Sótano//Residencia Rasputín

La función de la guardia, mientras la General trabajaba en la vasija era protegerla. Cosa que costaba por aquella cosa lanzándonos todo tipo de objetos. Ni siquiera pude responder a su pregunta, pues empezó el caos de verdad. Traté de frenar a Lorcan cuando empecé a verle por el rabillo del ojo manipular el casco, extendiendo la mano frente a él, pero sin retirar la mirada del djinn -¡No! ¿Qué haces?- Observé con sorpresa la trayectoria del casco de Lorcan atravesando aquella nubecilla que parecía, cada vez, tener peor humor. ¿Tenía humor? ¿Estaba vivo? De alguna manera, parecía ser consciente. Lo que no se les había ocurrido, a aquel que andaba tirando cascos, es que pudiera chocar con cualquier mierda de la cámara de torturas del nigromante y liberar cualquier cosa peor. Un demonio, sin ir más lejos.

¿Que qué era? Y yo qué sé: un duendecillo de Cornualles, un poltergeist, un genio. Ni zorra. ”Ya, ya lo sé” Gruñí mentalmente a la General cuando me regañó por el casco por desear estar de cena con Chloe. Los gritos del ser reverberaron dentro de mis tímpanos, casi como bombas dentro de mi cerebro. Me hizo llevarme las manos a la cabeza con molestia clara ante aquel grito. Aguantando la mirada de aquel ser sin mostrarme temeroso de aquellas poderosas mandíbulas, tenía el escudo y, de alguna manera, aquello tenía cierta forma física. -Cuidado- Avisé a los compañeros, todavía con el escudo alzado, defendiéndome del caos y la destrucción -Se está mosqueando, no quiere que recuperemos la vasija- Porque no pensaba caer en el truco de los deseos así cómo así. Sí, aquello tenía trampa, estaba seguro. Podía… podía desear tantas cosas: que la guerra no hubiera ocurrido pero ¿cuál?, que el árbol desapareciera y entonces desaparecerían todos los de la tierra. No, pensar un deseo no era tan sencillo, y las consecuencias podían ser caóticamente infinitas. ”Deseos” Respondí mentalmente a la General ”Quiere mis deseos” Volví a djiin, con una idea, mientras extendía la mano por delante para llamar su atención, marcando la distancia de seguridad. Tiempo -Vale. Vale. Escucha. Deseos. ¿De cuántos dispongo? ¿Cuáles son las condiciones?- ¿Por qué no reconstruían más rápido aquella vasija? ¿Por qué no volvía aquello a su contenedor? Tensé la mandíbula observando los movimientos de la General por el rabillo del ojo, sin poder volver hacia la muchacha que acababa de llegar. ”¿Está borracha?” Increíble. Rodé los ojos con cierto mosqueo para volver la atención al djinn. Al menos ya sabíamos lo que era y no  un sencillo geniecillo -Explicaciones luego, contener antes- Mascullé entre dientes a la chica, escudo en alto, para protegernos tanto a ella como a mi.




No tiro dado porque con el stat y los objetos supero ataque  (20)
Y no puedo darle defensa a Lorcan, sorry

Le estaba siendo casi imposible si no, más que imposible tratar de apartar el ruido y concentrarse en algo más que no fuera eso, porque de todas partes le pegaba. Y afinar el oído para escuchar algo más que solo los chirridos de como si pasaran las uñas por sobre un pizarrón no sería una buena idea, aun así, debía controlarse. ¿Alguna vez se podría acostumbrar a todo aquel ajetreo del día a día?, porque al parecer él tenía muy arraigado en su interior al licántropo.

Prácticamente dio manotadas a las cosas que volaban para poder defenderse de alguna forma, porque sus poderes no le estaban siendo de ninguna ayuda y sentía que pronto terminaría agotado y luego cuando su General Amaya le cogió de la muñeca en un intento de infundirle calma, tal vez, e inclusive un gesto para que se centrara, lo que hizo el licántropo solo fue rechazar aquella mano queriendo soltarse de su agarre y girando su cabeza para gruñirle por lo bajo. Si en esos momentos estuviera convertido, podría haber hecho alarde de sus colmillos, pero no fue así.   Se la quedó mirando por unos instantes y algunas palabras se filtraron por su mente, enfocarse en alguna otra puñetera cosa… Cerro sus ojos y respiro con calma, intentando centrarse como bien le habían dicho. -Siento haberle gruñido, general.- Sonrió en el momento en que las garras los atacaban.

Sus ojos giraron un poco con humor cuando escucho las palabras de Benjamín, pero luego se arrugo hacia el apuntándolo con un dedo para que hiciera bien las cosas por el amor a la Luna llena. y mientras su general Amaya estaba pendiente del otro guardia y suponía de la vasija, el había tomado la decisión de centrarse mas en que aquella cosa no avanzara y obstruyera su misión.

Tenía mucho en la mente en esos momentos, así que ni siquiera se percató de que aquella chica peliverde había llegado para “ayudarlos”
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Daño: 50+20 = 70 daño
Defensa: 20 + 10 + 5 + 10 = 45 – 70 = 25

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'Defensa' :

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Ronda 4/7

ATAQUES
120 A AMAYA
+20 a todos por caos y destrucción

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'Ataque' :

-Claro que no , si es lo que le encierra- Mencionó Amaya cuando dijo lo del vasija pero estaba demasiado concentrada para añadir nada más. Le quedaba muy poco. “¿Deseos? ¿Es un genio?”, se sorprendió de que no fuera algo tan terrorífico aunque a su alrededor el sótano del Descendiente estaba por venirse abajo.

Pero tuvo que actuar con Lorcan y de pronto el puto perro le gruñe, Amaya le mostró los dientes de vuelta y le devolvió el gruñido a ver si así comprendía delante de quien estaba. Volvió al ánfora moviendo una mano hacia Lorcan como accediendo a su disculpa cuando llegó la susodicha aprendiz del nigromante…Gritando…

-Un Djinn- Entonces no era un genio, maldijo de nuevo y se concentró en el ánfora para luego escuchar que la muchacha -que apestaba a alcohol- le saludara con amabilidad. “Eso creo”, respondió a Ben -Necesito que me digas todo lo que sabes de un djinn y cómo contenerlo- Habló despacio para que le entendiera.

De pronto, tres grandes golpes hicieron que contuviera el aliento. Joder, qué bichos tan horrorosos. Tenía que estudiar un poco más de nigromancia. Se incorporó con el ánfora listo y entregándoselo a Ben para ir con Lémoni por si tenía que protegerla, pero no…tenía que hacerlo para ella. Amaya esquivó gran parte de los zarpazos entre su escudo y su espada, ya que lanzó un golpe para luego usar su habilidad de metal, dividirla en dos y que actuara como tijera a esa garra a ver si la partía en dos, pero acabó cogida del cuello y sangrando por varios sitios.

“Proteged a la cría, es la que conoce cómo encerrarlo”, ordenó mientras intentaba liberarse de las garras recibiendo golpes a diestra y siniestra.

Terminó el ánfora? Éxito

Daños = 120+20= 140

Defensa = 10+ 10 hab +25 DF +10 escudo +5 peto +10yelmo +5guantes= 75- 140 = 65-150PS =85 PS. SB siguiente post

AM= 20 + 10 hb +5 cana +28AM +10 capa= 73 a Djinn

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Ataque' :


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#3 'Defensa' :

Ella estaba por ahí medio enfurruñada porque las cosas del maestro Rasputin estaban siendo destrozadas, ¡Esto es algo que seguro lo molestará mucho!, esas son cosas valiosas, y muchas ya deben estar rotas por el qué sea de esos dos tontos qué liberó al djinn, porque honestamente no cree que la general lo haya hecho, nadie de la guardia debe tener permitido ser así de bruto o al menos eso quiere creer ella.

Como sea escucha hablar a uno de los que están en mitad del tornado, no el qué gruñe, que ese parece no saber ni donde está, el otro.

Y hablando de ellos, es ahora que se da cuenta de lo guapos qué resultan ser, eso provoca qué se relaje un tanto, termina ganándole más que eso que el coraje que pueda tener en contra de ellos.

¿Oh?... Ah sí claro, yo sé cómo hacer eso, no se preocupen, les quito el problema en breves.~

Entonces exhaló con su aliento alcolizado, sin disimular en lo más mínimo que le agrada lo que ve.

Es más luego de esto, tal vez me pueden acompañar de regreso a la fiesta para pasar el mal trago.~

Sugirió sin más, mientras que mantenía su barrera arriba, protegiendose aún eficazmente del caos circundante.

Luego de eso se llevaba una manita al mentón y se ponía a recordar, lo estudió hace poco en el libro que tenía, y de casualidad, justo la general le ha preguntado lo mismo, así que eso hace que recuerde más fácilmente lo que había estado viendo y procedió a decir.

Oh bueno, no son muy complejos, lo que se ve es lo que hay, tormentas, destrucción y caos, y deseos, pero mejor no fiarse mucho de esos últimos, los djinns son vengativos, pueden torcerlos para que acaben mal.~

Tal como Amaya ordenó, Lemóni comenzó a explicar de que van los djinns.

Son vulnerables al acero... O espera no, era la plata, si plata.

Se tocó el labio y en eso, pudo ver como el djinn pilló a Amaya por el cuello.

¡Hey, déjala en paz! ¡Es una persona importante!

Murmuró un conjuro sobre sus dedos y canalizó una explosión mágica carmesí en dirección al djinn, molesta por la falta de respeto de este, y con intención de hacer qué suelte a la general.

Vale, donde me quedé... A sí, para atraparlo, hay que debilitarlo primero y para eso se necesita dibujar un pentagrama, cinco velas y un cuarzo mágico.

Luego de eso dió una mirada alrededor y su mirada volvió a posarse en Ben, a quien le dijo.

¿Me ayudarías con el pentagrama, guapo?, no pareces herido, así que debes ser el que está vinculado al djinn, osea que no te atacará directamente, eres perfecto para el trabajo.~

Luego de eso procedió a asentir un par de veces para sí misma, en realidad no iba a esperar a que le respondiera.

Yo me encargo de lo demás, ustedes no se preocupen por naaaada, vuelvo en un segundito.~

Y dicho esto, se desvaneció rápidamente, con intención de pasar rápidamente al mercado mágico y comprar las cositas qué necesitaba, ¡Porque la necesitaban!

Combate:

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#1 'Ataque' :


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#2 'Defensa' :

”Podría ser. O no, no estoy seguro” Respondí a Amaya por el casco a su pregunta, era información poco relevante. De todo lo que estaba seguro es que no debía formular aquellos deseos y, de hacerlo, tendría que estar perfectamente  medido para no caer en las consecuencias inesperadas. Observé cómo Amaya se hacía con las piezas de la vasija, pero lejos de que el ente volviera a su contenedor, su mal humor parecía ir creciendo más y más. Revisé en un vistazo el trabajo de Amaya, notando una pieza faltante, de lo poco que había podido ver antes de que los trozos se disiparan por la habitación. ”El tapón. La tapa. Lo que sea que cierre eso” Gruñí a la General centrándome en el djinn usando el casco. Que Lorcan hubiera cometido la grandísima estupidez de tirarlo dificultaba poder comunicarse entre ellos a las espaldas del ente. -Defiende a la General mientras trabaja el metal- Indiqué a Lorcan tensando los labios y con los dientes apretados, mientras seguía protegiéndome de los objetos con el escudo de agua congelada, parecía que se había quedado embobado y no quería ordenarle que lo hiciera, no era mi función. -¡Lorcan!- Le llamé alzando la voz, golpeando el escudo para que se le ocurriera usar la espada y señalando a la General con la cabeza, momento justo en el que algo me golpeó el casco, un libro bien gordo, por lo que maldije con un quejido. No había podido ver todo el roce que habían tenido con anterioridad, de la misma manera que tampoco estaba pendiente del dedo del rubio. Porque el djiin sí que parecía saber perfectamente a quién atacar y, de los tres que habían bajado, parecía que Amaya era el centro de sus ataques, de la misma manera que él era el centro de los cañonazos, de los que traté de protegerme con el escudo, haciendo que, a cada uno de ellos tuviera que arrodillarme cada vez más abajo, hasta hinchar la rodilla en el suelo resquebrajado al tercer golpe. Tres deseos ”General, ¿todo bien por la retaguardia?” Pensé que si acababan muy heridos haría falta la presencia de Chloe.

-¡Vale, vale vale!- Traté de negociar con el djinn para que dejara a la General un ratito en paz. Parecía que cada vez se enfadaba más -Tres deseos. Lo tengo lo tengo- Mentira, pero el objetivo era ganar el tiempo suficiente para que la quinceañera de pelo verde y alcoholismo evidente hiciera lo que tenía que hacer, de modo que también hubo que protegerla de las zarpas del djinn con el escudo y la espada, aunque se resolvía bastante bien ella sola, a pesar de ir más borracha que una cuba, dándole el tiempo para que su abotargada neurona pudiera resolver aquello.  ”Plata” -¿Seguro?- Pensé por un breve segundo no gustándome mucho que en una misma habitación tuvieran que convivir un licántropo y plata. Asentí a la propuesta de ayudarle con el pentagrama, mirando a mi alrededor encontrando gran cantidad de velas tiradas por todas partes: blancas, negras, de cera de abeja, parafina, rojas, con grabados o sin ellos, hasta un cirio Pascual con sus dibujitos en rojo. -¿Cómo que vuelves enseguida?- Miré a la capitana con estupefacción. Ok. Tenía un plan y se lo hice indicar con la mirada a los dos compañeros.

-Vale. A Ver. Deseo… Deseo- Tragué saliva y empecé a moverme en círculo alrededor de la habitación mientras pensaba en las palabras para cumplir el primer deseo. En mi trayectoria iba empujando las velas en dirección a Amaya y a Lorcan con el pie. Clavé la espada en la primera esquina: la primera esquina del pentagrama. -Deseo… Deseo que la espada…- ¿Qué espada? -…Que mi espada, la que porto ahora…- para aclarar que por muchas espadas  quería concretamente la de tenía ahora -… Sea de plata… bruñida-  Ya, puestos a pedir… -¡E irrompible!- Busqué la mirada de la General, esperando que adelantara con lo que tenía que hacer, o que tuviera tiempo para sanarse o avisar a alguien. Yo me estaba moviendo de un lado de la habitación al otro, rascando el suelo con la espada. Segunda esquina del pentagrama. En la misión de la cosa negra iba a llevar nigromantes: MUCHOS NIGROMANTES.


No me hace dado para defenderme del caos.
Dado de encontrar velas: 17. Encuentro tantas velas como para celebrar el cumpleaños de Matusalenus.

El miembro 'Benjamin Lytta' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

DM edit:
150 PS -5 PS (de antes) -25 PS (de antes)= 120/150 PS
sangrado brutal en el proximo post: significa que al inicio de tu turno, debes restarte -20 PS.
Al ser lican, como te regeneras rápido, solo sangrarás un post.

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Joder si era cierto lo que pensaban todos los demás, el había sido un bruto por haber tirado el medio de comunicación en medio de todo ese caos, pero lo que ya estaba hecho. Escuchando el grito de su compañero y solo asintió con la cabeza. Sí, claro que tenía que estar seguro de que protegería a la mujer y terminar con todo ese caos.

Fue un poco tardía su reacción al darse cuenta de que un tercer integrante aparecía en medio de su grupo y parecía de lo más relajada explicando todo lo que sabía acerca de a lo que se estaban enfrentando y ella parecía tener la solución… Observo los ataques de aquel ser hacia sus compañeros, la primera que fue ayudada por la muchacha y el segundo, que parecía que se desplomaría en cualquier momento, al igual que el techo y toda la estructura a su alrededor.

-No estoy muy seguro de que la plata sea una buena idea. -Murmuro con una mueca de dolor en su cara… La plata no tendía a hacerle cosas muy bonitas a su sistema, pero si con todo eso conseguían de que el Djinn volviera de donde había salido, estaba bien.

Se cubrió y uso su espada como defensa ante las cosas que seguían volando a su alrededor, ya había recibido más de un par de golpes en todas las direcciones posibles e inclusive se había acercado un poco más a Benjamín en caso que necesitara algún refuerzo de algún tipo. -Por favor, piensa bien en lo que le estas pidiendo. - Le susurro porque solo eran tres deseos y no quería que los desperdiciara o que el Djinn se enojara y los rematara. Aunque el parecía que tenía un buen plan.  
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Defensa: 30 + 5 + 10 + 10 = 55 – 20 = 35  Supongo que daño no daño, no se.

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'Defensa' :

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cuentas feas de DM:

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Ataque' :


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#3 'Dado (10)' :

¿Plata? ¿Podía conseguir plata? La muchacha hablaba demasiado y ella estaba siendo vapuleada por un djinn a diestra y siniestra. Tenía el cuerpo resentido y podía sentir cómo la sangre de las heridas empezaba a descender por todo su cuerpo -¡Sé específico!- Espetó Amaya gritando lo que podía con el poco aire que tenía en los pulmones.

Intentó concentrarse en conseguir plata pero el dolor era demasiado para poder usar sus poderes como era debido, así que sólo pudo pensar en el metal que llevaba encima mientras escuchaba a Ben. El ataque anterior no habia logrado nada pero al ver lo que estaba haciendo el pelinegro, Amaya decidió ayudar y uso un pedazo de metal puntiagudo para hacer las rayas que le faltaban al pelinegro.

No obstante, un último golpe provocado por un cascote del techo la hizo quedar inconsciente tirada en el piso como muñequito roto.

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#1 'Dado (20)' :


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#2 'Ataque' :


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#3 'Defensa' :

Lemóni estuvo un rato pequeño en el centro comercial mágico 24hrs, y como recientemente le habían dado su mesada, decidió qué compraría más cosas que solo cristales de cuarzo, que no todos los días tienes la oportunidad de prepararte para una misión peligrosa, así que decidió qué compraría todo lo que fuera necesario...

Y hablando de peligro, ahora que le ha dado el fresco, se da cuenta de que quizá sea mejor proceder de forma más cautelosa esta vez, por lo tanto, luego de equiparse y hasta comprar una bolsa mágica para llevar sus cosas, vuelve a la casa de Rasputin...

Pero otra vez al piso normal, y luego de eso mira al sotano a través del agujero qué se acaba de crear, para ubicar al djinn, y de ahí saca de su bolsita cinco de los cristales de cuarzo qué acaba de comprar, y los despliega alrededor del Djinn con magia.

Esto lo haría con intensión de enencerrarlo con sospresa aprovechando que parece estar muy ocupado con algo, tanto que incluso pararon los vientos salvajes, por lo tanto, ella aprovecha la oportunidad para su mejor intento de aprisionarlo en una prisión de luz temporalmente, hasta que la permanente esté lista.

Ojalá eso funcione.~

Bien, segunda fase del plan, ahora activa su recién comprado y flamante peto de orco, con intención de que en caso de que su intento falle, el bicho igual no le logre atacar, y luego de eso, procede a bajar flotando a través del mismo agujero...

Y observa el panorama, Amaya ha caído, Ben no luce qué le haya ido nada bien, y Lorcan parece que es el único que sigue más o menos bien, aunque todavía siga teniendo heridas, está más o menos bien, pero aún así, ve que el pentagrama está completo.

Gracias chicos, creo que el resto me toca a mí.

Y mientras se protege de la destrucción y caos restante con otra barrera conjurada por un murmullo, procede a observar a Ben con las velas.

Gracias por todo, eres un encanto.~

Luego procedería a atraer las velas negras de entre el mosaico hacia sí para poder encargarse de colocarlas, escencialmente haciendo lo que debió haber hecho desde un principio, por lo que pueden considerar válidamente qué esta es su verdadera entrada triunfal, en el otro momento es como si no hubiera venido todavía.

Combate:

El miembro 'Lemóni Herpeton' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa' :

-Es la única manera de mantenerlo entretenido hasta que la nigromante de pelo verde vuelva- Expliqué a Lorcan y a la General la finalidad del “plan” para que el djinn dejara de darles la somanta a palos a que les estaba sometiendo y que dejara de armar semejante quilombo a nuestro alrededor -Estoy siendo lo más específico que puedo- Gruñí a la General ante la advertencia, en lugar de tantas pegas no estaría de más que dieran alguna jodida idea. Pensé tensando los labios, esperando que el deseo estuviera bien formulado. Al menos, así, había dejado de zarandear a Amaya como si fuera un muñequito de trapo. Le dirigí una mirada veloz a la General, para comprobar que estaba al menos vivía, y luego al djinn cuando se acercaba, pillándome a mitad de la tercera línea del pentagrama. Tragué salvia quedando en aquel momento paralizado, esperando la respuesta. Había sido específico: la espada que portaba, solo había una espada, la que tenía entre sus mano, ¿no?


Cuando empezó a girar de aquella manera, tuve auténtico pavor, sintiendo que el alma se me caía a los pies. Estaba claro que la había cagado, jurando que lo había intentado. Pero, en qué cabeza entraba que aquella cosa usaría la figura literaria del símil, de la metáfora o qué mierda para identificar cómo espada a …. ¡ESO! Maldita cosa. Empecé a notar la presión de la transformación de mi “espada” a plata, cayendo al suelo de rodillas, con la mano colocada ahí, gritando con dolor (porque supongo que dolerá, ¿no? No hay especificación) hasta que volví a escuchar esa voz dentro de mi mente a la que le respondí a gritos -¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡Deshazlo!- Ordené, pero no deseé. Pero, claro, había que volver a profesar otra vez el deseo desde el principio. Tenía la cabeza nublada por el dolor de aquello, de manera que ni siquiera podía odiar al djinn. Razón por la cual apenas pude darme cuenta del problema del derrumbe. Traté de rodar por el suelo hasta chocar contra una pared, cortándome con cualquier fragmento tirado por ahí, cascotes o mierdas varias. Conjuré una barrera de agua a mi alrededor con un amplio movimiento de brazo, lo justo que podía concentrarme en aquella molestia dolorosa.

Agradecí a todos los dioses paganos el regreso de Lemoni, pensando que debía mantener ocupado al djinn con el segundo deseo -Deseo… deseo…- ¿Deshacer el primer deseo? tiene truco. Cerré los ojos y traté de concentrarme -… deshacer todos los daños, heridas, maldiciones, transformaciones en humanos, en sus órganos, arreglar los desperfectos de este sótano de Matvey Rasputín y de todo aquello que haya sido causado como consecuencia de haber liberado al djinn por haber pisado y roto el ánfora que contenía al djinn al entrar hoy al sótano de Matvey Rasputín el escuadrón de la Guardia de Ouroboros formado por la General Amaya y los soldados Lorcan y Benjamin…- Vaya, que deseaba no haber pisado la maldita ánfora, que, ¿joder dónde estaba? Tenía la respiración acelerada. Tensé los labios esperando la respuesta del djinn y busqué con la mirada a Lemoni, esperando que se espabilara y que se diera brío.

Defensa: 15 dados + 19 stat DM + 10 habilidad + 10 Yelmo + 5 canalizador +10 Nerva = 69
Daños: 20 caos y destrucción + 60 espachurramiento = 80 – 69 defensa = 11 + SL (-5 PS/post)
PS: 150 – 11 = 139 + SL