ben se había quedado atrás para enfrentarse a los Guardianes y el chico respondió a las preguntas que necesitaba escuchar. -Nacer muggle no te convierte en el saco de boxeo de nadie- Le respondió, decidida, mientras se reincorporaba. En verdad no estaba segura de si le estaba mintiendo, o no y le decía la verdad, pero… trató de buscar la mirada del chico, su nerviosismo y su agitación, tratando de buscar la veracidad de sus palabras, asintiendo a su última pregunta con un suspiro. Estaba de frente a él, dio un paso hacia atrás, recortando la distancia con Ben y cogió el bo que cargaba a la espalda. Muggle, mago, elfo o no, estaba huyendo de aquel grupo, por lo que le daría tiempo para que pudiera correr. En lo que Ben gritaba a los cuatro vientos, le dirigió un último vistazo a Leonardo con culpabilidad por no poder ayudarle y volvió el gesto para recibir al grupo de cuatro, fuertemente armado. Chasqueó la lengua, y pensó en que aquellos no eran guardianes de nada, sino camorristas.
Estudió a los cuatro en silencio -Ben, ten cuidado. No conocemos a esa gente. No sabemos si tienen… qué sé yo, láseres- Pegó su hombro con el de él y elevó sus plegarias a Minerva. Tragó saliva al ver al hombre más grande de los cuatro, aquel… aquella…. De todos ellos, era el que más pavor le inspiraba. No respondió a los comentarios del hombre-máquina pues claras eran sus intenciones y lo que primaba era la defensa, la suya y la del huidizo chico -¿Por qué queréis hacerle daño? ¿Por qué las armas, si no os hemos hecho nada?- Trató de defenderse con el bo para apartar las balas, pero las de la metralleta eran demasiado en cantidad y rapidez y le fue imposible. Le dieron en un brazo. Apretó los dientes y siseó con molestia, pero no se amedrentaría ahí. Se volvió a estirar, cogiendo aire con fuerza haciendo que el pecho se le elevara con fuerza.
Pensó en atacar a esos camorristas, mafiosos robotizados con una elfa de mascota. Iban en manada, como perros asalvajados tratando de matar a cualquier pieza que se toparan por delante. Atacarlos a todos era una mala idea, y más si estaban sin magia. No estaba segura, y por más que trató de que su mente se focalizara en un plan no se le estaba ocurriendo nada. Necesitaba más tiempo -Has dicho que queríais hablar. Muy bien. Sin armas- Señalé con el bo al hombre que había dicho aquello, el del traje. -Y entonces veremos si tenéis, o no, algo que nos interese que ofrecernos- Sí, cambié la forma de la frase, nosotros ya les estábamos ofreciendo ayuda, ¿y ellos? ¿qué podrían ofrecernos ellos? Por el momento, tiempo, eso es lo que le estaba ofreciendo al muchacho moreno para que se largara corriendo, si es eso lo que necesitaba de aquellos “Guardiani Magici” que portaban armas muggles.
DF: 0 dados (PUTOS!!!!!!) +5 yelmo + 5 guantes +18 stat + 10 habilidad = 38
PS: 200 – (50 daño -38 DF) = 188 + sangrado leve (-5PS)
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El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa' :
'Defensa' :
La pregunta del tipo que huía me dejó claro que él no tenía magia, y se iba a llevar un chasco al saber que nosotros sí. No hubo tiempo de darle respuesta. El grupito de perseguidores dio por fin la cara, unas muy variopintas a decir verdad. Puse cara de indignación cuando una llamó gordo al tal Marco, ya solo por eso me caía mal la de la cara chamuscada. Además, venía amenazando con cuchillos y pistolas. El del ojo raro tampoco me cayó muy bien, así que le respondí de manera un tanto chulesca. - Me santiguo cuando me de la gana. ¿Es que no sois vosotros los guarrordinis esos? - mi cara de indignación fue más exagerada cuando dijo aquello de que le sonaba nuestro nombre. ¡Menudo idiota! ¿¿Cómo que le sonaba?? ¡La Brigada era mundialmente conocida!
- No estamos solos, nunca. Nunca...- dije siniestramente con una risa perturbadora, sólo por mosquear al personal. El caso es que Cleo me dijo que tuviese cuidado, pero lo de no conocer a esa gente era una obviedad. Lo de los láseres...meh. Ya había visto muchos androides como para sorprenderme por un láser. Miré de reojo a la de las orejas de soplillo porque sacó sus espadas, así que yo hice lo propio llevando la mano al mango de la katana que pendía de mi cinturón. Al menos se retiró para vigilar no sé qué cosa, y me relajé un poco. El tío del traje y las gafas tenía pinta de ser el jefe, porque los jefes solían ser siempre los más guapos del grupo. No en el caso de la Brigada, claro...el más guapo era yo, no Lykaios.
- Oye, oye...no hagas como que quieres hablar con nosotros cuando en realidad sólo quieres liquidarnos. -
Alcé una mano haciendo un gesto para que se detuviese, aunque fue inútil. A su orden dispararon, no a matar, pero lo hicieron. Giré hacia un lado, justo a tiempo de evitar que me diesen en el brazo, pero no pude ayudar a Cleo. A ella sí que le pasó rozando una bala. - ¿¡Pero qué haces!? ¿Quién va a querer hablar con vosotros si hacéis eso? - cogí a Cleo por el hombro, tirando de ella hacia mí para ver qué le habían hecho. - ¿Estás bien? ¿Los mato? - sobreviviría, pero si insistía mucho en lo de negociar...bueno, podía complicarse todo. Me habían cabreado, así que me desquité agachándome al suelo para coger un adoquín suelto. Lo lancé al del ojo raro, advertencia de que yo no iba solo a negociar si ellos empezaban disparando. - ¡ARF! ¡Que no venimos a buscar problemas! sólo a ayudar. No entiendo una mierda de lo que queréis, ni por qué perseguís a ese chaval. Creo haber entendido que no es mago. Y por lo que veo...vosotros disparáis con armas. Tampoco lo sois. ¿Algún problema con los que tenemos magia? ¿No podemos superar eso ya de una vez por todas? Repetís más que la pizza de pepperoni. Así que venga, explicaos.
-----------------------------
Ataque físico: 10 dado + 24 stat + 10 hab. = 44 a MARCO el del ojo raro
Defensa física: 0 dado + 17 stat + 10 hab. + 25 cota mithril= 52, cubre por poco
- No estamos solos, nunca. Nunca...- dije siniestramente con una risa perturbadora, sólo por mosquear al personal. El caso es que Cleo me dijo que tuviese cuidado, pero lo de no conocer a esa gente era una obviedad. Lo de los láseres...meh. Ya había visto muchos androides como para sorprenderme por un láser. Miré de reojo a la de las orejas de soplillo porque sacó sus espadas, así que yo hice lo propio llevando la mano al mango de la katana que pendía de mi cinturón. Al menos se retiró para vigilar no sé qué cosa, y me relajé un poco. El tío del traje y las gafas tenía pinta de ser el jefe, porque los jefes solían ser siempre los más guapos del grupo. No en el caso de la Brigada, claro...el más guapo era yo, no Lykaios.
- Oye, oye...no hagas como que quieres hablar con nosotros cuando en realidad sólo quieres liquidarnos. -
Alcé una mano haciendo un gesto para que se detuviese, aunque fue inútil. A su orden dispararon, no a matar, pero lo hicieron. Giré hacia un lado, justo a tiempo de evitar que me diesen en el brazo, pero no pude ayudar a Cleo. A ella sí que le pasó rozando una bala. - ¿¡Pero qué haces!? ¿Quién va a querer hablar con vosotros si hacéis eso? - cogí a Cleo por el hombro, tirando de ella hacia mí para ver qué le habían hecho. - ¿Estás bien? ¿Los mato? - sobreviviría, pero si insistía mucho en lo de negociar...bueno, podía complicarse todo. Me habían cabreado, así que me desquité agachándome al suelo para coger un adoquín suelto. Lo lancé al del ojo raro, advertencia de que yo no iba solo a negociar si ellos empezaban disparando. - ¡ARF! ¡Que no venimos a buscar problemas! sólo a ayudar. No entiendo una mierda de lo que queréis, ni por qué perseguís a ese chaval. Creo haber entendido que no es mago. Y por lo que veo...vosotros disparáis con armas. Tampoco lo sois. ¿Algún problema con los que tenemos magia? ¿No podemos superar eso ya de una vez por todas? Repetís más que la pizza de pepperoni. Así que venga, explicaos.
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Ataque físico: 10 dado + 24 stat + 10 hab. = 44 a MARCO el del ojo raro
Defensa física: 0 dado + 17 stat + 10 hab. + 25 cota mithril= 52, cubre por poco
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El miembro 'Benjamin Red' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
--------------------------------
#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
--------------------------------
#2 'Defensa' :
Viajar y todo eso estaba muy bien. Sin embargo nada me habia preparado para semejante cambio de clima....yo, que habia salido de las ciudades subterráneas para vivir en irlanda y londres, me creia que todo iba a ser igual, nublado, gris....en general, apto. Cuando dijeron Italia no crei que quisieran decir "infierno soleado". Para alguien de mi especie esa puta luminosidad no hacia mas que arrancarme jaquecas y empeorar mi humor. Ademas alli la gente en su gran mayoria hablaba un idioma que no entendía, y tras las primeras miradas raras que me gané, decidi limitar mis apariciones en publico en horas luminosas del dia. Asi que solía salir del barco solo por la noche, o al atardecer, como era el caso.
Quería hacer algo de turismo por la ciudad con Benjamin y Cleopatra, y salí al rato despues de ellos. Sabía a donde iban a ir asi que segui indicaciones. Seguía llevando la capucha encima, tapandome asi la cara y ensombreciendo el rostro. Ya se lo habia dicho a Mérida, lo mio era pasar desapercibido.
Al llegar a la plaza me sorprendió que alli no quedase nadie. La luz anaranjada del ocaso hacía que ese lugar pareciese muy bello. Me quedé un rato empanado, mirando aquel lugar.... Sabía que a ellos les habría encantado ver algo asi. Deseé que siguieran vivos para estar aqui tambien.
Una inutilidad de deseo, teniendo en cuenta cómo habia hecho que terminase todo.
Fue entonces cuando lo escuché.... disparos. Algo hizo click en mi y entré en modo cacería.
Al fondo de aquella calle. Saqué mi daga de debajo de la manga, y me comencé a acercar cautelosamente. Traté de conjurar un globo de oscuridad pero me di cuenta de que no podía....seria una insolacion o algo? Qué raro. Avancé despacio hacia la entrada de la calle y me pareció oir la voz de ...Benjamin?
Entrecerré los ojos al notar que algo se movía entre las sombras pegado a la fachada del edificio por el que estaba acercando a la calle. Pisadas, ligeras....? Y el sonido del acero desenvainando.
Me giré deprisa, tirándole mi daga directamente hacia el lugar donde habia oido una espada desenvainarse, donde probablemente hubiese un enemigo. Efectivamente ahi estaba, era una....una elfa? Mi confusión fue breve pero se me vio en la cara, me habría equivocado?
__
ataque solo si la detecta
0 dados + 10 hab+ 5 guantelete + 51 base= 66 daño a Daeketh
probabilidad exito detecta a la vigia, fallo no (ventaja percepcion drow, dos dados)
Quería hacer algo de turismo por la ciudad con Benjamin y Cleopatra, y salí al rato despues de ellos. Sabía a donde iban a ir asi que segui indicaciones. Seguía llevando la capucha encima, tapandome asi la cara y ensombreciendo el rostro. Ya se lo habia dicho a Mérida, lo mio era pasar desapercibido.
Al llegar a la plaza me sorprendió que alli no quedase nadie. La luz anaranjada del ocaso hacía que ese lugar pareciese muy bello. Me quedé un rato empanado, mirando aquel lugar.... Sabía que a ellos les habría encantado ver algo asi. Deseé que siguieran vivos para estar aqui tambien.
Una inutilidad de deseo, teniendo en cuenta cómo habia hecho que terminase todo.
Fue entonces cuando lo escuché.... disparos. Algo hizo click en mi y entré en modo cacería.
Al fondo de aquella calle. Saqué mi daga de debajo de la manga, y me comencé a acercar cautelosamente. Traté de conjurar un globo de oscuridad pero me di cuenta de que no podía....seria una insolacion o algo? Qué raro. Avancé despacio hacia la entrada de la calle y me pareció oir la voz de ...Benjamin?
Entrecerré los ojos al notar que algo se movía entre las sombras pegado a la fachada del edificio por el que estaba acercando a la calle. Pisadas, ligeras....? Y el sonido del acero desenvainando.
Me giré deprisa, tirándole mi daga directamente hacia el lugar donde habia oido una espada desenvainarse, donde probablemente hubiese un enemigo. Efectivamente ahi estaba, era una....una elfa? Mi confusión fue breve pero se me vio en la cara, me habría equivocado?
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ataque solo si la detecta
0 dados + 10 hab+ 5 guantelete + 51 base= 66 daño a Daeketh
probabilidad exito detecta a la vigia, fallo no (ventaja percepcion drow, dos dados)
Dados
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El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
#1 'Ataque' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
032042
LEONARDO SERRA
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Picciottu di sgarro, 'Ndrangheta
Las cosas estaban lejos de salir bien, muy lejos, para Leonardo. Se tiró hacia un lado cuando empezaron a disparar y, cuando levantó la cabeza, se sorprendió de que los otros dos siguieran aún en pie.
Dirigió una indignada mirada a Marco, en plan, “y ahora qué?!” Y la mujer quería hablar, hablar, por el amor de Dios. El caso es que parecía que seguían confiando en él.
Lo que si tenía claro era que….no podían perder. De un modo u otro, necesitaban a esos magos. Él más que nadie.
Le costó decidirse, pero al final lo hizo. Se levantó y sacó su cuchillo, acercándose por detrás a Cleopatra, dispuesto a hundirle el cuchillo entre las costillas.
- Lo siento mucho. – dijo instantes antes de acometerla con el arma. Su pulso no era para nada firme, al contrario, temblaba. Daeketh la podría curar, llegado el caso…
Dirigió una indignada mirada a Marco, en plan, “y ahora qué?!” Y la mujer quería hablar, hablar, por el amor de Dios. El caso es que parecía que seguían confiando en él.
Lo que si tenía claro era que….no podían perder. De un modo u otro, necesitaban a esos magos. Él más que nadie.
Le costó decidirse, pero al final lo hizo. Se levantó y sacó su cuchillo, acercándose por detrás a Cleopatra, dispuesto a hundirle el cuchillo entre las costillas.
- Lo siento mucho. – dijo instantes antes de acometerla con el arma. Su pulso no era para nada firme, al contrario, temblaba. Daeketh la podría curar, llegado el caso…
032042
LUCIA MILANO
Camorrista di sgarro, 'Ndrangheta
-Quien ha dicho hablar es el imbécil de Francesco. Ese habla con todo lo que tenga tetas y un coeficiente intelectual medio tirando a bajo, asi que no le hagáis mucho caso.
Lucía abrió mucho los ojos (bueno, el de la mitad de la cara quemada no tanto, falta de movilidad en esa zona) cuando Leonardo hizo algo tan impulsivo como aquello. Maldito crio, ya la estaba cagando. No había podido aguantarse.
Por miedo a que la tomaran contra él, le disparó a Cleopatra en la pierna. Si no podían salir corriendo, mejor que mejor.
Camorrista di sgarro, 'Ndrangheta
-Quien ha dicho hablar es el imbécil de Francesco. Ese habla con todo lo que tenga tetas y un coeficiente intelectual medio tirando a bajo, asi que no le hagáis mucho caso.
Lucía abrió mucho los ojos (bueno, el de la mitad de la cara quemada no tanto, falta de movilidad en esa zona) cuando Leonardo hizo algo tan impulsivo como aquello. Maldito crio, ya la estaba cagando. No había podido aguantarse.
Por miedo a que la tomaran contra él, le disparó a Cleopatra en la pierna. Si no podían salir corriendo, mejor que mejor.
032042
DAEKETH D’ANGELO
Camorrista di fibbia, 'Ndrangheta
Camorrista di fibbia, 'Ndrangheta
Daeketh se había encaramado a una de las columnas de la calle y se había subido al descansillo de una ventana, lugar privilegiado para observar desde las alturas de la entrada a la calle si venía alguien, bastante bien oculta y a salvo, además. Los disparos le molestaban, pero eso no era nada nuevo.
Dada su posición ventajosa, vio acercarse a un encapuchado. Se encargaría de él ella sola. Así que….si venían con refuerzos. No gritó para alertarlos, lo haría después de anularlo, no quería revelar su presencia….
Por eso le sorprendió tanto cuando una daga voló directa hacia su estómago….y aunque trató de esquivarla, se hundió de lleno en sus tripas. Ahogó un gemido de dolor y cayó a plomo sobre las piedras de la calle, aunque trató de levantarse rápido, lanzando un tajo con su espada hacia su atacante y sujetándose la herida, aun con el cuchillo clavado, con su otra mano y dando la voz de alarma al mismo tiempo.
- MARCO! HAY MÁS!
Dada su posición ventajosa, vio acercarse a un encapuchado. Se encargaría de él ella sola. Así que….si venían con refuerzos. No gritó para alertarlos, lo haría después de anularlo, no quería revelar su presencia….
Por eso le sorprendió tanto cuando una daga voló directa hacia su estómago….y aunque trató de esquivarla, se hundió de lleno en sus tripas. Ahogó un gemido de dolor y cayó a plomo sobre las piedras de la calle, aunque trató de levantarse rápido, lanzando un tajo con su espada hacia su atacante y sujetándose la herida, aun con el cuchillo clavado, con su otra mano y dando la voz de alarma al mismo tiempo.
- MARCO! HAY MÁS!
032042
MARCO “a secas”
Sgarrista di sangue, 'Ndrangheta
- Pues no, no lo somos - Marco se dio un golpe en la cara con la otra mano al ver lo que hizo Leonardo. - Francesco, la proxima vez pégale mas fuerte al muchacho.
Porque...vaya movimiento mas tonto acababa de hacer. Estos jovenes siempre la cagaban. El pelirrojo le tiró un adoquin y Marco movio su brazo metralleta para usarlo de escudo, saliendo indemnde.
- Por lo que veo, muchacha, tenéis poco que ofrecernos....salvo como mercancía. Veréis, no es porque seais magos o no...es que como moneda de cambio, vais a valer un pastón. Y resulta que una vida de las vuestras vale bastante mas que una de las nuestras, asi que ya ves.
Dijo que no estaban solos, nunca, con una mueca de demente, y aquello mosqueó mucho a Marco. Sobre todo cuando oyó a la semielfa y todo se precipitó tanto. Marco pensó lo mas rapido que pudo....aquello no pintaba bien y sus compañeros se estaban poniendo nerviosos.
- Daeketh, apártate de él! - advirtió a la semielfa, con tono ronco. Francesco disparó y despues de eso, fue hacia Benjamin, golpeandolo con su brazo metralleta en toda la cara con fuerza, para despues ponerle el cañón de la misma en la frente. El arma se recargó sola - Dile a tu compañero encapuchado que se aleja de ella, o te mato aquí mismo. Ahora, teneis dos opciones. Seguimos disparadonos hasta que os rindáis u estéis muertos, o sois buenos chicos, os venis con nosotros, os curamos, y comenzais una brillante carrera en Roma. Mira, incluso estoy dispuesto a dejar que uno de vosotros tres se vaya de rositas....
Sgarrista di sangue, 'Ndrangheta
- Pues no, no lo somos - Marco se dio un golpe en la cara con la otra mano al ver lo que hizo Leonardo. - Francesco, la proxima vez pégale mas fuerte al muchacho.
Porque...vaya movimiento mas tonto acababa de hacer. Estos jovenes siempre la cagaban. El pelirrojo le tiró un adoquin y Marco movio su brazo metralleta para usarlo de escudo, saliendo indemnde.
- Por lo que veo, muchacha, tenéis poco que ofrecernos....salvo como mercancía. Veréis, no es porque seais magos o no...es que como moneda de cambio, vais a valer un pastón. Y resulta que una vida de las vuestras vale bastante mas que una de las nuestras, asi que ya ves.
Dijo que no estaban solos, nunca, con una mueca de demente, y aquello mosqueó mucho a Marco. Sobre todo cuando oyó a la semielfa y todo se precipitó tanto. Marco pensó lo mas rapido que pudo....aquello no pintaba bien y sus compañeros se estaban poniendo nerviosos.
- Daeketh, apártate de él! - advirtió a la semielfa, con tono ronco. Francesco disparó y despues de eso, fue hacia Benjamin, golpeandolo con su brazo metralleta en toda la cara con fuerza, para despues ponerle el cañón de la misma en la frente. El arma se recargó sola - Dile a tu compañero encapuchado que se aleja de ella, o te mato aquí mismo. Ahora, teneis dos opciones. Seguimos disparadonos hasta que os rindáis u estéis muertos, o sois buenos chicos, os venis con nosotros, os curamos, y comenzais una brillante carrera en Roma. Mira, incluso estoy dispuesto a dejar que uno de vosotros tres se vaya de rositas....
032042
FRANCESO COPOLA
Camorrista Semplice, 'Ndrangheta
Camorrista Semplice, 'Ndrangheta
Francesco se encogió de hombros ante las palabras del pelirrojo parlanchin.
-A estos les gusta mucho hablar! A que nunca nos hemos encontrado con unos que hablen tanto?- les dijo a sus compañeros antes de mirar mal a Lucía. - Claro, por eso nunca hablo contigo, porque tu coeficiente no llega ni a nivel medio.
Se rió cuando dijo que si los mataban, como si fuesen a lograrlo. Lo de Leonardo le pilló algo desprevenido tambien, y casi a los cinco segundos oyeron gritar a Daeketh.
- Merda, Marco, terminemos con esto cuanto antes, o si no si que vamos a llamar la atencion de los Guardias! - apuntó a Ben disparando un poco al tuntun, ese tipo estaba agil, y parecía ir atando algunos cabos... pero andaban cortos de tiempo, y al fin y al cabo, esta "brigada" no parecía a la altura para negociar con ellos - Capicci, amicco. Lo vas pillando, no somos los Guardiani. - escupio al suelo con desprecio manifiesto hacia esa gente - Solo una última cosa....si lo fueramos, os habríais aliado con nosotros?? Ya sabes, mago mago...amigo...cosas de esas
-A estos les gusta mucho hablar! A que nunca nos hemos encontrado con unos que hablen tanto?- les dijo a sus compañeros antes de mirar mal a Lucía. - Claro, por eso nunca hablo contigo, porque tu coeficiente no llega ni a nivel medio.
Se rió cuando dijo que si los mataban, como si fuesen a lograrlo. Lo de Leonardo le pilló algo desprevenido tambien, y casi a los cinco segundos oyeron gritar a Daeketh.
- Merda, Marco, terminemos con esto cuanto antes, o si no si que vamos a llamar la atencion de los Guardias! - apuntó a Ben disparando un poco al tuntun, ese tipo estaba agil, y parecía ir atando algunos cabos... pero andaban cortos de tiempo, y al fin y al cabo, esta "brigada" no parecía a la altura para negociar con ellos - Capicci, amicco. Lo vas pillando, no somos los Guardiani. - escupio al suelo con desprecio manifiesto hacia esa gente - Solo una última cosa....si lo fueramos, os habríais aliado con nosotros?? Ya sabes, mago mago...amigo...cosas de esas
- stats pnj:
- Stats
Leonardo 100/100 PS. 10 de stat en fisico, 5 en tecno. Es un poco cacas aun
Lucia Disparos y cuchillo 150 PS 20 AT/ 1 DT/ 15AF/ 15 DF
Marco 150/150 PS 20 stat en todo. Pistolero (integrado en brazo) luchador cuerpo a cuerpo
Daeketh 150/150PS 15 AF y DF 20 AM DM y sanacion. Espada y magia de sanación.
Francesco 110/110 PS 15 AT 10 AF 0 DT 10 DF. Pistola. Cerraduras.
Leonardo
10+25= 35 a Cleo
Lucia
20+ 0= 20 a Cleo
Marco
20+ 30 = 50 a Ben
DEF
20+30=50, protege.
Francesco
15+ 10 = 35 a Ben
Dae
15+0 no tire dado lol=15 a Dyos
DEF: 15 + 25 =40, 66-40= 22 SF, 150-22=128/150 PS
___
OS TOCA ELEGIR: SEGUIR PELEANDO, O HACER LO QUE HA DICHO MARCO
0/2 Quedan dos turnos para el siguiente evento (que ocurrirá o no dependiendo de lo que elijáis)
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