Sótano//Residencia Rasputín

Aguanté la tos brevemente mientras decía que podia tuterarla. Si ya lo sabía, era solo que intentaba poner barreras mentales, aunque fuese a través del lenguaje que empleaba con ella. No me lo ponia facil, no. Tampoco iba a reprochárselo..

Imaginé a Ivanov pegado a Anteia y durmiendo, en paz y tranquilo. Qué envidia me daba el pequeñajo. Pensé que podía alegrarme por él. Dejé mi baston apoyado en una esquina y me quité el cinturón donde portaba la daga, dejándolo tambien de lado.

- Era una broma. - le dije en referencia a su respuesta tan airada a lo que aprendían en Hogwarts. Era evidente que no sabía gastar bromas. - Si...durante mi instrucción saqueamos algunas tumbas y criptas...había mucha mugre. - volví a toser, ya no tenía fuerzas ni para aguantarme la tos cada vez que ocurría y cuando lo hacía, me dejaba aun mas cansado. Emití un gruñido de cansancio y de dolor y esperé a que se fuera, ni si quiera repliqué a las ordenes que le dio a MI Ghoul.

Cuando se fue terminé de quitarme toda la ropa y me metí al agua, demasiado caliente para mi gusto. Escocía en la piel y en todas las heridas a medio cerrar. Apreté los dientes y sorbí aire con fuerza. El agua no tardó en acabar teñida. Me dolía todo,  y el cansancio me golpeó de pronto. Además habia perdido demasiada sangre...otra vez. Revisé los grabados en mis antebrazos, los delgados cortes. Debía reconocer...que me asustaba la perspectiva de volver a perderme...pero...no se suponía que me habia preparado toda mi vida para afrontar una situación de esta clase? Que sabía lo que tenía que hacer, que poseía el conocimiento y el poder suficiente para hacerlo? Tanto pavor me provocaba? O no era eso? O era el recuedo de esa sensación en aquel plano...de no querer volver?

"no estoy solo"

Cerré los ojos, tranquilizado por ese pensamiento.

- Ni si te ocurra.... - le susurré al Ghoul que hizo ruido con sus garritas sobre el borde de la tina al asomarse por ver que se me habian cerrado los ojos. Eché la cabeza hacia atrás apoyandola en el borde, brazos apoyados tambien a los lados, y respiré despacio... una vez mas antes de quedarme dormido.

... el vapor desapareció rapidamente en ese preciso instante y el agua bajó drásticamente de temperatura. La escarcha comenzó a cubrir el espejo, del vapor que se habia condensado rapidamente y ahora se helaba.
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exito- no se soba
fallo- se soba xD

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'Probabilidad' :

No le parecía que el tono que hubiese utilizado fuera bromista y por eso lo había interpretado de eso modo. Aún así cuando habló de las criptas, frunció el ceño…Estaba claro que iba a ensuciarse si iba cazando y abriendo tumbas por ahí. Iba a decirle que eso no era muy amable pero… era un nigromante.

Los títulos no le decían mucho así que prefirió hacer algo más productivo y le envió un patronus a Aurora informando que necesitaba un envío de reabastecedoras y pociones de nahlrout hacia el sótano del Descendiente Rasputin. Lo de la sangre aun no estaba segura de cómo proceder porque con el asunto de los Pendragon quizás se emitía alguna alerta rara.

De pronto el ghoul se apareció delante de ella emitiendo sus sonidos raros a los que Anteia, la verdad, no les encontraba mucho sentido. Entonces bajó la vista hacia la bolsa que tenía en las manos, la cogió y la miró con el ceño fruncido ¿Por qué estaba dándole cuarzos? ¿Y por qué se veía tan agitado?

Frunció el ceño, medio ofuscada, y se fue directo a la habitación pero cuando se fue acercando a la puerta sintió un escalofrío ante el cambio de temperatura… Se detuvo un momento y miró la bolsa que tenía en las manos. Anteia la verdad es que pocas veces se había enfrentado pero un Ghoul no hacía cosas sin sentido y menos cuando la rubía sabía la situación de Matvey.

Sacó los cuarzos de la bolsa y los levitó hasta ponerlos como barrera en la puerta, en el piso. Tiró la bolsa hacia un lado y se concentró en aparentar normalidad -Matvey- Dijo su nombre mientras abría la puerta con brusquedad y soltaba un quejido indignado -y fingido- Avanzó un par de pasos mientras con la mano movía los cuarzos lentamente por el piso -Lo cierto es que debería aprovechar ahora mismo para decirte un par de cosas- El tono en el que hablaba era bastante imperativo y se acercó mirando a un punto fijo en la pared, pretendiendo darle intimidad -De verdad que no me puedo creer que hayas dejado a Ivanov con el ghoul cuando estaba ocurriendo el ataque- Soltó indignada mientras levitaba los cuarzos para colocarlos en los cuatro bordes de la bañera. Pese a que sentía que el corazón se le iba a salir del pecho, creyó que había hecho lo correcto…O eso esperaba porque desaparecerse no podía. Bajó entonces la vista hacia el rostro de Matvey, preparada para echarse a correr y llamar al ghoul.


¿Sabrá reconocer la situación y actuar en consecuencia? CUCHAME. OBVIO Q SI, UN 8, ES UNA GENIA.

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'Dado (10)' :

La temperatura había seguido bajando y la escarcha se extendía por azulejos y no solo por el espejo ya. Mi respiración pausada formaba nubes al escaparse por mi nariz. Era un sueño vacío, entre los velos de ambos mundos, donde seguía el curso de un rio familiar, donde los susurros de los espíritus eran fuertes y claros, pero demasiados. Entre ellos, uno empezó a destacar sobre los demás... pero no se trataba de un espíritu...su voz era muy diferente...

Abrí los ojos, teñidos de negro totalmente. Entreabrí los labios, en un momento de mortal silencio, observando al techo, por lo demás mi cuerpo no se movió en lo absoluto.  La voz de la mujer chocó con la otra que se hacía oir más fuerte. Las runas  cortadas en la piel y los simbolos volvieron a sangrar levemente, y mientras susurraba unas palabras en voz baja la magia las recorrió en tonalidades rojizas. Los cuarzos de alrededor vibraron como si estuvieran absorbiendo algo. Susurré el nombre del demonio varias veces más, no estaba faltando a mi pacto, no estaba faltando a mi pacto! Tenía un cuerpo, ya lo tenía. Nunca impliqué que fuese a dejarle controlarlo...no... iba...a....

Al final eso era dolor autoinfligido. Cerré los ojos y me incorporé de golpe, rugiendo de dolor. Me eché las manos a los ojos como  si pretendiese casi arrancarlos, cosa que no hice claro, solo... me arañé un poco , respirando agitadamente. Cuando volví a abrirlos, habían vuelto a la normalidad. El frío de la habitación se fue desvaneciendo. Bajé las manos despacio para volver a agarrarlas al borde de la tina, desviando la mirada lentamente hacia Anteia, aun sin regular la respiracion. Por todo lo que me era querido en este mundo... ahi estaba ella plantada con esa prisión de cuarzos alrededor. Mi mirada fue de disculpa profunda y absoluta. Lamentaba haberla puesto en esa situación. Lamentaba...

De pronto, las palabras que me habia dicho Markus antes de irme resonaron en mi cabeza, teniendo mucho sentido.
- Lo siento me he...dormido... - estaba claro que en el estado de energía tan lamentable que me encontraba, y con el sello en ese mal estado, era un peligro. Observe las piedras de mi alrededor. - Si que es verdad que os enseñaron bien... .- ese era un "Lo siento" que pedía perdón por más de un solo hecho como podía ser haberse quedaro dormido brevemente tras dias sin pegar ojo.

Por desgracia, no sabía cuanto tiempo más iba a aguantar sin volver a "dormirme". Necesitaba esas pociones con urgencia. NO podía volver a quedarme dormido en este estado.

- Anteia...déjame las pociones y márchate. No quiero ponerte en peligro alguno.- entre uno y otro, me tenían constantemente entre la espada y la pared. No podía bajar la guardia un solo instante. No podía estar con Ivanov tampoco, como ella parecía reclamar. En que cabeza cabía esa posibilidad? No. Era imposible.

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exito- nos calmamos
fallo- va ser que todavia no

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'Probabilidad' :

La imagen de Matvey en la tina se le quedaría grabada por mucho tiempo…Demasiado. Cuando abrió los ojos y observó la oscuridad en ellos, Anteia dio un par de pasos hacia atrás por seguridad. Alargó la mano hacia el pomo de la puerta, si tenía que salir corriendo no iba a llegar muy lejos con una panza de 8 meses pero podía…cerrar la puerta. De pronto vio el cambio en las runas y los murmullos que no paraba de decir. Miró hacia los cuarzos cuando empezaron a vibrar.

Se echó más hacia atrás cuando lo oyó gritar porque parecía que estaba sufriendo -Matvey- Murmuró tratando de alcanzar su consciencia pero temía tocarlo o impedirle que se hiciera daño por lo que eso podía significar para su bebé y ella. Era probable que estuviera pálida de miedo cuando Matvey volvió a verla, pero al reconocer el azul de sus ojos dejó escapar un suspiro mientras se llevaba una mano al corazón.

-Lo vi- Murmuró cuando dijo que se había dormido -Lo sé… pero tu ghoul también reaccionó bien- Reconoció soltando después el aire lentamente y negando con la cabeza cuando le dijo que se fuera -Ni pensarlo…- Ella también podía ser terca -Date una ducha más fresca, regula bien la temperatura. Sales y te hago una revisión, no me gusta eso de la magia de sangre y necesito hacerte otras curaciones-

Tragó en seco y se alejó, saliendo del baño -Y deberias dormir, así sea rodeado de cuarzos- Optó por sacar un par de pantalones y una camiseta del armario, poniendoselos luego en la cama. Tras eso salió y decidió sentarse en una silla para descansar un poco.


¿Se v? Exito sí, fallo no

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'Probabilidad' :

Puse cara de pesar cuando la mujer no me quiso hacer caso. Luego decía que los tercos eramos Catherine y yo. La sanadora tampoco se quedaba atrás. Dormir...sonaba tentador...pero no me fiaba de hacerlo. No solo por Valqar. Si no tambien por el mago de sangre. Y si acababa conmigo mientras dormía? En el peor de los casos, Valqar volvería a la superficie. No solo tenía que arreglar el sello para hacerlo permanente, tenía que elaborar algun tipo de protección contra la magia de sangre en esa modalidad.

De haber estado vivo Snagov, seguro habría podido ayudarme con información....solo quedaba Khan, que aun debía de estar estudiando. Muy joven. Y por supuesto, no podía olvidarme de los dos cadáveres que tenía escondidos en la parte de abajo del sótano, tras las escaleras... Sí, estaban a buen recaudo alli pero... el ritual no era algo que quisiera postponer demasiado.

Estaba divagando tanto que casi me quedé dormido nuevamente en donde me había dejado Anteia. Sin embargo una punzada de dolor nueva me arrancó de ese sopor y espabilé. Salí de la bañera, más limpio que antes a decir verdad, pero no del todo. Me terminé de limpiar en la ducha y tras enjuagar toda la mugre y la sangre, que se fue por el desagüe, atraje la toalla hacia mi con un gesto de la mano para poder usarla y secarme. Fui a mi habitacion, levitando los dos objetos aquellos para dejarlos reposando sobre la cama. Observé la ropa que tan amablemente me habia preparado Anteia, prendas básicas... desvié la mirada avergonzado porque la mujer hubiese tenido que verme en esa situación tan....desfavorable. Parecía que siempre tenía que hacerlo cuando estaba en mi punto más bajo y crítico.  Me vestí, doblandome las mangas de la camiseta hacia arriba para no mancharlas de sangre nuevamente. Me sequé un poco la cabeza, terminando de atarme el pelo porque tenía tanto que acabaría mojandome la espalda.

Dejé atrás el cuarto, volviendo al salón central, donde estaba ella sentada tomandose un pequeño respiro.
- Entonces puedo tutearte? - pregunté para reafirmar aquella información. Me acerqué a otro de los asientos, sentandome o mas bien dejándome caer. Hice un gesto con la mano y los cristales levitaron desde el aseo hasta donde estaba yo. Los dirigí hacia el suelo, donde se quedaron colocados a mi alrededor. Mientras ella estuviera aqui debería tomar precauciones. Respiré algo mas tranquilamente, el dolor parecía estar dejándome tranquilo varios minutos seguidos.

- Por qué siempre me ayudas sin hacer preguntas ni exigir explicaciones? Eres así con todo el mundo...? -sí, que preguntas hacía...claro que lo era. Estaba en su profesión. - Disculpa mi impertinencia. - miré mi brazalete, enviando ahora si el mensaje queme habia quedado incompleto anteriormente. - Lo de Ivanov... gracias por encargarte. No contaba con que fuesen a plantar aquí su maldito árbol...

A Stavron le había dicho que le habia fallado al Consejo, a lo cual me respondió que aquel era un fallo sencillo de comenter. En el fondo, sentía más haberle fallado a los ciudadanos de Ouroboros. A gente como Anteia, que habian depositado su seguridad o su confianza, en que nosotros podríamos salvaguardarla.

El descanso, al parecer, se había agotado. Los minutos de tranquilidad que mi cuerpo habia tenido para recuperarse se agotaron, y volví a sentir aquel dolor que venía desde dentro de las entrañas y se extendia por el pecho, asfixiante. Lo peor era que cada vez estaba más agotado como para aguantar esos embistes, como para querer (o poder) resistirme. Y mis posibilidades eran reducidas: dejar que esa magia me siguiera comiendo hasta "morir" en cuyo caso, no podría controlar a Valqar, o recurrir a un mago de sangre capaz de contrarrestar esto. Y los unicos que conocía, eran enemigos jurados...hasta el final del Tratado. La otra opción era acabar con el causante, pero para ello, tendría que estar en un estado menos lamentable y contar con los dos aliados cuyas almas aun me estaban esperando.

Quería pedirle otra vez las pociones a Anteia pero es que hasta me costaba hablar, lo unico que podía hacer era apretar los dientes para evitar gritar, y volvía a tener aquel sabor metálico subiendome por todo el esófago.

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exito- se han cansao de darle por saco y lo dejan tranquilo un rato
fallo- nein

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'Probabilidad' :

Volvió la vista hacia Matvey cuando escuchó su voz y sonrió un poco -Sí, Matvey, puedes tutearme. Quiero creer que somos amigos- Le dijo observándolo con el gesto aún un poco tenso. Lo cierto es que todo el calentón que había tenido ya había empezado a reducirse porque simplemente le agotaba estar así. Observó los cristales y negó con la cabeza -Ivanov no puede estar aquí si no puedes controlar la posesión, Matvey- Le informó -Y sé que lo sabes, sólo quería decirlo en voz alta-

Su cuestionamiento hizo que alzara las cejas lentamente y luego sonrió de lado -Tú no me hiciste preguntas a mí cuando me sacaste de la isla, Matvey. No me preguntaste dónde estaba Lyran, por qué estaba descalza, por qué estaba sucia- Sí, era un recuerdo que tenía muy patente y había sido una de las razones por las que siempre le había apreciado -¿Crees que debería juzgar a la gente antes de sanarlos?- Preguntó ladeando la cabeza con curiosidad -No puedo…-

Asintió a lo de Ivanov y luego suspiró con bastante fuerza -Matvey, necesitas ayuda con Ivanov. No está bien que crezca entre la guardería y un ghoul. Sé que tienes una agenda complicada, sé que eres Descendiente y todo eso pero…Necesitas ayuda. Necesitas… Necesitas una figura materna- Le miró un momento con los labios tensos -Una buena niñera o quizás hasta una esposa que sepa que las manchas de sangre salen mejor con agua oxigenada que con esos productos de limpieza que tienes en tu despensa…Y que sepa lidiar con posibles incidencias nigrománticas en tu sótano- Alargó la mano hasta coger su brazo, apretándolo porque quería que supiera que entendía su situación, sobre todo, cuando conocía los sentimientos que guardaba para ella pero…No podía corresponderlos -Te ayudaré todo lo que pueda, puedo ayudarte a buscar una niñera... Aunque esté educada en Hogwarts- Bromeó, tratando de relajar un poco el ambiente.

Entonces sintió que se tensó y Anteia entrecerró los ojos. Movió la mano y levitó las pociones hacia él -Esta primero- Dijo pasándole la de nahlrout -Tiene efectos secundarios por el sedante. Luego la reabastecedora- Miró los tres botes que había de cada poción y suspiró levemente -Pedí a Aurora que enviaran un lote de pociones a tu sótano, sin dar explicaciones. Lo de la sangre… no lo comenté porque asumí que no querías que lo supieran pero…pero necesitas vertelo, te está comiendo por dentro- Se incorporó y se acercó a él, parándose fuera del círculo de cuarzo, moviendo las manos hasta apoyarlas en su pecho dejando fluir su magia de sanación pero ocupándose de los cortes que había visto en su torso pero no aquellos en sus brazos.

Sabía más que de sobra que no podía encargarme de Ivanov en este estado tan lamentable, no era necesario que nadie me lo recordara. Solo esperaba que ella fuese capaz de cumplir su parte.

- Recuerda lo que he pedido. Discreción con eso. - podía ser mi talón de aquiles perfectamente. Afirmé, vagamente, mi pregunta habia sido absurda teniendo en cuenta su profesión y cómo era ella. Claro que que juzgar a la gente antes de sanarla.

- No, no creo que debas. Lucio tampoco lo hacía. - maldito Lucio. No debería haberse ido. Él tampoco me habia hecho preguntas sobre mis decisiones, nunca. Esperaba que al menos le fuese bien...
Desvié la mirada seriamente hacia ella cuando empezó a hablarme de eso. De conseguirme una niñera para Ivanov, o "hasta una esposa". Pero para eso no estaba el ghoul que lo cuidaba? No, no necesitaba una niñera, y menos una esposa a la que imponerle su vida, sus necesidades, su magia. Por necesidad? No... Estaba mal, era erróneo.

Retiré mi brazo de ella cuando lo alargó para entablar contacto.
- No. Niñera ya tiene. Las de la guardería. - Lyosha tenía razón. Por qué intentaban arreglarlos (y no físicamente) constantemente ? No necesitaba a nadie metiendo las narices en su casa con su hijo, y definitivamente no necesitaba una esposa postiza que....

Entonces, había vuelto a recaer presa de la magia de sangre. Tomé la primera poción que me pasó, la que sabía a tiza, y me la tragué de una. No tardaría en hacerme efecto, paliando, en parte, aquel dolor que me impedía hasta hablar.... Por fin. Respiré algo más aliviado, aunque seguía mortalmente pálido. Tomé la reabastecedora, bebiendola tambien. Guardé silencio por varios instantes, tenía razon en que me estaba comiendo por dentro.

- Mientras ese mago tenga de mi sangre, estaré en problemas. Hay que neutralizarlo. Es similar a lo que hacen los Pendragon. - el dolor cedía un poco, pero no del todo. Lo bueno del nahlrout, era que tambien despejaba la mente, al contrario que la leche de amapola, que aunque era un sedante mas potente, te atontaba.... - Snagov podría hacer algo. Su hijo. Es joven pero merece que confiemos en él. Intentaré que mi aprendiz lo contacte... con el encargo. No me importa que se sepa lo de la sangre, es lo del demonio lo que oculto. - miré a Anteia como si supiera lo que estaba pensando en ese instante. - No voy a recurrir a los Pendragon. Por como ayudé a Wthyr Pendragon sé que estará deseoso, y no me apetece ponerle una venganza en bandeja de plata para que se la cobre y se resarza...

El portal se abrió en medio del sotano donde alguna vez Khaled exorcisó a un demonio junto a Matvey, conectaba la torre Soul con Ouroboros en un ápice de segundo y Lyosha estaba más que interesada en tener una de esas piedrecitas o robársela a su hermano. Total, él ya podía abrir pasajes por el infierno sin que los demonios quisieran consumir su alma y atarla de nuevo al reino de las torturas. Bueno, corrigió, esos demonios no tenían TANTAS GANAS a su alma como a la de ella.

Los viajecitos de Matvey habían estrechado el vínculo a diestra y siniestra. Lo sintió volver desaparecer, volver a Italia y luego sólo un pequeño murmullo en la distancia mientras el de Khaled era mucho más fuerte. Pero tenía que revisarlo y aparentemente Adramelech también había insistido en ello así que los hermanos Svensson optaron por esta solución.

La bota de Lyosha apareció primero. Era una visita política, no necesitaba su armadura, así que iba vestida de manera informal en un clásico conjunto de color negro con detalles en metal, por supuesto. Al terminar de cruzar, el portal se cerró y Lyosha buscó a Matvey con la mirada que ahora estaba siendo atendido por una mujer rubia. No saludó, miró al piso un instante y luego sonrió de lado ante la prisión de cuarzos -Debiste decapitarlo cuando tuviste la oportunidad- Mencionó a modo de saludo porque había alcanzado a oír la última frase.

Finalmente, desvió su mirada hacia Anteia, recorriendola entera y dándose cuenta de su gran panza -No deberíais estar en presencia o cercanía de un poseído- Señaló su vientre abultado y probablemente a punto de dar a luz -Los demonios son caprichosos y las almas nobles…Bueno…- Sonrió perversamente -Son un alimento delicioso- Caminó acercándose a ambos y apoyó la botella de vodka que llevaba en la mano justo al lado de las pociones de Matvey. Estaba a medio beber. No dijo nada más mientras se sentaba al lado del nigromante y abría la botella para pegarle un trago recorriendole con la mirada y observando las runas en sus brazos -Un trabajo chapucero- Le soltó ni corta ni perezosa -Puedo hacerlo mejor-

-No voy a decir nada, Matvey- Insistió y frunció el ceño -Bueno, Lyran ya lo sabe…Y quizás Adam. YY Cath le dijo a Ian…pero ya- O tal vez Ian le decía a Azahar. Entonces se dio cuenta de que QUIZÁS debía avisarles de que mantuvieran la boca cerrada. Asintió con suavidad cuando dijo que no debería, entonces ya había contestado su pregunta.

Se percató de la forma en la que esquivó su contacto y supo inmediatamente, sin necesidad de expandir su campo, que le había molestado su comentario -No es lo mismo, Matvey- Retiró la mano y la apoyó sobre su rodilla. No sabía bien cómo abarcar el tema sin causarle incomodidad así que apartó la mirada un momento. ¿Cómo podía explicarle exactamente? -La presencia de una figura materna siempre va a generarle más tranquilidad. Desde que llegó  ha tenido a Aurora, luego las niñeras de la guardería y ahora a mí. No tiene estabilidad y eso le genera estrés- Intentó explicárselo pero más no podía hacer, ya lo tenía metido en su cama y cuidaba de él como si fuera propio.

La mención de la situación y de los Pendragon hizo que tensara los labios. Sus conocimientos no llegaban a cubrir ese tipo de magia o afección.  Asintió suavemente a lo del hijo de Snagov pero estaba analizando la posibilidad de decirle a Catherine que algún Pendragon pudiera ayudarle a sentirse mejor. Si ellos eran los expertos…Alzó la mirada hacia él cuando mentó otra vez a los Pendragon observando el nivel de comprensión en sus ojos ¿Le estaba leyendo la mente? -Podría controlar sus sentimientos- Murmuró cuando un portal se abrió y Anteia inmediatamente reculó un poco.

La mujer que salía de allí no la había visto nunca pero le daba una mala espina horrorosa. No sabía si era la ropa, el maquillaje, el pelo o qué…Pero… Ah, no. Era la boca -Decapitar suena bastante extremo cuando hay otras soluciones- Dijo difiriendo de la recién llegada y buscó la mirada de Matvey como preguntándole de quién se trataba.

La advertencia hizo que girara la vista hacia ella sintiendo que su mirada azul era…fría, pero fría a un nivel que no comprendía. Las manos de Anteia dejaron de tocar a Matvey con su poder de sanación para apoyarlas en su vientre, como si eso pudiera protegerle del demonio.  La mujer caminaba con la seguridad de quien conoce aquella casa así que supuso que sería conocida de Matvey -No debería beber alcohol- Le advirtió al verla bajarse un par de tragos de vodka -No bebas alcohol- Le dijo al nigromante con el ceño levemente fruncido y cuando la peliblanca señaló las runas, insultándolo, Anteia arqueó una ceja -¿Y tú quién eres?- Espetó un poco mosqueada -¿Eres nigromante también?-

Anteia comenzó con un "no voy a decir nada" pero mi cara tornó en una mueca de casi horror contenido cuando empezó a decir todas las demás personas que lo sabían ya, a parte de ella....

- Eso es demasiada gente sabiéndolo ya. -maldita sea. - Pideles que no hablen. Y si te preguntan, les dices que está solucionado, que me libré de él.

"esperemos que con eso sea suficiente...."

Desde su sugerencia o consejo, estaba molesto. A muchos niveles, a decir verdad. No esperaba que esa sugerencia pudiera incomodarlo tanto, pero supuso que tuvo que ver con el hecho de que se la hiciera ella. Al hablar, resultó un tanto hosco y brusco. Seguía pensando...que no necesitaba que lo arreglasen. Solo entenderlo.

- Que ahora yo esté pasando por una mala racha no quiere decir que vaya a ser incapaz de cuidarlo solo. Muchos salen adelante sin figuras maternas. Y si va a ser una figura materna impuesta, falsa....a la larga, prefiero que no la tenga.

"lo aparté del lado de Adele precisamente porque no me fiaba de que nadie mas lo educase a parte de mi"

También era cierto que mi linaje no destacaba por progenitores cariñosos, protectores o que ayudasen a "tener menos estrés". Sin duda, teníamos conceptos muy diferentes. No me imaginaba Anteia tirando a su hijo al río Nevá durante el frío invierno ruso como parte de un entrenamiento....

Al oir lo de controlar sus sentimientos levanté la mirada hacia ella. - No, mala idea. Se daría cuenta, controlar sus sentimientos podría considerarlo como un acto de guerra durante la tregua del Tratado. Sería fatal. Políticamente hablando. Personalmente hablando, me encantaría que lo pusieras a llorar de terror.

Justo en ese instante, un portal se abrió directamente en mi Sótano. Me puse en guardia automáticamente, pero entonces unos tacones negros surgieron del mismo, y la sensación del vínculo con la revenant hicieron el resto del trabajo para que pudiera relajarme de nuevo. La cosa era, que pareció tardar eones en cruzar ese portal.... en mi cabeza, claro. Algunas cosas pasaban como a camara lenta por culpa de la poción.

- Decapitar a Wthyr Pendragon. Lo tuve fácil. ¿Cometí un error al no hacerlo? - dije con un chasquido de lengua, sin pensarlo demasiado. Esa decisión....sería algo que me repetiría por mucho, mucho tiempo. - ¿Qué haces aquí Lyosha? Puedo asumir que los tuyos aun mantenéis vuestras posiciones? - mientras durasen los efectos de la poción, el dolor era controlable. Y asumible. Las sanaciones tambien ayudaban.

Cuando Lyosha dijo aquello del estado de Anteia, no pude menos que asentir levemente, y miré a la sanadora.
- Tranquila...está sellado pero...ya has visto antes. Será mejor que te marches. Esto ya está controlado. - dije señalandome a mi, refiriendome a las heridas y las hemorragias. - Recurriré a Tepes. Algo podrá hacer. Gracias por todo.

Emití una especie de sonido irónico cuando Lyosha dijo que m i trabajo era chapucero y que seguro ella podía hacerlo mejor. Lo bueno es que los cortes ya no sangraban, aunque no hubiesen cicatrizado. Nahlrout. Tendría que hacerme con litros de esa.

"Seguro que hasta lo disfrutas"

Quería responder a lo otro que estaban diciendo, sobre lo de beber o no0 y darle alguna identidad a Lyosha que no rebelase que era Soul Reaper (porque sabía le historial de Anteia con los Soul) pero mi cabeza, pese a estar lúcida, parecía percibir el transcurso de las cosas mas despacio de lo normal....con lo cual probablemente respondiera cuando ellas ya se habian puesto al dia solitas.

-Sí- Respondió con absoluta tranquilidad -Si te temblaba mucho el pulso podrías habérmelo comandado. Una cabeza más a la lista- No tenía nada contra el hombre…¿o sí? No, no recordaba nada de él pero tenía un vínculo que respetar con Matvey. Volvió la vista  a Anteia cuando dijo que había otras formas y sólo logró sonreír burlonamente. Otra bruja a por la paz y el amor. Cliché.

-Vengo a revisar que mi nigromante esté sobre sus pies- Dijo y luego asintió con suavidad sobre las posiciones. Había recibido un patronus de Lykaios y le había dicho a Adramelech que le respondiera. El muchacho necesitaba más responsabilidades  y la gestión de ese tipo de alianzas porque, aparte de tener más tacto, Lyosha no se había equivocado al decir que era el futuro de los Souls.

Bajó la botella de vodka cuando la bruja empezó a decirle que no debería beber alcohol y luego miró a Matvey un instante, evaluando su gesto. Estaba…¿ido? Miró hacia la rubia entonces y decidió que lo mejor era ponerla en su sitio -Es mayorcito para tomar sus propias decisiones. No impongas tu puritana vida sobre nosotros…Además, es buen vodka- Alzó las cejas y dejó que en su tono se escapara un rintintin, halagando así el regalo de Matvey.

Notó en seguida que la rubia se había puesto de mala hostia porque sus gestos eran un libro abierto y eso le causó profunda gracia -¿Yo? No… No soy nigromante. Soy algo  superior…Una versión mejorada de un alma torturada y nuevamente forjada en los nueve círculos del infierno, que ahora camina por la tierra sembrando el caos- Volvió la mirada hacia ella con un brillo particular en sus ojos azules -Para infligir dolor y tortura a quien lo busca y a quien no. Soy jueza y ejecutadora, soy el terror hecho divina figura…- Observó su mano un instante mientras el metal de su look se fundía y ascendía por su brazo hasta convertirse en garras -Soy Lyosha Svensson, la gloriosa Matriarca de Metal de los Soul Reapers- Ladeó la cabeza hacia Anteia -Y la revenant predilecta de Rasputín- Amplió la sonrisa de una forma macabra.

-Márchate, bruja. Tu lugar no está en el lado oscuro de la vida- Eso estaba más que claro. Cogió del antebrazo a Matvey y lo alzó para examinarlo, pasando ahora de la presencia de Anteia como si fuera menos que un pajarillo -¿Vamos a hacer algo al respecto o vas a seguir lloriqueando y encerrado en una prisión de cuarzo?-

Sí, concordaba con él. Era mucha gente. Asintió un poco -¿A Catherine también? La veo mañana y querré contarle que te vi, que estás vivo…- Porque estaba segur de que la morena querría saber cómo estaba él, y no era para menos, compartían una gran relación y según entendía era básicamente su padre ante la muerte del biológico. Pero prefería que Matvey le dijera cómo proceder.

Lo siguiente, sobre el tema de la figura materna, sonó tan hosco que Anteia decidió no seguir con el tema. Supuso que…tenía razón. Pero quería decirle que precisamente, como existían esas malas rachas no estaba demás contar con alguien que le apoyara en esos momentos. Era un trabajo en equipo. Abrió la boca para seguir explicándose porque en el fondo quería hacerlo entender la necesidad… O quizás lo que quería es que se olvidara de sus sentimientos por ella y buscara en otra persona lo que ella no podía darle. Al caer en ello frunció el ceño, cerró la boca y apartó la mirada.

Desestimó su idea de controlar los sentimientos pero… sólo por la parte política, cuando mencionó el otro Anteia lo miró con reproche -No uso mis poderes para eso- Murmuró antes de que el portal se abriera y toda la situación se transformara en algo que Anteia no se esperaba.

No entendía cómo ahora se hablaba de decapitar como del té de la mañana. Los miró a los dos como si de pronto se hubiesen vuelto locos. Sobre todo porque la otra se ofrecía así nada más a cumplir. ¿Qué posiciones? Estaba claro que se conocían pero no sabía quien era y se sentía un poco perdida y fuera de lugar.

-Pero, Matvey…- Quiso decirle que las sanaciones debían continuar si estaba con aquellas consecuencias de la magia de sangre pero tras lo incómodo que se había tornado todo y la realidad de que había un demonio allí con ellos (y sospechaba que otro mientras miraba a Lyosha desenvolverse) no dejaba de ser peligroso.

De pronto, la peliblanca se metió con aquello de que no bebiera y Anteia arqueó una ceja -Está tomando pociones- Le soltó para que supiera porqué decía lo del alcohol. No tenía que ver con que fuera “puritana” o no. Seguro que esa tipa no tenía ni idea del tipo de alcohol que se bebía en momentos de guerra. Tras ello vino su presentación que con cada palabra hacia reforzar la tensión en los hombros de la rubia. Percibió su mirada y cerró con fuerza su campo empático para que lo que sea que fuera esa mujer no entrara. Alzó la vista hacia la marca en su frente pero pronto tuvo que ver sus garras…Que llegaron con un nombre y un rango que hicieron que el rostro de Anteia se tornara mortalmente serio.

Volvió la vista a Matvey. No tenía ni idea de lo que era un revenant pero sí sabía algo: No le gustaba. Y ya eran dos invitándole a irse. Y estaba segura de que Matvey sabía perfectamente cómo se sentía respecto a los Soul Reapers. Se sintió… dolida, de una rara forma. Se alejó un poco de Matvey y miró hacia la peliblanca cuando la ignoró y se dedicó a hablarle a él. Se le estrujaba el pecho de una forma que comprendía muy bien. Apreciaba a Matvey y se sentía…traicionada por su relación con esa mujer, con una Soul. Casi de la misma forma que cuando Lyran se quedó a defenderlos.

Frunció el ceño y miró hacia la zona de las escaleras para ir hacia la puerta. La mujer no se había interesado en ella pero aún así -Tienes razón, no es ese mi lado. Estoy del otro, recogiendo las pizcas de mundo y de personas que dejáis a vuestro paso para tratar de sanarlos y reconstruirlos- No se despidió de ninguno de los dos, simplemente subió las escaleras y se marchó del sótano y de la isla en su nube.

-No, a Catherine no.....dile la verdad solo si estás a solas con ella, pero si Wthyr está delante... miéntele a ella verbalmente. - sería mas conveniente así. Por lo menos, Anteia cejó en sus intentos de buscarme una acompañante, esposa, nani, lo que fuera....y ella misma pareció darse cuenta de algo a juzgar por su gesto y expresión. De qué, no lo tenía claro.

Sonreí de lado un momento, con afección,  muy brevemente mientras cerraba los ojos,  cuando Anteia dijo que no usaba sus poderes para hacer llorar a la gente para eso. Por supuesto que no lo hacía, me lo podía imaginar. Era alguien demasiado noble e íntegra como para hacer eso.

- Tu nigromante? - le dije a Lyosha desviando la mirada hacia ella, con tono escéptico  y una ceja algo alzada. Que modo de llamarme era ese? - no voy a beber alcohol- aseguré, sabía que con la hipovolemia que tenía ahora mismo y las pociones actuando, era una malísima idea.

Efectivamente, Lyosha se me adelantó, y empezó con toda su rimbombante presentación. Emití un sonido de contrariedad y reposé la frente sobre la mano mientras ella se presentaba. Mi intuición era lo bastante buena para saber que Anteia se lo iba a tomar como una traición, y su rostro y expresión me lo confirmaron, asi como el modo de posicionar sus hombros, todo su cuerpo hablaba por ella.

- Resulta que al final yo tampoco juzgo mucho antes de ayudar a alguien. - Dije en voz baja cuando Anteia se iba por las escaleras tras aquella sentenciosa frase, porque asi era básicamente como había acabado de tal modo con Lyosha. La cosa comenzó con la alianza que Sean estableció con los Soul, si...pero nosotros habiamos ido un poco más allá. Cuando se marchó, miré a Lyosha y aparté mi brazo de ella lanzandole una mirada un poco de reproche.

- Tenías que actuar tan intimidante?  - negué con la cabeza, sin embargo, puesto que sus ultimas palabras se me habian quedado divagando por la mente. - Reconstruirnos. Tenías tú razón. Así es como nos ven... - volví a dejar mi antebrazo a su alcance. Y lo señalé con un gesto de mi barbilla, con decisión. - Hazlo, llega al hueso si es necesario, pero que deje cicatriz. - de momento no iba a sangrar. - si tienes dudas con los simbolos te los dibujo, algunos no me quedaron claros. No los pude grabar demasiado bien y por eso no son...

Antes de que se pusiera a la tarea, me decidí a enviar un patronus a mi aprendiz, para encargarle el asunto otro. No podía dejarlo esperar demasiado.
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post 2/10 nahlrout

Miró a Matvey con un gesto altivo -¿Uno de mis nigromantes?- Corrigió -¿O prefieres que te llame mascota, como mi hermano dice?- La sonrisa se tornó sardónica y la diversión llegó a los ojos de Lyosha. Aquello de mascota, si mal no recordaba, se lo había comentado Khaled delante de él.

Que no bebiera alcohol le hizo poner los ojos en blanco pero comprendía que al estar bajo tratamiento podía interferir. Se relamió los labios y pegó otro trago más. Al final la rubia soltó alguna chorrada y Matvey le respondió pero como Lyosha estaba armando las runas en metal no les prestó demasiada atención.

Le dejó el brazo libre y al escuchar su pregunta, ladeó suavemente la cabeza -¿Preferías que me comportara sanguinaria? ¿O querías que… No lo sé, dejara de ser quien soy para no afectar susceptibilidades? Es es la razón por la que Wthyr Pendragon sigue vivo- Insistió, soltando luego un pequeño chasqueo de lengua.  Alzó una ceja al oír eso de la reconstrucción. ¿Era eso lo que había dicho? -Lo sé, Matvey. Hay gente que no entiende la belleza de los que estamos rotos-  Iba a  necesitar un trago más, así que lo bebió largo y tendido.

-Cicatriz va a dejar… Emulará las de tu alma compartida- Y dolería sentir el proceso, dolería verlas. Ya había adelantado algunas pero necesitaba más metal. Se incorporó y movió el taburete para poder ir hacia la cocina buscando entonces un envase que dejó llenando de agua, tras eso empezó a abrir gabinetes hasta dar con la sal. Llegó hasta el envase y lo volteó -No es necesario, las conozco. No eres el único nigromante en mi vida, Matvey- En segundo plano el metal de las ollas y calderos seguía formando las runas.

Lyosha acabó llevando todo para ponerlo al lado del vodka -Por eso son chapuceros- Soltó con total normalidad antes de llevar el metal al fuego donde iba a calentarse hasta estar al rojo vivo -Así que… Valqar… Te pega- Murmuró pensando que todo aquello del amplio espectro de los muertos le vendría bien al nigromante. Miró hacia su cadera, se quitó el cinturón para luego doblarlo y llevarlo hasta su boca -¿Ves? Puedo ser menos intimidante. Imagino que querrás mantener tus dientes- Sonrió de lado antes de atraer el metal en color naranja. Esperó a que mordiera el cinturon y empezó a posicionar las runas en su sitio, iría de tres en tres porque los números pares no le gustaban tanto. Alzó la mirada hacia él y arqueó las cejas esperando un gesto de aprobación para luego marcarlo.

- ¿Y qué tal Matvey? - le sugerí a la revenant, con la mandíbula ligeramente apretada, ya fuera por las molestias fisicas o las de lidiar con ese mote. - Y tú mi revenant predilecta, has dicho.  - eso casi, CASI me hacia gracia. Sobre todo por lo que tenia esperando en el subsótano.

- La razón por la que sigue vivo es porque estamos en una breve tregua por un Tratado de Paz firmado y sellado por el Consejo. Que puede morir todavía, solo que no debe notarse que ha sido por mi culpa. Quizá pueda servirme del conflicto en Roma para eso. Drenamos su vitalidad  y...ah, no, ha sido el Papa. Qué te parece? - confabular era gratis....y bajo el efecto del sedante, lo veia todo muy claro.

Adios al Rey, adiós a sus proclamas. Catherine mantenía sus votos, su promesa, rompía la maldición y podía volver a su vida feliz con el licántropo. La observé seguir bebiendo vodka, sin duda el obsequio le había contentado.
- Los alados aguantan bien el alcohol por lo que veo.

Sentí un alivio extraño en lo que dijo Lyosha. Sobre la belleza de los que estaban rotos. Tampoco pensaba que fuese...bello... o quizá...es que debía de aprender a mirarlo bajo otra perspectiva. Pero al menos, pensar que no estaba mal, que no tenia por qué ser perfecto o ser arreglado, me aliviaba. No tener que debatir contra lo mal que estaba usar mi magia como quería. Buscar excusas, justificaciones, o simplemente,la comprensión de los que como Anteia, vivían "en el otro lado".

Mientras ella conseguia mas metal porque al parecer, no se iba a dedicar a cortar si no a quemar, segui sus espaldas con la mirada.
- Son chapuceros porque me corté con una daga mientras recitaba las palabras del caos y el nombre de Valqar. Él tampoco colaboró. Cree que el pacto no esta completo. - al parecer khaled la habia instruido lo suficiente, o ella habria aprendido por su cuenta, para controlar lo que tenia que hacer. Sabia que podia fiarme de ella para esto.  - Es un verdugo. Tiene ciertas habilidades interesantes que me van a venir muy bien.

"cuando aprenda a dominarlo"

La miré casi con una ceja levantada y una expresión de curiosa diversión cuando me ofreció su cinturon proclamando que podía ser menos intimidante.
- Te creería de no ser por esa sonrisa de anticipación que tienes. Lo estás deseando... - empezaba a conocerla. Un poco. Sospechaba que iba a doler, y no, no quería gritar. Tampoco sabía hasta que punto el nahlrout le iba a ayudar con el dolor.

Le hice un gesto para que procediera, apretando el cinturón con la otra mano, no pensaba morderlo. Vamos a ver si dolía tanto como la magia de sangre. Apreté la mandibula cuando grabó las tres primeras runas, pero no emití sonido de queja alguna, ni fisicamente tampoco, aparte de la leve tensión muscular.

- Puedes continuar. - ya olía a carne chamuscada, pero el dolor era soportable. Lo había pasado peor antes.
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3/10

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