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Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
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ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Estaba borracho, si. Pero lo de hermano querido tampoco es que fuera tan poco en serio. Era un hermano y me lo tenía en estima, después de todo. Pero sin embargo eso tampoco había logrado hacer la experiencia mucho mejor. Yo seguía ahí. Respirando con fuerza. Notando cada instante, cada gota de sangre saliendo, y… una toalla. Contra la herida. Apreté más la almohada y casi me moví. Pero aún no.
El sonido, al menguar, empezó a activar aquella paranoia de nuevo. Cosas sobre aquella enfermería y aquel corte y chip arriba, chip abajo. Silencio, oscuridad… No veía mucho por tener la cara contra la jodida almohada. Me alivió temporalmente su respuesta al testamento. Iba a protestar por lo de enterrar el brazo conmigo y no donarselo a un pobre cuando, de repente, siguió cortando.
-No, espera, ¡NO!- El segundo corte me devolvió por completo a la realidad de forma en extremo brusca. El dolor retorció todos mis sentidos y sentir la sangre caer por la nuca me enloqueció. Todo aquel conjunto de sensaciónes no dejaban de golpear mi mente con recuerdos, más recuerdos, más recuerdos… Casi esperaba que al abrir los ojos fuera a encontrar el jodido hospital, los jodidos médicos, y… No iba a dejar que lo hicieran otra vez. “No, Ailanthus”, me intenté decir. “No es él un médico, él es…”
Pero el dolor no desistía. Todo era lo mismo. El más absoluto silencio. Y como antes me faltaba medio brazo, algo que también recordó mis antiguos días antes de acabar como ejecutor. Traté de apoyar el muñón mecánico en la cama. Primer movimiento. La otra mano en el otro lado. No iba a dejar que nadie tocara aquello, no de nuevo, no de nuevo… Imagino que Dyospiros pudo intuir el movimiento brusco que iba a realizar por haber ya movido las extremidades. Me levanté muy bruscamente y, con los ojos brillando de un rojo intensísimo, me abalancé sobre él.
-No… No, ¡No pretendéis nada más que utilizarme!- Fue algo directo de puro instinto de supervivencia. Fui a golpearle en la cara con el muñón mecánico, a falta de armas. Era un movimiento con mucha fuerza pero con peor precisión, por la sangre ya perdida y por estar borracho. Todo daba vueltas. No veía la realidad: Podría haber sido la absenta, mi propio miedo, la pérdida de sangre. -Pensabas que no me daría cuenta… no… ¿No? No sois médicos… sois… sois asesinos, sois…- Donde debía estar él estaba aquel hombre.
No muy alto. Gafas. Ojos azules, fríos, gélidos. Su traje color turquesa, sus manos manchadas de sangre, con una correa en la mano. Me decía que era un… complemento de moda. Que me serviría para… tapar aquel… destrozo… y la piel enfermiza, como pudriéndose… Y él riéndose… De repente traté de retirarme, más asustado que enfadado. Los ojos muy abiertos e inyectados en sangre. Pero dada mi condición tropecé al suelo, lo que significó el fin de la rebeldía: El cuerpo ya no daba para más. Y temblaba. Y, por supuesto, sangraba como un gorrino en época de matanza.
El sonido, al menguar, empezó a activar aquella paranoia de nuevo. Cosas sobre aquella enfermería y aquel corte y chip arriba, chip abajo. Silencio, oscuridad… No veía mucho por tener la cara contra la jodida almohada. Me alivió temporalmente su respuesta al testamento. Iba a protestar por lo de enterrar el brazo conmigo y no donarselo a un pobre cuando, de repente, siguió cortando.
-No, espera, ¡NO!- El segundo corte me devolvió por completo a la realidad de forma en extremo brusca. El dolor retorció todos mis sentidos y sentir la sangre caer por la nuca me enloqueció. Todo aquel conjunto de sensaciónes no dejaban de golpear mi mente con recuerdos, más recuerdos, más recuerdos… Casi esperaba que al abrir los ojos fuera a encontrar el jodido hospital, los jodidos médicos, y… No iba a dejar que lo hicieran otra vez. “No, Ailanthus”, me intenté decir. “No es él un médico, él es…”
Pero el dolor no desistía. Todo era lo mismo. El más absoluto silencio. Y como antes me faltaba medio brazo, algo que también recordó mis antiguos días antes de acabar como ejecutor. Traté de apoyar el muñón mecánico en la cama. Primer movimiento. La otra mano en el otro lado. No iba a dejar que nadie tocara aquello, no de nuevo, no de nuevo… Imagino que Dyospiros pudo intuir el movimiento brusco que iba a realizar por haber ya movido las extremidades. Me levanté muy bruscamente y, con los ojos brillando de un rojo intensísimo, me abalancé sobre él.
-No… No, ¡No pretendéis nada más que utilizarme!- Fue algo directo de puro instinto de supervivencia. Fui a golpearle en la cara con el muñón mecánico, a falta de armas. Era un movimiento con mucha fuerza pero con peor precisión, por la sangre ya perdida y por estar borracho. Todo daba vueltas. No veía la realidad: Podría haber sido la absenta, mi propio miedo, la pérdida de sangre. -Pensabas que no me daría cuenta… no… ¿No? No sois médicos… sois… sois asesinos, sois…- Donde debía estar él estaba aquel hombre.
No muy alto. Gafas. Ojos azules, fríos, gélidos. Su traje color turquesa, sus manos manchadas de sangre, con una correa en la mano. Me decía que era un… complemento de moda. Que me serviría para… tapar aquel… destrozo… y la piel enfermiza, como pudriéndose… Y él riéndose… De repente traté de retirarme, más asustado que enfadado. Los ojos muy abiertos e inyectados en sangre. Pero dada mi condición tropecé al suelo, lo que significó el fin de la rebeldía: El cuerpo ya no daba para más. Y temblaba. Y, por supuesto, sangraba como un gorrino en época de matanza.
Mi tarea no va mal hasta que grita él, y advierto un movimiento suyo por el rabillo del ojo. Mueve el muñon, como apoyando, y luego el otro brazo. Entonces empuja y se incorpora.
-JODER PERO QUE HACES!
Ahi podria haberle sajado peligrosamente pero por fortuna me di cuenta a tiempo y retire el cuchillo antes de que empezara a volverse medio loco
"bueno, ya está, está delirando..."
Sea el alcohol o el miedo, o ambas....se me ha ido de las manos y esta fuera de control, y ademas sangrando. Esquivo, con muy buena fortuna y tiento, su malogrado pero potente muñóngolpe. Simplemente esquivo, la verdad, nada mas. Luego tras inestabilizarse me mira con espanto e intenta apartarse. Frunzo mi ceño y me acerco a él. Le pego un puñetazo en la mandibula y acto seguido un gancho a la punta de su estomago. No me ando con tonterias, y sujeto su cabeza con mis dos manos, estampando mi frente contra la suya, tirandolo despues de nuevo contra la cama, boca abajo.
-Ves? Te dije que bebieses, como los humanos de la superficie. No que peleases como uno de ellos.
Teniendolo ya mas grogui (pobre, pegandole a un borracho herido) limpio de nuevo su sangre y...........corto un poco mas, con el mismo cuidado de antes. Con la punta del cuchillo, separo el musculo y...por fin lo encuentro. Pequeñito, bien enterrado entre su carne.
"ahi estas hijo puta..."
Acerco la punta del cuchillo, dispuesto a hacer un pequeño movimiento de palanca o simplemente cortar un poquito alrededor..., pero en cuanto toco el dispositivo con la punta del metal, se produce un chispazo que mis ojos pueden ver, y que mi mano puede sentir. La retiro bruscamente, el cuchillo se me escapa de la mano y cae sobre la cama. La descarga la ha debido de sentir él tambien....pero espero no haya sido muy fuerte. Mi mano está algo adormilada, pero bien. Me dispongo a usar la otra, y a continuar de nuevo pero...antes de que vuelva a hacer nada, veo otro chispazo y casi creo ver como sus musculos se contraen por culpa de la segunda descarga, que parece mas fuerte que la anterior.
"mierda, esto no estaba previsto..."
-Ail...Ail! Creo que...creo que se han dado cuenta de lo que ha pasado!
"como si no explicas las descargas? O es un mecanismo de autodefensa?"
-Tengo que darme prisa....
"pero si lo toco, me va a pasar lo mismo..."
__________
1.- Consigue sacar el chip con éxito con el mínimo daño posible
2.- Consigue sacar el chip pero no con facilidad. Ailanthus pierde más sangre de la cuenta.
3.- Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus pierde muchísima sangre.
4.- Consigue sacar el chip con dificultad, pero parece que se ha tocado algo que no debía (parálisis temporal)
5.- Consigue sacar el chip pero ha enviado un chispazo que podría haber afectado a la mente de Ailanthus...
6.- Consigue sacar el chip, con aparente facilidad, pero parece que con ello se ha reactivado la infección que una vez destrozara su carne
7.- Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus pierde muchísima sangre.
8.- No consigue sacar el chip a la primera. Aunque hay complicación aún es posible seguir intentando.
9.- No consigue sacar el chip, y la pérdida de sangre de Ailanthus hace demasiado peligroso intentarlo una segunda vez
10.- No consigue sacar el chip debido a que este empieza a transmitir fuertes descargas que amenazan con acabar con la vida de Ailanthus
-JODER PERO QUE HACES!
Ahi podria haberle sajado peligrosamente pero por fortuna me di cuenta a tiempo y retire el cuchillo antes de que empezara a volverse medio loco
"bueno, ya está, está delirando..."
Sea el alcohol o el miedo, o ambas....se me ha ido de las manos y esta fuera de control, y ademas sangrando. Esquivo, con muy buena fortuna y tiento, su malogrado pero potente muñóngolpe. Simplemente esquivo, la verdad, nada mas. Luego tras inestabilizarse me mira con espanto e intenta apartarse. Frunzo mi ceño y me acerco a él. Le pego un puñetazo en la mandibula y acto seguido un gancho a la punta de su estomago. No me ando con tonterias, y sujeto su cabeza con mis dos manos, estampando mi frente contra la suya, tirandolo despues de nuevo contra la cama, boca abajo.
-Ves? Te dije que bebieses, como los humanos de la superficie. No que peleases como uno de ellos.
Teniendolo ya mas grogui (pobre, pegandole a un borracho herido) limpio de nuevo su sangre y...........corto un poco mas, con el mismo cuidado de antes. Con la punta del cuchillo, separo el musculo y...por fin lo encuentro. Pequeñito, bien enterrado entre su carne.
"ahi estas hijo puta..."
Acerco la punta del cuchillo, dispuesto a hacer un pequeño movimiento de palanca o simplemente cortar un poquito alrededor..., pero en cuanto toco el dispositivo con la punta del metal, se produce un chispazo que mis ojos pueden ver, y que mi mano puede sentir. La retiro bruscamente, el cuchillo se me escapa de la mano y cae sobre la cama. La descarga la ha debido de sentir él tambien....pero espero no haya sido muy fuerte. Mi mano está algo adormilada, pero bien. Me dispongo a usar la otra, y a continuar de nuevo pero...antes de que vuelva a hacer nada, veo otro chispazo y casi creo ver como sus musculos se contraen por culpa de la segunda descarga, que parece mas fuerte que la anterior.
"mierda, esto no estaba previsto..."
-Ail...Ail! Creo que...creo que se han dado cuenta de lo que ha pasado!
"como si no explicas las descargas? O es un mecanismo de autodefensa?"
-Tengo que darme prisa....
"pero si lo toco, me va a pasar lo mismo..."
__________
1.- Consigue sacar el chip con éxito con el mínimo daño posible
2.- Consigue sacar el chip pero no con facilidad. Ailanthus pierde más sangre de la cuenta.
3.- Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus pierde muchísima sangre.
4.- Consigue sacar el chip con dificultad, pero parece que se ha tocado algo que no debía (parálisis temporal)
5.- Consigue sacar el chip pero ha enviado un chispazo que podría haber afectado a la mente de Ailanthus...
6.- Consigue sacar el chip, con aparente facilidad, pero parece que con ello se ha reactivado la infección que una vez destrozara su carne
7.- Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus pierde muchísima sangre.
8.- No consigue sacar el chip a la primera. Aunque hay complicación aún es posible seguir intentando.
9.- No consigue sacar el chip, y la pérdida de sangre de Ailanthus hace demasiado peligroso intentarlo una segunda vez
10.- No consigue sacar el chip debido a que este empieza a transmitir fuertes descargas que amenazan con acabar con la vida de Ailanthus
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Bando
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El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado opciones' : 10
'Dado opciones' : 10
No advertí demasiado su grito. No porque no lo oyera, si no por tener ya tan atrofiados los sentidos. Siquiera debí reconocer su voz. Más adelante (si es que sobrevivo a esto, joder) agradecí interiormente que no me hubiera rebanado el cuello sin querer, pues podría haberse dado el caso. Pudo, al menos, esquivar el golpe. Estaba seguro que de haber acertado habría puesto en aprieto al pobre. Porque la mala ostia estaba presente.
Fue justo entonces cuando caí por cosa de la debilidad. Ya estaba muy hecho polvo y esperaba que ese fuera el fin de tanto mareo, golpe y locura. Pero la cosa empeoró en cuanto consideró prudente dejarme aún más hecho polvo. El golpe en la mandíbula me mandó hacia atrás, y el del estómago, me hizo toser bruscamente mientras trataba de taparme el estómago. Me caían lagrimillas de puro dolor y confusión. El golpe de frente a frente acabó por completo con cualquier capacidad mía para defenderme y, para cuando me tiró a la cama, no habría sido muy distinto a lanzar un saco patatas.
Me echó la bronca por no haber bebido. El dolor y el miedo me tenían bastante paralizado. Y, a todo lo dicho, solo pude responder con un -Ngh…- No sé porqué no caí inconsciente. Igual porque, de haberlo hecho, no podría estar contándolo todo. La cuestión es que ya sin voluntad siquiera como para encogerme un poco noté un último corte. Empezaba a siquiera importarme el daño.
Igual ese era el punto al que debíamos llegar. Rendido y sin capacidad para moverme, me alegré que si iba a morir, lo fuera a hacer ya. Y si no, saldría de allí sin el chip, y libre… Eso me mantenía aún al frente de la batalla, luchando por intentar, al menos, sobrevivir. Pero la sangre salía a borbotones, a pulsos. El corazón latía con fuerza, como si se debatiera. O al menos así iba todo hasta que, por si no fuera suficiente ya lo pasado, un chispazo asaltó todo mi cuerpo. Este hizo un leve movimiento de respuesta y me hizo abrir los ojos una vez más. No me esperaba aquello. Ya no era un dolor de golpes, de cortes o de desangre. Había agitado todos mis músculos… Sentí la cuchilla apartarse, y… Por un momento creí que había acabado todo. “¿Ya está, Dyos?”
El segundo hizo de respuesta. No sé de donde saqué la fuerza para gritar, pero lo hice. Todo el cuerpo se contrajo en un movimiento muy brusco, ya no voluntario, si no provocado por el calambre. Era la tercera vez que experimentaba aquello, la segunda siendo el calambre de unos segundos atrás y la primera la sentida al usar magia en los campos, contra aquellos atacantes… Su voz sonaba desesperada.
Con mucho cuidado, aprovechando que no estaba operando nada, giré la cabeza levemente y le miré con unos ojillos desorbitados. Casi mirando a través de él. Empezaba a perder color y el cuerpo sufría espasmos por el segundo calambre, aún. Respiraba ya no con fuerza, si no con debilidad. -No… no saben, no… saben…- Mascullé casi sin que se comprendiera. -No… metal… contra metal…
Imaginé que eso provocó la activación del chip. Poco a poco, en mi mente, empezaba a aceptar que realmente podía morir ahí mismo. Quizás querer estar despierto para cuando muriera provocó que no me abandonara a un sueño que pudiera ser el último.
Fue justo entonces cuando caí por cosa de la debilidad. Ya estaba muy hecho polvo y esperaba que ese fuera el fin de tanto mareo, golpe y locura. Pero la cosa empeoró en cuanto consideró prudente dejarme aún más hecho polvo. El golpe en la mandíbula me mandó hacia atrás, y el del estómago, me hizo toser bruscamente mientras trataba de taparme el estómago. Me caían lagrimillas de puro dolor y confusión. El golpe de frente a frente acabó por completo con cualquier capacidad mía para defenderme y, para cuando me tiró a la cama, no habría sido muy distinto a lanzar un saco patatas.
Me echó la bronca por no haber bebido. El dolor y el miedo me tenían bastante paralizado. Y, a todo lo dicho, solo pude responder con un -Ngh…- No sé porqué no caí inconsciente. Igual porque, de haberlo hecho, no podría estar contándolo todo. La cuestión es que ya sin voluntad siquiera como para encogerme un poco noté un último corte. Empezaba a siquiera importarme el daño.
Igual ese era el punto al que debíamos llegar. Rendido y sin capacidad para moverme, me alegré que si iba a morir, lo fuera a hacer ya. Y si no, saldría de allí sin el chip, y libre… Eso me mantenía aún al frente de la batalla, luchando por intentar, al menos, sobrevivir. Pero la sangre salía a borbotones, a pulsos. El corazón latía con fuerza, como si se debatiera. O al menos así iba todo hasta que, por si no fuera suficiente ya lo pasado, un chispazo asaltó todo mi cuerpo. Este hizo un leve movimiento de respuesta y me hizo abrir los ojos una vez más. No me esperaba aquello. Ya no era un dolor de golpes, de cortes o de desangre. Había agitado todos mis músculos… Sentí la cuchilla apartarse, y… Por un momento creí que había acabado todo. “¿Ya está, Dyos?”
El segundo hizo de respuesta. No sé de donde saqué la fuerza para gritar, pero lo hice. Todo el cuerpo se contrajo en un movimiento muy brusco, ya no voluntario, si no provocado por el calambre. Era la tercera vez que experimentaba aquello, la segunda siendo el calambre de unos segundos atrás y la primera la sentida al usar magia en los campos, contra aquellos atacantes… Su voz sonaba desesperada.
Con mucho cuidado, aprovechando que no estaba operando nada, giré la cabeza levemente y le miré con unos ojillos desorbitados. Casi mirando a través de él. Empezaba a perder color y el cuerpo sufría espasmos por el segundo calambre, aún. Respiraba ya no con fuerza, si no con debilidad. -No… no saben, no… saben…- Mascullé casi sin que se comprendiera. -No… metal… contra metal…
Imaginé que eso provocó la activación del chip. Poco a poco, en mi mente, empezaba a aceptar que realmente podía morir ahí mismo. Quizás querer estar despierto para cuando muriera provocó que no me abandonara a un sueño que pudiera ser el último.
Él dice que no lo saben, que no tienen ni idea, pero no estoy tan seguro. ¿Metal con metal? Si, quiza sea eso. Un mecanismo de defensa del chip para no ser removido con lo que sea....vete y piensa. El caso es que si yo seguia tirando me iban a afectar tambien esos chispazos y acabaria cagandola.
Me aparto de él, pensando muy rapidamente.
-si, tengo que sacarlo cuanto antes....
Aquellas dos descargas no son las unicas, por supuesto. Van seguidas de otras, ya da igual que yo toque el chip o no. Es como un maldito antivirus activado, claro que yo no se que es un antivirus....
Pero eso da igual. Miro a mi alrededor, buscando algun material aislante que me pueda servir. Algo de plastico para recubrir el cuchillo. Pero no encuentro nada. Entonces se me enciende la bombilla, acordandome de una cosa, asociando con otra cosa que sabía...
-Vuelvo en nada.
Salgo corriendo del cuarto y me meto, de un empujon muy brusco, en la habitacion de al lado. Y ahi me encuentro a los productores de la BSO de la pelicula "salvad al soldado ailanthus", un hombre y una mujer bastante jovencillos en pelotas tumbados tan relajadamente en su cama tras el polvazo. Se asustan bastante al ver entrar a un elfo oscuro a su cuarto asi sin pedir permiso ni mierdas...igual me habian oido gruñir antes cuando le pegué las hostias a Ailanthus.
-Necesito...de eso...de plástico...ahora. Es....es muy urgente. -parezco un pervertido sexual muy tenso y necesitado en estos instantes.
Afortunadamente el tio se compadece de mi o algo y me regala uno, no tengo ni que amenazarlo, tampoco me gritan mucho ni nada, igual los he acojonado. Salgo pitando de ahi nuevamente, volviendo a donde está ailanthus. Enfundo el cuchillito en el material aislante poniendo muecas raras y vuelvo a inclinarme sobre mi electrocutado hermano, esperando que funcione. Un poco de palanca, porque cortar ya no puedo, y el maldito trasto sale desprendido. Pero entre que yo habia tenido que pensar que demonios hacer, me habia ido a por aquello, y que he tardado un poco en volver, la mancha de sangre en la sabana se habia hecho mas grande...
__
1 - 2: Consigue sacar el chip, aunque Ailanthus ha perdido bastante sangre.
3 - 4: Consigue sacar el chip pero a base de cortes bruscos por estar demasiado bien unido. Pierde muchísima sangre.
5 - 6: Consigue sacar el chip, pero alguno de los chispazos parece haber afectado la mente de Ailanthus
7 - 8: Consigue sacar el chip con dificultad, pero parece que se ha tocado algo que no debía (parálisis temporal)
9 - 10: Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus cae en un periodo de inconsciencia probablemente más largo de lo que les gustaría
Me aparto de él, pensando muy rapidamente.
-si, tengo que sacarlo cuanto antes....
Aquellas dos descargas no son las unicas, por supuesto. Van seguidas de otras, ya da igual que yo toque el chip o no. Es como un maldito antivirus activado, claro que yo no se que es un antivirus....
Pero eso da igual. Miro a mi alrededor, buscando algun material aislante que me pueda servir. Algo de plastico para recubrir el cuchillo. Pero no encuentro nada. Entonces se me enciende la bombilla, acordandome de una cosa, asociando con otra cosa que sabía...
-Vuelvo en nada.
Salgo corriendo del cuarto y me meto, de un empujon muy brusco, en la habitacion de al lado. Y ahi me encuentro a los productores de la BSO de la pelicula "salvad al soldado ailanthus", un hombre y una mujer bastante jovencillos en pelotas tumbados tan relajadamente en su cama tras el polvazo. Se asustan bastante al ver entrar a un elfo oscuro a su cuarto asi sin pedir permiso ni mierdas...igual me habian oido gruñir antes cuando le pegué las hostias a Ailanthus.
-Necesito...de eso...de plástico...ahora. Es....es muy urgente. -parezco un pervertido sexual muy tenso y necesitado en estos instantes.
Afortunadamente el tio se compadece de mi o algo y me regala uno, no tengo ni que amenazarlo, tampoco me gritan mucho ni nada, igual los he acojonado. Salgo pitando de ahi nuevamente, volviendo a donde está ailanthus. Enfundo el cuchillito en el material aislante poniendo muecas raras y vuelvo a inclinarme sobre mi electrocutado hermano, esperando que funcione. Un poco de palanca, porque cortar ya no puedo, y el maldito trasto sale desprendido. Pero entre que yo habia tenido que pensar que demonios hacer, me habia ido a por aquello, y que he tardado un poco en volver, la mancha de sangre en la sabana se habia hecho mas grande...
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1 - 2: Consigue sacar el chip, aunque Ailanthus ha perdido bastante sangre.
3 - 4: Consigue sacar el chip pero a base de cortes bruscos por estar demasiado bien unido. Pierde muchísima sangre.
5 - 6: Consigue sacar el chip, pero alguno de los chispazos parece haber afectado la mente de Ailanthus
7 - 8: Consigue sacar el chip con dificultad, pero parece que se ha tocado algo que no debía (parálisis temporal)
9 - 10: Consigue sacar el chip con mucha dificultad. Ailanthus cae en un periodo de inconsciencia probablemente más largo de lo que les gustaría
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado opciones' : 1
'Dado opciones' : 1
Soldado Alianza Humana
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
habiamos recibido ordenes de arriba de movilizarnos en busqueda del desaparecido capitan Ailanthus, y de la cabo Morgana. A ambos se les habia perdido la pista en China Town. Habian corrido muchos rumores al respecto.
Pero nosotros solo sabiamos la ubicacion por coordenadas que nos habian facilitado desde el ministerio de seguridad pública.
Éramos dos soldados nada mas, pero esta vez, no ibamos a correr riesgos...habian enviado a un Centinela con nosotros y estaba apostado tas la espalda de mi compañero y la mia. De hecho, habiamos llegado via Centinela. Son tambien utiles como excelentes jets biplaza....
-Nos disponemos a entrar. Las coordenadas son correctas?
Pregunto por comunicador, recibiendo respuesta afirmativa. Ordeno al centinela que se quede atrás vigilando el perimetro y escaneando por si alguien quiere escabullirse cual raton. Mi compañero y yo entramos a la Posada tirando la puerta con patadas de pelicula a lo Jackie Chan, apuntando nuestras armas a los presentes del interior.
-¡Esto es una redada! Mantenganse en sus asientos y nadie resultará herido!
Mis ojos se clavan en dos drows que beben en la taberna, sentados a una mesa, automaticamente los apunto aunque...
-Solicito escaneo.
Un escaneo del centinela a cierta distancia mide los parametros biometricos de los dos drow, determinando que ninguno es el que buscamos.
-Vosotros! Habeis visto a alguno al segundo capitan de la Alianza? Un elfo oscuro? Sabemos que está aqui!
Pero nosotros solo sabiamos la ubicacion por coordenadas que nos habian facilitado desde el ministerio de seguridad pública.
Éramos dos soldados nada mas, pero esta vez, no ibamos a correr riesgos...habian enviado a un Centinela con nosotros y estaba apostado tas la espalda de mi compañero y la mia. De hecho, habiamos llegado via Centinela. Son tambien utiles como excelentes jets biplaza....
-Nos disponemos a entrar. Las coordenadas son correctas?
Pregunto por comunicador, recibiendo respuesta afirmativa. Ordeno al centinela que se quede atrás vigilando el perimetro y escaneando por si alguien quiere escabullirse cual raton. Mi compañero y yo entramos a la Posada tirando la puerta con patadas de pelicula a lo Jackie Chan, apuntando nuestras armas a los presentes del interior.
-¡Esto es una redada! Mantenganse en sus asientos y nadie resultará herido!
Mis ojos se clavan en dos drows que beben en la taberna, sentados a una mesa, automaticamente los apunto aunque...
-Solicito escaneo.
Un escaneo del centinela a cierta distancia mide los parametros biometricos de los dos drow, determinando que ninguno es el que buscamos.
-Vosotros! Habeis visto a alguno al segundo capitan de la Alianza? Un elfo oscuro? Sabemos que está aqui!
Se apartó. Lo miraba de reojo ahora que estaba tratando de pensar que hacer. Mi cabeza no estaba como para idear qué objeto sería el óptimo para meter allí. Sencillamente lo miraba, asustado, como si no pudiera pensar en otra cosa más allá de “voy a morir”. Que debía sacarlo cuanto antes. “Y mejor que para cuando lo hagas siga vivo”. Por supuesto no estaba para soltar ironías en aquel momento. Abrí mi boca para soltar un muy lastimero -Si…
Seguían los chispazos. Respiraba entre ellos, tomando todo el aire que me permitían mis ya agotados pulmones. El pulso se había vuelto irregular fruto de las chispas. Todo iba apagándose por momentos. Y entonces Dyospiros me dijo que volvía en nada. Abrí la boca para preguntar, pero antes de poder hacerlo se había ido corriendo. Tal vez ese fue el peor de los momentos. En el más absoluto de los silencios, no… no tenía ni idea a donde había ido. Sin nada que mirar, sin nadie más con quien hablar, o…
Oí el golpe al abrir la puerta del lado. Mientras tanto seguía perdiendo sangre. El dolor de los golpes que antes me diera también escocía más que nunca. Su voz no fue lo suficientemente fuerte como para que pudiera descifrar el mensaje completo. Pero al oír “plástico”, y al haber interrumpido en la otra habitación, comprendí qué había ido a buscar. “No será capaz…”, pensé. Luego me di cuenta que, por muy denigrante que fuera, había sido la mejor opción.
Volvió y enfundó el cuchillo en aquello. Entrecerré los ojos mientras giraba como podía la cabeza para que pudiera operar con mayor facilidad. Ya tanto daño quedaba difuso. Pero si noté que finalmente paró. Hizo palanca y… Taca. Taca… -D… Dy…- Mascullé. Bañado en sangre. Me arrastré débilmente por la cama, hacia la mesita. Entreví el maldito chip. -Tiralo… ventana… a co… co… coche. Camión…- Con la esperanza que creyeran que habíamos cogido un vehículo y seguido con nuestras vidas.
Había acabado todo. Nadie tocaba ya la herida. No habían más calambres. Quizás la adrenalina por el momento de purísima tensión me mantenía aún vivo, consciente. Dirigí la mano derecha a la mesita y, temblando, cogí la poción reabastecedora. Sin poder mover mucho la cabeza di un torpe bocado al corcho para quitarlo y le di un larguísimo trago. -Otra, tu…- Ni tenía las fuerzas ni los brazos suficientes para ponerme la otra.
Era libre. En aquel momento era completamente libre. Teníamos que huir pues ya debían tener más que registrada esa posición. Con suerte no habrían llegado… Y… Podríamos salir de allí corriendo. Aunque primero necesitaba cerrar esa herida de inmediato. Con esfuerzo, pero considerándolo necesario, sonreí levemente y solté un -... Grcias.- Que igual fue lo menos borracho que dijera en toda aquella velada.
Seguían los chispazos. Respiraba entre ellos, tomando todo el aire que me permitían mis ya agotados pulmones. El pulso se había vuelto irregular fruto de las chispas. Todo iba apagándose por momentos. Y entonces Dyospiros me dijo que volvía en nada. Abrí la boca para preguntar, pero antes de poder hacerlo se había ido corriendo. Tal vez ese fue el peor de los momentos. En el más absoluto de los silencios, no… no tenía ni idea a donde había ido. Sin nada que mirar, sin nadie más con quien hablar, o…
Oí el golpe al abrir la puerta del lado. Mientras tanto seguía perdiendo sangre. El dolor de los golpes que antes me diera también escocía más que nunca. Su voz no fue lo suficientemente fuerte como para que pudiera descifrar el mensaje completo. Pero al oír “plástico”, y al haber interrumpido en la otra habitación, comprendí qué había ido a buscar. “No será capaz…”, pensé. Luego me di cuenta que, por muy denigrante que fuera, había sido la mejor opción.
Volvió y enfundó el cuchillo en aquello. Entrecerré los ojos mientras giraba como podía la cabeza para que pudiera operar con mayor facilidad. Ya tanto daño quedaba difuso. Pero si noté que finalmente paró. Hizo palanca y… Taca. Taca… -D… Dy…- Mascullé. Bañado en sangre. Me arrastré débilmente por la cama, hacia la mesita. Entreví el maldito chip. -Tiralo… ventana… a co… co… coche. Camión…- Con la esperanza que creyeran que habíamos cogido un vehículo y seguido con nuestras vidas.
Había acabado todo. Nadie tocaba ya la herida. No habían más calambres. Quizás la adrenalina por el momento de purísima tensión me mantenía aún vivo, consciente. Dirigí la mano derecha a la mesita y, temblando, cogí la poción reabastecedora. Sin poder mover mucho la cabeza di un torpe bocado al corcho para quitarlo y le di un larguísimo trago. -Otra, tu…- Ni tenía las fuerzas ni los brazos suficientes para ponerme la otra.
Era libre. En aquel momento era completamente libre. Teníamos que huir pues ya debían tener más que registrada esa posición. Con suerte no habrían llegado… Y… Podríamos salir de allí corriendo. Aunque primero necesitaba cerrar esa herida de inmediato. Con esfuerzo, pero considerándolo necesario, sonreí levemente y solté un -... Grcias.- Que igual fue lo menos borracho que dijera en toda aquella velada.
- off a Raak’sa pa cuando vuelva:
- He tenido que ir posteando por situación y embrollos, cuando puedas reincorporarte hacemosun apaño o algo siok??
No hacía muchi que Rhylaonar había vuelto a su lugar y empezado a beber, cuando vio al mismo drow de antes comprando alcohol. Y no precisamente del flojo. Si bien mi elfo se fijó en el hecho, no intervino y siguió con su cervecilla. Se había tranquilizado. O igual lo había calmado yo a base de broncas mentales. -¿No te parece un poco raro? Se van dos a un cuarto, se compran una botella de absenta… Igual eran un par de pillines en celo.- Pensó a modo de conversación para mi. De hecho, parecía la opción más probable. Más que nada porque no habíamos visto ni él ni yo bien la cara del hombre del casco. Que no sabíamos siquiera si era hombre.
-Sea como sea, tampoco nos incumbe mucho.- Por una vez en su vida estuvo de acuerdo conmigo. Agradecía la tranquilidad de esa noche, o al menos, la que teníamos hasta que entraron dos soldados de la Alianza Humana. Lo que pensara yo de ellos era prácticamente irrelevante. Nunca había tenido una opción firme respecto a ellos. Pero Rhylaonar si: Los detestaba, más que a cualquier otro grupo. No por su ideología si no porque no podía hacer negocio con ellos, mientras que otros igual de extremistas -los mismos Blood Keepers- si que aceptaban tratos.
Una redada. Eso podía ser un problema. Dejó la cerveza casi con calma. Estaba bebido aunque, realmente, tenía muchísima resistencia. Media jarra afectaría en poco. Cogió mi mandoble con cuidado mientras fruncía el ceño. Las redadas podían tener resultados nefastos. Fueron los primeros en ser apuntados y escaneados. Rhylaonar no se movió un ápice: En su lugar sonreía casi con confianza. Si disparaban una sola vez se arrojaría a por ellos de forma salvaje.
Aunque pareció que no les importaba. Estaban buscando un drow en específico… Un capitán. -Vimos algo en un diario, ¿Te acuerdas? Ahora que lo pienso, el otro… Se le parecía mucho...- Le dije. Rhylaonar negó levemente con la cabeza y respondió nuevamente, a través de la mente. -No era ese. Los de la superfície no sabéis diferenciar un drow de otro, ¿Eh? Pero un poco de parecido si que le echaba. ¿Y si el otro, el del casco?- Eso era información valiosa. Y Rhylaonar sabía muy bien que la información cotizaba bien. ¿Y un segundo capitán de la Alianza Humana? Sabía de personas que pagarían muchísimo mejor que los humanos por ello. Más que nada, porque los soldados no hacían tratos.
-¿Segundo capitán? Podría saber donde está. Los elfos oscuros somos un poco mafias, así que…- No soltaba el arma pero tampoco hacía gesto amenazador. -¿Qué nos daríais a cambio? Imagino que nada. Disparos y gritos. Será tan sencillo como desaparecer de aquí y ya, en caso que os pongáis histéricos. ¿Sería una pena perder una fuente de información? Considéralo, cielo. A los de la posada los soldados les importáis una mierda y no es que tengan demasiadas ganas de ayudar con vuestros crímenes, no sin dinero de por medio.
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-estos no son los droides que buscáis. Digo... Los drows
Murmuro para mi mismo. Mi compañero lidia con los insurrectos. Yo trabajo. Me comunico y pido ayuda.
-charlie, mandad más efectivos a las coordenadas, o tendremos un triple nueve.
"Esto está lleno de chusma mágica que debemos apresar"
Porque los borrachos, que no pocos, podían ponerse rebeldes y entorpecer la misión. El elfo oscuro habla mucho pero poco dice. No va a ser nos útil.
-de aquí no sale nadie hasta que aparezca Ailanthus, y a ser posible la cabo Wolf. No hemos venido a negociar. Unidad Centinela, levanta medidas de anti-desaparicion. Elimina a cualquiera que se salga del perímetro de seguridad, ahí sea un ratón. Realiza un escáner térmico edificio, plantas superiores incluidas, quiero un informe exacto de cuantas criaturas hay aquí, y cuántas de ellas son seres mágicos.
El centinela hace lo que le solicitamos. En seguida nos remite por comunicación privada los resultados de sus escaneos.
Murmuro para mi mismo. Mi compañero lidia con los insurrectos. Yo trabajo. Me comunico y pido ayuda.
-charlie, mandad más efectivos a las coordenadas, o tendremos un triple nueve.
"Esto está lleno de chusma mágica que debemos apresar"
Porque los borrachos, que no pocos, podían ponerse rebeldes y entorpecer la misión. El elfo oscuro habla mucho pero poco dice. No va a ser nos útil.
-de aquí no sale nadie hasta que aparezca Ailanthus, y a ser posible la cabo Wolf. No hemos venido a negociar. Unidad Centinela, levanta medidas de anti-desaparicion. Elimina a cualquiera que se salga del perímetro de seguridad, ahí sea un ratón. Realiza un escáner térmico edificio, plantas superiores incluidas, quiero un informe exacto de cuantas criaturas hay aquí, y cuántas de ellas son seres mágicos.
El centinela hace lo que le solicitamos. En seguida nos remite por comunicación privada los resultados de sus escaneos.
Miro el chip ahora entre mis dedos, el cual he conseguido arrancar de su cuello, y me limpio el sudor de la frente con el antebrazo.
"joder, esta fuera"
Miro por la ventana...coche? camion? cerca de la posada no pasaban tales cosas habitualmente...era un sitio apartado. Habia mas esperanzas en endosarselo a un borracho en su bolsillo o algo asi. Quiza lo intentase. Pero teniamos que movernos de ahi rapidamente....
Lo veo beber pocion reabastecedora y luego me lo agradeció. Lo miro con los ojos muy abiertos, super tenso. Y estiro mi mano ensangrentada hacia su cara, soltandole unas palmadas ahi, manchandole la mejilla de su propia sangre.
-Sangre y alcohol hermano. Sangre y alcohol. Bienvenido a tu libertad. Ha sido una buena iniciacion.
Y me rio bastante ruidosamente, haciendome con la absenta y pegandole un trago, liberando asi un monton de tension. Luego me pongo manos a la obra porque hay que desinfectar su herida y curarla, remendarla como buenamente podamos.
-Debes tener cuidado. No sabemos si has podido sufrir heridas internas con todas esas descargas.¿Eran muy fuertes, verdad?
Curo su herida, echando pocion cicatrizante, y me doy cuenta de que ni vendas tenemos. Chasqueo la lengua y me dispongo a bajar con el chip, para endosarselo a algun incauto antes de irnos...al quitar la cerradura mi oido bueno capta algo...algo que no me gusta. Pego la oreja a la puerta, y...para confirmar mis sospechas...vuelvo a asomarme a la ventana. Y ahi lo veo. Un poco de perfil, un poco de lejos....un muy hijoputa centinela, moviendo su cabeza con sus luces psicodelicas. Cierro la ventana repentinamente apartandome de ahi, mirando a Ail con un gesto que lo dice todo.
-Están aqui.
Otra mirada rapida a mis armas, sobre las cuales me abalanzo, pues me habia quitado el cinturon donde las porto.
"joder, esta fuera"
Miro por la ventana...coche? camion? cerca de la posada no pasaban tales cosas habitualmente...era un sitio apartado. Habia mas esperanzas en endosarselo a un borracho en su bolsillo o algo asi. Quiza lo intentase. Pero teniamos que movernos de ahi rapidamente....
Lo veo beber pocion reabastecedora y luego me lo agradeció. Lo miro con los ojos muy abiertos, super tenso. Y estiro mi mano ensangrentada hacia su cara, soltandole unas palmadas ahi, manchandole la mejilla de su propia sangre.
-Sangre y alcohol hermano. Sangre y alcohol. Bienvenido a tu libertad. Ha sido una buena iniciacion.
Y me rio bastante ruidosamente, haciendome con la absenta y pegandole un trago, liberando asi un monton de tension. Luego me pongo manos a la obra porque hay que desinfectar su herida y curarla, remendarla como buenamente podamos.
-Debes tener cuidado. No sabemos si has podido sufrir heridas internas con todas esas descargas.¿Eran muy fuertes, verdad?
Curo su herida, echando pocion cicatrizante, y me doy cuenta de que ni vendas tenemos. Chasqueo la lengua y me dispongo a bajar con el chip, para endosarselo a algun incauto antes de irnos...al quitar la cerradura mi oido bueno capta algo...algo que no me gusta. Pego la oreja a la puerta, y...para confirmar mis sospechas...vuelvo a asomarme a la ventana. Y ahi lo veo. Un poco de perfil, un poco de lejos....un muy hijoputa centinela, moviendo su cabeza con sus luces psicodelicas. Cierro la ventana repentinamente apartandome de ahi, mirando a Ail con un gesto que lo dice todo.
-Están aqui.
Otra mirada rapida a mis armas, sobre las cuales me abalanzo, pues me habia quitado el cinturon donde las porto.
Miraba por la ventana. Yo lo miraba a él. Rezaba por que encontrara un maldito vehículo o cualquier cosa que andara, volara, se moviera… Igual nos habría convenido tener a Sybil para que lo alejara y dejara caer en cualquier otro lado. Pero no tenía ni idea de cómo iba a llamarla, ni pedirle que viniera, ni… Tenía que encontrar al maldito y enorme pollo de inmediato. Nos podría ser de gran ayuda.
Pero él hacía cara tensa. Por supuesto, operar a alguien no era una experiencia agradable. Debía haberse bañado en sangre. Pues con un poco de movimiento de mi cabeza podía ya ver la que se había armado ahí, habíamos dejado las sábanas hechas un asco. -Al dueño no le gustará…- Me sabía mal. Pero yo hablaba flojito, a media voz, aún azotado por golpes, dolores, calambrazos… Apenas podía moverme aún. Y es que tenía miedo: Girar la cabeza igual suponía abrir aún más aquella cosa.
Entonces me dio unas palmaditas con las manos empapadas. Lo contemplé en silencio. “Sangre y alcohol”. Y más silencio. Sonreí muy levemente “Bienvenido a tu libertad”, me dijo. Asentí más de sentimiento que de gesto, alegre de poder, al fin, afirmar aquello. -Espero… que dure.- Algo iba mal. Algo iba tremendamente mal. Casi podía olerme el problema. O quizás solo olía el exceso de sangre bañándome, y el olor a muerto de la posada de… los muertos. Esperaba no unirme a la lista de los que hicieran honor al nombre.
Pero él se reía sonoro y bebía. No iba a reprocharle que lo hiciera, por supuesto. Tenía todo el derecho y habíamos pasado una terrible jornada. Luego, sin embargo, me dijo que debía tener cuidado. Con la herida. Por… -... Descargas. Sí.- Tenía el cuerpo entero entumecido por ellas. Agradecía sinceramente que no me hubiera pillado con el brazo conectado. Habían sido mucho más fuertes que cuando usé magia en los campos: Esas iban a matar. -Estaré bien…
Se encargó de curar el cuello como pudo con la poción, y es que no teníamos nada más a mano. Yo, mareado y muy frío, me levanté poco a poco para ir vistiéndome para no perder calor y a su vez para intentar reactivar el cuerpo. Poco a poco, poco a poco… No. Teníamos que ir rápido. Cogí el brazo y lo conecté, tardando unos segundos en poder abrir y cerrar la mano mecánica. Agradecía que esa parte del cuerpo no estuviera afectada por los calambres. Sin dejar de seguir con la mirada a mi hermano fui a ponerme la cuchilla… Que tenía un condón.
“Ah.” Pero él había pegado la oreja a la puerta. La que tenía entera. Mala cara. Y luego se asomó. Intenté mirar yo de reojo pero al verle a él apartarse tan rápidamente supe, sin que hablara, por su expresión y por mis miedos, qué acababa de pasar.
-... Aquí están.- Mirada inmediata a Morgana. -... ¿No podemos saltar por la ventana? ¿Tendríamos tiempo a coger la moto?- Me empecé a poner nervioso. Mucho. Miré el brazo mecánico otra vez. No, eso no iba a solucionarme nada... -No… no podemos salir por… abajo. ¿Por arriba? Debe haber una salida al tejado… Y… Quizás tendremos más ventaja que por el suelo… Es de noche. Pero el… el centinela…- Había visto luces inconfundibles por la ventana. -Necesitamos ayuda. ¿Puedes usar esa… moneda? Joder.- Empecé a ponerme nervioso. Miré otra vez por la ventana. Era muy alto para saltar así, sin más. Pero no si podía… -... Dyos. ¿Tu sabes levitar?- Magia. Mi eterna enemiga. Y ahora, tal vez, fuera nuestra única via de escape.
La calma con la que intentaba hablar se veía anulada en mi rostro, casi agónico: Tenía los ojos abiertos y empezaba a sudar. Estaba algo mareado. Me había vuelto a sentar, consciente que debía recuperar las fuerzas de algún modo. Me levanté y le quité un trago de absenta. No me supo tan mal esta vez.
Pero él hacía cara tensa. Por supuesto, operar a alguien no era una experiencia agradable. Debía haberse bañado en sangre. Pues con un poco de movimiento de mi cabeza podía ya ver la que se había armado ahí, habíamos dejado las sábanas hechas un asco. -Al dueño no le gustará…- Me sabía mal. Pero yo hablaba flojito, a media voz, aún azotado por golpes, dolores, calambrazos… Apenas podía moverme aún. Y es que tenía miedo: Girar la cabeza igual suponía abrir aún más aquella cosa.
Entonces me dio unas palmaditas con las manos empapadas. Lo contemplé en silencio. “Sangre y alcohol”. Y más silencio. Sonreí muy levemente “Bienvenido a tu libertad”, me dijo. Asentí más de sentimiento que de gesto, alegre de poder, al fin, afirmar aquello. -Espero… que dure.- Algo iba mal. Algo iba tremendamente mal. Casi podía olerme el problema. O quizás solo olía el exceso de sangre bañándome, y el olor a muerto de la posada de… los muertos. Esperaba no unirme a la lista de los que hicieran honor al nombre.
Pero él se reía sonoro y bebía. No iba a reprocharle que lo hiciera, por supuesto. Tenía todo el derecho y habíamos pasado una terrible jornada. Luego, sin embargo, me dijo que debía tener cuidado. Con la herida. Por… -... Descargas. Sí.- Tenía el cuerpo entero entumecido por ellas. Agradecía sinceramente que no me hubiera pillado con el brazo conectado. Habían sido mucho más fuertes que cuando usé magia en los campos: Esas iban a matar. -Estaré bien…
Se encargó de curar el cuello como pudo con la poción, y es que no teníamos nada más a mano. Yo, mareado y muy frío, me levanté poco a poco para ir vistiéndome para no perder calor y a su vez para intentar reactivar el cuerpo. Poco a poco, poco a poco… No. Teníamos que ir rápido. Cogí el brazo y lo conecté, tardando unos segundos en poder abrir y cerrar la mano mecánica. Agradecía que esa parte del cuerpo no estuviera afectada por los calambres. Sin dejar de seguir con la mirada a mi hermano fui a ponerme la cuchilla… Que tenía un condón.
“Ah.” Pero él había pegado la oreja a la puerta. La que tenía entera. Mala cara. Y luego se asomó. Intenté mirar yo de reojo pero al verle a él apartarse tan rápidamente supe, sin que hablara, por su expresión y por mis miedos, qué acababa de pasar.
-... Aquí están.- Mirada inmediata a Morgana. -... ¿No podemos saltar por la ventana? ¿Tendríamos tiempo a coger la moto?- Me empecé a poner nervioso. Mucho. Miré el brazo mecánico otra vez. No, eso no iba a solucionarme nada... -No… no podemos salir por… abajo. ¿Por arriba? Debe haber una salida al tejado… Y… Quizás tendremos más ventaja que por el suelo… Es de noche. Pero el… el centinela…- Había visto luces inconfundibles por la ventana. -Necesitamos ayuda. ¿Puedes usar esa… moneda? Joder.- Empecé a ponerme nervioso. Miré otra vez por la ventana. Era muy alto para saltar así, sin más. Pero no si podía… -... Dyos. ¿Tu sabes levitar?- Magia. Mi eterna enemiga. Y ahora, tal vez, fuera nuestra única via de escape.
La calma con la que intentaba hablar se veía anulada en mi rostro, casi agónico: Tenía los ojos abiertos y empezaba a sudar. Estaba algo mareado. Me había vuelto a sentar, consciente que debía recuperar las fuerzas de algún modo. Me levanté y le quité un trago de absenta. No me supo tan mal esta vez.
Soldado Alianza Humana
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
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Ladeo mi cabeza paseando la vista por ahi en busca de insurrectos. El propio elfo oscuro se muestra poco colaborativo. Nosotros seguimos apuntando a todo quisqui. Desde hacia tiempo sabiamos que la posada de los muertos era un hervidero de seres magicos pero no ibamos a cometer el mismo error que con el Moulin Rouge, lo de tomar ese sitio por la fuerza. Que utilidad tiene un bar? Ninguna. Salvo actuar de ratonera. Como ahora mismo.
-Buscamos al Capitan de la Alianza Ailanthus y a la Cabo Morgana Wolf. No me hagais repetirlo mas.
El informe del centinela no se hace esperar. La chusma mágica que hay aqui abajo, y arriba....cinco personas mas, literalmente, ni mas ni menos.
-Alfa, controla la zona de abajo con ayuda del centinela. Voy a inspeccionar arriba. ¡Que nadie se mueva!
Y vigilando mi retaguardia y cubierto por mi compañero, subo escaleras arriba, con mi arma en ristre. Inspecciono las habitaciones, encontrando algunas abiertas. En una hay un borracho durmiendo. En otra tras abrir la puerta (que estaba sin cerrar) me encuentro a una pareja desnudos y metidos en la cama haciendo cosas susias. No parecen ni la Cabo ni Ailanthus, ademas, que harian ellos haciendo eso? Y si se han fugado juntos para darse amor...?
"Concentrate"
La ultima habitacion está cerrada, asi que me veo obligado a forzarla y a abrirla pegando un par de tiros en la cerradura....
-Buscamos al Capitan de la Alianza Ailanthus y a la Cabo Morgana Wolf. No me hagais repetirlo mas.
El informe del centinela no se hace esperar. La chusma mágica que hay aqui abajo, y arriba....cinco personas mas, literalmente, ni mas ni menos.
-Alfa, controla la zona de abajo con ayuda del centinela. Voy a inspeccionar arriba. ¡Que nadie se mueva!
Y vigilando mi retaguardia y cubierto por mi compañero, subo escaleras arriba, con mi arma en ristre. Inspecciono las habitaciones, encontrando algunas abiertas. En una hay un borracho durmiendo. En otra tras abrir la puerta (que estaba sin cerrar) me encuentro a una pareja desnudos y metidos en la cama haciendo cosas susias. No parecen ni la Cabo ni Ailanthus, ademas, que harian ellos haciendo eso? Y si se han fugado juntos para darse amor...?
"Concentrate"
La ultima habitacion está cerrada, asi que me veo obligado a forzarla y a abrirla pegando un par de tiros en la cerradura....
Iban hablando de sus cosas. Más refuerzos, más… pérdidas de tiempo. Rhylaonar los miraba con algo de asco, esperaba que por primera vez los humanos tomaran una decisión inteligente y quisieran contar con su ayuda. Lo que más había retenido al experimentado guerrero fue la presencia del Centinela. “Uno no se mete con un Centinela si no saca algo de ello”, pensó. Pero con esa frase declaró la posibilidad de, realmente, poder sacar algún tipo de provecho de todo aquello.
Que si escanear lo que hubiera arriba, que si buscar a Ailanthus y una tal Wolf… -¿Es una pena, no os parece? Que no podamos hacer tratos… Pobre chavala. Tan guapa y, sin embargo, el ejército no quiere gastar un duro en saber donde está.- Se encogió de hombros y tragó algo de la cerveza restante. Espuma.
-¿Es que acaso la conoces, Rhylaonar?- Pregunté yo casi con inocencia.
-La fama de las tetas de la cabo Wolf es internacional, imbécil. Dudo que tu entiendas de mujeres, sin embargo...- Gruñó entre con asco y divertido, como siempre. Conversaciones mentales. Rhylaonar los miraba como si no pasara nada.
-... Oye. A mi me gustaban las mujeres y solo las mujeres… Pero no creo que el pecho sea lo más importante en una...- Como buen paladín debíamos valorar a cada persona por sus hechos y su honor, no por su aspecto físico. Él sonrió más aún.
-Como buen cristiano. Qué original.
Y se bastaba con eso. Frunció algo el ceño sin abandonar la orgullosísima expresión. Uno de ellos decidió ir arriba y pidió al otro que controlara que nadie se moviera. Rhylaonar allí seguía, tentando mi espada entre sus dedos, con actitud casi más juguetona que no amenazadora. Aunque dos metros de coloso en armadura no eran detalles fáciles de ignorar. Clavó los ojos en las escaleras tal y como se iban. “Un capitán… ¿Pero y lo que renta eso?” Trazó un breve plan en su mente. Quería ese dinero. Y dejó que yo jugueteara con él y lo ultimara.
Quería, desde luego, actuar en algún momento. -... No sé si es peor la Alianza o los otros, pero… De acuerdo. Actuaremos en su debido momento.
Eran pocas las veces en las que acordábamos cualquier tipo de plan. No nos gustaba en demasía luchar juntos por las diferencias ideológicas. Pero yo mismo era del todo consciente sobre los peligros de esa Alianza. Y algo dentro de mi ardía al ver a tantas pobres borrachas almas, que acababan de entrar en peligro al intrometerse aquellos asesinos. Rhylaonar no tenía más razón que el dinero. Pero esperar a que coincidieramos también en ideales era demasiado pedir.
Que si escanear lo que hubiera arriba, que si buscar a Ailanthus y una tal Wolf… -¿Es una pena, no os parece? Que no podamos hacer tratos… Pobre chavala. Tan guapa y, sin embargo, el ejército no quiere gastar un duro en saber donde está.- Se encogió de hombros y tragó algo de la cerveza restante. Espuma.
-¿Es que acaso la conoces, Rhylaonar?- Pregunté yo casi con inocencia.
-La fama de las tetas de la cabo Wolf es internacional, imbécil. Dudo que tu entiendas de mujeres, sin embargo...- Gruñó entre con asco y divertido, como siempre. Conversaciones mentales. Rhylaonar los miraba como si no pasara nada.
-... Oye. A mi me gustaban las mujeres y solo las mujeres… Pero no creo que el pecho sea lo más importante en una...- Como buen paladín debíamos valorar a cada persona por sus hechos y su honor, no por su aspecto físico. Él sonrió más aún.
-Como buen cristiano. Qué original.
Y se bastaba con eso. Frunció algo el ceño sin abandonar la orgullosísima expresión. Uno de ellos decidió ir arriba y pidió al otro que controlara que nadie se moviera. Rhylaonar allí seguía, tentando mi espada entre sus dedos, con actitud casi más juguetona que no amenazadora. Aunque dos metros de coloso en armadura no eran detalles fáciles de ignorar. Clavó los ojos en las escaleras tal y como se iban. “Un capitán… ¿Pero y lo que renta eso?” Trazó un breve plan en su mente. Quería ese dinero. Y dejó que yo jugueteara con él y lo ultimara.
Quería, desde luego, actuar en algún momento. -... No sé si es peor la Alianza o los otros, pero… De acuerdo. Actuaremos en su debido momento.
Eran pocas las veces en las que acordábamos cualquier tipo de plan. No nos gustaba en demasía luchar juntos por las diferencias ideológicas. Pero yo mismo era del todo consciente sobre los peligros de esa Alianza. Y algo dentro de mi ardía al ver a tantas pobres borrachas almas, que acababan de entrar en peligro al intrometerse aquellos asesinos. Rhylaonar no tenía más razón que el dinero. Pero esperar a que coincidieramos también en ideales era demasiado pedir.
Estoy puto nervioso mirando a todas partes, pensando que hacer. Daba igual los pocos soldados que hubiesen abajo, el problema era el maldito centinela.... en esos momentos parezco un drow con un trastorno de hiperactividad y deficit de atencion
-si, si la puerta...el ...el tejado, si, la ventana. Claro...la moto...si, sii.....nos da tiempo...levitar, claro...
"levitar"
Yo tambien miro a Morgana, exasperado.
"y este a medias de curar"
Miro tambien a Ailanthus, con mas cara de muerto que de vivo.
-Saldremos por la ventana. Puedo levitarnos. Usaremos a esa mujer como escudo viviente. Si es que puedo cargar con los dos....
Ailanthus ya era mas alto que yo...por no hablar de la soldado. Y mis habilidades en levitacion tampoco eran fascinantes. Fui a por ella, quitandole lo que quiera que le estuviera tapando su preciosa cabecita para que pudieran darse cuenta de que si disparaban, tambien le daban a ella.... Luego mientras mis elficos oidos captan voces imepriosas ahi abajo, y golpes en las habitaciones de al lado, voy a por Ailanthus y lo agarro por su brazo de carne y hueso tirando de el hacia la ventana, con Morgana a mi hombro a la cual llevo un poco a duras penas. En ese momento unos disparos en la cerradura de la puerta me indica que han llegado...la puerta se abre y veo ahi a un soldado plantado. Reacciono rapidamente y mirando al cañon de su arma y luego su casco, conjuro un enorme globo de oscuridad a su alrededor, para que no nos pueda ver. Tiro de Ail y salto por la ventana. Mi hermano cae un poco a plomo pero lo tengo agarrado por la mano asi que retengo su caida. Gruño algo asi como "levita, joder, levita" y consigo llevarnos hasta el tejado. Teniamos que rodearlo para ir al otro lado, al lado en el que no estaba el centinela, y agarrar la moto, antes de que nos detectase. Suelto a la pesada de Morgana sobre el tejado, sin tener ningun cuidado con ella..
-joder estos humanos...pesan lo suyo...
-si, si la puerta...el ...el tejado, si, la ventana. Claro...la moto...si, sii.....nos da tiempo...levitar, claro...
"levitar"
Yo tambien miro a Morgana, exasperado.
"y este a medias de curar"
Miro tambien a Ailanthus, con mas cara de muerto que de vivo.
-Saldremos por la ventana. Puedo levitarnos. Usaremos a esa mujer como escudo viviente. Si es que puedo cargar con los dos....
Ailanthus ya era mas alto que yo...por no hablar de la soldado. Y mis habilidades en levitacion tampoco eran fascinantes. Fui a por ella, quitandole lo que quiera que le estuviera tapando su preciosa cabecita para que pudieran darse cuenta de que si disparaban, tambien le daban a ella.... Luego mientras mis elficos oidos captan voces imepriosas ahi abajo, y golpes en las habitaciones de al lado, voy a por Ailanthus y lo agarro por su brazo de carne y hueso tirando de el hacia la ventana, con Morgana a mi hombro a la cual llevo un poco a duras penas. En ese momento unos disparos en la cerradura de la puerta me indica que han llegado...la puerta se abre y veo ahi a un soldado plantado. Reacciono rapidamente y mirando al cañon de su arma y luego su casco, conjuro un enorme globo de oscuridad a su alrededor, para que no nos pueda ver. Tiro de Ail y salto por la ventana. Mi hermano cae un poco a plomo pero lo tengo agarrado por la mano asi que retengo su caida. Gruño algo asi como "levita, joder, levita" y consigo llevarnos hasta el tejado. Teniamos que rodearlo para ir al otro lado, al lado en el que no estaba el centinela, y agarrar la moto, antes de que nos detectase. Suelto a la pesada de Morgana sobre el tejado, sin tener ningun cuidado con ella..
-joder estos humanos...pesan lo suyo...
Si él estaba histérico, yo estaba mortecino. Frío. Igual poco despierto, poco adecuado para una situación que requería toda nuestra atención. Empezó a mascullar cosas de las que poco comprendí. Como si estuviera haciendo planes o… Alguna cosa que… no alcanzaba a entender. -No entiendo nada…- Suspiré. Toda la energía que había mostrado al alzarme y atacarle había desaparecido ahora debido la debilidad que se apoderaba de mi cuerpo.
Me acerqué a acabar de recoger las cosas con toda la prisa que pude. Me embutí el casco en la cabeza, dirigiendo otra mirada a Dyospiros, que parecía haberse aclarado. Que íbamos a usarla de escudo viviente. Algo de sentido tenía el plan, pero no era moralmente correcto. Mi pobre cabecilla, pero, no iba a cuestionarle ese hecho. -Podría intentar levitar, eh…- Y pensé en el chip. -Y eso, podrías tirarlo por el lavabo. Es resistente al agua…
“Más si está metido casi siempre en un lugar húmedo. Con sangre…” Me agarró del brazo y cargó con Morgana. A la ventana. Me daba un poco de miedo tener que salir tan de repente, pero… Entonces oímos disparos. Detrás de nosotros. Un soldado. Eso era justo lo que necesitaba para espabilarme… Aunque antes de poder hacer nada él los cubrió con un globo oscuro y saltó. Sin más.
Intenté recordar el maldito agrio sabor de la magia, sus puñeteras palabras, sentirlo, poder… someterlo a mi. Pero no importaba cuanto lo intentara. Recibí un golpe de realidad al ver el negro abismo debajo de mi, estábamos fuera. Mi brazo de repente tiró, pues no conseguí hacer nada por levitar. Hice toda la fuerza posible para mantenerme agarrado a él. Si caía probablemente me hiciera demasiado daño al tener el cuerpo y los sentidos aún algo atontados.
Estábamos en el tejado. La dejó caer. Le miré con los ojos encendidos bajo el casco, sintiéndome indefenso sin mi pistola. “Maldita sea…” -Son bolsas grasientas.- Mascullé despectivamente, fruto de los nervios. Cogí a Morgana de un brazo y empecé a tirar intentando recordar dónde estaba la moto. En cuanto me pude orientar empecé a correr todo lo que me permitía aquel cuerpo humano. Di las espaldas a las luces del centinela y esperé que se contuviera si nos detectaba, al poder herir a alguien de tan alto rango.
Cuando hube alcanzado el costado que debía dar a la moto me abalancé, haciendo todas las fuerzas por agarrar a la maldita soldado. Palabras. Magia. Otra vez. Era un puzzle que comprendía, que nunca había olvidado, pero del que siempre faltaba una última pieza. Odiaba la magia más de lo que había odiado a cualquiera de sus usuarios. ¡Sabía su lenguaje! ¡Sabía como funcionaba, lo sabía…!
Pero no funcionó. Caí, caí, caí como cualquiera que ha de caer, sin el más mínimo atisbo de levitar. Un odio efervescente, ese mismo que mi pobre Velinyon, manco, cojo, agónico, sintiera el día que la magia le traicionara. Se me escapó la rubia a medio vuelo. Me di cuenta que, mientras que no me destrozara la moto, aquello era lo que menos me importaba. Aterricé no terriblemente… mal. Era un elfo después de todo, uno que tenía por costumbre caminar sobre tejados. Pero un dolor intenso se apoderó de una de mis rodillas a pesar de haber caído medianamente en pie. Miré hacia arriba esperando a mi hermano. Y rezando para no haberme cargado a Morgana. -No... no... no, joder... la rodilla...- Me la había torcido. O igual me había roto algo.
Pero los disparos transladaron eso a un lugar secundario. La moto no estaba lejos...
Me acerqué a acabar de recoger las cosas con toda la prisa que pude. Me embutí el casco en la cabeza, dirigiendo otra mirada a Dyospiros, que parecía haberse aclarado. Que íbamos a usarla de escudo viviente. Algo de sentido tenía el plan, pero no era moralmente correcto. Mi pobre cabecilla, pero, no iba a cuestionarle ese hecho. -Podría intentar levitar, eh…- Y pensé en el chip. -Y eso, podrías tirarlo por el lavabo. Es resistente al agua…
“Más si está metido casi siempre en un lugar húmedo. Con sangre…” Me agarró del brazo y cargó con Morgana. A la ventana. Me daba un poco de miedo tener que salir tan de repente, pero… Entonces oímos disparos. Detrás de nosotros. Un soldado. Eso era justo lo que necesitaba para espabilarme… Aunque antes de poder hacer nada él los cubrió con un globo oscuro y saltó. Sin más.
Intenté recordar el maldito agrio sabor de la magia, sus puñeteras palabras, sentirlo, poder… someterlo a mi. Pero no importaba cuanto lo intentara. Recibí un golpe de realidad al ver el negro abismo debajo de mi, estábamos fuera. Mi brazo de repente tiró, pues no conseguí hacer nada por levitar. Hice toda la fuerza posible para mantenerme agarrado a él. Si caía probablemente me hiciera demasiado daño al tener el cuerpo y los sentidos aún algo atontados.
Estábamos en el tejado. La dejó caer. Le miré con los ojos encendidos bajo el casco, sintiéndome indefenso sin mi pistola. “Maldita sea…” -Son bolsas grasientas.- Mascullé despectivamente, fruto de los nervios. Cogí a Morgana de un brazo y empecé a tirar intentando recordar dónde estaba la moto. En cuanto me pude orientar empecé a correr todo lo que me permitía aquel cuerpo humano. Di las espaldas a las luces del centinela y esperé que se contuviera si nos detectaba, al poder herir a alguien de tan alto rango.
Cuando hube alcanzado el costado que debía dar a la moto me abalancé, haciendo todas las fuerzas por agarrar a la maldita soldado. Palabras. Magia. Otra vez. Era un puzzle que comprendía, que nunca había olvidado, pero del que siempre faltaba una última pieza. Odiaba la magia más de lo que había odiado a cualquiera de sus usuarios. ¡Sabía su lenguaje! ¡Sabía como funcionaba, lo sabía…!
Pero no funcionó. Caí, caí, caí como cualquiera que ha de caer, sin el más mínimo atisbo de levitar. Un odio efervescente, ese mismo que mi pobre Velinyon, manco, cojo, agónico, sintiera el día que la magia le traicionara. Se me escapó la rubia a medio vuelo. Me di cuenta que, mientras que no me destrozara la moto, aquello era lo que menos me importaba. Aterricé no terriblemente… mal. Era un elfo después de todo, uno que tenía por costumbre caminar sobre tejados. Pero un dolor intenso se apoderó de una de mis rodillas a pesar de haber caído medianamente en pie. Miré hacia arriba esperando a mi hermano. Y rezando para no haberme cargado a Morgana. -No... no... no, joder... la rodilla...- Me la había torcido. O igual me había roto algo.
Pero los disparos transladaron eso a un lugar secundario. La moto no estaba lejos...
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Robot Centinela
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La desaparición de la cabo Wolf y el segundo capitán Ailanthus los había traído a aquella posada. Tras dejar a ambos soldados en el suelo, el centinela se había quedado en la puerta, expectante. Había recibido órdenes de no dejar que nada se moviera en el perímetro, y sus escáneres tenían bien detectados a todos los individuos, aunque solo a grandes rasgos por ser uno de tipo térmico. Tendría que acercarse más si pretendía conseguir información exhaustiva de los que allí estuvieran presentes. Desde el lado de la puerta vigilaba: Y más lo hizo al notar como uno de los soldados subía arriba.
De la planta de abajo había podido sacar bastante más información. Habían varios seres mágicos, entre ellos dos drows -de los cuales también había hecho escáner- pero no parecía prudente ensañarse con ellos. Encontrar a los jefazos era mucho más importante. Las órdenes eran claras: No dejar que nada saliera. Y un movimiento brusco de tres manchas rojas en su visión térmica lo llevó a moverse. No estaban demasiado alejados de su posición, pero aún le llevó unos instantes poder recopilar la información.
Voló hasta el tejado. Las tres figuras le eran familiares. Una de ellas era la cabo Wolf, inconsciente. Otra de ellas era un identificado criminal, Dyospiros: Un fugitivo de campos implicado en distintos asesinatos, daños al ejército… La tercera figura llevaba el rostro descubierto, pero fue marcada de inmediato como enemigo por la magia de su cuerpo. Y probablemente desde la misma Alianza pudieran identificar perfectamente aquella figura, con sus ropajes militares.
Fuera como fuera decidió disparar a Dyospiros, que resultaba el objetivo más claro, un declarado criminal, y con él no se arriesgaría a dañar a Morgana. -Manténganse en sus posiciones y nadie saldrá herido... más de lo necesario.- Los perseguía por encima del tejado volando a escasos centímetros del suelo, con pura metralla. Si derribaba a Dyospiros debía ser fácil dar alcance a la otra figura, que parecía ya herida.
De la planta de abajo había podido sacar bastante más información. Habían varios seres mágicos, entre ellos dos drows -de los cuales también había hecho escáner- pero no parecía prudente ensañarse con ellos. Encontrar a los jefazos era mucho más importante. Las órdenes eran claras: No dejar que nada saliera. Y un movimiento brusco de tres manchas rojas en su visión térmica lo llevó a moverse. No estaban demasiado alejados de su posición, pero aún le llevó unos instantes poder recopilar la información.
Voló hasta el tejado. Las tres figuras le eran familiares. Una de ellas era la cabo Wolf, inconsciente. Otra de ellas era un identificado criminal, Dyospiros: Un fugitivo de campos implicado en distintos asesinatos, daños al ejército… La tercera figura llevaba el rostro descubierto, pero fue marcada de inmediato como enemigo por la magia de su cuerpo. Y probablemente desde la misma Alianza pudieran identificar perfectamente aquella figura, con sus ropajes militares.
Fuera como fuera decidió disparar a Dyospiros, que resultaba el objetivo más claro, un declarado criminal, y con él no se arriesgaría a dañar a Morgana. -Manténganse en sus posiciones y nadie saldrá herido... más de lo necesario.- Los perseguía por encima del tejado volando a escasos centímetros del suelo, con pura metralla. Si derribaba a Dyospiros debía ser fácil dar alcance a la otra figura, que parecía ya herida.
Soldado Alianza Humana
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Nada mas llegar ahi y apuntar con mi fusil me encuentro con un elfo oscuro cargando a una mujer rubia, y a un tio de pelambres blancas con un casco puesto....otro elfo oscuro. ¿Pero es Ailanthus? Poco importa porque en seguida todo es negrura.
-AGH!
Retrocedo, por si voy a ser atacado, y salgo dela habitacion, dejando atras la oscuridad. Miro el globo de siniestra materia sombria que sigue ahi flotando, plantificado...y abro mi comunicacion no solo con mi compañero si no con el centro de mandos.
-He establecido contacto visual con la cabo Wolf y con un elfo oscuro, o bueno, dos , se están dando a la fuga por la ventana de la posada. Procedo a inspeccionar la estancia....y solicito que sean perseguidos, Centinela.
Aunque por los tiros que oigo, el Centinela ya estaba en ello. Gateo esquivando el globo oscuro, por si acaso...e ingreso en la habitacion. Manchas de sangre por doquier....una botella de alcohol....toallas manchadas....
-Se sospecha que el segundo individuo no identificado pueda ser el propio Ailanthus. Esperaremos confirmacion.
Me quedo inspeccionando la sala, removiendo toallas sanguinolentas, cuando identifico una cosita pequeña y brillante por la sangre. La sujeto y la identifico como un chip. Informo de mi hallazgo a los altos mandos, y a mi compañero, por supuesto. Me lo guardo en un bolsillo del chaleco y bajo a la carrera nuevamente encontrandome con mi otro compañero.
-estan afuera! El centinela se está haciendo cargo!!
Salgo y empiezo a correr para ir hacia donde estan ellos, gritando y apuntandoles
-RENDÍOS! UNIDAD CENTINELA, NEUTRALIZALOS!
-AGH!
Retrocedo, por si voy a ser atacado, y salgo dela habitacion, dejando atras la oscuridad. Miro el globo de siniestra materia sombria que sigue ahi flotando, plantificado...y abro mi comunicacion no solo con mi compañero si no con el centro de mandos.
-He establecido contacto visual con la cabo Wolf y con un elfo oscuro, o bueno, dos , se están dando a la fuga por la ventana de la posada. Procedo a inspeccionar la estancia....y solicito que sean perseguidos, Centinela.
Aunque por los tiros que oigo, el Centinela ya estaba en ello. Gateo esquivando el globo oscuro, por si acaso...e ingreso en la habitacion. Manchas de sangre por doquier....una botella de alcohol....toallas manchadas....
-Se sospecha que el segundo individuo no identificado pueda ser el propio Ailanthus. Esperaremos confirmacion.
Me quedo inspeccionando la sala, removiendo toallas sanguinolentas, cuando identifico una cosita pequeña y brillante por la sangre. La sujeto y la identifico como un chip. Informo de mi hallazgo a los altos mandos, y a mi compañero, por supuesto. Me lo guardo en un bolsillo del chaleco y bajo a la carrera nuevamente encontrandome con mi otro compañero.
-estan afuera! El centinela se está haciendo cargo!!
Salgo y empiezo a correr para ir hacia donde estan ellos, gritando y apuntandoles
-RENDÍOS! UNIDAD CENTINELA, NEUTRALIZALOS!
A mi desgraciada y abotargada cabeza solo se le habia ocurrido huir. En aquellos momentos lo mas importante habia sido coger a Morgana, a mis espadas, a mi hermano , conjurar un globo oscuro y huir como alma que llevaba el diablo...
y lo logramos, sin recibir ningun tipo de disparo. Respiro agitadamente viendo que el no tarda en ponerse en pie y arrastrar a morgana.
-Espera, que haces? Estas debil, deja que lo haga...joder Ailanthus!
Pero no me hace ni caso y salta con ella. Supongo que esperaba poder usar la levitacion pero algo le sale mal y...caen a plomo desde el tejado de la posada. Ella, desparramada por ahi. El, desparramadisimo por ahi tambien. El Centinela nos localiza...y me doy cuenta de lo jodidos que estamos. Me apunta directamente a mi y se agarra a disparar. Corro desesperadamente por el tejado intentando darle esquinazo, pero tengo que bajar de ahi, y si no quiero romperme como lo ha hecho Ail, tendre que bajar usando la levitacion....y...y en ese momento sere un punto mas facil de disparar. Aun sabiendo esto, es lo que tengo que hacer, otra cosa no se me ocurre en esos instantes. Asi que salto y empleo la levitacion para no escoñarme, pero me alcanza uno de sus disparos en el hombro...ademas en el mismo hombro que me habia herido Ailanthus unas horas antes, cuya herida aun estaba a medias de sanar. Acaba abierta de nuevo, completamente. Mi concentracion para levitar se va a la mierda y caigo, pero no a tanta altura como el otro. Ruedo, amortiguando el impacto, y me pongo en pie nada mas acabar la voltereta, como si tuviera muelles en los pies. Voy a donde esta mi hermano, agachandome a su lado antes de que llegue el otro soldado.
-Tenemos que llegar a la moto! Puedes andar? Si no puedes...dame las llaves, la cogeré y la pararé aqui. Saldremos huyendo. Sera mas rapido. Si soy capaz de llegar....
Me doy cuenta de lo justos que andamos de tiempo y levanto mis manos, manchadas aun en sangre...
-NO DISPAREIS...NO DISPAREIS! Nos rendimos!!
y lo logramos, sin recibir ningun tipo de disparo. Respiro agitadamente viendo que el no tarda en ponerse en pie y arrastrar a morgana.
-Espera, que haces? Estas debil, deja que lo haga...joder Ailanthus!
Pero no me hace ni caso y salta con ella. Supongo que esperaba poder usar la levitacion pero algo le sale mal y...caen a plomo desde el tejado de la posada. Ella, desparramada por ahi. El, desparramadisimo por ahi tambien. El Centinela nos localiza...y me doy cuenta de lo jodidos que estamos. Me apunta directamente a mi y se agarra a disparar. Corro desesperadamente por el tejado intentando darle esquinazo, pero tengo que bajar de ahi, y si no quiero romperme como lo ha hecho Ail, tendre que bajar usando la levitacion....y...y en ese momento sere un punto mas facil de disparar. Aun sabiendo esto, es lo que tengo que hacer, otra cosa no se me ocurre en esos instantes. Asi que salto y empleo la levitacion para no escoñarme, pero me alcanza uno de sus disparos en el hombro...ademas en el mismo hombro que me habia herido Ailanthus unas horas antes, cuya herida aun estaba a medias de sanar. Acaba abierta de nuevo, completamente. Mi concentracion para levitar se va a la mierda y caigo, pero no a tanta altura como el otro. Ruedo, amortiguando el impacto, y me pongo en pie nada mas acabar la voltereta, como si tuviera muelles en los pies. Voy a donde esta mi hermano, agachandome a su lado antes de que llegue el otro soldado.
-Tenemos que llegar a la moto! Puedes andar? Si no puedes...dame las llaves, la cogeré y la pararé aqui. Saldremos huyendo. Sera mas rapido. Si soy capaz de llegar....
Me doy cuenta de lo justos que andamos de tiempo y levanto mis manos, manchadas aun en sangre...
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