Taller I+D

Mi estrés estaba llegando a un estado crítico con cada día que pasaba, dedicaba mi tiempo a teclear y ayudar en lo que podía a Miller, mi especialidad era estar perfecta y la medicina, sobretodo probar venenos en los pobres infelices de los campos para verlos sufrir, incluso estaba pensando en usarlos como ratas de laboratorio, ¿para qué usar conejos y animales teniendo a los magos que eran aún peores que las alimañas? pero ese pensamiento me cabreaba aún más pues nosotros en ese momento dependíamos de esas alimañas y no podía soportarlo.

Con los días Collins había encontrado algo que hacer y menos mal porque estaba poniendo a prueba mi paciencia, no tenía hijos preferidos, los quería a los tres con todo mi ser pero ¿no podía estarse quietecito como Michael!? y ayudar con su hermana tampoco le vendría mal porque incluso Éamos se las arreglaba para escaparse y cargarle el marrón a mi pobre hijo, los dos rubios se parecían demasiado.

Durante esos días llegó una invitación para una boda, ni me molesté en abrirla y directamente la deseché, cuanto menos tiempo pasara con los magos mejor y si no tenía un vestido precioso, unos zapatos de infarto, buena colonia y un pelazo no me interesaba, boda era boda y yo tenía que destacar, lo que no me esperé fue que Collins se atreviera a ir a ese lugar, uno de los guardias había venido a informar y la cara me cambió de color, no pude pensar en nada más ese día hasta que mi hijo volvió y le esperaba una bronca de mínimo una hora y después otra a su padre -Estoy trabajando día y noche en esta mierda de código ya que tu solo sabes sacar de paseo tu testosterona, solo tienes un trabajo Eamon, cuidar de tus hijos mientras yo trabajo pero ni eso puedes hacer! escúchame bien, esta semana te toca encargarte de Erin y como se te ocurra dejársela a Michael te mato yo misma!- al pobre al final le tocaba pagar el pato pero ya estaba bien de dejar a Michael de niñera.

Después de aquello había seguido con el trabajo de costumbre, esta vez con mi propia tablet y de vez en cuando me encargaba de hacer una copia extra para mi propio beneficio, algo podría hacer con eso, con los datos del androide y todo lo que los magos habían traído de tierra después de la misión de un mes en tierra y ninguno había muerto... una lástima, o ellos eran muy fuertes o la IA un poco inútil y estábamos exagerando

Con la habitual vigilancia, que ya me empezaba a tocar las narices porque no eran mis guardaespaldas y no me leian la prensa, llegué al taller.

"era mas facil cuando podia descargar las noticias de la red directamente...reconozcámoslo....Sam tiene sus ventajas...."

Y en eso estaba pensando cuando en la entrada me topé con alguien, presumiblemente un mago. Eché un ojo, sin ver ni rastro del habitual equipo de trabajo. Estarían por otra sala.

- Has visto a Blair o a Eamon? - Sigrid asumía que no, estaría de resaca, mas pedo que Alfredo. Lo miré de arriba abajo, suponiendo que supiera quienes eran de los que le hablaba.... - Humanos, ya sabes. - dije señalándome a mi.

Me dediqué a seguir repasando mis notas de modo minucioso, aunque siempre atento a mi entorno porque tampoco estaba en un lugar seguro. Vi cruzar a Blair hacia otra de las salas, muy despistada y a lo suyo. Decidí no interrumpirla por el momento, sabía lo agresiva que podía ser la mujer y a mí no me apetecía discutir. Una segunda interrupción vino en forma de ex ministro Wilhelm, que parecía haber sufrido un repentino ataque de amnesia al no dar signos de reconocerme. Humanos, ya sabes. Se señaló a sí mismo y se quedó tan ancho, como si yo no supiera quiénes eran.

- ¿En serio, Andreas? ¿tanto tiempo trabajando juntos y no te acuerdas de mí? Qué decepción. - esbocé una falsa sonrisa como si de verdad me molestase que no me reconociese. - No he visto a tu compañero de fechorías, pero sí a Blair. Cruzó por aquí hace unos minutos. Supongo que no habéis avanzado demasiado con ese código... por vuestro bien y por el de todos más nos vale ir rápido. Sabes tan bien como yo que somos los principales culpables de que esto se nos haya ido de las manos. Se rumorea que te metieron uno de esos chips en la cabeza...- me llevé el dedo a la sien, mirándolo con interés científico. En cierto modo sentía envidia de los posibles conocimientos que hubiese podido adquirir.

- ¿Cómo es estar conectado con la IA? ¿aumenta tu capacidad? ¿eras capaz de decidir algo por ti mismo?

estaba terminando de descargar la información de la última de las placas que habían conseguido los magos en tierra, las otras no estaban en muy buenas condiciones así que solo teníamos fragmentos de información que después habría que ir recopilando pero si esta conseguía aguantar la descarga hasta el final me ahorraría horas de trabajo porque Miller hacía cosas más importantes, reducida a ayudante, que bajeza.

Me recogí el cabello en una cola alta para ayudar con el calor y ya de paso disimular un poco las horribles raíces que ya empezaban a asomar, lo que daría por una buena sesión de peluquería spa... una manicura, una cama para mi sola y una niñera. Me dejé caer en la silla mientras los datos se iban descargando, mirando al techo pensando en cuando llegarían el idiota de mi marido y el borracho de su amigo a trabajar, como si fuera magia un par de voces llegaron a mi y enseguida reconocí la de Andreas pero la otra no me era familiar y a juzgar por lo que decía conocía a los otros dos ministros.

Fui hasta la puerta dónde podía ver perfectamente a los dos hombres hablando -oh, si, vosotros hablad de batallitas y mirad a ver quien la tiene más grande mientras el resto trabaja, que para eso estoy yo- me crucé de brazos y me apoyé en el marco de la puerta después de soltarles aquello con mucha ironía. A Andreas ya lo tenía muy visto así que mi mirada se centro en el otro, lo miré de arriba abajo como si lo escaneara y al ver su rostro caí en quien era -el desertor... así que también has acabado aquí... en serio, dejan entrar a todo el mundo en esta maldita isla ¿por qué no los habíais encontrado antes? - hombres... si es que no podían hacer nada bien por ellos mismos.

El hombre me soltó aquello y me lo quedé mirando sin enteder ni pio. Se supone que lo conocía. Se ve que mi mente habia olvidado su vulgar cara? A ver, mi mente era olvidadiza con la gente que no me importaba pero hasta ese punto?

[color:1e4b=cornflowerblue0]- Por supuesto que me acuerdo de ti! - mentira, todavía no. - Christopher? No, no, ese era tirando a calvete.... - de pronto se me encendió la bombilla y me preocupé por haberme olvidado de Tobías, fue muy importante en el descubrimiento de la antimagia. - Guttenberg. Claro. - me aflojé la corbata intentando disimular el agobio. Efectos secundarios de la conexión prolongada? Me habia costado mucho recordar que ocurrió en la Ciudadela Alpha pero esto eran cosas del pasado en las que yo era dueño de mi mismo.

- Siguen faltando cosas, pero el androide está colaborando con Sigrid. - me faltó decirle algo, que obviamente no pensaba decirle a él.... y es que el código no podia ser tan simple como querian los magos. - No un chip, la pila cervical. El pase a la inmortalidad para la raza humana. Al menos para unos pocos. - chasqueé los dedos - ya, ese era el problema. Cómo es? Como estar en todas partes. Decidir por mi mismo? Pensar si, claro que si. Hablamos mucho. Pero si te refieres al apartado motor...daba igual lo que yo pensara, nunca se manifestaba.

Entonces llegó Blair, que pasó de mi, joder que mal genio... sería por la falta de tinte? - Blair, te estaba buscando. Eamon no está? Una lástima, se pierde una buena vista. En fin, a lo que ibamos... - me acerqué a ella - has hecho algun avance? Por cierto, he estado con Collins en la boda esa de los magos. Un buen chico. Bailó con una bruja y todo. Y otro me soltó una hostia. No nos quieren ni un poquito, eh? - le lancé una elocuente mirada. No podia decirselo a las claras, pero...mi insinuacion era clara...necesitaríamos guardar un as bajo la manga.

Me resultó sumamente extraño que Andreas no se acordase de mí, pero supuse que se habría quedado un poco tonto con eso del chip en el cerebro. No le di más importancia, me interesaba más lo que pudiese contarme del androide. Solté un sonido irónico cuando dijo que esa pila cervical era el pase a la inmortalidad humana. - Una inmortalidad altamente deficiente si pierdes tu cuerpo por vejez o cualquier otra cosa. ¿Sabes que no funciona igual la vinculación de la mente con el cuerpo cuando se les separa, no? Tú identidad se basa en esa unión, y en la continuidad de tus percepciones de manera sostenida a lo largo del tiempo. Por supuesto que sin recuerdos no somos nada, pero también se nos despoja de nuestra identidad si la mente se separa del cuerpo. La magia ofrece una inmortalidad mucho más interesante. Supongo que has oído hablar del elixir de la vida eterna que se se fabrica con la piedra filosofal...- comenté tratando de dejar caer ese tema del que ya había hablado con Victorya en otra ocasión, algo que podía interesar a los humanos. Al final ciencia y magia debian estar unidas, ninguna podía abarcar lo suficiente sin la otra.

Esperaba que Blair hubiese escuchado eso último, pues cuando se acercó todavía estábamos hablando del tema. Le sonreí maliciosamente cuando nos soltó eso de las batallitas y lo de desertor, abriendo los brazos. - Estaría muerto si no hubiese huido. Ahora, casualidades del destino, no nos queda otra que entendernos. Es una bonita tregua temporal. Fue interesante trabajar en vuestros laboratorios, y la paga no estaba mal. ¿Sabéis si alguien estaría interesado aquí en el prototipo de tanque para clones? ando un poco mal de dinero...- me encogí de hombros cuando dijo que por qué no nos habíamos encontrado antes, no había respuesta clara. - Estaba manteniendo un perfil bajo, tengo enemigos aquí, al igual que vosotros. No tenemos muchos amigos, al parecer. - me quedé pensando en la explicación de Andreas sobre esa especie de omnipresencia que había sentido al estar conectado a S.A.M. Eso unido a la inmortalidad era lo más similar a ser una deidad. Claro que él no tenía el control realmente. Arqueé una ceja cuando me pareció que se estaban poniendo a ligar delante de mí, hasta yo pude notar las intenciones del antiguo ministro. Luego habló de cosas que me interesaban poco, como no sé qué hijo socializando.

- Evidentemente, no nos quieren. Cuando no seamos útiles nos darán la patada. Hay que hacer algo al respecto. Y por ahora avanzar en las partes que podamos. No puedo aportar mucho sobre el código, no es mi especialidad, pero sí puedo colaborar con los tecnomagos de la isla para crear aparatos que faciliten la misión. ¿Sugerencias o prototipos en mente? iremos más rápido.

Me quedé mirando a ambos hombres, sobretodo al tal Tobías, no me fiaba un pelo de él mucho menos cuando empezó a dar excusas de su huida y todo el rollo que soltó, yo era experta en excusas y la verdad, pocos podían fiarse de mi así que sabía exactamente como sonaba un embaucador -Pregunta a tus amigos los magos, estamos igual o peor que tu- dije ante su pregunta del tanque de lo que fuera, no me interesaba así que rodé los ojos y lo ignoré.

Andreas reparó en mi presencia y esa frase de ligoteo barato consiguió sacarme media sonrisa -Eres un zalamero- en cuanto estuvo cerca le pasé un dedo del cuello a la barbilla levantando una ceja pero recordarme lo de Collins había sido una mala jugada, mucho más informarme -Ese chico, ¿en qué demonios estaba pensando? y Éamon no se ocupa de ellos, se cree que sigue en la alianza y tiene criada o algo, un día de estos lo apuñalo yo misma- mi mal genio volvió y me llevé una mano los ojos para frotarlos, había desarrollado migrañas entre el estrés y las horas frente a la pantalla.

Tobías abrió la boca nuevamente para darnos información que ya teníamos, no había que ser muy listo para saber que no eramos bienvenidos en la isla, ya nos habían dicho algo de un juicio y sinceramente, esperaba no estar en la isla para cuando ese momento llegara, escaparíamos antes o eso esperaba. -Hmmm... pareces listo, de eso no hay duda, tengo una par de ideas y avances- miré a Andreas señalando al hombre con la cabeza en un leve movimiento -si te fías de él va siendo hora de hacer un plan, no pienso quedarme en esta maldita isla pudriéndome y muriéndome del asco-

- Sé que la vinculación del cuerpo con la mente cuesta cuando el cuerpo es otro. Lo hemos visto muchas veces....pero al final da resultado, sobre todo con sintéticos. Podría replicar un cuerpo exactamente igual al mio, sin usar una gota de magia. Bueno, algunos materiales serían ligeramente distintos, mejores incluso...pero.... tú ya me entiendes. Se le dá poco crédito a lo que una IA puede desarrollar, a parte de guerra. - asentí, sabía de la existencia de la piedra filosofal. - conferiría a ese asunto la conservación de lo orgánico, pero, corrigeme si me equivoco, la piedra filosofal prolonga tu vida mientras tomas el elixir, sin embargo si te...apuñalan, o te disparan...es decir, te hieren de muerte, se acabó, no es asi? Con este sistema no tendría por qué ser asi. Pero claro...queda el inconveniente de que dicho sistema está parasitado por una IA que se cree que debe de controlarnos a todos por nuestro propio bien. O el de la Tierra. O ambos.

Negué con la cabeza, no sabía si alguien queria tanques para clones.
- Ofréceselo, igual lo usan para reproducir dragones o algo asi, que se han quedado escasos... Amigos? Pocos. - me señalé la mejilla, aun enrojecida por la hostia de Ian. - Un loco casi me mata en la boda a base de hostias. No lo culpo, creo que lo torturé o algo. En cuanto dejemos de serles utiles....no nos espera nada bueno.

Miré a Blair, la pobre estaba estresada pero era tan atractiva como siempre, aun con sus migrañas. Ella expuso lo que yo estaba pensando.
- Fiarme de él? Sinceramente, no. - respondi aun teniendo a Tobias en frente. - Pero lo prefiero con nosotros que con el resto de los magos. - me crucé de brazos mirando a ambos. - Está claro que tenemos que frenar a Sam. Blair...pero el botón rojo tenemos que seguir teniendolo nosotros. Les estamos revelando cantidad de informacion en pos de poder detenerlo, incluso de los sistemas de antidesaparicion. Sigrid colabora estrechamente con ellos, y lo entiendo. Pero una vez termine esto, si termina, estaremos vendidos, con el culo al aire. Cero tecnologia. Si quieren implantar un gobierno supremacista en el nuevo orden que creen, no habrá nada que podamos hacer para evitarlo. Pero...Sam busca el equilibrio de las cosas. - me pasé una mano por la barbilla y luego los miré. - Qué? Lo sé porque lo sé. Quizá podamos usar ese algoritmo a nuestro favor. Ya dijimos que no ibamos a destruirlo porque eso mataría a todos los que están conectados a la inteligencia artificial. Pero...no podemos perder lo único que, en siglos, nos ha puesto un poco a la altura del poder que ellos - señalé a Tobías - tienen.

Quedé algo decepcionado por la falta de interés de Blair en los tanques, pero seguí escuchándola mientras hablaba con Andreas de algo de sus hijos. Eso me hizo acordarme del mío con Lorelai, a saber dónde estarían. Probablemente muertos, si estaban en tierra. Difícil sobrevivir mucho tiempo allá abajo. - Es evidente que necesitamos alguna salvaguarda cuando todo esto acabe. Vosotros veréis lo que hacéis con el código...o lo que podéis ofrecer para seguir siendo necesarios. Yo pienso que sería interesante ofrecerles algo para que vayan más seguros abajo...algo que los salve de una muerte inminente...- dejé caer sin dar muchos más datos, sonriendo de manera ladina. Después presté atención a todas las disertaciones de Wilhelm, que estaba particularmente hablador. Era interesante su visión del asunto, a pesar del inconveniente de estar controlados por la IA.

- Depende. La piedra es mucho más que una fuente de eterna juventud, sí, pero hay modos en los que también puede regenerar un cuerpo. No te salvaría de morir en una explosión, por ejemplo, pero tal vez sí de otro tipo de ataques. - a él sí que le interesó lo de los tanques, y la propuesta de los dragones me pareció buena idea, pero no estaba seguro de que funcionase con esa raza. Era más complejo que hacer simples clones antropoformos. - Lo hablaré con ellos. - zanjé sin dar más datos. Rodé los ojos haciendo un sonido de aburrimiento cuando le dijo a Blair que no se fiaba de mí, aunque ya me lo esperaba. En realidad yo de ellos tampoco. - Pues arreglad el código a vuestro favor, siempre y cuando no la jodáis alterando el equilibrio de las fuente de magia en el planeta. Ya visteis lo que sucedió. Veo a vuestra amiga Sigrid muy cerca de los magos...- comenté mientras echaba un vistazo en mi libreta llena de garabatos, fórmulas y dibujos de prototipos. Escribí unas cuantas cosas más, añadidas a las que ya había. - Yo en vuestro lugar tendría una charla con ella. - comenté de manera distraída, caminando hacia el proyector de hologramas mágicos que había en el centro de la sala. Coloqué el papel en el aparato, para que la imagen se proyectase en el aire a gran tamaño.

Proyectos escribió:+Proyecto mutantes e híbridos. Uso de la ingeniería genética con magia aplicada, valiéndose de seres mágicos de los que obtendremos muestras para hibridar.

+Proyecto Piedra Filosofal. Para obtener nuevas piedras (buscar víctimas, ofrecer a potenciales compradores)

+Proyecto cyborgs. Mejoras para seres nacidos SIN magia, consistentes en el uso de tecnología similar a la de los androides para mejorarlos.

+Armarios evanescentes portátiles en cápsula, escapes rápidos.

- Tal vez la última os interese, aunque es algo que se me acaba de ocurrir. Pienso ir a hablar con los Descendientes de la rama tecnomágica, a ofrecerles mi colaboración. El código es cosa vuestra...ya se os fue de las manos una vez, conservarlo en lugar de destruirlo podría ser un error. Ya sabéis que a mi me da igual la raza, los bandos...siempre he estado por encima de esas absurdeces. Seamos prácticos. Un poco de caos nos beneficia a todos, hacemos negocio, sacamos beneficio...pero un exceso de caos nos tiene aquí confinados en este lugar. No me malinterpretes, estar aquí es perfecto para alguien que valora tanto la magia y la ciencia, pero tengo la mala costumbre de querer disfrutar de la libertad de ir a donde me plazca. - añadí con cierto sarcasmo, apartando después el papel de la máquina de hologramas mágicos. - ¿Alguna cosa más antes de que me marche? - terminé con el tono de advertencia, preguntando después de manera bastante neutra. Tenían suerte de que me sintiese particularmente colaborativo ese día.

Werk, werk, werk, werk, werk, werk…
De vuelta a la rutina. Raro que la fiesta haya sido en un día de semana, pero meh… ¡Ah! Tuve mi dosis de regaños. Una mierda, como siempre. Esperé pacientemente a que termine la perorata para poner una puerta de por medio. Nunca admitiría que me dolió, solo soy rebelde, la diferencia es que antes tenían un séquito de asesores de campaña que se encargaba de encubrir los escándalos y ahora no.

Pensaba en lo que me había dicho la Chloe esa mientras caminaba por el pasillo y de refilón veía que estaban en la sala de proyección ¿Mago?¿Yo? Eso iba en contra de la superioridad humana. Los humanos creamos algo que creaba ¿Los magos habían hecho eso? No. Ellos solo destruían y destruían. Me puse a preparar los cafés al tiempo que seguía pensando que debía hablar con papá de eso. Metí la mano en uno de mis bolsillos y toqué el anillo meditabundo.

No sabía si era una buena idea, no quería que piense que era un traidor de la Alianza, pero tal vez era mi oportunidad para demostrarle que podía delatar a los seres mágicos ya que la que me había hablado de los Souls Reapers me lo compartió como algo secreto. Además, nada me asegura que no siga soñando. Saqué la mano del bolsillo y agarré las humeantes tazas de café para llevarlas a donde estaba el resto. Entré en la sala cuando uno de pelo negro parecía tener la intención de irse.

Me acerqué a mamá para tenderle el café caliente, lo mismo para el de corbatas graciosas (puta centralita según papá) y finalmente le ofrecí también al que  ¡Tenía una libreta como yo! Tantee disimuladamente mi chaqueta para asegurarme que era parecida y no era la mía la que él tenía. Cuando lo comprobé suspiré aliviado por lo bajo y alterné la mirada entre él y su libreta. Quería ver lo que había ahí escrito, así que, como quien no quiere la cosa, caminé por detrás de él dirigiendome hacia una silla, intenté ver algo de lo que había escrito y me senté para esperar a que me dieran una tarea.

Esperé a que Andreas y Tobías terminaran su charla existencial sobre la vida y sus cosas que no me interesaban en absoluto, me miré las uñas de todos los ángulos posibles, las tenía horribles, una cosa más que me ponía de mal humor, si al menos tuviera una maldita lima de uñas y eterna juventu... un momento eso si me interesaba, levanté la mirada hacia el mago con cierto interés pero no siguió por el camino que yo quería.

volvimos al tema que nos interesaba más y era la pregunta del millón, ¿cómo nos podíamos salir con la nuestra? y más importante, confiar o no en Tobías -si, yo tampoco me fio de él pero el fin justifica los medios- lo miré un momento cruzando un brazo sobre mi pecho que me hiciera de apoyo para el otro brazo y darme pequeños toquecitos en la mejilla -Muy bien señor Gutenberg, creo que podríamos colaborar-. Andreas aportó su punto de vista sobre lo que teníamos entre manos y no podía estar más de acuerdo, lo primero era tener el control sobre lo que solo nosotros podíamos hacer y lo segundo preparar algo que nos garantizara una huida, rodé los ojos cuando empezó a babear por SAM y su equilibrio, que se buscara un androide y se desahogara con él que al parecer falta le hacía.

al igual que Andreas, Tobías también había remarcado la estrecha colaboración de Miller con los magos, era cierto, ni siquiera tenía el aspecto cochambroso que tenía yo -Habrá que hablar con Miller, respecto al código nosotros nos encargamos, te diremos que hacer en cuanto lo tengamos todo preparado, por el momento estaría bien que nos informaras de los planes de los magos y ya está, por mi puedes irte a darles la tabarra a ellos - mientras hablábamos Collins había aparecido con café, se me ablandó un poquito el corazón y casi le doy un beso pero no, estaba enfadada por lo de la boda -Gracias Collins, ve a ver si puedes mejorar la refrigeración de la placa que se está descargando ahora mismo, no quiero que se queme antes de terminar de descargar toda la información- esperé a que el chico hiciera lo que le pedía para volver con los otros dos -de momento he hecho una copia del código que va desarrollando Miller, intento cambiarlo ligeramente en nuestro beneficio y hago simulaciones pero la necesitamos, hay que traerla aquí cuando acabe de jugar con los magos y recordarle el bando al que pertenece-

Aquella noche de luna llena me había alejado lo suficiente de las zonas pobladas de Ouroboros, marchándome hacia la zona de las montañas. Hacia aquello porque si siempre tomaba matalobos no conseguiría nunca el control de mi transformación. Después de años en el clan seguía sin ser capaz de dominarme, y eso me hacía sentir bastante inútil y estúpido. Otros ya lo tenían perfectamente dominado, y yo no avanzaba. Había practicado con uno de los líderes de los Fenrir, con Altair, con Catherine...pero nada. Seguía siendo un peligro para ella y para Aedan, uno más entre todos los que había. Al menos en las montañas del dragón tendría la oportunidad de zamparme algún asqueroso Pendragon por el camino. Luego todo sería tan fácil como "ah, los accidentes pasan. Mala suerte, idiotas."

Mis cálculos fallaron, porque tras transformarme los dragones me echaron de allí, o más bien tuve que salir corriendo para que no me despedazasen entre sus fauces. En mi huida acabé llegando hasta el edificio de investigaciones, irrumpiendo como una bestia y llevándome la puerta de entrada por delante. Los trozos de puerta quedaron tirados por el suelo, momento en el que comencé a husmear el aire. Nada más entrar me llegó el olor de alguien que despertaba mi odio más visceral, no solo el del licántropo, sino el de mi lado humano. Gruñí mostrando mis fauces ante mis posibles presas, especialmente ante Andreas Wilhelm. Él fue mi primer objetivo. Me lancé hacia él corriendo, lanzando un brutal zarpazo a su pecho.

Miré a Tobías con interés, esa línea de investigación también iba bien. Valoré lo de la piedra, seguía pareciendome mas interesante la fusión de la mente con la máquina, el poder cargarte y descargarte, no estar limitado a lo físico. De todos modos, la piedra filosofal tambien debía de tener su...precio a pagar.
- Cual es el precio de la piedra?

Alcé las manos como declarándome inocente ante lo de volver a joder el equilibrio de las fuentes de magia del planeta.
- No volverá a pasar. Hemos aprendido del error. Al parecer a la señora Tierra le es indispensable esa fuente de energía que no entienden todas sus criaturas para poder mantener el equilibrio. - observé los proyectos que nos mostró Tobias, al final dejó el codigo en nuestras manos. Miré a Blair por aquello mismo. Acudió Collins, trayendo café que a su madre seguro que le venía muy bien. Yo decidí pasarme tambien a la cafeina, seguro que era mejor que los refrescos azucarados esos. - Gracias Collins. Y eso es todo, Tobias. - con lo que le habia dicho Blair era mas que suficiente.

- Puedo sugerir un enfoque práctico con lo de Sigrid? Con recordarle a que bando pertenece....Tenemos que exponerselo de modo lógico, no impuesto. Si imponemos, en este caso, me parece que perderemos.

Algo irrumpió bruscamente en el taller de i+D. Reconozco que al ver al enorme lobo negro me acojoné vivo, tanto que me quedé clavado en el sitio.
- Pero qué...es esto una broma? - dije mientras gruñía y me miraba. Fui a echar mano del taser, o la pistola, al verlo lanzarse al ataque, porque por lo visto no era ninguna broma. Traté de protegerme con los antebrazos la cara, cuello y pecho, de manera que aunque los antebrazos quedaron hechos mierda por su zarpazo no me abrió en canal. Cai al suelo de espaldas, todavía en shock por lo que acaba de pasar, y con esos ojos verdes dando vueltas en mi cabeza, como si los hubiese visto antes ya.

Con la colaboración aceptada por ambos ya podíamos proceder a asuntos más interesantes. No me dieron ningún proyecto concreto, excepto que vigilase a los otros. Aquello me decepcionó y frustró un poco, ser un simple chivato no me parecía un buen reto intelectual.  - Vamos, Blair, sabes que doy mucho más de sí. Os perdéis mi potencial. - comenté con una sonrisa no acompañada por mis ojos. Tampoco tenían todas consigo con lo de Sigrid, y optarían por no presionarla. Presté sutil atención a lo de cambiar el código ligeramente en su beneficio, cosa que no era de extrañar teniendo en cuenta que el código dependía completamente de los manos. Tal vez alguna que otra treta para poner su culo a salvo cuando todo pasase.

- El precio de la piedra...es alto. Muy alto. Aunque según quién pregunte. Se requieren varias almas para crear una. Vidas. - respondí sencillamente, sin darle mucha importancia. Ya había hecho algo así antes, y mentiría si dijese que me arrepentía. Al menos él sí se arrepentía del tema de los satélites. Ninguno sabíamos que tendrían ese efecto, porque con los prototipos pequeños de máquinas que cree al principio. Con el aparato que le di a Novgorod para detener a Anyanka no pasó nada de eso, así que asumí que era más cuestión de las gigantescas proporciones y potencia de los satélites.

Reparé en el chaval que trajo el café para Blair, notando que parecía interesado pero que trataba de disimular. No sabía si le había dado tiempo a ver los papeles que había proyectado con el aparatejo. Tampoco me importaría en caso de que así fuese. Iba a marcharme ya, aquello no daba más de sí, pero en ese momento irrumpió en el laboratorio una bestia furiosa. Chisté por lo bajo tras el susto inicial. Licántropos...les había cogido manía desde cierto incidente con varios de ellos y un incendio de por medio en mi antiguo laboratorio.

- ¡Anda mira! a este le conozco, le tuve transformado en licántropo una buena temporada. Vaya, me siento ofendido por haber dejado de ser el objeto de su odio. - fingí indignación, pero en realidad estaba aliviado de haberme librado de ese zarpazo que se había llevado Andreas. Algo habría que hacer.

Junté las palmas de las manos antes de tocar el suelo, haciendo que parte de éste se transformase en una especie de espiral. Dirigí esa espiral de material hacia la pata trasera del licántropo para atraparlo, o al menos dejarlo ahí inmovilizado el tiempo suficiente si es que lograba liberarse.  - Yo en vuestro lugar saldría corriendo antes de que se suelte, voy a avisar a los cara chapa para que lo atrapen antes de que se coma a alguien. -   tras eso me concentré en el lugar al que quería ir, desapareciendo de allí.

La misión "Hacer que mamá se olvide del enojo" tenía pequeños progresos, aunque su expresión corporal me decía que aún estaba enfadada y que yo aún estaba en capilla. Me dio la tarea de mejorar la refrigeración de la placa a lo cual asentí y me dirigí a ello, dejando a los adultos hablando entre ellos. Estaba trabajando para aumentar la velocidad de las ventilas y por levantarme para traer agua destilada para el mantenimiento cuando se escuchó un gran golpe en la puerta y una bestia rabiosa apareció.

No era la primera vez que veía a uno de esos, había visto a algunos antes en la arena de combate de la Alianza, la diferencia era que antes yo los miraba desde la seguridad del palco o a través de una pantalla pero ahora esos colmillos se veían 100% REAL NO FAKE 6K FULL HD! Luego de derribar a Andreas, el de la libreta actuó, momento que aproveché para moverme y fui corriendo hasta mamá para aferrarme a ella.

-¿Mamá?- Le pregunté en un hilo de voz abrazándola como si mi vida dependiera de no soltarla. Quería hacerle tantas preguntas pero eso fue lo único que logré verbalizar con el miedo que tenía. ¿Qué vamos a hacer?¿Qué nos va a pasar? Cerré los ojos y oculté mi rostro en ella, no podía ver morir a Andreas. Tenía miedo pero su calidez me recordaba a cuando era pequeño y me cobijaba.

A mi eso de las almas o sacrificios.... lo que sea que dijera Tobías me daba igual, pagaría ese precio, total, había muchos desechos en los campos de concentración y al menos así servirían de algo -En los buenos tiempos ya tendrías todas las almas que quisieras y yo un cutis perfecto..- concluí a lo de la piedra mientras pensaba cómo demonios podía conseguir una lima para las uñas.

Si, lo de la magia nos había salido mal pero no por ello íbamos a dejar de investigarlo -el prototipo no dio problemas, tal vez algo más pequeño, pero no es momento de pensar en esas cosas- aunque lo correcto era decir que no teníamos tiempo para hablar de eso, rodé los ojos cuando Tobías dijo que servía para algo más -He dicho de momento, tenemos muchas cosas que pensar y ocuparnos del código- y para eso necesitábamos a Miller y Andreas hizo una sugerencia que me hizo entornar los ojos -ya lo sé... si decide pasarse al bando de los magos estamos jodidos, vamos a dejar a Éamon fuera de esto que seguro la caga-

Collins había ido a hacer lo que le pedí, sabía que estaba enfadada pero intentaba compensarlo, estaba muy orgullosa de él pues nos había ayudado mucho sin contar con las trastadas que solía hacer como romper cosas y largarse solo a la maldita fiesta de los magos. Estábamos terminando la conversación cuando algo echó la puerta abajo, un hombre lobo acababa de entrar dejándonos en el sitio pero mis ojos pasaban de la bestia a la puerta de la sala contigua en la que se encontraba mi hijo, por suerte Michael y su hermana no estaban en el lugar.

Aquella bestia enorme parecía tener la mirada fija en Andreas, el mago actuó rápido y parecía que había conseguido detener al animal pero el ex-ministro cayó al suelo herido, entre la confusión mi hijo había conseguido salir corriendo hacia mi, lo recibí entre mis brazos aterrada no por el licántropo sino por lo que pudiera sucederle a él y de paso Tobías aprovechaba la ocasión para escurrir el bulto -maldito cobarde.. - me aparté de Collins un momento para llevar mis manos a su rostro y que me mirara -Cariño mírame, sé que tienes miedo pero tienes que hacer lo que te diga, voy a apartar al tío Wilhelm de esa cosa, sal por el otro lado, por una ventana o lo que encuentres mientras lo distraigo, ve con tu padre- me temblaban las manos, no quería que le pasara nada a mi pequeño, le di un beso en la frente y lo empujé levemente para que hiciera lo que le había dicho mientras yo tomaba alguna que otra herramienta que había por ahí tirada yendo hasta Andreas.

Me acerqué a aquella bestia  lo justo y empecé a lanzarle lo que tenía en la mano para distraerlo, con suerte lo que lo sujetaba aguantaría suficiente para que Collins pudiera huir y que Andreas se arrastrara lejos de sus garras -PUTOS MAGOS! ES QUE NO SABEN HACER NADA BIEN! NI ATAR A UNA ALIMAÑA ESTÚPIDA QUE NO SABE LO QUE HACE! SI, TE HABLO A TI, ALFOMBRA DE MERCADILLO!- me puse los dedos en los labios pegando un buen silbido de esos que si te pillan cerca te dejan medio sordo, llamando su atención todo lo que podía.

La presa cayó de espaldas al suelo por la fuerza de aquel primer zarpazo, aunque tuvo suerte y no acabó con las tripas de fuera. Lo tenía a mi merced, mi instinto me decía que le arrancase la cabeza de un mordisco. Su olor despertaba un odio irracional en mí, aunque había otro olor en la estancia que me era familiar y que también estaba asociado a malas situaciones en el pasado.

Quise lanzarme sobre Andreas para rematar la tarea, pero en ese momento algo se enganchó a una de mis patas traseras, impidéndome el movimiento. Giré sobre mi mismo gruñendo y mostrando los dientes, sin llegar a tiempo de atacar a Tobías pues se desapareció antes. Tenía la pata entera atrapada en una especie de espiral hecha con material sólido que salía del suelo. Tironeé para intentar soltarme, pegando dentelladas al aire cada vez que Blair me increpaba y me lanzaba cosas. Todos eran presas a batir, y ella sería la siguiente después de Andreas. El chico tampoco se libraría.

Mis garras chirriaron contra el suelo al intentar avanzar, y el material que me atrapaba comenzó a agrietarse y resquebrajarse a base de fuerza bruta. Pronto no habría nada que me impidiese hincar mis colmillos en sus gargantas.

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Éxito: se libera
Fallo: no se libera

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Un par de guardias de Ouroboros aparecieron en la puerta del taller I+D, tardando poco menos de un dos de minutos tras el aviso de que había dado Tobía sobre el ataque de un licántropo. La puerta había sido destrozada por la bestia, así que sólo tuvieron que entrar rápidamente para encontrarse con la escena. Los humanos de la Alianza...debían protegerlos aunque aquello no fuese de su agrado. Y también debían poner bajo control al licántropo negro.

- ¡Retrocedan! - gritó la mujer que se dirigió al licántropo en primer lugar, conjurando un hechizo básico de repulsión para empujar al lobo hacia un lado. Eso provocó que el ya resquebrajado anclaje a la pata se soltase, algo de lo que no se dio cuenta la guardia. Mientras tanto, su compañero fue a socorrer a Andreas. Ayudó a apartarlo del licántropo, y también a levantarlo porque parecía herido. - ¿Pueden correr? huyan de aquí, nosotros contendremos al licántropo, ¡vamos!

Algo atrapó al lobo, cosa del mago que luego se dio a la fuga, pero me fue más que suficiente para arrastrame lejos del alcance de sus garras.

- Dale en el hocico, Blair!! - la animé soltando una risa nerviosa mientras me ponía en pie y me situaba detrás de una mesa, habia que poner artefactos entre el bicho y yo. Veia como lo que lo ataba empezaba a romperse y pensé en atarle algunos cables al cuello, pero cuando di un par de pasos una potente punzada de dolor subió por mis antebrazos, me mareé y aunque no me caí al suelo del todo a poco estuve.

Entraron los guardias y uno de ellos me ayudó a enderezarme.
- Correr? A donde? - le pregunté con tono de cabreo. - Quien nos dice que no hay más lobos de esos esperandonos ahi afuera?

"un maravilloso y conveniente accidente...ahora que casi está terminado el código, verdad?"

Desvié la mirada a Blair y le hice un gesto con mi cabeza.
-Blair, Collins, vámonos de aquí!

Rodeamos la estancia poniendo la mayor distancia entre nosotros y el maldito licántropo, saliendo de allí lo más rapido que pudimos.