Lago Ness

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'Dado (10)' :

Le resultó muy agradable que Vishous tomara muy bien la idea de que se fueran de senderismo. En Grecia lo hacía mucho, y también en Ouroboros le daba mucho por salir a caminar por los bosques, pero desde hacía un tiempo todo había quedado de lado. La urgencia de la vida la había hecho que se alejara de lo que más le gustaba y lo que más la hacía feliz. Así que sí, extrañaba mucho esa parte tan importante de su vida, y con lo felices que se habían puesto Aura y Vishous, ella también estaba muy deseosa de estar ya en lo más profundo del bosque.

Tardó más que Vishous en preparar sus cosas. Principalmente porque tenía que hacer las preparaciones necesarias para trasladar desde el bosque todas las plantas que requería, además de que se tomó un poco de tiempo para terminarse su té, investigar un poco sobre lo que debía buscar en un árbol para lo que requerían y en prepararse ella misma. Se recogió el cabello en una coleta y se puso un outfit lo más alejado a lo que solía usar que se podía. Zapatos blancos adecuados para el terreno irregular de un bosque desconocido, un pantalón negro delgado y elástico, y una blusa que se ajustaba bien a su cuerpo. Cosas con las que Vishous nunca la había visto, pero que usaba para explorar bosques que no podía predescir. No le había dicho al moreno que aquella excursión podía tomar un par de horas o algunos días, pero asumía que podrían arreglárselas. Había acampado mucho en su niñez, y ansiaba pasar el tiempo así con Aura. Una vez que todos estuvieron listos, se echó una pequeña mochila al hombro y partieron.

Por significado, le habría gustado buscar en el bosque de Galloway, pero temía que las raíces del árbol pudieran entorpecer todo. Necesitaba un lugar más retirado, y también algo menos rocoso que Highlands para que las reíces tuvieran su espacio para crecer. Así que aparecieron en tierras cercanas al Lago Ness y comenzaron a andar hacia el que alguna vez fuera el Parque Nacional de Cairngorms. Según había logrado investigar, alrededor del parque nacional se encontraban los árboles más antiguos de Escocia, así que era el mejor lugar para empezar. A tramos, caminaron, se desaparecieron y volaron en la alfombra mágica, hasta que llegaron a la boca del bosque, Nunca había visto a Aura tan contenta como en aquel momento en que pisaron el bosque.- Al fin llegamos.- Suspiró con una feliz sonrisa, respirando leenta y profundamente para llenarse los pulmones de aquel aire tan puro, de aquel aroma a bosque.- Hay que buscar el árbol primero.- Se agachó para tocar la tierra, dándose cuenta de que estaba húmeda y fresca.- Creo que lo lograremos. Hay mucha vida aquí. Gracias por hacer esto conmigo.- Sonrió a su marido, levantándose y sacudiéndose la tierra mientras comenzaba a caminar hacia el centro del bosque.

No esperaba que Sofía tuviera aquel tipo de outfit y verla de esa forma fue…extraño. Por alguna razón esperaba que fuera con un vestido más ligero o con abertura por las piernas para que no le azotara el calor. Pero aquello estaba bien, era acorde y encima delineaba su figura de una forma exquisita lo que complicaría mantener la cabeza en la misión y no entre las piernas de su mujer hasta oírla gritar su nombre.

Pero fuerza de voluntad le sobraba.

El objetivo estaba un poco lejos pero emprendieron el viaje y al llegar hizo lo mismo que Sofía, no sólo inspiró el aire si no también contempló el paisaje sonriendo brevemente. Las zonas amplias y el cielo despejado le saludaban como viejos amigos. Y cuán viejos.

-De acuerdo…Diriges tú entonces- Él no conocía el bosque y la experta en hablar con plantas era ella así que poco podía hacer en ese momento. Acomodó a Aura que aún estaba profundamente dormida. Alzó la vista hacia Sofía y asintió un poco cuando le dio las gracias -Encantado… Y quizás luego puedo cobrarme este grandísimo favor- Sonrió ampliamente antes de darle una firme nalgada invitándola a hacer sus rituales y a convocar su magia para ir a por el árbol.

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Debes lanzar un D20 para buscar árboles mágicos que puedan servir.
Tienes 4 post para sacar un D12 o más para conseguir el árbol que buscas.

Se dio cuenta rápidamente que a Vishous no le cabía en la cabeza verla con otro tipo de ropa. Es verdad, su armario estaba repleto de vestidos, pero también era cierto que eran incómodos para recorrer un bosque desconocido. Fácilmente podían llenarse de lodo, rasgarse con alguna rama o raíz, atorarse en algo. Lo había experimentado por las malas muchas veces y tiempo era lo que menos le sobraba. Debía hacer un trabajo ágil. No solía sentirse intimidada por la mirada de su marido, ni estaba acomplejada por su cuerpo de ningún modo, pero las miradas que le estaba dando no las terminaba de descifrar.

Sonrió al ver que su marido le daba las riendas de la situación, a sabiendas de que quizás sería lo mejor. No fue hasta que sintió la mano de Vishous dejándole una nalgada que la hizo sorprenderse, que finalmente pudo entender lo que le pasaba por la cabeza. Simplemente no estaba acostumbrado. Le sonrió con una sincera felicidad e inició el camino que tenían por delante.- Si no hubieras traído a Aura...- Insinuó, pero es que viéndola tan tranquila no se arrepentía de nada. El día estaba fresco y radiante, así que no tardó en adentrarse en aquel amplio bosque y encontrar un frondoso árbol al cuál poder acercarse para inspeccionar. Entre más amplio era el árbol, mayores conexiones tenían sus ramas debajo de la tierra y mejor comprendía la totalidad del bosque. Algo así necesitaba.- Voy a preguntarle al bosque directamente si hay árboles como los que necesitamos.- Miró por un instante a Vishous con su pequeña bebé al pecho y les sonrió a ambos antes de acercarse. El terreno era algo irregular, por lo que tuvo que acercarse con pies de plomo hasta el tronco. Por lo que podía ver, las raíces se curvaban por debajo de la tierra, haciéndolo perfecto para inspeccionar.

Se arrodilló junto al gran árbol, por comodidad más que por ritualidad, y puso la palma izquierda sobre la corteza cerrando los ojos. Rápidamente, se dio cuenta de que aquel no era el árbol que necesitaba, pues las conexiones bajo tierra las estaba haciendo de manera lenta. Era un árbol muy tranquilo para lo que necesitaba, pero también le hacía falta extenderse más en el bosque. Suspiró profundamente y preguntó una vez más, por el árbol que necesitaba. No tardaron en surgir algunos candidatos, separados entre sí por algunos kilómetros, y uno mucho más adentro, en el fondo del bosque. Agradeció la información y se levantó para encontrarse de vuelta con su grupo. Tan solo habrían pasado algunos minutos.- No es este. Pero me dio algunas sugerencias que podrían servir; están más adentro del bosque... Me enseñó como... como un mapa de carreteras. Cada árbol es como una ciudad y las raíces son los caminos y las calles. Este bosque es enorme por debajo.- Le contó, tratando de hacer que en su mente se imaginara lo que había visto dentro. Era como darle luz a un camino desconocido. Señaló la dirección del siguiente árbol y comenzó a caminar, esperando a que Vishous la alcanzara para seguir.

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'Dado (20)' :

-Habrías estado el 98% del viaje preocupada por saber de ella, mirando tu espejo constantemente y preguntándote qué puede ir mal- Le dijo claramente a Sofía con la voz bastante firme porque la había visto terriblemente afectada ayer y ahora no podía pretender que dejar a su hija atrás cuando tenían una travesía larga por delante era la mejor opción…por mucho que le gustara pasar tiempo juntos -Y ni mis artes amatorias te ayudarían a despejarte- Y eso que él tenía una excelente opinión de sí mismo, pero cuando hablaban de Aura la cosa cambiaba drásticamente.

-Pero cuando acabemos toda esta mierda nos vamos a construir una casa en un bosque perdido del mundo y voy a salir a cazarte todas las noches- Sonrió ampliamente -Vamos a jugar del modo primitivo- No sabía si conocía ese kink pero luego se lo presentaría para que lo tuviera en mente.

Él se quedó atrás mirando alrededor mientras Sofia iba a la suya. Tenía puesto su escudo, igual que Aura, y no le preocupaba realmente un ataque pero eso no implicaba que pudiese bajar la guardia. Estaba allí de apoyo y sabía bien jugar en equipo y delegar cuando se necesitaba.

¿Quién dijo que las orgías…digo, el ejército, no servía de nada?

Volvió la atención a Sofía cuando le indicó que ese no era -¿Qué tipo de árbol buscas exactamente? ¿Cedro, roble?- Algo sabía porque alguna vez trabajó con madera y tuvo que aprender las mejores para algunas cosas. Asintió con respecto a las carreteras, mirando el piso mientras Sofía lo relataba y entendiendo mejor el amasijo de raíces bajo sus pies -Deberíamos haber traído a Sarah…seguro que los animales serían de gran ayuda y reduciríamos el tiempo de búsqueda- Y su ánimo también, esa pelirroja las tenía todas consigo. Sonrió de lado pensando en ella mientras ponía una mano en la espalda de Sofía para invitarla a avanzar fantaseando con las dos en una sola cama.

Sonrió con amor a su esposo, un poco apenada. La conocía bien. No se habría quedado muy contenta dejando a Aura con quien fuera y sus padres llegarían en algunos días para ayudarle a protegerla. Primero tenían que cerrar asuntos en Grecia.- ¿Soy tan predescible? Lo siento, de verdad me siento extraña desde la prueba.- Era realidad; se había despegado casi nada de su pequeña y de su esposo desde que la pasó. Era como un mal sueño. Ya le había contado todo a Vishous sobre la prueba, cómo se había sentido dejando a su hija en manos del destino y lo mucho que necesitaba que él la mantuviera a salvo, incluso a salvo de ella misma. Soltó una risa ligera, borrando de su mente todo rastro de tristeza cuando habló de cómo le ayudaría a despejarse.- He de admitir que tienes buenos trucos.- Sonrió de lado de manera sugerente, aún caminando.

Cuando habló de construir su casa... en un bosque perdido, no pudo evitar sonreír. Le agradaba la idea. Aura lo necesitaría y a ella le caería bien volver a sus orígenes.- ¿Cuál es el modo primitivo? - Preguntó sonriendo.- ¿De verdad te gustaría alejarte de todo? Aura necesita enraizarse a un bosque y tengo la sensación de que a tu mamá le daría un infarto si viera mis métodos.- Que más que nada, implicaban mucho caminar descalza sobre la tierra húmeda y pasar tiempo en el bosque.- Necesitamos... un olmo, o nogal. Cedro o roble serían ideales. Seguro que Sarah habría sido de gran ayuda, pero estábamos de apuro. Además, lo que me interesa del árbol es lo que está debajo.

No tardaron en encontrar otro gran árbol. Era el más cercano al anterior. El resto les tomaría más tiempo así que tenía esperanzas.- Es ese.- Susurró, adelantándose a trote ligero para acercarse a aquel gran roble que debía evaluar. Las ramas sobresalían mucho de la superficie, así que cuando llegó al tronco, no se hincó. Solamente colocó la mano sobre la corteza y... casi de manera inmediata, el árbol respondió. Era más joven de lo que parecía. Joven e inexperto. Sus ramas no alcanzaban la extensión necesaria y declinó de inmediato la solicitud. Miró a Vishous y negó suavemente con la cabeza.

¿Tendría que recorrer todo el bosque? ¿Más de un bosque? Seguro que había ahí algo que pudiera ser útil. Dejó que Vishous la guiara por el bosque y echó un vistazo a Aura sobre el pecho de Vishous. Esperaba que su pequeña tuviera un periodo mucho más tranquilo que el de ella.-Crece cada día.

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'Dado (20)' :

Negó con la cabeza. No se trataba de ser predecible o no, si no de la turbación que le había generado aquella prueba -No te preocupes, solo… sigamos- Indicó botando que Aura se removía un poco, quizás pronto habría que hacer una pausa para darle de comer y que se relajara un poco con juegos antes de volver a la misión.

Se rió por lo bajo de un modo claramente oscuro y pícaro -No te lo voy a explicar ahora, lo haré después con mucho detalle y luego veremos si te gusta la idea o no- Porque podía de un poco brusco, así que mejor ir poco a poco. De momento, Sofía se comportaba tal como le había dicho una vez: Una palmera. Flexible cuando se requería y firme cuando se necesitaba.

-Quizás sí… no lo sé- Después puso los ojos en blanco cuando mencionó a su madre. Amaba a la mujer pero los tres hijos habían aprendido tarde que era narcisista y no se podía arreglar -Que no te preocupes mi madre, Sofía. Es nuestra familia y hay que elegir lo que es mejor para nosotros, no para ella-

La verdad es que al escuchar lo de las maderas empezó a mirar cada árbol por ver si reconocía alguno de los que mencionaba Sofía. Asintió suavemente sobre el tema de las raíces -En eso no te puedo ayudar- Mencionó mientras la veía alejarse para otro árbol. Guardo silencio, dándole el espacio que necesitaba para trabajar. No quería interrumpir.

Cuando volvió empezó a preocuparse pero no lo mostró. Quizás aquella misión iba a tomarles más tiempo del que tenían. Esperaba que no. Bajó la vista hacia Aura cuando hablo de ella y subió una mano a la espalda de la pequeña -Ayer cuando estábamos jugando se rió. Fue muy gracioso- Siempre le gusta escuchar reír a las mujeres, en general, pero hace reír a su hija era mágico.

Tal y como lo había planteado Vishous, no había que seguir volteando atrás, a pensar en lo difícil que habían sido los días anteriores, sino a disfrutar el presente y a permitirse funcionar en lo que tenían qué hacer. Quizás no podía con muchos, muuuuuchos de los ejercicios que su marido sí, pero podía caminar por horas y andar en terrenos escarpados. Su entrenamiento era más funcional que otra cosa.

Se molestó un poco de que no le contara lo que había en su pervertida mente. A veces se pasaba de inocente con él, porque no entendía el punto hasta el que sus perversiones podían estirarse. Y además, traía a Aura al pecho, así que no intentaría nada. Pero eso no impedía que ella estuviera tentada a seducirlo ahora que no podía ponerle las manos encima.- Suena a que será una buena plática con vino.- Y la idea le gustaba, le entusiasmaba. No tanto la práctica sexual, sino los previos a que se llevara a cabo. Aún así, pasando a temas de su suegra... sonrió ampliamente ante la reacción de su marido. Se acercó a él y le dejó un besito en el hombro de su hombre, que era lo que más fácil le quedaba sin aplastar a Aura.- Si hay algo que me preocupa será tu reacción cuando empiece a entrenarse contra venenos.- Murmuró, pues era un entrenamiento básico y de primer nivel que toda su familia requería. En realidad, tenían ya una barrera desde hacía generaciones contra los venenos, pero siempre había que estar seguros de que todo siguiera bien. Era una precaución que tomaban para no obviar, pero siempre había problema con los conyuges.

Claro que me puedes ayudar. Debe tener un tronco grande, muy grueso, eso es signo de un árbol maduro. Pero no debe verse seco. A veces levantan el suelo inmediato alrededor del tronco con sus raíces. No es que eso no sirva, pero a veces esos no cuentan con la profundidad para estar bien enraizados. En lo que te puedes fijar en esos casos es en el suelo, que no esté completamente compacto y no sea roca. Si está muy húmedo, a veces no necesitan enraizarse tanto, así que tampoco es buena señal. Es básicamente eso.- Explicó, señalando lo que decía para darle ejemplos con los árboles que pasaban. Así podría tener ejemplos visuales de lo que le estaba diciendo.- Hablas de ella y se ilumina tu mirada. Me encanta ver cómo descubres a tu hija. Como la amas.

Continuaron caminando por años hacia donde los llevaba aquella gran carretera subterránea. Cruzaron un par de hermosos lagos, un río lleno de agua limpia donde bebió agua fresca que la llenó de energía. Se sentía directamente los minerales de la tierra y le dio a Vishous de beber para que él también probara la delicia que era. Después de un rato, salieron del sendero principal y comenzaron a caminar montaña arriba según le indicaban los árboles. En algún momento comenzaron a tontear e incluso terminó haciéndole alguna que otra travesura a mi marido, aprovechando que tenía las manos ocupadas y que ella no solía usar pantalones ni blusas y podía mostrar su cuerpo ligeramente desde otros ángulos.

Después de un rato, encontraron un buen árbol, de altas copas, de grueso tronco, de raíces profundas. El aire a su alrededor cambió de Aura y sintió la diferencia entre los anteriores.- Es ese.- Volvió a decir a su marido, y se acercó con cautela porque sabía que ya lo había dicho antes. Miró a su esposo con una suave sonrisa y se acercó al árbol, arrodillándose ante él. No tardó en tocarlo y convencerse. Las raíces iban hasta el centro de la montaña a diferencia de otros árboles. Era... como si fuera mágico ya por su sola existencia.- ¡Este es! ¡Vishous, lo encontramos! ¡Es este!

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'Dado (20)' :

-Sí, lo es…Vino y queso. Y de postre, tú- Le guiñó un ojo pensando que le iría bien tener crema batida y realmente darse un festín de postres con el cuerpo de Sofía. Sin embargo, su línea de pensamiento se vio truncada por la mención de su madre. De momento, todo iba viento en popa porque de los tres hermanos V había sido el primero en ponerle límites. Arleen le había cortado de su vida directamente y Fred… poco a poco iba dándose cuenta de dónde tenía que poner los suyos.

-¿Qué?- Preguntó después de que se alejó tras darle el beso soltando la bomba de los venenos -¿Cómo que práctica con los venenos? ¿A qué edad empieza eso?- Sabía que seguramente no podría oponerse porque… porque era parte de su entrenamiento como Descendiente pero…podía prepararse y tomar muchas precauciones para evitar que sucediera. TODAS las precauciones.

Cuando dijo que sí que le podía ayudar, escuchó los detalles de la búsqueda y aunque podía ver ejemplos es cierto que había muchas cosas a tener en cuenta. Siempre pensó que los estudios de los Descendientes eran complicados pero oírlo ahora … sorprendente.

“Es básicamente eso. Básicamente dice. Prf… Le voy a dar una espada y le voy a enseñar un poco y después le voy a soltar que es básicamente eso”

Sin embargo, se le fue un poco la jocosidad cuando habló de Aura. Vishous sonrió ampliamente -Siempre me han gustado los niños. Hablando de eso… sé que no es el momento pero me gustaría hacer algo con mis sobrinos y los hijos de Amaya. Hace tiempo ya que no tenemos noche de karaoke y creo que a ellos también les hace falta algo de normalidad- Empezaron a discutir sobre eso cuando finalmente Sofía dio con el árbol. V alzó la mirada contemplando la grandiosidad de éste y…en cierta forma, también percibió el aura que tenía. Le sonrió a su mujer -Una cosa menos-

Tras decirle eso sonó su móvil y lo sacó del bolsillo para leer el mensaje, al terminar, su palidez era palpable -Tengo que irme. Lo siento…Arleen- El corazón empezó a latirle rápido -Está hospitalizada, algo pasó- Frunció el ceño y por un instante no supo que hacer. ¿Llevarse a Aura? ¿Estaba todo en orden? ¿Dejar a Sofía sola? Maldijo y envió un mensaje a Fred explicándole que estaba lejos y que tardaría demasiado en llegar -¿Podemos hacer el ritual rápido y volver juntos?- Preguntó porque estaba reticente de dejarla sola y también de llevarse a Aura.

El senderismo iba viento en popa. Les había dado oportunidad de conectar de otra manera, y simplemente de conectar después de mucha tensión. El bosque se sentía mágico y eso era lo único que necesitaba. Sonrió ante el vino, el queso y el postre, soñando despierta sobre lo que implicaba todo aquello. Quería vivir el momento y aumentar su felicidad de cualquier modo posible. Se encogió de hombros cuando le preguntó a qué edad iniciaba lo de la práctica con venenos. Por lo que sabía, debía ser muy joven, antes de cualquier otra instrucción, pero no quería alarmarlo más de lo que ya parecía.

Puedes invitarlos a todos a casa, prepararé todo para una pijamada en la sala y puedo hacer palomitas, muffins para que decoren y se diviertan.- Mencionó. Podían ver películas, o contar historias, incluso cantar con los pequeños si querían. Y ella mientras podía hornearles galletas, picarles un poco de fruta y hacerles bebidas. Le parecía una buena idea. Sobre todo porque... desde que se dio cuenta de cómo era su suegra, quería demostrarles cariño a los hijos de Fred y Aurora tanto como fuera posible. A ver si su suegra se daba cuenta del desdén que les hacía y recapacitaba.

Encontrar el árbol fue un momento mágico. Él sabía bien que lo habían estado buscando y les recibió con las ramas abiertas. Tanto así que pudieron sentirlo a lo lejos. Sin embargo, aquel sonido extraño del teléfono de Vishous lo alarmó. El verlo palidecer, hablar de aquella forma... también la dejó helada.- Vishous...- Se quedó sin palabras por un instante, congelada. No podía pedirle que se quedara, aunque lo necesitara. Su hermana también lo necesitaba.- No sé si pueda hacerse rápido, lo siento tanto.- Susurró lo más bajo que pudo. Ella no podía ir con Arleen, aún no sabía si era lo mejor para ella, Vishous le había pedido que no se le acercara y ahora quería que fueran juntos. ¡Y quería ir con él! Por como lo veía, necesitaba estar ahí para él, para acompañarlo... Pero tenía cosas más... urgentes. Soltó un suspiro y miró al árbol, pensando en lo que debía hacer. Ella tenía que estar ahí, y que él estuviera también lo haría todo mejor, pero su familia estaba de por medio. No podía ignorarlo.- Además, preocupado no vas a poder encontrar tu momento más feliz... Y no sé si el Sanguis Ligno vaya a sentir la creación del portal... Ve con Arleen. Convocaré al Consejo para que me apoyen, los traeré aquí.- Dejó a Cedric fuera de la convocatoria para no alarmar a V. Podían discutir por él después. Respecto a Aura. Por Dios, era tan complicado todo, pero un Hospital definitivamente no era lugar para una bebé. Alargó los brazos para que le entregara a Aura y le acarició la mejilla.- Si tu emoción te lo permite, ayúdame al inicio al menos, solo piensa felizmente mientras canalizas. Yo dirigiré tu magia. Me quedaré con Aura. No te preocupes por nada, ¿si? - Tomó a su pequeña en brazos con cuidado. Ella también la ayudaría, lo veía claro pues comenzó a sonreír en cuanto la tuvo en los brazos. Se sentó con cuidado sobre las raíces, con la espalda contra el árbol y la niña sobre las piernas. Envió un mensaje al Consejo y a Cedric para que acudieran a su encuentro. Contempló a su niña, su recuerdo más feliz y comenzó lentamente a canalizar su magia para que fluyera hacia el centro de la tierra.

Y, tal como cuando se reunieron con los pendragon en la isla de Mann...

Cuando los descendientes fueron convocados, la primera en aparecer fue Rosse, aunque en esta ocasión podría decirse que lucía bastante diferente, sonreía, y tenía una mirada resuelta, muy a diferencia de lo normal.

Iba ademas sobre un grifo, habiendo llegado relativamente fácil porque en verdad estaba ya en el Lago Ness, aunque en el norte, motivo por el cual no se vieron en este rato.

Hey Sofía, V., ¿Qué tal?~

Entonces cuando el grifo aterrizó, ella se bajó del mismo, y lo siguiente que haría sería mirar al árbol, justamente donde Sofía para este punto ya estaba sentada, siendo honesta, era una vista bastante impresionante, este árbol le gustaba mucho más que el maligno chupa-sangre de los pendragon, o bueno, el maligno chupa-sangre qué ya incluso a los pendragon les está jodiendo.

Sea como fuere, no se tardó en ir a sentarse, más o menos cerca de Sofía, y comentar de forma casual, mientras se ponía las manos tras la nuca.

Sabes, creo que si me hubieras pedido hacer una cosa así antes... Posiblemente no hubiera podido hacerlo.

En lo que refiere al recuerdo más feliz que tiene... Pero últimamente su mente es muchísimo más clara, después de lo que experimentó en su prueba, así que no lo retrasó más, cerró los ojos, y puso en su mente el recuerdo que más alegría le traía, mientras enfocaba su magia a las raíces del árbol.

Agradeció que Sofía entendiera la importancia de la situación. Si algo realmente fatídico pasaba con Arleen no se iba a perdonar estar lejos y con la cabeza pensando en cosas pecaminosas. Empezó poco a poco a sacar a Aura para poder entregársela, dejando también la mochila que tenía con las cosas preparadas para los tres.

Sofía le pedía el inicio y él realmente quería hacerlo pero mientras estaba a su lado sentado pensando en momentos felices no podía evitar ver la cara de Arleen en aquel maldito vídeo y su mente realmente no estaba cooperando con el trabajo que tenían que hacer.

Para su suerte, llegó la descendiente McGonagall y no tenía que dejarla sola. Se inclinó para dejarle un beso en la frente a su hija y a su esposa y le avisó que le mantendría informada a través del móvil, aunque no fuera fan del aparato.

Tras ello hizo el viaje de vuelta

Todavía estaba tratando de recuperarse de ese... ¿sueño?¿visión? Ni siquiera sabía qué había sido eso, pero aún le daba escalofríos pensar en lo que había experimentado. No sabía si había perdido la cabeza o si había muerto e ido al más allá... pero estaba seguro de haber sentido a su ancestro. Recordar sus palabras hacía que la sangre hirviera en sus venas, ¿quería que interviniera directamente? El código de Los Descendientes existía por buenas razones. ¡Bien! Pero merecía una penitencia por romper su palabra e intervenir directamente, así que hizo un voto de invisibilidad, con eso en mente emprendió vuelo hacia el bosque de Cairngorms, al sur del Lago Ness.

Sobrevoló el área hasta encontrar dos melenas pelirrojas así que ahí aterrizó. -Hola ¿Cómo están?- Saludó a las mujeres y fue a sentarse en una raíz del gran árbol para dar inicio a la meditación. Tomó conciencia de su respiración y la hizo profunda. Los sonidos del bosque le llegaban, con algo de interferencia, pero llegaban. Su magia, como si fuera una extensión de su cuerpo, le permitió sentir el agua que corría a través del árbol, las raíces abriéndose paso entre la profunda tierra, la energía que el calor del sol le brindaba y el follaje moviéndose al compás de las corrientes de viento que se hacían cada vez más fuertes conforme el invierno se acercaba.

El momento feliz que le vino a la mente fue cuando Nichollas y Lemóni bailaron al ritmo de la música clásica, se los veía resplandecientes y entusiasmados por aprender. Recordar eso le hizo sonreír, así que aprovechó y canalizó magia hacia el árbol.

Se dio cuenta que, al inicio, V no lo estaba pasando bien, así que bloqueó su energía para que no entrara al árbol. Podía ser un precedente poderoso, así que le hizo una señal para que se fuera de allí en cuanto vio a Rosse sobrevolando el lugar. En un grifo muy mono. Recibió el beso y suspiró cuando por fin se fue, esperando que Arleen estuviera bien.

Hola, Rosse. Gracias por venir.- Dijo con una gran sonrisa, mencionándole también que podía sentarse donde deseara sobre las raíces de aquel gran árbol. Sonrió por lo que decía. Ciertamente, durante algunas de las juntas del Consejo se había mostrado negativa últimamente, pero ahora su Aura era distinta.- Me alegra que te sientas con fuerzas para ser feliz hoy, Rosse. Con tu singular alegría llegaremos muy lejos.- Dejó que la mujer se sintiera cómoda en aquel lugar y comenzó a dirigir la magia de Rosse hacia donde el árbol le indicaba. Hacia sus hojas y sus ramas. Su felicidad era de reciente creación, así que serviría a la nueva vida del árbol, y era la parte que más tenía contacto con los animales y el mundo exterior. Sin duda algo profundo.

Comenzaba a relajarse cuando Adael llegó. Y le alegró tanto que lo hiciera.- Un gusto verte, querido.- Le sonrió. Viendo que iba directamente a canalizar su magia, se preparó para recibirla. Su magia claramente la reclamó el gran tronco. Ese espacio que hacía de ayuda a otros, que te permitía recargarte en él y disfrutar de tí mismo. Su recuerdo iba hacia otros, y eso estaba bien.

Había también una energía muy pura en el lugar. Tan pura e inocente que creyó por un momento que era la fauna del bosque, pero resultó ser su pequeña niña. Ella no estaba recordando su momento más feliz, pero estaba viviendo su presente más feliz. Tan pero tan feliz que sonreía ante cada mirada y hacía que ella misma sonriera. Pasó sus dedos por el rostro de la niña y sonrió, canalizando aquella magia hacia las raíces del árbol, aquellas que necesitaban renovarse con magia pura y las que necesitaban crecer. Y así lo hicieron.

Tenía toda la razón del mndo con aquel árbol. Sus raíces eran profundas y alcanzarlas con magia se sentía como estirarse deliciosamente después de una gran siesta. Como sacudirse el polvo después de tanto. Sin embargo, mientras veía con cuidado a su pequeña, una epifanía nació dentro de ella. No era el recuerdo más feliz el que necesitaban, sino que requerían ser puramente felices en el presente para poder entender claramente el pasado y el futuro. Y así se los dio a entender a los dos que la acompañaban, por si debían buscar en su interior la fuerza para ser felices, pero no solo en el pasado, sino también en el presente.

El portal no se abrió muy lejos de donde estaba Sofía. Nada más entrar percibió el cambio de temperatura y acomodó su capa para que la cubriera mejor. Esperaba que aquello no durara mucho. Empezó a caminar hacia allí tras cerrar el portal, asegurándose que Cedric y Giordano habían pasado.

Saludó con la mirada y un asentimiento de cabeza a Rosse y a Adael para luego observar a Sofía y a Aura, sonriendo de lado al ver el gesto hacia la pequeña. No quería interrumpirles así que sólo las saludó con la mano fijándose en la pequeñaja y recordando a sus cuatro hijos.

Se sentó frente a Sofía con cuidado y se cubrió con la capa, la verdad no había pensado bien en su atuendo para ir a sentarse en el suelo. Ppalmeó el piso a su lado como gesto para Gio y Cedric, así podrían sentarse a su lado. Recordó brevemente las instrucciones de Sofía y cerró los ojos para concentrarse en su recuerdo más feliz.

No podía elegir, tenía muchos. Los más recientes con Wthyr y luego con Ian, pero sobre todo con sus bebés. La forma en la que Aedan había incorporado a sus hermanos, las interacciones de Zephyr y Aelin y el maravilloso parto de su nuevo hijo. Paz y tranquilidad, se concentró en esas dos cosas que le aportaban una gran suma de felicidad. Se concentró en las cosas por las que agradecía estar viva y que le daban sentido a su vida y en silencio dejó fluir su magia con aquella energía.

Atravesamos el portal con Catherine hasta la ubicación indicada por Sofia y luego de caminar un poco, encontramos aquella curiosa estampa. Un viejisimo pero frondoso arbol y varios de mis compañeros ya sentados a su alrededor.

"muy bucólico pastoril"

Catherine al igual que yo, acusó el frio del lugar, pero al menos yo no llevaba minifalda. Se me escapó una risa por lo bajo y al notar vibrar el brazalete lo miré, alzando una ceja al ver la petición de Matvey. Roma...y tecnomagia. Fruncí mis labios sintiendo cierta división de emociones al respecto pero acabé accediendo, dandole mi respuesta positiva. A los pocos segundos entró otro mensaje, pero había mucho texto y se suponía que ahora teníamos que concentrarnos para darle magia a ese arbol. Lo miré con atención y me senté en el suelo, cerca de Catherine.

La vi cerrar los ojos y al poco tiempo parecia concentrada y relajada.

- Bueno...vamos allá.

Tenía mis dudas al respecto pero decidí intentarlo pese a todo. Se podía sentir la magia en aquel lugar, sin duda. Era efervescente. Cerré los ojos yo también, tratando de buscar esos recuerdos felices para canalizar magia al arbol. De modo inevitable pensé en Gwen, pero me di cuenta que el recuerdo de su cara iba acompañado por sus palabras en el jardín. No, no había esperanza para "nosotros". Así que lo descarté con una sensación agridulce. Abrí los ojos porque la oscuridad me estaba agobiando, y los clavé en el arbol.

"esto no funciona"

El recuerdo del sanguis vino a mi mente entonces. Cuando casi nos traga y casi me deja sin brazo. O cómo tenia invadida la espalda de Gwen con sus raices, a modo de castigo.

"recuerdos felices, recuerdos felices..."

Oh! Haber encontrado a mi abuela sin duda era un recuerdo feliz. Aunque... era humana y sin duda, debia quedarle poco tiempo de vida...la muerte la acechaba ya y estaba ahi acechándonos a todos. Decidí concentrarme en las amistades que tenía. Catherine, sin ir mas lejos. Pero ella tenía su propia familia y su propia vida, no debía imponerme... En cada recuerdo o pensamiento feliz encontraba una maldita gota de veneno recordándome que no me confiara demasiado. Inspiré fuerte, y dejé ir el aire lento. Estaba nervioso y pese al frio del lugar, el sudor perlaba mi frente. Solo el recuerdo de Leonardo en la azotea del hospital me trajo algo de serenidad. Y la suficiente claridad mental para darme cuenta de que debía de estar causándole una indigestion al árbol, asi que me levanté y corté la canalización.

Aunque mis intenciones eran buenas no habia sido capaz en ese momento. Me alejé del lugar en silencio sin llamar la atención.

Segun me habian informado, dando por perdida a excalibur Sofía había comenzado ya con el ritual para encontrar al antagonista del Sanguis Ligno. Asi que decidí acompañar a Catherine a prestar ayuda, ya que...no habia podido hacer nada para recuperar la espada.

Presentaban una curiosa estampa, y mi vista se fijó en Sofía que estaba con su hija en el regazo. Su marido no estaba por ninguna parte. Una lástima. Esa energía suya le habría sentado genial al proceso de lo que se pretendía hacer.

La primera fase era cargar el arbol de energía. Después venía lo realmente complejo, pero mejor ir paso a paso.

Me senté al otro lado de Catherine, observando un momento a mi cuñada. Sonreí levemente por su buen aspecto, en comparacion a los ultimos días. Y me puse a ello, con naturalidad. Simplemente me senté y me concentré en mi magia, en enviarla hacia el suelo, hacia las raices. Mi hermana habría hecho esto mucho mas facil, estaba seguro de ello. Ella sabía conectar con el sanguis asi que quiza tambien supiera con este....

Fue algo complicado centrarse en lo positivo, sobre todo con los acontecimientos recientes, pero había algo en ese lugar que colaboraba con el proceso. Pensé en mis hermanos, en su fortaleza, y en la promesa de un Avalon nuevo, o un Ouroboros nuevo, o...ambas cosas.... en todo lo que se podría hacer en ese nuevo comienzo. A sabiendas de lo utopico o dificil que resultaba esa idea, me permitió abrir todos los canales de magia hacia el arbol.