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Recuerdo del primer mensaje :
Esta ciudad es otro de los tres puntos del triángulo de la magia blanca, lugar donde el influjo de la energía mágica es más poderoso. La zona exacta se encuentra bajo la torre de dicho reloj, y pocos saben todos los secretos que alberga el lugar.
La situación del país durante la guerra ha variado con el paso de los años, pasando desde una época de sufrir el terror bajo el yugo de los Blood Keepers hasta otra en la que fueron intervenidos por fuerzas extranjeras de la Alianza Humana, al igual que sucedió en Rusia.
El Reloj astronómico de Praga es un reloj astronómico medieval localizado en Praga, la capital de la República Checa. El Reloj se encuentra en la pared sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga.
[PRAGA]
Esta ciudad es otro de los tres puntos del triángulo de la magia blanca, lugar donde el influjo de la energía mágica es más poderoso. La zona exacta se encuentra bajo la torre de dicho reloj, y pocos saben todos los secretos que alberga el lugar.
La situación del país durante la guerra ha variado con el paso de los años, pasando desde una época de sufrir el terror bajo el yugo de los Blood Keepers hasta otra en la que fueron intervenidos por fuerzas extranjeras de la Alianza Humana, al igual que sucedió en Rusia.
El Reloj astronómico de Praga es un reloj astronómico medieval localizado en Praga, la capital de la República Checa. El Reloj se encuentra en la pared sur del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja de Praga.
- Detalle reloj astronómico y datos :
Los tres principales componentes del reloj son:
- El cuadrante astronómico, que además de indicar las 24 horas de día, representa las posiciones del sol y de la luna en el cielo, además de otros detalles astronómicos. El cuadrante astronómico tiene forma de astrolabio, instrumento usado en la astronomía medieval y en la navegación hasta la invención del sextante. Tiene pintado sobre ella representaciones de la Tierra y el cielo, así como de los elementos que lo rodean, especialmente por cuatro componentes principales: el anillo zodiacal, el anillo de rotación, el icono que representa al sol y el icono que representa a la luna.
- Las figuras animadas que incluyen "El paseo de los Apóstoles", un mecanismo de relojería que muestra, cuando el reloj da las horas, las figuras de los doce Apóstoles.
- El calendario circular con medallones que representan los meses del año.- más información :
La mirada de Lykaios me hizo darme una idea de la gravedad de la situación. Lo vi avanzar y en principio me pareció raro que se ofrezca a llevar a alguien así como así, pero no lo cuestioné, él tenía un sentido del bien mucho más definido que el mío, pero me llevé una mano a la boca para detener una exclamación de sorpresa cuando reconocí a Imram al momento que alzó su rostro. Su expresión determinada y fiera que yo conocía al momento de la batalla había sido reemplazada por una de ausencia y profunda tristeza. Me partió el alma verlo llorar, miré de reojo a Emily, que de seguro estaba a punto de volver a romper a llorar como era habitual en ella. El corazón se me encogió al ver a Lyka y a Imram abrazados. Dejé que estén así un buen rato hasta que me aproximé al par y tomé el hombro del ciego.
-Aquí estamos amigo.- Dije suavemente. Hablando de amigos... ¿Y Ben? Decidí mandarle un mensaje con la moneda comunicadora.
No vaya a ser que encontremos a uno y perdamos a otro. En el lugar en el que estábamos nos encontrábamos a unos pocos kilómetros de la capital y, aunque éste lugar también se encontraba bajo el control de la Alianza Humana, sentía que no era imposible dar una vuelta por el centro para ver algunas tiendas y conseguir cosas lindas. Tenía la esperanza de tener una cita con Killyan cuando vuelva al Escocés Borracho y quería deslumbrarlo. Pero primero estaba ayudar a Imram, luego podríamos ir los cuatro de compras... los cinco, si Ben hacía acto de presencia... o los seis, siete, ocho, etc, si el resto de los miembros de la brigada aparecía.
-Aquí estamos amigo.- Dije suavemente. Hablando de amigos... ¿Y Ben? Decidí mandarle un mensaje con la moneda comunicadora.
Leila a Ben escribió:Encontramos a Imram ¿Dónde estás?
No vaya a ser que encontremos a uno y perdamos a otro. En el lugar en el que estábamos nos encontrábamos a unos pocos kilómetros de la capital y, aunque éste lugar también se encontraba bajo el control de la Alianza Humana, sentía que no era imposible dar una vuelta por el centro para ver algunas tiendas y conseguir cosas lindas. Tenía la esperanza de tener una cita con Killyan cuando vuelva al Escocés Borracho y quería deslumbrarlo. Pero primero estaba ayudar a Imram, luego podríamos ir los cuatro de compras... los cinco, si Ben hacía acto de presencia... o los seis, siete, ocho, etc, si el resto de los miembros de la brigada aparecía.
Agarré su mano con firmeza cuando la extendió, ,y tiré de él hacia mi. El chiquillo ayudó a su padre, e intercambié una mirada con la criatura, tan pequeño y tanto que había tenido que ver ya. Nos abrazamos y noté como empezó a llorar. El pequeñajo se nos unió al abrazo, y no tardé en hacerlo participe de aquello. Las penas compartidas, dicen...pesan menos.
- No estás solo, nunca lo has estado, lo entiendes? Eres nuestro hermano- El caso es que acabé llorando yo tambien, se me empezaron a escurrir las lagrimas por las mejillas. Me partía el alma verlo así, y verlo llorar de aquel modo.... y podía sentir su pérdida. Ya no solo porque yo tenía a Katrina en estima, si no porque sabía lo importante que era para él. Sorbí por la nariz cuando noté que Leila se habia acercado, no intentaba esconder que me habia puesto a llorar pero una cosa era esa y otra dejar que se te escurran los mocos.
Emily y Leila estaban con nosotros. Sabía que Imram no iba a contarnos nada todavía, asi que tras unos instantes de silencio Leila comentó algo sobre el paradero de Ben. Eran informacion interesante, a decir verdad. Sin embargo no teniamos por qué partir inmediatamente, yo quería hablar un poco con Imram todavía, y Leila deseaba hacer algunos recados por aquellos callejones....dispusimos de varias horas para separarnos y volver a encontrarnos aqui mas tarde.
Unas cinco horas. Leila y Em marcharon por un lado a hacer sus recados, e Imram y yo nos marchamos por otro a hacer los nuestros. Tras aquello, volvimos a reunirnos puntuales (todo lo puntuales que un miembro de la Brigada puede llegar a ser) en el mismo lugar, y reemprendimos el viaje para abandonar Praga, eso si, ahora, habiendo recuperado a uno de los nuestros.
- No estás solo, nunca lo has estado, lo entiendes? Eres nuestro hermano- El caso es que acabé llorando yo tambien, se me empezaron a escurrir las lagrimas por las mejillas. Me partía el alma verlo así, y verlo llorar de aquel modo.... y podía sentir su pérdida. Ya no solo porque yo tenía a Katrina en estima, si no porque sabía lo importante que era para él. Sorbí por la nariz cuando noté que Leila se habia acercado, no intentaba esconder que me habia puesto a llorar pero una cosa era esa y otra dejar que se te escurran los mocos.
Emily y Leila estaban con nosotros. Sabía que Imram no iba a contarnos nada todavía, asi que tras unos instantes de silencio Leila comentó algo sobre el paradero de Ben. Eran informacion interesante, a decir verdad. Sin embargo no teniamos por qué partir inmediatamente, yo quería hablar un poco con Imram todavía, y Leila deseaba hacer algunos recados por aquellos callejones....dispusimos de varias horas para separarnos y volver a encontrarnos aqui mas tarde.
Unas cinco horas. Leila y Em marcharon por un lado a hacer sus recados, e Imram y yo nos marchamos por otro a hacer los nuestros. Tras aquello, volvimos a reunirnos puntuales (todo lo puntuales que un miembro de la Brigada puede llegar a ser) en el mismo lugar, y reemprendimos el viaje para abandonar Praga, eso si, ahora, habiendo recuperado a uno de los nuestros.
En República Checa, la vida se vivía diferente. El aire se sentía diferente. Era la energía de la ciudad la que se mezclaba en un poderoso e intoxicante coctel. La había visitado pocas veces a lo largo de su vida, pero definitivamente era un lugar que se quedaba en la memoria. Ahí es donde su intuición la había llevado para aquellos últimos arreglos que necesitaba ahondar. Tuvo que rastrear y adentrarse en el bosque por un par de días antes de encontrar el lugar perfecto que necesitaba. A pesar de ser un bosque tan espeso y tan antiguo, había un claro hermoso justo en el lugar en que debía colocarlo. Como si lo hubieran estado esperando por siglos para que encajara en ese hermoso lugar.
¿Cómo había sido el ritual? Por lo general, su familia la apoyaba, incluso su marido, o sus tías y primas, pero aquel día solo su pequeña niña la acompañaba. No necesitaba energía, ni magia, pues las ofrendas que llevaba para aquel lugar harían todo por sí mismas. La magia ya estaba hecha y solo quedaba aquel último rito antes de volverla a manifestar en la realidad física. Cuando localizó el lugar perfecto, dejó a Aura en el suelo y se aseguró de que ambas estuvieran de acuerdo. El árbol le había dado a ella aquella semilla dorada, por lo tanto ella, Aura, sabía el lugar perfecto. Y por fin lo habían encontrado. Una vez más, comprobaba que su pequeña tenía un sentido fino que se agudizaba cada día que pasaba.
Sin perder un segundo más, comenzó a remover la tierra con sus poderes. La tierra debía ser blanda para que las raíces de aquel nuevo ser se profundizaran en ella, así que cuidando que el resto de los árboles no resintiera el movimiento, comenzó a crear un hoyo. Le dejó la pequeña semilla a su niña entre las manos. Ella sabría cuando soltarla, aunque le encantaba tenerla entre las manos y jugar con ella; abrazarla y cuidarla. Mientras que ella le daba su amor, Sofía dejó caer en el fondo del agujero algo en particular. Era aquella hoja de fresno que había recibido del bosque de Ouroboros la última vez que había estado en su cabaña. Estaba envuelta en una luz verde preciosa. Allí dentro estaba la esencia del bosque donde había nacido su hija, y el conocimiento que toda la isla de Ouroboros había acumulado en su bosque por años. Había buscado por meses dónde sembrar todo aquel conocimiento y parecía que había llegado la hora. Aquel bosque absorbería esos conocimientos y los guardaría para Aura. Ahora aquel bosque también sería su lugar feliz, y Vishous y ella podrían traerla a caminar por las mañanas como lo hacía en los grandes jardines de su cabaña.
Jugó un rato con Aura hasta que quiso soltar la semilla en el hoyo y lo tapó hasta que se volvió a llenar. Aquel sería el lugar de la nueva vida de ese árbol, de esa existencia que les ayudaría a detener al Sanguis Ligno. Si lo lograrían, eso solo lo sabía el destino, pero al menos ahí estaban poniendo su pequeña pizca.
Aura y Sofía pasaron el día en aquel hermosísimo lugar. Ahora el ambiente se estaba mezclando con aquellas nuevas energías mágicas que se introducían. Fue hasta bien entrada la noche que ambas se convencieron de que todo estaba bien; de que la red debajo del suelo aceptaría y tomaría toda la energía con buen recibimiento. Fue entonces, y solo entonces, cuando pudieron separarse de ese lugar y emprender el camino de regreso. Volverían pronto, cuando el árbol estuviera listo, y después de eso volverían mucho más.
¿Cómo había sido el ritual? Por lo general, su familia la apoyaba, incluso su marido, o sus tías y primas, pero aquel día solo su pequeña niña la acompañaba. No necesitaba energía, ni magia, pues las ofrendas que llevaba para aquel lugar harían todo por sí mismas. La magia ya estaba hecha y solo quedaba aquel último rito antes de volverla a manifestar en la realidad física. Cuando localizó el lugar perfecto, dejó a Aura en el suelo y se aseguró de que ambas estuvieran de acuerdo. El árbol le había dado a ella aquella semilla dorada, por lo tanto ella, Aura, sabía el lugar perfecto. Y por fin lo habían encontrado. Una vez más, comprobaba que su pequeña tenía un sentido fino que se agudizaba cada día que pasaba.
Sin perder un segundo más, comenzó a remover la tierra con sus poderes. La tierra debía ser blanda para que las raíces de aquel nuevo ser se profundizaran en ella, así que cuidando que el resto de los árboles no resintiera el movimiento, comenzó a crear un hoyo. Le dejó la pequeña semilla a su niña entre las manos. Ella sabría cuando soltarla, aunque le encantaba tenerla entre las manos y jugar con ella; abrazarla y cuidarla. Mientras que ella le daba su amor, Sofía dejó caer en el fondo del agujero algo en particular. Era aquella hoja de fresno que había recibido del bosque de Ouroboros la última vez que había estado en su cabaña. Estaba envuelta en una luz verde preciosa. Allí dentro estaba la esencia del bosque donde había nacido su hija, y el conocimiento que toda la isla de Ouroboros había acumulado en su bosque por años. Había buscado por meses dónde sembrar todo aquel conocimiento y parecía que había llegado la hora. Aquel bosque absorbería esos conocimientos y los guardaría para Aura. Ahora aquel bosque también sería su lugar feliz, y Vishous y ella podrían traerla a caminar por las mañanas como lo hacía en los grandes jardines de su cabaña.
Jugó un rato con Aura hasta que quiso soltar la semilla en el hoyo y lo tapó hasta que se volvió a llenar. Aquel sería el lugar de la nueva vida de ese árbol, de esa existencia que les ayudaría a detener al Sanguis Ligno. Si lo lograrían, eso solo lo sabía el destino, pero al menos ahí estaban poniendo su pequeña pizca.
Aura y Sofía pasaron el día en aquel hermosísimo lugar. Ahora el ambiente se estaba mezclando con aquellas nuevas energías mágicas que se introducían. Fue hasta bien entrada la noche que ambas se convencieron de que todo estaba bien; de que la red debajo del suelo aceptaría y tomaría toda la energía con buen recibimiento. Fue entonces, y solo entonces, cuando pudieron separarse de ese lugar y emprender el camino de regreso. Volverían pronto, cuando el árbol estuviera listo, y después de eso volverían mucho más.
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