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Recuerdo del primer mensaje :
Ares Kylee
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De la playa fui directamente con Emily a buscar a Ben que iba a ser nuestro enlace con Ouroboros para ir a ayudar con los problemas que se presentaron. Nunca me acotumbraré a desaparecer, es como un viaje en coche con todo curvas por el camino. Cuando mi estomago decidió que estabamos cool para continuar, me acerqué al resto del grupo y saludé como hacía normalmente con el índice y el corazón en el aire a modo de saludo general.
Dios, como apesta el puñetero fiambre, que alguien le eche un kilo de colonia encima, creo que como siga oliendo pronto van a poder estudiar mi desayuno y el resto de comidas que hice. Joder, que asco enserio, tiooooooo, me van a llorar los ojos como si hubiera pelado cebollas bravas. Y para colmo por lo que andan diciendo, no es un fiambre de verdad, como encuentre al cabrón que ha plantado eso ahí le voy a presentar a diestra y siniestra por revolverme los intestinos.
Lykaios ensartó el pavo... quiero decir al maniquí y salió más mal olor, me abaniqué las narices además de taparlas para evitar que el olor se acercara a mi. Fuera, aparición de satanás, fuera del templo de mi nariz. Lykaios empezó a dar ordenes y me acerqué a él.
- ¡Hey hermano! ¿Qué necesitas que haga yo?
Dios, como apesta el puñetero fiambre, que alguien le eche un kilo de colonia encima, creo que como siga oliendo pronto van a poder estudiar mi desayuno y el resto de comidas que hice. Joder, que asco enserio, tiooooooo, me van a llorar los ojos como si hubiera pelado cebollas bravas. Y para colmo por lo que andan diciendo, no es un fiambre de verdad, como encuentre al cabrón que ha plantado eso ahí le voy a presentar a diestra y siniestra por revolverme los intestinos.
Lykaios ensartó el pavo... quiero decir al maniquí y salió más mal olor, me abaniqué las narices además de taparlas para evitar que el olor se acercara a mi. Fuera, aparición de satanás, fuera del templo de mi nariz. Lykaios empezó a dar ordenes y me acerqué a él.
- ¡Hey hermano! ¿Qué necesitas que haga yo?
Sophia Diborguesse
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Llegué tan rápida como pude hacia la entrada a los apartamentos, después de perderme un par de ocasiones, que le voy a hacer, aún soy nueva en ese lugar y necesitaré que alguien me acompañe un par de veces a cada lugar para quedarme bien con la ubicacion de cada lugar. En estos momentos pienso lo bien que debe de estar mi hermano allá por Italia sin la mitad de preocupaciones que llevo yo desde el último año.
Cuando llego hay un grupo numeroso de gente y un olor insoportable, por lo que tengo que taparme un momento la cara con la mano mientras no me acabo de acostumbrar al fétido olor e intentar no marearme viendo al cadaver que hay en el suelo, un olor demasiado intenso para un cadaver que aún tiene sangre fresca, huele como si llevara días muerto, no es normal.
- Disculpad, mi nombre es Sophia, ayudo a Lucio en el hospital y me dijeron que se me necesitaba aquí, ¿qué ha pasado? Por cierto, si es cierto que estamos enmedio de un ataque necesitaría algo de ayuda, aún tenemos pacientes en el hospital y sería conveniente que alguien vigilara por si se les ocurre entrar dentro, después de todo son pacientes graves y no quiero que queden desprotegidos mientras acaban de sanar. Por otro lado, ayudaré en todo lo que sea necesario en la materia científica y en caso de tener heridos.
Cuando llego hay un grupo numeroso de gente y un olor insoportable, por lo que tengo que taparme un momento la cara con la mano mientras no me acabo de acostumbrar al fétido olor e intentar no marearme viendo al cadaver que hay en el suelo, un olor demasiado intenso para un cadaver que aún tiene sangre fresca, huele como si llevara días muerto, no es normal.
- Disculpad, mi nombre es Sophia, ayudo a Lucio en el hospital y me dijeron que se me necesitaba aquí, ¿qué ha pasado? Por cierto, si es cierto que estamos enmedio de un ataque necesitaría algo de ayuda, aún tenemos pacientes en el hospital y sería conveniente que alguien vigilara por si se les ocurre entrar dentro, después de todo son pacientes graves y no quiero que queden desprotegidos mientras acaban de sanar. Por otro lado, ayudaré en todo lo que sea necesario en la materia científica y en caso de tener heridos.
Según vamos llegando los miembros de la Brigada nos vamos arremolinando alrededor del cuerpo de Marcus. Correspondo al saludo de la alada, con el mismo gesto que ella me hace, cogiéndola del brazo. Con bastante facilidad conjura una luz, que facilita que todos podamos ver más cómodamente lo que estaba ocurriendo a nuestro alrededor. El cuerpo de Marcus ahora mostraba todas y cada una de sus heridas que habían empapado la sábana con la que le habíamos cubierto. Giro a mis compañeros, que uno a uno van diciendo que eso huele a chamusquina, que huele, pero al final, alguien parece arrojar luz sobre todo este caos -Emily, ¿crees que es una trampa? ¿Algún tipo de encerrona?- "Oh, por Hades, y yo los he atraído a todos como si fueran moscas a la miel" -Chicos, si es una trampa, igual lo mejor sería alejarnos. No sea que estalle o nos infecte con algo...-
Recibo el golpe de Lyka por la espalda, puede ser tan bruto a veces... me desestabiliza pero hace que entre en razón y me arranca una sonrisa -Es verdad. Tienes toda la razón. No vamos a dejar que escriban nuestra historia, haremos como los de CSI y llegaremos al fondo del asunto, ¿Quieres ser mi Grissom?-
Medio bromeo yo también para hacer el reparto de gente usando igualmente una analogía televisiba, cuando, súbitamente parece que el aire se carga, se hace pesado, denso. No tarda en aparecer Matvey no aparentemente de buen humor. Lo entiendo, ha muerto un miembro del consejo, después de que alguien se dedicara a fastidiar la boda de otro descendiente hace relativamente poco tiempo. Soy él y también estaría de mal humor
Todos quedamos callados y expectantes cuando hace su magia, espero algún día poder controlarla tan bien como él... sería tan útil y a la vez me da tanto miedo. La muerte. Se me eriza todo el vello solo de pensar en ella, ahora presente delante de nosotros. O no. Porque resulta que todo era mentira. Mi cara de estupefacción roza la caricatura -¿Pero? ¿Quién? ¿Piensas que han sido los mismos de la boda? ¿Quizás quieran atacar a alguien más? Tiene sentido. ¡Mientras estamos entretenidos aquí lo mismo están por ahí!- Miro uno a uno a mis compañeros, qué mierda, ahora más que nunca tenemos que llegar al fondo del asunto, asintiendo a las palabras de Lyka. -Sí, llegaremos al fondo de todo esto. Sea quien sea el culpable, ¡de la Brigada de las mil grullas no se ríe nadie!-
Me aparto cuando llega Anteia, vestida, creo, con la misma ropa que la que llevaba en la boda. No tarda mucho en llegar una doctora, supongo que nuestro mensaje de ayuda habría llegado al hospital. Lyka explica rápidamente a Anteia lo que ha sucedido, pero la medimaga parece no haberse enterado, por lo que le resumo -Encontré lo que pensaba que era el cadáver de Markus Tesla, el descendiente, pero ha resultado ser que todo era mentira. Avisé rápidamente a los chicos y han venido a ayudarnos. Lyka y yo hemos estado mirando por la zona a ver si encontrábamos algo que nos pudiera revelar quién ha sido el culpable de tal mala obra. Pero salvo los zapatos, las 12 apuñaladas y los cristales... no parece que haya nada más. Salvo que pensemos que lo que está pasando con el tiempo también esté relacionado. Yo creo que han sido los mismos que han atacado en la boda, estoy casi segura. Nos quieren despistar por algún motivo o concentrar en un punto...-
Me da muy mal rollo pensar que nos están juntando para tendernos una trampa, como los conejos, como en Sinsajo. -Sí, Lyka, iré contigo. Esto no va a quedar así. Mulder y Scully al puesto de investigación de expediente X- Me llevo la mano a la frente, a modo de saludo militar. Recojo las cosas que llevaba al principio y que iba a tirar y las vuelvo a cargar, por ser una buena ciudadana. -Nos mantendremos todo el rato en contacto. Por favor, tened todo el cuidado del mundo, andad con mil ojos. Y por favor, no os hagáis los valientes, si pasa algo, ¡avisad!- Me despido de los compañeros de la Brigada saliendo de allí con Lykaios, pero antes de perdernos por los pasillos, lanzo un rápido vistazo a Matvey. Suspiro, los motivos son muchos, me siento un poco preocupada por toda la situación y finalmente, salimos.
Recibo el golpe de Lyka por la espalda, puede ser tan bruto a veces... me desestabiliza pero hace que entre en razón y me arranca una sonrisa -Es verdad. Tienes toda la razón. No vamos a dejar que escriban nuestra historia, haremos como los de CSI y llegaremos al fondo del asunto, ¿Quieres ser mi Grissom?-
Medio bromeo yo también para hacer el reparto de gente usando igualmente una analogía televisiba, cuando, súbitamente parece que el aire se carga, se hace pesado, denso. No tarda en aparecer Matvey no aparentemente de buen humor. Lo entiendo, ha muerto un miembro del consejo, después de que alguien se dedicara a fastidiar la boda de otro descendiente hace relativamente poco tiempo. Soy él y también estaría de mal humor
Todos quedamos callados y expectantes cuando hace su magia, espero algún día poder controlarla tan bien como él... sería tan útil y a la vez me da tanto miedo. La muerte. Se me eriza todo el vello solo de pensar en ella, ahora presente delante de nosotros. O no. Porque resulta que todo era mentira. Mi cara de estupefacción roza la caricatura -¿Pero? ¿Quién? ¿Piensas que han sido los mismos de la boda? ¿Quizás quieran atacar a alguien más? Tiene sentido. ¡Mientras estamos entretenidos aquí lo mismo están por ahí!- Miro uno a uno a mis compañeros, qué mierda, ahora más que nunca tenemos que llegar al fondo del asunto, asintiendo a las palabras de Lyka. -Sí, llegaremos al fondo de todo esto. Sea quien sea el culpable, ¡de la Brigada de las mil grullas no se ríe nadie!-
Me aparto cuando llega Anteia, vestida, creo, con la misma ropa que la que llevaba en la boda. No tarda mucho en llegar una doctora, supongo que nuestro mensaje de ayuda habría llegado al hospital. Lyka explica rápidamente a Anteia lo que ha sucedido, pero la medimaga parece no haberse enterado, por lo que le resumo -Encontré lo que pensaba que era el cadáver de Markus Tesla, el descendiente, pero ha resultado ser que todo era mentira. Avisé rápidamente a los chicos y han venido a ayudarnos. Lyka y yo hemos estado mirando por la zona a ver si encontrábamos algo que nos pudiera revelar quién ha sido el culpable de tal mala obra. Pero salvo los zapatos, las 12 apuñaladas y los cristales... no parece que haya nada más. Salvo que pensemos que lo que está pasando con el tiempo también esté relacionado. Yo creo que han sido los mismos que han atacado en la boda, estoy casi segura. Nos quieren despistar por algún motivo o concentrar en un punto...-
Me da muy mal rollo pensar que nos están juntando para tendernos una trampa, como los conejos, como en Sinsajo. -Sí, Lyka, iré contigo. Esto no va a quedar así. Mulder y Scully al puesto de investigación de expediente X- Me llevo la mano a la frente, a modo de saludo militar. Recojo las cosas que llevaba al principio y que iba a tirar y las vuelvo a cargar, por ser una buena ciudadana. -Nos mantendremos todo el rato en contacto. Por favor, tened todo el cuidado del mundo, andad con mil ojos. Y por favor, no os hagáis los valientes, si pasa algo, ¡avisad!- Me despido de los compañeros de la Brigada saliendo de allí con Lykaios, pero antes de perdernos por los pasillos, lanzo un rápido vistazo a Matvey. Suspiro, los motivos son muchos, me siento un poco preocupada por toda la situación y finalmente, salimos.
Abrazo a mi amija Cleo a la que no veo desde que éramos unos chungos poseídos, alegrándome de volver a saludarla de nuevo aunque sea en estas circunstancias. - ¿Madurar, yo? ¡Eso nunca! - me separo de ella tras apretujarla bien, encogiéndome de hombros con lo de la boda. - No me enteré. Estoy empanado, ya sabes.- es cierto, estaba por ahí en otros asuntos, a ratos de fiesta, a ratos ayudando en las calles de Londres cuando era necesario. Sin embargo siempre acudo a la llamada de estos capullos cuando lo necesitan, son mi familia. Pido disculpas a Emily por lo bajo cuando me dice que tenga un poco más de tacto con el muerto, que sé que a veces soy un poco bocazas. - Pues eso he dicho yo, llevar el muerto a Lucio para que lo mire. - esa idea pierde todo sentido cuando el recién llegado nigromante descubre que esa cosa apestosa del suelo no es más que un señuelo, que no es ninguna persona. Por un lado me alivia saber que no han matado a nadie. Por otro parece estar claro que sí es una distracción. Eso o una broma de mal gusto.
- Joder, qué asco. ¿Qué demonios pasa en vuestra isla? - me entra la risa tonta por decir eso de los demonios a un nigromante, teniendo que darme la vuelta para que Matvey no me vea reírme. Cuando se me pasa me vuelvo a girar, cerrando el puño en señal de determinación. - Estos peligros no nos asustan. Y es justo lo que dice Emily, un distractor de atención, así que lo mejor será dividirnos y poner en alerta a toda la isla para que nadie pueda esconderse aquí. Lykaios tiene razón, hagamos grupos y desenmascaremos a cobarde o cobardes que se andan con juegos. Esta isla ha dejado de ser un lugar seguro. - digo solemnemente, mesando una barba imaginaria que no tengo.
"siempre quise decir eso"
Lo del primo o hermano de Tesla en la boda me suena muy raro, la pista de Lykaios parece encender una chispa en mi cabeza, a pesar de que la perspicacia no es una de mis grandes virtudes. - ¿Dos? ¿había dos en la boda? a ver si alguien está copiando su identidad usando la multijugos o la habilidad de metamorfomagia. No nos podemos fiar de nadie. Será mejor que los expertos en hechizos de seguridad de la isla hagan algo para que se revelen las formas falsas. - el caso es que todos los de la Brigada estamos más que dispuestos a ayudar, tanto Ares, como Cleo, Emily, Lykaios o yo mismo. La doctora que llega también nos pide ayuda para proteger el hospital, aunque no me emociona mucho la idea de ir ahí a montar guardia. - Tal vez Anteia pueda. O los propios Descendientes, que creo que son poco de luchar, no sé. Lo único claro por ahora es que hay que moverse, así que arreando. Sophia, te escoltamos hasta el hospital, allí ya veremos cómo nos distribuimos. - Cleo y Lykaios se van por un lado, mientras que Emily, Ares, Sophia y yo nos vamos por otro, separándonos de la manera más adecuada cuando llega el momento. Así peinaremos la isla entera y montaremos guardia hasta dar con algo. Nadie puede esconderse eternamente.
- Joder, qué asco. ¿Qué demonios pasa en vuestra isla? - me entra la risa tonta por decir eso de los demonios a un nigromante, teniendo que darme la vuelta para que Matvey no me vea reírme. Cuando se me pasa me vuelvo a girar, cerrando el puño en señal de determinación. - Estos peligros no nos asustan. Y es justo lo que dice Emily, un distractor de atención, así que lo mejor será dividirnos y poner en alerta a toda la isla para que nadie pueda esconderse aquí. Lykaios tiene razón, hagamos grupos y desenmascaremos a cobarde o cobardes que se andan con juegos. Esta isla ha dejado de ser un lugar seguro. - digo solemnemente, mesando una barba imaginaria que no tengo.
"siempre quise decir eso"
Lo del primo o hermano de Tesla en la boda me suena muy raro, la pista de Lykaios parece encender una chispa en mi cabeza, a pesar de que la perspicacia no es una de mis grandes virtudes. - ¿Dos? ¿había dos en la boda? a ver si alguien está copiando su identidad usando la multijugos o la habilidad de metamorfomagia. No nos podemos fiar de nadie. Será mejor que los expertos en hechizos de seguridad de la isla hagan algo para que se revelen las formas falsas. - el caso es que todos los de la Brigada estamos más que dispuestos a ayudar, tanto Ares, como Cleo, Emily, Lykaios o yo mismo. La doctora que llega también nos pide ayuda para proteger el hospital, aunque no me emociona mucho la idea de ir ahí a montar guardia. - Tal vez Anteia pueda. O los propios Descendientes, que creo que son poco de luchar, no sé. Lo único claro por ahora es que hay que moverse, así que arreando. Sophia, te escoltamos hasta el hospital, allí ya veremos cómo nos distribuimos. - Cleo y Lykaios se van por un lado, mientras que Emily, Ares, Sophia y yo nos vamos por otro, separándonos de la manera más adecuada cuando llega el momento. Así peinaremos la isla entera y montaremos guardia hasta dar con algo. Nadie puede esconderse eternamente.
Las conclusiones de los integrantes de la brigada me parecian bastante acertadas, quien hubiera montado este teatro queria entretenernos con algun oscuro proposito. Entonces lo que teniamos que hacer era movernos con la mayor velocidad posible. Todos estuvieron de acuerdo en que no iban a marcharse por las buenas, que harian su trabajo. Asenti con cierta solemnidad. Aunque entorné los ojos con perspicacia mirando a Benjamin, cuando se puso en plan teatrero. Como era posible que un demonio se hubiese dedicado a poseer gente con ese talante?
En esas que escuché una voz familiar y desvié la mirada, viendo a la señora Malfoy corriendo mientras se sujetaba el vestido y soltaba algo en francés. Me distraje momentáneamente y fue entonces cuando me entró el mensaje telepatico de Cat, pero no le respondí de inmediato, mi pensamiento quedó en blanco por unos momentos.
"un momento, Catherine..."
El Knox se encargó de explicarle la situacion y yo asentí despacio respecto a la ubicación del castillo.
- Sí, te llevaré alli. Tus hijos han sido llevados alli también.
Luego miré a Lykaios con ojso fríos.
- Tesla no tiene familiares, no que conozcamos. Y no, nada de entra a los recintos privados, Brigada. Demasiado arriesgado, se encargarán nuestras criaturas
Y por criaturas me referia a demonios y fantasmas varios. El grupo se fue dividiendo para cubrir mas territorio y quedamos a solas Anteia y yo.
- Necesito hablar con Tesla... - farfullé por lo bajo, evidentemente concentrado, por unos breves instantes tuve que apartar la mirada de la mujer para lograr terminar mi hechizo. - Un momento.
Las palabras se mezclaron al final con la lengua oscura de la invocacion de los demonios. Una figura oscura y encorvada, con grandes alas, apareció frente a mi. Era un heraldo venido a menos, sin gran poder, pero un autentico nacido para localizar almas y rastrearlas
- Dile a Tesla que tengo que hablar con él, inmediatamente! Su cadáver ha aparecido aqui sin mas. Cuando lo localices, avísame.... y si trata de huir reténlo. - y esto ultimo lo dije para mi. - Me da igual que eso rompa unas cuantas normas de cortesía entre nosotros.
"ese hombre no atiende a protocolos y no me hará ni caso"
Me acerqué a la mujer y puse mi mano sobre su hombro, despacio. Me di cuenta de que tenia la piel helada.
- Rumbo al castillo le Fay, será un viaje rápido. - no sabia cuantos miembros del consejo responderian a mi llamada de emergencia, pero por el momento, yo tenia otra mision que cumplir. Asi pues, nos desaparecí a ambos del lugar
En esas que escuché una voz familiar y desvié la mirada, viendo a la señora Malfoy corriendo mientras se sujetaba el vestido y soltaba algo en francés. Me distraje momentáneamente y fue entonces cuando me entró el mensaje telepatico de Cat, pero no le respondí de inmediato, mi pensamiento quedó en blanco por unos momentos.
"un momento, Catherine..."
El Knox se encargó de explicarle la situacion y yo asentí despacio respecto a la ubicación del castillo.
- Sí, te llevaré alli. Tus hijos han sido llevados alli también.
Luego miré a Lykaios con ojso fríos.
- Tesla no tiene familiares, no que conozcamos. Y no, nada de entra a los recintos privados, Brigada. Demasiado arriesgado, se encargarán nuestras criaturas
Y por criaturas me referia a demonios y fantasmas varios. El grupo se fue dividiendo para cubrir mas territorio y quedamos a solas Anteia y yo.
- Necesito hablar con Tesla... - farfullé por lo bajo, evidentemente concentrado, por unos breves instantes tuve que apartar la mirada de la mujer para lograr terminar mi hechizo. - Un momento.
Las palabras se mezclaron al final con la lengua oscura de la invocacion de los demonios. Una figura oscura y encorvada, con grandes alas, apareció frente a mi. Era un heraldo venido a menos, sin gran poder, pero un autentico nacido para localizar almas y rastrearlas
- Dile a Tesla que tengo que hablar con él, inmediatamente! Su cadáver ha aparecido aqui sin mas. Cuando lo localices, avísame.... y si trata de huir reténlo. - y esto ultimo lo dije para mi. - Me da igual que eso rompa unas cuantas normas de cortesía entre nosotros.
"ese hombre no atiende a protocolos y no me hará ni caso"
Me acerqué a la mujer y puse mi mano sobre su hombro, despacio. Me di cuenta de que tenia la piel helada.
- Rumbo al castillo le Fay, será un viaje rápido. - no sabia cuantos miembros del consejo responderian a mi llamada de emergencia, pero por el momento, yo tenia otra mision que cumplir. Asi pues, nos desaparecí a ambos del lugar
Noviembre de 2040
La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , lugar donde se realizó el ritual.
Un enviado de la Brigada deposita una carta de parte de Imram en el buzón perteneciente a la habitación de Rybar en Ouroboros. La letra del interior de la carta es irregular, como si hubiese sido escrita sin mirar al papel.
Carta para Rybar escribió:
Esta es la carta que nunca hubiese querido escribir, aunque deba hacerlo con todo el dolor de mi corazón.
Creo que debes saberlo, a pesar de todo lo sucedido en el pasado. Hasta ahora no he encontrado las fuerzas para comunicarte que Katrina fue asesinada en nuestra huida a Praga. Me separé de ella apenas una hora, pero cuando regresé ya era demasiado tarde. La habíamos perdido. Ni siquiera supe de quién debía vengarme, tal vez de toda la ciudad para que no quedase ni uno, aunque no sirviese de nada. Sé que tú también querrías vengarla, que de algún modo la querías, aunque fuese de una manera retorcida y posesiva.
Rhados está a salvo, conmigo, en Ouroboros. Es lo único que queda de ella.
Imram
Había acudido allí porque me habia llegado un soplo de que alguien había estado trasteando en mi correo en mi pequeña residencia de Ouroboros. Lo cierto es que yo apenas pasaba tiempo alli, por varias cuestiones. Pero a veces iba. Adele era la que mas tiempo pasaba aqui, expandiendo sus redes y sus relaciones como solo ella sabia.
Pero ante tal informacion, fui. Estaba todo bastante desértico por la zona de viviendas, la mayoria se congregaba en la zona de Torneos, ahora que estaban llegando a su parte final. Mejor, asi no tendria que cruzarme con ningun indeseado.
Al llegar frente a la puerta examiné con cuidado el buzón, me aseguré de que no fuese ninguna trampa y luego cuando estuve seguro, retiré el correo. Pasé a la habitacion y cerré con magia tras de mi para leer alli mas tranquilamente.
"Una carta sin más? No creo que sea de ninguno de los mercenarios que contrato...ellos no saben que tengo aqui una segunda residencia."
Debia de ser de alguien cercano. La abrí y comencé a leer
"Esta es la carta que nunca hubiese querido escribir, aunque deba hacerlo con todo el dolor de mi corazón. Creo que debes saberlo, a pesar de todo lo sucedido en el pasado."
Entorné la mirada. De pronto, creía saber quien era el autor de la carta. Y no, no era la letra de mi hermana. Eso solo dejaba una posibilidad. Imram. Respiré fuerte, no quise seguir leyendo. Me senté en la cama y me tapé la boca, pero continué. El que su primera frase me hubiese anticipado la noticia , no quiso decir que al leer que mi hermana habia sido asesinada, el efecto devastador fuese menos.
Me detuve, volviendo los ojos sobre aquellas lineas, releyendo una y otra vez la misma frase durante al menos diez largos minutos, por si acaso me habia confundido.
"no, me está tomando el pelo. El muy cabrón..... es una estratagema! Para que los deje en paz de una vez por todas! para que me olvide de ellos!"
- Está mintiendo.....
Deseaba que mintiese, a decir verdad. Prefería seguir con nuestra eterna lucha. Y en ese deseo, me mentía a mi mismo. Terminé de leer la carta entera, pero me daban igual sus excusas. Tenia que buscarlo, y sacarle la verdad a base de dolor. No iba a consentir que me mintiese. En Ouroboros, con Rhados? Bien, pues le haría una visita....
Arrugué y tiré la carta, me puse en pie con los ojos brillando febrilmente por la rabia, y salí de alli como un diablo, gritando el nombre de Imram por los pasillos. Lo encontraría...y me iba a dar igual que el pequeño estuviese delante.
Pero ante tal informacion, fui. Estaba todo bastante desértico por la zona de viviendas, la mayoria se congregaba en la zona de Torneos, ahora que estaban llegando a su parte final. Mejor, asi no tendria que cruzarme con ningun indeseado.
Al llegar frente a la puerta examiné con cuidado el buzón, me aseguré de que no fuese ninguna trampa y luego cuando estuve seguro, retiré el correo. Pasé a la habitacion y cerré con magia tras de mi para leer alli mas tranquilamente.
"Una carta sin más? No creo que sea de ninguno de los mercenarios que contrato...ellos no saben que tengo aqui una segunda residencia."
Debia de ser de alguien cercano. La abrí y comencé a leer
"Esta es la carta que nunca hubiese querido escribir, aunque deba hacerlo con todo el dolor de mi corazón. Creo que debes saberlo, a pesar de todo lo sucedido en el pasado."
Entorné la mirada. De pronto, creía saber quien era el autor de la carta. Y no, no era la letra de mi hermana. Eso solo dejaba una posibilidad. Imram. Respiré fuerte, no quise seguir leyendo. Me senté en la cama y me tapé la boca, pero continué. El que su primera frase me hubiese anticipado la noticia , no quiso decir que al leer que mi hermana habia sido asesinada, el efecto devastador fuese menos.
Me detuve, volviendo los ojos sobre aquellas lineas, releyendo una y otra vez la misma frase durante al menos diez largos minutos, por si acaso me habia confundido.
"no, me está tomando el pelo. El muy cabrón..... es una estratagema! Para que los deje en paz de una vez por todas! para que me olvide de ellos!"
- Está mintiendo.....
Deseaba que mintiese, a decir verdad. Prefería seguir con nuestra eterna lucha. Y en ese deseo, me mentía a mi mismo. Terminé de leer la carta entera, pero me daban igual sus excusas. Tenia que buscarlo, y sacarle la verdad a base de dolor. No iba a consentir que me mintiese. En Ouroboros, con Rhados? Bien, pues le haría una visita....
Arrugué y tiré la carta, me puse en pie con los ojos brillando febrilmente por la rabia, y salí de alli como un diablo, gritando el nombre de Imram por los pasillos. Lo encontraría...y me iba a dar igual que el pequeño estuviese delante.
Caí por una especie de túnel psicodélico para aterrizar en el duro suelo impoluto y reluciente. Lila cayó en mis brazos y sobre su cabeza cayó el sombrero de pirata. Ella me dió esa sonrisa de pequeña traviesa que me hace sonreír. Cuando supe que estaba en la entrada en la entrada del edificio de viviendas subí las impresionantes escaleras acunándola hasta el tercer piso donde me dirigí al ala derecha, la que indicaba que eran habitaciones individuales femeninas.
Ya dentro de la habitación la acuné otro rato, durmiendome por momentos, y cuando finalmente cerró los ojos me levanté, agarré un par de cosas, me dirigí de puntillas hasta la salida y cerré la puerta lentamente, vigilando que no se despertara hasta el último momento. Una vez fuera y tras cerrar con llave, me dediqué a seguir el olor de la humana que se había dirigido al que yo pensaba que era Sayid y que había dicho que iría a su habitación.
Seguí su aroma por los pasillos, por las escaleras hasta finalmente dar con el lugar. Su piso se encontraba por debajo del piso de Altaïr pero había que subir muchas escaleras, demasiadas diría yo. Cuando estuve frente a la puerta me recosté en la pared contraria para recobrar el aire por un momento, de verdad necesitaba recuperar el ritmo, necesitaba entrenar con urgencia. De todos modos cuando mi ritmo cardíaco volvió a ser uno más decente me incorporé y me dirigí a la escalera por donde había venido, la bajada debería ser mucho más fácil que la subida ¿Verdad?... ¿Verdad? En eso escucho un “¡PING!” y cuando miro hacia un costado me encuentro con un ascensor. Por supuesto que si, aquí nadie avisa nada. Cuando entro a la caja de metal doy un respingo al ver un zombi en los botones que indican los pisos. Éste me mira mientras su mano está lista para apretar algún botón, así que me aventuro a decirle que me deje en la planta baja y me sorprendo cuando el zombi pulsa el botón de la planta baja. El descenso fue algo extraño e incómodo con la música ambiental de pormedio. Al llegar abajo salí del ascensor, salí del edificio y me dejé guiar por mi olfato fuera de la zona residencial.
Ya dentro de la habitación la acuné otro rato, durmiendome por momentos, y cuando finalmente cerró los ojos me levanté, agarré un par de cosas, me dirigí de puntillas hasta la salida y cerré la puerta lentamente, vigilando que no se despertara hasta el último momento. Una vez fuera y tras cerrar con llave, me dediqué a seguir el olor de la humana que se había dirigido al que yo pensaba que era Sayid y que había dicho que iría a su habitación.
Seguí su aroma por los pasillos, por las escaleras hasta finalmente dar con el lugar. Su piso se encontraba por debajo del piso de Altaïr pero había que subir muchas escaleras, demasiadas diría yo. Cuando estuve frente a la puerta me recosté en la pared contraria para recobrar el aire por un momento, de verdad necesitaba recuperar el ritmo, necesitaba entrenar con urgencia. De todos modos cuando mi ritmo cardíaco volvió a ser uno más decente me incorporé y me dirigí a la escalera por donde había venido, la bajada debería ser mucho más fácil que la subida ¿Verdad?... ¿Verdad? En eso escucho un “¡PING!” y cuando miro hacia un costado me encuentro con un ascensor. Por supuesto que si, aquí nadie avisa nada. Cuando entro a la caja de metal doy un respingo al ver un zombi en los botones que indican los pisos. Éste me mira mientras su mano está lista para apretar algún botón, así que me aventuro a decirle que me deje en la planta baja y me sorprendo cuando el zombi pulsa el botón de la planta baja. El descenso fue algo extraño e incómodo con la música ambiental de pormedio. Al llegar abajo salí del ascensor, salí del edificio y me dejé guiar por mi olfato fuera de la zona residencial.
-Lo siento.- Me disculpé con voz arrepentida bajando mis manos. Asentí secamente y con la mirada baja cuando dijo que me escoltarían para luego avanzar por el camino que me indicó.
-Me llamo Brigitte McClurkie, por cierto, ¿Y ustedes?- Pregunté para rellenar el silencio incómodo mientras caminábamos dedicandoles una mirada dulce con mis ojos marrones y una suave sonrisa.
-Había escuchado que Rosse Mcgonagall y Sayid Ibn Salah practican la cacería, ellos pueden porque son descendientes, no?- No había rastros de reproche en mi voz, solo auténtica curiosidad.
-¿Por qué el toque de queda?- Pregunté mientras ingresabamos al hall de entrada del edificio de viviendas.
-¡Que lujoso que es éste lugar! Nunca dejo de sorprenderme cuando lo veo ¿Cómo hacen para mantenerlo?- Pregunté subiendo los escalones.
-Me llamo Brigitte McClurkie, por cierto, ¿Y ustedes?- Pregunté para rellenar el silencio incómodo mientras caminábamos dedicandoles una mirada dulce con mis ojos marrones y una suave sonrisa.
-Había escuchado que Rosse Mcgonagall y Sayid Ibn Salah practican la cacería, ellos pueden porque son descendientes, no?- No había rastros de reproche en mi voz, solo auténtica curiosidad.
-¿Por qué el toque de queda?- Pregunté mientras ingresabamos al hall de entrada del edificio de viviendas.
-¡Que lujoso que es éste lugar! Nunca dejo de sorprenderme cuando lo veo ¿Cómo hacen para mantenerlo?- Pregunté subiendo los escalones.
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Mantuvieron el silencio mientras caminaban escoltando a la mujer a las habitaciones ya que recibían notificaciones sobre millones de cosas a cada momento. Zaphyr ladeó levemente la cabeza hacia ella al escuchar sobre el toque de queda -Decisión del Consejo- Dijo sin añadir absolutamente nada más.
Recibieron la notificación sobre el bar y que el salón de té seguía con gente. Ambos avisaron que se encontraban cerca y dejarían a la chica en su habitación antes de ir a por lo otro -Pertenecemos al área militar, no a la de mantenimiento. Podéis buscar a la administradora del área, seguramente estará encantada solventar vuestra duda- Indicó Candance mientras subían las escaleras en la dirección que la mujer indicaba.
OFF: Postea en las habitaciones.
Recibieron la notificación sobre el bar y que el salón de té seguía con gente. Ambos avisaron que se encontraban cerca y dejarían a la chica en su habitación antes de ir a por lo otro -Pertenecemos al área militar, no a la de mantenimiento. Podéis buscar a la administradora del área, seguramente estará encantada solventar vuestra duda- Indicó Candance mientras subían las escaleras en la dirección que la mujer indicaba.
OFF: Postea en las habitaciones.
Estaba aburrida de seguir estando en mi habitación practicando mis acrobacias, no era que la compañía de la niña no sea entretenida, era que… sip, la compañía de la bebé no era entretenida. Los rugidos de los dragones persistieron durante toda la semana, quizás se trataba de alguna especie de protesta pero yo estaba que me cagaba en todos sus antepasados porque la niña se asustaba y lloraba.
En el techo del hall de entrada al edificio até la larga tela a una viga quedando a unos metros frente a la puerta. Tomé a la bebé y comencé a subir la tela hasta quedar a unos tres metros del suelo, allí enrollé la tela a mis piernas y las ajuste bien para poder practicar mis acrobacias junto con la niña suspendidas en el aire sostenidas por la tela.
La tela sobrante colgaba debajo de mi y cualquiera que pasara la notaría, pero no podía ser lo más extraño que viese, nos encontrábamos en una isla suspendida en el aire por la gracia de valla a saber quien. La niña se distraía de los rugidos mientras hacíamos las piruetas, miraba curiosa y reía, aunque la inusual fuerza que yo tenía me indicaba que la luna llena estaba cerca.
En el techo del hall de entrada al edificio até la larga tela a una viga quedando a unos metros frente a la puerta. Tomé a la bebé y comencé a subir la tela hasta quedar a unos tres metros del suelo, allí enrollé la tela a mis piernas y las ajuste bien para poder practicar mis acrobacias junto con la niña suspendidas en el aire sostenidas por la tela.
La tela sobrante colgaba debajo de mi y cualquiera que pasara la notaría, pero no podía ser lo más extraño que viese, nos encontrábamos en una isla suspendida en el aire por la gracia de valla a saber quien. La niña se distraía de los rugidos mientras hacíamos las piruetas, miraba curiosa y reía, aunque la inusual fuerza que yo tenía me indicaba que la luna llena estaba cerca.
Kyllian Evans
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Me aparecí directamente en la entrada del edificio de viviendas estirándome y percibiendo aromas que no fueras alcohol, desinfectante ni cosas de hospital, de hecho empezaba a oler muy bien y eso significaba comida. me moví entre la multitud que parecía hablar algo preocupada, discutían algo sobre la guardia y chismorreo vario sobre un asesinato, algo de los descendientes... así que me encogí de hombros y pasé de largo.
Me costaba moverme ¿qué demonios hacía toda esa gente ahí!? entonces lo escuché -Racionamiento de comida, hagan fila y pasen de forma ordenada- mi gozo en un pozo, adiós filete, ahora si me interesaba saber qué demonios pasaba con tanto cuchicheo. Busqué entre la multitud a algún que otro alumno de Ouroboros, todos parecían preocupados, unos más que otros y al final di con un conocido -Eh! hola tío, ¿qué demonios está pasando aquí? acabo de salir del hospital por lo del torneo y no me entero de nada- el chico intercambió miradas con otros más y entonces me contó lo que sabían.
Al parecer habían matado a alguien de la familia de los descendientes y a partir de ahí todo fue en picado, en los campos había un ejército apostao que contaba con dragones, muchos de ellos eran algunos de la isla -Joder... me voy una semana y se hunde el barco.. pero somos un huevo en la isla, a lo mejor podemos hacer algo todos juntos- el chico parecía tener miedo pero otro se adelantó con una sonrisa diciendo que los alumnos podrían ser llamados a filas. Salí de la muchedumbre pensativo y mirando al suelo, tal vez debería largarme de la isla y volver a londres... o irme con los renegados, después de todo el hermano de Reiv me lo había propuesto.
Algo me hizo cosquillas en una oreja en mitad de mis pensamientos de huida y después una tela se me puso en medio del camino -Pero qué!? qué hace esto aquí?- miré arriba y las risas de una niña que conocía bastante bien me alertaron, Lila estaba colgada con su madre en el aire y sentí sentimientos encontrados, por una parte alegría de verlas y por otra pánico por si la pequeña se caía -Leila!! bájate de ahí! os podéis hacer daño las dos!-
Me costaba moverme ¿qué demonios hacía toda esa gente ahí!? entonces lo escuché -Racionamiento de comida, hagan fila y pasen de forma ordenada- mi gozo en un pozo, adiós filete, ahora si me interesaba saber qué demonios pasaba con tanto cuchicheo. Busqué entre la multitud a algún que otro alumno de Ouroboros, todos parecían preocupados, unos más que otros y al final di con un conocido -Eh! hola tío, ¿qué demonios está pasando aquí? acabo de salir del hospital por lo del torneo y no me entero de nada- el chico intercambió miradas con otros más y entonces me contó lo que sabían.
Al parecer habían matado a alguien de la familia de los descendientes y a partir de ahí todo fue en picado, en los campos había un ejército apostao que contaba con dragones, muchos de ellos eran algunos de la isla -Joder... me voy una semana y se hunde el barco.. pero somos un huevo en la isla, a lo mejor podemos hacer algo todos juntos- el chico parecía tener miedo pero otro se adelantó con una sonrisa diciendo que los alumnos podrían ser llamados a filas. Salí de la muchedumbre pensativo y mirando al suelo, tal vez debería largarme de la isla y volver a londres... o irme con los renegados, después de todo el hermano de Reiv me lo había propuesto.
Algo me hizo cosquillas en una oreja en mitad de mis pensamientos de huida y después una tela se me puso en medio del camino -Pero qué!? qué hace esto aquí?- miré arriba y las risas de una niña que conocía bastante bien me alertaron, Lila estaba colgada con su madre en el aire y sentí sentimientos encontrados, por una parte alegría de verlas y por otra pánico por si la pequeña se caía -Leila!! bájate de ahí! os podéis hacer daño las dos!-
-¡¡PAPÁ!!- Gritó emocionada y feliz la niña al oir la voz de Kyllian y comenzó a removerse enérgicamente para ir con él haciendo que perdamos el delicado equilibrio que teníamos.
-¡No!¡PARA!- La reprendí para pegarla a mi cuerpo con un brazo y con el otro sostenernos de la tela para no caer. Ella continuó removiéndose pero menos que al principio y señalando a Kyllian así que bajé para quedar cara a cara con el feral, solo que yo estaba de cabeza.
-Te extrañó. Eres su favorito.- Le dije con seriedad. En parte me daba envidia, pero por otro lado me alegraba que lo tuviera como norte.
-Y mira, sabe hacer trucos.- Le indiqué a Kyllian que se alejara un par de pasos, extendí mis brazos sobre mi cabeza para dejarla suavemente en el suelo y tomarla de las manitas. Ella se puso de pié buscando su balance y, cuando lo encontró, comenzó a caminar hacia el hombre con pasitos torpes pero seguros de su destino. Llegado un punto la solté y la animé a avanzar.
-¿La sostienes un momento? No tardo nada.- Dije cuando la niña ya estaba a eso de un brazo de distancia de Kyllian, si él no la agarraba ella podía agarrarse a su pierna o sentarse en el suelo. Dejé de estar cabeza abajo para subir por la tela hasta el techo, agarrarme con una mano de una viga y con la otra desatar el nudo. Cuando todo estuvo hecho me solté de la viga para caer en un suave y casi circense aterrizaje.
-Ya me la puedes devolver, si quieres.- Dije extendiendo los brazos hacia la bebe.
-Que bueno verte bien. ¿Cómo te sientes?- Le pregunté mientras comenzaba a subir los escalones de la señorial escalera esperando que me acompañe.
-¡No!¡PARA!- La reprendí para pegarla a mi cuerpo con un brazo y con el otro sostenernos de la tela para no caer. Ella continuó removiéndose pero menos que al principio y señalando a Kyllian así que bajé para quedar cara a cara con el feral, solo que yo estaba de cabeza.
-Te extrañó. Eres su favorito.- Le dije con seriedad. En parte me daba envidia, pero por otro lado me alegraba que lo tuviera como norte.
-Y mira, sabe hacer trucos.- Le indiqué a Kyllian que se alejara un par de pasos, extendí mis brazos sobre mi cabeza para dejarla suavemente en el suelo y tomarla de las manitas. Ella se puso de pié buscando su balance y, cuando lo encontró, comenzó a caminar hacia el hombre con pasitos torpes pero seguros de su destino. Llegado un punto la solté y la animé a avanzar.
-¿La sostienes un momento? No tardo nada.- Dije cuando la niña ya estaba a eso de un brazo de distancia de Kyllian, si él no la agarraba ella podía agarrarse a su pierna o sentarse en el suelo. Dejé de estar cabeza abajo para subir por la tela hasta el techo, agarrarme con una mano de una viga y con la otra desatar el nudo. Cuando todo estuvo hecho me solté de la viga para caer en un suave y casi circense aterrizaje.
-Ya me la puedes devolver, si quieres.- Dije extendiendo los brazos hacia la bebe.
-Que bueno verte bien. ¿Cómo te sientes?- Le pregunté mientras comenzaba a subir los escalones de la señorial escalera esperando que me acompañe.
Kyllian Evans
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Se me derritió el corazón en cuanto escuché la voz de la pequeña llamándome y había entrado automáticamente en modo padre idiota -Lila! haz caso a mamá!- extendí mis brazos hacia ellas por impulso, no fuera que se cayeran. Cuando por fin estuvieron a una distancia de "no romperse la crisma" respiré aliviado -No podía verla, quería haber ido a por vosotras después del torneo pero fue bastante imposible- levanté una ceja con lo de los "trucos" esperando a ver que hacían, la niña se puso de pie y empezó a dar unos pasitos con ayuda de su madre mientras yo ahogaba un grito de emoción.
Extendí mis brazos hasta la niña que avanzó apenas unos centímetros ella sola hasta que la pude tener en brazos para estrujarla y hacerle carantoñas -Lilaaaa ¿has extrañado mucho a papá? ¿si?- la pequeña empezó a reír mientras le hacía un par de pedorretas antes de devolvérsela a su madre que ya subía por las escaleras -¿Cómo es que te han dejado montar las cosas esas? con lo rancios que son aquí... por cierto ¿sabes que pasa en la isla?-
Subimos por las escaleras hablando, aún tenía algo de mocos y era difícil respirar -Bueno, he estado mejor, necesito hacer ejercicio y sudar lo que me queda del maldito virus, además, me siento bastante acartonado después de pasar una semana entera en cama... ¿Vosotras qué tal? ¿todo bien? ¿habéis comido ya?-
Extendí mis brazos hasta la niña que avanzó apenas unos centímetros ella sola hasta que la pude tener en brazos para estrujarla y hacerle carantoñas -Lilaaaa ¿has extrañado mucho a papá? ¿si?- la pequeña empezó a reír mientras le hacía un par de pedorretas antes de devolvérsela a su madre que ya subía por las escaleras -¿Cómo es que te han dejado montar las cosas esas? con lo rancios que son aquí... por cierto ¿sabes que pasa en la isla?-
Subimos por las escaleras hablando, aún tenía algo de mocos y era difícil respirar -Bueno, he estado mejor, necesito hacer ejercicio y sudar lo que me queda del maldito virus, además, me siento bastante acartonado después de pasar una semana entera en cama... ¿Vosotras qué tal? ¿todo bien? ¿habéis comido ya?-
Cuando ví los brazos de Kyllian extendidos en nuestra dirección casi que me dieron ganas de soltarme, pero me contuve, aunque mi brazo quedó resentido. Lo miré y luego a la niña cuando dijo que le fue imposible venir a vernos mientras mis pelos rubios caían por sobre mi cabeza. El grito ahogado del feral me hizo sonreír, pero la sonrisa se esfumó al notar que todos nos estaban mirando, eso me asustó porque en nada mi pánico escénico me paralisaría y quedaría ahí colgada de cabeza así que decidí que ya era tiempo de huir.
-Una pregunta a la vez.- Dije sonriente mientras subía los escalones. Todavía no me acostumbraba a la efervescente personalidad de Kyllian.
-Creo que si no sales del edificio no te dicen nada, pero tampoco estuvimos mucho tiempo colgando de la tela, habrá sido media hora… 20 minutos.- No estaba del todo segura sobre eso, no sabía cómo funcionaba el área militar… ni ninguna otra área en Ouroboros, eso no me gustaba en absoluto.
-Y en la isla hay toque de queda por orden del Concejo, no sé mucho más. Puede que tenga algo que ver con el incesante rugido de los dragones, tal vez se trate de algún tipo de protesta. ¿Juliet te dijo algo?- Ella era dragón al fin y al cabo.
-¿A ella también le dieron el alta?- Pregunté ya que Reiv no me mantuvo muy al tanto de su evolución. Cuando pregunto por nosotras decidí omitir la parte en la que nos encontramos con Eamon, la parte en las que nos quedamos en medio de un drama del que no entendí nada, la parte en la que viajamos a través de un portal, la parte en la que me olvidé a la niña en el jardín, la parte en la que la dejé encerrada en mi habitación para ir a espiar a Eamon durante toda la noche y la parte en la que le apunté con el arma.
-Bien, bien.- Dije completamente segura de mi misma.
-Bueno… recogimos algunas raciones de comida… y tenemos algunas de más, pero tal vez podamos ir al comedor…- La niña hizo una expresión de asco cuando mencioné las raciones de comida.
-¡Tadtaaaa!- Se apresuró a decir. Dejé de subir las escaleras para ver lo que opinaba Kyllian. Nada se comparaba con la privacidad de una habitación, pero la comida rica le plantaba batalla. Quizás había comida para llevar.
Ejercicio, Kiana
-Una pregunta a la vez.- Dije sonriente mientras subía los escalones. Todavía no me acostumbraba a la efervescente personalidad de Kyllian.
-Creo que si no sales del edificio no te dicen nada, pero tampoco estuvimos mucho tiempo colgando de la tela, habrá sido media hora… 20 minutos.- No estaba del todo segura sobre eso, no sabía cómo funcionaba el área militar… ni ninguna otra área en Ouroboros, eso no me gustaba en absoluto.
-Y en la isla hay toque de queda por orden del Concejo, no sé mucho más. Puede que tenga algo que ver con el incesante rugido de los dragones, tal vez se trate de algún tipo de protesta. ¿Juliet te dijo algo?- Ella era dragón al fin y al cabo.
-¿A ella también le dieron el alta?- Pregunté ya que Reiv no me mantuvo muy al tanto de su evolución. Cuando pregunto por nosotras decidí omitir la parte en la que nos encontramos con Eamon, la parte en las que nos quedamos en medio de un drama del que no entendí nada, la parte en la que viajamos a través de un portal, la parte en la que me olvidé a la niña en el jardín, la parte en la que la dejé encerrada en mi habitación para ir a espiar a Eamon durante toda la noche y la parte en la que le apunté con el arma.
-Bien, bien.- Dije completamente segura de mi misma.
-Bueno… recogimos algunas raciones de comida… y tenemos algunas de más, pero tal vez podamos ir al comedor…- La niña hizo una expresión de asco cuando mencioné las raciones de comida.
-¡Tadtaaaa!- Se apresuró a decir. Dejé de subir las escaleras para ver lo que opinaba Kyllian. Nada se comparaba con la privacidad de una habitación, pero la comida rica le plantaba batalla. Quizás había comida para llevar.
Ejercicio, Kiana
Kyllian Evans
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Leila llegó tarde para sugerir lo de una pregunta a la vez y como ya las había hecho todas, esperé a que me contestara -¿No dejan salir del edificio? por?- la respuesta no tardó mucho, al parecer había un toque de queda lo que me hizo arrugar el entrecejo -Más que por el rugido puede que pase algo... es raro, deberíamos preguntar a alguien, no quiero volver a quedarme encerrado ahora que por fin me han soltado del hospital- negué con la cabeza a su pregunta sobre lo de Juliet -estaba en la misma situación que yo, encerrada y pasándose los gérmenes con Reiv, bueno, cuando los dejaba-
Levanté una ceja por tantas preguntas sobre Juliet, parecía que le interesaba bastante... ¿desde cuando eran tan amigas? -Se ha ido con Reiv, a lo mejor se pasan luego-. Al parecer no habían tenido complicaciones mientras estuve fuera por lo que decía Leila pero lo de la comida era otro asunto, Lila puso cara de asco y no pude evitar reírme por ello -¿Te gusta la tarta de la abuela? pero ahora toca comer, tarta otro día...- me quedé pensando un poco y si había racionamiento no podría cocinar o pedir comida en condiciones -pillemos lo que nos den y lo llevamos arriba, si nos quedamos con hambre puedo hacer algo con esa cosa que has pillado que se hace llamar comida- comenté con una sonrisa volviendo a bajar para tomar nuestra parte y así ir a la habitación.
Levanté una ceja por tantas preguntas sobre Juliet, parecía que le interesaba bastante... ¿desde cuando eran tan amigas? -Se ha ido con Reiv, a lo mejor se pasan luego-. Al parecer no habían tenido complicaciones mientras estuve fuera por lo que decía Leila pero lo de la comida era otro asunto, Lila puso cara de asco y no pude evitar reírme por ello -¿Te gusta la tarta de la abuela? pero ahora toca comer, tarta otro día...- me quedé pensando un poco y si había racionamiento no podría cocinar o pedir comida en condiciones -pillemos lo que nos den y lo llevamos arriba, si nos quedamos con hambre puedo hacer algo con esa cosa que has pillado que se hace llamar comida- comenté con una sonrisa volviendo a bajar para tomar nuestra parte y así ir a la habitación.
En la ansiedad por enterarse me interrumpía con preguntas, propuse preguntar a algún guardia si quería indagar más a fondo porque estaba de acuerdo con él, no me gustaba quedarme mucho tiempo en el mismo lugar. Volví a sonreír cuando dió a entender que la pareja quería demostrarse su afecto pero él no les dejaba y le pregunté en broma si no le gustaba el voyeurismo mientras seguía subiendo las escaleras con la bebé en brazos al tiempo que asentí para darle a entender que tendría en cuenta que la dragón y el mago pasarían luego.
La niña puso esa cara que ponen los bebés de estar a punto de llorar porque no tendría su tarta y era fácil de adivinar que vendría un berrinche. Me mostré de acuerdo con su decisión y esperé a que volviera para ir los tres a su habitación que era la más grande mientras la bebé desahogaba su furia con golpes, patadas, tirar del pelo, etcétera mostrándose en desacuerdo.
La niña puso esa cara que ponen los bebés de estar a punto de llorar porque no tendría su tarta y era fácil de adivinar que vendría un berrinche. Me mostré de acuerdo con su decisión y esperé a que volviera para ir los tres a su habitación que era la más grande mientras la bebé desahogaba su furia con golpes, patadas, tirar del pelo, etcétera mostrándose en desacuerdo.
El mago se encontraba inquieto, la culpa no lo dejaba parar un segundo. Reunión, revelaciones, antiguos linajes, levantar muro, muerte del General, tercera incursión de Sarah y Ling fallida. Estrujaba la esponja cuando recordaba que él había propuesto hacerlo desde lejos, sin ingresar a la zona tomada, quizás a través de las plantas, sabía que una vez ingrasaran habría consecuencias. Hubiera preferido que Ling no participe de la intrusión, era habilidoso, pero era un riesgo que Adael no estaba dispuesto a correr. También se encontraba preocupado por su hermana que se encontraba en el frente de batalla.
Finalmente el día había llegado, hoy negociarían y el joven maestro confiaba en sus compañeros sabiendo que podrían manejar con sabiduría las negociaciones. Detuvo la fregada de los platos que habían sido usados más temprano en su piso al ver por la ventana a cuatro dragones aproximándose al castillo de la Academia y detenerse en la plaza central, el descendiente solto lo que estaba haciendo, abrió la ventana y salió disparado gracias a su magia sobre el aire cuando vió la lluvia de fuego sobre la plaza.
Finalmente el día había llegado, hoy negociarían y el joven maestro confiaba en sus compañeros sabiendo que podrían manejar con sabiduría las negociaciones. Detuvo la fregada de los platos que habían sido usados más temprano en su piso al ver por la ventana a cuatro dragones aproximándose al castillo de la Academia y detenerse en la plaza central, el descendiente solto lo que estaba haciendo, abrió la ventana y salió disparado gracias a su magia sobre el aire cuando vió la lluvia de fuego sobre la plaza.
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