Despacho de la General de la Guardia

Después de hablar con Bellatrix había varios temas que me estaban rondando en la cabeza, entre ellos la supuesta muerte de Matvey que escondía cosas raras. Por otro lado estaba lo de Bellatrix y la posibilidad de usar sus portales para salir rápido de la batalla en el caso de que hiciera falta. Solicité una reunión con mi amiga y esta me citó en la guardia.

Dejé pasar el tiempo, tal y como ella pidió, estaría solucionando alguna cosa, y se presentó en la guardia. Un joven me indicó que Amaya no había llegado todavía y que podría esperar en su despacho a que llegara, de modo que obedecí y así lo hice.

Al entrar se sintió un tanto incómoda por la formalidad que parecía que estaba teniendo todo esto. ¿Y si sus sospechas eran infundadas? Hubiera preferido quedar en las cocinas y comer algo mientras hablaban, en lugar de hacerlo en el despacho, que era demasiado... formal. Mientras esperaba se entretuvo leyendo los lomos de los libros de la librería.

Después de dejar todo lo que le había entregado Leila a buen recaudo, se dirigió hacia su despacho en donde según le informaron ya le esperaba Sarah. No sabía que quería decirle acerca de Matvey o Bella, en su opinión el caso estaba cerrado. Descendiente muerto, descendiente juzgada, expulsada y condenada.

Abrió la puerta retrayendo un poco el casco para verla y le sonrió -No tienes buena cara- Como compañera de misión sabía leer muy bien a la pelirroja pero también influía que eran amigas. Le señalo el té mientras se quitaba parte de la armadura y dejaba el escudo colgado al lado de la puerta -Asi que empieza a contarme- Dijo y fue a preparar la bebida para ambas, por su parte, necesitaba ese break muy inglés.

Gire sobre mí misma cuando la puerta se abrió, dejando la lectura de los tomos para otra ocasión. Al ver a su amiga sonrió y se permitió el lujo de darle un abrazo. -Tengo algunas cosas rondando por la cabeza. Tú tampoco tienes buena pinta, ¿mucho lío en la guardia de hoy? Deberías descansar, V podría echarte una mano-

Con el permiso de Amaya, me senté en uno de los butacones, buscando el dispositivo con el que los miembros del consejo nos comunicamos. Gracias a Merlín que alguien le puso histórico al chisme -Vengo de hablar con Bellatrix. Sobre su encarcelamiento. Sí, ya sé que es un tema ya cerrado, ella se declaró culpable y todas esas cosas. Lo sé. Pero… tengo mis dudas. Le prometí que hablaría contigo, dice que quiere ayudar con la misión. Se ofrece a realizar los portales para poder sacar a la gente que baje a luchar contra esa IA… Y sabiendo los problemas de la antidesaparición de los centinelas, quizás no sea una mala idea disponer de más formas de salir de allí, al menos hasta que Giordano se le ocurra alguna otra forma de hacerlo- Suspiré, siguiendo con la mirada a la general, quizás tenían un plan y no lo habían compartido con ella, en ese aspecto, ella era una lego más.

Amaya le devolvió el abrazo con fuerza disfrutando de un gesto de familiaridad después de gestionar todo el tema de Leila -Ha habido un…Homicidio imprudente y estaba lidiando con la acusada y he tenido que llamar a Sayid, ir en búsqueda de la mujer, manejar algunas quejas…V también tiene lo suyo, hubo un ataque de licántropos en el I+D contra los humanos- Suspiró y entonces se volvió a sentarse.

Tomó algo de té y mordisqueó una galleta mientras escuchaba lo que tenia que decirle, puso mirada críptica cuando tocó el tema de Bellatrix.  – Más que cerrado… Es que es tema de Descendientes, Sarah- Expresó poniendo una barrera entre los asuntos de Descendientes y los de la Guardia, porque a fin de cuentas aunque se encargaban de la seguridad y justicia de la isla no podía hacer mucho en ese caso.  

Entonces escuchó lo de los portales y se llevó una mano a la barbilla, analizándolo lentamente. Era una opción muy factible pero tenía fallas. Unas grandes fallas. Una sentencia, por ejemplo -¿Tú confías en ella? Yo confío en ti, pero no conozco mucho a Bellatrix y asesinó contra un miembro del Consejo que va en contra de todo lo que he jurado al pertenecer a la guardia-  Lo cierto es que la reunión sería dentro de poco pero… Un sonido de la puerta hizo que alzara la mano para pedir un momento. Se incorporó, se acercó a la puerta y esucchó todo lo que tenían que informarle sobre V. Asintió, aparentemente ya estaba controlado y el patronus de Benjamin se lo aseguró. Le envié uno de vuelta agradeciéndole su trabajo.

Volvió con Sarah soltando un suspiro -Y ahora un psicópata. ¿Cuándo perdimos el control de la isla? Cuando dejamos entrar a toda la gente que no comprende nuestro equilibrado nivel de vida- Explicó Amaya y se sentó  de nuevo al lado de ella -Creo que podría sugerirlo en la reunión pero el estratega es Sayid, Sarah, pensaste en hablar con él?

Escuchó a su amiga atentamente todos los campos abiertos que tenía en ese momento, mientras se sentaba y cogía el té que se estaban sirviendo. Al menos serviría para reconfortar el alma y pasar mejor el mal día que habían tenido. En comparación con el suyo, el de Sarah había sido como caminar por césped fresco en un día soleado de primavera. Se sintió culpable, pero, definitivamente, no le envidió -¿Le habéis informado a Altair de lo de sus licántropos? Quizás pueda ayudaros a saber quién ha sido y recordarle que debe tomarse la poción, al menos, el tiempo que permanezca en la isla- Recomendó, aunque sabía que su amiga sabía hacer perfectamente su trabajo.

Sorbió un poco de té cuando cerró el tema de Bellatrix de golpe. Aun no sabía ni la mejor parte. -Sí, lo sé. Y por eso, y otros motivos, fue expulsada del Consejo, pero...- Silencio para meditar -No. No termino de confiar en ella. Pero ese es el tema. ¿Y si te dijera que creo que tal asesinato no se ha cometido?- Se removió en el asiento para apartar la taza de té y tomar el aparato con el que los descendientes se comunicaban entre ellos. Le enseñó el mensaje de Matvey, eliminado. Y el de Newton, que decía que debía dejarse de tonterías.

Matvey Rasputín escribió:

Mensaje borrado

Jack Newton escribió:

Jack escribió:Matvey XDXDXDXDXD o mejor dicho XMXMXM POR MERLíN! te has equivocado en el chat. Ya no tiene sentido disimular, diles a todos la cosa.

Apartó el chisme -Odio ser la última en enterarme de las cosas. Pero me da mucha más rabia que me tomen por tonta. Si esto es verdad, que lo parece, no solo Matvey está vivo y por tanto Bellatrix es inocente del asesinato que se le inculpa, sino que encima, los propios compañeros del Consejo traman argucias a las espaldas de los demás. ¿Cómo puedo apoyar a un grupo de personas que lo único que hace es traicionarse los unos a los otros?- No se había dado cuenta de en qué momento se había puesto de pie, cabreada por el tema. Se colocó en jarras porque nuevos mensajes no dejan de llegar a la oficina, y por supuesto, no con mensajes positivos

Suspiró con ella, volviéndose a sentar. Negó y se encogió de hombros -Quizás nunca lo hemos tenido, y todo ha sido una falsa ilusión de tranquilidad… No. No he hablado con Sayid todavía, no sé siquiera cómo sacarle el tema, porque me va a decir, exactamente, palabra por palabra, lo mismo que me has dicho tú. Y como no quiero escuchar dos veces la misma cantinela, me gustaría poder contar con tu consejo- Volvió a coger el té, jugando con él, revolviéndolo pero sin beber, mirando cómo las ondas dan vueltas a la taza en una espiral -Lo mío no son los juegos de policía, eso es cosa vuestra-

-En realidad, creo que no. Se encarga V de eso, pero ahora mismo está hospitalizado. Así que luego veré de informárselo. Lo cierto es que hemos tenido un par de desmadres desde que los clanes se mudaron. Pero no veo tampoco muy… prudente obligarlos a beber la matalobos. Hay unos que son muy puristas- Le explicó a Sarah, estaba muy segura de que ella entendería lo que era ir en contra de la naturaleza de una criatura. Pero sin duda tendría que hablar con Altair para que los metiera en cintura.

-Sarah..¿Qué pasa?- Inquirió cuando la vio guardar silencio. Después ante su pregunta la hizo alzar las cejas -¿Qué?- Preguntó nuevamente pensando que estaba sin duda equivocada, o es que hubiese visto en ningún momento el expediente de la autopsia. Observó entonces los mensajes pensando que era muy extraño, sobre todo el de Jack. No pudo evitar ver los XM y no entender de qué iba así que prefirió no preguntar -Ha usado la palabra disimular. ¿Crees que es un teatro? Y si es así… ¿Por qué?- La curiosidad la carcomía.

-Porque….el Consejo ha sido así toda la vida? – Preguntó arqueando las cejas con bastante sorpresa  al ver la inocencia de Sarah -Eso siempre ha sucedido, Sarah…Son temas políticos. Pero tiene que haber una razón para todo esto. Es decir, Bella misma se tildó de culpable- Insistió  haciendo una leve mueva. Se sacudió un poco el pelo corto y luego se pasó la mano por la cabeza, con un gesto de agobio. -¿Matvey se ha pronunciado? – Le preguntó nuevamente -Tal vez Matvey debería exponer sus razones como lo ha enviado Jack, y de esa forma aclarar ese problema. Entonces se puede ver realmente de qué iba lo de Bellatrix. Creo…que os conviene una reunión de Consejo. Convocando a Matvey...y a Bella-

Miré con cara de sorpresa a Amaya cuando soltó aquello de que el teniente estaba en el hospital -¿Cómo? ¿Por qué? ¿Está bien?- Dije con infinita sorpresa, interrumpiendo el discurso de la teniente del tema de los licans. Luego iría al hospital y preguntaría en persona por él. Rodé los ojos, poniéndolos en blanco, sabiendo que tenía razón, y suspirando por ello. -Ya, bueno, pero quizás eso se podía hacer cuando teníamos acceso a tierra, ahora somos muchos en la isla, y no tomarse la poción es una temeridad, al menos que sepan controlar sus instintos…- Quizás no podría contener a todos los seres de la isla, pero al menos, que se pueda hacer algo con los clanes, aunque eso debería ser trabajo de Altair, no mío.

-Ni idea. Pero está claro que algo esconden. ¿El qué?- Me encogí de hombros -Y más viniendo de Matvey y de Jack, que son tan… tan.. pro-Consejo. ¿Quieren cargar el muerto a Bellatrix? Pero en ese caso ella no se hubiera declarado culpable en el juicio… A no ser que ella también esté en el ajo, y no sea tan inocente como nos esté haciendo pensar- Se cruzó de piernas, poniendo los codos en la mesa y se apoyó la cara en la mano abierta. Negó -Desde ese momento nadie ha vuelto a decir nada más… E consejo no va a solucionar esto, ya le tenían ganas a Bellatrix de antes de todo este tema, y a veces, hasta dudo de qué parte está, por mucho que dice hacer las cosas en pro del Consejo. Uhm, tengo mis dudas- Volví a sorber el té, porque lo de Sayid quizá no sea una mala idea, al fin de cuentas -Dime que pensarás en lo de los portales, no deja de ser una buena forma de poder salir del lugar rápido  y con capacidad de trasportar mucha gente a la vez, mucho mejores que los trasladores-

Volví a tomar un poco de té, dejando pasar el tema de las pesquisas sobre el consejo. -Por cierto, ¿qué pasó con la misión a la zona inexplorada? Creí entender que mandarías una expedición-

-Problemas con un drow. Ya está solucionado. Pero aparentemente quedó comprometido con un ojo, así que está internado para ver la evolución. Arleen seguramente se encargará- Explicó moviendo una mano para restarle importancia. A fin de cuentas, estaban allí para eso para proteger a la gente de Ouroboros costara lo que costara. Después con lo de Altair se puso a pensar en que quizás tenía razón -Intentaré reunirme con el Descendiente Altair y luego podría hablar con los líderes de cada clan-

-Deberías preguntarlo Sarah, perdona si no soy de más ayuda pero lo cierto es que los temas de Descendientes …Prefiero no meter las narices. Ni siquiera con mi sobrino- Lo cierto es que su olfato le decía que había gato encerrado porque tal como decía Sarah… ¿Por qué Bellatrix habría de haber confesado? No sabía muy bien lo que había sucedido porque lo había leído del expediente, uno que volvería a revisar por si acaso -¿Se lo llevó Catherine Le Fay, no? ¿Y luego Lucio? ¿Quién fue el que dio la noticia de su muerte exactamente?- Cuestionó   y después escuchó su análisis soltando un “tsk” por lo bajo -Esto de la política no es lo mio, cada vez que viene Tao a comentarme algo lo mando a callar… Me da dolor de cabeza-

Tomó también del te, disfrutando del sabor y sólo el momento. – Los portales son una solución bastante buena, pero SAM ahora tiene magos. Y…Oye, no es por nada, pero en el torneo había un hombre que cancelaba magia…No sé. Hay que pensarlo todo. Creo que tenemos que coger todas las ideas posibles para poder escapar-

Lo de la misión hizo que bajara la cabeza y se pasara la mano por la cara, arrastrando la mano con fuerza arriba y abajo varias veces -Fue un desastre. Es decir, hicieron lo mejor que pudieron pero fueron atacados por varios flancos, perdí muchos soldados. Trajeron muestras de una sustancia negra que cubre los árboles y, aparentemente, consiguieron Duendecillos de Cornualles que también tenían esa densidad. Quería avisarte pero lo cierto es que hemos estado bastante ocupados. ¿Quieres que te mande las muestras a algún lado? Y a Damuel, que fue quien lo encontró. Podrá narrarte mejor todo-

Abrí mucho los ojos con la información sobre el teniente, debía estar en horas bajas, para que un drow pudiera con él. Y si encima le han jodido un ojo… definitivamente iría a verlo más adelante, cuando saliera de ver a su amiga. Y aunque confiaba en que Arleen se pudiera encargar, y que posiblemente Lucio metiera mano, prefería ir a verlo en persona, aunque sea para darle apoyo moral. -Luego me pasaré a ver a Vishious, a ver si puedo hacer algo por él-

Hice un aspaviento al aire, para quitarle hierro al tema de la reunión con los Descendientes, era normal que no quisiera meterse en el asunto, ya se encargaría ella -Me alegra que me digas eso, al menos ya no me siento que estoy loca o paranoica. Veré cómo gestiono todo esto- Confirmé a Amaya, para que no se preocupara más sobre el tema de Matvey, frotándome las sienes. -Ni idea. Yo solo vi lo mismo que tú, el espectáculo teatral que montaron en la reunión con los Pendragon...-

Reflexioné sobre lo que añadía sobre el tema de los portales y la magia, tomando un poco de té. No había caído en el tema de la antimagia -Como SAM haya adquirido la habilidad de la antimagia, no habrá portal ni traslador ni polvos flu que nos pueda sacar de esa encerrona. Que Gaia nos pille confesados- Me sorprendió que me dijera con tanta sinceridad que la misión fue un auténtico fracaso. Escuché con atención lo que me contaba sobre la sustancia negra, la pérdida de los soldados. Alcé la mano para que no se preocupara por aquello de no avisarme, eso no era lo más importante de todo aquello -Lo siento por tus chicos, una pérdida irremplazable. Hablaré con Damuel, creo que iré yo misma a ver qué es eso. Una sustancia negra… - ¿Maldad? ¿Petróleo? ¿Sombras? ¿Venenos? Había leído algunas cosas sobre temas de esos, pero, que recordara, salvo los vampiros que controlan las sombras, no había nada en la isla que liberara o tuviera la propiedad de esparcir masas de color negro. Qué raro.

En cuanto a lo de V sólo asintió, ella también tenía que ir pero tenía tanto en su plato que no pudo evitar suspirar como si eso fuera a sacarle un peso de encima.-Sólo…Ve con cuidado, si Jack ha pedido que hablen será por algo- Le sugirió Amaya, esperaba que su amiga no se viera envuelta en todas esas cosas caóticas del Consejo y sin embargo sabía que sería así porque su cargo lo indicaba. -Yo no estaba- Le explicó a Sarah -Estaban V y Fred, yo estaba atendiendo la parte de los campos de cultivo en caso de que hubiese algún problema- Le indicó a Sarah, y por eso toda la información que había obtenido había sido del casco y del expediente.

-Y qué lo digas… - Soltó antes de beber un poco más del té -Si Bellatrix va, habrá que poner un escuadrón que se encargue de protegerla. Es tal vez uno de los miembros más importantes a la hora de la evacuación. Y yo diría que esa máquina es muy inteligente. Nos estará esperando- Le comentó a Sarah, tensando los labios porque lo cierto es que no tenía mucha esperanza de volver de aquella misión y sentía casi un impulso suicida ir a ella; no como a otras donde había bajado con los Descendientes. Aquello era diferente.

-Negra y pegostosa. Es muy extraña y supuestamente…Bueno, yo no sé cómo sangran los Duendecillos de Cornualles, pero su sangre también se parecía a esa sustancia. Es muy extraño, Sarah. Estaba con ellos Newt Scamander, supongo que tendrán ustedes mucho de qué hablar- Sabía que los dos eran expertos en criaturas mágicas y sin duda no podría mandar de nuevo a ese hombre a la zona inexplorada. Era un asunto que no podía enfrentar ahora pero la información que habían traído era profundamente relevante.

Asentí ante la recomendación de tener cuidado. Con el Juego de Tronos nunca se sabía cómo y cuánta mierda podría salpicarte. Y eso que ella estaba acostumbrada a trabajar con excrementos de todo tipo de fauna, pero eran menos apestosos que ciertos trapos sucios del Consejo, como este. Gruñó, porque tenía razón, la General no estaba porque estaba en los campos, después de la incursión. Pues otra cosa que debía preguntarle a V en cuanto saliera de allí.

-Esperemos poder jugar con el factor sorpresa, y que la máquina no conozca todas nuestros ases guardados en la manga- Suspiré, cansada. El tema de la máquina era agotadora, porque era como luchar casi contra dios mismo. Y ella no era mucho de dioses, en todo caso de Madre Gea.  -Le van a salir almorranas de tanto esperar- Solté el chascarrillo casi sin pensar, dándome cuenta casi al momento que tendría que haber cerrado la boca. Me hizo gracia mi propio pensamiento y no pude evitar echarme a reír, lo cual hizo que se pudiera relajar la tensión de la conversación. Tema a tratar con Sayid, le mandaría un mensajito cuando saliera también de allí.

Terminé el té mientras escuchaba a Amaya describiendo la sustancia esa. Le solicité que me la marcara en un mapa, y que me dijera quiénes eran los implicados, lo mismo les preguntaba sobre el asunto. Era algo que llamaba profundamente su atención. Y más si parecía afectar a la fauna y flora local, porque de hacerlo, podría tener repercusiones con los humanos… y ya suficientes problemas había con los Pendragones, SAM y conflictos internos, como para que un trozo de chapapote venga a fastidiarnos.

-Es nuestra mayor ventaja- Le dijo a Sarah cuando habló sobre lo de la sorpresa. Ella tenía que quedarse en la isla, o eso sospechaba. Tendría que delegar muchas cosas pero no podía dejar a los Pendragon aquí sin vigilancia y ella controlaba el metal para ayudar con la puntería de las armas que habían creado. Se rió respecto a lo de las almorranas y negó con la cabeza -Eso implicaría que fuese humano. Supongo que será algo como…”le caerá polvo”- Alzó los hombros, riéndose y la verdad es que le hacía falta ese tipo de momentos que solía compartir sólo con sus más cercanos.

Terminaron el te y las galletas y entonces Sarah le pidió el tema del mapa, no dudó en darle todos los detalles. Tanto del mapa y lo poco que habían podido vislumbrar en la misión. Una lista de las personas que habían asistido y quién se había encargado de recoger las muestras. Después de eso, ambas salieron del despacho con rumbos distintos prometiéndose que tendrían que repetir otra tarde de té y galletas, al menos para desconectar.

Aguardé hasta la salida de Catherine de la sala de juicios, haciéndole un gesto para que me siguiera hasta el lugar privado más cercano que podíamos encontrar. No quería demorar mucho la conversación, así que accedimos al despacho de Amaya mientras ella estaba ocupada con el asunto de llevar a los detenidos a sus celdas. No me pareció necesario cerrar la puerta del despacho, la conversación no sería demasiado larga. - Ahora sí es el momento de discutir los pormenores de la sentencia. Comprende que antes no era el momento adecuado. - comencé a hablar en tono bastante neutral mientras me quitaba el sobretodo negro para dejarlo sobre una silla del despacho. Preferí permanecer de pie, manteniéndome frente a la joven Le Fay. Había cambiado bastante desde sus primeros días en el Consejo, pero en mi opinión aún no tenía suficiente experiencia en manejar situaciones. - Te contradices, Catherine. Primero dices que sería un placer infligirle a Leila el mismo dolor que ella le hizo a la niña y a Kyllian. Eso es sadismo. Da la impresión de que te debates entre abusar de tu poder y mostrarle al mundo una cara que no terminas de creerte. ¿Qué fue ese intento de asesinar a Bellatrix en la plaza, lo recuerdas? yo únicamente he propuesto exilios y medidas proporcionadas. En ningún momento he deseado torturas o asesinatos, como es tu caso. Tus emociones te pueden. Y sí, la maldición la he propuesto como una especie de manera de impedir que, si se le vuelven a cruzar los cables, dañe a un menor. El dolor la impediría acercarse. No te pido que le hagas nada muy doloroso, pero sí lo justo para impedir sus movimientos. - suspiré con cierto pesar, entrelazando las manos a la espalda para erguirme un poco más frente a ella. Todavía me quedaban bastantes cosas que decirle respecto a todos los pensamientos que había metido en mi mente durante el juicio.

- Lo que puede jugarnos en contra es pecar abandonándonos a la laxitud de las normas, permitiendo que hagan lo que quieran en la isla. La Brigada no podrá volver a la isla, así que nadie podrá traerla. Considero egoísta por tu parte que sólo te importe echarla de aquí. Queremos impedir que vuelva a hacer daño, aunque sea de manera involuntaria porque no está bien de la cabeza. Tampoco quiero que se acerque a ningún menor de fuera de la isla. Es por eso mismo que deberás hacerle la maldición. - ella sugería paralizarla, pero por lo que sabía de maldiciones eso equivalía a alguna especie de petrificación, algo poco práctico. Hice una mueca de desaprobación al recordar lo que había mencionado ella sobre la imagen política que queríamos dar.

- De descontrol. Una isla en la que no pasaba nada grave y ahora pasa de todo. Esa es la que estamos dando. Alguien tiene que actuar. Tuve que ser yo el que tomase cartas en el asunto de Bellatrix. Además, necesitamos coordinarnos y ser más efectivos a la hora de efectuar cónclaves. ¿Sabes que Adele Gaultier se nos ha adelantado solicitando la reunión en la que hablamos de la creación de un gobierno mágico? la propuesta salió hace bastante tiempo en la fiesta del renacimiento de Ouroboros, y desde entonces ahí ha quedado. No podemos centrarnos solo en resolver problemas de delincuencia porque retrasa mucho otras labores.

El mensaje de respuesta de Sayid le dio algún que otro argumento. Tendría que explicarle luego porque lo cierto es que los argumentos de Jack, algunos, eran discutibles -Lo comprendo perfectamente, Jack. De lo contrario, no habría hecho una conexión mental sino que lo habría dicho a viva voz- Indicó deteniéndose delante de él y mirándolo seriamente mientras él hablaba.

El hecho de que le sacara en cara lo de Bellatrix hizo que frunciera el ceño -Me contradigo, tienes toda la razón. Pero una cosa es lo que yo deseo hacer y otra cosa es lo que es correcto hacer. Me lo enseñaste tú y todos los Consejeros de la generación anterior. Si algo he aprendido en estos años es intentar controlar mis emociones y no actuar a raíz de ellas. Esa mujer no es de mi agrado ¿Tengo derecho a sentirme como lo hago? Quizás ¿Tengo el derecho para abusar de mi poder y hacer que otros sufran porque quiero? No. Esa nunca ha sido la misión del Consejo ni nunca lo será ¿estoy equivocada?- Preguntó frunciendo el ceño. Tras ello tomó una leve respiración -Es decir… ¿Que si alguien intenta asesinarte delante de mis narices, me tengo que quedar parada y dejarlo irse de flores? Intentó asesinar a Matvey. Y  haría lo mismo con cualquiera de mis colegas. ¿Quieres ser la excepción?- Resumió y luego entrecerró los ojos esperando su respuesta.


¿Egoísta? ¿La estaba llamando egoísta? Catherine dejó de fruncir el ceño para arquear una ceja -A mi lo que me parece egoísta es que una organización que ha estado colaborando con el Consejo desde la reunión en mi castillo, con un documento firmado, sea echada de la isla por el decreto de un solo Descendiente. Eso es… Yo no estoy de acuerdo y pertenezco al Consejo. Es algo que se tiene que evaluar entre todos y no me malinterpretes, que sé que tienes una gran virtud para desestimar mis palabras, no estoy defendiendo ni la actitud ni muchos de los actos cometidos por la Brigada, pero sí que quiero que todos sean conscientes de lo mucho que el grupo de Lykaios ha dado por la isla, lo que han colaborado en la guerra. Ayudaron en las reconstrucciones, la muchacha esa de pelo negro ayudaba en el hospital y seguro que si buscas minuciosamente también verás más que sólo cosas negativas. ¿Qué es lo siguiente Jack? ¿Vas a echar también a los Renegados? ¿A los Souls? ¿Los vas a usar como peones como quiso Bella y después desestimarlos a la tierra que tienen que reconstruir sin ayuda alguna? - Expresó, un tono de voz bastante serio

-Nunca me negué a hacer la maldición en ninguna de sus dos vertientes, tengo un hijo. Hay un amplio espectro de maldiciones, no es necesario hacer una de dolor. A eso me refería-  Tras eso escuchó y lo cierto es que en ese punto de vista no estaba para nada preocupada, tenía razón -Estoy absolutamente de acuerdo con el tema de los cónclaves y también con tomar acciones. Pero lo de Bellatrix al menos lo comunicaste por brazalete a todos, nos diste incluso la oportunidad de opinar. En este caso no…- Se le estaba subiendo a la cabeza y Cath no lo iba a permitir -Adele Gaultier tiene de Descendiente lo que yo de hurón, no tiene palabra ni voto en el Consejo. Es una mujer que sólo desea volver a ser una figura de poder lamiendo las migajas que le quedan en el camino. El Consejo no es un gobierno mágico ni lo será, mucho menos fuera de Ouroboros . Nuestra misión es otra y así que si habláis de gobierno tendréis que invitar a todas las organizaciones. A todas- Dijo con frialdad y mucha seriedad -Si quieres actuar sobre el tema de la isla y su delincuencia…- Se señaló el brazalete -Convócalo y todo estaremos allí. Y quizás así hablemos de que la delincuencia es lo de menos cuando tenemos a los Pendragon acosando a nuestros Descendientes, rompiendo nuestros lazos, proponiendo matrimonios y respirándonos en la nuca. Viene otra guerra, Jack. Lo sabes perfectamente…Y cuando venga, yo querré al Consejo, a Brigada y a todos mis amigos de mi lado- Advirtió y levantó un poco el mentón con el ceño fruncido.

Mostré un claro gesto de escepticismo cuando abordamos el tema de Bellatrix, pues recordaba la escena de la plaza a la perfección. No era sólo lo que ella deseaba y lo que al final hacía. - La habrías asesinado de no ser por la intervención de Sayid. Y te recuerdo que para ese momento no estabas impidiendo nada, ni salvando a Matvey. Para ese momento él ya estaba "muerto". - maticé el muerto, ahora que todos sabíamos que había sido todo un asunto bastante turbio y que el nigromante vivía. - Ahí sólo querías venganza, así que no me vengas con que lo estabas protegiendo. Era un cadáver, teóricamente. - no respondí a eso de si quería ser la excepción, no iba por ahí el asunto y yo no estaba hablando de defensa propia, sino de esa ansia de infligir tortura que percibía en ella. Por algún motivo tenía la certeza de que acabaría usando sus poderes para imponerse, no sólo para defenderse.

- Muy bien. Pues presenta ante mis ojos ese documento para que pueda leerlo punto por punto. Dudo mucho que en las cláusulas incluya faltar al respeto al Consejo, atacar a la guardia o provocar desorden público. Es lo que han hecho, pero parece que no lo quieres ver. Que la Brigada haya ayudado no la exime de cumplir con las normas de convivencia básicas. ¿Acaso quieres darle carta blanca para lo que sea? Los otros grupos recibirán el mismo trato si perturban la paz de la isla. - solté un sonido de reproche, negando para mí mismo con la cabeza por el modo en que se estaba poniendo la muchacha. - La ilegalización de un grupo conflictivo que reside en la isla no es material para cónclave. ¿Estás cuestionando mi capacidad de manejar asuntos internos? Perfecto, llévalo al Consejo y pon una queja si quieres. - expresé sin alterar mi gesto serio, estaba claro que la joven estaba deseando discutir mis decisiones. Ya no había respeto por los miembros de mayor edad.

Resultaba que la experta en maldiciones tampoco quería usar una maldición de dolor. Mi gesto fue de cierta decepción, sus antepasados siempre habían destacado por el manejo experto de las maldiciones. - Si te parece le pones una que emita música y brillos. - repliqué irónicamente, parecía que todo en la sentencia de Leila le parecía mal. Dejé ese tema de lado, al final estaba claro que iba a hacer lo que le diera la gana. - Catherine...si hubieses estado atenta el día que se propuso aquello del gobierno... - comencé como si hablase a uno de mis alumnos de primer año, explicando despacio para que no se perdiese. - Sabrías que se habló de un gobierno que incluyese a todos los grupos, no sólo a los Descendientes. Habría una amplia representación. - el tema de los Pendragon salió a la palestra, y lo cierto es que en ese momento no podía importarme menos. No habían dado problemas desde el parlamento. - Proponer matrimonios es terrible, sí...- respondí volviendo a tirar de ironía. Obviamente sabía las implicaciones políticas de aquello, pero no me pareció, ni de lejos, algo por lo que iniciar una guerra.

- Convoca tú el cónclave, Catherine. Tienes ganas de discusión al parecer. Yo no la tengo...y creo que tu actitud lo que hace es debilitar lazos en lugar de fortalecerlos. - no había mucho más que hablar, así que estiré la mano hacia la silla para recoger el sobretodo que había dejado al llegar. No iba a mencionar nada más, pero al final acabé soltando un pensamiento que me había rondado por la cabeza desde hacía tiempo. - ¿Has dicho otra guerra, verdad? Casualmente tú trajiste aquí la última...el día que convocaste el cónclave para implicarnos. Pregúntales que les pareció tu decisión al hijo de Paracelso, al de Snagov, o qué habría dicho Kira. Pregunta eso a todas las familias de guardias que perecieron en la invasión a la isla. Todo empezó aquel día...quién sabe si Jean al final tenía razón y fue el más listo de todos. - terminé con cierto tono amargo, dándome la vuelta para retirarme del despacho. Ya le había dicho lo que debía de hacer si no estaba de acuerdo. Me abrigué antes de salir al exterior, marchándome de allí.

Entrecerró los ojos cuando habló sobre Matvey, algo se removió en su interior. Recordar el cuerpo de Martvey laxo y Bella hablando…Después de que Desmond había muerto, después de que había amenazado a su hijo… Sí, había sido venganza. Pero no iba a responder, se mordió la lengua porque sólo echaría leña al fuego. Se cruzó de brazos mientras seguía oyendo todo lo demás.

-De acuerdo, lo buscaré… Repito, Jack, porque parece que no me escuchaste bien. No estoy defendiendo muchos de los actos de la Brigada pero no creo que merezcan el exilio- Insistió. Le parecía injusto -No- Insistió pensando que definitivamente al viejo se le había jodido el aparato de audición -Es exactamente lo que estoy haciendo- Indicó Catherine y advirtió aquello de llevarlo al consejo, asintiendo con cierta dignidad. Si tenía que ser por esa vía no le preocupaba.

Le sorprendió que Jack pudiera usar la ironía y frunció el ceño por su tontería. Ya decidiría ella que haría. Eran SUS maldiciones. El tono que usó luego hizo que se tensara profundamente. Ella…No había prestado atención porque estaba en mala situación con Ian y tenía la cabeza en otro lado -En el que se incluye la Brigada y si está exiliada de la isla donde se organizará todo…¿Cómo será partícipe?- Preguntó arqueando una ceja y tras ello escuchó su siguiente ironía que presionó un botón muy dentro de ella que hizo que le hirviera la sangre -Supongo que ya no mantienes la misma opinión de los Pendragon que el día del parlamento- Indicó negando con la cabeza. ¿Le habrían camelado? ¿Tendrían otra maldita Pendragon que le ofrecieron a alguno de sus  hijos?

¿Ahora ella era la culpable? ¿Cómo se atrevía a decirle eso? Hablaría con Sayid y con  Sean, seguramente verían lo mismo que ella. O Adael y Ling. ¿Y Mei? ¿Dónde demonios se había metido? Lo vio moverse y supo que aquello había terminado pero decidió lanzar una última estaca  pero… Catherine la bloqueó y alzó las cejas. Ella no se sentía culpable de esas muertes.  Pensó que aquello iba a doler de algún modo, pensó que iba a temblar de ira pero no…Una sonrisa patética y triste se deslizó en sus labios mientras negaba con la cabeza -Imagínate las vidas mágicas y humanas que habrías salvado si hubieses apoyado a mi padre cuando tuviste la oportunidad. Nunca habríamos llegado a esto.  No me culpes por la inacción de tu generación, Jack…No hacer nada también es tomar una decisión- Se acercó a él con el ceño fruncido -Pregúntale a Jean si le pesa la muerte de Rhaegar, a Bella si le pesa la de Desmond…Pregúntame a mi por la muerte de toda mi familia. Empezando por mi padre- No añadió nada más porque él se fue y ella se desapareció hacia su casa.

Había decidido surcar los cielos de la isla volando en hipogrifo, pues le apetecía sentir el frío y húmedo aire todavía invernal de Ouroboros. Enero había proseguido bastante tranquilo desde que muchos de los ocupantes, por no decir la mayoría, de la isla la abandonaran. De esta forma pudo recuperar nuevos espacios en los que Sarah había planeado como zonas de crianza para la reintroducción de especies que estaban al borde de la extinción tanto muggles como mágicas. Ya había preparado un pequeño mariposario para Graellsia isabellae, Vanessa atalanta, Vanessa cardui, Danaus plexippus y algunas especies de escarabajos de los bosques.  Gracias a la información de Adael también estaba trabajando en la epidemia de excrementos explosivos y ya la tenía cercada y controlada. Los documentos que consiguió de la torre de SAM sobre la recuperación de los ecosistemas le parecieron francamente interesantes y perdía horas con ellos… el resto del tiempo lo dedicaba a buscar sobre los dragones que, según Bellatrix, volverían. Y salvo cuentos de niños que encontró en la biblioteca de Sean, poco más pudo averiguar. Así, al menos, mantenía la cabeza ocupada. Aquella mañana, junto a varios de sus alumnos, habían ido a perimetrar la sustancia negra del bosque, tratando de cercarla con cuarzos. Aquella sustancia no dejaba de extenderse lenta y silenciosamente.

Y el aire acariciándole la cara le recargaba la vida. Lo necesitaba tanto como el respirar. Por encima de su cabeza, el gruñido de un dragón. Le gritó en lengua dragón un saludo y luego se rio a carcajada limpia. El dragón captó la llamada de la pelirroja y le retó a una carrera por toda la isla.

Así habían pasado varias de las horas del día hasta que dejó descansar tanto al dragón como al hipogrifo. Aterrizó delante de la puerta de la guardia, acarició la cabeza del hipogrifo empezando por el pico y le despidió con una reverencia. Luego siguió con la mirada al animal volar y desaparecer de su vista y fue en ese momento cuando entró en el despacho de la capitana, atravesando los pasillos de la guardia. Tocó la puerta y al no recibir respuesta, entró. Dejó el zurrón sobre el perchero, junto a la capa de piel y se sentó en el sofá. Aprovechó para sacar aquellos libretos de SAM: tenía marcada la página que se refería a la recuperación de las zonas abandonadas de las islas Británicas. Sin embargo le llamó la atención la sección que hablaba de Beinn Dearg y cómo la IA describía, con todo lujo de detalles, el desarrollo de la naturaleza de una forma exponencial, casi mágica. Sabía que, cuando la isla cayó en el pasado, parte se derrumbó en aquella zona. Se mordió el labio, sospechando que casi con total seguridad ambos acontecimientos debían estar relacionados de alguna manera… y de ser así, deberían intervenir… Al menos, sería lo más justo…

Amaya estaba sumergida en la organización, revisión y documentación de varios casos y cierres de expedientes. Como General mucha de estas cosas podría haberlas derivado pero le gustaba estar informada de todo. Tanto el proyecto de los escorpiones que, sin duda, ya estaba acabado ahora sólo estaban las pruebas finales. Luego había colaborado con Sarah dándole refuerzos en el tema del área inexplorada y el detalle de los animales y su…¿virus? También había servido de “nexo” y orden para los guardias que acompañaban las construcciones del hospital de Arleen y además la división de grupos para acompañar a los Descendientes que estaban atendiendo misiones en tierra. Sin mencionar los juicios, la derivación de los refugiados a zonas tolerables (cosa que había pocas) y los asuntos propios de la guardia como el incendio en la casa del bosque, entre otros.

Es decir, trabajo hasta los codos.

Oyó la puerta e hizo un gesto para que entraran, sin darse cuenta que no había dado la voz de orden pero… Sarah entró igualmente. Alzó la mirada hacia ella en cuanto percibió que se trataba de la Descendiente y bajó los papeles hacia la mesa, regalándole una sonrisa -Vienes con una propuesta- Expresó mirando cómo empezaba a sacar libretas. Se incorporó. En ese momento no tenía la armadura puesta, sólo el uniforme exquisitamente planchado. Se sentó a su lado, notando que se mordía el labio y por un instante no dijo nada. Sólo…la admiró. Luego bajó la mirada hacia los planos, cogiendo lo primero que pilló para observarlo -Mmm…- Empezó poco a poco a hacer conexiones. No era la primera vez que hacían misiones juntas -Quieres bajar-

Se contoneó mientras cerraba la puerta, usando la espalda para ello -Siempre tengo una propuesta- Respondió divertida la descendiente a la general guiñando un ojo mientras dejaba el zurrón en el perchero. Estaba encantado, de modo que pudo sacar sin mayor problema, un mapa de la isla de Ouroboros que ocupaba toda la mesa. Extendió el mapa en la mesa, pasando por detrás de Amaya apretando su hombro, y le dio un beso en la frente, rodeó la mesa y se sentó en el sofá. Dejó caer el informe de la IA sobre el mapa de Ouroboros donde  estaba dibujado en varias fases, la expansión de la sustancia negra. La línea marcada  última, cuya tinta brillaba reluciente, era la máxima expansión. Solo esperaba que los cuarzos frenaran aquel avance, porque nadie aseguraba que salieran de aquella isla separada y pudiera llegar a la isla grande, la habitada.

Siguió con la mirada a la general hasta que se sentó a su lado y le pasó el informe de SAM que estaba leyendo, aquel con las páginas marcadas. Asintió, en silencio, y arrugó el labio -Creo que sería lo más justo- Y le pasó el texto para le echara un ojo. A pesar de ello le hizo un resumen: -La IA analizó la expansión de la naturaleza en este punto de Escocia que está desbocada. Precisamente es donde cayeron los restos de la isla después de que lanzaran los satélites antimagia- Suspiró, parecía que había pasado una vida desde entonces. Dejó un segundo para que Amaya atara cabos -Si fuera verdad, que estoy casi segura que sí, me siento en la obligación moral de bajar a controlar la situación. Me siento… responsable por ello. Además, si es cosa de naturaleza, tengo algunos ases bajo la manga que podrían ayudar. La isla está cargada de magia, rebosa por todas partes: cada planta, cada persona, cada grano de arena de Ouroboros está cargada de magia. Pero aquí está canalizada, se mueve, se renueva, nos nutre. Pero en tierra, al no encontrar límites, se ha desbocado. No podemos dejarla a su libre albedrío, o de lo contrario podría hacer mucho mal- Luego se encogió de hombros y alzó la mirada al techo -Dijimos que nos íbamos a portar bien, pero soy un poco traviesa y…- Se levantó del sofá, extendió la mano hacia Amaya para que se levantara con ella -… dijimos que nos íbamos a ir de misión juntas. ¡Pues es el momento!- Le invitó, para que fuera con ella.