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INVIERNO

Enero 2.043

Trama XI: After the Blackout (trama de transición y exploración)
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AÑO 2.043
Durante siglos sus mundos permanecieron separados, pero eso terminó. El mundo mágico y el humano se encontraron y se desató la guerra, extendiéndose alrededor del mundo sin control. Miedo, odio, ambición...todas ellas armas poderosas. El choque entre la raza humana y la mágica resulta ya imparable. Uno por uno van cayendo, ¿quién será el primero en morder el polvo?
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Residencia Draven Empty Residencia Draven {17.04.21 21:30}

Residencia Draven Casa-provisional

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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {17.04.21 22:12}

Suspiré y seguí andando, pegado al parque que había a mi izquierda. Metí ambas manos en mis bolsillos mientras continuaba, bajo la lluvia buscando el camino a casa. Izquierda, rodeando el parque, derecha y después derecha de nuevo...hasta llegar al frente. Paré mirando como si fuese la primera vez, después de tanto tiempo. La verja de entrada estaba abierta y alguien se había encargado de abrir el garaje y tomar prestado el coche. -Aquí


Tal vez había sido Marlene, mi esposa ,huyendo de todo el caos. Entré por el garaje, aún conservaba las herramientas o al menos parte de ellas. Pasé al interior llegando a la cocina, todo estaba bastante revuelto, no había televisor, las sillas estaban tiradas por el suelo y la cocina había sido saqueada. -Hmmm...-Continué andando y pronto pisé algo, en el suelo había una especie de tubos de plástico. Fruncí el ceño siguiendo el camino que iba hacia las escaleras.

-Busquemos ropa seca-Acerqué mis pasos a las escaleras pero por el camino, pasando por el salón, tiré de una manta y se la lancé a la doctora antes de continuar. Seguía aquellos tubos con intriga.-Puede que hayan dejado algo útil.-Conforme subía lo olí, paré mis pasos a mitad de las escaleras llevándome el puño a la boca. Conocía muy bien aquel hedor a muerte, era el olor de las calles meses después del comienzo de la guerra. Seguí subiendo aún así y cuando llegué a una de las puertas que estaba cerrada, menos por aquel agujero que parecía hecho con una sierra apreté la mandíbula, tensando todo mi rostro.

Pasé la camiseta sobre mi nariz e intenté abrir. Me costó, no voy a negarlo. Empujé con todo mi cuerpo varias veces. Para ese momento no sabía si Arleen me había seguido o si estaba hablándome. Cuando di el empujón final y conseguí entrar los vi. Las niñas en sus camas y mi mujer, sentada en el suelo abrazando al pequeño James. Sus cuerpos sin vida, consumidos por el tiempo... Miré de nuevo aquel tubo, debía haber sido gas, había sido ella, huyendo de las exigencias de la máquina del único modo que se le había ocurrido. Solté aire de manera profunda tratando de no estallar aunque si que se me habían humedecido los ojos ,mirando de uno a otro constantemente y después volví a apretar los dientes. No podía juzgarla, no había estado ahí para saber la situación. Salí de la habitación cerrando de nuevo y me quedé un rato con el picaporte en la mano, pensando.

Bajé las escaleras. En ese momento no sabía dónde estaba la Doctora, a decir verdad no me importaba demasiado. Tenía algo que hacer. Fui hacia el garaje, los tubos llegaban hasta allí, debía haber usado el tubo de escape. Suspiré y rebusqué entre las cajas, sacando cinta, cuerda, varias herramientas, comprobé la caldera y realicé el camino de vuelta cruzando el salón.-Parece que la caldera funciona, si hay agua estás de suerte. Seguro que tienen un vestidor gigante.-A decir verdad lo teníamos, Marlene era una obsesa de la ropa, y no distaba mucho del gusto de la doctora cuando se vestía para salir de su casa. Jamás había visto a mi mujer en chándal y menos en uno peludo y color pastel, pero si en aquel tipo de prendas que Arleen había usado para ir al hospital cuando le atendía.-Puedes encender la chimenea.

Volví a meterme en la habitación, cerrando la puerta y comencé a trabajar. No podía dejarles ahí, por mucho que mi esposa fuese el ser menos listo que había conocido en mi vida o mis hijos fuesen insoportables, habían sido mi familia. Y no había estado ahí. Por lo menos estaba ahora. Me dediqué a envolverlos en sábanas y mantas, andaba por la casa buscando cosas de aquí para allá y después...después los bajé, saliendo al patio trasero. Aún llovía pero comencé a cavar con una pala, iba a llevarme tiempo, pero era lo que tenía que hacer. Así pasé gran parte de la tarde, enterrando a mi familia.

Cuando por fin terminé, entré por el garaje y cerré aquella puerta. Recorrí la casa buscando el bar, quedaba una puta mierda y la mayoría de las copas estaban rotas pero conseguí algo de líquido, no importaba el qué. Tomé asiento, aún lleno de tierra y lluvia.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {17.04.21 23:05}

Se abstuvo de decirle que con un par de hechizos entrarían rápidamente en calor siempre que tuvieran un techo en la cabeza porque le había advertido que tenía que comportarse como humana, por el peligro que podría acarrear que alguien aún siguiera odiandoles. Abrazándose a si misma fue caminando tras el, sintiendo de nuevo el golpe de la lluvia en su cuerpo. Quería sentarse un poco … algo de pausa. Miró alrededor tratando de grabarse los giros y absorber la imagen del parque. Parecía una buena zona pero en efecto debían estar lejos porque  no veía la noria por ningún lado. ¿Estarían los soldados allí? ¿Cuánto esperarían?

-Esto debería ser ilegal- Mencionó en un susurro mientras iba tras él, cuidado que sus pies descalzos no pisarán ningún vidrio roto. Observó los gabinetes de la cocina y, la verdad, Arleen es Arleen así que a medida que avanzaba fue cerrando puertas y cajones sin perderle demasiado de vista. Vio los tubos con el ceño fruncido pensando que… no, no tenía ninguna conclusión y cuando recibió la manta encima tosió un poco. Sacudió el pedazo de tela para luego ponérselo por encima mientras seguía subiendo las escaleras. La casa en otrora había sido preciosa, aún lo era, pero estaba tan descuidada. Hacía mucho que no había nadie viviendo allí.

Ella también percibió el olor porque… lo había estudiado. Eso explicaría el abandono pero siguió tras él en silencio. -Cuidado… te vas a…- Iba a decirle que esos movimientos no le vendrían bien para su recuperación pero parecía más empecinado en abrirla que otra cosa, lo que la hizo fruncir el celo -Quizas podamos ir a…- Pero abrió y se quedó adentro. La oleada de nauseabundo hedor hizo que Arleen apartará la cabeza y se llevará la manta a la nariz. Prefería oler el polvo que eso. Fue acercándose para mirar y ojeo apenas un poco de la escena pero fue suficiente. La actitud de Gelion generó que le mirara con curiosidad -¿Gelion?-  pero la ignoró y se fue, dejándola ahí. Sola, decidió echar otro vistazo, y abrió la puerta para mirar los cuerpos inertes… y algo… el peluche en los brazos del niño.

"Le conocerás cuando te pida una galleta o su peluche favorito para dormir"

"Es peor si los pierdes habiéndolos conocido, tengan el estatus que tengan"

Arleen se llevó la mano a la boca, conteniendo un gemido antes de cerrar la puerta. Tres… se apartó un poco pensando que Gelion… podría entrar en shock, que podría hacerse daño de nuevo pero cuando bajó las escaleras lo encontró usando herramientas y le dijo aquello de la caldera pero no la miraba a los ojos. Hablaba como si aquella casa no le perteneciera y Arleen supuso que era algún tipo de mecanismo de defensa así que se calló e hizo lo de la chimenea. Se encargó de encenderla tardando un poco porque necesitaba llevar un par de cosas y encontrar otras a través del desastre. Pero… incluso aunque aún llovía abrió las ventanas para que el aire empezará a correr y dejará de estar tan viciado. Recogió algunas cosas que no necesitarán tanto esfuerzo, empezando por la sillas y sillones y encontró una foto, de los cinco. Tensó los labios, era la última confirmación que necesitaba. Los niños eran preciosos y… y se veían como una familia feliz. O eso creyó interpretar. La mantuvo boca abajo sobre una mesa para que no perdiera aquel recuerdo aunque… no sabía exactamente si entregárselo.

Tras eso, fue en busca del baño y del vestidor aunque le daba un poco de … incomodidad vestirse con la ropa de la esposa fallecida de su paciente pero… al descubrirlo, en ese piso, también abrió las ventanas un poco mientras buscaba ropa y encendió la chimenea de la habitación.  Ojeo la ropa por largo rato,  finalmente sacó unos pantalones negros y un jersey grueso de color crema. Los sacudió un poco y los dejó cerca de la corriente de aire pero sin que se mojaran, entonces al ver a través de los ventanales … la imagen le rompió el corazón. Sabía que quería volver a tierra pero nunca pensó que… estaba tan centrada en sí misma que no había aprendido nada de él. Había sido egoísta.

En efecto, la caldera funcionaba y mientras la llenaba pensó que… que aunque debía volver al London Eye le daba mucha vergüenza pedirle eso a un hombre que acababa de perder a su familia. Se quedó en la tina hasta que el frío empezó a apoderarse del agua, entonces salió y se vistió con bastante rapidez. No calzaba lo mismo que la mujer así que optó por ponerse unas medias gruesas y contempló que Gelion seguía afuera así que pensó en todo lo que podía hacer para ayudarlo.

Lo primero era prepararle una muda de ropa limpia y caliente. Lo segundo era prepararle el baño y… tenían que comer. Y sanarlo. Quizás con una buena noche de sueño estaría más despejado para buscar algún vehículo que la llevara allí, o al menos, explicarle cómo trabajaba el metro. Bajo a la cocina para rebuscar y organizar. Lo cierto es que quedaba poco y nada pero consiguió dos latas de atún y una especie de sopa instantánea. Supuso que bastaría. Así que puso a hervir agua mientras recogía un poco unos platos rotos que habían en el piso y seguía limpiando...porque los saqueadores se habían llevado muchas cosas menos los accesorios de limpieza así que hizo uso de ellos en la tarde, intentando mantener la cabeza ocupada.

Luego de horas… en las que había explorado también otras zonas de la casa y dejado la sopa hecha oyó que cerraba la puerta. Tensó los labios. Quizás hasta se había olvidado de que ella estaba ahí. ¿Y si la atacaba? Se mordió el labio e intento ir con el plan inicial. Iba a bañarlo, a llenarle la panza, a sanarlo y a meterlo en la cama. Cuatro puntos de un plan maestro para despejar la mente. Estaría agotado, adolorido y en duelo. Avanzó con cuidado por el salón y verificó que había cerrado las ventanas bien, haciendo algo de ruido para que supiera que iba hacia allí. Cuando lo vio sentado en el piso hecho un puerco, inspiró profundo y se agachó en cuclillas. No iba a quitarle el alcohol pero…

Alargó la mano con lentitud para cogerle del antebrazo, buscando su mirada un instante -Ven conmigo- Pidió suavemente y se incorporó esperando que se levantará con ella.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {17.04.21 23:59}

No había tomado ni un trago, solo estaba sentado pringando de barro y lluvia la alfombra mientras observaba el crepitar de la chimenea. Trataba de pensar, como me sentía. No lo tenía claro. Nunca había sentido un gran apego hacia ellos pero habían sido su familia, suya y era inevitable pensar en los momentos buenos de todos aquellos años. Sobre todo cuando aún no había entrado en la rama política.

¿Habrían acabado así si hubiese seguido siendo un soldado y no hubiese ascendido jamás? Tal vez. Si hubiese estado ahí, con ellos, no podía descartar haber seguido exactamente los pasos que había decidido su esposa. Es más, el mismo pensó que si no conseguían desactivar aquella pila prefería estar muerto.

Seguía sumido en mis pensamientos cuando la mano de Arleen llamó mi atención. Miré a mi brazo, cubierto de tierra, no me había movido a pesar de que no la esperaba. Alcé la vista hasta sus ojos y su petición me resultó extraña. No comprendía.

-Oh...claro, tu coche.-Murmuré antes de dejar la bebida en la alfombra y con ayuda del apoyo de mi mano incorporarme haciendo un sonido de cansancio. Me dolía todo el cuerpo. Miré hacia el garaje pensativo. -Tendré que buscar en los alrededores.-Crují mi espalda antes de ponerme en marcha, aunque no tomé camino hacia el exterior.

Subí las escaleras una tras otra, pasando de largo de la habitación de los niños. Crucé el pasillo hasta llegar a mi cuarto y de éste al vestidor. Abrí un armario y comencé a tocar la pared, presionando hasta abrir un compartimento del que saqué una pistola y comencé a cargar sus correspondientes balas. No era prudente salir desarmado.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 0:24}

No, no es eso- Mencionó pero él no pareció oírla. Sabía que no la estaba ignorando a propósito pero estaba tan sumido en sus propios pensamientos que simplemente pasaba de ella. Le siguió los pasos, después de todo, iban más o menos en la misma dirección. Fue silenciosa y miró su nuca todo el rato que estaban caminando preguntándose si le había molestado durante estas horas. Observó con curiosidad lo que empezó a hacer y lo ignoró apenas unos instantes para ir a encender el agua y que se fuera llenando la tina.

Tras eso caminó hasta el vestidor y observo cada detalle de sus manos, los movimientos seguros con los que manejaba aquellas armas que no le inspiraban ninguna confianza -Gelion- Le llamó un momento pero no pareció darse cuenta y pese a que estaba manejando un objeto que no le llamaba para nada la atención se acercó a él y puso las manos sobre el arma, bajándola.

-Vas a ir a bañarte, vas a comer y vas a dormir. No te atrevas a contradecirme. Se está llenando la bañera, te he sacado ropa y la comida está lista- Las órdenes eran muy sencillas y buscó su mirada para observar a ver si comprendía lo que estaba diciendo -Y cuando tengas la mente clara, me vas a explicar cómo puedo moverme en metro para volver ahí. Me las arreglaré- eso era una mentira blanca, también las usaba para algunos pacientes y no estaba demasiado mal usarlas de vez en cuando. Era lo suficientemente inteligente y capaz para arreglárselas en aquella ciudad. Le tomó del antebrazo con fuerza y empezó a tirar de él hacia el baño, esperaba que no se pusiera en modo pesado e hiciera lo que le había ordenado.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 1:41}

Ambas cejas se alzaron cuando bajó el arma y la miré confuso. ¿Acaso pretendía que saliese sin un arma porque ella confiaba en que el mundo era bueno? Pero no, no era eso. Sus órdenes me hicieron apretar los labios desviando la mirada hacia otro lado.

Negué, negué y después me llevé una mano al tabique de la nariz frunciendo los ojos y apretándolo.-Hay que llevarte con los tuyos.-Tenía que hacerlo y asegurarme de que llegase viva si no quería que bajasen a buscarla, la encontrasen muerta y me cargasen las culpas a mi.

Cuando tiró de mi, solté el arma porque no le había puesto el seguro y entorné los ojos dando pesados pasos siguiendo su camino.-No podemos perder el tiempo Doc-Comenté cansinamente hasta llegar al baño. Allí me quedé parado, y en ese instante repasé cosas como su tono de voz, mi comportamiento en la casa, sus instrucciones para mí. La miré tenso. Se había dado cuenta.

Había reaccionado sin pararme a pensar. Ahora sabía que aquella era mi casa. Alcé la mirada al techo maldiciendo internamente y tras eso me dispuse a quitarme la camiseta. Cada movimiento estaba acompañado de un crujido, tal vez no sonoros todos pero los sentía. Ahora tendría que buscar otro lugar. Gruñí por lo bajo antes de quitarme los pantalones. Estaba molesto conmigo, por no pensar. Durante horas.

Carecía de pudor, así que sin más me quité los calzoncillos y me metí en la bañera. En ese momento me di cuenta de lo helado que estaba, el agua quemaba pero era agradable. Tomé agua entre mis manos y froté mi cara con ella, volviendo a soltar un sonido similar a un gruñido.-El metro no es una opción.-dejé reposar ambos brazos en el borde de la bañera y la busqué con la mirada.-¿Estás segura de que no pueden localizarte? Quiero decir...sin que me corten la cabeza por esto, claro.

Volví a apartar la mirada tensando la mandíbula.-Me habían apresado. Por la máquina...por crímenes contra los magos.-Sonreí de medio lado negando. Seguía pareciéndome irónico que nos colgasen el muerto de toda una guerra a los cuatro humanos que quedábamos en esa isla.-Tenía que salir de algún modo. Tu no entrabas dentro de este plan.

Suspiré, dejando caer la cabeza hacia atrás mirando el techo. Los músculos ardían pero era agradable, al menos los sentía.-Supongo que mi mujer al final ha sido la más cuerda de todos. Al menos ahora descansan.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 11:37}

Es que era terco. Terco. Terco. Frunció el ceño y su respuesta hizo que arqueara una ceja. En eso tenía razón, mucha razón porque estaba segura de que sus hermanos estarían quemando medio Londres buscándola.  Y en el fondo quería creer que Sayid también -Lo haremos, pero hay que tener ciertas prioridades en orden- Mencionó para que comprendiera un poco su punto de vista.

Pero al menos empezó a moverse, ese era un buen punto -No estamos perdiendo el tiempo. Si sales así de esta casa quizás acabemos peor que al venir- Respondió intentando apaciguar un poco su temperamento pero entonces se dio cuenta de que hizo la matemática. Arleen le sostuvo la mirada, como confirmándole su sospecha. Supuso que en ese momento sobraban las palabras. No iba a decirle nada más allá de hacerle saber, con sus gestos, de que era consciente de lo que había ocurrido y lo respetaba.

Iba a salir de allí para dejarlo sólo cuando escuchó algo en su espalda. Tenía la manía de sonarse todo y volvió la vista hacia su nuca con preocupación. Sin embargo, cuando empezó a desnudarse en serio…Se dio la vuelta, no es que nunca hubiese visto a un hombre desnudo. Es más, lo había visto a él como paciente pero ahora era distinto y prefirió darle su privacidad. Cuando escuchó el chapoteo del agua se llevó la mano a los ojos para ir a buscar la ropa y recogerla con el único propósito de tirarla a la chimenea -¿Por qué?- Inquirió de camino a la salida cuando mencionó lo del metro. Entonces volvió a hacer la pregunta sobre la localización y Arleen se detuvo mirando hacia el techo porque no quería verle a él -Puedo enviar un patronus pero no sé donde estoy. La Guardia seguramente tiene algo…Pero no sé el qué, ni cómo funciona, ni cuánto tarda- Mencionó -Giordano podría tener alguna máquina para buscarme, pero dudo que mis hermanos lo preocupen con eso- Alzó suavemente el hombro -Removerán cielo y tierra- Confirmó -Soy hermana de dos tenientes, prima de la General y esposa embarazada de un Descendiente- Así sonaba demasiado épico pero ella se sentía sólo una molestia y una carga. No dejaba de meterse en problemas.

Impulsiva y estúpida.

Pero era buena persona, eso tenía que valer de algo. Cuando mencionó lo de la prisión, entonces bajó la vista hacia él pero al darse cuenta miró hacia la ropa. La ropa de la fiesta. Hubo algo que…Hizo clic dentro de ella - ¿Sigrid también estaba apresada? - Inquirió -¿Andreas?- Porque si caía uno más valía que cayeran todos. Inspiró -¿Tú te hiciste la herida, no es así?- Inquirió, manteniendo aún la cabeza baja mientras comprendía todo lo que había ocurrido. Claro que no estaba dentro del plan porque no debería haber estado en el hospital. Apoyó el hombro en el marco de la puerta -Así que ahora eres fugitivo de la Guardia de Ouroboros y sumas esta situación a tu expediente- Puso los ojos en blanco y se llevó una mano a la sien, masajeándola con suavidad. Claro que tenía que salir de allí, tenía que venir a por su familia en vez de quedarse pagando sentencia en la isla aunque, en el fondo, supuso que se lo merecía. Sus palabras sobre las muertes de los humanos, allí en la recepción, se profundizaron dentro de ella. ¿Y quién iba a enjuiciar a los renegados? ¿A los Descendientes? ¿Qué órgano iba a apresar a los magos que habían asesinado humanos?

La mención de su mujer hizo que alzara la mirada hacia él con un gesto grave en el rostro -Lo siento mucho, Gelion- Susurró sintiendo que el corazón se le hacía pequeñito. No sabía cuánto tiempo habían estado juntos pero por la edad de los críos…Algo. Y para tener tres críos, creía, debía amarla. A fin de cuentas, no lo veía muy partidario de los matrimonios concertados. Al menos el de ella lo había echado por tierra. Y si ella apreciaba a Sayid por esos par de meses juntos se preguntó qué serían un par de años -De corazón- Murmuró y decidió dejarlo solo, cerró la puerta del aseo y se llevó la ropa hacia la planta inferior tirándola en la chimenea para que ardiera.

Tras eso se fue a la cocina y empezó a calentar la sopa con un gesto escéptico. Miró hacia afuera, el atardecer ya empezaba a caer. ¿Seguirían en el London Eye? ¿Podría arriesgarse a enviar un patronus? ¿O había alguien alrededor que, al ver un poco de magia, acudiría a meterle una bala en la cabeza? ...Una bala como esas que tenía Gelion arriba. Una bala de un arma entre las manos de un hombre que odiaba la magia. Mucho.  Una parte instintiva le dijo que…Debería irse. Esa misma parte le gritó... ¿Qué estás haciendo? Y sonaba, curiosamente, como Vishous. Debería aprovechar que la lluvia había amainado, que estaba seca y vestida, que él estaba distraído bañándose y que… Sí, debía irse pero necesitaba información. Fue al despacho que había visto antes tratando de que sus pasos y movimientos fueran silenciosos, allí había visto las largas estanterías y empezó a buscar algún tipo de mapa, de libro que le ayudara a saber el camino hacia el London Eye. Si el metro no funcionaba, caminaría… Aún quedaba algo de luz de día para hacer el recorrido.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 16:48}

-¿Has viajado en metro alguna vez antes de hoy?-Pregunté alzando ambas cejas, ahí tenía mi respuesta. Cierto era que no debía hacer trasbordo y sin embargo si no conocías la señalización era preocupantemente fácil perderse en él.
Comencé a frotar mis brazos, arrastrando la tierra que había en ellos mientras escuchaba a la doctora hablar. -Hmm-Tarde o temprano entonces, darían con ella. La observé cuando se tituló de tantas formas y después me concentré en seguir limpiándome.-Y Doctora especializada en columnas.-Añadí, porque a mi parecer se había olvidado de mencionar aquello que la caracterizaba para mi y en realidad me parecía el título más importante de todos.

Pasé el agua por mis hombros cuando de nuevo comenzó a hacer preguntas. Negué con una mueca de desconocimiento.-Ni idea, seguramente si.-Había más gente en las celdas pero no me había dedicado a entablar conversación con ninguno de ellos. Si me habían capturado a mi, no veía razones para que Andreas, Eamon, Blair y Sigrid no estuviesen encarcelados. Gruñí ahora en forma de afirmación y después esbocé una sonrisa soltando un pequeño sonido jactante.-No es lo peor que he hecho en mi vida.

No reaccioné a su pésame, pues de eso se trataba claramente. Simplemente desvié la mirada a otro lado, al agua y asentí como aceptándolo. Suspiré cuando cerró la puerta y dejé que mi cuerpo se escurriese en la bañera introduciendo la cabeza en el agua. Por suerte Marlene había comprado una bastante grande en la que cabía mi cuerpo, a ella le gustaban los baños largos y cómodos yo...yo era más de duchas rápidas pero a veces insistía en que necesitaba un buen baño relajante.

Quedé bajo el agua un tiempo bastante largo, absorto en mis pensamientos y los pocos sonidos que se filtraban bajo la misma. Después, volví a la superficie y tomé aire pero tardé un rato en comenzar a limpiarme concienzudamente. Tras ello, marché hasta el vestidor. Al parecer había elegido la ropa por mi. No era un traje de aquellos que abundaban en mi armario sino algo más informal pero para nada práctico en estos tiempos. Busqué entre la ropa, sacando los pantalones que utilizaba para las misiones, militar y una camiseta negra.

Tras un rato bajé, aún con el pelo mojado y fruncí el ceño al ver un cazo abandonado en la cocina. Me acerqué, el líquido que estaba en ebullición casi se había consumido. Apagué la cocina y miré alrededor. El silencio en esa casa era muy extraño. Desvié la mirada al escuchar un poco de ruido y sin esperar crucé el pequeño patio interior hasta el despacho donde la doctora andaba rebuscando. Crucé mis brazos observando en silencio durante un instante.-¿Encuentras lo que buscas Doc?

Acerqué mis pasos hacia ella descruzando los brazos y miré a la estantería que hacía de biblioteca para luego pasar la vista a ella manteniéndola fija. Buscaba información, como siempre. Soplé por la nariz alzando brevemente el mentón mientras sonreía de medio lado y me aparté de su lado. No había pasado por el despacho y para mi sorpresa no estaba tan revuelto como el resto de la casa, al parecer a los saqueadores no les interesaban los libros. Tampoco la pantalla vieja de televisión, si se habían molestado en romperla.

-¿Alguna vez... -Me agaché y abrí un armario comenzando a rebuscar en su interior. Descartaba algunas cosas y volvía a buscar hasta dar con ello. Me alcé una cinta de vídeo antigua y me dirigí a aquel aparato, conectando un par de cables.-te han enseñado lo que hacíais aquí?-Metí la cinta y apreté un par de botones. Tras ello aparté mi cuerpo para volver a la estantería.

Las imágenes mostraban noticias, antiguas, programas informativos sobre ataques de magos en los que se veía como aparecían y desaparecían, rayos verdes, rojos, de todos los colores, explosiones. En pleno Londres, a población civil. La noria arrasada por una gran ola de fuego, y así, sucesivamente. después varias imágenes del ejército tratando de hacer frente a los magos, inútilmente. Los tanques volaban como si fuesen de papel.

Por mi parte me fijaba en los libros buscando algo con cierta insistencia.-Langland Garden, 48. El parque que has visto es de un club de tenis, Cumberland.-Solté porque era evidente que o buscaba aquella información o cómo regresar. Terminé por sacar un libro de la repisa y lo lancé a la mesa del despacho, señalándolo con el mentón.- Toda historia tiene dos versiones. -Antes habíamos hablado del Mago de Oz, la historia de Dorothy la niña de Kansas, ahora sobre la mesa estaba Wicked, la contrapartida, la historia de la bruja mala del Oeste, de su vida que te hacía pensar que la puñetera Dorothy era una hija de puta.-Puedes llevártelo, es curioso que os falte en vuestra...biblioteca de magos.

Lo último me salió con tono rencoroso y tras eso abandoné el despacho para ir a la cocina nuevamente. Aparté el cazo del fuego y directamente lo dejé en el fregadero haciendo que el agua corriese.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 18:07}

Había… había muchos libros y se sorprendió de que no TODOS ellos tuvieran que ver con la guerra. Sayid tenía muchos libros también pero en su mayor parte estaban relacionados a eso y también a la estrategia y los números, aunque había sugerido leer alguno de los de ella...no se había atrevido a dárselos. Se distrajo tanto leyendo algunos títulos que no encontró nada productivo. La pregunta de Gelion hizo que diera un respingo y se giró hacia él alzando las manos y levantando un escudo. Lo miro a los ojos un instante y luego lo deshizo, percatándose de que no se había puesto lo que ella había elegido.

-No. Pensé que alguno de estos libros tendría un mapa del metro pero no hay nada…- Se mordió la lengua y no mencionó que tenía OTROS libros muy interesantes. Le sostuvo la mirada cuando la observó y lo miro con una ceja alzada cuando le sonrió -¿Que es tan gracioso? - Le preguntó porque a ella en particular nada de la situación que estaban viviendo le caía en gracia. Lo vio moverse buscando algo y Arleen ladeó la cabeza, moviéndose hacia donde estaba el con los brazos cruzados -¿A que te refieres?- Inquirió porque ella no había hecho nada allí pero entonces… las noticias. El rostro de la sanadora se desencajó. Sabía que la guerra había sido cruel… pero… se llevó la mano a la boca para contener un gemido cuando la noria fue consumida por el fuego. Fue echándose hacia atrás hasta acabar con el trasero en el escritorio. La guerra había destruido Londres y el mundo, a muchas familias y a personas… era horrible.

Giró la cabeza cuando empezó a darle información sin comprender lo que estaba diciéndole hasta que mencionó lo del tenis. Pero si enviaba eso a sus hermanos, vendrían aquí… y le echarían las manos al cuello. Lo observó de nuevo. Cuello… tenía que revisarlo. Vio el libro que dejó caer y… las palabras sobre la historia hicieron que tensara los labios, volviendo la vista hacia las noticias. Comprendió el tono de sus palabras… y en el fondo, comprendió su odio. No creyó compartirlo. Es decir… la creación de los humanos la había partido en dos, había atacado su isla, había dañado su cuerpo al punto de que quizás no pudiera tener a su hijo… pero no guardaba un ODIO acérrimo a los humanos. Igual que no lo hacía con los Pendragon. Era eso… eso lo que sus hermanos no lograban comprender.

Se levantó del escritorio, cogiendo el libro y volviendo hacia la cocina para ver que se había concentrado tanto en la información que la sopa se había evaporado. Suspiró. Deseaba algo caliente para sacarle ese frío horroroso del cuerpo -No les voy a dar tu dirección- Mencionó abrazando el libro para llevárselo -No voy a traerlos aquí porque acabas de recuperar tu libertad y no voy a ponerla en peligro. Dame indicaciones de un sitio al que pueda ir para enviar el patronus pero lejos de aquí. Lo justo para no perderme - Le dijo antes de dejar el libro en la repisa y buscar las dos latas de atún que había encontrado. Le tendió una junto a un tenedor que lavó previamente. Abrió el suyo, apoyo la cadera en la barra y se dedicó a comerlo en silencio -Y antes de irme te curare, fuiste un bruto al hacerte la herida y quizás hayas destrozado todo nuestro avance- Lo dijo y luego se quedó otro momento mirando la lata vacía -Sabia... Que hubo... Sé que hubo una guerra, pero no... Nadie nos contó los pormenores. En la isla estábamos aislados y no nos afecto directamente hasta que ocurrió uno de los últimos torneos.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 20:29}

Comencé a fregar el cazo con toda la tranquilidad del mundo. Un Hmm pensativo inundó la sala cuando dijo que no iba a poner en peligro la localización de la casa. Ni mi libertad. Libertad. Volví a sonreír de medio lado, me hacía gracia que pensase que aquello era libertad.

No la miré en ningún momento, estaba pendiente del cazo que a estas alturas parecía haber quedado perfectamente limpio y dejé a un lado para que escurriese el agua. -Ya te he dicho dónde puedes ir, no está lejos. No te perderás.-Tenía todas la información para poder largarse, es más en mi opinión si Arleen se hubiese parado a medir el riesgo-beneficio de desaparecerse lo hubiese hecho hace horas. Allí tenían un hospital, médicos y se aseguraba poder volver. Aquí tenía que esperar a que viniesen a por ella, viajar por las calles con la posibilidad de encontrarse a cualquier loco por las mismas y no lograrlo.

Cogí la lata de atún y la observé mientras comía en silencio. Estaba pensando. ¿Qué razones la retenían?¿Otra vez el no nato importante? Desvié la mirada a su tripa por un segundo apretando la mandíbula y tomé aire profundamente para desviar la mirada al salón. No entendía aquella obsesión. No lograba entenderla.

Entonces habló de mi herida y volví a posar la vista en ella. Iba a responder algo pero entonces empezó a hablar de la guerra. Como sospechaba en aquella isla no tenían ni puta idea de lo que habían hecho los magos y los que lo sabían...a ellos parecía darles igual.-Ya... -Dejé la lata en la encimera con determinación, haciendo que sonase y me apoyé de igual modo que ella pero a su frente observándola de nuevo.

-¿Si dejo que me cures tendrás la conciencia tranquila cuando vuelvas a tu perfecta isla a ignorar lo que sigue sucediendo aquí?-Empujé la lata hacia ella arrastrándola con la mano, como ofreciéndosela.-Si es así, adelante. Pero empiezo a dudar que quieras regresar a casa, Doc. -Ladeé la cabeza entrecerrando un poco los ojos.-Has tenido oportunidades. Te he dejado libre, tienes magia para defenderte y eres perfectamente capaz de regresar al London Eye sin saber dónde está. -Anteriormente me había comentado lo de los mapas y las señalizaciones en la calle y ahora además tenía el punto de partida, por no hablar de que podía volver al metro y tomar el camino contrario. Era lista, no me necesitaba para explicarle nada.-¿Por qué?
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 22:10}

Lo de la dirección la pilló desprevenida. Pensó que había dado la dirección de aquella casa. De acuerdo…Pues entonces sólo tenía que salir e ir allí, enviar un patronus y esperar a que vinieran por ella. Podía hacerlo, sí. De acuerdo, entonces acabaría su “cena” y se iría. Había visto un viejo abrigo que estaba cerca de la entrada, se lo pondría para resguardarse. Los zapatos...Bueno, antes había venido descalza, no importaba.

Observó la lata cuando la hizo resonar, ella ya había acabado la suya. ¿Era idea propia o aquellas latas humanas eran muy pequeñas? Le miró cuando le habló de aquella manera y siguió el camino de la lata hacia ella. No iba a comérsela. Era la de él. Cuando mencionó lo de curarle de una vez bajó su lata, ya vacía y dejó apoyado el tenedor con cuidado antes de escuchar aquello de que no quería volver -¿Qué te hace pensar eso?- Inquirió arqueando una ceja pero aún así se acercó, se puso a su espalda y apoyó sus manos en su nuca para permitir que su magia hiciera lo propio.

La enumeración de sus oportunidades, de las pequeñas cosas que ella misma había decidido dejar de lado porque…Creyó que… Mientras lo curaba no podía dejar de pensar en lo que le había debatido a Andreas. La diferencia entre las personas y las máquinas eran los sentimientos, la capacidad de ser empático. Cortó la curación y volvió a su sitio.  Deslizó los dedos hacia el libro que le había dado Gelion, tocó suavemente la portada con el dedo índice -Porque creo que podemos hacer un mejor mundo si todos aportamos sólo lo mejor de nosotros mismos-  Se había quedado allí porque consideró que él, como persona, necesitaba a alguien que le ayudara y dudaba que lo que Arleen había hecho fuese mucho pero…

Cogió el tenedor, lo lavó y luego desechó la taza de atún. No es que estuviera huyendo de lo que le esperaba en Ouroboros. Estaba segura de que Sayid tendría otro precioso discurso sobre su inhabilidad para mantenerse quieta, tranquila y en casa. Probablemente, pediría él mismo el aborto. Y Anteia coincidiría, quizás incluso toda su familia. Aquello la hizo fruncir el ceño pero decidió no pensar más en ello, se giró sobre sus pies. Ella no era una persona que diera la espalda a las consecuencias de sus actos. Cogió el libro y empezó a caminar hacia el salón, cogiendo el abrigo que había visto y colocándoselo.

Cumberland. Langland Garden, 48.

Repitió las palabras mentalmente y se sacó el cabello por encima del abrigo. Tenía razón Gelion. Tenía todas las herramientas para volver y una inteligencia capaz de convertirla en aprendiz de Giordano Da Vinci, lo único que se le resistía era la maternidad -Mejórate- Le dijo a modo de despedida e hizo un gesto vago con la cabeza para abrir la puerta del garaje  y salir por donde había entrado recordando el camino que habían recorrido. Había pensado que el transporte sería más rápido.  El metro corría en un solo sentido y eran aproximadamente cuatro o cinco paradas. Si al llegar a la estación veía algo fuera de lugar entonces volvería al campo de tenis.

No obstante, decidió enviar un patronus, al menos para avisar que iba de camino, así que miró alrededor para verificar si había alguien más pero no observó a nadie aunque la noche era un poco neblinosa gracias a la humedad y la lluvia muy fina que aún caía. Entonces intentó hacerlo de nuevo, la noche anterior no le había salido pero por todas las cosas duras que Sayid le había dicho. Duras  y horrorosas pero  no dejó que aquellas sensaciones le acompañaran, no…Tenía que concentrarse en algo bueno. Se detuvo en una esquina y movió una mano recordando el karaoke en su boda, una ocasión especial, pero la paloma que se convertía en su patronus no se formó. No…Sólo un chisporroteo de luz blanca. Maldijo entre dientes y empezó a caminar de nuevo. El metro…Era su mejor opción y rogar que alguien estuviera London Eye, así que apresuró el paso directo hacia la estación observando que muchas de las casas tenían las luces apagadas siendo aún bastante "temprano".
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {18.04.21 23:43}

Su curación hizo que cerrase los ojos sintiendo alivio. La zona llevaba adolorida desde hacía bastantes horas y aquella sensación hizo que se me escapase un sonido de gusto. Abrí los ojos cuando sentí que aquello había terminado y me giré mientras ella respondía.

Alcé una ceja. Menuda patraña de respuesta. La seguí con la mirada mientras se dedicaba a fregar, apoyado en el mostrador aún. Y después al parecer decidió largarse. ¿Había tomado aquella decisión solamente por llevarle la contraria?. Se puso mi abrigo, que había permanecido colgado en la entrada desde hacía mucho tiempo y bajé la mirada para ver hasta donde le llegaba. Arleen era una mujer alta así que no le quedaba tan mal, excepto porque corporalmente yo era mucho más grande. Llegué hasta sus pies, descalzos y fruncí el ceño.-Buen viaje Doc.-respondí antes de tomar camino hacia el salón para subir a la habitación.

Froté mis ojos al llegar a la estancia y solté un suspiro cansado y frustrado. Terminé por sentarme a los pies de la cama, en la butaca que había, tratando de pensar en mis siguientes pasos. Debería ir a la Base , si quedaba alguien de los míos seguramente estuviese allí. De frente a mi estaba el vestidor. Se me pasó algo por la cabeza pero apreté los labios y me incorporé acercándome a la ventana, mirando más allá del jardín donde ahora reposaba mi familia.

-Hmmm-Murmuré negando. No por ellos, sino por la idea estúpida que se estaba arremolinando en mi cabeza. Si tenía que correr descalza ya tenía una desventaja, era casi de noche y seguía lloviendo. Varias ideas más que me hacían pensar, que acabaría muerta igualmente. Crují la espalda antes de ir hacia los armarios, abriéndolos. Mi mujer no tenía la altura de Arleen, el pantalón le quedaba más corto de lo que lo hacía a Marlene y sus zapatos...tomé uno fijándome en la talla. No, no le entraban. Podía habérmelo dicho. Agarré un par de botas de las mías y la pistola, que guardé, para bajar las escaleras.

Sin abrigo, salí a la calle mirando a ambos lados. Allí no estaba. Ni ella ni nadie. Seguramente hubiese seguido el camino a la inversa así que tomé camino al metro pero por la otra calle, era más corto y seguramente la pillaría de camino.

Andaba sin pausa pero trataba de fijarme en lo que pudiese de las calles. En silencio, casi todas ellas con las luces apagadas. Pasé cerca de un par de ellas que en ese momento apagaron las luces. Así que allí vivía gente. No tenía claro si eso me tranquilizaba. Giré la esquina de la calle y allí la vi a unos cuantos metros de mi. Avancé parando antes de encontrarme con ella.-No me has contestado. ¿Por qué? y no respondas mierdas de un mundo mejor.-Le lancé las botas tirándolas a sus pies.-Si piensas hacerlo a pie será mejor que te las pongas.

Escuché un perro, algo lejano a mi espalda y giré sorprendido. Un grupo de gente, las luces de más casas se apagaron y acorté el camino hasta Arleen.-Vamos.-Apuré a la doctora pero aquella gente habló dando el alto.
[-¿Quién va?¡Alto!]
Me giré hacia ellos nos deslumbraban con una linterna, miré por un segundo a la castaña y apreté mis labios antes de poner una mano cerca de mis ojos, tratando de ver a aquella gente.

-¿Hola?-Mi tono no era tan rudo como de costumbre e hice un par de gestos intentando que supiesen que no éramos un peligro. Iban armados, si, pero parecían el típico grupo de civiles que se juntaba por su cuenta. Para nada personas pertenecientes al ejército. Al llegar y salir de entre las sombras un par de escopetas nos apuntaban así que alcé las manos.

[-Identificaos!¿Qué hacéis a estas horas aquí?]-Suputamadre.

Miré a la doctora confuso y después a aquellas personas, un grupo majo de unos 10 ingleses con típica cara de tomarse buenas pintas a las 5 de la tarde.-Enn...mi nombre es James...Draven, James Draven-Traté de sonar entre confuso y algo temeroso por el arma.-Ella es mi mujer, Arleen.-Su nombre no tenía porqué sonarles de nada así que no había problema.-Hemos llegado hoy al barrio y...estábamos dando una vuelta y.... -Tragué saliva-Nos han atacado, le han robado el bolso, el abrigo y los zapatos y... he salido corriendo hasta que les he alcanzado.-¿Colaría? ¿Aquello colaría?Se me daba bien hacer que la gente me siguiese el rollo así que tal vez... Miré con intensidad a aquellos hombres y finalmente bajaron las armas. Respiré.

[-¿Eran androides o magos?]

-An...androides.- Respondí sin pensar mucho bajando mis manos y pasando el brazo por la cintura de Arleen.-Sólo he podido recuperar los zapatos.

[-¡Que hijos de puta!-]Replicó uno de los hombres mientras sus compañeros le daban la razón. Alguno hizo un pequeño comentario ofensivo sobre los magos y el resto soltó una risa. Risa que seguí y apreté el costado de Arleen con mi mano. [-Así que habéis llegado hoy ¿eh?, últimamente llega mucha gente nueva. Después de las 6 la cosa se pone fea por aquí así que yo que vosotros me iría a casa y dejaría ese paseo para mañana]

-Ya...sí, toda la razón Señor... - [Smith, Oliver Smith. Si necesitáis cualquier cosa vivo al otro lado del parque, nosotros nos encargamos de mantener el orden en esta parte de la ciudad.]-Ajá...interesante saberlo Señor Smith. Muchas gracias. Pasen buena noche.-Me puse en marcha para girar a Arleen y comenzar a caminar.

[-¿James?]-Hmmm-Solté como preguntando mientras me giraba.-[-No habrá misericordia-]Lo dijo como un lema así que asentí fuertemente-No habrá misericordia.-Repetí de igual forma y volví a mirar al frente mientras instaba a la castaña a caminar. Bueno...mi barrio no había cambiado tanto de tipo de gente.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {19.04.21 0:20}

Mientras caminaba se concentraba en los pasos que daba mientras recordaba sus momentos felices. Y se fue atrás, muy atrás, cuando finalizó el quirófano con Giordano. No la celebración posterior, no…Simplemente el hecho de haber conseguido un proyecto tan ambicioso para poder ayudar. Una sonrisa se dibujó en sus labios y se detuvo de nuevo con la idea de crear el patronus cuando apareció Gelion de nuevo. Lo miró con el ceño fruncido y tensó los labios -Lo hice porque creí que lo necesitabas. Me quedé porque me enseñaron a ayudar a quien lo requería. ¿Contento?- Inquirió y miró las botas que le tiró, horrorosas, pero mantendrían sus pies calientes -Me iba al metro- Espetó pero no iba a quejarse, se quitó una media y se metió la bota, luego hizo lo propio con el otro pie.

-Me voy sola- Le espetó, a ver si se pensaba que al final si lo necesitaba pero entonces más voces. Arleen podría haber jurado que estaba sola. Parpadeó rápidamente cuando la luz le cegó y giró la cara hacia el costado para evitar la molestia. Miró de reojo a Gelion cuando saludó de forma tan calmada.  Volvió a mirar al grupo cuando les pidieron que se identificaban y entonces reconoció las armas de fuego. Apuntándola. Estaban apuntándola sin conocerla.

No alzó las manos, abrazó el libro contra sí misma y frunció el ceño cuando Gelion la miró con aquel gesto. ¿Qué quería que dijera? -V…- Iba a decirles que iba al metro a ver si con eso se calmaban pero Gelion empezó a hablar y cuando dio su nombre falso, Arleen lo miró estupefacta. ¿Por qué le costaba tanto hablar? Y entonces soltó aquello de que era su mujer y la morena casi le estampa el libro en la cara sino fuera porque se dio cuenta de que estaba mintiendo y que…Y que quizás las escopetas se podrían disparar contra ellos si decían algo incorrecto. No sabía muy bien qué hacer así que optó por bajar la mirada y dejar de verlo todo.

Los hombros de la medimaga se tensaron al oír la pregunta. Alzó la cabeza hacia Gelion con un gesto poco amable y luego a los hombres. ¿Y qué pasaban si eran magos? Ella podría protegerse con sus escudos y...ya. Le gustaría tener alguno de los poderes de sus hermanos o entrenamientos. Y lo único que la sacó de ese momento de ira fue cuando Gelion le pasó el brazo por la cintura. Por poco…Por poco lo empuja para que se separara pero la mentira… Se recostó suavemente de él, para mantener la fachada y bajó la vista de nuevo, cerrando los ojos con pesar al oír aquel comentario sobre su raza. Sintió que se le humedecían los ojos. Había tanto rencor… Tanto… ¿Cómo iban a poder partir hacia un futuro mejor cuando el presente estaba tan fracturado? Sintió el apretón de Gelion…¿Era para que se callara, no? Porque reírse no iba a hacerlo. Si fuera por fachada, entonces que dijera que su mujer estaba muy afectada.

Se dio la vuelta para empezar a caminar pero se grabó el nombre de aquella persona. El orden… de imponer el orden matando gente ¿No? Magos y brujas, androides….Todo ser que no fuera humano. En Ouroboros había convivido con tantas razas.. Uno de sus propios amigos era un elfo. No era tan difícil.

No habrá misericordia.

Arleen se detuvo y miró por encima del hombro a aquellos que soltaron aquellas palabras  y el hecho de que Gelion las repitiera hizo que un escalofrío le recorriera la espalda. No encontró la fuerza para caminar hasta que Gelion volvió a empujarla, entonces siguió el camino que ya había memorizado hasta la casa. Pasaron por el garaje hacia dentro y cuando llegaron al salón, la morena se quedó mirando el fuego mientras apoyaba el libro en una mesa y se quitaba el abrigo, colgándolo en el sitio desde el que lo había cogido. Se abrazó a sí misma, intentando con ese gesto contener la “cena”

No habrá misericordia.

Si Gelion no hubiese llegado la habrían visto intentar hacer ese patronus. Y podría haber aguantado con los escudos pero ¿Y si la herían? ¿Y si la atrapaban? ¿Y si le ponían algún tipo de artefacto para no poder hacer magia? ¿Por qué era tan incapaz de pensar en las consecuencias? ¿Por qué siempre pensaba lo mejor de todo el mundo?...Y allí unos desconocidos le habían demostrado que no…Que aunque quisiera ver lo bueno en las personas aquella guerra les había robado todo -Gracias- Dijo con la voz ronca y se secó las lágrimas que habían caido silenciosamente por sus mejillas. Entonces se movió hasta el sofá largo  y se quitó las botas con cuidado. Tenía los pies helados pero no importaba. En ese momento sólo deseaba que la noche acabara de una vez así que se echó en el sofá, se puso las manos sobre el estómago y cerró los ojos -Me iré nada más amanezca-

¿Androides o magos?
No habrá misericordia.

En la oscuridad, sus pensamientos volvieron a revivir la escena y frunció suavemente el ceño. Volvió  a alzar la delicada mano para secarse las lágrimas que no paraban de caer y quizás…Quizás era el cansancio, el peligro o la falta de norte pero Arleen lloró por todo, incluso lo que le esperaba en Ouroboros. Se secó las lágrimas con los dedos, el dorso de la mano e incluso las mangas del jersey antes de que se deslizaran por su mejilla. Se giró sobre su costado, enfrentando la cara hacia el respaldo del sofá  y se acurrucó para dormir. O intentarlo.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {19.04.21 21:03}

Fruncí el ceño sin comprender esa respuesta.-Claro, ve al metro pero calzada.- A ver, yo la había amenazado, obligado a desaparecerse, alejado del sitio desde el que podría regresar a casa.. -Adelante...no creas que voy a acompañarte.- Solté alzando ambas cejas y haciendo un gesto en dirección al metro, invitándola a seguir. Y se había quedado porque...¿creía que yo lo necesitaba? Estaba a punto de soltarle un exasperante ¿Por qué eres así Arleen? cuando aparecieron los tipos y sucedió el tenso encuentro.

Tras ello caminamos en silencio hasta mi casa. Me quedé fuera un momento intentando cerrar la verja, sin éxito y después pasé por el garaje bajando la puerta para cerrarlo. La puerta estaba hecha una mierda a decir verdad. Pasé al interior cerrando también la puerta que conectaba con la casa y desvié la mirada cuando dio las gracias.-No me des las gracias. -¿Por qué era así ?ahora me daba las gracias por meterla en un barrio de extremistas antimagos y antirobots, lo último era nuevo por aquel lugar. Empujé el mueble de la entrada para bloquear la puerta, algo absurdo dadas todas las ventanas que tenía la casa pero yo que sé.

Gruñí por lo bajo porque estaba llorando y yo no era de esas personas que se pusiese a confortar a la gente que lloraba. Me moví hacia una de las ventanas, observando la calle y las casas. Todas con las luces apagadas. De nuevo habló y volví a mirarla dispuesto a decirle que me encargaría de que llegase al puto London Eye pero no lo hice. No había razones para ello, podía apañárselas sola.-Perfecto.-Dije sin más mientras corría las cortinas para cerrarlas. Lo hice con todas las del salón y al pasar de vuelta por detrás del sofá la miré de reojo. Entorné los ojos y fui escaleras arriba.

Tardé un rato en bajar y cuando lo hice solté una manta y una almohada a sus pies antes de volver a irme, apagando las luces que encontraba por el camino. Al llegar a la habitación me quedé un rato frente a la cama. No, definitivamente no me apetecía dormir ahí. Ni siquiera sabía si me apetecía dormir. Bajé de nuevo hasta el despacho, apagué la tele que seguía encendida, recogí del cajón mis puñeteras gafas de leer que tanto había extrañado y elegí un libro sin mirar para después cruzar el patio interior. Solía leer en el salón, así que tras entornar los ojos nuevamente fui hacia allí. Arrastré uno de los sillones cerca de la chimenea y algo para que pudiese dejar los pies encima.

Por fin me senté, liberando un suspiro cansado. Comencé a leer, aunque ya lo había leído pero era una buena forma de evadirme y no pensar. Mi forma de descansar. Tardé bastante tiempo en coger el sueño, tanto que cuando me quedé dormido ni me enteré y lo hice con el libro encima y las gafas puestas.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {19.04.21 22:02}

Podría haberle respondido que no le dijera qué hacer. Podría haberle dicho que tuviera cuidado al hacer aquellos esfuerzos. Es más, podría haber ayudado. Pero no le apetecía abrir la boca más de lo necesario. ¿Callada y obediente era la cuestión? Le había dicho a Sayid que iba a quedarse en la cama. ¿Y qué había hecho? Ir directa al hospital y meterse en este lío.

Impulsiva y estúpida.

Cuando escuchó los pasos perderse en el piso superior, entonces se dejó ir, se llevó las manos a la cara y sollozó silenciosamente. ¿Cómo iba a pelear por traer a su hijo a un mundo así? Lleno de odio, lleno de todo menos…

No habrá misericordia.

Sayid había dicho muchas cosas, pero quizás acabar con aquella guerra no había sido suficiente. La brecha entre las sociedades quedaba abierta, heridas que seguían sangrando…Y sangrando. ¿Cómo se podía siquiera intentar traer a un bebé a un mundo así? ¿Condenado al fracaso? Quizás Andreas tenía razón…Quizás.. Estaba tan ensimismada en sus pensamientos , con los ojos cerrados, que cuando  la manta  y la almohada le golpearon los pies abrió los ojos y se dio cuenta de que la penumbra la rodeaba. Soltó un jadeo e intentó mantener la calma. Se removió y acomodó, acurrucándose en la manta y la almohada pero con los ojos puestos en el fuego. Deseaba ver la luz… Aunque fuese la única fuente.

Las llamas parecían danzar en sus ojos contándole historias y cuando Gelion volvió al salón arrastró sus ojos cansados hacia él. Atinó a observar que se había puesto gafas… ¿para leer? Pero antes de que pudiera siquiera apreciar la idea, los párpados le fallaron y se durmió. La noche pasó sin demasiados contratiempos, quizás porque el barrio era sumamente silencioso o porque Arleen no había dormido bien el día anterior y las emociones  y esfuerzos físicos del día le habían pasado factura. Mucha factura.

Eran escasos, pero los rayos de sol empezaron a filtrarse por la ventana y pronto Arleen, que estaba acostumbrada a madrugar, despertó. Le costó ubicarse, en principio, porque no reconocía nada así que se incorporó en un brazo y miró las ascuas de la chimenea apagadas y Gelion dormido en el sofá, con el libro y las gafas. Le pareció curioso que no hubiese pedido por unas en la isla. Decidió que era mejor que estuviera dormido para irse pero primero iba a lavarse la cara.

Empezó a incorporarse cuando lo sintió. Humedad. Y no eran sus pies, no era su cabello… venía de otra zona que… La morena sintió que se le escapaba el aire y cuando levantó la manta se dio cuenta del horroroso desastre que acontecía. Sintió que el corazón le golpeaba contra el pecho con fuerza, bajó la manta y trató de pensar. ¿Tenía algún dolor? Cerró los ojos y pensó, registró su cuerpo…No, no había dolor. Eso…era bueno. Había leído que generalmente había dolores menstruales más fuertes pero no dejaba de preocuparle el sangrado. Por Merlin, el sofá era blanco impoluto… Tensó los labios y se movió lentamente, con extremo cuidado y apoyó los pies en el piso, cogió la manta  y se la envolvió en la cintura, estrechándola un poco. Se incorporó con cuidado y miró hacia abajo. La cara le ardió de vergüenza porque entonces fue consciente de que el sofá no tenía cojines era un cojín largo y gigante…

Se llevó una mano a la sien, intentando controlar sus nervios y el temblor en su mano. Tenía…Tenía que revisarse a sí misma, después vería el tema del sofá. Subió las escaleras con paso seguro pero rápido y cuando ingresó en el baño se quitó la manta con cuidado y contempló el arruinado pantalón, se desnudó en seguida y se quitó el jersey también, quedando en la blusa nada más. Puso a remojar el pantalón en el lavamanos y se metió en la ducha para lavarse, lo hizo a conciencia, pero se dio cuenta de que la hemorragia no paraba. Se enrolló en una toalla al salir y fue en busca de su lencería que había escondido para que se secara. Volvió al baño y buscó y rebusco hasta conseguir un par de toallas sanitarias, se colocó una y se quedó un poco más… Tranquila porque dejaría de hacer desastres. Volvió a ponerse el jersey y fue en busca de otros pantalones, pero… Pero recordó que no debía ponerse nada ajustado así que buscó de nuevo en el armario de aquella mujer y consiguió un vestido grueso que, sin duda, era de invierno. Se desvistió y se lo colocó, agradeciendo que fuese de color vino.

Volvió al baño donde enjuagó el pantalón notando que no salía del todo y…Tomando en cuenta que la mujer había fallecido, Arleen lo tiró en la basura. No podía seguir perdiendo el tiempo. Tenía que volver a Ouroboros cuando antes. Caminando, corriendo, en metro… Como sea. Se lavó la cara un poco y se enjuagó la boca. Sabía que estaba algo pálida y se preguntó cuánta sangre podría haber perdido, si era el color del vestido o si aquello era sólo… Miedo.

Botas.
Tenía que ir a por las botas.

Bajó los escalones con mucho más cuidado del que esperaba, con una mano en su vientre,  porque… Porque había empezado a sentir molestias y a medida que bajaba los escalones se pregunta si aquella decisión impulsiva de volver en ese estado… Era estúpida o cuerda. Ya no sabía nada ni confiaba en su propio instinto.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {19.04.21 23:20}

Había pillado bien el suelo, tan bien que no me percataba de los ruidos a mi alrededor. M cuerpo se movió en un pequeño espasmo al principio pero luego quedé tranquilo de nuevo duranta un rato hasta que un espasmo más fuerte me hizo caer del sillón.

Al momento desperté confuso y algo alterado. Tiré la copa que había dejado sin tocar la noche anterior, derramándola por la alfombre.-Joder..-Busqué algo con lo que limpiarlo aún tirado en el suelo medio incorporándome, aunque daba un poco igual porque todo estaba hecho una mierda.

Otro calambre hizo que me llevase la mano a la nuca.-¡Me cago en la p...-gruñí tensando la mandíbula y miré hacia el sofá, posiblemente la había despertado. Pero no, allí no había nadie. Lo que si que había era una puñetera enorme mancha de sangre. Fruncí el ceño confuso y me incorporé con rapidez buscando la puerta de entrada. Quizás había entrado alguien. Pero no, seguía cerrada, tanto como la que daba al garaje que mantenía el mueble delante de ella.

Froté mi nuca mirando alrededor. ¿Tal vez se había desaparecido? No podían haber venido a buscarla porque me hubiese despertado en una puta celda.-¿Doc?-Alcé la voz antes de comenzar a deambular por la casa y cuando por fin la encontré bajando las escaleras extendí mis brazos a ambos lados de mi cuerpo en un gesto interrogativo.-¿Qué mierda...?-Se había cambiado. Miré al sofá y luego a ella y volví a hacer ese gesto.-¿Estás herida?-Aquello lo pregunté aún más confuso porque si la habían herido en algún momento y no lo había mencionado era de ser muy imbécil.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {20.04.21 9:39}

Siguió bajando las escaleras pensando, realmente pensando qué demonios podía hacer. ¿Y si viajaba en metro y esperaba en el London Eye…Y se desangraba en el camino? ¿Y si lo perdía? ¿Y si…No? Para ser tan temprano la cabeza estaba empezando a darle vueltas y las náuseas se abrían paso.

Impulsiva y estúpida.

Tenía que centrarse. La voz de Gelion preguntando por ella hizo que frunciera el ceño y maldijo. Si se hubiese quedado dormido unos 20 minutos más habría solucionado la situación -Aquí-  Murmuró y pronto vio su cara aparecer delante de ella. No sabía cuánto tiempo había pasado arriba pero el sol ya iluminaba perfectamente y se colaba por entre las cortinas -Lo siento- Susurró, sabiendo que se refería al sofá. Pensó un momento, alguna forma quizás de pagarlo porque no podía limpiarlo…No quería hacer más esfuerzos. Se miró los dedos donde tenía el anillo de casada y su canlizador y frunció el ceño. No, ninguno de los dos. Se llevó las manos a las orejas y recordó que llevaba sus aros de perlas genuinas, se agarró el denso y largo cabello caoba para ponerlo sobre uno de sus hombros y así empezó a quitárselos.

-No- Susurró y, la verdad, es que la pregunta se le clavó en el costado como una daga. Se inclinó para sentarse en la escalera, apoyando los pies descalzos en el siguiente escalón para no presionarse el abdomen. Igualmente, debería explicarle. Se miró los pies un instante y una sensación de…”no pertenecer” le recorrió el cuerpo. Estaba descalza en la casa de una persona apenas conocida, eso no era aceptable. Debería ponerse zapatos. Se sentía ligeramente....indefensa.  Apretó los dedos de los pies mientras tensaba los labios. Vulnerable.

-Es mi embarazo- O lo que quedaba de él. Aquel pensamiento le hizo cerrar los ojos. Juntó las manos, con los dos aros en ella, y presionó suavemente sobre sus rodillas. Mientras más pensaba más sentía el fantasma de aquella certeza cerniéndose sobre ella. Anteia era una buena persona, no habría ido a Sayid si no creyera que realmente algo estaba afectándola y quizás la había visto tan … Tan fuera de su sitio, de su centro; que prefirió decírselo a él para poder hablarlo. Y él lo había lanzado como una… Respiró profundamente y después dejó escapar el aire -Creo que hay algo malo con mi sangre…No paro de tener hemorragias y eso es peligroso para el bebé. Por eso estaba de baja…Por eso estaba en el hospital ayer. Sayid y Anteia saben algo que yo no y piensan que quizás sería mejor abortar-

Presionó de nuevo los dedos contra sí mismos y frunció el ceño -Y ya no sé qué pensar. No estoy segura de que sea buena idea que me mueva, me habían enviado como mucho 15 minutos de caminar…- Guardó silencio un momento, relajando el gesto y soltando aquello que realmente estaba haciéndole un nudo en el pecho -Y al mismo tiempo siento que lo único inteligente es volver a Ouroboros y que me revisen. Pero quizás estoy siendo impulsiva y estúpida- ¿Cuándo? ¿Cuándo se había vuelto tan insegura? Nunca en la vida habría elegido ese término para describirse a sí misma. Levantó la mirada, luego su cuerpo y bajó los escalones restantes.  Le extendió una mano con los aros en ella -Lamento mucho lo de tu sofá, son perlas, estoy segura de que podrán cubrir el daño y podrás comprarte otro… Aunque si tienes agua oxigenada creo que podría arreglarlo… Creo- Suspiró brevemente y entonces se obligó a dibujar una sonrisa amable. Aún tenía una decisión que tomar pero primero...Botas. Necesitaba calzarse...Las buscó con la mirada observando el libro en el piso de cuando Gelion se había caído y...frunció el ceño pero no preguntó.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {26.04.21 0:14}

Froté mis ojos una vez más, aún estaba bastante dormido y el cansancio del día anterior no parecía haber desaparecido. -¿No?-Entonces ¿Qué mierda estaba pasando?, mi cara de confusión era evidente, esa y la de estar empanado aún.

Cuando explicó que era su embarazo volví a mirar hacia el sofá y froté mi nuca. Lo había dicho bastante tranquila pero yo había visto bastante sangre ahí. Regresé la mirada a ella mientras se explicaba, la verdad no sabía que decirle. Apreté mis labios al escucharla, ya había comenzado con una de esas largas explicaciones y dudas.

Al escuchar lo de volver a Ouroboros solté un pensativo Hmmm. Si, lo mejor para ella era volver, eso estaba claro y para mi también lo sería no tener que estar pendiente de que se la cargasen y sin embargo... volví a mirar al sofá pensando que si no debería ir andando ni tampoco era bueno desaparecerse.... -¿Hmm?-Volví a mirar a la doctora y bajé la vista hacia su mano, que extendía. Alcé una ceja y subí la mirada hasta su rostro, que estaba pálido.-¿Crees que hay tiendas para comprar un sofá?-Con la mano cerré su puño y lo empujé hacia ella.

Di media vuelta y regresé a la zona del salón, recogí la copa que puse sobre la mesa y el libro.-¿Cómo piensas volver? Andando, posiblemente te desmayes, estás pálida y apenas has comido, ¿Desapareciéndote? Tú misma dijiste que era peligroso.-La miré por encima del hombro y fui hacia el sofá apartando la manta, observando bien la sangre. -¿Sigues sangrando?-No quería decirle que hacer, ni decirle que no podía hacer algo. Era su decisión. Apreté la mandíbula.-¿Puedes enviarle uno de esos mensajes mágicos?

Alcé la vista a las cortinas mientras arremolinaba la manta entre mis brazos. El tipo de ayer, dijo que acudiésemos a él si necesitábamos cualquier cosa.
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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {26.04.21 9:12}

-No- Repitió porque parecía no haberlo captado a la primera y se dio cuenta de que aún estaba despertándose mientras ella tenía…qué? Miró de nuevo hacia las ventanas ¿Una hora? Ya despierta. Contuvo el aire y tensó suavemente los labios.  Bueno, el silencio no estaba ayudando para nada y Arleen estaba poniéndose cada vez más nerviosa. Agitó suavemente la mano para que se diera cuenta de que quería entregarle algo cuando le soltó aquello sobre la tienda. Se llevó la mano hacia sí misma pensando que aún no podía ubicarse en esta nueva realidad. Sabía que las cosas abajo no estarían bien pero…

Siguió mirando de nuevo hacia la ventana -Eh…- Ok, entonces lo más inteligente era volver. Si tuviera su alfombra ya se habría ido. No tenía ninguna respuesta. Excepto quizás -Hablaste de un auto…- Dijo, quizás si era capaz de pedirle por favor que la llevara hacia allí en un auto…No supondría demasiado esfuerzo para ella. Su mirada se desvió momentáneamente hacia el sofá y luego la desvió con vergüenza asintiendo con suavidad hacia su pregunta.

-Lo intenté. Ayer pero…-
Volvió su mirada hacia él y lo evaluó un momento. ¿Cómo iba a explicarle que los patronus estaban vinculados a un buen recuerdo y que ella estaba bloqueada? Fácil, no lo hacía -Seguiré intentando- Expresó con el ceño levemente fruncido. Quizás sólo necesitaba un momento de paz. Se iría al despacho y allí seguiría intentándolo así que empezó a caminar hacia donde había dejado sus botas. ¿Cómo le iba a decir que los últimos meses la habían desgastado tanto que le costaba mantener su cabeza en un solo buen recuerdo? ¿Qué siempre se desviaban y no podía mantenerlos lo suficiente? ¿Cuándo había dejado que carcomieran tanto su seguridad?

Contuvo, otra vez, el suspiro y se inclinó hacia las botas cuando tres golpes rítmicos sonaron en la puerta. Arleen, que estaba más cerca, se asomó por las ventanas y una mujer de cabello castaño le sonrió abiertamente y movió la mano saludándola. Ella frunció suavemente el ceño pero le devolvió la sonrisa, fue hasta la puerta y quitó los pasadores para abrirla -¡Cariño! Buenos días… Oh…Sigues pálida por lo de ayer ¿No? ¡Oliver me contó que fueron unos androides! Cada día son más osados…- La mujer habló con tanta familiaridad que Arleen sólo atino a parpadear y mientras le tendía una especie de bandeja la empujó suavemente para ingresar en la casa -Pero ahora ya estais aquí y tu marido podrá formar parte de la Brigada, somos todos muy unidos ¡James, queridito, bienvenido al barrio!- Dijo alzando la mano para dedicarle un saludo y Arleen sintió que algo se movía en el piso. Volvió la vista a Gelion con el rostro desencajado mientras apretaba con más fuerza la bandeja contra sí mismo -Las mudanzas son tan agobiantes, por eso os he traído este regalito… Os invitamos a comer ¿Os parece? Seguro que sí…- Esperó una respuesta, manteniendo su sonrisa de oreja a oreja.


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Residencia Draven Empty Re: Residencia Draven {26.04.21 21:00}

Tal vez podría ir y pedir ayuda, si vivían allí sabrían donde acudir para que le echaran un vistazo si es que seguía sangrando. Fruncí el ceño cuando habló del coche y volví a mirarla.

-Cierto...el coche.-Era una buena opción, solo tenía que salir y encontrar un coche. ¿Había visto alguno ayer? No. Quedé pensativo, trataba de pensar en un lugar que pudiese tener algún coche, sin tener que asaltar una casa, porque obviamente ahí vivía gente y no sabía que casas estaban vacías. Además , no me había respondido, tampoco sería prudente llevarla en coche si se desangraba como un cochino.

-Sigue intentándolo. Iré a buscar un coche.-Comenté pero estiré mi espalda haciéndola sonar. Joder puto sillón.-Aunque estaría bien saber si sigues sangrando o …- Miré a la puerta en cuanto sonó y desvié la mirada a Arleen aún con mi ceño fruncido. Di un paso hacia ella cuando se asomó por la ventana y alcé la vista al techo entornando los ojos. ¿Pero que narices hacía? Entonces escuché los seguros de la puerta y miré con cara de ESTÁ LOCA hacia ella.

Mantuve la expresión mientras escuchaba la conversación, los ojos muy abiertos. ¿Oliver? El de ayer?. Di un paso atrás cuando la mujer entró sin más y me habló. Sonreí de medio lado y alcé la mano.-Gracias.em...-Desvié la mirada a la doctora que parecía tan sorprendida como yo y... y la invitación hizo que mirase a la vecina.-Em..es...-Tenía la manta pringada de sangre en mis manos y era consciente de que el sofá estaba igual de manchado. ¿Qué posibilidades tenía de que aquella mujer fuese incapaz de verlo? Si acababa de llegar y ya iba casi por mitad de la casa.-En realidad...estábamos a punto de irnos porque...-Miré de nuevo a Arleen y después... al sofá y seguía con la manta en las manos.-Arleen está embarazada y se ha despertado con una hemorragia y...-Vale, lo mismo no era buena idea, seguramente la doctora me mataría con uno de esos conjuros de mierda pero no veía más solución.-Gruñí pareciendo preocupado y tiré la manta al sofá.
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