Gimnasio Peludos

Se quedó un tanto aturdida después de la señora hostia qué se ha pegado pero de toda formas, no es que se sienta exactamente mal fuera del golpe, cosa que ha sido sin dudas gracias a la suerte pura y dura, y no a nada más.

A-Ah...

Se hubiera quedado un rato más en lo que su respiración, corazón y su cuerpo en general se calmaba un poco, aunque en ese proceso se dió cuenta de que Azahar había venido a ofrecerle su ayuda, misma qué ella aceptó sin más contratiempos, al fin y al cabo, mezquina no es, y tampoco delicada así que el sudor le importó poco mientras se ponía de pie.

Auch... Pues que yo sepa, nada de eso...

Y luego procedió a crujirse ruidosamente la espalda, y luego de eso a reírse un tanto de lo que escuchó.

Ya había ganado entonces, esto solo fue... Un imprevisto.~

Y luego, cuando recibe la siguiente pregunta honesta como es, Rosse no tiene reparos en asentir con la cabeza.

Sí, fue en el hospital después de lo del Vaticano, aunque tenías bastante trabajo, y yo estaba en la mierda, así que no hubo tiempo de conocernos.

Rememoró, fue ahí donde su vida se salvó un tanto, y adquirió una bonita adicción psicológica a la leche de amapola, que recuerdos.

Gracias, pero yo traje propia.

Declinó con calma, mientras que iba de nuevo cerca de la cinta de correr, procedía a apagarla, a a sacar su agua del bolso deportivo qué traía, para empezar a beber, y respirar un segundo.

Uff... Y ahora que tengo aliento de nuevo... Debo seguir, los músculos no se fortalecen solos.

Ya había corrido lo suyo, así que ahora iría a otro lugar... Las barras.

De esas que son para agarrarse a subir y bajar, cosa que es exactamente lo que hace, pero ahora sin contar con su energía usual, por lo cual resultará bastante más complicado... Pero todavía realizable, y además ahora que puede respirar, fácil no será que se calle.

¿Y qué tal todo?

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- Poca broma con las lesiones de gimnasio, que una cosa es partirse la crisma peleando, pero aqui...aqui que gracia tiene? - le dije a Rosse, encogiéndome de hombros y limpiandome el sudor en la toalla.

- Claaro, un imprevisto...la próxima vez me aseguraré de que no tengas nada que celebrar porque pienso ganarte. - lo dije en plan amistoso, competitividad sana, que la había.

Luego hice memoria...ah, claro que me sonaba. Si no hacia tanto tiempo!

- Cuando Oscurus nos avisó! Claro! Ya me acuerdo.... Oye...no es por ser cotilla pero, como están los casos mas graves que atendimos ese dia? Se han recuperado ya?

Me reí un poco y decidí ir tras ella, de todos modos, pasar a las barras y a las pesas era lo siguiente despues de un poco de cardio intenso. Empecé a calentar los hombros y el cuello, para prevenir tirones, mirando la barra de dominadas.

- Bien, no me quejo. He tenido un nuevo hermanito pequeño hace poco! Se llama Liam. Eh.... él es el cuarto. Asi que ahora me va a tocar encargarme más de los mellizos supongo... con lo cual escaquearme un rato para venir aqui está genial. Soy Azahar por cierto, no recuerdo si llegamos a presentarnos. Le tiro primero? - le señalé a la barra de dominadas, pegando un brinco para colgarme de ella. Las primeras repes siempre salían sencillas, aunque la décima ya me costó bastante más terminar de subir y al terminar, solté la barra dejandome caer al suelo, con las manos doloridas.

Mientras descansaba, decidí preguntarle por ella.
- y tú, ya estas del todo bien para entrenar por lo que veo... has vivido siempre en Ouroboros o....?

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Pues al menos acá me divierto un poco.

Y se encogió de hombros, la verdad que el combate jamás le ha hecho especial gracia, lo que viene a ser en ningún momento... Y en este momento concretamente, podría decir que le hace incluso menos de lo normal, la guerra es un dolor.

Ya veremos.~

Rosse mostró una sonrisa desafiante, la verdad que la idea de una sana competencia para divertirse le gustaba, y el tener a alguien con quien competir dicen que ayuda a desarrollarse más rápido, esperemos que sea cierto.

También, inevitablemente, su expresión se ensombreció un poco cuando le preguntaron sobre los casos graves...

No estoy segura...

La verdad... No ha sabido hasta ahora, se ha metido tanto en este conflicto con los pendragon, que no ha tenido ocasión de verificar como estaban los otros descendientes...

En fin, en es momento ella estaba en las barras, he hizo también una serie de diez hasta que finalmente decidiera soltarse, en parte por el hecho de que tenía las manos bastante sudadas y eso complica el agarre al tubo, motivo por el qué sacaría su toalla para secarselas mientras veía a Azahar hacer lo suyo y luego de eso respondería lo que comentó.

Un hermanito... Mm... Algo diría, pero la verdad que he sido hija única toda la vida...

Se puso a pensar un poco en eso.

¿Cómo es tener hermanos? Bueno, además de lo de tener que cuidarlos, que con eso estoy bastante segura que no podría.

Bromea un poco al respecto, pero no es mentira, no tiene suficiente responsabilidad, o paciencia, o capacidad de atención para poder tener niños a su cargo, simplemente sería un desastre... Así que supone que su linaje acabará con ella, así es todo.

Pues tampoco estoy de maravilla, pero al menos entrenar si qué puedo.

No dudó en decir.

No siempre, la verdad, yo nací en Edimburgo, y no tengo tanto de haber llegado a Ouroboros, fue cuando me convertí en descendiente prácticamente, ¿Y tú?

Luego procedió a hacer otra serie de barras, pegando un salto para sujetarse, aunque esta vez fue inevitablemente más lento... Pero debía de hacerlo, no se hará fuerte si se rinde, debe quedarse ahí mientras el cuerpo se lo permita, todo el tiempo posible.

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- Luego me pasaré por alli a ver a Oscurus...sabes, no trabajo alli pero me gusta aprender técnicas de sanación magica. Vienen muy bien. - estaba contenta con mis progresos, pero quería seguir mejorando. Me daba cuenta de cómo podía ayudar a la gente así. Mejorando en sanación, tenía mas cubiertos a mis compañeros.

La chica se marcó una buena serie de dominadas, a lo que asentí con cara de "ow yeah" con mis brazos cruzados en actitud de aprobacion cuando la vi bajar.

- Muy bien! Estas to fuerte!! - le solté una palmada made in Knox en todo el hombro. Y luego fui a por mi segunda serie de dominadas, ya se notaba como picaban no solo la espalda si no tambien los triceps y todo el antebrazo por el agarre.

- Uff... eh.... un momento... - paré a tomar agua de nuevo antes de contestar. - Pues...está bien pero...nos llevamos mucha edad de diferencia, asi que realmente no...podemos relacionarnos mucho. Solo puedo hacerles de niñera y traumatizarlos con cuentos que me invento.

Ella hizo su segunda serie, y esperé a que terminara para responderle, aunque algo que me dijo me dejó pensativa.
- Te convertiste en descendiente? Espera, eres del Consejo de los 20? - oh, joder. La habia tomado todo este tiempo por un miembro de la Guardia. - No me has dicho tu nombre todavía. - y mientras se decidía a decirmelo, fui a por mi tercera y ultima serie de dominadas, aunque esta vez solo salieron 9 y media. - Estoy reventá.... - dije al final entre jadeos, las dominadas me agotaban. - Uff...yo...llegué a Ouroboros con toda la movida esta de Sam cuando...se empezó a abrir a la gente pero...hasta entonces siempre he vivido en Bastion Hollow....Francia....Irlanda...o Londres... press de banca, sentadillas, y concluimos? Cómo lo ves? - le dije señalando hacia esas otras pesas, que no quedaban muy apartadas.




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Respiro profundamente mientras que repito el ejercicio levantando la barra  desde el piso hacia mi cuerpo, inhalo levantando la barra hacia mi sintiendo el dolor que indica el trabajo en mi espalda y después exhalo mientras que bajo la barra lentamente de regreso hacia el piso, una vez que regreso la barra al piso por completo retiro los discos de la barra  antes de levantarla de vuelta a su lugar.
Respiro unos segundos para descansar unos segundos antes de dirigirme hacia la maquina de polea alta para realizar un ejercicio de espada media, me coloco en el asiento de la maquina y me extiendo hacia enfrente, uso mis manos para sostener el agarre triangular que me permite agarrar el alambre del aparato.
Inhalo el aire y   exhalo, haciéndome hacia atrás jalo la polea hacia mi torso, inhalo el aire lo sostengo mientras que mantengo el agarro en mi  torso y mientras exhalo aire lo voy regresando  sin dejarlo ir, respiro el movimiento otra vez, inhalando, jalo, mantengo la posición y exhalo mientras que regreso el alambre de regreso y repito hasta completar un total de diez repeticiones.
Me pongo de pie unos segundos para descansar del ejercicio mientras que agarro mi toalla, la paso por mi frente para limpiarme un poco el sudor antes de regresar a  la maquina de poleas para repetir el movimiento.
-vamos Burai, tu puedes... yo puedo-digo en voz baja para mi mismo esperando que esas palabras aunque pobres sean me puedan dar motivación, puede que algunos me llamen loco por lo que hago y por como lo hago, pero yo como si no los oyera
Vuelvo a realizar el ejercicio  con las poleas las jalo hacia mi mientras que inhalo profundamente vuelvo a contener la respiración y después regreso la polea a su posición mientras que exhalo y sigo repitiendo el movimiento hasta volver a realizar el movimiento

Entre tanto y tanto, Rosse continuaba respondiendo, sobre todo cuando escuchó nombrar a Oscurus, le llegaron sentimientos encontrados... Por un lado, es el tipo más amargado qué conoce, y por el otro, es al que secuestraron, y uno de los grandes motivos por los que está ahí... No es tan fuerte para poder intentar salvarlo.

Solo espero no te contagie su amargura, sería una gran pérdida.~

Sonrió, pues como siempre, cuando no puede hacer otra cosa en general hace un chiste, es su mecanismo de defensa en contra de realidad, el único que le queda.

Por suerte, se animó cuando Azahar alabó su fuerza, incluso haciendo una pose como sacando bíceps, como buena tomboy qué es.

¡Gracias! Tú igual vas genial.~

Le da por animar porque se ha puesto de buenas, de verdad esta salida al gimnasio es lo que había estado necesitando hace algún tiempo.

En eso piensa mientras la ve hacer dominadas y va a tomarse el agua qué le queda en la botella.

Hm... Ya veo, no suena demasiado genial, aunque al menos espero esos traumas les den de que reírse en el futuro.

Ella sabe que los traumas pueden hacer buenos chistes.

¿Huh?... Ah sí... De esos descendientes, soy Rosse Mcgonagall, descendiente de Circe, y la experta en transformaciones.~

Ya que tenía la ocasión, haría un poco de alarde de ello, tiene actitud de pavoreal, ni que hacerle, aunque con toda la diversión hasta se le pasó hablar de ser una descendiente.

Así que con S.A.M... Bueno, en realidad tiene bastante sentido...

Una cantidad ingente de personas ha llegado en ese momento... Y curiosamente, la cosa de S.A.M. a sido la menos traumatica qué ha vivido, que vueltas da la vida.

Claro, será bueno para cerrar, y para irme mentalizando a volver porque también quiero aprender a pelear cuerpo a cuerpo.

Es una forma de defendeser de sus sentimientos también... Al sentir que lo ha perdido todo, si un día se quedara sin más que sus manos, quiere poder seguir luchando.

Y con ese pensamiento en su mente, va a la banca con la pesa en su sitio y procede a ponerle un par de discos, nada muy loco, solo la mitad de su propio peso corporal y luego de eso, se recostaría, respiraría, y levantaría las pesas para hacer repeticiones.

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- amargura? Descuida, llevo escudos anti eso.

Comenté con una risa breve. Me hizo gracia que sacara músculo cuando le tiré el piropo aquel y asentí.

Lo de reírse de los traumas en el futuro me hizo rascarme la sien
- sinceramente espero que mis hermanos puedan tener una vida más normal que la mia... Que la nuestra, en general. Rosse? Encantada de conocerte oficialmente!

Y no le estreché la mano porque si la tenía igual que yo, estaría toda dolorida.

Seguimos con el ejercicio de fuerza e hicimos press de banca, ayudandonos de spotter cuando decidimos venirnos arriba y ponernos más peso del que todavía podríamos mover. No le pregunté por su trabajo, me pareció de mal gusto en este momento porque aquí la gente viene a olvidarse un poco de esas cosas.

Cuando terminamos las series, levanté la mano para chocarla con ella.

- buen trabajo. Te parece si nos vemos otro día? No viene mal entrenar con gente... Y podemos tomar alguna clase de boxeo.

Concluimos ambas el entrenamiento, y tras el paso por vestuarios nos dispusimos a abandonar el local, no sin antes animar si chico que estaba dandolo todo en las pooleas.

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7/7 que no se nos olvide pedir los start! XD

La vida es una gran mierda últimamente...

Ha visto los mensajes, ahora es consciente de la realidad, todo va cuesta abajo, hay protestas, los cultivos se secan como producto del maldito árbol ese... Hay una tonelada de problemas qué ella no puede resolver, no es que no quiera,  simplemente no es buena hablando, y sus transformaciones nada pueden hacer contra el maldito árbol...

Incluso si intentaste hacer algo... Sabe que intentar convertir la tierra seca en tierra fértil, el hechizo podría perder su fuerza fácilmente en menos de un día por culpa del árbol, si incluso la isla se está cayendo.

Entre más lo piensa, más frustrada se siente, a este paso terminará por volverse loca sin ninguna razón válida, por precisamente el hecho de ser absolutamente inútil justo cuando quería  hacer algo bueno por Ouroboros por una vez en toda su carrera.

Es ahí cuando nota que esto no tiene propósito, así que toma la decisión de ir a tierra, a un sitio concreto, el gimnasio peludos, lugar donde podría dedicarse a entrenarse para la guerra, despejarse, y quizás pensar en que demonios podría hacer por Ouroboros, así que con eso en mente, pone su bolsa en el suelo.

Y luego de eso, como ya es su costumbre, sube a la maquina de correr y la pone en una velocidad razonable, algo que la rete pero no le saque  el aire, o la arroje contra una pared como la otra vez, eso fue bueno, entonces vió a Azahar, ¿Qué estará haciendo ella ahora?

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Acudí al gimnasio tras despedirme de Savannah que por algun motivo, se sentía en el deber u obligacion de presentarse en Ouroboros, vete a saber por qué, ante Lorcan...Sí, me mosqueaba.

Se avecinaban cambios porque Ian probablemente volvería a la isla con Cath, ahora que su vida por fin parecia haberse arreglado un poco. A ver si esta vez le duraba un poco mas, pobre. El caso es que yo no tenia claro si queria ir o no. A Savannah Ouroboros no le sentaba bien, pero parecia un lugar seguro y nosotros...tampoco es que hubiesemos logrado encontrar nuestro lugar aqui, por mas huertos que hubiesemos hecho y mas que hubiesemos intentado comerciar. Lo unico que iba bien era el gimnasio.

Asi que fui alli a vigilar un poco y a intentar despejar la mente, ponerme en forma o algo...para que la proxima vez no me noqueasen tan facilmente. Lo que pasa era que siempre tenia dudas sobre como ejercitar.

No había mucha gente por alli, pero me llamó la atención una rubia bajita que corría en la cinta. Esa no era de Ouroboros? Me recogí el pelo en un moño y agarré una cuerda, para comenzar a saltar, a ver si me mejoraban los reflejos o algo. La verdad, para ser un licántropo, tenia un aguante un poco pésimo. Con razon era el omega. En todo. Aunque ahora mismo andase desvinculado del clan.

Tenía la mente hecha un desastre... Un desastre mayor de lo normal, porque lleva muchos años estando un poco loca, había aprendido a vivir con esa carga en su vida, no era tan difícil después de acostumbrarse, y solía hacer muchas cosas para limpiar sus pensamientos de ideas venenosas, descubriendo de pasada qué el ejercicio es una excelente manera de hacer fluir sus ideas.

Y mientras intentaba pensar que debería de hacer, pudo notar qué alguien llegaba, esto era evidente porque no había demasiada gente en ese momento preciso, ella miró por curiosidad, y dió la casualidad de que también la miraba a ella.

Hey.~

Saludó casualmente mientras corría, no le parecía conocerlo, o como mínimo, nunca habían hablado, pero eso no volvía improbable qué pudiera ubicarla, no deja de ser una figura pública, no tan célebre como otros descendientes seguro, pero suficiente para que conozcan su cara.

Además, no va a renegar de la realidad, está feliz de interactuar con alguien, y luego de este gesto, sube la velocidad de su caminadora, la última vez aprendió qué una carera corta a alta velocidad luego de hacer paso constante puede hacer maravillas al cuerpo.

Sus pasos se hacen más largos y veloces para llegar a la velocidad adecuada, se esfuerza por mantener el equilibrio y ritmo uniforme, que es el secreto real de correr correctamente, y además ayuda a que todo su cuerpo se atempere al ejercicio, antes de empezar el ejercicio serio.

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Salté a la comba haciendo dobles hasta que me dolieron los gemelos y me costó respirar. La chica que miré antes me saludo, asi que ...todo sociable yo...le devolví el saludo con un gruñido y un gesto de mi cabeza. Ahora mismo no podía parar.

"yo prefiero Ouroboros, pero y si ella no? Está el problema del arbol..."

Sabía que tenia que hablar con ella y ser directo al respecto. Cuando me quise dar cuenta, me habia pasado del tiempo de saltar y tiré la comba al suelo. Automaticamente salté a la barra de dominadas, haciendome unas cuantas del tirón hasta que por agotamiento tuve que soltarme.

"estaba...y si le pregunto a ella?"

Decidí acercarme a la cinta de correr, mientras reposaba un poco de lo de antes. Traté de ser amable, o sonarlo al menos, pero por defecto...soné brusco.

- Hola, soy Jarkko. Vas a estar corriendo todo el rato?

Dije mirando la maquina y luego a ella. Realmente lo que quería haberle preguntado era si le quedaba mucho ahi, para poder hablar mientras entrenabamos. Ya habia ubicado a la bruja en cuestión, era Rosse McGonagall.

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Pudo notar casi de inmediato qué parece que el sujeto no estaba muy por la labor de socializar, parece ser otro amargado para la lista, cosa que hace que sus ganas de fastidiar se aviven, por lo cual, no tiene reparos en comentar.

Vaya humor.~

Pero dentro de todo, seguía corriendo, la carrera corta y rápida era con la que realmente entraba en calor, prueba de esto era qué sudaba, pero mantenía su respiración por la nariz, esta es mucho más importante de lo que pueda parecer después de todo, y en eso escuchó...

¿Huh?... Apenas estoy calentando.~

Esa pregunta tan áspera le sonó como a que la menospreciaba por dedicarse a correr, así que su primer instinto fue dar esa respuesta con toda seguridad, poco después detuvo la caminadora y de la misma forma paró su marcha, y dijo.

Un gusto Jarkko, yo soy Rosse, ¿Qué tal todo? Espero no tan mal como parece.~

Sip eso último lo ha dicho solo por fastidiar, y sin perder la sonrisa, antes de ella misma pasar a las barras paralelas y empezar a hacer repeticiones, se aseguraría de hacerlas completas siempre, incluso cuando empezara a costarle, puesto que los ejercicios se hacen de forma específica por una buena razón, si no, no sirve.

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"apenas calentando?"

Entrecerré los ojos con cara de haber captado el mensaje, en mi mente, eso significaba que no quería hablar pero entonces paró la maquina.

- no decías que apenas habias empezado a calentar? - me asomé al panel de la cinta, viendo los minutos de carrera que habia echado. Rodé la mirada cuando bajó, decidido a seguirla... por qué la mujer sonreía tanto?

- Rosse McGonagall, si, lo sé. Un placer tenerte en nuestro gimnasio, y eso. No quiero incomodarte- palabras amables pero con mi habitual tono de...poco don de gentes. Bruscas. Entrecerré la mirada cuando dijo que esperaba que no me fuera todo tan mal como me parecía, lo dijo sonriendo pero sonaba super borde. Y se fue a las paralelas.

- Pues...en realidad.... - no quería hacerle perder el tiempo, y el tampoco quería perderlo pero... ya se le habian bajado las pulsaciones y estaba en reposo. - Nada, déjalo. Entrena tranquila, si quieres después hablamos. Quería hacerte una consulta.

"voy a espantarla y si pierdo clientela Ian me mata...."

Aunque lo mismo Ian tenia otras prioridades, sin duda. Miré mis manos y cerré los puños. Quizá esto tambien me venia bien para tener más control sobre las sombras. Encendí el crono, programandolo para 20 minutos, pitando cada 1. Lo haría intenso y breve. Cada minuto repetiría un movimiento hasta no poder mas, descansaría 30 segundos y empezaría otro ejercicio, asi hasta concluir el cronometro, repitiendo las series cuantas veces pudiera. Agarré unas pesas, y empecé el primer minuto con flexiones rápidas. De momento bien. Luego unos abdominales, saltos al cajón, otra vez dominadas, el ejercicio que mas absurdo me resultaban para mi eran los curls pero...habia que hacerlo... a los cinco minutos ya iba bastante cansado, pero asi por lo menos me sacaba la mala hostia de no ser capaz de preguntarle a la del Consejo sobre el estado REAL de la isla.

La siguiente pregunta, tal como la anterior, se la tomó como una afrenta, o mejor dicho, como un pique, así que sonrió otra vez y no dudó en responder acorde.

Ya verás tú que sí.

Muy bien, ya se estaba tomando esto como un reto por lo cual, se esforzaría quizás un poco de más para hacer las dominadas, con el único  objetivo de alardear, procedería a realizar las barras rápidamente y además, todas y cada una de ellas completas, fácilmente una serie de 50 de golpe, aunque para el final, y cuando la emoción  se le había pasado, le escocían malamente los brazos, pero hizo lo mejor posible por no mostrarlo mucho... Lo que sí  es que tomó  respiraciones profundas y un segundo para componerse luego de dejarse llevar.

Huff... ¿Uh? No me incómodas...

Ladeó una sonrisa de forma más amigable ahora,  aunque todavía lucía un poco mezquina.

Luego, lo siguiente que dijo, le resultó ya de plano confuso, esto fue evidente en la forma en que alzó las cejas, Rosse es una persona bastante expresiva y es bastante fácil saber lo que piensa solo con su expresión.

Sabes, me mandas señales algo confusas... Pero también es un placer para mí  estar, este sitio es bueno para despejarse, y si quieres preguntarme algo, siéntete libre, no soy la típica imagen de una descendendiente a la que sea casi qué ilegal acercarse sin cita.~

Como siempre Rosse siendo Rosse, ella no se anda con rodeos,  primero que nada es directa, pero aún dentro de todo cuela una broma de las suyas entre lo que va diciendo, y mientras tanto,  saca de su bolsa unas vendas, mismas que se va poniendo en las manos, pues tiene claro cual será su siguiente ejercicio.

Mientras que el licantropo hace lo suyo, ella va directo a los sacos de boxeo, y se pone en posición para empezar a golpear, incluso revisa con la mirada qué se parezca lo más posible a lo que investigó, y sí, quizás se lo esté tomando demasiado enserio, pero es consciente de que cuando se quede sin nada además de sus propias manos, estará feliz de habérselo tomado tan en serio.

Ahora empieza a dar golpes fuerte, pero lento, para verificar que lo hace como ha visto, quiere habituarse antes de empezar a practicar el combate de verdad.

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En mi cabeza no entraba que alguien pudiera picarse asi que desde el momento que me había separado de Rosse tras aquel breve e incómodo intercambio de palabras, dejé de prestarle atención para centrarme en lo que estaba haciendo. Además, en ese tipo de entrenamiento rapido de resistencia y fuerza como te distrajeras y perdieses el tiempo demasiado, perdías el punto de hacerlo asi.

Cada minuto seguia parando y en esos treinta segundos recuperaba aire y bebia agua. Hacia el final del entrenamiento de alta intensidad, me dolía todo el cuerpo y tenía las pulsaciones por las nubes pero...lo bueno era que recuperaba rápido.

Cuando sonó por fin el pitido del crono, me encontraba haciendo las ultimas flexiones. Me dejé caer de espaldas en el suelo, habia roto a sudar sin ninguna duda.

"bueno...no ha estado mal. Que puedo cocinar esta noche? Le preguntaré a Savannah que le apetece"

- señales confusas... - farfullé arrugando la nariz, diciendolo en voz baja, acordandome de lo que me habia dicho Rosse.

Me levanté y fui hacia el área donde estaba ella y donde se practicaba boxeo. Dejaría unos cinco minutos hasta empezar con algo de técnica asi que pensé en aprovechar. Desgraciadamente, tampoco podía darle consejos sobre si estaba haciendo una buena tecnica de boxeo o no. Yo era muy básico peleando.

- Parece que tienes mucha rabia que soltar. - arrugué el ceño mirando el saco de boxeo. - como están las cosas en la isla? - me crucé de brazos, apoyandome de lado en la pared no muy lejos de ella-.

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Como ha visto qué el licantropo estaba muy centrado en su entrenamiento, ella decide hacer lo mismo, por lo cual, ya sudando, y esforzándose por retomar la regularidad de su respiración se excedió nada más empezar... Pero debe seguir con buen ritmo, por lo cual, eso no evita qué sus golpes tengan toda la fuerza qué puede imprimirles.

Además, conforme se concentra, vuelve a subir el ritmo, recordando lo débil qué se siente y lo mucho que eso le frustra, esto para motivarse, quiere ser fuerte, lo fuerte qué hace falta ser para lo que se viene...

En algún punto sus golpes empiezan a perder fuerza, dado el agotamiento, sabe que es hora de hacer una pausa, así que eso es lo mismo que hace, y curiosamente, entonces escucha al licantropo de antes, o al menos supone que lo es, ya que según lo que ha dicho, como mínimo debe ser un empleado.

Y vaya que sí la tengo...

Rosse es bastante iracunda cuando la situación se presta, eso es cierto, y bueno, es de emociones muy intensas en general, pero también breves, el hecho de que su tristeza y rabia estén durando tanto de hecho es una muy mala señal...

...

Ante la pregunta, a Rosse le cambió el rostro casi de inmediato, mostró una expresión qué es un tanto rara en alguien como ella, un gesto sombrío, que eso sea precedente para lo que dirá, pero antes procede a ir a su bolsa y beber un buen trago de agua, mientras su cuerpo se repone un poco.

Estamos bastante jodidos.

Tratándose de Rosse, está claro que no le va a mentir, pero tampoco va a intentar suavizarlo las cosas están bastante peor que mal.

Aunque sí alguien te pregunta, yo no te lo he dicho, ¿Vale?

Se secó el sudor de la frente con uno de sus brazos.

El árbol drena la magia de Ouroboros, lo que está secando los cultivos, lo que está causando protestas... Y nosotros hacemos lo que podemos.

Aunque luego apartó la mirada.

Bueno, los otros descendientes lo hacen... No hay nada que yo pueda hacer.

Algo que le duele en el alma, pero tiene que reconocer... Y una vez hubiera descansado, es momento de tomar unas mancuernas, sujeta un par con un peso decente, pero que en su estado actual resultan pesadas.

Y por supuesto empieza a trabajar con ellas, mientras que se encuentra pensativa, y poco a poco regresa a su debido enfoque, pues ahora mismo hace lo único que de verdad puede hacer, prepararse para la guerra.

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Jodidos? Eso no sonaba bien, y su cara...lo decía todo, tambien. No creía que mintiese, ni que exagerara.

- Mis labios están sellados. - prometí no ir cotilleando por ahi quien era mi fuente de informacion en el tema

No me imaginaba lo jodido que era hasta que me lo explicó bien, no era solo cuestion de almas en el arbol era...que comía magia.

- Entonces..si que es grave... - me dejó pensativo, y para cuando quise darme cuentas, ella habia ido a la zona de mancuernas. Me aproximé porque coincidía con el resto que tenía programado, peso pero con más calma de como lo habia hecho antes. Me senté en un banco y agarré un par de mancuernas tambien. Intentaba pensar si habia algo que pudieramos hacer los demas... pero...

- sabes, yo solia trabajar en Ouroboros. - comencé con la primera serie de repeticiones, press de hombros, hasta completar las diez, y dejé caer las pesas en el suelo. - Era herrero. La cosa se torció con la invasión de Sam en la isla...el taller reventó y mi maestro murió. - aplastado, nada bonito. Yo habia estado cerca de lo mismo. - después de eso no volví pero...me gustaba alli. - lo cierto era que ningun hogar me duraba demasiado tiempo. Miré el reloj de pared, tiempo de descanso terminado...tocaba la siguiente serie.

Gracias...

Respondió con voz suave, otra cosa bastante rara de su parte, siendo qué su voz normalmente es bastante ruidosa, solo es al contrario en esotéricos momentos donde se permite ser verdaderamente seria, no es algo que pase mucho, y si no fuera porque Ouroboros está en peligro, no pasaría.

La serie que haría sería igual que la de su ajeno, una de diez, aunque cabe decir que demoraría más que él, se había desgastado y ahora tenía que tomárselo con calma, con el afán de hacer el ejercicio como correspondía.

Oh... Mis más sinceras condolencias...

Sonaba denso lo que le había pasado... Y ella sabía lo que se sentía perder a alguien cercano, aunque en su caso, la pérdida fue hace mucho, como a sus quince siendo qué hoy tiene casi treinta, y todavía no lo supera, pero fuera de eso.

Bueno, curiosamente hace poco llegó un nuevo descendiente de Licaón, y pinta ser buen tipo, así que, si las cosas van a mejor, todavía podrías tener un hogar en Ouroboros, aunque sea un lugar que parezca atraer la mala suerte, igual tiene su aquél.~

Y ladeó una sonrisa, pero ahora de forma completamente amistosa, procurando quitar hierro a la situación con una última broma, porque no le agrada ponerse triste...

Y por cierto, su tiempo de descanso acabó, ahora ella se pone a hacer repeticiones para hombro, mientras piensa en todo lo que está pasando y lo que está por venir.

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- era un buen hombre, la verdad... - di como respuesta a sus condolencias. Había tenido mala suerte, eso era todo.

Fui a continuar la siguiente serie, lo hacía con los dos brazos pese a que solo incidía en el hombro de uno, el otro... Pues quería pensar que la musculatura alrededor de la articulación también se beneficiaba. Escuché lo de que habían reemplazado a Altair y aquello me hizo mirarla con interés mientras iba a por la tercera y última serie de hombros, donde terminé casi queriendo tirar las pesas del fuego que notaba en los músculos.

- como dices? Y... Sabes si está entrenando a los licantropos?

Porque en cualquier caso, eso sería lo único que me interesaría. Y a Savannah.... Por fin podría transformarme sin ser un puto peligro para los demás. Sonrei brevemente para mí mismo, como si me permitiera soñar aunque fuera por unos breves segundos.

- entonces creo que le daré otra oportunidad.

Dejé las pesas en su sitio, agarrando ahora la barra y metiéndole varios discos a los lados, para terminar con unas series de peso muerto y remo de espalda.

- vas a usar la barra tú también? Por turnarnosla, es más fácil asi que montar otra...

De manera completamente honesta, se le hace un poco raro ver a alguien sin brazos hacer mancuernas... O bueno, al menos le queda uno, en parte, así que debería servir de algo... ¿Verdad? Pues quien sabe, en realidad, pero ella no dice nada, porque cada quien sabe que hace con sus cosas.

Mientras hace su serie, va a escuchando lo que Jarkko responde, y también ve algo que le sorprende un poco, lo ve sonreír, aunque sea un poco, ante lo cual alza las cejas, y por supuesto no tiene reparos en decirle.

Yo apuesto a que sí, es decir, al final me parece que ese es justo su trabajo.

Por que bueno, está ahí porque domina la forma de licantropo, y los descendientes son políticos y maestros en igual medida, por lo que ella ve razonable hacer esa asunción, hasta ella llegó a tener alumnos, que ya es decir.

Con algo de suerte podría estar dedicandose ya a reunir licantropos.

Que no lo sabe en verdad, pero lo presupone, y no cree que sea ser demasiado optimista, es un poco lo que tocaría, suponiendo qué estaría básicamente en la misma posición qué ella en lo que respecta al árbol.

Luego, para las repeticiones y va a tomarse el agua que le queda, viendo como Jarkko va a hacer peso muerto, curiosamente lo mismo que ella, parece que sus rutinas van cruzandose entre sí, una agradable coincidencia.

Sí, de hecho voy a terminar con eso, y es buena idea.~

Y dicho lo dicho, procedería a esperar primero que nada a Jarkko, y una vez este terminase, y ella esperara a recuperarse tomando su aliento de vuelta, sería su turno de levantar la pesa.

Y por supuesto, estando por el límite de sus energía para el gimnasio, tuvo problemas para realizar los levantamientos, pero siendo tozuda como es, de todas formas esto no la detuvo de ninguna de las maneras, así que hizo el ejercicio hasta el final, terminando ahí, agotada, pero más que satisfecha, y con la posibilidad de traerse a Jarkko a Ouroboros, esto si acaso le parecía bien, claro.

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