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Recuerdo del primer mensaje :
Hay más de 15 cubículos separados y privados. No tienen bañera, sólo ducha.
Shinobu Oshino
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Adele respondió ante mi saludo y observé su expresión. Me miraba de forma expectante, cosa extraña en una mujer difícil de sorprender, mientras me regeneraba. Me reí sutilmente ante su comentario. -No te confundas, Adele, ningún vampiro que conozca puede hacer lo que acabas de ver - Me crují sonoramente las manos y el cuello, intentado que mi sangre empezase a fluir con propiedad.
Aquello del bloqueo de magia tenía sentido, además que después todo el tiempo que ocupa buscar y reunir las cenizas suficientes, un lío todo. Pensaba en aquel tiempo que estuve viajando por dimensiones al no estar la mágica y de haber conocido a un hombre llamado Jean, que me contó algunas cosas sobre sus excompañeros descendientes.
-Ya veo. No es la primera vez que vengo a la isla Ouroboros. Además esos descendientes no son nada del otro mundo. Algunos casi que son fáciles de matar - No pude evitar una malévola sonrisa al recordar cuando tiramos por el borde de la isla a aquella descendiente. Nosequé Paracelso se llamaba, a quién le importaba.
Me acerqué a ella lentamente y cogí su mano con la que había puesto su sangre en las cenizas - No va a hacer falta, tu preciada y pura sangre mágica me ha permitido esta regeneración, consérvala, es demasiado valiosa - Inspiré profundamente su aroma y chasqueé los dedos, intentando crear un fuego curativo pero que solo aparecieron unas chispas de colores. -He perdido bastante de mi magia en aquel limbo...- Solté con un suspiro, por lo que pasé mi dedo por la herida de Adele y usé la disciplina de Vicisitud para cerrarla, quedando como si hubiese quedado cosida. -Vámonos de este asqueroso aseo y cuéntame lo que me he perdido. Oh, y saquemos a Rybar de dondequiera que esté -
Aquello del bloqueo de magia tenía sentido, además que después todo el tiempo que ocupa buscar y reunir las cenizas suficientes, un lío todo. Pensaba en aquel tiempo que estuve viajando por dimensiones al no estar la mágica y de haber conocido a un hombre llamado Jean, que me contó algunas cosas sobre sus excompañeros descendientes.
-Ya veo. No es la primera vez que vengo a la isla Ouroboros. Además esos descendientes no son nada del otro mundo. Algunos casi que son fáciles de matar - No pude evitar una malévola sonrisa al recordar cuando tiramos por el borde de la isla a aquella descendiente. Nosequé Paracelso se llamaba, a quién le importaba.
Me acerqué a ella lentamente y cogí su mano con la que había puesto su sangre en las cenizas - No va a hacer falta, tu preciada y pura sangre mágica me ha permitido esta regeneración, consérvala, es demasiado valiosa - Inspiré profundamente su aroma y chasqueé los dedos, intentando crear un fuego curativo pero que solo aparecieron unas chispas de colores. -He perdido bastante de mi magia en aquel limbo...- Solté con un suspiro, por lo que pasé mi dedo por la herida de Adele y usé la disciplina de Vicisitud para cerrarla, quedando como si hubiese quedado cosida. -Vámonos de este asqueroso aseo y cuéntame lo que me he perdido. Oh, y saquemos a Rybar de dondequiera que esté -
Permanecí cruzada de brazos mientras la vampira se crujía los huesos, arqueando una ceja con escepticismo al escuchar eso de que ningún otro vampiro podía hacer lo que ella acababa de hacer. Se creía especial o algo, los suyos solían ser unos engreídos. - Entonces te enviaremos a ti a todas las misiones con riesgo, que mira qué bien te regeneras, qué maravilla, menuda facilidad. - concluí con tono falsamente jovial, sonriendo de lado cuando mencionó eso de que los Descendientes eran fáciles de matar. Recordaría lo que hice, de no ser por el "apaño" que me hizo Rybar.
- Es más fácil tirárselos. Aunque luego no quieran reconocer bastardos. - hice un sonido de indignación, aunque me sentí ciertamente halagada por lo de mi valiosa sangre mágica. - Por supuesto. Familia de sangre limpia de muchas generaciones. Nada de mezclas con humanos, o descendientes de humanos. - seguro que beber sangre de humano debía resultarle tan asqueroso como beber ron Almirante. Extendí mi mano para observar la facilidad con que Shinobu cerraba la herida que me había hecho yo misma para darle sangre. En cuestión de segundos quedó como nueva.
- Ya recuperarás la magia. Necesitamos agruparnos de nuevo, y que Rybar deje de hacer el imbécil. - me encaminé con Shino a la salida de los baños, empezando a contarle con detalle todo lo que se había perdido. No tardamos en abandonar el lugar, marchándonos de allí para ir a por Rybar y de paso enterarnos de todo lo que se estaba cociendo en la isla, que no era poco.
- Es más fácil tirárselos. Aunque luego no quieran reconocer bastardos. - hice un sonido de indignación, aunque me sentí ciertamente halagada por lo de mi valiosa sangre mágica. - Por supuesto. Familia de sangre limpia de muchas generaciones. Nada de mezclas con humanos, o descendientes de humanos. - seguro que beber sangre de humano debía resultarle tan asqueroso como beber ron Almirante. Extendí mi mano para observar la facilidad con que Shinobu cerraba la herida que me había hecho yo misma para darle sangre. En cuestión de segundos quedó como nueva.
- Ya recuperarás la magia. Necesitamos agruparnos de nuevo, y que Rybar deje de hacer el imbécil. - me encaminé con Shino a la salida de los baños, empezando a contarle con detalle todo lo que se había perdido. No tardamos en abandonar el lugar, marchándonos de allí para ir a por Rybar y de paso enterarnos de todo lo que se estaba cociendo en la isla, que no era poco.
Los preparativos para irnos a la misión de localizar al androide estaban casi listos, aunque me faltaba saber si Sayid había solucionado lo suyo del Consejo. No tenía mucha idea de lo que estaba pasando, pero sonaba a asuntos internos de Descendientes. De Thalos sabía que quedaríamos en unas horas para marcharnos, y de la Brigada más o menos lo mismo, que nos reuniríamos en el mercado.
Aproveché el tiempo que tenía antes para hacer esa sesión de entrenamiento que le había prometido a Justin hace mucho tiempo, una de tantas que le debía. Fuimos al campo de entrenamiento de la isla para empezar a enseñarle lo básico en el manejo de la espada. El pobre estaba algo cansado por las jornadas maratonianas haciendo pociones en el hospital, así que no duramos más allá de una hora. Al menos pudimos pasar algo de tiempo juntos. Acompañé a mi ahijado de vuelta al piso de Jo, donde se quedó al cargo de Nyara hasta que su madre volviese. Podría haberme quedado allí a ducharme, pero ya era demasiada invasión de una casa que no sentía como mía. Regresé al edificio Ouroboros a por ropa para cambiarme después del entrenamiento, yendo después a la zona de duchas comunes de la zona de la academia. Por el camino envié un mensaje mental a Thalos avisando de que nos veíamos en un par de horas, otro a Sayid para saber si le quedaba mucho por resolver su asunto, y finalmente uno a Victorya para saber qué andaba haciendo y diciéndole por dónde estaba yo. En teoría debía estar trabajando con Gio y Tesla en temas tecnológicos, así que supuse que sería mejor que se quedase aquí en vez de venir a la misión.
Aproveché el tiempo que tenía antes para hacer esa sesión de entrenamiento que le había prometido a Justin hace mucho tiempo, una de tantas que le debía. Fuimos al campo de entrenamiento de la isla para empezar a enseñarle lo básico en el manejo de la espada. El pobre estaba algo cansado por las jornadas maratonianas haciendo pociones en el hospital, así que no duramos más allá de una hora. Al menos pudimos pasar algo de tiempo juntos. Acompañé a mi ahijado de vuelta al piso de Jo, donde se quedó al cargo de Nyara hasta que su madre volviese. Podría haberme quedado allí a ducharme, pero ya era demasiada invasión de una casa que no sentía como mía. Regresé al edificio Ouroboros a por ropa para cambiarme después del entrenamiento, yendo después a la zona de duchas comunes de la zona de la academia. Por el camino envié un mensaje mental a Thalos avisando de que nos veíamos en un par de horas, otro a Sayid para saber si le quedaba mucho por resolver su asunto, y finalmente uno a Victorya para saber qué andaba haciendo y diciéndole por dónde estaba yo. En teoría debía estar trabajando con Gio y Tesla en temas tecnológicos, así que supuse que sería mejor que se quedase aquí en vez de venir a la misión.
Llegó por una ducha temprano. A los malditos genios locos les iba bien en eso de trabajar toda la noche, pero ella no estaba acostumbrada. Malditos obsesivos. Pero debía admitir que cada noche era gratificante al final. Había un sinfín de situaciones que resultaban estimulantes. Aquella noche en particular había sobrevivido bastante bien sin café, pero había optado por la ducha para poner en orden sus ideas después de que su cerebro fue exprimido por Giordano y Tesla, que además se exasperaban en italiano, añadiéndole otro nivel de complejidad.
Llegó a los servicios comunes. Fue durante su tiempo bajo la ducha que recibió el mensaje de Johan. Le respondió solo lo esencial, pues ya le daría más señas de lo que estuvo haciendo después o por moneda. Se enfocó en su momento de relajación y, triste pero cierto, terminó por cerrar la llave del agua y terminar con todo aquello. Quitó el exceso de agua de su cabello con las manos, colocándose después la toalla alrededor del cuerpo antes de salir. Escuchaba gente afuera, pero en realidad nada de eso le preocupaba. Salió sin preocupación, caminando para salir de las duchas hacia los vestidores cuando la sonrisa zurcó su rostro. Por lo general era más fría con sus expresiones, incluso calculadora, pero no podía negar la coincidencia.
Se recargó en la esquina de una de las paredes cuando vio por fin a Johan, cruzando los brazos debajo del pecho y observándole divertida.- Vaya, no sabía que el mensaje iba con tanta urgencia. No tenías que seguirme hasta acá, ya iba a responderte.- Dijo en tono jocoso, observándole sin pena a pesar de encontrarse en desventaja por la poca vestimenta. Algunas gotas comenzaban a escurrir de su cabello sobre sus hombros.- ¿Qué tal ha ido todo? No he visto a nadie desde lo del toque de queda.
Llegó a los servicios comunes. Fue durante su tiempo bajo la ducha que recibió el mensaje de Johan. Le respondió solo lo esencial, pues ya le daría más señas de lo que estuvo haciendo después o por moneda. Se enfocó en su momento de relajación y, triste pero cierto, terminó por cerrar la llave del agua y terminar con todo aquello. Quitó el exceso de agua de su cabello con las manos, colocándose después la toalla alrededor del cuerpo antes de salir. Escuchaba gente afuera, pero en realidad nada de eso le preocupaba. Salió sin preocupación, caminando para salir de las duchas hacia los vestidores cuando la sonrisa zurcó su rostro. Por lo general era más fría con sus expresiones, incluso calculadora, pero no podía negar la coincidencia.
Se recargó en la esquina de una de las paredes cuando vio por fin a Johan, cruzando los brazos debajo del pecho y observándole divertida.- Vaya, no sabía que el mensaje iba con tanta urgencia. No tenías que seguirme hasta acá, ya iba a responderte.- Dijo en tono jocoso, observándole sin pena a pesar de encontrarse en desventaja por la poca vestimenta. Algunas gotas comenzaban a escurrir de su cabello sobre sus hombros.- ¿Qué tal ha ido todo? No he visto a nadie desde lo del toque de queda.
Al entrar a los servicios escuché correr el agua de alguna de las duchas, pero no hice mucho caso porque casi siempre solía haber alguien usando los aseos. Busqué otra ducha apartada de esa, cogiendo una banqueta para dejar la toalla y la ropa. Iba a abrir el grifo antes de cambiarme, comenzando por quitarme las botas, pero una voz a mis espaldas hizo que me girase de repente tras dejar el calzado por el suelo. Allí estaba Victorya, recién salida de la ducha y como si le pareciese divertida la situación. No pareció darle corte, al contrario. Solté un sonido por lo bajo, como si también me hiciese gracia el encuentro. Últimamente siempre llegaba cuando salían de la ducha, igual que con Jo el último día. Parecía una señal de...de algo.
- Qué va, no te he seguido. Ni sabía que estabas aquí. - protesté como si me diese igual, alzando los hombros. - Es que suelo ducharme de vez en cuando y esas cosas.- comenté con cierto sarcasmo, acercándome un par de pasos más a ella. De manera inconsciente me quedé mirando un instante las gotas que escurrían por su piel, hasta que volví a alzar la mirada hasta su cara. Enseguida reaccioné para contestar a su pregunta, aunque había poco que contar.
- La verdad es que yo tampoco, desde la reunión que convocaron los Descendientes para actuar contra S.A.M. Iba a marcharme pronto a buscar al androide. Esta semana no hice mucho...cuidar de la niña. ¿Qué tal has estado tú? ¿has estado trabajando con Giordano y Markus? - no sabía si querría venir o no a la misión, pero seguía pensando que lo mejor para ella era quedarse. Cuanta menos gente en riesgo, mejor.
- Qué va, no te he seguido. Ni sabía que estabas aquí. - protesté como si me diese igual, alzando los hombros. - Es que suelo ducharme de vez en cuando y esas cosas.- comenté con cierto sarcasmo, acercándome un par de pasos más a ella. De manera inconsciente me quedé mirando un instante las gotas que escurrían por su piel, hasta que volví a alzar la mirada hasta su cara. Enseguida reaccioné para contestar a su pregunta, aunque había poco que contar.
- La verdad es que yo tampoco, desde la reunión que convocaron los Descendientes para actuar contra S.A.M. Iba a marcharme pronto a buscar al androide. Esta semana no hice mucho...cuidar de la niña. ¿Qué tal has estado tú? ¿has estado trabajando con Giordano y Markus? - no sabía si querría venir o no a la misión, pero seguía pensando que lo mejor para ella era quedarse. Cuanta menos gente en riesgo, mejor.
Esperó con paciencia a que el moreno se diera la vuelta. Normalmente llegaba justo a tiempo a donde fuera, pero aquel día había llegado demasiado antes. Él continuaba vestido, que decepción.- Claro, claro, coincidencias nada más, dicen que es bueno para la salud aunque algunos opinan que debe ser diario.- Dijo con ironía. pretendía divertirse a pesar de la situación en la que, sorprendentemente, estaba más cómoda de lo que debería; Sobre todo cuando él se acercó. Si bien, todo aquello no estaba presupuestado, no pudo ni quiso evitar la sonrisa astuta al darse cuenta cómo la mirada de Johan se perdía en su cuerpo. De alguna manera, resultaba obvio que el contrario ya no le estaba viendo a los ojos. Debía admitir que aquella toalla no era lo más corto con que le habían visto, por lo que supuso cierto fetiche de parte del contrario hacia los lugares públicos.-Quizás una ducha fría te venga bien...
Asintió suavemente a su explicación. Nyara, por supuesto.- Ya no sé si S.A.M. sea nuestro problema más agraviante. ¿A quién llevas contigo?- Murmuró mirando hacia la ducha abierta, donde el agua corría, quizás en espera de una temperatura más agradable.- Claro, escuché que había algún virus en el hospital.- Lo más seguro era que la guardería estuviera cerrada si había algo rondando gente sana.
He estado con ellos. Es difícil seguirles el ritmo cuando parece que dormir no les va mucho.- Susurró, pensando con desgana en lo que aún quedaba por probar en los supuestos que habían planteado contra S.A.M.
Asintió suavemente a su explicación. Nyara, por supuesto.- Ya no sé si S.A.M. sea nuestro problema más agraviante. ¿A quién llevas contigo?- Murmuró mirando hacia la ducha abierta, donde el agua corría, quizás en espera de una temperatura más agradable.- Claro, escuché que había algún virus en el hospital.- Lo más seguro era que la guardería estuviera cerrada si había algo rondando gente sana.
He estado con ellos. Es difícil seguirles el ritmo cuando parece que dormir no les va mucho.- Susurró, pensando con desgana en lo que aún quedaba por probar en los supuestos que habían planteado contra S.A.M.
Hice un gesto pasota a eso de las coincidencias, dibujando una leve sonrisa ladeada al escuchar eso de la ducha fría. ¿Era una indirecta? ¿se había dado cuenta de que había dejado de mirarla a los ojos por un momento? - No más duchas frías, gracias. Ya tuve bastantes de esas en la base de los renegados. Ahora sólo quiero gastar el agua caliente de los Descendientes. - me acerqué un poco más a ella, rozando su brazo con el dorso de mi mano como si quisiese quitar las gotas que caían. - Aunque... tú vas a coger frío si seguimos hablando aquí en medio del baño.- Terminé de bajar la mano tras retirar un poco el agua, sin retroceder de nuevo hacia atrás. Se me hacía algo raro eso de estar hablando de planes y misiones en medio de un baño, con ella recién salida de la ducha. Lo cierto es que me costaba un poco concentrarme y no pensar en lo particular de la situación. Para ese momento ya habían pasado 4 o 5 segundos de silencio.
- Iba a irme con Sayid y con Thalos. Aunque Sayid no estoy seguro. Ir a por S.A.M debería ser nuestra prioridad. Cualquier otro lío interno de la isla es nada comparado con esa máquina que se ha hecho con el mundo entero. - repliqué de manera vehemente señalando hacia la puerta, como refiriéndome a lo que nos estaba esperando ahí fuera. A veces me costaba entender las prioridades de los Descendientes. Ese torneo por el que algunos ni fueron a la Ciudadela, por ejemplo. Y ahora esto, que tenía la misma pinta de ser otro rollo sólo de Ouroboros, como si fueran el centro de todo. - Tenemos que hacer que este sitio deje de ser el único seguro del mundo, y no sabemos por cuánto tiempo lo será. - hice una pequeña pausa intentando no cabrearme con el tema, asintiendo a lo que dijo del hospital. Ya lo sabía por Jo, y me había comunicado con ella durante la semana para ver cómo iba y para informarle de cómo estaba nuestra hija. - Ya está controlado, al parecer. - me hizo gracia su comentario sobre lo difícil que era seguir a Giordano y a Markus, tenían pinta de ser ese tipo de chiflados genios que no dormían nunca.
- Al menos puedes intentar obtener de ellos información y conocimientos nuevos. Lo que sea que te convenga...sabes defenderte bien en cualquier situación y conseguir lo que quieres. -
- Iba a irme con Sayid y con Thalos. Aunque Sayid no estoy seguro. Ir a por S.A.M debería ser nuestra prioridad. Cualquier otro lío interno de la isla es nada comparado con esa máquina que se ha hecho con el mundo entero. - repliqué de manera vehemente señalando hacia la puerta, como refiriéndome a lo que nos estaba esperando ahí fuera. A veces me costaba entender las prioridades de los Descendientes. Ese torneo por el que algunos ni fueron a la Ciudadela, por ejemplo. Y ahora esto, que tenía la misma pinta de ser otro rollo sólo de Ouroboros, como si fueran el centro de todo. - Tenemos que hacer que este sitio deje de ser el único seguro del mundo, y no sabemos por cuánto tiempo lo será. - hice una pequeña pausa intentando no cabrearme con el tema, asintiendo a lo que dijo del hospital. Ya lo sabía por Jo, y me había comunicado con ella durante la semana para ver cómo iba y para informarle de cómo estaba nuestra hija. - Ya está controlado, al parecer. - me hizo gracia su comentario sobre lo difícil que era seguir a Giordano y a Markus, tenían pinta de ser ese tipo de chiflados genios que no dormían nunca.
- Al menos puedes intentar obtener de ellos información y conocimientos nuevos. Lo que sea que te convenga...sabes defenderte bien en cualquier situación y conseguir lo que quieres. -
Se mordió el labio inferior viendo aquella sonrisa tan extraña en él. Sí había algo ligeramente diferente en su actitud, ¿era el lugar, el ambiente?.- En ese caso, deberíamos empezar a tomar duchas más largas. Así les hacemos un poco más de gasto.- Murmuró con dobles intenciones, por ver si el moreno le captaba el chistesito. Justo entonces, la mirada indiscreta se volvió una caricia contenida. Bajó la vista hacia aquella mano que recorría su piel, jalando su cabello hacia el lado contrario para dejar descubierto su cuello, hombro y una pequeña parte de su pecho.- Hmmm, no. El frío es agradable después de la ducha. El agua estaba muy...- Dejó la frase detenida un momento mientras veía la mano del moreno deslizarse por su brazo. Con el rostro serio, levantó la mirada hacia la del moreno, terminando la oración en voz baja.- ...caliente.- La palabra quedó flotando entre ambos. La distancia ya era ínfima y la tensión se sentía como nunca antes. Su curiosidad científica no dejaba de buscar los por qué de todo mientras su mirada trataba de encontrar en los ojos del moreno todas las respuestas.
No parece un lío tan interno como crees, pero... S.A.M. nos mete a todos al mismo saco.- Ese no distinguiría a quien atacar en cuanto encontrara la isla. Ya habían gozado unas semanas de relativa tranquilidad. Solo esperaba que hubiera suficiente tiempo para terminar con las investigaciones y las pruebas. Con aquel comentario tan fatalista, colocó una de sus manos sobre el pecho del moreno, mirándole con comprensión, pues ella también entendía el sentimiento.- Sé que se siente como una lucha imposible. Como si estuvieras jalando solo con toda la situación, pero pronto lograremos nuestro cometido. Estamos muy cerca...- Susurró, al menos con la buena noticia de que la inminente pandemia estaba controlada. Si bien, el último comentario del moreno pretendía subirle el ánimo, solo alimentó su lado aventurero.- Sí, se me da bien conseguir lo que quiero.- Dijo en voz baja, comenzando a descender su mano con lentitud, deteniéndose unos segundos tortuosos en el vientre del moreno antes volver a subir.- También podría acompañarte, si me necesitas...
No parece un lío tan interno como crees, pero... S.A.M. nos mete a todos al mismo saco.- Ese no distinguiría a quien atacar en cuanto encontrara la isla. Ya habían gozado unas semanas de relativa tranquilidad. Solo esperaba que hubiera suficiente tiempo para terminar con las investigaciones y las pruebas. Con aquel comentario tan fatalista, colocó una de sus manos sobre el pecho del moreno, mirándole con comprensión, pues ella también entendía el sentimiento.- Sé que se siente como una lucha imposible. Como si estuvieras jalando solo con toda la situación, pero pronto lograremos nuestro cometido. Estamos muy cerca...- Susurró, al menos con la buena noticia de que la inminente pandemia estaba controlada. Si bien, el último comentario del moreno pretendía subirle el ánimo, solo alimentó su lado aventurero.- Sí, se me da bien conseguir lo que quiero.- Dijo en voz baja, comenzando a descender su mano con lentitud, deteniéndose unos segundos tortuosos en el vientre del moreno antes volver a subir.- También podría acompañarte, si me necesitas...
Dudé de si las insinuaciones y dobles sentidos estaban sólo en mi cabeza o si de verdad las estaba haciendo, porque conforme avanzaba la conversación iba notando cada vez más tensión. No era una tensión mala, como aquella que se produce con los silencios incómodos o cuando hay palabras hostiles. Era algo distinto, había demasiado implícito en cada gesto y palabra. Seguí con la mirada el movimiento de su pelo al dejar al descubierto el cuello, ya sin tratar de disimular que lo había hecho. Era difícil concentrarse en la conversación entre eso y el calor que emitía el vapor del agua caliente que empezaba a caer de la ducha. Traté de mirarla de nuevo a los ojos, aunque tardé un poco en responder a la conversación normal paralela que estábamos llevando. Si me dejaba llevar...no sabía hasta dónde podíamos llegar.
- Es lo que parecen no entender. Esto ya no se trata únicamente de luchas entre la Alianza y los renegados, o entre nosotros y los Blood... es algo que nos supera a todos.- un leve cosquilleo se apoderó de mi pecho cuando puso las manos sobre éste, aunque no fuese la primera vez que teníamos algo de contacto físico. Era más por la situación, por el contexto en el que nos encontrábamos. Ella parecía comprenderme, al igual que parecía entender lo solo que podías sentirte a veces intentando seguir adelante contra causas aparentemente perdidas.
- No sé si te lo he dicho antes, pero si no...te lo digo ahora. Gracias por estar ahí cuando hace falta. - me vino a la mente la huida de la CIudadela, cuando me protegió mientras yo hacia la protección mental. Alterné la mirada entre sus ojos y sus labios mientras aseguraba que obtenía lo que quería, conteniendo un instante la respiración mientras su mano volvía a subir desde mi vientre. Lo que pasó a continuación te sorprenderá fue puramente instintivo. Antes de poder darme cuenta, mis labios rozaron los suyos. Antes de pensar nada más, comencé a besarla mientras mi mano ascendía desde su espalda hasta su nuca.
- Es lo que parecen no entender. Esto ya no se trata únicamente de luchas entre la Alianza y los renegados, o entre nosotros y los Blood... es algo que nos supera a todos.- un leve cosquilleo se apoderó de mi pecho cuando puso las manos sobre éste, aunque no fuese la primera vez que teníamos algo de contacto físico. Era más por la situación, por el contexto en el que nos encontrábamos. Ella parecía comprenderme, al igual que parecía entender lo solo que podías sentirte a veces intentando seguir adelante contra causas aparentemente perdidas.
- No sé si te lo he dicho antes, pero si no...te lo digo ahora. Gracias por estar ahí cuando hace falta. - me vino a la mente la huida de la CIudadela, cuando me protegió mientras yo hacia la protección mental. Alterné la mirada entre sus ojos y sus labios mientras aseguraba que obtenía lo que quería, conteniendo un instante la respiración mientras su mano volvía a subir desde mi vientre. Lo que pasó a continuación te sorprenderá fue puramente instintivo. Antes de poder darme cuenta, mis labios rozaron los suyos. Antes de pensar nada más, comencé a besarla mientras mi mano ascendía desde su espalda hasta su nuca.
Encontró claramente el camino que recorrieron sus ojos desde su cabello hasta su cuello descubierto. Aquella mirada era signo inequívoco de que algo estaba despertando. Se encontraba en aquel trance justo antes de que el erotismo se convirtiera en lujuria. De alguna manera, estaban logrando una conversación más o menos coherente a pesar de la situación.- No, ya no se trata de eso. Todo parece... inevitable.- Susurró cerca de su rostro, con lo que alcanzó a escuchar y sentir las reacciones que el contrario tenía ante el contacto de su mano. Una vez más, su mano bajó por su vientre hasta llegar a la hebilla de su cinturón, ya ambos demasiado cerca del otro como para pedir tiempo. El agradecimiento le sacó una sonrisa de los labios, cubriéndolos el índice de su mano libre, subiendo y bajando de la barbilla a su cuello. No respondió. No hizo falta.
Sus labios se encontraron a mitad de camino. No había fiereza en aquel beso, pero si anhelo al sentir como su mano recorría su espalda. Sintió la desigualdad entre sus condiciones, con lo que bajó las manos hasta su vientre, aprovechando para colarse por debajo de su camiseta. Una de sus manos se quedó aferrada a su costado mientras la otra exploraba hacia el norte; cuidadosa de recorrer cada centímetro de su piel con las yemas de los dedos. El contacto era menos que una caricia, usando incluso las puntas de las uñas para crearle una sensación agradable. La falta de cuidado hizo que, poco a poco, la toalla comenzara a deslizarse hacia abajo. Soltó un jadeo separándose un milímetro al darse cuenta, alcanzando a atraparla en el último instante, justo antes de que el nudo que la estrechaba contra su cuerpo se deshiciera por completo. Ahora, su mano apretada contra su pecho era lo único que detenía aquella pieza. Se relamió los labios un segundo antes de volver a besarle, tirando de él de su camisa para acercarlo a ella, caminando hacia atrás hasta que su espalda estuvo encontrada con una columna de frío mármol, donde tiró de él con fuerza para acercarle.
Sus labios se encontraron a mitad de camino. No había fiereza en aquel beso, pero si anhelo al sentir como su mano recorría su espalda. Sintió la desigualdad entre sus condiciones, con lo que bajó las manos hasta su vientre, aprovechando para colarse por debajo de su camiseta. Una de sus manos se quedó aferrada a su costado mientras la otra exploraba hacia el norte; cuidadosa de recorrer cada centímetro de su piel con las yemas de los dedos. El contacto era menos que una caricia, usando incluso las puntas de las uñas para crearle una sensación agradable. La falta de cuidado hizo que, poco a poco, la toalla comenzara a deslizarse hacia abajo. Soltó un jadeo separándose un milímetro al darse cuenta, alcanzando a atraparla en el último instante, justo antes de que el nudo que la estrechaba contra su cuerpo se deshiciera por completo. Ahora, su mano apretada contra su pecho era lo único que detenía aquella pieza. Se relamió los labios un segundo antes de volver a besarle, tirando de él de su camisa para acercarlo a ella, caminando hacia atrás hasta que su espalda estuvo encontrada con una columna de frío mármol, donde tiró de él con fuerza para acercarle.
- +18:
- Mi atrevimiento no fue rechazado ni había malinterpretado las señales que habían ido surgiendo.Ella correspondió a aquel primer beso como si fuese lo más natural del mundo, dando el siguiente paso para meter sus manos por debajo de mi camiseta. El tacto de su piel sobre la mía hizo que me recorriese una especie de escalofrío, no tenía muy claro si porque ella aún estaba fresca de la ducha o por la expectativa de la situación. Apenas me separé unos centímetros de sus labios ante ese jadeo por la inminente caída de toalla, dedicando una mirada interesada hacia la mano que sostenía sobre su escote, lo único que impedía que quedase su cuerpo quedase al descubierto. ¿Era pudor tal vez? ¿o parte del juego de un tira y afloja?
Aquello me seguía manteniendo en tensión a pesar de que hubiésemos roto el hielo. Me encontré besándola nuevamente y con más ímpetu que en el primer intento, como si hubiese perdido el control de lo que se suponía que debía o no debía hacer. Ella tiró de mí hasta una columna contra la que quedó de espaldas, mientras profundizaba el beso y una de mis manos se enredaba en su cabello. La otra descendió desde su cintura hasta nalgas, donde apreté con firmeza y ganas al encontrar el camino por debajo de la toalla.
En un momento dado la alcé del suelo tomándola con ambas manos por las caderas, girando con ella para apoyarla sobre el lavabo. - Y eso también es inevitable...- comenté con media sonrisa mirándola a los ojos, refiriéndome a que la toalla acabaría cayendo. Me quité la camiseta con premura porque yo todavía seguía totalmente vestido, la ropa ya empezaba a sobrarme y cada vez tenía más calor. Para ese momento el espejo estaba ya empañado por el vapor de agua de la ducha que me había dejado abierta. Busqué su cuello para besarlo de modo descendente hasta la clavícula, acariciando a la vez el muslo para ir recorriendo poco a poco la cara interna de éste.
- Spoiler:
Los besos llevaban en su centro una urgencia que apremiaba con el tiempo. Entre esos y las caricias que el contrario hacía con sus manos, no creía que hubiera un descanso hasta que ambos hubieran saciado su necesidad del otro. Su mirada era lo más hipnotizante, pues en ella veía sus deseos y la clara lujuria con la que necesitaba hacerse de su cuerpo. Su falsa timidez no pasó desapercibida por el contrario, que mientras clavaba la mirada en su pecho podía sentirla en su piel. Sin embargo, era muy claro que la toalla ya estorbaba pues el moreno se abrió camino por el otro extremo.
Soltó un sonido sensual al sentirse alzada del suelo y cargada hasta el lavabo. Lo examinó un segundo y llegó a la conclusión de que no le iba a importar si este soportaría su peso o no. Para su sorpresa, cuando regresó la mirada a Johan, este mostraba una sonrisa animada que le desarmó. No era fácil bajar las defensas, mas solo había una cosa en su cabeza: tenía que dejarse poseer.
Con su mirada recorrió el cuerpo del moreno mientras se quitaba la camiseta. No recordaba haberle visto de aquel modo antes, y tampoco recordaba haberle visto tan desbocado. Se mordió el labio inferior cuando el moreno atacó su cuello, tirando la cabeza hacia atrás, dándole fácil acceso a su cuerpo. Por sus jadeos, era fácil adivinar que estaba ya preparada para lo que viniera, aún cuando por reflejo, cerró las piernas al sentir la mano del contrario subir. Al instante las subió hasta la cadera del moreno, rodeándolo con ellas, presa del deseo de tenerlo tan cerca.
Mientras los labios del contrario descendía por su cuerpo, hubo una decisión tomada. Su mano se aflojó finalmente, soltando la toalla que cogía con celo para elevar ambas manos por detrás de la cabeza del moreno. Con ellas, le animaba a seguir explorando mientras se enredaban en su cabello, impidiéndole retirarse. La toalla no cayó de inmediato de su cuerpo, sino que se tomó su tiempo, deshaciéndose el nudo y luego bajando por su torso lentamente hasta caer a los lados del lavabo. Arqueó ligeramente la espalda, dándole fácil acceso al moreno para tomar su cuerpo a voluntad.- Y eso también es inevitable...- Repitió sus palabras con exactitud con la misma sonrisa que él había esbozado unos momentos atrás, refiriéndose a lo que quedaba de la ropa de ambos. Una de sus manos bajó por sus hombros y su costado con lentitud hasta llegar a aquel lugar por debajo del cinturón donde se comenzaba a apreciarse el resultado de los preliminares mientras le acariciaba por encima de las prendas, prueba contundente y palpable de su disposición.
- +18:
- El camino por la cara interna de su muslo se vio detenido un momento cuando ella cerró las piernas, aunque la pausa apenas duró un instante porque enseguida se aferró con ambas piernas a mi cadera para rodearla. La cercanía y el roce hacían que nuestros cuerpos demandasen cada vez más. Al principio había sido sólo un beso, pero la mecha había prendido rápido y su avance resultaba ya imparable. No podía pensar, o no quería pensar. Puede que fuese la atracción que había entre ambos desde hacía ya algún tiempo, la situación, o puede que también tuviese que ver con que no había estado con nadie desde hacia ya cerca de cuatro años. En cualquier caso el instinto mandaba, y ella también parecía dar salida a aquella tensión intermitente en el tiempo.
La mano que sujetaba la toalla por fin la soltó, haciendo que ésta cayese despacio para revelar su desnudez. - En ese caso...mereció la pena la espera. - susurré ante la visión de su cuerpo al completo, que incrementó aún más un deseo que era cada vez más apremiante. Demostré aquello deslizando mis dedos desde su abdomen hasta uno de sus pechos para acariciarlo, tomándolo después para abarcarlo con mi mano mientras ella arqueaba el cuerpo ligeramente hacia atrás. Comencé con un intenso beso en sus labios para ir bajando hasta su escote, ahora ya libre al no haber tela alguna.
Me recreé explorando su cuerpo y descubriendo cada nueva curva al descubierto. Recorrí su piel con mi boca, dejando alguna que otra marca en su cuerpo y dedicando atenciones allá donde fuese placentero. Cuando su mano bajó, me detuve un momento para decirle con la mirada que siguiera adelante. El corazón me iba a mil y quería más. La imperiosa necesidad de despojarse toda prenda hizo que en cuestión de segundos y ayudado por ella me quitase la poca ropa que aún llevaba, quedando por fin los dos en igualdad de condiciones. Los juegos previos habían sido intensos, y ya estábamos ambos más que preparados. Le sostuve la mirada en el instante en que moví mi cadera contra su cuerpo, entrando en ella y sujetando con firmeza sus caderas con ambas manos. Me aseguré de que estuviera bien antes de seguir, atendiendo a su expresión. Pronto comenzó la danza en forma de un rítmico vaivén que iba in crescendo, mientras la lujuria daba paso a una intensidad mayor. En algún momento acabé por levantarla del lavabo para llevármela a la ducha que teníamos justo detrás, metiéndonos bajo el agua a la par que hacía una maniobra para
empotrarla contra la pared. Los movimientos se intensificaron conforme nos aproximábamos al límite, que acabó con un último empuje. Dejé escapar un sonido de placer justo cuando llegué al clímax, sintiendo una descarga recorrer mi cuerpo antes de terminar. Apoyé mi frente sobre su hombro mientras recuperaba el ritmo de respiración poco a poco, permaneciendo así unidos aún un poco más.
- Spoiler:
- Le miró con deseo cuando las palabras salieron de su boca. El hecho de que todo le hubiese valido la pena fue suficiente para incendiar una pasión que había dejado contenida, por si el contrario en algún instante le daba por parar. Permitió abiertamente que sus manos y labios recorrieran su cuerpo con libertad, procurándole acceso a todas sus formas. No pudo sino incrementar su deseo cuando su cuerpo quedó marcado por sus labios, haciéndolo todo a su manera, como tanto tiempo lo había esperado. Si bien nunca se había permitido fantasear con aquel momento, era mucho mejor de lo que alguna vez había imaginado.
En el instante en que sus cuerpos finalmente se encontraron, un profundo suspiro inundó el aire, mirándole con intensidad en súplica para que siguiera, para que no se detuviera nunca. Si aquel primer contacto había sido exquisito, los que siguieron le hicieron sentir en un planeta distinto. Se mantuvo unos minutos con los ojos cerrados, disfrutando inmensamente del momento. De alguna manera nunca creyó que el moreno frente a ella fuera capaz de alcanzar aquel ritmo y demostrar pasión tal.
No pudo evitar soltar un pequeño grito con su nombre cuando el contrario la sorprendió levantándola del suelo y trasladándola a la ducha. Se sujetó de él con fuerza, besándole en el trayecto, que por culpa suya fue más largo de lo que debía. Permitió que tomara la posición con la que mejor se sentía, colocando una mano en la pared y una tras el cuello del moreno para tener una firmeza constante. A medida que sentía cada embate llegar a lugares insospechados. Fue entonces, tan cerca de la cima que se dio cuenta que no estaba siendo tan silenciosa como creía, pues al crecer en riqueza las sensaciones de su cuerpo, también así lo hacía el sonido que salía desde su pecho, que iban desde el nombre del moreno hasta sonidos de placer. Después de un rato en el borde, finalmente cayeron juntos en aquella deliciosa y sulfurante etapa, que se extendió en su cuerpo mucho después de que el encuentro terminara.
Se mantuvieron bajo la ducha por momentos que parecieron larguísimos mientras el alma les volvía al cuerpo y podían de nuevo recuperar el aliento. Giró para hacerle frente y abrazó la cabeza del moreno contra su hombro, permitiéndole que continuara su descanso mientras el agua caía sobre sus cuerpos desnudos. No fue ella la primera en hablar, mas cuando se sintieron más capaces de estar de pie por sí mismos, ayudó al contrario a ducharse con tranquilidad, pasando sus menos por sus hombros, su espalda, sus brazos, aún en cierto estado de sorpresa por lo que acababa de ocurrir. Por su parte, volvió a dejar que el agua limpiara su cuerpo, sin llegar a tardarse demasiado.
Al salir de la ducha, recogió su toalla que había quedado tirada a un lado del lavabo y volvió a colocarla, viendo en el espejo su rostro aún sonrojado por el esfuerzo, pasándose las manos con un poco de agua fría por el rostro. Debía aceptar que, después de todo, si se sentía algo tímida con el contrario, tanto que se estaba esforzando demasiado por recuperar una conversación lo suficientemente banal para no acabar de nuevo contra la pared.- Esto ya parece sauna.- Bromeó libremente por el vapor de agua caliente que ya le estaba haciendo sudar de nuevo, dejando salir una carcajada por lo bajo, muy impropia de ella, que siempre era contenida y calculaba sus palabras.
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Permanecí durante algunos segundos más unido a ella y con la frente sobre su hombro, recuperando el ritmo de respiración normal tras la intensidad del momento. Al alzar la cabeza besé sus labios antes de dejarla en el suelo de nuevo, mirándola a los ojos sin necesidad de decir nada porque ya lo habíamos dicho todo con el desenfreno de los actos. Me sentía un poco como si aquello no estuviese pasando, como si no supiese cómo habíamos llegado tan lejos. No sabía que podía dejarme llevar de ese modo y estaba sorprendido conmigo mismo. El agua siguió cayendo sobre nuestros cuerpos mientras terminábamos de ducharnos, dejando que Victorya me enjabonase primero y haciendo yo lo mismo después con ella, aunque tardando algo menos porque ya era su segunda ducha. Aquellos minutos de relativa calma y relajación contrastaban con toda la explosión anterior, que había sido más escandalosa de lo que ambos creíamos.
Salí un poco después de que ella lo hiciera, cogiendo la toalla que había dejado en la banqueta cuando llegué. Ni se me había pasado por la cabeza que mi visita a los baños iba a acabar así, y todavía seguía sin asimilarlo del todo. Me lié la toalla a la cintura antes de ir hacia donde estaba Victorya, acercándome a ella por detrás para rodearla con mis brazos mientras dejaba un beso en su hombro. Esbocé media sonrisa cuando dijo lo de la sauna, mirando al frente, hacia el espejo empañado que teníamos delante. Pasé una mano por éste para poder vernos las caras, comprobando que entre unas cosas y otras teníamos los colores más que subidos. - Tenías razón, era inevitable. Tenía que pasar....- susurré en referencia a que no nos habíamos podido detener, la tensión contenida tanto tiempo había acabado por salir.
Fue entonces cuando me di cuenta de que debía haberse hecho muy tarde y que yo había quedado con Thalos hacia un buen rato. - Mierda, la misión. - Me separé repentinamente de ella para ir hacia la banqueta en la que tenía la ropa limpia, comenzando a vestirme rápidamente y de cualquier manera. Dejé la otra ropa en la caja de servicio de lavandería, al igual que la toalla. - Llego muy tarde y tengo que irme ya. ¿Me acompañas hasta la salida y nos despedimos ahí? - no me parecía bien largarme dejándola sola en el baño después de todo, así que esperé a que se hubiese vestido para después salir juntos de los servicios, en dirección a los pasillos de la academia.
Salí un poco después de que ella lo hiciera, cogiendo la toalla que había dejado en la banqueta cuando llegué. Ni se me había pasado por la cabeza que mi visita a los baños iba a acabar así, y todavía seguía sin asimilarlo del todo. Me lié la toalla a la cintura antes de ir hacia donde estaba Victorya, acercándome a ella por detrás para rodearla con mis brazos mientras dejaba un beso en su hombro. Esbocé media sonrisa cuando dijo lo de la sauna, mirando al frente, hacia el espejo empañado que teníamos delante. Pasé una mano por éste para poder vernos las caras, comprobando que entre unas cosas y otras teníamos los colores más que subidos. - Tenías razón, era inevitable. Tenía que pasar....- susurré en referencia a que no nos habíamos podido detener, la tensión contenida tanto tiempo había acabado por salir.
Fue entonces cuando me di cuenta de que debía haberse hecho muy tarde y que yo había quedado con Thalos hacia un buen rato. - Mierda, la misión. - Me separé repentinamente de ella para ir hacia la banqueta en la que tenía la ropa limpia, comenzando a vestirme rápidamente y de cualquier manera. Dejé la otra ropa en la caja de servicio de lavandería, al igual que la toalla. - Llego muy tarde y tengo que irme ya. ¿Me acompañas hasta la salida y nos despedimos ahí? - no me parecía bien largarme dejándola sola en el baño después de todo, así que esperé a que se hubiese vestido para después salir juntos de los servicios, en dirección a los pasillos de la academia.
52-20 SB= 32/150 PS
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Tras mi fuga de los comedores de la academia aquella, habia recorrido los pasillos, eran eternos! Buscaba alguna puerta, algun lugar en el cual parar a esconderme, tender una emboscada, recuperar el aliento... al correr me di cuenta del profundo dolor que me causaba la herida del abdomen, y de que no hacia mas que perder y perder sangre.
Por fin encontré una puerta abierta e ingresé. Se trataba de unos aseos, comunitarios, bastante amplios. Cerré la puerta, pero no tenía pestillo ahi.
Jadeando avancé hacia uno de los lavabos, arrastrando los pies. Apoyé ambas manos sobre este, dejando que la espada cayese con un sonoro "clang" al suelo, y me miré al espejo. Luego llevé la mano a mi herida, manchandome de sangre. Estaba modo grifo, a decir verdad.
Me cabreé y golpeé el espejo, distorsionando mi reflejo.
"vamos, se que tienes alguna de esas por aqui"
Empecé a hurgar en los bolsillos de mi abrigo, con la mano izquierda, viales vacíos, uno de sedante...no, no, no....ah, debia de ser ese. Abrí el frasco y lo bebí entero. Los efectos no se hicieron esperar. Pese a todo, me dio cierta claridad mental, y redujo el dolor de la herida. Eso si, la luz empezó a molestarme más ahora y todo pareció ralentizarse. Mientras mi mano izquierda habia hecho eso, la derecha se habia dedicado a dejar su nombre y apellido escritos en el espejo roto, con la sangre de mi propia herida: Dyospiros Sreysnah
No me había dado ni cuenta, tenia la cabeza centrada en sobrevivir. Y la luz me molestaba tanto, que empecé a crear un globo de oscuridad que se expandiera por todos los lavabos, para poder dejar de cucar los ojos cual yonki. En la oscuridad, volví a coger la espada.
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3/8 botas
toma pocion de escrupulos (Impide que las heridas sangren. Despeja la mente. Produce fotofobia y sensación de que el tiempo transcurre lentamente, leve sedante. Duración entre 8-10 posts.)
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Tras mi fuga de los comedores de la academia aquella, habia recorrido los pasillos, eran eternos! Buscaba alguna puerta, algun lugar en el cual parar a esconderme, tender una emboscada, recuperar el aliento... al correr me di cuenta del profundo dolor que me causaba la herida del abdomen, y de que no hacia mas que perder y perder sangre.
Por fin encontré una puerta abierta e ingresé. Se trataba de unos aseos, comunitarios, bastante amplios. Cerré la puerta, pero no tenía pestillo ahi.
Jadeando avancé hacia uno de los lavabos, arrastrando los pies. Apoyé ambas manos sobre este, dejando que la espada cayese con un sonoro "clang" al suelo, y me miré al espejo. Luego llevé la mano a mi herida, manchandome de sangre. Estaba modo grifo, a decir verdad.
Me cabreé y golpeé el espejo, distorsionando mi reflejo.
"vamos, se que tienes alguna de esas por aqui"
Empecé a hurgar en los bolsillos de mi abrigo, con la mano izquierda, viales vacíos, uno de sedante...no, no, no....ah, debia de ser ese. Abrí el frasco y lo bebí entero. Los efectos no se hicieron esperar. Pese a todo, me dio cierta claridad mental, y redujo el dolor de la herida. Eso si, la luz empezó a molestarme más ahora y todo pareció ralentizarse. Mientras mi mano izquierda habia hecho eso, la derecha se habia dedicado a dejar su nombre y apellido escritos en el espejo roto, con la sangre de mi propia herida: Dyospiros Sreysnah
No me había dado ni cuenta, tenia la cabeza centrada en sobrevivir. Y la luz me molestaba tanto, que empecé a crear un globo de oscuridad que se expandiera por todos los lavabos, para poder dejar de cucar los ojos cual yonki. En la oscuridad, volví a coger la espada.
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3/8 botas
toma pocion de escrupulos (Impide que las heridas sangren. Despeja la mente. Produce fotofobia y sensación de que el tiempo transcurre lentamente, leve sedante. Duración entre 8-10 posts.)
Kyllian Evans
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127ps - 5ps sangrado leve= 122PS
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Con mi forma felina me moví raudo por los pasillos, corrí rápido siguiendo el rastro de sangre hasta finalmente llegar a los baños de la academia, tenía una pequeña ventaja ya que había recorrido aquel lugar muchas veces ,mientras me escaqueaba de algunas clases.
al llegar a aquel lugar me transformé y tomé mi forma humana nuevamente, abrí la puerta muy brutamente con una patada y vi como el Drow creaba de nuevo aquella nube de oscuridad -Ah no! otra vez no!- en la mano que me quedaba, de momento, invoqué una vez más los rayos que lancé contra el Drow antes que la oscuridad lo cubriera todo, no abía si le había dado o no así que me adentré sigilosamente en aquel lugar pero esta vez dejaría que me guiara el olfato.
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ataq M: 30 dado + 5 canal + 22 stat + 10 hab= 67 a Dyos
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Con mi forma felina me moví raudo por los pasillos, corrí rápido siguiendo el rastro de sangre hasta finalmente llegar a los baños de la academia, tenía una pequeña ventaja ya que había recorrido aquel lugar muchas veces ,mientras me escaqueaba de algunas clases.
al llegar a aquel lugar me transformé y tomé mi forma humana nuevamente, abrí la puerta muy brutamente con una patada y vi como el Drow creaba de nuevo aquella nube de oscuridad -Ah no! otra vez no!- en la mano que me quedaba, de momento, invoqué una vez más los rayos que lancé contra el Drow antes que la oscuridad lo cubriera todo, no abía si le había dado o no así que me adentré sigilosamente en aquel lugar pero esta vez dejaría que me guiara el olfato.
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ataq M: 30 dado + 5 canal + 22 stat + 10 hab= 67 a Dyos
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El miembro 'Kyllian Evans' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Mágico' :
'Ataque Mágico' :
32/150 ps 2/8 nahlrout
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Tal como esperaba, la puerta no tardó en abrirse con brusquedad. El efecto narcótico de aquella sustancia me permitió moverme aún con algo de agilidad y viendo su jugada hice un rápido movimiento para esquivar y meterme dentro de uno de los aseos, pero parte de esa descarga me impactó en un brazo. Fue bastante doloroso, pero peor habría sido en el pecho. El brazo quedó entumecido, pero por suerte era ambidiestro.
- me parece que no te voy a poder matar hoy - dije por lo bajo, empezaba a costarme respirar.
Me quedé escondido unos instantes y miré hacia arriba. Salí de ese baño trepando por el hueco de arriba, salté al siguiente y así una vez más, hasta poder saltar hacia kyllian desde lo alto, tratando de derribarlo con mi impacto y un golpe de la espada, habría querido gritar pero el sigilo y el acecho eran básicos ahora.
La oscuridad empezó a volverse mucho más tenue, sintoma de que mi energía mágica estaba agotandose
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Def 10
10 dado+ 10 hab + 20 base+ 5 guantecicos+ 5 ojcurico = 50
67-50=17
32-17= 15/150 ps
ataque fisico a Kyll
10 hab+ 15 dado+ +40 abse+5 guantecicos+5 bonus=75
4/8
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