Urgencias

Aún con todo lo grave de la situación, a Lemóni como qué le estaban empezando a fallar sus facultades de ser humano, eso de no estar acostumbrada a drogarse tiene lo suyo, empezaba a escuchar a Justin como cuando te estás despertando pero no acabas de despertar.

Bueeeeeno, no estaría mal quedarme un poquito más... Pero no se sí papá me vasha a dejar...

Es increíblemente complicado estar preocupada mientras tiene esa poción qué le dieron en el cuerpo, no tiene mucha idea de cuanto tiempo la vaya a tener así, pero sabe que se le va a pasar el tiempo volando.

Eshta bieeeen... Ya me siento musho mejor.~

Le comentó a Justin con una sonrisita somnolienta, y luego observó a Khan con los ojos entrecerrados, esforzándose por ponerle atención, esto antes de responderle sin demasiados reparos.

Ohhhh... ¿Sólo esho?... Eshtará bien... El maestro Rashputín es absolutamente fabulosho... Seguro que ya lo resolvió todo...~

Puede ser el hecho de que ahora mismo no le da demasiado la cabeza, pero tiene plena confianza en que su maestro ya lo logró y quizás hasta esté haciendo cosas con los muertos de la guerra o algo de ese estilo...

¿A donde iremosh?

Tenía curiosidad por lo que le había dicho Khan, ¿A donde iban a ir?, sí, con todo el jaleo hasta se le había olvidado que tenía examen, ahora mismo estaba abrazando el libro como si fuera algún tipo de maldito y macabro peluche.

Poco a poco Rosse fue agarrando más consciencia de su entorno y gracias a ello fue qué se dió cuenta de que alguien más estaba entrando a donde ella estaba, y empezaba a hacerle preguntas a Oscurus, una curiosidad qué hizo qué la viera con incomodidad un segundo, sobre todo por el momento.

Y vaya que sí...

Pero no dejaba de ser cierto lo que dijo, las habían pasado putas y no había como negarlo, honestamente tenía la sensación de que se quedaría con dolores un rato largo, tal vez necesite una copa o algo después de eso.

También, luego de eso volvió a ver a Oscurus y luego al suelo, sentía todavía lo mucho que eso le había dolido y ciertamente, lo que le dijo no fue especialmente reconfortante, pero al menos fue bastante concluyente, le ayudaría a tomar el camino para cerrar ciclos.

Gracias Oscurus...

Luego suspiró, y procedió a rascarse la cabeza, haciendo un esfuerzo por espabilarse de verdad y ponerse lo más clara qué le de la vida para estar, haciendo todavía una mueca incomoda cuando procura moverse más de lo que debería, pero al menos parece que ya se acabó.

Bueno... Entonces supongo que el papa no terminó por joderme el cerebro demasiado... Es un inicio.

Se calmó un poco por ese lado, puesto que sabía que en determinado punto el maldito papa le había frito el cerebro y justo se desmayó por eso.

Tal vez sea mejor que me den la leche de una vez... La última guerra me dió pesadillas durante meses.

Rememoró amargamente, no había tenido una vida de lo más agradable, pero supone que tampoco hay nada que se pueda hacer, así que se limitó a mirar a Oscurus, con cierto cansancio.

Haré lo que pueda...

Se despidió también y se tumbó en la camilla, dejando que le administren todo lo que tienen que administrarle, y volviendo a la inconsciencia relativamente pronto, estaba extremadamente agotada a todos los niveles, era claro que no duraría despierta.

Atendí a lo que le decía Oscurus a Rosse, tomando nota mental, aunque fijo que luego se me olvidaba. Despues dijo algo de "petequias" y yo me pensé que eso debia ser el nombre de una flor, pero seguro que no tenia nada que ver con eso, porque hablabamos de las heridas del tio raro desconocido. Asi que me anoté mentalmente: preguntarle a mi madre qu son las petequias.

- Entendido. - no, pero bueno, no iba a leerme la mente, verdad?

- Si, en eso me di cuenta. Tenía la piel alrededor de esa cosa dorada como quemada, por la muñeca...parte de la mano y el antebrazo. Quemadura térmica? Tiene sentido. Es como cuando canalizas demasiada magia a través de Vilya. - el anillo de los sanadores. Siempre que te pasabas, se calentaba un poquito de más. Afirmé y nos volvimos con Stavron, aunque en su ficha lo llamamos Nemo porque no teniamos ni idea de su nombre, y cadaver no estaba.

Pasé un rato más tratando las heridas del hombre, administrando diversas pociones y realizando sanaciones mágicas. Las reabastecedoras y las trasnfusiones estaban en ello, asi como las revitalizantes y analgésicos. Tomamos las constantes que poco a poco eran mas estables y empezaba a saturar mejor. Aunque por algun motivo, no respondía tan bien al tratamiento como otros. Sería la edad? Tras vendarlo, lo dejé para que el personal del hospital decidiera a donde derivaban al paciente.

- Faltan Matvey y... el teniente Royden. - miré mi reloj. Parecía que habían ganado. Aunque las bajas eran grandes. - Me tengo que retirar por hoy Oscurus. Si no te importa, lo mismo me paso algun otro dia a echar una mano si lo necesitais, y a aprender más. Ha estado bien. - le levanté el dedo pulgar en señal de o.k y me despedí de él. La verdad estaba to cansada y estaba deseando ir a por Chloe para llevarmela al bar. Asi que una vez pasé por vestuarios y me cambié me fui de alli tras quedar con ella, con aquel plan a futuro en mente.

El Descendiente de Moisés entró a urgencias con el nigromante a cuestas ya que allí darían un diagnóstico lo más certero posible y acostó al mago inconsciente en una camilla. -¡El Descendiente Rasputín!¡Ayuda por favor! Lo encontré inconsciente en la recepción del hospital.- Explicó mientras se apartaba un poco para dejar trabajar a los sanadores.

-¿Descendiente Galenus?- Preguntó en general. Entró a un box en el que encontró a Khan siendo atendido por un joven sanador y a una adormilada Lemóni. -Que alegría que estén bien.- Dijo soltando un suspiro de alivio. -¿Cómo van con las pociones? Si necesitan más, voy volando a buscar a la Descendiente Dioscórides para avisarle.-

-Yo no he dicho eso…- Me quejé cuando me soltó lo de ser tonto o que se hubiera quedado tonto, arrugando la nariz con gesto de molestia -Son preguntas de rutina. No estoy valorando tu inteligencia- Y sí, le regalé una burla sacándole la lengua al quejica de Khan. Luego corregí el tono y el gesto para explicarle, igual no sabía lo del daño a Mei -Han usado ataques mentales, y bastante fuertes, contra vosotros. Solo... prefiero asegurarme que todo está bien- Al final el herido, en su relato, terminó por llegar, precisamente, a la parte del ataque mental. También a algo de las estatuas, aunque esas no las habíamos visto. El gusano, eso sí lo había visto el hospital. Qué ser tan feo. Dibujé una sonrisa entrañable con aquella forma de hablar de Lemoni y le ayudé a que se pusiera cómoda en una silla, incluso recuperé una sábana limpia de las que se usan para cambiar las de las camillas para tapar a Lemoni. No tardaría en caer. -A dormir- Respondí a la última pregunta sin usar ningún tono autoritario en la respuesta. Todo lo contrario.

Por otro lado, arrugué el labio contrariado con todo lo del ojo, después de examinar bien a Khan para ver si tenía alguna hemorragia o no. Por un momento me preocupé que todavía quedara algún gusano de esos por ahí dentro, correteando a sus anchas, ¿cómo verlo? -No sé, Khan. Creo que deberías pasar aquí la noche y que te vea Arleen cuando vuelva, quizás habría que hacerte alguna prueba extra. Descansar. En serio, todo lo que pueda esperar a mañana, podrá hacerlo. Lo del pinchazo puede no ser nada simplemente del daño mental o puede ser síntoma de algo más. Si necesitas que me quede, me quedaré, ¿habéis tomado algo allí? ¿alguna poción?- Me di cuenta de que había planteado la opción de quedarme casi sin pensarlo, porque en realidad solo había ido a ayudar a Oscurus con el tema de la misión y esperaba que, una vez la cosa se hubiera normalizado, pudiera volver a casa a descansar… lo que no sabía si a la de la superficie o a la de la isla. Por el momento prefirí no pensar en ello, dirigí una última mirada a Lemoni, que estaba a punto de quedar dormida del todo -Si queréis, puedo tratar de buscaros una habitación más tranquila para los dos- Sí, era una buena idea, así podría vigilarlos a la vez y la recuperación en compañía de amigos era mucho más rápida, ¿no?

Fue entonces cuando empezó el barullo fuera de nuevo, con la aparición de Adael en escena. Suspiré cuando iba a salir de allí, después de pedir permiso a Khan con la mirada, cuando el descendiente de Moisés me cortó el paso. Como parecía que ya se estaban encargando de Matvey, respondí al recién llegado -Por el momento todo está bien. Solo quedan por llegar Arleen y Vishous. ¿Ha encontrado a Matvey en la recepción? ¿El… las…. Siguen allí?-

Estuvo a punto de sacarle también la lengua en forma de burla a Justin en respuesta a la suya, pero acabó carraspeando y manteniendo la compostura que se suponía que se esperaba de él como nuevo miembro del Consejo. Ya no era un crío para andar comportándose como tal, tenía que recordárselo a sí mismo.

Por algún motivo le hizo gracia escuchar a Lemóni hablar como drogada, pensando que tal vez se había pasado con la dosis de leche de amapola. No pudo más que asentir a lo que dijo de Rasputín, estaba de acuerdo. Luego se reacomodó un poco en la cama, tratando de ignorar ese dolor pulsátil en la cabeza. Estaba seguro de que en su casa estaría más tranquilo, sin luces que le molestaran. Por eso quiso convencer a su amigo y a la chica. - Iríamos...a mi casa. Es grande y tengo espacio de sobra para los dos. - lo cierto era que se sentía bastante solo en aquella casa tan grande y vacía, todavía no lograba acostumbrarse. A Justin lo había invitado alguna vez, y a Lemóni tampoco le importaba invitarla porque parecía simpática y además era aprendiz de Rasputín. Suspiró cansado cuando el peliblanco usó el sentido común, recomendándole que se quedase. En el fondo sabía que llevaba razón, y le daba el suficiente crédito como sanador para creerle.

- Está bien. Te haré caso, por esta vez. - murmuró, algo asustado por lo de que podía ser por algo más. Agradeció internamente que se ofreciese a quedarse, porque era la primera vez que estaba en el hospital y le daba algo de cosa quedarse solo aunque no quisiese reconocerlo. - No hace falta...sólo si tienes turno. Y no, no tomé ninguna poción. - echó un vistazo a Lemóni cuando él la acomodó en la silla con una sábana, asintiendo después a eso de buscarles una habitación en la que hubiese menos jaleo que en urgencias. Los gritos de Adael pidiendo ayuda para Matvey le alertaron y a la vez se le clavaron en el cerebro, dándole más pinchazos molestos. Al menos sabía que Matvey había retornado. Le hizo un gesto a Justin como diciendo que podía irse, pero le interrumpieron.

- Creo que no podemos quejarnos. Otros parece que están peor. - respondió a Adael cuando pasó a saludar y a alegrarse de que estuviesen bien. No tenía muchas más ganas de seguir hablando, sólo de que le diesen drogas para el dolor y de que pasase rápido la noche. Suspiró y cerró los ojos intentando relajarse, aunque seguía escuchando de fondo las conversaciones.

La pequeña limoncita andaba un poco entre este reino y el de los sueños, motivo por el cual no se puede acabar de confiar en que estará poniendo demasiada atención a su entorno.

ehehehe... Shon graciosos.~

Dijo mientras los veía interactuar.

Y también no ofreció resistencia cuando Justin se la llevó a una silla y se sentó en la misma, mientras que se balanceaba suavemente de un lado la otro, y luego se daba cuenta de que la cubría con una mantita, ella entonces se acomodó y se abrazó más al libro, considerando qué no le quedaba mucho tiempo de consciencia.

Shi quieres podemos hasher una pijamada despuésh, ahora creo que no estash muy bien para salir...

También comentó sobre lo que dijo Khan de ir a su casa, porque bueno, estaba ahí y no estaba en sus cinco sentidos, así que ha hablado un poco por hablar.

Pero luego, cuando tuvo la sensación de que se iba a dormir, pudo ver que entraba alguien que conocía, el descendiente de Moisés, y no solo entró, entró gritando, así que acabó quedándose despierta por un poco más, y solo hubiera sido un poco, de no haber escuchado lo que escuchó y como lo escuchó.

¿¡EN LA RECEPCIÓN!?

Se puso de pie súbitamente, luego se mareó, y se cayó, pero igual incluso desde el piso siguió hablando, porque eso era un detalle bastante menor en comparación a lo que se presentaba.

N-Necesitan ver si está bien pronto...

Articuló.

D-Debieron aprovecharse de que estaba mal... Eso debió ser... Seguro se dieron cuenta de que también las escuchaba, por eso vinieron por mí también...

Aún recordaba lo abrumador qué fue su encuentro... Y a su vez busca motivos para que las almas hayan podido con su maestro a pesar de que es el mejor.

Fue asintiendo con tranquilidad según Rosse iba entendiendo lo que le había explicado, de la misma manera que al tema de la leche de amapola. Si los miedos nocturnos ya estaban de antes no estaba demás dejarla descansar una noche entera, razón por la cual dejó que se le fueran administrando las pociones y se autorizó el traslado a planta. Con todo, necesitaba la presencia de un psicoterapeuta, ahí hay un estrés postraumático en ciernes que deberá ser tratado.


Con Rosse despachada pudieron encargarse de Stavron. Revisé todos los pasos que estaban haciendo el personal, perfectamente sincronizados incluso a pesar de la presencia del elemento externo Azahar, que parecía haberse mimetizado en el grupo. Apenas hubo nada que apuntar, salvo una confirmación a la muchacha de pelo azul sobre las explicaciones del anillo. Cuando alguien añadió que las constantes estaban remontando, pero muy despacio, revisé aquel cuerpo que de habían encargado de desnudar para la examinación, de arriba a abajo. Revisó de nuevo las extremidades superiores en su parte más distal, deteniéndose en el color de las uñas, vello, color de piel y ... El pelo. Tenía sentido, viniendo de parte de quién lo hacía -Nemo es un revenenat. Los métodos tradicionales no van a ser suficientes. No mejorará si su nigromante no lo hace- sabiendo lo cual la gente empezó a operar en consonancia. -Has hecho un buen trabajo. Gracias por la colaboración. Aquí todavía tenemos algo que hacer, todavía queda campaña por terminar- Apoyé la mano sobre el hombro de azahar y la despedí con un leve movimiento de cabeza, se fue justo cuando movían al revenant a la UCI y aparecía Adael a voces.

Y ya la gente se empezó a revolucionar. No quedó otro remedio que elevar la voz y dar un par de palmadas para que el personal, agotado ya, diera un poco más -Vamos, vamos. Esto es un hospital y no un espectáculo de variedades. No nos podemos dormir en los laureles, sé que estamos cansados, pero el cambio de turno está a punto de llegar. Todavía hay dos personas que buscar.... UNA persona que buscar- Tuvo que corregir cuando alguien le dijo que Arleen había vuelto ya y estaba con Gio. Fue en aquel momento cuando se dio cuenta del mensaje de Catherine augurando malas noticias. Por doquier -Mañana necesito a Arleen aquí. Aunque sea por los pelos- Y ya tuviera que mover cielo y tierra para conseguirlo. -Por el momento a trabajar-

Me dirigí a Matvey con todas sus heridas sangrantes. Canalicé magia para cerrar sus heridas y ceder los sangrados activos, mientras que alguien empezaba a suministrar las pociones reabastecedoras, analgésicas, herbo y transfusiones. Y un buen combo de antibióticos de amplio espectro. -¿Adael, has visto al teniente Vishous?-


OFF: Rosse a planta. Stavron a UCi

Después de aparecer en la plaza central con Ivanov y esperar un rato, así como escribirle por el brazalete a Matvey, decidió preguntarle a un guardia. No tardaron mucho en informarle que estaba en el hospital así que Catherine abrió un nuevo portal hacia el hospital dejando a Ivanov en la guardería con sus elementales como guardianes.

Tras eso pregunto por Matvey y le dijeron que estaba en urgencias. Se suponía que había vuelto por su propio pie. Eso le dijo Wthyr. Agotada, abrió un nuevo portal hacia urgencias y avanzó ubicando a Adael, Oscurus, Lemóni (la conoce porque Cath conoce muy bien a Matvey y la gente con la que se codea) y demás sanitarios. Suspiró quedamente y empezó a caminar hacia allí, quedándose levemente apartada para no estorbar alcanzando a escuchar la pregunta de Oscurus.

La telepata extendió su campo hacia el teniente Royden con el que ya había hablado en alguna ocasión y tras comunicarse con él, habló con Oscurus -Está con Sofía. Dice que todos han vuelto y qué pasará después a ver a los heridos- Expresó en un tono neutral antes de separar su mirada de Galenus para ver a Matvey, fijándose en sus antebrazos. Sintió que algo se removía en su pecho y la verdadera pregunta que quería hacerle era "¿Vivirá?" Pero no fue lo que dijo en voz alta -¿Cómo está? ¿Cómo están todos?- La respuesta del teniente implicaba que incluso Gio había vuelto y eso…era bueno saberlo.

Mientras el Descendiente Galenus llamaba al orden, se agachó junto a la bruja de pelo verde, tomó uno de sus brazos para pasarlo sobre los hombros del joven maestro y la levantó del suelo acunándola contra su pecho para intentar tranquilizarla porque estaba murmurando incoherencias. Apretó los labios en una mueca de preocupación y desvió la mirada hacia Matvey ante las palabras de Khan. Se giró hacia el joven sanador cuando éste le respondió y asintió al saber que aún no se había acabado mientras en su cabeza planeaba estrategias de rescate por las dudas.

Volvió a asentir frente a la pregunta del peliblanco sobre haber encontrado al nigromante en la recepción pero su expresión adquirió un tono ligeramente sombrío ante la pregunta acerca de las raíces del árbol maldito. -Así es, ¿cómo llegaron hasta ahí?¿qué sucedió?- Le preguntó al joven sanador mirándolo fijamente a los ojos y sin moverse de su lugar. El lugar estaba bien organizado bajo el mando de Oscurus, eran realmente efectivos, le alegró un poco comprobar que había estado en lo correcto al confiar en las habilidades del sanador pero se giró hacia él al escuchar la pregunta sobre el teniente para la que no tenía respuesta satisfactoria, por suerte Catherine llegó con la información y con una enorme barriga.

-¿Están en el hospital?- Preguntó sobre Vishous y Sofía al tiempo que llegaba al lado de la bruja para alternar la mirada entre el nigromante y Oscurus porque él también estaba interesado en conocer el estado de los que se habían aventurado a Italia. -¿Pudiste averiguar algo sobre el árbol? Se expandió más, hay raíces en la recepción del hospital. Tal vez podemos arrancarlo de raíz si todos tiramos al mismo tiempo.- Le dijo tanto a Catherine como al Descendiente Galenus, tirar con magia, claro está, al menos con los habituales hechizos de levitación.

Aunque el comentario de Lemoni tuvo su gracia, y le hubiera devuelto una sonrisa por ello, no seguí mucho con el tema de la burla pues esperaba que Khan reaccionara de otra forma, no que carraspeara y se almidonara la camisa, como aquel que dice, lo que ayudó al cambio de tono para explicar el porqué era importante que pasarla la noche en el hospital. Aunque debía reconocer que esperaba otra reacción. Bueno, estaba en el trabajo, debía comportarse como tal, y sí, sintió orgullo propio cuando consiguió convencerle para quedarse. -Claro que tengo turno- Mentí, muy poco descaradamente, esperando que Khan no se hubiera enterado de lo del cambio de horario que estaba gritando Oscurus -Puedo tratar de conseguirnos la mejor cena del hospital. Una vez que hayáis regresado todos la cosa volverá a estar tranquila. Y seguro que la cefalea mejorará. Luego haremos la pijamada- Había que reconocer que la chica del pelo verde medio drogada tenía su gracia

Con todo, aprovechando que me acerqué a Adael para preguntar por Matvey, bajé la intensidad de la luz para que molestara a la vista ya que hay pociones que producen cierta fotofobia, había leído. Y la intrusión mental podría haber producido dolor de cabeza… y… ¿u los gusanos? ¿y si tenía gusanos dentro? Como los nanobots aquellos. Debía preguntar a Oscurus. Negué a la pregunta de Adael sobre cómo había llegado todo aquello allí, recordando la imagen del chico exanguinado -No lo sé. Creo que... simplemente, aparecieron- Pero tampoco hubo para mucho más, porque la levantada súbita y la caída consecuente de Lemoni les alertó. Ayudé a Adael a ponerla de pie, le indiqué que la sentara de nuevo -Matvey está con Oscurus, y le están atendiendo. Si ha llegado aquí de una pieza es que está bien- Me levanté y llamé a unos celadores -Será mejor que subáis a planta. En cuanto pueda subo, os debo una buena cena y una pijadama-

Solicité con un gesto a un compañero celador que empezara con el traslado. Y la compañera que estaba conmigo atendiendo a Rosse fue la que preparó la analgesia para Khan y de la misma manera fue la que acompañó a Lemoni a la habitación asignada, ya que a ella también le pareció una buena idea que ambos compartieran habitación aquella noche. Suspiré dejando caer los hombros viéndoles salir por los pasillos, mordiéndome el labio con preocupación, pendiente de los movimientos de Oscurus para consultarle dudas médicas, acercándome con sigilo, sobre todo para poder estar atento de la conversación sobre el árbol.

OFF: Khan y Lemoni a planta.

-Me alegro que esté retozando con su señora esposa, pero no estaría de más que viniera por aquí, cuando le venga bien por agenda, para ver si no le han sofrito el cerebro, como a los demás- Respondí de muy mala gana a Catherine cuando me dio el mensaje del teniente, colocando los electrodos de Matvey en sus posiciones correspondientes para ver que allí no había pulso, aunque el hombre seguía respirando… Iba a responder otra bordería del tipo “no sabía que también eras secretaria de la guardia”, pero no pudo, porque al ver la asistolia se mostró claramente confundido. Pero seguro que con su telepatía podía haberlo escuchado. Eso sí, le auscultó, con el fonendo, escuchando el murmullo respiratorio -Vigilad la hipovolemia- Indiqué a alguien que empezaba a transfundir bolsas de sangre, factores de coagulación y suero para reponer la sangre perdida. A ninguno de los presentes se les escaparon las runas escritas en los antebrazos, que no parecían sanar con magia y, posiblemente tampoco con el sistema tradicional. Ni idea de qué era aquello, empezaron a cubrirlas con gasas y antisépticos para evitar las infecciones, al menos hasta que cerrara y cesara el sangrado también por aquellos cortes. Magia poderosa, sin lugar a dudas.

-Han vuelto todos. Pero ya has visto cómo está Mei…- Respondí a Catherine, con seriedad. -Por el momento todos están con vida, aunque estas primeras horas son cruciales- Me guardé el fonendoscopio en el bolsillo, no me valía nada tenerlo sobre el pecho de Matvey escuchando cosas que no tenían sentido -Cada uno deberá luchar su propia batalla- Y ya lidiaremos con las secuelas, quiso decir, pero se cayó. Demasiada información por el momento y, sabiendo que el embarazo era de riesgo, tampoco quería preocupar demás a la muchacha. Suspiré y me crucé de brazos -Muchos están en la UCI descansando, según vayan mejorando los pasaré a planta para darles el alta definitiva. Con suerte, en menos de una semana, estarán dando guerra otra vez-

Indiqué que subieran a Matvey a la UCI y que siguieran vigilando las heridas abiertas y los signos de infección, en especial la fiebre. Y la volemia y la diuresis. Tras lo cual me crucé de brazos delante de los jóvenes descendientes, con el ceño fruncido y muy mala gana -No tengo ni puta idea de cómo esas cosa san llegado hasta mi recepción. Y estaría encantado de arrancarlas de raíz y hacérselas comer a alguien, pero, sinceramente, dudo que sirva para nada. ¿No se nutría de magia? ¿no es un árbol de sangre? Qué mejor que un hospital para conseguir ambas cosas- Tensé la mandíbula y dirigí la mirada a Catherine, esperando que la mencionada supera algo más de aquella planta que la quería lejos. Para eso está a dos bandas con los Pendragon, de algo debería haberse enterado. -Eso sí, lo quiero lejos-


OFF: Matvey a UCI

-Está tranquilizando a su mujer embarazada, Oscurus- Le espetó de forma tajante -Sofía necesita saber que está bien  y si no ha salido herido, yo comprendo que sea su prioridad. Ha dicho que vendría, cuándo, no lo sé. Será su decisión- Respondió, porque para frío, fría y media y a ella le importaba algo asi como 10 mil pepinos lo que pensara Oscurus de ella. Aún así vio a Matvey y todo lo que le estaban haciendo, entrecerrando los ojos ante los términos que usaba el medimago y del que ella no conocía ninguno.

Vio que Khan y Lémoni eran llevados hacia habitaciones y luego volvió la vista a Oscurus cuando mencionó a Mei, bajando la mirada con pena y vergüenza -Entiendo- Respondió con toda la neutralidad que podía, aún sintiendo ese pesado sentimiento de culpa en el corazón. Y en esa batalla, poco podían hacer para ayudar. ¿Era eso lo que le decía? Alzó la vista hacia él con cierta duda en el rostro pero prefirió callarse y no pecar de ignorante -Eso espero- Murmuró brevemente. La verdad no tenía mucho más que agregar.

Miró hacia Adael y negó con la cabeza -En la casa de Sofía- Corrigió antes de oír que el árbol se había expandido hasta el hospital. El gesto de Catherine cambió drásticamente, de la neutralidad a un horrible terror cuando recordó tanto su propia pesadilla como la que había tenido Wthyr sobre el Sanguis consumiéndola. Sintió que se mareaba y se llevó las manos al vientre como si con ese gesto pudiera proteger a los mellizos. Se quedó mirando a Oscurus y…abrió un canal telepático porque no encontraba voz para hablar.

“Sí, el Sanguis consume magia a través de los sacrificios de sangre. No debería haberse movido tan rápido. No he podido encontrar nada demasiado práctico, todo es teórico porque no sé si este Sanguis está conectado con el de abajo o tiene voluntad propia. Ahora mismo tengo que ir con Matvey pero…”

Catherine desplegó su báculo porque empezaba a sentir que necesitaba ESE apoyo, algo que la permitiera tener equilibrio cuando el piso se veía bastante seductor. Y también la inconsciencia. Si no se controlaba iba a terminar temblando. Wthyr tenía que saber eso. Y ella tenía que hablar con la señorita Royden. La invitaría  a Ávalon para que Wthyr la conociera.

“Si se ha detenido y pueden esperar a mañana, intentaré buscar más información. Ávalon también está lidiando con los heridos y casi todas las sacerdotisas están ocupadas pero presionaré…”

-No sé si servirá. Pero en todo caso, eso no lo puedo hacer- Dijo dirigiéndose a Adael cuando sintió que podía hablar sin que se le notara el miedo en la voz - No he averiguado nada, Adael pero presionaré. Quizás si hago un sacrificio de sangre ritual puede detener su avance un tiempo- Mencionó y volvió la vista a Oscurus haciendo un movimiento con la cabeza a modo de despedida y luego otro a Adael, pero mantuvo el canal con Oscurus mientras salí de urgencias hacia donde estaba Matvey.

“No sé… Si conoces los detalles de mi embarazo. Ni las razones o los porqué pero ante la ausencia de Lucio y Anteia a punto de dar a luz…Necesito poder confiar en alguien de Ouroboros. Si no has visto mi expediente…Míralo, por favor. Enviame un mensaje por brazalete para hablar mañana”

Simplemente aparecieron... eso era esperanzador... El moreno sentó a la bruja de pelo verde donde el joven sanador le indicó y alternó la mirada entre Lemóni, el peliblanco y Khan, le alegró saber que éste tenía amigos que lo cuidaban bien. Suspiró ante el ida y vuelta del medimago y la experta en maleficios. -Seguro sabe que debe venir cuanto antes.- Dijo refiriéndose al teniente y viendo los antebrazos del nigromante con runas marcadas que no se curaban mientras los sanadores trabajaban sobre Matvey. -Pero varios de los que están ingresados tienen personas que están esperándolos llenos de incertidumbre, a Oscurus le interesa la salud de Vishous, Catherine.- Sentenció con severidad para pararle un poco el carro a la morena, el experto en sanación pudo haber sido algo irrespetuoso pero a la Descendiente Le Fay le tocaba bajar el tonito.

No se sabía si los que fueron a Italia pudieron haberse contagiado de algo ¿y si Sofía se infectaba y afectaba al bebé? No era cuestión de prioridades o de decisiones personales, se trataba de sentido común. Al joven maestro le pareció injusta la manera en la que la experta en maleficios le habló al Descendiente Galenus cuando éste estaba velando por la salud de todos, pero finalmente se pasó al estado de los que fueron a luchar y existía la posibilidad de mejorías. Una vez cerrado eso, mientras la sala de urgencias terminaba de ser despejada, pasaron al siguiente tema más urgente; las raíces en la entrada del hospital y el gesto de Catherine era lógico considerando que ya no había lugar en el mundo en el que se pudiera estar a salvo del árbol maldito.

-Bueno, entonces reguémoslo con poción de chizpurfles, horror mágico, saliva de Rey Demonio, raíz del traidor, fluido explosivo, fuego valyrio, lágrimas de Lys o la poción de control mental para ordenarle que se autodestruya, no lo sé, pero algo hay que hacer.- Dijo ansioso por encontrar la solución. -No, detener su avance un tiempo no. Extirparlo. De. Raíz.- Puntualizó antes que la morena se despidiera, momento en el que inclinó ligeramente la cabeza a su vez para corresponderle el gesto, luego se despidió del mismo modo del medimago y se marchó del lugar. No había tiempo que perder poniendo parches al problema, la atención debía estar puesta en encontrar remedios definitivos.

-Como si se la está machacando como un mono- Espeté en el mismo tono y dinámica que la de Catherine -En el momento en el que Sofía aprenda a ver si hay daño mental o si hay gusanos recorriendo el cuerpo del teniente, en ese único y preciso momento, puede ir- A ver, en realidad tampoco es que en el hospital tuvieran todos esos medios como para poder solucionar todos esos problemas, incluso fue un elementarista del metal el que ayudó a extraer los nanobots cuando tuvieron que lidiar en la máquina. Horror. Al menos la descendiente de Morgana no continuó con aquella discusión, a pesar de la intervención de Adael, pero de verdad, ¿qué le pasa a la gente en esa isla? ¿es que es estúpida? -Gracias por la aportación, Adael- Ironizé -Por el momento puedo defenderme solito- A qué coño se metía donde no le mentaban…. Y mejor, ¿a qué narices había venido?

Con la explicación de qué es lo que se le venía a los heridos encima y el traslado de Matvey a la UCI, la conversación había sido dada por acabada. Hasta que observó el movimiento de la descendiente, porque por muy gruñona que fuera, era una paciente en potencia y necesitaba ayuda. Según me acerqué a la dama, el mensaje mental invadió mis propios pensamientos y ella misma se apoyó con el báculo. Con todo, la sostuve por debajo de los omóplatos, por si se caía. -El árbol lleva moviéndose por la isla desde el momento en el que llegó a la isla- Expliqué, sin saber si aquello era a viva voz o con el canal mental -Te invito a que vayas a lo que quedaba de pradera donde se plantó. Tú misma lo podrás ver-
“Hoy es el hospital, mañana puede ser la Academia, la zona residencial o toda la isla” Aquello fue un pensamiento, que perfectamente podría haber sido escuchado por la descendiente. Cuando la mujer recuperó el color le permitió que abandonara la sala tras la camilla del nigromante, despidiéndome levemente con la cabeza, como ella había hecho, confirmando que así lo haría, lo de revisar el expediente.

-Riégalo con lo que quieras, Adael. Tan solo, hazlo. Markus estaba investigando qué hacer con él, eso acordó en la reunión- Di un paso hacia adelante para acercarme a Adael, cualquiera diría que le iba a pegar porque lo que vino a continuación sonaba a amenaza -Porque como siga así, despídete de la magia en el hospital- Aquello era lo que llevaba mascullando desde que me enteré de las raíces. Cesar la magia en el entorno hospitalario, a excepción de la necesaria, para evitar tentar a aquellas raíces. -Si necesitas pociones, todavía quedan en la farmacia- No recibí respuesta a ello, simplemente se largó.

Suspiré con molestia, rodando los ojos y topándome con Justin, que debería de haberse enterado de la mitad. Comentó algo de unos gusanos y de un dolor de cabeza del descendiente de Tepes. Mientras acababa nuestro turno, solicitamos un par de pruebas de imagen, que resultaron ser negativas para la presencia de gusanos devoradores de cerebros, dejando al muchacho descansar finalmente. Antes de haber acabado el turno, yo me puse al día con el expediente de Catherine y el muchacho de pelo blanco decidió pasar la noche en el hospital, en la habitación de los jóvenes Khan y Lemoni, con la excusa de tener que celebrar una pijamada con uniformes del personal del hospital.

Y al final, con la tranquilidad de la misión finalizada, las urgencias volvieron a retomar su actividad diaria normal.

OFF: todos fuera.

Finalmente estaba en casa otra vez, estaba luchando entre la consciencia y dejarme seducir por morfeo, al verme en un lugar seguro la poca adrenalina que tenía en el cuerpo me abandonó y todos los males que había acumulado en esos meses se me vinieron encima de golpe -Me gustaría decir que soy demasiado mayor para todo esto pero Jack me miraría muy mal- dije intentando quitarle hierro al asunto pero lo cierto es que me sentía de 90 y tantos.

Llegamos por urgencias y como siempre el servicio del hospital era excelente, me llevaron dentro y de Kyllian no supe mucho, lo cierto es que envidiaba la resistencia de ese muchacho, me había sido de mucha ayuda pero quería perderlo de vista, quejarse era gratis pero lo suyo era exagerado. Una vez más le di las gracias a ambos antes de que me llevaran dentro a darme tratamiento. no vi las raíces alrededor, simplemente me dejé hacer, estaba agotado, sediento, con quemaduras por el sol y solo quería dormir.

Yo no estaba tan echo mierda como Sayid, a ver, estaba pocho pero no como para hacer drama y decir que me moría, me bebí toda el agua que pudiera haber traído Reiv, a lo mejor la cantimplora era magicosa y se rellenaba sola porque para mi esas cuatro gotas de agua eran gloria bendita. -REEEEEEEEEEEIV!!! CUANTO TIEMPO SIN VERTE! TE DARÍA UN MORREO PERO HUELO A MIERDA! AHORA DAME TU MONEDA! dije solo por ser educado porque me metí mano en la chupa buscándola, necesitaba contactar con Mérida, quería saber que había sido de ella y por supuesto de nuestro hijo, hija, hije, lo que fuera, solo quería verlos y saber que estaban bien.

"Mérida, estoy vivo!! me llevan a la isla, ven a verme.. o voy yo, no sé lo que sea, quiero verte !! estás bien? me habían secuestrado, esta cosa es super incómoda para escribir, te quiero!" estaba perfecto, otro mensaje de mierda de los míos, como tenía que ser. Me quedé pensando un momento... no sabía si tenía que avisar a alguien más, a lo mejor a Cath.. pero no sabía si ella tenía moneda o no.. a la general de la guardia igual tenía que avisarle, pero a lo mejor de eso se encargaban los de la isla.

Cuando llegamos a Urgencias al moro se lo llevaron dentro y yo me quedé luchando y renegando fuera -que yo estoy bien! lo que quiero es que me deis información! Reiv, diles algo!- nada, que me iban a llevar dentro que si chequeos y demases pero no me iba a ir tan fácilmente, me pillé del brazo de Reiv para decirles no verbalmente que si él no venía conmigo nada, no sabía si iba a funcionar pero tenía que preguntarle muchas cosas -oye cómo está Mer? y mi hijo? y Jul? todo bien? no dejes que me lleven sin contármelo todo!-

El efusivo reencuentro con Kyllian fue suficiente para saber que él seguía siendo el de siempre, que fuese lo que fuese que hubiese pasado no le había cambiado. Le dejó la moneda con tal de que no le diese ese morreo prometido, suponiendo a quién mandaría ese primer mensaje. El trayecto de vuelta fue más sencillo y sobre todo mucho más rápido al usar la piedra de los portales, el útil regalo de Juliet. Al volver a un sitio conocido se podía abrir ahí el portal directamente, así que Reiv apareció en urgencias con los dos rescatados. No hubo que dar muchas explicaciones, al primero que fueron a atender fue a Sayid, ya fuese porque era el que peor estaba o porque era el Descendiente desaparecido en combate.

- Tendrán que revisarte, no seas terco. Has pasado meses desaparecido. ¿Y si te han hecho cosas en el cerebro o te han metido algún chip? - le llevó la contraria cuando quiso hacerle cómplice para que los sanadores no le echasen un vistazo, lo que era bastante lógico en la situación en que habían venido. - ¿Qué pasó exactamente para que os capturasen? ¿y cómo escapasteis? - lo acompañó al interior del box en el que le iban a examinar, cruzándose de brazos y apartándose un poco para dejar espacio a los encargados.

- Pues no he visto a Mérida ni a tu hijo, la verdad. Creo que se fue con la Brigada a una misión de Italia...pero bueno, si va con ellos estará todo en orden. - se pensó un momento lo de Juliet, pero acabó asintiendo porque tampoco quería ponerse a contar algunas cosas de buenas a primeras. - Ella está bien. Hemos vuelto de viaje hace poco. De hecho...imagino que estará enfadada porque me fui de repente y sin decirle lo que pasaba. Si rompemos será tu culpa. - añadió a modo de broma, aunque sabía que algo de enfado por parte de ella habría. Después se le quedó mirando, negando con la cabeza con desaprobación. - Vaya barba de delincuente. No te queda bien.

Yo tenía mis prioridades, una insolación y 5 meses de pasar hambre no habían sido suficientes para necesitar atención médica por encima de ver a mi hijo. Reiv dijo que tenían que verme por si me habían hecho algo en el coco, hice un gesto con la mano para restarle importancia, ya había pasado por un lavado de coco y eso no me lo volverían a hacer, ¡sobre mi cadaver! -Eso solo lo hacía el idiota de Ramón, esta gente era chunga pero no muy lista.. creo...- ¿y si era lo que querían que pensara? ya me estaba empezando a comer la cabeza, pero yo estaba seguro que no me habían hecho nada raro, bueno, ahora más o menos.

al final me rendí pero solo porque habían dejado que Reiv me acompañara. Mientras me escaneaban y me daban pociones y cosas de esas fui contando nuestra super experiencia -Bueno, nos fuimos de buenas personas a ayudar, ya sabes con todo lo de la máquina íbamos en modo buenazos a ayudar a los necesitados pero nos tendieron una emboscada, no éramos un grupo muy grande pero a muchos se los cargaron y otros murieron por las heridas, al final quedamos Sayid y yo pero un grupo de magos renegados o a saber que eran, nos encontraron y nos secuestraron, la cara de Sayid nos delató, nos usaban de "ejemplo" para adoctrinar gente y reclutar más magos para su ejercito, hemos sido monos de feria, con cartelito y todo- al menos no había sido mucho peor que los campos de la alianza, tal vez por eso pude aguantar mejor o solo lo usaba como excusa para no volverme loco...

-Tengo muy mala suerte.. siempre acabo encerrado..- dije en voz baja, era como si se me estuviera bajando toda la adrenalina y ahora empezaba mi ciclo de depresión. suspiré y seguí contestando a las preguntas de Reiv -Hemos esperado a mi transformación, nos tenían encadenados pero digamos que oxidamos lo suficiente las cadenas con lo que teníamos a mano... no fue muy agradable, la verdad y tampoco es que tuvieran muy buenas instalaciones, literal era una cueva con barrotes. Sayid le dijo algo al guardia que abrió la celda y le di una paliza, le robamos un aparatejo mágico, pillamos algo de ropa y nada, a correr por el desierto... no te lo recomiendo-

Me enchufaron un par de goteros con cosas y ahora me tenía que quedar quietecito mientras Reiv me contaba cosas.. bueno, no mucho. Bufé con eso de que Mer se había ido de misión, tampoco podía reclamar ni decir nada, pero me preocupaba que le pasara algo aunque yo no era nadie para decir nada. Lo de Juliet ya era más normal, lo de siempre. Hice un movimiento de cejas sugerente -si claro, un viajecito~ lo has pasado bien? has probado el revolcón en el pajar? te lo recomiendo-. Me reí cuando dijo que si rompían sería culpa mía pero si no lo habían hecho con todo lo que habían pasado, por unas horas no creo que pasara nada -Me echas la culpa y le regalo una tarta, así no te manda al sofá-. Me llevé las manos a la cara notando el pelo... no quería ni mirarme al espejo -no sabes las ganas que tengo de quitarme esta cosa de la cara, parece una rata, que asco- tenía que volver a ser guapo.

No hacía falta ser muy listo para notar que en la isla pasaba algo, después de la charreta para ponernos al día señalé las ramas que había por ahí -¿y esto? me da mal rollo tanta raíz y cosa chunga, seguro es culpa del elfo de la cerbatana-

Decidió ignorar por completo el nombre de Éamon porque era otro de esos enemigos del pasado de los que ya no quería saber nada. Eran demasiados, si se ponía a pensarlo. Esperó mientras le curaban y escuchó pacientemente el periplo de Kyllian y Sayid durante su cautiverio, suponiendo que buena parte del mundo estaría inmerso en ese caos y lucha por el poder. - Tenéis mucha suerte de haber salido con vida. No sé si os han estado buscando o no...creo que ni siquiera a Sayid, que es Descendiente. Así está la situación.- hizo un sonido irónico con eso de que siempre acababa encerrado, en eso parecía que tenían afición. Así se habían conocido, estando encerrados en los campos de concentración de la Alianza.

- Ya. Son cosas que no se olvidan nunca. - comentó casi más para él mismo, terminado después de escuchar el relato del escape. Tal vez los guardias fuesen unos torpes que no se acordaron de darle poción para evitar la transformación durante ese mes, pero como él bien decía no eran muy listos. Echó mano a una silla para sentarse a esperara mientras los goteros se acababan, relajándose un poco más cuando le preguntó por el viaje. - Por fin hicimos lo que llevábamos diciendo mucho tiempo. Viajar libres y sin preocupaciones por primera vez. Fue extraño al principio, eso de no estar constantemente en peligro o luchando por sobrevivir, y también fue curioso ver cómo ha cambiado el mundo. Pero me gustó. Deberías hacerlo tú también, sin desiertos de por medio. - rio cuando le dijo lo del revolcón en el pajar, haciéndole un gesto con la mano como queriendo decir que en un sitio similar. Tampoco le iba a dar más detalles. - Trato hecho, le haces una tarta de disculpa si me dice algo. - después se puso algo más serio con el tema de las raíces que habían invadido algunas zonas del hospital, sin poder evitar cabrearse cada vez que lo recordaba.

- Llevan aquí desde que los Pendragon atacaron la isla y plantaron una de esas semillas de mierda del árbol que tienen. Fue el mismo día que asesinaron a Svart. - las palabras dolían cada vez que tenía que decirlas, pero al menos ya lo sabían aquellas personas que debían saberlo, su hermano, y Kyllian.