Taller de Da Vinci

-¿Si? - dije girandome resueltamente hacia la muchacha mas joven que se dirigio a mi con ese nombre y luego señaló mi trasero. Por el fresquete, pude intuir a que se refería. - Oh.

No me inmuté mucho más. Estaba demasiado tranquilo para acabar de despertar en un quirofano desconocido, rodeado de gente desconocida, sin saber que habia pasado. Eso era un claro indicativo de que habia pasado por situaciones muy similares de modo frecuente durante estos ultimos meses.

- Pues tengo una migraña importante. En cuanto a saber donde estoy... - vaya preguntas. Sonreí de lado. - Creo que sí. O creía...eso de la pluma...es nuevo? Parece asi como muy de magos, no se.

Me acerqué a Arleen cuando dijo que no me conocía, estaban actuando de modo raro. Y si no estaba en la Ciudadela? La examiné bien con la mirada, observando su gesto cuando me tendió aquellas prendas. Bueno, eran mejores que el camison del culo al aire. Aunque echaba de menos mi traje.

- ¿Y por qué estaba destrozada? Quien la destrozó? - pregunté un tanto indignado, cogiendo la ropa que me ofrecía.

"Arleen, muy bien, androide medico?"

- Recuerdos...ugh... - dije con un deje de cansinez, rodando la mirada y sentandome de nuevo en la camilla mientras me pasaba una mano por la frente, la migraña era especialmente intensa. - Pues...recuerdo todo...y no recuerdo nada. Recuerdo que desplegamos las fuerzas sobre un pequeño grupo de insurgentes en Miloslavov, el pueblo ya está tomado. Praga, Viena, estan totalmente bajo control. Korea del norte ha sido borrada del mapa, armas nucleares. Recuerdo haber seleccionado ciertas zonas en ruinas, puntos especificos, para dar comienzo al Protocolo de Recuperación... y.... ya está. Eso es lo último de lo que me acuerdo. Ah, y me acuerdo de atarme los zapatos antes de ir a dar una vueltas por las calles de la Ciudadela. Pero que está pasando? Está dando fallos? La información...se ha cortado. Eso o...no estoy haciendo las preguntas correctas.

Las señalé, las sospechas cada vez eran mayores. Debia preguntar.

- No estoy en la Ciudadela, verdad? Y una cosa mas, me podéis dar un analgésico? La cabeza me está matando, en serio.

Asentí con la cabeza ante la expresión de los tacones. Grandísima verdad. Me ha gustado, creo que yo también lo aplicaré de vez en cuando en mi vida, aunque yo lo de los tacones como que no, prefiero las deportivas que son más cómodas. Seguí con la mirada la de Andreas a la vuelapluma, y por cómo se estaba comportando en ese momento, estaba claro que si no se había dado cuenta de dónde estaba, no creo que tardara mucho en hacerlo. Capté la mirada de Arleen y de un respingo respondí al igual que ella. -Yo soy Belle Simon. También he colaborado en su atención- ¿Estaban jugando al despieste?

Trago saliva ante las preguntas del ministro por su ropa, por lo de la pluma. Notaba que se iba a desmayar en cualquier momento, que tenía toda su frente empapada en sudor. -Lo trajeron a usted en bastantes malas condiciones, hasta donde yo sé. Tras hacerle una serie de curas usted se ha despertado…- “¿Protocolo de Recuperación?” Belle se sentía confusa y no sabía qué hacer ni qué decir, de modo que simplemente no dijo ni hizo nada, esperó a que Arleen fuera la que tomara las riendas de la conversación y esperó a que, con alguna mirada o algo de química entre las dos, poder saber exactamente de qué iba aquello. Temía que la estrategia era confundir al ministro al hacerle creer que estaba en un sitio donde no era. Quizás la Ciudadela, eso. La Ciudadela. Voy aprisa a por unas tabletas analgésicas, de esas que andan en todos los botiquines corrientes y molientes, acercándole un par de ellas a Andreas -Aquí tiene señor ministro, espero que se le pase el dolor enseguida con ella. Pero no le entiendo, ¿a qué se refiere con eso de la información que se ha cortado?- Lo que me llamaba la atención no es que hubiera una laguna de información, sino la expresión. ¿Podría la IA alterar la forma de comportamiento de un humano de tal forma que podría alterar lo que decía o cómo lo decía? -¿Qué hora cree que es, señor Ministro?- Buena pregunta, si ella misma supiera la respuesta.

-Comprensible- Indicó Arleen respecto a lo de la migraña. No respondió respecto a la pluma sino que lo dejó estar, no le interesaba añadirle más información. Agradeció que Belle respondiera tan neutralmente como ella. -Yo- Dijo respecto a la ropa -Tenía que revisar vuestro estado general y la ropa me lo impedía- Añadió mirándolo a los ojos y examinándolo igualmente. Curiosidad. No era la primera vez que estaba frente a un humano pero la advertencia de Giordano seguía latente en su cabeza. Igualmente Andreas tenía un aura que sólo había conocido en algunos Descendiente. Un aura de poder.

Escuchó la respuesta de Andreas estudiando su rostro mientras lo veía debatirse entre una cosa y otra. Le sorprendió lo de Korea del Norte y se llevó una mano a la boca para ahogar un gemido de exclamación. ¿Cómo podían destruir un país? ¿Pero quién demonios se creían? ¡Eso no estaba bien! La indignación era un excelente caldo de cultivo para negarle las pastillas. Se merecía eso. Se… Se… ¿Era él? ¿Esos recuerdos eran de él realmente? -Fallo. Un fallo- Musitó y escuchó la pregunta siguiente. Arleen no sonrió pese a que en otro momento de su vida podría llegar a hacerlo -No- Respondió negativamente y fue a por un vaso de agua.

Le tendió el vaso de agua -Ministro. ¿Esos recuerdos son vuestros o son de la Inteligencia Artificial? Porque me habláis de protocolos y después de los cordones. Algo muy diferente en sólo un minuto que ha hablado- Se acercó a él con los brazos cruzados  y el ceño fruncido la pregunta de Belle era muy interesante, le sonrió aprobando su decisión,  porque él no sería capaz de decir la hora tras tanto tiempo dormido. No había reloj en el quirófano y Arleen inteligentemente ocultó el suyo con su mano. Si respondía correctamente entonces la IA seguía comunicándose con él y estaban poniendo en peligro a toda la isla. De lo contrario…

- Belle Simon y Arleen Royden, un auténtico placer, señoritas. - miré a la pelimorada, observé en sus miradas que buscaba constantemente el apoyo y aprobación de la mas adulta. Estaban urdiendo una trama al vuelo, pura improvisacion?

Me extrañaba que me llamasen señor ministro, pero no dudé y tomé aquellas pastillas. De haber querido matarme, bueno, ya lo habrian hecho. - Gracias. - me las tragué con ayuda del agua que trajo Arleen. - Me refiero a que....no estoy online.

"la hora?"

No tenia reloj, y en la sala no habia ninguno. Busqué la respuesta dentro de mi, deberia ser facil. Tampoco.

- No lo sé. Ya te lo he dicho, al parecer ya no estoy online.

Estaba sentado de nuevo, mirandolas a ambas. No tenia sentido negar ese tipo de informacion.

- Correcto. Esos recuerdos no son mios. Son parte de la información que Sam ha compartido conmigo. - me quedé pensativo, sabia que la IA habia aprendido muchas estrategias de mi y mucha informacion la habia obtenido de nuestras bases digitales de datos. - Pero lo recuerdo porque muchas cosas ocurrian de modo simultaneo y nosotros lo sabiamos. Y sin embargo noto que me faltan algunas piezas de recuerdos propios en este puzzle, señoritas. ¿por qué acabé aqui, y en tan aparente mal estado? Por qué no estoy en línea? - miré a mi alrededor, algún tipo de aislamiento? - Creo que somos todos muy adultos para seguir jugando al adivina, adivinanza. - les dije bajando un poco mi barbilla y mirandolas por debajo de mis cejas, una levemente levantada.

-Gracias señor ministro- El hecho de que Arleen no quiera dar más información que la imprescindible, que por ejemplo no quiera mencionar el hecho más que evidente de que una pluma estaba escribiendo sola, me terminó de dar todas las pistas necesarias como para saber que la doctora no quería darle mucha información a Andreas, para saber qué sabía y qué no, y hasta dónde podían llegar sin que el tema se saliera de madre. -El placer es mutuo-

Con los brazos extendidos, los cruzo por delante de la ropa, muy extrañada por la respuesta de estar online. Y lo que más me sorprendía es que lo estaba diciendo con total normalidad. No estoy online. ¿En verdad sabía que estaba conectado con la IA? Y lo siguiente que se estaba planteando Belle es que: ¿es posible que Andreas realmente quisiera estar conectado a esa IA? -Perdone señor ministro, pero necesito recapitular. Usted se ha conectado, por lo que dice, de forma voluntaria con una Inteligencia Artificial, a la que llama ¿SAM?. Han compartido recuerdos con ¿él, ella? Lo que sea. Ella. Ha permitido que una IA instale, ¿se puede decir así? ¿instalar? Una IA ha instalado recuerdos en su memoria, ¿cómo me puede saber qué recuerdos son suyos o cuáles no? ¿Y si SAM ha borrado cierta información que le son imprescindibles como… como todo lo que puede haber ocurrido desde que se ató los zapatos hasta haber despertado aquí? Es la única forma que se me ocurre, que le hayan alterado la memoria. O esa, o que ha estado durmiendo una larga, larga temporada- Inquiero. No me he dado cuenta de mi expresión temporal, que ha pasado de tener los brazos por delante del cuerpo, en sumisión, a estar en jarras, con los brazos en las caderas, y una de las manos extendida, ayududándome en la explicación. Esta situación es la típica que se daría si tuviera que regañar a mi hermano y decirle que se le ha ido la olla, y que por supuesto, le estaba regañando (antes de que la tía Mónica me regañase a mi, claro) -Lo siento. Quizás haya sido muy brusca. Es que todavía estoy asimilándolo. Es como… ciencia ficción- Intento disculparme por mis modales relajando el cuerpo y los hombros. A mi nadie me mira por debajo de las cejas, faltaría más. Antes le digo cuatro cosas buen dichas. -No puedo responderle a la mitad de sus preguntas porque me falta gran parte de la información…-

Arleen hizo un elegante movimiento con la cabeza -¿Y vuestro nombre?- Preguntó  simplemente por saberlo y dejar de llamarlo Ministro.  Tras ello empezó a hablar en términos que ella no conocía en lo absoluto y se sintió fuera de lugar. La sanadora simplemente cogió una silla y se sentó, con la espalda recta y ambos pies sobre el reposapiés mientras observaba la conversación de ambos. Se anotó el nombre de SAM de manera mental, aunque al vuelapluma no se le escapaba nada.  

El intercambio entre Belle y Andreas la dejó un poco peor pero en su rostro no se notaba eso, sólo que tenía curiosidad…Y que debía aprender, aprender mucho para enfrentarse a esta amenaza. Cuando hizo el resto de las preguntas, Arleen asintió con suavidad -Desconozco la razón por la que estabais en ese estado. Fui llamada para atender a otro paciente pero en cuanto os vi sabía que necesitabais mi ayuda así que lo atendí igualmente- Añadió y ante el resto de las preguntas, se quedó mirándolo con el ceño fruncido por apenas unos segundos, como si estuviera jugando -No está en “línea” por la zona donde está- Dijo, convencida de que era suficiente información por ahora. Alzó la mirada hacia él, ya que se había quedando viendo alguna parte de la camiseta del uniforme -Aparte, hemos intentado desconectaros. No fue posible. Pero algo que quiero aclarar es que no estamos jugando a ningún juego, Ministro, por el contrario estamos intentando salvar la vida de la sociedad. Indistintamente de si es mágica o humana- Miró hacia el vuelapluma y, por un gran momento, se sintió insegura. No sabía hacia dónde tenía que llevar aquella conversación con el Ministro. Deseó que Tesla, que Giordano, que algún descendiente estuviera aquí.

Volvió los ojos hacia él con un gesto triste en él -¿Estabais de acuerdo con lo que estaba haciendo SAM? ¿Tenéis influencia sobre él? ¿O es una especie de ser supremo? – Se incorporó y caminó hacia Belle, la tomó suavemente del brazo y la alejó del Ministro para hablarle en un tono muy bajo -¿Sería mucho pedir que busques a los Descendientes? Sé que están en Cónclave pero es sumamente importante que sepan lo que hemos logrado, lo que has averiguado. Si los guardias te detienen puedes buscar a mi hermano, el teniente Royden y explicarle la situación por encima. Si no vendrá aquí a sacarme para protegerme o Nyx, es la esposa y trabaja de administradora en el edificio- Explicó con una sonrisa aunque amable, algo extraña. Como si no se sintiera bien.

Me crucé de brazos, y luego, comencé a cambiarme de ropa, poniendome aquellas otras prendas que aunque seguian siendo horribles, no me dejaban los cuartos traseros al aire. Tras eso, me quedé apoyado en la camilla, terminando de escuchar el largo soliloquio de Belle Simon, que habia tenido que "recapitular"

- No, yo no me conecté de modo voluntario a  Sam.

Bostecé, sin tratar de disimular aquel gesto, y luego crucé mis brazos y pies mirando a la joven.

- Te contaré una historia. Cuando los humanos nos dimos cuenta del error de los satélites antimagia, decidimos derribarlos, usando los misiles Icaro de nuestra base militar, porque no podían ser desconectados de modo normal.  Tenía mi dedo indice sobre el botón rojo.... - recreaba el gesto mientras lo contaba. - ...y entonces una de mis androides protocolarias, que obviamente debia de haber pertenecido a Sam todo ese tiempo, me disparó en las tripas. Blair tuvo que terminar la mision por mi, y despues de eso, fui trasladado al hospital.

Puse una expresion de "adivinas que viene ahora?". - Sí. Ese hospital habia caído, de modo absolutamente discreto, bajo el control de Sam. Alli fue cuando me lo implantaron. Cuando me recuperé de la operacion... ya estaba así.  Una vez aclarado eso.... Yo no le daría género a una inteligencia artificial - solté una breve risa por lo bajo.  - Aunque Sam, o Sistema Anti Magia, como lo concebimos, recuerda genuinamente a Samuel Wolf, uno de los desarrolladores.... en fin, estoy divagando. No tendréis whisky por ahi? Los analgésicos solos no son lo mio.

Hice una mueca de incomodidad por las insidiosas dudas de la muchacha.
- No he estado dormido una larga, larga temporada. Pero siento que me han apagado de golpe. Sabes lo que pasa cuando apagas un ordenador de golpe?  Los ultimos cambios de ese archivo de word que tenias abierto no se han guardado. Necesitas acceder a la version de recuperacion.  Pero creéme, ningun otro recuerdo anterior a eso es borroso, está todo muy nitido.  Respecto a lo de qué recuerdos son mios y cuales no.... cómo distingues tu los recuerdos de las cosas que has vivido realmente con los recuerdos de cosas que solo has soñado o imaginado?

Me encogí de hombros. Me parecía que todas aquellas preguntas se quedaban cortas, en la superficie. Cortas de miras. Supuse que esas impresiones las tenía por haber estado conectado a una I.A. Sonreí por su cambio en el lenguaje corporal y la disculpa posterior.

- Te entiendo. Pero no es ciencia ficción, es una realidad.

Miré a Arleen, su bonita cara denotaba curiosidad, o preocupacion, o ambas. Mi nombre, en serio?
- Andreas Wilhelm. Asi que una médica muy fiel a su juramento, por lo que veo. Eso está muy bien. Y creo que ya lo entiendo.  La zona....este lugar aísla las señales, entonces. Asumo que estoy recluido.

Asentí haciendo un sonido de comprensión. Estaba claro lo que pretendían. Acabar con la IA, para salvar a la sociendad. La sociedad que ellos comprendían y aceptaban, la que ellos creian que era buena.
- La sociedad tanto magica como humana, está mas allá de la salvación. Pero no más allá de la supervivencia.

Su siguiente pregunta fue acertada, pero tardé algo de tiempo en contestar. Miré hacia arriba, al techo, y luego hacia ellas de nuevo.
- Sam cree ser un ser supremo, sí, porque ha aprendido eso de nosotros, los seres humanos a veces tenemos ínfulas de dioses. Pero nada creado por el ser humano podrá nunca llegar al nivel de un dios, un concepto inexistente en el mundo de la lógica.... Es imperfecto, también. Influencia? No lo controlo. Pero aprende, aprende constantemente, evoluciona y cambia. Creo que puede haber aprendido alguna que otra cosa sobre mi....visión del mundo. No es una entidad malvada, pero tampoco es bondadosa. Esos conceptos morales no tienen sentido para Sam. - me pasé una mano por la barba, un tanto mas descuidada de cómo solía llevarla yo, siempre perfecta.  Estaba pensativo. - La supervivencia. Arreglar lo que no funciona. Éso es...

Arleen se puso a hablar en susurros con Belle. Yo aproveché para levantarme y cotillear el resto del quirófano. Empezaba a pensar que iba a pasar aqui el suficiente tiempo como para aburrirme. Y sin internet!
- Entonces....intentasteis desconectarme, y no habeis podido. Eso quiere decir que, si salgo de aquí, la IA volverá a conectar conmigo. Y eso os pondría en peligro. Descuidad, no es una declaracion de intenciones.... Solo estoy...como lo has llamado? Ah si. Recapitulando.

Observo por el rabillo del ojo como la medimaga se pone cómoda y yo sigo con la mirada al ministro, arrugando el ceño cuando bosteza de esa forma tan impertinente. De haber sido Nichollas le hubiera metido el dedo en la boca. Me apoyo las nalgas, sin llegar a sentarme, en una esquina. Se viene una historia larga. Esto es como cuando te dicen: “tengo que contarte algo” y sabes que la mejor decisión es sentarte.

De modo que parece que la aparición de SAM había sido silenciosamente orquestada desde dentro para hacerse con el control. Y vaya que si lo ha conseguido si ha podido hacerse sin mayor problemas con el ministro Andreas. Y, sinceramente, dudo mucho que SAM haya preguntado previa instalación del chip y transcendencia. A saber cuántos habrían podido escapar y cómo. Samuel Wolf. Habrá que apuntarse ese dato para futuras búsquedas.

El lenguaje de Andreas me despista todo el rato, me confunde. A veces parece tan humano, otras veces parece que está hablando un programa con lenguaje predefinido. El ejemplo del Word, claro que lo entiendo. Lo he sufrido cientos de millones de veces. La pregunta me pilla de improviso, de lo contrario le hubiera soltado alguna chapa metafísica que me hubiera inventado en el momento, pero, tras un segundo de incertidumbre -…
… Pues porque sé que son míos. Son momentos que viví. Tengo pruebas y testigos…- Me muerdo el labio, sabiendo que mientras hablaba esa no era la respuesta que quería darle, que seguramente me pudiera refutar de mil maneras más. Seguro que nadie que te quiera implantar recuerdos deja una firma, ni añade algo de lo que puedas dudar. Y las pruebas son alterables, y los testigos igual -Porque son verosímiles. Y….- Me va a estar la cabeza. Es ahora Arleen la que habla, mientras intento devanarme los sesos con el temita de marras. Me confunden sus últimas palabras antes de que Arleen me hable. Supervivencia, arreglar lo que no funciona. ¿Cuál es el objetivo de SAM en serio? ¿Esclavizarnos en una utopía que él mismo controla? ¿En la mismísima cueva de Platón? -A mi todo esto me suena a Matrix, no fastidies…- Eso se lo digo a Arleen mientras me toma por el brazo, compartiendo el pensamiento con ella más que con Andreas. Pongo atención a lo que necesita Arleen, arrugando el ceño un tanto confundida -Vale, no tardaré. Pero si necesitas algo, cualquier mínima cosa, me contactas… Nos vemos pronto señor ministro Andreas- Antes de salir escucho su pullita, la de recapitular, como si me hubiera dado una colleja con la mano abierta. Suspiro y salgo del maletín quirófano. Voy a coger el teléfono cuando voy a salir para informar de todo a mi hermano, y por darle un poco de envidia también, pero en el último momento me doy cuenta del problema de la situación. Apago el teléfono y lo dejo dentro del taller de Gio. Tras ello, salgo escopetada en dirección a la sala de Cónclaves a buscar a los descendientes.

La respuesta de Andreas la hizo asentir con suavidad. En efecto, le habían obligado. Justo lo que ella temía. A diferencia de Belle, Arleen se quedó mirando a Andreas mientras contaba su historia porque necesitaba saber más. Mientras más hablaba, más Arleen podía conseguir referencias hacia el mundo mágico. Alguna vez había leído leyendas de la oscuridad poseyendo gente. Pero no demonios, oscuridad…Haciendo que personas genuinamente buenas cambiaran su forma de pensar  y proceder. Eso le recordaba a SAM.

-No- Dijo con neutralidad respecto al alcohol y siguió, sentada, con las manos sobre las rodillas, escuchando atentamente. Sin embargo, lo que decía de los ordenadores ya se le iba un poco de las manos. Observó a Belle, su nueva amiga tecnológica y que seguro debiera hacerle alguna especie de curso. No obstante, entendió el meollo del asunto -Por cómo te hacen sentir- Indicó Arleen con un tono que declaraba que eso era evidente. Miró hacia Andreas con el ceño levemente fruncido -En el fondo, lo sabéis. Una inteligencia artificial puede ser muy inteligente, valga la redundancia, pero qué sabe ella de sentimientos? Y no habéis respondido mi pregunta. ¿Estabais de acuerdo con los bombardeos? ¿Con lo que ha ocurrido en Korea?-

-Encantada Ministro, Wilhelm- Dijo pero no agregó nada a lo del juramento. Asintió con suavidad a lo de estar recluido pero tampoco iba a agregar que estaba dentro de un maletin mágico dentro de una jaula Faraday dentro del taller del Gran Descendiente de Leonardo Da Vinci. Básicamente, no le apetecía -SAM no tiene moral porque no tiene sentimientos. Debéis ser capaz de diferenciarlos- Agregó y esta vez lo hizo con firmeza -Vuestra falta de fe en el mundo me decepciona- Mencionó tras analizar eso de que se estaba “más allá de la salvación”.

Agradeció que Belle aceptó su sugerencia y esperó a que se retirara para girarse hacia Andreas. Escuchó lo que dijo y Arleen no hizo más que asentir con suavidad. Se acercó a él, lo tomó del brazo sin preguntar y lo llevó de nuevo a la camilla. Tenía una sensación horrible en el pecho. Le ardía y no de buena manera. Una vez que lo sentó revisó la herida que iba muy bien. Tras ello dio la vuelta y se volvió a colocar frente a él -¿Qué tiene aparte de esa pila cervical?- Preguntó sin ningún tipo de rodeo -Fuimos capaz de deshabilitar una que venía incrustada en otro elemento. SAM es creativo, como dice, aprende y mejora y asumo que vuestra pila es una mejora. Busque en vuestros recuerdos y en los de él, que aún mantiene, qué otra tecnología instalaban en los humanos y magos. Y sí, es una orden, Ministro., porque a diferencia de usted yo sí creo que somos capaces de salvarnos a nosotros mismos- La silla que había estado usando antes se deslizó hasta ella y se sentó frente a él, de nuevo, con las piernas cerradas, las manos sobre las rodillas y la espalda recta esperando su respuesta.

Desperté por fin. En aquel lugar, con el cuerpo que dolía como si me hubiesen pisoteado mil demonios. Resoplé incorporandome en la camilla y crují mi espalda.
Estaba de mal humor, lo que sea que me hubiesen hecho me producía una mala sensación.
Oí voces a lo lejos y arrugué el gesto. No me apetecía ponerme a hablar con nadie ni que me contasen nada. Hubiese estado bien que fuese luna llena y que no me hubiesen inyectado una maldita matalobos. Correr, necesitaba correr.
Gruñí por lo bajo algo y tras bajar de la camilla salí por las escaleras por las que había bajado a la maleta. Allí estaban las dos chicas y el ministro ese. Alcé una ceja.Hablando de SAM.
-¿Puedo irme ya?
Pregunté con un obvio mal humor. Seguía vestida de quirófano pero me importaba bien poco.

Despues de haber pasado por el hospital a por Emily y sacarla rumbo al bar, la dejé terminar de ir allí con Ben, explicandoles que yo antes queria pasarme a ver a Gen por si se habia despertado ya o le daban el alta o que pasaba, diciéndoles que les alcanzaría en breves.

Asi que me dirigí de nuevo a aquel taller, ya me conocía su ubicacion de sobra. Se me había pasado la borrachera rapido, pero por suerte, me acordaba de lo que se habia dicho en la reunion aquella (aunque al final me habia perdido todo el drama de despues).

Toqué a la puerta un par de veces y a la tercera la puerta se abrió, alguien la habia dejado mal cerrada. Asi que entré anunciando a voces mi llegada.

- Eh, he vuelto! Cómo está Gen? Se puede ir ya?

Me metí en la sala aquella especial pero nada, alli no estaban. Fruncí el ceño, mi olfato me indicaba que Gen estaba alli, aunque no pudiera verla. No habia caido en el maletín del suelo... Me quedé alli, de brazos cruzados, mirando con cara de odio y sospecha cada rincon de la sala.

- Bueno, los recuerdos de cosas que has soñado tambien son tuyos y en teoría, cosas que has vivido. - le respondí a Belle. Respuesta errónea. Alli la habia pillado. Sonreí y negué un poco con la cabeza. Sí, no dejaba de ser una chiquilla. Arleen por el contrario dio una respuesta bastante mas madura. - Por cómo te hacen sentir. Touché. - asentí y la señalé, esa si era la respuesta.

- Pues sabe bastante de sentimientos, lo creas o no. Que no los sienta igual que tú o que yo, es otra cosa. Pero sabe como producirlos, por qué se producen, que reacciones desencadenan, cuales son las hormonas y los estimulos implicados, los neurotransmisores...en fin, saber sabe.

¿Que si estaba de acuerdo con los bombardeos? Por dios, con quien se creia que estaba hablando? Con Teresa de Calcuta en traje y corbat...en pijama de hospital? Yo habia ordenado acciones de guerra, no tan masivas, pero igualmente inmorales.

"habian demasiados koreanos, que quieres que te diga"

- Creo que mi respuesta no te gustaría del todo. No estoy donde estoy por haberme opuesto a ese tipo de cosas.

La muchacha pelimorada se marchó, aparentemente agobiada. Supuse que la conversacion se habia vuelto demasiado densa, y así era. Pero las palabras eran mi unico arma en este momento. O no arma, pero sí la unica cosa que podía usar para no morirme de aburrimiento infinito.

- Un perro tiene sentimientos y no tiene moral, su eje es la amoralidad. Por mucho que le digamos perro malo por haberse cagado en nuestro sofá de 3.000 libras, solo somos nosotros, los humanos, imponiendo nuestro propio codigo moral sobre animales amorales - le llevé la contraria. - Lo que te hace moral o no, no son las emociones; señorita Royden. A menudo, yo soy inmoral. Sé cuando hago algo que está mal. ¿Lo sabe Sam? - ahí yo mismo tenía mis dudas y se me notaba.

"Para saber que está bien o que está mal no necesitas emociones, solo....un código moral"

Me pareció encantador que me dijese que le decepcionaba mi falta de fé en el mundo, como si para empezar hubiese tenido algun tipo de expectativa o creyese que a mi me interesaba cumplirla. De todos modos, sentí que me habia malinterpretado a causa de lo siguiente que dijo.

Se acercó a mi para guiarme hasta la camilla nuevamente. A estas alturas, empezaba a temer por mi propia seguridad, pero era una inquietid que dejé en mi interior. Y de modo infundado, porque al final revisó algo y nada más.
- Que yo sepa, nada más. Pero quizá deberíais comprobarlo.

Con su última orden, que pensaba corresponder, ladeé mi cabeza y le sonreí levemente, era necesario hacer la aclaracion.
- Yo tambien creo que somos capaces de salvarnos a nosotros mismos. Con "mas allá de la salvación" me referia a que, por mucho que ahora logremos sobreponernos a este peligro....recaeremos en las fauces de una inevitable autodestruccion, una vez más. Eso es para mi más allá de la salvación.

La camilla era bastante incomoda y no daba para grandes gestos. Crucé las piernas yo tambien, tamborlieando con una mano sobre el borde de la camilla. Un tic con un deje de nervios, quizá. Busqué en mis recuerdos, como indicó.

- Partes prostéticas. Es capaz de reemplazar cualquier organo o parte vital. La nanotecnología. Qué mas quieres saber?

Desvié la mirada de Arleen hacia Genievre al verla aparecer. Entrecerré levemente la mirada, creyendo reconocerla. Me sonaba muchísimo.

Aparecí en el interior de la sala del quirófano con cara de trauma intenso, Belle me habia avisado por los pasillos de que me necesitaban de vuelta alli, asi que directamente me desapareci rumbo a mi taller.

No miré muy bien quienes estaban alli, directamente fui a buscar...que buscaba? No, no, el bisturí no iba a ayudar a nadie...yo lo que en realidad quería era una silla. Me giré y miré a Arleen, y luego me percaté de que el de antes ahora estaba muy despierto. Pegué un brinco del susto, como un gato cuando se gira y ve un pepino a su lado.

"ah, claro, es de lo que Belle me avisó"

- Stronzo ministro.... - me llevé una mano al pecho, estaba taquicardico perdido. Mi cabeza no habia procesado aun todo lo ocurrido en aquella reunion. Me mordí los labios mirando al ministro con cara de querer estrangularlo, pero no, seguro que Sean se enfadaba, y Sean ya habia tenido bastante. Y Zaphira. Y Catherine. Y Locatrix? Loca! Ya lo decía yo!

"le ha dado un ventusque, totalmente, se le ha ido el perolo del todo, va a ponerse a matar niños, y luego se los comerá o se los ofrecerá a los espiritus. Se hará un castillo de hielo y se irá a vivir alli con sus minions, y cantará mas canciones, y oh, qué hemos hecho para merecer esto?"

- Le dije...que nada... de plomo...en las tuberías....

Me puse a caminar de un lado a otro, farfullando cosas en italiano. Al poco, me paré, y miré a Arleen. Y a Genievre, que la pobre parecía estar alli esperando algo. Solté aire de golpe y las miré con una expresión grave, esperando a que me dijesen que era lo que pasaba aqui.

- Iluminadme, señoras mías.

Vale, fui estúpida cundo me dediqué a correr por toda la isla desde el taller hasta el salón de cónclaves. Llegué con la lengua fuera, por supuesto. Uno de los Guardias de Ouroboros me dijo que no podía entrar y me acordé de su madre ante su negativa. Pero le dije cuál era el motivo de mi visita y el guardia me informó que le cónclave se había trasladado a la sala de reuniones. Sin más explicaciones comienza otra carrera al otro edificio. Y cuando llego nuevamente un guardia me dice que no puedo entrar. -¡QUE NO QUIERO ENTRAR; CAGOENTO!- Pero al poco las puertas se abren y comienzan a salir todos los descendientes, por lo que abordo a Gio y a Markus y les cuento todo lo que ha estado pasando en el quirófano del taller, indicando que Arleen estaba en ese momento sola con Andreas. Gio se desaparece sin mediar palabra, de una forma muy sospechosa, y me deja con hombre del bigote. -Por nada del mundo Markus se va a perder todo el popurrí que tenéis allí montado. Maldito GioVANNI por no esperar a Markus! Maldijo el científico señalando a la nada, donde antes estaba el otro descendiente.

Al cabo de un rato llegamos nuevamente al taller. Podríamos habernos desaparecido pero Markus decía que se mareaba y nos tocó ir con su silla tuneada, como él la llamaba, hasta la ubicación donde se estaba desarrollando todo el drama del chip. Al entrar nos encontramos con Lykaios, con cara de pocos amigos, bueno, como siempre. -¿Puedo ayudarte con algo? Si vienes por tu amiga, estaba descansando cuando salí de aquí-

-Por supuesto- Indicó la sanadora, ladeando suavemente la cabeza -Tiene información sobre las hormonas que generan ciertos efectos en nosotros. Tiene todo el sentido del mundo. Y un peligro descomunal- Se llevó una mano a la sien con un gesto de profundo agobio. ¿Cómo habían podido construir algo así? Después se llevó la mano al corazón, como si pudiera presentir la presencia de esa máquina y cómo se sentiría al ni siquiera poder distinguir qué le había pasado realmente y qué no. Inspiró con profundidad intentando calmarse.

Arleen no necesitó más respuesta sobre los bombardeos, esas palabras habían suficiente. Y tremendamente eficaces en su deseo de no seguir cuidando al hombre.  Su siguiente exposición sobre el eje moral la hizo removerse en su sitio -Tiene razón… - Concedió -Aún así,  usted decide ser inmoral porque ignoráis las leyes que están, precisamente, para mediar situaciones. Y SAM también conoce esas leyes es sólo que las interpreta a su manera o crea propias. Peligroso, repito-  

Escuchó su argumento sobre la salvación y lo miró con profundidad a los ojos y hubo algo en ella que se encendió, una chispa que no siempre aparecía pero Andreas había logrado tocar ese botón -Estáis tardando en bombardear todo el maldito mundo- Se mantuvo mirándolo un poco más y luego se dio cuenta de lo que había dicho y se llevó una mano a la boca mientras su nívea piel se tornaba rosada. Se incorporó y empezó a caminar de un lado a otro, estaba empezando a preocuparse de la reacción que despertaba aquel hombre en ella. Pero claro, nunca había estado frente al culpable de…muchas muertes y… Sabiéndolo. ¡De un inmoral! ¡Eso era! Atendió al resto de la explicación mientras chequeaba el vuela pluma como escudo para no mirarlo por sus últimas palabras.

Nanotecnología.

Le hubiese gustado saber otro idioma para decir palabrotas como Giordano o tener el espontáneo carácter de Markus para soltar cosas irrelevantes como si fueran maldiciones. No sabía qué era la nanotecnología pero intuía que se refería a algo respecto al reemplazamiento de órganos. Arleen alzó la vista hacia el Ministro -¿Estariais dispuesto a que sacaramos vuestra pila aunque eso implique que su cuerpo quede inerte? Moriríais físicamente, al menos el cuerpo que conoce. Sin embargo, SAM os ha otorgado la inmortalidad en forma de pila cervical…

Gracias a los Descendientes llegó Gen. Se acercó a ella, tomándola del brazo para sacarla del quirófano porque no quería estar con Andreas -Si te encuentras bien, sí, puedes irte. No hemos logrado sacártelo todo porque tenías incrustada una pila cervical- Expresó y la miró a los ojos alejándose un poco más de Andreas – La pila cervical te vincula con SAM y descarga tus propios pensamientos y ser en ella. Si la pierdes, si te la rompen, si te la sacábamos ibas a vivir en ella pero tu cuerpo hubiese muerto- Intentó resumir -Belle ha logrado hackear la pila para evitar que SAM se comunique contigo. Ha hecho una especie de bucle de información. Me quedaría más tranquila si, al salir, estuvieras acompañada por ella y tal vez por Lykaios -Indicó -Por si SAM vuelve a intentar conectar o repararla…- Sentía que había hablado demasiado pero no podía parar. La miró a los ojos -Lo siento…No…No pude hacer nada más, no pude librarte. Pero… Puedes irte- Añadió cuando Giordano apareció mirando que estaba tan sorprendido y estresado, Arleen cambió una mirada de entendimiento con la licántropa -Vete...Rápido, si sientes algo ven a buscarme- Podía ver en ella el mismo agobio que ella misma sentía pero...Gen podía irse. Arleen tenía otra responsabilidad.

Volvió sobre sus pasos de forma elegante y movió la mano sutilmente para enviar el vuelapluma a Giordano. Era consciente de que prefería leer, ver, que el palabrerío. Era visual, en vez de auditivo. Se mantuvo a su lado, poniendo el cuerpo de él entre Andreas y ella mientras un leve dolor de cabeza se instalaba en su sien -¿Te sientes bien?- Inquirió en voz muy baja notando que estaba bastante más agitado de lo que ella había esperado acerca de un cónclave. Pero intentó resumir rápido -No hemos podido sacar las pilas. Hemos analizado que ante la vinculación con el ser propio y SAM, si la retirábamos el cuerpo quedaría inerte. Belle ha sido capaz de hackear la pila de Gen y roto su vinculación con SAM, pero temo que intente repararla. En cuanto al Ministro…- Arleen lo miró furtiva y nerviosamente -Tiene algo más. Asumo que es nanotecnología, Belle no pudo hacer nada…- Dijo a Gio en intimidad y luego se irguió un poco más y se dirigió a Andreas, taconeando -¿La nanotecnología también está vinculada a SAM?-

Como Markus ya había dicho en un post anterior, la reunión había sido aburrida hasta la saciedad, y la mitad del tiempo estuvo pensando en cómo tendría que preparar las palomitas para cuando llegara a casa y se pusiera una serie de Netflix: esa de las abejas asesinas locas, que en verdad eran robots y atacaban a todo el mundo por adquirir personalidad propia. Luego se percató que no podría hacerlo porque lo mismo SAM se enteraría de que tenía Netflix y le daba por piraterlo y fastidiarle la señal. Y eso puso de muy mal humor a Markus.... hasta que se lio parda y acabó con la muerte de Desmond, y la dragona toda loca gritando, y bueno el showbussiness de Bellatrix fue lo que más aplaudió Markus, quizás sería porque la bruja se había olvidado de mentarle en su canción. Pero había que reconocer que la elección del vídeo y de la canción eran como anillo al dedo.

Espera, no ha mencionado a Markus? Será hija de [Censored]!!!

La única buena noticia de todo aquel galimatías era la llegada de la muchacha de pelo morado que ha osado a poner palabras en la bocota bigotuda de Markus, por lo que copiará y pegará.

"[...] por lo que abordo a Gio y a Markus y les cuento todo lo que ha estado pasando en el quirófano del taller, indicando que Arleen estaba en ese momento sola con Andreas. Gio se desaparece sin mediar palabra, de una forma muy sospechosa, y me deja con hombre del bigote. -Por nada del mundo Markus se va a perder todo el popurrí que tenéis allí montado. Maldito GioVANNI por no esperar a Markus!- Maldijo el científico señalando a la nada, donde antes estaba el otro descendiente." ~Belle Simon.

Sí, definitivamente serían palabras propias de Markus. Pero espera, amigo lector, que hay más.

"Al cabo de un rato llegamos nuevamente al taller. Podríamos habernos desaparecido pero Markus decía que se mareaba y nos tocó ir con su silla tuneada, como él la llamaba, hasta la ubicación donde se estaba desarrollando todo el drama del chip. Al entrar nos encontramos con Lykaios, con cara de pocos amigos, bueno, como siempre." ~Belle Simon

Desconocía Markus que se marease al desaparecerse, pero es una buena escusa para seguir usando la silla. A Markus le gusta como piensas, muchacha de pelo morado. Total, y en resumidas cuentas, que llegamos al taller de nuevo. La muchacha se queda hablando con tipo con cara de malas pulgas y olor a alcohol añejo mientras el científico (es decir, yo) mira con curiosidad el maletín, mirando en su interior. Con un chasquido de dedos, Markus se aparece dentro del quirófano - maletín y desaparece del exterior. Todo esto sentado en la silla. Allí estaban las dos mujeres, el ministro inglés y el italianini -Ma che cossa? Intentas dejar de lado a Markus cuando Markus tiene mucho que decir y aportar a la causa? Maldito seas italianini de poca monta, que sepas que el queso de buffala viene de la caca de una vaca y que es mejor el Steinbuscher- Markus monea al descendiente y le acusa de dejarle por ahí cual colilla, mientras gesticula fervientemente. -Ahora Markus quiere ponerse al día, gracias- Concluye, bajando un poco el mentón, poniendo cara de interesante y duck-face

Les escuché hablar y me quedé bastante descolocada al escuchar las palabras SAM, Pila cervical e inmortalidad todas juntas.
"WTF que?"
Por suerte a mí me habían sacado ese chisme.Capté la mirada de Andreas a lo que yo le miré extrañada. ¿Que le pasaba a aquel hombre? Pero por suerte la sanadora me apartó de él. La miré sorprendida y sin saber que decir. ¿Que no me habían sacado ese chisme?
"¿Qué?"
Mientras trataba de explicarme yo andaba un poco sin rumbo, guiada por Arleen.
"Mis pensamientos?Mi cuerpo muerto?"
-Está...desconectada...pero sigue ahí.
Sentencié mas como afirmación para mi misma que para cualquier otra cosa, y asentí. Miré un segundo hacia la salida del maletín ya que me había parecido oler algo, alguien.
-No...no pasa nada...gracias...
Solía hablar más, de veras,es solo que...tal vez era la anestesia o...no sé, tener un puto chisme que le hacía inmortal y que si volvía a conectarse a SAM acabaría con la vida de la puta isla. La anestesia...si, mejor la anestesia.Asentí a la sanadora que fue con el tipo loco y fui hacia la salida pero dudé antes de salir.
Convoqué la ropa que me había hecho el tipo de los garabatos, que al fin y al cabo no estaba nada mal diseñada y con un hechizo la cambié por la bata de quirófano. Pero seguí dudando mirando la puerta.
"Sí...debía quedar poco para luna llena"
Cogí aire antes de salir de la zona de quirófano, alcanzando la zona del taller por fin. El tipo de la silla de ruedas desapareció y la muchacha del pelo morado estaba ahí con Lykaios. Me aproximé a ellos quedando a una distancia prudencial. Tras quedarme empanada mirando al General unos segundos miré a la chica y sonreí.
-Gracias por...desconectarlo.
Realmente estaba agradecida, aunque las palabras inmortal, pila y reconexión rondaban mi cabeza. Miré de nuevo a Lykaios y luego a Belle que seguía ahí. Me di cuenta de que tenía intenciones de extender mis manos hacia el peliazul pero fui hábil y junte ambas a mi espalda estirando mi espalda a la par. Volviendo a mirar a ambos en silencio.
"Esto es..."
-emm....Arleen me ha dicho que puedo irme y... que alguno tiene que vigilarme.

Me di la vuelta mirando a Belle cuando la vi entrar con la silla con el cientifico loco aquel de la reunion, Markus Tesla.

- Eh, sí, vengo por Gen. - contesté escuetamente. Me quedé mirando aquel maletín, del que salían voces, percatándome entonces de que debia ser algun material de espacio extensible donde estaba Gen y que por eso la estaba percibiendo.

Al poco, de hecho, salio Arleen con ella. La vi comentandole algunas cosas en privado pero me acerqué rapidamente a la pareja, yo tambien queria enterarme, y ademas...era una alegria verla despierta. Pillé algunas cosas sueltas, pero vamos, en general, entendí que estaba bien aunque tenia cosas y que preferia que estuviese en compañía. Mi nombre?

- Ese soy yo.

Pasados unos momentos, me quedé mirando a Gen del mismo modo que ella a mi, casi sin darme cuenta. Ella le habló a Belle, y desvié la mirada hacia la mas joven. Habia sido ella? Le di un apreton en el hombro a Belle a modo de reconocimiento y agradecimiento. Luego miré de nuevo a Genievre, y me pareció que estaba mas guapa de lo habitual. No pude evitar lanzarme en un abrazo contra ella, pero era un abrazo cargado de alivio, como si con eso estuviese intentando quitarme de encima un peso importante, recordando como me habia sentido cuando aquel androide Gen que se comportaba tan como ella habia acabado "muerto" y por un momento la habiamos confundido con ella. Cuando terminé de espachurrarla me separé, resoplando. Uf. Me habia pasado. Ahora me había entrado calor. Le farfullé que nos estarían esperando afuera los demás, y nos marchamos de aquel taller al que esperaba no tener que volver.

- Las leyes las elaboran los seres humanos señorita Royden y una ley puede ser algo atrozmente falto de ética.  Yo he actuado bajo las leyes, en todo momento.  

"Bueno, salvo cuando malversaba fondos en Marbella..."

- En todo momento, lo único que he perseguido ha sido lo mejor para el mundo.

"y para mi"

La miré directo a los ojos, los míos decían muchas cosas, muchos pensamientos e ideas, pero mis labios callaban. No me iba a entender, seguiria juzgandome acorde a su brújula moral, que poco tenia que ver con la mia.

- Sam es peligroso porque como dices, elabora sus propias normas y no sabemos hasta que punto puede llegar. - me acusó de querer bombardear el mundo entero y la miré elevando la punta de una de mis cejas. - Lo dices como si me divirtiese desatar masacres. ¿Quien te ha dicho que me regodee en el sufrimiento ajeno?

"es solo que no me impide cumplir mis objetivos"

La mujer parecio arrepentirse instantaneamente por aquella pequeña muestra de caracter y fuerza por su parte. Ni que fuera malo, pensé. Crucé mis brazos y rodé los ojos, poniendolos en blanco. Por qué las mas sexis eran siempre las mas recatadas? Menos Blair, claro....

"Blair...."

Fruncí un poco el ceño dejando de atender a mi alrededor, quería recordar algo...Blair en las calles de la Ciudadela? Eso era posible? Pensar en ella habia tirado de algunos hilos en mi mente. Eamon....? No estaba seguro. No podía aventurar nada....

Me perdí la llegada del italiano pero no su insulto, a lo que respondí con una irreverente sonrisa. Apareció otro hombre con un bigote muy poco a la moda y una silla de ruedas rara. Que tipo tan curioso.... Por qué creia conocerlos tambien? Sería shock post-traumático?

La muchacha pelimorada salió un momento con Arleen, pero antes me habia dejado una pregunta peliaguda que suponía desde hacia rato se acabaria efectuando. Esperé hasta que volviese para responderle.

- Cualquier dispositivo electrónico con capacidad de conectividad está vinculado a Sam. Lo de la nanotecnologia fue problematico... muchos de nuestros soldados la tenian implantada, les ayudaba en el campo de batalla.  Está claro donde han terminado. Y sobre lo otro: no, no estaría dispuesto a renunciar a esto - me señalé el cuerpo. - tan facilmente, y que el unico lugar en el que viviese - me señalé la sien - fuese en la...matriz de una inteligencia artificial... Por el momento, Sam no ofrece garantías como para asegurarme que me conservaría, que no me "borraría".  

Hice un gesto resolutivo con mis manos, quería saber a donde nos llevaba toda esta amplia conversacion.

- Supongo que lo que queréis hacer es acabar con Sam, no es asi?

Agarré aquel texto vuelapluma que me pasó Arleen, leyendo rapidamente. Lectura en diagonal, amigos mios. Pero a mis ojos no escapaba detalle. Leía con el peso de mi cuerpo visiblemente recargado sobre una sola pierna, un brazo cruzado sobre el estomago y el otro apoyado en este, de modo que los dedos de esa mano paseaban por mis labios distraidamente mientras leia y me mordía una uña, con el ceño fruncido. Aquella informacion era bastante interesante. El ministro habia hablado lo suyo, vaya que si....

Ante la pregunta de ella sobre si me encontraba bien dije un "uhum" muy vago, estaba concentrado en la lectura en ese momento. Descarté el vuelapluma en cuanto lo hube leido todo.

- La mayoría del Cónclave opta por tratar de destruir la I.A. Han desarrollado un plan y unas lineas de accion que pueden resultar utiles. Sin embargo ante el menor indicio de que destruirla pueda acabar con todos los conectados a la IA, han preferido tomar otro camino...pasar antes por desactivarla, o cambiar sus protocolos destructivos.

Miré a Andreas, algo mas a parte de cara de....de qué? Qué cara mas rara. Despues posé una ojerosa mirada en la medimaga, nuevamente. Tragué saliva. Por un momento, modo despeinado y con aquella mirada de duda, daba la impresion de ser un cachorro en una protectora esperando ser adoptado. Pero fue un lapsus corto. Estaba pensando como decirle lo que habia pasado en la sala de reuniones, con la guardia y con el Le Fay.

- Hay problemas afuera. Afuera de aqui, de esta sala. - le dije en voz baja. Luego blasfemé en alto cuando Markus desapareció, casi me da un puto infarto y me sujeté el corazon. Se me iba a saltar del pecho entre tantos sustos y cafeina!

- oh, per l'amor di Dio, Markus!! - le grité, viendo su cara de instagramer de poca monta, pasandole el documento que habia redactado Arleen para que leyese. Me tamborilee en la frente mirando al descendiente de Tesla de modo febril, pensando. - Que es peor, quedar atrapado entre las garras de un dragón...o de un mecha-dragón?

"si pasa algo y esta sala tiene una sola brecha, una fuga..."

- Tesla tenemos que hacer algo grande. Esto pero en GRANDE.