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Recuerdo del primer mensaje :
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Eran raras las veces que veía a Gwen reirse de ese modo tan suelto, pese a que seguía intentando taparse la boca y contenerse.
"resulta curiosamente gratificante"
Me quedé rascandome con el dorso del indice la mejilla mientras la observaba, ya habiamos logrado controlar los dos aquel pequeño bache de risa tonta pero la sensacion agradable quedaba.
- La vida es un invento. - afirmé, convencido, asintiendo un par de veces y dando con el indice de la otra mano sobre la mesa para reafirmar mi frase. Vale...si, nuestros apellidos al final habian condicionado el cómo teníamos que relacionarlos. Pero solo porque queríamos. En parte. - Invéntate la tuya. - le dije guiñándole un ojo sutilmente. Luego puse cara de ir a llevarme la contraria a mi mismo. - ...salvo cuando a un par de maniacos religiosos u otros sujetos de diversa indole o similar les da por, ya sabes, ponerte a trabajar para ellos. - escalofrio incluido, y no por la cerveza, a la que por cierto utilicé como anestesia.
Luego apoyé la cara entre las dos manos mirándola con el ceño fruncido y expresion de curiosidad mientras ella analizaba el gram. Nada?
- Oh. - le dejé mi brazo cuando decidió que tenía que examinar eso. Miré su mano pasar por aquella zona tan sensible, la cara interna del antebrazo, y me dio otro escalofrio pero este fue diferente al de antes, porque ademas se me pusieron de punta todos los pelos de ese brazo. - Lío? - pregunté rapido, mirándola, al menos tenía los ojos cerrados. Hasta que me soltó y los abrió, momento en el que puse mi mano opuesta sobre el antebrazo en cuestion. - Son solo cicatrices. - algo molestas, como unas agujetas constantes o algo asi....
Alcé las dos cejas cuando confesó que me habia encontrado gracias a que en algun momento se guardó mi sangre.
- Cuando? - por qué? En fin, que lo agradecia dado que habia servido para aquello... observé su magia con curiosidad genuina hasta que mezcló las dos gotas y volvieron al gram, el cual tomé con ambas manos, examinandolo aunque estaba igual, fijandome en el interior. - Bonito. - me lo coloqué de nuevo, evidentemente no me cruzó por la cabeza que ella pudiera haber hecho algun maleficio o lo que fuera.
"es como un pacto de escupitajos"
La cancion del triste hombre del acordeón terminó entre vítores de los borrachos y abucheos de los que no estaban tan borrachos. Miré por encima de mi hombro, hacia atrás. Y luego a ella, y le levanté una ceja mientras mi cara dibujaba una evidente y terrible pregunta/sugerencia.
- Aqui no nos conoce nadie. ¿Quieres? Dime qué sabes tocar.
"resulta curiosamente gratificante"
Me quedé rascandome con el dorso del indice la mejilla mientras la observaba, ya habiamos logrado controlar los dos aquel pequeño bache de risa tonta pero la sensacion agradable quedaba.
- La vida es un invento. - afirmé, convencido, asintiendo un par de veces y dando con el indice de la otra mano sobre la mesa para reafirmar mi frase. Vale...si, nuestros apellidos al final habian condicionado el cómo teníamos que relacionarlos. Pero solo porque queríamos. En parte. - Invéntate la tuya. - le dije guiñándole un ojo sutilmente. Luego puse cara de ir a llevarme la contraria a mi mismo. - ...salvo cuando a un par de maniacos religiosos u otros sujetos de diversa indole o similar les da por, ya sabes, ponerte a trabajar para ellos. - escalofrio incluido, y no por la cerveza, a la que por cierto utilicé como anestesia.
Luego apoyé la cara entre las dos manos mirándola con el ceño fruncido y expresion de curiosidad mientras ella analizaba el gram. Nada?
- Oh. - le dejé mi brazo cuando decidió que tenía que examinar eso. Miré su mano pasar por aquella zona tan sensible, la cara interna del antebrazo, y me dio otro escalofrio pero este fue diferente al de antes, porque ademas se me pusieron de punta todos los pelos de ese brazo. - Lío? - pregunté rapido, mirándola, al menos tenía los ojos cerrados. Hasta que me soltó y los abrió, momento en el que puse mi mano opuesta sobre el antebrazo en cuestion. - Son solo cicatrices. - algo molestas, como unas agujetas constantes o algo asi....
Alcé las dos cejas cuando confesó que me habia encontrado gracias a que en algun momento se guardó mi sangre.
- Cuando? - por qué? En fin, que lo agradecia dado que habia servido para aquello... observé su magia con curiosidad genuina hasta que mezcló las dos gotas y volvieron al gram, el cual tomé con ambas manos, examinandolo aunque estaba igual, fijandome en el interior. - Bonito. - me lo coloqué de nuevo, evidentemente no me cruzó por la cabeza que ella pudiera haber hecho algun maleficio o lo que fuera.
"es como un pacto de escupitajos"
La cancion del triste hombre del acordeón terminó entre vítores de los borrachos y abucheos de los que no estaban tan borrachos. Miré por encima de mi hombro, hacia atrás. Y luego a ella, y le levanté una ceja mientras mi cara dibujaba una evidente y terrible pregunta/sugerencia.
- Aqui no nos conoce nadie. ¿Quieres? Dime qué sabes tocar.
Gwen Pendragón
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El debate continuó por el mismo camino, posturas encontradas diametralmente opuestas. Descargué el peso de mis hombros por su sugerencia mirándole con cara de que no siguiese por ese camino, no tenía sentido, a pesar de sus buenas intenciones. Después apreté los labios con las comisuras levemente levantadas. ¿Había bromeado sobre aquello que parecía haberle traumado tanto? Resultaba amargo y a la vez alentador, enternecedor al fin y al cabo.
Terminé por suspirar fijándome en mi dedo que no paraba de jugar con los surcos de la madera, una mera excusa para evadir su mirada.-Lo intenté.-Apreté mis labios y encogí mis hombros.-Pero no soy inventora, soy una sacerdotisa de sangre-Volví a mirarle y sonreí con más fuerza, casi como una imitación de su tono bromista anterior aunque algo más melancólico inevitablemente.
Tras ello me puse manos a la obra con el gram, cuando preguntó por el lío y lo tachó de simples cicatrices ya me encontraba en proceso de mezcla de sangres.-Tu sangre, las venas marcadas...está confusa porque responden a una maldición que no les corresponde por completo.-Expliqué brevemente. Hablar de magia de sangre era...complicado. Sobre todo cuando estaba mezclada con otro tipo de magia.-En Roma, cuando fuimos a por ti y de pronto volviste a desaparecer. Busqué tu sangre en el suelo y la chupé para localizarte.-Alcé brevemente la vista hacia él y negué.-No preguntes, mis rituales son...algo primitivos a veces.-Puntualicé escuetamente volviendo la vista al gram.-También pensé en que si no cooperabas podría controlar tu cuerpo de algún modo aunque no tengo claro que hubiese funcionado.
Al entregarle el gram su calificativo me resultó curioso. No era precisamente un objeto bello.- Si estoy en lo correcto las marcas desaparecerán en unos días.-Sonreí de medio lado.-O tal vez todo sea un engaño para inutilizar tu gram y poder hechizarte a distancia.-Bromeé abiertamente. Aunque...aunque aquello era posible. Disimulé aquel pensamiento aunque divagó en mi cabeza lo cual me distrajo lo suficiente como para no atender del todo a su sugerencia.
Cuando me percaté y observé aquella sonrisa mi cerebro la interpretó de otra manera.-¿Que toque qu..-Pregunté con confusión, no imaginando algo tan directo por parte del descendiente. Por suerte tardé apenas unos segundos en formar la frase en mi mente correctamente. Cerré los ojos apretándolos por un momento y después me reí pero dudé.-No tengo claro que sea...-Podría ser divertido, aquella conversación estaba siéndolo. Pasé la mano por mi pelo, apartándolo del rostro. ¿Era apropiado estar confraternizando con un Descendiente? obviamente no.-No soy muy fan de tener público.-Comenté apretando los labios y negando ciertamente insegura. Aquello era cierto, prefería tocar en la intimidad.-A...además...
Ahora parecía incómoda.-Debería regresar a Avalon, aún no he felicitado apropiadamente a Catherine y tendría que comprobar el estado de Shyvanna y...y tengo que buscar un nuevo testigo de lo que sucedió en Titnagel porque...-Gesticulé indicando que obviamente no me había dicho nada, obviamente porque era el enemigo. Un enemigo con el que estaba riendo y haciendo bromas y ayudándole con un gram. Además hablaba significativamente más acelerada de mi tono habitual.-Y es importante porque...desde que me desperté siento que si el Sanguis me soltó algo no cuadra, algo no está bien y...
"Como esto"
El pensamiento tal vez se me escapó mentalmente, tal vez lo proyecté sin querer, al fin y al cabo estaba nerviosa. Pero lo preocupante fue que me asustó tenerlo. Me incorporé súbitamente tras una aspiración de aire repentina, plantando ambas manos en la mesa.-Sí, debería volver a Avalon.-Asentí firmemente.-Ha sido un...-"no un placer no"-ha sido agradable mi señor DaVinci.-Incliné con rapidez mi cabeza a modo de despedida y partí hacia la puerta bastante tensa por aquello. Que poco apropiado por mi parte.
Terminé por suspirar fijándome en mi dedo que no paraba de jugar con los surcos de la madera, una mera excusa para evadir su mirada.-Lo intenté.-Apreté mis labios y encogí mis hombros.-Pero no soy inventora, soy una sacerdotisa de sangre-Volví a mirarle y sonreí con más fuerza, casi como una imitación de su tono bromista anterior aunque algo más melancólico inevitablemente.
Tras ello me puse manos a la obra con el gram, cuando preguntó por el lío y lo tachó de simples cicatrices ya me encontraba en proceso de mezcla de sangres.-Tu sangre, las venas marcadas...está confusa porque responden a una maldición que no les corresponde por completo.-Expliqué brevemente. Hablar de magia de sangre era...complicado. Sobre todo cuando estaba mezclada con otro tipo de magia.-En Roma, cuando fuimos a por ti y de pronto volviste a desaparecer. Busqué tu sangre en el suelo y la chupé para localizarte.-Alcé brevemente la vista hacia él y negué.-No preguntes, mis rituales son...algo primitivos a veces.-Puntualicé escuetamente volviendo la vista al gram.-También pensé en que si no cooperabas podría controlar tu cuerpo de algún modo aunque no tengo claro que hubiese funcionado.
Al entregarle el gram su calificativo me resultó curioso. No era precisamente un objeto bello.- Si estoy en lo correcto las marcas desaparecerán en unos días.-Sonreí de medio lado.-O tal vez todo sea un engaño para inutilizar tu gram y poder hechizarte a distancia.-Bromeé abiertamente. Aunque...aunque aquello era posible. Disimulé aquel pensamiento aunque divagó en mi cabeza lo cual me distrajo lo suficiente como para no atender del todo a su sugerencia.
Cuando me percaté y observé aquella sonrisa mi cerebro la interpretó de otra manera.-¿Que toque qu..-Pregunté con confusión, no imaginando algo tan directo por parte del descendiente. Por suerte tardé apenas unos segundos en formar la frase en mi mente correctamente. Cerré los ojos apretándolos por un momento y después me reí pero dudé.-No tengo claro que sea...-Podría ser divertido, aquella conversación estaba siéndolo. Pasé la mano por mi pelo, apartándolo del rostro. ¿Era apropiado estar confraternizando con un Descendiente? obviamente no.-No soy muy fan de tener público.-Comenté apretando los labios y negando ciertamente insegura. Aquello era cierto, prefería tocar en la intimidad.-A...además...
Ahora parecía incómoda.-Debería regresar a Avalon, aún no he felicitado apropiadamente a Catherine y tendría que comprobar el estado de Shyvanna y...y tengo que buscar un nuevo testigo de lo que sucedió en Titnagel porque...-Gesticulé indicando que obviamente no me había dicho nada, obviamente porque era el enemigo. Un enemigo con el que estaba riendo y haciendo bromas y ayudándole con un gram. Además hablaba significativamente más acelerada de mi tono habitual.-Y es importante porque...desde que me desperté siento que si el Sanguis me soltó algo no cuadra, algo no está bien y...
"Como esto"
El pensamiento tal vez se me escapó mentalmente, tal vez lo proyecté sin querer, al fin y al cabo estaba nerviosa. Pero lo preocupante fue que me asustó tenerlo. Me incorporé súbitamente tras una aspiración de aire repentina, plantando ambas manos en la mesa.-Sí, debería volver a Avalon.-Asentí firmemente.-Ha sido un...-"no un placer no"-ha sido agradable mi señor DaVinci.-Incliné con rapidez mi cabeza a modo de despedida y partí hacia la puerta bastante tensa por aquello. Que poco apropiado por mi parte.
Al final, no logré convencerla para que hiciera todo lo posible por cambiar el que ella creía tenía que ser su innegable destino. Que había de su libre albedrío? Seguir habria sido enzarzarse en un interminable debate, y ambos lo sabíamos. Era tan irreconciliable como su fé en el Sanguis y sus dioses, como la mía en la tecnomagia.
Y al parecer, segun ella, aquello no eran solo cicatrices y mejorarían tras un tiempo con el gram mejorado, o arreglado. Lo miré alzando las cejas tras colocarmelo, poniendo expresión de aprobación. La mención de su boca de lo que hice en Roma cuando me di el piro, pese al esfuerzo que habian hecho por encontrarme, me hizo retraerme un poco en los desagradables recuerdos de tener algo metido dentro de mi todo el rato, y mirar con incomodidad mi cerveza. Yo había bromeado hacía nada con ello, y en cierta parte hablar de eso aunque fuese de esa manera jocosa que empleé, era un modo de enfrentarlo...para que si otros lo mencionaban, no terminase por bloquearme. Para empezar a enfrentarlo.
Sin embargo, aquel momento duró poco porque su comentario sobre que chupó mi sangre atrajo toda mi atención y la miré con una mueca entre de sorpresa y asco, tapandome la boca y mirándola con cara de "noooo, amiga, no hiciste eso!". Era consciente acaso de todas las enfermedades que podia pillar si iba chupando sangres de suelos?! Claro que si chupar sangre de gente le permitía controlar sus cuerpos...eso era algo...a tener en cuenta.
- Grazie. - le dije en referencia a lo del gram, sin creerme del todo que fuese a usarlo para inutilizarlo y poder hechizarme a distancia. - Andiamo, bambina. Si quisieras hacermelo, ya me lo habrías hecho. Correré el riesgo.
Se quedó medio empanada, y la miré esperando a que me respondiese a mi propuesta de ocupar el escenario, echar a esos mediocres y tocar algo nosotros juntos. Llevaba siglos sin improvisar con otro músico, y ahora que sabía que ella tocaba tambien, quería saber si estaba a mi altura.
- Oh vamos, es que te da miedo no saber tocar tan bien como yo? Si te ves apurada, te puedo dejar que uses el triángulo... - el instrumento de los tontos por defecto. Intenté convencerla apelando a su ego, a mi con eso me habria bastado para tirarme de cabeza al escenario...que tampoco es que fuese un escenario, vamos, era un resalto en el suelo donde no habian mesas y si taburetes y algunos instrumentos basicos y , probablemente, pegajosos. Puse los ojos en blanco un momento, escuchando sus muchas excusas, pero sorprendiendome la ultima sobre todo. - Por qué no va a estar bien esto? Te han prohibido hablar con cualquier miembro del Consejo salvo Catherine? Solo somos dos personas...
"hablando...desahogándose. Vale, a mi si me vinieron a decir que no volviese a ver a ningun Pendragon a solas, pero ya ves el caso que les hago...he hablado mas contigo que con nadie en estas semanas..."
Claro que algo no estaba bien, Ian le había hecho algo. Pero parecía que ninguno confiabamos tanto en el otro como para contarnos lo que nos habiamos pedido. O...no confiabamos tanto en las reacciones que eso pudiera causar en nuestras respectivas casas. Quizá ella tenía razón y si estabamos mas atados de lo que yo creía.
"no, que coño, que le den"
Habia visto una prisión de verdad, no pensaba pudrirme en otra impuesta. Se levantó subitamente y la miré sin comprender.
- Un placer...claro...
Ahora si la estaba mirando y ahora si crei tener la certeza de oirla decir algo que no la habia visto verbalizar. Eso me confundió aun mas y la miré con el ceño fruncido, interrogante, ladeando la cabeza en aquel gesto que hacen algunos perros cuando no entienden algo, solo que mas leve. Me levanté a los pocos segundos viendo como se iba sin mas.
"pero...quédate...tampoco hace falta que toques nada"
- Oh, está bien. Porque a mi me encanta tener público.- farfullé para mi mismo, molesto, apoyando tambien las manos en la mesa antes de darme la vuelta e ir hacia los musicos que estaban preparandose para la siguiente cancion. No tenian ningun cello, pero el violin tambien me apañaba. Se lo pedí al señor que no tuvo problemas en dejármelo e irse a terminarse su cerveza. Afiné un poco las cuerdas con las clavijas, colocando el instrumento sobre mi hombro y probandolo con el arco para terminar de ajustarlo, mirando hacia la puerta...Me obligué a sonreir antes de dedicar una reverencia y aclararme la garganta. - Esta cancion quiero dedicársela a una preciosa mujer...con una no tan preciosa costumbre de irse sin pagar sus cervezas y dejarme con la cuenta.... - mostré aquella sonrisa de lado de haber hecho una travesura y algunos se rieron, aunque el mesero pareció mas preocupado que divertido. Comencé a tocar, era una cancion alegre y rápida, muy adecuada para ese lugar y momento...aunque el del acordeon y el de la flauta a duras penas me seguían. - ♩♪♫♩♪♫ no tiene dinero porque se lo gastó en seda, pero podría pagar con música por lo que a mi respecta ♩♪♫♩♪♫
Y al parecer, segun ella, aquello no eran solo cicatrices y mejorarían tras un tiempo con el gram mejorado, o arreglado. Lo miré alzando las cejas tras colocarmelo, poniendo expresión de aprobación. La mención de su boca de lo que hice en Roma cuando me di el piro, pese al esfuerzo que habian hecho por encontrarme, me hizo retraerme un poco en los desagradables recuerdos de tener algo metido dentro de mi todo el rato, y mirar con incomodidad mi cerveza. Yo había bromeado hacía nada con ello, y en cierta parte hablar de eso aunque fuese de esa manera jocosa que empleé, era un modo de enfrentarlo...para que si otros lo mencionaban, no terminase por bloquearme. Para empezar a enfrentarlo.
Sin embargo, aquel momento duró poco porque su comentario sobre que chupó mi sangre atrajo toda mi atención y la miré con una mueca entre de sorpresa y asco, tapandome la boca y mirándola con cara de "noooo, amiga, no hiciste eso!". Era consciente acaso de todas las enfermedades que podia pillar si iba chupando sangres de suelos?! Claro que si chupar sangre de gente le permitía controlar sus cuerpos...eso era algo...a tener en cuenta.
- Grazie. - le dije en referencia a lo del gram, sin creerme del todo que fuese a usarlo para inutilizarlo y poder hechizarme a distancia. - Andiamo, bambina. Si quisieras hacermelo, ya me lo habrías hecho. Correré el riesgo.
Se quedó medio empanada, y la miré esperando a que me respondiese a mi propuesta de ocupar el escenario, echar a esos mediocres y tocar algo nosotros juntos. Llevaba siglos sin improvisar con otro músico, y ahora que sabía que ella tocaba tambien, quería saber si estaba a mi altura.
- Oh vamos, es que te da miedo no saber tocar tan bien como yo? Si te ves apurada, te puedo dejar que uses el triángulo... - el instrumento de los tontos por defecto. Intenté convencerla apelando a su ego, a mi con eso me habria bastado para tirarme de cabeza al escenario...que tampoco es que fuese un escenario, vamos, era un resalto en el suelo donde no habian mesas y si taburetes y algunos instrumentos basicos y , probablemente, pegajosos. Puse los ojos en blanco un momento, escuchando sus muchas excusas, pero sorprendiendome la ultima sobre todo. - Por qué no va a estar bien esto? Te han prohibido hablar con cualquier miembro del Consejo salvo Catherine? Solo somos dos personas...
"hablando...desahogándose. Vale, a mi si me vinieron a decir que no volviese a ver a ningun Pendragon a solas, pero ya ves el caso que les hago...he hablado mas contigo que con nadie en estas semanas..."
Claro que algo no estaba bien, Ian le había hecho algo. Pero parecía que ninguno confiabamos tanto en el otro como para contarnos lo que nos habiamos pedido. O...no confiabamos tanto en las reacciones que eso pudiera causar en nuestras respectivas casas. Quizá ella tenía razón y si estabamos mas atados de lo que yo creía.
"no, que coño, que le den"
Habia visto una prisión de verdad, no pensaba pudrirme en otra impuesta. Se levantó subitamente y la miré sin comprender.
- Un placer...claro...
Ahora si la estaba mirando y ahora si crei tener la certeza de oirla decir algo que no la habia visto verbalizar. Eso me confundió aun mas y la miré con el ceño fruncido, interrogante, ladeando la cabeza en aquel gesto que hacen algunos perros cuando no entienden algo, solo que mas leve. Me levanté a los pocos segundos viendo como se iba sin mas.
"pero...quédate...tampoco hace falta que toques nada"
- Oh, está bien. Porque a mi me encanta tener público.- farfullé para mi mismo, molesto, apoyando tambien las manos en la mesa antes de darme la vuelta e ir hacia los musicos que estaban preparandose para la siguiente cancion. No tenian ningun cello, pero el violin tambien me apañaba. Se lo pedí al señor que no tuvo problemas en dejármelo e irse a terminarse su cerveza. Afiné un poco las cuerdas con las clavijas, colocando el instrumento sobre mi hombro y probandolo con el arco para terminar de ajustarlo, mirando hacia la puerta...Me obligué a sonreir antes de dedicar una reverencia y aclararme la garganta. - Esta cancion quiero dedicársela a una preciosa mujer...con una no tan preciosa costumbre de irse sin pagar sus cervezas y dejarme con la cuenta.... - mostré aquella sonrisa de lado de haber hecho una travesura y algunos se rieron, aunque el mesero pareció mas preocupado que divertido. Comencé a tocar, era una cancion alegre y rápida, muy adecuada para ese lugar y momento...aunque el del acordeon y el de la flauta a duras penas me seguían. - ♩♪♫♩♪♫ no tiene dinero porque se lo gastó en seda, pero podría pagar con música por lo que a mi respecta ♩♪♫♩♪♫
Gwen Pendragón
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Apeló a mi orgullo para convencerme pero en plena explosión mental simplemente entorné los ojos soltando un sonido hastiado. Y después ...¿lo había dicho en voz alta? Ese pensamiento...¿se me había escapado?-No!-Exclamé indignada por su suposición de que me habían impuesto con quién hablar. Aquello era cosa de Descendientes, mi hermano no me prohibiría hablar con quien yo decidiese.
"Dos personas que están soltando carcajadas y pasando un buen rato pero dentro de un año se van a matar.Aham."Pensé entornando los ojos. No me había pasado inadvertido aquello que habían dicho en la reunión. "A menos que para aquel entonces ya me haya unido al Sanguis Ligno, claro"
Para ese entonces ya estaba de pie marchando hacia la puerta, sus palabras me hicieron negar mientras avanzaba. Tenía que hablar con los dragones ¿Quién más estaba presente? la mujer peliblanca que desconocía y.. arg...ni idea.
Planté la mano en la puerta cuando de repente empezó a hablar de nuevo. Le fulminé con la mirada desde la puerta y apreté mis labios con molestia aunque lo que sentía era una profunda sensación de vergüenza en aumento, más aún por los calificativos y se incrementó cuando me acusó de no pagar y el tabernero clavó su mirada en mi.
"¿Quieres parar? "Resoplé por la nariz mirando con gravedad a DaVinci.
Inspiré profundamente tomando camino a la barra del bar. Solté en la misma unas monedas de oro de Ávalon, no tenía ni idea de si eso les serviría. Me acerqué a la tarima esa, quitándole el violín para tocar una breve, intensa e iracunda melodía melodía plantándoselo en el pecho al acabar.
Sonreí molesta a Giordano haciendo una exagerada reverencia para nada perfecta y para nada propia de una dama.-Mi señor Descendiente-Me despedí con irónicos modos antes de dar medie vuelta para salir del bar de una vez.
par: ta luegoo
impar: otra cosa
"Dos personas que están soltando carcajadas y pasando un buen rato pero dentro de un año se van a matar.Aham."Pensé entornando los ojos. No me había pasado inadvertido aquello que habían dicho en la reunión. "A menos que para aquel entonces ya me haya unido al Sanguis Ligno, claro"
Para ese entonces ya estaba de pie marchando hacia la puerta, sus palabras me hicieron negar mientras avanzaba. Tenía que hablar con los dragones ¿Quién más estaba presente? la mujer peliblanca que desconocía y.. arg...ni idea.
Planté la mano en la puerta cuando de repente empezó a hablar de nuevo. Le fulminé con la mirada desde la puerta y apreté mis labios con molestia aunque lo que sentía era una profunda sensación de vergüenza en aumento, más aún por los calificativos y se incrementó cuando me acusó de no pagar y el tabernero clavó su mirada en mi.
"¿Quieres parar? "Resoplé por la nariz mirando con gravedad a DaVinci.
Inspiré profundamente tomando camino a la barra del bar. Solté en la misma unas monedas de oro de Ávalon, no tenía ni idea de si eso les serviría. Me acerqué a la tarima esa, quitándole el violín para tocar una breve, intensa e iracunda melodía melodía plantándoselo en el pecho al acabar.
Sonreí molesta a Giordano haciendo una exagerada reverencia para nada perfecta y para nada propia de una dama.-Mi señor Descendiente-Me despedí con irónicos modos antes de dar medie vuelta para salir del bar de una vez.
par: ta luegoo
impar: otra cosa
Dados
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El miembro 'Gwen Pendragón' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
No me hizo falta seguir improvisando una letra para esa melodía porque pude ver a una indignada Gwen respondiendo a mi modo de... Retarla? Pedirle que se quedara? Ni idea.
"Está enfadada, indignada o avergonzada? O se siente halagada?
De eso ni idea tampoco, pero me gustó el momento en el que me quitó el violín y tocó con tanta garra. Me quedé a su lado evaluando como lo hacía, tenía buena técnica. A la gente también le gustó y cuando terminó , el pub prorrumpió en aplausos y vociferó. Tomé el violín que me devolvió tan violentamente contra el pecho, mirándola algo desubicado.
Carraspeé siendo yo ahora el incómodo cuando se despidió de mi con ese título y con esa cosa que olía a ironía a la legua. La reverencia había estado bien.
"...adios?"
Al parecer a la gente también le hizo gracia la contundencia con la que mujer acababa de darme plantón y marcharse airada de aquel lugar. Los miré con cara adusta, y empecé a sacar unas notas lentas del violin.
- Sshhh-shhh...no no no.. No deben reirse de un corazón roto... Quién sabe quién podría ser el próximo?- dije bromeando, la mejor manera de enmascarar aquella situación era continuando. Así que seguí tocando hasta que se olvidaron, que fue pronto, hasta que yo me olvidé (eso llevó más tiempo y más cerveza) y hasta que las canciones que habían comenzado siendo alegres se volvieron más lentas y melancólicas, pero muy a tono con la poca gente que iba quedando alli... Personas con aspecto de tener mucho a sus espaldas, y mucho que contar. Asi que esa noche me emborraché con desconocidos, toqué para desconocidos encontrando aquello bastante gratificante, y después cuando cerró el bar, con un muy contento barman a causa del raro oro recibido, me fui de allí dando tumbos.
"Está enfadada, indignada o avergonzada? O se siente halagada?
De eso ni idea tampoco, pero me gustó el momento en el que me quitó el violín y tocó con tanta garra. Me quedé a su lado evaluando como lo hacía, tenía buena técnica. A la gente también le gustó y cuando terminó , el pub prorrumpió en aplausos y vociferó. Tomé el violín que me devolvió tan violentamente contra el pecho, mirándola algo desubicado.
Carraspeé siendo yo ahora el incómodo cuando se despidió de mi con ese título y con esa cosa que olía a ironía a la legua. La reverencia había estado bien.
"...adios?"
Al parecer a la gente también le hizo gracia la contundencia con la que mujer acababa de darme plantón y marcharse airada de aquel lugar. Los miré con cara adusta, y empecé a sacar unas notas lentas del violin.
- Sshhh-shhh...no no no.. No deben reirse de un corazón roto... Quién sabe quién podría ser el próximo?- dije bromeando, la mejor manera de enmascarar aquella situación era continuando. Así que seguí tocando hasta que se olvidaron, que fue pronto, hasta que yo me olvidé (eso llevó más tiempo y más cerveza) y hasta que las canciones que habían comenzado siendo alegres se volvieron más lentas y melancólicas, pero muy a tono con la poca gente que iba quedando alli... Personas con aspecto de tener mucho a sus espaldas, y mucho que contar. Asi que esa noche me emborraché con desconocidos, toqué para desconocidos encontrando aquello bastante gratificante, y después cuando cerró el bar, con un muy contento barman a causa del raro oro recibido, me fui de allí dando tumbos.
No, Arleen no había a la base.
Tampoco al hospital.
Ni al London Eye, ni a la casa de Johan.
Sino al único punto en el que se sabía que independientemente de cómo apareciera nadie iba a juzgarla: La posada de los muertos.
Sin embargo, y pese a las pesadillas, en el momento en el que apareció frente a la puerta de la posada se fue hacia un lado y acabó cayendo sobre sus rodillas. Se había olvidado de que sus piernas ya no tenían la misma altura…Y que los días de descanso habían reducido la irrigación de sangre a éstas por lo que estaban débiles.
Negó con la cabeza, se había olvidado de ello. Subió una mano para limpiarse las lágrimas antes de cogerse de la pared para levantarse lentamente, haciendo uso de la escasa fuerza de sus brazos. Cojeó poco a poco para entrar a la posada y agradeció que estuviese tan oscura, fea y asquerosa como recordaba. Porque así era como se sentía. Se movió hasta alcanzar la barra para sentarse en una de las sillas altas.
Esperó a que el tipo le atendiera haciendo caso omiso de lo que sea que ensuciaba la barra y se sentía pegajoso en sus brazos. Pidió una copa de vino, una servilleta y…si tenía, un lápiz y cuando lo tuvo todo empezó a dibujar en aquella servilleta en absoluto silencio.
Después de aproximadamente una hora ya tenía apenas un boceto de lo que quería y podría haber seguido sino por una...una familiar punzada. Arleen sintió que el mundo se le caía encima y detuvo el movimiento del lápiz -Ponerlo a la cuenta de Gelion- Dijo antes de desaparecer de allí.
Tampoco al hospital.
Ni al London Eye, ni a la casa de Johan.
Sino al único punto en el que se sabía que independientemente de cómo apareciera nadie iba a juzgarla: La posada de los muertos.
Sin embargo, y pese a las pesadillas, en el momento en el que apareció frente a la puerta de la posada se fue hacia un lado y acabó cayendo sobre sus rodillas. Se había olvidado de que sus piernas ya no tenían la misma altura…Y que los días de descanso habían reducido la irrigación de sangre a éstas por lo que estaban débiles.
Negó con la cabeza, se había olvidado de ello. Subió una mano para limpiarse las lágrimas antes de cogerse de la pared para levantarse lentamente, haciendo uso de la escasa fuerza de sus brazos. Cojeó poco a poco para entrar a la posada y agradeció que estuviese tan oscura, fea y asquerosa como recordaba. Porque así era como se sentía. Se movió hasta alcanzar la barra para sentarse en una de las sillas altas.
Esperó a que el tipo le atendiera haciendo caso omiso de lo que sea que ensuciaba la barra y se sentía pegajoso en sus brazos. Pidió una copa de vino, una servilleta y…si tenía, un lápiz y cuando lo tuvo todo empezó a dibujar en aquella servilleta en absoluto silencio.
Después de aproximadamente una hora ya tenía apenas un boceto de lo que quería y podría haber seguido sino por una...una familiar punzada. Arleen sintió que el mundo se le caía encima y detuvo el movimiento del lápiz -Ponerlo a la cuenta de Gelion- Dijo antes de desaparecer de allí.
Khan Tepes
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Se hubiese quedado en el campamento de no ser por el padre de Lemoni, pero después de los reproches que le había hecho no le apetecía quedarse. Además, ya la había dejado en lugar seguro, al igual que a Giordano. Tampoco es que hubiese sanadores disponibles allí para él, así que pensó que con descansar un poco le serviría. Si ella quería ir a visitarle o a hablar ya sabía dónde encontrarle porque se lo había dicho. Tardó algunos segundos en recomponerse cuando apareció en la posada, en la que no encontró demasiada gente. Mejor, más tranquilidad.
Tras pagar unas monedas por una habitación se dirigió cojeando escaleras arriba, maldiciendo a cada paso porque cada vez podía moverse menos. Mira que si al final acababa con una pata de palo por culpa de eso... - Sin pierna, sin isla, sin dragones...vaya mierda. Y nadie sabe qué hacer. - se quejó malhumorado mientras entraba por fin a la habitación, agotado de subir aunque fuesen pocos escalones. Se dirigió al baño para echarse una poca agua en la cara, con la intención de refrescarse un poco porque la notaba ardiendo. Apenas había dado unos pasos cuando se le oscureció la visión y cayó al suelo, quedando tendido boca abajo mientras tenía extraños y febriles sueños con dragones enormes, volcanes explotando, olas gigantescas y montañas fracturándose en mil pedazos...
-------------
post 10/10 veneno y KO
Tras pagar unas monedas por una habitación se dirigió cojeando escaleras arriba, maldiciendo a cada paso porque cada vez podía moverse menos. Mira que si al final acababa con una pata de palo por culpa de eso... - Sin pierna, sin isla, sin dragones...vaya mierda. Y nadie sabe qué hacer. - se quejó malhumorado mientras entraba por fin a la habitación, agotado de subir aunque fuesen pocos escalones. Se dirigió al baño para echarse una poca agua en la cara, con la intención de refrescarse un poco porque la notaba ardiendo. Apenas había dado unos pasos cuando se le oscureció la visión y cayó al suelo, quedando tendido boca abajo mientras tenía extraños y febriles sueños con dragones enormes, volcanes explotando, olas gigantescas y montañas fracturándose en mil pedazos...
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Lemóni Cefiadis
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Luego de desayunar, Lemóni iría al lugar en que Khan le dijo que estaría, un lugar que no le acababa de hacer gracia, la verdad, ya era peligroso incluso cuando la ciudad en general estaba bien, ahora, bueno, iba con cuidado y su capa de serpiente cubriendole la cabeza para no destacar.
Pero no vió a Khan, así que le dió un soborno al cantinero para que le dijera donde estaba... Y bueno, eso hizo, así que Lemóni subió la lugar nombrado, y cuando estuvo ahí... Se percató de que la puerta de la habitación estaba abierta, mala señal...
Y pero fue ver a Khan tirado ahí.
¡Khan!
Casi de inmediato fue a abrazarlo, y luego de eso procedió a desaparecer con él, con intención de volver al castillo de Edimburgo, y que su padre viera a Khan, él es realmente bueno, o bueno lo es gracias a su demonio.
Pero no vió a Khan, así que le dió un soborno al cantinero para que le dijera donde estaba... Y bueno, eso hizo, así que Lemóni subió la lugar nombrado, y cuando estuvo ahí... Se percató de que la puerta de la habitación estaba abierta, mala señal...
Y pero fue ver a Khan tirado ahí.
¡Khan!
Casi de inmediato fue a abrazarlo, y luego de eso procedió a desaparecer con él, con intención de volver al castillo de Edimburgo, y que su padre viera a Khan, él es realmente bueno, o bueno lo es gracias a su demonio.
Lemóni Cefiadis
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Bueno toda la estancia en el lago ha sido... Algo simplemente maravilloso, casi diría ella qué pareciera escrito en alguna novela melosa, de esas escritas por poetas qué jamás conocieron el amor, como a padre les gusta decirles, amor, que concepto tan más raro, lo ha visto escrito muchas veces, pero muchas de sus aparentes características se le antojan de lo más bizarras.
Pero en fin, también cuando Nicho le habló, le pareció que había cierta poesía en sus palabras cosa que supone que es normal, no deja de ser un músico, que al menos ella piensa que es un poco como la versión evolucionada de un poeta.
Tanto qué cuando la tomó de las manos ella le siguió el ritmo sin miramientos, aunque en su lugar quiso abrazarlo un poco, adora abrazar, es parte de lo que ella es, simplemente adora sentir su cuerpo en contacto con el de otros, es difícil definir de que se trata.
Y bueno en lo que refiere a la fiesta aunque al principio la idea le enfurruñó un poco, por otro lado supone que tiene razón, su padre no la hubiera dejado en paz con eso nunca si llegaba a hacerlo estando ebria.
Y luego no podía evitar ruborizarse pensando en que hubiera querido hacerlo de todos modos, porque bueno, desde que lo probó, acabó entendiendo de que le gustaría hacer qué esa actividad forme parte de sus días, al menos de forma ocasional, no estaría nada mal, y cada vez lo creía más.
Y bueno, luego el juego con el agua qué a ella no le acaba de hacer gracia, pero al final la buena vibra de Nicho terminó pudiendo más que ella, y acabó sonriendo de forma bobalicona mientras que jugaba con él, afortunadamente nada malo le terminó pasando, cosa que hace que ella sonría con toda felicidad.
...
Y finalmente acabaron llendo a otro lugar, una taberna qué estaba cerca... """cerca"""
Pues parece que cerca viene a significar dentro del Reino Unido, porque cuando ella aceptó, que por supuesto que aceptó, tras todo lo que ha pasado francamente no le viene mal un trago.
Acabaron en Londres, concretamente en el mismo sitio donde había encontrado a Khan la otra vez, pero ahora... Se veía menos mal, habían orbes luminosos iluminando en vez de velas, cosa que le hizo sonreír, debido a la mejoría sustancial qué había pegado el sitio por ese detalle.
Pareciera que esta noche todo está dedicado a salir bien esta noche.
Entonces sujetaría la mano de Nicho y le daría una mirada soñadora, antes de que fueran a sentarse a la barra, las cosas estaban saliendo bastante a pedir de boca, de principio a fin.
Pero en fin, también cuando Nicho le habló, le pareció que había cierta poesía en sus palabras cosa que supone que es normal, no deja de ser un músico, que al menos ella piensa que es un poco como la versión evolucionada de un poeta.
Tanto qué cuando la tomó de las manos ella le siguió el ritmo sin miramientos, aunque en su lugar quiso abrazarlo un poco, adora abrazar, es parte de lo que ella es, simplemente adora sentir su cuerpo en contacto con el de otros, es difícil definir de que se trata.
Y bueno en lo que refiere a la fiesta aunque al principio la idea le enfurruñó un poco, por otro lado supone que tiene razón, su padre no la hubiera dejado en paz con eso nunca si llegaba a hacerlo estando ebria.
Y luego no podía evitar ruborizarse pensando en que hubiera querido hacerlo de todos modos, porque bueno, desde que lo probó, acabó entendiendo de que le gustaría hacer qué esa actividad forme parte de sus días, al menos de forma ocasional, no estaría nada mal, y cada vez lo creía más.
Y bueno, luego el juego con el agua qué a ella no le acaba de hacer gracia, pero al final la buena vibra de Nicho terminó pudiendo más que ella, y acabó sonriendo de forma bobalicona mientras que jugaba con él, afortunadamente nada malo le terminó pasando, cosa que hace que ella sonría con toda felicidad.
...
Y finalmente acabaron llendo a otro lugar, una taberna qué estaba cerca... """cerca"""
Pues parece que cerca viene a significar dentro del Reino Unido, porque cuando ella aceptó, que por supuesto que aceptó, tras todo lo que ha pasado francamente no le viene mal un trago.
Acabaron en Londres, concretamente en el mismo sitio donde había encontrado a Khan la otra vez, pero ahora... Se veía menos mal, habían orbes luminosos iluminando en vez de velas, cosa que le hizo sonreír, debido a la mejoría sustancial qué había pegado el sitio por ese detalle.
Pareciera que esta noche todo está dedicado a salir bien esta noche.
Entonces sujetaría la mano de Nicho y le daría una mirada soñadora, antes de que fueran a sentarse a la barra, las cosas estaban saliendo bastante a pedir de boca, de principio a fin.
Respiré hondo cuando nos aparecimos en la posada de Londres. Tanto tiempo había pasado que ya casi no lo recordaba. Una de las últimas veces que anduve por aquí conocí a Crasu. ¿Qué habrá sido del rechoncho pero afable drow y de su primo? -¿Conocías el sitio?- Pregunté con curiosidad. Hubiera preferido haber ido al Crasu, pero no estaba en sus mejores momentos. Entrar en la taberna siempre era… en fin, el olor a cerveza rancia no se había pasado y sospechaba que si te acercabas a alguna esquina seguro que seguía oliendo a orín de rata. Andaba inspeccionando el bar, entre tratando de recomponer mis recuerdos en él y viendo si era seguro cuando me topé con la sonrisa de Lemoni, que parecía estar ilusionada con las luces. Enseguida bajé la mirada y me quedé embobado con aquella sonrisa y aquellos sonrosados labios. Cuando ella habló no pude evitar dibujar una sonrisa avergonzada terminando por sonrojarme un poco. Cuando me sujetó la mano seguí el brazo de ella hasta ella y dejé que me guiara hasta la barra, que aunque no tenía pérdida, invitaba a que le apetecía seguir.
Nos sentamos en los taburetes, y arrastré un poco torpemente mi banqueta hasta la de ella. El tabernero no tardó en preguntar y servirnos la comanda. En mi caso había pedido una cerveza de esas que tenían fruta y le daban un tono y un color algo peculiar. -Por más noches como esta- Ofrecí en brindis la jarra de cerveza, bebiendo después.
No estaba seguro de si estaba subiendo la temperatura otra vez o si es que ya había hecho efecto el alcohol. O simplemente era el recuerdo de la muchacha en el lago con la camisa húmeda dejando ver parte de lo que escondía, o quizás fuese que aquella situación me recordaba demasiado a la fiesta donde se conocieron. Me humedecí los labios con la lengua para terminar de saborear la cerveza, alcé la mirada a Lemoni fijándome primero en su mirada, luego en sus deseables labios y finalmente en ese mechón rebelde que recorría su frente y que me dispuse a recolocar detrás de la oreja, recorriendo su periferia con delicadeza ya que no quería transmitir el frío de mis manos, que estaban por atemperarse, en su cara. El trayecto de la mano acabó justo por debajo del arco de la mandíbula de ella, rozando las puntas de mis dedos con la piel de Lémoni. A mi parecer sus labios se me hacían mucho más interesantes. Tanto que empecé a recortar distancias acercándome despacio para disfrutar del perfume de la joven, buscando que nuestros labios pudieran fusionarse.
Nos sentamos en los taburetes, y arrastré un poco torpemente mi banqueta hasta la de ella. El tabernero no tardó en preguntar y servirnos la comanda. En mi caso había pedido una cerveza de esas que tenían fruta y le daban un tono y un color algo peculiar. -Por más noches como esta- Ofrecí en brindis la jarra de cerveza, bebiendo después.
No estaba seguro de si estaba subiendo la temperatura otra vez o si es que ya había hecho efecto el alcohol. O simplemente era el recuerdo de la muchacha en el lago con la camisa húmeda dejando ver parte de lo que escondía, o quizás fuese que aquella situación me recordaba demasiado a la fiesta donde se conocieron. Me humedecí los labios con la lengua para terminar de saborear la cerveza, alcé la mirada a Lemoni fijándome primero en su mirada, luego en sus deseables labios y finalmente en ese mechón rebelde que recorría su frente y que me dispuse a recolocar detrás de la oreja, recorriendo su periferia con delicadeza ya que no quería transmitir el frío de mis manos, que estaban por atemperarse, en su cara. El trayecto de la mano acabó justo por debajo del arco de la mandíbula de ella, rozando las puntas de mis dedos con la piel de Lémoni. A mi parecer sus labios se me hacían mucho más interesantes. Tanto que empecé a recortar distancias acercándome despacio para disfrutar del perfume de la joven, buscando que nuestros labios pudieran fusionarse.
Lemóni Cefiadis
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Es ahora que se cuestiona si es estará mirando el lugar mejor de lo que se encuentra, porque la verdad pareciera que ha mejorado todo muchísimo, con un poco de suerte tal vez ha recuperado su capacidad de engañarse a sí misma, cosa que es una idea muy reconfortante.
Eso solo sumaba al ambiente de la cita en general qué la tenía tan a gusto, realmente lo estaba disfrutando.
Oh... Sí, alguna vez.~
Recordaba la vez que a Khan le mordió el bicho del lago, no fue bonito, se lo encontró envenenado malamente.
Pero ese día la final las cosas salieron bien igual...
Diría ella qué hasta mejor que bien.
De hecho ahora veía ese recuerdo de forma muy positiva también, como si todo problema del mundo parecía pequeño ahora, no sabe si es su buen humor... O haber visto el infierno a través de los ojos de aquél demonio.
Quién sabe, y ahora mismo no le apetece pensar en ello, lo que le apetece es aprovechar para ella pedir una jarra de vino, pues aparte de que seguramente en ese lugar no tengan copas... Va a admitirlo, no tiene ganas de revisar cuanto va a beber.
Por más noches como esta.~
Pronunció dulcemente mientras lo acompañaba en el brindis, y procedía a entrarse la jarra, aunque por primera vez lo ha hecho con calma, despacio, y tomándose su tiempo para disfrutar del alcohol, y distrayendose un segundo con este mismo, pues aunque no fuera un gran vino, en este punto le bastaba qué fuera vino a secas.
Una vez que terminó y volvió a mirar a Nicho, pudo sentir como le apartaba un mechón de cabello, ni ella se había dado cuenta de que se le hubiera desacomodado... En fin. El gesto le hizo sonreír.
Y luego lo vió acercarse... Entonces ella no tuvo reparos en acercarse también y finalmente, darse el gusto que no se dió en la fiesta, y darle ese beso qué se quedó pendiente en aquél momento, aunque ella no lo recuerde, de todos modos lo disfruta hasta el último momento.
Se mantiene todo lo que puede, pero por desgracia, pasados unos momentos acaba necesitando aire, así que tiene que separarse, aunque de todas formas tampoco es que lo haga rápido ni mucho, y apenas se retira, se ruboriza porque dentro de todo, le sigue dando algo de pena, porque ella es así.
E-Eso... Ha sido lindo.~
Eso solo sumaba al ambiente de la cita en general qué la tenía tan a gusto, realmente lo estaba disfrutando.
Oh... Sí, alguna vez.~
Recordaba la vez que a Khan le mordió el bicho del lago, no fue bonito, se lo encontró envenenado malamente.
Pero ese día la final las cosas salieron bien igual...
Diría ella qué hasta mejor que bien.
De hecho ahora veía ese recuerdo de forma muy positiva también, como si todo problema del mundo parecía pequeño ahora, no sabe si es su buen humor... O haber visto el infierno a través de los ojos de aquél demonio.
Quién sabe, y ahora mismo no le apetece pensar en ello, lo que le apetece es aprovechar para ella pedir una jarra de vino, pues aparte de que seguramente en ese lugar no tengan copas... Va a admitirlo, no tiene ganas de revisar cuanto va a beber.
Por más noches como esta.~
Pronunció dulcemente mientras lo acompañaba en el brindis, y procedía a entrarse la jarra, aunque por primera vez lo ha hecho con calma, despacio, y tomándose su tiempo para disfrutar del alcohol, y distrayendose un segundo con este mismo, pues aunque no fuera un gran vino, en este punto le bastaba qué fuera vino a secas.
Una vez que terminó y volvió a mirar a Nicho, pudo sentir como le apartaba un mechón de cabello, ni ella se había dado cuenta de que se le hubiera desacomodado... En fin. El gesto le hizo sonreír.
Y luego lo vió acercarse... Entonces ella no tuvo reparos en acercarse también y finalmente, darse el gusto que no se dió en la fiesta, y darle ese beso qué se quedó pendiente en aquél momento, aunque ella no lo recuerde, de todos modos lo disfruta hasta el último momento.
Se mantiene todo lo que puede, pero por desgracia, pasados unos momentos acaba necesitando aire, así que tiene que separarse, aunque de todas formas tampoco es que lo haga rápido ni mucho, y apenas se retira, se ruboriza porque dentro de todo, le sigue dando algo de pena, porque ella es así.
E-Eso... Ha sido lindo.~
No insistí en la pregunta de si conocía el local. Me hubiera gustado saber más sobre las anécdotas de Lemoni antes de conocerse, igual que yo se las contaba sin ningún tipo de reparos. Con todo, me conformé con su respuesta sin entrar en más detalle porque en realidad la ubicación era meramente anecdótica, podrían haber acabado en… Hogsmeade, mismo. O en Bastion. Porque no era el lugar, era con quién estaba. Eso era lo importante y, aunque no afeaba la cara de Lemoni, no me era de menester que hubiera un “rayón” en medio de todo. Por eso se lo retiré, con su cuidado, porque quería ver y recordar cada minúscula marca de piel, cada surco de los labios y cada dibujo del iris.
Solo quería perderme en la sonrisa que me devolvió cuando retiré aquel cabello rebelde, recorriendo cada gesto de Lemoni y cada brillo de su mirada. Eran como notas musicales de un suave compás melódico. Así sonaba en mi cabeza, como la danza de un limonero en una tarde de verano a la tenue luz del atardecer. Menos mal que Lemoni no salió corriendo y ella correspondió el impulso que me había nacido de dentro. Aquel era … mi primer beso real en el que podía ser consciente del aquí y del ahora donde el alcohol luego no haría malas pasadas. Era una sensación cálida, húmeda, extraña pero placentera. Como cuando dos llamas se unen en una sola y salta alguna forma de chasquido. No sé si aquello duró un minuto o dos horas, porque me había perdido en todo aquello que me rodeaba desde el sabor del vino hasta el olor, el calor y el tacto. Todo aquello se encontraban por primera vez. Hasta mis propios labios se encontraron con algo novedoso, suculento, dulce y carnal. Cuando nos separamos recorrí la tez de Lemoni, casi con gesto bobalicón. Como si estuviera borracho. Pero embriagado de sensaciones. Sonreí, casi por inercia, al escuchar a Lemoni.
-No tanto como tú- De nuevo, dibujé una sonrisa, un poco avergonzado por aquella frase tan ñoña. En mi cabeza había sonado peor. Me mordí el labio y bajé la mirada hacia la cerveza, un poco incómodo porque no tenía ni idea de cómo debía seguir. ¿Hay que declararse… más? No sabía cómo gestionar ese silencio, de modo que preferí beber, sintiendo el frescor del líquido recorriendo mi cuerpo en contraposición del calor del resto. -Solo quería decirte que…. Bueno, me gustas- De nuevo me mordí el labio y miré a Lemoni por el rabillo del ojo. -Y que me lo he pasado muy bien esta noche-
Solo quería perderme en la sonrisa que me devolvió cuando retiré aquel cabello rebelde, recorriendo cada gesto de Lemoni y cada brillo de su mirada. Eran como notas musicales de un suave compás melódico. Así sonaba en mi cabeza, como la danza de un limonero en una tarde de verano a la tenue luz del atardecer. Menos mal que Lemoni no salió corriendo y ella correspondió el impulso que me había nacido de dentro. Aquel era … mi primer beso real en el que podía ser consciente del aquí y del ahora donde el alcohol luego no haría malas pasadas. Era una sensación cálida, húmeda, extraña pero placentera. Como cuando dos llamas se unen en una sola y salta alguna forma de chasquido. No sé si aquello duró un minuto o dos horas, porque me había perdido en todo aquello que me rodeaba desde el sabor del vino hasta el olor, el calor y el tacto. Todo aquello se encontraban por primera vez. Hasta mis propios labios se encontraron con algo novedoso, suculento, dulce y carnal. Cuando nos separamos recorrí la tez de Lemoni, casi con gesto bobalicón. Como si estuviera borracho. Pero embriagado de sensaciones. Sonreí, casi por inercia, al escuchar a Lemoni.
-No tanto como tú- De nuevo, dibujé una sonrisa, un poco avergonzado por aquella frase tan ñoña. En mi cabeza había sonado peor. Me mordí el labio y bajé la mirada hacia la cerveza, un poco incómodo porque no tenía ni idea de cómo debía seguir. ¿Hay que declararse… más? No sabía cómo gestionar ese silencio, de modo que preferí beber, sintiendo el frescor del líquido recorriendo mi cuerpo en contraposición del calor del resto. -Solo quería decirte que…. Bueno, me gustas- De nuevo me mordí el labio y miré a Lemoni por el rabillo del ojo. -Y que me lo he pasado muy bien esta noche-
Lemóni Cefiadis
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El beso...
Es una sensación muy particular siempre compartir uno, pero siempre muy disfrutable también, cosa que provocaba qué se perdiera en las sensaciones, y cerrase sus ojos para centrarse en el contacto, dulce contacto qué tanto ansíaba, y que no sabe si le hace entrar en calor, o si la cosa es que no debería servirse vino en un recipiente tan grande.
No lo sabe, y en este punto, ya es que ni le importa, hasta sus nervios habituales se van diluyendo gradualmente, fundiendose con el calor del momento, como de costumbre, acabando por dejar su real naturaleza cada vez más al descubierto.
Es aquí qué pensaba que deberían hacer esto mucho más seguido, es una sensación fácil de hechar de menos, y mientras no se le requiera para nada, piensa disfrutar el tiempo, de preferencia cada instante, mientras piensa eso, se separa de a poco.
Y casi de inmediato, se ruboriza.
Las frases cursis le tocan en un buen punto, ¿Qué puede decir?, de hecho tanto se acaba ruborizado qué va a ser difícil saber si el alcohol ya le está afectando o todavía no... Pero solo para darse un poquito de seguridad, procedería a pedir que rellenen su jarra con más vino.
Tú... También a mí...
Y luego procedería a beberse la segunda jarra, con tal de evitar que la vergüenza vuelva para asfixiarla, como si los nervios fueran alguna clase de veneno, y el vino el antídoto qué lo hace desaparecer de forma mágica.
Ahhhh.~
Suspiró, muy bien, está vez si se había pasado, empezaba a sentir que el calor de su cuerpo subía a ritmo constante, y empezaba a tener esa graciosa sensación qué juega con los sentidos, se le iba nublando la cabeza y pensaba menos las cosas que decía.
Está noche ha sido lo que he estado necesitando.~
Afirmó sin reparos de ninguna clase, tenía que soltarlo, luego de tanto caos, demonios, árboles, espíritus, y su maestro en problemas... Lo que necesitaba era algo así algo totalmente alejado de esas cosas.
Por eso hizo levitar su taburete con un murmullo y se apegó a Nicho, para acurrucarse primero... Pero siendo totalmente honesta consigo misma, no cree que queda quedarse solo en eso, o al menos no por mucho tiempo, pues cada vez sentía su cuerpo más caliente y piensa que el vino no es el único culpable.
Es una sensación muy particular siempre compartir uno, pero siempre muy disfrutable también, cosa que provocaba qué se perdiera en las sensaciones, y cerrase sus ojos para centrarse en el contacto, dulce contacto qué tanto ansíaba, y que no sabe si le hace entrar en calor, o si la cosa es que no debería servirse vino en un recipiente tan grande.
No lo sabe, y en este punto, ya es que ni le importa, hasta sus nervios habituales se van diluyendo gradualmente, fundiendose con el calor del momento, como de costumbre, acabando por dejar su real naturaleza cada vez más al descubierto.
Es aquí qué pensaba que deberían hacer esto mucho más seguido, es una sensación fácil de hechar de menos, y mientras no se le requiera para nada, piensa disfrutar el tiempo, de preferencia cada instante, mientras piensa eso, se separa de a poco.
Y casi de inmediato, se ruboriza.
Las frases cursis le tocan en un buen punto, ¿Qué puede decir?, de hecho tanto se acaba ruborizado qué va a ser difícil saber si el alcohol ya le está afectando o todavía no... Pero solo para darse un poquito de seguridad, procedería a pedir que rellenen su jarra con más vino.
Tú... También a mí...
Y luego procedería a beberse la segunda jarra, con tal de evitar que la vergüenza vuelva para asfixiarla, como si los nervios fueran alguna clase de veneno, y el vino el antídoto qué lo hace desaparecer de forma mágica.
Ahhhh.~
Suspiró, muy bien, está vez si se había pasado, empezaba a sentir que el calor de su cuerpo subía a ritmo constante, y empezaba a tener esa graciosa sensación qué juega con los sentidos, se le iba nublando la cabeza y pensaba menos las cosas que decía.
Está noche ha sido lo que he estado necesitando.~
Afirmó sin reparos de ninguna clase, tenía que soltarlo, luego de tanto caos, demonios, árboles, espíritus, y su maestro en problemas... Lo que necesitaba era algo así algo totalmente alejado de esas cosas.
Por eso hizo levitar su taburete con un murmullo y se apegó a Nicho, para acurrucarse primero... Pero siendo totalmente honesta consigo misma, no cree que queda quedarse solo en eso, o al menos no por mucho tiempo, pues cada vez sentía su cuerpo más caliente y piensa que el vino no es el único culpable.
Qué velocidad Lemoni, ya se había bebido la segunda copa de vino y yo apenas había dado un trago a la primera jarra de cerveza. No sé, no me apetecía mucho beber, solo disfrutar del afrutado sabor que se me había quedado. Y, qué mierda, no podía declararme si estaba entretenido en la cerveza. Aunque, a decir verdad, el alcohol podría ayudar a desinhibir, pero no era eso lo que quería, porque quería hablar desde el corazón y no desde el alcohol. No, no quería que me enturbiara la razón, aunque sí ayudarme. ¿Por qué me costaba tanto hablar en aquellas circunstancias? Era como tener un nudo entre el estómago y el corazón. -Sí. Yo también necesitaba una noche como esta, sin tener que estar … pensando. Solo estar. ¿Sabes? Sin más- Aproveché ese momento para beber un trago de cerveza, antes de que se calentara.
No esperaba que Lemoni se acercara con el taburete. Alcé mis brazos para crear el hueco para que ella se acurrucara. Sentí que se me encendían las mejillas, de nuevo. Pero envolví a Lemoni con mi brazo por encima de sus hombros, haciendo que la mano quedara libre. Paseé la yema del dedo por el brazo acariciándolo suavemente y froté suavemente mi mejilla por el pelo verde, donde finalmente dediqué un beso lento y luego dejé caer la cabeza sobre la de ella, aprovechando el apoyo de haberse acurrucado. -Tengo … ¿sabes? Tengo que confesarte algo. Eres la primera chica a la que beso- Quizás fuese demasiado humillante decirlo, pero era algo que necesitaba confesar, por si no sabía seguir bien los tiempos o si decía algo o no hacía hacia algo que hubiera que hacer en una primera cita. -Y estoy muy a gusto aquí, contigo-
No esperaba que Lemoni se acercara con el taburete. Alcé mis brazos para crear el hueco para que ella se acurrucara. Sentí que se me encendían las mejillas, de nuevo. Pero envolví a Lemoni con mi brazo por encima de sus hombros, haciendo que la mano quedara libre. Paseé la yema del dedo por el brazo acariciándolo suavemente y froté suavemente mi mejilla por el pelo verde, donde finalmente dediqué un beso lento y luego dejé caer la cabeza sobre la de ella, aprovechando el apoyo de haberse acurrucado. -Tengo … ¿sabes? Tengo que confesarte algo. Eres la primera chica a la que beso- Quizás fuese demasiado humillante decirlo, pero era algo que necesitaba confesar, por si no sabía seguir bien los tiempos o si decía algo o no hacía hacia algo que hubiera que hacer en una primera cita. -Y estoy muy a gusto aquí, contigo-
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Ya le estaba haciendo bastante efecto el vino... Supone que por algo es que normalmente se sirve en copas, tiene bastante alcohol y no es una gran idea tomarlo en tanta cantidad por rico qué sea... Que la verdad, también hay que decir que el vino de ese sitio no es que sea muy bueno...
Pero en este punto se vuelve obvio que no lo bebe por el sabor, lo que busca es que sus pensamientos se nublen. Y de esa forma, precisamente, no veré obligada a pensar tanto, y poder estar más... Libre, libre de sus propios pensamientos.
Sí, exacto.~
Le agradaba qué parecía estar en su mismo canal, mientras que ella se acomodaba sobre él, ya demostrando sin tapujos sus ansias constantes de afecto, pues ya el alcohol había diluido la ansiedad qué normalmente evita qué esté constantemente pegada a alguien, y claro, esto se hizo más presente cuando sintió qué la acarició y besó.
Ahí alzó lentamente la mirada, ofreciéndole un gesto cariñoso, mientras una de sus manitas se elevaba para acariciarle el rostro, tenía la obvia intención se acercarse para volver a besarlo, pero lo siguiente que dijo, le sorprendió visiblemente, y le hizo dejar eso de lado un segundo.
¿En verdad?...
Parpadeó, con dificultades para creerlo.
No lo hubiera imaginado con lo guapo y genial qué eres...
Afirmó sin cortarse ni un poco, pues eso era lo que pensaba, y a su vez le hizo pensar en otra cosa, ¿Por qué los chicos más guapos y geniales qué conoce resultan no tener esa clase de experiencia? Siente qué vive en el mundo del revés, pero en fin, que ese no viene e aser el punto en este momento, el punto es que también debe decir.
Yo también... Sabes, al principio no sabía sí sería raro contactarte luego de tanta incomunicación... De hecho lo dudé varias veces... Pero ahora me alegro de haber decidido hacerlo.~
Confesó de paso algo ella también, estaba insegura de sí debería, pero al final ha resultado una velada mágica.
Pero en este punto se vuelve obvio que no lo bebe por el sabor, lo que busca es que sus pensamientos se nublen. Y de esa forma, precisamente, no veré obligada a pensar tanto, y poder estar más... Libre, libre de sus propios pensamientos.
Sí, exacto.~
Le agradaba qué parecía estar en su mismo canal, mientras que ella se acomodaba sobre él, ya demostrando sin tapujos sus ansias constantes de afecto, pues ya el alcohol había diluido la ansiedad qué normalmente evita qué esté constantemente pegada a alguien, y claro, esto se hizo más presente cuando sintió qué la acarició y besó.
Ahí alzó lentamente la mirada, ofreciéndole un gesto cariñoso, mientras una de sus manitas se elevaba para acariciarle el rostro, tenía la obvia intención se acercarse para volver a besarlo, pero lo siguiente que dijo, le sorprendió visiblemente, y le hizo dejar eso de lado un segundo.
¿En verdad?...
Parpadeó, con dificultades para creerlo.
No lo hubiera imaginado con lo guapo y genial qué eres...
Afirmó sin cortarse ni un poco, pues eso era lo que pensaba, y a su vez le hizo pensar en otra cosa, ¿Por qué los chicos más guapos y geniales qué conoce resultan no tener esa clase de experiencia? Siente qué vive en el mundo del revés, pero en fin, que ese no viene e aser el punto en este momento, el punto es que también debe decir.
Yo también... Sabes, al principio no sabía sí sería raro contactarte luego de tanta incomunicación... De hecho lo dudé varias veces... Pero ahora me alegro de haber decidido hacerlo.~
Confesó de paso algo ella también, estaba insegura de sí debería, pero al final ha resultado una velada mágica.
La respuesta, en forma de pregunta de Lemoni me sacó totalmente de onda, pues pasamos del momento acaramelado al aturdimiento total. Le miré confundido y supuse que me encendí como un semáforo en rojo, totalmente abochornado. Quizás era algo que no tendría que haberse dicho nunca, yo qué sabía. Para eso era mi primerita vez, en todos los aspectos. Me mordí el labio, asintiendo a la primera pregunta y bajando la mirada con la siguiente afirmación, sonriendo con incomodidad. Tampoco es que me considerase un adonis ni el tipo más genial del mundo pero… -… Gra… gracias…- Necesité bajar el calor de la vergüenza con un trago de algo fresco, la cerveza estaba que ni pintada en aquel momento, de modo que le di un buen refrescante trago.
De lo que me de cuenta es que era la segunda vez que me decía, en aquella velada, el tema de la incomunicación, de modo que finalmente necesitaba saciar mi curiosidad -¿Raro por qué? Han pasado muchas cosas, es normal no haber sacado tiempo. A mí me alegra que al final te atrevieras, yo soy un poco desastre en general- Respondí con sinceridad, porque yo con tantas cosas se me hubiera olvidado y seguramente el siguiente encontronazo con Lemoni hubiera sido en otra clase de Adael. Lo que me hizo acordarme que… -De lo que yo no me he olvidado es que te debía un baile- Me terminé lo que quedaba en la jarra de un trago y me levanté del taburete -Y estoy pensando que es el mejor momento para cobrarme la deuda saldada- Extendí la mano para que se apoyara y pudiera ponerse de pie conmigo, antes de que la segunda copa de vino hiciera mayores efectos, llevándola hasta el centro de la sala.
-¡Vamos a darle un poco de ambiente a este muermo de bar- Y conjuré la guitarra para que se pudiera en funcionamiento ella solita, que la tenía muy bien enseñada a ella. El resto de la instrumentalización se la pondríamos cantando.
~ains me encanta este señor
De lo que me de cuenta es que era la segunda vez que me decía, en aquella velada, el tema de la incomunicación, de modo que finalmente necesitaba saciar mi curiosidad -¿Raro por qué? Han pasado muchas cosas, es normal no haber sacado tiempo. A mí me alegra que al final te atrevieras, yo soy un poco desastre en general- Respondí con sinceridad, porque yo con tantas cosas se me hubiera olvidado y seguramente el siguiente encontronazo con Lemoni hubiera sido en otra clase de Adael. Lo que me hizo acordarme que… -De lo que yo no me he olvidado es que te debía un baile- Me terminé lo que quedaba en la jarra de un trago y me levanté del taburete -Y estoy pensando que es el mejor momento para cobrarme la deuda saldada- Extendí la mano para que se apoyara y pudiera ponerse de pie conmigo, antes de que la segunda copa de vino hiciera mayores efectos, llevándola hasta el centro de la sala.
-¡Vamos a darle un poco de ambiente a este muermo de bar- Y conjuré la guitarra para que se pudiera en funcionamiento ella solita, que la tenía muy bien enseñada a ella. El resto de la instrumentalización se la pondríamos cantando.
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Lemóni Cefiadis
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Ella por su parte, es capaz de notar qué Nicho se ha puesto avergonzado, cosa que honestamente se le hace absolutamente adorable, ya que ella misma entiende muy bien esa sensación de avergonzarse cuando dicen algo bueno de tí, y en su estado etílico actual se le hace algo de lo más tierno.
Gracias a tí.~
Se le abrazó, y ahora sí que le a dado un beso, aunque sea solo en la mejilla, mientras emitía una risita, estando totalmente distendida por obra de la embriaguez, su vergüenza se ha ido pero el rubor permanece, aunque ahora mismo el alcohol es el único culpable.
Ohhhh... Porque normalmente siempre tengo dudas de que alguien quiera verme, y no los esté molestando.~
Y mayor prueba de que está hasta arriba es que lo dice como si fuera cualquier cosa, y además prosigue la conversación.
Ehé, yo también... Y también me alegra haberlo hecho.~
De hecho se va a pedir otra de esas jarras de vino qué la han dejado tal y como está, pero entonces es que Nicho ha mencionado lo del baile, y es cierto, todavía no bailan, y parece que tampoco lo han hecho en la fiesta, o eso supone.
Seguro.~
Entonces procedió a ponerse de pie... Y a sonreír al ver a ese instrumento tocarse solo, es que es algo tan genial, que ella no podría hacer, tal vez algún día... Pero por el momento.
Salgo, vente a tomar algo.~
Tráete una canción.~
Por si todo sale bien.~~
Ultima frase que dijo con un poción más de picardía antes de que sus movimientos comenzaran a tomar ritmo, y comenzara a bailar con Nicho, está vez no se lanzaría sola la canción, quería compartirla con él.
Gracias a tí.~
Se le abrazó, y ahora sí que le a dado un beso, aunque sea solo en la mejilla, mientras emitía una risita, estando totalmente distendida por obra de la embriaguez, su vergüenza se ha ido pero el rubor permanece, aunque ahora mismo el alcohol es el único culpable.
Ohhhh... Porque normalmente siempre tengo dudas de que alguien quiera verme, y no los esté molestando.~
Y mayor prueba de que está hasta arriba es que lo dice como si fuera cualquier cosa, y además prosigue la conversación.
Ehé, yo también... Y también me alegra haberlo hecho.~
De hecho se va a pedir otra de esas jarras de vino qué la han dejado tal y como está, pero entonces es que Nicho ha mencionado lo del baile, y es cierto, todavía no bailan, y parece que tampoco lo han hecho en la fiesta, o eso supone.
Seguro.~
Entonces procedió a ponerse de pie... Y a sonreír al ver a ese instrumento tocarse solo, es que es algo tan genial, que ella no podría hacer, tal vez algún día... Pero por el momento.
Salgo, vente a tomar algo.~
Tráete una canción.~
Por si todo sale bien.~~
Ultima frase que dijo con un poción más de picardía antes de que sus movimientos comenzaran a tomar ritmo, y comenzara a bailar con Nicho, está vez no se lanzaría sola la canción, quería compartirla con él.
Correspondí al abrazo de Lemoni agradándome mucho su beso, que fuera en la mejilla se me hacía mucho más entrañable que si hubiera sido en los labios. Porque… no sé, me hacía sentir querido, enternecedor y no, sencillamente, deseado. Para eso hay otras formas de poder satisfacerse. Pero para compartir necesitas dos personas, como mínimo.
-¿Y por qué alguien no iba a querer verte? A mí me pareces muy agradable, me gusta pasar tiempo contigo. No sé por qué nadie iba a no querer hacerlo, a decir verdad. ¿Es porque alguien te ha dicho algo alguna vez? De ser así, ¡no tiene gusto ninguno! - Al menos aclararon aquello de que yo era un desastre (OFF y sin tiempo para vivir) pero no era porque no quisiera, sino porque siempre andaba en otras cosas. Trataría de ser más responsable al respecto. Me lo marcaría como… objetivo de fin de año. Eso. Sí. Me parecía algo fácil y la recompensa era mucho mejor que los deberes que mandaban en clase.
-Pues entonces vamos a disfrutar un rato. ¡Que la magia de tus ojos me hace ver, que la vida es una canción! ¡Que la magia de tus labios me habla de Peter Pan y de rock and roll!- Aproveché el puente musicar para bailotear con ella, tendiéndole la mango y rodando a su alrededor. En verdad, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, solo… divertirnos. Pasarlo bien. Desconectar. Fundirse con el calor que nos rodea. Hacer nacer la llama
Alguien gritó y volví al mundo real -Mierda, ¡fuego!- ¿Habíamos sido nosotros? Parecía.... que sí.
Dados:
Éxito: no pasa nah con el fuego
Fallo: la cosa está que arde (literalmente)
-¿Y por qué alguien no iba a querer verte? A mí me pareces muy agradable, me gusta pasar tiempo contigo. No sé por qué nadie iba a no querer hacerlo, a decir verdad. ¿Es porque alguien te ha dicho algo alguna vez? De ser así, ¡no tiene gusto ninguno! - Al menos aclararon aquello de que yo era un desastre (OFF y sin tiempo para vivir) pero no era porque no quisiera, sino porque siempre andaba en otras cosas. Trataría de ser más responsable al respecto. Me lo marcaría como… objetivo de fin de año. Eso. Sí. Me parecía algo fácil y la recompensa era mucho mejor que los deberes que mandaban en clase.
-Pues entonces vamos a disfrutar un rato. ¡Que la magia de tus ojos me hace ver, que la vida es una canción! ¡Que la magia de tus labios me habla de Peter Pan y de rock and roll!- Aproveché el puente musicar para bailotear con ella, tendiéndole la mango y rodando a su alrededor. En verdad, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo, solo… divertirnos. Pasarlo bien. Desconectar. Fundirse con el calor que nos rodea. Hacer nacer la llama
Alguien gritó y volví al mundo real -Mierda, ¡fuego!- ¿Habíamos sido nosotros? Parecía.... que sí.
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El miembro 'Nichollas Simon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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