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Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
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ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Cada vez se sentía más culpable. Cada vez tenía menos idea de porqué hacía eso. Era un viejo. Un viejo triste. Un viejo que gritaba también, diciendo que no lo conocía. No, claro que no. Era otra mentira. Estaba pisoteando sus recuerdos, se estaba riendo en su cara, sin importarle el dolor. Mentía por su propia conveniencia. Y lo peor de todo es que realmente estaba asustado de lo que hacía, Ailanthus. No le gustaba mentir. Ni siquiera a uno de su raza. Y tal y como lo vio gritar, desesperado, titubeó. Decía que era un demonio. -¿No lo somos todos?- Le preguntó Ailanthus intentando buscar apoyo para aquello que iba a hacer. Un viejo. Un viejo. Estaba atacando a un viejo. No podía sentirse peor, más rebajado, más mal consigo mismo. No era un niño, pero…
La hoja se clavó en su hombro y lo hizo gruñir. Pero el dagazo Ailanthus no se lo esperaba del todo, porque había estado también demasiado pensativo. Le dio tiempo a interponer el brazo mecánico de por medio, esperando recibir el golpe en la parte metálica, pero en su lugar acabó por darle en la parte más cercana a su hombro. Eso le hizo mascullar una maldición tal y como notaba el dolor extenderse, notando como se le hacía aquella extremidad más pesada por momentos. Se arrancó la daga de allí no con intención de arrojársela él, prefiriendo mantenerlo desarmado. Así pues se la guardó en el cinturón, sacándose con la otra mano la pistola, saltando con toda la gala que podía hacer de su agilidad élfica sobre el muro. Apuntó hacia él con intención de darle un disparo no de los que paralizaban, si no de los que hacían daño de verdad.
Pero sus ojos atisbaron algo más en la escena que no le hacía ni pizca de gracia. Una mujer ””escondida”” en las sombras. Los cojones escondida, pensó Ailanthus. Era un puto drow. Veía en la oscuridad mucho mejor de lo que veía a la luz del día. Aún con la pistola en la mano decidió comprobar con esta si era sencillamente una humana desubicada o alguna criatura mágica oportunista. Las intenciones no se las indicó la pistola, pero esta si que pudo dar información clara sobre que era otra sucia rata mágica, y no una cualquiera: Una de poder considerable. Ailanthus ahora tenía un conflicto: ¿Abandonar? ¿Seguir la batalla con el drow? ¿Buscarse la simpatía de la rubia? ¿Pasar de ella? La primera era la más lógica. Y muy tentado estuvo de tomarla. Le ponía excesivamente nervioso no saber qué pretendía aquella mujer. Pero en todo caso tenía pleno derecho a pegarle un tiro entre ceja y ceja, así que tenía abierto ante él un campo de opciones.
La otra opción era encargarse de ella antes que el drow. Pero no le apetecía hacer un dos contra uno. Se le cruzó por la mente una última idea. Sacar a luz algo que llevaba años, décadas sin utilizar. Un extraño as en su manga… Que no era ni un hechizo -más que nada porque el chip se lo impediría- ni algún truco de magia barato. -Szyraenk. Gaer zhah uss j’nesst. Uss ulath'elzaren- Indicó, con una pronunciación que dejaba un poco que desear. Un poco demasiado. -Il zhah kyorlin…- Arrojó la daga cerca de Szyraenk, aunque no apuntándole. -F’sarn aluin ulu thrityh ilta.- Sabía que probablemente no obtendría lo que buscaba. Pero no titubeó a la hora de acabar de efectuar el disparo contra aquella sospechosa, temiendo en gran medida aquellos anormales niveles mágicos. Ni se había molestado en comprobar los del drow, pero sabía que no se le acercarían ni por asomo. Y a Ailanthus le aterrorizaban los magos poderosos.
La hoja se clavó en su hombro y lo hizo gruñir. Pero el dagazo Ailanthus no se lo esperaba del todo, porque había estado también demasiado pensativo. Le dio tiempo a interponer el brazo mecánico de por medio, esperando recibir el golpe en la parte metálica, pero en su lugar acabó por darle en la parte más cercana a su hombro. Eso le hizo mascullar una maldición tal y como notaba el dolor extenderse, notando como se le hacía aquella extremidad más pesada por momentos. Se arrancó la daga de allí no con intención de arrojársela él, prefiriendo mantenerlo desarmado. Así pues se la guardó en el cinturón, sacándose con la otra mano la pistola, saltando con toda la gala que podía hacer de su agilidad élfica sobre el muro. Apuntó hacia él con intención de darle un disparo no de los que paralizaban, si no de los que hacían daño de verdad.
Pero sus ojos atisbaron algo más en la escena que no le hacía ni pizca de gracia. Una mujer ””escondida”” en las sombras. Los cojones escondida, pensó Ailanthus. Era un puto drow. Veía en la oscuridad mucho mejor de lo que veía a la luz del día. Aún con la pistola en la mano decidió comprobar con esta si era sencillamente una humana desubicada o alguna criatura mágica oportunista. Las intenciones no se las indicó la pistola, pero esta si que pudo dar información clara sobre que era otra sucia rata mágica, y no una cualquiera: Una de poder considerable. Ailanthus ahora tenía un conflicto: ¿Abandonar? ¿Seguir la batalla con el drow? ¿Buscarse la simpatía de la rubia? ¿Pasar de ella? La primera era la más lógica. Y muy tentado estuvo de tomarla. Le ponía excesivamente nervioso no saber qué pretendía aquella mujer. Pero en todo caso tenía pleno derecho a pegarle un tiro entre ceja y ceja, así que tenía abierto ante él un campo de opciones.
La otra opción era encargarse de ella antes que el drow. Pero no le apetecía hacer un dos contra uno. Se le cruzó por la mente una última idea. Sacar a luz algo que llevaba años, décadas sin utilizar. Un extraño as en su manga… Que no era ni un hechizo -más que nada porque el chip se lo impediría- ni algún truco de magia barato. -Szyraenk. Gaer zhah uss j’nesst. Uss ulath'elzaren- Indicó, con una pronunciación que dejaba un poco que desear. Un poco demasiado. -Il zhah kyorlin…- Arrojó la daga cerca de Szyraenk, aunque no apuntándole. -F’sarn aluin ulu thrityh ilta.- Sabía que probablemente no obtendría lo que buscaba. Pero no titubeó a la hora de acabar de efectuar el disparo contra aquella sospechosa, temiendo en gran medida aquellos anormales niveles mágicos. Ni se había molestado en comprobar los del drow, pero sabía que no se le acercarían ni por asomo. Y a Ailanthus le aterrorizaban los magos poderosos.
Mi ataque con la daga resulta inútil al ser frenado contra algo metálico que tiene en el brazo, o su propio brazo. No tengo muy claro si ha resultado herido o no, o si sólo le ha causado una leve molestia. Encima me choricea la daga, guardándosela en el cinturón. - Pero ...¡serás hijo de Lloth! eso es mío, ladrón de mierda... - mascullo cabreado tratando de arrebatarle lo que me ha quitado, echándome después hacia atrás al ver que saca una pistola. El hombro herido está cada vez más entumecido, extendiéndose hasta el brazo, de tal manera que apenas puedo moverlo. Así me resultaría mucho más complicado intentar realizar un control de tierra, necesito realizar los movimientos para que sea efectivo.
Maldigo de manera soez y de manera ininteligible, mirando al drow con mucho cabreo. No sólo no me ha servido para recopilar información, sino que me ha hecho salir fuera, con el frío que hace, y encima me acaba de lanzar algún tipo de veneno al brazo. Miro la pistola con mucha desconfianza, pensando que nunca he visto una igual, entornando los ojos por lo extraña que me parece. ¿Un drow, con ese tipo de arma?. Probablemente un mercenario al servicio de los humanos, los magos no suelen tener esas armas. Tampoco me extraña que lo sea, algunos por dinero hacen lo que sea, y se dan incoherencias de ese tipo. Alguien que trabaja precisamente para la raza que trata de exterminar todo lo que sea como él.
- Algún día...tal vez no muy lejano...te darán la patada...es un consejo de un mercenario a otro. Sólo que en tu caso te sentirás más gilipollas todavía. El infierno espera a los traidores a sus hermanos.
Escupo al suelo de manera despectiva, este drow ha traicionado a los suyos, y a la raza mágica, si estoy en lo cierto y es realmente un mercenario al servicio de los humanos. Me llevo una mano al hombro, haciendo una mueca al notar esa quemazón lacerante por toda la zona, esperando que no sea ningún tipo de veneno mortal. Sería absurdo acabar muerto a manos de otro drow después de haber escapado hace tanto tiempo de la Antípoda Oscura, y precisamente por el mismo motivo. Evitar mi asesinato a manos de los de mi especie. De verdad que me reiría mucho mientras el destino me perseguía de manera incansable.
Pero de repente parece cambiar de idea, apuntando hacia otro lado. Me doy cuenta de que está apuntando a una mujer joven que nos observa a cierta distancia, pero muy visible para nosotros en la oscuridad. Si me avisa de su presencia hablando en drow está claro que es para que la otra no se entere, pero eso de que sus niveles de magia sean muy altos parece haber puesto nervioso a mi atacante. Que el iba a atacar, eso dice, aunque por mi parte no pienso atacar a alguien que no me ha atacado, como la mujer. Por mucho que él diga. - ¿Y por qué habría de creer a un mentiroso que acaba de atacarme? Anda ya - replico cabreado por su cambio de actitud. No es que me moleste que haya dejado de apuntarme con la pistola, pero si me fastidia eso de que ahora me hable como si nada después de lo de antes. Estoy harto de perder aquí el tiempo, no tiene nada que ofrecerme, salvo más heridas. Voy hacia la pared donde se quedó la marmota, recogiéndola del suelo, dispuesto a largarme. Si se quieren matar que se maten.
Maldigo de manera soez y de manera ininteligible, mirando al drow con mucho cabreo. No sólo no me ha servido para recopilar información, sino que me ha hecho salir fuera, con el frío que hace, y encima me acaba de lanzar algún tipo de veneno al brazo. Miro la pistola con mucha desconfianza, pensando que nunca he visto una igual, entornando los ojos por lo extraña que me parece. ¿Un drow, con ese tipo de arma?. Probablemente un mercenario al servicio de los humanos, los magos no suelen tener esas armas. Tampoco me extraña que lo sea, algunos por dinero hacen lo que sea, y se dan incoherencias de ese tipo. Alguien que trabaja precisamente para la raza que trata de exterminar todo lo que sea como él.
- Algún día...tal vez no muy lejano...te darán la patada...es un consejo de un mercenario a otro. Sólo que en tu caso te sentirás más gilipollas todavía. El infierno espera a los traidores a sus hermanos.
Escupo al suelo de manera despectiva, este drow ha traicionado a los suyos, y a la raza mágica, si estoy en lo cierto y es realmente un mercenario al servicio de los humanos. Me llevo una mano al hombro, haciendo una mueca al notar esa quemazón lacerante por toda la zona, esperando que no sea ningún tipo de veneno mortal. Sería absurdo acabar muerto a manos de otro drow después de haber escapado hace tanto tiempo de la Antípoda Oscura, y precisamente por el mismo motivo. Evitar mi asesinato a manos de los de mi especie. De verdad que me reiría mucho mientras el destino me perseguía de manera incansable.
Pero de repente parece cambiar de idea, apuntando hacia otro lado. Me doy cuenta de que está apuntando a una mujer joven que nos observa a cierta distancia, pero muy visible para nosotros en la oscuridad. Si me avisa de su presencia hablando en drow está claro que es para que la otra no se entere, pero eso de que sus niveles de magia sean muy altos parece haber puesto nervioso a mi atacante. Que el iba a atacar, eso dice, aunque por mi parte no pienso atacar a alguien que no me ha atacado, como la mujer. Por mucho que él diga. - ¿Y por qué habría de creer a un mentiroso que acaba de atacarme? Anda ya - replico cabreado por su cambio de actitud. No es que me moleste que haya dejado de apuntarme con la pistola, pero si me fastidia eso de que ahora me hable como si nada después de lo de antes. Estoy harto de perder aquí el tiempo, no tiene nada que ofrecerme, salvo más heridas. Voy hacia la pared donde se quedó la marmota, recogiéndola del suelo, dispuesto a largarme. Si se quieren matar que se maten.
Aquellos dos siguieron a lo suyo, hasta que el joven me vio. Estaba tan enocionada por una posible pelea (y por la copa que me había tomado), que no caí en la cuenta de que los drows veían perfectamente a oscuras. Pero no me fastidió, al contrario, acabé riendo cuando el otro me apuntó y le dijo al viejo que yo tenía demasiada magia. Por favor... NO era tan poderosa... Pero agradecía el cumplido.
Lo que no agradezco es el disparo que se atreve a lanzarme. ¿Por qué hay tanto estúpido suelto en el mundo? Arg. Los instintos me ayudan esta vez, y mi cuerpo se vuelve acero momentáneamente. Definitivamente era buen tirador, no había fallado. Pero yo tampoco. El drow mayor coge a su marmota y se dispone a irse, yo lo miro , y luego al otro. Ya tendría tiempo de hacerle ver su error...
-Eh, espera. Quiero preguntarte algo.
Me acerco un poco a ellos, despacio, controlando al de la pistola por si le da la neura de volver a dispararme.
Lo que no agradezco es el disparo que se atreve a lanzarme. ¿Por qué hay tanto estúpido suelto en el mundo? Arg. Los instintos me ayudan esta vez, y mi cuerpo se vuelve acero momentáneamente. Definitivamente era buen tirador, no había fallado. Pero yo tampoco. El drow mayor coge a su marmota y se dispone a irse, yo lo miro , y luego al otro. Ya tendría tiempo de hacerle ver su error...
-Eh, espera. Quiero preguntarte algo.
Me acerco un poco a ellos, despacio, controlando al de la pistola por si le da la neura de volver a dispararme.
A Ailanthus nunca lo habían llamado ladrón, no al menos desde que formaba parte de la Alianza. Pues claro que no, porque él no robaba nada. Solo estaba procurando que no le volviera a meter un buen corte. Le dolía como mil infiernos aquel corte, como tenía que ser. No le pasó por indiscreta la mirada que el viejo dirigió al arma. No eran pocos los que quedaban muy sorprendidos de ver una pistola así, y es que la jodida era muy curiosa. Más grande que otras muchas, un tanto demasiado sofisticada. No era moco de pavo. Y pareció deducir con ella que trabajaba para la Alianza… Aunque el comentario dejaba entrever que no lo acababa de tener del todo claro.
Lo insultó. Lo llamó mercenario y dijo que le darían la patada, que le esperaba el infierno por traicionar a sus hermanos. -¿Y no juegan los drows a traicionarse día tras día? No estaría aquí si NO ME HUBIERAN DADO LA PATADA ELLOS PRIMERO.- Gruñó el Ailanthus iracundo, con un brillo extraño en sus ojos. Lo que no especificó es que la traición por parte de alguno de su clase, hacía tanto tiempo, había sido… Eso. Literalmente. Le habían dado una patada para que se quedara como cebo para una manada de aboleths. Enseñó muy molesto sus dientes, casi como un perro enfadado. Y se arrancó la correa del cuello de un tirón, notando que le estaba molestando demasiado.
Más lo enfureció observar como aquella mujer fue capaz de bloquear su disparo como si no fuera con ella la cosa, convirtiendo su cuerpo en metal. Ahora si, Ailanthus acababa de perder su frialdad. Lo estaban calentando. Y el imbécil del otro drow no únicamente pasó de responderle en su lengua, si no que encima dijo que pasaba. Y se dispuso a irse. Sin más. -¿A las malas? ¿Eso es lo que quieres? Tú te lo has buscado.- Ya se disponía a arremeter ignorando a la demonio en cuanto esta, para su conveniencia, hizo algo perfecto: Parar al drow. Guardó la pistola momentáneamente, justo en el momento que recibió un mensaje. Vía comunicador. Lo sacó con muy mala ostia, buscando él si ocultarse un poco en las sombras, saltando detrás de un container donde no fueran a verle los otros dos. Preguntaba que donde estaba… ¿Había llegado ya?
Llamó directamente a Javert y hablando flojo -para que no le oyeran los otros dos-y atropelladamente le dejó él otro mensaje. -Ha surgido un altercado en la Posada de los Muertos. Hay dos seres mágicos hostiles. Envíame refuerzos, no tengo tiempo… Un robot centinela. Requiero un campo antidesaparición.- Con el brazo metálico estaba rascando la pared para hacer aún más inaudible su conversación. -Si llega a tiempo, creo que podré conseguirte un par de prisioneros como compensación.- Tras eso colgó y rezó para que Javert no se hiciera mucho de rogar.
Salió de detrás del container y apuntó otra vez a la rubia. Habló en drow una segunda vez. -Drada mayar. Nindel ssindossa naut usievaah jalbol bwael. Udos zhal’la doera abban. Dorn sevir dos maglust p’luin nindol.- Esta vez se notaba mucho más severo.
Lo insultó. Lo llamó mercenario y dijo que le darían la patada, que le esperaba el infierno por traicionar a sus hermanos. -¿Y no juegan los drows a traicionarse día tras día? No estaría aquí si NO ME HUBIERAN DADO LA PATADA ELLOS PRIMERO.- Gruñó el Ailanthus iracundo, con un brillo extraño en sus ojos. Lo que no especificó es que la traición por parte de alguno de su clase, hacía tanto tiempo, había sido… Eso. Literalmente. Le habían dado una patada para que se quedara como cebo para una manada de aboleths. Enseñó muy molesto sus dientes, casi como un perro enfadado. Y se arrancó la correa del cuello de un tirón, notando que le estaba molestando demasiado.
Más lo enfureció observar como aquella mujer fue capaz de bloquear su disparo como si no fuera con ella la cosa, convirtiendo su cuerpo en metal. Ahora si, Ailanthus acababa de perder su frialdad. Lo estaban calentando. Y el imbécil del otro drow no únicamente pasó de responderle en su lengua, si no que encima dijo que pasaba. Y se dispuso a irse. Sin más. -¿A las malas? ¿Eso es lo que quieres? Tú te lo has buscado.- Ya se disponía a arremeter ignorando a la demonio en cuanto esta, para su conveniencia, hizo algo perfecto: Parar al drow. Guardó la pistola momentáneamente, justo en el momento que recibió un mensaje. Vía comunicador. Lo sacó con muy mala ostia, buscando él si ocultarse un poco en las sombras, saltando detrás de un container donde no fueran a verle los otros dos. Preguntaba que donde estaba… ¿Había llegado ya?
Llamó directamente a Javert y hablando flojo -para que no le oyeran los otros dos-y atropelladamente le dejó él otro mensaje. -Ha surgido un altercado en la Posada de los Muertos. Hay dos seres mágicos hostiles. Envíame refuerzos, no tengo tiempo… Un robot centinela. Requiero un campo antidesaparición.- Con el brazo metálico estaba rascando la pared para hacer aún más inaudible su conversación. -Si llega a tiempo, creo que podré conseguirte un par de prisioneros como compensación.- Tras eso colgó y rezó para que Javert no se hiciera mucho de rogar.
Salió de detrás del container y apuntó otra vez a la rubia. Habló en drow una segunda vez. -Drada mayar. Nindel ssindossa naut usievaah jalbol bwael. Udos zhal’la doera abban. Dorn sevir dos maglust p’luin nindol.- Esta vez se notaba mucho más severo.
Una vez que recojo a mi marmota comienzo a hablarle en voz queda, esperando tranquilizarla un poco. El animal estaba temblando por el sonido del disparo. Sí, además de ser una mascota alcohólica era bastante cobarde. Pero aún con sus defectos es mi única compañía, algo a lo que hablarle de vez en cuando estoy solo, para recordarme que tengo voz. - shh...no te preocupes Ground. Nos marchamos de aquí. Este idiota no tiene nada que ofrecernos. - vuelvo a escuchar la voz de Ailanthus, esta vez teñida de una rabia que no había apreciado antes, sobre todo al decir eso de que drows traicionan, que le dieron la patada. Genial, un resentido que se lo ha tomado muy a pecho.
- ¿Y QUÉ? - le grito volviéndome de nuevo para mirarlo, irritado hasta niveles insospechados. - ¿Te extrañas de algo, acaso? ¡A mi quisieron matarme y por eso me fui, y a mi hijo también lo traicionaron, por eso se largó! ¡Tú no eres el primer drow al que traicionan ni serás el último! ¡Supera eso de una puta vez! ¿O vas a pasarte los próximos 200 años quejándote y lloriqueando tu rencor por los rincones? - eso de hablar de manera tan vehemente hace que casi me falte el aire, pero no he terminado. Ground se echa a temblar de nuevo, asustada por el tono y el volumen de mis palabras. - Si otros pudieron dejar eso atrás y seguir sus vidas tú también deberías poder, ¿o piensas desperdiciarla sólo porque una vez te hicieron una putada? Pero claro, el camino fácil es ese, es más sencillo destruir que construir algo. - gruño exasperado al verme dando consejos de vida a este drow que me ha caído tan mal. Ya podría ser como los otros y ofrecerme buena conversación y alcohol. En ese momento caigo de nuevo en algo, en el apellido que me dijo hace un rato y relacioné con Dyospiros. Me pregunto si fue él de los que le dio la patada.
- A ti al menos aún te queda alguien...pero prefieres echarlo todo a perder...- murmuro decepcionado con él a pesar de no conocerlo, negando con la cabeza mientras miro al suelo. Al volver a mirar hacia arriba puedo ver que la mujer ha salido indemne de ese ataque tan gratuito. Bruja, supongo. Y además se acerca para preguntar algo. Demasiado preguntones todos esta noche. - Mira, no sé que quieres, pero ese que acaba de esconderse tiene pinta de querer matarte a la de ya, conmigo ya lo ha intentado.
"y me ha dejado el brazo hecho mierda, pero no te lo digo por si acaso quieres matarme también, pistas las justas"
- Así que pregunta rápido y lárgate, eso o quita a ese drow de mi presencia. Sólo soy un viejo pobre con una marmota, no tiene ni interés que trates de robarme o matarme. Él seguro que tiene algo más, ya has visto su pistola.
"o que se venga conmigo y me sirva de escudo humano, aunque luego intente matarme. Prefiero que me mate una rubia como ella a que me mate un drow amargado"
La conversación queda a medias porque Ailanthus vuelve a aparecer. A saber qué cojones ha estado haciendo. Entonces vuelve a insistirme en que me una a él contra la mujer, a lo que le respondo de manera tajante. - Por enésima vez...¡No voy a ayudarte a atacarla! ¡Haz tú tu trabajo sucio y a ser posible líbrame de tu presencia!
- ¿Y QUÉ? - le grito volviéndome de nuevo para mirarlo, irritado hasta niveles insospechados. - ¿Te extrañas de algo, acaso? ¡A mi quisieron matarme y por eso me fui, y a mi hijo también lo traicionaron, por eso se largó! ¡Tú no eres el primer drow al que traicionan ni serás el último! ¡Supera eso de una puta vez! ¿O vas a pasarte los próximos 200 años quejándote y lloriqueando tu rencor por los rincones? - eso de hablar de manera tan vehemente hace que casi me falte el aire, pero no he terminado. Ground se echa a temblar de nuevo, asustada por el tono y el volumen de mis palabras. - Si otros pudieron dejar eso atrás y seguir sus vidas tú también deberías poder, ¿o piensas desperdiciarla sólo porque una vez te hicieron una putada? Pero claro, el camino fácil es ese, es más sencillo destruir que construir algo. - gruño exasperado al verme dando consejos de vida a este drow que me ha caído tan mal. Ya podría ser como los otros y ofrecerme buena conversación y alcohol. En ese momento caigo de nuevo en algo, en el apellido que me dijo hace un rato y relacioné con Dyospiros. Me pregunto si fue él de los que le dio la patada.
- A ti al menos aún te queda alguien...pero prefieres echarlo todo a perder...- murmuro decepcionado con él a pesar de no conocerlo, negando con la cabeza mientras miro al suelo. Al volver a mirar hacia arriba puedo ver que la mujer ha salido indemne de ese ataque tan gratuito. Bruja, supongo. Y además se acerca para preguntar algo. Demasiado preguntones todos esta noche. - Mira, no sé que quieres, pero ese que acaba de esconderse tiene pinta de querer matarte a la de ya, conmigo ya lo ha intentado.
"y me ha dejado el brazo hecho mierda, pero no te lo digo por si acaso quieres matarme también, pistas las justas"
- Así que pregunta rápido y lárgate, eso o quita a ese drow de mi presencia. Sólo soy un viejo pobre con una marmota, no tiene ni interés que trates de robarme o matarme. Él seguro que tiene algo más, ya has visto su pistola.
"o que se venga conmigo y me sirva de escudo humano, aunque luego intente matarme. Prefiero que me mate una rubia como ella a que me mate un drow amargado"
La conversación queda a medias porque Ailanthus vuelve a aparecer. A saber qué cojones ha estado haciendo. Entonces vuelve a insistirme en que me una a él contra la mujer, a lo que le respondo de manera tajante. - Por enésima vez...¡No voy a ayudarte a atacarla! ¡Haz tú tu trabajo sucio y a ser posible líbrame de tu presencia!
Al parecer, aquellos dos no habían congeniado precisamente, aunque claro, ¿quién lo haría con alguien que acaba de atacarte? El drow viejo, como viejo que es, intenta salir de allí cuanto antes, está cansado. El otro desaparece mientras hablamos, pero veo su aura no muy lejos.
-No quiero matarte, ni hacerte daño a menos que tú me lo hagas. Solo necesito saber si tienes idea de dónde puedo encontrar a algún nigromante.
En aquel sitio había de todo, asesinos, cazadores a sueldo, gente de mal ver... Pero ni un solo nigromante, y yo no podía entrar preguntando así como así. Este drow, en cambio, ha vivido bastante, y anda por el mundo de los trabajos sucios, era lo mejor que tenía hasta el momento.
Entonces vuelve el otro, tomándome como amenaza. Sonrío y me acerco a él un poco.
-Muy mal... No puedes pedir la ayuda de alguien a quien has intentado matar hace nada.
-No quiero matarte, ni hacerte daño a menos que tú me lo hagas. Solo necesito saber si tienes idea de dónde puedo encontrar a algún nigromante.
En aquel sitio había de todo, asesinos, cazadores a sueldo, gente de mal ver... Pero ni un solo nigromante, y yo no podía entrar preguntando así como así. Este drow, en cambio, ha vivido bastante, y anda por el mundo de los trabajos sucios, era lo mejor que tenía hasta el momento.
Entonces vuelve el otro, tomándome como amenaza. Sonrío y me acerco a él un poco.
-Muy mal... No puedes pedir la ayuda de alguien a quien has intentado matar hace nada.
Robot Centinela
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El sonido de los reactores del Centinela inunda el ambiente a medida que se acerca. Tenia ordenes claras y coordenadas precisas. Se aproxima a la calle en la que son dadas dichas coordenadas, y comienza el aterrizaje, sus majestuosos reactores metiendo ruido acompañados de una ardiente luz que caldea el aire que rozan. Mientras desciende hasta posarse en el suelo con ese clasico sonido metalico, habia ido escaneando a los individuos. El primero, Ailanthus. Claro que el drow tiene niveles de magia mas que suficientes pero, el Centinela en su base de datos lo tiene registrado como portador del chip controlador, Ejecutor del Ministerio de Seguridad, ascendido en Rango recientemente, Amigo de la Alianza. Con lo cual escaneo a Szyraenk.
-Ejecutando escaner facial....
Envio los datos a la base. Asi, todos los trabajadores de alli podran reconocer al enemigo pontecia. Niveles de magia elevados. Raza: drow.
-Objetivo desconocido. Registrando. Ejecutando escaner facial....
Hago lo mismo con la mujer rubia. El resultado es el mismo: no teniamos de ella. Asi que los registro y los envio. Todo bicho magico que se cruce con un centinela queda automaticamente registrado. Sus niveles de magia ademas son demasiado elevados. La apunto a ella en primer lugar, con el cañon que se metamorfosea en modo PARALIZAR. NO EJECUTAR.
-Of course.
Disparo hacia Pamela un potente (?) rayo de energia azulada.
_______________
15+20=35 PS daño a PAMELA
-Ejecutando escaner facial....
Envio los datos a la base. Asi, todos los trabajadores de alli podran reconocer al enemigo pontecia. Niveles de magia elevados. Raza: drow.
-Objetivo desconocido. Registrando. Ejecutando escaner facial....
Hago lo mismo con la mujer rubia. El resultado es el mismo: no teniamos de ella. Asi que los registro y los envio. Todo bicho magico que se cruce con un centinela queda automaticamente registrado. Sus niveles de magia ademas son demasiado elevados. La apunto a ella en primer lugar, con el cañon que se metamorfosea en modo PARALIZAR. NO EJECUTAR.
-Of course.
Disparo hacia Pamela un potente (?) rayo de energia azulada.
_______________
15+20=35 PS daño a PAMELA
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Robot Centinela ' :
'Robot Centinela ' :
Escuchaba con atención el como hablaba con la mascota. A Ailanthus los animales más o menos le gustaban, y probablemente echara mucho en falta no tener, aunque fuera, un pequeño hámster del que se hacerse cargo. Por otra parte le daba mucho miedo no poderles prestar la atención necesaria, y no estaba seguro de si podrían suplir aquel hueco que tenía dentro suya, esas ganas de… Tener algo a lo que proteger. Alguien que dependiera de él. Pero aquel momento de reflexión se encontró interrumpido por el tono de advertencia de Szyraenk, muy iracundo. Diciendo que no era ni el primero ni sería el último, que no por ello debía llorar por los rincones durante el resto de sus días. -¡Solo te explico qué razones tengo para aborrecer a mi raza!- Respondió él. ¿Qué sentido tenía ser fiel a los suyos, si sabía que eso no existía? Probablemente la raza que más drows matara fueran… los drows.
Decía que era más fácil destruir que no construir. Que él también debería ser capaz. -¡No sabes nada! ¡No tuve más opción!- Se defendió él, y no mentía. No podría haber vuelto así sin más. Habían dicho que estaba muerto. No sabía el camino de vuelta, tampoco. Si había sobrevivido fue únicamente gracias a su compañía, aquel otro mago que estaba tan desvalido al principio. Era una locura que uno se hubiera quedado allí solo. Aquel otro chico, Velinyon… Era la última persona de confianza que había tenido en su vida. Y ya hacía sesenta años de aquello.
Pero quedó muy desconcertado con la siguiente frase del drow. Dijo… que le quedaba alguien. Pero que decidía echarlo a perder. El rostro de Ailanthus, hasta ahora bastante furioso, esbozó una expresión muy desconcertada. Incluso llegó a adoptar una posición mucho menos ofensiva. -No… ¡Yo no tengo a nadie! Nunca pude satisfacer a mis padres. Mis hermanas… Mis hermanas no me necesitaban. Y el único que me necesitó, un viejo amigo, ¡También está muerto! ¡NO TENGO A NADIE!- Era un grito algo patético. Un resentimiento que llevaba guardando desde hacía mucho tiempo. Aquella ansiedad, aquella soledad, aquel… No sentirse útil. No ser nadie. Poco más que un desgraciado que no recibía siquiera compasión.
Se perdió un poco la conversación entre aquellos dos por culpa de la llamada. En parte habría preferido prescindir de ello. Pero estaba demasiado nervioso. No dejaba de darle vueltas a todo, se sentía como un crío indeciso, asustado… No como el Ailanthus que siempre era. Tan seguro, tan frío. Se llevó la mano al brazo herido mientras trataba de rehacerse. En cuanto a la respuesta del drow por su petición de ayuda no obtuvo más que una negativa. Sus ojos se clavaron en él, con una pizca de miedo. No bajó el arma. Solo necesitaba un poco de tiempo. Solo un poco. Solo un poco. Se lo repetía, intentando no derrumbarse.
La sonrisa de la rubia, que se acercara, le hizo mostrar una mueca de asco ante su presencia. Una sucia, estúpida maga, con dotes de grandeza. Que probablemente aprovecharía tanto como pudiera. Había visto ya una de sus capacidades pero mucho temía de qué fuera capaz. -Te recomendaría meterte en tus asuntos…- Susurró Ailanthus muy pausadamente. Cada segundo era importante. Cada instante podía significar la vida o la muerte. Le había costado entenderlo, a las razas longevas generalmente el tiempo se les antojaba menos valioso. Pero ya se había acostumbrado. Cada latido podría ser el último. Lo que más temía es que
no sabía de qué forma le podría venir la muerte.
Y su espera fue correspondida por un preciosisimo sonido, el del centinela. Este llegó, glorioso, y en seguida pasó a hacer los correspondientes análisis. Primero a él -quien no detectó como enemigo-, después a Szyr y finalmente a Pamela. Y cómo él, la debió notar más que peligrosa, pues su disparo -un haz de energía- salió directamente disparado hacia ella. Dispuesto a seguir lo que el viejo pidió él mismo se encargó de disparar también a la rubia, contra su abdomen, no precisamente en el centro pero si en algún costado, buscando hacer muy buen daño pero no pillar nada que la fuera a matar directamente.
Haciendo gala de su tan inusual puntería, apuntó y apretó el gatillo con un disparo de daño puro y duro. Confiaba en que pudiera reducirla junto al centinela. No se sentía demasiado capaz de golpear al drow, y muy en el fondo esperaba que huyera antes de que fuera tarde. Le sacaba la rubia de sus casillas, con su soberbia, con su abrumador poder. Deseó con creces no retrasar mucho más aquella batalla, sintiendo que como antes llevará un regalito al capitán, antes este le tomaría confianza.
20 del daño base del arma + 10 por habilidad + 5 por ser de noche + 0 dados = 35 a Pamela
Decía que era más fácil destruir que no construir. Que él también debería ser capaz. -¡No sabes nada! ¡No tuve más opción!- Se defendió él, y no mentía. No podría haber vuelto así sin más. Habían dicho que estaba muerto. No sabía el camino de vuelta, tampoco. Si había sobrevivido fue únicamente gracias a su compañía, aquel otro mago que estaba tan desvalido al principio. Era una locura que uno se hubiera quedado allí solo. Aquel otro chico, Velinyon… Era la última persona de confianza que había tenido en su vida. Y ya hacía sesenta años de aquello.
Pero quedó muy desconcertado con la siguiente frase del drow. Dijo… que le quedaba alguien. Pero que decidía echarlo a perder. El rostro de Ailanthus, hasta ahora bastante furioso, esbozó una expresión muy desconcertada. Incluso llegó a adoptar una posición mucho menos ofensiva. -No… ¡Yo no tengo a nadie! Nunca pude satisfacer a mis padres. Mis hermanas… Mis hermanas no me necesitaban. Y el único que me necesitó, un viejo amigo, ¡También está muerto! ¡NO TENGO A NADIE!- Era un grito algo patético. Un resentimiento que llevaba guardando desde hacía mucho tiempo. Aquella ansiedad, aquella soledad, aquel… No sentirse útil. No ser nadie. Poco más que un desgraciado que no recibía siquiera compasión.
Se perdió un poco la conversación entre aquellos dos por culpa de la llamada. En parte habría preferido prescindir de ello. Pero estaba demasiado nervioso. No dejaba de darle vueltas a todo, se sentía como un crío indeciso, asustado… No como el Ailanthus que siempre era. Tan seguro, tan frío. Se llevó la mano al brazo herido mientras trataba de rehacerse. En cuanto a la respuesta del drow por su petición de ayuda no obtuvo más que una negativa. Sus ojos se clavaron en él, con una pizca de miedo. No bajó el arma. Solo necesitaba un poco de tiempo. Solo un poco. Solo un poco. Se lo repetía, intentando no derrumbarse.
La sonrisa de la rubia, que se acercara, le hizo mostrar una mueca de asco ante su presencia. Una sucia, estúpida maga, con dotes de grandeza. Que probablemente aprovecharía tanto como pudiera. Había visto ya una de sus capacidades pero mucho temía de qué fuera capaz. -Te recomendaría meterte en tus asuntos…- Susurró Ailanthus muy pausadamente. Cada segundo era importante. Cada instante podía significar la vida o la muerte. Le había costado entenderlo, a las razas longevas generalmente el tiempo se les antojaba menos valioso. Pero ya se había acostumbrado. Cada latido podría ser el último. Lo que más temía es que
no sabía de qué forma le podría venir la muerte.
Y su espera fue correspondida por un preciosisimo sonido, el del centinela. Este llegó, glorioso, y en seguida pasó a hacer los correspondientes análisis. Primero a él -quien no detectó como enemigo-, después a Szyr y finalmente a Pamela. Y cómo él, la debió notar más que peligrosa, pues su disparo -un haz de energía- salió directamente disparado hacia ella. Dispuesto a seguir lo que el viejo pidió él mismo se encargó de disparar también a la rubia, contra su abdomen, no precisamente en el centro pero si en algún costado, buscando hacer muy buen daño pero no pillar nada que la fuera a matar directamente.
Haciendo gala de su tan inusual puntería, apuntó y apretó el gatillo con un disparo de daño puro y duro. Confiaba en que pudiera reducirla junto al centinela. No se sentía demasiado capaz de golpear al drow, y muy en el fondo esperaba que huyera antes de que fuera tarde. Le sacaba la rubia de sus casillas, con su soberbia, con su abrumador poder. Deseó con creces no retrasar mucho más aquella batalla, sintiendo que como antes llevará un regalito al capitán, antes este le tomaría confianza.
20 del daño base del arma + 10 por habilidad + 5 por ser de noche + 0 dados = 35 a Pamela
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El miembro 'Ailanthus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Tecnológico' :
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Me agacho a recoger la daga que quedó tirada en el suelo, aunque no me enteré muy bien de cuándo la lanzó. Vuelvo a levantarme, de manera un tanto reumática. La humedad de la noche inglesa no le viene demasiado bien a mis huesos. Para cogerla tengo que soltar a mi marmota en el suelo, ya que no puedo usar el brazo que ha quedado tocado por el veneno, se ha quedado como muerto, sin capacidad de movimiento.
"¿en qué maldita hora se me habrá ocurrido ponerme a hablar con ese drow? el plan ha sido un desastre, un desastre absoluto"
La pregunta de la mujer rubia me deja cuanto menos perplejo. Nigromantes...a lo largo de mis años he conocido a alguno, no demasiados porque no abundan, pero por lo menos unos 6 o 7 habrán pasado ante mis ojos durante este tiempo, y por lo menos 2 han estado inmersos en alguna de mis aventuras.
- Lo siento, pero no tengo noticias de nigromante alguno, al menos durante los últimos tiempos. Mejor pregunta a los magos, están más metidos en ese tipo de cosas. - una vez dicho esto hago un gesto a mi animal para que comience a andar conmigo, preparados para marcharnos.
El problema es que nos interrumpen nuevamente, Ailanthus parece bastante furioso por eso que le he dicho de echar su vida a perder. Mi frente se arruga más de lo normal, a la par que entorno mis ojos, extrañado por lo poco que sabe, aparentemente. Incluso llega a darme algo de pena, a pesar de que el instinto me dice que no es de fiar, que es un mentiroso, pero no puedo evitar tener esa sensación de lástima. Tal vez su vida esté muy vacía, o lo haya estado desde hace mucho tiempo. Puede que siempre, quién sabe. Guardo silencio durante algunos segundos más, muy tentado de decirle lo que de verdad sé. Si no es hermano, al menos debe ser un pariente.
Pero eso de la duda pasa a un segundo plano en cuanto el zumbido de uno de esos horribles seres de metal llega hasta mis oídos. Ahora cobra sentido eso de la pistola extraña, quedando descartado el que sea un mercenario. El robot está de su lado, ha pasado de él. Yo ya había visto en otras ocasiones por la ciudad y alrededores, pero nunca había visto ninguno tan de cerca, había sido prudente y me había mantenido lejos. Ahora no hay escapatoria, esa cosa parece analizarme y escrutarme de manera amenazadora, aunque por ahora no me ataca, prefiere ir a por la mujer. - Esto se pone feo por momentos...corre, Ground, corre lejos y escóndete, ahora te seguiré yo. - susurro a mi mascota para que se escape de allí, que al menos ella pueda marcharse. El animal obedece, echando a correr hasta perderse de vista. Si salgo de ésta sabrá encontrarme. Toca analizar con rapidez las opciones que hay, aunque no me gusta nada caer en la trampa de las emboscadas, te hacen luchar inútilmente. Lo malo es que no creo que pueda marcharme con tanta facilidad, tocará presentar batalla.
No tengo ni idea de cómo luchar con esa cosa de metal, así que prefiero ir a lo conocido, al drow. Si es el que da las órdenes a esa cosa lo primero será dejarlo fuera de combate a él. Además, temo que me dispare por la espalda cuando me marche corriendo, mi velocidad ya no es la de antes. Aprovecho que está centrado en atacar a la mujer para poder atacarle yo, tratando de pillarle desprevenido. Me aproximo a él todo lo rápido que puedo, yendo por detrás para propinarle una fuerte patada en la corva de la pierna, con toda la intención de sacarle la rodilla, romperle algún hueso o lo que fuese. Ese es mi primer golpe de efecto, en caso de que tenga éxito. El segundo no sé cómo me saldrá, pero pienso jugar ese as bajo la manga. Tras el golpe me retiro hacia atrás, retrocediendo unos pasos para ganar distancia.
- Dices que estás solo y no tienes a nadie, pero quizás te interese saber que eso no es así...lo supe desde que me dijiste tu apellido y lo de la casa menor...Dyospiros...seguro que te suena de algo...
"al menos escuchará antes de hacer algo más. Si dice que lo traicionaron y abandonaron no estoy seguro de su relación con él, pero interesarle fijo que le interesa"
- Mátame y te quedarás sin saber nada. Atrápame para sacarme información a la fuerza y yo mismo me encargaré de acabar con mi vida para asegurarme de que te quedes sin saber nada. Tú decides a qué prefieres jugar ahora...
-------------------------
Ataque físico a Ailanthus: 5 dado + 15 stats físico + 10 habs ficha + 5 visión drow nocturna= 35
"¿en qué maldita hora se me habrá ocurrido ponerme a hablar con ese drow? el plan ha sido un desastre, un desastre absoluto"
La pregunta de la mujer rubia me deja cuanto menos perplejo. Nigromantes...a lo largo de mis años he conocido a alguno, no demasiados porque no abundan, pero por lo menos unos 6 o 7 habrán pasado ante mis ojos durante este tiempo, y por lo menos 2 han estado inmersos en alguna de mis aventuras.
- Lo siento, pero no tengo noticias de nigromante alguno, al menos durante los últimos tiempos. Mejor pregunta a los magos, están más metidos en ese tipo de cosas. - una vez dicho esto hago un gesto a mi animal para que comience a andar conmigo, preparados para marcharnos.
El problema es que nos interrumpen nuevamente, Ailanthus parece bastante furioso por eso que le he dicho de echar su vida a perder. Mi frente se arruga más de lo normal, a la par que entorno mis ojos, extrañado por lo poco que sabe, aparentemente. Incluso llega a darme algo de pena, a pesar de que el instinto me dice que no es de fiar, que es un mentiroso, pero no puedo evitar tener esa sensación de lástima. Tal vez su vida esté muy vacía, o lo haya estado desde hace mucho tiempo. Puede que siempre, quién sabe. Guardo silencio durante algunos segundos más, muy tentado de decirle lo que de verdad sé. Si no es hermano, al menos debe ser un pariente.
Pero eso de la duda pasa a un segundo plano en cuanto el zumbido de uno de esos horribles seres de metal llega hasta mis oídos. Ahora cobra sentido eso de la pistola extraña, quedando descartado el que sea un mercenario. El robot está de su lado, ha pasado de él. Yo ya había visto en otras ocasiones por la ciudad y alrededores, pero nunca había visto ninguno tan de cerca, había sido prudente y me había mantenido lejos. Ahora no hay escapatoria, esa cosa parece analizarme y escrutarme de manera amenazadora, aunque por ahora no me ataca, prefiere ir a por la mujer. - Esto se pone feo por momentos...corre, Ground, corre lejos y escóndete, ahora te seguiré yo. - susurro a mi mascota para que se escape de allí, que al menos ella pueda marcharse. El animal obedece, echando a correr hasta perderse de vista. Si salgo de ésta sabrá encontrarme. Toca analizar con rapidez las opciones que hay, aunque no me gusta nada caer en la trampa de las emboscadas, te hacen luchar inútilmente. Lo malo es que no creo que pueda marcharme con tanta facilidad, tocará presentar batalla.
No tengo ni idea de cómo luchar con esa cosa de metal, así que prefiero ir a lo conocido, al drow. Si es el que da las órdenes a esa cosa lo primero será dejarlo fuera de combate a él. Además, temo que me dispare por la espalda cuando me marche corriendo, mi velocidad ya no es la de antes. Aprovecho que está centrado en atacar a la mujer para poder atacarle yo, tratando de pillarle desprevenido. Me aproximo a él todo lo rápido que puedo, yendo por detrás para propinarle una fuerte patada en la corva de la pierna, con toda la intención de sacarle la rodilla, romperle algún hueso o lo que fuese. Ese es mi primer golpe de efecto, en caso de que tenga éxito. El segundo no sé cómo me saldrá, pero pienso jugar ese as bajo la manga. Tras el golpe me retiro hacia atrás, retrocediendo unos pasos para ganar distancia.
- Dices que estás solo y no tienes a nadie, pero quizás te interese saber que eso no es así...lo supe desde que me dijiste tu apellido y lo de la casa menor...Dyospiros...seguro que te suena de algo...
"al menos escuchará antes de hacer algo más. Si dice que lo traicionaron y abandonaron no estoy seguro de su relación con él, pero interesarle fijo que le interesa"
- Mátame y te quedarás sin saber nada. Atrápame para sacarme información a la fuerza y yo mismo me encargaré de acabar con mi vida para asegurarme de que te quedes sin saber nada. Tú decides a qué prefieres jugar ahora...
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Ataque físico a Ailanthus: 5 dado + 15 stats físico + 10 habs ficha + 5 visión drow nocturna= 35
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El miembro 'Szyraenk Baenre' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Físico' :
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Aquellos dos siguen peleando, y yo me quedo allí quieta mirando divertida como el drow joven me apunta a la vez que empieza a sentirse mal por lo solo que está y eso. "Oh por favor, yo soy un demonio y he vivido más que cualquiera de vosotros, deberíais dejar de quejaros".
Entonces escucho un ruido, uno que no me gusta nada: un centinela que llega. "¿Por qué hay un centinela aquí? ¿Por qué nos escanea a todos? ¡¿Y por qué malditamente solo me ataca a mí?!" Pamela no es capaz de convertirse de nuevo en acero, le toma demasiada magia, pero puedo conjurar una barrera mágica lo suficientemente potente para soportar el rayo azuloso del centinela.
En cambio el disparo del otro me lo trago entero, alcanzándome en el costado. Quema mi piel y deja un buen agujero ardiente.
-Maldito...
Veo que el viejo se pone de mi parte y se lanza hacia el idiota, al menos hasta que pueda salir corriendo a por su marmota. Yo corro hacia el bicharraco de metal y le pego un puñetazo con todas mis fuerzas, aunque no son demasiadas.
Daño a Pam: 35+35
Defensa: 30 (dados) + 5(defensa magica)
Ataque al centinela: 15 (dados) + 5(ataque fisico)
PS: 150-35= 115
Entonces escucho un ruido, uno que no me gusta nada: un centinela que llega. "¿Por qué hay un centinela aquí? ¿Por qué nos escanea a todos? ¡¿Y por qué malditamente solo me ataca a mí?!" Pamela no es capaz de convertirse de nuevo en acero, le toma demasiada magia, pero puedo conjurar una barrera mágica lo suficientemente potente para soportar el rayo azuloso del centinela.
En cambio el disparo del otro me lo trago entero, alcanzándome en el costado. Quema mi piel y deja un buen agujero ardiente.
-Maldito...
Veo que el viejo se pone de mi parte y se lanza hacia el idiota, al menos hasta que pueda salir corriendo a por su marmota. Yo corro hacia el bicharraco de metal y le pego un puñetazo con todas mis fuerzas, aunque no son demasiadas.
Daño a Pam: 35+35
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PS: 150-35= 115
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El miembro 'Pamela Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Físico' :
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#2 'Ataque Físico' :
Robot Centinela
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-Datos registrados y enviados.
Y activo la zona de antidesaparicion. Una de las mejoras que nos han incluido tras el ultimo ataque en Londres, es que no anunciemos cuando puñetas hacemos una de esas areas. Es como decir "ey voy a dispararte al pie". Queda muy cool pero ya vale de fardar Y yo soy uno de esos Centinelas que han mejorado. Simplemente, ya no puede aparecer ni desaparecer nadie en ese area. Y ya no saco balizas por mis hombros. Van internas. No es necesario exponerlas.
La mujer me pega un puñetazo y suena un simple CLONK. Le pego una patada bastante fuerte tras mirarla.
-W-T-F?
Deletreo mi confusion de maquina por su ataque. Luego apunto al drow viejo y comienzo a cargar mi cañon, el proximo ataque iria a por el.
___________
dado 1 def no recibo daño del puñetazo
dado 2 ataque fisico 20+25= 45 ataque fisico a PAmela
Y activo la zona de antidesaparicion. Una de las mejoras que nos han incluido tras el ultimo ataque en Londres, es que no anunciemos cuando puñetas hacemos una de esas areas. Es como decir "ey voy a dispararte al pie". Queda muy cool pero ya vale de fardar Y yo soy uno de esos Centinelas que han mejorado. Simplemente, ya no puede aparecer ni desaparecer nadie en ese area. Y ya no saco balizas por mis hombros. Van internas. No es necesario exponerlas.
La mujer me pega un puñetazo y suena un simple CLONK. Le pego una patada bastante fuerte tras mirarla.
-W-T-F?
Deletreo mi confusion de maquina por su ataque. Luego apunto al drow viejo y comienzo a cargar mi cañon, el proximo ataque iria a por el.
___________
dado 1 def no recibo daño del puñetazo
dado 2 ataque fisico 20+25= 45 ataque fisico a PAmela
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El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Robot Centinela ' :
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#2 'Robot Centinela ' :
#1 'Robot Centinela ' :
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#2 'Robot Centinela ' :
Seguía aguantando allí como podía, con sus dudas morales, con sus paranoias mentales. Estaba cansado. No hacía falta ser un genio para observarlo en su rostro, en el fondo, estaba muy cansado. No físicamente, no de aquella batalla -pues Ailanthus tenía muchísimo aguante- si no psicológicamente. No se esperaba tener que enfrentarse a algunos de sus muchos dilemas en aquella batalla. Y ahí estaba tratando de seguir cada expresión facial del drow que tanto había logrado intrigarle, con aquella cuestión que solo él podía saber. Lo observó una vez más echar a su animal. Maldito sea, pensó él.
Igual andaba un tanto errado y habían otros de su raza capaces de mostrar algo de aprecio por algo más que si mismo. Tal vez. No, por supuesto que no, eso era mentira. Una vez más se lo repitió. Ailanthus tenía una puntería natural y no requería de demasiado aparateo o concentración para dar un disparo, y no se entretuvo demasiado tiempo en mirar la preciosa herida que acababa de dejar a la rubia. Había logrado protegerse por completo del disparo del Centinela, y eso era más que admirable. Pero por primera vez en lo que llevaban de batalla, esta había resultado herida. Pero sabía -quizás por instinto natural, quizás porque los drows estaban muy acostumbrados a recibir ataques por la espalda- que no podía entretenerse celebrando aquella pequeña victoria. Justo cuando fue a recibir el golpe la grandiosa hoja del brazo del drow se interpuso. Muy justa, y notó que le hacía algo de daño en la parte que tenía la herida abierta de aquel brazo. Pero aparte de eso, salió ileso de aquella ofensiva.
Se giró de caras al drow con una expresión un tanto extraña. -Estoy… Un poco acostumbrado a que me ataquen por la espalda.- Explicó, sin realmente pretender una indirecta. Pero es que era completamente cierto. No era la primera, ni la segunda… Ni sería la última vez que recibiera algo así. Escuchó con muchísima atención sus palabras. Probablemente le hicieron más daño que no aquella ofensiva. Habló de que no estaba del todo solo. Que lo sabía por su apellido. El hecho de que fuera una casa menor. Y le dio un nombre, Dyospiros. Ailanthus retrocedió un par de pasos, bajando la pistola. -No… No me suena ese nombre…- Admitió en voz alta, muy confuso.
No, no le sonaba. En absoluto. Sabía algo de su ábrol genealógico incluso si no había conocido a la gran mayoría de ellos. Y no, ninguno tenía tal nombre. A él le sonaba un poco a nombre de planta. Árbol. Y era una curiosa costumbre familiar la de utilizar hierbajos para nombrarles. Pero aún así algo no acababa de cuadrarle. ¿Era algún primo? ¿Hermano mayor? ¿Hermano menor? No tenía más hermanos por arriba o nunca le habían hablado de ello, y sus padres demostraron mucho que no tenían ni idea de como cuidar de un crío. Pero por abajo existía la muy remota posibilidad de que después de irse su madre aún se hubiera quedado embarazada otra vez. No era extraño entre los de su raza tener críos durante varios siglos, y no se sacaba demasiado con sus hermanas. Existía también la probabilidad de que una de ellas hubiera tenido un hijo y…
¿Y? ¿Y por qué cualquier drow en su sano juicio se escaparía? ¿Y más uno familiar suyo? Le sonaba todo muy extraño. Pero muy coherente. El nombre, el nombre sonaba exactamente como algo que sus padres podrían haberle puesto. Igual se había dado cuenta Szyraenk de que el suyo venía de un árbol, pero… Desde luego era demasiado para un borracho. Observó al centinela desde la distancia dar una patada a la muchacha después de que esta diera el más estúpido puñetazo de la historia. Aún… Aún tenía tiempo. Una última negociación. No iba a pedir que colaborara, si no… Iba a darle lo que él quería, realmente. Tosió y empleó una vez más el drow, esta vez no para que no la oyera Pamela, si no para que la propia Alianza no registrara sus intenciones. No parecía que el viejo estuviera dispuesto a dejar que se le sacara nada por las malas.
-Szyraenk… Escúchame.- Pidió sin apuntarle, un tanto encogido, en posición algo defensiva. -No tengo razones para creer lo que dec… dices. Tu tampoco las tienes para lo que yo te sugir… sugeriré. Siento haber mentido.- Hacía esfuerzos por recordar una lengua que ya consideraba muerta en su cabeza. -Dime lo que sepas sobre él. ¿Es mayor o menor a mi? ¿Cómo es? ¿Qué hace? ¿Cuál es su historia? ¿De… dónde ha salido? ¿Qué… Qué… No lo sé. Dímelo.- Podía significar mucho. No estaba siendo profesional, no buscaba información para capturarlo. La buscaba porque si había una simple posibilidad de que existiera algún tipo de familiar suyo allí, en el mundo… Estaba dispuesto a aprovecharla. Aunque no sabría que hacer con todo lo que pudiera descubrir.
-Te dejaré ir, entonces. No te dispararé. El centinela no esperará demasiado, pero le lleva un poco cargar sus tiros. Dímelo y huye. Huye como nunca, con tu marmota. Yo, te dejaré en paz.- Alzó un poco la pistola, controlando a la rubia. -Pero no toleraré el silencio. Creo que no son unas negociaciones muy difíciles, anciano. No tenemos mucho tiempo.- Señaló al centinela con la barbilla y
procuró disparar a la rubia otra vez tras eso, como si quisiera demostrar a Szyraenk que no tenía la intención de devolver su fallido ataque. Esta vez no procuró apuntar, era prácticamente solo por demostrar. Sabía que a la Alianza no le haría demasiada gracia que de repente se quedara quieto mucho rato. Miró al drow una vez más por el rabillo del ojo, expectante, con toda su altísima figura -para lo que su raza acostumbraba a medir- ergida, firme. Tenía los ojos curiosamente cristalinos, igual un tanto aguados.
___________________________
NOTA: CURSIVA = HABLA EN DROW
Defensa: 23 (base) + 15 = 37. No recibe daño por parte del golpe de Szyraenk. (THE TANK IS HEREEEEEE)
Daño a Pamela: 15 dados + 20 (Arma) + 5 (bono drow por ser de noche) = 40 de daño a Pamela
Igual andaba un tanto errado y habían otros de su raza capaces de mostrar algo de aprecio por algo más que si mismo. Tal vez. No, por supuesto que no, eso era mentira. Una vez más se lo repitió. Ailanthus tenía una puntería natural y no requería de demasiado aparateo o concentración para dar un disparo, y no se entretuvo demasiado tiempo en mirar la preciosa herida que acababa de dejar a la rubia. Había logrado protegerse por completo del disparo del Centinela, y eso era más que admirable. Pero por primera vez en lo que llevaban de batalla, esta había resultado herida. Pero sabía -quizás por instinto natural, quizás porque los drows estaban muy acostumbrados a recibir ataques por la espalda- que no podía entretenerse celebrando aquella pequeña victoria. Justo cuando fue a recibir el golpe la grandiosa hoja del brazo del drow se interpuso. Muy justa, y notó que le hacía algo de daño en la parte que tenía la herida abierta de aquel brazo. Pero aparte de eso, salió ileso de aquella ofensiva.
Se giró de caras al drow con una expresión un tanto extraña. -Estoy… Un poco acostumbrado a que me ataquen por la espalda.- Explicó, sin realmente pretender una indirecta. Pero es que era completamente cierto. No era la primera, ni la segunda… Ni sería la última vez que recibiera algo así. Escuchó con muchísima atención sus palabras. Probablemente le hicieron más daño que no aquella ofensiva. Habló de que no estaba del todo solo. Que lo sabía por su apellido. El hecho de que fuera una casa menor. Y le dio un nombre, Dyospiros. Ailanthus retrocedió un par de pasos, bajando la pistola. -No… No me suena ese nombre…- Admitió en voz alta, muy confuso.
No, no le sonaba. En absoluto. Sabía algo de su ábrol genealógico incluso si no había conocido a la gran mayoría de ellos. Y no, ninguno tenía tal nombre. A él le sonaba un poco a nombre de planta. Árbol. Y era una curiosa costumbre familiar la de utilizar hierbajos para nombrarles. Pero aún así algo no acababa de cuadrarle. ¿Era algún primo? ¿Hermano mayor? ¿Hermano menor? No tenía más hermanos por arriba o nunca le habían hablado de ello, y sus padres demostraron mucho que no tenían ni idea de como cuidar de un crío. Pero por abajo existía la muy remota posibilidad de que después de irse su madre aún se hubiera quedado embarazada otra vez. No era extraño entre los de su raza tener críos durante varios siglos, y no se sacaba demasiado con sus hermanas. Existía también la probabilidad de que una de ellas hubiera tenido un hijo y…
¿Y? ¿Y por qué cualquier drow en su sano juicio se escaparía? ¿Y más uno familiar suyo? Le sonaba todo muy extraño. Pero muy coherente. El nombre, el nombre sonaba exactamente como algo que sus padres podrían haberle puesto. Igual se había dado cuenta Szyraenk de que el suyo venía de un árbol, pero… Desde luego era demasiado para un borracho. Observó al centinela desde la distancia dar una patada a la muchacha después de que esta diera el más estúpido puñetazo de la historia. Aún… Aún tenía tiempo. Una última negociación. No iba a pedir que colaborara, si no… Iba a darle lo que él quería, realmente. Tosió y empleó una vez más el drow, esta vez no para que no la oyera Pamela, si no para que la propia Alianza no registrara sus intenciones. No parecía que el viejo estuviera dispuesto a dejar que se le sacara nada por las malas.
-Szyraenk… Escúchame.- Pidió sin apuntarle, un tanto encogido, en posición algo defensiva. -No tengo razones para creer lo que dec… dices. Tu tampoco las tienes para lo que yo te sugir… sugeriré. Siento haber mentido.- Hacía esfuerzos por recordar una lengua que ya consideraba muerta en su cabeza. -Dime lo que sepas sobre él. ¿Es mayor o menor a mi? ¿Cómo es? ¿Qué hace? ¿Cuál es su historia? ¿De… dónde ha salido? ¿Qué… Qué… No lo sé. Dímelo.- Podía significar mucho. No estaba siendo profesional, no buscaba información para capturarlo. La buscaba porque si había una simple posibilidad de que existiera algún tipo de familiar suyo allí, en el mundo… Estaba dispuesto a aprovecharla. Aunque no sabría que hacer con todo lo que pudiera descubrir.
-Te dejaré ir, entonces. No te dispararé. El centinela no esperará demasiado, pero le lleva un poco cargar sus tiros. Dímelo y huye. Huye como nunca, con tu marmota. Yo, te dejaré en paz.- Alzó un poco la pistola, controlando a la rubia. -Pero no toleraré el silencio. Creo que no son unas negociaciones muy difíciles, anciano. No tenemos mucho tiempo.- Señaló al centinela con la barbilla y
procuró disparar a la rubia otra vez tras eso, como si quisiera demostrar a Szyraenk que no tenía la intención de devolver su fallido ataque. Esta vez no procuró apuntar, era prácticamente solo por demostrar. Sabía que a la Alianza no le haría demasiada gracia que de repente se quedara quieto mucho rato. Miró al drow una vez más por el rabillo del ojo, expectante, con toda su altísima figura -para lo que su raza acostumbraba a medir- ergida, firme. Tenía los ojos curiosamente cristalinos, igual un tanto aguados.
___________________________
NOTA: CURSIVA = HABLA EN DROW
Defensa: 23 (base) + 15 = 37. No recibe daño por parte del golpe de Szyraenk. (THE TANK IS HEREEEEEE)
Daño a Pamela: 15 dados + 20 (Arma) + 5 (bono drow por ser de noche) = 40 de daño a Pamela
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El miembro 'Ailanthus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Física' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
#1 'Defensa Física' :
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#2 'Ataque Tecnológico' :
Aparezco en la entrada de la posada, dispuesto a ingresar a su interior. Pero nada mas llegar alli, me llama la atencion el ruido de....algo que se está desarrollando no muchas mas calles a lo lejos. Mis ojos se entornan y miro sobre mi hombro. Creo saber de donde proviene tal ruido. ¿Máquinas? Trato de acortar el tiempo, desaparecerme pero...algo me impide ir alli. Sea lo que sea esta localizado en ese area, y no concretamente en la posada. Militares. Sonrio de lado, y abro la puerta de la Posada, alzando mi voz, mirando a la escoria que se acumula en su interior
-Los militares están por la zona. ¿Quien viene a ganarse unas buenas monedas de oro?
No espero respuesta. Si nadie se suma, me da igual. Doy media vuelta y cierro la puerta. Al menos están avisados, los que habian ahi. Camino, a paso vivo, hacia la zona de la que viene el jaleo, no es dificil. Pero no corro, mi forma fisica no me lo permitiria...y no quiero llegar a la escena del combate tosiendo. Pero flexiono los dedos de mis manos, sintiendo un cosquilleo en las palmas de estas mientras me aproximo aun, sin divisar de momento a los contendientes.
-Los militares están por la zona. ¿Quien viene a ganarse unas buenas monedas de oro?
No espero respuesta. Si nadie se suma, me da igual. Doy media vuelta y cierro la puerta. Al menos están avisados, los que habian ahi. Camino, a paso vivo, hacia la zona de la que viene el jaleo, no es dificil. Pero no corro, mi forma fisica no me lo permitiria...y no quiero llegar a la escena del combate tosiendo. Pero flexiono los dedos de mis manos, sintiendo un cosquilleo en las palmas de estas mientras me aproximo aun, sin divisar de momento a los contendientes.
Ailanthus resulta demasiado rápido para mí y consigue evitar la fuerte patada que trataba de propinarle. De haberle dado puede que él hubiese tenido serios problemas para caminar. Retrocedo de espaldas un par de pasos más, justo a la vez que él se gira con esa expresión que no sé descifrar. ¿Odio? ¿Resentimiento? Ni idea, pero no me gusta un pelo lo que veo en sus ojos. Tal vez sólo sea tristeza extrema, quién sabe. Puede que el movimiento de atacar por la espalda haya sido demasiado predecible, pero llevo tanto en la superficie que se me ha olvidado ligeramente que los drows siempre cuidamos nuestras espaldas. Suelto un sonido de desagrado, haciendo una mueca de disgusto al escuchar que el nombre Dyospiros no le suena. Mi única baza...inútil. De todos espero unos segundos más, a ver si hace memoria o se le enciende el chip. (equis de, el chip xD)
- Imposible. Él dijo el mismo apellido que tú, la misma casa menor.- me reitero, ya algo cansado y con voz cascada, empezando a estrujarme los sesos para recordar el encuentro con los otros drows. Aunque también es cierto que Dyospiros no mencionó nada de familia, más bien fue escueto en todo lo que dijo. - Además, tenéis los mismos ojos, el mismo color...- me fijo en ese detalle, sobre todo porque ahora me va la vida en ello. Antes la verdad es que me venía dando un poco igual, pero cuando el instinto de supervivencia se activa, los sentidos también lo hacen. Su lenguaje corporal me hace adivinar que, al menos por ahora, no parece querer atacarme. Además, también baja esa pistola rara infernal. Lo observo en silencio con rostro severo durante varios segundos después de que comience a hablar en drow, algo aliviado al ver que admite hablar conmigo sobre el tema.
"atiende a razones, menos mal. ¿Y si este pobre desgraciado sólo ha acabado como marioneta de humanos por sentirse tan sólo y humillado? Tal vez no todos estén preparados para superarlo. Aunque si yo lo hubiese educado lo habría enderezado antes, a base de hostias, para que no diese su lealtad a aquellos que nos desprecian"
Esta vez yo también hablo en drow, mi drow algo oxidado, pero que aún así nunca se olvida, pues es mi lengua natal. Suspiro algo cansado, deseando acabar con este despropósito de batalla que tan poco me aportaba, a mis años, en mi situación, con mi objetivo tan definido de antemano. Todavía no sé si debo fiarme, pero su desesperación (aparente al menos) hace que acabe hablando, accediendo a contar lo que sé. Si no cumple con el trato...
- Es menor, creo. Parece más joven que tú. Lo conocí hace poco, en una fábrica abandonada de los alrededores de Londres. Lleva el pelo corto, y le falta un trozo en una oreja. Eso es bastante llamativo...También tiene una urraca. Su historia mejor que te la cuente él, pero imagina. Todos los que estamos fuera es porque nos han querido joder ahí abajo o porque hemos pensado que había lago más fuera. Más cosas por ver. Va acompañado de un muchacho, con un palo de cristal bastante curioso. No se te ocurra atacarlos, parecen tener buen fondo, aunque uno peque de ingenuo y el otro de autista. Y saben defenderse muy bien, podrían darte una paliza si haces lo que no debes. O yo mismo te la daré si usas esa información para mal. No te conviene ponernos en contra. Eso es todo lo que sé. Los encontrarás merodeando por esa zona, si de verdad te interesa saber algo sobre tu pariente. Ahora cumple tu parte del trato y déjame marchar a seguir con mis asuntos. Tú sigue con los tuyos. Eso sí, no olvidaré este encuentro, para bien o para mal. Tenlo en cuenta- dicho esto paso a su lado, con la intención de largarme. No me pasa desapercibido que tiene los ojos algo cristalinos, pero sigo caminando ya sin decir nada más. Espero que sepa utilizar esa información para hacer algo bueno por su vida, y de paso para dejar de joder la de otros. Me alejo de allí a paso decidido, dando un consejo a la mujer en voz alta, ahora en lengua común. - Deberías echar a correr como alma que lleva el diablo.- y dicho esto me alejo, perdiéndome en la oscuridad.
- Imposible. Él dijo el mismo apellido que tú, la misma casa menor.- me reitero, ya algo cansado y con voz cascada, empezando a estrujarme los sesos para recordar el encuentro con los otros drows. Aunque también es cierto que Dyospiros no mencionó nada de familia, más bien fue escueto en todo lo que dijo. - Además, tenéis los mismos ojos, el mismo color...- me fijo en ese detalle, sobre todo porque ahora me va la vida en ello. Antes la verdad es que me venía dando un poco igual, pero cuando el instinto de supervivencia se activa, los sentidos también lo hacen. Su lenguaje corporal me hace adivinar que, al menos por ahora, no parece querer atacarme. Además, también baja esa pistola rara infernal. Lo observo en silencio con rostro severo durante varios segundos después de que comience a hablar en drow, algo aliviado al ver que admite hablar conmigo sobre el tema.
"atiende a razones, menos mal. ¿Y si este pobre desgraciado sólo ha acabado como marioneta de humanos por sentirse tan sólo y humillado? Tal vez no todos estén preparados para superarlo. Aunque si yo lo hubiese educado lo habría enderezado antes, a base de hostias, para que no diese su lealtad a aquellos que nos desprecian"
Esta vez yo también hablo en drow, mi drow algo oxidado, pero que aún así nunca se olvida, pues es mi lengua natal. Suspiro algo cansado, deseando acabar con este despropósito de batalla que tan poco me aportaba, a mis años, en mi situación, con mi objetivo tan definido de antemano. Todavía no sé si debo fiarme, pero su desesperación (aparente al menos) hace que acabe hablando, accediendo a contar lo que sé. Si no cumple con el trato...
- Es menor, creo. Parece más joven que tú. Lo conocí hace poco, en una fábrica abandonada de los alrededores de Londres. Lleva el pelo corto, y le falta un trozo en una oreja. Eso es bastante llamativo...También tiene una urraca. Su historia mejor que te la cuente él, pero imagina. Todos los que estamos fuera es porque nos han querido joder ahí abajo o porque hemos pensado que había lago más fuera. Más cosas por ver. Va acompañado de un muchacho, con un palo de cristal bastante curioso. No se te ocurra atacarlos, parecen tener buen fondo, aunque uno peque de ingenuo y el otro de autista. Y saben defenderse muy bien, podrían darte una paliza si haces lo que no debes. O yo mismo te la daré si usas esa información para mal. No te conviene ponernos en contra. Eso es todo lo que sé. Los encontrarás merodeando por esa zona, si de verdad te interesa saber algo sobre tu pariente. Ahora cumple tu parte del trato y déjame marchar a seguir con mis asuntos. Tú sigue con los tuyos. Eso sí, no olvidaré este encuentro, para bien o para mal. Tenlo en cuenta- dicho esto paso a su lado, con la intención de largarme. No me pasa desapercibido que tiene los ojos algo cristalinos, pero sigo caminando ya sin decir nada más. Espero que sepa utilizar esa información para hacer algo bueno por su vida, y de paso para dejar de joder la de otros. Me alejo de allí a paso decidido, dando un consejo a la mujer en voz alta, ahora en lengua común. - Deberías echar a correr como alma que lleva el diablo.- y dicho esto me alejo, perdiéndome en la oscuridad.
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