Residencia Draven

Recuerdo del primer mensaje :



Imagen anterior a SAM

Estaba claro que los asaltantes les habían visto. E iban a por ellos como fieras corren a por la presa herida. Aquella habitación sería su tumba. -¡Teniente! ¡Contrólese!- No podía volver a proteger al humano con hielo. Era él o la puerta que los aislaba del exterior y optó por la última. Los golpes en la puerta no tardaron en hacer acto de presencia. Estaba apoyado en la misma con la espalda, ejerciendo toda la fuerza que me era posible, pero como siguieran así terminarían por arrancarla de las bisagras. El muggle tuvo aquella idea del armario y se quitó el momento e instante necesario para colocar aquel armario que les daría unos minutos. Unos preciosos minutos que estaban poniendo a los asaltantes, que, arma de fuego en mano, trataban de disparar al cerrojo de aquella puerta para derribarla abajo. Notó el mordisco en el muslo de aquella bala perdida, retirándose en silencio hacia una esquina y apretándose la herida con un torniquete que más tarde sanaría mejor.

-Por la ventana…- Aquello le dio una idea. Se acercó a la misma y comprobó que aquel lado de la casa daba a un pequeño tramo del techado y caía sobre el jardín que comunicaba con la parte de atrás de la casa y con una de las calles vacías. La jauría atacaba por la entrada principal, la que estaba al otro lado de la casa. Al menos aquello le daría una vía de escape. Se encaramó por el hueco y focalizó su magia en el hielo y el agua de la planta de abajo, aquella que debían haberlos protegido del asalto inicial. Transformó parte del mobiliario urbano en agua, atrajo la lengua de líquido y creó un pequeño tobogán congelado que comunicaba la planta de arriba con el suelo -Hay que evacuar la zona. No hay tiempo que perder, vamos- Extendió la mano para ayudar a Arleen a salir de aquella habitación que cada vez se llenaba de más gritos, golpes y ruido. No dejó que la mujer dudase, en cuanto tuvo el contacto de sus dedos entre los suyos, empujó de la mujer y la dejó caer por la lengua de hielo. A continuación saldría él. -¡Teniente!-

Se posó en el suelo, frío y húmedo por el rocío que se convertiría en escarcha en no muchas horas. Su misión era sacar de allí a Arleen, de modo que eso es lo que iba a hacer. Cargó con ella a sus espaldas y trató de correr. El dolor le atravesaba la pierna y se clavaba en la ingle, pero debía seguir. Si pudo sobrevivir a la máquina aquello no sería nada. Activó de nuevo el zafiro de Cartago y la valla que tenían delante dejó de ser sólida para pasar a ser agua. Pero no llegó a atravesar aquel muro de agua, quedó esperando a los otros dos hombres.

Sobre ellos, en el cielo, una flor de fuego de color blanco, iluminaba la escena, y las pequeñas chispas incandescentes recorrían la noche en dirección al suelo, mientras los vítores lo acompañaban.[/color]

Ignoré los gritos de la Doctora, así que no me percaté de que no iban dirigidos a mi para que parase de golpear a su hermano, sino al contrario.

Empujé el mueble hasta encajarlo frente a la puerta, mirando al otro guardia que al menos parecía querer colaborar.-Díselo a la panda de inútiles que dejaron que me la llevara-Solté sin mirar al teniente antes de escuchar las órdenes de Arleen. Sonreí de medio lado negando.-Ni de coña Doc.-No pensaba regresar junto a ellos si eso es lo que esperaba. Me acerqué a la cama recuperando mi pistola apretando mis labios por  la pregunta del tal Vishius hacia su hermana.

-¿Qué dices?¿Cómo voy a drogarla?-Le miré con cara de "tu eres tonto" entornando los ojos por aquella tierna escena familiar que se presentaba ante mi. De pronto comenzaron a disparar, así que traté de parapetar la cama, no siendo lo suficientemente rápido para levantarla del todo y llevándome un buen disparo en el hombro. Gruñí por lo bajo asomándome para mirar al tipo.-¡Precisamente! Sois magos ¡por el amor de Dios!-El tono era evidente, por todos lados sonaba a eres imbécil. Había visto demasiadas veces como podían largarse en un momento, volando, flotando, desapareciéndose, ocultándose...

Miré a Arleen que se iba al vestidor y entorné los ojos corriendo rápidamente hacia allí pasando cerca del mago estúpido para golpear fuertemente con el puño en el hueco preciso y que se abriese el compartimento tomando otro arma. El otro por su parte, comenzó a hacer magia.-Al menos uno de los dos piensa. Eso os da más posibilidades.-Me asomé a la ventana mientras el guardia que había hecho un tobogán de hielo y Arleen se deslizaban. Señalé con la pistola al tobogán acompañado de un gesto con la cabeza mirando a V y luego miré al patio.-Doc?!-Lancé la pistola hacia su posición, el seguro estaba puesto así que no había peligro de que se disparase sola.-El parque tiene mucha maleza. Si lo cruzáis podéis perderles de vista.-comenté a Vishius sin mirarle.

Arleen negó con la cabeza a la pregunta de V -No, estoy bien- Mintió porque no quería asustarlo con su pérdida de sangre y observó a Gelion cuando también negó. Su mirada fue silenciosa, pero modo “Me has secuestrado y mi hermano piensa todo lo malo de ti, compréndelo”. Los gruñidos tanto de Gelion como de Benjamín no le pasaron desapercibidos así que fue hacia el armario ignorando a V para abrir, o intentar abrir, el compartimiento y ver si tenía alguna bomba de humo o de luz para cegar y que V pudiera lanzarla hacia afuera.

Sin embargo, no pudo y Gelion llegó a su lado rápidamente -¿Tienes alguna bomba de humo? - Preguntó con el ceño fruncido. La respuesta de Gelion sobre Benjamin hizo que se ganara un codazo de Arleen justo en las costillas, pero tras eso fue rescatada por Benjamín y cuando se deslizó por el tobogán casi gritó, pero sabía que tenía que estarse calladita. Aterrizó y volvió la vista hacia arriba cuando Gelion la llamó y lo observó abriendo los ojos con sorpresa cuando vio el arma. La cogió como si fuera la cosa más asquerosa del mundo y su gesto no dejaba lugar a dudas. Se la tendió a Benjamín porque ella no quería tener nada que ver con eso.

Cuando Benjamín se detuvo le habló -Estás herido- Murmuró y se deslizó hacia abajo para mirar la herida, donde estaba brotando tanta sangre -Quieto- Susurró, sabía que tenían poco tiempo pero la bala parecía haber entrado y salido así que eso le dio más tranquilidad. Se arrodilló, ignorando el frío que estaba atravesando el vestido hasta sus rodillas y puso sus manos sobre la herida. Estaba agotada, sí, pero daría lo que fuera porque ninguno de ellos saliera herido. La luz blanca y cálida de sus manos parpadeó débilmente y Arleen soltó un gemidito muy bajo antes cavar más hondo, más hacia ese foso de magia que seguía latente. Agotado, pero vivo. De pronto, la luz se mantuvo y se concentró en los músculos, en la sangre, en toda la pierna para sanarlo con entereza. Al terminar se incorporó pero sus rodillas le fallaron un poco y se cogió del hombro de Benjamín con la piel aún más cenicienta -Creo que…- No, no creía. Arleen caminó un par de pasos alejándose de Benjamín para devolver el contenido en su estómago. Agua apenas…Y bilis.

El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Controlarse… Controlarse le decía el maldito de Lytta, como si no quisiera clavarle los pulgares en los ojos al humano maldito. Arleen le confirmó que estaba bien y V soltó un “Tsk” -No sabes mentir, Arlequin- Le espetó bastante molesto por la actitud que estaba teniendo. Lytta sin embargo, estaba haciendo lo que él por la ira y el estrés no podía. Menos mal que había venido acompañado porque de haber ido solo se habría cargado a Gelion, a los humanos y a todo el mundo y traumatizado a Arleen seguramente. Miró hacia el humano cuando soltó que cómo iba a drogarla y le mostró los dientes en un gruñido salvaje, movió la mano y lanzó uno de sus campos hacia él para ver si podía mandarlo a volar por la habitación.

Uno de los disparos que casi alcanza a Arleen se desvió directamente hacia Vishous por arte de magia, literalmente, y se le clavó en la cota para luego caer al piso como si fuera poco menos que un pedazo de plástico. Vio correr a Gelion hacia Arleen y soltó un gruñido, yendo hacia allí para pegarle de nuevo hasta que abrió la compuerta, observó lo que había dentro y escuchó a su hermana preguntar algo que nunca en la vida pensó que diría -¿En qué estás pensando?- Le preguntó con genuina curiosidad e interés pero luego Lytta se la llevó por el tobogán.  Volvió su mirada a Gelion procesando el comentario que le había dicho y estuvo a punto de cogerlo del cuello y estamparlo contra la pared

El maldito humano le tiró un arma -¿Qué haces, imbécil? Se va a volar un pie- Chasqueó la lengua y cuando soltó aquel comentario de la maleza, sonrió de lado. Si bien había pensado dejarlo ahí para que lo cosieran a tiros, quería que esa venganza fuera de Ouroboros -Qué bueno que vienes con nosotros- Espetó ironizando y lo cogió del cuello para desaparecerse hasta donde estaba Arleen. Maldijo y tiró a Gelion contra Lytta para que lo cogiera -No lo dejes ir- Le ordenó y fue a por su hermana reacomodándose la mochila en su espalda-Hey…- Le recogió el cabello, mirándola con preocupación. Cuando le devolvió la mirada y vio su tez otra vez suspiró y la cargó en sus brazos, apretándola contra él -¿Qué le hiciste?- Le preguntó a Gelion y esta vez ya no era ira, sino genuino desasosiego. Negó con la cabeza, decepcionado de los humanos en sí. Cruzó la valla sabiendo que la conversión era temporal y empezó a avanzar -¿Puedes aguantar el trote?- Le preguntó  a su hermana, apoyando los labios sobre su frente y sintiendo la frialdad de su piel. Se le revolvió el estómago al recordar a Amaya, con la misma frialdad, la misma debilidad. Al menos Arleen aún seguía despierta. No había llegado tarde...No había llegado tarde.

Ni discreción, ni rapidez. ¿Acaso es que esa gente no saben lo que es hacer una evacuación por su supervivencia? Del teniente me lo podía llegar a esperar, si siempre habían vivido en la paz de Ouroboros, pero maldita sea, el muggle… -Podríamos dejar las banalidades para cuando una jauría no quiera matarnos- Les recordó, a los tres, desde la ventana en el exterior con impaciencia y urgencia en la voz. Al fin la mujer obedeció y pudo sacarla de aquella habitación, llevando de regalo el arma de fuego que el muggle le había tendido.

Habían traspasado la verja de la casa, ahora de agua, cuando bajó a Arleen de su espalda. En aquel momento ella se dio cuenta de que estaba sangrando -Estoy bien. Ya nos ocuparemos de ello más tarde- No hubo lugar a réplica porque Arleen comenzó a sanarle la herida -Gracias. Muchas gracias- No le había desaparecido aquel parpadeo de la magia, augurando nada bueno, ni que tuviera que retirarse para vomitar. Todo estaba mal -Mi señora… si no puede continuar…- Iba a ofrecerse para llevarle a cuestas tanto tiempo como hiciera falta hasta que consiguieran un vehículo para volver a Ouroboros. No hubo tiempo ni espacio para más pues los otros dos se aparecieron allí. El muro de agua pasó a convertirse en un fuerte bloque de hielo.

Asintió cuando el teniente le dijo que se encargara de Gelion, le empujó desde los omóplatos para que empezara a andar, cogiéndole por la tela de la espalda. No supo bien qué hacer con aquella pistola, de modo que se la guardó a su espalda debajo del jersey, sujeta por el cinturón. -No se mueva, teniente, iré a Ouroboros y traeremos ayuda- No soltó a Gelion en ningún momento.

Sin embargo, una milésima de segundo después preso y guardia reaparecieron. El joven tenía una gran herida que le recorría el pecho en toda su diagonal, con las ropas rasgadas y lleno de sangre. El dolor era atenazante y le recorría por todo el cuerpo, haciéndole caer de rodillas al suelo. Del muggle poco le importaba su estado -Señor….- Apretó los dientes, presa del dolor. Respirar era como un tormento. Se había escindido.
-¡Allí! ¡Están allí- -Vamos. Ya son nuestros, les vamos a dar a esos magos lo que se merecen- -Te dije que esta mierda seguía funcionando- Vociferaron desde la ventana de la habitación. En el cielo otro fuego artificial explotaba en miles de colores -Estamos solos…. Señor…- Apenas podía coger aire para acabar las frases. Pero debía… tenía que seguir, aunque fuera a pie. Un disparo se clavó a su lado, desde la ventana un tipo vestido de militar con una mira telescópica.

Recibí el impacto de algo, una energía que me hizo dar vario pasos atrás y miré sin dudarlo a Vishius. Obviamente había sido él. Gruñí porque casi había perdido la estabilidad y caído al suelo.

"¿Bombas de humo? Alcé una ceja y comencé a rebuscar en el armario, pero no, allí no había de esa mierda. Una granada sí, así que me la guardé antes de ir hacia la ventana. Observé el gesto de la Doctora al tirarle la pistola y entorné los ojos. ¿Cómo podía ser tan rematadamente inocente?, pero escuché al estúpido de su hermano.-¡No es estúpida! Y además...tiene el seguro puesto-Le espeté señalando hacia el lugar justo cuando el otro guardia nos reprochó-Tal vez si no la trataseis como a una imbécil no tendría que haberla protegido para salvarle el culo. ¿Eh?-Pregunté de pronto antes de que nos desapareciese abajo.

Joder, odiaba las desapariciones. Me costó unos segundos recomponerme, los suficientes como para ver a la doctora hacer más allá de lo que debía y tras aquello vomitar todo lo que no había comido.-¡No he hecho nada! Está sangrando, por el crío, y apenas puede hacer magia por eso le he dado la puta pistola.

Me quejé mientras me agarraba el otro. Estaba a punto de pegarle un codazo cuando desapareció. Lo odiaba, lo odiaba tanto...pero esa vez fue diferente. Sentí un profundo dolor en la pierna, a la altura del muslo y grité profundamente mientras caía de bruces al suelo justo en el mismo sitio en el que estaba hacía unos segundos.-¿Pero qué mierda? ARG- Odiaba la magia, definitivamente. Apreté mi muslo, estaba prácticamente cercenado y sangraba como un cerdo. Me agaché un poco cuando comenzaron los tiros pero no tardé en sacar mi pistola para responder a los disparos.-¡Vamos! Largaos, DOC sabes el camino, LARGAOS!

-Nada- Susurró cuando le preguntó a Gelion qué le había hecho pero V pareció no oír. Arleen desvió la mirada hacia su paciente con un gesto hosco cuando soltó que estaba sangrando, porque ahora V iba a estar el doble de preocupado, pero no quería seguir hablando. Asintió cuando mencionó lo del trote y se acurrucó en los brazos de su hermano, cerrando los ojos para descansar. Sólo quería descansar un poco…

Pero el siseo de dolor de Benjamín cuando volvieron a aparecer y el grito de Gelion la despertaron. Algo iba mal. Los gritos estaban cada vez más cerca y Arleen volvió la mirada hacia ellos. Cuando uno de los fuegos artificiales iluminó el cielo vio el desastre. No le importó en lo absoluto lo que dijera V, se bajó de sus brazos y escuchó aquello de las pociones. Sabía que podía contar con la protección de su hermano mientras se quitaba la mochila. Se arrodilló en el piso y empezó a buscarla clasificándolas, curiosamente, con un pulso bastante estable pese a su estado. Fue a por Benjamín -Ponte un escudo de hielo...¿Sabes sangre control?- Musitó mientras quitaba el restante de la tela y empezaba a aplicar el díctamo. Gracias a Merlín, V no había venido poco preparado. Vio el humo salir de la herida y cuando vio el otro hueco en el costado chistó -¿Por qué son así?- Preguntó sintiendo que quería llorar de nuevo. Ella no les había hecho nada, Gelion tampoco, su hermano ni Benjamín habían atacado. Le tendió una reabastecedora a Benjamín.

Estaba en el límite y cuando Gelion empezó a darle órdenes le soltó un cachetón, hacia un lado y de vuelta -No me grites- Le espetó con bastante molestia, estaba cansada de que le dijera lo que tenía que hacer . Si no se podían desaparecer iban a tener que arrastrarse, pero… Miró hacia donde estaban los humanos con el corazón en un puño, volvió la vista hacia Gelion y aplicó el díctamo tan rápido como pudo porque de lo contrario se iba a desangrar. -V…V…Cógelo de la pierna, no del cuello que le he curado, y tíralo hacia los humanos. Di algo…Di algo feo… De esas cosas de amenaza y extorsión. Canjéalo, úsalo… ¡No me mires así! ¡No puedes llevarnos a todos! - Su mente estaba trabajando cuan rápido podía, le tendió una reabastecedora a Gelion -Bebe- Ordenó y se incorporó tambaleante. Ella no tenía en sí misma ni la energía ni la mala vena para decir algo, pero… -Di algo de que…ya has conseguido suficiente información y tíralo…o algo- Inspiró profundo y levantó la mochila abrazándola-V… - Conectó su mirada con Gelion un instante -Ten misericordia- Apartó los ojos y vio a su hermano, a esos ojos diamantinos que ella sabía que estaban llenos de bondad detrás de toda esa ira congelada.

-¿De qué vas? ¡Nadie piensa que es estúpida! ¡Es la más inteligente de los tres!- Le soltó con bastante molestia por aquella estupidez, sin embargo, aquello que dijo de haberle salvado el culo lo pilló desprevenido. Pero después Arleen estaba en sus brazos con tanta debilidad y ella seguía diciendo que no le hizo nada, Gelion le explicó que era por el embarazo y V aquello lo tomó fatal. Si su hermana se había quebrado por lo de la isla, ahora estaría peor. La iba a llevar a su jodida casa y le iba a dar lo que necesitaba. Paz. Mucha paz. Harto estaba de verla liada en problemas.

Pero cuando Ben volvió todo se fue a la mierda -Sí- Le dijo a Arleen quitándose la mochila y viéndola en acción, pero no se fiaba mucho de su entereza. Movió el cuello con brusquedad para sonarse y entonces movió su brazo, la mano derecha empezó a brillar con luz blanca hasta que creó un campo de fuerza lo suficientemente grande para repeler los primeros balazos. Vigiló la parte de atrás y los envolvió en campo entero. No iba a atacar, porque iban a atañarle esos golpes y se iban a poner en modo asesino así que se dedicó a comprar tiempo mientras pensaba.

-¿Qué?- Miró a Arleen por encima del hombro como si estuviese loca, mirando como curaba al otro. ¿Por qué la llamaba Doc? Tsk, humano molesto -Arleen- Le llamó la atención. Si no volvía con Gelion, quizás Sayid iba a partirle la cara. Pero tenía un punto, no podía ir cargando con los tres. Tensó la mandíbula. Así que no podía cogerlo del cuello, qué lástima. Sin embargo, las últimas palabras de su hermana fueron extrañas. ¿Misericordia? Le recorrió el rostro en segundos y la tensión en sus hombros se retiró en un suspiro cansado. Se inclinó para coger a Gelion del pecho con la mano izquierda y lo puso sobre sus pies -Dispara de vuelta-  Le miró a los ojos con una advertencia escrita en ellos pero no dicha.  Él lo entendería. Tras ello lo lanzó fuera de su campo -¡OS DEVUELVO A VUESTRO INSERVIBLE AMIGO, LE HE DEJADO EL CEREBRO EN SU LUGAR!- Que interpretaran lo que quisieran, sabia que los Descendientes podían hacer cosas en la cabeza así que podría decir que hubo manipulación. Tras eso se giró y ayudó a Benjamín a levantarse, a Arleen la cargó con la mano izquierda sobre sí mismo y empezó a correr con el escudo elevado, saliendo de allí con destino a un sitio donde pudiera pedir refuerzos.

Seguía disparando, sabiendo que quedaban pocas balas, cuando se asomaban por la ventana. Sin embargo la Doctora me cacheó de pronto y yo solo reaccioné apartándole la mano y mirando a la mujer como si hubiese perdido el juicio.-Pero ¿Qué haces?-Señalé a su hermano y al otro guardia con la mano. Sabía que en cualquier momento aparecerían por la calle si no eran tan imbéciles como para haberse atrincherado en la casa.

Joder estaban ahí, era tan fácil como irse a unas calles a desaparecerse. ¡Ahora no era momento de que sacase la valentía! Un disparo, mierda. Me había despistado, disparé de vuelta mientras soltaba su plan maestro cosa que hizo que mirase a Vishius como queriendo decir que se dejase de gilipolleces y se fuesen corriendo. Ella me dio una poción de las suyas y suspiré negando mientras la cogía y me la tomaba.-Ya.. ¿Contenta?

Vishius me levantó del suelo con cierta facilidad, todo lo que no tenía de cerebro lo tenía de fuerza.-Esto no va a funcionar.-Murmuré para él e hice un gesto para que procediese. Me dejé lanzar y como consecuencia caí de espaldas varios metros más allá de ellos lanzando una mirada a la doctora mientras tensaba mi mandíbula.

Intenté poner cara de confusión, quedando tendido para cuando llegaran. Escuché a los magos alejarse y las pisadas de los vecinos acercarse. Llevé una mano a mi sien aparentando no saber que había pasado pero ellos ya me estaban apuntando.

[Maldito traidor a la sangre]-Me pateó sin miramientos y yo solamente le miré más aturdido.-¿qu...-Miré alrededor-¿Dónde.. -Pero me propinó otra patada.[¡LEVANTA!]Me incorporé tambaleante y uno de ellos agarró mi pistola a lo que le miré aún de ese modo, tratando de seguir el papel, levantando mis manos.-No sé...no sé que ha...-Un puñetazo y otro seguido en la boca del estómago me hicieron chocar contra la valla.

-¿Pero que sucede?!-Pregunté aún haciendo ver que no entendía. La puerta de la valla se abrió dejando pasar a su líder, el tipo de anoche.[¿y los otros?][Han corrido calle abajo][Pues seguidles, estúpidos!]Varios salieron en dirección por donde se habían marchado los magos.[Metedle, seguro que los críos están mirando]-Me empujaron al interior del patio mientras seguía jurando y perjurando que no entendía nada.

Después, lo único que se escuchó en aquella calle fue lo siguiente [No habrá misericordia] y un tiro.


Al que le siguió una sonora explosión.