Guarida Tepes

Pues nada, estaba visto que el único que todavía tenía dos malditos dedos de frente en aquella fiesta tenía que ser él. Que al único que parecía importarle las cosas era a él. Que el que tiene que lidiar con deberes y deberes, trabajos, exámenes y pacientes era él. Todos los demás se podían permitir el lujo de pasar del examen o de la aprobación o de que “ya vendrá él a buscarme”. Casi que hasta le daba envidia estar tan despreocupado por la vida. ¿Y si se pasan bebiendo y alguien les tiene que atender? ¿Por qué había tanta gente allí ahora? ¿Y por qué estaba Lemoni allí? De dónde había salido esa chica, que aparece y le quita todo su minúsculo círculo de confianza. Ni que fuera, qué se yo, una diosa del Olimpo. Bufé con molestia y arrugué la nariz mientras veía desde la distancia a la parejita cogida por el brazo -Ese viene a ligar. Tenemos un baile pendiente- Musité imitando a Khan y a Nichollas con aquel comentario tan…. Tan… ¡arg!.
¿Y por qué no me hacía Nichollas caso? Claro es que tiene ahora nuevos amiguitos. La ensaladilla iba a pagar el pato de que estuviera enfadado con la vida. ¿Qué mosca le había picado otra vez? Pensaba que estaba todo bien desde que hablamos … Ya ni me acordaba, pero desde lo de SAM. Luego pasó algo con Mónica, yo acabé en Londres.

Bufé de nuevo, ya no tan molesto, sino más bien disgustado por cómo estaba cambiando todo, dándole vueltas a todo. Es normal que Nichollas se haya refugiado en otras personas porque yo no he estado tan pendiente de él. Las clases, Londres, la marcha de Lucio… La patata cocida se me hizo bola pero al final me la terminé por tragar, con cara de asco. Fue en aquel momento en el que me di cuenta que la música ambiental había dejado de sonar y reconocí al instante los primeros acordes de la guitarra de Nichollas, tras lo cual suspiré y me puse a otra cosa, como a comer más ensaladilla y estudiar con desconfianza a todos los presentes, en especial a Lemoni. Aparece ella y el árbol a la vez, ¿demasiada coincidencia? Estaba tan concentrado que ni siquiera me percaté de Khan hasta que se chocó con mi brazo, pero gracias a lo que yo estaba sobrio pude rescatar al descendiente y al plato de ensaladilla. Me quejé cuando me la quitó como un niño pequeño, tratando de eludir la pregunta de aquella forma, pero se creó un silencio incómodo -Sí. O sea, no me pasa nada, estoy bien. Estaba pensando en mis cosas- Mentí, porque no me apetecía preocuparle con mi comportamiento huraño -Hospital y esas cosas. Ya sabes- Dibujé un aspaviento en al aire para que le quitara importancia, siguiendo con el teatrillo de que todo estaba bien, sonriendo con cierto cansancio. -Oye, ¿de…- Iba a preguntar por Lemoni, pero a mitad de frase cambié el discurso. Al suspirar tuve que volver a coger aire haciendo que pudiera oler a Khan. Se había perfumado para aquella noche y se había arreglado mucho, y a pesar del tufo a vodka todavía tenía un aroma agradable. Me gustó que se quedará un rato allí con él -Esta fiesta es importante para ti, ¿verdad?- Le busqué por el rabillo del ojo, un poco avergonzado por m i comportamiento de niño pequeño e inseguro

-Ahora somos más un dueto- Respondí con cierta ocurrencia al comentario de la banda de Lemoni. Aunque, quizás, si alguien los escuchaba desde fuera no sabría si se estaba refiriendo a la pareja Iroh y él o a la de Lemoni y él. Cuando me di cuenta de ello, me sonrojé un poco y reí por la bobada, esperando que nadie se hubiera dando cuenta. De modo que, simplemente hice el ademán de brindar con la jarra de cerveza y una nuevo vaso de vino para Lemoni y ya nos “subimos al escenario”, encogiéndome de hombros al escuchar el comentario de Arturo. No sabía muy bien a qué se refería, pero -Bueno, ya veremos- Le guiñé un ojo y comenzamos a tocar.

La música fue sonando y con ella inundaba cada una de las células de su cuerpo. Le hacían sentir realmente vivo. Aislado. Solo él, la guitarra y la música. Iroh a la batería. ¿Podía pedir más? No había problemas en aquellas notas, solo la liberación de que, en aquel espacio, ahora, nada pasaría. Sonrió con cierta morriña al acordarse de la vez que salió con Mérida al bar de Ouroboros y terminaron montando una banda. Había pasado tanto tiempo desde aquello… Cuando la canción acabó, reconecté con la gente sonriendo con placer, era como haber subido al ¿cómo lo llaman? ¿nirvana? Al menos la gente parecía estar pasándoselo bien. Volví la mirada a Iroh y asentí, para que siguiera con aquel solo de batería. No sabía por qué, pero sabía que él necesitaba aquello tanto o más que los demás. Observó a Belle, que ahora tendría que seguirnos con aquella pandetera y luego a Iroh. No sé, le hizo gracia, de la misma manera que ver a Lemoni abajo bailando. Y cada vez le pareció una chica muy agradable, y pensar que se conocieron jugando con fuego.


Dirigí una mirada confusa hacia Iroh cuando nos pidieron esa canción tan raro que no había escuchado nunca. -Ahora la buscamos- Mentí descaradamente, porque probablemente no la buscaría nunca. -Pero mientras hacemos la tarea de búsqueda, os propongo un clásico entre los clásicos- De los que les hubiera gustado a mis padres, a tía Mónica o al abuelo Ángelo. En ausencia de piano habría que hacerlo a capella con la guitarra. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]


-Tonight… I'm gonna have myself a real good time
I feel alive!
And the world I'll turn it inside out, yeah
I'm floating around in ecstasy
So…- Momento para los coros….
-'Cause I'm having a good time, having a good time- Y ahora empezaría el resto de la orquesta, que en verdad es la batería, pero como nos sincronizamos estupendamente apenas hacen falta más instrumentos para que quede bien. Cuando acabé la canción noté la respiración acelerada y el sudor resbalando por mi frente, después del esfuerzo. Para hacer Queen había que darlo todo y quien dijera la contrario no tenía ni idea. Sonreí exhausto, sediento y buscando las miradas entre el público. Me detuve en Lemoni y le sonreía con cierta vergüenza, pero orgulloso. Luego busqué a Justin por allí, pero no lo encontré, no a primera vista. Ah, allí estaba, codeándose con la crème de la crème.  Aparté la mirada airadamente, buscando aquella jarra de cerveza a medio beber.

Dejó a Arturo con el enigma de si era un vampiro o no, alejándose de él entre risas y recordándole que luego le trajese un taco del ghoul ese de Londres que decía. Seguro que su destino era ese, traerle un taco. Al menos ya había dejado al nuevo invitado integrado, así que pudo centrarse en lo que le pasaba a su gruñón amigo. Normalmente no era así, por lo que le extrañaba.

No se dio ni cuenta de la queja de Justin con el plato que le había quitado, incluso siguió molestándole un poco dándole un par de toques con el dedo en el hombro como para picarlo. - ¿Seguuro que no te pasa nada? te veo serio. Vamos, puedes contarme lo que sea que piensees....- le dijo fingiendo ser discreto pero hablando más alto de la cuenta. Por suerte con la música se amortiguaba cualquier conversación y no se entendía bien. Agarró otra botella de algo que había en la mesa y le pegó un buen trago, entornando después un poco los ojos como para enfocar al Justin con reverberaciones que tenía delante.

- Te vibra el pelo en foorma de ventissca...- estiró la mano hacia su pelo, cogiendo un mechón con curiosidad. Luego bajó la mirada a sus ojos, asintiendo un par de veces cuando el otro quiso saber si esa fiesta era importante para él. - Pues sí...esta casa es demasiado grande y está muy vacía. - suspiró poniendo cara de pena un momento, continuando después hablando más despacio de lo normal, claramente ebrio. - A mi padre le hubiese gustado que no estuviese solo. ¿Sabes? creía que no vendría nadie. ¡Pero mira! se lo están pasando bien. - levantó un momento la botella en dirección al escenario, silbando para animar a Nicho y su compañero al terminar su canción. - Y además has venido tú, el úniico amigo de verdad que tengo. - se puso todo emotivo y le soltó un abrazo a Justin apretujándolo, casi dejándose caer un poco sobre él porque iba un tanto mareado.

Sonreí abiertamente cuando Iroh respondió con un guiño y, no sé por qué, pero me hizo por un momento la chica más feliz del universo. Sí, era una cita. Tendría que preguntarle a Monica algún consejo, de chica a chica… o a Arleen. Sí, mejor a ella. El pequeño grupito siguió un rato dialogando sobre ghouls, viajes interdimensionales, presentaciones variadas, sobre el nombre del dueto y sí, aquello le hizo gracia. Solo les faltaba Goliath, podrían poner un dragón gigante de coro góspel tocando quizás, la bandurria, porque la toacă no sabía lo que era. Pensarlo me hizo todavía más gracia, menos mal que no lo dije. -Está bien, seguro que la tatoaca suena genial- Le dije a Khan como muestra de apoyo emocional frotando su brazo con mi mano, porque me dio la sensación que hablar de los dragones le parecía ponerle triste. -Vamos a ver la música- Invité al pequeño grupo de cuatro, aunque Khan no tardó en separarse y le seguí con la mirada hasta llegar a Justin. -Muy bien, esa es la actitud. ¡Carpe diem! ¿Por qué no?- Respondí a Arturo brindando con él e incluyendo al trío a Lemoni, que se había quedado ahora sola porque mi hermano se había puesto ya a preparar la guitarra. Me acerqué al improvisado escenario, mientras charlaba con Arturo sobre algunas películas que yo sí conocía, pero con otros títulos, hasta que una pandereta se apareció delante como caída del cielo. La cogí con cierto asombro y alcé la mirada sorprendida al dueto que empezaba a tocar. Empezó una canción muy del rollo de jóvenes y luego siguió Iroh con la batería, al que no tardó de seguirle Nichollas.

Cuando acabaron avancé hacia ellos, amenazándoles con el dedo -Vale. Esto me da mucha vergüenza- Reconocí en voz baja cuando subí al escenario. Lo hice porque sabía que volver a tocar para Iroh era importante y, ¿qué era un mínimo sacrificio? Mi reputación, sobrevalorada, quizás. Pero sí, le eché valor, porque ¡carpe diem! Y que estábamos de fiesta, se lo merecían por lo mal que lo habían estado pasando, una tras otra. Para colocarme en el sitio de la supuesta pandereta, me mordí el labio, de espaldas al público, mirando a Iroh de frente articulando un “te odio” no real, pero que solo él podía ver. Y me puse a trabajar con la pandereta. Como buenamente pude, la verdad, pero no era difícil seguir la canción de Queen. No se la había escuchado cantar nunca a Nichollas, pero sí es verdad que antes se escuchaba mucho en casa. Antes había muchas cosas. -La canción que dice es una de una serie de televisión antigua- Le expliqué a los dos, que parecía no saber muy bien qué canción era esa. Entonces yo tuve una idea, suspiré hondo, pensando que todavía no había bebido lo suficiente, de modo que me acabé lo que tenía en la mano de un trago y cogí de nuevo aire con la nariz.

-Es… la primera vez que voy a hacer esto en público- Les expliqué -Espero que suene bien- Saqué el móvil y lo modifiqué con magia para que cumpliera la funciones de micrófono, conectándose con el altavoz mágico. Suspiré para concentrarme y le indiqué a Nichollas con la mirada qué canción era la que iba a cantar. Conté en silencio y empecé a cantar. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]




Empecé cantando con los ojos cerrados hasta que la canción decía que estaba alcanzando la luz que extendí la mano hacia una imaginada luz al frente del escenario. La cerré en un puño con cuando grita aleluya y entonces escucho tu grito de guerra, girando hacia Iroh con sonrisa cómplice. El resto de la canción se la dediqué al pequeó público, ahora ya con más confianza hasta que la canción volvía a decir por segunda vez "You've got me singing baby" pegando la espalda con la de Nichollas. En el tercero, ya próximo al final de la canción me coloqué al lado de Iroh, para que además siguiera con el coro.
Con el último acorde de la canción me puse de pie y saludé, como hacen en las películas de musicales. -Os he puesto los acordes de la canción de Arturo, para que se desmelene un poco- Les indiqué a los compañeros, chasqueando los dedos y mostrando las partituras en la pantalla del teléfono, antes de avanzar a la pista e indicar que Arturo sería el siguiente en cantar. -¡Oh yeah!-

-En eso tienes razón- Le dijo a Khan sonriendo abiertamente, se veía más accesible que otros Descendientes pero era bastante joven e iba tomado. Era evidente. Y también que el instrumento, el recuerdo, le daba malas sensaciones. Eso era imposible -Seguro que también nos gusta ¿Quieres tocar?- le preguntó antes de ir a la banda.

La verdad es que las conversaciones se mezclaron un poco antes de comenzar a tocar pero poco después Iroh se perdió en la música y sabía que Nicho también, por eso se llevaban fenomenal. Se entendían. Y por eso con algunos acordes ya podían seguirse las canciones. Iroh le hizo una mueca a Nicho de "ni idea" a lo de Arturo porque no conocía la canción.

Después le dio durísimo al solo de batería, lo necesitaba. Puede que la gente no lo entendiera, pero él había perdido la movilidad de las piernas en la última misión y el futuro no se había presentado tan bonito. Sin embargo, con esfuerzo y mucha ayuda de Arleen habían logrado sortear la situación y ahora sus pies respondían al ritmo que le marcaba a la batería. Cuando terminó el solo soltó un eufórico grito y agitó la cabeza, apartándose el pelo húmedo de la frente y, como estaba sudando, se quitó la camiseta que llevaba y la dejó a un lado antes de levitar otra cerveza y bajarla de un par de tragos para refrescarse.

Le sonrió a Nicho antes de mover la baqueta ente los dedos haciéndole entender que estaba listo así que no tardaron mucho en tocar la siguiente canción, pero iba lenta así que Iroh decidió beber más cerveza porque estaba deshidratado. Finalmente, Belle decidió hacerse la valiente. La siguió con la mirada y cuando le dedicó ese "te odio", Iroh le sonrió con picardía y le guiñó un ojo. Si así iba a odiarle no quería ni pensar en lo que podía hacer con otros sentimientos. Cuando fue necesario se incorporó con Belle y cantó junto a Nicho.

Iroh oyó los primeros acordes de Nicho y alzó levemente las cejas hacia Belle. De acuerdo… escuchó la canción mientras se unía y sonrió al ver como se adueñaba del escenario. Le devolvió la sonrisa y le hizo los coros, sonriendo un poco más cuando se acercó a él. Era una buena adición. Cuando terminó, volvió a por la cerveza y escuchó lo de los acordes de Arturo -¿Por qué no te quedas? Podemos ser un trío hasta que se una Khan con su instrumento - Le dijo con total sinceridad y miró hacia Justin y Khan, el último encima del otro -Ehhh Descendiente, Justin… ¿Canción preferida?-

Mientras Arturo subía estuvo echando un vistazo a las partituras y asintió. Vale… excelente -Lemoni… tu? Cantas? Venga, animaos- No tardó mucho más en marcar el inicio con un "3,2,1".

Off: no pongo la canción q toy del móvil.

Lemóni estaba feliz en ese momento, no tenía idea de si era cosa de la borrachera... Que quizás sí, quien sabe, pero también piensa que es porque necesitaba esto, había estado demasiado estresada últimamente y tenia la sensación de que todo se le estaba cayendo encima... Pero en ese momento...

En ese momento se sentía brillar, y no por estar llamando la atención, aunque definitivamente lo estaba, si no por estar festejando con otros de su edad por literalmente ninguna razón, y disfrutando de la vida gracias a un evento absolutamente aleatorio y quizás hasta un poco absurdo, de que resultase qué un árbol la agredió verbalmente mientras estaba en el hospital y casualmente venía el descendiente de Tepes de una batalla.

Luego, brindó con Nicho antes de que se subiera al escenario desde luego, metiéndose más vino al sistema, y dando por seguro el hecho de que mañana tendrá una horrible resaca y peor vergüenza.

¿Huh? ¡Carpe Diem!~

¿Qué por qué dijo eso de repente? Pues porque Belle la ha incluido, y a ella le gusta que la incluyan, además está demasiado ebria para siquiera cuestionarse qué diablos es Carpe Diem, y parece que quiere estar más, porque para brindar vuelve a servirse vino, y a tomárselo otra vez...

Tanto alcohol provoca qué empiece a tener calor, así que empieza a jalarse el cuello de la ropa, dejando ver por un segundo o dos el curioso dato de que no usa sostén, porque no está lo bastante desarrollada para necesitarlo.

Y luego de eso... Bueno, por dios, cuanta música.... Todo esto le insta a seguir bailando como si no hubiera mañana, cosa que también puede estar provocandole todo el calor que tiene, es una posibilidad qué no puede descartarse con tanto movimiento, de hecho en algún punto empieza a levitar por momentos breves para hacer pasos de baile más locos.

Hasta que terminan, entonces ella va hacia la banda, y sin dudar les dice.

¡Han estado geniales!~

Y por supuesto... Luego va a pegarsele otra vez a Nicho, aprovechando que la estaba mirando, aunque esté sudado, poco le importa y capaz hasta le gusta un poco.

Y tú has sido mi favorito.~

Afirmó con absoluta honestidad, aunque su habilidad con la guitarra es solo la mitad de la razón por la cual es su favorito, todo sea dicho.

Y luego de eso, escuchó la particular idea de Iroh, parece que esto se ha vuelto un Karaoke, cosa que a ella le encanta, así que no tuvo reparos en reírse y luego responder.

Pues al menos no enfrente de nadie, pero siempre hay una primera vez para todo, así que con gusto.~

Y la verdad es que tiene talento, todo lo que tiene que ver con la voz son cosas que tienden a darsele muy bien, aunque claro, ella no posee la seguridad suficiente como para decir nada parecido a eso.

Seguí luchando un rato, que me pareció larguísimo, por el plato de ensaladilla. Temía que, dado que Khan estaba un poco tocado, cayera al suelo y se pisara y nos resbalemos y qué sabía yo, lo mismo terminaba alguien con la cabeza abierta -¡Dame el plato que se te va a caer!- Al final se lo quité con magia, que para eso me había enseñado Sean antes de irse, y dejé el plato en otro sitio. Lejos de aquellas garras, por si las moscas -De verdad, que estoy bien. Un poco cansado solamente…- Le respondí siguiendo con la mentirijilla, pero con parte de verdad. Pero no sabía si aquello terminaría por convencer a Khan -Pero gracias por preocuparte. Ha sido muy amable por tu parte- Le reconocí en voz un poco baja, quizás con la música no me hubiera oído bien, además tampoco le estaba mirando, sino que estaba ladeado, mirando un poco a la banda y la panda de grupies, pero no a Khan. No al menos hasta que me soltó aquello del pelo, mirándole con extrañeza y arrugando la nariz. ¿Acaso el alcohol tenía otro estupefaciente?

Seguí con la mirada aquella mano jugando con mi pelo, quizás teniendo que bizquear, y me hizo sentir cosquillas y un pequeño escalofrío. Aquello no era frío, pero tampoco sabía qué era… o al menos no lo reconocía. Nuestras miradas se cruzaron y sentí un extraño calor de repente. ¿Habían encendido la calefacción? Aparté la mirada con cierta incomodidad, tratando de entender la situación, sin éxito. Tras unos segundos levanté la mirada al Descendiente y luego al grupo y a la música, sintiendo como… ganas de abrazar mucho y muy fuerte a Khan para trasmitirle que no estaba solo. Pero… no sabía qué le pasaba que desde que le había tocado era como que se sentía paralizado, era como que estaba congelado, como cuando yo paralizo a la gente sin querer. No pude ni siquiera mirar al escenario, mucho menos a la del pelo verde subir a por mi sudado amigo, porque entonces se me abalanzó encima. Encendido como una bombilla, y con las piernas como una gelatina por culpa de aquello, casi nos caemos de espalda. Al menos yo todavía no estaba lo suficientemente bebido como para tener algo de equilibrio. Pero la menos tuve la fuerza suficiente como para terminar de rodear a Khan en mis propios brazos y, no sé, me sentí muy reconfortado hasta que…. Hasta que me alguien berreó mi nombre y me separé de Khan como si fuera un hornillo encendido y quemara. En realidad el que estaba ardiendo era yo, rojo como un tomate, abochornado hasta el fondo. Había olvidado que estaba en público. Maldije mucho mentalmente, hasta con palabras feas que no suelo decir. -¡Ahora mismo no!- Vociferé dando la espalda a Iroh y a todos los demás, que no me vieran. ¿Dónde estaba la ensaladilla? La había perdido de vista. Una copa, con cosa. Habrá que beberla. Sí, eso hice, para ver si estaba fresquita y se me pasaba el calorufo. Puse cara de asco cuando bebí aquel engrudo, ¿qué era aquella asquerosidad? No me gustaba, no lo tomaría nunca más. -Eh… yo… nosotros…. Eh… quizás debamos unirnos a los demás-Propuse a Khan, titubeando, mientras me rascaba detrás de la oreja, todavía digiriendo aquella bebida. Mala idea, porque en ese momento estaban todos subiéndose al escenario, pero no tenía la mente despejada en ese momento y cualquier sitio era mejor que en el que estaba en ese momento porque era MUY INCÓMODO.

Khan me ha dejado en ascuas, mientras se aleja con risas y una petición de taco de ghoul, yo solo atino a hacer una cruz con los dedos solo por si las moscas. Obvio no funciona, tampoco en mi mundo, ese truco es cosa de los libros de fantasías de los mundanos, mezclados con propaganda religiosa para captar y mantener creyentes.

Me tomé otro trago, pero de forma más acomedida, no quiero terminar como los presentes. Sorpresivamente, nadie le pareció extraño o mostró algo de interés mi comentario de viajero interdimensional. O esta clase de eventos son más comunes de lo que creo o sencillamente el alcohol les distrae a otros asuntos…si, lo segundo es lo más probable.

La música del dueto era muy buena, anima a uno a moverse, unos solo del cuello y la cabeza y otros con el cuerpo completo, pero nadie estuvo quieto en su totalidad. Aunque resulta muy curioso que este tipo de música se toque en una isla digna de cualquier cuento de fantasía. Uno esperaría música más folclórica o medieval, y que la hay, pero eso no quita lo curioso de esta discordancia.

El gritar la popular frase en latín hace que otros ratifiquen lo expresado con un brindis o que la repitan propiamente—¿entonces la película del Titanic aquí es conocida como Titán?, vaya, en mi mundo se usó ese nombre para el barco de una novela, que fue escrita 14 años antes del incidente, casi como si hubiera profetizado todo el suceso—pareciera como si lo del libro sucedió aquí y de alguna manera, el autor del libro lo soñó y escribió lo ocurrido. Me pregunto cuántos eventos tendrán este revés, puede algunas cosas de mi mundo aquí sean también un libro o algo por el estilo—¿qué me dices de Día de la Independencia, Forrest Gump, Terminator 1 y 2, El Sexto Sentido, Parque Jurásico o Matrix?—vale, soy de la generación de los 90, ¿hay problema con ello?. En fin, a Belle le llegó como caído del cielo una pandereta y el dueto le instó a subir al escenario, aunque no sin cierta reticencia, pero al final cede. Una vez arriba, empieza a acoplarse al dueto cada uno con sus respectivos instrumentos.

Mi sugerencia de canción no estaba entre su repertorio, lo sé, porque ese “ahora la buscamos” y las miradas entre el dueto, me indicaron no lo conocían y me hicieron la de “déjeme escribirlo en mi máquina de escribir invisible”. Pero su hermana si sabia y lo mencionó—vaya, tenemos una chica de cultura—Malcom sigue presente todavía, o al menos hay gente que conoce la serie.

He de admitir que la propuesta de Nichollas para su siguiente canción, ha sido muy buena. Mi repertorio de música en inglés es limitado, se centra más que nada en algunos de los populares de inicios del 2000, también los descubría cuando ponían alguna canción en películas, he incluso en los propios trailers de los mismos. Así que ya se imaginarán que esta canción no me es conocida a priori, puede que lo haya escuchado en alguna ocasión, pero ahora no recuerdo, eso sí es muy disfrutable.

Ahora, la panderetista, usa un celular como una suerte de micrófono para anunciar su debut como cantante…bueno, no, pero que al menos iba a intentarlo. Se preparó unos momentos e inició la siguiente canción. Puede que esta sea su primera vez en público, pero es evidente que sabe cantar. La canción en turno es muy dinámica e invita zarandearse, aunque sea un poco. La sorpresa viene al terminar su presentación, al anunciar que sigo yo—¡¿qué?!, no, yo no sirvo para cantar—¿acaso esto se ha convertido en un karaoke?, ¿cuál canción?, ¡solo me sé estribillos de un par de canciones!. Pero parece que no aceptará un “no” por respuesta y termino por ceder. Dejo mi bebida en algún sitio medianamente seguro y subo—¿cómo será la cosa entonces?, no sé ni una puñetera canción—para mi suerte, me indican la canción entonces—¡oh!, ¿al final si la tenían?—comento con sorpresa.

Solo pedí instrucción de cómo hacer un celular-micrófono. Casi a punto de estar listo, la peliverde, Lemoni, es invitada por el baterista, ignorando que papel fungirá, me concentro una vez la música empezó y lanzo un pequeño hechizo que hace que las letras de la canción salgan del celular de Belle. Como ya les conté, no conozco ninguna canción al completo, eso sí, puedo seguir la canción si la estoy escuchando o leyendo, con mis particulares contras, pues claramente no soy cantante, ni siquiera amateur.


Supongo que ya han previsto, que mi canto, aunque no es una pesadilla digna de algún círculo del infierno, tampoco es algo relativamente bueno. Pero les diré una cosa, ya sea cosa del alcohol, el ambiente o la necesidad un descanso, estoy empezando a divertirme.

Negó rápidamente a la pregunta que le hizo Iroh sobre si quería tocar su instrumento, casi poniendo cara de terror porque le agobiaba la idea de volver a usar aquel instrumento de su padre. Demasiados recuerdos. Por suerte el estado alcoholizado en el que iba no le permitió pensar en ello con demasiada profundidad, y enseguida se distrajo con la canción que comenzó a cantar Belle. Se hubiese quedado mirando a la muchacha más rato, de no ser porque decidió ir tras Justin para saber por qué estaba tan esquivo y serio. Podía estar borracho, pero no le creyó cuando le dijo que no le pasaba nada, que sólo era cansancio. Además ni le miraba.

- Puees claro que me preocupo por ti...también tienes derecho a divertirte, ¡que le den a Oscurus! - soltó casi enfadado antes de echársele encima con aquel abrazo, agarrándose más fuerte de la cuenta porque era como si se le moviera el suelo y todo le diese vueltas. Había perdido la cuenta del número de copas que se había metido en poco tiempo, pero tal podían ser más de seis o siete. Se sujetó un poco del brazo de Justin cuando se separó de él, justo cuando les pegaron aquel grito desde el escenario. ¿Qué querían? ¿Por qué gritaban tanto? - Creoo que quieren que cantes... - se separó un poco más, unos cuantos pasos de espaldas algo tambaleantes. No se dio cuenta de lo rojo que estaba Justin, ni de nada más. El caso es que estaba tan mareado que no se veía subiendo a ese escenario. Empezó a separarse más de él, con paso algo inestable. - Ve, ve tú...yo iré a tomar un poco el aire...- se alejó más del barullo, saliendo de la sala de la fiesta para irse al balcón más cercano.
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Del 1 al 10, cómo de perjudicado acaba por el alcohol?

El miembro 'Khan Tepes' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

-Sí… que le den…- Añadí titubeando a Khan a aquello, para seguirle la bola, sabiendo que no tenía razón. Pero si llevarle la razón, como a los locos, era la mejor manera de zanjar aquella conversación, lo haría. En ese sentido, envidiaba a Khan, pues él prácticamente tenía la vida resulta: era poderoso, simpático, amable, su padre le había dejado un renombre, era bastante mono y podía estar con cualquiera, ¡podría dominar dragones!  Y yo era un don nadie, que apenas podía controlar adecuadamente su propia magia y que su objetivo era poder ayudar y no ser un poto, como diría Johan. Ser alguien útil, que tía Jo se sintiera orgullosa, que Johan le dijera que buen trabajo y no le viera como un blandengue que no sabía ni coger la espada que le había regalado. Torpe e ingrato. Eso era yo.

Y encima no dejaban de abochornarme más con aquellos gritos, y la bebida aquella debía de ser lejía, porque me estaba dando un ardor que me iba a hacer vomitar en cualquier momento. O era aquel nudo en el estómago, o aquella presión en el pecho que no me dejaba respirar, o mis propias pulsaciones golpeándome en el tímpano, o era el calor que estaba haciendo en aquella sala. Ya había respondido a Iroh sobre aquello, deseando que se abriera el suelo y me tragara enteramente. ¿Por qué no atacaban los Pendragon ahora? Sería la excusa perfecta para salir de allí. Negué con tanta fuerza ante lo de cantar que casi me hago daño en el cuello. Hasta que noté que mi acompañante se iba. Me mordí el labio con preocupación, observando aquellos andares zigzagueantes y se me pasaron todos los problemas, porque ahora el que estaba pasándolo mal era Khan, mis estupideces quedaban en segundo plano. A la porra la fiesta. Seguí en silencio a Khan, dejando el barullo atrás, hasta el balcón. Me acerqué por la espalda y quedé a su lado, apoyando las manos en la baranda y observando el horizonte. Un pájaro despistado cruzó el campo de visión, lástima que no fuera un dragón. Quedé en silencio un rato, esperando a que Khan dijera algo. Le escruté entero, como Oscurus me diría que hiciera un triaje de los suyos -¿Estás bien?- Le iba a decir que igual se había pasado, pero eso sonaba tan a frase de progenitor que decidí callarme. Traté de bromear, aunque no sabía si me saldría bien  -Una fiesta sin su anfitrión es un poco rara, pero si quieres que les diga que se vayan…- Dejé caer el peso hacia delante, apoyando los codos y buscándole la mirada con una sonrisa compasiva. Visto de perfil, su amigo estaba tan... tan... Sentí un pequeño pinchazo en el corazón y en seguida me quité aquella idea de la cabeza. Al fin de cuentas, ¿quién se fijaría en alguien tan triste como yo? Un inútil poto pocho, ese sería mi sino.

Alcé las cejas a mi hermana cuando subió al escenario, creyendo que no le había visto salir de lo que se esperaba de ella en mucho tiempo. Sonreí con diversión a Iroh porque lo había conseguido, porque la niña perfecta también podía tener un lado para desmelenarse. Hoy lo conocería. Sería divertido y al menos lo estaba dando todo con la pandereta. Le dejaría la armónica definitivamente a Helen.

Me encogí de hombros sin saber qué era aquella canción de la que Arturo hablaba, pero reconocí qué canción quería intentar con solo la mirada. Algo así como comunicación entre hermanos, y no era esta, pues que se fastidiase e improvisara. Pero no fui tan malo esta vez (a la siguiente ya veríamos) porque creía que ella también se lo merecía después de aquella crisis, incluso me atreví a seguirle bailoteando cuando se acercó a cantar y le seguí con la mirada mientras cantaba con Iroh. Ya sabía qué canción les dedicaría. Mientras tanto haría feliz al tipo de pelo blanco tocando la canción que había pedido, si esto iba a ser un karaoke, que al menos se divirtieran todos. -Que sí hombre, y si no usamos el auto-Tunes, que para eso está- Bromeé ante la reticencia de Arturo, aunque dudaba que supieran lo que era, mientras preparaba la guitarra haciendo sonar los primeros acordes de aquella canción. Al acabar aplaudí al tipo, quizás porque ya había algo de alcohol en sangre y estábamos todos un poco eufóricos -¡Y sin ayuda!-

No giré la mirada cuando Iroh llamó a Justin y preferí hidratarme un poco para hacer un poco de caso a Lemoni, quitándome la sobrecamisa floreada y quedando solo con la camiseta de tirantes blanca. Me estaba cociendo en mi propia salsa, y el rubor ya empezaba a aparecer en las mejillas, fruto también del alcohol. Al parecer ella también se había quitado capas de encima -¿Te ha gustado? ¡Me alegro!- Esta vez, con menos ropas encima, noté el calor que el cuerpo de Lemoni expiraba. Sonreí con algo de vergüenza cuando dijo que yo era su favorito -¿Sabes? Tú eres mi grupie favorita- También quise devolverle el piropo, aunque de una forma quizás más torpe y burda, quizás coqueteando un tanto. -Las primeras veces siempre son las mejores- Asentí con inocencia, sin ningún tipo de pretensión ni segundas lecturas -¿Sabes? Esta te la puedo dedicar a ti- Le guiñé un ojo a la peliverde y empecé a afinar las notas, la canción era bastante melódica. [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Dirigí con interés la mirada a Arturo y entrecerré los ojos para estudiar la respuesta -Titanic es Titanic. Titán es otra película. De la 20th y la Fox, concretamente. No me imaginaba que alguien pudiera conocerlas, ¡son del milenio pasado!- Le respondí divertida. No me imaginaba que alguien pudiera consumir cine tan clásico en aquellos años. Bendito fuera internet. -Película, película. ¿Solo 1 y 2? ¿Te refieres al reboot? Película, muy buena por cierto. ¿Las nuevas, las antiguas o los clásicos de Steven Spielberg?- Fui enumerando todas las películas según las nombraba hasta que llegó a Matrix y sentí un escalofrío horrible y un vuelco en el corazón, sintiendo que se me disparaba. Guardé un segundo silencio, el que necesitaba para recordar que ya habíamos acabado con SAM y que todo aquello no era una simulación, regulando la respiración. Entonces sonreí y respondí de una forma muy resolutiva -Solo vale la pena la primera- Bebí, para pasar el mal rato hasta que apareció la pandereta como caída del cielo, sabiendo que era cosa de Iroh. Qué buen momento para dejar atrás aquellos pensamientos intrusivos usando la pandereta como excusa barata para pasar a otra cosa diferente, con Queen liderando la canción. Sonreí con suficiencia con lo de la chica de cultura.

Reconozco que disfruté la canción como una enana. Y más cuando mi hermano e Iroh me siguieron el juego. Egoístamente me encantó ser el centro de atención durante aquellos tres minutos y 26 segundos que duran la canción, debía reconocerlo. Dirigió la mirada hacia el par que estaba separado del resto del grupo, entrecerrando los ojos con suspicacia. Luego sonrió abiertamente, pensando que el primer amor de la adolescencia es el más hermoso de todos. No dijo nada, pero desvió por un momento la mirada a Iroh durante un segundo antes de acompañar a Arturo para montar el micrófono con el móvil mientras los otros dos preparaban los instrumentos. -Solo tienes que leer la letra si te pierdes. Es un karaoke, disfrútalo- Guiñé un ojo al peliblanco antes de salir de escenario y retomar la bebida, para ver el espectáculo desde el otro lado, felicitando a Arturo al acabar. -¿Ves? No ha sido tan difícil- Le di la bienvenida a Arturo con una palmada en la espalda. No se me escapó lo que estaba haciendo Lemoni con mi hermano, sintiéndome extraña ante ello. ¿Debería decirles algo? Busqué la mirada de Iroh, para que me ayudara con aquello, porque yo tampoco sabía muy bien cómo resolverlo, si es que tenía que hacerlo. Por el otro lado, Khan borrachísimo se iba de allí y Justin detrás. Le hice un gesto con la mirada a Iroh para que vigilara a mi calenturiento hermano mientras yo me cercioraba, desde la distancia, de que los otros dos estaban bien y que el adolescente no necesitase ayuda con el borracho de su amigo, que parecía que se había pasado con el alcohol.

Justin Granger escribió:-Sí… que le den…- Añadí titubeando a Khan a aquello, para seguirle la bola, sabiendo que no tenía razón. Pero si llevarle la razón, como a los locos, era la mejor manera de zanjar aquella conversación, lo haría. En ese sentido, envidiaba a Khan, pues él prácticamente tenía la vida resulta: era poderoso, simpático, amable, su padre le había dejado un renombre, era bastante mono y podía estar con cualquiera, ¡podría dominar dragones!  Y yo era un don nadie, que apenas podía controlar adecuadamente su propia magia y que su objetivo era poder ayudar y no ser un poto, como diría Johan. Ser alguien útil, que tía Jo se sintiera orgullosa, que Johan le dijera que buen trabajo y no le viera como un blandengue que no sabía ni coger la espada que le había regalado. Torpe e ingrato. Eso era yo.

Y encima no dejaban de abochornarme más con aquellos gritos, y la bebida aquella debía de ser lejía, porque me estaba dando un ardor que me iba a hacer vomitar en cualquier momento. O era aquel nudo en el estómago, o aquella presión en el pecho que no me dejaba respirar, o mis propias pulsaciones golpeándome en el tímpano, o era el calor que estaba haciendo en aquella sala. Ya había respondido a Iroh sobre aquello, deseando que se abriera el suelo y me tragara enteramente. ¿Por qué no atacaban los Pendragon ahora? Sería la excusa perfecta para salir de allí. Negué con tanta fuerza ante lo de cantar que casi me hago daño en el cuello. Hasta que noté que mi acompañante se iba. Me mordí el labio con preocupación, observando aquellos andares zigzagueantes y se me pasaron todos los problemas, porque ahora el que estaba pasándolo mal era Khan, mis estupideces quedaban en segundo plano. A la porra la fiesta. Seguí en silencio a Khan, dejando el barullo atrás, hasta el balcón. Me acerqué por la espalda y quedé a su lado, apoyando las manos en la baranda y observando el horizonte. Un pájaro despistado cruzó el campo de visión, lástima que no fuera un dragón. Quedé en silencio un rato, esperando a que Khan dijera algo. Le escruté entero, como Oscurus me diría que hiciera un triaje de los suyos -¿Estás bien?- Le iba a decir que igual se había pasado, pero eso sonaba tan a frase de progenitor que decidí callarme. Traté de bromear, aunque no sabía si me saldría bien  -Una fiesta sin su anfitrión es un poco rara, pero si quieres que les diga que se vayan…- Dejé caer el peso hacia delante, apoyando los codos y buscándole la mirada con una sonrisa compasiva. Visto de perfil, su amigo estaba tan... tan... Sentí un pequeño pinchazo en el corazón y en seguida me quité aquella idea de la cabeza. Al fin de cuentas, ¿quién se fijaría en alguien tan triste como yo? Un inútil poto pocho, ese sería mi sino.

No supo muy bien cómo llegó hasta el balcón, apoyándose por las paredes y tropezando, pero llegó. Se acercó a la barandilla para inspirar profundamente, apoyando las manos mientras miraba hacia abajo. No le daba la cabeza para mucho más, pero esperaba que no se enterase nadie de la borrachera. Sería indigno para un miembro del Consejo. - Joder...- se le movía todo el suelo y le estaban entrando ganas de vomitar todo el maldito alcohol que había bebido para hacerse el mayor. Respiró unas cuantas veces más a ver si se le pasaba, girándose un poco al escuchar la voz de Justin a sus espaldas. No se había dado cuenta de que le había seguido hasta allí, así que pareció sorprendido por su presencia. - ¿Cómo has...? - no terminó la frase, quedó inconexo en su pensamiento. Se pasó una mano por la cara y volvió a apoyarse en la baranda a la par que él, negando con la cabeza a eso de cómo se encontraba.

- No, no...no les digas que se vayan. La fiesta tiene que seguir, quiero que luego hablen cosas bien de la la casa Tepes...se lo estaban pasando bien. - se puso de espaldas a la baranda, apoyando la espalda para mirar hacia el cielo estrellado por el que ya no volaban los dragones. Ya no estaba tan contento como antes. Ahora se sentía mal y encima se estaba poniendo triste al pensar en qué pensaría su padre de él. Se escurrió por la baranda hasta quedar sentado en el suelo, cerrando los ojos un momento.

- ¿Por qué me ayudaste cuando murió mi padre? ¿es por quien soy? ¿o es porque tú tampoco tienes...? - dejó la frase a medias, sin saber cómo terminarla. Recordó que estaban en la misma posición que cuando se conocieron, con él sentado en el suelo en un estado deplorable y Justin de pie, acercándose a ver qué le pasaba. Probablemente nunca sabría lo mucho que le agradeció aquello.

-¿Llegado hasta aquí? Andando- Bromeé, con una sonrisa abierta, en aquella posición con el antebrazo apoyado en la baranda. Miró a Khan cómo lidiaba con los efectos del alcohol, recordando cuando me emborraché sin querer en la casa antigua de los Black. Mañana tendría mucho dolor de cabeza. -La idea de hacer una fiesta es que tú también te lo pases bien. No te preocupes, se te pasará- Traté de consolarlo incorporándome y pasándole la mano por el hombro con suavidad, aprovechando que se ahora estaba de espaldas a la baranda. Antes de irme buscaría algo que pudiera hacer de analgésico. Había leído en el libro de farmacología los efectos del extracto del sauce.  -No hay prisa, cuando te encuentres mejor, volvemos dentro y cantamos esas canciones que quiere Iroh- Mentí porque por mi parte me daba muchísima vergüenza subir a cantar. Prefería estar en un sitio más tranquilo, con menos ruido.


Yo no me arrastré borrachilmente por la barandilla, sino que me senté de una forma mucho más elegante, quedando sentado a su lado, mirando la pared o la puerta de delante. En verdad a nada ni a nadie, hasta que reconocí un pelo morado y le dije con el dedo pulgar que todo estaba bien. Escuché las preguntas sintiendo un leve peso en el pecho, bajé la mirada, levemente para acabar la frase inconclusa -¿Padre?- Terminé la frase con cuidado. Suspiré y sonreí, de una forma cansada y triste. Entonces negué en silencio. En verdad me había hecho daño antes, qué bruto había sido -Supuse que estaba bien tener un hombro en el que llorar. Un amigo que estuviera contigo sin esperar nada a cambio. Pero vamos, que sí hubieras preferido a Newton podrías haberlo dicho- Bromee, para destensar la conversación. Estaba sentado, pero en aquel momento doblé las piernas una sobre otra mirando al interior de la habitación donde todavía se desarrollaba la fiesta, por las canciones que se escuchaban de fondo. Por ahí estaría Nichollas, coqueteando con aquella tipa que… arg, le iba a quitar a su mejor amigo. Aunque algo me decía que “algo” (o alguien) ya le había distanciado del pelirrojo. No estaba seguro de qué, pero era un hecho. Bajé la mirada con pena, tratando de reflexionar sobre aquello -No es “por quien eres”. Es por “quién eres”: Khan. Sin importar el apellido… o si eres mágico o troll o muggle. No es tu apellido, ni el renombre lo que te define, sino esto- Dije señalándome mi propio centrotorácico, a la altura del esternón, refiriéndome al interior de cada uno. -Y cuando yo miro, veo a un chico amable, buena persona, que trata de superar sus circunstancias tratando de olvidarlas en alcohol- Sonreí y alcé las cejas y me encogí de hombros, como diciendo: “lo siento, pero esto es así”. Sin embargo, no me apeteció mucho responder a la pregunta sobre mi padre. Tal vez él ahogara sus penas en alcohol, y yo en trabajos y horas extracurriculares. Qué absurdo, qué mal ejemplo a seguir, vaya un consejero pésimo.

La canción de Arturo no la conocía del todo, pero oye, no estaba tan mal. Luego de eso subió Lémoni y al final a Iroh le dio un poco la risa floja cuando vio que se estaba convirtiendo en un karaoke improvisado. Le encantaba que la gente disfrutara de la música y él se lo estaba pasando bien, pero empezaba a sentir los brazos un poco resentidos. Pronto tendría que descansar.

-¡Excelente, dale caña!- Le dijo a Lémoni antes de inclinarse a por un trago, subiendo y buscando a Belle con la mirada que le hacía morisquetas y muecas y él no se estaba enterando mucho. Acompañó la canción que cantaría Lémoni, notando que tenía muy buena voz y cuando acabó alzó las cejas - Quizás encontramos a nuestra cantante líder- Le dijo a Nicho.  La verdad es que Lémoni estaba perdidamente borracha y Nicho iba por el mismo camino, nunca lo había visto coquetear pero oye… ¿Para qué estaba la vida sino para divertirse?

Aprovechó el momento entre el pelirrojo y la peliverde para hacerle una seña a Nicho de que iba a parar un poco. Se incorporó después de que Belle se fuera a mirar a los otros dos preguntándose si tenían eso en común, estar pendiente de los brutos de sus hermanos por defecto. Sin embargo, ahora que estaban sus padres se lo tomaba con más calma. Bajó del “escenario” con su bebida en mano escuchando la música que colocaban de fondo mientras todos se tomaban un descanso.

-Hey- Le dijo a Belle tocando su hombro para que le prestara atención -Déjalos cometer los errores que tengan que cometer- Era mejor golpearse con la piedra y aprender. Nadie tomaba en cuenta los consejos de los demás -Y vamos  a bailar- La cogió de la mano para arrastrarla a la pista de baile acabándose su trago -Escucha la letra de esta canción- Musitó al reconocer los acordes y le sonrió antes de atraerla un poco hacia él para bailar.

El mundo para Lemóni era diferente en ese momento, pareciera que la timidez había muerto ahogada en una copa de vino, dejando expuesta la capa oculta de su personalidad, una más libertina, intensa, y quizás demasiado cariñosa, lo podía sentir, aunque seguramente solo lo sepa ahora, porque sí algo queda claro es que su cabeza será un desastre por la mañana.

Veamos, lo primero que pudo ver fue qué, en el orden de canciones, la siguiente qué siguió desde que se ha fijado fue la canción de Arturo, que hasta donde había podido pillar era más o menos tan random ahí como ella.

¡Wuuu! Qué para no servir para cantar, lo has hecho genial lo mismo.~

Y por supuesto, mientras estaba metida en la fiesta, se había olvidado totalmente de los tortolos, uno tan amargado como su maestro y el otro tan borracho como ella, seguro era la risa lo que sea que estuvieran haciendo, pero a ella eso no le concierne.

Ahora tenía un asunto qué le importaba mucho más, y ese asunto tenía nombre: Nichollas, mismo de quien no pensaba despegarse, olía muy bien, ¿O es ella la rara por disfrutar de ese aroma?, quien sabe.

Claro que sí.~

Y ante el cumplido qué obtuvo de regreso, emitió una risita, eso le gustaba, aunque no tanto por el cumplido per se, si no por el hecho de que él le seguía el juego con el acercamiento y eso le gustaba mucho.

Ow, ¿En verdad?, creo que son más razones para mantenerme cerca.~

Tambien le gustaba ver como se quitaba la sobrecamisa, momento qué aprovechó para inhalar profundamente, y asimilar bien el aroma en el calor del momento, sin siquiera preocuparle qué estuviera con un montón de desconocidos qué podían verla perfectamente, y el hecho de que Nichollas en sí también era un poquito un desconocido, solo que más conocido.

Seguro que lo será... ¿Oh, en verdad?

Y en caso de ella... Pues muy inocente no se muestra, aunque sí se ruboriza más cuando le guiña el ojo, es inevitable.

Y la canción, es muy tierna, de verdad, y a ella también le gustan esas cosas, así que sonríe y lo aprecia, también se dedica a mecerse en su sitio más que bailar, más que nada para dedicarse a apreciar la canción, incluso en su embriaguez.

Luego de eso, y de alguna qué otra canción más, finalmente le llegó el turno y Iroh se lo hizo saber.

¿Huh? ¡Vale, gracias!~

Y que bueno que lo hizo, porque está como una cuba, y si no se lo recuerda, ella se pierde.

Entonces volteó a ver de nuevo a Nicho.

Creo que es mi turno de dedicarte algo.~

Aseguró y bueno, era claro que en el estado en que estaba no podrían esperar el tipo de cosa que dedicaría normalmente, la canción que iba a poner sería tan desenfrenada como ella misma ([Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]) tomaría el micrófono, y luego procedería a cantar

Fresh outta the suitcase now I'm ready
New town, same story, different night
Steppin' into the evening feeling deadly
The moonlight brings me back to li-i-i-fe~

Entonces murmuro un pequeño encantamiento, y creó una pequeña esfera de luz pálida a un lado de su cara, para generar un contraste de colores que la resalte, luego de esto, empezaría a danzar con el micrófono mientras canta, para marcar el ritmo, sacudiendo su cuerpo a un ritmo bastante fiestero para entrar en calor todavía más, si es que eso se puede.

From Memphis to Los Angeles
Livin' up this life so scandalous
Though it may be a hazard to my health
I’ll give up all my energy
For one more midnight memory
A feeling that is bigger than myself

Conforme avanzan las letras sus movimientos se vuelven más rítmicos, hasta que finalmente, voltea a ver a Nicho, y empieza lo bueno.

You and I
Can set this room on fire ~
If we just light it up
Take my hand
Don’t call it a one night stand
Let’s call it one night love ~

Y extendió su mano hacia él, como si realmente buscara qué se la tomara, aunque seguramente estaría ocupado con la guitarra, así que por supuesto es meramente parte de su mismo baile, uno que lentamente, se volvía invitante, aunque no perdía el aire de libertinaje sin motivo.

Oh, Id like to know you better
There’s a rhythm to the colors of tonight ~
Its supernatural
In black and white
But let’s add a little red and we can
Set this love alight ~

Y entonces cambió el color de la luz a rojo en un chasquido, cosa que hacía tomar un tono rosaceo a su pálida piel, y resaltar sus ojos qué de por sí son de un color rojo carmesí, antes de que volviera a su baile anterior, manteniendo el ánimo fiestero, y sobre todo, sudando, aunque poco le importaba, se veía poseída por el ambiente fiestero.

From Memphis to Los Angeles
Livin' up this life so scandalous
Though it may be a hazard to my health
I’ll give up all my energy
For one more midnight memory
A feeling that is bigger than myself

Luego otra vez volvería a voltear a ver a Nicho directamente, volviendo a movimientos menos inocentes por segunda vez.

You and I
Can set this room on fire ~
If we just light it up
Take my hand
Don’t call it a one night stand
Let’s call it one night love ~

Está vez incluso movió los dedos de su mano para evocar el movimiento de las llamas, y por supuesto, en usar el movimiento para resaltar su cuerpo, segundos antes de llegar al pináculo de su ritmo.

I’ve always dreamed about this moment
Let’s take it all the way to tonight
I’m tired of waiting
Let’s get rotating
Right now
Everybody
1 2 3 Let’s dance!

Entonces empezó a usar pasos más abiertos, giros, y a marcar fuertemente el ritmo del momento con sus pies, a la vez que se ayuda de la luz para darse un aire de celebración... Y una vez hecho esto, vuelve con Nicho, pero esta vez, sin intención de despegarse más.

You and I
Can set this room on fire ~
If we just light it up
Take my hand
Don’t call it a one night stand
Let’s call it one night love ~

En esta ocasión tomó pasos en su dirección, y para este punto había sudado tanto que la ropa que traía se le había pegado bastante al cuerpo, cosa que dejaba entrever qué sí bien no tenía un busto grande del qué presumir, la cadera es una historia totalmente distinta, y mismamente se acercaba meneando esta, con el mayor descaro qué le fuera posible, y con naturalidad además, se notaba qué disfrutaba haciendo esto.

Hey there pretty boy in the front row ~
Tell me what you wanna do ~
I’ll stay here all night long
Waiting for you to make a move ~
Maybe just a little one two step...
So I know that you can feel the groove
Once you start you won’t wanna stop ~
Take ya places that you never knew ~

Y en su profunda ebriedad, además de consumida por la misma intensidad qué ella había estado creando, mezclado con el hecho de que nadie le estaba parando los pies, levitaría hasta la altura de Nichollas, y acercaría su rostro al de él con una evidente intención... Pero no llegaría a ver cual seria su reacción...

¿Huh? ¿En serio? ¡Sería genial!~

Suerte qué Iroh la distrajo con su comentario y que con tanto alcohol encima tiene el agarre de atención de un pez dorado, porque la verdad que ya estaba escalando con una velocidad demasiado exagerada.

Pues claro, soy de los 90´s—respondo ante el hecho de que todas mis menciones son de esa época. También me es muy curioso el hecho de que no solo exista Titanic, sino también Titán, parece que la moda de adaptar novelas comenzó antes aquí—sí, las originales, con todo y “Hasta la vista, Baby”, si los clásicos, el boom de los dinosaurios afectó a todo mundo en su momento—cuando mencioné Matrix ella reaccionó de forma muy distintiva, ¿signos de estrés post-traumático?, probablemente sufrió de alguna manera ante los eventos de esa IA loca, al percatarme de esto, planeaba disculparme, pero ella solo siguió la plática y tomando un trago. Supongo que es su forma de decir que cambiemos de tema, y asentí.

Algunos bajones por aquí o acuyá, si hubiera cantado a capella, mi presentación habría pasado sin pena ni gloria, supongo que puede catalogarse como un Ok, a secas. Mucho mejor de lo que podría haber esperado sabiendo mi capacidad cantoral, incluso tuve un grito de ánimo hacia mí por ahí, o eso me pareció escuchar. He de decir que me hizo gracia lo dicho de Nichollas sobre el auto-tune, porque era una gran opción, pero ya era demasiado tarde para tomar esa ruta en el karaoke y tuve que seguir la corriente sin detenerme—¡por su pollo que si!—respondo a Nichollas cuando termino y alzo la mano para hacer un High Five—supongo que hay que intentar todo al menos una vez—reconozco ante Bella. La palmada en la espalda no lo esperaba, pero es agradable sentir alguna clase de aceptación. Desde que me metí en este mundo de sociedades secretas y sus locuras, siempre hay mucha reticencia a tu presencia si no lames las botas a miembros de mediano-alto rango, aun si no es tu deber o si logras cierto grado de éxito antes de tiempo. Así que los sentimientos de hermandad o familia rara vez se van a sentir. Luego de mí, siguió Lemoni al estrado y presentó su propio show. Sorprende a todos con su gran cantar a pesar de su estado etílico, con todo y trucos mágicos, así como un bailar que contrasta con el atuendo que trae puesto.

Ahora el dueto se puso a descansar y dejaron algo en automático, y de pronto 2 parejas se formaron. Por lo que mejor me separo del grupo para darles espacio. Khan y su otro amigo, están en el balcón, parece que uno de ellos se ha pasado de copas por las interacciones que puedo notar a lo lejos.

Puede que sea la emoción del momento, pero ya estoy pensando en otra canción para el karaoke. Pero esperaré a que las cosas se vuelvan más movidas de nuevo. Por lo que me distraigo con mi bebida y alguna botana que encuentro por aquí. También empiezo a deambular por la sala, viendo la decoración ajena a la fiesta, la decoración original de la casa, la decoración de los Tepes, ¿Qué historias contarán?, ¿Cómo su linaje sobrevivió mientras en mi mundo acabó en una triste historia de amor? (mucho mejor que la de Crepúsculo he de recalcar)

Asentí como un bobalicón cuando Lemoni si en verdad podría ser la más mejor groupie o la mejor voz, como había dicho Iroh. Y es que, estaba demasiado ocupado con mis cosas y con las hipnóticas cosas de Lemoni, el color de su piel, el olor, el calor, su danza y su risa, como para responder con coherencia a Iroh cuando … bueno cuando habló. Ni siquiera sé que me dijo con total seguridad, pero supuse que iría a descansar, de modo que le alcé el pulgar asintiendo con una sonrisa abierta, como si hubiera recibido el mensaje. En verdad no, pero bueno, tampoco había que ser muy inteligente como para dilucidar que en verdad se iría a descansar o hablar con Belle o a beber, de modo que él también descansaría de la guitarra un rato. Qué más daba, yo estaba a otra cosa y me las podía defender con mi propio instrumento, si hiciera falta, la canción que le iban a dedicar. Sí, a mí.

Enseguida cogí el ritmo pegadizo de la canción, siguiendo el ritmo de la misma con pitos y un leve movimiento de hombro, embaucado en aquella música, hasta tal punto que los chasquidos dejaron paso a un movimiento más completo del brazo, piernas y hombros, al son de aquellas notas, disfrutando del espectáculo de luz y movimiento que la cantante se había puesto a crear. Joder, le parecía que la muchacha tenía el ritmo en la sangre, y me estaba encantando poder verlo. Quizás fuera el alcohol, quizás las hormonas, quizás la música, o todo, pero en seguida entré en aquel juego que me había propuesto, sonriendo con picardía cuando ésta se gira hacia mí por primera vez y comienza a acercarse, sin poder evitar mirar aquel movimiento de caderas tan mágico. Obedecí a la orden de coger aquella mano sugerente, lanzándome al baile delante de público (que en realidad solo éramos nosotros dos).

De modo que, no sabía muy bien cómo pero acabamos muy cerca, dejando la timidez del primer baile en la sala de entrenamiento. Dibujé un giro aprovechando el giro del brazo aprovechando el coro que cambiaba la estrofa. En aquel momento quedé detrás de ella, apoyando las manos en su cadera, cercanos el uno del otro, hasta que la música le invitó a hacer un movimiento más amplio y dibujar florituras con los brazos, serpenteando en la verticalidad, por lo que necesitó un poco más de espacio, el justo para que ella pudiera cambiar las luces y disfrutar de los movimientos sugerentes adornados con aquella luz, nada tímida, clavando mi mirada celeste en aquellos labios cantarines, siguiendo los pasos cuando la canción dejó paso de nuevo, ya lo había dicho: “Bailemos”. Pues hagámoslo como si no huera mañana.

Y hasta me atreví con el coro la tercera vez, invitándola a Lemoni, de la misma manera que estaba haciendo ella, a acercarnos, a que nuestras caderas se acercaran, que nuestros sudados cuerpos percibieran por el tacto el calor del otro. Sí, el puente musical y el rap invitaba todavía más a descender e incluso a acercarse más. Tanto que al final fueron las frentes las que quedaron próximas, nuestras narices se rozaban, incluso podía respirar las palabras de la canción. Tenía la mirada perdida en aquellos labios que en aquel momento solo gritaban que me acercara más. El algún momento había posado las manos en las caderas de Lemoni y la habría atraído más hacia mí, pero, sinceramente no recordaba hacer aquello, solo… pasó porque me apetecía que estuviera más y más cerca, porque aquella canción me lo decía, me pedía que recorriera los lugares que nunca había conocido. Y fin de la canción. Silencio absoluto. Era el momento, mientras Lemoni levitaba para quedar a la misma altura. Pero entonces, un grito, de alguien, ni idea de quién o qué, me sacó del ensimismamiento. Confundido y algo atontado respondí -¡Sí! ¡Es una fiesta!- ¿Vale, qué había pasado? Empecé a notar mucho calor sofocante, una respiración acelerada que no correspondía al baile y una presión inferior que… bueno. Mierda. -Voy… voy a refrescarme un poco- Usé como excusa para salir de aquel lugar de una manera muy poco digna, chocando patéticamente con Arturo en mi transitar, con el que me disculpé en aquel sofoco, en dirección a un baño para refrescarme la cara.

Alcé las cejas con cierta sorpresa -Pues para tener 50 años te conservas estupendamente- Respondí con sinceridad pero sin malicia, si aquello era uno de los potingues de Sofía quería un cargamento en cantidades industriales. Al menos el muchacho se le veía participativo, y me alegraba que hubiera disfrutado de su canción y de sus cinco momentos de gloria, que siempre son agradables de recibir. -Luego te reto a cantar la mejor canción de Robin Sparkles- Le dije guiñándole un ojo, esperando que supiera de qué canción le estaba hablando. No me falles Arturo, aunque igual la canción ya le pillaba crecidito. Pero preferí terminarme la bebida mientras seguían las canciones, aunque luego se creó aquel momento incómodo y preferí comprobar que todo estaba bien.

Me aparté cuando Justin me indicó, con un gesto que todo estaba bajo su control. Asentí confirmando que había recibido el mensaje y volví a la sala principal donde habíamos montado aquel conciento-Karaoke improvisado. Parecía que no todo el mundo estaba disfrutando de la misma manera la música, alzando la ceja ante el show de mi hermano, sin estar atenta a la letra, que parecía bastante pastelosa. Le observé desconcertada, ignorante de aquella faceta tan… iug. No sé si quería pensar de aquella manera refiriéndome a mi hermano. Casi que prefería los juegos con las lombrices. Me sentía un tanto abochornada, la verdad, solo esperaba que ambos tuvieran cuidado por el otro en ese sentido.

Ay dios, qué estaba pensando. No lo sabía, y me sentía profundamente confundida en aquel momento. ¿Esa ensaladilla estaba allí desde el principio? Se me antojó apetecible en aquel momento, junto con el vino, del que me serví un buen copazo. ¿Vino? Estábamos en una fiesta, y terminé por decantarme por algo más fuerte. Cuando me llamaron por la espalda, volteé a medio trago, con todavía el cuadro de la pareja al fondo, decidí apartar la mirada para centrarla en Iroh, con ligero gesto de desconfianza. Al final, su comentario, casi que me hizo sonreír -Tienes razón. Es solo, que nunca había visto a mi hermano así, ¿sabes? Se me hace raro. ¿Debería tener ESA conversación con él? Ya sabes, la que todo padre, que estuviera en sus cabales, debería tener con su hijo- Sí, porque tuviera que depender de que lo hiciera Setelah, mal. Malditas familias disfuncionales. Lo del baile me tomó por sorpresa haciendo que, para no derramar el líquido, terminé por bebérmelo de un trago para abandonar la copa a su suerte sobre la mesa. Iba a quejarme pero no hubo lugar. Al final acabamos allí, con la música de Avicii de fondo. Obedecí a Iroh y cerré los ojos para escuchar la canción, no estaba seguro de conocerla, le sonaba, pero lejana en los recuerdos. Sí, había leído sobre Avicii y tal pero no en la canción. Muy traída a colación con el tema del carpe diem, disfruta del momento, vive una vida que quieras recordar.

He said, "One day, you'll leave this world behind
So live a life you will remember"
My father told me when I was just a child
"These are the nights that never die"

No sabía qué tenía aquella canción que era terriblemente pegadiza con aquel ritmo pulsátil. Estaba claro que era para que el público se viniera arriba y botara al ritmo de la canción y no sería ella para menos, por supuesto, brazos arriba con movimiento al ritmo y sacudiendo la cabeza, para que el pelo morado flotara de un lado a otro. Sí, lo estaba pasando bien. Como hacía mucho que no lo hacía, en verdad, como no lo había hecho nunca. Entonces llegó ese estribillo tan pegadizo y se lo dedicó a Iroh tratando de cantar por encima de la música, dedicándole aquellas noches que nunca se olvidarían. Y por supuesto en el puente musical, volvió a darlo todo, comenzando cada compás con una palmada. Hasta acabar rendida dejando caer los brazos sobre los hombros del chico con heterocromatismo, formulando la frase de la canción en una pregunta -¿Esta es una noche que no morirá?-

Entonces las luces cambiaron y el ritmo de la canción también, con aquellos golpes de percusión tan marcados que te invitaban a moverte a su ritmo. No conocía la canción para nada, pero había que reconocer que era pegadiza -You and I, Can set this room on fire ~- Le indiqué pasando el dedo índice por su pecho para girarme y darle la espalda y avanzar moviendo los hombros y echándome el pelo hacia atrás con la mano cuando el calor empezaba a apretar. No estaba muy pendiente del show de Lemoni, dejándome llevar por aquel ritmo tan fuertemente marcado. Señalé al Iroh y a mí misma en aquel “You and I”. La verdad es que el cambio de luz también invitaba a meterme en la atmósfera. Sonreí a Iroh mordiéndome el labio mientras me fijaba en él y seguíamos bailando al son de aquella canción, iluminados en rojo pasión, sin siquiera darme cuenta de cuándo acabó la música y Nichollas salía corriendo. -¿Y cuál es la siguiente canción del repertorio?- Le dije a Iroh acercándome a él, contoneándome todavía con el son de la música acabada, dejándome el pelo caer por solo uno de los lados, y jugando con las puntas del pelo.