Recuerdo del primer mensaje :
Residencia de Rasputín. Es un sótano de base muy amplia que consta de dos niveles. Tiene una unica entrada que suele estar vigilada por un demonio ghoul, no deja entrar a nadie si el Descendiente de Rasputín no lo considera así. En el nivel superior se encuentran las estancias de descanso, habitaciones y demas salas para menesteres de la vida. Asi como una biblioteca. En el nivel inferior al cual se accede por una angosta escalera de caracol de piedra se encuentra una unica sala muy grande llena de libros prohibidos sobre los cuales pesan maldiciones contra lectores indeseados, insumos para invocaciones (algunos metidos en desagradables tarros), mesas, fogatas, telares y muchos simbolos arcanos plasmados aqui y allá. Una atmosfera en al cual se respira la oscuridad. Hay un arcón cerrado con siete cerraduras en un recóndito lugar de éste. Nunca se ha abierto.
Lyosha Svensson
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-Ah, qué sensible. Te hacía más… - No terminó la frase, sino que siguió siendo una puta pesada…Y también porque la estaba estrangulando demasiado. Tenía que robarle fuerza pero no podía hacer tantas cosas a la vez -Más- Finalizó y movió las dagas de arriba hacia bajo antes de retirarla. Lo mejor, para controlarlo era ponerle unas esposas pero era prudente continuar con el sello y parte de su mente estaba allí, controlando las dagas que dibujaban en el piso de Matvey.
La falta de aire estaba empezando a pasarle factura, subió una mano para arrancar los dedos de Matvey de su garganta, midiendo su muñeca en el proceso porque se dio cuenta de que el dolor no estaba causándole nada. De acuerdo, entonces, tenía que optar por llamar a Matvey mientras debilitaba al demonio.
Pensar, debía pensar. Pero el aire… se removió inútilmente mientras cambiaba de posición y movía el metal de las dagas hacia sus manos a ver si podía hacer palanca para quitárselo de encima. Podía sentir el peso de la muerte, la fría caricia de sus dedos y casi pareció que su propia alma estaba temblando. No le gustó la sensación.
Pero tuvo un momento de tregua, aunque sabía que era una envenenada cuando sintió el metal moverse contra ella. ¡ESA ESPADA SE LA HABÍA REGALADO ELLA! ¡SERÁ IMBÉCIL! El metal que había subido por sus manos se cerró en torno la muñeca de Matvey y Lyosha movió la mano con fuerza haciendo que el brazo cayera al piso, envió la cadena que había construido a fundirse contra los muelles de la puerta, había oído los gruñidos, mientras el hierro recubría también la mano del nigromante. Quiso hacer lo mismo con la otra mano, deshaciendo parte de la espada para que se moviera hacia la muñeca de Matvey antes de que la hiriera, pero no fue posible y el hierro que se había dividido cayó al piso. Lyosha era una excelente guerrera pero estaba estableciendo prioridades y esa…era el sello, así que gran parte de su concentración estaba allí.
La espada se le clavó en el abdomen atravesando la armadura y robándole un gruñido, miró hacia el ruso con rabia mal contenida mientras se reía. Una maravillosa escena de psicosis. El dolor la despertaba y aquel era…muy bueno. Pero había sobrevivido peores. Evaluó de nuevo su posición y supo que debía alejarse, porque podía levantar la espada y partirla en dos así que decidió poner distancia entre ellos, arrastrándose hacia atrás y viendo a su alrededor cómo las dagas habían perdido su magia sin terminar el sello.
"Es temporal. Es...temporal"
-¡¿Y ASÍ QUIERES QUE TE INVITE VODKA?!-
porcentaje del sello hecho? Porque si la vamos a liar, hay que liarla como se debe
La falta de aire estaba empezando a pasarle factura, subió una mano para arrancar los dedos de Matvey de su garganta, midiendo su muñeca en el proceso porque se dio cuenta de que el dolor no estaba causándole nada. De acuerdo, entonces, tenía que optar por llamar a Matvey mientras debilitaba al demonio.
Pensar, debía pensar. Pero el aire… se removió inútilmente mientras cambiaba de posición y movía el metal de las dagas hacia sus manos a ver si podía hacer palanca para quitárselo de encima. Podía sentir el peso de la muerte, la fría caricia de sus dedos y casi pareció que su propia alma estaba temblando. No le gustó la sensación.
Pero tuvo un momento de tregua, aunque sabía que era una envenenada cuando sintió el metal moverse contra ella. ¡ESA ESPADA SE LA HABÍA REGALADO ELLA! ¡SERÁ IMBÉCIL! El metal que había subido por sus manos se cerró en torno la muñeca de Matvey y Lyosha movió la mano con fuerza haciendo que el brazo cayera al piso, envió la cadena que había construido a fundirse contra los muelles de la puerta, había oído los gruñidos, mientras el hierro recubría también la mano del nigromante. Quiso hacer lo mismo con la otra mano, deshaciendo parte de la espada para que se moviera hacia la muñeca de Matvey antes de que la hiriera, pero no fue posible y el hierro que se había dividido cayó al piso. Lyosha era una excelente guerrera pero estaba estableciendo prioridades y esa…era el sello, así que gran parte de su concentración estaba allí.
La espada se le clavó en el abdomen atravesando la armadura y robándole un gruñido, miró hacia el ruso con rabia mal contenida mientras se reía. Una maravillosa escena de psicosis. El dolor la despertaba y aquel era…muy bueno. Pero había sobrevivido peores. Evaluó de nuevo su posición y supo que debía alejarse, porque podía levantar la espada y partirla en dos así que decidió poner distancia entre ellos, arrastrándose hacia atrás y viendo a su alrededor cómo las dagas habían perdido su magia sin terminar el sello.
"Es temporal. Es...temporal"
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El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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- cuidado con lo que deseas, puede que lo obtengas.- advirtió el verdugo cuando ella dijo que esperaba que fuera "mas", mientras las llamas del brasero ardian negras y emitían un frio mortal o más correctamente dicho... Consumían todo el calor de su alrededor.
El cadáver reanimado no podía cruzar la puerta y Lyosha se encargó de reforzarla. Valqar esbozó una tetrica sonrisa al verla atravesada por el acero, sabia que habia sido un regalo de ella a él con lo cual la ironía lo hacía mejor.
- lo que está muerto debe quedarse muerto, Svensson. Vosotros no sois excepción.
Se dio cuenta que le había inmovilizado una de las manos, la que no tenía la espada que ahora estaba medio destruida, mediante un grillete que envolvía su puño y fijado a la cadena.
Él seguía sangrando y ella... Más todavía. Se rió demostrando su locura y se retiró de él.
- tienes miedo a morir... No.... Tienes miedo a que tu legado se olvide tan pronto como mudan las estaciones.
Negó cuando llamó al nigromante con esa frase.
- él no está. - todavía. Lo notaba luchando por salir a la superficie. Observó el círculo de protección, estaba muy avanzado pero...
- no estas cansada? - señaló su herida, sabia lo que hacía esa espada. Además no parecía contar con que ahora, el verdugo podía usar la magia de matvey porque...
Desapareció, trasladanose fuera de ese círculo y dejando atras aquella cadena, apareciendo tras ella.
- vas a sufrir antes del fin. - porque ahora estaba a su merced, y la golpeó en la herida del abdomen sin compasión.
2/7
El cadáver reanimado no podía cruzar la puerta y Lyosha se encargó de reforzarla. Valqar esbozó una tetrica sonrisa al verla atravesada por el acero, sabia que habia sido un regalo de ella a él con lo cual la ironía lo hacía mejor.
- lo que está muerto debe quedarse muerto, Svensson. Vosotros no sois excepción.
Se dio cuenta que le había inmovilizado una de las manos, la que no tenía la espada que ahora estaba medio destruida, mediante un grillete que envolvía su puño y fijado a la cadena.
Él seguía sangrando y ella... Más todavía. Se rió demostrando su locura y se retiró de él.
- tienes miedo a morir... No.... Tienes miedo a que tu legado se olvide tan pronto como mudan las estaciones.
Negó cuando llamó al nigromante con esa frase.
- él no está. - todavía. Lo notaba luchando por salir a la superficie. Observó el círculo de protección, estaba muy avanzado pero...
- no estas cansada? - señaló su herida, sabia lo que hacía esa espada. Además no parecía contar con que ahora, el verdugo podía usar la magia de matvey porque...
Desapareció, trasladanose fuera de ese círculo y dejando atras aquella cadena, apareciendo tras ella.
- vas a sufrir antes del fin. - porque ahora estaba a su merced, y la golpeó en la herida del abdomen sin compasión.
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Lyosha Svensson
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No le gustó su advertencia y decidió que tenía que empezar a morderse la lengua o a elegir bien sus palabras a la hora de hablarle a aquel demonio. Ignoró su advertencia porque no podía darle vueltas y vueltas a las palabras que le decía o perdería más concentración.
La mención de uno de sus miedos le heló la sangre y mientras el frío seguía colándose en su cuerpo, Lyosha recordó lo que había pensado cuando resucitó: ¿Por qué mierda los Souls no reinaban el mundo después de que ella sacrificara su vida por ellos?
¿Era por eso que ahora no se sentía tan identificada con esa misión? ¿Por qué quería algo más personal?
-Claro que está - Le espetó arrugando la nariz -Y te está dejando jugar- Le advirtió y al seguir el rumbo de su mirada, maldijo pero aún así cogió todas las dagas que estaban a su alrededor porque Lyosha podría parecer peleaba exclusivamente a distancia con su poder de metal pero la verdad es que era experta en el uso de armas blancas y sabía muy bien cómo hacer daño con ellas y también como inmovilizar a alguien. Respondió a su pregunta con un gruñido, mostrándole los dientes de forma felina.
Iba a ir a por Matvey cuando lo vio desaparecerse, soltando una maldición en voz alta. Por un breve instante pensó que el demonio se había ido a desperdigar sus poderes por el mundo, pero la presencia demoníaca tras ella disparó todos sus sentidos. Intentó desviar el golpe al moverse pero no lo logró del todo y gruñó de vuelta, mientras se ponía hacia un lado y usaba una de las dagas para cortar los tendones de la parte trasera de las piernas de Matvey. Podría decirle lo siento pero…
Maldita sea ¿Cuánto tardaba en volver su magia?
Se incorporó como pudo y se puso en el centro del círculo, si quería ir a por ella iba a tener que entrar allí. Contaba con varias dagas pequeñas así que las haría contar. Vio las heridas de los hombros preguntándose porque no había calculado bien y lo había inmovilizado. ¿Tenía miedo de hacerle demasiado daño al nigromante? Observó su mirada oscurecida y movió la cabeza brevemente cuando la figura se dividió en dos -Quizás es mi fin lo que estoy buscando. ¿Te has preguntado eso, Valqar?- porque a fin de cuentas, lo que había dejado pendiente en su otra vida no parecía que iba a cumplirlo en esta. Se llevó la mano al costado, apretando para tratar de parar la hemorragia.
La mención de uno de sus miedos le heló la sangre y mientras el frío seguía colándose en su cuerpo, Lyosha recordó lo que había pensado cuando resucitó: ¿Por qué mierda los Souls no reinaban el mundo después de que ella sacrificara su vida por ellos?
¿Era por eso que ahora no se sentía tan identificada con esa misión? ¿Por qué quería algo más personal?
-Claro que está - Le espetó arrugando la nariz -Y te está dejando jugar- Le advirtió y al seguir el rumbo de su mirada, maldijo pero aún así cogió todas las dagas que estaban a su alrededor porque Lyosha podría parecer peleaba exclusivamente a distancia con su poder de metal pero la verdad es que era experta en el uso de armas blancas y sabía muy bien cómo hacer daño con ellas y también como inmovilizar a alguien. Respondió a su pregunta con un gruñido, mostrándole los dientes de forma felina.
Iba a ir a por Matvey cuando lo vio desaparecerse, soltando una maldición en voz alta. Por un breve instante pensó que el demonio se había ido a desperdigar sus poderes por el mundo, pero la presencia demoníaca tras ella disparó todos sus sentidos. Intentó desviar el golpe al moverse pero no lo logró del todo y gruñó de vuelta, mientras se ponía hacia un lado y usaba una de las dagas para cortar los tendones de la parte trasera de las piernas de Matvey. Podría decirle lo siento pero…
Maldita sea ¿Cuánto tardaba en volver su magia?
Se incorporó como pudo y se puso en el centro del círculo, si quería ir a por ella iba a tener que entrar allí. Contaba con varias dagas pequeñas así que las haría contar. Vio las heridas de los hombros preguntándose porque no había calculado bien y lo había inmovilizado. ¿Tenía miedo de hacerle demasiado daño al nigromante? Observó su mirada oscurecida y movió la cabeza brevemente cuando la figura se dividió en dos -Quizás es mi fin lo que estoy buscando. ¿Te has preguntado eso, Valqar?- porque a fin de cuentas, lo que había dejado pendiente en su otra vida no parecía que iba a cumplirlo en esta. Se llevó la mano al costado, apretando para tratar de parar la hemorragia.
- uhm...no. No me está dejando jugar. Sabes eso que no te ha dicho? Eso de que hay pocas formas de matarlo? Pues yo sé cuál es. Sé exactamente lo que piensa...
Y ahora estaba gritando para que Valqar se detuviera y dejase a Lyosha. El demonio puso cara de disgusto, incluso dolor, y meneó la cabeza. Si, que usaran la magia su autentico nombre era doloroso. Y era justo lo que el nigromante había empezado a hacer.
- voy a matarte, y luego a él, que me tiene prisionero en esta jaula- o no, pero gustaba de causar confusión... Lyosha no podía saber cómo de en serio hablaba.
Al aparecer tras ella y atacarla la mujer se revolvió como un gato panzarriba cortando los tendones de la parte trasera de la rodilla del mago, con lo que se fue directo al suelo de rodillas.
-... Eso... Eso le ha dolido. Buscas tu fin? Lo tendrás. Puedo invertir el orden de lo que he dicho antes... - primero él... Luego poseería a alguien de esa isla, alguien poderoso pero que no pudiera controlarlo e iría a por ella, mantendría un perfil bajo hasta eliminar a esos revenant.
Ella había entrado al círculo y el meneó un poco la cabeza con desaprobación, indicándole que no iba a caer en eso.
- ahí te quedas- dio la vuelta y fue hacia la puerta, el nigromante debía saber cómo acceder a ella y sabía cómo era por dentro, podría usar un portal, pero acceder a los poderes del mago mientras se resistía era igual que cuando el intentaba hacerlo del revés.
____
3/7
Éxito logra portal a la parte secreta del sótano
Fallo te joes
Y ahora estaba gritando para que Valqar se detuviera y dejase a Lyosha. El demonio puso cara de disgusto, incluso dolor, y meneó la cabeza. Si, que usaran la magia su autentico nombre era doloroso. Y era justo lo que el nigromante había empezado a hacer.
- voy a matarte, y luego a él, que me tiene prisionero en esta jaula- o no, pero gustaba de causar confusión... Lyosha no podía saber cómo de en serio hablaba.
Al aparecer tras ella y atacarla la mujer se revolvió como un gato panzarriba cortando los tendones de la parte trasera de la rodilla del mago, con lo que se fue directo al suelo de rodillas.
-... Eso... Eso le ha dolido. Buscas tu fin? Lo tendrás. Puedo invertir el orden de lo que he dicho antes... - primero él... Luego poseería a alguien de esa isla, alguien poderoso pero que no pudiera controlarlo e iría a por ella, mantendría un perfil bajo hasta eliminar a esos revenant.
Ella había entrado al círculo y el meneó un poco la cabeza con desaprobación, indicándole que no iba a caer en eso.
- ahí te quedas- dio la vuelta y fue hacia la puerta, el nigromante debía saber cómo acceder a ella y sabía cómo era por dentro, podría usar un portal, pero acceder a los poderes del mago mientras se resistía era igual que cuando el intentaba hacerlo del revés.
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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La advertencia de que Valqar sí sabía el secreto de Matvey hizo que algo dentro de ella se tensara. Aquello…Era peligroso. Demasiado peligroso porque cualquier demonio que se preciara decidiría matar al nigromante que lo tenía atado aquel plano bajo sus órdenes.
Está bien. La próxima vez le haría caso a Matvey.
Si había próxima vez.
La declaración de intenciones hizo que dibujara una mueca que pronto se convirtió en una sonrisa -Grandes expectativas- Mencionó antes de contratacar e irse al centro del símbolo sin perderle de vista, escuchando aquello de que podía invertir el orden. Lyosha apretó los dedos alrededor de las dagas que empuñaba. No podía dejarle ver ni un atisbo de su preocupación -Tengo el ego herido…- Se llevó la mano libre contra el corazón -Pensé que una renacida sería siempre tu prioridad...Por lo de ...romper tus estúpidas normas-
Maldijo cuando Valqar no fue a por ella, pero mientras lo veía arrastrarse a la puerta sintió entonces el atisbo de su magia volver y no tardó ni medio segundo en reaccionar: Completó el sello y mientras lo hacía alzó la mano convocando su magia para arrastrar la cadena que había pegado a la puerta, rompiendo los muelles para convertirlos en otra cadena y coger a Matvey del cuello, arrastrándolo dentro del sello con esfuerzo mientras ella salía. Vio las líneas encenderse y supo que lo había hecho bien, algo dentro de ella se relajó pero sabía que la batalla no acababa ahí.
El gruñido de esfuerzo retumbó en toda la sala pero Lyosha no dubitó mucho y antes de seguir chorreando por todos los sitios activó la piedra que había adquirido recientemente y que detenía los sangrados. Una cosa menos, el dolor…Bueno, batallaría con él. Alzó la vista iracunda hacia el demonio y le arrebató la espada de un movimiento -Me gustas- Le confesó pensando que era un oponente digno con una sonrisita antes de convocar una de las sillas y dirigirla a su cabeza buscando noquearlo de una maldita vez con el golpe.
Acaba el sello? Sep!
Está bien. La próxima vez le haría caso a Matvey.
Si había próxima vez.
La declaración de intenciones hizo que dibujara una mueca que pronto se convirtió en una sonrisa -Grandes expectativas- Mencionó antes de contratacar e irse al centro del símbolo sin perderle de vista, escuchando aquello de que podía invertir el orden. Lyosha apretó los dedos alrededor de las dagas que empuñaba. No podía dejarle ver ni un atisbo de su preocupación -Tengo el ego herido…- Se llevó la mano libre contra el corazón -Pensé que una renacida sería siempre tu prioridad...Por lo de ...romper tus estúpidas normas-
Maldijo cuando Valqar no fue a por ella, pero mientras lo veía arrastrarse a la puerta sintió entonces el atisbo de su magia volver y no tardó ni medio segundo en reaccionar: Completó el sello y mientras lo hacía alzó la mano convocando su magia para arrastrar la cadena que había pegado a la puerta, rompiendo los muelles para convertirlos en otra cadena y coger a Matvey del cuello, arrastrándolo dentro del sello con esfuerzo mientras ella salía. Vio las líneas encenderse y supo que lo había hecho bien, algo dentro de ella se relajó pero sabía que la batalla no acababa ahí.
El gruñido de esfuerzo retumbó en toda la sala pero Lyosha no dubitó mucho y antes de seguir chorreando por todos los sitios activó la piedra que había adquirido recientemente y que detenía los sangrados. Una cosa menos, el dolor…Bueno, batallaría con él. Alzó la vista iracunda hacia el demonio y le arrebató la espada de un movimiento -Me gustas- Le confesó pensando que era un oponente digno con una sonrisita antes de convocar una de las sillas y dirigirla a su cabeza buscando noquearlo de una maldita vez con el golpe.
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El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Falló miserablemente intentando usar los poderes del mago para abrir un portal hacia la parte "prohibida" del sotano, aquel subterráneo desde el cual estaba intentando salir el cadáver reanimado, y donde sabía que guardaba aquello que de poseerlo, a él le permitiría ser libre. Exhaló perdiendo la paciencia cuando la mujer le echó una cadena al cuello, y su aliento se convirtió en una nube de vapor debido al intenso frío que hacía.
Sujetó la cadena para intenntar evitar que lo arrastrara pero pareció que su magia habia vuelto y acabó dentro del circulo de protección antidemonios.
- Lo has terminado? - y sin defectos, al parecer, porque las lineas brillaron al entrar él, y notó sus poderes mermados. Le arrebató la espada, y con la cadena en el cuello y los tendones de las piernas cercenados, apenas podía moverse. Ademas ese cuerpo estaba perdiendo mucha sangre, pero bien sabía que eso no le habia impedido moverse otras veces... - Crees que destrozando esta jaula de carne me vas a detener? al contrario, me haces un favor... - con la mano libre, agarró uno de los trozos del vaso roto, que habian quedado dentro del círculo, de los más grandes. Pensó que si no podía acabar con el nigromante, escaparía de él. Asi que se rasgó las vendas que llevaba en los antebrazos y comenzó a cortarse para borrar los "tatuajes". A la revenant le quedaba poca energía, y poca sangre....
Una silla le dio en la cabeza, deteniendo su tarea con el vidrio momentáneamente. Se quedó tirado de lado en el suelo unos instantes...antes de incorporarse levemente y usar los poderes del mago para romper todo el vidrio que habia en aquella sala con una serie de pequeñas explosiones y enviarlo contra Lyosha de modo violento. El desperdicio de vodka, entre otros insumos, fue importante.
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Falló miserablemente intentando usar los poderes del mago para abrir un portal hacia la parte "prohibida" del sotano, aquel subterráneo desde el cual estaba intentando salir el cadáver reanimado, y donde sabía que guardaba aquello que de poseerlo, a él le permitiría ser libre. Exhaló perdiendo la paciencia cuando la mujer le echó una cadena al cuello, y su aliento se convirtió en una nube de vapor debido al intenso frío que hacía.
Sujetó la cadena para intenntar evitar que lo arrastrara pero pareció que su magia habia vuelto y acabó dentro del circulo de protección antidemonios.
- Lo has terminado? - y sin defectos, al parecer, porque las lineas brillaron al entrar él, y notó sus poderes mermados. Le arrebató la espada, y con la cadena en el cuello y los tendones de las piernas cercenados, apenas podía moverse. Ademas ese cuerpo estaba perdiendo mucha sangre, pero bien sabía que eso no le habia impedido moverse otras veces... - Crees que destrozando esta jaula de carne me vas a detener? al contrario, me haces un favor... - con la mano libre, agarró uno de los trozos del vaso roto, que habian quedado dentro del círculo, de los más grandes. Pensó que si no podía acabar con el nigromante, escaparía de él. Asi que se rasgó las vendas que llevaba en los antebrazos y comenzó a cortarse para borrar los "tatuajes". A la revenant le quedaba poca energía, y poca sangre....
Una silla le dio en la cabeza, deteniendo su tarea con el vidrio momentáneamente. Se quedó tirado de lado en el suelo unos instantes...antes de incorporarse levemente y usar los poderes del mago para romper todo el vidrio que habia en aquella sala con una serie de pequeñas explosiones y enviarlo contra Lyosha de modo violento. El desperdicio de vodka, entre otros insumos, fue importante.
Lyosha Svensson
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-Tengo un par de trucos bajo la manga- Espetó al demonio cuando lo escuchó, estaba bastante contenta con cómo habían salido los dos sellos. Generalmente, Astaroth y Khaled se encargaban de los demonios pero como le había dicho a Matvey: Tienes que conocer a tu enemigo. Así que Lyosha, tras su primer encuentro con los cazadores, había renovado todos los conocimientos nigrománticos que había aprendido en su vida pasada.
-Se llama Matvey. Es Descendiente de Rasputín- No era una jaula de carne. Joder, Matvey se había metido en un lío bárbaro con la elección de aquel demonio y estaba segura de que iba a arrepentirse tarde o temprano -¿Te suena el apellido, pequeño pedazo de mierda?- Preguntó respirando lentamente, tratando de regular su respiración pero la energía estaba empezando a pasar factura.
“Khaled, espero que me estés oyendo o estés haciendo mierdas telepáticas. ¡BELIALT! DILE QUE ME PRESTE SU MALDITA ATENCIÓN ¿Cómo reduzco a un verdugo? Valqar en específico”
Khaled debería estar sintiendo el vínculo parpadear. Vamos… Si no estaba pensando con su polla. Se humedeció los labios saboreando la sangre antes de escupirla viendo cómo empezaba a borrar las runas que ella misma había tallado -Con lo bonitas que me habían quedado- Murmuró antes de golpearle con la silla y Lyosha creyó que lo había noqueado pero no, cuando lo vio incorporarse gruñó. No podía permitir que borrara las runas. Movió las manos, convocando el metal en dos nuevas cadenas que cerró en torno a sus muñecas y luego fundió contra la pared, dejándolo expuesto hacia ella como un cristo.
-Eres un…- Iba a insultarlo cuando todo a su alrededor explotó, de forma literal. Lyosha no fue lo suficientemente rápida para alzar las manos y protegerse la cara pero cubrió algo de su cuerpo con una ligera armadura. El vidrio que fue hacia ella acabó rajándole la cara en numerosas partes pero la sangre no manaba de las heridas, ni de aquellas en sus brazos ni tampoco del pedazo de vidrio que tenía clavado en el muslo derecho y que había comprometido su movimiento, haciéndola caer sobre esa rodilla. Soltó un jadeo antes de levantar la cara hacia él cuando vio varios de sus mechones blancos en el piso.
-Se llama Matvey. Es Descendiente de Rasputín- No era una jaula de carne. Joder, Matvey se había metido en un lío bárbaro con la elección de aquel demonio y estaba segura de que iba a arrepentirse tarde o temprano -¿Te suena el apellido, pequeño pedazo de mierda?- Preguntó respirando lentamente, tratando de regular su respiración pero la energía estaba empezando a pasar factura.
“Khaled, espero que me estés oyendo o estés haciendo mierdas telepáticas. ¡BELIALT! DILE QUE ME PRESTE SU MALDITA ATENCIÓN ¿Cómo reduzco a un verdugo? Valqar en específico”
Khaled debería estar sintiendo el vínculo parpadear. Vamos… Si no estaba pensando con su polla. Se humedeció los labios saboreando la sangre antes de escupirla viendo cómo empezaba a borrar las runas que ella misma había tallado -Con lo bonitas que me habían quedado- Murmuró antes de golpearle con la silla y Lyosha creyó que lo había noqueado pero no, cuando lo vio incorporarse gruñó. No podía permitir que borrara las runas. Movió las manos, convocando el metal en dos nuevas cadenas que cerró en torno a sus muñecas y luego fundió contra la pared, dejándolo expuesto hacia ella como un cristo.
-Eres un…- Iba a insultarlo cuando todo a su alrededor explotó, de forma literal. Lyosha no fue lo suficientemente rápida para alzar las manos y protegerse la cara pero cubrió algo de su cuerpo con una ligera armadura. El vidrio que fue hacia ella acabó rajándole la cara en numerosas partes pero la sangre no manaba de las heridas, ni de aquellas en sus brazos ni tampoco del pedazo de vidrio que tenía clavado en el muslo derecho y que había comprometido su movimiento, haciéndola caer sobre esa rodilla. Soltó un jadeo antes de levantar la cara hacia él cuando vio varios de sus mechones blancos en el piso.
Un portal demoníaco se abrió tras lyosha. No era solo que me hubiese llamado si no que, estando en el hospital con Zaphira, había notado a Lyosha debilitarse repentinamente. Qué podía estar haciendo en esa isla para caer asi de rápido?
Crucé el portal viendo que había llegado a un sótano que sin duda, rebosaba energía demoníaca.
- Lyo, he venido en cuanto me has llamado- dije en voz grave, acercándome a ella para cogerla de un brazo y ponerla en pie, tocando piel con piel para que absorbiera energía. Iba a decirle que más le valía que fuera algo importante porque había dejado a una recién nacida y a zaphira para venir, pero al ver su deplorable estado supe que lo era.
Además, para empezar, si no no me habría llamado. Observé el círculo de contención que había dibujado y las cadenas, y luego al demonio que estaba atado en el centro, en cuyo rostro apenas distinguí a Rasputin.
- quieres que lo mate,o que lo ayude?
Suponía que era lo último pero.... Empecé conjurando la llama, para rodear el círculo exterior y además, combatir aquel frío infernal con su contraparte.
Crucé el portal viendo que había llegado a un sótano que sin duda, rebosaba energía demoníaca.
- Lyo, he venido en cuanto me has llamado- dije en voz grave, acercándome a ella para cogerla de un brazo y ponerla en pie, tocando piel con piel para que absorbiera energía. Iba a decirle que más le valía que fuera algo importante porque había dejado a una recién nacida y a zaphira para venir, pero al ver su deplorable estado supe que lo era.
Además, para empezar, si no no me habría llamado. Observé el círculo de contención que había dibujado y las cadenas, y luego al demonio que estaba atado en el centro, en cuyo rostro apenas distinguí a Rasputin.
- quieres que lo mate,o que lo ayude?
Suponía que era lo último pero.... Empecé conjurando la llama, para rodear el círculo exterior y además, combatir aquel frío infernal con su contraparte.
La revenant no sangraba ni una gota y sin embargo estaba llena de heridas recién abiertas. El verdugo miró desde su posición como la había hecho caer, era muy útil poder usar los poderes de su recipiente. No mostraba demasiadas expresiones, ni para bien ni para mal, pero cuando las cadenas lo dejaron en atado y expuesto en posición de cruz frente a ella, estando de rodillas en el centro del círculo, sus ojos se estrecharon.
- y ahora que? Me tienes aquí hasta cuándo? Hasta que... Te descubran atacando a un descendiente y yo decida jugar el papel de Matvey? Hasta que consiga el modo de acceder a lo que tiene en el sótano? - los golpes del reanimado en la puerta habían dejado de oirse hacía un poco. Lo había mandado a hacer otra cosa. - o hasta que borre los símbolos que me tienen atrapado...ah, pero ya están prácticamente borradas. - el de un brazo al menos. Al haberse cortado tan profundo, la sangre caía e iba rellenando poco a poco los surcos que había tallado ella en el suelo. - lo noto... Él está cada vez más débil, ya casi no lo oigo
En eso estaba, pensando cómo eliminarlos hasta que apareció otro nigromante. Aquello le podía suponer un problema.
-Belialt ... - dijo con un tono contrariado.
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- y ahora que? Me tienes aquí hasta cuándo? Hasta que... Te descubran atacando a un descendiente y yo decida jugar el papel de Matvey? Hasta que consiga el modo de acceder a lo que tiene en el sótano? - los golpes del reanimado en la puerta habían dejado de oirse hacía un poco. Lo había mandado a hacer otra cosa. - o hasta que borre los símbolos que me tienen atrapado...ah, pero ya están prácticamente borradas. - el de un brazo al menos. Al haberse cortado tan profundo, la sangre caía e iba rellenando poco a poco los surcos que había tallado ella en el suelo. - lo noto... Él está cada vez más débil, ya casi no lo oigo
En eso estaba, pensando cómo eliminarlos hasta que apareció otro nigromante. Aquello le podía suponer un problema.
-Belialt ... - dijo con un tono contrariado.
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No quería contarle su plan al verdugo, no quería decirle que aún tenía la esperanza de que Matvey tomara el control aunque con cada segundo que pasaba y su energía se debilitaba, temía que no fuera a estar despierta para verlo. Despierta…o viva. El frío seguía haciendo mella y Lyosha sentía la piel tirante, los labios quebradizos y más extremidades entumecidas.
-Hasta que me dé la puta gana. No seas quejica- Le espetó deseando poder abrirle la boca y arrancarle de cuajo la lengua para que se callara. Pero entonces, cuando Matvey volviera (si lo hacía) iba a encontrarse con un muñón y se iba a enojar con ella. No quería eso. Vio hacia sus brazos cuando mencionó los símbolos notando que, en efecto, estaban casi borrados. Tenía el tiempo en contra y no estaba preparada para combatir a un demonio en todo su esplendor. Miró hacia la cocina, tendría que arrastrarse para encender la estufa y ver si era lo suficientemente fuerte para combatir ese frío… luego volver a tallarlas. Esta vez lo haría en la espalda para que no pudiera alcanzarlas. Matvey tenía una gran espalda… y Lyosha la iba a hacer suya.
-Irrelevante- Volvió la vista hacia él mientras intentaba ir hacia la cocina - Matvey cogió manías españolas y le gusta la siesta, no te confíes - Le soltó, irreverente como ella sola antes de que un portal se abriera tras ella. Cuando oyó la voz de Khaled tuvo que controlar su expresión para que no el demonio no viera algún signo de relajación que le dijera lo muy en la mierda en la que estaba. Cogió la mano de su hermano y cerró los ojos, tomando solo un poco de energía para no dejarlo débil.
-Ayudar…Matvey tiene cosas que pedirte y me has dicho que sea política… - Sonrió de lado mientras se arrancaba el pedazo de vidrio de la pierna para desecharlo en algún sitio -¿Que mejor que el favor de un Descendiente para la emperatriz romana de los Soul Reapers?- Inquirió alargando las manos a las llamas, tratando de que su preocupación por el nigromante ruso quedara bien reservada bajo aquella fachada política. Aunque no creía que Khaled se lo creyera para nada -Necesita entrenar- Murmuró mientras cojeaba hacia la mesa para coger los papeles de las teorías e irlos recogiendo -Así que nos lo llevamos a Italia…- Decisión tomada de forma unilateral y sin derecho a titubeó -Las marcas en sus brazos están casi borradas y son lo que mantienen a Valqar en su sitio- Le advirtió -¿Hacemos nuevas?- Preguntó de forma casi impersonal mientras miraba al sótano. La curiosidad le podía pero su estado físico gritaba: Como sigas así te vas a morir de verdad. Así que desechó la idea.
3/5 (piedra de sangre)
-Hasta que me dé la puta gana. No seas quejica- Le espetó deseando poder abrirle la boca y arrancarle de cuajo la lengua para que se callara. Pero entonces, cuando Matvey volviera (si lo hacía) iba a encontrarse con un muñón y se iba a enojar con ella. No quería eso. Vio hacia sus brazos cuando mencionó los símbolos notando que, en efecto, estaban casi borrados. Tenía el tiempo en contra y no estaba preparada para combatir a un demonio en todo su esplendor. Miró hacia la cocina, tendría que arrastrarse para encender la estufa y ver si era lo suficientemente fuerte para combatir ese frío… luego volver a tallarlas. Esta vez lo haría en la espalda para que no pudiera alcanzarlas. Matvey tenía una gran espalda… y Lyosha la iba a hacer suya.
-Irrelevante- Volvió la vista hacia él mientras intentaba ir hacia la cocina - Matvey cogió manías españolas y le gusta la siesta, no te confíes - Le soltó, irreverente como ella sola antes de que un portal se abriera tras ella. Cuando oyó la voz de Khaled tuvo que controlar su expresión para que no el demonio no viera algún signo de relajación que le dijera lo muy en la mierda en la que estaba. Cogió la mano de su hermano y cerró los ojos, tomando solo un poco de energía para no dejarlo débil.
-Ayudar…Matvey tiene cosas que pedirte y me has dicho que sea política… - Sonrió de lado mientras se arrancaba el pedazo de vidrio de la pierna para desecharlo en algún sitio -¿Que mejor que el favor de un Descendiente para la emperatriz romana de los Soul Reapers?- Inquirió alargando las manos a las llamas, tratando de que su preocupación por el nigromante ruso quedara bien reservada bajo aquella fachada política. Aunque no creía que Khaled se lo creyera para nada -Necesita entrenar- Murmuró mientras cojeaba hacia la mesa para coger los papeles de las teorías e irlos recogiendo -Así que nos lo llevamos a Italia…- Decisión tomada de forma unilateral y sin derecho a titubeó -Las marcas en sus brazos están casi borradas y son lo que mantienen a Valqar en su sitio- Le advirtió -¿Hacemos nuevas?- Preguntó de forma casi impersonal mientras miraba al sótano. La curiosidad le podía pero su estado físico gritaba: Como sigas así te vas a morir de verdad. Así que desechó la idea.
3/5 (piedra de sangre)
Sonreí de modo leve y elegante a Valqar, dedicándola una muy tenue e igualmente ensayada reverencia con la cabeza y uno de mis brazos.
- Valqar, cuanto tiempo. - miré a Lyosha, evaluando su aspecto general. Iba a necesitar una buena dosis de sanacion pero dudaba que fuese a ser en Ouroboros. La hermandad se encargaría.
"Tienen que revisarte"
Ni hacia falta que lo dijera en voz alta, ni ser telepata o ella legeremente, la expresion de mis ojos y la mueca de mis labios se lo dijo todo.
- Politicamente correcta. Te lo estás tomando en serio. - era solo eso? Razón llevaba en eso de las alianzas pero...¿Era solo eso? - Ya veo que necesita entrenar... - dije con desaprobación, mirando el circulo de contención. Miré los simbolos y moví las manos, unas runas aparecieron en el aire en fuego, y se dirigieron a integrarse con el circulo, modificandolo levemente pero cambiando su esencia para permitirnos a mi y a Belialt entrar sin quedar atrapados. En ese momento atravesé las llamas sin que me causaran ningun tipo de daño. Cuando me acerqué lo suficiente miré al nigromante a la cara.
- Ya veo. - respondí a mi hermana. - sí, hay que hacer nuevas. Reteniendo a un demonio con el pacto concluido? Tendrás que hacer uno nuevo, porque esto no es sostenible... - advertí al nigromante, por si seguía ahi. Luego dejé un hueco en el fuego para que Lyosha se pudiera acercar. - Haz los honores.- lo agarré por la frente y empecé a recitar los rezos necesarios para debilitar su demonio, la mayor parte de este era recitar su nombre al completo, pero eso llevaba algo de tiempo y bastante concentración.
- Valqar, cuanto tiempo. - miré a Lyosha, evaluando su aspecto general. Iba a necesitar una buena dosis de sanacion pero dudaba que fuese a ser en Ouroboros. La hermandad se encargaría.
"Tienen que revisarte"
Ni hacia falta que lo dijera en voz alta, ni ser telepata o ella legeremente, la expresion de mis ojos y la mueca de mis labios se lo dijo todo.
- Politicamente correcta. Te lo estás tomando en serio. - era solo eso? Razón llevaba en eso de las alianzas pero...¿Era solo eso? - Ya veo que necesita entrenar... - dije con desaprobación, mirando el circulo de contención. Miré los simbolos y moví las manos, unas runas aparecieron en el aire en fuego, y se dirigieron a integrarse con el circulo, modificandolo levemente pero cambiando su esencia para permitirnos a mi y a Belialt entrar sin quedar atrapados. En ese momento atravesé las llamas sin que me causaran ningun tipo de daño. Cuando me acerqué lo suficiente miré al nigromante a la cara.
- Ya veo. - respondí a mi hermana. - sí, hay que hacer nuevas. Reteniendo a un demonio con el pacto concluido? Tendrás que hacer uno nuevo, porque esto no es sostenible... - advertí al nigromante, por si seguía ahi. Luego dejé un hueco en el fuego para que Lyosha se pudiera acercar. - Haz los honores.- lo agarré por la frente y empecé a recitar los rezos necesarios para debilitar su demonio, la mayor parte de este era recitar su nombre al completo, pero eso llevaba algo de tiempo y bastante concentración.
- ¿Que tal tu pequeña excursión con los humanos? Aun no te has cansado de ellos? - preguntó el demonio, con evidente hastío en su voz, ladeando su cabeza ligeramente hacia la revenant. Muchos conocían aquella historia... y Valqar no era uno de los que la aprobaban, ni entonces ni ahora.
Siguió mirando a Lyosha, por mas que Khaled le hablase o hiciera su magia para sujetarlo mas fuerte. Intentaba recordarle con la mirada lo que le habia dicho antes.
Tu miedo a desaparecer y que tu legado lo haga contigo. No es la muerte lo que te da miedo...es el olvido. Lo que esta muerto, debe volver a la muerte.
Al darse cuenta que el cadaver reanimado de abajo no podía hacer por él la mision que quería (de hecho, intentando acceder a ello, sus manos habian acabado derretidas) el Verdugo hizo que se devorase a si mismo y luego cayó a plomo en el suelo. Quizá arriba oyeron aquel golpe sordo del cadáver al caer.
Khaled se acercó, aquel fuego le recordaba demasiado al infierno, a donde no tenia intenciones de volver, por el momento. Tenia cosas que hacer aqui. Pero mas que el fuego, quemaron sus palabras, quemó su mano sobre su frente y su nombre. Intentó sujetar el grito, pero alzó la cabeza y gritó todo lo que tenía dentro. Eso sí dolía. Tenía que salir de ahi... de algun modo. Pero Rasputin tampoco le dejaba, aunque estaba sufriendo a la par que el demonio. Se sacudió contra las cadenas, pero no servía. De sus ojos empezó a subir un humo negro, un primer intento del demonio por abandonar aquel recipiente.
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6/7
Siguió mirando a Lyosha, por mas que Khaled le hablase o hiciera su magia para sujetarlo mas fuerte. Intentaba recordarle con la mirada lo que le habia dicho antes.
Tu miedo a desaparecer y que tu legado lo haga contigo. No es la muerte lo que te da miedo...es el olvido. Lo que esta muerto, debe volver a la muerte.
Al darse cuenta que el cadaver reanimado de abajo no podía hacer por él la mision que quería (de hecho, intentando acceder a ello, sus manos habian acabado derretidas) el Verdugo hizo que se devorase a si mismo y luego cayó a plomo en el suelo. Quizá arriba oyeron aquel golpe sordo del cadáver al caer.
Khaled se acercó, aquel fuego le recordaba demasiado al infierno, a donde no tenia intenciones de volver, por el momento. Tenia cosas que hacer aqui. Pero mas que el fuego, quemaron sus palabras, quemó su mano sobre su frente y su nombre. Intentó sujetar el grito, pero alzó la cabeza y gritó todo lo que tenía dentro. Eso sí dolía. Tenía que salir de ahi... de algun modo. Pero Rasputin tampoco le dejaba, aunque estaba sufriendo a la par que el demonio. Se sacudió contra las cadenas, pero no servía. De sus ojos empezó a subir un humo negro, un primer intento del demonio por abandonar aquel recipiente.
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6/7
Lyosha Svensson
Raza
mensajes
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Dejó a los demonios/nigromantes ponerse al día mientras recogía lo que debían llevarse, reconstruyó el arakh y también la espada de Matvey pero la dejó alejada, metida en la habitación. Cuando se giró a ver a su hermano comprendió su gesto casi de inmediato y asintió, sabía perfectamente que estaba en la mierda pero… tenía que acabar aquello.
-Por supuesto. ¿Cuándo me he tomado a juego algo que te he prometido?- Siguió antes de escuchar aquello del entrenamiento. Sí, de eso estaba segurísima -En eso estábamos - Pero había subestimado al demonio y sobreestimado a Matvey, error de confiar demasiado en las habilidades de su hermano y poner al ruso a la altura de Khaled. Observó al nigromante pero era el demonio, con orbes oscuras, el que le devolvía la mirada y hacia su alma zozobrar. Maldito fuera. Maldito. ¡Maldito! Nadie la había hecho sentir tan… vulnerable y expuesta, ni siquiera cuando ella misma le había confesado cosas al nigromante.
Cojeando horriblemente, Lyosha cruzó el círculo de llamas después de que Khaled lo abriera para ella. Mentalmente puso las pequeñas dagas a calentar -Bien- Murmuró poniéndose a espaldas de Matvey y con la daga rompió la camisa que llevaba puesto para dejar al descubierto su espalda. Aprovechó un momento para hacerse con una tira de esa misma tela y atarla con fuerza sobre la herida de la pierna. Sabía que tenía poco tiempo para que la magia de la piedra terminará.
Paso las manos por la espalda de Matvey, como el artista que siente el lienzo antes de comenzar a tallar. No tardó mucho en convocar las dagas para que hicieran las runas que necesitaban con el propósito de mantener el demonio dentro. Sin embargo, vio como el humo empezaba a abandonar los ojos de Matvey y negó con la cabeza. Cogió varios mechones del pelo de Matvey para tirar de su cabeza y se inclinó para hablarle al oído -No, no… no te vayas cuando se pone interesante- Le ronroneó al oído -¿Quieres que te cante una nana para hacerlo más llevadero?- Inquirió con una sonrisa antes de morderle la el lóbulo de la oreja con fuerza medida, no tenía porqué seguir haciéndole daño al nigromante. Se rió un poco pero cuando volvió a incorporarse empezó a tararear una canción rusa de cuna mientras veía su trabajo en su espalda con orgullo.
-Un minuto… - Le dijo a Khaled para saber qué estaba pronta a terminar. Le señaló una zona del sótano para que abriera el portal esperando que comprendiera que debían irse… YA. Se señaló el abdomen, aprovechando que Matvey no la veía, para que supiera que esa mierda estaba empeorando.
-Por supuesto. ¿Cuándo me he tomado a juego algo que te he prometido?- Siguió antes de escuchar aquello del entrenamiento. Sí, de eso estaba segurísima -En eso estábamos - Pero había subestimado al demonio y sobreestimado a Matvey, error de confiar demasiado en las habilidades de su hermano y poner al ruso a la altura de Khaled. Observó al nigromante pero era el demonio, con orbes oscuras, el que le devolvía la mirada y hacia su alma zozobrar. Maldito fuera. Maldito. ¡Maldito! Nadie la había hecho sentir tan… vulnerable y expuesta, ni siquiera cuando ella misma le había confesado cosas al nigromante.
Cojeando horriblemente, Lyosha cruzó el círculo de llamas después de que Khaled lo abriera para ella. Mentalmente puso las pequeñas dagas a calentar -Bien- Murmuró poniéndose a espaldas de Matvey y con la daga rompió la camisa que llevaba puesto para dejar al descubierto su espalda. Aprovechó un momento para hacerse con una tira de esa misma tela y atarla con fuerza sobre la herida de la pierna. Sabía que tenía poco tiempo para que la magia de la piedra terminará.
Paso las manos por la espalda de Matvey, como el artista que siente el lienzo antes de comenzar a tallar. No tardó mucho en convocar las dagas para que hicieran las runas que necesitaban con el propósito de mantener el demonio dentro. Sin embargo, vio como el humo empezaba a abandonar los ojos de Matvey y negó con la cabeza. Cogió varios mechones del pelo de Matvey para tirar de su cabeza y se inclinó para hablarle al oído -No, no… no te vayas cuando se pone interesante- Le ronroneó al oído -¿Quieres que te cante una nana para hacerlo más llevadero?- Inquirió con una sonrisa antes de morderle la el lóbulo de la oreja con fuerza medida, no tenía porqué seguir haciéndole daño al nigromante. Se rió un poco pero cuando volvió a incorporarse empezó a tararear una canción rusa de cuna mientras veía su trabajo en su espalda con orgullo.
-Un minuto… - Le dijo a Khaled para saber qué estaba pronta a terminar. Le señaló una zona del sótano para que abriera el portal esperando que comprendiera que debían irse… YA. Se señaló el abdomen, aprovechando que Matvey no la veía, para que supiera que esa mierda estaba empeorando.
- Nunca. - le respondí a Lyosha, nunca se tomaba a juego lo que prometía, aunque no siempre cumplía lo que prometía....no por tomárselo a la ligera, si no por otras razones.
Lyosha y yo nos pusimos manos a la obra en aquella escena en la que, si nos hubiese pillado algun guardia o descendiente, claramente parecía que nos estabamos cargando a uno de los suyos, atado y sangrando metido dentro de un circulo de extraños dibujos, y para mas INRI Rasputín no dejaba de gritar de dolor. Pero eso no me detuvo, segui con la mano en su frente rezando en aquel oscuro lenguaje, mientras Lyosha rajaba la carne de su espalda.
Trabajo en equipo, del mejor.
Lyosha aceleró el proceso pero ese bocado que le pegó en la oreja me hizo alzar una ceja mientras la miraba y seguía con mi hechizo. Entonces caí en la ropa que llevaba puesta.
"Política? Ya claro"
No iba a juzgarla....no cuando yo acababa de tener una hija con una dragona de Ouroboros, pero ese...llevaba un demonio dentro, uno que no controlaba.
"entonces ya puedes hacer que lo controle"
Redoblé el esfuerzo sobre el nombre de Valqar, retorciendolo de raíz, su mismísima esencia. Asentí y con la mano que tenía libre la moví hacia atrás, girándola con elegancia y soltura. Un portal se abrió tras nosotros, directo a la Torre de la Alta Hechiceria.
Lyosha y yo nos pusimos manos a la obra en aquella escena en la que, si nos hubiese pillado algun guardia o descendiente, claramente parecía que nos estabamos cargando a uno de los suyos, atado y sangrando metido dentro de un circulo de extraños dibujos, y para mas INRI Rasputín no dejaba de gritar de dolor. Pero eso no me detuvo, segui con la mano en su frente rezando en aquel oscuro lenguaje, mientras Lyosha rajaba la carne de su espalda.
Trabajo en equipo, del mejor.
Lyosha aceleró el proceso pero ese bocado que le pegó en la oreja me hizo alzar una ceja mientras la miraba y seguía con mi hechizo. Entonces caí en la ropa que llevaba puesta.
"Política? Ya claro"
No iba a juzgarla....no cuando yo acababa de tener una hija con una dragona de Ouroboros, pero ese...llevaba un demonio dentro, uno que no controlaba.
"entonces ya puedes hacer que lo controle"
Redoblé el esfuerzo sobre el nombre de Valqar, retorciendolo de raíz, su mismísima esencia. Asentí y con la mano que tenía libre la moví hacia atrás, girándola con elegancia y soltura. Un portal se abrió tras nosotros, directo a la Torre de la Alta Hechiceria.
7/7 terminó
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Una vez que había comenzado, no había marcha atrás. Valqar gritó hasta hacer sangrar la garganta del nigromante, y en sus gritos se apreciaba la agonía de ambos. Lo de la espalda, le dolía mas al mago que al demonio, pero llegados a ese punto era dificil de distinguir, una rapsodia de tortura y dolor.
Cuanto mas avanzaba aquello menos fuerza tenía para escapar. Los ojos dejaron de humear aquella sustancia negra, y fueron cerrados. Apretó los dientes cuando la mujer tiró de su pelo para susurrarle al oido antes de morderlo.
Pero definitivamente...si algo empezó a abrirse hueco hacia el nigromante, como una cuerda que agarrar en la oscuridad, fue aquella nana...
The horned goat is coming,
To small children.
Her legs go... Clop! Clop!
Her eyes go... Blink! Blink!
To those who don't eat porridge,
To those who don't drink milk,
To those children she will go...
Cerró los ojos con fuerza, apretando los dientes para sujetar los gritos. La agonía era....era demasiado.
Todos mis musculos se tensaron hasta el punto de pensar que se iban a desgarrar. Dolía, dolía demasiado. Cuando volví a abrir los ojos, estaban normales salvo por el hecho de que de ambos caían lágrimas de color oscuro. Tomé una enorme bocanada de aire, ahogándome al hacerlo, tosiendo y gruñendo. Habia sido como sofocarse, asfixiarse dentro de mis propios pulmones por el frío, aquel frío que quemaba.
- Bas...ta... - los musculos se soltaron todos de golpe. Mi barbilla cayó sobre el pecho y solo las cadenas me mantuvieron de rodillas en el suelo, porque de no ser por ellas habria caido de bruces. El dolor, la perdida de sangre y el agotamiento... me impidieron mantenerme consciente.
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Una vez que había comenzado, no había marcha atrás. Valqar gritó hasta hacer sangrar la garganta del nigromante, y en sus gritos se apreciaba la agonía de ambos. Lo de la espalda, le dolía mas al mago que al demonio, pero llegados a ese punto era dificil de distinguir, una rapsodia de tortura y dolor.
Cuanto mas avanzaba aquello menos fuerza tenía para escapar. Los ojos dejaron de humear aquella sustancia negra, y fueron cerrados. Apretó los dientes cuando la mujer tiró de su pelo para susurrarle al oido antes de morderlo.
Pero definitivamente...si algo empezó a abrirse hueco hacia el nigromante, como una cuerda que agarrar en la oscuridad, fue aquella nana...
The horned goat is coming,
To small children.
Her legs go... Clop! Clop!
Her eyes go... Blink! Blink!
To those who don't eat porridge,
To those who don't drink milk,
To those children she will go...
Cerró los ojos con fuerza, apretando los dientes para sujetar los gritos. La agonía era....era demasiado.
Todos mis musculos se tensaron hasta el punto de pensar que se iban a desgarrar. Dolía, dolía demasiado. Cuando volví a abrir los ojos, estaban normales salvo por el hecho de que de ambos caían lágrimas de color oscuro. Tomé una enorme bocanada de aire, ahogándome al hacerlo, tosiendo y gruñendo. Habia sido como sofocarse, asfixiarse dentro de mis propios pulmones por el frío, aquel frío que quemaba.
- Bas...ta... - los musculos se soltaron todos de golpe. Mi barbilla cayó sobre el pecho y solo las cadenas me mantuvieron de rodillas en el suelo, porque de no ser por ellas habria caido de bruces. El dolor, la perdida de sangre y el agotamiento... me impidieron mantenerme consciente.
Lyosha Svensson
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Le dio una especie de orgullo cuando Khaled dijo ese “nunca”. A Lyosha le gustaba creer que mantenía su palabra, cuando la daba, que era muy poco; por eso para ella valía tanto. Los gritos eran una sinfonía que la revenant nunca se cansaba de escuchar y aunque en este caso le daba algo así como un 10% de pena que se tratara de Matvey, no dejaba de ser un mago.
Uno de esa raza que había asesinado a sus padres.
Se ocupó de concentrarse en el tatuaje de las runas, haciéndolo cuán rápido su mente funcionaba pero sin errores porque de lo contrario iban a jugarse la seguridad de mucha gente. Empezando por la propia.
El primer indicio de que Matvey había vuelto había sido la forma en la que su quijada se había apretado, conteniendo los gritos. Lyosha ya lo había torturado, a su dulce manera, y el nigromante tenía mucha resistencia y un orgullo tan grande como el de ella como para mostrar que las heridas le hacían real daño.
La mirada de la revenant se iluminó un instante al darse cuenta de que la nana funcionaba y continuó tarareándola hasta que empezó a toser, sintiendo que algo dentro de ella se aflojaba. El maldito de Valqar ya no estaba allí, asediándola. De acuerdo, quizás también era porque Matvey había sobrevivido. Pero ¿Reconocerlo? ¡Nunca! Rebajó el nivel de alerta y soltó el aire por la boca de manera muy lenta y pensada. No podía relajarse del todo o iba a caerse de bruces al piso.
-Matvey…- Susurró su nombre en un ronroneo -Estamos comenzando- Se rió un poco pero aún así tuvo cuidado al colocarlo en el piso mientras le quitaba las cadenas, entonces se ocupó de buscar algo para limpiarle la sangre y vendarle las heridas del brazo que había abierto el demonio, para luego vendar las que ella misma le había hecho. El portal les esperaba, sí, pero lo que realmente hizo que Lyosha usara lo restante de su magia para construir rápidamente una especie de camilla y montar a Matvey allí; fueron los golpes en la puerta.
Les habían oído.
Gruñó brevemente para luego mirar a Khaled, abrió la boca para decirle algo pero decidió que mejor no. Cogió los papeles que necesitaba Matvey y miró el desastre alrededor -Vámonos- Espetó y trasladó la camilla de Matvey hacia el portal, pasando ella y deseando que los cazadores no le dieran mucho por culo porque estaba reventada. Tras ella entró Khaled y los Souls Reapers abandonaron el sótano dejando sólo sangre y caos detrás…
As usual.
Uno de esa raza que había asesinado a sus padres.
Se ocupó de concentrarse en el tatuaje de las runas, haciéndolo cuán rápido su mente funcionaba pero sin errores porque de lo contrario iban a jugarse la seguridad de mucha gente. Empezando por la propia.
El primer indicio de que Matvey había vuelto había sido la forma en la que su quijada se había apretado, conteniendo los gritos. Lyosha ya lo había torturado, a su dulce manera, y el nigromante tenía mucha resistencia y un orgullo tan grande como el de ella como para mostrar que las heridas le hacían real daño.
La mirada de la revenant se iluminó un instante al darse cuenta de que la nana funcionaba y continuó tarareándola hasta que empezó a toser, sintiendo que algo dentro de ella se aflojaba. El maldito de Valqar ya no estaba allí, asediándola. De acuerdo, quizás también era porque Matvey había sobrevivido. Pero ¿Reconocerlo? ¡Nunca! Rebajó el nivel de alerta y soltó el aire por la boca de manera muy lenta y pensada. No podía relajarse del todo o iba a caerse de bruces al piso.
-Matvey…- Susurró su nombre en un ronroneo -Estamos comenzando- Se rió un poco pero aún así tuvo cuidado al colocarlo en el piso mientras le quitaba las cadenas, entonces se ocupó de buscar algo para limpiarle la sangre y vendarle las heridas del brazo que había abierto el demonio, para luego vendar las que ella misma le había hecho. El portal les esperaba, sí, pero lo que realmente hizo que Lyosha usara lo restante de su magia para construir rápidamente una especie de camilla y montar a Matvey allí; fueron los golpes en la puerta.
Les habían oído.
Gruñó brevemente para luego mirar a Khaled, abrió la boca para decirle algo pero decidió que mejor no. Cogió los papeles que necesitaba Matvey y miró el desastre alrededor -Vámonos- Espetó y trasladó la camilla de Matvey hacia el portal, pasando ella y deseando que los cazadores no le dieran mucho por culo porque estaba reventada. Tras ella entró Khaled y los Souls Reapers abandonaron el sótano dejando sólo sangre y caos detrás…
As usual.
Uno de los ciudadanos había reportado incesantes gritos del sótano del Descendiente Rasputín por lo que, siendo un llamado de atención, decidió ir personalmente. Vishous tenía el día libre así que convocó a Benjamín y a Lorcan para que le acompañaran. El licántropo venía bien y Ben seguía en examinación para su ascenso.
Había golpeado la puerta como previsión de aviso escuchando los últimos gritos de lo que parecía el Descendiente. Amaya no tardó mucho en quitar los muelles que sostenían la puerta con su magia de metal y luego pateó la madera. Una niebla densa y fría subió por las escaleras para recibirlos y la General tensó los labios mientras sacaba la espada y se colocaba bien el escudo. Habló a través del casco aunque el silencio se había formado en el lugar en el instante en el que la puerta había caído anunciando su presencia.
“No toquéis nada y estar preparados. No olvidemos que el Descendiente Rasputin es un nigromante y podemos estar enfrentándonos a un demonio”
Eso eran malas noticias, pero era su trabajo así que tenía que avanzar pese a que su corazón estaba desbocado. Aún así, cada uno de sus pasos era firme y seguro mientras iba descendiendo las escaleras.
Había golpeado la puerta como previsión de aviso escuchando los últimos gritos de lo que parecía el Descendiente. Amaya no tardó mucho en quitar los muelles que sostenían la puerta con su magia de metal y luego pateó la madera. Una niebla densa y fría subió por las escaleras para recibirlos y la General tensó los labios mientras sacaba la espada y se colocaba bien el escudo. Habló a través del casco aunque el silencio se había formado en el lugar en el instante en el que la puerta había caído anunciando su presencia.
“No toquéis nada y estar preparados. No olvidemos que el Descendiente Rasputin es un nigromante y podemos estar enfrentándonos a un demonio”
Eso eran malas noticias, pero era su trabajo así que tenía que avanzar pese a que su corazón estaba desbocado. Aún así, cada uno de sus pasos era firme y seguro mientras iba descendiendo las escaleras.
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