Recuerdo del primer mensaje :
Residencia de Rasputín. Es un sótano de base muy amplia que consta de dos niveles. Tiene una unica entrada que suele estar vigilada por un demonio ghoul, no deja entrar a nadie si el Descendiente de Rasputín no lo considera así. En el nivel superior se encuentran las estancias de descanso, habitaciones y demas salas para menesteres de la vida. Asi como una biblioteca. En el nivel inferior al cual se accede por una angosta escalera de caracol de piedra se encuentra una unica sala muy grande llena de libros prohibidos sobre los cuales pesan maldiciones contra lectores indeseados, insumos para invocaciones (algunos metidos en desagradables tarros), mesas, fogatas, telares y muchos simbolos arcanos plasmados aqui y allá. Una atmosfera en al cual se respira la oscuridad. Hay un arcón cerrado con siete cerraduras en un recóndito lugar de éste. Nunca se ha abierto.
Había recuperado la voz después de unas cuantas sanaciones más intensivas en urgencias. Le había dado mi reporte a unos miembros de la guardia que habían allí, para que informaran que ya estábamos todos en casa, salvo le Fay, además de lo ocurrido en tintagel para que lo comunicaran a Amaya.
Al llegar allí cogí la petaca vacía y miré a lyosha levantando una ceja, no había dejado nada.... Negué con la cabeza y me dispuse a sacar una botella de un armario para rellenarla.
- hay ropa en mi habitación, coge lo que necesites - le dije cerrando la rosca. Con esa frase que le dije me di cuenta de que... Había alcanzado un grado de familiaridad curioso con ella. Al menos por mi parte.
"Creo que es la persona que ha estado aquí con más frecuencia en los últimos seis meses... O más"
Me retiré el pesado abrigo y la casaca, dejando la camisa oscura de debajo, estaban llenos de sangre pero al contrario que lyosha no los puse para tirar, solo los dejé en la pila para limpiarlos más tarde. Al pasar tras ella me fijé en las grandes cicatrices de su espalda, las cuales observé unos instantes frunciendo un poco mi ceño....pensando en algo. Una idea que se me formó rápidamente.
- ronda de preguntas? - quise corroborar, cruzando mis brazos sobre el pecho y quedando de pie frente a ella, apoyado ligeramente en la mesa de la cocina.
- el mayor poder de Stavron es su corrección política y protocolaria. Había olvidado lo nervioso que me pone eso. No, es... Control de sangre y dominio sobre las maldiciones. Te interesa?
Tomé algo de la petaca, a ver si lograba quitarme el regusto a pociones y sangre de la garganta.
- no querían matarme a mi, iban por los Pendragon pero son inútiles y no fueron precisos. Sospecho que son aquellos sobre quiénes han extendido su imperio y no están satisfechos con el trato.
Con lo de matar a wthyr me quedé en silencio porque, por qué no?
- lo he pensado en Avalon. Te juro que es algo que deseo más que nada. - se veía que por mi vehemencia, hablaba en serio. - pero...
Si, seguían habiendo peros. Le volví a dar la petaca, aún quedaba la mitad.
- me toca. Has venido aquí solo porque notaste algo? - dije algo ronco aun señalando mi cuello y luego el suyo. - o tenías más recados en Inglaterra? Como vais en Roma?
La analicé de arriba a abajo, cuidadosamente, tranquilamente.
- era cosa mía o en Avalon estabas pensando en como robar un dragón ahora que he dejado ir a Thauren?
Al llegar allí cogí la petaca vacía y miré a lyosha levantando una ceja, no había dejado nada.... Negué con la cabeza y me dispuse a sacar una botella de un armario para rellenarla.
- hay ropa en mi habitación, coge lo que necesites - le dije cerrando la rosca. Con esa frase que le dije me di cuenta de que... Había alcanzado un grado de familiaridad curioso con ella. Al menos por mi parte.
"Creo que es la persona que ha estado aquí con más frecuencia en los últimos seis meses... O más"
Me retiré el pesado abrigo y la casaca, dejando la camisa oscura de debajo, estaban llenos de sangre pero al contrario que lyosha no los puse para tirar, solo los dejé en la pila para limpiarlos más tarde. Al pasar tras ella me fijé en las grandes cicatrices de su espalda, las cuales observé unos instantes frunciendo un poco mi ceño....pensando en algo. Una idea que se me formó rápidamente.
- ronda de preguntas? - quise corroborar, cruzando mis brazos sobre el pecho y quedando de pie frente a ella, apoyado ligeramente en la mesa de la cocina.
- el mayor poder de Stavron es su corrección política y protocolaria. Había olvidado lo nervioso que me pone eso. No, es... Control de sangre y dominio sobre las maldiciones. Te interesa?
Tomé algo de la petaca, a ver si lograba quitarme el regusto a pociones y sangre de la garganta.
- no querían matarme a mi, iban por los Pendragon pero son inútiles y no fueron precisos. Sospecho que son aquellos sobre quiénes han extendido su imperio y no están satisfechos con el trato.
Con lo de matar a wthyr me quedé en silencio porque, por qué no?
- lo he pensado en Avalon. Te juro que es algo que deseo más que nada. - se veía que por mi vehemencia, hablaba en serio. - pero...
Si, seguían habiendo peros. Le volví a dar la petaca, aún quedaba la mitad.
- me toca. Has venido aquí solo porque notaste algo? - dije algo ronco aun señalando mi cuello y luego el suyo. - o tenías más recados en Inglaterra? Como vais en Roma?
La analicé de arriba a abajo, cuidadosamente, tranquilamente.
- era cosa mía o en Avalon estabas pensando en como robar un dragón ahora que he dejado ir a Thauren?
Lyosha Svensson
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La sugerencia de Matvey le hizo mirarlo un momento en silencio. Ella no dejaba pasar a nadie a sus aposentos. Era sumamente egoísta y reservada. La estúpida de Vanessa lo había intentado y ahora estaba reducida a una acolita. Era su… era su zona. Pero suponía que Matvey no era igual de reservado así que ni corta ni perezosa se fue a la habitación y cogió una camisa negra que le iba bien de altura, aunque le quedaba ancha. Con los pantalones iba a ser más complicado pero no iba a optar por un abrigo. Mejor se quedaba con los suyos.
Asintió a aquello de ronda de preguntas mientras se sacaba la bata robada y se ponía la camisa oscura de Matvey sintiéndose un poco más cómoda. Puso los ojos en blanco en un claro gesto de hastío -De eso me había dado cuenta, es irritante. Me refiero a lo otro- Las habilidades más inherentes a su magia y su esencia -¿También te pone nervioso? Entonces quizás es que no te ha dicho que está "fascinado" contigo. Como si fuera su maldito experimento - Imbécil. Se cruzó de brazos también al oír sus poderes y entonces miró hacia el sofá, eso explicaba el gesto que había hecho de analizar su sangre y como había sentido una increíble debilidad después. La advertencia de Stavron cobró un nuevo sentido y Lyosha entrecerró los ojos, tendría que idear una mejor forma de torturarlo a distancia -No realmente. Pero no puedes diseñar una buena tortura sin conocer a tu contrincante- Volvió la vista hacia él y le sonrió con picardía -Prometo no matar a tu nueva mascota, aunque es un inútil -
Lo de los vikingos era comprensible y aquello traía a colación todo aquello del imperio que se querían montar los Pendragon. Lo que, de una u otra manera, iba vinculado con su presencia alli. Y su deseo de eliminar a Wthyr Pendragon -¿Pero…- Alzó el mentón notando que tenía que tener alguna razón de peso porque notaba que lo deseaba -Solo pídelo, encontraré la manera si no quieres ensuciarte las manos-
Descruzó los brazos cuando las tornas se giraron y negó con la cabeza -Ya estaba aquí, revisando tus libros, cuando lo percibí- Asintió levemente y finalmente se separó de él para ir a por la botella que había usado para rellenar la petaca. Todo sea por las nuevas formas de comportarse, Lyosha fue a buscar dos vasos y sirvió para ambos -Precisamente por eso venía. Además Khaled ha tenido una hija con Zaphira y está conociendola- Expresó antes de alzar el vaso a modo de brindis con el único propósito de quitarse esa estúpida nostalgia y añoranza. Demasiados bebés. Demasiadas familias.
-Los Soul Reapers tienen previsto tomar el control de Italia. Y esta servidora será la cabeza del gobierno- Sonrió de forma pérfida y luego inclinó la cabeza con suavidad a modo de reverencia. Arqueó una ceja al verle evaluarla con la mirada… pensó que iba a soltar algo de lo de Roma así que su pregunta le pilló un poco desprevenida, por lo que soltó una leve risa -En efecto. Es un reto. La entrada y salida de Avalon es como un cuello de botella, es más factible robarlo en una batalla. Aunque eso implica pelear con el control de los Pendragon sobre ello. Hallaré la manera- Expresó mirando el techo, pensativa -Una emperatriz debería tener una montura épica. Y si es de mi nivel, aún mas- Sonrió de lado y bajó la mirada hacia él, retándole a llevarle la contraria.
Asintió a aquello de ronda de preguntas mientras se sacaba la bata robada y se ponía la camisa oscura de Matvey sintiéndose un poco más cómoda. Puso los ojos en blanco en un claro gesto de hastío -De eso me había dado cuenta, es irritante. Me refiero a lo otro- Las habilidades más inherentes a su magia y su esencia -¿También te pone nervioso? Entonces quizás es que no te ha dicho que está "fascinado" contigo. Como si fuera su maldito experimento - Imbécil. Se cruzó de brazos también al oír sus poderes y entonces miró hacia el sofá, eso explicaba el gesto que había hecho de analizar su sangre y como había sentido una increíble debilidad después. La advertencia de Stavron cobró un nuevo sentido y Lyosha entrecerró los ojos, tendría que idear una mejor forma de torturarlo a distancia -No realmente. Pero no puedes diseñar una buena tortura sin conocer a tu contrincante- Volvió la vista hacia él y le sonrió con picardía -Prometo no matar a tu nueva mascota, aunque es un inútil -
Lo de los vikingos era comprensible y aquello traía a colación todo aquello del imperio que se querían montar los Pendragon. Lo que, de una u otra manera, iba vinculado con su presencia alli. Y su deseo de eliminar a Wthyr Pendragon -¿Pero…- Alzó el mentón notando que tenía que tener alguna razón de peso porque notaba que lo deseaba -Solo pídelo, encontraré la manera si no quieres ensuciarte las manos-
Descruzó los brazos cuando las tornas se giraron y negó con la cabeza -Ya estaba aquí, revisando tus libros, cuando lo percibí- Asintió levemente y finalmente se separó de él para ir a por la botella que había usado para rellenar la petaca. Todo sea por las nuevas formas de comportarse, Lyosha fue a buscar dos vasos y sirvió para ambos -Precisamente por eso venía. Además Khaled ha tenido una hija con Zaphira y está conociendola- Expresó antes de alzar el vaso a modo de brindis con el único propósito de quitarse esa estúpida nostalgia y añoranza. Demasiados bebés. Demasiadas familias.
-Los Soul Reapers tienen previsto tomar el control de Italia. Y esta servidora será la cabeza del gobierno- Sonrió de forma pérfida y luego inclinó la cabeza con suavidad a modo de reverencia. Arqueó una ceja al verle evaluarla con la mirada… pensó que iba a soltar algo de lo de Roma así que su pregunta le pilló un poco desprevenida, por lo que soltó una leve risa -En efecto. Es un reto. La entrada y salida de Avalon es como un cuello de botella, es más factible robarlo en una batalla. Aunque eso implica pelear con el control de los Pendragon sobre ello. Hallaré la manera- Expresó mirando el techo, pensativa -Una emperatriz debería tener una montura épica. Y si es de mi nivel, aún mas- Sonrió de lado y bajó la mirada hacia él, retándole a llevarle la contraria.
- Eso te dijo Stavron? - no se andaba con rodeos para algunas cosas. Traté de recordar a Stavron...al...de verdad, y no la versión idealizada que me había creado de él tras su muerte. - Es pragmático, y directo dentro de que trate de ser correcto. - tuve que mirarla con algo mas de seriedad cuando habló de torturarlo. Eso....
- Pero traería problemas a Ouroboros y sus habitantes. Nuestra misión es protegerlos. Y lamentablemente sospecho que Catherine siente algo por él. En fin.
"quien la entiende ya"
Por fortuna, ahora tenía a su padre con ella a su lado.
"Ya le he arrebatado mucho a esa cría"
Quizá no suficiente.
Apreté la mano del simbolo hundiendo las uñas un poco en mi carne y cerré los ojos un momento, maldiciendo internamente y controlando a Valqar para enviar sus elucubraciones y valoraciones al fondo de mi mente, recitando unos incomprensibles salmos en voz baja.
"No valoro que estés de mirón todo el rato"
No bastaría con matarlo a él. Si quieres que Ouroboros esté a salvo tras su muerte, debes matar a todos los que puedan tomar represalias, a todos los que deseen vengarse por su muerte. Sus hermanos, vasallos, familia....ella inclusive....
- Khaled y Zaphira? - algo había oído.... abrí los ojos, volviendo a mi conversación con Lyosha. - Si Khaled está aqui...me gustaría hablar con él. Necesito saber cómo lo hace él. Usar sus poderes sin perder el control de si mismo. Los necesito. - me refería a los poderes del demonio. Ella brindó supongo que en honor de la familia, pero a mi me dio la sensación de que ese brindis estaba lleno de amargura.
- Tú, cabeza de gobierno...? - la sonrisa pérfida no auguraba nada bueno. En realidad, mi mirada evaluadora no era solo porque si. Le estaba tomando medidas a ojo. - Que es lo que te gustaba? La sensación de poder que te daba ser jinete de un dragón, o volar? Aunque supongo que la respuesta es...ambas. - el poder la emborrachaba. - Emperatriz. Otro imperio?- repetí, sosteniéndole la mirada. Por qué todos querían ser emperadores? - La versión Soul Reaper de Wthyr Pendragon...dime que no va a ser así.
- Pero traería problemas a Ouroboros y sus habitantes. Nuestra misión es protegerlos. Y lamentablemente sospecho que Catherine siente algo por él. En fin.
"quien la entiende ya"
Por fortuna, ahora tenía a su padre con ella a su lado.
"Ya le he arrebatado mucho a esa cría"
Quizá no suficiente.
Apreté la mano del simbolo hundiendo las uñas un poco en mi carne y cerré los ojos un momento, maldiciendo internamente y controlando a Valqar para enviar sus elucubraciones y valoraciones al fondo de mi mente, recitando unos incomprensibles salmos en voz baja.
"No valoro que estés de mirón todo el rato"
No bastaría con matarlo a él. Si quieres que Ouroboros esté a salvo tras su muerte, debes matar a todos los que puedan tomar represalias, a todos los que deseen vengarse por su muerte. Sus hermanos, vasallos, familia....ella inclusive....
- Khaled y Zaphira? - algo había oído.... abrí los ojos, volviendo a mi conversación con Lyosha. - Si Khaled está aqui...me gustaría hablar con él. Necesito saber cómo lo hace él. Usar sus poderes sin perder el control de si mismo. Los necesito. - me refería a los poderes del demonio. Ella brindó supongo que en honor de la familia, pero a mi me dio la sensación de que ese brindis estaba lleno de amargura.
- Tú, cabeza de gobierno...? - la sonrisa pérfida no auguraba nada bueno. En realidad, mi mirada evaluadora no era solo porque si. Le estaba tomando medidas a ojo. - Que es lo que te gustaba? La sensación de poder que te daba ser jinete de un dragón, o volar? Aunque supongo que la respuesta es...ambas. - el poder la emborrachaba. - Emperatriz. Otro imperio?- repetí, sosteniéndole la mirada. Por qué todos querían ser emperadores? - La versión Soul Reaper de Wthyr Pendragon...dime que no va a ser así.
Lyosha Svensson
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Asintió varias veces con una mueca. Ella no quería fascinar a Stavron, por no querer, no quería fascinar a alguien. Quería que le temieran. Era más fácil lidiar con el temor. Puso los ojos en blanco al resto de la descripción -El punto es que no puedes confiar en él para protegerte - Antes de que se viniera con tonterías, Lyosha le lanzó una mirada fría -No me digas que puedes hacerlo- Le detuvi -Khaled también puede. Pero empiezo a observar un patrón entre los nigromantes que hacen revenants. Están muy sobrados y sobreestiman sus habilidades- Desvió la mirada a su garganta -Y no se si Stavron es consciente de lo delicado que es el vínculo que lo ata a este plano- Chasqueó la lengua -Pero yo sí y tú estás en peligro constantemente. ¿Qué vas a hacer para remediarlo… y proteger a Ivanov?- Si, no se había olvidado de su crío -Tienes muchas vidas que dependen de ti, Matvey-
"Y sería muy interesante que fueras consciente de ello"
El tema con Wthyr Pendragon era complicado … Para él -¿Crees que si lo hago yo encontrarían la forma de vincularme hacia ti?- Inquirió pensativa, acariciando con la punta de los dedos el canto del vaso -Catherine es una chica grande, lo superará. Todos superamos la muerte de un amor con el tiempo - Alzó los hombros como si ese punto de la excusa, del "pero", le fuera irrelevante. Y no es que su faceta de fría entrará en juego, es que hablaba por experiencia propia. Rodrigo era un hermoso recuerdo, pero era eso. O ella intentaba convencerse de aquello.
El asunto de Khaled y Zaphira le hizo asentir, preguntándose cómo sería la situación ahora que la dragona estaba allí y ellos en Italia. ¿Se mudaría? ¿Y el otro cachorro? Volvió su atención a Matvey y evaluó sus palabras, recorriendo su rostro con la mirada -¿Los necesitas?- Preguntó arrastrando las letras lentamente mientras agarraba la botella de vodka y se servía otro par de dedos. -¿O estas convenciéndote de que los necesitas para justificar lo que has hecho?- preguntó y se inclinó sobre la mesada, apoyando los codos para luego jugar un poco con el vaso, moviéndolo y observando el líquido -No necesitas a nadie. Eres un nigromante y los demonios están a tu servicio. Si necesitaras los poderes de otros demonios los convocarías y los doblegarías a tu voluntad- Alzó la mirada hacia él y bebió del vodka -Si vas a mentirte…- Soltó del fantasma de una risa para luego corregir -Mentirnos- Movió el vaso señalándolos a los dos - Currátelo- Finalmente bebió el líquido y cerró los ojos disfrutando del calor de la bebida.
El tema de Italia era menos escabroso -Sí- Un monosílabo que no le daba derecho de reclamar. Sin embargo, la siguiente pregunta la hizo sonreír con cierta ensoñación -Así es, ambas. Pero también por otros dos puntos. En batalla, al estar en terreno alto puedes tener una mejor idea del campo de batalla, ver peligros con anticipación y es una fuerza aérea de gran impacto- Asintió como recordando lo bien que había actuado el dragón, lo rápido y fuerte que había golpeado.
Entonces se incorporó y se alejó de la mesa con gesto pensativo, llevándose las manos a las caderas mientras caminaba -Hay algo más. Un placer inherente a volar…- No sabía bien cómo ponerlo en palabras más allá de llamarlo placer -Supongo que tiene que ver con el cuerpo de Diana. Pero en cuanto despego… ah, es como si volviera a nacer- nunca el "suyo" -Me sucedió cuando empecé a entrenar. Sabía que era una guerrera, había movimientos que no hubiese podido hacer de no serlo. Y volar en el grifo no es lo mismo… un dragón es… - A Matvey no le había contado aquello pero le parecía pertinente -Intenté tirar de memoria muscular ¿Sabes? Para construir unas alas… mientras me lanzaba por la ventana de la torre- Se rió un poco -Estaba borrachisima y Sirius finalmente me había dicho que mi sangre sabía distinto y me vio las heridas así que me costó sumar 1+1… Belialt acabó cogiéndome antes de que me matará y me contó lo de Diana. Desde entonces comprendo más cosas de este cuerpo-
"Y sería muy interesante que fueras consciente de ello"
El tema con Wthyr Pendragon era complicado … Para él -¿Crees que si lo hago yo encontrarían la forma de vincularme hacia ti?- Inquirió pensativa, acariciando con la punta de los dedos el canto del vaso -Catherine es una chica grande, lo superará. Todos superamos la muerte de un amor con el tiempo - Alzó los hombros como si ese punto de la excusa, del "pero", le fuera irrelevante. Y no es que su faceta de fría entrará en juego, es que hablaba por experiencia propia. Rodrigo era un hermoso recuerdo, pero era eso. O ella intentaba convencerse de aquello.
El asunto de Khaled y Zaphira le hizo asentir, preguntándose cómo sería la situación ahora que la dragona estaba allí y ellos en Italia. ¿Se mudaría? ¿Y el otro cachorro? Volvió su atención a Matvey y evaluó sus palabras, recorriendo su rostro con la mirada -¿Los necesitas?- Preguntó arrastrando las letras lentamente mientras agarraba la botella de vodka y se servía otro par de dedos. -¿O estas convenciéndote de que los necesitas para justificar lo que has hecho?- preguntó y se inclinó sobre la mesada, apoyando los codos para luego jugar un poco con el vaso, moviéndolo y observando el líquido -No necesitas a nadie. Eres un nigromante y los demonios están a tu servicio. Si necesitaras los poderes de otros demonios los convocarías y los doblegarías a tu voluntad- Alzó la mirada hacia él y bebió del vodka -Si vas a mentirte…- Soltó del fantasma de una risa para luego corregir -Mentirnos- Movió el vaso señalándolos a los dos - Currátelo- Finalmente bebió el líquido y cerró los ojos disfrutando del calor de la bebida.
El tema de Italia era menos escabroso -Sí- Un monosílabo que no le daba derecho de reclamar. Sin embargo, la siguiente pregunta la hizo sonreír con cierta ensoñación -Así es, ambas. Pero también por otros dos puntos. En batalla, al estar en terreno alto puedes tener una mejor idea del campo de batalla, ver peligros con anticipación y es una fuerza aérea de gran impacto- Asintió como recordando lo bien que había actuado el dragón, lo rápido y fuerte que había golpeado.
Entonces se incorporó y se alejó de la mesa con gesto pensativo, llevándose las manos a las caderas mientras caminaba -Hay algo más. Un placer inherente a volar…- No sabía bien cómo ponerlo en palabras más allá de llamarlo placer -Supongo que tiene que ver con el cuerpo de Diana. Pero en cuanto despego… ah, es como si volviera a nacer- nunca el "suyo" -Me sucedió cuando empecé a entrenar. Sabía que era una guerrera, había movimientos que no hubiese podido hacer de no serlo. Y volar en el grifo no es lo mismo… un dragón es… - A Matvey no le había contado aquello pero le parecía pertinente -Intenté tirar de memoria muscular ¿Sabes? Para construir unas alas… mientras me lanzaba por la ventana de la torre- Se rió un poco -Estaba borrachisima y Sirius finalmente me había dicho que mi sangre sabía distinto y me vio las heridas así que me costó sumar 1+1… Belialt acabó cogiéndome antes de que me matará y me contó lo de Diana. Desde entonces comprendo más cosas de este cuerpo-
Sentía que tenía razón en lo que me decía...realmente, no podía confiar ni en él, ni en nadie. Tampoco en ella, aunque quizá mas en ella.
- No traje a Stavron de vuelta para que me haga de guardaespaldas. - respondí antes de que ella fuera tan tajante y me dijera que no le dijera que sí podía confiar en él. - Y el caso es que no lo necesito. - de hecho, si confiara en alguien más que en mi mismo para esa tarea... Lyosha se mostró ...preocupada? era esa la palabra? Porque fuera más capaz de protegerme a mi mismo, ya que muchas vidas dependían de mi. No solo la de Stavron o ella...en parte. Ivanov, y la gente de Ouroboros, también.
- ¿Qué te dice que no he hecho algo ya para remediarlo, Lyosha? - le pregunté, sin darle más información, dejando aquello en el aire con un deje muy...críptico.
- Sí, seguramente. Ya nos han visto colaborar en más de una ocasión. - puse gesto de que sí, que sabía que Catherine lo superaría, mas si podia tener a su familia original a su lado. Ian...me acordé de él al pensar en aquello. Estúpido chiquillo. Lo que había pasado con Aelin era responsabilidad suya. En qué diablos pensaba? Venganza? Morgana lo había engañado del todo. Cómo iba a explicarle a Cath lo que ocurría ahora con su recién nacida? Tendría que vigilar a la pequeña...tan de cerca....
Alcé la mirada hacia ella.
- Siempre tan inquisitiva, hurgando con tus garras en lo profundo de la herida. - era un cumplido, sí. - Y qué he hecho? Un pacto con un demonio? Sí, necesito los poderes del verdugo, su control sobre las almas, su capacidad para pasear por el reino de los espíritus... una invocación dura un tiempo limitado y no me bastaría para llegar hasta el fondo con el Sanguis Ligno, no podría "jugar" en primera persona. No solo eso. Cuando un demonio posee a una persona, tiene acceso practicamente ilimitado a su mente. Y éste....conoce bastante bien a Wthyr. Aunque reconozco que eso ultimo solo fue un extra inesperado, un añadido que no vino mal del todo. No estaba planeado.
Luego escuché su relato, asintiendo un poco. La entendía, a decir verdad. Cuando empezó a moverse aproveché para mirar qué anchura de espaldas tenía. Así era algo complicado, a ojo.
- Ya te dije que el tuyo era un caso un poco especial, en cuanto al cuerpo. Pero no tiene por qué ser necesariamente malo. - no me habia respondido a lo de su cargo de emperatriz y mi pesquisa, asi que... - mi ronda de preguntas no habia terminado.
- No traje a Stavron de vuelta para que me haga de guardaespaldas. - respondí antes de que ella fuera tan tajante y me dijera que no le dijera que sí podía confiar en él. - Y el caso es que no lo necesito. - de hecho, si confiara en alguien más que en mi mismo para esa tarea... Lyosha se mostró ...preocupada? era esa la palabra? Porque fuera más capaz de protegerme a mi mismo, ya que muchas vidas dependían de mi. No solo la de Stavron o ella...en parte. Ivanov, y la gente de Ouroboros, también.
- ¿Qué te dice que no he hecho algo ya para remediarlo, Lyosha? - le pregunté, sin darle más información, dejando aquello en el aire con un deje muy...críptico.
- Sí, seguramente. Ya nos han visto colaborar en más de una ocasión. - puse gesto de que sí, que sabía que Catherine lo superaría, mas si podia tener a su familia original a su lado. Ian...me acordé de él al pensar en aquello. Estúpido chiquillo. Lo que había pasado con Aelin era responsabilidad suya. En qué diablos pensaba? Venganza? Morgana lo había engañado del todo. Cómo iba a explicarle a Cath lo que ocurría ahora con su recién nacida? Tendría que vigilar a la pequeña...tan de cerca....
Alcé la mirada hacia ella.
- Siempre tan inquisitiva, hurgando con tus garras en lo profundo de la herida. - era un cumplido, sí. - Y qué he hecho? Un pacto con un demonio? Sí, necesito los poderes del verdugo, su control sobre las almas, su capacidad para pasear por el reino de los espíritus... una invocación dura un tiempo limitado y no me bastaría para llegar hasta el fondo con el Sanguis Ligno, no podría "jugar" en primera persona. No solo eso. Cuando un demonio posee a una persona, tiene acceso practicamente ilimitado a su mente. Y éste....conoce bastante bien a Wthyr. Aunque reconozco que eso ultimo solo fue un extra inesperado, un añadido que no vino mal del todo. No estaba planeado.
Luego escuché su relato, asintiendo un poco. La entendía, a decir verdad. Cuando empezó a moverse aproveché para mirar qué anchura de espaldas tenía. Así era algo complicado, a ojo.
- Ya te dije que el tuyo era un caso un poco especial, en cuanto al cuerpo. Pero no tiene por qué ser necesariamente malo. - no me habia respondido a lo de su cargo de emperatriz y mi pesquisa, asi que... - mi ronda de preguntas no habia terminado.
Lyosha Svensson
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Soltó un ligero suspiro de hastío cuando mencionó que no lo necesitaba -Sois dos imbéciles. Khaled y tú - Le dijo con sinceridad y bastante molestia. Aún así cuando preguntó aquello, lo miró con suspicacia. Durante un largo tiempo había tenido dudas sobre la mortalidad de Matvey, sobre todo después de que salvará a Khaled. Había llegado… en las peores condiciones posibles, su vínculo había parpadeado, pero seguía en pie… en rodillas en realidad. Se humedeció los labios y le recorrió el rostro -Siempre te pones en modo misterio cuando te lo pregunto. ¿Crees que no me he dado cuenta? Pero es tu secreto, no puedo obligarte a decírmelo. Yo tengo los propios-
La seguridad con la que mencionó que los relacionaría hizo que chasqueara la lengua - Podría… organizarlo con mi hermandad. Tengo suficientes personas para gestionarlo- Le dijo como oferta final.
-Es una habilidad, una maravillosa virtud- Mencionó con profundo orgullo y se estiró de forma felina con ese deje soberbio de los gatos. Tras eso guardó silencio y escuchó toda la explicación, a medida que avanzaba Lyosha asentía, comprendiendo -No tienes porque hacerlo solo, pídele ayuda a Khaled. Es probable que te pida algo a cambio… pero será justo- Sonrió de lado ante el "agregado" -¿Y has usado algo de esa información para tu provecho?- Ya le gustaría a ella tener la habilidad de rebuscar en mentes ajenas. Al recordar un detalle frunció el ceño -Igualmente… tú podías leerle la mente. Lo hiciste conmigo. ¿Qué te detuvo?
Terminó frente a la biblioteca de nuevo, mirando los libros -Sí y también me advertiste que no estuviera demasiado en contacto con las habilidades de Diana porque queríamos mantenerla lejos. Pero… no puedo resistirme - Expresó recordando de nuevo lo bien que de sentía el viento en la cara, el dominio del cielo… y mirar a la gente desde arriba.
Se giró hacia él cuando solicito de forma educada la respuestas a su pregunta sobre el imperio -¿Quieres que te prometa que voy a portarme bien?- Arqueó una ceja antes de chasquear la lengua negando. Un claro "no va a suceder". Deslizó su vista hacia los libros de nuevo -¿Tienes algo sobre alados?- Inquirió antes de seguir avanzando en la búsqueda de más información sobre su cuerpo -Nuestra idea, de momento, es estabilizar Roma. Establecer la convivencia entre magos, souls y humanos. Ofrecer la posibilidad de ingresar a nuestras filas a aquellos que lo deseen- Resumió -La cosa es, Matvey, que siento que el título de Reina es un poco cursi…- Alargó la mano para coger un libro cuyo título le había interesado -Y emperatriz tiene mucho más rintintin- Sonrió mientras abría el tomo -Además, a diferencia de Wthyr, el Imperio Romano ha hecho historia. Quizás quiero hacer gala de lo buena que soy recordando- Alzó la vista hacia él con una leve sonrisa -Y estoy segura de que la gente preferirá arrodillarse ante mí, que ante él. ¿No estás de acuerdo?-
La seguridad con la que mencionó que los relacionaría hizo que chasqueara la lengua - Podría… organizarlo con mi hermandad. Tengo suficientes personas para gestionarlo- Le dijo como oferta final.
-Es una habilidad, una maravillosa virtud- Mencionó con profundo orgullo y se estiró de forma felina con ese deje soberbio de los gatos. Tras eso guardó silencio y escuchó toda la explicación, a medida que avanzaba Lyosha asentía, comprendiendo -No tienes porque hacerlo solo, pídele ayuda a Khaled. Es probable que te pida algo a cambio… pero será justo- Sonrió de lado ante el "agregado" -¿Y has usado algo de esa información para tu provecho?- Ya le gustaría a ella tener la habilidad de rebuscar en mentes ajenas. Al recordar un detalle frunció el ceño -Igualmente… tú podías leerle la mente. Lo hiciste conmigo. ¿Qué te detuvo?
Terminó frente a la biblioteca de nuevo, mirando los libros -Sí y también me advertiste que no estuviera demasiado en contacto con las habilidades de Diana porque queríamos mantenerla lejos. Pero… no puedo resistirme - Expresó recordando de nuevo lo bien que de sentía el viento en la cara, el dominio del cielo… y mirar a la gente desde arriba.
Se giró hacia él cuando solicito de forma educada la respuestas a su pregunta sobre el imperio -¿Quieres que te prometa que voy a portarme bien?- Arqueó una ceja antes de chasquear la lengua negando. Un claro "no va a suceder". Deslizó su vista hacia los libros de nuevo -¿Tienes algo sobre alados?- Inquirió antes de seguir avanzando en la búsqueda de más información sobre su cuerpo -Nuestra idea, de momento, es estabilizar Roma. Establecer la convivencia entre magos, souls y humanos. Ofrecer la posibilidad de ingresar a nuestras filas a aquellos que lo deseen- Resumió -La cosa es, Matvey, que siento que el título de Reina es un poco cursi…- Alargó la mano para coger un libro cuyo título le había interesado -Y emperatriz tiene mucho más rintintin- Sonrió mientras abría el tomo -Además, a diferencia de Wthyr, el Imperio Romano ha hecho historia. Quizás quiero hacer gala de lo buena que soy recordando- Alzó la vista hacia él con una leve sonrisa -Y estoy segura de que la gente preferirá arrodillarse ante mí, que ante él. ¿No estás de acuerdo?-
Lo de llamarnos imbéciles me habia parecido muy gratuito y se lo hice saber con una escéptica mirada.
- Idiotas... Por qué? Khaled tendría sus motivos para traerte de vuelta, igual que yo a Stavron. Y seguro que tenerte de guardaespaldas no era uno de esos motivos.
Ella se mostró suspicaz, reconociendo que algo sospechaba pero que no iba a obligarme a decir nada. Y yo tampoco tenía intenciones de confesar. Cuanta menos gente supiera, mejor. Solo Lucio lo sabía, y había sido por cuestion de necesidad, vida o muerte. Bueno, y ahora lo sabía... Valqar. Un motivo más para no dejarlo suelto por el mundo.
"menuda faena"
Emití un sonido de hastío antes de seguir.
- Sí, ya hice algo para remediarlo. El linaje de Rasputín... quizá sepas que mi ancestro fue famoso por lo dificil que fue de asesinar. Difícil, pero no imposible. Pero los detalles? - negué con la cabeza, esos me los guardaba. - Guardemos cada uno nuestros secretos, por el momento, están bien donde están.
Aun no sabía si llegaría el momento en el que confiaría lo suficiente en alguien para encargarle la tarea de proteger mi vida de ese modo. Probablemente....no. Quizá Ivanov, algun dia....
- No cierro la puerta a esa oferta. ¿Puedo dejarlo en un "quizá"? - le pregunté respecto a su ofrecimiento de encargarse del rey junto con su hermandad. Sin duda, llegado el momento, necesitaría aliados.Observé la satisfacción con la que recibió mi "cumplido". - Por eso he dicho que necesitaría hablar con tu hermano. Porque voy a entrar en ese arbol y lo voy a destruir- estaba dispuesto a negociar con Khaled por ello.
- Pues...no. - le dije respecto a usarlo en algo, un tanto decepcionado conmigo mismo. - Asuntos turbios de su familia, bastante turbios. Muchisimas inseguridades. Padres sacrificados. Esposas muertas, culpabilidad.... - nada del otro mundo. - Que me detuvo? Su cara, tendría que mirársela demasiado tiempo para usarle legeremancia. - acababa de soltar una broma. - Quizá pueda sobornarlo con sus asuntos turbios familiares, sí.
De vuelta a la biblioteca, pidió algun libro con informacion sobre los alados. Ese tipo de seres no eran mi especialidad, pero algo tenía, de lo que le habia cogido a Bellatrix prestado hacia tiempo para leer y nunca le habia devuelto.
Fui a una de las estanterias y saqué un delgado libro que trataba sobre esa raza, mostrándoselo.
- No hay mucho sobre ellos. En todo este tiempo solo he tenido registro de dos...y una de ellas, Kaldwin de la Brigada, es relativamente...joven. - me acerqué a ella mientras me daba su explicacion, contandome sus planes. Si era como los contaba, no estaba del todo mal. Si le quitabas ese aura tétrica que le imponía Lyosha y veías más alla, podía contar con que quizá les saliera bien. Además, tenían a Adramelech y a Astaroth. - Los Soul siempre han estado vinculados a Roma por vuestra historia. Si alguien puede ganarse los corazones de sus ciudadanos..sois vosotros. Siempre habrán magos que se os opondrán, cierto que habéis dejado poco títere con cabeza.... Incluso humanos que no quieran la magia. Y tendréis que lidiar con ellos mejor de lo que Giaccomo hizo. Os deseo suerte. Y recuerda que a la gente no le gusta arrodillarse, asi que mejor no se lo pidas a nadie directamente
Eso quiza era un consejo o algo parecido.
- Una ultima pregunta. ¿Cuánto mides?
- Idiotas... Por qué? Khaled tendría sus motivos para traerte de vuelta, igual que yo a Stavron. Y seguro que tenerte de guardaespaldas no era uno de esos motivos.
Ella se mostró suspicaz, reconociendo que algo sospechaba pero que no iba a obligarme a decir nada. Y yo tampoco tenía intenciones de confesar. Cuanta menos gente supiera, mejor. Solo Lucio lo sabía, y había sido por cuestion de necesidad, vida o muerte. Bueno, y ahora lo sabía... Valqar. Un motivo más para no dejarlo suelto por el mundo.
"menuda faena"
Emití un sonido de hastío antes de seguir.
- Sí, ya hice algo para remediarlo. El linaje de Rasputín... quizá sepas que mi ancestro fue famoso por lo dificil que fue de asesinar. Difícil, pero no imposible. Pero los detalles? - negué con la cabeza, esos me los guardaba. - Guardemos cada uno nuestros secretos, por el momento, están bien donde están.
Aun no sabía si llegaría el momento en el que confiaría lo suficiente en alguien para encargarle la tarea de proteger mi vida de ese modo. Probablemente....no. Quizá Ivanov, algun dia....
- No cierro la puerta a esa oferta. ¿Puedo dejarlo en un "quizá"? - le pregunté respecto a su ofrecimiento de encargarse del rey junto con su hermandad. Sin duda, llegado el momento, necesitaría aliados.Observé la satisfacción con la que recibió mi "cumplido". - Por eso he dicho que necesitaría hablar con tu hermano. Porque voy a entrar en ese arbol y lo voy a destruir- estaba dispuesto a negociar con Khaled por ello.
- Pues...no. - le dije respecto a usarlo en algo, un tanto decepcionado conmigo mismo. - Asuntos turbios de su familia, bastante turbios. Muchisimas inseguridades. Padres sacrificados. Esposas muertas, culpabilidad.... - nada del otro mundo. - Que me detuvo? Su cara, tendría que mirársela demasiado tiempo para usarle legeremancia. - acababa de soltar una broma. - Quizá pueda sobornarlo con sus asuntos turbios familiares, sí.
De vuelta a la biblioteca, pidió algun libro con informacion sobre los alados. Ese tipo de seres no eran mi especialidad, pero algo tenía, de lo que le habia cogido a Bellatrix prestado hacia tiempo para leer y nunca le habia devuelto.
Fui a una de las estanterias y saqué un delgado libro que trataba sobre esa raza, mostrándoselo.
- No hay mucho sobre ellos. En todo este tiempo solo he tenido registro de dos...y una de ellas, Kaldwin de la Brigada, es relativamente...joven. - me acerqué a ella mientras me daba su explicacion, contandome sus planes. Si era como los contaba, no estaba del todo mal. Si le quitabas ese aura tétrica que le imponía Lyosha y veías más alla, podía contar con que quizá les saliera bien. Además, tenían a Adramelech y a Astaroth. - Los Soul siempre han estado vinculados a Roma por vuestra historia. Si alguien puede ganarse los corazones de sus ciudadanos..sois vosotros. Siempre habrán magos que se os opondrán, cierto que habéis dejado poco títere con cabeza.... Incluso humanos que no quieran la magia. Y tendréis que lidiar con ellos mejor de lo que Giaccomo hizo. Os deseo suerte. Y recuerda que a la gente no le gusta arrodillarse, asi que mejor no se lo pidas a nadie directamente
Eso quiza era un consejo o algo parecido.
- Una ultima pregunta. ¿Cuánto mides?
Lyosha Svensson
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Negó con la cabeza -No por los revenant…Sino por esa manía que tenéis de creer que sois invencibles. Confío en vuestras habilidades pero…Ni siquiera yo peco de tanta soberbia- Lo dijo de una manera en la que dejaba entrever que tenía una opinión muy elevada de sí misma sobre su desempeño y capacidad para protegerse. Se humedeció los labios y desvió la mirada, pensando en los motivos reales de Khaled para traerla. Sabía que no tenía que ver con ser su guardaespaldas, no. Bajó la mirada cuando el recuerdo de su gesto al verla atravesarse en el rayo de la calavera de sanación, protegiendo a Maharet. Sus rasgos se volvieron tensos y luego arrugó la nariz, irritada por recordar aquello.
Había perdido el hilo de la conversación pero cuando Matvey advirtió que mantuvieran sus secretos donde estaban, ella asintió. No podía estar más de acuerdo -Como desees- Le dijo a Matvey cuando negoció aquel “quizás” porque ella no lo iba a presionar más. No era su venganza. Pese a las infantiles palabras que Wthyr le había dedicado.
-Perfecto- Añadió cuando dijo que negociaría con Khaled aunque lo de entrar en el árbol le hizo mirarlo un momento -Ese árbol…¿Cómo es que vas a “entrar” en él? Es decir, asumo que no es un árbol normal pero de allí a entrar…¿Qué es con exactitud?- Preguntó
Los detalles sobre Wthyr eran más o menos algo que podía sospechar. Todas las familias tenían cosas turbias y cualquiera que tuviera un mecanismo de defensa como el de él, lo construía para ocultar inseguridades y culpa. Vaya si lo sabía ella. Pero no aportó nada hasta que mencionó lo de “su cara”, Lyosha le miró divertida -Ya veo- Entonces se irguió en todo su esplendor y cogió parte de su cabello para echarlo hacia atrás en un gesto sumamente creído -Conmigo no tuviste ese problema-
“Bueno, con la cara de Diana”
Cerró el libro que había cogido y fue a por el de él -Por eso tardé tanto en discernir qué era. Sabía que era raro pero no sabía porqué. De no ser por Sirius y su vampirismo quizás no me hubiese enterado- Miró el delgado libro con curiosidad -Yo por mi parte sospecho que Diana tiene…siglos sino milenios viviendo. Nadie reseña demasiado de las batalla de alados y demonios y sé que ella jugó un papel importante con Belialt- Le explicó a Matvey antes de escuchar sus buenos deseos, desvió la vista hacia él en silencio -Buenos deseos sin vodka de regalo son palabras vacías- Bromeó levemente ignorando aquello de arrodillarse. Lo harían por voluntad propia. Sí, estaba segura.
Sonrió un poco confundida, sin entender entonces la pregunta de después. Arqueó una ceja y se miró a sí misma, cogió la camisa con la punta de los dedos y tiró de ella -¿Te sorprende que me quede bien?- Cuestionó sin comprender -Casi lo mismo que tú…¿1.90 y algo?-
Había perdido el hilo de la conversación pero cuando Matvey advirtió que mantuvieran sus secretos donde estaban, ella asintió. No podía estar más de acuerdo -Como desees- Le dijo a Matvey cuando negoció aquel “quizás” porque ella no lo iba a presionar más. No era su venganza. Pese a las infantiles palabras que Wthyr le había dedicado.
-Perfecto- Añadió cuando dijo que negociaría con Khaled aunque lo de entrar en el árbol le hizo mirarlo un momento -Ese árbol…¿Cómo es que vas a “entrar” en él? Es decir, asumo que no es un árbol normal pero de allí a entrar…¿Qué es con exactitud?- Preguntó
Los detalles sobre Wthyr eran más o menos algo que podía sospechar. Todas las familias tenían cosas turbias y cualquiera que tuviera un mecanismo de defensa como el de él, lo construía para ocultar inseguridades y culpa. Vaya si lo sabía ella. Pero no aportó nada hasta que mencionó lo de “su cara”, Lyosha le miró divertida -Ya veo- Entonces se irguió en todo su esplendor y cogió parte de su cabello para echarlo hacia atrás en un gesto sumamente creído -Conmigo no tuviste ese problema-
“Bueno, con la cara de Diana”
Cerró el libro que había cogido y fue a por el de él -Por eso tardé tanto en discernir qué era. Sabía que era raro pero no sabía porqué. De no ser por Sirius y su vampirismo quizás no me hubiese enterado- Miró el delgado libro con curiosidad -Yo por mi parte sospecho que Diana tiene…siglos sino milenios viviendo. Nadie reseña demasiado de las batalla de alados y demonios y sé que ella jugó un papel importante con Belialt- Le explicó a Matvey antes de escuchar sus buenos deseos, desvió la vista hacia él en silencio -Buenos deseos sin vodka de regalo son palabras vacías- Bromeó levemente ignorando aquello de arrodillarse. Lo harían por voluntad propia. Sí, estaba segura.
Sonrió un poco confundida, sin entender entonces la pregunta de después. Arqueó una ceja y se miró a sí misma, cogió la camisa con la punta de los dedos y tiró de ella -¿Te sorprende que me quede bien?- Cuestionó sin comprender -Casi lo mismo que tú…¿1.90 y algo?-
- Así que invencibles. Esa sensación doy? - levanté una ceja, por mi expresión, no me disgustaba para nada....que esa fuera la sensación que causaba. - Va con el oficio. Si no creyeramos que somos capaces de vencer a la muerte y sus misterios, nunca habriamos seguido el camino de la nigromancia. - yo sabía que no era invencible, pero siempre quería ir un paso más alla, superar el horizonte que acaba de conquistar. Y en este oficio, eso no se lograba sin ponerse en cierto riesgo. - Quizá le he perdido el miedo a la muerte. - eso era todo.
La guié hacia la mesa y aparté algunas cosa, enseñándole el pergamino en el que estaba apuntando los estudios sobre el sanguis. En él, figuraban los resultados de los experimentos de Tesla, y las hipotesis que habia hecho con Belle. Tambien los intentos de Sofía por tratar su parte...planta.
- No es un arbol, en realidad. Toma la forma de un árbol, raices, tronco y ramas, un ente de tres partes, en representación de la triada mágica. El arbol de la vida, el arbol de la muerte...es más un simbolismo... la forma en la que esa entidad de espiritus habita este plano. Creo. - añadí al final, no tan convencido. - Es una hipotesis, y tengo que probarla falsa o verdadera. Su interior está repleto de almas, pero atar tantas almas a un objeto, como hace un Verdugo, por ejemplo....requeriría tanta magia...y un poder demoníaco. Se defiende, responde a las plegarias de su gente, les proporciona fuerza y absorbe magia. De hecho, está drenando Ouroboros. Es como una fracción del reino de los espiritus en este plano, o un purgatorio, una especie de limbo... Viste los cadaveres de Tintagel? descuartizados por el árbol. - igual le habia dado una explicación demasiado larga, pero era un tema que me obsesionaba....y el modo en el que mis ojos revisaban esas notas lo evidenciaba. -...asi que quiero usar los poderes de Valqar para que esos espiritus me obedezcan y llevarlos a donde pertenecen. Quizá eso drene al arbol y lo haga vulnerable, o quizá ahi dentro encuentre...algo. Lo primero será intentar abrir un portal hacia él.
Solo aparté la mirada cuando la noté moverse y hacer aquello con el cabello. La miré de arriba abajo. Sí que era alta, sí. Tampoco desmentí lo otro. Era hermosa, a su manera especial, con aquella combinacion de gracia y caos.
- Normal. Aquello ocurrió hace milenios, los magos no existían ni nada remotamente inteligente probablemente, no hay registros más alla de por...las piedras encontradas que ellos hicieron, y el lenguaje que empleaban se perdió con lo cual apenas se han podido hacer traducciones exactas. Por eso muchos dudan de la historia. Aunque hay evidencias... - ella era una.
"vodka?"
La miré con cara de que ya la habia invitado muchas veces.
- Alguna vez te va a tocar a ti. - me senté en una silla cerca del escritorio e hice un gesto de la mano, se abrió un cajon de la misma y salió una de mis botellas de reserva, para que la cogiera.
La guié hacia la mesa y aparté algunas cosa, enseñándole el pergamino en el que estaba apuntando los estudios sobre el sanguis. En él, figuraban los resultados de los experimentos de Tesla, y las hipotesis que habia hecho con Belle. Tambien los intentos de Sofía por tratar su parte...planta.
- No es un arbol, en realidad. Toma la forma de un árbol, raices, tronco y ramas, un ente de tres partes, en representación de la triada mágica. El arbol de la vida, el arbol de la muerte...es más un simbolismo... la forma en la que esa entidad de espiritus habita este plano. Creo. - añadí al final, no tan convencido. - Es una hipotesis, y tengo que probarla falsa o verdadera. Su interior está repleto de almas, pero atar tantas almas a un objeto, como hace un Verdugo, por ejemplo....requeriría tanta magia...y un poder demoníaco. Se defiende, responde a las plegarias de su gente, les proporciona fuerza y absorbe magia. De hecho, está drenando Ouroboros. Es como una fracción del reino de los espiritus en este plano, o un purgatorio, una especie de limbo... Viste los cadaveres de Tintagel? descuartizados por el árbol. - igual le habia dado una explicación demasiado larga, pero era un tema que me obsesionaba....y el modo en el que mis ojos revisaban esas notas lo evidenciaba. -...asi que quiero usar los poderes de Valqar para que esos espiritus me obedezcan y llevarlos a donde pertenecen. Quizá eso drene al arbol y lo haga vulnerable, o quizá ahi dentro encuentre...algo. Lo primero será intentar abrir un portal hacia él.
Solo aparté la mirada cuando la noté moverse y hacer aquello con el cabello. La miré de arriba abajo. Sí que era alta, sí. Tampoco desmentí lo otro. Era hermosa, a su manera especial, con aquella combinacion de gracia y caos.
- Normal. Aquello ocurrió hace milenios, los magos no existían ni nada remotamente inteligente probablemente, no hay registros más alla de por...las piedras encontradas que ellos hicieron, y el lenguaje que empleaban se perdió con lo cual apenas se han podido hacer traducciones exactas. Por eso muchos dudan de la historia. Aunque hay evidencias... - ella era una.
"vodka?"
La miré con cara de que ya la habia invitado muchas veces.
- Alguna vez te va a tocar a ti. - me senté en una silla cerca del escritorio e hice un gesto de la mano, se abrió un cajon de la misma y salió una de mis botellas de reserva, para que la cogiera.
Lyosha Svensson
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Observó que, tras su pregunta, su rostro mostró…¿Orgullo? -Sí- Respondió con tranquilidad porque era una realidad. Durante mucho tiempo lo había visto pelear y presentar batalla, estar en la peor condición posible y aún así salir victorioso. Con Khaled ocurría lo mismo, excepto claro, ella tenía una relación distinta con Belialt y aunque el demonio, en su esencia, era eso…un demonio, Lyosha confiaba en él para proteger a su hermano. No sólo por Diana sino…Sino por ella misma. Analizó su siguiente frase y se quedó pensativa, tragando en seco -¿Y tienes razones para vivir, Matvey?- Preguntó porque…porque el día de la misión, ese en el que pensaba que iba a morir…De una de las cosas que se arrepentía era de no haber dado con Khaled a tiempo, de no poder protegerlo, de morir lejos de él. Sabía que aquella nueva vida era tiempo robado, tiempo que no tenía ni le pertenecía y que de una u otra manera debía hacer algo mejor de lo que lo había hecho en la otra. No sabía cómo. Pensó que sí, pero no. Y tuvo que replantearse muchas cosas, una de ellas había sido precisamente lo que sería su futura posición política. Apartó la vista de él con cierto tormento en los ojos.
Fue tras él hacia la mesa para enfocarse en lo que estaba mostrándole. Lyosha lo apartó un poco para poder leer con tranquilidad mientras atraía una silla y se sentaba. Estaba claro que le había dado varias vueltas a ello, la teoría parecía bien construida. Asintió con suavidad a lo de Tintagel. La llegada de ese árbol la había pillado desprevenida y le había recordado a los gusanos de sangre -Quieres actuar de parca para que el árbol deje de alimentarse de la energía de esos espíritus- Comprendió y tensó los labios, acariciando brevemente uno de los pergaminos mientras leía - Mencionas a Valqar, pero no podrías hacerlo tú solo?- Preguntó con curiosidad, genuina. Alzó la cabeza hacia él porque ahora estaba sentada y esperó su respuesta -¿Para qué necesitas a Khaled? ¿Será algo así como lo que hicimos cuando la isla fue atacada? En cuanto a nivel de gasto de energía. ¿Necesitas que te ayude con algo?- Preguntó por cortesía, le parecía interesante la teoría y lo cierto es que no todos los días tenías la oportunidad de colaborar en algo de esa magnitud. Tamborileó los dedos, aún con gesto dubitativo -¿Crees que encontrarás “algo”? ¿Te prepararás para ello?-
El asunto sobre los alados le hizo querer empezar a leer el libro, pero también le parecía interesante lo que estaban hablando. Miró el cajón, grabándose la ubicación del vodka, y soltó un leve “tsk” cuando dijo que algún día tenía que invitar -Visítame tú. Seré buena anfitriona- Prometió cogiendo la botella y levantándose para ir a coger los vasos de nuevo, volvió a la mesa y tuvo cuidado de no colocar las cosas cerca de los documentos de Matvey. Bebió un trago corto y continuó mirando las teorías -Dijiste abrir un portal. ¿Con la piedra de los 3 mundos? ¿Crees que podrás acceder a ese limbo? - Se llevó la mano a la mejilla, rascándosela con suavidad, de forma pensativa -¿Y luego otro portal a dónde? ¿Serás rescatista y juez?- Inquirió con cierta duda.
Fue tras él hacia la mesa para enfocarse en lo que estaba mostrándole. Lyosha lo apartó un poco para poder leer con tranquilidad mientras atraía una silla y se sentaba. Estaba claro que le había dado varias vueltas a ello, la teoría parecía bien construida. Asintió con suavidad a lo de Tintagel. La llegada de ese árbol la había pillado desprevenida y le había recordado a los gusanos de sangre -Quieres actuar de parca para que el árbol deje de alimentarse de la energía de esos espíritus- Comprendió y tensó los labios, acariciando brevemente uno de los pergaminos mientras leía - Mencionas a Valqar, pero no podrías hacerlo tú solo?- Preguntó con curiosidad, genuina. Alzó la cabeza hacia él porque ahora estaba sentada y esperó su respuesta -¿Para qué necesitas a Khaled? ¿Será algo así como lo que hicimos cuando la isla fue atacada? En cuanto a nivel de gasto de energía. ¿Necesitas que te ayude con algo?- Preguntó por cortesía, le parecía interesante la teoría y lo cierto es que no todos los días tenías la oportunidad de colaborar en algo de esa magnitud. Tamborileó los dedos, aún con gesto dubitativo -¿Crees que encontrarás “algo”? ¿Te prepararás para ello?-
El asunto sobre los alados le hizo querer empezar a leer el libro, pero también le parecía interesante lo que estaban hablando. Miró el cajón, grabándose la ubicación del vodka, y soltó un leve “tsk” cuando dijo que algún día tenía que invitar -Visítame tú. Seré buena anfitriona- Prometió cogiendo la botella y levantándose para ir a coger los vasos de nuevo, volvió a la mesa y tuvo cuidado de no colocar las cosas cerca de los documentos de Matvey. Bebió un trago corto y continuó mirando las teorías -Dijiste abrir un portal. ¿Con la piedra de los 3 mundos? ¿Crees que podrás acceder a ese limbo? - Se llevó la mano a la mejilla, rascándosela con suavidad, de forma pensativa -¿Y luego otro portal a dónde? ¿Serás rescatista y juez?- Inquirió con cierta duda.
Su silencio y posterior pregunta me hicieron analizarla, pero mi respuesta fue rapida y contundente, segura.
- Por supuesto que tengo razones para vivir. Que no me de miedo la muerte no quiere decir que la desee. - tenía a Ivanov, a mi aprendiz, tenía Ouroboros y mi deber para con sus habitantes. Tenía la magia, mi magia. Y tenía a Cath... tenía el vodka y mis conversaciones con Lyosha. Sin embargo aprecié turbación en ella cuando apartó la mirada. ¿Cuales eran sus razones para vivir? - ¿Y tú? - le pregunté en voz baja, quería ver algo más de ella. Sobre todo si se trataba de sus remordimientos.
Por fortuna, el vodka suavizaría esa conversación, que de otro modo seria muy dificil tener. Eso y la tenue iluminacion de aquella sala central del sótano. Había entendido perfectamente mis intenciones.
- De parca, exacto. En cierto modo...un nigromante puede controlar a los espiritus de los difuntos y someterlos, pero es intrincado. Podría hacerlo, sospecho, con ...dos...tres espiritus...en el Sanguis hay muchos mas. Para un Verdugo, controlar a los espiritus de los muertos es como...respirar. Sencillo, natural. Y no solo eso. El Verdugo es capaz de abrir vías entre el plano terrenal y el espiritual, y transitarlo. Y llevar pasajeros consigo. Eso es algo que hasta ahora...no habia sido capaz de realizar. Sabes lo sencillo que fue recuperar así el alma de Stavron? Con la piedra de los tres mundos los portales que alguien que usa la magia negra en un nivel muy avanzado puede abrir, son el terrenal, celeste y demoniaco. Que no es poco...pero no contempla el de los espíritus. Como habrás podido comprobar, la mayoría solo la usamos para abrir portales en el plano terrenal. - tomé algo más de la bebida, era evidente que cuando me daban pie a hablar de aquello, no era precisamente el hombre callado que aparentaba ser. Y además, Lyosha hacía las preguntas exactas. Era como si hablase con otro nigromante. - A Khaled...en principio para que me explique cómo hace uso de los poderes de Belialt sin perder el control. - mi expresión se complicó en ese momento. - Ya sé lo que vas a decir.
"se que no es lo mismo..."
- No me había planteado usar la sala de los portales para esto. Pero...no puedo entrar ahi yo solo. Necesitaría más candidatos, gente experimentada en ese campo. Nigromantes, magos o brujas con habilidades sobre los espiritus... - encontrar algo.... - Sí, estoy seguro que encontraré algo. Pero no sé el qué, ni que causará. Es lo que más me preocupa. No sé cómo pedirle a la gente que me acompañe si no puedo asegurar que habrá del otro lado del velo, ni tampoco si seré capaz de controlar a Valqar para devolvernos a todos a este plano. Con un portal de retorno. Sé que es posible. - eso era lo que lo hacía mas complicado, lo de solicitar acompañantes. - Quizá deba echar un vistazo antes de solicitar colaboradores a ciegas. - concluí, creyendo haber respondido a todas sus preguntas sobre la naturaleza de aquella teoria e idea de...exploración. Bebí un trago algo mas largo ahora, me picaba la garganta un poco todavía. - Te iré a ver a Roma, descuida. Nadie graba tan bien estos sellos. - dije enseñándole la palma de mi mano.
- Por supuesto que tengo razones para vivir. Que no me de miedo la muerte no quiere decir que la desee. - tenía a Ivanov, a mi aprendiz, tenía Ouroboros y mi deber para con sus habitantes. Tenía la magia, mi magia. Y tenía a Cath... tenía el vodka y mis conversaciones con Lyosha. Sin embargo aprecié turbación en ella cuando apartó la mirada. ¿Cuales eran sus razones para vivir? - ¿Y tú? - le pregunté en voz baja, quería ver algo más de ella. Sobre todo si se trataba de sus remordimientos.
Por fortuna, el vodka suavizaría esa conversación, que de otro modo seria muy dificil tener. Eso y la tenue iluminacion de aquella sala central del sótano. Había entendido perfectamente mis intenciones.
- De parca, exacto. En cierto modo...un nigromante puede controlar a los espiritus de los difuntos y someterlos, pero es intrincado. Podría hacerlo, sospecho, con ...dos...tres espiritus...en el Sanguis hay muchos mas. Para un Verdugo, controlar a los espiritus de los muertos es como...respirar. Sencillo, natural. Y no solo eso. El Verdugo es capaz de abrir vías entre el plano terrenal y el espiritual, y transitarlo. Y llevar pasajeros consigo. Eso es algo que hasta ahora...no habia sido capaz de realizar. Sabes lo sencillo que fue recuperar así el alma de Stavron? Con la piedra de los tres mundos los portales que alguien que usa la magia negra en un nivel muy avanzado puede abrir, son el terrenal, celeste y demoniaco. Que no es poco...pero no contempla el de los espíritus. Como habrás podido comprobar, la mayoría solo la usamos para abrir portales en el plano terrenal. - tomé algo más de la bebida, era evidente que cuando me daban pie a hablar de aquello, no era precisamente el hombre callado que aparentaba ser. Y además, Lyosha hacía las preguntas exactas. Era como si hablase con otro nigromante. - A Khaled...en principio para que me explique cómo hace uso de los poderes de Belialt sin perder el control. - mi expresión se complicó en ese momento. - Ya sé lo que vas a decir.
"se que no es lo mismo..."
- No me había planteado usar la sala de los portales para esto. Pero...no puedo entrar ahi yo solo. Necesitaría más candidatos, gente experimentada en ese campo. Nigromantes, magos o brujas con habilidades sobre los espiritus... - encontrar algo.... - Sí, estoy seguro que encontraré algo. Pero no sé el qué, ni que causará. Es lo que más me preocupa. No sé cómo pedirle a la gente que me acompañe si no puedo asegurar que habrá del otro lado del velo, ni tampoco si seré capaz de controlar a Valqar para devolvernos a todos a este plano. Con un portal de retorno. Sé que es posible. - eso era lo que lo hacía mas complicado, lo de solicitar acompañantes. - Quizá deba echar un vistazo antes de solicitar colaboradores a ciegas. - concluí, creyendo haber respondido a todas sus preguntas sobre la naturaleza de aquella teoria e idea de...exploración. Bebí un trago algo mas largo ahora, me picaba la garganta un poco todavía. - Te iré a ver a Roma, descuida. Nadie graba tan bien estos sellos. - dije enseñándole la palma de mi mano.
Lyosha Svensson
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-Hm- Un sonido de análisis, corto, como si no hubiese esperado una respuesta tan segura, tan directa. Quizás porque quería encontrar a alguien que no supiera bien qué hacer con su vida. Pero Matvey no era así. Tenía todas sus prioridades en orden, planes a futuro, proyectos, compromisos y familia. Volvió a mirarlo cuando preguntó por ella, con esa voz grave y profunda que hizo que la pregunta la estremeciera completamente. Se quedó en silencio mirándolo durante más tiempo del esperado. Ella no tenía nadie con quien vociferar los pensamientos que cruzaban su cabeza de vez en cuando. Con Khaled podían hablar de todo, sí, pero los sentimientos no eran algo que estaba a la orden del día. No para ellos al menos y… Y Lyosha no quería sonar malagradecida con lo que su hermano había hecho, por todo lo que había pasado.
Pero… ¿Matvey?
¿Un mago que tenía todas las cartas para ser inmortal?
¿Cómo iba a poder entender lo que pasaba por su cabeza?
Sabía que llevaba demasiado tiempo en silencio y quizás eso era más respuesta para él de lo que Lyosha jamás le diría del todo -No lo sé- Confesó finalmente y en cuanto las palabras salieron de su boca fue como si un peso hubiese sido liberado de sus hombros. Frunció el ceño, ante la rara sensación. Apretó los dientes y aquello hizo que su mandíbula se marcara junto al resto de sus rasgos que se volvieron duros de pronto -Cuando…- Le costaba un poco encontrar las palabras, deshacerse ese mecanismo de defensa…Ese que le habría dicho a Matvey que no era problema suyo, que metiera las narices en cualquier otro sitio, que no fuera un puto cotilla. ¿Era el vodka? Tragó en seco mientras miraba el líquido -Estaba muriendo, otra vez…- Especificó -No se sintió como la primera vez- Arrugó la nariz brevemente antes de relajar el rostro, movió el vaso, observando el vodka golpear contra las paredes de cristal así como las palabras golpeaban contra ella - La primera vez lo sentí correcto. Trabajé toda mi vida para reconstruir a los Souls y siempre supe que daría mi vida por ellos. Además… protegí a la hija de Rodrigo de morir. Pude hacerlo todo. Pude completar mi misión y evitar que Rodrigo perdiera una de sus hijas. Morí en paz aunque luego pagase por mis pecados con todo mi ser- Explicó, a sabiendas de que Matvey sabría perfectamente a que se refería con lo último.
-Cuando reviví me costó ubicarme. Me costó un poco volver a mi camino, supongo que lo sufre todo revenant. Pero sabía que mi misión era para y por los Souls. Creí en ello ciegamente- Alzó la mirada hacia él un momento -¿Alguna vez has creído en algo ciegamente?- Preguntó con curiosidad, aunque estaba claro que la pregunta era una forma de encontrar una pausa, un espacio para respirar. Esperó por su respuesta y luego bajó la mirada de nuevo al vaso, alzándolo para beber un largo trago -Lo de hace unas semanas, cuando moría, no se sintió así. Lamenté no estar con Khaled, no haber cumplido con protegerlo porque siempre hemos contado con el otro. Siempre hemos sido nosotros dos solos, desde niños. No obstante, me sentí vacía- Alargó la mano hacia la botella decidiendo que un par de dedos no serían suficientes, así que llenó su vaso -Como si mi misión con los Souls, incluso ahora que habíamos encontrado a varios más, que tenía a mi segundo conmigo, no hubiese sido suficiente. Como si hubiese desperdiciado esta segunda oportunidad en algo que…- Terminó sintiendo un escalofrío, uno que tensó sus hombros y los dedos alrededor del vaso -Ya había cumplido en mi vida anterior-
-Así que… Intento comprender qué es lo que debo hacer ahora, si mi objetivo para con los Souls es algo más grande o simplemente no tiene nada que ver con ellos- Sospechaba que era lo último porque Lyosha comprendía el valor de “pasar el legado” pero Adramelech y Astaroth aún eran jóvenes, al menos en su opinión. Les allanaría el camino y los dejaría preparados para el futuro, con filas llenas de Souls dispuestos a conquistar el mundo. Y mientras estaba en ello descubriría cómo llenar ese vacío que la añoranza había cavado en ella. No entendía… ¿Cómo lo hacía Khaled? ¿Cómo lograba cumplir con todo lo que quería? A nivel personal, a nivel profesional… Volvió la mirada a las escaleras pensando que no estaba segura de querer conocer a su sobrina.
Carraspeó un poco y decidió acabarse el vaso, en cualquier momento, el alcohol iba realmente a pegarle y aunado al cansancio de las batallas, pronto agotaría la energía robada a la sanadora. Tendría que ir a por Khaled y robar algo de camino. Se concentró en lo que estaba respondiéndole Matvey -Me hago una idea- Mencionó cuando dijo que había sido muy sencillo recuperar el alma de su amiguito. En cambio, Khaled había tenido que navegar el infierno para encontrar la de ella. Y con Astaroth había sido igual. Asintió, Khaled usaba más los demoníacos cuando iba solo pero si iba con ella preferían el terrenal para evitar llegar cansados a otro sitio por el valioso precio de su cabeza.
Movió la cabeza cuando dijo que ya sabía que iba a decir, arqueó la ceja con gesto irritado -¿Y qué iba a decir, según tu sexto sentido?- Porque conocerla lo suficiente para adivinar sus respuestas…Bueno, quería creer que NADIE la conocía de esa forma. Bajó la vista hacia las teorías, necesitaba alguien con conocimientos de espíritus así que no podía ofrecerse para acompañarlo -Hmmmm…Conseguir voluntarios es lo de menos. Habrá gente que tendrá curiosidad, gente estúpida que solo te siga porque se lo ha pedido un Descendiente, gente que quiere deshacerse del árbol… - Alzó la vista con los labios tenso -Ahora, lo segundo te puede jugar en contra. Necesitas entrenamiento- Eso de echar un vistazo primero le hizo recorrerle el rostro un segundo y negó -Es un plan estúpido. Podrías no volver. Lo que tienes que hacer es conseguir a alguien más que abra un portal y os saque o que te ayude a controlar ese demonio, necesitas nigromantes-
La promesa de ir a Roma le hizo sonreír brevemente y bajó la vista al símbolo, observándolo durante un rato en silencio. Tras ello alzó la mirada -Tus ojos se vuelven negros cuando Valqar toma el control. Deberías informarlo a tus allegados…Eso y el resto de signos. Tienes una chiquilla con pelo verde, enséñale los sellos, lo que sea que necesite saber para mantenerlo a raya. Si Valqar te posee, créeme, no irá a visitarme a Roma para que lo controle- Esta vez mientras lo miraba a los ojos, Lyosha cambió levemente el ángulo y cuando habló, no le hablaba a Matvey, sino al demonio; como lo hacía con Belialt -¿Verdad?-
Pero… ¿Matvey?
¿Un mago que tenía todas las cartas para ser inmortal?
¿Cómo iba a poder entender lo que pasaba por su cabeza?
I find the answers aren't so clear
Wish I could find a way to disappear
All these thoughts they make no sense
Wish I could find a way to disappear
All these thoughts they make no sense
Sabía que llevaba demasiado tiempo en silencio y quizás eso era más respuesta para él de lo que Lyosha jamás le diría del todo -No lo sé- Confesó finalmente y en cuanto las palabras salieron de su boca fue como si un peso hubiese sido liberado de sus hombros. Frunció el ceño, ante la rara sensación. Apretó los dientes y aquello hizo que su mandíbula se marcara junto al resto de sus rasgos que se volvieron duros de pronto -Cuando…- Le costaba un poco encontrar las palabras, deshacerse ese mecanismo de defensa…Ese que le habría dicho a Matvey que no era problema suyo, que metiera las narices en cualquier otro sitio, que no fuera un puto cotilla. ¿Era el vodka? Tragó en seco mientras miraba el líquido -Estaba muriendo, otra vez…- Especificó -No se sintió como la primera vez- Arrugó la nariz brevemente antes de relajar el rostro, movió el vaso, observando el vodka golpear contra las paredes de cristal así como las palabras golpeaban contra ella - La primera vez lo sentí correcto. Trabajé toda mi vida para reconstruir a los Souls y siempre supe que daría mi vida por ellos. Además… protegí a la hija de Rodrigo de morir. Pude hacerlo todo. Pude completar mi misión y evitar que Rodrigo perdiera una de sus hijas. Morí en paz aunque luego pagase por mis pecados con todo mi ser- Explicó, a sabiendas de que Matvey sabría perfectamente a que se refería con lo último.
-Cuando reviví me costó ubicarme. Me costó un poco volver a mi camino, supongo que lo sufre todo revenant. Pero sabía que mi misión era para y por los Souls. Creí en ello ciegamente- Alzó la mirada hacia él un momento -¿Alguna vez has creído en algo ciegamente?- Preguntó con curiosidad, aunque estaba claro que la pregunta era una forma de encontrar una pausa, un espacio para respirar. Esperó por su respuesta y luego bajó la mirada de nuevo al vaso, alzándolo para beber un largo trago -Lo de hace unas semanas, cuando moría, no se sintió así. Lamenté no estar con Khaled, no haber cumplido con protegerlo porque siempre hemos contado con el otro. Siempre hemos sido nosotros dos solos, desde niños. No obstante, me sentí vacía- Alargó la mano hacia la botella decidiendo que un par de dedos no serían suficientes, así que llenó su vaso -Como si mi misión con los Souls, incluso ahora que habíamos encontrado a varios más, que tenía a mi segundo conmigo, no hubiese sido suficiente. Como si hubiese desperdiciado esta segunda oportunidad en algo que…- Terminó sintiendo un escalofrío, uno que tensó sus hombros y los dedos alrededor del vaso -Ya había cumplido en mi vida anterior-
And it's not the answer but I can't carry on
I give my best smile, my last dime
But I'm always getting wrong
It's not 'cause I'm old or from a broken home
Maybe I just fight 'cause I don't know where I belong
I give my best smile, my last dime
But I'm always getting wrong
It's not 'cause I'm old or from a broken home
Maybe I just fight 'cause I don't know where I belong
-Así que… Intento comprender qué es lo que debo hacer ahora, si mi objetivo para con los Souls es algo más grande o simplemente no tiene nada que ver con ellos- Sospechaba que era lo último porque Lyosha comprendía el valor de “pasar el legado” pero Adramelech y Astaroth aún eran jóvenes, al menos en su opinión. Les allanaría el camino y los dejaría preparados para el futuro, con filas llenas de Souls dispuestos a conquistar el mundo. Y mientras estaba en ello descubriría cómo llenar ese vacío que la añoranza había cavado en ella. No entendía… ¿Cómo lo hacía Khaled? ¿Cómo lograba cumplir con todo lo que quería? A nivel personal, a nivel profesional… Volvió la mirada a las escaleras pensando que no estaba segura de querer conocer a su sobrina.
Carraspeó un poco y decidió acabarse el vaso, en cualquier momento, el alcohol iba realmente a pegarle y aunado al cansancio de las batallas, pronto agotaría la energía robada a la sanadora. Tendría que ir a por Khaled y robar algo de camino. Se concentró en lo que estaba respondiéndole Matvey -Me hago una idea- Mencionó cuando dijo que había sido muy sencillo recuperar el alma de su amiguito. En cambio, Khaled había tenido que navegar el infierno para encontrar la de ella. Y con Astaroth había sido igual. Asintió, Khaled usaba más los demoníacos cuando iba solo pero si iba con ella preferían el terrenal para evitar llegar cansados a otro sitio por el valioso precio de su cabeza.
Movió la cabeza cuando dijo que ya sabía que iba a decir, arqueó la ceja con gesto irritado -¿Y qué iba a decir, según tu sexto sentido?- Porque conocerla lo suficiente para adivinar sus respuestas…Bueno, quería creer que NADIE la conocía de esa forma. Bajó la vista hacia las teorías, necesitaba alguien con conocimientos de espíritus así que no podía ofrecerse para acompañarlo -Hmmmm…Conseguir voluntarios es lo de menos. Habrá gente que tendrá curiosidad, gente estúpida que solo te siga porque se lo ha pedido un Descendiente, gente que quiere deshacerse del árbol… - Alzó la vista con los labios tenso -Ahora, lo segundo te puede jugar en contra. Necesitas entrenamiento- Eso de echar un vistazo primero le hizo recorrerle el rostro un segundo y negó -Es un plan estúpido. Podrías no volver. Lo que tienes que hacer es conseguir a alguien más que abra un portal y os saque o que te ayude a controlar ese demonio, necesitas nigromantes-
La promesa de ir a Roma le hizo sonreír brevemente y bajó la vista al símbolo, observándolo durante un rato en silencio. Tras ello alzó la mirada -Tus ojos se vuelven negros cuando Valqar toma el control. Deberías informarlo a tus allegados…Eso y el resto de signos. Tienes una chiquilla con pelo verde, enséñale los sellos, lo que sea que necesite saber para mantenerlo a raya. Si Valqar te posee, créeme, no irá a visitarme a Roma para que lo controle- Esta vez mientras lo miraba a los ojos, Lyosha cambió levemente el ángulo y cuando habló, no le hablaba a Matvey, sino al demonio; como lo hacía con Belialt -¿Verdad?-
Ladeé un poco mi cabeza, analizándola bien. Creía que no me equivocaba si pensaba que mi segura respuesta le habia causado algo de decepción. Lo entendía... A veces cuando estas en medio de un naufragio buscas gente que comparta tu zozobra. Luego le plantearía la misma pregunta de un modo diferente y seguro que su respuesta no sería "no lo sé".
Porque había tardado mucho en responder, y en tal caso, un "no lo sé" era igual a un amargo "no".
Me quedé en silencio escuchando y dejandola hablar porque parecia costarle encontrar las palabras. Sin duda, no necesitaba la legeremancia para entender algo de lo que ocurria ahi. Sus gestos...era bueno leyendo los gestos.
"hay varios motivos por los que la segunda muerte no se siente como la primera"
Pensé, pero me lo reservé para después, no quería interrumpir. Aunque cuando me preguntó directamente, tuve que responder, aunque ahora las dificultades las encontré yo. Creer en algo ciegamente? Nunca...habia tenido una fé ciega. En nadie, en nada. Tampoco en mi mismo. No había tenido hermanos. Y Stavron era un amigo pero mi fé...tenía limites. Mi misión...tenía limites.
- ...no...nunca. Envidio tu fé.... - en cierto modo, era verdad. Se lo dije sin mas, antes de pegar otro trago. Esos dos Svensson...eran un curioso dúo de hermanos. Podía decir que sus lazos iban más allá de la sangre. Intuí que habían quedado huérfanos pronto. - Os tenéis el uno al otro. - vacía? Sí, le faltaba algo más, y la misión no era suficiente. - Quien dijo que las segundas oportunidades eran fáciles...? Verás es...normal que te sientas asi... - giré un poco el vaso antes de alzarlo, y quedarme mirando el cristal, primero abordé el tema desde el lado académico de la nigromancia. - Creo que en parte, sentías que tras esta muerte, no te aguardaba nada. Solo el vacío. Sabías que cuando un revenant o su invocador mueren, sus almas no van al reino de los espiritus, ni si quiera al infierno? Solo...la nada.
Le expliqué, no sabía si conocía ese detalle o no. En resumen, que era la ultima oportunidad...para todo.
- Qué te dejaste a medias en tu primera vida, Lyosha? Que querías hacer y no hiciste? Y.... tienes razones para morir? Si tienes razones para morir, tienes razones para vivir. - y en mi opinión, ella las tenía, aunque no las viera. - "Que no es lo mismo. Khaled y Belialt llevan años así. Es algo más que un pacto." - respondí, aventurando su posible respuesta. Sí...ellos eran simbióticos.
Negué, seguía sin parecerme bien esa manera de reclutar.
- No pienso mentir. Los que vengan deben de hacerlo sabiendo que no saben qué encontraremos, y que hay riesgos. Quizá de no volver. - la miré levantando un poco una ceja, con gesto de ser consciente de que sí, necesitaba entrenamiento. - En eso puedes ayudarme. - y ahí estaba, criticando mi plan de hacer de scout. - Está bien, enviaré otra cosa como avanzadilla. - tendria que pensar qué cosa. A mi ghoul no, le habia cogido cariño y tal. Era bueno con Ivanov.
- A mis allegados? Solo lo sabe Catherine. Si el Consejo sabe que llevo un demonio dentro, no se lo tomarán muy bien... - ya me lo habían demostrado. - Ah, mi aprendiz...sí, eso es buena idea. - le serviría tambien a ella como enseñanza, además, le debía un examen. Ya sabía sobre qué iba a ir. Luego me habló concluyendo de modo algo extraño, parecía que no hablaba del todo conmigo. Cerré los ojos un momento al notar aquella...molestia punzada de dolor al fondo de mi cabeza, notaba su presencia en todo momento pero a veces se revolvía. - Deberías tener cuidado. Los alados son muy vulnerables a la magia de los demonios. - advertí, de pronto.
Porque había tardado mucho en responder, y en tal caso, un "no lo sé" era igual a un amargo "no".
Me quedé en silencio escuchando y dejandola hablar porque parecia costarle encontrar las palabras. Sin duda, no necesitaba la legeremancia para entender algo de lo que ocurria ahi. Sus gestos...era bueno leyendo los gestos.
"hay varios motivos por los que la segunda muerte no se siente como la primera"
Pensé, pero me lo reservé para después, no quería interrumpir. Aunque cuando me preguntó directamente, tuve que responder, aunque ahora las dificultades las encontré yo. Creer en algo ciegamente? Nunca...habia tenido una fé ciega. En nadie, en nada. Tampoco en mi mismo. No había tenido hermanos. Y Stavron era un amigo pero mi fé...tenía limites. Mi misión...tenía limites.
- ...no...nunca. Envidio tu fé.... - en cierto modo, era verdad. Se lo dije sin mas, antes de pegar otro trago. Esos dos Svensson...eran un curioso dúo de hermanos. Podía decir que sus lazos iban más allá de la sangre. Intuí que habían quedado huérfanos pronto. - Os tenéis el uno al otro. - vacía? Sí, le faltaba algo más, y la misión no era suficiente. - Quien dijo que las segundas oportunidades eran fáciles...? Verás es...normal que te sientas asi... - giré un poco el vaso antes de alzarlo, y quedarme mirando el cristal, primero abordé el tema desde el lado académico de la nigromancia. - Creo que en parte, sentías que tras esta muerte, no te aguardaba nada. Solo el vacío. Sabías que cuando un revenant o su invocador mueren, sus almas no van al reino de los espiritus, ni si quiera al infierno? Solo...la nada.
Le expliqué, no sabía si conocía ese detalle o no. En resumen, que era la ultima oportunidad...para todo.
- Qué te dejaste a medias en tu primera vida, Lyosha? Que querías hacer y no hiciste? Y.... tienes razones para morir? Si tienes razones para morir, tienes razones para vivir. - y en mi opinión, ella las tenía, aunque no las viera. - "Que no es lo mismo. Khaled y Belialt llevan años así. Es algo más que un pacto." - respondí, aventurando su posible respuesta. Sí...ellos eran simbióticos.
Negué, seguía sin parecerme bien esa manera de reclutar.
- No pienso mentir. Los que vengan deben de hacerlo sabiendo que no saben qué encontraremos, y que hay riesgos. Quizá de no volver. - la miré levantando un poco una ceja, con gesto de ser consciente de que sí, necesitaba entrenamiento. - En eso puedes ayudarme. - y ahí estaba, criticando mi plan de hacer de scout. - Está bien, enviaré otra cosa como avanzadilla. - tendria que pensar qué cosa. A mi ghoul no, le habia cogido cariño y tal. Era bueno con Ivanov.
- A mis allegados? Solo lo sabe Catherine. Si el Consejo sabe que llevo un demonio dentro, no se lo tomarán muy bien... - ya me lo habían demostrado. - Ah, mi aprendiz...sí, eso es buena idea. - le serviría tambien a ella como enseñanza, además, le debía un examen. Ya sabía sobre qué iba a ir. Luego me habló concluyendo de modo algo extraño, parecía que no hablaba del todo conmigo. Cerré los ojos un momento al notar aquella...molestia punzada de dolor al fondo de mi cabeza, notaba su presencia en todo momento pero a veces se revolvía. - Deberías tener cuidado. Los alados son muy vulnerables a la magia de los demonios. - advertí, de pronto.
Lyosha Svensson
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Levantó brevemente el mentón ante la respuesta de Matvey. Fe…Sí, fe. Asintió en silencio a aquello de que se tenían el uno al otro. Lyosha nunca había contado con nadie más, nunca. Todo había sido temporal, todo había llegado a un punto desde el cual no pasaban. Sus mascotas eran mascotas y la mujer no era buena haciendo amistades, prefería ser independiente y mucha gente no era capaz de digerir eso. Sobre todo los mujeres, en Rusia se había rodeado de hombres. Eran más fáciles de llevar porque nunca pensaban que una mujer podía ser más inteligente que ellos. Además, al verla sólo pensaban en cómo meterse en sus pantalones y Lyosha los dejaba creer que podían. Esa fachada había sido tan bien construida que, cuando quiso, no supo cómo destruirla. Había sido una densa segunda máscara que nunca más dejó ver a la verdadera italiana bajo ella.
-¿Normal?- Preguntó alzando las cejas con sorpresa y al escuchar su reflexión su gesto se relajó. Si hubiese pensado que aquellas palabras iban a horrorizar, estaba equivocado. Dejó caer la cabeza hacia delante, cerró los ojos y dejó escapar una exhalación. Se había acabado… ¿Lo sabía Khaled? Le dio un poco la risa floja mientras su pecho se aligeraba un poco -En la conexión mental, cuando volvía a la torre, le dije a Adramelech que le dijera a Khaled que no intentara traerme de vuelta de nuevo- Alzó la cabeza - No sabía cuál sería mi destino ni cuán entera volvería, de hacerlo. Me has hecho un grato regalo, Matvey-
Y todo era sonrisas y paz, hasta que el nigromante decidió hacer unas preguntas que hicieron que su corazón (es) se revolviera. La curva en sus labios fue borrándose lentamente y apartó la mirada hacia las llamas del brasero que se encontraba en medio. El índice repiqueteó contra el cristal mientras pensaba en el resumen de su antigua vida. En lo que había querido con Rodrigo pero nunca estuvo dispuesta a pedir, en la profunda envidia que sentía por Khaled, en el amor que había sentido la primera vez que había puesto sus ojos sobre Zayra. Lyosha no era una mujer que llorara, y no iba a empezar ahora, pero mentiría si no dijera que sus ojos se volvieron algo más cristalinos, lo suficiente para reflejar las llamas -Una familia real- Guardó silencio tras eso, ignorando las imágenes de críos de precioso cabello oscuro y ojos de un azul Scalovix. La imagen de Johan vino a su mente y se preguntó si sus hijos con Rodrigo se habrían visto como él. Hope pareció suspirar dentro de ella, como si la admisión real de lo que quería hubiese sido un viento fresco que recorría su casa. Lyosha no tuvo el valor de encerrarla de nuevo pero sabía que lo que le estaba dando era un respiro, no esperanza. Volvió la vista hacia el vaso y miró el vodka mientras se mordía la mejilla por dentro -Los Svensson- Resumió cuando preguntó sus razones para morir. Sí, por ellos lo haría. Por los Souls quizás no otra vez, pero por su familia lo haría de nuevo. Se iría a la nada sin pestañear.
Sonrió de forma lacónica cuando creyó que iba a decir eso y meneó la cabeza como dándole a entender que quizás algo parecido pero no exactamente eso -Y lo sabrán, pero la gente de esta isla os adora como dioses. Os tienen fe- Le explicó antes de escuchar que podía ayudarle con el entrenamiento -Cuando quieras- Las cosas prácticas y físicas que requerían concentración le permitían olvidarse de los pensamientos que daban vueltas en su cabeza -Buen chico- Le dijo como le diría a un perro cuando admitió que tenía razón, que vamos si la tenía.
Asintió finalmente -Stavron. Vale, pues entonces Catherine también- Puso los ojos en blanco cuando habló del Consejo. No sabía cómo podía vivir bajo las ordenes de un cúmulo de imberbes, idiotas y puristas - Claro que es una buena idea, te la di yo- Añadió soberbia antes de verlo cerrar los ojos, sabiendo lo que estaba ocurriendo. El demonio le estaba diciendo hola y Matvey todavía no podía controlarlo del todo. Pues que se acostumbrara. La advertencia hizo que sonriera y, tras ello, se inclinó hacia él abriendo la boca como si fuera a morderle, cerrándola de golpe antes de meterse demasiado en su espacio personal. Sonrió de lado manteniendo la mirada en él -No soy una alada, soy una revenant y vivo de magia negra- Le recordó antes de volver a su sitio -Además, debes practicar. Si no puedes soportar un pique, mucho menos podrás hacerlo con sus poderes- Cogió la botella de nuevo sonriendo de lado -Vamos Valqar, no te pongas pesado. Sólo estamos jugando un poquito. Si no hay peligro, no vale la pena. Matvey es mi ruleta rusa personal-
-¿Normal?- Preguntó alzando las cejas con sorpresa y al escuchar su reflexión su gesto se relajó. Si hubiese pensado que aquellas palabras iban a horrorizar, estaba equivocado. Dejó caer la cabeza hacia delante, cerró los ojos y dejó escapar una exhalación. Se había acabado… ¿Lo sabía Khaled? Le dio un poco la risa floja mientras su pecho se aligeraba un poco -En la conexión mental, cuando volvía a la torre, le dije a Adramelech que le dijera a Khaled que no intentara traerme de vuelta de nuevo- Alzó la cabeza - No sabía cuál sería mi destino ni cuán entera volvería, de hacerlo. Me has hecho un grato regalo, Matvey-
Y todo era sonrisas y paz, hasta que el nigromante decidió hacer unas preguntas que hicieron que su corazón (es) se revolviera. La curva en sus labios fue borrándose lentamente y apartó la mirada hacia las llamas del brasero que se encontraba en medio. El índice repiqueteó contra el cristal mientras pensaba en el resumen de su antigua vida. En lo que había querido con Rodrigo pero nunca estuvo dispuesta a pedir, en la profunda envidia que sentía por Khaled, en el amor que había sentido la primera vez que había puesto sus ojos sobre Zayra. Lyosha no era una mujer que llorara, y no iba a empezar ahora, pero mentiría si no dijera que sus ojos se volvieron algo más cristalinos, lo suficiente para reflejar las llamas -Una familia real- Guardó silencio tras eso, ignorando las imágenes de críos de precioso cabello oscuro y ojos de un azul Scalovix. La imagen de Johan vino a su mente y se preguntó si sus hijos con Rodrigo se habrían visto como él. Hope pareció suspirar dentro de ella, como si la admisión real de lo que quería hubiese sido un viento fresco que recorría su casa. Lyosha no tuvo el valor de encerrarla de nuevo pero sabía que lo que le estaba dando era un respiro, no esperanza. Volvió la vista hacia el vaso y miró el vodka mientras se mordía la mejilla por dentro -Los Svensson- Resumió cuando preguntó sus razones para morir. Sí, por ellos lo haría. Por los Souls quizás no otra vez, pero por su familia lo haría de nuevo. Se iría a la nada sin pestañear.
Sonrió de forma lacónica cuando creyó que iba a decir eso y meneó la cabeza como dándole a entender que quizás algo parecido pero no exactamente eso -Y lo sabrán, pero la gente de esta isla os adora como dioses. Os tienen fe- Le explicó antes de escuchar que podía ayudarle con el entrenamiento -Cuando quieras- Las cosas prácticas y físicas que requerían concentración le permitían olvidarse de los pensamientos que daban vueltas en su cabeza -Buen chico- Le dijo como le diría a un perro cuando admitió que tenía razón, que vamos si la tenía.
Asintió finalmente -Stavron. Vale, pues entonces Catherine también- Puso los ojos en blanco cuando habló del Consejo. No sabía cómo podía vivir bajo las ordenes de un cúmulo de imberbes, idiotas y puristas - Claro que es una buena idea, te la di yo- Añadió soberbia antes de verlo cerrar los ojos, sabiendo lo que estaba ocurriendo. El demonio le estaba diciendo hola y Matvey todavía no podía controlarlo del todo. Pues que se acostumbrara. La advertencia hizo que sonriera y, tras ello, se inclinó hacia él abriendo la boca como si fuera a morderle, cerrándola de golpe antes de meterse demasiado en su espacio personal. Sonrió de lado manteniendo la mirada en él -No soy una alada, soy una revenant y vivo de magia negra- Le recordó antes de volver a su sitio -Además, debes practicar. Si no puedes soportar un pique, mucho menos podrás hacerlo con sus poderes- Cogió la botella de nuevo sonriendo de lado -Vamos Valqar, no te pongas pesado. Sólo estamos jugando un poquito. Si no hay peligro, no vale la pena. Matvey es mi ruleta rusa personal-
Al parecer descubrir el destino que le aguardaba a su alma...bueno, a sus almas, pareció agradarle. Para alguien como ella que llevaba vida y media vivida, y que probablemente tenia la sensacion de haber vivido mas a causa de los ecos de Diana y la estancia de su propia alma en el infierno, aquello debía de ser un alivio. Cuando me agradeció aquella información, yo le dediqué una pequeña reverencia con la cabeza.
"Una familia real?"
La que tenía...no era real? Quizá se refería a una pareja, hijos...quizá por eso sabía tanto sobre como debia decorar el cuarto de Ivanov. Aquella revelación de su parte me resultó curiosa...y triste. Esa misma tristeza que pude ver reflejada en sus cristalinos ojos. En ese momento, pensé lo mucho que había cambiado mi relación o concepto de ella. Por todo lo que había aprendido de su persona. Era dura y resistente como el metal que manejaba, pero le faltaba.... las ascuas que la templasen para recibir los golpes del martillo. Encajarlos sin más no era fácil. Ni bueno. Recordé que yo había tenido anhelos similares y que...me había dedicado a estrangularlos.
- Lo siento. - sabía que esa familia real que se le habia quedado pendiente en la otra vida, no era algo que pudiera obtener ahora. Me acordé del medimago aquel que me mencionó...estaría pensando en él, seguramente.
- Ahi lo tienes, entonces. Tu familia. - no el prototipo perfecto de familia, pero...una familia al fin y al cabo.
Gruñí un poco apurando el vodka y echandome mas vodka cuando aceptó ayudarme con el entrenamiento y ademas luego me dijo "buen chico". - Lo digo por darte la razon y luego hacer lo que quiera igualmente.
"no te creas que es complaciencia"
Ademas, ahora me dolía la cabeza por culpa de ella. Noté que se habia acercado demasiado y abrí los ojos, que seguian siendo azul hielo, para encontrarmela muy, demasiado cerca de mi. Aunque no retrocedí y me quedé mirando sus labios un momento antes de volver a sus ojos, cuando me recordó que vivia de magia negra. Si, una revenant, y el Verdugo que llevaba sellado clamaba por mandar a su alma a donde correspondía. Solté el aire contenido con lentitud cuando se separó. - Sí pero...no es momento de practicar ahora...ambos necesitamos descansar. - la miré con el ceño fruncido y una expresión de advertencia cuando volvió a hablarle al demonio. - No hagas eso ahora. - estaba agotado desde lo de Tintagel, el anillo y el espiritu de Morgana, Valqar habia asomado hacia muy poco y lo notaba reptando de nuevo. Exigía tener una lucha en segundo plano con él... una agotadora, a decir verdad...una que perdí lenta y agoniosamente, sin que se notara demasiado por fuera, aunque por dentro habia sido como quemarse poco a poco. De pronto volví a ser mucho mas consciente del espíritu de ese anillo, de las entidades que se...diluían por la isla... Me incliné hacia delante haciendo un sonido de esfuerzo, apartando el vaso de vodka que se cayó al suelo...
Al romperse el cristal contra el suelo, al mismo tiempo que sonó el ruido, fue automático. Las brasas del centro de la sala se tornaron de un azul casi negro, descendió la temperatura y me abalancé sobre Lyosha para agarrarla del cuello, volcando mi silla y, probablemente, la suya.
__
exito. control
fallo. Es tu culpa lyosha
"Una familia real?"
La que tenía...no era real? Quizá se refería a una pareja, hijos...quizá por eso sabía tanto sobre como debia decorar el cuarto de Ivanov. Aquella revelación de su parte me resultó curiosa...y triste. Esa misma tristeza que pude ver reflejada en sus cristalinos ojos. En ese momento, pensé lo mucho que había cambiado mi relación o concepto de ella. Por todo lo que había aprendido de su persona. Era dura y resistente como el metal que manejaba, pero le faltaba.... las ascuas que la templasen para recibir los golpes del martillo. Encajarlos sin más no era fácil. Ni bueno. Recordé que yo había tenido anhelos similares y que...me había dedicado a estrangularlos.
- Lo siento. - sabía que esa familia real que se le habia quedado pendiente en la otra vida, no era algo que pudiera obtener ahora. Me acordé del medimago aquel que me mencionó...estaría pensando en él, seguramente.
- Ahi lo tienes, entonces. Tu familia. - no el prototipo perfecto de familia, pero...una familia al fin y al cabo.
Gruñí un poco apurando el vodka y echandome mas vodka cuando aceptó ayudarme con el entrenamiento y ademas luego me dijo "buen chico". - Lo digo por darte la razon y luego hacer lo que quiera igualmente.
"no te creas que es complaciencia"
Ademas, ahora me dolía la cabeza por culpa de ella. Noté que se habia acercado demasiado y abrí los ojos, que seguian siendo azul hielo, para encontrarmela muy, demasiado cerca de mi. Aunque no retrocedí y me quedé mirando sus labios un momento antes de volver a sus ojos, cuando me recordó que vivia de magia negra. Si, una revenant, y el Verdugo que llevaba sellado clamaba por mandar a su alma a donde correspondía. Solté el aire contenido con lentitud cuando se separó. - Sí pero...no es momento de practicar ahora...ambos necesitamos descansar. - la miré con el ceño fruncido y una expresión de advertencia cuando volvió a hablarle al demonio. - No hagas eso ahora. - estaba agotado desde lo de Tintagel, el anillo y el espiritu de Morgana, Valqar habia asomado hacia muy poco y lo notaba reptando de nuevo. Exigía tener una lucha en segundo plano con él... una agotadora, a decir verdad...una que perdí lenta y agoniosamente, sin que se notara demasiado por fuera, aunque por dentro habia sido como quemarse poco a poco. De pronto volví a ser mucho mas consciente del espíritu de ese anillo, de las entidades que se...diluían por la isla... Me incliné hacia delante haciendo un sonido de esfuerzo, apartando el vaso de vodka que se cayó al suelo...
Al romperse el cristal contra el suelo, al mismo tiempo que sonó el ruido, fue automático. Las brasas del centro de la sala se tornaron de un azul casi negro, descendió la temperatura y me abalancé sobre Lyosha para agarrarla del cuello, volcando mi silla y, probablemente, la suya.
__
exito. control
fallo. Es tu culpa lyosha
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Lyosha Svensson
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Odio que Matvey le dijera “lo siento”. No quería la lástima de nadie y por eso no hablaba. Movió la mano irritada, como tratando de restarle importancia, aunque ya era demasiado tarde para cerrar la puerta al nigromante. Sin embargo, en eso tenía razón. Sus “sobrinos”, su hermano y la nueva cría eran su familia. No lo que ella deseaba, no lo que Hope quería, pero era lo que tenía. Decidió no responder ni a eso.
-Si quieres ser estúpido, ese es problema tuyo- Ladeó la cabeza -Igualmente dudo que me des la razón sólo por complacerme. Nuestra relación está por encima de eso, o eso quiero creer- Mencionó porque a ella no le importaba demasiado que le dijera las cosas en la cara, es más, apreciaba la cruda verdad que le daba Matvey. Si él le halagaba diciendo que metía los dedos en la herida y hurgaba, él no se quedaba atrás.
En ese instante que para ella había comenzado como un juego, en el momento en el que Matvey bajó la mirada, Lyosha entrecerró los ojos al sentir un leve escalofrío en el cuerpo. Por eso no se había atrevido a tocarlo y volvió a su asiento con premura -El descanso está sobrevalorado. Puedo drenar a alguien y estaré lista para la acción- Le dijo porque no sería la primera vez que lo hacía.
La advertencia en su mirada le hizo reír -Sino ahora, cuándo?- Preguntó antes de beber un trago largo, viendolo inclinarse hacia delante con un sonido de queja -Por favor, pareces un humano en sus 90. ¿Dónde está tu aguante para el vo…- Iba a seguir picándolo cuando vio que el vaso iba directo al piso, se inclinó para cogerlo pero no llegó a hacer nada. La temperatura fue lo primero que le alertó porque…Joder, ahora sí que recordaba Rusia.
Se movió con gracia para aguantar el golpe que venía, sabiendo que acabarían en el suelo, abrió las piernas para rodearlo por las caderas y utilizar el impulso que les hizo rodar por el piso como empujón para quedar ella arriba. Al ver sus ojos oscuros soltó una risa ronca, culpa de la férrea mano que le atenazaba el cuello -¿Te aburrías?- Le preguntó sintiendo algo de molestia al respirar. Pero, Lyosha no era estúpida. No, no.
Lo primero que hizo fue dividir su arak en varias dagas de metal que empezaron a moverse por el piso dibujando un sello para impedir que el demonio saliera del sótano. Una cosa era arriesgarse ella, otra distinta poner en peligro a la isla o a Ivanov. -¿Sabes el problema de los…envases humanos?- Preguntó justo antes de clavarle dos dagas, una en cada hombro con el propósito de que la ráfaga de dolor debilitara su agarre, mientras el metal de sus botas subía para cubrir su abdomen y pecho convirtiéndose en armadura -Son débiles- Matvey había dicho que había tomado precauciones, más le valía. Intentó drenar su energía para seguir debilitandolo pero...estaba haciendo demasiadas cosas y le costaba respirar.
OFF: Drena energia? Nop
-Si quieres ser estúpido, ese es problema tuyo- Ladeó la cabeza -Igualmente dudo que me des la razón sólo por complacerme. Nuestra relación está por encima de eso, o eso quiero creer- Mencionó porque a ella no le importaba demasiado que le dijera las cosas en la cara, es más, apreciaba la cruda verdad que le daba Matvey. Si él le halagaba diciendo que metía los dedos en la herida y hurgaba, él no se quedaba atrás.
En ese instante que para ella había comenzado como un juego, en el momento en el que Matvey bajó la mirada, Lyosha entrecerró los ojos al sentir un leve escalofrío en el cuerpo. Por eso no se había atrevido a tocarlo y volvió a su asiento con premura -El descanso está sobrevalorado. Puedo drenar a alguien y estaré lista para la acción- Le dijo porque no sería la primera vez que lo hacía.
La advertencia en su mirada le hizo reír -Sino ahora, cuándo?- Preguntó antes de beber un trago largo, viendolo inclinarse hacia delante con un sonido de queja -Por favor, pareces un humano en sus 90. ¿Dónde está tu aguante para el vo…- Iba a seguir picándolo cuando vio que el vaso iba directo al piso, se inclinó para cogerlo pero no llegó a hacer nada. La temperatura fue lo primero que le alertó porque…Joder, ahora sí que recordaba Rusia.
Se movió con gracia para aguantar el golpe que venía, sabiendo que acabarían en el suelo, abrió las piernas para rodearlo por las caderas y utilizar el impulso que les hizo rodar por el piso como empujón para quedar ella arriba. Al ver sus ojos oscuros soltó una risa ronca, culpa de la férrea mano que le atenazaba el cuello -¿Te aburrías?- Le preguntó sintiendo algo de molestia al respirar. Pero, Lyosha no era estúpida. No, no.
Lo primero que hizo fue dividir su arak en varias dagas de metal que empezaron a moverse por el piso dibujando un sello para impedir que el demonio saliera del sótano. Una cosa era arriesgarse ella, otra distinta poner en peligro a la isla o a Ivanov. -¿Sabes el problema de los…envases humanos?- Preguntó justo antes de clavarle dos dagas, una en cada hombro con el propósito de que la ráfaga de dolor debilitara su agarre, mientras el metal de sus botas subía para cubrir su abdomen y pecho convirtiéndose en armadura -Son débiles- Matvey había dicho que había tomado precauciones, más le valía. Intentó drenar su energía para seguir debilitandolo pero...estaba haciendo demasiadas cosas y le costaba respirar.
OFF: Drena energia? Nop
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El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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1/7
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La mujer se movió rápida como un gato haciendo que Matvey quedase debajo de ella, aprovecho la inercia de su empujon para ello. El nigromante se golpeó su cabeza con el suelo pero la miró de modo frío, como si no percibiera el dolor.
- tus intervenciones empezaban a molestarme, tenía mejores planes para ese espíritu corrupto - le dijo Valqar a través de Matvey, estrangulando su garganta con más fuerza.
El chirrido metálico de alrededor le hizo mirar y vio lo que estaba intentando.
- crees que te va a dar tiempo a terminar ese círculo en condiciones?
Empezaron a oirse pasos por la escalera que bajaba hasta abajo del todo, y luego arañazos en la puerta y golpes, gruñidos. Sin embargo la puerta, hechizada por Matvey, no se abrió de primeras.
"Maldito seas"
Clavó las dagas en los hombros y empezó a sangrar profusamente aunque una vez más, no dio muestras de dolor. No es que no lo hiciera, sí dolía, pero el demonio lo percibía como el respirar.
- Oh. Que pena, vas a romper mi jaula de carne. - apretó mas - sabes que es lo que tienen de util...? - su voz era fria, heladora mas alla de lo natural. - la magia que los acompaña. - extendió una mano soltando su cuello en parte, pero usó los poderes del mago para atraer su espada y empuñarla. La alzo sobre ella y la hizo descender, con intenciones de clavarla en su estomago.
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La mujer se movió rápida como un gato haciendo que Matvey quedase debajo de ella, aprovecho la inercia de su empujon para ello. El nigromante se golpeó su cabeza con el suelo pero la miró de modo frío, como si no percibiera el dolor.
- tus intervenciones empezaban a molestarme, tenía mejores planes para ese espíritu corrupto - le dijo Valqar a través de Matvey, estrangulando su garganta con más fuerza.
El chirrido metálico de alrededor le hizo mirar y vio lo que estaba intentando.
- crees que te va a dar tiempo a terminar ese círculo en condiciones?
Empezaron a oirse pasos por la escalera que bajaba hasta abajo del todo, y luego arañazos en la puerta y golpes, gruñidos. Sin embargo la puerta, hechizada por Matvey, no se abrió de primeras.
"Maldito seas"
Clavó las dagas en los hombros y empezó a sangrar profusamente aunque una vez más, no dio muestras de dolor. No es que no lo hiciera, sí dolía, pero el demonio lo percibía como el respirar.
- Oh. Que pena, vas a romper mi jaula de carne. - apretó mas - sabes que es lo que tienen de util...? - su voz era fria, heladora mas alla de lo natural. - la magia que los acompaña. - extendió una mano soltando su cuello en parte, pero usó los poderes del mago para atraer su espada y empuñarla. La alzo sobre ella y la hizo descender, con intenciones de clavarla en su estomago.
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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