Recuerdo del primer mensaje :
Residencia de Rasputín. Es un sótano de base muy amplia que consta de dos niveles. Tiene una unica entrada que suele estar vigilada por un demonio ghoul, no deja entrar a nadie si el Descendiente de Rasputín no lo considera así. En el nivel superior se encuentran las estancias de descanso, habitaciones y demas salas para menesteres de la vida. Asi como una biblioteca. En el nivel inferior al cual se accede por una angosta escalera de caracol de piedra se encuentra una unica sala muy grande llena de libros prohibidos sobre los cuales pesan maldiciones contra lectores indeseados, insumos para invocaciones (algunos metidos en desagradables tarros), mesas, fogatas, telares y muchos simbolos arcanos plasmados aqui y allá. Una atmosfera en al cual se respira la oscuridad. Hay un arcón cerrado con siete cerraduras en un recóndito lugar de éste. Nunca se ha abierto.
Los silencios de la revenant decían mucho más que aquellos momentos en los que hablaba, y yo había aprendido a leerlos pronto. Que no respondiera a ese "para bien o para mal", me hizo saber que su interes en los del consejo iba más para mal que para bien. También me habia dado cuenta de que era vengativa, aun no estaba tan borracho como para no apreciar eso. A quien, especialmente, dedicaba sus atenciones en ese aspecto?
- No creo que sea buena idea. - y me referia a lo de tratar de aprender a sanar. - Para eso tendrias que entrar en contacto muy directo con la parte de Diana y su magia. Y es lo que hemos intentado evitar haciendo ese sello. -Alcé una ceja, la miré de reojo y bebí como toda respuesta a eso de que me cortase una mano. Era un evidente y rotundo "no".
Sospeché que hablaba de ella misma cuando habló de cuales eran las mejores torturas, porque seguro que algo habia experimentado en sus propias carnes...o deberia decir en su propia alma? si, eso seria mas concreto.
- Ah...para eso quieres aprender a sanar? Ya me parecía a mi que el papel de buena samaritana sanadora no cuadraba demasiado. - había intentado hacer una broma, o algo por el estilo. No, mejor dejaba de intentar esas cosas, no era lo mio. Me di al vodka, que era la mejor opcion en ese preciso instante. Su pregunta sobre si no había sido nunca niño me hizo bajar la botella un poco mas despacio.
- No un niño normal.- cuando había hablado con Adele sobre las pesadillas de Ivanov no me había inventado nada. Cuando tienes conexión con en mundo de los muertos y de los demonios y ningún control o conocimiento sobre ello, las cosas se vuelven extrañas. Y toca aprender a contrarreloj.
Para cuando ella se levantó yo me había terminado botella y media de vodka a palo seco.
- para que voy a tener un revólver? Tengo a los muertos - en serio, para que quería un revólver?
" Y si quiere matarte?"
- será divertido intentarlo - me respondí, poniéndome en pie, tratando de que el sótano no me diera vueltas. Fui hacia uno de mis estantes buscando algo - guardo un poco de pólvora aquí.... La empleo en algunos hechizos... - estaba en el cuarto estante por la derecha o a la derecha del cuarto estante?
- No creo que sea buena idea. - y me referia a lo de tratar de aprender a sanar. - Para eso tendrias que entrar en contacto muy directo con la parte de Diana y su magia. Y es lo que hemos intentado evitar haciendo ese sello. -Alcé una ceja, la miré de reojo y bebí como toda respuesta a eso de que me cortase una mano. Era un evidente y rotundo "no".
Sospeché que hablaba de ella misma cuando habló de cuales eran las mejores torturas, porque seguro que algo habia experimentado en sus propias carnes...o deberia decir en su propia alma? si, eso seria mas concreto.
- Ah...para eso quieres aprender a sanar? Ya me parecía a mi que el papel de buena samaritana sanadora no cuadraba demasiado. - había intentado hacer una broma, o algo por el estilo. No, mejor dejaba de intentar esas cosas, no era lo mio. Me di al vodka, que era la mejor opcion en ese preciso instante. Su pregunta sobre si no había sido nunca niño me hizo bajar la botella un poco mas despacio.
- No un niño normal.- cuando había hablado con Adele sobre las pesadillas de Ivanov no me había inventado nada. Cuando tienes conexión con en mundo de los muertos y de los demonios y ningún control o conocimiento sobre ello, las cosas se vuelven extrañas. Y toca aprender a contrarreloj.
Para cuando ella se levantó yo me había terminado botella y media de vodka a palo seco.
- para que voy a tener un revólver? Tengo a los muertos - en serio, para que quería un revólver?
" Y si quiere matarte?"
- será divertido intentarlo - me respondí, poniéndome en pie, tratando de que el sótano no me diera vueltas. Fui hacia uno de mis estantes buscando algo - guardo un poco de pólvora aquí.... La empleo en algunos hechizos... - estaba en el cuarto estante por la derecha o a la derecha del cuarto estante?
Lyosha Svensson
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Estudió sus palabras con un gesto de leve hastío. Bastante tenía con las tonterías de Diana con Belialt como para empezar. Chasqueó la lengua cuando silenciosamente rechazó su oferta de sangre y dolor, transformó el metal y le hizo una señal vulgar antes de que el mismo se transformara en sus garras. El chistecito de Matvey hizo que lo mirara con media sonrisa -En realidad, no. Había pensado en mí, siempre pierdo el tiempo esperando que vengan a sanarme. Si lo hago yo misma puedo seguir en la batalla sin parar…Pero es un uso interesante. Evaluaré pros y contras…A fin de cuentas, Diana sigue manifestándose. A su manera…- Alzó un hombro con suavidad.
Tuvo que mirarlo y contener la risa cuando el salió aquello tan tétrico de “no un niño normal”. Pero estaba medio borracha así que la risa salió un poco más alta y estridente de lo que esperaba -Oh, pobrecito Rasputin… ¿Te crees que eres el único anormal?- Señaló con la botella hacia fuera, aunque como no tenía ventanas, Lyosha por un momento se desorientó y fue gracioso verla girar sobre sí misma como una brújula perdida hasta que dio con las escaleras. Señaló insistentemente hacia allá -Dime qué niño nacido en los últimos años es normal…Dime…Realmente… ¿Qué es normal? ¿Por qué habríamos de querer ser normales?- Alzó las manos al cielo pero después hizo un gesto como de asco y las bajo -La normalidad está sobrevalorada.
-Porque es divertido…- Soltó Lyosha a lo del revólver poniendo los ojos en blanco. Lo señalo con el pico de la botella cuando se unió a la diversión acercándose a él cuando mencionó de la pólvora -Pum…pum..- Dijo haciendo una señal de revolver con los dedos y apuntando a la pared. Bendito alcohol. Rió brevemente y tras eso cerró los ojos, buscando en su caóticamente, esos interesantes conocimientos que había adquirido de sus años viviendo en Rusia y empezó a modificar el metal de su garras y antebrazos para construir un revólver pero sólo adquiría forma de cilindro y se ponía a dar vueltas de un lado a otro.
Tuvo que mirarlo y contener la risa cuando el salió aquello tan tétrico de “no un niño normal”. Pero estaba medio borracha así que la risa salió un poco más alta y estridente de lo que esperaba -Oh, pobrecito Rasputin… ¿Te crees que eres el único anormal?- Señaló con la botella hacia fuera, aunque como no tenía ventanas, Lyosha por un momento se desorientó y fue gracioso verla girar sobre sí misma como una brújula perdida hasta que dio con las escaleras. Señaló insistentemente hacia allá -Dime qué niño nacido en los últimos años es normal…Dime…Realmente… ¿Qué es normal? ¿Por qué habríamos de querer ser normales?- Alzó las manos al cielo pero después hizo un gesto como de asco y las bajo -La normalidad está sobrevalorada.
-Porque es divertido…- Soltó Lyosha a lo del revólver poniendo los ojos en blanco. Lo señalo con el pico de la botella cuando se unió a la diversión acercándose a él cuando mencionó de la pólvora -Pum…pum..- Dijo haciendo una señal de revolver con los dedos y apuntando a la pared. Bendito alcohol. Rió brevemente y tras eso cerró los ojos, buscando en su caóticamente, esos interesantes conocimientos que había adquirido de sus años viviendo en Rusia y empezó a modificar el metal de su garras y antebrazos para construir un revólver pero sólo adquiría forma de cilindro y se ponía a dar vueltas de un lado a otro.
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Me volví, mirandola con el ceño fruncido cuando se rió tan descaradamente por mi respuesta, o había perdido el filtro totalmente o era más cabrona de lo que pensaba.
- Tú has preguntado, yo solo he respondido. - le dije volviendo la vista a los estantes, pero sin buscar realmente, solo para evitarla a ella. No era algo de lo que soliese hablar, ni si quiera sabía por qué se lo había dicho. Mis dudas respecto a Ivanov, o mis temores a que fuese como yo, quizá, eran los que habían hablado. No le respondí mas sin embargo, a sus disertaciones sobre la "normalidad" y que qué era eso o por qué habriamos de querer ser normales. Por culpa de eso, tambien me perdí el momento en el que ella giraba sobre si misma de modo absurdo buscando ventanas. A ella el alcohol le soltaba la lengua, a mi parecía que me metía mas en mi mismo.
"ninguno lo es. Ni si quiera Aedan. Ni el hermano o hermana que le vayan a dar. Será el producto de una obligación. Ivanov, el producto de una ambición, concebido como una herramienta...."
Por fin volví a lo mio, dejé la botella de vodka en el estante y encontré el tarrito de polvora. Me giré para mirarla, y me la encontré....dandole vueltas en el aire a un tubo metálico, muy deforme por cierto.
- Sabes que es divertido? Verte ser incapaz de hacer una "O" con un canuto. O mejor dicho, un trozo de metal. ¿Y tú eres la lider de los Soul Reaper de metal? - estaba demasiado borracha, no seria capaz. Yo pensé en invocar a uno de esos demonios que moldeaban la materia para hacerle el encargo, pero me di cuenta de que tambien estaba borracho, y que era un error usar la nigromancia en esa clase de antojos. Un peligro del que advertía a los más jovenes, no debia cometerlo yo.
- Lo que sería mas facil que todo esto...es robarle un revolver a Da Vinci. Los fabrica por decenas - dije cayendo en la cuenta. Deje la polvora, y recuperé la botella, le hice un gesto a Lyosha para que me acompañara antes de que se indignara demasiado por lo que le acaba de decir (pero donde las dan las toman) y salimos de mi sotano, dirección a aquel taller, con intenciones de hacer un allanamiento de morada y luego practicar un juego ilegal.
- Tú has preguntado, yo solo he respondido. - le dije volviendo la vista a los estantes, pero sin buscar realmente, solo para evitarla a ella. No era algo de lo que soliese hablar, ni si quiera sabía por qué se lo había dicho. Mis dudas respecto a Ivanov, o mis temores a que fuese como yo, quizá, eran los que habían hablado. No le respondí mas sin embargo, a sus disertaciones sobre la "normalidad" y que qué era eso o por qué habriamos de querer ser normales. Por culpa de eso, tambien me perdí el momento en el que ella giraba sobre si misma de modo absurdo buscando ventanas. A ella el alcohol le soltaba la lengua, a mi parecía que me metía mas en mi mismo.
"ninguno lo es. Ni si quiera Aedan. Ni el hermano o hermana que le vayan a dar. Será el producto de una obligación. Ivanov, el producto de una ambición, concebido como una herramienta...."
Por fin volví a lo mio, dejé la botella de vodka en el estante y encontré el tarrito de polvora. Me giré para mirarla, y me la encontré....dandole vueltas en el aire a un tubo metálico, muy deforme por cierto.
- Sabes que es divertido? Verte ser incapaz de hacer una "O" con un canuto. O mejor dicho, un trozo de metal. ¿Y tú eres la lider de los Soul Reaper de metal? - estaba demasiado borracha, no seria capaz. Yo pensé en invocar a uno de esos demonios que moldeaban la materia para hacerle el encargo, pero me di cuenta de que tambien estaba borracho, y que era un error usar la nigromancia en esa clase de antojos. Un peligro del que advertía a los más jovenes, no debia cometerlo yo.
- Lo que sería mas facil que todo esto...es robarle un revolver a Da Vinci. Los fabrica por decenas - dije cayendo en la cuenta. Deje la polvora, y recuperé la botella, le hice un gesto a Lyosha para que me acompañara antes de que se indignara demasiado por lo que le acaba de decir (pero donde las dan las toman) y salimos de mi sotano, dirección a aquel taller, con intenciones de hacer un allanamiento de morada y luego practicar un juego ilegal.
Cuando recibió la visita de los peques Anteia estaba terminando su turno y se habían ido a casa a disfrutar en familia. Al día siguiente, se despertó feliz y satisfecha después de que Lyran le contara dos veces más todo lo que había hecho a Benjamín y Chloe… y Anteia lo… recompensará esa noche por ser un padre adoptivo ejemplar. Se lo merecia. Ella también le había informado lo de Cath. Tras despedirse de todos se fue de nuevo al hospital. Tenía pendiente revisar a Kiana y también a Sofía.
Pero al llegar se encontró con Aurora y un chiquillo que respondía al nombre de Ivanov. Larga historia corta era hijo de Matvey y ante la sorpresa de verle en los brazos de ella y no del Descendiente, decidió pegarle una pequeña visita. ¿Cuál era el problema con los Descendientes de esa isla y sus responsabilidades paternales? ¿O era la generación de Matvey nada más? Porque… bueno, ahi estaba Cath. Si Anteia supiera lo que es un meme, quizás habría hecho referencia a alguno.
Después de viajar en la nube llegó hasta la residencia de Matvey con Ivanov en brazos. Lo acomodó un poco por encima de su vientre que ya empezaba a verse abultado y se dirigió hacia el sotano hacia donde le había dicho Aurora, aunque se perdió dos veces pero finalmente lo encontró. Tocó la puerta animadamente antes de fijarse en el chiquillo en sus brazos. Tenía un aire a él, si. Le sonrió y le hizo caratoñas -¿Sabes? Tengo a unos mellizos de tu edad. Puedes ir a jugar a mi casa si quieres- aunque no quería dejarle a Lyran otro bebé pero podían hacer alguna cita de juegos. Le vendría bien estar alrededor de otros niños aparte del hermano que le comentó Aurora. Menudo problema. Adele encima…¿cómo? ¿Cómo exactamente se había liado con esa? Espero pacientemente la apertura de la puerta, acomodándole el abrigo a Ivanov con mimo.
Pero al llegar se encontró con Aurora y un chiquillo que respondía al nombre de Ivanov. Larga historia corta era hijo de Matvey y ante la sorpresa de verle en los brazos de ella y no del Descendiente, decidió pegarle una pequeña visita. ¿Cuál era el problema con los Descendientes de esa isla y sus responsabilidades paternales? ¿O era la generación de Matvey nada más? Porque… bueno, ahi estaba Cath. Si Anteia supiera lo que es un meme, quizás habría hecho referencia a alguno.
Después de viajar en la nube llegó hasta la residencia de Matvey con Ivanov en brazos. Lo acomodó un poco por encima de su vientre que ya empezaba a verse abultado y se dirigió hacia el sotano hacia donde le había dicho Aurora, aunque se perdió dos veces pero finalmente lo encontró. Tocó la puerta animadamente antes de fijarse en el chiquillo en sus brazos. Tenía un aire a él, si. Le sonrió y le hizo caratoñas -¿Sabes? Tengo a unos mellizos de tu edad. Puedes ir a jugar a mi casa si quieres- aunque no quería dejarle a Lyran otro bebé pero podían hacer alguna cita de juegos. Le vendría bien estar alrededor de otros niños aparte del hermano que le comentó Aurora. Menudo problema. Adele encima…¿cómo? ¿Cómo exactamente se había liado con esa? Espero pacientemente la apertura de la puerta, acomodándole el abrigo a Ivanov con mimo.
Aquella jornada con Lyosha habia sido extraña. Habiamos robado en el taller de Da Vinci, bueno, tomado prestado. Y luego habiamos jugado a la ruleta rusa con un indice de alcoholemia en sangre demasiado elevado.
... Aun me dolía la cabeza a causa de eso.
Después habia decidido volver al sótano, a poner en orden todo el desastre, recoger el alcohol, la sangre....un desastre, si. Los libros, los materiales que habia traido de las grutas y que habia dejado tirados por ahi sin mas...
Tambien pensé en ir a comprar unas cortinas para el niño para alegrar la estancia hasta que recordé que no habian ventanas. Pero como iba a mudarme? No podia mudarme!
Al poco, todo habia vuelto a su orden habitual, todo bajo control.
Seguia estudiando como crear un revenant a partir de un dragon, o un dragon no-muerto bajo mi control. Debía de haber una manera. Era un estudio que debia llevar en secreto, porque sabia que a la mayoria del Conclave le pareceria algo aberrante. No seria la primera ni la ultima aberracion que hacía.
Me habria gustado comunicarme con Catherine pero no queria arriesgar la salud de Aedan. Tendría que mandar un ghoul en breves, si no tenia noticias de ella. O un demonio con una faz amigable. Podria hacerlo.
Estaba ensimismado en ello cuando llamaron a la puerta. Gruñí molesto, cerré todos los libros, pergaminos y escritos y los guardé. Metí al cajón el corazón de dragon muerto con el que estaba investigando, el cual estaba tallado en runas del caos. Sellé la cerradura del cajón y me levanté.
Desapareci y apareci en la puerta. El ghoul apareció a mi lado, desde una sombra, siseandome el nombre de la visitante. Resoplé un poco, exhalando y mirando hacia el techo brevemente, murmurando algo entredientes. Y traía a Ivanov?
Abrí la pesada puerta y mire a Anteia, iba a saludarla de modo normal pero me la quedé mirando unos instantes en silencio. Un poco sorprendido, porque....se me habia olvidado la particular belleza que tenia esa mujer.
Le dediqué una reverencia con mi cabeza, despacio, que aproveché para agachar el rostro y desviar la mirada al suelo.
- Buenos dias... .- o eran tardes? - Aurora te ha enviado a traerlo aquí? - miré al pequeño, que me observó con seriedad, lo cual contrastaba con que se estuviera chupando el puño y llenandose de babas
... Aun me dolía la cabeza a causa de eso.
Después habia decidido volver al sótano, a poner en orden todo el desastre, recoger el alcohol, la sangre....un desastre, si. Los libros, los materiales que habia traido de las grutas y que habia dejado tirados por ahi sin mas...
Tambien pensé en ir a comprar unas cortinas para el niño para alegrar la estancia hasta que recordé que no habian ventanas. Pero como iba a mudarme? No podia mudarme!
Al poco, todo habia vuelto a su orden habitual, todo bajo control.
Seguia estudiando como crear un revenant a partir de un dragon, o un dragon no-muerto bajo mi control. Debía de haber una manera. Era un estudio que debia llevar en secreto, porque sabia que a la mayoria del Conclave le pareceria algo aberrante. No seria la primera ni la ultima aberracion que hacía.
Me habria gustado comunicarme con Catherine pero no queria arriesgar la salud de Aedan. Tendría que mandar un ghoul en breves, si no tenia noticias de ella. O un demonio con una faz amigable. Podria hacerlo.
Estaba ensimismado en ello cuando llamaron a la puerta. Gruñí molesto, cerré todos los libros, pergaminos y escritos y los guardé. Metí al cajón el corazón de dragon muerto con el que estaba investigando, el cual estaba tallado en runas del caos. Sellé la cerradura del cajón y me levanté.
Desapareci y apareci en la puerta. El ghoul apareció a mi lado, desde una sombra, siseandome el nombre de la visitante. Resoplé un poco, exhalando y mirando hacia el techo brevemente, murmurando algo entredientes. Y traía a Ivanov?
Abrí la pesada puerta y mire a Anteia, iba a saludarla de modo normal pero me la quedé mirando unos instantes en silencio. Un poco sorprendido, porque....se me habia olvidado la particular belleza que tenia esa mujer.
Le dediqué una reverencia con mi cabeza, despacio, que aproveché para agachar el rostro y desviar la mirada al suelo.
- Buenos dias... .- o eran tardes? - Aurora te ha enviado a traerlo aquí? - miré al pequeño, que me observó con seriedad, lo cual contrastaba con que se estuviera chupando el puño y llenandose de babas
Cuando la puerta se abrió, Anteia le sonrió levemente a Matvey pero le pasó desapercibido el hecho de que se le había quedado mirando porque había un ghoul a su lado. Anteia ahogó un grito y se echó un par de pasos hacia atrás, abrazó a Ivanov para protegerlo de la criatura pero… Tanto el crío como Matvey estaban la mar de tranquilos lo que le hizo cuestionarse si eran imaginaciones suyas.
-Buenos días, Matvey- Saludó tratando de recomponerse un poquito y no pudo evitarlo -¿Sabes que tienes una criatura a tu lado?- Tuvo la delicadeza de no decir “horrorosa” porque ante todo era una mujer educada. Al escuchar la pregunta sobre Aurora, arqueó una ceja -No… He venido yo por mi propia voluntad a decirte que Aurora no es niñera de Ivanov- Si ella no tenía la valentía de decírselo, ella sí -Tiene tres hijos. No puedes endosarle dos más- Le reclamó, aunque el tono era tan suave y pacífico que podría haberle estado hablando del clima.
Se dio cuenta de que el pequeñín se estaba chupando el puño y con suavidad se lo retiró para apoyarlo contra su pecho -Eso no…¿Vale?- Es que por lo que sabía quizás ni siquiera tenía chupete, Ivanov se le quedó mirando durante un momento para luego dejar caer la cabeza contra su pecho. Alargó una mano hacia el hombro de Matvey sin perder de vista al ghoul y lo empujó un poco hacia dentro de la casa para no tener esta conversación en la puerta. En cuando ingresó se dio cuenta del frío que hacía y frunció el ceño, cerrando de nuevo el pequeño abrigo de crío -Aurora me dijo que estabas acomodando tu casa… Lo primero será ajustar el termostato. ¿Dónde lo tienes?- Miró alrededor dándose cuenta de que era la primera vez que estaba allí y por ende, la trató de interiorizar la decoración.
-Buenos días, Matvey- Saludó tratando de recomponerse un poquito y no pudo evitarlo -¿Sabes que tienes una criatura a tu lado?- Tuvo la delicadeza de no decir “horrorosa” porque ante todo era una mujer educada. Al escuchar la pregunta sobre Aurora, arqueó una ceja -No… He venido yo por mi propia voluntad a decirte que Aurora no es niñera de Ivanov- Si ella no tenía la valentía de decírselo, ella sí -Tiene tres hijos. No puedes endosarle dos más- Le reclamó, aunque el tono era tan suave y pacífico que podría haberle estado hablando del clima.
Se dio cuenta de que el pequeñín se estaba chupando el puño y con suavidad se lo retiró para apoyarlo contra su pecho -Eso no…¿Vale?- Es que por lo que sabía quizás ni siquiera tenía chupete, Ivanov se le quedó mirando durante un momento para luego dejar caer la cabeza contra su pecho. Alargó una mano hacia el hombro de Matvey sin perder de vista al ghoul y lo empujó un poco hacia dentro de la casa para no tener esta conversación en la puerta. En cuando ingresó se dio cuenta del frío que hacía y frunció el ceño, cerrando de nuevo el pequeño abrigo de crío -Aurora me dijo que estabas acomodando tu casa… Lo primero será ajustar el termostato. ¿Dónde lo tienes?- Miró alrededor dándose cuenta de que era la primera vez que estaba allí y por ende, la trató de interiorizar la decoración.
Había acertado, seguía siendo por la mañana. Me hice a un lado, para dejarle sitio a Anteia y que pudiera pasar del marco de la puerta. La miré con cara de "que?" cuando dijo que tenia una criatura al lado, porque a ratos me olvidaba de que el ghoul no era algo normal que todo el mundo estuviera acostumbrado a ver.
- Ah, claro. - dije al mirarlo y caer en su presencia. - es mi ghoul. Urg'luk. Guardián y mensajero...estoy a punto de mandarlo a rastrear a Catherine Le Fay, como no tenga noticias de ella pronto.
El ghoul se frotó sus huesudas manos exhibiendo una perfida sonrisa. De todos los quehaceres que le encomendaba, ir a molestar a Catherine y sus compañias era la que mas debia gustarle, esa impresion daba, desde luego.
Las palabras de Anteia eran lo que me había temido. Un tiron de orejas, a decir verdad.
- Lo sé, tienes razón. - dos mas? - No se han encargado de hacer que su medio hermano retorne con Adele? Ese asunto debería estar ya solucionado. - dije con el ceño fruncido. Deberían haber enviado al niño mayor con los Pendragon. Con Adele.
Sabía lo que era capaz de percibir Anteia no solo con el tacto, pero sobre todo con el tacto, asi que cuando fue a darme en el hombro para que caminara hacia abajo, me giré de tal modo que el contacto fue minimo, tremendamente breve. Lo hice con la suficiente elegancia como para que no se notase mucho, y comencé a bajar las escaleras delante de ella. Al llegar al sotano, eché un rapido vistazo a la sala...menos mal que habia guardado el corazon de dragon.
"mierda. Restos de sangre en la mesa"
Eso no lo habia limpiado.
- No tengo termostato. - el fuego no era del tipo que calentaba, pero eso podia arreglarse. - No se si este sótano se puede ajustar, hay...demasiadas cosas peligrosas para un niño. Estaba pensando en hacer algo en la planta de arriba. Me han dicho que necesito... - lo habia escrito, asi que saqué la nota de mi bolsillo y comencé a enumerar. - Flores de dos colores, un columpio, un sitio de juegos y paredes de color azul celeste con nubes. Sinceramente eso no lo etniendo. Y sábanas. Bueno, eso era obvio.
- Ah, claro. - dije al mirarlo y caer en su presencia. - es mi ghoul. Urg'luk. Guardián y mensajero...estoy a punto de mandarlo a rastrear a Catherine Le Fay, como no tenga noticias de ella pronto.
El ghoul se frotó sus huesudas manos exhibiendo una perfida sonrisa. De todos los quehaceres que le encomendaba, ir a molestar a Catherine y sus compañias era la que mas debia gustarle, esa impresion daba, desde luego.
Las palabras de Anteia eran lo que me había temido. Un tiron de orejas, a decir verdad.
- Lo sé, tienes razón. - dos mas? - No se han encargado de hacer que su medio hermano retorne con Adele? Ese asunto debería estar ya solucionado. - dije con el ceño fruncido. Deberían haber enviado al niño mayor con los Pendragon. Con Adele.
Sabía lo que era capaz de percibir Anteia no solo con el tacto, pero sobre todo con el tacto, asi que cuando fue a darme en el hombro para que caminara hacia abajo, me giré de tal modo que el contacto fue minimo, tremendamente breve. Lo hice con la suficiente elegancia como para que no se notase mucho, y comencé a bajar las escaleras delante de ella. Al llegar al sotano, eché un rapido vistazo a la sala...menos mal que habia guardado el corazon de dragon.
"mierda. Restos de sangre en la mesa"
Eso no lo habia limpiado.
- No tengo termostato. - el fuego no era del tipo que calentaba, pero eso podia arreglarse. - No se si este sótano se puede ajustar, hay...demasiadas cosas peligrosas para un niño. Estaba pensando en hacer algo en la planta de arriba. Me han dicho que necesito... - lo habia escrito, asi que saqué la nota de mi bolsillo y comencé a enumerar. - Flores de dos colores, un columpio, un sitio de juegos y paredes de color azul celeste con nubes. Sinceramente eso no lo etniendo. Y sábanas. Bueno, eso era obvio.
-Tu ghoul- Repitió y volvió la mirada a la criatura con cierto recelo en el rostro -Urg’luk- Repitió, de nuevo y tensó los labios en una pequeña sonrisa -Encantada, Urg’luk- Porque ante todo era una persona educada y atenta, con cualquier tipo de criatura. Lo miró sonreír y la verdad no le dio ningún tipo de relajación. Miró a Matvey cuando habló de Catherine -La vi hace unos días, está embarazada… Y… Es complicado. Tiene un caso de superfetación. Está embarazada de Ian y del Pendragon, al mismo tiempo- Le informó, sabía que tenían una relación estrecha -Se ha ido a Avalon con su…esposo- Aquella palabra la dijo con cierto recelo.
-¿Y quien se tenía que encargar?- Le preguntó a Matvey porque sinceramente no lo sabía. No fue demasiado consciente de que Matvey había esquivado su contacto pero fue bajando con cuidado mientras le acariciaba la espalda al niño que permanecía silencioso. Miró alrededor con curiosidad, era una zona definitivamente para adultos y tendría que adecuarla un poco si iban a compartir.
-Pues algo tienes que hacer con la temperatura, no pretenderás que Ivanov se la pase con el abrigo puesto- Le dijo con una sonrisa mientras caminaba observando toda una hilera de libros con cierta curiosidad. Tenían nombres que le daban cierto escalofrío. Parecía que la magia de Matvey era la absoluta contraparte de la suya. Ella traía vida, él trabajaba con la muerte -Es una buena idea-
Le miró acercándose a él para ver la nota y sonriendo de lado -¿Flores de dos colores? ¿nada más?- Se rió un poco de forma amable antes de asentir a lo demás -Te dio buenos consejos- Dudaba que viniera de Adele -El color azul se vincula mucho con los niños, más que una habitación rosa…Lo de las nubes será una forma de decorar. Pero quizás quieras preguntarle a Ivanov qué color le gusta...¿Tienes crayones?- Se puso delante de él y clavó su mirada zafiro en los ojos claros del Descendiente . Dudaba que los tuviera pero no estaba demás preguntar.
Esperó un momento en silencio mirando al ruso -Ivanov… Él es Matvey, es tu padre. ¿Lo recuerdas?- Preguntó mientras le acariciaba el cabello oscuro -Y vamos a arreglar tu habitación… Porque necesitas tu espacio- Miró al nigromante y alzó suavemente las cejas -Y necesitará una cuna. Ropa de cama y ropa normal. Juguetes… También un adaptador para el inodoro- Era sólo el principio pero ante todo. Tendió suavemente a Ivanov hacia Matvey -Cógelo y vamos a ver esa habitación- Tenían que empezar a estar en contacto.
-¿Y quien se tenía que encargar?- Le preguntó a Matvey porque sinceramente no lo sabía. No fue demasiado consciente de que Matvey había esquivado su contacto pero fue bajando con cuidado mientras le acariciaba la espalda al niño que permanecía silencioso. Miró alrededor con curiosidad, era una zona definitivamente para adultos y tendría que adecuarla un poco si iban a compartir.
-Pues algo tienes que hacer con la temperatura, no pretenderás que Ivanov se la pase con el abrigo puesto- Le dijo con una sonrisa mientras caminaba observando toda una hilera de libros con cierta curiosidad. Tenían nombres que le daban cierto escalofrío. Parecía que la magia de Matvey era la absoluta contraparte de la suya. Ella traía vida, él trabajaba con la muerte -Es una buena idea-
Le miró acercándose a él para ver la nota y sonriendo de lado -¿Flores de dos colores? ¿nada más?- Se rió un poco de forma amable antes de asentir a lo demás -Te dio buenos consejos- Dudaba que viniera de Adele -El color azul se vincula mucho con los niños, más que una habitación rosa…Lo de las nubes será una forma de decorar. Pero quizás quieras preguntarle a Ivanov qué color le gusta...¿Tienes crayones?- Se puso delante de él y clavó su mirada zafiro en los ojos claros del Descendiente . Dudaba que los tuviera pero no estaba demás preguntar.
Esperó un momento en silencio mirando al ruso -Ivanov… Él es Matvey, es tu padre. ¿Lo recuerdas?- Preguntó mientras le acariciaba el cabello oscuro -Y vamos a arreglar tu habitación… Porque necesitas tu espacio- Miró al nigromante y alzó suavemente las cejas -Y necesitará una cuna. Ropa de cama y ropa normal. Juguetes… También un adaptador para el inodoro- Era sólo el principio pero ante todo. Tendió suavemente a Ivanov hacia Matvey -Cógelo y vamos a ver esa habitación- Tenían que empezar a estar en contacto.
Me pareció encantador que se presentara a mi ghoul con tanta educación, aunque por dentro seguro estuviese espantada. El ghoul dijo algo en su incomprensible y gutural idioma, y desapareció de nuestra vista, mientras yo retenía una sonrisa de espaldas a ella al bajar las escaleras.
- La Guardia, por supuesto. - respondí respecto a quien debía encargarse. No era buena idea que lo hiciese yo. O si...? Con la excusa...podria acercarme al castillo de los Pendragon en las montañas. Pero Cath no estaría alli... Me giré para mirar a Anteia con una expresión confusa y preocupada. - Peligra su vida?
Mas alla de que fuese un embarazo de...dos individuos diferentes....Ahogué un gruñido de mala leche en mi garganta, volviendo la mirada hacia la mesa, donde tenía que seguir con mis investigaciones. Por suerte, me fijé en la atencion que ponia Anteia en los libros, y antes de que pasara nada....
- No quiero sonar rudo pero mejor no saques ningun libro de su estante. Algunos llevan maldiciones para evitar ser leidos por nadie que no sea su dueño. Un simple contacto a veces basta. - aunque su marido habia sido profesor de DCAO, no? Seguramente ella ya sabia lo que no debía de hacer con los libros de un nigromante....
Me guardé mi nota de la compra, datos que me habia dado Lyosha. Asi que no estaba tan desencaminada, la Revenant- Si la volvía a ver, que esperaba que si, se lo diría. De momento, sabía que seguia viva. Lo notaba.
- Tengo...plumas y tinta. - saqué un trozo de pergamino no maldito y una pluma de cuervo con tinta. Anteia siguió hablando y me pasó al crio. Lo sujeté con no demasiada maña, pero lo hice, mirándolo. Lo cierto era que se parecía bastante a mi. Incluso en esa mirada de odio. O me lo estaba imaginando? Seguro que me odiaba, le habia robado de los brazos de su madre...
El niño en cuanto se vio en mis brazos empezó a hacer pucheros, a berrear y a chillar "no!" una y mil veces, pataleando. Alguna me llevé en el estomago.
-uff, qué te pasa? He visto demonios más dóciles- lo alejé de mi aun sujetandolo, y siguió pataleando en el aire, pero al menos ya no me daba leches. Miré a Anteia con cara de circunstancia. - Creo que tú le caes mejor....no está acostumbrado a un padre.
"y a saber lo que le ha contado de mi"
__
exito- no llora
fallo- llora mazo
- La Guardia, por supuesto. - respondí respecto a quien debía encargarse. No era buena idea que lo hiciese yo. O si...? Con la excusa...podria acercarme al castillo de los Pendragon en las montañas. Pero Cath no estaría alli... Me giré para mirar a Anteia con una expresión confusa y preocupada. - Peligra su vida?
Mas alla de que fuese un embarazo de...dos individuos diferentes....Ahogué un gruñido de mala leche en mi garganta, volviendo la mirada hacia la mesa, donde tenía que seguir con mis investigaciones. Por suerte, me fijé en la atencion que ponia Anteia en los libros, y antes de que pasara nada....
- No quiero sonar rudo pero mejor no saques ningun libro de su estante. Algunos llevan maldiciones para evitar ser leidos por nadie que no sea su dueño. Un simple contacto a veces basta. - aunque su marido habia sido profesor de DCAO, no? Seguramente ella ya sabia lo que no debía de hacer con los libros de un nigromante....
Me guardé mi nota de la compra, datos que me habia dado Lyosha. Asi que no estaba tan desencaminada, la Revenant- Si la volvía a ver, que esperaba que si, se lo diría. De momento, sabía que seguia viva. Lo notaba.
- Tengo...plumas y tinta. - saqué un trozo de pergamino no maldito y una pluma de cuervo con tinta. Anteia siguió hablando y me pasó al crio. Lo sujeté con no demasiada maña, pero lo hice, mirándolo. Lo cierto era que se parecía bastante a mi. Incluso en esa mirada de odio. O me lo estaba imaginando? Seguro que me odiaba, le habia robado de los brazos de su madre...
El niño en cuanto se vio en mis brazos empezó a hacer pucheros, a berrear y a chillar "no!" una y mil veces, pataleando. Alguna me llevé en el estomago.
-uff, qué te pasa? He visto demonios más dóciles- lo alejé de mi aun sujetandolo, y siguió pataleando en el aire, pero al menos ya no me daba leches. Miré a Anteia con cara de circunstancia. - Creo que tú le caes mejor....no está acostumbrado a un padre.
"y a saber lo que le ha contado de mi"
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Soltó un “mmm” por lo bajo mientras su mente en realidad estaba enfocada en lo que le había dicho al ghoul. Se aseguró de que se hubiese ido para girarse a Matvey -¿Qué me ha dicho?- Le preguntó porque seguro que él si lo comprendía. Pero cuando el tema cambió a Cath, sonrió levemente y negó con la cabeza -Es decir, todo embarazo conlleva un peligro para la madre y uno de mellizos más… Pero la superfetación no la pone en peligro, solo es un tipo de embarazo complicado. Hay que vigilarla, me dijo que vendría todas las semanas. Te mantendré informado- Porque aparentemente, Catherine tenía problemas de comunicación. Suspiró brevemente y sonrió más abiertamente tratando de contrasrrestar ese gruñido -A nadie le gusta la situación, Matvey…Pero no pongas más en su plato de lo que ya tiene- Le advirtió.
La advertencia sobre los libros la hizo alejarse, más por el crío que por ella -Pon un hechizo de retención anti críos. Tienen mucha curiosidad y creo que Ivanov ya está en edad exploradora- Tras eso miró la pluma y se rió alegremente -Era para darle a elegir colores, pero te voy a hacer una lista primaria de lo que necesitas. Primer punto… Crayones, segundo…avena- Bromeó con él mientras veía a Ivanov en sus brazos incómodo. Pero…tenían que acostumbrarse el uno al otro.
Anteia siguió escribiendo ignorando brevemente el berreo porque estaba acostumbrada, para ella era ruido blanco. Siguió anotando en la lista y cuando Matvey la observó, Anteia levantó sus ojos azules hacia él con un gesto extraño -Me parezco a su madre- Le dijo al nigromante y aguantó un momento en silencio antes de dejar la pluma y el pergamino al lado y acercarse, pero no lo tocó
-Abrázalo- Le dijo a Matvey a sabiendas de que tendría la fuerza para sostenerlo contra él y entonces buscó la mirada de Ivanov – Ivanov, shhh…No se grita. Él es papá y hoy van a hacer cosas muy interesantes- Alargó una mano hacia el niño y le acarició suavemente la cabeza -Acaríciale la espalda. Tienes que calmarlo… Es una situación nueva, incómoda y no te conoce. Es normal… Tienes que…darle seguridad y cariño, Matvey. Los caprichos serán normales y tiene edad para ello, le cuesta a veces un poco más expresarse porque no saben hablar y esta es su forma de decirte que no está cómodo con algo- Aunque Ivanov alargó las manos hacia ella y Anteia sintió que se le estrujaba el corazón, dio un paso hacia atrás. No podía calmarlo, tenía que hacerlo él -Firmeza, pero cariño. Dile que se calme… Hablale en un tono neutro. Que sepa que vas en serio pero no que le estás reclamando-
Probabilidad: Éxito se calma un poco. Fallo no se calma.
La advertencia sobre los libros la hizo alejarse, más por el crío que por ella -Pon un hechizo de retención anti críos. Tienen mucha curiosidad y creo que Ivanov ya está en edad exploradora- Tras eso miró la pluma y se rió alegremente -Era para darle a elegir colores, pero te voy a hacer una lista primaria de lo que necesitas. Primer punto… Crayones, segundo…avena- Bromeó con él mientras veía a Ivanov en sus brazos incómodo. Pero…tenían que acostumbrarse el uno al otro.
Anteia siguió escribiendo ignorando brevemente el berreo porque estaba acostumbrada, para ella era ruido blanco. Siguió anotando en la lista y cuando Matvey la observó, Anteia levantó sus ojos azules hacia él con un gesto extraño -Me parezco a su madre- Le dijo al nigromante y aguantó un momento en silencio antes de dejar la pluma y el pergamino al lado y acercarse, pero no lo tocó
-Abrázalo- Le dijo a Matvey a sabiendas de que tendría la fuerza para sostenerlo contra él y entonces buscó la mirada de Ivanov – Ivanov, shhh…No se grita. Él es papá y hoy van a hacer cosas muy interesantes- Alargó una mano hacia el niño y le acarició suavemente la cabeza -Acaríciale la espalda. Tienes que calmarlo… Es una situación nueva, incómoda y no te conoce. Es normal… Tienes que…darle seguridad y cariño, Matvey. Los caprichos serán normales y tiene edad para ello, le cuesta a veces un poco más expresarse porque no saben hablar y esta es su forma de decirte que no está cómodo con algo- Aunque Ivanov alargó las manos hacia ella y Anteia sintió que se le estrujaba el corazón, dio un paso hacia atrás. No podía calmarlo, tenía que hacerlo él -Firmeza, pero cariño. Dile que se calme… Hablale en un tono neutro. Que sepa que vas en serio pero no que le estás reclamando-
Probabilidad: Éxito se calma un poco. Fallo no se calma.
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El miembro 'Anteia Malfoy' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- Que le gusta tu peinado de hoy. - le respondí al respecto de lo que habia dicho el ghoul, aunque lo que habia dicho en realidad tenia mas que ver con la hora de la cena y las almas puras. - Gracias. Y no es mi intencion hacer eso. - respondí respecto a lo de poner en su plato, el de Catherine, mas de lo que podía asumir. Aquello me hizo fruncir el ceño. Que le hacia pensar a Anteia que yo quería cargar mas a Cath? Al contrario...
Intenté anotar lo que decía Anteia, pero mentalmente, porque tenia las manos ocupadas manteniendo a Ivanov lejos de mi para que no me pateara. Bueno, al menos se puso a escribirlo ella.
- No te pareces en nada a Adele. - dije mortalmente serio. Aunque ambas tuviesen el cabello largo y dorado....no, solo un loco las vería similares. - Abrazarlo? mas bien retenerlo, no deja de soltar patadas.
Me excusé , como podia decir que lo abrazase? Decidí que era hora de hablar con él y dejar de tratarlo como a un perro. Total, tenia dos años, no?
- Ivanov, cálmate. Vas a...estar bien. - al menos dejó de chillar y de soltar patadas cuando ella le acaricio la cabeza, momento que aproveché para tomarlo mejor y acariciar su espalda, pegándolo contra mi pecho.
En ese momento, un patronus llegó y paró frente a Anteia, para deleite del pequeño, al qu eparecia hacerle mucha gracia
*Patronus a Anteia*
Anteia...Tu sobrina ha ingresado al hospital. Estaba cubierta en sangre, ven rápido
Malas noticias. Miré a la sanadora con firmeza.
- Márchate. Avisadme si necesitáis ayuda con lo que sea. Parece algo sospechoso.
Intenté anotar lo que decía Anteia, pero mentalmente, porque tenia las manos ocupadas manteniendo a Ivanov lejos de mi para que no me pateara. Bueno, al menos se puso a escribirlo ella.
- No te pareces en nada a Adele. - dije mortalmente serio. Aunque ambas tuviesen el cabello largo y dorado....no, solo un loco las vería similares. - Abrazarlo? mas bien retenerlo, no deja de soltar patadas.
Me excusé , como podia decir que lo abrazase? Decidí que era hora de hablar con él y dejar de tratarlo como a un perro. Total, tenia dos años, no?
- Ivanov, cálmate. Vas a...estar bien. - al menos dejó de chillar y de soltar patadas cuando ella le acaricio la cabeza, momento que aproveché para tomarlo mejor y acariciar su espalda, pegándolo contra mi pecho.
En ese momento, un patronus llegó y paró frente a Anteia, para deleite del pequeño, al qu eparecia hacerle mucha gracia
*Patronus a Anteia*
Anteia...Tu sobrina ha ingresado al hospital. Estaba cubierta en sangre, ven rápido
Malas noticias. Miré a la sanadora con firmeza.
- Márchate. Avisadme si necesitáis ayuda con lo que sea. Parece algo sospechoso.
Anteia sonrió ampliamente, complacida y halagada, cuando escuchó lo de su peinado. Se llevó la mano libre hacia el cabello y acarició una de sus trenzas -Gracias...quería hacer algo distinto porque ya se acerca la primavera, es mi estación preferida- Le dijo a Matvey con alegría pensando en lo bonito que se ponía Ouroboros cuando sus árboles florecían. Además, la primavera prometía… después de todo, ya habían acabado con SAM.
Observó el ceño fruncido de Matvey y tensó un poco los labios -Tuvo un ataque de ansiedad cuando nos vimos. Me gritó… está afectada por todo lo que está ocurriendo pero no sé bien cómo hablar con ella. Quizás tú puedas acceder mejor- Ya que Ian no podía, alguien debía hacerlo.
La respuesta sobre Adele hizo que le mirara un poco más en silencio y casi no pudo contener la pregunta. ¿Por qué? ¿Por qué ella? Y no estaba segura de si eran celos, no creía. Era más… la… ella sabía que albergaba sentimientos por ella pero envolverse con gente como Adele? ¿Cómo había sucedido? ¿Como podía gustarle una y la otra también? Seguía sin entenderlo. No hubo pregunta, contuvo su lengua. Porque sinceramente no quería saberlo… y tampoco le aportaba en nada hacerlo.
El episodio de Ivanov los distrajo y ella se concentró en mimarlo, sonriendo de lado cuando lo vio abrazarlo y usar un buen tono -Excelente. Ten paciencia- no iba a arreglarlo de un día para otro. De pronto, llegó un patronus que la hizo palidecer y durante un momento pese a que Matvey le había hablado se quedó quieta en su sitio, miró el cuerpo celeste evaporarse y aún así no pudo moverse -Esta viva…- Murmuró con un hilo de voz y volvió a mirar al nigromante -Luego… vuelvo- Le dijo al moreno empezando a correr hacia las escaleras y enviando un patronus a Thalos para que supiera que Erika daba señales de vida y que le encontrará en el hospital. Tras eso se fue en la nube al edificio.
Observó el ceño fruncido de Matvey y tensó un poco los labios -Tuvo un ataque de ansiedad cuando nos vimos. Me gritó… está afectada por todo lo que está ocurriendo pero no sé bien cómo hablar con ella. Quizás tú puedas acceder mejor- Ya que Ian no podía, alguien debía hacerlo.
La respuesta sobre Adele hizo que le mirara un poco más en silencio y casi no pudo contener la pregunta. ¿Por qué? ¿Por qué ella? Y no estaba segura de si eran celos, no creía. Era más… la… ella sabía que albergaba sentimientos por ella pero envolverse con gente como Adele? ¿Cómo había sucedido? ¿Como podía gustarle una y la otra también? Seguía sin entenderlo. No hubo pregunta, contuvo su lengua. Porque sinceramente no quería saberlo… y tampoco le aportaba en nada hacerlo.
El episodio de Ivanov los distrajo y ella se concentró en mimarlo, sonriendo de lado cuando lo vio abrazarlo y usar un buen tono -Excelente. Ten paciencia- no iba a arreglarlo de un día para otro. De pronto, llegó un patronus que la hizo palidecer y durante un momento pese a que Matvey le había hablado se quedó quieta en su sitio, miró el cuerpo celeste evaporarse y aún así no pudo moverse -Esta viva…- Murmuró con un hilo de voz y volvió a mirar al nigromante -Luego… vuelvo- Le dijo al moreno empezando a correr hacia las escaleras y enviando un patronus a Thalos para que supiera que Erika daba señales de vida y que le encontrará en el hospital. Tras eso se fue en la nube al edificio.
Después de que Anteia es fuera, a Ivanov le entró de nuevo la llantina. El mejor remedio que se me ocurrió para aquello fue... hacer tazas de chocolate. Y funcionó bastante mejor de lo que me habia esperado. Total, con Catherine y Rhaegar daba resultados, no? Este crío no podía ser más arisco de lo que había sido Rhaegar.
Tuve entre medias algo de tiempo libre para ir a preparar todo lo que Anteia me había dicho.
Transcurrió un tiempo indeterminado hasta que lo tuve todo preparado, aunque conté con algo de ayuda....de otros planos. Así Ivanov se iría acostumbrando a su presencia.
Cuando quise parar un rato, me di cuenta de que tenía mensajes atrasados, de Catherine. Me puse a leerlos rapidamente y al hacerlo, me faltó tiempo para ponerme de nuevo en pie.
- Ivanov, toca paseo. - aun tenia que solucionar lo de su hermano....tenía que volver con su legítima madre. A saber que había sido del padre de ese otro. Dudé un momento en si debía abrigarlo o no. Al final lo hice, con un gorro ruso que tenia mio por ahi. Le quedaba enorme.
Sali del sotano, dejandolo sellado y vacío
Tuve entre medias algo de tiempo libre para ir a preparar todo lo que Anteia me había dicho.
Transcurrió un tiempo indeterminado hasta que lo tuve todo preparado, aunque conté con algo de ayuda....de otros planos. Así Ivanov se iría acostumbrando a su presencia.
Cuando quise parar un rato, me di cuenta de que tenía mensajes atrasados, de Catherine. Me puse a leerlos rapidamente y al hacerlo, me faltó tiempo para ponerme de nuevo en pie.
- Ivanov, toca paseo. - aun tenia que solucionar lo de su hermano....tenía que volver con su legítima madre. A saber que había sido del padre de ese otro. Dudé un momento en si debía abrigarlo o no. Al final lo hice, con un gorro ruso que tenia mio por ahi. Le quedaba enorme.
Sali del sotano, dejandolo sellado y vacío
A ver, vamos a enumerar cosas a las que no había podido asistir por estar ocupándose del censo: el carnaval, el hinamatsuri, el día de San Patricio y varios cumpleaños. Ahora veamos cuánto progreso el censo desde el mes pasado: 0 progreso. Fantástico. Mientras caminaba con los pies descalzos hacia la residencia del experto en magia negra, revisó por última vez todas las respuestas que había preparado y las envió. Conjuró también un patronus con forma de nutria que salió disparado en busca de su destinatario. Suspiró y observó en su mano el recipiente cilíndrico en el que una sustancia oscura flotaba. Había dejado registrado en las dependencias de la Guardia de Ouroboros que él retiró la muestra y que se la entregaría a Matvey Rasputín.
Llevaba su ropa habitual para la ocasión, las mallas del traje volador especial para elementaristas del aire que se adherían a su cuerpo como una segunda piel, la bolsa que le cruzaba el pecho llena de cosas variadas, los guanteletes de acero negro cubrían sus manos y la vara alargada que utilizaba para pastorear. El perfume a limpio lo envolvía, llevaba suelto el pelo castaño que le llegaba hasta los hombros y la angulosa mandíbula estaba definida por la barba de unos días. Últimamente se había sentido más el calor y todo se preparaba para darle la bienvenida a la primavera. Por su parte, la residencia del mago oscuro emitía vibras turbias de manera perpetua. Se acercó a la entrada, estremeciéndose al notar la presencia del ghoul.
-Soy Adael Cohen, dile a Matvey Rasputín que quiero verlo por favor.- Le dijo con la esperanza de que el hombre se encuentre allí y recargó un poco de su peso en la vara con una postura relajada mientras aguardaba.
Llevaba su ropa habitual para la ocasión, las mallas del traje volador especial para elementaristas del aire que se adherían a su cuerpo como una segunda piel, la bolsa que le cruzaba el pecho llena de cosas variadas, los guanteletes de acero negro cubrían sus manos y la vara alargada que utilizaba para pastorear. El perfume a limpio lo envolvía, llevaba suelto el pelo castaño que le llegaba hasta los hombros y la angulosa mandíbula estaba definida por la barba de unos días. Últimamente se había sentido más el calor y todo se preparaba para darle la bienvenida a la primavera. Por su parte, la residencia del mago oscuro emitía vibras turbias de manera perpetua. Se acercó a la entrada, estremeciéndose al notar la presencia del ghoul.
-Soy Adael Cohen, dile a Matvey Rasputín que quiero verlo por favor.- Le dijo con la esperanza de que el hombre se encuentre allí y recargó un poco de su peso en la vara con una postura relajada mientras aguardaba.
Estaba intentando dormir a Ivanov, una tarea algo complicada... Acabé recitandole el tercer salmo del libro quinto de Vladimir Rasputin, donde recopilaba el rezo para levantar a los muertos que en vida habían robado el vodka a sus abuelos. Algo raro, pero al niño le funcionó, y ya que no me sabía nanas eso dio resultado. Quizá hasta acabara aprendiendo ruso.
Atenue las luces viendo que habían varios mensajes y los leí por encima. Al poco mi ghoul me avisó de la visita de Adael, así que desaparecí del dormitorio y apreci en la puerta del sótano, abriéndola para dar la bienvenida a Adael.
Lo observé atentamente, sin ser rudo, apreciando ciertos cambios en el....
- ... Me alegro de verte mejor, Cohen. Al menos por fuera.
Por dentro seguiría llevando el duelo a su manera.
- quieres pasar?
Le ofrecí haciéndome a un lado, esperando que pudiéramos aclarar los puntos que había leído en su mensaje.
Adentro hacia frío, como era habitual... El brasero de llamas azules no calentaba y yo no llevaba el pesado abrigo de siempre, iba más ligero y con el pelo atado por detrás.
- puedo ofrecerte algo de beber... Aunque no esperes que sea te.
"Vodka o chocolate"
Atenue las luces viendo que habían varios mensajes y los leí por encima. Al poco mi ghoul me avisó de la visita de Adael, así que desaparecí del dormitorio y apreci en la puerta del sótano, abriéndola para dar la bienvenida a Adael.
Lo observé atentamente, sin ser rudo, apreciando ciertos cambios en el....
- ... Me alegro de verte mejor, Cohen. Al menos por fuera.
Por dentro seguiría llevando el duelo a su manera.
- quieres pasar?
Le ofrecí haciéndome a un lado, esperando que pudiéramos aclarar los puntos que había leído en su mensaje.
Adentro hacia frío, como era habitual... El brasero de llamas azules no calentaba y yo no llevaba el pesado abrigo de siempre, iba más ligero y con el pelo atado por detrás.
- puedo ofrecerte algo de beber... Aunque no esperes que sea te.
"Vodka o chocolate"
Ah! y el Día Pi ¡¿El Día de Darwin es en febrero?! &$!#%... Cuando la puerta se abrió y vió ante él al Descendiente de Rasputín lo saludó con una reverencia cortés. Ante sus palabras alzó las cejas y asintió suavemente con la cabeza como diciendo “y si, puedo verme presentable por fuera pero estar hecho un desastre por dentro” -Es la barba, conseguí emparejarla, aunque no te acostumbres a verme con ella, me da comezón.- Dijo en broma y se rascó el mentón. -Los consejos son bienvenidos.- Comentó tras desviar la mirada al espeso y prolijo vello facial del contrario. -Yo también me alegro de verte bien.- Chistes aparte, estaba feliz de que estuviera vivo.
Avanzó al interior de la estancia ante la invitación ya que, aunque la residencia le ponía los pelos de punta, le pareció sensato entregarle la muestra dentro, además habría más privacidad para charlar... ¿verdad? Recorrió el lugar con la mirada deteniéndose en el calentador de llamas azules y le llamó la atención el frío allí siendo que estaba encendido. ¿No conseguía calentar porque la sala era demasiado grande?¿tenía que ver con seres de otro plano?¿o el fuego azul calentaba cuando le venía en gana? Sopló por la nariz esbozando una leve sonrisa, en una especie de breve risa, le hizo gracia algo en el tono en el que el hombre dijo que no espere que le ofrezca té.
-No, gracias, no quiero quitarte mucho tiempo. Ten.- Dijo ofreciéndole el recipiente cilíndrico cerrado que contenía una sustancia oscura flotando. -Es la muestra de la sustancia que encontraron en la zona inexplorada, dejé asentado en la Guardia que yo lo retiré y que te lo entregaría a tí.- En ese momento lo miró a los ojos y un pensamiento lo golpeó como un rayo. ¿Matvey podría hacer que sus seres queridos vuelvan? La pregunta quedó plasmada en su expresión mientras debatía internamente. Traería consecuencias desafiar de esa forma el divino designio, aunque esté debió haber considerado las habilidades de Rasputín… no, no, esa clase de magia es oscura e impredecible. El no había ganado… pero la idea siguió dando vueltas en su cabeza. Dejó la vara apoyada en la pared, al lado de la puerta principal, se quitó los guanteletes mientras caminaba hacia el brasero y se detuvo cerca para extender una mano para probar si el fuego calentaba o no. -¿Me prestas papel y pluma así hacemos lo de la citación?-
Avanzó al interior de la estancia ante la invitación ya que, aunque la residencia le ponía los pelos de punta, le pareció sensato entregarle la muestra dentro, además habría más privacidad para charlar... ¿verdad? Recorrió el lugar con la mirada deteniéndose en el calentador de llamas azules y le llamó la atención el frío allí siendo que estaba encendido. ¿No conseguía calentar porque la sala era demasiado grande?¿tenía que ver con seres de otro plano?¿o el fuego azul calentaba cuando le venía en gana? Sopló por la nariz esbozando una leve sonrisa, en una especie de breve risa, le hizo gracia algo en el tono en el que el hombre dijo que no espere que le ofrezca té.
-No, gracias, no quiero quitarte mucho tiempo. Ten.- Dijo ofreciéndole el recipiente cilíndrico cerrado que contenía una sustancia oscura flotando. -Es la muestra de la sustancia que encontraron en la zona inexplorada, dejé asentado en la Guardia que yo lo retiré y que te lo entregaría a tí.- En ese momento lo miró a los ojos y un pensamiento lo golpeó como un rayo. ¿Matvey podría hacer que sus seres queridos vuelvan? La pregunta quedó plasmada en su expresión mientras debatía internamente. Traería consecuencias desafiar de esa forma el divino designio, aunque esté debió haber considerado las habilidades de Rasputín… no, no, esa clase de magia es oscura e impredecible. El no había ganado… pero la idea siguió dando vueltas en su cabeza. Dejó la vara apoyada en la pared, al lado de la puerta principal, se quitó los guanteletes mientras caminaba hacia el brasero y se detuvo cerca para extender una mano para probar si el fuego calentaba o no. -¿Me prestas papel y pluma así hacemos lo de la citación?-
Adael intentando hacer una broma de barbas....lo miré de reojo con lo que se intuía era...una sonrisa? Algo así. Una de mis cejas se había levantado.
- Oh...esto...? - se refería a la mia, asi que pasé una mano por la barba de mi mentón. - Es gracias a un pacto que hice con un demonio. - yo también sabía bromear.
Ya estabamos dentro del sotano cuando me rechazó la bebida y me dio el encargo. Dejé la botella sobre la mesa con un gesto leve de mis hombros, y fui a coger el cilindro. Lo levanté a la altura de mis ojos.
"Mmm....tendré que hacerle unas cuantras pruebas"
- Gracias por traerlo. Me pondré con ello enseguida. - noté su mirada clavada en mi, y desvié los ojos de la sustancia a los suyos. No me hacía falta leer su mente para saber que estaba pensando. Tenía la misma expresión que Catherine cuando me preguntó sobre si era posible resucitar a sus seres queridos.
¿Se atrevería a preguntarme él? O era una duda que consideraba demasiado oscura como para lanzarla?
- La citación para los Pendragon? Sí...aunque no creo que sea buena idea pedirles rellenar el censo si aun no sabemos si se van a quedar. Dejemos eso para despues de hablar con ellos. - le hice un gesto para que viniera a mi escritorio, donde preparé pergamino y pluma. - En otra línea....mandé a los guardias a llevar al hijo mayor de Adele con ella, lo dejaron en el castillo de las montañas, alli podrá volver con su madre....ya que está aliada con los Pendragon...ahora es asunto suyo. No estuviste presente en la fiesta donde ocurrió aquello con Adele, verdad? Que es lo que te contó ella? -porque con Catherine, habia intentado lo mismo...
Sentía que tenía mas cosas que aclarar con Adael, ademas de lo de los Pendragon....Adele....el mago oscuro que habia mencionado...ah, el censo....me tocaba rellenar e incluir a Ivanov. Guardé el cilindro de la sustancia oscura en un cofre, lo cerré con llave, y lo guardé en uno de los estantes de mi escritorio, hasta que pudiera comenzar con el análisis.
En ese preciso instante noté algo. En la garganta. Como si un nudo la cerrara. Carraspeé, incómodo. El sello de Lyosha... sin duda era algo relacionado con ella. Su energía. Noté la quemazón durante varios segundos, no era doloroso, pero algo no le iba del todo bien a la revenant. Al final, tomé la botella y me serví un vaso, para calmar la sensacion.
- Seguro que no quieres?
- Oh...esto...? - se refería a la mia, asi que pasé una mano por la barba de mi mentón. - Es gracias a un pacto que hice con un demonio. - yo también sabía bromear.
Ya estabamos dentro del sotano cuando me rechazó la bebida y me dio el encargo. Dejé la botella sobre la mesa con un gesto leve de mis hombros, y fui a coger el cilindro. Lo levanté a la altura de mis ojos.
"Mmm....tendré que hacerle unas cuantras pruebas"
- Gracias por traerlo. Me pondré con ello enseguida. - noté su mirada clavada en mi, y desvié los ojos de la sustancia a los suyos. No me hacía falta leer su mente para saber que estaba pensando. Tenía la misma expresión que Catherine cuando me preguntó sobre si era posible resucitar a sus seres queridos.
¿Se atrevería a preguntarme él? O era una duda que consideraba demasiado oscura como para lanzarla?
- La citación para los Pendragon? Sí...aunque no creo que sea buena idea pedirles rellenar el censo si aun no sabemos si se van a quedar. Dejemos eso para despues de hablar con ellos. - le hice un gesto para que viniera a mi escritorio, donde preparé pergamino y pluma. - En otra línea....mandé a los guardias a llevar al hijo mayor de Adele con ella, lo dejaron en el castillo de las montañas, alli podrá volver con su madre....ya que está aliada con los Pendragon...ahora es asunto suyo. No estuviste presente en la fiesta donde ocurrió aquello con Adele, verdad? Que es lo que te contó ella? -porque con Catherine, habia intentado lo mismo...
Sentía que tenía mas cosas que aclarar con Adael, ademas de lo de los Pendragon....Adele....el mago oscuro que habia mencionado...ah, el censo....me tocaba rellenar e incluir a Ivanov. Guardé el cilindro de la sustancia oscura en un cofre, lo cerré con llave, y lo guardé en uno de los estantes de mi escritorio, hasta que pudiera comenzar con el análisis.
En ese preciso instante noté algo. En la garganta. Como si un nudo la cerrara. Carraspeé, incómodo. El sello de Lyosha... sin duda era algo relacionado con ella. Su energía. Noté la quemazón durante varios segundos, no era doloroso, pero algo no le iba del todo bien a la revenant. Al final, tomé la botella y me serví un vaso, para calmar la sensacion.
- Seguro que no quieres?
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