Piazza Statuto [Turín]

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#1 'Ataque' :


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#2 'Defensa' :

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'Probabilidad' :

emme





DEFENSAS
Stats: 35 de base en magia. 10 en fisico.

DAÑOS
S1 66 dyos+ 50 Ben = 116 -60 = 56 //// 94/150 PS
35+25= 60

S2 66 Cleo
35+0=35, 66-35= 31 ; 150-31 ///119/150 PS

S3 nada
35+20=55
S4 nada
35+20=55
____
Soldado 1 secuestrado con 94 PS. Quedan 3.

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'Defensa' :

Mis ojos se fijaron en un viejo mago, de ahí a descubrir que vivía solo, en una confortable casa cerca de la plaza Statuto y que sus allegados lo consideraban un fastidio, solo fue cuestión de depredadora paciencia. Un buen día, el enano Ulf el Durs y yo nos presentamos ante su puerta para engatusarlo con el cuento del tío que resultó gracias a mi talento para esas cosas. Nos instalamos en su casa mientras el anciano senil estaba feliz de la vida por tener compañía, quiso que le compráramos los muebles pero rápidamente lo senté enfrente de un televisor mágico, le puse unos auriculares gamer, de esos que tienen sonido envolvente, y lo dejé con el volumen muy alto para que estuviera entretenido mirando telenovelas al tiempo que nos adueñábamos de las habitaciones.

Tenía bien merecidas unas vacaciones en el mediterráneo así que me dediqué a darme baños de inmersión con sales aromáticas y a mimarme con mascarillas. Mi cuerpo se sentía liviano pero seguía estando preocupada por Nathan, sabía que me había prometido a mí misma no involucrarme, pero seguía sin haber noticias de él. Los de la Brigada me contaron todas sus hazañas y me alegraba que estuvieran bien, sin embargo el soldado seguía rondando en mi mente aunque intentaba consolarme recordando que él había decidido bajarse del barco. Necesitaba algo que apague la voz de mis angustias así que me dediqué a los videojuegos, a refrescar el idioma enano que lo tenía oxidado con la ayuda de Ulf y a cuidar al viejo mago.

Estuve reflexionando y llegué a la conclusión que debí haber usado más metáforas en la publicación que hice. Pensaba en eso mientras lavaba los utensilios de cocina que el anciano había utilizado para hacer bizcochos, trufas, pastas y varios tipos de piezas de confitería, todo de chocolate que ahora descansaban en la nevera. Me había vuelto buena lavando gran variedad de cosas. Nuestro anfitrión dormía como tronco en su habitación, una araña le caminaba por la pelada y él ni se inmutaba, cuando las luces se apagaron de pronto. Dejé lo que estaba haciendo y me asomé al comedor porque ahí había visto al enano por última vez para ahogar un grito al descubrir lo que había pasado.

-¡Ulf!¡Sacá la mano de ahí, carajo!- Lo regañé en enano, pronunciar la grosería fue tan fácil como respirar. -La electricidad que llega a este enchufe es muy poca, yo lo estoy mejorando.- Sentenció con consonantes duras, sonidos guturales y, terco como una mula, siguió empeñado en manipular los cables. -Ulf, cortaste. toda. la. loz.- Le di énfasis a cada palabra y salimos de la casa para revisar los fusibles del barrio. Así que ahí estaba yo, estudiando la instalación eléctrica de la manzana colocada en lo alto de un poste y con el enano sosteniendo la escalera en la que estaba subida.

El enano no parecía de estar de muy buen humor aquella mañana. Bueno, ni nunca, a decir verdad. Suficiente tenía con que le habían apartado de sus mágicos compañeros hacía lo que parecía un eón  como para ahora dedicarse a limpiarle los pañales a un viejo decrépito.
Había sido arrastrado por los rescatistas del Coliseo y terminó en la torre Soul. A aquella panda la conocía más que de sobre por los tratos que tuvieron que hacer para derrocar al ministro Marino y al chihuahua que tenía por segunda al mando: Jupiter. Errico y Desmond, y en especial este segundo, era de los pocos magos en los que confiaba. Única y exclusivamente.

La presencia de la exsoldado Vanesa, a la que reconoció, bastante desmejorada, entre los Souls le hizo sospechar pronto de aquel grupo y, en cuando el conflicto hubo cesado, abandonó la torre Soul. Quizás para no volver a volver. El algún momento del pasado, debía estar borracho para hacerlo, terminó con una rubia que decía ser de la Brigada. Ulf recordaba el nombre de la Brigada, como el otro grupo que se integró en el Coliseo.  Pero aquello ya era demasiado para el colmo de la paciencia de Ulf. Cero sentido de pertenencia, cero sentimiento de unión, que la niñata regañara al enano era la gota que colmó el vaso.

El martillo de los enanos es de un tamaño bastante considerable para los bajitos que son. Creados con materiales que ellos mismos alean y forjan, solo los elegidos pueden portar uno de ellos. Como el Mjölnir. Sin embargo, el martillo de Ulf tenía un objetivo mucho menos místico. El metal impactó fuertemente contra el poste, justo por encima de la cabeza de Leila, pero en el centro de los fusibles. El enano dirigió una ceñuda mirada a la rubia, arqueando el labio con cara de pocos amigos –Ahorrra Ulf sí ha corrtado la luz- El martillo, después de destrozar el poste, volvió a manos del enano. A su alrededor, como una reacción en cadena, las luces de las viviendas y de la calle se fueron apagando. Con sus cortitas piernecitas volvió al interior de la casa, él no tenía problemas para ver en la oscuridad, dado que se había criado en las grutas y había estado encerrado en aquellas mazmorras. -Ulf no va a perderrr más el tiempo. Ulf no es el cocinerro de nadie- Gruñía mientras empacaba lo poco que tenía en un pequeño petate, cogiendo comida de sobre, para el viaje que se estaba empeñando en iniciar. Quizás le llevara lejos, quizás le llevara a la muerte, pero estaba seguro que no era con Leila.

Cogiendo todas sus cosas: armas y comida, se las echó a la espalda y se largó de allí.

Me encogí ahogando un grito al sentir el martillo volando en mi dirección como un misil e hice piruetas para no caer de la escalera en la que estaba subida.

-Wooow, muy maduro de tu parte.- Le dije en idioma enano y con sarcasmo ante el desastre que el barbudo había hecho mientras bajaba de la escalera. Para los depredadores como yo, la oscuridad es una aliada más, así que acompañé a Ulf de vuelta a la casa.

-¿De qué hablas? Tu no cocinaste nada. El aire de la superficie de verdad te hace mal.- Me puse en contacto con quienes podían arreglar la red eléctrica del lugar porque, si volvía allí, quería usar mis videojuegos para relajarme.

Supervisé la restauración y, cuando todo estuvo en su lugar, me subí a un automóvil y me fui siguiendo al enano.

Era necesario ir dando pequeñas muestras de autoridad y presencia en otras partes de Italia aparte de Roma, por esa razón, Lyosha se había ido un par de días a Turín con su séquito, en el que ahora incluía al pequeño Ivanov. Y es que pese a que parte de su mente estaba en la conversación que había tenido con Catherine y la situación con Matvey, no podía enfocarse en semejante travesía que NO le pertenecía. En cambio, Italia sí.

Al llegar, los reportes no parecían nada favorables. Sin que le cayera de sorpresa, eran aquellos mago pro Giaccomo los que más causaban problemas igual que aquellos que querían impulsar el desarrollo tecnológico y la existencia de los androides. Supuso que se debía a que veían en la caída de un gobierno mágico la oportunidad de establecerse. No lo veía del todo mal, pero no sabía de dónde venía aquello de que los Souls Reapers estaban en contra. ¿Hola? Tenía una androide como miembro de su séquito.

A raíz de ello, estableció reuniones con los portavoces de esa parte para “escucharlos”. Sinceramente, Italia había cambiado mucho desde SAM y Lyosha le gustaba el progreso. No estaba atada a antiguas creencias y estaba abierta a nuevos horizontes. Más aún cuando incluían metal. Así que les propuso que establecieran proyectos de desarrollo tecnológico para el país y que se estudiarían el presupuesto general para ponerlos en marcha. De momento, serviría.

Otro detalle que incomodaba a la sociedad, aparentemente, era la tardanza en los rituales de las calaveras. ¿Qué se creía la gente? ¿Que simplemente porque podían obtenerlo sería así de fácil? Ser un Soul Reaper iba más allá de sólo tener poder. Había ideologías y creencias, trabajo arduo, rangos y logias que debían respetar para poder hacer honor a aquel beneficio. Le tocaría dar un discurso y poner a la gente en su lugar.

Por esa razón es que se encontraba en la Piazza Statuto, donde habían sido reunidos todos aquellos interesados en formar parte de los Soul Reapers y el acceso a la magia -Lo que tenemos que manejar es la percepción del rechazo de una calavera. Porque habrá… y eso no todos lo encajarán bien- Le dijo a Khaled mientras caminaba para acceder a la tarima desde la que iba a hablar, sabiendo bien que eso la convertía en un objetivo. Amren estaba con Ivanov en la parte trasera donde Lyosha aún pudiera verlo, protegerlo igual que la androide a la que ya le había dado órdenes muy específicas sobre la protección de Ivanov.


TURIN
Nivel de tolerancia y/o caos.

Pro Giaccomo - 5
Humanos racistas - 10
H&M Pro tecno + androides - 5
Humanos que quieren magia - 6
H&M tolerantes - 11

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'Dado (20)' :

Lyosha estaba siendo mucho más diplomática de lo que yo mismo habria podido serlo, y empezaba a fastidiarme tener que reconocer que estaba haciendo buen trabajo. Tan buen trabajo. Tampoco iba a decirselo, no fuera a ser que se le subiera demasiado a la cabeza.

Las reticencias eran normales, y esperables, nada con lo que no pudieramos lidiar. En Turin particularmente, habian sufrido menos las tiranías de aquel Papa y parecían mas reacios a cambiar...

Habiamos reunido sin embargo una buena cantidad de interesados hoy en escuchar nuestras palabras. Pero la gente era impaciente, y aunque el poder era no solo para los magos como proclamabamos, eso no quería decir que fuera gratis. Bien lo sabíamos nosotros.

- Si no los acepta una, será otra. No eligen, son elegidos. Ahora están todas. Las probabilidades de que TODAS rechacen a una persona son... - nulas? No se había dado practicamente nunca. Claro, siempre habia excepciones.... - A mi me preocupa mas que las nuevas generaciones olviden los sacrificios que se tuvieron que hacer. Que olviden la importancia de lo logrado. - dije con voz seca y amarga. Pensaba en Zayra. Pero era inevitable que eso ocurriese porque ellos no lo habian sufrido ni lo sufrirían nunca...

"no solo Zayra, si no tantos..."

-Mínimas pero existentes- Le respondió Lyosha a Khaled mientras vigilaba un poco a su alrededor, viendo una señal de Hefesto que le confirmaba que de momento todo estaba en orden. La preocupación de Khaled era… comprensible. Los labios de la revenant se tensaron en una línea fina, analizando un poco la situación antes de emitir algún tipo de juicio. Su muerte, la de Zayra… Y todos aquellos que habían perdido en el camino -Será difícil hacerles entender la importancia de ello. Sólo serán historias… - Dijo Lyosha negando con la cabeza.

-En lo único en lo que puedo pensar es que las nuevas generaciones tendrán nuevos retos, Khaled y que deberemos entrenarlos para que tengan el mismo compromiso- Con aquello en mente subió a la tarima que no era más que un pequeño “escenario” de un par de palmos de alto para que todos pudieran observarla. No tenía mucha intención de dar una imagen “inalcanzable”

No pidió silencio. Se quedó esperando hasta que los murmullos cesaron. Su presencia era lo suficientemente fuerte para exigir cierto nivel de respeto. Era la cara pública de los Soul Reaper y ya muchos la reconocían. Ver aquella cantidad de personas reunidas allí hizo que algo revoloteara dentro de ella. Las palabras de Khaled, o Belialt, se repetían en su cabeza y aquella imagen las convertía en una realidad.

-Quiero que os preguntéis una cosa…ahora que estáis aquí- Hizo contacto visual con aquellos presente -¿Qué habría sido de vuestra vida si no hubieseis tenido esta oportunidad?- Guardó silencio y esperó a que todos pintara el futuro que consideraran -Esa imagen que os habéis formado podéis destrozarla porque en el futuro próximo os convertiréis en Souls Reapers gracias a que decidimos recuperar nuestra tierra para convertirla en una zona de igualdad- Tras ella un disco de metal se elevó para mutar ante los ojos de los demás en el símbolo de los Soul Reapers - Pero si creéis que obtener magia es algo tan sencillo como pedirlo, estáis equivocados- Que digirieran eso.

-El poder no es solo para los magos, pero ser un Soul Reaper no es un título ganado con facilidad. Debéis comprender que en el momento en el que estéis interesados en formar parte de nuestra filas deberéis aprender nuestra historia, comulgar con nuestros intereses y permitir que una calavera os elija-  Caminó con paso seguro por la tarima observando a todos los que estaban allí -La hermandad mental se encargará de discernir aquellos que tengan la idea de adquirir el poder y, simplemente, ir por su cuenta sin formar parte de las logias y tener el entrenamiento correspondiente. En ese caso, su petición será denegada. La lealtad es valorada dentro de nuestras filas- Lo que le recordaba la situación de cierta pelirroja.

La tarima, hecha de metal, se alargó lentamente para caminar entre los interesados, cambiando constantemente el diseño de su armadura -Llegado el tiempo y con vuestra preparación completada series capaces de abandonar la Torre para ir a compartir vuestro conocimiento y el mensaje de los Soul Reapers al mundo, no antes. Habrá misiones a las que tendréis que asistir, habrá tareas que tendréis que realizar y llegado el momento quizás tendréis que defender nuestra supremacía-

Se detuvo en medio de todos, mirando rostros decididos, otros desconcertados, otros con duda -Toda la información se os será otorgada. Escuchad, aprended. El conocimiento no ocupa lugar y, tras ello, decidid si queréis ser un Soul Reaper con todo lo que ello conlleva- Se volvió para ver a Khaled esperando que compartiera su visión en ese momento. Volvió sus pasos hacia él retrayendo la tarima hacia sí misma -Hepheastus, de la hermandad de la calavera de Metal y Marlena, de la hermandad de la Calavera del fuego serán los encargados de daros la información en Turin-  Movió una mano para elevar a los mencionados y que el mundo los conociera.


-Italia tal como la conocéis entrarán en una nueva era de nuestra mano. Podéis colaborar o convertiros en un obstáculo. No tengo que recordaros lo que sucedió con el último que quiso convertir nuestra tierra en una zona de racismo mágico- Sonrió abiertamente -El poder no es sólo para los magos- Recordó -También puede ser vuestro- La calavera tras Lyosha se agrandó un poco más antes de que Khaled abriera un portal por el que se retiraron ellos dos junto a Amren y el niño.

El viaje a Turín era uno de los tantos que había hecho últimamente. Si algo sabía es que debía mantener fuerte su presencia en toda Italia así que ya había visitado Napoles, Florencia, Milán y Venecia. No sólo para calmar los ánimos y dar órdenes concretas sobre cómo proceder sino también para vigilar los avances tecnológicos que había acordado con la facción pro tecnología y androides. Al final, les había dado informado que podían tener como sede la ciudad de Génova pero que estaban sirviendo al gobierno Soul y necesitarían comunicación constante y presencia de su facción en el resto de las ciudades para que, así como Roma, fueran actualizándose y mejorando.

En Turín sus tropas habían crecido poco, lamentablemente del grupo que había pasado a la ceremonia de las calaveras pocos habían sido elegidos y eso había generado un creciente malestar entre los humanos que aspiraban magia. El reporte era claro: Esos rechazados se habían unido a los racistas y estaban aumentando no sólo en cantidad sino que se habían vuelto atrevidos en las acciones.

Los puristas y tolerantes estaban controlados pese a que había alguna que otra pelea, no era nada complicado controlar la situación siguiendo un poco las normativas que Lyosha había dejado asentadas: Podéis vivir si no os la pasáis matando gente. Pero… Necesitaban más.

En otrora Lyosha habría optado por hacer correr sangre pero con el tiempo había aprendido que la fuerza no era siempre la mejor opción, si no la última. Ahora, mientras observaba la ciudad desde una nueva torre que emulaba la torre en Roma, y de las que existía una en cada ciudad de Italia, analizaba las palabras que le había dicho Lykaios cuando firmó la alianza. Ivanov jugaba con un juguete que le habían traído los Souls, aparentemente, muy acostumbrados a que viniera con el niño. No supo cómo sentirse al respecto pero ahora tenía otras prioridades.

“Si les doy una ciudad se volverán demasiado fuertes y querrán continuar y expandir sus ideas para todos lados. No puedo permitirlo”

-¿Tienen algún cabecilla?- Preguntó y quién le estaba reportando le acercó a Amren la tablet para mostrarle la información. Lyosha la cogió y leyó todo el perfil y acciones, curiosamente al pasar se dio cuenta de que no era el único. Claro que había varios… -Organiza una reunión. Volveré en dos días. Diles que quiero escuchar sus propuestas, como hicimos con los androides-

“Y vendrán a decirme que me vaya a la mierda, que este no es mi sitio y blablabla. Incluso intentarán matarme”

-Asegurales que estarán a salvo- Sonrió, divertida, y llamó a Ivanov para que viniera con ella mientras Amren comunicaba con la torre Soul en Roma, bienvenidas las novedades tecnológicas, para que le avisaran a Khaled de que abriera portal. Una vez abierto pasaron de allí volviendo a Roma.


¿Cuánto han crecido los souls? 10% en Turín.

Situación con:
Pro Giaccomo
Humanos racistas  (20, peligro xD)
H&M tolerantes

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#1 'Dado (10)' :


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#2 'Dado (20)' :

Lorcan había salido a dar un paseo por los alrededores, estar en un mismo lugar con un puñado de los refugiados le hacía sentir con ganas de estar bufando y refunfuñando todo el tiempo y ni que decir del ceño fruncido que se le marcaba constantemente. Nuevos Aires, si claro…

Se sentía molesto porque toda la misión se fue al carajo y solo habían logrado salvar a una mísera parte de la población mientras veía morir a gente una tras otra sin poder hacer nada, y tan optimista que había resultado del haber contenido a una población rebelde que los había atacado de improviso, se fue a pique cuando luego empezaron a saltar fugas de uno y otro lado, lo dejaron intolerante e impotente para actuar sin saber por dónde actuar.

Él estaba sumamente preocupado por las personas que le importaban, sobre todo por su padre y hermana, con la que finalmente pudo contactar y que se encontraban a salvo, tanto ellos como su manada y eso lo llenaba de alivio.

De pronto hizo una mueca cuando un dolor punzante se apodero que su pierna, haciendo que dejara de caminar y se apoyara en la pared de unos edificios. No quería pensar en las secuelas que había sufrido tan miserablemente y no, él no quería pensar en nada que le molestara. Necesitaba relajarse o eso era lo que le habían dicho durante toda la temporada que llevaban en Italia, lo único que se preguntaba era ¿Qué pasaría con Londres? ¿Su hogar? Recordando que el ya había perdido un hogar y había perdido a su madre y en esos momentos también recordó a Savannah, que estaría haciendo. Aunque si, el lobo rubio estaba molesto con ella.

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'Dado (10)' :

Fracaso. Esa era la palabra que mejor definía lo que había sido la misión de Londres. Y ya iba otro más a la lista de todos los que llevaba en su haber. No lograron salvar a suficientes personas, apenas una pequeña parte de la gente que había intentado huir. Ya ni se esforzaba en pensar qué había fallado, porque casi siempre, hicieran lo que hicieran, acababa torciéndose todo. Aún así daba gracias porque su familia y ella habían logrado salvarse de aquello, huyendo a Italia. Por suerte las lesiones sufridas en la batalla no fueron muy graves, aunque necesitaron varios días para terminar de recuperarse del todo y terminar de sanar. No sabía cómo iba el desarrollo de la misión para librarse del Sanguis, y tampoco podía aportar mucho a ello. Por eso se encargaba de tareas básicas del día a día, como ir a la plaza a por comida.

En una de esas salidas se encontró con alguien en quien había pensado más a menudo de lo que quería reconocer, pero con el que no se había cruzado por el momento, desde el día de la misión. Sabía que también había sobrevivido y que estaba más o menos bien, pero quería hablar con él. Comenzó a acercarse a él, apresurando un poco el paso al ver que se apoyaba en una de las paredes de los edificios. La última batalla le había dejado tocado. Se aproximó poniendo una mano sobre su brazo, dirigiéndole una mirada de cierta preocupación.  

- Aún no estás recuperado, por lo que veo. Te perdí la pista en el campo de batalla, aunque luego me dijeron que habías logrado escapar. ¿Quieres que te acompañe a algún sitio? ¿Dónde te estás refugiando con los tuyos?

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'Dado (10)' :

Al estar apoyado de esa manera en la pared de ladrillos, le causó un alivio en esa parte del cuerpo. Frunció el ceño hacia su pierna izquierda la cual aun no había sanado. 3 meses y aquí estaba, necesitando un descanso. Por lo menos no había perdido completamente el brazo esta vez, se dijo. También sufrió otras heridas que se habían curado con el tiempo y gracias a su habilidad y otras que... Suponía tomarían más tiempo.

Completamente centrado en sus pensamientos, logró captar que alguien se le acercaba, pero ese alguien no significaba ningún peligro, solo siguió la línea de una suave mano que se poso en su brazo, fue un toque pequeño que el ya conocía. Chloe Hacksaw, la persona que se había devuelto para meterse en problemas.

La leve sonrisa que se había formado en sus labios se desmoronó dando paso a una mirada hacia la muchacha, prácticamente un paneo completo a la espera de ver alguna herida manchando su cuerpo, o por lo menos las partes visibles.

-Que sorpresa encontrarte por aquí. - Eso era verdad, desde que todos ellos se refugiaran en ese lugar no había tenido noticias solo hasta que ella le menciono que volvería para ayudar.-¿Si? Logramos escapar un puñado de nosotros, algunos en mejores condiciones que otros.- Se encogió de hombros como si no importara. -Y yo a ti te veo en perfecto estado.- Se volvió para apoyarse de costado en el edificio y poder verla de frente con mayor claridad. Extrañamente su toque hizo que la molestia disminuyera, eso o el descanso le había servido.

Negó con la cabeza ante necesitar ayuda para volver con los demás. -No necesito ayuda, tampoco quiero volver. - Quería un cambio de ambiente y estar solo, pero ahora que lo pensaba, no le vendría mal una acompañante. -Por lo que veo ustedes también escogieron este lugar para quedarse. - Observó su entorno antes de dar un visto bueno. No estaba tan mal.

Tal vez fuese solo su impresión, pero le pareció que estaba menos arisco que de costumbre. Supuso que también podía ser por alegrarse al encontrar una cara conocida. Era curioso que no se hubiesen visto desde que les había tocado huir. - Lo mismo digo. Pensaba que a lo mejor me estabas evitando. - se encogió de hombros a la vez que sonreía levemente, no estaba hablando en serio. Aquello de las condiciones en las que escaparon algunos le hizo recordar que hubo muchos que no lo consiguieron. Ese pensamiento le borró la sonrisa rápidamente.

- Es cierto. Yo no me puedo quejar, no fueron heridas muy graves. Fue todo un desastre. - soltó un largo suspiro, mirando a su alrededor. Podían ir a dar una vuelta, ya que él no quería volver. - Bien. Pues te molestaré un rato. - resolvió mientras retrocedía un par de pasos, haciéndole un gesto con la mano como queriéndole decir que si andaba con ella por la plaza y alrededores. - Escogimos este sitio porque era seguro y vino aquí la mayoría...ya que estamos exiliados al menos que estemos cerca de los demás. - su padre, su hermano y los Knox estaban allí, además de sus sobrinos, aunque estuviesen en la casa del estúpido Pendragon ese.

- ¿Y tu familia? ¿también vinieron aquí? ¿Sabes algo de...de Savannah? - dudó en preguntarle, pero tenía curiosidad por ver su reacción.

Alzo una ceja ante lo de evitar. –Ni siquiera sabría por dónde empezar a localizarte para poder evitarte. - Su tono fue de autosuficiencia y bueno, esa era su impresión porque… En el caos en el que se encontraban o en el que se encontraba él no sabía a donde se habían ido unos y otros. Abrió y cerró la boca porque a eso se le sumo una idea lo que hizo que la mirara de reojo como por ejemplo que ella sabía cómo ubicarle, prefirió no preguntar.

Le hizo sonreír su declaración. Te molestare por un rato, le había dicho… ¿No era que siempre le estaba molestando? –Corriste con mucha suerte, porque aun no entiendo ¿Por qué arriesgarte así? - Es verdad, se había molestado cuando recibió aquel mensaje de su parte diciéndole que regresaría a “ayudar”. No lo entendió tampoco y recordaba haber echado la culpa a su hermano y padre por no haberla detenido. Se encontraba bien en Italia con su familia. ¿Qué más quería?

En el momento en el que ella comenzó a retroceder, el lobo rubio comenzó a seguirla sin poder evitar la cojera en su pierna, lo que le hizo soltar un par de silbidos molestos combinados con improperios. Resultaba que había pensado que Chloe había lanzado alguna especie de hechizo de esos suyos para quitarle el dolor, pero tal parecía que no había sido así. A pesar de ser una leve cojera, lo molesto de sobremanera. ¿Cómo era posible que nadie le ayudara con eso? Era increíble.

-Sí, están con la manada…- Y luego negó con la cabeza, pero si no recordaba mal las indicaciones que le dieron. Ellos fueron a dar a Grecia. Después de todo, su nuevo líder era de ese lugar. Era mejor que estuvieran con la manada, así estarían mas protegidos.

Que le recordara a Savannah, le hizo apretar los dientes -Pensaba que esa loba estaba con ustedes. - Porque siempre estaba con ellos como buenos camaradas. -No sé qué suerte corre ella correteando por todos lados, aunque justamente antes de que aparecieras estaba pensando en ella. - Soltó otro bufido, comenzando a caminar, pero esta vez, con piernas más estables tras la peliroja.

-
¿Tropieza o cojea?