Mole Antonelliana

El miembro 'Demonio' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Ataque Mágico' :

He de reconocer que me hace hasta gracia el modo que tiene la dragona de dirigirse a Khaled, lanzándole pullas sobre su edad o sus demonios. Supongo que sólo puedes hacer ese tipo de cosas cuando eres mucho más vieja que el otro, pero aún así me resulta curioso. No digo nada al respecto porque no quiero desconcentrarme en este momento, así que me ciño al plan del ataque combinado con la dragona, dirigiendo varios rayos seguidos al centinela en cuestión. El plan de crear la red electrificada alrededor del edificio tendrá que esperar a que nos deshagamos del primer robot. - No le dejaremos explotar en nuestras narices. - ya me los conocía yo cuando entraban en modo autodestrucción, así que pido a Vanessa que haga uso de su control del metal para crear una cúpula gruesa alrededor del ya maltrecho centinela. Al quedar recubierto minimizará lo suficiente la explosión para que no nos dañe ni cause más estropicios. Los ataques de los demonios de Khaled son el último golpe antes de que el centinela quede encerrado.

- Ya no supone un peligro. - me alejo de Zaphira para ir hacia Khaled, a la espera de instrucciones. El flujo de energía mágica sigue ascendiendo hacia la cúpula, canalizándola hacia toda la ciudad. - No tenemos noticias de la otra misión. ¿Qué se supone que deberíamos hacer ahora? si nos quedamos demasiado seguro que siguen llegando centinelas. Ahora saben que tenemos una manera de resistir al efecto de sus satélites. - puede que los otros no lo hayan conseguido, y tampoco podemos esperarlos eternamente. Pido a Vanessa que retire la cúpula metálica con la que había cubierto antes las calaveras, para poder volver a observar el perfecto círculo mágico que forman. No volveremos a permitir que nadie ajeno a los Soul las toque de nuevo. - Tal vez deberías ir a buscar a tu compañero. - sugiero a Zaphira, sin querer decirle a las claras que puede que les haya pasado algo. - Se supone que teníamos que coordinarnos con ellos, pero al parecer no han hecho su parte. Yo saldré fuera para crear el campo electrificado alrededor del edificio, hasta que haya noticias de los otros. Esperaremos una hora, después...- echo una mirada de reojo a Khaled, para que sea él quien decida. Tras eso salgo al exterior, poniéndome con lo de la protección del lugar.
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ataque mágico:

dado 25 + 25 stat + 10 si se utilizan las habilidades que otorga la calavera= 66 a CENTINELA DARKRED

El miembro 'Adramelech Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

Se ríe cuando Khaled se ofrece a enviar a sus demonios para "jugar" lo cierto es que hacía mucho tiempo que no veía un par materializados en este plano, no desde la época de las cruzadas cuando los llamados "infieles" los utilizaban inconscientemente y acababan poseídos o engañados de alguna forma para traer desastres a este mundo, después era ella junto con algunos de la orden de Merlín los que debían limpiar el desastre -Quizás en un par de siglos más puedas jugar con los mayores, Khaled- vuelve a reírse, lo cierto es que le traía recuerdos de su juventud, en época de cruzadas apenas tenía unos quinientos años, era mucho más joven, desde luego. La batalla continua y Adramelech parece ocuparse de la situación con la ayuda de los demonios de Khaled y la chica que controlaba el metal, la cual hace una gran cúpula alrededor  del centinela, no estaba muy segura de que aquello fuera una muy buena idea, esos trastos de metal explotaban con mucha fuerza y si la cúpula no era lo suficientemente fuerte reventaría lanzando metralla y grandes trozos de metal en todas las direcciones, por si acaso se aleja bastante y se posiciona tras una columna para esperar los fuegos artificiales.

Después de que pasa el peligro, Adramelech sugiere que vaya con Sean, no tiene que decirlo dos veces, en primer lugar no estaría con ellos si él no se lo hubiera pedido, claramente se habría ido con los otros para proteger al chico, la batalla la había distraído un poco pero seguía preocupada por él, iba con los otros pero como tuviera un solo rasguño se la cargaban y a él lo pensaba encerrar en una torre como si fuera rapunzel. echa un último vistazo a los Soul, también necesitaban estar vigilados pero la oportunidad de ir a ver a Sean no la iba a desaprovechar -Intentad no morir mientras no estoy y no salgáis por patas, iré a ver como van los otros y volveré aquí en una hora o dos- dicho esto se desaparece para volver a la plaza en la que empezaron.

El ataque combinado de Zaphira y Adramelech provocó grandes daños en el centinela, unido a los ataques de los demonios de Khaled. La autodestrucción se activa, empezando la cuenta atrás. En ese momento se transfieren los datos de lo sucedido a la Ciudadela Alpha, para que todo quede registrado. Los datos deberían haberse transmitido hacia cualquiera de las bases principales de la Alianza, pero no sucede así. La explosión habría alcanzado a los presentes, de no ser porque en el último momento una de las Soul Reaper crea una cúpula metálica alrededor del centinela para evitar que dañe a cualquiera de los que están allí reunidos.

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def.

20 + 25= 55
daños: 66 + 45 + 65
PS: 33 - mucho= Centinela eliminado

El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Centinela defensa' :

Entorné los ojos por la desfachatez de la dragona, dedicandole una muy significativa mirada de "no me tientes".  
- Lo mismo digo. - le respondí de modo altivo, respecto a lo de poder jugar con los mayores de aqui a unos siglos.  No quedaba mucho mas que hacer. El Centinela fue destruido bajo nuestra evidente superioridad y ni si quiera en su intento de autodestruccion logró dañarnos, al ser encerrado en una poderosa cupula.

Ordené a los demonios desaparecer y volver al plano del cual los habia arrancado, pero que le llevasen el mensaje a Belialt de que me aguardase, que sin duda, yo no era de romper pactos ni juramentos. Nunca lo habia hecho, nunca lo haría ahora.  Se fueron, obligados por mis palabras.

Me aproximé a Adramelech y a Zaphira. Hablaban sobre la suerte de la mision de los otros. Tener aqui un foco de magia era una gran ventaja pero sin duda no se podria mantener tan poco tiempo con escaso personal, y mas si la dragona se retiraba a cuidar de sus cachorros.
- Vete, pero no vamos a esperar a que vuelvas a vigilarnos...tomaremos nuestras propias decisiones.

Me despedí, viendola marchar. Luego miré a Adramelech, al resto de los jovenes soul que estaban con nosotros, y por ultimo a las calaveras.
- Adramelech... Quizá esta sea una ocasion adecuada para... darnos a conocer. Para que las nuevas calaveras elijan a sus nuevos depositarios. En Italia comenzó. Es casi poético que renazca de nuevo en Italia. Estoy seguro de que esto no habrá llamado solamente la atencion de algunos centinelas. Es el momento de volver a moverse entre las calles, de escuchar las voces de los bajos fondos y hacerles saber que les escuchamos, y de que tienen una opcion diferente a la de los humanos o los magos.

Habían transcurrido ya dos meses desde que llegamos a Turín y devolvimos la magia a toda la ciudad, con la ayuda de las calaveras de poder. Desde entonces nos habíamos dedicado a hacer que la ciudad fuese segura, manteniendo a raya a la Alianza en sus intentos de recuperar el lugar. También habíamos hecho lo que dijo Khaled, hacer oír nuestra voz para que llegase el mensaje de los Soul Reaper. Nos habíamos dedicado a reclutar a todo aquel humano sin magia que quisiese ser uno de los nuestros, asegurándonos de que aquellos que escogíamos eran merecedores de unirse y creían en lo que significaba ser un Soul Reaper. Queríamos gente comprometida con la causa, que ya habíamos tenido alguna mala experiencia en el pasado dejado que se uniese gente que no sabía de qué iba todo esto.

Nuestro grupo había crecido considerablemente, incluyendo disciplinas mágicas nuevas que no poseían las calaveras que desaparecieron hace años. Ahora llegaba el momento de buscar nuevos líderes para las hermandades, algo que todavía llevaría un tiempo, hasta que se postule alguien que de verdad pueda ser un buen líder de hermandad. El momento de partir de allí había llegado, pues debíamos regresar de nuevo a Escocia tal y como nos comprometimos en aquella alianza con los magos. Quién lo habría dicho hace unos años...Soul Reapers y magos colaborando. Aquí ya no era necesaria nuestra presencia, habíamos dotado a los nuevos compañeros de lo necesario para saber manejarse con sus nuevos poderes y para defender el lugar. Unos cuantos se quedarían allí para proteger la Mole Antonelliana, y el resto nos marcharíamos a Escocia, llevando con nosotros las calaveras para que estuviesen a buen recaudo. Su presencia allí ya no sería necesaria, dado que habían canalizado la energía mágica de las grutas alquímicas hacia la Mole, de tal manera que haría el mismo efecto que estaban haciendo las calaveras. De este modo recogimos las preciadas reliquias, marchándonos de allí y emprendiendo así el viaje de vuelta.

No volé demasiado lejos, llegué hasta la Mole y aterricé sobre el techado de la entrada principal. Subí las gafas de nuevo y resoplé, medianamente satisfecho con el control de vuelo. Pulsé un botón del brazalete y las alas se replegaron, doblandose una y otra vez hasta luego guardarse en los espacios magicamente amplificados de los brazaletes.

Me senté alli y apoyé la barbilla en la mano, observando desde la altura como caía el sol.  Quedaba muy poca gente en la calle.

"Debería hacer algo mas que simplemente reajustar los cachivaches y dibujar postales"

Tamborileé en mi mejilla con los dedos de la mano donde la tenía apoyada, moviendo un poco la mandibula con expresión ausente.

Saqué la nota de Gwen de antes, y la releí. Puse una leve mueca de disgusto y la arrugué, por qué la  habia guardado? Si le habia parecido insultante... Ah, quizá era por la parte final. Si lo que decía era cierto, y las relaciones con Avalon y Ouroboros se cortaban definitivamente... me quedé pensando en si yo perdía algo, además de conversaciones "agradables". Estuve cerca de tirar la bolita de papel pero me la guardé por segunda vez. Volví a revisar el brazalete por si habian noticias del Consejo y vi a un muy preocupado Rasputin y a un pasota Tesla. Me reí por lo bajo y lo apagué sin contestar.

- Imperio mágico. Los imperios están pasados de moda.

"aunque es una idea que ninguno parece abandonar facilmente"

- También está pasado de moda dibujar con carboncillo. - me respondí a mi mismo con otro tono algo diferente.


Tenía que pensar mi respuesta para enviar al Consejo. Era una de las desventajas de no estar alli.

emme



Son un total de 2 guardianes.
Stats: 35 de base en magia. 10 en fisico.

Estaba como un crío pequeño leyendo el mensaje de Newton, y a punto de responder, ahora sí, cuando oi unas voces hablarme (mas bien gritarme) desde abajo.

Me asomé desde mi posición, con ambas manos sobre la piedra, dejando ver mi cabeza desde el techo.

"uh, qué elegantes. Son paisanos!"

Sonreí y los saludé agitando la mano.

- No pienso bajar! Subid vosotros! - respondí también en italiano, ademas me estaban pidiendo que me identificase con el sello de no se que Papa. - Volvéis a tener Papas? - wow. - No necesito sellos de esos. Soy Giordano Da Vinci. - me me llevé la mano al pecho, bien tranquilo. Esa identificación debería bastarles.

- Qué tal si os identificáis vosotros también? Quienes sois?

emme



Son un total de 2 guardianes.
Stats: 35 de base en magia. 10 en fisico.

Me tendí sobre la piedra mirando directamente al cielo, con sus tonos naranjas del atardecer, morados, azules añiles....y un toque de rosa fucsia si desviaba la mirada más al oeste.... ah, si, mientras escuchaba a los guardianes mágicos aquellos.

"Guardianes magicos? Como...la guardia de Ouroboros?"

- Me alegra saber que estáis organizandoos y tenéis seguridad en las calles! - puse cara de leve indignación, habia esperado una ovación o algun tipo de asombro cuando les dije mi apellido. - Es que el nombre de Da Vinci ya no significa nada en Italia?

Rodé la mirada, bufé y dejé caer mis brazos.

"Panda de vagos"

Me senté y me desaparecí, reapareciendo abajo, donde me puse de pie.
- Era así de facil. - me sacudí las manos y los miré alzando la barbilla. - Tengo este sello. - les enseñé el anillo de Ouroboros, aquel hermoso canalizador mágico con nuestro símbolo. - Mi sello es de Ouroboros y sin duda mola más que el vuestro pero en fin, eso de que soy ilegal aquí me ha dolido. Que debe hacer uno para que lo readmitan en su tierra patria?

Luego noté que entraba otro mensajito al brazalete. Levanté el indice sin decir nada, como diciendole a los guardias que esperasen, que tenía asuntos entre manos. Era Matvey y Lucio, respondiendo el primero modo cabreado y pidiendo una respuesta pronta. Apreté los labios y me puse a escribri, que exigente el nigromante que no le bastaba con un ok!!!

emme



Son un total de 2 guardianes.
Stats: 35 de base en magia. 10 en fisico.

Me los quedé mirando valorando su oferta, medio cruzados los brazos y una mano rascando la poca barba de modo distraído, mientras el pie  sobre el que no tenía recargado mi peso tamborileaba despacio el suelo.

"Que tengo que perder si lo hago, a parte de tiempo? Es que no me puedo creer que el sello de ouroboros valga tan poco fuera de ouroboros! Pero por otro lado tiene lógica, apenas hace qué, un año o algo que abrimos la isla? Y no al mundo, no, a unos pocos en mitad del apocalipsis.... Estos no tienen que saber ni que existimos y se creeran que me estoy inventando hasta mi apellido."

Examiné el lector de canalizadores con la vista. Un dispositivo simple pero ingenioso a su modo. Preciso, al combinar lecturas mágicas.

"Si tienen más de eso, quiero verlo también"

- está bien! - concluí sonoramente dando una palmada. - os haré el honor de dejar que me acompañeis.

Y aunque me costó, y retiré la mano a medio camino un par de veces, al final terminé ofreciéndola a uno de los guardias.

Nos desaparecimos de allí los tres.

A todo esto, se me olvidó avisar a la brigada de que iba s hacer una pequeña escapada. Me acordaría horas más tarde... o días más tarde, según lo que más me llamase la atención una vez en Roma.

Emme

El plazo de días había concluido y llegaba el momento del reencuentro, bueno, a decir verdad habian procurado adelantarlo un poco porque no tenían tiempo para tanto. Estaba deseosa de reunirse con su grupo, y aunque habia desconfiado de las intenciones del pelirrojo, finalmente habia demostrado ser un tipo de palabra.

Se encontraba bastante mejor de sus heridas, gracias a la ayuda de la sanadora y posteriormente a su propia magia. Pero con total sinceridad, esperaba que ese dia no les deparase mas peleas o problemas. Poder reencontrarse con sus compañeros sin problemas, y ya.

Se habian estado ocultando, mas o menos, manteniendo perfil bajo porque habia mas presencia de guardias desde el barullo que armaron alli en Turin. Caminaron hacia la Mole Antonelliana, a la caida de la tarde. Ella iba un poco adelantada respecto de Benjamin. No habían hablado demasiado en el trayecto....bueno, al menos por su parte. No es que el mago no le despertase curiosidad, era que no quería irse de la lengua.

- Ya hemos llegado. Quince minutos tarde, a decir verdad. Todo porque querías pasar a comprarte esas palomitas. - miró alrededor. Si llegaban tarde, por qué no estaban allí los suyos? Quizá estuvieran escondidos...debían dejarse ver.

Tras separarme del grupo puse rumbo a la Mole Antonelliana, en compañía de la semielfa que habíamos rescatado. Tenía que cumplir la palabra que había dado a aquellos tipos, sobre todo porque ahora me parecían menos malos que los guardiani. Además, su compañera decía estar en deuda con nosotros por haberle salvado la vida y esperaba que eso sirviese para que no se les ocurriera traicionarnos.

Comenzamos a caminar algo más rápido cuando estuvimos más cerca, esperando no encontrarnos por el camino con más guardianis de esos indesables. Daeketh avanzaba como si le hubiesen puesto un cohete en el culo, y encima me metía prisa. Me puse las manos tras la nuca tras soltar un suspiro aburrido, desperezándome después. - Boh, no te quejes tanto. Había tiempo de sobra para comer y esas palomitas estaban muy buenas. - quince minutos no eran nada, y la Brigada no solía caracterizarse por ser puntual ni nada por el estilo. - Agradece que al final me he aguantado y no he pasado a cagar al baño público ese. - apresuré el paso hasta llegar a su altura, echándole una mirada de reojo para comprobar si había visto alguna pista de sus compañeros. Ella vería a los suyos, y yo echaba ya de menos a los míos. Me daba cosa dejar solos en el barco a los demás, temía también por Dyospiros, y de vez en cuando también me acordaba de Mérida. Ese estúpido feral la había apartado de nuestro lado.

- A lo mejor son tímidos y hay que llamarlos. - sugerí alzando los hombros, carraspeando antes de levantar ligeramente la voz por si estaban en los alrededores. - ¡Os ata un juramento, dadle ahora cumplimiento!

Emme

-No se si estaban buenas o no, no me has dado ni una. - protestó la semielfa. Que era medio elfa, no inmortal....joder, y tenía estómago. Que rugió, por cierto. Ella gruñó y trató de disimular. - Si te cagas puedes hacerlo en un callejon, seguro que vigilan los baños publicos.

Se peinó con una mano, en un gesto un poco exasperado. Tamborileaba con el pie, esperando, mientras oyó a Ben decir aquello. Dudó, sus amigos eran de todo menos timidos....

- Oye, Benjamin...puedo pedirte una cosa? - había aprendido que el pelirrojo era un tipo impulsivo e hirientemente sincero. - Puedes...no darle mucha caña a Leo? Sé que le dio una puñalada trapera a la morena, en todo el sentido literal de esa frase...ya sé que no hemos actuado limpiamente pero Leo es el más inocente de todos. Intenta sacar a su hermano del Coliseo. Ya has oido a ese Guardiani, es practicamente imposible entrar y salir con vida, no tenemos muchas posibilidades. El unico modo de lograrlo era negociando con ese mago del gobierno.

- Ah, yo pensaba que los elfos solo comíais lechuga...- me excusé con lo de las palomitas, en realidad no quería compartir la comida. Luego puse cara de indignado cuando me dije que lo hiciese en la calle, como un perro. Prefería que me pillasen en un baño público que en medio de la calle con el culo al aire.

La indignación se me pasó cuando escuché eso de si podía pedirme algo, era un paso en la relación eso de que pidiese cosas en lugar de intentar atacar. Incluso le dediqué una de mis sonrisas de ligar aunque no fuese la intención. - Claro, encanto. Tú dirás. - refunfuñé al oír el nombre de Leo, el niñato que nos la había jugado y había hecho daño a Cleo. - Ya...ya...entiendo. En realidad parecía el más tontico y cobarde de todos. No le culpo sabiendo lo que hay. Es su hermano, ¿no? puedo comprender por qué lo hizo. Yo también tengo hermanos. No me refiero a los de la Brigada, sino a otros. Una que se ligó a una quimera y ahora es mística, y otro que...bueno, estaba loco y quería matarnos. No sé qué habrá sido de él. - me di cuenta de que me estaba enrollando demasiado, e hice un gesto de que daba igual. Había que ir al grano.

- ¿Te refieres al guardiani que secuestramos? - al final no habíamos sacado mucho de él, pero aún así iríamos al Coliseo. - Da igual. Si se une tu grupo, y el mío, podemos organizar un plan en el coliseo. Sólo hay que pensar un poco. No es lo mío, pero a mis compañeros se les da bien eso de urdir planes. ¿A ti se te ocurre algo?

PS: 195-5 PS (Maldición) = 190

Me costó poder seguir el paso de la elfa y del pelirrojo, por mucho que trataran de deshacerse de mí en cualquier esquina. Sabía dónde habían quedado, los muy tontacos lo habían mencionado delante de mí en ocasiones anteriores y, tal y como le dije a Lyka, no iba a dejar a Ben solo con un …. grupo sospechoso y traicionero, por decir algo midiendo mis palabras.

El día del encuentro ya había llegado y el muy cretino había pensado que me olvidaría de ello, o que iba a dejarle solo. No sé qué estupidez se le había pasado por la cabeza, seguro que alguna bobada sobreprotectora por mi mano cada vez más ennegrecida por culpa de la maldición del sello de aquel Guardiani. Había tratado de romper aquella maldición yo sola pero mis pocos conocimientos en la materia no eran suficientes. Y mermaba mi magia y mi estado de salud. Al final del día al final tenía que echar mano a las pociones herbovitalizantes… y en ello estaba cuando Ben empezó a andar más rápido y me dejó atrás, por lo que, cuando llegué, ya estaba la conversación medio empezada. Y era mucho más interesante que tratar sobre las palomitas que habían comprado…. Pero justo era el final de la conversación.

Apoyé la mano en el muro con aire contrariado, justo al lado de la pareja de prófugos, mientras trataba de recuperar el fuelle -Lo malo es que no vamos a tener muchas posibilidades para cagarla- Apoyé la espalda en la pared -Una oportunidad para entrar y salir- Arrugué el gesto con cierta molestia, no quería permanecer mucho tiempo allí después de lo que pasó con anterioridad -¿Están tardando mucho?-