Übermensch Corp.

Pocos días después de lo ocurrido en el puente comenzó la fiebre, la diarrea y los vómitos. El tiempo que estuve enfermo lo pasé pegado al inodoro y subsistiendo a base de sopas pero luego de algunos días ya me encontraba mejor así que llamé a Michael, a papá, a Andreas, a Tobías y a Rena para reunirnos.

Junto a mi hermano estábamos sentados ante una mesa que tenía más asientos libres esperando que aparezca el resto. Mi piel seguía teniendo cierto tono verdoso pero estaba visiblemente mejor que los días anteriores y una manta cubría mis hombros porque persistían los escalofríos.

Mantenía mis manos ocupadas en manipular de forma metódica los materiales que había frente a mí, estaba concentrado en revolver la mezcla de ingredientes hasta que consideré que ya estaba lista así que contuve la respiración y le dí un trago. Se suponía que sería bebida energética pero eso sabía a jabón lo que me hizo fruncir el rostro en un gesto de disgusto.

Irritado por haber vuelto a fallar, me deslicé en la silla lo que hizo que mi rodilla toque la de mi hermano y, con lo molesto que estaba, me desquité con él pegándole un rodillazo pero me la devolvió con un pisotón. Así seguimos un rato llegando a las patadas por debajo de la mesa lo que la hacía temblar.

1/1 Post de fabricación.

Habían sido unos días tan interesantes.

Había tenido la oportunidad de experimentar hasta unos niveles qué no hubiera podido siquiera suponer estando en la alianza exclusivamente, que no es que le moleste tener otras funciones... Pero en lo profundo de sus circuitos, desde el código mismo, es una científica.

Por eso sentía cada vez más que ese era su lugar, con espíritus claramente afines a su causa, incluso si por ahora era poco más que una herramienta, pero eso no le molestaba, todos son herramientas en algún grado, todos sirven a algo y son el artificio se ese algo.

Y entonces fue cuando, luego de responder a la llamada de Collins con un mensaje lleno de emogis de corazones, decidí acudir, y cuando lo encontró peleando por debajo de la mesa con su hermano sin mucho sentido, primero que nada tomó notas del comportamiento, curioseando abiertamente el hecho, antes de finalmente decir.

Unidad Alpha Rena presente.~

Se introdujo a sí misma con un tonito alegre y tontorrón, antes de simplemente caminar para pasar a su sitio en la mesa, y simplemente observarlos por unos largos segundos, sin emitir palabra, o al menos no hasta que dijo.

Espero se encuentren en óptimas condiciones, y que la alianza humana no les haya significado un gran tormento.

Dijo en tono considerado, pues ella sabía perfectamente lo mala qué era la situación luego de leer el reporte y la orden contra Tobias, por eso esperaba que hubieran sufrido en exceso.

La aparición de la androide relajó el combate de piernas por debajo de la mesa pero no lo detuvo porque yo estaba convencido de que las piernas de mi hermano estaban ocupando demasiado espacio, aunque claro que era una excusa para pelear con alguien. -¿Qué le pasa a tu voz?- Le pregunté a Rena sin rodeos, mirándola con el ceño fruncido mientras la lucha continuaba pero de forma disimulada, ya no hacía temblar la mesa. -Él es Michael, mi hermano.- Se lo presenté a la robot.

-Estamos bien.- Le respondí acomodando la manta que tenía alrededor de los hombros e irguiéndome en mi asiento. Estábamos todo lo bien que podíamos estar en esas circunstancias. -Aunque estaría mejor si consiguiera algo sólido para comer, arroz al menos.- Me lamenté. -¿Qué novedades hay en la corporación? Cuéntame qué has estado haciendo.- Le pedí a Rena lleno de ganas de actualizarme. Quería estar al corriente de todo para poder ser más productivo y además era una buena forma de utilizar el tiempo mientras esperaban que llegue el resto.

¿Te gusta?, viene junto con mi nueva simulación de personalidad por defecto.~

Preguntó de una forma más o menos cómica, sin embargo era absolutamente cierto, era debido a su simulación, la cual había desarrollado porque Tobias lo quería para un experimento pero eso era otro tema.

Ho~la Michael.~

Saludó, con un gestito suave y agradable, mientras que lo veía de forma directamente para quedarse con una buena imagen suya, como hacía con todas las personas que conocía, y mientras tanto todavía seguía poniéndole atención a Collins, motivo por el cual le respondió.

Mm... Es bueno oírlo, ¿Te gustaría que te traiga algo? Siempre puedo preguntarle a la cocina electrónica como te gusta el arroz.~

Nuevamente puede zonar como una broma pero es de hecho bastante capaz de hacer eso, lo cual se hace progresivamente más raro entre más se piensa en ello.

Oh... Positivo, pues pusieron una orden en contra de Tobias por lo de los senadores, como asumo ya te habrás enterado, y le avisé apenas pasó, luego de eso me fui un rato a hablar con los de la alianza, y luego cuando volví Tobias había conseguido una bruja embarazada, experimentamos largas horas con ella, y en eso se puso violenta y le destrozó la pierna a Tobias, pero por demás se pudo acelerar su embarazo y obtuvimos al bebé, además que Tobias se recuperó luego de que lo metiera a un tanque para ello, así que estuvo todo bien, luego abandoné a la bruja lejos del laboratorio, pero de alguna forma volvió, y tenía compañía, pero no entró... Y es probable que vuelva más tarde, pero Tobias está, así que no nos volverá a encontrar, y podremos extorsionar a su familia con el niño para que nos den algo valioso a cambio.~

Le resumió todo así rápido y con muy buen animo, en lo que a ella respecta ha sido un día bastante productivo.

Ese día estaba particularmente irritado por los llantos del niño que habían robado, así que no dudó en cogerlo para llevárselo a Rena nada más entrar en la sala en la que se iban a reunir. La androide ya estaba allí, y con ella los dos críos de O'Connell. Su ayudante tenía un aspecto deplorable, pues había enfermado al poco de sacarlos del río. Seguro que se habían bebido las asquerosas aguas fecales y claro, cosas que pasan. El padre estaba más o menos igual, tirado en el camastro de una habitación con síntomas parecidos. No acudiría a la reunión, y casi mejor. Bastante había hecho ya con salvarles. Andreas tampoco sabía si seguía con el encargo de buscar nuevos socios, pero no iba a esperarlo.

- Ya veo que estás poniendo al día a Collins con todo el asunto del pequeño experimento. El problema es que nos toca deshacernos de él más pronto que tarde. No han venido a por el crío todavía, pero ya he dejado mensajes en los sitios por los que estuvieron. Deberían leerlos y así saber que pedimos un rescate. No hay otro modo de que contactemos con ellos porque no sabemos quiénes son, sólo por su aspecto. - y si no venían a por él...bueno, ellos se lo perdían. Tal vez no lograsen recuperarlo. Algo le hacía pensa que la mujer había muerto, puesto que el chip había dejado de emitir señal hacía días.

Se sentó en la silla al lado de Collins, mirándolo con los ojos entornados al verle con la manta. - ¿Te has medicado con algo? se supone que estando en un laboratorio tienes acceso a material de sobra. Además, necesito que espabiles, tengo encargos para ti y para Rena. Necesitaría que fueseis a la Ciudadela Alpha a por unos encargos que le he hecho a polite S.A.M. - no recordaba el número con el que se había descrito, pero durante la conversación por teleconferencia fue sumamente educado. - También necesito que sigáis repartiendo la droga de potenciación mágica, que se está vendiendo muy bien. Sería interesante boicotear cualquier cosa que estén haciendo los Draven, que nos necesiten a nosotros en vez de a ellos. ¿Sugerencias?

-No, no me gusta.- Anuncié lleno de fría franqueza acerca de la nueva voz del robot, total era como hablar con un teléfono acerca de los tonos de timbre del despertador que tenía. -Estás imitando algo que no eres, prefiero tu voz de antes.- Podían decir lo que quisieran sobre que los humanos estábamos obsoletos, pero todas las razas terminaban copiándose de nuestro aspecto y nuestros hábitos. Sobre el tema del arroz me encogí de hombros pareciéndome lógico que el androide pueda ordenar comida. -Normal, supongo, hervido y eso…- Mencioné suponiendo que, con las cosas como estaban, poca energía e ingredientes quedaban para emplear en la cocina y ponerse creativo con el arroz. Fijé mis sorprendidos ojos grises en Rena al escuchar que también había una orden de captura para el alemán y que el robot había hablado con los de la alianza. -¿Fuiste a hablar con los del ejército de la Alianza Humana?¿Fuiste personalmente?¿Qué te dijeron?- Entonces el ruido del llanto de un bebé que se acercaba a la sala me hizo estremecer. ¿Era Erin?¿El mago había recuperado a mí hermana?, Tobías consiguió rescatar a mi padre y a Andreas con cierta facilidad.

¿El rayo había caído dos veces en el mismo lugar? me pregunté hacia mis adentros mientras miraba expectante la puerta y contuve el aliento al ver que se abría dejando pasar al alemán que llevaba a un bebé. Mantuve la mirada en la criatura buscando similitudes y diferencias mientas se la entregaba al androide, tal vez mi hermana estaba disfrazada o encontraría a un bebé cualquiera disfrazado de mi hermana, si se trataba de un artificio mágico podría resolverse yendo a la zona antimágica o si era una simulación tecnológica seguramente habría una solución en la Ciudadela Alpha. Posé los ojos en el hombre preguntándome, si esa criatura se trataba del niño que Rena decía, por qué el mago traería a un sujeto de experimentación cualquiera a la reunión, más útil sería dejarlo en un tanque donde tendría todo lo necesario para estar bien y no nos molestaría. -¿Por qué dejamos libres a estos sujetos de prueba? El niño serviría para futuros experimentos, además su familia podría no tener nada que nos sirva y seguramente eso derivaría en un combate del que podríamos salir mal parados. ¿Para qué arriesgarnos cuando ya tenemos a un sujeto para experimentar asegurado?- Pregunté señalando al bebé con un movimiento de la cabeza.

-¿Cuál sería el beneficio si lo perdemos sin obtener nada a cambio?- Pensaba que era más razonable quedarnos con la criatura, eran infinitas las posibilidades de experimentar nuevos inventos en él y yo estaba dispuesto a defender lo que le pertenecía a Übermensch, no dejaría que nos quiten las ratas de laboratorio que eran propiedad de la empresa así sin más. Ante la pregunta de si me había medicado, aparté la mirada con expresión pensativa. -Tomé antibióticos pero creo que estaban vencidos...- Me incliné acercándome un poco al mago y tosí en su dirección de forma sobreactuada. Mi propia broma me hizo esbozar una ligera sonrisa porque en realidad los medicamentos que había tomado no estaban vencidos pero me hacía gracia la simple idea de picar un poco a Tobías, aunque rápidamente la expresión seria volvió a ocupar mi rostro ya que sabía que cada medicamento, cada herramienta, cada material que utilizaba para fabricar objetos, cada favor que me hacía eran partes de mi alma que le estaba vendiendo al diablo y que me enviaban más profundo en el infierno.

Tenía la esperanza de saldar todas mis deudas y conseguir mi libertad así que asentí cuando dijo que tenía encargos para nosotros pero me desconcertó saber que nuestra misión estaba en la Ciudadela Alpha ya que uno de los motivos por los que quería la reunión era para hablar sobre algunas cosas relacionadas a ese lugar, que coincidencia. -¿Hablaremos con Sam?- Pregunté levantando las cejas, asombrado. -¿Que quiénes nos necesiten a nosotros en vez de a los Draven?- Pregunté visiblemente confundido, en fin, el alemán y su acento raro. -De todos modos, la orden de captura que hay sobre mí me va a hacer más difícil rondar por ahí buscando información y clientes.- Apoyé un codo en la mesa y la cabeza en mi mano con expresión pensativa, alternando la mirada entre el robot y el hombre. -He estado pensando que, si los magos son los que nos buscan, aunque tengan al ejército de la Alianza Humana de su lado, podemos establecernos en la zona antimagia para sacar de la ecuación los truquitos mágicos con los que puedan atacarnos y tú no tienes que preocuparte porque podemos cubrirte.- Le dije esto último al mago calculando que estaría indefenso sin la magia pero que Rena, Andreas, mi padre, algunos de sus mercenarios y yo podríamos defenderlo.

Moh.~

Que lástima, pero en fin, poco se puede hacer al respecto, Tobias quería que tuviera una personalidad así que hice esta.~

Le informó alegremente, al menos en tono, porque desde sus bases primordiales sigue siendo una fría máquina, aunque ahora sea más expresiva qué Tobias, ¿Irónico, no?

Además, todo el resto de la corporación parecía sentirse más cómoda cerca de ella ahora que actuaba así, ayudaba mucho que fuera linda, tal como Tobias le explicó, también por eso fue qué empezó a usar maquillaje, pero ya es divagar demasiado y ahora mismo no es plan.

Bueno pues-

Le hubiera dicho, pero Tobias llegó y empezó a hablar casi de inmediato, así que Rena le prestó atención mientras tomaba al bebé en brazos, y comenzaba a tranquilizarlo, de hecho se pondría de pie para ponerle música clásica al bebé, que le encanta, es un bebé con clase.

Positivo, eso mismo hacía.~

Asintió, y luego acunó al bebé, que se iba calmando poco a poco.

Sí, es una lástima... Quizás en un futuro pueda tener un bebé el tiempo suficiente para comunetar su desarrollo.~

No dejaba qué la idea se le fuera fácilmente, y también ha mirado un momento a Collins, ojalá se pudiera... Pero la situación tenía pinta de que sería peligrosa, y no quería tener a Tobias permanentemente encerrado en la corporación solo para protegerla y mantener al bebé, no sería bueno, nono... Y luego de eso...

Ohhhh... ¿Iremos con S.A.M. 41020? ¡Qué bien! Al menos dos de los perfiles qué más interés me generan se llevan bien.~

Ella pensaba ir con él cuando tuviera finalmente un cuerpo hecho por ella misma, un cuerpo qué de verdad fuera su cuerpo, pero adelantar la visita no sonaba mal.

Umm, positivo, me encargaré de ayudar a repartirla sin ningún problema.~

Luego de eso, si no tuviera al bebé entre sus brazos, se llevaría una manita al mentón, pero igual tendrá que procesar sin gestos, y luego de un segundito sugirió.

Bueno, la ciudadela Alpha tenía intención de formar relaciones con la alianza humana, podríamos aprovechar para hacer algo por ellos nosotros, como ayudarles a encontrar a Atlas-20221, S.A.M.-41020 lo estaba buscando la última vez que lo ví.

Aún lo recordaba, obviamente, literalmente tiene memoria fotografica.

Luego volteó a ver a Collins, y decidió hacer una pequeña acotación.

Me gustaría acotar que en realidad los están buscando por separado, ambos parecen odiar en igual medida a los ministros, y a Tobias, quizás la alianza humana más, se han puesto sentimentales por los experimentos qué hizo, y otras cosas.

Que no sabe si Tobias quiere que diga, así que mejor se las guarda.

Le echó una mirada irritada a Collins cuando empezó con tanta preguntita de todo tipo, entornando los ojos mientras se reservaba las respuestas para después. Al menos el bebé empezó a callarse gracias a la música que le puso la androide, algo que contribuyó a que pudiesen seguir hablando. - Sencillamente porque no lo quiero aquí de manera permanente. No me gustan los niños. Tú pasas el corte porque ya no lo eres. La familia dijo ser importante, así que algo se podrá sacar. Además, ya he obtenido muestras suficientes. Ahora mismo ya no tiene ningún interés para mí. - replicó antes de que el adolescente se atreviese a toser en su dirección. No iba a tolerar esas confianzas y mala educación. - Que sea la última vez que haces una tontería como esa. - advirtió con un destello peligroso en sus dorados ojos, haciendo un gesto después con la mano para modificar la madera de la mesa con su alquimia, de tal modo que quedase "esposado" al tablero de ambas manos y sin poder moverse.

- Sí, hablaréis con S.A.M. - respondió secamente, sin molestarse en explicar lo de que la gente necesitase a la corporación. Si no los necesitaban, no obtenían beneficios. - Bueno, siempre podemos modificar un poco tu aspecto. Un tinte, unas gafas...esas cosas. - una sonrisa irónica fue lo único que necesito para dejarle claro que no de broma iría a la zona antimagia. Apreciaba su poder como para hacer eso de manera voluntaria.

- Rena lleva razón, nos buscan por algunos motivos comunes y otros individuales. En cualquier caso...ninguno es una autoridad reconocida y legítima en tierra. - se levantó de la silla con parsimonia, decidido a seguir con sus asuntos ahora que ya había informado. Lo de socializar más de cinco minutos no iba con él. - Esto ha sido el resumen de la reunión. Tenéis una semana para marcharos a la Ciudadela Alpha, y para conseguir que la familia de este niño nos de rescate por él. Anotad el resto de tareas en la lista. Ahora debo marcharme. - después se fue de allí sin más, sin ni siquiera liberar a Collins de las ataduras de la mesa. Que se lo pidiese a Rena, nueva niñera oficial.

-¿Por qué él quería que gastes energía en eso?- Le pregunté al robot arqueando las cejas cuando dijo que el mago quería que el androide tuviera una personalidad. Por un instante desvié la mirada hacia Rena con los labios apretados en una mueca de disgusto por la música durante la reunión de negocios pero lo dejé estar. -¿“La familia dijo ser importante”?¿La misma familia que no sabemos quiénes son y solo podríamos identificarlos por su aspecto?- Dije arrastrando las palabras y alcé una mano en una irónica expresión de sorpresa. -¿Por qué no lo dijiste antes? Entonces, si te digo que tengo una casa en la luna, ¿también te lo vas a creer?- Negué con la cabeza, me asombró que el mago fuera tan confiado, o tal vez antes había sido más precavido pero había cambiado. Aparté la mirada con un suspiro ante la advertencia, me removí nervioso en la silla al sentir su amenazadora mirada sobre mí y me sobresalté al quedar apresado por la mesa.

Todo siguió como si nada aunque yo estaba inmovilizado y alcé las cejas preguntándome si de verdad podría zafarme de la orden de captura simplemente modificando mi aspecto. Suspiré cuando mi sugerencia sobre la zona antimagia fue rechazada, en realidad ya sabía que no sería aceptada pero planeaba primero deslizar esa idea para luego arremeter con una alternativa más interesante... que debería hacer sin la presencia del científico al cual miré con la boca abierta desconcertado porque también nos encargó deshacernos del sujeto de experimentación y se fue dejándome esposado a la mesa. Puse los ojos en blanco y miré al robot con el bebé, tras pensarlo por un momento me di cuenta que era mejor hablarlo a solas con el androide primero. -Ve con ellos y lleva vasos.- Le dije a Michael, él sabía a qué me refería así que se levantó y salió de la sala.

Recordaba lo que Rena me había contado sobre el creador de su software que había robado una unidad robótica de la Alianza Humana y le instaló un programa experimental que él había inventado pero lo que lo llevó a hacer eso no estaba claro. -Nuestro viaje a la Ciudadela Alpha es una buena oportunidad para buscar respuestas sobre tu creador, yo te voy a ayudar, incluso tal vez podamos abrir una sucursal de Übermensch allí para seguir trabajando mientras avanzamos con las averiguaciones. Expandir la empresa será muy lucrativo.- Con lo bien que estaban yendo las ventas, aventurarnos al comercio internacional era un movimiento lógico a realizar y era realmente emocionante. -Literalmente es matar tres pájaros de un tiro.- Comenté sonriendo al darme cuenta; nos ocuparíamos de los encargos que Tobías le había hecho a Sam, buscaríamos respuestas sobre el creador del software del androide y llevaríamos a la corporación al siguiente nivel.

Por motivos de experimentación hasta donde sé, pero en todo caso, también ha hecho algunas cosas más interesantes, así que ha sido una decisión que ha valido bastante la pena tomar.~

Y luego de esa respuesta... Poco tiene que decir, al final, tal como a Tobias, todos pretexto qué ponga Collins a las ordenes le trae bastante sin cuidado, sabe de sobras qué tiene incluso menos margen de desobedecer a Tobias del qué ella pueda tener.

Por lo tanto se dedica a observar como se desarrolla la interacción, porque siempre muestra un excesivo interés en las interacciones humanas.

Positivo.~

Y además iba a visitar a S.A.M., se pregunta si ya se habrá encontrado con su otra variante, porque por supuesto, era lo que estaba haciendo la última vez que se vieron, y si no, se pregunta si lo podrá ayudar cuando haya negociado al bebé.

También veía a Collins esposado a la mesa por la propia madera de esta, y debido a eso, ahora se preguntó que tan incómodo sería eso, supone que bastante, además de desconcertante, no todos los días eres sujetado por una mesa...

Y mientras tanto, ella seguía acunando al bebé, y siguió mientras Tobias se iba y Collins le hablaba.

¿Tú crees que haya algo ahí?...

Se le hacía algo interesante, y la verdad no creyó que podría haber algún signo de su creador en la ciudadela, pero no se puede descartar del todo tampoco.

En todo caso, suena como una excelente idea, aunque antes deberé de negociar al pequeño para obtener rédito y tener las manos libres.~

Que no es que le moleste el bebé, de hecho, a ella nada en este mundo le molesta, y eso es un hecho, solo piensa que será más fácil así.

Y hablando de liberar manos...

Se iría un segundito, tiene que traer una cierra para quitarle las esposas de madera al pobre becario, que en fin, también ha sido su culpa por molestar a Tobias, eso no es buen negocio.

-¿Qué cosas ha hecho más interesantes?- Le pregunté al androide escurriéndome un poco más en la silla porque repentinamente se me revolvió el estómago. Estaba alejado del gran inventor y maestro de batalla que soñaba ser, en su lugar mis mejillas estaban infestadas de acné y mi piel estaba pálida por la enfermedad aunque ya estaba remitiendo, lo peor ya había pasado.

-Tal vez.- Respondí la pregunta del robot encogiéndome de hombros. La perspectiva de combinar negocios con la aventura de ir a la Ciudadela Alpha era un propósito refrescante, me hacía sentir menos insignificante, más adulto. Cierta confianza era depositada en mí lo cual era estimulante y aterrador por partes iguales porque las cosas podían salir muy mal.

-Bien, primero vamos a seguir vendiendo la mercadería mientras esperamos que la familia del sujeto de experimentación aparezca, tenemos que buscar posibles compradores, socios y sujetos de prueba. Cuando lo del niño esté resuelto, nos vamos a la Ciudadela Alpha.- Sentencié ante la sugerencia de Rena sobre resolver lo del mocoso para luego ir a la ciudad de los androides pero abrí los ojos como platos al ver que el robot se iba y yo seguía esposado a la mesa.

-¡Ey!¡Espera!¡No me dejes aquí!-

Rena de primeras se limitó a escuchar todo lo que Collins tuviera que decir con la misma amable atención qué parece prestarle a todo el mundo, que camufla un análisis tan frío y computarizado como el de cualquier máquina, y también le muestra una leve sonrisa.

Sin embargo, no le responde a nada hasta que regresa, y cuando lo hace, viene con una pequeña sierra para el extraño problema de su compañero, y mientras se pone a usarla, decide finalmente disponerse a hablar.

¿Acaso no hablas con la gente?

Inquirió para luego emitir una risita, se le hacía muy absurdo oír a alguien preguntar qué era lo interesante de utilizar una personalidad al hablar con personas, al menos a un humano, lo podría entender de otra máquina, pero se supone que él debería haber charlado con personas alguna vez en su vida, no puede andar por ahí haciendo esa clase de preguntas.

¡Me parece una gran idea! Aunque primero que nada, creo que iré a cambiarme el look, porque sí alguien de la alianza humana me viera contigo, seguro querrían qué te entregue, y no queremos eso.~

Luego de lo dicho, procedería a liberarlo.

Y una vez hecho esto, ella se iría de la habitación a cambiarse, al taller de máquinas, afortunadamente es una androide, casi cada aspecto de su aspecto es un accesorio por motivos evidentes, así que es fácil para ella quedar irreconocible con solo unas cosas menores, y una vez quedase irreconocible, iría con Collins a hacer esas cosas de buscar clientes, seguro que acaba siendo entretenido.

Luego de lo ocurrido con las flechas y los vikingos... Se ha sentido bastante harto... Sabe que no ha podido hacer nada por Gunnhild, más allá de darle unos últimos meses agradables antes del momento de su muerte, la cual desgraciadamente resultó ser horrida, por ese motivo, era hora de planear el rescate de su hijo, ya sabe donde está.

Por tanto, se preparó y fue con un pequeño escuadrón de guardias, arribando en el sitio a donde había ido Gunnhild el día que su sentencia de muerte fue firmada, su idea era empezar a observar el territorio en general y verificar el mejor método para llegar al nido de monstruos qué mataron a Gunnhild.

Pero grande fue su sorpresa al encontrarse con un extraño mensaje... Que si bien no contaba con nombres, había detalles que no harían sentido para ningún caso que no fuera el suyo, y era claro...

Malditos sean...

Ellos buscaban negociar... Por sobre la vida de su hijo, esto de primeras le causó una inmensa furia... Pero cuando fue a buscar el edificio qué ya había visto y sabía donde estaba, notó qué no estaba... Cosa que era ilógica a menos que...

Observó un segundo su propio dedo, si, podría ser algo semejante, es el tipo de efecto qué tiene un anillo Vilya... Aunque sí ese fuera el caso, implicaría qué también es imposible entrar, cosa que le hizo apretar fuertemente los puños, por un motivo...

Parecía que al final solo existía una alternativa, no habría más opción qué aceptar y ceder a las negociaciones, porque sí no le era posible llegar al lugar, podrían hacer toda clase de cosas con su hijo sin dudas... No es la opción qué quisiera, pero visto fríamente, debe ser la única que existe.

Las cámaras de seguridad alertaron de la presencia de un intruso en las inmediaciones, lo que hizo sonreír malévolamente a Tobías porque ya sabía quién era. El paliducho que había ido allí la otra vez con la nórdica, aunque esta vez no venía acompañado. Si los cálculos no le fallaban...ella habría muerto. Después de todo era el primer experimento con aquel tanque de crecimiento acelerado.

Se pertrechó correctamente con sus "armas" antes de bajar a la calle, debidamente escoltado por los matones mercenarios que al final se habían quedado allí más tiempo. No se olvidó de llevar en brazos a la criatura, por supuesto. Era su escudo humano y su pase para obtener beneficios. El bebé estaba tranquilo, y gracias a los cuidados de Rena estaba bastante mejor que cuando nació.

Se aproximó a Asiaín con una sonrisa socarrona, alternando la mirada entre él y el mensaje que habían dejado en el suelo. - Vaya...has tardado lo tuyo. Cualquiera diría que te da igual la criatura. Por cierto...¿la madre ha sobrevivido? - cuestionó con cierta indiferencia, manteniéndose a varios metros de distancia. Los matones que le escoltaban soltaron unas risas desagradables, sabían a quién se refería Tobías.

- Intuyo que si finalmente has venido es porque te interesa, porque eres el padre de la criatura. Ella, en su desesperación, dijo que el padre era de una familia importante. Veamos qué puedes ofrecerme...no me limitaré a la curiosidad de saber el origen de la sangre extraña del pequeño. Quiero mucho más. Al fin y al cabo, ¿le pondrías precio a la vida de tu hijo? ¿cuánto estás dispuesto a pagar?

La idea de Asiaín en el momento sería redactar un segundo mensaje, y dejarlo justo al lado del primero, y esto es justamente lo que iba a proceder, puesto que siempre suele tener consigo lo necesario para redactar una nota como corresponde, pero entonces lo notó, alguien salió de la zona oculta...

Era un hombre, que iba rodeado por dos más, lógicamente no lo ha visto en su vida, así que en primera instancia resulta imposible decir algo solo con verlo, pero cuando se acerca más, incluso desde antes de que diga nada todo cobra sentido, ojos dorados... Y un bebé albino.

Sí, ese es el hombre, no queda lugar a dudas.

Mejor enfocarse en lo que concierne.

Respondió con una voz absolutamente fría y una mirada penetrante, ausente de toda expresión, por mínima qué fuera, si demostraba cualquier signo de lo que fuera, perdería y no podía permitirse perder.

También estaba listo para atacar si es preciso, pues afortunadamente, él no es el tipo de mago del qué te pueda proteger un escudo, pero por el momento no tomará la ofensiva, mejor resultará hacerlo hasta que llegue el momento o si acaso se llega a necesitar.

En efecto, yo soy el padre del pequeño, y mi deseo es recuperarlo.

Y ahora que veía por donde iría.

Depende de lo que busque...

Aunque aún a pesar de todo Asiaín no pierde la calma, y es tan capaz de probar el terreno como el mejor...

Yo lo daría todo por mi hijo, no caben dudas de eso, aunque más bien, cabría decir no tanto el cuanto si no el qué, ¿Qué espera obtener con esto?

Y luego de lo preguntado, se encargaría poner el anzuelo.

Solo espero que no esté entre sus planes involucrar al resto de la familia con lo que vaya a solicitar...

Dependiendo de sus reacciones a esto y a lo próximo qué diría manejará su forma de acercamiento, ya en este punto sabe que no tiene muchas opciones... Pero tampoco sabe si vale la pena seguir tratando de tener algo, eso lo pensará mientras avance la charla.

- Bien, pues vayamos al grano - al menos el tipo era directo, eso le gustaba. Así no perdería tiempo en caso de que el negocio no fuese por donde él quería. Esbozó una sonrisa astuta cuando le confirmó que era el padre, pues de lo contrario no se habría presentado allí. - Ah, sí...os parecéis. - dijo con una mueca de desagrado, sujetando a la criatura con cierto desagrado. En el fondo estaba deseando librarse de él, no hacía más que llorar, comer y cagar.

- Podrías explicarme a qué se debe su extraña condición sanguínea...pero eso sólo saciaría levemente mi curiosidad y ya he descubierto algunas cosas investigando. Por tanto...pretendo bienes materiales y más. Influencias. Control. Si eres capaz de eso... la transacción terminará bien. - avanzó unos pasos más hacia él, mirándole fijamente antes de detenerse. - Parece que tienes miedo de involucrar a tu familia en esto. En realidad os conviene estar de mi parte. Quiero la protección de los tuyos y que me ayuden a expandir mi comercio. Poseo una sustancia que potencia la magia, y actualmente empieza a venderse de manera más amplia en el mercado...podéis hacerme un gran pedido, o podéis llevarla a otros lugares. Firmar un contrato mágico sería lo más adecuado. Además de darme algo ahora. ¿Llevas encima algún objeto material o algún objeto mágico de interés que puedas darme como pago? - cuestionó extendiendo una mano hacia él, además de coger al crío sólo por un pie, haciendo que su cabeza colgase boca abajo. Se puso a llorar, obviamente.

- Dijiste que te importaba la vida de tu hijo, así que...tendrás que trabajar para mí si quieres mantenerlo vivo. - comentó con una enigmática sonrisa. Había estado recurriendo a trucos que le habían funcionado con otros en el pasado. Sólo tenía que preguntar si quería saber qué le pasaría a su retoño si él no se convertía en algo similar a un esclavo suyo.

Ir directo al grano era lo mejor en esa situación, normalmente sería el primero en ir por rodeos, pero francamente... En ese momento, no existía razón para hacerlo, sobre todo considerando a quien tenía frente a sí, no era momento para florituras, era momento para dejar las cosas claras.

Ya veo, entonces en eso es en lo que radican sus intereses...

No era sorprendente, es lo clásico qué alguien podría buscar adquirir de una familia poderosa, y la vez le hacía darse cuenta de por donde iban los tiros en esta situación.

Por lo tanto analizó lo siguiente que dijo, y resulta hasta curioso, porque siendo honestos, en circunstancias diferentes, podría incluso haber sonado como un buen negocio, tomar las cosas que este hombre pudiera ofrecerles, al final, cualquier mercancía y más algo que sirviera para incrementar la magia, podría servirles en la obvia guerra qué se avecinaba.

Pero en estas circunstancias... Tenía algo más importante en su mente... Además, luego de eso, vino la siguiente frase, y el llanto de su hijo... Este hizo qué sintiera un dolor muy particular, uno que reside en el alma y no en el cuerpo, y que llegase a dos realizaciones...

La primera es que incluso si se intentara, jamás funcionaría, los pendragon nunca se someterían ante una afrenta a su orgullo y sangre, simplemente es algo que es absolutamente imposible, cualquier acuerdo en estas condiciones está condenado al fracaso, por lo tanto...

Mientras esto continúe, la vida de su hijo seguiría en peligro, no importa la decisión que tome... Al menos mientras pueda seguir siendo usado como moneda de cambio, una moneda de cambio pensada para él mismo y para nadie más, por lo tanto, la única forma de evitar el ciclo, es una y solo una.

Siendo así... Podría ofrecer mi anillo vilya, pero he de asumir por la desaparición de su edificio qué ya posee uno, por lo tanto, quizás este otro le funcione más.

Entonces mostró el sello de pureza, el cual procedió a removerse con mucha calma, y luego aprovechar que Tobias se aproximó más y hacer el ademán de entregárselo... Aunque rápidamente extendió su mano opuesta a uno de los mercenarios sus ojos se tornarían oscuros, y unas zarsas espectral es procederían a arrancarle el alma...

Y le tengo un regalo más, es de parte de mi prometida.

Luego procedería a mover la mano qué tenía prácticamente enfrente de Tobias para atacarlo con su magia de sangre, pensaba cumplir la última promesa que le hizo a su amor, ella estaría presente mientras que él ejecuta su venganza, pues la única forma de que esto se evite... Es que él muera.

Nunca temió a la muerte, siempre la pensó como una esperanza, que vendría a liberarlo de su constante calvario, y ahora ha decidido qué morirá de esta forma, será en combate, usando la totalidad de su magia, en un último estertor de vida, y mantendría al pequeño a salvo...

Lucharía hasta que sus venas se queden sin sangre, hasta que su alma abandone su cuerpo y su maldición llegue a su fin.

Moriría por venganza, por su sangre y en combate, irónicamente, moriría como un pendragon lo haría, a pesar de que jamás pudo vivir como uno.

Sería todo de un segundo a otro un caos, hasta que finalmente, una mezcla entre sus enemigos y el propio desgaste de su magia finalmente lo lograría vencer, y caería, desvaneciendose... Un final de lo más irónico para él, de tantas cosas que pudieron haberlo arruinado, terminó por matarlo algo cruel y fuera de su control, tal como lo que lo atormentó toda su vida.

Una vez cayera, su cuerpo se degradaría por el inmenso desgaste hasta volverse una mezcla de polvo y sangre, una sangre roja, pues la maldición la abandonó cuando él se fué.

Aunque su alma sería la única libre, pues la maldición seguía vigente, solo que no en él, si no en su pequeño hijo, y además, todavía había dejado una última sorpresa en caso de que todo falle... Seguramente ya en este punto uno de sus informantes estará por entregar la carta que preparó, pues su voluntad postuma, sería contar la verdad de esto a su familia, todo cuanto sabe está ahí.

Se mantuvo expectante por la decisión de Asiaín ante su propuesta, que finalmente pareció aceptar. Comenzó por ofrecerle un anillo, pero...en el momento de la verdad aquel tipejo destapó sus verdaderas intenciones. Tobías emitió un leve sonido de sorpresa al ver lo que aquel otro anillo le hacía al mercenario que tenía al lado, matándolo prácticamente al instante. Estaba impresionado, y ahora quería ese objeto. - Dame esa cosa. - ordenó con ambición, todavía sin soltar la pierna del niño que sujetaba con la otra mano como si se tratase de la pesca del día. En cuanto mencionó a la prometida supo qué era lo que quería...

Tendría que haberlo visto en sus ojos. Eran los de alguien que ya no tenía nada que perder y lo único que quería era venganza. - Eso no te servirá de nada. Es inútil y lo sabes. Ella no lo sabrá jamás. - Alguien así era muy peligroso, y comenzó a experimentarlo en su propio cuerpo cuando la magia de sangre de Asiaín comenzó a hacer de las suyas. Múltiples heridas comenzaron a aflorar en su cuerpo, tiñendo de rojo su túnica blanca. El alquimista ahogó un grito de dolor, cayendo al suelo de rodillas mientras soltaba al hijo de aquel hombre. Intentó trazar en el suelo un círculo de transmutación para dañar a su rival, para evitar que terminase por desangrarlo o algo peor. Por suerte el cuerpo de su rival parecía haber llegado a su límite, cayendo exhausto finalmente. Tobías jadeó ahogadamente mientras su sangre goteaba en el suelo, contemplando atónito el modo en que el cuerpo del padre se desvanecía en polvo y sangre sin dejar un cuerpo tras de sí. No sabía qué acababa de pasar.

- Que manía la gente con morirse y fastidiarme los negocios... - murmuró en cuanto recobró algo de aliento, aunque tenía que regresar rápido al edificio para poder curarse y frenar los sangrados antes de que fuese demasiado tarde. En cuanto al niño llorón del suelo...ya no le servía para absolutamente nada. No le interesaba. Su padre acababa de condenarlo igualmente, porque allí abandonado no sobreviviría. Se levantó a duras penas del suelo, entrando al edificio y dejando atrás al hijo de Asiaín.

Andaba yo en mi forma de pantera circulando por ese lugar, en una pequeña patrulla al exterior que habia decidido hacer a ver si me enteraba un poco de qué ocurría por neo Londres, porque desde lo acaecido en el Vaticano, me habia estado tomando unas muy buenas merecidas vacaciones con Monica y los energúmenos que teniamos por hijos, benditos sean.

Pero al gato no se le pueden poner orejeras por mucho tiempo y los dos teníamos tareas en la ciudad, asi que a ver si pescabamos algo.

Lo que no esperaba pescar era un bebé, a decir verdad.

Porque conforme iba paseando, abrigado por la noche y las sombras de la ciudad, mis finos oidos felinos captaron algo...un llanto? un llanto infantil? muy, muy leve...tenue... se ahogaba cada vez mas....

Moví las orejas persiguiendo la fuente del sonido, el olfato...olía a basura, a decir verdad. Pero no tardé mucho en localizar a la criatura. Un bebé pequeño, miniaturo, llorando debilmente, abandonado y a la espera de la muerte....

Le di con el hocico para ver cuanta vitalidad tenía. La suficiente para agarrarme de los bigotes. Miré a un lado, y a otro...alli no habia nadie.

"se va a morir si no lo saco de aqui..."

No podía dejarlo abandonado...me recordó terriblemente a Joram. Y su madre? Tambien habría sido torturada y utilizada, como lo fue Monica? Para luego dejar ahi a la criatura? Dejé mi forma de animago pantera y quedé agachado a su lado, viendo al curioso bebé peliblanco.

- Te encontraré a tu familia, si es que aun te queda alguna... - lo cogí entre los brazos, a decir verdad, se me daba genial. Puse mi mano sobre su pecho para tratar de sanarlo un poco, antes de desaparecernos de alli.

El viaje a la Ciudadela Alpha por los encargos que el alemán le había hecho a Sam lo podía aprovechar para llevarme a mi hermano, a mi padre y a Andreas de Londres, no estábamos seguros allí. Estaba ansioso por partir hacia la aventura que nos esperaba en la ciudad de los androides y ser testigo del desprecio del hombre por la naturaleza en su máxima expresión.

Quería descifrar la avanzada tecnología y aprender todo lo que pudiera de la Ciudadela Alpha. Ese lugar era como un pozo de conocimiento en el que me quería zambullir, sin mencionar que teníamos asuntos de negocios de los que había que ocuparse.

Di unos golpes con los nudillos en la puerta de la habitación de papá y después en la de Andreas. -Oigan ¿Podemos hablar?- Los llamé en voz alta. -Fue mala idea dejar el idioma alemán para los últimos años de la secundaria, si lo hubiera estudiado antes, no tendría que usar el traductor del celular para poder entender a Gutenberg.- Había priorizado otros idiomas confiando que mis estudios seguirían su curso normal pero... pasaron cosas.