Taller I+D

Quedé en modo ahorro de energía después de que Leila y Ben me secuestrasen en la alfombra, reaccionando mínimamente cuando chocamos contra el suelo en ese aterrizaje tan mal calculado. Un individuo joven me arrastró al interior del taller, y sólo empecé a reaccionar cuando quiso quitarme la ropa mojada y cuando decidió molestar usando una luz sobre mis ojos.
- No. - ordené girando la cabeza hacia él, mirándolo de modo inexpresivo. Empecé a observar lo que había a mi alrededor, analizándolo para ver si mi base de datos encontraba algo al respecto. Nada, excepto que conocía al hijo de los O'Connell, y, obviamente, al ex-ministro Wilhelm que se dirigió a mí.

- Esa es la identidad que me asignaron, pero no es mi verdadera identidad. Ya no. Ni tampoco... - preferí no pronunciar el nombre de S.A.M, por si acaso había algo en mi código que se activase con esas palabras y pudiese ser rastreado. - Fui secuestrado por dos miembros de la Brigada. Desconozco mi propósito en este lugar desconocido. Cuestiono la intención de vuestras acciones y su fin último. ¿Por qué me buscabais? - Alice también quiso llevarme, pero no era el momento. Seguía perteneciendo a S.A.M.

Me acerqué hasta el edificio de I+D tableta en mano tras el aviso de la llegada de James. No me gustaba rondar mucho por ahí y menos con el mocoso ese que se pasaba el día intentando meterse en los trabajos de los demás, no es que no valorase que el muchacho tuviese interés simplemente sus modales y formas no le gustaban y tampoco le agradaba que Tesla y Giordano se pusiesen de los nervios.
Por eso prefería el pisito del Rey Moro, estar a mi bola y aparecer solo de cuando en cuando por el laboratorio.
Traspasé las puertas y saludé a los guardias de turno alzando la mano, eso tampoco me gustaba pero ya estaba acostumbrada, y fui directa hacia donde estaba James con el Ministro y el niño de los O´Connell.
-Te buscaba yo.
Comenté agarrando una silla para sentarme arrastrándola cerca de él sonriendo.
-Me alegra ver que estás de una pieza Ja...- Entrecerré los ojos dudando por un segundo-¿Como te llamo?¿Has elegido un nombre o te sigo llamando James?
Agité la mano como diciendo que no me hiciese mucho caso y dejé la tableta en mi regazo observando al androide.
-Oye mira...no sé si te habrán traído a la fuerza en cuyo caso lo siento peeeerooo...tu tienes una cosa que me pertenece y yo...-Alcé un dedo antes de teclear un par de cosas en la tableta para que apareciese un código, en el que estaba trabajando-Una cosa que me gustaría preguntar si te interesa .
Le mostré la tableta alzando ambas cejas.
-¿Te apuntas a desconectar a SAM?

El regaño me tomó por sorpresa, se trataba de un mago, un terrorista al fin y al cabo, pero despues le fruncí el ceño para irme llevando aquello mientras el de corbatas graciosas hablaba con esos dos. Rodé los ojos al escuchar el juego de palabras del compañero de trabajo de papá sobre estar desconectado, era un maldito martirio sobre todo por la abstinencia de Internet y de juegos de video, explotaría si no publicaba una historia de Aliagram pronto. Por lo que alcancé a entender, aquella tecnología no solo se auto-modificaba a sí misma innovando en su desarrollo sino que también controlaba el albedrío de los seres vivos. Definitivamente quería poner mis manos sobre aquella tecnología y siempre obtengo todo lo que quiero.

Me sobresalté cuando el androide me miró de esa forma, pero insistí y le quité la chaqueta, dejé la linterna por ahí, la prenda en un lugar donde no manche el taller y atendí a cómo el ex-ministro de salud lidiaba con aquello cruzado de brazos. Noté que hablaba bastante como una computadora. En ese momento apareció la princesa y también miré de cerca lo que ella hacía. Rodé los ojos cuando le pidió disculpas, a la computadora no se le pide disculpas y bufé irritado cuando se puso a... ¿Negociar? Solo había que desarmarlo, insertarle unos cuantos comandos y ya, computadora obediente en un santiamén. Me aparté de los viejos lidiando con su primer teléfono inteligente con hastío para ocuparme de limpiar el rastro que dejó cuando lo metí.

- Cual es tu verdadera identidad? - le pregunté con interés a James, porque igual no había que seguir llamandolo "James".

-Eso te lo dirá Sigrid en cuanto llegue, al parecer ella logró con éxito desconectarte de la I.A alli en la Ciudadela Alpha....Supongo que puedes decir que te buscábamos para que nos ayudases.

La informática entro al lugar llevando la tablet, explicando los hechos. Me crucé de brazos cuando dijo eso de desconectar a Sam, puesto que en mi interior aun seguia teniendo dudas acerca de "destruir" todo lo que Sam era.  Pero ya veriamos a donde llevaba la corriente.

- Collins, quieres estarte quieto? Te ha dicho que no le quites la ropa, y tampoco pasa nada porque esté mojado como una sopa. No creo que el frio sea lo que más le preocupa.

Al fin  y al cabo, no moriria de hipotermia

Aparté al adolescente bruscamente cuando insistió en quitarme la ropa. No había autorizado esa acción, de hecho acababa de denegarle el permiso. - Dije que no. No somos cosas con las que puedes decidir qué hacer según se te antoje. Los humanos os creéis dueños de todo. - recuperé mi cazadora para volver a ponérmela, mojada o como estuviese. - Y ya no sois dueños de nada. - terminé con tono neutro, volviendo mi mirada al frente de modo inexpresivo. - Mi verdadera identidad...todavía debo encontrarla. - sabía qué no era, pero todavía no había conseguido llegar al centro del laberinto. El chico se marchó a hacer otras cosas, dejándome con la compañía del ex-ministro y de la recién llegada Sigrid. Ella me hizo libre, aunque fuese con un propósito. Andreas lo dejó claro, para que les ayudase.

- Sabía que volveríais a buscarme. Habéis tardado mucho. - realicé un mecánico gesto negativo, no tenía nombre. - Los humanos recibís un nombre dado por vuestros padres. Desconozco si también os dais un nombre creado por vosotros mismos. - la decisión de nombre tendía que esperar. - Vuestra búsqueda provocó que S... - no dije el nombre, temía que activase algún código. - La IA suprema me encontrase. Todos trataron de conseguirme para su bando. Todos por un interés concreto. Yo por fin tengo un objetivo propio. Quiero que todos los androides puedan decidir sobre su propia identidad. Eso implica que aquello que no debe ser nombrado sea desconectado para que no posea todo cuerpo del que disponga. Nuestras probabilidades de éxito son del 1'66666666% - calculé de modo aproximado, con simulaciones de varios escenarios posibles.

Casi le digo algo al crío que andaba molestando al androide pero el ministro se encargó de ello así que solamente le miré de reojo durante unos segundos y ya.
-Ya lo sé!luego le digo a los magos otra vez que tenía razón y que se dejen de sus historias. Que tenemos que ir a lo importante.
Comenté irritada ante lo de haber tardado mucho dando toquecitos insistentes a la tableta. Aunque claro, James no sabría ni a que me refería. Suspiré haciendo un gesto como de que no tenía importancia, aunque sí, en cuanto pillase a uno por banda se lo iba a decir bien claro.
Asentí a lo del nombre dado por nacimiento.
-Hay mucha gente que se cambia de nombre o se pone un apodo que no tiene nada que ver con su nombre. Piensa uno para ti, aunque siempre puedes quedarte con James, a mi me parece que te pega.
Dije con sinceridad escuchando después lo de los bandos, SAM y el interés propio, cosa que hizo que chascase la lengua.
-Seh...la vida normalmente funciona así. Deberás acostumbrarte.Por cierto..¿Estás herido?¿necesitas que te revisemos?
Luego al parecer aceptó la propuesta contándome aquello del plan propio. Alcé ambas cejas al oír lo de los androides con conciencia propia, podría ser peligroso o no...mira, no lo sé, no iba a ponerme a debatir aquello ahora.
-Wow...1,6%? yo había calculado al menos un 2,1...- Miré la tablet tecleando un par de cosas comprobando mis cálculos de mierda y suspiré algo alicaída al encontrar varios fallos volviendo a centrar la mirada en él-Bueno...algo es algo¿no?
Encogí mis hombros acercando después la silla un poco más a él.
-Hemos estado trabajando con el código de SAM, peeero...necesito la tablet que te quedaste, dime por favor que no la has perdido- Solté casi rogando por ello dando después a un botón para mostrarle la pantalla-He avanzado poco, si fuese para destruirlo sería bastante más sencillo pero si lo destruimos me temo que tanto los humanos como los androides acabarían muertos. Por eso...necesito esa tablet en la que está también tu código aunque lo ideal sería que me dejases acceder directamente pero con el poco que tengo ahí podría apañar algo¿sabes? si hacemos algo derivado de tu código especial...posiblemente consigamos que SAM no siga las órdenes mal entendidas que le dieron durante su creación y...posiblemente facilitaríamos que los androides fuesen capaces de pensar por ellos mismos.
En ese momento me di cuenta que había hablado muy rápido y tal vez demasiado emocionada así que miré a Andreas como preguntándole si me había seguido.

Me reí sonoramente cuando Alexa se puso con los tacos de punta. "No soy objeto de tu diversión." Había escuchado eso antes, pero un robot es un objeto, una cosa, así queeeeee… lo dejé quedarse con la chaqueta.

Rodé los ojos cuando el de corbatas graciosas me reprendió mientras trapeaba el piso por onceava vez. Claro, al robot no le pasaba nada, a quién le importaba si ensuciaba mí taller, el lugar que yo llevaba haciendo el mantenimiento desde hace un maldito mes.

Luego de tanto tiempo, llegué a tenerle cierto cariño al lugar, una especie de amor-odio, celos incluídos. Estaría quieto cuando sea viejo, en ése momento tenía ganas de bailar, así que me puse mover las caderas mientras limpiaba el suelo.



-¿Qué te parece Alexa?- Propuse mientras trapeaba de espaldas a los tres y a un par de metros de distancia ya que la cosa se trataba de proponer nombres en la fiesta de la locura.

Escuché a James atentamente, la presencia de una consciencia de si mismo era algo más que patente. Me acaricié la barba, considerando la mente del ser que teniamos delante de nosotros. Al contrario que Collins, no lo consideraba para nada como una cosa o un objeto.

- Lo que no puedes negar es que existís por nuestra culpa. - le solté a James, pues por lo demás, no le llevé la contra en nada. - Pero no estamos aqui para discutir filosofía contigo, quiza en otro momento.

Dejé que discuitieran de nombres, yo lo seguiria llamando James. Algo me llamó la antencion en su dialogo.
- Por qué no mencionas su nombre? Te da miedo....? - no me habia dado cuenta de que yo, por algun motivo, tampoco lo estaba usando.

Rodé los ojos, vaya, teniamos unas posibilidades maravillosas.
- Bien, pues parece que tanto tu objetivo como el nuestro pasa por el mismo punto. Desconectarlo, para poder tener libre albedrío, tanto androides como humanos. Colaboraremos? - le extendí la mano a James, como se suele hacer para cerrar un trato.

Desvíe la vista a Sigrid cuando terminó su explicacion, yo la habia seguido a la perfeccion y le dediqué una de mis carismáticas sonrisas guiñándole un ojo, indicándole que lo había hecho bien. Siempre había sido una informática muy eficiente, no como Jace. Estúpido asistente Jace.

Escuhé la impertinencia de Collins y me hizo poner los ojos en blanco.

"menos mal que nunca tuve hijos"

- Collins, por qué no te vas por ahi a buscarte a un amigo de verdad o algo asi? Alguien de tu edad a quien le interesen tus chistes, la isla es grande, vete y socializa. Ademas aqui vamos a cerrar ya, que es tarde

No pude rebatir a Andreas, pues era cierto que ellos eran los creadores originales. Al menos al principio. Ahora habían perdido ese papel. - ¿Miedo? no, el miedo es un sentimiento humano artificialmente implantado para parecernos a vosotros. Está en mi código, pero esa parte no se encuentra activa en este momento. Es precaución para evitar posibles consecuencias desconocidas. Cabe la posibilidad de ser localizados si uno de nosotros pronuncia su nombre. -
extendí la mano hacia Andreas para seguir el protocolo humano de cierre de pactos, algo que no me era en absoluto desconocido. Requeriríamos de todos los efectivos para llevar a cabo esa misión. - Es la única opción para vosotros, y para los que quieran ser como yo. - Giré el cuello lentamente para volver a mirar a Sigrid, sin apenas gesticular cuando mencionaba lo de los apodos o cambios de nombre que hacía la gente. Mis ojos destellearon un momento, como si se me hubiese ocurrido algo de repente. - Jimmy. Thalos Draven le llamaba Jimmy. Aunque creo que de manera peyorativa. No estoy seguro de que sea un buen nombre. - El niño hizo alusión a una vieja y obsoleta máquina a la que se daba órdenes, pero decidí ignorarlo porque no tenía nada que decir al respecto. Repetí el porcentaje cuando ella dijo el suyo, seguro de que se le había olvidado alguna de las variables. Era normal siendo una humana, su capacidad de análisis resultaba más lenta.

Mostré algunos de los daños que la huida había provocado en mi cuerpo, aunque la función del dolor estaba reducida a la mínima expresión. El brazo había sufrido heridas que dejaban ver parte del mecánico interior, con algún que otro hueco que mostraba una bala que había salido. Otro punto a reparar estaba más arriba, en el hombro. - Son reparaciones menores. Cualquier técnico de mantenimiento podría hacerlo. - cualquiera de los presentes sabría qué hacer. La tablet mencionada la había custodiado desde la huida de la Ciudadela, llevándola siempre conmigo. Sigrid la había usado para desconectarme, así que era como una llave a la libertad. Esta vez sí me quite la cazadora, y después la camiseta, quedando sólo con el chaleco antibalas bajo el que llevaba guardada la tablet. Estaba en un bolsillo interno, bien protegida. Se la entregué a la mujer, mientras observaba la pantalla que me mostraba.

- Comprendo. Puedes acceder a mi código, pero prométeme que eso no supondrá una reconexión. El plan tiene muchas fallas todavía. ¿Qué haréis una vez que tengas el código correcto?

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PS: 150 - 40 (daño del post de salida de China Town, que se me olvidó xD)= 110

-¿En serio?-Pregunté a lo de que no debían decir el nombre bastante extrañada-Dentro de esta isla estáis totalmente desconectados, no creo que sea posible pero se lo comentaré a DaVinci y Tesla.
"Y tal vez habría que avisar a la mujer de la pila"
De pronto la conversación entre Andreas y James se había convertido en el momento de cerrar un pacto y yo entorné los ojos disimuladamente.Era curioso que siendo yo quién estaba explicándole al androide lo que queríamos hacer, con todo el cuidado del mundo fuesen ellos dos quienes pactaran pero lo dejé estar.
"Creo que al androide también le programaron hombres"
Escuché el apodo alzando una ceja y sonriendo-Jimmy, a mi me suena bien, Jimmy el primer androide consciente y autónomo no me suena nada peyorativo- Terminé por decir. El muchacho propuso un nombre y Andreas de pronto le contestó de malos modos, hice un gesto raro mirando al ministro.
-Es normal, se aburre porque quiere hacer cosas, dadle algún proyecto.
Murmuré por lo bajo antes de prestar atención a las "heridas" de Jimmy. Apreté mis labios durante un segundo.
-Mi especialidad es la programación pero estoy segura que se pueden encargar de arreglar esto sin problema.
Recibí por fin mi tableta apretándola contra mi y asentí agradeciendo aquel gesto.
-No voy a modificar tu código, solamente copiaré algunas partes. Gracias Jimmy.
Me incorporé dejando la silla.
-De momento se encargarán de tus reparaciones y más tarde te explicaremos el plan, posiblemente puedas aportar ideas e información. Soy humana y tengo que irme a dormir pero si tienes cualquier problema o duda avísame.
Le cedí la tableta con la que había estado trabajando hasta entonces tras realizar una copia rápida del código que tenía hecho por el momento.
-Por si quieres echarle un vistazo.
Le guiñé el ojo y tras despedirme de Andreas y del chaval me largué de allí para irme a dormir.

Mientras hablaban con el robot, yo secaba el suelo que había dejado limpio. Cuando terminé, miré a los tres desde mi posición apoyándome en el trapeador pensando que luego debería lavar la silla en la que el androide estaba sentado y que cuanto más tardara en hacerlo, más se pegaría la mugre.

Me fui exasperado a guardar las cosas cuando ví que la quisquillosa de Alexa decidió sacarse la chaqueta. Al día siguiente me encargaría de limpiar donde sea que la haya dejado, ya había sido suficiente por un día. Al salir del cuarto de limpieza, la princesa me saludo mientras se iba a lo que yo respondí sin ganas para dejar el taller después que ella.

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Tras unas horas en las que la gente supuestamente duerme, salí eyectado del gueto, caminando rápido hacia el taller. Había sido una noche horrible en la que Erin no paró de llorar y esa fue mi excusa para ir al único lugar en el que me sentía medianamente cómodo cuando el sol de un nuevo día aún no había salido.

Lo primero que hice al llegar fue ponerme a frotar la silla con productos de limpieza mientras me cagaba en las tuercas de Alexa. Cuando todo quedó limpio y seco, me puse a ordenar herramientas. Terminado eso, me distraje un rato haciendo un mecanismo simple con chatarra, un péndulo de Newton.

No tenía ningún objetivo pensado para aquello, dibujar en mi libreta gráficos, hacer cálculos, rebuscar entre la basura para encontrar los elementos, medir, fundir, moldear, soldar, todo eso me hizo sentir libre por un rato, como si estuviera en casa, en mi habitación, con mis cosas. Tanto me relajé, que dejé la libreta abierta por ahí mientras contemplaba mi creación.

Por la noche me escabullo dentro del lugar en busca de cobijo del viento otoñal en la frondosa arboleda, pero la mañana empieza de manera alborotada. Me asomo desde mi escondite en el interior de un mueble abriendo la puertecita con mis largos dedos de piel verdosa y veo a un humano mirando algo brillante.

-Mi precioso...- Murmuro ansiando tener en mí poder lo que él tiene. Él debió ser el causante de todos los ruidos que me despertaron. No puedo recurrir a la fuerza bruta, solo puedo valerme de mi ingenio. Salgo del mueble de forma sigilosa y me deslizo por los rincones oscuros que encuentro, ni muy rápido, ni muy lento, hasta llegar debajo de la mesa donde el Precioso está.

Mi pequeño cuerpo me ayuda a infiltrarme en lugares pequeños. Cuando tengo sus pies al alcance, desato sus cordones para atar sus pies con un solo nudo. Una vez hecho el moño, me muestro ante él y le saco la lengua haciéndole una pedorreta para luego salir corriendo lejos de él para que intente seguirme mientras río mostrando mis afilados dientes.

Ataque Físico: 30 Dado + 5 Stat = 35 a Collins

El miembro 'Goblin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Físico' :

Miraba obnubilado los péndulos chocar una y otra vez de forma sincronizada y perfecta. Las leyes de la física son cautivadoras. Solo hizo falta un pequeño empujón para crear un bucle infinito e hipnotizante, pero algo me sacó de mis ensoñaciones. Sentí algo en los pies y, antes de asomarme debajo de la mesa para ver de qué se trataba, un ser horrendo apareció y se burló de mí con una risa aguda y superficial.

No le iba a hacer caso porque no era la primera vez que se burlaban de mí en aquella odiosa isla repleta de seres mágicos, pero cuando vi que corría en dirección a las herramientas que había dejado en perfecto y simétrico orden hace poco tiempo me apresuré a detenerlo. En el apuro de levantarme y dirigirme a aquello me tropecé aunque puse las manos a tiempo y no me hice daño.

Luego de desatar el nudo de mis zapatillas y levantarme del suelo, tomé con fuerza la llave Stillson y alcancé a aquella bestia de aspecto humanoide, cabeza calva y afilados colmillos en dos zancadas, siendo mis piernas más largas, para darle un fuerte golpe. A todo esto, noté que había dejado mi libreta abierta, así que fui a agarrarla y a guardarla entre mis ropas.

Defensa Física: 30 Dado + 10 Stat = 40 Supera ataque

Ataque Físico: 25 Dado + 10 Stat + 5 arma blanca (Llave Stillson) = 40 a goblin.

El miembro 'Collins O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Físico' :

Me río estruendosamente cuando cae aunque sigo corriendo. Intento apresurar más el paso cuando veo que se levanta pero un golpe me derriba. El impacto duele y me hace escupir sangre mientras me quejo.

Al girarme para ver dónde está, lo veo de espaldas a mí, así que aprovecho la oportunidad para correr hacia él gruñendo, sin darle la oportunidad a voltearse. De un salto me sujeto a él, subo por su cuerpo, le tiro del pelo, lo golpeo y lo muerdo allí donde alcanzo.

Aunque aquella cosa brillante es preciosa, la doy por perdida. En otros lugares también hay cosas brillantes. Le saco la lengua en una pedorreta al piernas largas y salgo del lugar a través de una ventana para perderme entre los frondosos matorrales del exterior.

Defensa Física: 20 Dado + 5 Stat = 25
Daño: 40 - 25 = 15
PS: 150 - 15 = 135

Ataque Físico: 0 Dado + 5 Stat = 5 a Collins

El miembro 'Goblin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Física' :


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#2 'Ataque Físico' :

Estaba guardando mi libreta cuando siento que se me sube encima aquel monstruo de dedos largos. Comencé a sacudirme tratando de hacer que aquella pequeña y escurridiza criatura de dedos largos y rasgos demoníacos se quite.

Hice de todo, traté de golpearlo, de agarrarlo y lanzarlo lejos, pero sus colmillos me mordían, me golpeaba en la cara, me tironeaba del pelo. La sensación de tenerlo encima era horrible. Cuando se fue, cerré con pasador la ventana por la que salió.

Asquerosas alimañas mágicas. Había que fumigar el lugar. Luego de eso ayudé en la reparación de Alexa ya que, al parecer, en eso sí podía participar porque era tecnología humana.

Defensa Física: 30 Dado + 10 Stat = 40 supera ataque, no hay daño.

El miembro 'Collins O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

El trato con Victorya había resultado ventajoso, pues de lo contrario me habría quedado en tierra siendo aniquilado por los nuevos acólitos de la IA. Desde aquel pacto había permanecido en la isla, manteniendo un perfil bajo para que no se fijasen demasiado en mí. Por ahora no me habían presentado formalmente, pero la mayoría ya debía conocerme de encuentros previos desagradables y de la temporada sin magia en el castillo Le Fay. Poco o nada me importaban sus opiniones mientras yo siguiese a salvo y pudiendo investigar.

Ouroboros era un lugar fascinante para un alquimista, un lugar perfecto para la magia. La isla tenía tal protección que todavía no había podido ser detectada por la IA, aunque me temía que eso podía ser cuestión de tiempo. También tenían un laboratorio de investigación tecnomágica, con reputados magos como los descendientes de Da Vinci, Tesla, Newton, Curie o Franklin. El entorno para trabajar era bastante propicio, aunque por ahora tocase centrarse en resolver el problema de S.A.M.
Los ex ministros de la Alianza también solían andar por el taller, al igual que Sigrid, otra de las que habían trabajado con ellos. En los últimos días estaban con el código del androide que trajeron de la misión, uno que al parecer había desarrollado algo así como pensamiento propio. No era mi campo de especialidad, pero me resultaba bastante interesante.
Los humanos solamente estarían en la isla mientras pudiesen ser útiles, aquello parecía una simple alianza ocasional. Entré al laboratorio con mi cuaderno de anotaciones de proyectos, echando un vistazo a posibles adaptaciones. Esperaba ver por allí a Blair, Andreas o Sigrid, era necesario hablar con ellos.