Gimnasio Peludos

Aunque mi vida siempre ha sido la de un mago que viaja de sitio en sitio, me encanta la magia en serio pero debo admitir que tengo ciertas pasiones también por la salud, la pericia física y el combate de cuerpo a cuerpo, claro que a muchos de mis compañeros no comparten la misma opinión, aunque hay otros que piensan como yo que las artes mágicas y el buen estado físico se pueden combinar bien.
Así que por eso vengo, lo primero que hago es ponerme el calzado y la ropa de entrenamiento, e decir con tenis, una camisa sin mangas y unos pans, dejo la maleta con el resto de mis cosas en el casillero antes de salir a la zona de entrenamiento.
Comienzo a hacer el calentamiento moviendo mi cuello en círculos primero de un lado, luego hacia el otro lado, después de arriba abajo como si estuviera afirmando con la cabeza y luego de un lado a otro.
Ahora paso con los tobillos girándolos, después las rodillas y de ahí paso a girar las muñecas y por último los hombros, como parte del calentamiento, después me dirijo a una zona con espacio, agarro una cuerda, la agarro con ambas manos y comienzo a usarla para dar saltos.
Comienzo a sentir como mi cuerpo poco a poco comienza a entrar en calor debido al movimiento y tras unos minutos se seguir con los saltos, mi cuerpo comienza a expulsar el sudor tras unos minutos de sudor agarro la toalla que llevo conmigo y seco mí el sudor de mi frente, mientras que doy profundas respiraciones para calmar un poco mi ritmo cardiaco.
Me dirijo hacia la jaula de ejercicios a dónde se encuentra la barra para hacer dominadas, debido a mi estatura apeas alcanzó así que busco con la mirada un banco de madera sobre el cual subirme, una vez que me subo en el extiendo mis manos para agarrar la barra, respiro profundamente, pongo fuerza en mi cuerpo y empujo hacia arriba.
Poco a poco mi cuerpo va subiendo, mientras que siento el esfuerzo en mi espalda, sigo subiendo hasta que mi barbilla logra atravesar la barra, después comienzo a bajar lentamente sin dejarme caer mientras que expulso el aire.
Cuando lo logro, vuelvo a inhalar el aire mientras que repito el mismo movimiento para subir hasta arriba y luego volver a bajar mientras que exhalo el aire, vuelvo a repetir el movimiento varias veces, inhalando el aire impulsarme hacia arriba, mi barbilla atraviesa la barra y lentamente exhalar el aire mientras que bajo mi cuerpo sin dejarlo caer, siento el trabajo en mi espalda y continuo hasta hacer diez repeticiones.
-yo puedo, una más, una más- me digo para mí mismo mientras que empujo mi cuerpo hacia arriba sintiendo como la subida me cuesta más trabajo que la vez anterior y la bajada me pide a gritos que baje más rápido.
Al bajar colocando mis pies sobre el cajón suelto la barra y comienzo a respirar profundamente esperando unos segundos para recuperarme antes de hacer otra serie de diez repeticiones

El ataque había servido para que Savannah pusiera un poco de perspectiva en su vida. La cicatriz que ahora portaba en el ojo izquierdo era un constante recordatorio que el mundo. Le había pedido a Jarkko que se quedara en la habitación con ella los días siguientes y, la verdad, es que había llegado un punto en que la necesidad de contacto no tenía nada que ver con el sexo sino con saber que estaba allí. Un contacto lejos de la violencia que habían vivido fuera.

También habían logrado poner en marcha algo de lo que habían hablado con Ian durante un tiempo, algo que los enfocara a los cuatro y se había inaugurado el gimnasio. Se turnaban para tenerlo abierto y aunque Savannah al principio había pensado que no iba a necesitarlo, todo había cambiado desde que le habían atacado. Tanto Jarkko como ella se habían propuesto… No dejarse pisotear. Eran lobos, sí, pero no se sentía como una loba. ¿Era eso lo que bloqueaba su comunicación con los espíritus?

De momento había poca gente y Savannah siempre vigilaba quien entraba, quien hacía qué, cómo, cuándo…Usando todos sus instintos para evitar caer abatida por unos odiosos llenos de rencor. Estaba en la máquina de piernas, empujando lentamente el peso y sentía que se iba a morir. Ya había hecho 30 minutos corriendo y no le había afectado tanto pero cuando se trataba de agregar peso, de levantarse a sí misma o algo así… Sentía que se moría. Ian le había dejado una rutina para ella pero estaba que agarraba el papel y lo tiraba a la basura. El deporte no era lo suyo.

Había un chico que no paraba y parecía tener una resistencia brutal. Savannah buscó su botella de agua y se acercó a él con curiosidad -Hola… ¿Eres militar o algo? Yo estaría en el piso después de todo lo que has hecho-

Pongo de nuevo esfuerzo en los brazos y comienzo a subir de nuevo hacia arriba para que mi barbilla quede por encima de la barra, sostenerme unos segundos antes de bajar despacio, para después volver a repetir el movimiento aplicando fuerza para subir mantenerme arriba y luego bajar sintiendo cada vez más el trabajo de fuerza en mi espalda, inhalo el aire antes de comenzar a volver a subir una vez más solo pensando en poner fuerza y en bajar y volver a subir y así hasta conseguir otra diez repeticiones.
Cuando estoy abajo comienzo a respirar de forma más profunda, vaya este entrenamiento si es difícil, mientras que espero unos segundos para hacer otras diez repeticiones antes de pasar al siguiente ejercicio una chic me saludo y me pregunta si soy militar o algo así, cosa que me hace gracia, normalmente la gente piensa que soy un vago, dibujo una sonrisa en mi rostro antes de contestarle.
-¿militar? Claro que no, solo soy un aficionado al fitness, y créeme he visto a tipos haciendo versiones más difíciles de este ejercicio, como atarse una cadena a la cintura y colocarse varios discos de veinte kilogramos de peso o agarrar la mancuerna de veintitantos kilos con los pies.-
Vuelvo a subirme al bando antes de volver a levantar mis manos y con ellas me agarro de la barra respiro profundamente para usar fuerza y volver a subir mi cuerpo hasta que mi barbilla pasa la barra, una vez hecho eso vuelvo a bajar lentamente sin dejarme caer ni bajar tan rápido, vuelvo a respira profundamente y poniendo más fuerza para repetir el movimiento para volver a subir y bajar y así continuamente para conseguir hacer diez repeticiones.
Bajo de regreso al banco y bajar del banco para decirle a la chica- y también puedo hacer otra variación de este ejercicio- le digo mientras que respiro y me recupero un poco solo unos segundos.
Pasados unos segundos vuelvo a ponerme arriba sea del banco y extiendo mis manos hacia la barra para agarrarle pero con un agarre diferente volteo mis manos hacia mí de esa forma la dificultad del ejercicio cambia.
Respiro profundo para tomar fuerza y comienzo a subir hasta que mi barbilla pasa la barra y luego paso a bajar lentamente sintiendo el trabajo en mi espalda y en mis muñecas debido al nuevo agarre que estoy usando para el ejercicio, repito el movimiento una y otra vez respirando profundamente mientras que subo y bajo sin dejarme caer varias veces, cuando llego a la décima repetición siento como el sudor comienza a salir de mi frente
-¿no quieres intentarlo?-

-¿Un aficionado del qué?- El término no lo conocía pero parecía que se refería al deporte y con la descripción que dio hizo que Savannah se imaginara a Ian modo kamikaze con una cadena o incluso a los guerreros Fenrir entrenando o cargando troncos como tareas del campamento. Bebió un largo trago de agua -Pues va a ser que yo paso de hacer eso. Ya siento los brazos como espaguetis- Mencionó y movió el brazo con suavidad mirándoselo. Nada tenía que ver ni con el de Ian ni con el de Jarkko, pero nadie le ganaba a su culo de escándalo. Aquel pensamiento le robó una sonrisa.

-¿Tienes algún consejo para hacer eso?- Preguntó con lo de la barra mientras iba a la máquina del lado y se sentaba pero se detuvo, se incorporó y ajustó los pesos como le había enseñado Jarkko eligiendo lo justo para ella. Se sentó de nuevo y empezó con las series que le había dejando Ian, sintiendo el esfuerzo físico y el músculo de sus brazos empezar a quemar pero… tenía que seguir, porque sí.

Se concentró también en su respiración mientras veía al chico empezar a hacer el ejercicio de forma distinta, era increíble las diferentes formas en las que se podía entrenar. Lo peor era cuando le dolían músculos que ni siquiera sabía que existían.  Paró un poco la serie que estaba haciendo y observó al chico cuando se lo ofreció -No sé si pueda…- Se incorporó y estiró un poco los brazos antes de mover los hombros, estirándoselos -¿Cuál es el nivel fácil?- Preguntó mientras se montaba en el banco.

La chica me pregunta que si yo era aficionado de que, como si no conociera la definición de la palabra Fitness, bueno me sorprende que haya gente yendo a un gimnasio y que no conozca el significado de esa palabra así que le respondo.
-Fitness son ejercicios gimnásticos para tener un buen estado físico-
Vuelvo a subir al banco para realizar otra vez la serie de diez repeticiones con el ejercicio con el nuevo agarre, comienzo a subir  usando  aplicando toda mi fuerza y concentración cuando estoy arriba y mi barbilla rebasa la barra comienzo a bajar lentamente, cuando termino de bajar por completo vuelvo a inhalar aire para poder volver a subir, suena simple pero no es fácil.
Mi barbilla rebasa de nuevo la barra, y cuando lo hace  vuelvo a bajar mientras que expulso el aire, siento la presión del trabajo en mi espalda y en mis muñecas, vuelvo a subir hasta que mi barbilla logra rebasar la barra y a bajar hasta abajo con los brazos completamente estirados, inhalo profundamente una vez más antes de volver a subir, siento el trabajo en mi espalda y en mis muñecas y vuelvo a exhalar mientras bajo, y continuo hasta lograr hacer otra vez diez repeticiones, una vez que lo logro , vuelvo a colocar mis pies en el banco antes de regresar al piso, me seco el sudor con la toalla mientras que comienzo a respirar profundamente.
La chica me pregunta si tenia algún consejo para hacer eso, bueno la verdad no se como explicar  como hacer algunos ejercicios, solo sé que los hago, pero debería intentarlo.
-tendrías que estirar los brazos hacia arriba, agarrar la barra respirar profundamente , impulsarte hacia arriba pero no de golpe, una vez que este arriba aguanta un poco y comienza abajar despacio sin dejarte caer, bueno es simple pero no fácil ¿quieres intentarlo?-le pregunto-¿puedo ayudarte si gustas?, con ayudarte hablo de levantas los brazos hacia la barra, agarras la barra  sostengo tus tobillos con mis manos te impulsas hacia arriba  y te doy un pequeño impulso con las piernas así aprendí y ese es el nivel principiante

La siguiente parada fue en el gimnasio que había abierto hacía poco tiempo junto con Jarkko y Savannah, una idea de negocio que les salió una noche de borrachera. Luego robaron máquinas de antiguos gimnasio de Londres, las arreglaron, pusieron en orden el local y...a ser empresarios.

Aún llevaba poco tiempo abierto, pero al parecer tenían ya el primer cliente. Al entrar se encontró a Savannah con un muchacho bastante joven, que seguro quería ligar con ella con la excusa del entrenamiento. Ian sonrió de manera burlona mirando a su amiga, cruzándose de brazos un momento mientras la observaba en la lejanía. A ver cómo se apañaba. Estaba claro que tanto ella como Jarkko tenían que entrenar más, que para ser licántropos los veía un poco blanditos. Después se aburrió de esperar, así que descruzó los brazos y se llevó una mano al bolsillo donde tenía guardado el disco de Morgana. Lo apretó levemente antes de echar a andar hacia ella, saludando a ambos cuando estuvo a su altura.

- Espero que sigas entrenando en el gimnasio y que corras la voz entre tus amigos. Hemos abierto hace poco, pero es de lo mejor que vas a encontrar en la ciudad. - comentó al chaval, dirigiéndose luego a Savannah. La miró algo más serio, carraspeando un poco. Jarkko parecía que no estaba por ahí, pero por el momento sólo confiaba en ellos dos para contar lo que se traía entre manos. Tal vez también en Azahar, aunque intuía que le daría algún golpe en la cabeza o algo.

- Quiero hablar contigo de algo importante...si no acabas muy muerta después del entrenamiento. En realidad os necesito a ti y a Jarkko. ¿Sabes dónde está?

Le pareció que la palabra “fitness” era bastante elegante así que asintió un poco como dándole a entender que comprendía el concepto. Una nueva palabra pija para su vocabulario de loba. Mientras ella estaba en la máquina, moviendo lentamente cada una de las ¿palancas? para poder ejercitar sus brazos, no dejaba de mirar al tipo. Se dio cuenta de que al bajar no se dejaba caer, arrastrando su peso, sino que hacía un descenso controlado.

Escuchó los consejos que le estaba dando después de intercambiar una mirada con Ian, en la que se le notaba que se estaba divirtiendo mucho, ella le sacó la lengua un segundo antes de mirar hacia el chico que explicaba eso del descenso -Vale- Dijo sin estar muy convencida de que pudiera, pero tampoco le apetecía no intentarlo así que se subió al banco.

-Sí sí, ayúdame… que no creo que pueda elevarme sola- Le dijo en respuesta al chico del que no sabía el nombre -Por cierto, soy Savannah- Mencionó alzando las manos para coger la barra y hacer el primer movimiento. Tal como esperaba, era difícil, más aún con sus músculos ya cansados. Al bajar la primera vez, exhaló y soltó un suspiro. Para su buena suerte, porque no iba a intentarlo de nuevo, apareció Ian.

Ladeó la cabeza hacia Ian cuando cambió el gesto y se bajó del banco con algo de preocupación -Jarkko está en casa…y ya ando medio muerta…- Dijo alzando suavemente las cejas, luego miró al chico -Sigue tú…- Luego miró a Ian de nuevo -¿Le mandamos un patronus?

La chica acepto la propuesta de al menos intentar hacer este tipo de ejercicio con mi ayuda, así que cuando la chica se pareara para hacerlo, ene so ella se presenta con el nombre de Savannah, a lo que le respondo diciéndole mi nombre.- me llamo Burai, pero concentrémonos en el ejercicio-
Cuando ella se prepara para subir uso mi mano tocando ligeramente sus piernas para darle un ligero empuje y ayudarla a subir y luego a bajar de forma controlada, yo esperando a que Savannah hiciera al menos una serie de ocho está de detiene y baja del banco decepcionándome bastante, haciéndome recordar la primera vez que lo hice, había aceptado hacer al menos ocho repeticiones sin ayuda.
-bueno no estuviste mal en este ejercicio, pero si me hubiera impresionado que lograras hacer al menos una serie de ocho-
Ella me dice que continúe de nuevo, así que le tomo la palabra, pero no pongo mucha a tención de que dice algo de que alguien ya llego, así que me subo de nuevo al banco, extiendo de nuevo las manos para agarrar la barra con el segundo agarre, inhalo aire y comienzo a subir mi cuerpo lentamente hasta que mi barbilla atraviesa la barra y tras unos segundos bajo lentamente mientras que exhalo aire, vuelvo a inhalar aire para volver a subir, me mantengo arriba unos segundo antes de volver a bajar, después una tercera vez y así continuamente hasta llegar otra vez a diez repeticiones, una vez que llego a las diez repeticiones, bajo hasta el cajón y finalmente bajo de el terminando esa serie de ejercicios, siendo hora de pasar a los siguientes, pero primero agarro el banco y voy a dejarlo a su lugar, cuando regreso, recuerdo que Savannah habalaba con alguien así que voy hacia ellos, me acerco y lo saludo dándole la mano.
-buenas soy Burai mucho gusto-

Estrechó la mano del chaval cuando se presentó, pensando que no le sonaba de nada, ni de verlo por la isla. También era cierto que hacía mucho tiempo que no pasaba por allí. - Ian Hacksaw, uno de los de dueños del gimnasio. Ahora volvemos. - le comentó antes de alejarse de la zona de entrenamiento, tirando de la muñeca de Savannah para llevarla al rincón más alejado para poder hablar. Miró alrededor con impaciencia, sin querer esperar a que llegase Jarkko.

- Os necesito porque es un asunto de hablar con espíritus...almas, lo que sea. - se sacó del bolsillo el disco de Morgana que había cogido de la zona antimagia, aunque supuso que no le diría mucho. - Hay una aquí encerrada, una potencialmente peligrosa...pero que comparte enemigo común. Los Pendragon. Quiero hacer algunos experimentos, pero para eso os necesito a ti y a Jarkko. Combinados. - volvió a guardar el disco, esperando su reacción durante algunos segundos. Era un favor grande el que les estaba pidiendo. - Se trata del alma de Morgana Le Fay. He pensado que...si infectamos el árbol de los Pendragon con ella tal vez lo destruiríamos. Pero también puede ser algo impredecible. Por eso he pensado que otra opción sería ofrecerle el cuerpo de uno de los hermanos Pendragon, para que haga su venganza a través de ellos. No me fío de ella, desde luego, pero es una oportunidad que no podemos desperdiciar. ¿Qué te parece? - terminó bajando un poco más la voz, aunque probablemente el otro ni se enterase de lo que estaban hablando.

Savannah desvío la mirada hacia el chico cuando le soltó aquello de que podría haberle impresionado si hubiese seguido. Le regaló una sonrisa bastante amable pero sus palabras eran claras -Mi objetivo nunca ha sido impresionar a un hombre… y a ti, ni siquiera te conozco- Añadió y tras eso se enfocó en Ian.

Se habían alejado para hablar e Ian parecía como…cauteloso. Vio el objeto que sacaba y era estúpido no reconocer que percibió perfectamente que había "algo" ahí y supuso que se debía a un espíritu encerrado por la forma en la que se había acercado a ella. Pero se quedó en silencio, escuchando.

-La última vez… que usé nuestros poderes juntos fue un poco complicado para mí y estoy bloqueada pero…- Miró de nuevo a Ian a los ojos sabiendo que el tema de los Pendragon le había jodido mucho, esos tipos no eran de fiar. Al menos no para Savannah. Y menos aún después de que separaran a Catherine e Ian pese a que la situación era por una maldición -Ayudaré-

Aunque la palabra se le atragantó un poco cuando mencionó que era Morgana Le Fay. Parpadeó de sorpresa -LA Morgana?- ¿Esa no era la ascendente de Catherine? Eso…era una mierda complicada -Que si vas a liberarla tienes que encontrar la forma de … o sea tener un plan para volver a encerrarla. Un plan de back Up ¿No?... Algo… no sé, tenemos que pensarlo bien pero habría que conocerla- Desvío su mirada al disco con suspicacia -Vamos con Jarkko, algo pensaremos- dijo y se despidió de Burai con la mano, tras eso atrajo su bolso, tomo del brazo a Ian y desaparecieron a su casa.

El joven me vuelve el saludo, presentandose como Ian que resulta ser uno de los dueños del gimnasio, lo que me causa gran alegria, pensando en decirle que es un placer conocerlo, pero el dice que regresaran, antes de llevarse a la joven a una zona alejada del gimnasio, bueno no soy quien para interponerme en eso quizás sean amigos o algo así.
-muy bien yo estare aqui un rato mas-
Así que me doy la vuelta hacia otra área de la zona para agarrar una de las barras olímpicas para colocarla sobre una colchonetas, después voy a dónde tienes los discos para las barras, agarro un par de discos de cinco kilogramos y los pongo en la barra, uno de cada lado, antes de colocarme en la parte central de la barra.
Flexiono un poco las rodillas y me inclino ligeramente hacia enfrente, agarro la barra con ambas manos a la altura de los hombros , inhalo aire antes de comenzar a levantar la barra lentamente una vez arriba, la mantengo unos segundos antes de exhalar el aire mientras que bajo la barra lentamente, una vez que la bajo vuelo a Inhalar el aire y vuelo a Exhalar para bajar de nuevo la barra sin dejarla caer cosa que no es tan fácil como parece, vuelvo a Inhalar para levantarla lentamente, mantenerla arriba y a exhalar al momento de bajarla, continuo con el ejercicio mientras que en cada repetición se vuelve mas difícil que la anterior y así llego a realizar diez repeticiones.
Cuando termino de hacer las diez repeticiones voy hacia los discos de nuevo los agarro y los añado a la barra para aumentare la dificultad, una vez mas me coloco en posición y comienzo a inhalar mientras que levanto la barra, las sotengo arriba unos segundos, siento una sensación de trabajo en la espalda, y vuelvo a bajarla, inhalo de nuevo, levanto la barra, la sostengo unos segundos y vuelvo a exhalar mientras que bajo la barra, cada repetición es más dolorosa que la anterior pero puedo manejarla.
Sigo realizando las repeticiones hasta completar un total de diez y es ahí cuando vuelvo a colocar la barra en el piso

Luego de haber tenido una buena siesta inducida por la leche de amapola, Rosse tenía dos cosas en su cuerpo, mucha energía, y mucho terror por las pesadillas constantes, dos cosas que en conjunto le llevan a una sola conclusión... Tiene que entrenar, tiene que hacerlo porque no ha dejado de ser débil.

Y aborrece la sensación qué eso le provoca, por tal motivo, su siguiente parada será el gimnasio, a este se presenta con ropa deportiva bastante normal, y afortunadamente para ella, al estar en la superficie básicamente nadie podría reconocerla, por lo cual de seguro el deber no la reclamará hasta la hora de la verdad, y podrá entrenar.

Con este pensamiento en su mente procedió a ir a una de las maquinas de correr, y empezar a calentar en ella, pero no iría lento para empezar... No, empezaría rápido, no más de lo que ella puede correr, pero sí a una velocidad qué complique mantener el paso.

Se esforzaría en mantener la respiración enfocada en la nariz, y además qué fuera diafragmatica, sabe que debe porque literalmente estudió antes de venir, no puede permitirse qué no funcione, y debe aprovechar todo el tiempo del qué pueda disponer...

Conforme se mantuviera corriendo, podría sentir sus músculos protestar, pues aquí no está la adrenalina para nulificar las sensaciones del cuerpo, pero aún así no se queja ante esto, porque apenas es el inicio, y ella lo sabe, se tendrá que acostumbrar porque lo seguirá haciendo a diario de aquí hasta su último día, no se permitirá volver a ser débil.

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Aquel día me había escapado al gimnasio de mis colegas por necesidad imperiosa. Primero porque aún no lo había visto, segundo porque era venirme o estrangular a los mellizos. Los había dejado durmiendo la siesta después de un agotador juego de palito inglés en el jardín y otras cuantas cosas más.

No esperaba encontrar allí a Ian pero a savannah o jarkko lo mismo si. Encogí mis hombros al no verlos y en el vestuario me cambié.... Dándome cuenta que me sentía muy extraña habiéndome dejado la espada en casa y las cosas de vestir de protección más grandes. Cogí el agua y salí del vestuario, iba con unos pantalones cortos, top ceñido y una camiseta de hombros larga y muy amplia.

Miré las cintas de correr viendo a una chica ahí dandolo todo.

"Yo debería hacer un poco de eso también"

Correr por el jardín persiguiendo gnomos la mantenia a una en forma y distraída de las cosas malas de la vida pero una cinta también estaba bien. Yo y mi horrible tatuaje de ojos de dragón del antebrazo(que no tapaba no por vergüenza si no por calor) nos subimos a la cinta no muy lejos de Rosse y empecé a meterle velocidad. Fruncí el ceño al ver que ella iba a una velocidad mayor que la mia y.... Me piqué y le di más velocidad a mi cinta también hasta superar la suya en medio punto. Probablemente me arrepienta en menos de un minuto

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Rosse se encuentra con la determinación al máximo, piensa hacer todo cuanto esté a su alcance para ser más fuerte... Incluso si se demora tiempo, prefiere eso a sentir que no está haciendo nada debido a su incapacidad de hacer cosas, quiere volverse capaz y realmente fuerte.

Y mientras estaba pensando en esto, no se acabó de percatar qué alguien más estaba entrando, se mantenía enfocada, y sobre todo, en tolerar lo que hacía estaba desacostumbrado luego de estar convaleciente un rato, y entre reuniones y traumas otro rato más, pero volvería a tomar el ritmo de trabajarse a sí misma.

Y cuando empezaba a sudar por su carrera, pudo notar qué alguien tomaba otra cinta de correr, y debido qué su agarre de la atención, tristemente se debilita fácilmente con el tiempo esto hizo qué se volteara, de milagro no perdió el balance al distraerse, pero sí llegó a ver como subía la velocidad de su cinta.

Así que, antes de procesar otras cosas, su lado más graciocillo salió a flote, así que ella misma subió de nuevo la velocidad de su cinta, solo un poco, y empezó a correr más, empezando una competencia silenciosa para no arruinar su respiración.

Solo por presumir un poco de más, así es ella.

Aunque mientras corría, y sentía que sus músculos no agradecían el cambio de ritmo, pensaba que ya la había visto, y rememorando de donde, recuerda aquél día en el hospital de Ouroboros... ¡Cierto! Estaba ayudando con las curas cuando ella estuvo ahí.

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Seguí un rato corriendo tan contenta hasta que oi los piiipiii de la cinta de al lado. Miré donde Rosse viendo que ahora iba más rápido y luego eché la vista al frente.

"Bueno.... Sa picao"

Resople y sonrei de lado divertida, para mí misma. Después de treinta segundos mas a mo ritmo anterior.... Índice al boton y...

Aumentando de velocidad, pero lo hice con avaricia, no solo un par de puntos. La miré de lado y le sonreí como invitándola a superarme, pero fin hablar porque el ritmo ya era incómodo. Me había sacado el lado más competitivo.

De momento, no ubiqué que ya la había visto antes. Quizá era por el cambio de ropa, como iba deportiva no la ubiqué de ouroboros... No es que fuera buena fisionomista la verdad.

Las piernas me respondían bien pero a ese ritmo el cardio ya no tanto, la respiración era mucho más trabajosa y no sabía cuantos minutos duraría, cuatro a lo sumo? Podría aguantar más que ella? No iba a sprint, pero casi....

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Rosse ahora estaba vigilando a ver si la otra chica respondía después de que ella lo hiciera, y para su sorpresa, sí que lo hizo, pareciera que estaba más que dispuesta a seguirle el juego en la tontada qué había improvisado casi qué en el momento, cosa que hizo que le sonriera también.

Ahora esto era una competencia, por tal motivo, Rosse tampoco se contuvo al volver a subir la intensidad de la carrera, puso una buena cantidad de puntos para regresar a la cabeza, teniendo de esta forma qué acelerar de repente, forzandose a mantener el equilibrio.

Y honestamente parecía que no había sido una buena idea, podría ser algo bastante sencillo sprintar, pero mantener un ritmo de manera sostenida no es algo para tomarse a broma le está costando mantener la respiración bien controlada, que el la clave para que el resto no se desmorone al final del día.

Pero indistintamente de estarse presionando, estaba divirtiéndose, cosa que no había tenido la oportunidad de hacer hasta ese momento y quien conozca a Rosse sabe que por diversión es como más facilmente se mueve, inclusive si resulta desafiante, mientras sea divertido para ella va perfecto, por eso ignora las molestias de su cuerpo, y compite.

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Bufé frunciendo el ceño con ofuscación cuando Rosse le subió más a la velocidad, sobrepasando la mía

"Ah si? Con que esas tenemos? Ya verás....."

Y subí tres puntos y medio más la velocidad, ya me había entrado flato y hacia un minuto que había roto a sudar la gota gorda.

Pero lo cierto es que me lo estaba pasando bien, haciendo estas cosas mi cabeza se despejaba de cualquier otro asunto turbio que me rondase.

El caso fue que subir tanta velocidad me pasó factura, ya no podía respirar por la nariz y me dolía mucho el costado. Intenté mantenerlo unos segundos mas pero al final....

- agh!- gruñí y soporte mi peso sobre las manos en los laterales, sacando los pies de la cinta para luego bajarle la velocidad. Agarré el agua y me bebí media botella. - no...puedo....más....


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Estaba corriendo como pocas veces se había dado la ocasión de hacer, y la verdad es que va sintiendo qué su método le va fallando, porque tampoco funciona para sobrepasar los límites humanos, así que es evidente qué no iba a servirle suficiente para esta competencia.

Pero aunque cada vez le cuesta más mantener la respiración exclusivamente por la nariz, y el dolor en sus costados se presenta muy a pesar de esta, además de que sus músculos ya están sin dudas ardiendo por el esfuerzo cuando ve que Azahar sube la velocidad, ella es segunda en hacerlo.

Y da lo último que tiene para dar el último acelere, aunque siente que su corazón late con tanta fuerza qué pareciera que va a salirse, finalmente sale victoriosa puede ver que la chica del pelo azul termina saliendo de la máquina, así que ella, no duda en celebrar.

¡Sí, joder! ¡AH-!

Y por supuesto está vez su centro de equilibrio no puede con la gracia, se cae y sale disparada al otro lado del gimnasio como si de una caricatura se tratase, termina rodando y de espaldas al suelo, para cuando se quiere dar cuenta, Mira las luces del techo...

Y entre tanto, alza una de sus manos, y dice.

Sin dolor, no hay ganancia...

Y luego la deja caer, porque cuando no sabe que hacer o decir, según su lógica la respuesta es hacer un chiste al respecto, pero al menos no se ha roto nada ni nada parecido.

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Estoy terminando de tragar el agua dandole al stop de  mi cinta para que se pare del todo, cuando de pronto veo a la rubia salir disparada de la cinta despues de celebrar su victoria.

- Hostia! - dejé la botella y me bajé de la maquina de un salto (con bastante más gracia que Rosse) y  voy hacia ella, agachándome a su lado, cuando la veo levantar los brazos en señal de victoria. - Sí sí, pero, estás bien? Te has dado en la cabeza o algo? la cadera? Esguince de codo? Los dientes en su sitio? Quiero decir, vaya hostia. - le ofrecí mi mano toda sudada por si queria agarrarla para ayudarse a incorporarse.  - No ha estado mal, eh?  Te la has pegado por celebrar antes de tiempo.

Ahora más de cerca la pude analizar algo mejor....

- Nos hemos visto antes?

Iba regulando pulsaciones poco a poco, notaba como el corazon volvía a un ritmo menos proximo al infarto y eso, aunque seguia cansada.

- Quieres agua?


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