Montañas del dragón

- Vuestras tierras son Avalon. El apellido Pendragon perdió su derecho a reclamar estas tierras cuando no solo desató la guerra con aquellos asesinatos, si no que además, la perdió. Me vas a hcaer que lo repita más veces? Porque...empiezo a cansarme. - estaba medio desquiciada, gritando, atacando a Catherine.... que lo hiciera? Con mucho gusto. Oh, casi podía leer sus pensamientos en aquella sonrisa .... - Cuando te mate, ataré tu alma mortal a cualquier despreciable y sucio objeto, y no...no te unirás a tu sanguis. Era eso lo que creias que iba a....?

El grito de Wthyr me interrumpió, asi como su ataque. Aunque conjuré un escudo mágico evidentemente no fue suficiente y los demonios o los espiritus tampoco pudieron protegerme de aquello. Sucesivamente, Giordano se me echó encima, golpeandome e intentando que no volviese a enzarzarme con Shyvanna. Lo miré, furioso, con el azul hielo de los ojos casi blanco.
- Decídete, Giordano. - el gram había hecho lo suyo y la piedra de sangre también, pues ni una sola gota de la mía se vertió al suelo, no asi Catherine.... aproveché que estaba en el suelo para dibujar sobre la nieve ciertas runas y sigilos. Preparaba el terreno...

Intenté incorporarme apartando al italiano bruscamente, buscando a Catherine con la mirada. Alternativamente, miré a Shyvanna que habia quedado tendida en el suelo. El temblor que se sentía... Abrí mis sentidos más allá de lo que los tenía hasta ahora, percibiendo....viendo, practicamente, todos los espiritus que se acumulaban alli. Dentro del Sanguis tambien. Estaban agitados... y el velo entre ambos mundos en donde estaba el arbol era muy, muy delgado...

Me puse en pie, estable y con la espalda erguida, observando  a aquel grupo de hermanos perdidos y rotos.
- Que te ocurre, Shyvanna? No le haces caso a tu rey? Es que si no es tu hermano el rubio quien te pide algo no le haces caso? Cómo llevais eso del incesto, os habéis peleado ya? - mientras, enviaba un mensaje por el brazalete al resto del Consejo. Habia ordenado tambien a los demonios y los espiritus que parasen, los cuales....se replegaron hacia nosotros.
- Es la ultima oportunidad...si no os marcháis....habrá otra batalla aqui como la anterior. - Catherine les habia abierto el portal. Qué mas querían?

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DM
121 wiwi sangre+55 gio cabron fisico=  176 daño
25 dado + 5 canalizador + 15 gram + 41 base +25 mithril=  111, 176-111= 65 daño
150-65= 85/150 PS, no hay sangrado por piedra.

El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa' :

En medio de aquel arranque de furia contra el nigromante que atacaba a su familia no se fijó en el fuego valyrio que comenzaba a extenderse alrededor, ni fue consciente de que Catherine estaba empezando a doblarse de dolor. Sólo lo detuvo el grito de Gwen cuando lo agarró del brazo para apaciguarlo, comprendiendo entonces que la hermana menor lo único que estaba haciendo allí era tratar de calmar a Shyvanna. Sí...por todo lo que había hecho últimamente se daba cuenta de que su cordura estaba demasiado tocada, que quizás nunca pudiesen volver a tener una conversación como las de antes. - Ya lo sé. Has hecho bien. Llévate de aquí a Shyvanna. Tenemos que...ya hablaremos en casa. - le ordenó a Gwen antes de dejar de atacar al nigromante, que había sufrido su magia de sangre y el intento de pararlo de Giordano. Al menos eso fue suficiente como para que soltase a la rubia.

Fue entonces cuando se giró hacia atrás, dándose cuenta de que Catherine estaba sangrando por los ojos, nariz, oídos y boca. La imagen de ella arrodillada sobre la nieve hizo que le diese un vuelco el corazón, comprendiendo al instante que era su hermana la que estaba intentando matarla, que no era ningún tipo de emboscada. Hasta ese punto la odiaba, incluso después de que se hubiesen separado.

- ¡Te ordené que la dejases en paz! ¿¡Cuántas veces hay que repetirtelo!? ¡Estás obsesionada con ella! ¡Haz tu propia vida!- No iba a consentir que siguiese haciéndole daño, ni que continuase con aquel sinsentido. Corrió hacia Catherine para arrodillarse a su lado, ignorando el portal que había hecho, así como su orden de que se marchasen. - Aguanta.- La manejó rápidamente para apoyarla contra él, mientras que con la mano libre canalizaba su magia de sangre para contrarrestar lo que le estaba haciendo Shyvanna, para defenderla y poner fin a aquello. Fue todo lo rápido que pudo, porque él mismo conocía el final de aquello. Lo había hecho con aquel vikingo durante el duelo.

Tras varios segundos de tensión logró frenar hemorragias, regulando el pulso y la tensión. Pudo respirar aliviado al haberle puesto fin a eso, pero por el momento no la soltó, no hasta que la viera reaccionar. El que sí que reaccionó rápido fue Matvey, soltando aquella bomba sobre Shyvanna y Darren. Claro...él mismo había controlado aquel demonio que revelaba los deseos de cada uno. Lo sabía desde el día de la batalla en las montañas. Aún así lo miró de manera altiva, que no pensase que le sorprendía ni le avergonzaba lo de su hermana. Es que ni siquiera había tenido ocasión de tratar el tema con ella.

- Cómo no...los nigromantes sois chismosos por naturaleza. Cualquier cotilleo por menos relevante que sea ya os llama la atención. Dedica tu sucia necrolengua a menesteres menos rastreros y viles. - desvió la mirada levemente hacia Shyvanna, que en esos momentos parecía demente haciendo un ángel de sangre en la nieve. Le produjo una mezcla de lástima y rabia porque no sabía cómo había llegado a eso. Hizo un gesto a Gwen para que la arrastrase, llevándosela por el portal. La rubia se revolcó un par de veces antes de que la hermana menor consiguiese sacarla, pero finalmente se fueron de allí ambas.

- Si hay batalla, no será hoy ni de esta manera tan absurda. Vosotros no podéis hacer nada contra el Sanguis ni su voluntad. Apartarnos de esto sólo os condenará más rápido. ¿Es eso lo que quieres para Ouroboros? porque su destino es unirse con Ávalon. Debe suceder, y cuanto antes, mejor.-


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DM: 30 dado + 46 stat + 10 hab. + 20 casaca de sangre= 106 para Catherine, cubre ataque y cesa felonía de Shyvanna

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa' :

Matvey me miró como si pudiera asesinarme en aquel preciso instante, después de golpearlo. Habiamos acabado los dos en el suelo, yo con un extra de mareo a causa de haber movido el puto brazo malito aquel.
- Y tú relájate un poco, Matvey. - le bufé intentando que todo dejara de darme vueltas, volver a ponerme en pie y...no, no conseguirlo.

Busqué mi gram, pero recordé que no lo tenía, y no habia manera de ayudar a Cath sin atacar a Shyvanna. Por suerte Wthyr acabó poniendo fin a aquello de algun modo u otro, ordenando que arrastraran a la rubia fuera de alli. Matvey se habia puesto en pie y yo lo miré sentado en el suelo donde me habia quedado, abriendo bastante los ojos cuando le soltó a Shy aquello del incesto y...se me puso una cara un poco de traumitas.

"genial, otra cosa que meter al baul de las cosas que quiero olvidar"

Aunque el fuego seguía ardiendo el suelo pareció dejar de temblar tanto cuando los ataques dejaron de volar de un lado para otro, y la sangre de alimentar sus raices. Lo que decía Wthyr sonaba demasiado sentencioso.

"unirse con Avalon. Lo sabía"

- Esa es la voluntad del Sanguis, no la tuya...cual es la tuya? - la suya debería ser vivir con Cath, vivir felices y comer perdices con sus hijos. Pero no, no podía conformarse con ser feliz de ese modo.

"el arbol quiere lo que querían los Pendragon hace siglos, Ouroboros."

- Qué supondrá? Que Ouroboros se una a Avalon? - dudaba que Wthyr respondiera, pero...ya me había confirmado más que Gwen durante aquella furtiva conversación entre ambos. No es que pensara que fuesemos a permitirlo, pero quería hacerle ver que creía que existía una posibilidad de que realmente ocurriese. En un instante, revisé los mensajes de alerta que volaban por el brazalete, recordandoles a los demás con otro, cual era la zona segura de la isla.
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+7 no relaja la raja
pabaoj si

El miembro 'Giordano Da Vinci' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (10)' :

Por alguna razón las palabras que mencionó Shyvanna sobre Wthyr no le hirieron, la rubia no tenía absoluta idea de lo que había ocurrido entre ellos. Quizás Wthyr ahora la rechazara en cualquier forma que no fuera su vínculo con Zephyr, pero… A ella le daba igual. No tenía por qué esperar nada de él, podía dar todo lo que ella quisiera de forma libre y si él quería tenerlo era libre de hacerlo. Comprendía, aun así, que no lo hiciera. Pero eso no cortaba lo que ella quería hacer. ¿Verdad?

-Matvey…- Llamó porque no podía dejarlo matar a Shyvanna …¿No? Pestañeo sintiendo que se le empañaba la mirada y no lograba ver del todo bien. Se limpió con el dorso de la mano soltando un leve quejido. Le había roto algo por dentro, estaba segura. ¿El qué? No lo sabía pero el dolor no se iba pese a que Gwen le había dicho que parara. Iba a desmayarse, otra vez.

Abrió el portal sabiendo que tenía los segundos en contra, pero confiaba en Oscurus. La había salvado una vez con ayuda del Sanguis, esta vez tendría que apañárselas solo. Necesitaba sacar a los Pendragon de Ouroboros inmediatamente. Los gritos de Wthyr la hicieron cerrar los ojos. No debería pelearse con sus hermanos delante del Consejo. Maldijo internamente cuando la cogió y la recostó contra él. Tenía que irse… debía hacerlo. Aún así apoyó la cabeza en su pecho percibiendo a través de su vínculo que estaba usando su magia, soltó un leve suspiro y con algo menos de dolor tuvo la claridad mental para mover la mano por debajo de su capa, buscando su jubón, buscando un hueco entre los botones para deslizar dos dedos y concentrarse en dejar que su piel de ébano empezara a recorrerlo para protegerlo. Él ya conocía la extraña y fría sensación, no se alarmaría, no la delataría.

“Vete… No sé exorcizar aún, no sé qué hará Matvey”

Sabía bien lo mucho que se odiaban y no podía controlarlos a ninguno de los dos. Las palabras del nigromante sobre Shyvanna y el incesto le hicieron tensar los labios. ¿Hablaba de Darren? JODER ¡¿Hablaba de Darren?! De pronto, las escasas escenas en las que les había visto juntos cobraron una tonalidad distinta y Catherine no supo bien cómo reaccionar así que sólo se quedó en silencio.

“¿Mejor? Si se unen, Aelin estará más cerca. No sabemos las consecuencias de eso, Wthyr”

Se incorporó apenas un poco, segura ya de que la piel de ébano lo había cubierto por completo y concentrándose en mantenerla mientras ladeaba la cara hacia otro sitio y escupía. Aún se sentía débil pero al menos el dolor se había rebajado un poco. Se cortó una parte de la tela del nuevo vestido para limpiarse la cara lenta y temblorosamente, escuchando a Gio hacer las preguntas adecuadas pero Catherine no miró a Wthyr, no quería leer lo que había en su rostro. Sabía que no se había limpiado del todo bien, pero al menos el exceso se lo había quitado.

Su voluntad era… Alzó la cabeza recordando algo -¿Compartirá Ávalon sus tesoros con Ouroboros? ¿Se reconocerán dos autoridades? ¿Habrá espacio para Khan y su saber con los dragones? ¿Por qué el Sanguis Ligno quiere a Ouroboros, Wthyr? ¿Es por los templos?- Se detuvo un momento y luego frunció el ceño -¿Bajará la isla a tierra?- Miró hacia el portal un momento con una sensación rara en el estómago y luego cerró los ojos, con un cansancio repentino. Quizás por el bajón de magia. Sobre pies inseguros fue levantándose lentamente encontrándose en medio de Matvey y Gio, y Wthyr. Soltó un largo suspiro -Todo esto es una mierda que ni siquiera hicimos nosotros, ni ellos… - Espetó desviando la vista a Matvey -Lo que todos queremos es que el Sanguis Ligno deje de pedir sangre- Desvió su vista hacia Wthyr un momento.

“Sé que no quieres que Gwen se sacrifique…¿No podemos encontrarnos en el medio? ¿No podemos trabajar juntos para detenerlo?”

Amaya apareció en las Montañas del Dragón y rápidamente fue acompañada por los soldados de dos escuadrones a quienes guió de camino a la Residencia, encontrándose con varios miembros del Consejo y el Rey Pendragon. El gesto de la morena se frunció y ordenó el despliegue de los soldados alrededor los presentes, desenvainando sus espadas en dirección a Wthyr Pendragon.

No tardó mucho en analizar el terreno, demasiado movimiento en la nieve para tan poca gente. Vio el portal y no supo bien si era el Descendiente Rasputín o Le Fay, que tenía el rostro manchado de sangre por todos lados. ¿Le habían atacado?

Amaya se levantó la visera del casco para observar al mayor de los Descendientes -Esperamos órdenes- Mencionó porque lo cierto es que pese a la presencia de los demonios y los espíritus… De la sangre, todos parecían…¿Calmados? Tensamente calmados si Amaya quería arriesgarse, así que no perdió de pista al Pendragon mientras envió a uno de sus soldados elementalista a tratar de manipular el fuego.

OFF: ¿Lo apaga? Éxito sí, fallo no.

Controla y apaga el fuego: CHECK [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Mi mirada hacia Shyvanna se volvió más sombría y ruda. Sentí tensión en la mandíbula al escuchar sus palabras.-Al menos no soy una cría caprichosa, hermana.-Espeté no con rabia aunque lo pareciese pero sí profundamente herida por ese modo de tratar conmigo.

Sin embargo no pudo rebatir sus palabras hacia Giordano, la rubia tenía razón. Miré al Descendiente de DaVinci seriamente y suspiré apartando mis ojos de él. Los descendientes nunca cederían, ni siquiera lo habían hecho cuando su única solución éramos nosotros. Estaban buscando otros modos de calmar al Sanguis en vez de atender a nuestras peticiones.

Shyvannah paró y la miré sin comprender cuando preguntó mi nombre. Algo se me cerró en el estómago al entender que mi grito había sido en realidad una orden mental hacia ella. Un ataque. -Shy...-Iba a dar un paso hacia ella cuando el ataque de los espíritus la apartó de mi.

Y todo pasó demasiado deprisa, el Descendiente de Rasputín con la vida de mi hermana en sus manos y la llegada de Wthyr que lo impidió hasta que Shyvanna acabó tendida en la nieve como si hubiese perdido la cabeza del todo.

La orden de Wthyr hizo que apartase la vista de la rubia y además el Descendiente de DaVinci avisó de la llegada de los guardias. Fui hacia ella y la arrastré como pude hacia el portal mientras veía a Giordano encaramarse a Rasputín sin entender demasiado. Atravesé el portal escuchando sin embargo las palabras del nigromante, dirigiendo una mirada a la rubia a la que ya se acercaban varias sacerdotisas. Me agaché junto a ella susurrando.-Te equivocas Shyvanna, precisamente por amarla la ha dejado ir. Porque Wthyr no es un crío caprichoso.-Me puse en pie a la llegada de las sacerdotisas.-Dormidla y atended sus heridas. Necesita descanso mental.

Atravesé el portal de nuevo observando a mi hermano junto a Catherine en el momento en el que informaba de la unión de ambos Sanguis. Apreté los labios molesta. ¿Por qué siempre desvelaban información antes de tiempo? Ahora jamás dejarían que me acercase al árbol de Ouroboros.

Adelanté mis pasos hasta llegar junto a ellos.-El Sanguis es sangre de nuestra sangre. Y nuestra sangre quiere Ouroboros.-Respondí a la morena.-De un modo u otro.-Los guardias llegaron entonces rodeándonos.-Ya os dije que sólo nuestra sangre librará Ouroboros de su destrucción y sin embargo habéis perdido el tiempo. -El suelo continuaba temblando.-¿Estáis dispuestos a un acuerdo o queréis continuar igual? Elegid ahora y dejemos de perder el tiempo.

85/150 PS
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No había esperado otra cosa de Wthyr, tanto que acudiese al rescate de su ex-reina, como que saliese con aquellos argumentos. Le dediqué una sardónica sonrisa y una igualmente sarcástica reverencia con mi cabeza cuando me dijo que los nigromantes eramos chismosos por naturaleza, pero no fui muy elocuente.

- Sí, los demonios tienen muchas cosas interesantes que contar. Pero las muertas...las muertas también.

Con Shyvanna fuera de escena, el elemento caótico había desaparecido, y la hermana "razonable" había retornado. Mi mirada se entrecerró cuando sentenció el destino de Ouroboros, unida a Avalon....y las sospechas de Giordano y Markus se veían confirmadas. Desvié la mirada al arbol, atento.

- El Sanguis quiere Ouroboros porque....Tal es la voluntad de Charles Pendragon. Tener Ouroboros, recuperar lo que se le arrebató. - por mi...podían irse los Pendragon, y oh sí, los Le Fay también, a arder al infierno. Y los Eire. Esos tres linajes que habían decidido condenar Ouroboros. Tres...que bella coincidencia, qué bella ironia. Raices, tronco, hojas. La triqueta, siempre presente.

Miré a Catherine Le Fay, con aquella sensación amarga. Ella y Da Vinci hicieron las preguntas. Desvié la mirada a los Pendragon presentes, mientras los demonios, y los espiritus, seguían tras de mi. Y sentía el Sanguis removerse bajo nosotros. Si tenía que hacerlo...lo haría.

- Sangre y magia. - la morena nos ofreció un ultimatum. - No. - respondí friamente. - No habrá acuerdo hasta que no respondáis a las preguntas de Catherine. Veremos si vuestras respuestas nos agradan.

La Guardia había llegado, extinguiendo aquel fuego. Desvié la mirada hacia Amaya. Órdenes....
- Aguardad y preparad las defensas de contención. Se ha evacuado ya a la gente? - pregunté de modo escueto y en voz baja.

El suelo no dejaba de temblar y...podía sentir aquella magia, aquella delgada barrera.
- Si los Pendragon del presente y del futuro desean tener Ouroboros....tendrán que acabar con los Pendragon del pasado primero. Con su linaje de Sangre. ¿Estáis dispuestos a evolucionar, o queréis continuar igual...?

Con Shyvanna fuera de escena le resultó más fácil terminar de solucionar lo de Le Fay, a la que sostuvo mientras comprobaba que volví a respirar de manera más o menos normal. No entendía por qué su hermana la seguía teniendo entre ceja y ceja, ya no tenía sentido. Le sorprendió que Catherine creyese que debía protegerlo usando su habilidad e escudo con la piel de ébano, pero no dijo ni hizo nada, excepto dirigirle una significativa mirada cuando le pidió mentalmente que se fuera.

"Que haga lo que quiera, no voy a irme como si debiera temerle"

La sangre que tenía aún por toda la cara era demasiado llamativa, pero al menos había detenido las hemorragias. Alzó la mirada hacia Giordano con cierta incomodidad cuando cuestionó cuál era su voluntad. Era una pregunta demasiado personal y que revelaría cosas que prefería mantener para él mismo. - Lo que yo quiera no importa. No estamos hablando de eso. La unión de las islas puede suponer un aumento de poder del Sanguis, es algo evidente. - y supuestamente del poder Pendragon. Todavía no tenía claro qué sucedería. - Muy agudo, nigromante...haciendo conjeturas sobre la voluntad de Charles Pendragon. - ese había estado investigando, de modo obsesivo seguramente. - Charles quería venganza, no lo olvides. - También se había olvidado del peliagudo tema de Aelin, lo cual hizo que su semblante se ensombreciera. Las dudas de Catherine eran lícitas, pero tenía ciertas teorías.

"Si lo dices por si Morgana intenta acceder al Sanguis...la rechazarían o destrozarían entre todos los Pendragon si intentase entrar"

Se incorporó a la par que Catherine, prestándole apoyo de manera discreta durante un momento antes de dejar de hacer contacto con ella. El único que podrían tener a partir de ahora, en momentos de extrema necesidad y tal vez ni eso. Hizo un sonido irónico al ver que los guardias les rodeaban, pero tampoco se inmutó mucho más. Si querían intimidarlos iban listos. Se separó un poco más, avanzando un par de pasos hacia Gwen cuando reapareció por el portal tras encargarse de Shyvanna. Al menos ella mantenía la cabeza fría y buscaba soluciones.

Se posicionó junto a su hermana mientras les proponía llegar a un acuerdo y Catherine le acribillaba a preguntas como de costumbre. Ya casi se había olvidado de esa molesta pero retadora costumbre. Claro que no quería que Gwen se sacrificase, pero ni la propia Gwen estaría dispuesta a contrariar al Sanguis si se lo pidiese. El caso es que resultaba tentador reemplazar la voluntad de cierto ancestro por la suya propia, pero parecía algo imposible. Así evitaría que pidiese sacrificios...y conservarían el poder.

- Propones que te agrademos con nuestras respuestas como si no hubieseis hecho afrentas recientes contra Ávalon. - espetó a Matvey antes de dirigirse a Catherine de manera menos despectiva. - No sé qué quieres que compartamos. El tal Khan me es indiferente, y en cuanto a a lo de reconocer autoridades...no es necesario. -
negó con la cabeza respecto a lo de la isla bajando a tierra, pues suponía que más bien se conectarían mediante las raíces. - Los templos son parte de lo que queremos, ya os lo hemos dicho muchas veces. - repitió con cierto hastío, mirando a Gwen con cara de "estos no se enteran".

- Antes de decidir quiero escuchar vuestras propuestas y suposiciones sobre el Sanguis. Lo que pretendéis.

Usé el bastón para apoyarme en él y levantarme, no sin esfuerzo, a decir verdad...me dolía todo el cuerpo. Miré a Whtyr, porque le habia hecho una pregunta y era normal mirar a alguien cuando le has preguntado algo. Parpadeé algo confuso cuando su cara mostraba algo que no era exactamente enfado o la nada más absoluta. Qué era esa expresión?

Me quedaría con las ganas de saberlo, porque....no, no se me daba bien leer las emociones de la gente, y menos si se esforzaban por esconderlas, como Wthyr. Como todos los Pendragon, en general. Menos Shyvanna. Esa era la excepción, claro estaba....

- Venganza contra el Consejo y Ouroboros. - añadí a las elucubraciones de ambos. Catherine habia hecho muchas preguntas, preguntas muy acertadas que yo también queria conocer. Pero ni Wthyr ni Gwen las contestaron abiertamente.
- No es necesario reconocer autoridades? Puede que para vosotros responder a esas preguntas no sea importante pero...para nosotros lo es. - estaba ansioso. Notaba el suelo temblar...ese arbol...seguia rugiendo en las entrañas de nuestra isla. Y no quería pasar por lo mismo que habia pasado hacia tan solo unos dias en la plaza. Sin embargo me mantuve ahi, de pie y apoyado ligeramente sobre mi bastón, con toda la entereza que podía mostrar y mas ahora que habian llegado las tropas de Amaya.

"antes de decidir? Que diablos tienes que decidir?"

Pensé mirando a Wthyr con una mueca, decidir que? Si nos dejaba pudrirnos hasta unirse ambos lugares, en cuyo caso, pasariamos a formar parte de su feudo?
- Lo siento pero soy republicano.... - ahogué una ligera tos que disimulé con una breve risa antes de mirar a Cath. Que quería que le contasemos? nuestro PIS entero? Carraspeé y planté la mano sobre el brazalete desplegando la pantallita para consultarlo.
- Bueno...hemos hecho un mapeado de todas sus raices y elaborado calculos de proximos ataques, rumbo y perdida de altura. Crece rapido y drena la magia de la isla. Hemos pensado varias maneras de anularlo, como alimentarlo con sangre maldita, inhibirlo con sistemas similares a los que anularon la magia durante el periodo del apagón pero a menor escala...y hay algo sobre unos dementores pero... - chasqueé la lengua, siempre creí que aquello estaba cogido por los pelos. - Ouroboros está conectado a los Descendientes y nosotros a ella, lo que le perjudica....a nosotros trambién. Estamos conectados a ella como si fuera una más. - encogí mis hombros, sí, no sabía como funcionaba esa conexión. No yo, al menos. Sofia parecia tenerlo claro. - Al parecer, no es tan diferente de vuestro Sanguis, salvo que la isla....nunca ha pedido sacrificios de vida ni se la ha arrebatado a nadie. Quizá vuestro Sanguis es una versión corrompida de lo que pudo haber sido vuestro linaje en Ouroboros.

Era un puto terco. Le devolvió la mirada, queriendo decirle que esta vez no estaba jugando solo…Que esta vez tenía a alguien más importante por quien volver a casa. La pregunta de Giordano y la respuesta de Wthyr le hicieron bajar la mirada al suelo con un gesto tenso. Sabía que estaban hablando de la isla… Lo sabía pero el regusto amargo en la boca no se le quitaba.

-Eres su Rey- Dijo finalmente alzando la mirada, apretando levemente el antebrazo que le sostenía -Tu voluntad es lo que más les importa- Y ella había sido testigo de ello. No podía venir a decirle que no. Incluso cuando ella portaba la corona, los vasallos habían aligerado su actitud, habían hecho caso omiso a la realidad para cumplir con sus órdenes. Podría no parecerlo, pero Wthyr contaba con más apoyo de lo que el Consejo esperaba. Pero ella…Tampoco diría una palabra sobre ello. Volvió la vista a Matvey al oír hablar de Charles.

“Puto Charles, puto Uther, putos fastidiosos. Muertos, deberían quedarse muertos”

Le dio igual que Wthyr leyera ese pensamiento-¿No puedes extraer el alma de Charles para que deje de pedir venganza y dejar reposar al resto de sus ancestros en el Sanguis?- Preguntó con curiosidad a Matvey porque últimamente lo había visto hacer tantas cosas.

"Claro que lo digo por ella... ¿Cómo puedes estar tan seguro de que la destruirían? Es... No, nada"

Vio a Gwen volver y le recorrió el rostro lentamente para luego fijarse en ella. ¿Cómo podía estar tan entera cuando todo era caos? ¿Le pasaba como a ella? ¿Gwen también se entumecía? -Gwen…Queremos un acuerdo. Es más, apuesto a que queremos lo mismo. Pero no logramos encontrar un punto medio… Un punto de acuerdo. Wthyr es vuestro Rey…- Lo señaló levemente, estaba agotada, y luego se señaló a sí misma y a Matvey y Gio -Nosotros estamos hablando pero tenemos a más de 15 personas que podrían llevarnos la contraria. La isla no es Matvey, no es Gio, no soy yo… Es gobernada por un Consejo de opiniones diferentes-

“Y algunos de ellos quieren guerra…”

Le dedicó ese pensamiento a Wthyr con preocupación porque él sabía bien lo mucho que ella abogaba por lo contrario y, en el fondo, sabía que él también. Volvió la vista hacia Matvey y frunció el ceño, odiando no poder hacer una conexión con él. ¿Agrado? ¿Nos jugábamos la vida de los ciudadanos de Ouroboros por agrado? Miró a los guardias que habían llegado ignorando la mirada metiche de Amaya y volvió la vista hacia Wthyr cuando preguntó que debían compartir, Catherine desvió la mirada hacia un lado tratando de ocultar una sonrisa.

“Puedes empezar por la receta del guiso”

Se mordió el labio para no reír porque el ambiente era tenso, pero aún así… el pensamiento se le había cruzado por la cabeza. Reacomodó su peso en los dos pies - Ávalon y Ouroboros podrían ser grandes aliados y compartir conocimientos sin necesidad de pisarnos los unos a los otros- Miró hacia Giordano cuando habló de lo de las autoridades asintiendo suavemente -Los ciudadanos de Ouroboros no reconocerán otro gobierno que no sea el del Consejo- Explicó tensando los labios -No podemos ser una pata del imperio Pendragon, Wthyr. Pero has conseguido aliados sin necesidad de guerras y conquistas- Se giró hacia Matvey - No es la primera vez que trabajamos juntos y somos eficaces. Mucho antes de todo nuestro asunto personal, los Pendragon cuidaron mi espalda cuando la isla fue invadida. Han cedido con respecto a Khan…Y Wthyr como Rey había cedido a muchas cosas en Tintagel, igual que nosotros. Debemos encontrar el punto medio de nuevo - Lo puso en palabras llanas y luego miró hacia Giordano cuando empezó a hablar de todas las teorías que tenían escuchando finalmente aquello de que estaban atados a la isla. Catherine recordaba el ritual, los hechizos, las runas y por un momento… No estuvo presente, sino atrás en el tiempo.

Sangre, claro que habían dado sangre.
Magia.

Cerró los ojos con sentimientos encontrados, por un lado recordaba con tanto fervor ese momento en el que había canalizado magia con sus compañeros como uno de los momentos favoritos de su vida...Después de un horrible período.  Por el otro, lo que Giordano implicaba. Abrió los ojos para mirarlo -¿Me estás diciendo que el Sanguis Ligno va a drenarnos incluso aunque no nos coma?- E intentó que la voz se mantuviera neutra mientras cerraba la mano en un puño en su vestido roto -...¿Va a quitarnos nuestra magia?- Para darle crédito, Catherine parecía bastante controlada y entera aunque por dentro sólo estuvieran sonando alarmas y el caos mental empezara a seducirla.

Se mantuvo a la espera y la pregunta de Matvey hizo que se llevara una mano al casco empezando a dar órdenes y recibiendo las notificaciones del escuadrón del hospital así como de otros escuadrones que estaban moviendo a las personas a la zona del coliseo.

Un par de segundos después asintió -Todo en movimiento. Aún faltan algunas zonas- Respondió en el mismo tono. Los escorpiones, viejos y nuevos, estaban saliendo a la superficie en caso de que volvieran a traer a los dragones. Amaya tendría que matar a un par más para sacarse de encima a los Pendragon o al menos eso parecía.

Se mantuvo en silencio pero aún así atenta al intercambio de palabras, escuchando aquellas iniciativas contra el árbol y dejando escapar el aire contenido desde que la maldita cosa había invadido el hospital. Estaban haciendo…pero no conocían la situación y quienes si lo hacían pedían que hincaran la rodilla.

Miró con cierto desprecio a Le Fay cuando habló del punto medio aunque no negaría que los Pendragon trabajaban de forma eficaz en sus misiones, bien entrenados. Le daría eso. Evaluó con la mirada al tal Wthyr preguntándose si realmente lo mejor era tener un Consejo con 20 magos, y de ellos unos 10 jovenzuelos verdes, o un sólo Rey más determinado aunque con demasiada ambición.

Me mantenía serena aunque mostraba un aspecto manchado de sangre y por dentro estaba tensa, cosa que tal vez alguien avispado podría deducir porque mantenía ambas manos unidas en una pose relajada pero apretando los nudillos con la mano contraria.

Apreté los labios brevemente por las palabras de Catherine. -No importó plasmar el sello de DaVinci en el tratado que escribisteis aún estando ausente. El de él y a saber el de cuantos más. No creo que sea inconveniente que lleguéis a un acuerdo ahora.-Expliqué a sabiendas de que aquello era cierto.

El nigromante habló y mi hermano se encargó de responder. Le miré sonriendo escuetamente ante el gesto que me dedicó y después suspiré al escuchar a DaVinci clavando la vista en él.-Serán respuestas que no os agradarán. -El nigromante se negó al pacto. Iba a contestarle que podían entonces dejar que su isla se pudriese pero Wthyr pareció ceder a dialogar. Aquello me hizo mirar a mi hermano, traté de disimular el desagrado de aquello ocultándolo en un suspiro mientras apartaba la mirada hacia ellos de nuevo.-Tal vez sería conveniente...si es que vamos a tratar de entendernos...que vuestros soldados bajen sus armas y mandéis a los espíritus y demonios a su plano, mi señor Descendiente.-Comenté con calma y voz agradable.

Si mi hermano, mi rey, cedía ante aquella falta de respeto no tenía más que apoyarle. Fruncí el ceño por las palabras del hombre y solté una especie de risa cortada, ínfima y camuflada en un sonido que no se parecía a una risa negando. Acabar con nuestro linaje, ese hombre había perdido el juicio.

Al menos Catherine parecía interceder en cierta forma no se cerraba en banda como el nigromante u otros de sus compañeros.

Escuché entonces a DaVinci, sus intentos por acabar con el Sanguis de Ouroboros. Sus investigaciones. -¿Sangre maldita?-Sin pensarlo miré su muñeca, en la que solamente estaba uno de sus brazaletes y...me incomodó. Tensé la espalda quedando seria.-La sangre maldita no le agrada pero no acaba con él.-Comenté seria mirándole con rudeza. "¿Le has dado mi sangre?" Aquel pensamiento se introdujo en la cabeza de Giordano con un tono serio y de reproche. "Te la di para para sanarte...no para tus experimentos"-Hice un gesto con la mano descartando sus intentos y explicaciones.-¿Creéis que nuestros antepasados no intentaron todo para acabar con la amenaza que suponía para Avalon?¿Creéis que nos sacrificamos en vano?

Pregunté con evidente molestia en el tono.-Dejad de poner en peligro a vuestros subordinados que confían en vosotros y atended a nuestras palabras, creedme...conocemos las consecuencias. Solamente os pedimos el acceso a unos templos que ni siquiera os importan y no habéis sido capaces de concederlo. ¿Vuestro orgullo pesa más que las vidas y almas de esta isla? -Porque no podía creerlo. Parecían creerse superiores moralmente a nosotros y sin embargo ellos mismos estaban provocando todo ese caos.

Solté aire por la nariz buscando cierta calma y fruncí el ceño por aquello de que Ouroboros estaba conectada a ellos. ¿Lo estaba a nosotros? Miré con cierto disimulo a Wthyr buscando en su mirada la respuesta.

85/150 PS
3 post piedra
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Asentí a la información de Amaya.
- No dejéis a la población abajo sin protección. Así tengas que dividir a la Guardia. A estos...no tardaremos en echarlos. - le aseguré a Amaya con la misma voz más baja, al igual que ella. Suponía que la General ya habia pensado en ello pero era un modo de pedirle que me lo confirmase. - Sayid está al cargo abajo?

"Claro que Charles quería venganza, y lo está consiguiendo"

- Un aumento de poder para el Sanguis, pero para nosotros, qué? - espeté a Wthyr con desgana. Si...todo para y por su beneficio, no viendo más allá.  Rodé la mirada denostando aburrimiento en cada uno de mis tenues gestos cuando volvio con "las recientes afrentas a Avalon" - no habiamos superado ya esa parte en la que nos echamos las culpas constantemente por todas las cosas mal que hemos hecho? Señalaría el charco de sangre de Khan que acaba de derramar tu hermana, pero se lo ha bebido tu arbol-dios.

Gio habló cuando Wthyr quiso escuchar las propuestas, quizá a él tampoco le hacia tanta gracia el proceder del Sanguis. Habló, sí, y quizá de más, pero no lo detuve.

- Lo que os estamos diciendo es que,si aceptamos, qué? Nos dais sangre, el arbol deja de pedir sacrificios y de drenar magia, os dejamos acceder a los templos y...pasamos a ser vuestros vasallos? lacayos? no es importante reconocer autoridades? Ouroboros jamás os reconocerá como líderes.

"yo jamás lo haré"

La pregunta de Catherine me hizo mirarla después de un rato largo tratando de ignorar su presencia.
- Sí, puedo forzarlo. - le respondí. Para eso, en parte, me había vendido a un demonio, para conseguir esos poderes. Respondí afirmativamente con más seguridad de la que realmente tenía, para que Wthyr lo escuchara. Clavé mis ojos en el arbol, expectante. Estaban ya todos fuera de la isla...?

Revisé el brazalete mientras Catherine hablaba, leyendo el mensaje de Sofia

"todos fuera"

La verdad era que, Catherine hablaba politicamente bastante bien.... y no cedió en cuanto a lo de las autoridades. Gwen habia pedido que enviase a los demonios y a los espiritus, asi como a la guardia, a sus respectivos lugares.
- Con vuestro arbol agitandose bajo nuestros pies? Los mandaría retirarse...si tu pudieras mandar a esas raices retirarse tambien.

Escuché despues, lo de la sangre maldita...si, era lo que Tesla habia estado investigando y como sospechaba, no era algo que acabaría con el arbol. Ella habló, y  habló, y habló....y si algo logró "llegarme" algo, tocarme la fibra,  fue lo de los subordinados. Y aquello produjo que avanzara hasta donde Catherine se habia puesto como "en medio " de ambos bandos, hablando de modo vehemente y enérgico.

- Es que no lo entendeis?! Los templos no son el problema! Podríais haber accedido a ellos, os dejaría ir a ellos ahora mismo si con eso pudiera solucionar el problema que VOSOTROS habéis causado a nuestra isla! Pero nos estáis pidiendo  que nos rindamos a unirnos fisicamente con Avalon, sin garantías de gobierno propio, sin garantías de ser ajenos a vuestra guerra con el resto del mundo y a vuestro imperio, sin si quiera intentar destruir o cambiar al Sanguis nosotros mismos... porque donde vosotros y vuestros ancestros  fracasasteis Ouroboros no tiene por qué hacerlo! Porque incluso cuando parece el final, renacemos. No lo llames orgullo porque no lo es, es fé en que podemos conseguir algo mejor, es negarme a dejarme poner una venda en los ojos y una correa al cuello y dejarme guiar no solo a mi si no a nuestra gente, por vosotros, por un tunel del cual os negáis a decirnos cómo acaba o a qué salida nos lleva.


Ellos querían los templos, por ahi habiamos dicho que podiamos pasar, pero su arbol, y ellos, querían unirse....Era Charles Pendragon quien movía los hilos en ese Sanguis, quien ansiaba vengarse de Ouroboros, y quien lograría que eso no acabase bien para nosotros.
- No podéis darnos garantías, verdad? - alcé la mirada hacia el arbol que no estaba muy lejos de nosotros. Lyosha  me había dicho que no lo hiciera sin refuerzos, sin el plan B... pues le iba a dar otro motivo para echarme la bronca, a decir verdad. - Con todos fuera de la isla, empieza la fase 2. - con los ojos puestos en el objetivo, eché a andar hacia el maldito arbol,buscando la daga en mi cinturón, con los demonios siguiendome y cubriendo la retaguardia.

Hizo una mueca de desinterés cuando Catherine dijo lo de su voluntad como rey, restándole importancia. Según para qué cosas. Luego entornó los ojos al escuchar por enésima vez que confundía a su antepasado Le Fay. Qué manía con llamarle Uther...ese era un Pendragon.

"Es Urien, no Uther...¿recuerdas que te lo dije?"

Lo de contactar con el alma de Charles ya lo había pensado alguna vez, pero no sabía exactamente cómo podían invocarlo. Intercambió una mirada rápida con Gwen, puesto que los espíritus solían hacerle más caso a ella. - Charles puede manifestarse cuando lo desee. Es el alma primigenia. - se quedó algo mosqueado con el siguiente pensamiento a medias de Catherine, como si le ocultase información. No sabía si podía fiarse de ella en ese sentido...no dejaba de ser miembro del Consejo. Claro que querían guerra. Suavizó un poco la expresión con aquello de compartir la receta del guiso, llevándole a recordar por un momento los días que cocinó cuando estaban en las cuevas.

"Podríamos haber compartido muchas más cosas..."

Le dedicó una última mirada más bien críptica antes de centrarse en Giordano y en Matvey, soportando a uno y detestando al otro. Era cierto que Catherine parecía querer echarle una mano con él, intercediendo, pero es que no lo aguantaba. - Déjalo, es un viejo intenso. - comentó cruzándose de brazos, pasando un poco de él deliberadamente. Las ideas de Da Vinci le daban a entender que habían estado intentando de todo. - ¿Tenéis conexión con la isla? Pero eso no tiene sentido...no os sucedió nada cuando la isla cayó, que yo sepa. - si las pesquisas de Giordano eran ciertas, tal vez la idea de Charles para vengarse de Ouroboros fuese esa. Pudo notar el temor en las preguntas de Catherine por miedo a perder la magia, sabía que ese era uno de sus puntos débiles porque lo había visto en más de una ocasión.

- Que se alejen los guardias, no se puede negociar mientras las fuerzas del oponente te están cercando. - ordenó bastante molesto porque encima estaban sacando los escorpiones que mataron a su dragón. Cada vez tenía menos ganas de negociar, que era lo que parecía querer Gwen. - Para vosotros nada, obviamente. - fue la réplica para Matvey por eso de que obtenían con el aumento de poder del Sanguis. Ignoró lo de Khan, porque eso era cosa de Shyvanna fuera de control. - No necesitamos que Ouroboros nos reconozca. ¿Acaso crees que los Pendragon necesitamos vuestra aprobación? - alzó la barbilla de manera orgullosa, alzando levemente la comisura del labio en media sonrisa. - Ya te he dicho que no podemos intentar nada si no nos dejáis acceder ni intentarlo. -
no se equivocaba con eso de que Matvey era un intenso que perdía los nervios y gritaba. Frunció el ceño y descruzó los brazos tensándose, preparado para atacar en caso de que el otro perdiese el control. También se adelantó un par de pasos, dejando a Gwen detrás para protegerla porque vio al nigromante prepararse para sacar un arma. ¿Qué era eso de fase 2? ¿Ya tenían un plan y habían evacuado la isla? Hizo un gesto con su mano para hacer que la sangre de la mano del oponente abandonase ese sitio, haciendo que se le quedase paralizada y hormigueante. Lo que quería era atacarlo de verdad, pero se estaba conteniendo por su hermana.

- Quieto. Si vas a poner fin así a las negociaciones tú mismo estás declarando la guerra de manera definitiva entre Ávalon y Ouroboros. Gwen y yo podemos conectar con nuestros ancestros para buscar una solución, pero sólo si accedeis a los puntos que hemos mencionado antes. Añade además devolver el cuerpo de Tauren para poder honrarle y darle descanso como se merece en Ávalon.

Y otra vez lo de mi sello que habían puesto sin mi conocimiento durante aquel intento de tratado. Rodé la mirada molesto por ello pero no añadí nada. Ellos solitos se encargaban de hablar y explicarlo todo. Y de no ponerse de acuerdo...

- Respuestas que no nos agradarán pero que debemos conocer porque si no, será como mentirnos para que aceptemos. Y no vamos a hacer nada construyendo sobre mentiras. - le respondí a Gwen aunque...pareció que no serviría de nada.

Porque seguian con evasivas, respuestas a medias.... Negué y resoplé cuando Matvey se negó a retirar sus defensas. Y me pasé una mano por los ojos, exasperado, cuando los Pendragon tmapoco colaboraban demasiado con todo ese aire criptico.

De pronto sentí un pinchazo en la cabeza al tiempo que los pensamientos de Gwen se me metían dentro. Hice una mueca de molestia al principio solo, porque desde lo ocurrido en el Vaticano....toleraba muy mal las voces de mi cabeza. Alcé la mirada hacia ella, telepatía. Dolido, en cierto modo... de que esa fuese la asociación que había hecho al oir lo de la sangre maldita. Asi que fruncí mi ceño con cara de malas pulgas, esperando que quizá pudiera oirme pensar. No lo tenía claro

"no la he usado para mis experimentos. Y ahora fuera de mi cabeza!"

El brazo me dolía a horrores en el proceso de regenerar los huesos, porque el sanguis me habia arrancado el gram solo para conseguir un par de gotas de sangre pendragon.

- Por qué, para empezar, no respondéis a lo que os han pedido Rasputin y Le Fay....? - saqué de mi bolsillo del pantalon el frasquito de pocion que habia sacado del hospital, y le eché un trago a la leche de amapola porque, sinceramente, comenzaba a hablar como si me estuviera aguantando una cagada épica de media hora de duración, con la voz tan apretada como el ojete de aquel que intenta evitar que salga todo el marrón. Lo guardé después, aspirando con algo de fuerza por los dientes, antes de responder a una...asustada Cath.

- Eso creo. Está en los tratados más antiguos. Que los Descendientes dejaron no solo su sangre, si no también parte de su esencia. Al tomar el cargo, firmamos una serie de....ya sabes, verdad? - no iba a detallarle todos los procesos burocráticos y mágicos que haciamos los descendientes al tomar el cargo, pero eran un contrato magico, un sello, a su modo. - Y literalmente dice que "Damos parte de nuestra esencia y la isla nos da protección. Lo que perjudique a la isla, nos perjudicará a nosotros, y estaremos conectados con ella como si fuese un ente más.". - extendí una mano a mi lado, como diciendole....esto es lo que hay, solo con ese gesto del cuerpo. Luego observé otra vez a Wthyr, que dijo que no nos ocurrió nada cuando la isla cayó.

- Que tú sepas, tu lo has dicho. -Catherine casi enloquece, Matvey...desapareció del terreno de juego, nadie sabia por qué. Pero eso me lo callé. - Por no hablar de la cantidad de magos que empezaron a perder energía y a ver sus capacidades mermadas. Quizá no lo asociamos, quizá no se notó tanto porque...ocurrió a nivel global, y todos los seres magicos, de Ouroboros o no, se vieron afectados.

Negué con la cabeza cuando por fin parecimos tener algun tipo de respuesta del Pendragon.

- Asi que para nosotros, "nada". Asi no se negocia tampoco... no podeis intentar nada? Gwen acaba de decir que durante generaciones vuestros ancestros intentaron eliminar el problema del Sanguis y que no pudieron...por qué tenemos que confiar en que ahora tú si? - ya no me los creía. Y lo sentía, lo sentía en el alma... - Lo unico que sé es que por separado no lo lograréis y que...tambien podríais usar nuestra ayuda.

"pero no quereis"

- Matvey, a donde vas? - pregunté con cierta urgencia porque habia alzado la voz y...bueno, cuando alzaba la voz, era porque se le cruzaban los cables. Pedi calma a los Pendragon con la mano. - Vale, os darán el cuerpo del dragón. Y yo me llevo a Gwen a los templos, como acordamos en Tintagel. Porque los templos son lo que queréis, no? Eso es lo que estáis diciendo todo el rato, eso y que no metamos las narices en vuestro intento de Imperio. Pues vale. Hemos sido neutros mucho tiempo. Pero nosotros seguiremos buscando la manera de eliminar al Sanguis de aqui, o eliminarlo de vuestra influencia, porque no queremos que Ouroboros y Avalon acaben fusionados. Pero eh! si queréis podeis seguir aqui discutiendo de cosas que no llevan a nada.

"hasta el coño estoy"

Terminé de hablar mientras me habia acercado, de modo para nada hostil, hacia Gwen, con intenciones de poner mi mano sobre su hombro y desaparecerla de alli conmigo rumbo a los templos.

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off: si quiere...si no siempre puede apartarlo (?) y seguimos aqui discutiendo (?)

Se quedó mirando el intercambio entre Amaya y Matvey  y frunció el ceño porque no les oía. Tensó suavemente los labios, qué se traían entre manos? Pero no pudo mirarlos más porque Gwen sacó lo del sello y Catherine arqueó una ceja -No pretendo que conozcas las nuevas normas del Consejo de Ouroboros, Gwen. Si ese pergamino llevaba todos los sellos era por una razón- Porque no importaba si estabas radicalmente en contra, si la mitad más uno del Consejo decidía sobre algo… Te comías tu rabia.

“¿Qué?” La corrección de Wthyr hizo que le mirara con el ceño fruncido para después caer en lo que le había dicho e hizo una mueca frustrada por no acabar de aprenderse el nombre de ese que había marcado su vida para siempre “Mira, me lo voy a tatuar”, quizás así se lo aprendía. Contuvo un suspiro de frustración mientras ponía los ojos en blanco.

El tema del alma de Charles provocó que se quedara un momento en silencio esperando a Matvey,  Catherine no lograba entender porqué tardaba tanto en responderle, en mirarla. ¿Estaba molesto por cómo estaba interviniendo? Frunció el ceño. Pues que se sentara a esperar si creía que iba a ceder al orgullo de dos hombres. No. Simplemente no -¿Y entonces qué hace escondido, pidiendo cosas a vosotros? No le tembló el alma para poseer a mi hermano ni a Bellatrix- Volvió la mirada hacia Wthyr sintiendo una punzada de dolor al pensar en Desmond. Sin embargo, pasó. Con el tiempo se había perdonado a sí misma…Sus ojos se volvieron levemente oscuros por el recuerdo de lo que diría a continuación -Morgana también quería venganza contra los Pendragon. También me prometió poder. Y yo le dije que no - Advirtió. Evidentemente, Morgana no tenía unas raíces asesinas pero podía herir de otras formas y bien que Wthyr había sido testigo.

“Si hablamos con Charles podemos saber concretamente qué es lo que quiere, intentar disuadirlo…O como tu dices, Wthyr, respecto a Morgana. Ya no es su tiempo…Que mueran, los dos,  y nos deje vivir en paz”

Lo de las respuestas hizo que mirara a Gwen largamente, notando entonces la forma en la que se cogía de las manos. Se quedó apenas unos segundos allí antes de volver a mirarla en silencio. No dijo nada y al oír aquello que le respondió a Matvey, Catherine se giró hacia Amaya pese a la pregunta de Matvey. Como si una espada pudiera impedir que el árbol les atravesara o detener el ataque con magia de sangre de un Pendragon -Envainad las armas- Ordenó con voz firme antes de girarse de nuevo hacia los hermanos. Volvió un momento la vista a Giordano reconociendo perfectamente el color de esa poción, miró su brazo y tensó los labios.

Tras aquello hablaron de compartir cosas y Catherine no se esperó la respuesta de Wthyr, parpadeó y su expresión pasó de intentar contener la sonrisa a un gesto apesadumbrado para luego bajar la mirada hacia el Sanguis Ligno. Lo sabía… Sabía bien lo mucho que podrían haber llegado a compartir. Catherine cerró las manos en puños con molestia, sintiéndose como lo había hecho en el pasillo hace unas semanas. ¿Por qué no podía tomar lo que quería y ya? ¿Acaso estaba TAN mal? ¿Según quién? Había tomado una decisión, sí, y a quien había elegido había hecho lo inimaginable. Quizás no sabía lo que iba a suceder, pero aún así había jugado con algo que no conocía y los había puesto a todos en peligro. Quería echarle pecho a su decisión, quería creer que había hecho lo correcto pero últimamente no estaba tan segura. Menos aún cuando estaba en el mismo espacio que el Rey Pendragon. “No me mires así, Wthyr”, murmuró de forma mental.

Giordano explicó su conexión con la isla y Catherine soltó los dedos lentamente, llevándose una mano al cabello para apartarlo del rostro como si con eso fuera más fácil respirar. No lo era. Asintió cuando Gio le mencionó el protocolo porque tenía un vago recuerdo de Desmond explicándoselo. El gesto de su mano hizo que bajara los hombros, entre decepcionada y asustada. ¿Nunca acababa, no? Quería vacaciones… En algún lugar recóndito donde no la molestara nadie, donde pudiera tener a sus hijos y… Un recuerdo le cruzó la cabeza y miró a Gwen un instante, con inconformidad hacía sí misma. Qué ciega. Qué ciega había sido. Volvió los ojos hacia el moreno cuando dijo que no les había “pasado nada”  -¿No nos pasó nada?- Preguntó con rintintin mirando a Wthyr con un gesto de “No me vengas con esas, sabes lo que me pasó”... Loca. Se había vuelto loca. Aunque nadie usaba el adjetivo en su cara. Esta vez, como Gwen, se rió un poco y negó con la cabeza varias veces mientras tomaba pasos alejándose del Sanguis Ligno, sólo necesitando un poco de espacio. Escuchó los gritos de Matvey. Lo entendía… Cerró los ojos con pesar, masajeandose la sien como si con eso pudiera aliviar un poco el dolor de cabeza que le estaba dando.

-Juntos podemos hacer más que por separados- Añadió a Giordano pensando que aquello de “garantías” de “saber cómo iban a terminar”... pues no lo sabían. No querían responder porque no sabían realmente lo que iba a suceder. Sin embargo, cuando soltó aquello de la fase 2, Catherine se giró  bruscamente para mirarlo. ¿Cómo qué fase 2? ¿Había fase 1? Se sintió alarmada y el corazón comenzó a latirle con fuerza. Se desapareció y reapareció entre Matvey y el árbol, alzando los brazos con firmeza para levantar un muro de oscuridad detrás de ella impidiendo el paso -¿De qué estás hablando? ¿Qué fase?...¿A dónde te crees que vas sin mí?- Frunció el ceño y lo siguiente lo escupió entre dientes -No voy a dejar que te suicides por tu fe-

Desvió la mirada a Giordano, dudaba que Wthyr lo atacara pero la situación no dejaba de ser tensa -Y que  Ávalon, los Pendragon y sus vasallos, no pisarán Ouroboros con propósitos bélicos  ni agresivos ni de conquista. Tal como en Tintagel, Gwen será escoltada por Giordano y yo le daré un traslado seguro- Miró a Matvey intensamente durante un momento porque lo que menos quería ella era guerra -Yo, Catherine Le Fay, descendiente de Morgana Le Fay, secundo a Giordano DaVinci- Miró a Wthyr un momento -Te llevaré con Tauren- Volvió de nuevo la vista a Matvey -No hagas nada hasta que vuelva, lo intentaremos juntos. No me dejes de lado-

Amaya no podía intervenir en todo lo que estaban diciendo porque…Porque no. Escuchó a Matvey cuando mencionó que no dejaran a la gente desprotegida y dio otras órdenes dividiendo a los escuadrones. Aún así, si la amenaza seguía no podía dejar a la isla desamparada.-Convocaré la alianza que hicimos con Thalos Draven- Mantuvo el tono. A fin de cuentas… Por las barbas de Merlín, tenía que… hablar con Arleen. Por ello, cuando preguntó por Sayid frunció el ceño para luego asentir al recibir la información vía casco-Así es-

DaVinci también parecía dispuesto a negociar, al igual que Le Fay. De ella se lo esperaba y se rumoreaban muchas cosas acerca de DaVinci. Dirigió otro par de órdenes cuando Le Fay ordenó envainar las armas. Amaya se la quedó mirando intensamente. Sabía que era la orden de una Descendiente y que técnicamente debía hacerle caso pero…

¿Quería otra guerra? ¿Quería perder a más compañeros? ¿O quería volver a casa con sus hijos huérfanos de padre? ¿Volver con su familia?

Una guerra no iba a permitirle eso.

Movió la mano para envainar su espada y tras ello reacomodó su posición ordenando al escuadrón a hacer lo mismo pero estar atentos a cualquier movimiento.

Mientras hablaban no perdiéndose el momento en el que Matvey explotó y… Finalmente, alguno de los Descendientes mostraba CORAZÓN a la hora de defender la isla. Amaya sintió orgullo de finalmente ver a uno de los 20 tan comprometido en salvar Ouroboros pero cuando se dio la vuelta no supo bien qué era la fase dos. ¿Había algo que no le habían comentado?

Wthyr alzó una mano en dirección al nigromante y Amaya, junto al escuadrón se movió hacia él desenvainando las espadas. La General dio la orden de que la mitad fuera a por Gwen y la otra hacia el Pendragon -Bajad la mano- Mientras tanto la Le Fay dale que te pego con la charla y Amaya, de no ser por su profesionalidad, habría puesto los ojos en blanco -U os la corto- Le advirtió.