Zona de entrenamiento

Recuerdo del primer mensaje :


Gana 1 punto de stat en defensa física y 1 punto de stat en ataque físico por cada 7 posts en este lugar.
Eso si, deben ser post en los que muestres el duro esfuerzo y sudor que te cuesta ese entrenamiento, y debes hacer caso a tu instructor militar en todo momento o te mandará hacer 100 flexiones o peor.

- Musculación
- Técnicas de combate cuerpo a cuerpo
- Técnicas de combate con arma blanca/otras
- Resistencia

Las putas patrullas me estaban matando y todo el papeleo, los informes. Aún tenía que hacerme cargo de la situación de la androide y la científica, tendría que llamarlas al despacho.

Pero ahora no. Ahora era momento de despejar la mente. Había ido al gimnasio después de unos cuantos días sin ejercitar y lo había cogido con ganas. Me había machacado en las máquinas desde primera hora de la mañana, antes de amanecer y al escuchar el inicio de la sesión de entrenamiento en la sala contigua supe que era el momento para continuar con la rutina.

Salí de la sala visiblemente colorado y sudado, tal vez me había pasado de vuelta con los ejercicios pero me sentía jodidamente bien. Me acerqué al entrenador para saludar y preguntar por los progresos del grupo. Y evidentemente señaló que por fin se había reincorporado Royden.

La seguí con la mirada y me sorprendió apreciar que parecía estar esforzándose sin tener cara de derrota tras dar dos pasos. Era un avance. Le dije algo al entrenador y tocó un silbato llamando en voz alta a la soldado después para que se acercase.-Soldado Royden.-Saludé en tono neutro.-Debería hacer máquinas para ganar fuerza.-Comenté en el mismo tono y el entrenador dijo que sí, que pensaba mandarla después a máquinas pero le ignoré como si no hubiese hablado.-Le daré una tabla de ejercicios.-Solté antes de apartarme de ellos y volver a la sala contigua.

El entrenador le hizo un gesto a Arleen indicando que se marchase a la sala de máquinas donde yo andaba buscando en algún cajón las putas tablas que nos daban cuando teníamos lesiones.

Siguió corriendo pero su ritmo empezó a disminuir un poco y el familiar dolor en el costado volvió, haciéndose compañero del de la pierna. Estaba concentrada en el ejercicio así que cuando la voz de Johan se coló en su cabeza dio un respingo nada evidente -¡Johan!- Dijo entre dientes, llevándose un susto horrible así que se llevó las manos al corazón para mantenerlo dentro del pecho.

“Me has dado un susto horrible…Pero gracias… Ah, sí?”, aquello le pareció raro pero dejó que Johan continuara sintiendo que los colores en sus mejillas, ya arreboladas por el ejercicio, se intensificaran por la forma en la que se había referido a Gelion “Gracias”, insistió mientras avanzaba concentrándose un momento en la prótesis antes de alzar la vista alrededor al oír el silbato.

Ubicó al entrenador en seguida pero sus ojos se desviaron inmediatamente a Gelion, al que no había visto llegar, y sintió como si un rayo la hubiese partido en dos del escalofrío que le recorrió. El corazón le dio un brinco cuando la llamaron y caminó hasta allí, hizo un asentimiento de cabeza ante el saludo porque de pronto se había puesto REALMENTE nerviosa y no sabía si iba a poder hilar un pensamiento con otro. Se le quedó mirando a los ojos mientras hablaba, el entrenador también decía algo y Arleen no había entendido ni pío porque lo único que quería era hacerle un amplio interrogatorio y estaba perdiendo el tiempo preguntándose cuál sería la primera.

Lo siguió con la mirada cuando se fue, observando su espalda y cómo la camisa transparentaba un poco y se le pegaba a los músculos. De no ser porque el entrenador le había hecho un gesto se habría quedado paralizada. Lo que le recordó ese momento en el que…Johan le había hecho ver cómo Gelion le había salvado el culo. Dio marcha, un paso detrás de otro, ignorando la molestia, hasta que pasó a la sala donde estaba el capitán buscando tablas.

Era ajena a sí Gelion escuchaba su corazón o no pero… -¿Cuándo es tu próximo tiempo libre?- Porque profesional siempre, ella no iba a meterse en su rutina del día a día…Pero quería hablar con él de asuntos personales.

Saqué del cajón unas cuantas tablas o más bien eran una especie de casetes, algo anticuados que se introducían en unas ranuras parecidas a un puerto de ordenador. Sí, la sala de máquinas necesitaba una reforma. Gruñí pensando aquello y empujé el cajón cerrándolo con algo de fuerza de más.

Barajé los casetes esos entre mis manos, muy atento a ellos mientras me acercaba a Arleen.-¿Qué es tiempo libre?-Solté algo irónico sonriendo de medio lado como si hubiese hecho el mejor chiste del mundo. Qué triste. Reírme de mis propias desgracias. Elegí uno de los casetes y me acerqué a un torre para introducirlo. En una de las pantallas se cargó la tabla de ejercicios correspondiente.-Hay muchas cosas que hacer soldado Royden así que si tengo tiempo libre será para dormir, comer y ejercitarme.-Cambié de cartucho a otro repasando lo que ponía.

-Con estos dos tendrás suficiente.-Saqué el cartucho ofreciéndole los dos que eran correctos a Arleen.-Consúltalo con los médi...-Entorné los ojos, ella era médica.-Consúltalo con los androides encargados de prostéticos. Generalmente lleva un tiempo que ajusten por completo las piezas nuevas.-Comenté por experiencia con la rodilla.-Gracias por la información sobre RENA o como cojones se llame ahora pero la próxima vez preferiría un informe detallado o una explicación en persona en vez de una nota escueta.-Solté de pronto, bastante serio agitando los cartuchos para que los tomase.

Observó los casettes que traía entre sus manos un momento, como queriendo darse un respiro para esperar la respuesta y cuando llegó… No le sorprendió. Quizás podía decirle a Johan que mirara estos momentos y le dijera si de verdad creía aquello.

“¿Estás en mi cabeza aún? ¡Miralo! ¡Mira!”, espetó mentalmente sin saber aún si el pelinegro estaba por ahí. Sin embargo, se le quedó mirando la sonrisa irónica. Se veía tan malditamente apuesto con ella. Joder, Johan, se le había metido en la cabeza de verdad. Parpadeó intentando mirar la curiosa maquinita donde Gelion estaba poniendo los casettes y mirando las imágenes con interés. Qué máquina maravillosa, recordó haber visto una en su casa cuando le mostró el desastre de London Eye.

Analizó sus palabras y decidió lanzarse otra vez. Sólo una vez más -De acuerdo. Reformulo. ¿Podemos comer juntos fuera de la base o cualquier ámbito profesional?- Añadió mientras volvía hacia ella, Arleen bajó la mirada de nuevo a los cartuchos pensando que esos ejercicios que habían mirado requerían mucha más voluntad de la que ella tenía, pero no por ello dejaría de intentarlo.

-Entiendo, gracias- Dijo pensando que no le apetecía mucho encontrarse con RENA de nuevo. Gelion sacó el tema a colación y Arleen alzó la mirada para observarlo, escuchando sus palabras con atención de nuevo e intentando…Ver esa cosa de la que hablaba Johan y que Arleen todavía no tenía muy en claro.

“Estreñido”, aquella frase le había hecho gracia pero no se mostró en su rostro. Ya no le era tan fácil sonreír, tenía pocas razones para ello. Estaba pensando en eso cuando el mensaje de la Descendiente Le Fay fue como un rayo que le partía la cabeza en dos. Cerró los ojos frunciendo el ceño y llevándose la mano a la sien, masajéandola para apartar un poco el dolor. Se quitó la diadema para que no le diera más presión en la cabeza y luego abrió los ojos con el gesto irritado -No es mi trabajo vigilar a vuestros androides y si hubiese querido más información, también era libre de buscarme- Respondió y cogió los cartuchos -Pero tampoco lo hizo, están claras vuestras prioridades- No se había dado cuenta que volvía a tratarlo de forma respetuosa. Bajó la vista hacia los cartuchos para mirar un poco el mecanismo. Quería abrirlos y ver cómo eran por dentro. Tras un momento, alzó la mirada hacia él. Abrió la boca para decir algo pero segundos después lo pensó mejor y la cerró, caminó entonces hacia la máquina para meter el cartucho y comprobar cómo funcionaba el cacharro ese antes de ir con los androides.

En el momento en el que la doctora preguntó de manera bastante directa lo que a mi me pareció una proposición para tener una cita me esforcé para no lanzarle una mirada grave al pensar que se había vuelto loca. Simplemente continué pasando los cartuchos entre mis manos con la mirada clavada en ellos, barajándolos y mis cejas se arquearon un poco.

¿Para qué quería comer juntos FUERA DEL ÁMBITO PROFESIONAL? Gruñí por lo bajo apretando mis labios sin alzar la mirada. Carraspeé frunciendo un poco el ceño en un gesto serio.-¿Con qué propósito, soldado?-Añadí manteniendo la distancia que debía haber entre nosotros. Porque no quería nada fuera de ese ámbito. NADA. -Si tienes que comentar algo no creo que sea necesario abandonar la base, puedes pedir cita y te atenderé en mi despacho.-Comenté a la par que le daba los cartuchos.

Después de la misión y todo lo que había pasado en ese día mis pensamientos e ideas respecto a mi forma de proceder tanto con la doctora como con el resto de la gente había cambiado. No es que no me fiase de ella, ni de otros, simplemente después de lo de O´Conell no me fiaba de mi mismo. Así que últimamente no me permitía ciertas libertades sociales.

Me mantuve firme apenas frunciendo el ceño por ese aparente gesto de dolor de cabeza, sin entender muy bien a qué se debía pero tampoco iba a preguntar por ello. Sin embargo por sus palabras al parecer había sido por mi sugerencia de que tomase vías más protocolarias para comunicarse conmigo.-Hmmm.-Murmuré por lo bajo ante ese cabreo sorpresivo de la doctora.-No es tu trabajo, cierto.-Crucé mis brazos.-Pero si te metes en el trabajo de otros lo mínimo es no hacerlo a través de notitas pasadas por debajo de la puerta, no tenemos quince años.

Se marchó hacia la máquina y la seguí con la mirada. ¿Es que no me había escuchado?-Primero consulta con los androides técnicos.-Repetí desde mi posición, como si no se hubiese enterado bien de mis instrucciones.

Silencio. Estupefacto silencio. Lo vio jugar con los cartuchos y por un instante recordó el momento en el que ella había malinterpretado a Oscurus. Supuso que se había visto así de apurada y aunque luego había encajado su interés, muy equivocadamente, Gelion no. El estómago le dio un vuelco ante su pregunta.

“Johan no sé qué es lo que ves tú, yo no veo nada”

Por mucho que hubiesen tenido momentos de arrebato físico, era eso. Y…ya no sucedía. Es más, Arleen ni siquiera se planteaba en un escenario parecido. Aún le quedaba mucho por trabajar en sí misma  y con la confirmación de Le Fay, ya no tenía apuro alguno. Tenía toda la vida... El agregado que hizo provocó que Arleen asintiera -Puedo encajar un no. Somos adultos- Mintió y luego negó con la cabeza -Dejémoslo así- No le apetecía hablar esas cosas en la base y, la verdad, es que empezaba a no querer hablar de nada con nadie. Esperaba que Johan se centrara en ayudarla con sus escudos en vez de meterse en su cabeza y liarla.

“Que se quede con su harem de mujeres y practique con ellas”

Además, mucho menos le daba la gana de ir a su despacho porque sus últimos recuerdos allí eran demasiado intensos y prefería ya olvidarlos. No iba a malinterpretar nada de nuevo ni ser humillada por un hombre. Con el estómago encogido pasó de él hacia el cacharro escuchando eso de las notitas. Ahí sí se cabreó -¿Entonces dejo que lo sigas haciendo mal?- Levantó la cabeza con brusquedad para mirarlo al decir aquello, entrecerrando los ojos poco después -De acuerdo, capitán. No más notas- Añadió y volvió la vista al cacharro mirando los botones y reconociendo su función de la vez que le había entregado al otro cacharro para oír, pero por si acaso los presionó para estar segura.

-Os escuché la primera vez- Le dio al cuadrado para detenerlo y luego se inclinó un poco para chequear cuál era el de expulsión, encontrándolo poco después. Sacó el cartucho y los miró mientras se incorporaba, se colocó la diadema y lo miró, le recorrió la cara un momento. Malditas ganas de preguntar -¿Algo más que deba tener en cuenta?- Inquirió alzando las cejas con un gesto irritado, luego alzó los cartuchos, para que no malinterpretara ni por un segundo su pregunta.

Arleen no respondió a mi pregunta simplemente se limitó a realizar un comentario evasivo a la defensiva. Gruñí un poco por lo bajo desviando la mirada. No había sido un no aunque en realidad habría acabado siéndolo a pesar de obtener respuesta. Asentí, conforme.-Bien.-Añadí sin más rodeos.

No quería complicar más la situación, ni que se confundiese, ni que me confundiese más a mi. Ni ella ni Thalos que estaba emperrado en que ahí había algo. Y más allá de divertirme o atraerme no había más. Al menos eso era lo que había estado pensando aquellos días atrás.

Estaba dispuesto a abandonar la sala, tenía que ducharme al menos para continuar con todas las tareas que tenía aquel día antes de salir de nuevo a patrullar. Sin embargo ese comentario hizo que diese media vuelta de nuevo alzando ambas cejas. ¿Cómo que hacerlo mal? Capté la mirada de la doctora antes de que la apartase. Podía entender que estuviese cabreada con todo lo que había pasado y al parecer hoy yo era el saco que golpear.-No. No dejes que haga las cosas mal simplemente comunícate por los cauces correctos.-Solté algo tajante pero al fin y al cabo dando un poco el brazo a torcer. Tampoco quería decirle todo lo que pensaba de su comportamiento ahora mismo. No era necesario y tal vez necesitaba ser así de gilipollas. Yo mismo lo necesitaba muchas veces.

Tomé aire gruñendo por lo bajo girando para marcharme nuevamente.-Bien pues hazlo.-Solté cansinamente haciendo un gesto al aire como de que no entendía que hacía perdiendo el tiempo. En ese momento la voz de Black entró en mi cabeza y llevé una mano a la misma gruñendo de nuevo."Será porque no me meto en su puta cabeza sin avisar. No te pongas celoso Black sigues siendo su novia favorita. "Pensé sin saber si le llegaría o no." Seguramente tiene relación con nuestro no tan muerto padre. ¿Cómo que asesinatos ex...¿Qué mierda estás haciendo?"-NO-Solté alzando la voz en respuesta a Arleen mientras caminaba hacia la salida. Black me había puesto de mala hostia. Paré un momento por lo siguiente que soltó Johan.

Gruñí frunciendo el ceño y volví la cabeza para mirar a la doctora con cara de mala hostia durante unos instantes. Inspiré gruñendo nuevamente después.-Tienes una semana para recuperarte y que te ajusten la prótesis para vuelo, te quiero practicando con los cazas en un mes.-Comenté modo capitán pero como si ella me hubiese cabreado profundamente. Giré caminando hacia la puerta. "Vete a la mierda y métete en tus asuntos Black" Pensé antes de salir del gimnasio para ir a mi despacho.

Estaba harta del rechazo. Ella no tenía…No solía tener nada de malo, pero si se paraba a analizar quizás nadie quería relacionarse con ella más allá de lo profesional. Quizás les daba el mismo asco que se daba ella misma y por eso no podía mirarse al espejo. Ese “bien” de Gelion le sentó como una patada al estómago pero se calló, simplemente se centró en lo que estaba haciendo.

El pensamiento de Johan la pilló desprevenida porque, en efecto, pensó que se había ido. Frunció brevemente el ceño. “Claro que me está evitando, te lo dije Johan. Estás viendo cosas donde no las hay”. Tomó un largo respiro cuando le corrigió otra vez la forma de comunicarse y le dieron ganas de decirle claramente que no quería verlo porque temía que fuese uno de esos que quería hacerle daño, aunque Johan estaba empeñado en lo contrario.

-Ya voy- Le espetó cuando le insistió en que lo hiciera, sintiendo que se le enrojecía la cara a causa de aquella rabia mal contenida. Sabía que había mentido al decir que podía encajar un no, pero aquello le estaba afectando más de lo que esperaba. “¿Princesa ofendida? si me ha rechazado ¿Qué esperas? ¿Nunca te ha pasado? ¿O tu cara de guapo hace que todo el mundo te diga que sí? Pues a veces pasa que te rechazan, como acabas de ver… ¿Qué quieres que le diga claramente, Johan? Me da igual lo que pienses, creo que te estás imaginando cosas y que Gelion quizás no quiere permitirse sentimientos. Y lo entiendo, hace poco tuvo que enterrar a su mujer y a sus hijos…Una situación horrible. Y yo… pues…”, decidió no mencionar aquello del asco.

Estaba un poco ida pero el NO de Gelion gritándole la trajo de vuelta, lo observó con una ceja arqueada ante su tono y ante su gesto de rabia le respondió con un gesto serio -¿Qué?- ¿Vuelo? ¿Cómo que vuelo? Pero no hubo respuesta, le dio la espalda y se fue y Arleen se quedó mirando un momento la puerta antes de seguir sus pasos para ir con los androides con el cerebro un poco colapsado.

A esa hora había poca gente entrenando, Arleen había sido muy tikismikis a la hora de llevar los horarios y elegir cuándo entrenar, cuándo bañarse... a veces incluso cuándo comer para tratar de no enfrentarse con muchas personas. Menos aún tras saber que había sido objeto de cotilleo.

Había quedado con Chloe allí. No era un lugar ideal pero no quería hacerlo en el comedor y tampoco en su "cárcel". Tampoco quería desaprovechar la hora para hacer ejercicio. Había avanzado mucho y la verdad le sentaba bien avanzar en su desarrollo corporal y también desconectar de sus pensamientos. Se centraba tanto en el esfuerzo físico que dejaba el espiral de lado.

Se estiró un poco después del calentamiento y las vueltas, así que fue hacia la zona de pesas buscando las más pequeñas para hacer algo tranquilo mientras hablaba con Chloe. Dejaría el cardio para otro día.

No sabía bien qué esperar de aquel encuentro con Chloe, sabía que había estado en una situación más complicada que ella. Lo había visto. Esa herida... Se quedó mirando al frente mientras hacía las repeticiones y... Frunció el ceño al darse cuenta de que no recordaba exactamente lo que había sucedido. El recuerdo estaba allí pero...Sentía que se le escapaba, como arena entre los dedos. Hizo una mueca al sentir un pequeño dolor en la cabeza y bajó la vista sacudiéndola para centrarse en las pesas y las repeticiones.

Habían transcurrido casi tres meses desde la última vez que había visto a Arleen, en aquella situación traumática que la había marcado y que no podría olvidar jamás. Prometió reunirse con ella cuando recibió su mensaje, pero ahora que se acercaba el momento se sentía inquieta por si el verla en persona le removía por dentro o volvía a hacer más vívidas aquellas imágenes del secuestro en la fábrica abandonada. Respiró hondo antes de dar las explicaciones a los guardas de la puerta, diciendo que tenía cita con Arleen y también con Yvonne, por el asunto de la pieza biónica que le estaba haciendo.

La escoltaron a la zona de entrenamiento en la que estaba, comentando algo de que seguía en arresto cautelar, o alguna cosa así. Chloe no preguntó más, pero le extrañó. ¿Qué podría haber hecho alguien como Arleen para que la tuviesen allí retenida? finalmente la dejaron en la puerta del gimnasio, donde localizó rápidamente a quien buscaba. Así que ella también estaba tratando de volverse fuerte...

- Hola, Arleen. - saludó desde la puerta para avisarla de su presencia, sabía de sobra que aparecer detrás sin más provocaba sobresaltos innecesarios. - Me alegro de verte...- ahora que la tenía delante se relajó un poco, sin sentir ese malestar que pensaba que sentiría. Realmente estaba aliviada de verla en condiciones, de que hubiese sobrevivido y estuviese allí en pie haciendo cosas. Todavía no había tenido el valor de verse con Benjamin. Se acercó a ella, mirando con curiosidad las pesas. Segur que Lorcan le decía que era poco peso, que así no evolucionaría. El pensamiento le hizo gracia, al igual que le hacía gracia a veces el licántropo gruñón que la estaba entrenando.

- He empezado a entrenar también, creo que nos vendrá bien a las dos. Si quieres puedes venirte un día. ¿Cómo estás? me han dicho fuera que te tienen en arresto. ¿Es cosa de Thalos? - siempre le había caído bien Thalos, lo conocía desde que era una cría y le parecía raro que hiciese que alguien como Arleen tuviese que quedarse encerrada después de lo que le había pasado.

Después de la segunda serie empezó a sentir que sus brazos no daban más. Había leído algo sobre el fallo muscular y supuso que era a ese tipo de cansancio al que se referían. No tenía a quien preguntarle. Quizás a…Johan? ¿O a Carrie? Torció el gesto, le daba vergüenza preguntarle eso a Carrie. Y a Thalos. Y la verdad a casi cualquiera. Quizás mejor a V. Suspiró quedamente justo antes de escuchar a Chloe.

Alzó la mirada hacia ella sonriendo brevemente al verla…mejor. Ninguna de las dos había tenido buen despertar la última vez que se habían visto y…Era grato verla viva y moviéndose. Dejó las mancuernas con exquisito cuidado en su sitio -Hola, Chloe…Yo también- Cogió su botella de agua para beber un par de tragos y acortó la distancia entre ellas. La sentía más abierta que aquella vez que leyó aquel mensaje ¿O serían ideas suyas?

-¿En serio?- Preguntó sorprendida alzando las cejas al oír que ella también estaba entrenando. Asintió dándole la razón respecto a lo de que les vendría bien -Mi idea es también entrenar con Johan, pronto empezaremos. ¿Con quién entrenas?- Preguntó al entender que había varios por el uso el plural. Quizás su hermano. Lo del arresto hizo que mirara hacia las puertas con un gesto algo inescrutable, luego volvió a mirarla con seriedad-No, del capitán Gelion- No le apetecía hablar de eso… Miró alrededor por si acaso y acabó acercándose un poco más mientras se cruzaba de brazos. Tendría que hacer algún otro ejercicio para no enfriarse pero primero se lo comentaría a ella. Si había alguien que la entendería en todo el mundo…sería Chloe -Hmm…Dice que no estoy en condiciones para trabajar y que puedo poner en peligro a mis compañeros. No lo desmiento...del todo. En fin...Su forma de obligarme a hablar con el psicólogo es a través de esta estrategia que…no le está funcionando- Tenía más tiempo para pensar sí, para relajarse y se sentía mucho más centrada pero no le iba a contar nada a ese hombre. No le daba buena espina. Bajó la vista hacia su uniforme, acomodándolo un poco -¿Tú…has logrado hablar con alguien?- Susurró con el ceño levemente fruncido.

Por la cara de sorpresa de Arleen se notaba que ella también se extrañaba de que Chloe entrenase, así que se encogió de hombros como dando a entender que tenía que ponerse más en serio. Seguro que aún ni se le notaban los músculos por el entrenamiento. - Con Lorcan, de la guardia de Ouroboros. - asintió a lo de Johan, tenía cierto sentido porque él tenía mucha experiencia en combate. Aún así no sabía que tenían relación como para entrenar juntos. Luego se agachó para coger una pesa de prueba con la mano buena, comprobando que con esa podría hacer unas cuantas repeticiones. Alzó la mirada en cuanto escuchó lo de Gelion, al cual apenas conocía. Muy brevemente, incluso había sido algo borde con ella. - Si puedo hacer algo por ti o interceder...le diré cómo eres, que no tiene sentido que te ponga esa sanción.- se ofreció, aunque dudaba que el capitán le fuese a hacer el más mínimo caso.

- Parece algo seco. Lo conocí en la zona de baños de Ouroboros y...- se calló, porque tampoco quería decir nada malo de él delante de Arleen. Se acercó un poco más a ella porque parecía que quería decirle algo en tono más confidencial, dejando la pesa antes en el suelo para estar más cómoda y prestarle toda su atención. Acabó suspirando porque se sentía identificada. - Te entiendo...me pasó algo parecido en el campamento de Ouroboros. La lié y pasaron cosas...- no se lo habían dicho claramente, pero el descontrol de la epidemia del campamento empezó por su culpa al romper unas muestras. Luego al menos pudo medio enmendarlo atendiendo a los enfermos.

- Pero no puede obligarte a ir si no quieres. No es tu dueño. Que te cambie a un puesto de menos responsabilidad hasta que creas que puedes concentrarte. O quedarte sólo como jefa del hospital. ¿Has...has vuelto allí? - bajó la voz a un susurro, cerrando los ojos un momento para negar con la cabeza. - No, no he hablado con nadie. Si acaso muy por encima. ¿Para qué? tengo suficiente con revivirlo en mi cabeza como para tener que contarlo...

-Oh… Está en el escuadrón de V…- Y de Ben, pero eso último no lo dijo. Quizás debía hacer de tripas corazón y volver al campamento para verlo. Pero volver allí era… Extraño para ella. No estaba segura de que le fuese a sentar muy bien. Su vida en Ouroboros se sentía tan lejana…La observó hacer las repeticiones de manera distraída y esbozó una breve sonrisa -¿Sabes lo que es el fallo muscular?- Quizás sí lo sabía, Chloe era inteligente y tenía curiosidad médica como ella.

Su sugerencia sabía que venía de un buen lugar pero no la quería cerca de Gelion. No había podido protegerla de Eámon ni sus secuaces, y no es que la viera como una niña pero sí como una aprendiz… Como Justin. Y Gelion podía ser muy visceral -Gracias, pero no creo que sea necesario- Y se mordió la lengua para no decir que se suponía que Gelion, de entre muchas personas, sabía más cosas íntimas de ella y sabía “cómo era”. Parpadeó sorprendida cuando dijo que le conoció en la zona de baños y sintió un retorcijón en el estómago. ¿Cuánta intimidad, no? Buscó la respuesta a la pregunta que no se permitió ni formular mentalmente pero luego se retrajo, negando con la cabeza. ¿Cuándo iba a aprender? Realmente era una estúpida como decía Sayid.

Casi soltó un suspiro de tranquilidad cuando reconoció que la entendía. Sonrió breve y distraídamente, como si finalmente se sintiera bien. No es que disfrutara de que Chloe hubiese sufrido lo mismo que ella, pero le habría chocado verla… Feliz, campante y entera -Lo siento…debe haber sido horrible- Ella no la “había liado”. No técnicamente, pero podría haberlo hecho. ¿Por qué había metido las narices? ¿Por qué no había dejado que los demás lo atendieran?.

“Porque era él. Y yo soy su doctora”

El pensamiento hizo que frunciera el ceño no sólo por lo espontáneo si no por esa certeza tan cruda que le avasalló en ese instante. Desvió la mirada. Tenía que alejarse de ahí. De él. Pero se sentía como un mosquito y Gelion un faro de luz -Pero es mi capitán- Le dijo a Chloe, volviendo la mirada hacia ella -Es como si Lucio. No, Lucio nunca lo haría. Quizás nos suspendería pero obligarnos a hablar, no lcreo- La miró un instante sonriendo de lado -Se habría sentado con nosotras…con un té- Sabía que Lucio habría sido un gran apoyo.

La pregunta sobre el hospital le hizo asentir lentamente -Pero me resulta violento…Me da…ansiedad. Y no puedo quedarme sola…y tengo el perenne sentimiento de que alguien saldrá de algún sitio e intentará llevarme- Notó que negaba con la cabeza también y suspiró pensando que ella hizo ese gesto tantas veces al rememorar las drásticas escenas de su secuestro. Negó suavemente a lo que dijo -No es para hablar de detalles del tema, creo…La verdad no sé. Cuando viene el psicólogo me quedo en silencio ante sus preguntas. Es una hora muy incómoda…Y odio sus preguntas-

Claro que sabía lo que era el fallo muscular, estaba más o menos familiarizada con esos términos aunque no hubiese practicado mucho. Asintió sin añadir nada más, por si acaso le preguntaba otras cosas de las que no supiese mucho. Apretó levemente los labios un poco resignada cuando le dijo que no hacía falta que hablase con Gelion, dándole la impresión de que parecía incomodarle.

- Vale...pero si cambias de opinión que sepas que sigo ofreciéndome. Que sepan por aquí que tienes más gente que te apoya.- aunque con su hermano Vishous debía ser más que suficiente. Él intimidaba mucho más. Tal vez ni supiese que Arleen estaba detenida, pero no iba a arriesgarse a mandarle más mensajes porque la esposa que tenía era bastante posesiva.

- Bueno, fue más horrible para los afectados del campamento que para mí. Digamos que por imprudencias mías la plaga aquella se extendió más rápido. Algo así. En fin...- suspiró más hondamente, bajando la mirada con gesto nostálgico cuando mencionó a su mentor Lucio. Su modo de ser tan calmado le habría traído cierta paz de haber hablado con él. - Lucio era un amigo, el otro con el que te hacen hablar es un desconocido que no sabe nada de ti.¿Qué te pregunta? - inquirió dudosa, por si acaso Arleen no quería responder. Se le empañaron un poco los ojos al reconocerse en esa sensación de tener miedo de quedarse sola por si salía alguien de la nada para secuestrarlas. No podían estar siempre acompañadas, pero temía cada vez que tenía que hacer algo sola.

- No sé, intento pensar que ya no va a suceder más. - ¿qué probabilidades había de que las volviesen a secuestrar? y si pasaba... - Les cortaremos el cuello antes de intentarlo. - susurró en voz baja mientras apretaba los puños, alzando la mirada hacia Arleen.

-¿Lo has sentido?- Preguntó al ver que Chloe sabía de lo que hablaba -No sé reconocerlo y no estoy segura de que esté entrenando correctamente- Le explicó pensando que quizás era buena idea comentarle a Vishous que le ayudara. Su gesto se enterneció y le sonrió agradecida al oír aquello de que había más gente que le apoyaba -Gracias- Dijo llevándose una mano al corazón, especialmente conmovida tras recordar lo que había concluido cuando había hablado con Carrie.

La explicación de Chloe sobre lo que pasó en el campamento hizo que tensara los labios -Espero que todo se haya solucionado, si no, Oscurus sabe que puede usar el hospital- Sí, estaba segura de que podían seguir manteniendo una relación profesional como dos adultos. Al menos por el bien de los demás, ella haría de tripas corazón.

Chloe tenía razón, Lucio era un amigo y cuando pensó en el psicólogo se removió incómoda -De todo… Creo que intenta aprender un poco de mí, pero sé que al final querrá saber sobre lo que nos pasó y …- Negó con la cabeza, cruzándose de brazos de nuevo porque estaba negada a hablar con él de aquello.

Pudo notar el cambio en el rostro de Chloe al finalmente vociferar ese miedo constante a estar sola y se relajó al saber que no era la única. Intentó mantener una sonrisa cordial pero finalmente se puso seria porque eran sentimientos muy duros de enfrentar -Yo… también pero al mismo tiempo no paro de mirar hacia cada esquina y estoy siempre en tensión, sobre todo fuera de la base- estando dentro estaba un poco más relajada, siempre había gente por allí aunque estuviese “sola” sabía que…Bueno, quería creer que podía contar con sus compañeros. Miró alrededor con un gesto incómodo. ¿Eran compañeros?

-¿Qué?- Preguntó un poco sorprendida volviendo su mirada hacia Chloe al oír aquella frase, desvió la mirada hacia los puños y volvió la vista hacia ella sin saber muy bien cómo… cómo procesar aquel mensaje tan violento. Incluso tras todo lo sucedido ella… No sentía esa agresividad que todo el mundo parecía “respetar”. Sí que quería entrenar, sí que quería ser más fuerte pero para defenderse y escapar pero nunca pensó que la muerte sería la solución…Más bien pensó en inhabilitar como había hecho con la vampira -Yo…yo no sé si lo haría- Dijo con sinceridad, frunciendo el ceño.

Le puso la mano en el hombro brevemente para darle apoyo mientras le hablaba de lo que ese hombre que le hacía preguntas querría saber lo que les pasó, cosa que debería saber ya a poco que le hubiesen dado informes de antecedentes. No le veía sentido a que la obligasen a ir. - Haz aquello con lo que te sientas cómoda. - resumió para que no siguiese forzándose, por mucho que su capitán se lo hubiese dicho. Se sintió bastante comprendida por ella porque exactamente sentían lo mismo, ese miedo cuando se quedaban solas, imaginando escenarios.

- Podemos...hacer una cosa. Cuando estés sola fuera de la base o lo esté yo pues podemos mandarnos mensajes hasta que lleguemos a un lugar seguro, si te parece bien. - propuso, acordándose momentáneamente de Ben. Él tampoco había dado señales de vida, y ya habían pasado algunos meses desde lo sucedido. Enseguida se dio cuenta de que el modo en el que dijo lo de herir a los atacantes sorprendió a Arleen, ya fuese por las palabras tan explícitas o la rabia que encerraba en ellas. Desvió la mirada un momento, un tanto incómoda, pero enseguida volvió a enfrentarla sin poder evitar que se le humedeciesen un poco los ojos.

- ¿No lo harías? ¿No los odias por lo que te hicieron? ¿Si te volvieran a poner en esa situación no intentarías hacerles todo el daño que pudieras? tenemos que dejar de poner la otra mejilla, Arleen, o nos seguirán pasando cosas como esas porque creerán que pueden abusar de nosotras como quieran. - no podían seguir exactamente igual a como eran antes de que les sucediese. Ya no quería ser esa chica, se avergonzaba de haber sido tan confiada y excesivamente bondadosa como siempre le había dicho Ian. - Y no estoy dispuesta a que me arranquen más partes. - alzó su mano aún sin dedo, otro de los motivos por los que había ido a la base. - Me voy a ver a Yvonne, puedes acompañarme, o seguir entrenando...- le dejó la opción abierta, porque si se había molestado con ella lo entendía. No podía hacer cambiar de opinión a alguien que no sentía deseos de dañar a gente que la había dañado.

Iba a responderle que estaba intentándolo pero… era mentira. Porque cómoda entrenando no se sentía. Aunque se había informado en el tema sentía que cometía muchos errores   y no tenía quien la corrigiera. Subió la mano hacia la de ella y se la apretó con suavidad.

La sugerencia de los mensajes… le pareció tan buena -Puedo compartirte mi ubicación, por si acaso. ¿Tienes móvil?- Preguntó porque aquello le parecía una excelente forma de mantenerse acompañadas  a su manera. Quizás hasta podían tener algún emoticono que significara alerta o peligro. Ya idearía algo.

Sin embargo, cualquier tipo de momento de conexión se quedó un poco frío ante la frase de Chloe y su pregunta la pilló aún más desprevenida porque…Le hacía sentir tan mal pensar en todo lo que habían vivido que no había analizado como se sentía hacia ellos. -No…no estoy segura. Creo que…creo que trataría de huir- Se sintió una cobarde total por lo que estaba diciendo cuando Chloe parecía tan determinada, tan decidida. ¿Estaba mal por no sentir aquello? ¿Qué era lo que estaba mal con ella? ¿Johan sería capaz de decírselo?

“ o nos seguirán pasando cosas como esas porque creerán que pueden abusar de nosotras como quieran”

Arleen parpadeó pensando que… a su manera había puesto en su sitio a Oscurus pero no le odiaba. Lo de Eámon y sus criminales había sido mucho peor pero… En ese momento se encontraba removida, no sabía bien cómo sentirse o qué hacer y sintió que sus ojos finalmente se humedecían pese a que hacia días que no lloraba. Miró su mano y se sintió fatal por no haberle ofrecido crearle una prótesis -Puedo…- Pero dijo que iría a ver a Yvonne y alzó las cejas con cierta sorpresa -Ah…no puedo. No pueden verme en asuntos de la base, lo siento-  Suspiró y se movió hacia ella para darle un abrazo estrecho antes de despedirse y retomar con sus series con la cabeza en cualquier sitio menos en el deporte.

Tras un rato dejó las mancuernas de lado, le dolían los músculos y tenía la cabeza hecha un lío. Alzó la mirada y reconoció a Carrie yéndose. ¿Iría al campo de tiros? Quizás debería intentarlo. Cogió el agua y su toalla y se limpió la frente. Quizás ella le podía decir lo de ...odiar gente. Parecía que odiaba a Sven. Iba a ir tras ella cuando llegó la respuesta de Thalos así que decidió ir a preguntarle lo de Johan directamente, saliendo de ahí.

Después de preguntar a varios soldados encontró su camino al campo de tiro. Quizás si enfocaba su mente en aprender algo nuevo podía deshacerse de sus pensamientos sobre Gelion. Aunque en realidad lo que necesitaba era irse de citas. Sí, eso le había servido con Giordano. Se entretenía en arreglarse y en conocer a las personas aunque un gran porcentaje de ellas le aburrían soberanamente.

Hablaría con Johan. Seguro tenía muchos amigos.

Sacó el móvil para escribirle un mensaje al pelinegro sobre la conversación con Thalos y también la posible propuesta de cita a ciegas…Cuando saliera de aquella suspensión, trataría de retomar su vida antes de Gelion y antes de Sayid. Aburrida a muerte, pero al menos parecía que tenía algo de control.

Guardó el móvil y se puso a mirar alrededor buscando una muy identificable cabellera roja y su sombra, esperando encontrarla ahí.

Estaba concentrada esperando que la diana apareciese en el campo mientras apuntaba. Había decidido probar con una rutina aleatoria en la que los objetivos cruzaban o aparecían de pronto dejando muy poco tiempo para apuntar y disparar a cada uno.

Y cuando la rutina comenzó Carrie empezó a disparar lo mejor que pudo que no fue nada muy espectacular. Estaba oxidada, apenas había acertado un par de blancos y el resto no resultaban satisfactorios. Gruñó quitándose los cascos y escuchó un sonido reprobatorio de Sven. La pelirroja clavó la mirada en él frunciendo el ceño. Puto Sven.

Apretó la mandíbula quitándose los putos cascos de encima para dejarlos colgados donde correspondía y procedió a irse. Sin embargo el PUTO Sven la paró, señaló el arma y la zona donde debía dejarla. Soltó aire de forma exasperada antes de volver sobre sus pasos para dejar la pistola señalándola mientras miraba al tipo. "Mira como la dejo hijo de puta ¿Contento?" Sonrisa irónica amable. Sven asintió conforme y Carrie entornó los ojos antes de volver a intentar largarse de ahí.

Al caminar mientras gruñía por lo bajo insultos y maldiciones se topó con Arleen.-Ey.-Dijo sin mucho ánimo.

No tardó mucho en verla llegar, aunque debía confesar que sus sentidos estaban un poco en alerta con tanto ruido de disparo. Era una zona que no le brindaba mucha tranquilidad pero…

Al menos su mente no estaba pensando en él.
Era un buen paso.

Así que cuando Carrie apareció en su campo de visión se forzó a sonreír mientras acortaba la distancia entre ellas. Sí, sí que notó que no estaba de ánimos y miró un momento a Sven, sonriéndole mientras movía la cabeza a modo de saludo. Volvió la vista hacia Carrie -Así que… he decidido hacer caso a tu oferta- Se giró hacia el campo de tiro.

-Pero creo que fallaré terriblemente- Dijo en voz alta y aunque una parte de ella se removía histérica al pensar en una Royden “fallando”, otra parte reconocía que estaba bien ser humilde y saber que tenía defectos. Porque los tenía, y muchos. Aunque algunos ni siquiera los conocía.