Recuerdo del primer mensaje :
Residencia de Rasputín. Es un sótano de base muy amplia que consta de dos niveles. Tiene una unica entrada que suele estar vigilada por un demonio ghoul, no deja entrar a nadie si el Descendiente de Rasputín no lo considera así. En el nivel superior se encuentran las estancias de descanso, habitaciones y demas salas para menesteres de la vida. Asi como una biblioteca. En el nivel inferior al cual se accede por una angosta escalera de caracol de piedra se encuentra una unica sala muy grande llena de libros prohibidos sobre los cuales pesan maldiciones contra lectores indeseados, insumos para invocaciones (algunos metidos en desagradables tarros), mesas, fogatas, telares y muchos simbolos arcanos plasmados aqui y allá. Una atmosfera en al cual se respira la oscuridad. Hay un arcón cerrado con siete cerraduras en un recóndito lugar de éste. Nunca se ha abierto.
Al principio dudó entre sonreír u horrorizarse ante la idea de un trato con un ser maligno pero terminó ganando una genuina risa al imaginarse la escena. No era su área, pero supuso que era absurdo invocar a un ser del inframundo y hacer un pacto solo por vello facial. -Voy a probar pedirle al Espíritu de la Naturaleza.- Acotó rezando internamente una disculpa por nombrarla en vano aunque sin perder la suave sonrisa. Con una expresión neutra, asintió como toda respuesta a las palabras de Matvey sobre ponerse a trabajar en la muestra, hubiera contestado con un escueto “de nada” o “genial” pero se encontró turbado por la idea de revivir a su padres, por ejemplo, o a sus sobrinos... había empezado a instruir a algunos de ellos en las responsabilidades de un miembro del Consejo de los 20 con la idea de encontrar un sucesor entre ellos... Recordó a la hija de su hermana, Amiha, tan llena de vida, al contrario de la última vez que la había visto, eso había sido en la morgue.
La sensación de que podría encontrarlos a la vuelta de la esquina seguía ahí, sabía que no volverían, que debía continuar sin ellos pero aún así se descubría buscándolos con la mirada en cualquier rincón. Trabajar le ofrecía un consuelo temporal, una especie de escape para pensar en otras cosas, aunque las palabras de la señorita Simon sobre estar viviendo una mentira habían hecho mella en él y ahora se sentía vacío al encargarse de sus tareas. Realmente todo lo que podía hacer era enfrentar sus temores pero sabía que no podría simplemente hacerlos desaparecer, debería convivir y actuar a pesar de ellos pero ¿cómo lograrlo?¿Encontraría respuestas recluyendose cual ermitaño para meditar en una cueva en busca de iluminación?... Pues... no le pareció mala idea. Cuando los cálidos ojos color caoba se encontraron con la penetrante mirada celeste, se preguntó cuántas personas le habrían pedido al Descendiente de Rasputín que le devuelva la vida a sus seres amados.
¿Matvey habría revivido a sus propios seres queridos?¿Qué desearía el experto en artes oscuras? Apartó la mirada apenado al reconocer que ni siquiera se acordaba de su cumpleaños o si tenía segundo o tercer nombre. Apenas conocía a sus compañeros, habría que cambiar eso. Pasó la mano sobre el fuego azul comprobando que no quemaba, ni siquiera era caliente. Suspiró frustrado con la cantidad de secretos que escondía el fuego azul ya que algunas veces quemaba y otras veces no, aunque también le gustaba el desafío que representaba. -Bien, de todos modos planeo ir a su residencia para hacerle llegar a Catherine su regalo de bodas... y coronación. Si se van, no tendré modo de entregárselo.- A menos que la Guardia de Ouroboros sepa dónde estaba el escondite de los jinetes de dragones, en cuyo caso haría que ellos le entreguen el regalo. La opción que quedaba era que la bruja fuera a Ouroboros y confiaba en que ella le avisaría si volvía a la isla flotante, pero hasta el momento tenía pocas noticias de ella.
-Sospecho que los Pendragon no están interesados en quedarse o en ser parte de nuestra comunidad, si lo estuvieran, habrían respondido el censo. Me refiero al caso particular de esa gente, es otra la situación de los Knox, por ejemplo, que no han contestado el censo pero colaboraban en la isla.- Dijo mientras miraba el brazalete en busca de respuestas de Catherine: nada. -Tengo pensamientos encontrados respecto a los Pendragon, si realmente querían entrar al Consejo, ¿por qué no se acercaron a nosotros en busca de recomendaciones para ser miembro?- Mientras hablaba, caminaba de un lado a otro. -Yo quería ir a su residencia para hablar con alguno de ellos y decirles algo como “si quieren ser miembros del Consejo de los 20, que su candidato para el puesto demuestre que es capaz de compartir conocimientos y que me enseñe cualquier arte mágica que sepan”. Me hubiera interesado en el poder de la sangre porque, más allá de ser un líquido, en la última plaga de Egipto se usó sangre de cordero para protegerse del Ángel de la Muerte. Pero no lo haré ya que retiraron la petición.- Sentenció alzando los hombros. Aunque… si se daba la ocasión… tal vez… quizás… quién sabe las vueltas de la vida…
-Mi punto es que, ésto que dice Catherine de que ellos creen que nunca los aceptaremos me hace pensar que tal vez no fuimos...- Alzó la mirada al techo pensativo. -¿cómo decirlo?... como que no fuimos accesibles para ellos, pero por otra parte pienso que ellos eran los que pedían un puesto que está reservado para Khan Tepes, ellos eran los que debían interesarse para aprovechar su período de prueba, nuestras puertas siempre estuvieron en el mismo lugar para que ellos acudan a nosotros. No era nuestro deber ir a hacerles sugerencias.- En ese momento se detuvo, cerró los ojos y se agarró el puente de la nariz con un suspiro. -Lo siento, estoy hablando mucho, pero quería compartirte mis pensamientos para que me digas tu opinión y para que los tengas en mente cuando sea la reunión con ellos, no porque quiera que lo digas por mí, solo quería que lo sepas porque quiero asistir pero tengo una agenda un poco ajustada y es probable que no llegue.- Dijo abriendo los ojos y acercándose al escritorio. Se sintió un poco más liviano por haber compartido sus pensamientos con alguien, antes hablaba con sus padres o sus abuelos sobre los temas del Consejo pero, sin ellos, las personas con las que podía hablar de esos temas eran sus compañeros. Entonces recordó de la última conversación con la experta en maleficios que dijo que intentaría llevar a Matvey, entre otros, a su boda en Avalon. -¿Fuiste a la boda de Catherine?- Le preguntó.
Lo miró alzando las cejas por la sorpresa ante la noticia del hijo mayor de Adele, en realidad solo había visto a Ivanov. La mujer le había mencionado “hijos” en plural, pero no sabía la cantidad exacta. Le preocupó la vinculación de la mujer con los Pendragon ya que podría estar relacionado con el abatimiento que ella le había dicho que sentía y no le gustó la idea de que los deseos de la ganadora del Torneo de Ouroboros de reconstruir el mundo se junten con planes imperialistas. Tensó los labios en una mueca de desacuerdo cuando su compañero dijo que la mujer era asunto de los jinetes de dragones, no quería darse por vencido con ella. -Llegué cuando uno de los artilugios de Da Vinci estaba arrancando unas grandes raíces espinosas del suelo de la plaza.- Respondió a la pregunta de si había estado presente cuando Adele había atacado a Matvey, se había perdido la acción y los fuegos artificiales. -Me enteré que ella te agredió porque el Teniente Vishous Royden me lo dijo en cuanto llegué. Adele me dijo que tú ordenaste capturarla en la fiesta y que la separaron de sus hijos, pero en una conversación previa me contó que acudió al Consejo en busca de ayuda y dispuesta a colaborar. Evidentemente al sentirse despreciada buscó amparo en otro lugar.- Tomó asiento pesadamente frente al escritorio.
-¿Qué es?- Preguntó ante el ofrecimiento de una bebida. Había dejado claro que no era té pero todavía quedaban muchas opciones. -Entiendo que tienes una opinión desfavorable de Adele, al igual que muchos otros por lo que he estado averiguando...- Dijo retomando la conversación y apartando la mirada, sabiendo que esas opiniones podrían tener razón en parte por lo populares que eran y otra parte por las acciones de la bruja. -Pero ella puede cambiar, estoy seguro.- Dijo alzando la barbilla y mirando al Descendiente de Rasputín con sus cálidos ojos color café llenos de convicción. -Si ella vuelve a la isla flotante y a menos que el Consejo me lo prohiba, quiero hacerme responsable por ella de ahora en adelante. Si Adele amenaza a un ser, sea cual sea, me haré cargo de la culpa porque yo soy el que tiene esperanzas en ella.- El deber de los Descendientes era compartir los conocimientos para que el mundo pueda gobernarse con sabiduría, no para hacer guerras ni herir. Eso implicaba enseñar a usar la magia con respeto, para el bien y corregir al que hacía lo contrario.
La sensación de que podría encontrarlos a la vuelta de la esquina seguía ahí, sabía que no volverían, que debía continuar sin ellos pero aún así se descubría buscándolos con la mirada en cualquier rincón. Trabajar le ofrecía un consuelo temporal, una especie de escape para pensar en otras cosas, aunque las palabras de la señorita Simon sobre estar viviendo una mentira habían hecho mella en él y ahora se sentía vacío al encargarse de sus tareas. Realmente todo lo que podía hacer era enfrentar sus temores pero sabía que no podría simplemente hacerlos desaparecer, debería convivir y actuar a pesar de ellos pero ¿cómo lograrlo?¿Encontraría respuestas recluyendose cual ermitaño para meditar en una cueva en busca de iluminación?... Pues... no le pareció mala idea. Cuando los cálidos ojos color caoba se encontraron con la penetrante mirada celeste, se preguntó cuántas personas le habrían pedido al Descendiente de Rasputín que le devuelva la vida a sus seres amados.
¿Matvey habría revivido a sus propios seres queridos?¿Qué desearía el experto en artes oscuras? Apartó la mirada apenado al reconocer que ni siquiera se acordaba de su cumpleaños o si tenía segundo o tercer nombre. Apenas conocía a sus compañeros, habría que cambiar eso. Pasó la mano sobre el fuego azul comprobando que no quemaba, ni siquiera era caliente. Suspiró frustrado con la cantidad de secretos que escondía el fuego azul ya que algunas veces quemaba y otras veces no, aunque también le gustaba el desafío que representaba. -Bien, de todos modos planeo ir a su residencia para hacerle llegar a Catherine su regalo de bodas... y coronación. Si se van, no tendré modo de entregárselo.- A menos que la Guardia de Ouroboros sepa dónde estaba el escondite de los jinetes de dragones, en cuyo caso haría que ellos le entreguen el regalo. La opción que quedaba era que la bruja fuera a Ouroboros y confiaba en que ella le avisaría si volvía a la isla flotante, pero hasta el momento tenía pocas noticias de ella.
-Sospecho que los Pendragon no están interesados en quedarse o en ser parte de nuestra comunidad, si lo estuvieran, habrían respondido el censo. Me refiero al caso particular de esa gente, es otra la situación de los Knox, por ejemplo, que no han contestado el censo pero colaboraban en la isla.- Dijo mientras miraba el brazalete en busca de respuestas de Catherine: nada. -Tengo pensamientos encontrados respecto a los Pendragon, si realmente querían entrar al Consejo, ¿por qué no se acercaron a nosotros en busca de recomendaciones para ser miembro?- Mientras hablaba, caminaba de un lado a otro. -Yo quería ir a su residencia para hablar con alguno de ellos y decirles algo como “si quieren ser miembros del Consejo de los 20, que su candidato para el puesto demuestre que es capaz de compartir conocimientos y que me enseñe cualquier arte mágica que sepan”. Me hubiera interesado en el poder de la sangre porque, más allá de ser un líquido, en la última plaga de Egipto se usó sangre de cordero para protegerse del Ángel de la Muerte. Pero no lo haré ya que retiraron la petición.- Sentenció alzando los hombros. Aunque… si se daba la ocasión… tal vez… quizás… quién sabe las vueltas de la vida…
-Mi punto es que, ésto que dice Catherine de que ellos creen que nunca los aceptaremos me hace pensar que tal vez no fuimos...- Alzó la mirada al techo pensativo. -¿cómo decirlo?... como que no fuimos accesibles para ellos, pero por otra parte pienso que ellos eran los que pedían un puesto que está reservado para Khan Tepes, ellos eran los que debían interesarse para aprovechar su período de prueba, nuestras puertas siempre estuvieron en el mismo lugar para que ellos acudan a nosotros. No era nuestro deber ir a hacerles sugerencias.- En ese momento se detuvo, cerró los ojos y se agarró el puente de la nariz con un suspiro. -Lo siento, estoy hablando mucho, pero quería compartirte mis pensamientos para que me digas tu opinión y para que los tengas en mente cuando sea la reunión con ellos, no porque quiera que lo digas por mí, solo quería que lo sepas porque quiero asistir pero tengo una agenda un poco ajustada y es probable que no llegue.- Dijo abriendo los ojos y acercándose al escritorio. Se sintió un poco más liviano por haber compartido sus pensamientos con alguien, antes hablaba con sus padres o sus abuelos sobre los temas del Consejo pero, sin ellos, las personas con las que podía hablar de esos temas eran sus compañeros. Entonces recordó de la última conversación con la experta en maleficios que dijo que intentaría llevar a Matvey, entre otros, a su boda en Avalon. -¿Fuiste a la boda de Catherine?- Le preguntó.
Lo miró alzando las cejas por la sorpresa ante la noticia del hijo mayor de Adele, en realidad solo había visto a Ivanov. La mujer le había mencionado “hijos” en plural, pero no sabía la cantidad exacta. Le preocupó la vinculación de la mujer con los Pendragon ya que podría estar relacionado con el abatimiento que ella le había dicho que sentía y no le gustó la idea de que los deseos de la ganadora del Torneo de Ouroboros de reconstruir el mundo se junten con planes imperialistas. Tensó los labios en una mueca de desacuerdo cuando su compañero dijo que la mujer era asunto de los jinetes de dragones, no quería darse por vencido con ella. -Llegué cuando uno de los artilugios de Da Vinci estaba arrancando unas grandes raíces espinosas del suelo de la plaza.- Respondió a la pregunta de si había estado presente cuando Adele había atacado a Matvey, se había perdido la acción y los fuegos artificiales. -Me enteré que ella te agredió porque el Teniente Vishous Royden me lo dijo en cuanto llegué. Adele me dijo que tú ordenaste capturarla en la fiesta y que la separaron de sus hijos, pero en una conversación previa me contó que acudió al Consejo en busca de ayuda y dispuesta a colaborar. Evidentemente al sentirse despreciada buscó amparo en otro lugar.- Tomó asiento pesadamente frente al escritorio.
-¿Qué es?- Preguntó ante el ofrecimiento de una bebida. Había dejado claro que no era té pero todavía quedaban muchas opciones. -Entiendo que tienes una opinión desfavorable de Adele, al igual que muchos otros por lo que he estado averiguando...- Dijo retomando la conversación y apartando la mirada, sabiendo que esas opiniones podrían tener razón en parte por lo populares que eran y otra parte por las acciones de la bruja. -Pero ella puede cambiar, estoy seguro.- Dijo alzando la barbilla y mirando al Descendiente de Rasputín con sus cálidos ojos color café llenos de convicción. -Si ella vuelve a la isla flotante y a menos que el Consejo me lo prohiba, quiero hacerme responsable por ella de ahora en adelante. Si Adele amenaza a un ser, sea cual sea, me haré cargo de la culpa porque yo soy el que tiene esperanzas en ella.- El deber de los Descendientes era compartir los conocimientos para que el mundo pueda gobernarse con sabiduría, no para hacer guerras ni herir. Eso implicaba enseñar a usar la magia con respeto, para el bien y corregir al que hacía lo contrario.
Adael estaba especialmente silencioso durante la mayor parte del tiempo, asi que yo me dedicaba a pasar pequeños tragos de vodka.
- Adael...si te vas a quedar mirándome con todas esas preguntas dibujadas en la cara.... - me apoyé de espaldas en la mesa, haciendo un gesto de que era mejor que hablase o que se aclarase....a mi no me importaba responderle abiertamente, sobre apenas nada, relacionado con mi arte.
- Un poco retraso llevas con el regalo. - comenté antes de escuchar su exposición con atencion.
"Mmm...Anteia no ha respondido al censo...?"
- Ten paciencia, la Señora Malfoy lo cumplimentará tan pronto como saque algo de tiempo. Creo que están teniendo problemas familiares. - di un poco la cara por ella, estaba seguro de que si no lo habia hecho ya tenia un buen motivo. El caso de los Pendragon me era totalmetne diferente. - Y los Pendragon....es como si buscasen que les diesemos la excusa para levantarse en armas contra nosotros porque..."no les hemos dejado mas remedio"
Dije con tono de voz cansado. Pensamientos encontrados?
- Te entiendo. Me pasa igual. Aun así....aunque ellos no vinieron del modo más adecuado, nosotros tampoco hemos sido accesibles.
"Solo Catherine. Y mira como ha terminado"
Pero habían intentado volver a Bellatrix contra nosotros, se habian llevado a los dragones, habian inmiscuido a Tesla y Da Vinci en sus problemas de vasallaje, y lentamente, se estaban llevando a Le Fay. Me preguntaba hasta dónde más eran capaces de llegar con sus intrigas.
- Es vodka. - respondi acerca de la bebida.
Terminé de escuchar a Adael y al final me vi en la posicion de tener que asentir levemente.
- Sí, tienes razon. No...está bien. Espero que puedas estar en esa reunión con los Pendragón. Mi intención es pedirles que dejen de lado cualquier ambición de formar un Imperio mágico, han de mantener Avalon pues les corresponde por derecho, y podrán habitar Ouroboros, pero a condicion de renunciar a esas ideas. Y sí...estuve en su boda. - recordarlo me traía un tono poco amistoso a la voz.
Percibí la sorpresa en la cara de Adael cuando le dije que la francesa tenía dos hijos.
- Si, el otro es mayor, peliblanco. No se con quién lo tendría. Pues...esas raices son las que Adele envió contra mi. Pero eso fue al final del todo. Te lo aclararé porque no quiero que esa mujer ande jugando contigo a nublarte el juicio....
Con paciencia rellené de nuevo mi vaso y hable de modo pausado.
- Adele me amenazó con llevarse a Ivanov para siempre. Me negué a ceder a ese chantaje y decidí que a partir de ese momento, me encargaría yo de su educación. Ivanov fue atacado en el castillo Pendragon, no sabe quien fue. Ella no colaboró y el teniente fue a detenerla. Además, tiene un juicio pendiente en Ouroboros y una investigacion abierta, por una sospecha de intento de asesinato. Ella eligió atacarme, y desapareció dejando ahi a sus dos hijos.
Entrecerré la mirada, señalando vagametne a Adael con el vaso.
-Y luego....intentó convenceros a ti y a Catherine de que intercedieseis por ella. - solté un borrascoso suspiro de cansancio cuando dijo que entendía que tuviese una mala opinion de ella. No, no lo entendía, al igual que Anteia tampoco lo entendía....
-Adael....no será que no te lo he advertido.... - me acerqué a él, semblante grave y serio. - Para empezar ya te he dicho que no puede volver, se le investiga por intento de asesinato. Y para continuar....no quiero que te dejes engañar por ella.
Él era mas inocente, esa bondad que veía en los demás podría ser su propia perdición, hablando de la francesa, concretamente.
- Por qué tantas esperanzas en esa persona? - lo analicé de cerca, subitamente preocupado. No estaría....? Y si habia usado un filtro de amor con él para manipularlo? De Adele, me lo esperaba....
- Adael...si te vas a quedar mirándome con todas esas preguntas dibujadas en la cara.... - me apoyé de espaldas en la mesa, haciendo un gesto de que era mejor que hablase o que se aclarase....a mi no me importaba responderle abiertamente, sobre apenas nada, relacionado con mi arte.
- Un poco retraso llevas con el regalo. - comenté antes de escuchar su exposición con atencion.
"Mmm...Anteia no ha respondido al censo...?"
- Ten paciencia, la Señora Malfoy lo cumplimentará tan pronto como saque algo de tiempo. Creo que están teniendo problemas familiares. - di un poco la cara por ella, estaba seguro de que si no lo habia hecho ya tenia un buen motivo. El caso de los Pendragon me era totalmetne diferente. - Y los Pendragon....es como si buscasen que les diesemos la excusa para levantarse en armas contra nosotros porque..."no les hemos dejado mas remedio"
Dije con tono de voz cansado. Pensamientos encontrados?
- Te entiendo. Me pasa igual. Aun así....aunque ellos no vinieron del modo más adecuado, nosotros tampoco hemos sido accesibles.
"Solo Catherine. Y mira como ha terminado"
Pero habían intentado volver a Bellatrix contra nosotros, se habian llevado a los dragones, habian inmiscuido a Tesla y Da Vinci en sus problemas de vasallaje, y lentamente, se estaban llevando a Le Fay. Me preguntaba hasta dónde más eran capaces de llegar con sus intrigas.
- Es vodka. - respondi acerca de la bebida.
Terminé de escuchar a Adael y al final me vi en la posicion de tener que asentir levemente.
- Sí, tienes razon. No...está bien. Espero que puedas estar en esa reunión con los Pendragón. Mi intención es pedirles que dejen de lado cualquier ambición de formar un Imperio mágico, han de mantener Avalon pues les corresponde por derecho, y podrán habitar Ouroboros, pero a condicion de renunciar a esas ideas. Y sí...estuve en su boda. - recordarlo me traía un tono poco amistoso a la voz.
Percibí la sorpresa en la cara de Adael cuando le dije que la francesa tenía dos hijos.
- Si, el otro es mayor, peliblanco. No se con quién lo tendría. Pues...esas raices son las que Adele envió contra mi. Pero eso fue al final del todo. Te lo aclararé porque no quiero que esa mujer ande jugando contigo a nublarte el juicio....
Con paciencia rellené de nuevo mi vaso y hable de modo pausado.
- Adele me amenazó con llevarse a Ivanov para siempre. Me negué a ceder a ese chantaje y decidí que a partir de ese momento, me encargaría yo de su educación. Ivanov fue atacado en el castillo Pendragon, no sabe quien fue. Ella no colaboró y el teniente fue a detenerla. Además, tiene un juicio pendiente en Ouroboros y una investigacion abierta, por una sospecha de intento de asesinato. Ella eligió atacarme, y desapareció dejando ahi a sus dos hijos.
Entrecerré la mirada, señalando vagametne a Adael con el vaso.
-Y luego....intentó convenceros a ti y a Catherine de que intercedieseis por ella. - solté un borrascoso suspiro de cansancio cuando dijo que entendía que tuviese una mala opinion de ella. No, no lo entendía, al igual que Anteia tampoco lo entendía....
-Adael....no será que no te lo he advertido.... - me acerqué a él, semblante grave y serio. - Para empezar ya te he dicho que no puede volver, se le investiga por intento de asesinato. Y para continuar....no quiero que te dejes engañar por ella.
Él era mas inocente, esa bondad que veía en los demás podría ser su propia perdición, hablando de la francesa, concretamente.
- Por qué tantas esperanzas en esa persona? - lo analicé de cerca, subitamente preocupado. No estaría....? Y si habia usado un filtro de amor con él para manipularlo? De Adele, me lo esperaba....
Un mensaje patronus para Matvey irrumpe en la estancia.
Los Pendragon han secuestrado a Lucio en el hospital. Se lo han llevado, sospecho que a Ávalon. Estaban diciendo algo de enfermos y temo que le haya pasado algo a Catherine. Tú sabes llegar hasta allí con tus portales, como cuando la llevaste. Tenemos que ir.
Un segundo patronus llega con apenas unos minutos de diferencia
Ya nada. Acabo de recibir un mensaje mental de Catherine. Está en la isla, ha ido a la boda de Sofía.
Los Pendragon han secuestrado a Lucio en el hospital. Se lo han llevado, sospecho que a Ávalon. Estaban diciendo algo de enfermos y temo que le haya pasado algo a Catherine. Tú sabes llegar hasta allí con tus portales, como cuando la llevaste. Tenemos que ir.
Un segundo patronus llega con apenas unos minutos de diferencia
Ya nada. Acabo de recibir un mensaje mental de Catherine. Está en la isla, ha ido a la boda de Sofía.
Metió la mano en la bolsa que llevaba y sacó un papel. -¿Nombre completo?... ¿Fecha de nacimiento y edad actual?... ¿Es varón o mujer?... ¿Cuál es tu raza?... ¿Dónde se encuentra tu vivienda?... ¿Es casa, cabaña, apartamento, u otros?... ¿Cuántas personas viven aquí?... ¿Cuál es la relación o parentesco con el jefe del hogar?... ¿Lugar de nacimiento?... ¿En qué año llegaste a Ouroboros?... ¿Nivel de estudios?... ¿Llegaste a terminarlo?... ¿Cuál es tu estado civil legal?... ¿Convives en pareja o matrimonio?... ¿Cuál es tu ocupación o profesión?... ¿Tuviste hijos o hijas nacidos vivos?... ¿Cuántos hijos e hijas nacidos vivos tuviste en total?... ¿Cuáles son sus fechas de nacimiento?... Y, por último, ¿por qué tu fuego azul no quema?- Preguntó haciendo las respectivas pausas a la espera de las respuestas y alzó la mirada hacia el hombre. No quería hablar de la tragedia pero tenía muchas preguntas que hacerle, las cuales no trataban del drama. Alzó los hombros dándole poca importancia al retraso del regalo. -Tarde pero seguro.- Añadió.
Si antes las preguntas podían verse dibujadas en su rostro, ahora emitía el sonido de un módem de los noventa al encenderse. No entendió la conexión del nombre Malfoy con lo que había dicho aunque repasó sus palabras durante algunos segundos, al final lo dejó estar y volvió su mente al tema que estaban tratando. Ante la descendencia de Arturo Pendragon las opciones habían sido rechazarlos o aceptarlos. -Y ¿qué piensas?¿deberíamos haber actuado diferente?- Pensándolo lo más objetivamente que le era posible, sentía que no los habían rechazado ni aceptado, estaban como en un punto medio el cual el descendiente de Moisés toleraba. Asintió de acuerdo con dejarles claro que, si llevaban a cabo lo del imperio mágico, se les prohibiría habitar la isla flotante. -Pero ¿cómo evitar que vuelvan si a cada rato llega gente que no sabemos quién la trajo? Roban, secuestran, matan...- Entonces se acordó que alguien conocido de la señora Knox había sido secuestrado y se le ocurrió una idea en la que Sarah, Sofía o él podrían esclarecer un poco el caso pero antes debería hablar con la sanadora. -¿Cómo fue?- Preguntó sobre la boda de Catherine.
-Pero... ¿Y el resto de hijos?¿Qué sabes de ellos?- El hijo mayor de Adele había sido escoltado por los guardias al castillo de las montañas donde podría reunirse con su madre, según Matvey, preguntaría a la guardia si eso era cierto porque no le habían llegado noticias de Adele, aún así, faltaban los otros. Tomó el pergamino y la pluma que su compañero había preparado sobre el escritorio, escribió un texto en el que buscó dejar clara la intención de citar a un grupo de personas y se lo mostró para que el experto en artes oscuras dé su opinión: “Por la presente el Honorable Consejo de los 20 le ordena presentarse en la Sala de Reuniones Generales el día ... a las ... horas para una asamblea.” -No, gracias, no tomo alcohol.- Rechazó el vodka y se inclinó sobre la mesa con la mirada fija en el descendiente de Rasputín para seguir atentamente su explicación. Por el momento el hombre había mencionado a dos hijos de Adele y no sabía con quién había tenido a uno de ellos pero ¿conocía al padre del otro?... ¿Conocía al padre de un niño de nombre eslavo? Escuchó en silencio el relato de Matvey, ordenó las ideas en su cabeza y tuvo que elegir una de todas las preguntas que le surgieron.
¿Por qué era sospechosa de intento de asesinato?¿Cómo y por qué fue atacado Ivanov en el castillo Pendragon?¿Por qué quería llevarse a Ivanov para siempre?¿Por qué su compañero no quería que se lo llevara?¿Por qué quería encargarse de su educación?¿Por qué Adele no quiso?¿Por qué lo atacó?¿Por qué desapareció abandonado a sus dos hijos?¿Qué opinaba el padre de todo esto?¿Matvey hablaría con Adele si ella se presentaba en la isla?¿Dónde estaba el niño? El tema requería mucho tiempo, pero escogió una pregunta básica justamente para tener una base con la que poder trabajar. -¿Por qué no querías que Adele se lo llevara?- Era amplio el abanico de respuestas posibles. Los ojos color caoba lo siguieron mientras se acercaba y se mantuvieron fijos sobre el Descendiente de Rasputín. -Agradezco tu preocupación y la tendré en cuenta pero quiero saber por qué Adele no puede volver ¿tiene prohibido estar en Ouroboros?-
Se movió para apoyar el codo en el escritorio y la cabeza en esa mano, como mostrándose sin tapujos ante el escrutinio y poniéndose cómodo para que Matvey se tome el tiempo que quiera para observarlo. -Es una ganadora del Torneo Ouroboros, es una bruja poderosa y atractiva...- Enumeró y se encogió de hombros suavemente. -Siento que es mejor tenerla cerca... considéralo una corazonada.-
Si antes las preguntas podían verse dibujadas en su rostro, ahora emitía el sonido de un módem de los noventa al encenderse. No entendió la conexión del nombre Malfoy con lo que había dicho aunque repasó sus palabras durante algunos segundos, al final lo dejó estar y volvió su mente al tema que estaban tratando. Ante la descendencia de Arturo Pendragon las opciones habían sido rechazarlos o aceptarlos. -Y ¿qué piensas?¿deberíamos haber actuado diferente?- Pensándolo lo más objetivamente que le era posible, sentía que no los habían rechazado ni aceptado, estaban como en un punto medio el cual el descendiente de Moisés toleraba. Asintió de acuerdo con dejarles claro que, si llevaban a cabo lo del imperio mágico, se les prohibiría habitar la isla flotante. -Pero ¿cómo evitar que vuelvan si a cada rato llega gente que no sabemos quién la trajo? Roban, secuestran, matan...- Entonces se acordó que alguien conocido de la señora Knox había sido secuestrado y se le ocurrió una idea en la que Sarah, Sofía o él podrían esclarecer un poco el caso pero antes debería hablar con la sanadora. -¿Cómo fue?- Preguntó sobre la boda de Catherine.
-Pero... ¿Y el resto de hijos?¿Qué sabes de ellos?- El hijo mayor de Adele había sido escoltado por los guardias al castillo de las montañas donde podría reunirse con su madre, según Matvey, preguntaría a la guardia si eso era cierto porque no le habían llegado noticias de Adele, aún así, faltaban los otros. Tomó el pergamino y la pluma que su compañero había preparado sobre el escritorio, escribió un texto en el que buscó dejar clara la intención de citar a un grupo de personas y se lo mostró para que el experto en artes oscuras dé su opinión: “Por la presente el Honorable Consejo de los 20 le ordena presentarse en la Sala de Reuniones Generales el día ... a las ... horas para una asamblea.” -No, gracias, no tomo alcohol.- Rechazó el vodka y se inclinó sobre la mesa con la mirada fija en el descendiente de Rasputín para seguir atentamente su explicación. Por el momento el hombre había mencionado a dos hijos de Adele y no sabía con quién había tenido a uno de ellos pero ¿conocía al padre del otro?... ¿Conocía al padre de un niño de nombre eslavo? Escuchó en silencio el relato de Matvey, ordenó las ideas en su cabeza y tuvo que elegir una de todas las preguntas que le surgieron.
¿Por qué era sospechosa de intento de asesinato?¿Cómo y por qué fue atacado Ivanov en el castillo Pendragon?¿Por qué quería llevarse a Ivanov para siempre?¿Por qué su compañero no quería que se lo llevara?¿Por qué quería encargarse de su educación?¿Por qué Adele no quiso?¿Por qué lo atacó?¿Por qué desapareció abandonado a sus dos hijos?¿Qué opinaba el padre de todo esto?¿Matvey hablaría con Adele si ella se presentaba en la isla?¿Dónde estaba el niño? El tema requería mucho tiempo, pero escogió una pregunta básica justamente para tener una base con la que poder trabajar. -¿Por qué no querías que Adele se lo llevara?- Era amplio el abanico de respuestas posibles. Los ojos color caoba lo siguieron mientras se acercaba y se mantuvieron fijos sobre el Descendiente de Rasputín. -Agradezco tu preocupación y la tendré en cuenta pero quiero saber por qué Adele no puede volver ¿tiene prohibido estar en Ouroboros?-
Se movió para apoyar el codo en el escritorio y la cabeza en esa mano, como mostrándose sin tapujos ante el escrutinio y poniéndose cómodo para que Matvey se tome el tiempo que quiera para observarlo. -Es una ganadora del Torneo Ouroboros, es una bruja poderosa y atractiva...- Enumeró y se encogió de hombros suavemente. -Siento que es mejor tenerla cerca... considéralo una corazonada.-
Su interrogatorio del censo me pilló desprevenido. Ah, que ibamos a hacerlo ahi? Preguntaba cual periodista y a mi no me iban a salir las respuestas tan rapidamente asi que me hice con papel y lapiz para escribirle las respuestas, y al finalizar, se lo entregué. ¿De verdad le habia tenido que decir mi raza a Adael?
Salvo lo del fuego, claro. A eso si le respondí.
- Porque el mío es un fuego alterado con mineral del lecho de la Estigia y runas del caos, su misión no es calentar si no darme información de actividades demoniacas en este plano. Pero bien sabes que hay fuego azul que sí quema.
Me rellené mi bebida, pero no tardé mucho en agotarla.
- Sí. Debimos ser más inteligentes.
"Yo no debí dejarme llevar por el plan de Bellatrix ni por los ardides de los Pendragon"
- Ya, y además ellos controlan los dragones. No es un enemigo que sea facil mantener fuera de tus fronteras....sin estar dispuesto a exponerse a una dura guerra. La boda de Cath? Un asco.
Sentí que necesitaba beber mas vodka pero por hoy ya habia tomado la dosis de la mañana. Ahora tenia un hijo a quien cuidar.
- Como que el resto de hijos? No te entiendo. Adele solo tiene dos, y uno de ellos, es mío. El otro ni idea. Se le ha devuelto ya. El padre probablemente esté muerto.
Lo miré sin comprender cuando dijo que por qué no quería que Adele se llevase a Ivanov. Qué? Es que no habia sido lo suficientemente claro? Mis ojos del color del hielo expresaban aquella discrepancia.
- Porque... Ivanov es mi hijo...y con ella no está a salvo...
"con ella no podrá tener quien le enseñe a controlar las voces... lo volveria contra mi. Lo quería como acceso al Consejo...."
- Queria usar al niño para ingresar ella en el Consejo como regente, en mi lugar, hasta que Ivanov fuese mayor de edad. Y sí....tiene prohibido entrar por lo que te he dicho. Sospechosa de asesinato y ataque a miembros de la guardia y del Consejo.
Pasé a su lado dandole una palmadita en el hombro, como dando su corazonada por perdida.
- En fin...hay gente a la que le gusta rodearse de serpientes. Nos vamos?
El patronus de Ian habia aparecido y se habia rectificado a si mismo en cero coma. Menos mal, porque si nose habria acabado liando. Esperé a que Adael saliera de alli, o me respondiera, y finalmente abandonamos ambos la estancia.
Salvo lo del fuego, claro. A eso si le respondí.
- Porque el mío es un fuego alterado con mineral del lecho de la Estigia y runas del caos, su misión no es calentar si no darme información de actividades demoniacas en este plano. Pero bien sabes que hay fuego azul que sí quema.
Me rellené mi bebida, pero no tardé mucho en agotarla.
- Sí. Debimos ser más inteligentes.
"Yo no debí dejarme llevar por el plan de Bellatrix ni por los ardides de los Pendragon"
- Ya, y además ellos controlan los dragones. No es un enemigo que sea facil mantener fuera de tus fronteras....sin estar dispuesto a exponerse a una dura guerra. La boda de Cath? Un asco.
Sentí que necesitaba beber mas vodka pero por hoy ya habia tomado la dosis de la mañana. Ahora tenia un hijo a quien cuidar.
- Como que el resto de hijos? No te entiendo. Adele solo tiene dos, y uno de ellos, es mío. El otro ni idea. Se le ha devuelto ya. El padre probablemente esté muerto.
Lo miré sin comprender cuando dijo que por qué no quería que Adele se llevase a Ivanov. Qué? Es que no habia sido lo suficientemente claro? Mis ojos del color del hielo expresaban aquella discrepancia.
- Porque... Ivanov es mi hijo...y con ella no está a salvo...
"con ella no podrá tener quien le enseñe a controlar las voces... lo volveria contra mi. Lo quería como acceso al Consejo...."
- Queria usar al niño para ingresar ella en el Consejo como regente, en mi lugar, hasta que Ivanov fuese mayor de edad. Y sí....tiene prohibido entrar por lo que te he dicho. Sospechosa de asesinato y ataque a miembros de la guardia y del Consejo.
Pasé a su lado dandole una palmadita en el hombro, como dando su corazonada por perdida.
- En fin...hay gente a la que le gusta rodearse de serpientes. Nos vamos?
El patronus de Ian habia aparecido y se habia rectificado a si mismo en cero coma. Menos mal, porque si nose habria acabado liando. Esperé a que Adael saliera de alli, o me respondiera, y finalmente abandonamos ambos la estancia.
Voló en la nube sin perder mucha consciencia de lo que sucedía alrededor. Lo cierto es que el sismo había generado algo de estrés y caos en la ciudad así que tuvo que esquivar algunas alfombras antes de llegar a la zona residencial de los descendientes. Bajó con cuidado, siempre manteniendo la calma. Ryland estaba más que dormido en su pecho, era lo que tenía ese medio de transporte, lo tenía calientito y contra el corazón por lo que se quedaba muy tranquilo.
Soltó un leve suspiro y tocó la puerta. Esperó, sabía que Matvey no iba a estar ahí pero… Supuso que confiaba más su seguridad en su ghoul que en la guardería. Y no se equivocó, lo vio abrir la puerta y tuvo que hacer un esfuerzo para contener la mueca -Hola, querido. Imagino que Ivanov está aquí ¿No?- Inquirió pero el ghoul la quedo mirando antes de hacer un sonido la mar de raro que Anteia no supo interpretar.
-¿Te ha dejado a cargo de todo? La isla está en peligro y no creo que el niño deba estar solo- Dudaba que se lo dejara así nada más así que supo que bueno…Que sus hijos iban a flipar bastante -¿Qué te parece… si entro a la casa, preparo una maletita con sus cosas y nos vamos todos a…otra zona donde esté a salvo? …Estoy segura de que no quieres que Matvey se enoje - El sonido siguiente le pareció muy poco amigable y notó que se movió como bloqueando la puerta. Anteia entrecerró los ojos -¡No voy a dejar a Ivanov aquí si la isla se cae! ¡Así que se va a venir conmigo, quieras tú o no! Matvey confía en mí-
Esas últimas palabras parecieron hacer una especie de click en él y Anteia parpadeó. ¿Matvey le había contado lo que sentía por ella a ese bicho? -Muy bien- Dijo dignamente y entró en el sótano donde siempre hacía más frío de lo normal. Encontró al niño jugando abajo y ella le sonrió -Hola Ivanov… Papá me ha mandado a buscarte porque vamos de excursión- Mintió con profundo descaro -¿Dónde está tu habitación?- El ghoul hizo un ruido que le puso los pelos de punta a Anteia así que se giró para increparlo pero entonces lo vio con un bolso preparado y alzó las cejas -Ah…- No supo bien cómo reaccionar -Gracias- Dijo con un tono dudoso y tomó el bolso para luego darle la mano al niño -Kyla y Darryl te están esperando y mira… Este es Ryland, pero está durmiendo así que shhh… Ven, vamos- Tras eso subió las escaleras con él y finalmente se fueron de allí.
To be honest, Anteia no se fijó si el ghoul la seguía o no. Ella tenía que salir de ahi.
Soltó un leve suspiro y tocó la puerta. Esperó, sabía que Matvey no iba a estar ahí pero… Supuso que confiaba más su seguridad en su ghoul que en la guardería. Y no se equivocó, lo vio abrir la puerta y tuvo que hacer un esfuerzo para contener la mueca -Hola, querido. Imagino que Ivanov está aquí ¿No?- Inquirió pero el ghoul la quedo mirando antes de hacer un sonido la mar de raro que Anteia no supo interpretar.
-¿Te ha dejado a cargo de todo? La isla está en peligro y no creo que el niño deba estar solo- Dudaba que se lo dejara así nada más así que supo que bueno…Que sus hijos iban a flipar bastante -¿Qué te parece… si entro a la casa, preparo una maletita con sus cosas y nos vamos todos a…otra zona donde esté a salvo? …Estoy segura de que no quieres que Matvey se enoje - El sonido siguiente le pareció muy poco amigable y notó que se movió como bloqueando la puerta. Anteia entrecerró los ojos -¡No voy a dejar a Ivanov aquí si la isla se cae! ¡Así que se va a venir conmigo, quieras tú o no! Matvey confía en mí-
Esas últimas palabras parecieron hacer una especie de click en él y Anteia parpadeó. ¿Matvey le había contado lo que sentía por ella a ese bicho? -Muy bien- Dijo dignamente y entró en el sótano donde siempre hacía más frío de lo normal. Encontró al niño jugando abajo y ella le sonrió -Hola Ivanov… Papá me ha mandado a buscarte porque vamos de excursión- Mintió con profundo descaro -¿Dónde está tu habitación?- El ghoul hizo un ruido que le puso los pelos de punta a Anteia así que se giró para increparlo pero entonces lo vio con un bolso preparado y alzó las cejas -Ah…- No supo bien cómo reaccionar -Gracias- Dijo con un tono dudoso y tomó el bolso para luego darle la mano al niño -Kyla y Darryl te están esperando y mira… Este es Ryland, pero está durmiendo así que shhh… Ven, vamos- Tras eso subió las escaleras con él y finalmente se fueron de allí.
To be honest, Anteia no se fijó si el ghoul la seguía o no. Ella tenía que salir de ahi.
Aparecí frente a la entrada a mi sótano, abriendo el pesado portón y moviendolo para acceder a las escaleras. Las bajé con un objetivo claro en la mente, pero la presencia del ghoul interrumpió mi camino. Paseé la vista por la estancia, no había ni rastro de Ivanov asi que mis ojos azul hielo se clavaron en la criatura, pidiendo explicaciones. Habló en ese lenguaje, desviado de la lengua negra, entre chasquidos y palabras guturales.
- Anteia Malfoy?
Por un lado me aliviaba saber que ella había venido y se lo habia llevado, por otro... En fin, en algun momento tendría que ir a dar la cara.
- Se han ido de la isla? - pregunté con aire serio. Debían haber considerado que Ouroboros no podía protegerlos ya. Y en parte no se equivocaban. - Está bien. Ve con ellos e infórmame del estado de su seguridad. Y una cosa....sé discreto. - le insté, y mientras reía de modo malvado, se escabulló de mi vista.
Seguí bajando hasta llegar a la primera planta del sótano, agarrando de alli una antorcha que prendí con las llamas azules del brasero central, y la botella de vodka nada más para echar un trago mientras me dirigía a la escalera de caracol que bajaba aun mas, hacia una planta por debajo de ésta. Abrí la trampilla con un golpe de mi báculo de roble, dibujé una runa y pronuncié una contraseña, desbloqueando el sistema y bajando. Cerré tras de mi, activando el círculo de protección demoniaca....
Bajé la angosta escalera de caracol llegando al subterráneo. Con la antorcha prendí la luz de esa estancia, hasta el momento, a oscuras. Alli el ambiente era aun mas frio, si cabe, y la atmósfera mucho mas pesada.... la luz azulada era tan tenue que casi no alumbraba. Pero no era luz lo que requería. Fui a los estantes, sacando uno de los volúmenes de mi linaje y un mapa, que extendí en el suelo. Dibujé un círculo de invocación demoníaca, pero le añadí unas modificaciones.... dibujandole las runas del caos necesarias, correspondientes a la ubicación de auras corruptas demoníacas y las de este plano. Adramelech no me habia dado pistas pero rastrear todo el mundo sería demasiado. Empezaria por Europa y de ahí, cada vez más lejos.
Una vez concluí el círculo de invocación con todas sus modificaciones, que me ocupaba prácticamente toda la sala (y tras acabar media botella de bebida) tomé una de las antorchas. Acerqué el fuego a los trazos que había realizado, que reaccionaron con él y se prendieron. Ahora la sala estaba mas iluminada por ese color azul, que marcaban el intrincado círculo de invocación del suelo. Respiré despacio y situé el mapa sobre el círculo. Solo las esquinas comenzaron a arder, aunque realmente no era arder. Solo se consumían indicándome el tiempo que tenía para el ritual desde que lo comenzase. Iban muy lentas.
Me situé fuera del círculo. Carraspeé, llevaba tiempo sin hacer el ritual de ubicación. Abrí el libro y lo dejé abierto por la pagina que dictaba la letanía necesaria...ah, casi se me olvidaba. Me acabé la botella de vodka y luego la rompí contra una de las columnas medio rotas, usando el cuello de botella para hacer un pequeño corte en la mano. Era curioso, sangre.... magia oscura. Muchos de nuestros hechizos funcionaban asi o se activaban asi, como el Sanguis. Pensaba eso mientras vertía un par de gotas en las lineas del círculo, haciendo que la luz se tornase negro azulada. Luego comencé a recitar el salmo, buscando...
La zona del mapa de Europa ardió entera, consumida por las llamas negras. ¿Ahí no estaba....?
Esto me iba a llevar mas tiempo del que pensaba....
- Anteia Malfoy?
Por un lado me aliviaba saber que ella había venido y se lo habia llevado, por otro... En fin, en algun momento tendría que ir a dar la cara.
- Se han ido de la isla? - pregunté con aire serio. Debían haber considerado que Ouroboros no podía protegerlos ya. Y en parte no se equivocaban. - Está bien. Ve con ellos e infórmame del estado de su seguridad. Y una cosa....sé discreto. - le insté, y mientras reía de modo malvado, se escabulló de mi vista.
Seguí bajando hasta llegar a la primera planta del sótano, agarrando de alli una antorcha que prendí con las llamas azules del brasero central, y la botella de vodka nada más para echar un trago mientras me dirigía a la escalera de caracol que bajaba aun mas, hacia una planta por debajo de ésta. Abrí la trampilla con un golpe de mi báculo de roble, dibujé una runa y pronuncié una contraseña, desbloqueando el sistema y bajando. Cerré tras de mi, activando el círculo de protección demoniaca....
Bajé la angosta escalera de caracol llegando al subterráneo. Con la antorcha prendí la luz de esa estancia, hasta el momento, a oscuras. Alli el ambiente era aun mas frio, si cabe, y la atmósfera mucho mas pesada.... la luz azulada era tan tenue que casi no alumbraba. Pero no era luz lo que requería. Fui a los estantes, sacando uno de los volúmenes de mi linaje y un mapa, que extendí en el suelo. Dibujé un círculo de invocación demoníaca, pero le añadí unas modificaciones.... dibujandole las runas del caos necesarias, correspondientes a la ubicación de auras corruptas demoníacas y las de este plano. Adramelech no me habia dado pistas pero rastrear todo el mundo sería demasiado. Empezaria por Europa y de ahí, cada vez más lejos.
Una vez concluí el círculo de invocación con todas sus modificaciones, que me ocupaba prácticamente toda la sala (y tras acabar media botella de bebida) tomé una de las antorchas. Acerqué el fuego a los trazos que había realizado, que reaccionaron con él y se prendieron. Ahora la sala estaba mas iluminada por ese color azul, que marcaban el intrincado círculo de invocación del suelo. Respiré despacio y situé el mapa sobre el círculo. Solo las esquinas comenzaron a arder, aunque realmente no era arder. Solo se consumían indicándome el tiempo que tenía para el ritual desde que lo comenzase. Iban muy lentas.
Me situé fuera del círculo. Carraspeé, llevaba tiempo sin hacer el ritual de ubicación. Abrí el libro y lo dejé abierto por la pagina que dictaba la letanía necesaria...ah, casi se me olvidaba. Me acabé la botella de vodka y luego la rompí contra una de las columnas medio rotas, usando el cuello de botella para hacer un pequeño corte en la mano. Era curioso, sangre.... magia oscura. Muchos de nuestros hechizos funcionaban asi o se activaban asi, como el Sanguis. Pensaba eso mientras vertía un par de gotas en las lineas del círculo, haciendo que la luz se tornase negro azulada. Luego comencé a recitar el salmo, buscando...
La zona del mapa de Europa ardió entera, consumida por las llamas negras. ¿Ahí no estaba....?
Esto me iba a llevar mas tiempo del que pensaba....
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Bando
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
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La zona del mapa de Europa ardió entera, consumida por las llamas negras. ¿Ahí no estaba....?
Esto me iba a llevar mas tiempo del que pensaba....
Sin perder la concentración, viendo como el borde de los mapas iba siendo consumido y Europa desaparecía de la palestra, volví a repetir los salmos, aunque esta vez cambiando ciertas palabras. Que dificil de encontrar iba a ser el puto Belialt. Lo incluí, empleando su nombre astral, centrándome ahora en el continente euroasiático....
Varias manchas oscuras aparecieron sobre el mapa pero éste se consumió rapidamente. Aunque curiosamente, habia detectado presencias demoníacas. Solo que no eran los que yo buscaba.
El ritmo de ese ritual no iba por buen camino, llevaba dos apuestas fallidas ya y comenzaba a agotarme. Además no me quedaba vodka y si seguía asi tendría que emplear ....
No, claro. Conforme lo leía me di cuenta. Estaba siendo metódico con el proceder, pero convenía introducir otra runa del caos en el círculo.
A expensas de consumir más tiempo del mapa, me arrodillé junto al círculo añadiendo el complicado sigilo de Belialt, reabriendo la herida de la mano para ello.
Esto me iba a llevar mas tiempo del que pensaba....
Sin perder la concentración, viendo como el borde de los mapas iba siendo consumido y Europa desaparecía de la palestra, volví a repetir los salmos, aunque esta vez cambiando ciertas palabras. Que dificil de encontrar iba a ser el puto Belialt. Lo incluí, empleando su nombre astral, centrándome ahora en el continente euroasiático....
Varias manchas oscuras aparecieron sobre el mapa pero éste se consumió rapidamente. Aunque curiosamente, habia detectado presencias demoníacas. Solo que no eran los que yo buscaba.
El ritmo de ese ritual no iba por buen camino, llevaba dos apuestas fallidas ya y comenzaba a agotarme. Además no me quedaba vodka y si seguía asi tendría que emplear ....
No, claro. Conforme lo leía me di cuenta. Estaba siendo metódico con el proceder, pero convenía introducir otra runa del caos en el círculo.
A expensas de consumir más tiempo del mapa, me arrodillé junto al círculo añadiendo el complicado sigilo de Belialt, reabriendo la herida de la mano para ello.
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Concluí el sigilo de Belialt, imbuyéndolo en el resto del circulo de invocación. Cuando la mitad superior del mapa fue consumido despues de mostrar varias motas en negro, dirigí la invocación a la parte sur del hemisferio.
Una mota se mostró en rojo en el mapa. Egipto.
Concluí los rezos, deteniendome y acercandome al mapa, que flotaba sobre el circulo de invocación, medio ardiendo ya. Tras aproximarme, observé como ese punto en el mapa se iluminaba y ardía, el sigilo de Belialt apareció como lenguas de fuego, leves suspiros que me marcaron las coordenadas del lugar en el cual se hallaba.
Di por concluido el ritual. El mapa ardió por completo y las cenizas cayeron sobre el circulo de invocación, que cesó su magia. Borré el sigilo que había hecho, pasándole la bota por enicma y dejándolo como un manchurrón.
"Necesito hacer llegar un mensaje a ese Soul. Pero antes..."
Tenía que haber establecido un maldito sistema de comunicación con Lyosha. Pero no lo habiamos hecho y ahora, salvo enviarle al Ghoul, no sabía como decirle....
Oh, podía aparecer en su Torre directamente para decírselo.
Me alejé del circulo de invocación y preparé la piedra de los Tres mundos. Había estado asi que sería un viaje seguro, salvo por, quizá, el modo que tuviesen de recibirme.....
Me aseguré antes de llevar mi báculo, algo de vodka y....Tauren tendría que seguir dormido. E Ivanov a cargo de Anteia. Al menos, tenía 7 dias de margen hasta que llegasen los Pendragon.
Canalicé mi magia a través de la Piedra, abriendo un portal por el cual desaparecí.
Una mota se mostró en rojo en el mapa. Egipto.
Concluí los rezos, deteniendome y acercandome al mapa, que flotaba sobre el circulo de invocación, medio ardiendo ya. Tras aproximarme, observé como ese punto en el mapa se iluminaba y ardía, el sigilo de Belialt apareció como lenguas de fuego, leves suspiros que me marcaron las coordenadas del lugar en el cual se hallaba.
Di por concluido el ritual. El mapa ardió por completo y las cenizas cayeron sobre el circulo de invocación, que cesó su magia. Borré el sigilo que había hecho, pasándole la bota por enicma y dejándolo como un manchurrón.
"Necesito hacer llegar un mensaje a ese Soul. Pero antes..."
Tenía que haber establecido un maldito sistema de comunicación con Lyosha. Pero no lo habiamos hecho y ahora, salvo enviarle al Ghoul, no sabía como decirle....
Oh, podía aparecer en su Torre directamente para decírselo.
Me alejé del circulo de invocación y preparé la piedra de los Tres mundos. Había estado asi que sería un viaje seguro, salvo por, quizá, el modo que tuviesen de recibirme.....
Me aseguré antes de llevar mi báculo, algo de vodka y....Tauren tendría que seguir dormido. E Ivanov a cargo de Anteia. Al menos, tenía 7 dias de margen hasta que llegasen los Pendragon.
Canalicé mi magia a través de la Piedra, abriendo un portal por el cual desaparecí.
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Un portal se abrió directamente en el interior de mi sotano, en la zona privada, aquella a la que nunca accedían los invitados. Salí de él y se cerró tras de mi. Dejé caer al suelo el par de cadáveres, uno de ellos, el de la armadura, hizo bastante ruido.
- Blyad' !! - me cagué en todo en lo privado de mi sótano, sujetandome las costillas aun muerto de dolor, respirando poco y mal, con sangre aun chorreandome por la boca , nariz y oidos. Tosí, atragántandome con mi propia sangre nuevamente.
Sorteé el par de cadáveres, que de momento tendrían que quedarse ahi. Me agarré a mi mesa para no caer, pero al final me derrumbé tirando varias cosas de esta al suelo en el proceso. Me hice un ovillo sobre la fria piedra, apretando los ojos del esfuerzo de no gritar...pero al final lo hice. Total, estaba en mi casa. Nadie me iba a escuchar blasfemar en ruso ni gritar de dolor ahi dentro. Todavía en el suelo, cogí una de mis dagas que estaban por ahi tiradas y me repasé las runas y los dibujos del sello del circulo demoniaco, abriendo nuevamente la piel para marcarlo a heridas. Hasta tener algo mejor, deberia ser asi.
Necesitaba...pociones...y un comunicador nuevo. Pero sobre todo, pociones. Era seguro intentar el ritual así? Y si volvía a desmayarme, y Valqar...? Revisé los sellos con la vista borrosa. No estaba muy en condiciones. No quería hacer mal el ritual. Había traido sus almas a este plano, estaban ligadas a dos objetos importantes para mi. Eso ya facilitaba muchisimo el resto del proceso... cuando no había que ir al infierno para arrancarla de las garras de otros demonios.
Me movi, aun sin ponerme en pie, para intentar empezar a dibujar el círculo en el suelo, necesario para el ritual. No estaba seguro de si el dolor estaba disminuyendo al estar protegido por la magia de Ouroboros, y más lejos, o si simplemente se me estaban durmiendo todas las terminaciones nerviosas.
Me dio otro acceso de tos y pringué lo que llevaba de dibujo del círculo con...mas sangre.
"A la mierda. Así no se puede"
Me desaparecí de alli, con supuesto rumbo al hospital.
- Blyad' !! - me cagué en todo en lo privado de mi sótano, sujetandome las costillas aun muerto de dolor, respirando poco y mal, con sangre aun chorreandome por la boca , nariz y oidos. Tosí, atragántandome con mi propia sangre nuevamente.
Sorteé el par de cadáveres, que de momento tendrían que quedarse ahi. Me agarré a mi mesa para no caer, pero al final me derrumbé tirando varias cosas de esta al suelo en el proceso. Me hice un ovillo sobre la fria piedra, apretando los ojos del esfuerzo de no gritar...pero al final lo hice. Total, estaba en mi casa. Nadie me iba a escuchar blasfemar en ruso ni gritar de dolor ahi dentro. Todavía en el suelo, cogí una de mis dagas que estaban por ahi tiradas y me repasé las runas y los dibujos del sello del circulo demoniaco, abriendo nuevamente la piel para marcarlo a heridas. Hasta tener algo mejor, deberia ser asi.
Necesitaba...pociones...y un comunicador nuevo. Pero sobre todo, pociones. Era seguro intentar el ritual así? Y si volvía a desmayarme, y Valqar...? Revisé los sellos con la vista borrosa. No estaba muy en condiciones. No quería hacer mal el ritual. Había traido sus almas a este plano, estaban ligadas a dos objetos importantes para mi. Eso ya facilitaba muchisimo el resto del proceso... cuando no había que ir al infierno para arrancarla de las garras de otros demonios.
Me movi, aun sin ponerme en pie, para intentar empezar a dibujar el círculo en el suelo, necesario para el ritual. No estaba seguro de si el dolor estaba disminuyendo al estar protegido por la magia de Ouroboros, y más lejos, o si simplemente se me estaban durmiendo todas las terminaciones nerviosas.
Me dio otro acceso de tos y pringué lo que llevaba de dibujo del círculo con...mas sangre.
"A la mierda. Así no se puede"
Me desaparecí de alli, con supuesto rumbo al hospital.
Atravesaron el portal directo al sótano de Matvey, una vez allí, Anteia tuvo que estremecerse un poco por el cambio de temperatura. Le echó una mirada a Matvey furibunda, todo el genio Malfoy que no había salido desde la boda de Catherine estaba allí haciendo acto de presencia en toda su gloriosa osadía.
-Voy a prepararte un baño… y mientras te aseas voy a poner a remojar tu ropa, porque eso es lo que necesita. O bien podría quemarla directamente. Después te vas a poner decente y te voy a dar las pociones, te voy a curar de nuevo…Y ENTONCES… Sólo entonces, me vas a oír- Le soltó el brazo y miró un momento alrededor, había ubicado una zona cuando el ghoul había preparado las cosas de Ivanov así que asumía que esa puerta era la del cuarto del bebé así que fue a por la segunda, por suerte para Matvey, sí que era su habitación así que fue directo a la otra puerta para dar con el baño.
Se inclinó para abrir las llaves y graduó el agua hasta que estuviese tibia tirando a caliente infierno como a ella le gustaba. No sabía si a Matvey le gustaba pero no le importaba. Tenía mugre y sangre por todos lados e iba a necesitar que se sacara todo eso…La ropa y ÉL necesitaban un remojo. Se incorporó y dejó una toalla cerca para que pudiera secarse, tras ello volvió por donde había venido y señaló por encima de su hombro -Tina primero, ducha después ¿Entendido?-
-Voy a prepararte un baño… y mientras te aseas voy a poner a remojar tu ropa, porque eso es lo que necesita. O bien podría quemarla directamente. Después te vas a poner decente y te voy a dar las pociones, te voy a curar de nuevo…Y ENTONCES… Sólo entonces, me vas a oír- Le soltó el brazo y miró un momento alrededor, había ubicado una zona cuando el ghoul había preparado las cosas de Ivanov así que asumía que esa puerta era la del cuarto del bebé así que fue a por la segunda, por suerte para Matvey, sí que era su habitación así que fue directo a la otra puerta para dar con el baño.
Se inclinó para abrir las llaves y graduó el agua hasta que estuviese tibia tirando a caliente infierno como a ella le gustaba. No sabía si a Matvey le gustaba pero no le importaba. Tenía mugre y sangre por todos lados e iba a necesitar que se sacara todo eso…La ropa y ÉL necesitaban un remojo. Se incorporó y dejó una toalla cerca para que pudiera secarse, tras ello volvió por donde había venido y señaló por encima de su hombro -Tina primero, ducha después ¿Entendido?-
Abrir ese portal me habia dejado más drenado si cabía, y mira que era una tarea sencilla. Era, simplemente, que mi condición empeoraba por minutos. Al menos sabía que Catherine estaba entera, que Ivanov estaba en buenas manos y....no, de Giordano no sabía nada aun, ni de parte de Anteia ni de Tesla. Aun asi me habia hecho "gracia" que dijera que Cath y yo estabamos hechos de la misma madera.
"Ha dicho un baño?"
Debía de oler a rayos, eso seguro, pero no había tiempo para un baño. Al llegar al sótano, donde había abierto el portal, trasteé el brazalete comunicador, pretendiendo enviar un mensaje al resto del Consejo. Salvo al de Giordano, claro...
- Señora Malfoy.... - le dije con toda mi calma y todo mi respeto, su mal humor en estos momentos llenaba todo el sótano. Inspiré aire, hacía pausas de vez en cuando para ese fin, solo para regularla e intentar controlar el dolor que me atenazaba desde dentro. Al menos había dejado los cortes de los antebrazos porque....había intuido algo. No. Cath le habia contado algo. Lo sabía? Al menos no habia dicho nada delante de Tesla. - Le tengo que rogar...absoluta discreción...al respecto de estos cortes... .No se que te ha dicho Catherine y que no...
"pero podría perder mi puesto por esto..."
Le dije mientras daba vueltas de un lado para otro. La habría discutido, le habría dicho que no quería darme un baño y que lo que necesitaba era droga de la fuerte, pero cada palabra costaba y prefería emplearlas en cosas muy vitales, como pedirle eso. Cerré los ojos, un momento, agotado. Sintiendo de pronto que me caía, que me hundía de nuevo en la niebla del mundo de los muertos. El vértigo fue real y pude sentir el impacto de mi cuerpo contra el suelo. Fue una fracción de segundo, al volver a abrirlos ya había avanzado hasta el marco de la puerta y estaba más cerca de ella. Solo había ocurrido en mi cabeza. Y casi me había olvidado de respirar...tomé aire de nuevo, despacio.... Seguía vivo.
"Que diablos ha sido eso..."
Incluso con las barreras de mi sótano y las de Ouroboros seguía notando aquellos efectos nocivos de la magia de sangre. Mi cabeza vagó nuevamente hacia Roma, hacia los momentos en el Vaticano cuando para sacar a Giordano de alli habiamos tenido que sacrificar tanto a Wthyr como a mi mismo. Bueno, solo que a Wthyr no le habia preguntado si le parecía bien hacerlo asi. A la larga, no podría hacer mucho más en este estado, habia que...
"Regresar"
Dejé caer mi abrigo, ya pesado de por si, ahora mucho más que estaba practicamente embebido de sangre. Debía de estar cabreada porque le había dejado el cuidado de Ivanov por demasiado tiempo imponiendole aquello a ella y su familia. Supuse.
- No pretendo decirle como hacer tu trabajo pero... necesito algun sedante...que no me nuble el juicio... más que un baño. Algo para dejar de perder sangre... - porque pese a su sanación anterior, seguro que pudo ver como la sangre seguía saliendo por la comisura de mis labios. Se lo dije mientras terminaba de avanzar hacia la puerta del baño, de donde salía una temperatura mas cálida debido al vapor de agua. No era nuevo que se me nublaba la vista desde hacia un rato, y al cruzar a su lado me tambaleé. Para no caer tuve el tino de agarrarme al marco de la puerta, pasando mi brazo muy cerca de ella en el proceso, quedandome asi unos segundos mientras la miraba directo a los ojos. Y si era peligroso para ella? - tu familia y tú estáis seguros en esa casa?
"Ha dicho un baño?"
Debía de oler a rayos, eso seguro, pero no había tiempo para un baño. Al llegar al sótano, donde había abierto el portal, trasteé el brazalete comunicador, pretendiendo enviar un mensaje al resto del Consejo. Salvo al de Giordano, claro...
- Señora Malfoy.... - le dije con toda mi calma y todo mi respeto, su mal humor en estos momentos llenaba todo el sótano. Inspiré aire, hacía pausas de vez en cuando para ese fin, solo para regularla e intentar controlar el dolor que me atenazaba desde dentro. Al menos había dejado los cortes de los antebrazos porque....había intuido algo. No. Cath le habia contado algo. Lo sabía? Al menos no habia dicho nada delante de Tesla. - Le tengo que rogar...absoluta discreción...al respecto de estos cortes... .No se que te ha dicho Catherine y que no...
"pero podría perder mi puesto por esto..."
Le dije mientras daba vueltas de un lado para otro. La habría discutido, le habría dicho que no quería darme un baño y que lo que necesitaba era droga de la fuerte, pero cada palabra costaba y prefería emplearlas en cosas muy vitales, como pedirle eso. Cerré los ojos, un momento, agotado. Sintiendo de pronto que me caía, que me hundía de nuevo en la niebla del mundo de los muertos. El vértigo fue real y pude sentir el impacto de mi cuerpo contra el suelo. Fue una fracción de segundo, al volver a abrirlos ya había avanzado hasta el marco de la puerta y estaba más cerca de ella. Solo había ocurrido en mi cabeza. Y casi me había olvidado de respirar...tomé aire de nuevo, despacio.... Seguía vivo.
"Que diablos ha sido eso..."
Incluso con las barreras de mi sótano y las de Ouroboros seguía notando aquellos efectos nocivos de la magia de sangre. Mi cabeza vagó nuevamente hacia Roma, hacia los momentos en el Vaticano cuando para sacar a Giordano de alli habiamos tenido que sacrificar tanto a Wthyr como a mi mismo. Bueno, solo que a Wthyr no le habia preguntado si le parecía bien hacerlo asi. A la larga, no podría hacer mucho más en este estado, habia que...
"Regresar"
Dejé caer mi abrigo, ya pesado de por si, ahora mucho más que estaba practicamente embebido de sangre. Debía de estar cabreada porque le había dejado el cuidado de Ivanov por demasiado tiempo imponiendole aquello a ella y su familia. Supuse.
- No pretendo decirle como hacer tu trabajo pero... necesito algun sedante...que no me nuble el juicio... más que un baño. Algo para dejar de perder sangre... - porque pese a su sanación anterior, seguro que pudo ver como la sangre seguía saliendo por la comisura de mis labios. Se lo dije mientras terminaba de avanzar hacia la puerta del baño, de donde salía una temperatura mas cálida debido al vapor de agua. No era nuevo que se me nublaba la vista desde hacia un rato, y al cruzar a su lado me tambaleé. Para no caer tuve el tino de agarrarme al marco de la puerta, pasando mi brazo muy cerca de ella en el proceso, quedandome asi unos segundos mientras la miraba directo a los ojos. Y si era peligroso para ella? - tu familia y tú estáis seguros en esa casa?
-¿Señora Malfoy? ¿Me vas a llamar SEÑORA MALFOY?- Le preguntó arqueando las cejas, mira que tenían historia… Desde el momento en el que le habia salvado de la caída de Ouroboros hasta cuando le había salvado la vida en el suelo de su casa, pasando por el descubrimiento de sus sentimientos hacia ella y su propia relación con su hijo. Miró hacia sus cortes como si fueran la cosa más estúpida del mundo -No tengo porqué andar contando tus cosas por ahí…Catherine me dijo que estabas poseido pero como te estás comportando como tú asumo que esos garabatos que tienes ahí es lo que mantienen al demonio en su sitio ¿Verdad? Fui a Hogwarts, sabes?- Le soltó con todo el orgullo y soberbia de una Malfoy graduada en Slytherin.
Al escucharlo pedir esas pociones, entrecerró los ojos un poco. Seguía perdiendo sangre y aquello empezaba a parecer algo anormal para haber recibido una sanación -Se supone que he controlado las hemorragias. Pero sigues sangrando- No iba a dudar ni por un segundo de sus habilidades pero quizás es que estaba envenenado y el veneno seguía corriendo por sus venas.
Alzó una mano para apoyarla en su abdomen cuando se tambaleó por si acababa por caerse al piso, si lo hacía, iba a tener que llamar al ghoul porque ella no podía hacer más esfuerzos. Le sostuvo la mirada aún con cierta dureza en el rostro -¿Cuánto tiempo llevas sin dormir? ¿Pueden haberte envenenado?- Preguntó y cuando escuchó su pregunta frunció el ceño -Supongo que sí, Lyran y Adam tienen mucha experiencia viviendo en un mundo de guerra, Matvey. Además también está Azahar, Jarkko…Savannah, Ian… ¿Por qué?- No le había gustado su pregunta porque sabía que en su ausencia la casa volvía a estar visible. Alargó las manos y empezó a sacarle la parte superior de la ropa de una forma metódica y médica -Brazos arriba- Le ordenó para echarle una mano pensando que esperaba que tuviera implementos de limpieza porque aquello iba a necesitar mucha ayuda.
Se le afloja un poco el enojo? Éxito, si...Pos no, no se le pasa.
Al escucharlo pedir esas pociones, entrecerró los ojos un poco. Seguía perdiendo sangre y aquello empezaba a parecer algo anormal para haber recibido una sanación -Se supone que he controlado las hemorragias. Pero sigues sangrando- No iba a dudar ni por un segundo de sus habilidades pero quizás es que estaba envenenado y el veneno seguía corriendo por sus venas.
Alzó una mano para apoyarla en su abdomen cuando se tambaleó por si acababa por caerse al piso, si lo hacía, iba a tener que llamar al ghoul porque ella no podía hacer más esfuerzos. Le sostuvo la mirada aún con cierta dureza en el rostro -¿Cuánto tiempo llevas sin dormir? ¿Pueden haberte envenenado?- Preguntó y cuando escuchó su pregunta frunció el ceño -Supongo que sí, Lyran y Adam tienen mucha experiencia viviendo en un mundo de guerra, Matvey. Además también está Azahar, Jarkko…Savannah, Ian… ¿Por qué?- No le había gustado su pregunta porque sabía que en su ausencia la casa volvía a estar visible. Alargó las manos y empezó a sacarle la parte superior de la ropa de una forma metódica y médica -Brazos arriba- Le ordenó para echarle una mano pensando que esperaba que tuviera implementos de limpieza porque aquello iba a necesitar mucha ayuda.
Se le afloja un poco el enojo? Éxito, si...Pos no, no se le pasa.
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Por algun motivo cada palabra que decía la enfadaba más. Lo de señora no lo entendía muy bien...qué problema habia en tratar a alguien respetuosamente? no querría que la llamase señorita, verdad?
- Disculpe...señora Anteia Malfoy. - Había recochineo? Quien sabe. Era probable. Así que sí, Catherine se lo habia contado. Lo de la posesión... sentí una punzada de dolor a la altura del pecho, y esta vez no estaba seguro de si era cosa de la magia de sangre, o era por el recuerdo que tenía cuando Valqar estaba al mando y Catherine absolutamente decepcionada por mis acciones.
- Creia que en Hogwarts solo os enseñaban a levitar plumas y transformar sapos. - me sujeté las costillas apretando los dientes de nuevo en otro acceso de dolor, dejando de hablar por varios instantes mientras ella continuaba haciéndolo.
- Días. - respondí por fin, costosamente. No, no era veneno... - Creo que es posible que sea magia de sangre. - debía de haber dejado cantidad en la plaza. Y no eran tan imbéciles como para no aprovechar aquello... Negué con la cabeza, no sabía por qué había preguntado. Suponía que me preocupaba su seguridad, ahora que no estaban en Ouroboros. Tampoco es que la isla fuese ya el santuario de seguridad que fue en su dia, pero...al menos en la isla podia controlar y saber lo que pasaba, cuando y donde.
- Es peligroso...en todas partes... -
Alargó las manos para tomar la parte superior de la ropa y tirar de ella, pidiendome que alzara los brazos. Cómo me hacía eso? Precisamente porque sabía qué clase de sentimientos albergaba por ella.... puede que ella solo se estuviera comportando de manera estrictamente profesional conforme a su trabajo, y yo era un necio por ver otras cosas, pero es que me resultaba inevitable y no me parecía correcto. Maldita sea. Le recorrí los rasgos con la mirada deteniendome unos instantes en sus labios, antes de poner una mano sobre la suya y retirarla.
- No hace falta que os molestéis. - reafirmé un poco mis piernas y me retiré, entrando definitivamente en el aseo. Me habia ignorado las peticiones de pociones y nada más, parecía empeñada a quedarse hasta poder cantarme las cuarenta. Empecé a desatar los cordones de la ropa de la zona del cuello, desabotonando tambien las mangas. Miré el agua con pocas ganas...estaba demasiado caliente. Me quité la camisa, que debería ser azul marino oscuro pero estaba mas bien marron granate. La piel del torso estaba cubierta de manchurrones de sangre fresa, sobre otras ya reseca, y heridas a medias de cicatrizar y de cerrar por la magia. De tal manera, que la enorme cicatriz alargada que tenía en el centro del pecho surcándolo de arriba abajo, pasaba bastante desapercibida. Miré a Anteia y luego la bañera. - Con permiso...prometo no ahogarme.
- Disculpe...señora Anteia Malfoy. - Había recochineo? Quien sabe. Era probable. Así que sí, Catherine se lo habia contado. Lo de la posesión... sentí una punzada de dolor a la altura del pecho, y esta vez no estaba seguro de si era cosa de la magia de sangre, o era por el recuerdo que tenía cuando Valqar estaba al mando y Catherine absolutamente decepcionada por mis acciones.
- Creia que en Hogwarts solo os enseñaban a levitar plumas y transformar sapos. - me sujeté las costillas apretando los dientes de nuevo en otro acceso de dolor, dejando de hablar por varios instantes mientras ella continuaba haciéndolo.
- Días. - respondí por fin, costosamente. No, no era veneno... - Creo que es posible que sea magia de sangre. - debía de haber dejado cantidad en la plaza. Y no eran tan imbéciles como para no aprovechar aquello... Negué con la cabeza, no sabía por qué había preguntado. Suponía que me preocupaba su seguridad, ahora que no estaban en Ouroboros. Tampoco es que la isla fuese ya el santuario de seguridad que fue en su dia, pero...al menos en la isla podia controlar y saber lo que pasaba, cuando y donde.
- Es peligroso...en todas partes... -
Alargó las manos para tomar la parte superior de la ropa y tirar de ella, pidiendome que alzara los brazos. Cómo me hacía eso? Precisamente porque sabía qué clase de sentimientos albergaba por ella.... puede que ella solo se estuviera comportando de manera estrictamente profesional conforme a su trabajo, y yo era un necio por ver otras cosas, pero es que me resultaba inevitable y no me parecía correcto. Maldita sea. Le recorrí los rasgos con la mirada deteniendome unos instantes en sus labios, antes de poner una mano sobre la suya y retirarla.
- No hace falta que os molestéis. - reafirmé un poco mis piernas y me retiré, entrando definitivamente en el aseo. Me habia ignorado las peticiones de pociones y nada más, parecía empeñada a quedarse hasta poder cantarme las cuarenta. Empecé a desatar los cordones de la ropa de la zona del cuello, desabotonando tambien las mangas. Miré el agua con pocas ganas...estaba demasiado caliente. Me quité la camisa, que debería ser azul marino oscuro pero estaba mas bien marron granate. La piel del torso estaba cubierta de manchurrones de sangre fresa, sobre otras ya reseca, y heridas a medias de cicatrizar y de cerrar por la magia. De tal manera, que la enorme cicatriz alargada que tenía en el centro del pecho surcándolo de arriba abajo, pasaba bastante desapercibida. Miré a Anteia y luego la bañera. - Con permiso...prometo no ahogarme.
-Puedes tutearme Matvey…- Dijo poniendo los ojos en blanco mientras se cruzaba los brazos sobre el pecho -Tu hijo ha estado durmiendo pegado a mí todas estas noches, eso de la formalidad entre nosotros me parece un poco forzado- E innecesario para serle absolutamente sincera. El siguiente comentario hizo que se pusiera una mano en el pecho de una forma absolutamente indignada -No enseñan SÓLO eso…Y cuando te casas con el profesor de DCAO y jefe de Gryffindor, aprendes un par de cosas más. Hogwarts nos enseñó lo suficiente para sobrevivir en un mundo de guerra sin la ayuda de Ouroboros así que tú me dirás… ¿Se te acumulaba la mugre en las uñas cuando te estaban instruyendo? -
-Por favor, Matvey… Tienes que descansar. Entiendo ahora la toma de decisiones descabelladas- Lo de la magia de sangre hizo que tensara los labios porque contra eso no sabía muy bien que hacer. Quizás Lyran sí… ¿Podría Azahar con su poder de curación y control de agua hacer algo? Frunció el ceño pensando que la sanación llegaría hasta cierto punto. ¿Y si le enviaba un mensaje a Oscurus o a Catherine?
Tenía el ceño fruncido y estaba buscando la manera de combatir algo por el estilo cuando se dio cuenta de que la estaba mirando. Paró de pensar un momento para sostenerle la mirada y aunque había ido a ayudarlo exclusivamente de modo médico, se sintió incómoda al escuchar sus palabras y la forma en la que le detenía. Apartó las manos, alzandolas con cuidado, como declarándose inocente. Aún así se quedó mirándole los movimientos a medida que avanzaba hacia el baño, recorriendo las numerosas heridas que tenía de forma visible. Luego miró su pecho, recordando el día que había llegado con un cuchillo clavado en el pecho. No sabía que le había quedado una cicatriz. Menudo trabajo chapucero había hecho.
-Procúralo. Porque buscaré otro nigromante que te traiga de los pelos sólo para soltarte mi discursito- Movió la mano para levitar la camiseta y volvió a recorrerle con la mirada con el ceño fruncido -Voy a revisar tus libros sobre el tema de la sangre- Dijo dándose la vuelta para entornar la puerta, sin cerrarla del todo -¡Ghoul!- Lo llamó mientras iba hacia la parte de afuera de la habitación, el bichejo apareció y Anteia movió la cabeza -Vigílalo. Si se duerme, sácalo de la tina-
Luego levitó el abrigo para ir hacia la cocina buscando algún recipiente donde entraran las dos cosas, tras hacerlo lo metió allí y empezó a llenarlo de agua -¡Y tráeme el resto de su ropa!- Después de ponerlo a remojar con lo que encontró por ahí se dedicó a sacar las pociones que había traído de su bolso organizando las reabastecedoras y el resto eran nahlrout que le servirían de sedantes y para evitar que siguiera sangrando…Pero debía tratar la afección porque si no era como poner un parche. Empezó a caminar hacia la biblioteca para leer los tomos que había allí.
¿Se le pasa ahora? Exito si
Que no que no, que sigue siendo muy Malfoy
-Por favor, Matvey… Tienes que descansar. Entiendo ahora la toma de decisiones descabelladas- Lo de la magia de sangre hizo que tensara los labios porque contra eso no sabía muy bien que hacer. Quizás Lyran sí… ¿Podría Azahar con su poder de curación y control de agua hacer algo? Frunció el ceño pensando que la sanación llegaría hasta cierto punto. ¿Y si le enviaba un mensaje a Oscurus o a Catherine?
Tenía el ceño fruncido y estaba buscando la manera de combatir algo por el estilo cuando se dio cuenta de que la estaba mirando. Paró de pensar un momento para sostenerle la mirada y aunque había ido a ayudarlo exclusivamente de modo médico, se sintió incómoda al escuchar sus palabras y la forma en la que le detenía. Apartó las manos, alzandolas con cuidado, como declarándose inocente. Aún así se quedó mirándole los movimientos a medida que avanzaba hacia el baño, recorriendo las numerosas heridas que tenía de forma visible. Luego miró su pecho, recordando el día que había llegado con un cuchillo clavado en el pecho. No sabía que le había quedado una cicatriz. Menudo trabajo chapucero había hecho.
-Procúralo. Porque buscaré otro nigromante que te traiga de los pelos sólo para soltarte mi discursito- Movió la mano para levitar la camiseta y volvió a recorrerle con la mirada con el ceño fruncido -Voy a revisar tus libros sobre el tema de la sangre- Dijo dándose la vuelta para entornar la puerta, sin cerrarla del todo -¡Ghoul!- Lo llamó mientras iba hacia la parte de afuera de la habitación, el bichejo apareció y Anteia movió la cabeza -Vigílalo. Si se duerme, sácalo de la tina-
Luego levitó el abrigo para ir hacia la cocina buscando algún recipiente donde entraran las dos cosas, tras hacerlo lo metió allí y empezó a llenarlo de agua -¡Y tráeme el resto de su ropa!- Después de ponerlo a remojar con lo que encontró por ahí se dedicó a sacar las pociones que había traído de su bolso organizando las reabastecedoras y el resto eran nahlrout que le servirían de sedantes y para evitar que siguiera sangrando…Pero debía tratar la afección porque si no era como poner un parche. Empezó a caminar hacia la biblioteca para leer los tomos que había allí.
¿Se le pasa ahora? Exito si
Que no que no, que sigue siendo muy Malfoy
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