Cuevas encantadas de Ávalon

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Aquella confesión de Giordano le hizo suponer que conocía a Gwen mucho mejor que él, porque le había confesado algo que los propios hermanos no conocían. Al menos no tan a fondo, ni todo lo que había tenido que pasar. Sentía no haberlo visto antes, no haber hablado lo suficiente con ella. Suspiró de manera casi inaudible, sujetando un poco el brazo de Gwen mientras se aseguraba de que pudiera seguir andando sola. Reacomodó mejor a Catherine todavía inconsciente en sus brazos, avanzando con el resto del grupo hasta llegar a una enorme y majestuosa estancia. Se unió al sobrecogedor silencio durante varios segundos, dedicando toda su atención a observar los detalles del lugar al que acababan de llegar.

Alzó la vista hacia las vidrieras, fijándose en cada figura y en su simbolismo, contando el número. Bajó la mirada un momento al escuchar a Catherine removerse entre sus brazos y toser, apretándola ligeramente contra sí mismo.  - Pronto estarás bien, guarda fuerzas. - a pesar de acabar de despertar quería saber qué es lo que estaban viendo, así que se puso a descifrar lo que había a los pies de las ocho damas. Pudo distinguir unos nombres que identificó rápidamente a pesar de estar al revés.  - Son festividades celtas...- asintió cuando Gwen mencionó que era el palacio de las hermanas hadas. Todo encajaba. No lo habían llegado a ver nunca, pero sí que habían leído sobre ello.

- Exploramos las cuevas en el pasado en varias ocasiones, pero nunca habíamos llegado hasta aquí. Era como territorio vetado. ¿Recuerdas algo más que leyeses? - giró levemente la cabeza al escuchar ese "hola" que parecía cercano, identificando la voz como la de un aliado.   - Es el esposo de Dioscórides. No te muevas. - trató de tranquilizarla para que se estuviese quieta, porque estaba claro que le dolía todo con el movimiento.   - Baja, Royden, estamos aquí.- elevó la voz lo justo, aunque retumbó en el lugar. Después siguió moviéndose por al estancia, fijándose de nuevo en la vidriera.

- La oscuridad está sobre el trono...las sombras son parte de su poder...es la novena la que falta. Es el trono de Morgana Le Fay. Aquí se reunían en tiempos pasados.- se sintió atraído hacia la magia que irradiaba y las sombras que se movían a su alrededor, aproximándose más cada vez. - Y tuyo. Tu sangre podría reclamarlo. - se acercó sujetando a Catherine con un solo brazo, extendiendo la mano que seguía manchada con la sangre de ella para tocar el respaldo.


------------------
Dado de descubrir cosas o saber qué hay que hacer

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

- Bonitas vistas. - comenté en voz baja al llegar a la enorme sala circular, por donde se filtraba la luz del sol a traves de la  vidriera, generando miles de colores a la vez, cambiantes por capricho de la fisica misma de la luz. Y la magia.

"A Newton le habría encantado"

Hablando de Newton, o ...pensando en él, mejor dicho, la sacerdotisa dijo algo al respecto.

- A nuestro arbol sagrado? - solté con cierta mofa...no me gustaban sus palabras. - A Jack Newton, dirás. Déjate la perorata religiosa para tus hermanas purificadoras.

Pero sí, que tenía razón.

- Procuraremos hablar con él. Lo haré tan pronto como me reúna con Sofía Dioscórides. El que habla con los muertos y la que habla con las plantas. Qué podría fallar.

Sí, el mareo y el dolor me volvían bastante cáustico. Los dejé investigar, ellos tenían mas conocimientos del area, que por lo demas, parecia tranquila.

- Un buen lugar para descansar...pero hay que llegar a las lagunas curativas- encontrar a los demas era prioritario.

Entonces se escuchó, por las escaleras que ascendían, la voz del Royden.

- Iré a su encuentro. Esto quiere decir que nos hemos acercado a las lagunas. - miré a Catherine al pasar a su lado, viva pero incapaz de articular una palabra conexa. Subí por las escaleras de caracol hasta llegar a lo alto de la anterior sala, esta tambien circular y llena de puertas. Ocho, una habitación para cada hermanita.

- Bienaventurados los ojos, Royden. Tengo varios heridos en el grupo que requieren de las aguas curativas. Necesito que los escoltes hacia las aguas y nos muestres el camino. Aunque probablemente sea mas rapido que los desaparezcas hacia allá ¿Cómo están todos de tu lado? - seguía apretando la herida del pecho aunque Shyvanna había hecho un buen trabajo deteniendo en su mayoria la hemorragia. Alcé la voz para que me escucharan los de abajo. - SUBID A LOS HERIDOS!

Mientras tanto, miré hacia una de las puertas. Pegué la oreja contra ella y traté de escuchar o sentir presencias malignas. Después, intentaría abrir la puerta para ver el interior de la estancia, de la primera de ellas a mano izquierda de las escaleras. Y por supuesto, si la puerta se abría facilmente, podría echar un vistazo en el interior y ver qué habia de interesante.

El dormitorio era...bonito, pero estaba claramente abandonado desde hacía mucho. Armarios, una gran cama, una piscina de agua natural que manaba de la pared de piedra....adornos rotos, efigies, elementos pertenecientes a aquella hada. Sobre una mesita, un frasco con una corriente de viento morado llamó mi atención. Al igual que unos pendientes con un brillo inusual, que parecían portal un hechizo de ilusionismo.

"Serían un bonito souvenir para Lyosha...una vez compruebe que están libres de maldiciones"

Eché mano a ellos para examinarlos y guardarmelos, pasando a hacer lo mismo con aquel tarro. Luego, me dispuse a enviar un mensaje por el brazalete.

__
1d20 dado de chusmear en la habitacion 1

El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Al pasar por la sala llena de piedras mágicas me habia hecho con varias que me vendrian muy bien para recargar y mejorar algunas de mis creaciones, asi que sin dudar las guardé en el petate antes de continuar mi camino con Lucio.  Había lanzado un suspiro quedo por las palabras y la mirada de Gwen. No me hacia gracia traicionar su confianza pero llegados a este punto, sus hermanos deberían saber lo que tenía en la espalda desde hacia tiempo.-


El lugar al que llegamos me maravilló. Me quedé empanadisimo mirando las obras de arte de la vidriera, las hermosas mujeres que aparecian representadas, y absorbí toda aquella simbología de los elementos, lo que había querido decir el o la artista con cada uno de los elementos representados. Hasta la mas misera hoja o detalle tenía algo que aportar a ese conjunto.

Logré salir de mi empanamiento poco a poco para observar a Catherine un momento mientras Wiwi la acercaba al trono y Matvey subía en búsqueda de V.

Me apoyé en mi bastón, aliviado, porque por fin aqui se respiraba calma y sensacion de seguridad.

- Deberíamos descansar... sí... - y ...planear...recapitular...poner cosas en común...seguro que entre todos lograbamos montar el puzzle. El murcielago seguia por ahi, mapeando, pero todavia no podría ordenarle que volviese hasta que recuperase mi magia. Estaba reventadisimo ahora mismo, la bajona era real. - Voy a investigar por ahi, te vienes? - le dije a Lucio.

La curiosidad seguia siendo mi punto debil y mientras los demas miraban o subian por las escaleras, me metí por el pasillo en penumbra, pero usé una linterna del otro brazalete (recordemos que el otro se lo habia dado a Lucio) porque no soy un mago tonto.

-Dos puertas a la derecha como decia el mapa....y una al final que da a a una habitación mas grande. - con prudencia fui a la puerta del final, examinando la cerradura en busca de trampas para ver si podía abrirla o debia desmontar algo primero.

Encogí mis hombros porque no me pareció notar nada raro, y me dispuse a abrir la puerta. La abrí y entré pero al hacerlo habia un pequeño desnivel en el suelo o un adoquin mas alto que otro, asi que trastabillé y me choqué contra unos muebles, haciendo un aparatoso ruido y cayendo al suelo enredado en un taburete, haciendome algo de daño, pero más en el orgullo. Sorbí aire con fuerza entre los dientes apretados, mientras me levantaba o lo intentaba, del suelo, cual octogenario.

-Merda....figlio di putana...stronzo...cazzo di merda... - sí, una bonita habitacion. Como me dejaran, me iba a echar una milenaria siesta....

__
1d20 percepcion

El miembro 'Giordano Da Vinci' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

CHAS!

Sin más advertencia o ceremonia, aparecí sentado en el trono sombrío del centro de la sala, con una sonrisa malévola y las piernas cruzadas. Miré hacia la mano de Wthyr, que acurrucaba a mi hermanita como si fuera un pichoncito.

-Quita tus sucias zarpas de mi trono, cuñado. Me lo estás manchando.

Le sonreí de lado apoyando la barbilla en la mano, recostado sobre el brazal del trono. Me encantaba ese asiento. Era cómodo. Aparté la vista de él para fijarme en Catherine. Por supuesto, debía disimular perfectamente que...me había preocupado muchisimo cuando oí pasos. Creía que eran los adeptos de Charles que me habian encontrado.

Pero no, este sitio habia sido un perfecto refugio, un lugar seguro, un oasis de soledad para mi....y ellos habian venido a estropear lo de la soledad pero no lo de la seguridad. Asi que en cuanto habia identificado las voces aliadas, habia aparecido aqui, directamente.

"tenia que darles la bienvenida como merecen"

No supo cuanto tiempo se mantuvo en las agua de aquel hermoso lago. Después de un rato buscando la curación de su cuerpo maltrecho, comenzó a sentirse completa. Tuvo que salir de la ensoñación en la que estaba cuando sintió que al brazalete llegaba un mensaje. Se sentó en un movimiento rápido, que le dolió bastante a pesar de todo. Miró el mensaje y sonrió ampliamente. Era de Lucio. El mensaje no era precisamente bueno, así que su sonrisa terminó por borrarse. Y había dos. Quizás se había dormido mientras las aguas curaban deliciosamente sus heridas.

Llamó el nombre de Adael después de levantarse. Quizás también le habían llegado los mensajes, pero nadie le respondió. De repente se sintió muy sola. Sospechosamente sola... Se levantó con cuidado y volvió a la mesa con las algas. Las unió a la mezcla que ya tenía, aunque con algo de prisa; las necesitarían. Si no les molestaba masticar un poco, las pociones ya estaban listas. Se limpió las manos y, mientras peinaba su cabello, comenzó a caminar hacia donde había visto a Adael irse. Llamó su nombre mientras caminaba, sin respuesta alguna; lo buscó por un  rato y comenzó a preocuparse. Buscó y llamó a Vishous sin respuesta, no la esperaba; y también llamó a Cedric. Estaba empezando a angustiarse, por lo que volvió hasta la chica que había rescatado Adael y la encontró aún inconsciente en su cama flotante. Sin rasguños. Tenía que volver a buscar... Y así lo hizo, recorriendo el mismo circuito una vez más mientras respondía a Lucio sus mensajes y llamaba su nombre para ver si la encontraban.

Estaba tratando de averiguar los pasos que había tomado Cedric cuando decidió enviarle un patronus y seguirlo. Trataba de no usar ese método porque era bastante rápido y tenía que correr, lo que activaba sus heridas. Al final no le funcionó de mucho, pero... bueno. Continuó caminando por entre las grutas. De no estar dentro de aquellas cuevas que le hacían tanto bien, ya se habría angustiado de ir tan sola por un espacio tan oscuro. Podía haber enemigos, pero de cierto modo no lo creía.

Después de un rato de caminar, porque iba lento, entre la oscuridad alcanzó a ver un bulto en el suelo. El corazón se le contrajo un segundo hasta que distinguió de quien se trataba. Lo llamó y corrió hacia él, confirmando que no estaba muerto una vez llegó. Buscó heridas, por si lo habían atacado, le llamó con insistencia, pero había algo raro. No estaba herido. No parecía herido, al menos. Tampoco se veía del todo inconsciente. Comenzó a inspeccionar la escena del crimen cuidadosamente, hasta encontrar el cuchillo, y después a la culpable. Suspiró suavemente mientras la observaba, tan solita en el suelo...- Oh, Cedric...- Llamó a su alfombra. Ni de chiste podría cargarlo ella sola, debía ser pesado, como Vishous, pues era muy alto. Le dio un buen empujón y dejó que la alfombra se encargara de llevarlo a su cama, como había hecho con la otra chica. También le puso encima lo que Cedric había recolectado. Ella se fue caminando detrás, tranquilamente. Y luego no tan tranquila cuando llegó el mensaje de Matvey y lo leyó. También lo respondió mientras volvía al espacio principal de la cueva, junto a la laguna.

Como se estaba volviendo paranoica por la oscuridad, acordó consigo misma hacer algo para que hubiera luz. No sabía qué, no quería encender la fogata que había preparado si estaba sola y tenía que defender a dos personas inconscientes. Demasiadas cosas. Su único acuerdo fue sentarse a la mesa a esccribir y esperar a que los mensajes que había enviado volvieran a ella.

El miembro 'Sofía Dioscórides' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

La curación de  Shyvanna no la dejó como nueva, pero sanó gran parte de los grandes problemas que tenía. Avanzó con el grupo escuchando la frase que le dirigió Gwen,  la miró con frialdad en sus ojos dispares -Tienes que dejar de pensar que mereces morir aquí. No puedo cumplir mi juramento de protección si no quieres que te protejan- Era quizás la primera vez que le hablaba con tanta seriedad, pero la situación lo ameritaba. Freyja ya tenía sus años cuando la jovencita había nacido pero siempre le había parecido más madura de lo que debería. Excepto por hoy.

La ignoró y siguió a lo suyo,  al llegar a la sala supo reconocer dos cosas: Belleza y poder. Estaba claro que aquella sala era un sitio de poder… pero ¿De quién?

El grupo empezó a dividirse y Freyja los vio, a cada uno, irse por su lado. Siguió la estela de DaVinci y de Galenus no sin antes oír el insulto de un bicho que había aparecido en medio del trono, a lo que Freyja se rió a carcajadas -Sucias zarpas, Wthyr te ha calado- Repitió mientras abría la puerta y se metía en el cuarto a chusmear.

Poca cosa interesante. Parecía un comedor, tenia una gran mesa y sillas así como unos armarios que seguro guardaban la vajilla. Miró otro armario y alzó los hombros. Nop, nada interesante. Salió al pasillo y miró hacia los dos lados, yendo hacia donde estaba Giordano -¿Qué hay aquí? He localizado el comedor



Exploración de la primera puerta a la derecha

El miembro 'Freyja Lothbrock' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Volvió a escupir sangre de camino y no podía evitar mirar constante, y nerviosamente, a Matvey. Esa herida… Se limpió la sangre con el dorso de la mano mientras sentí a su cuerpo curarse a sí mismo. El hombro volvió a su sitio para luego sanar las heridas, cortes y cosas más profundas.

“El Sanguis la castigaba? ¿Por qué?” Miró a Gwen como si pudiera hacerle la siguiente pregunta mentalmente. “¿Eso es lo que iba a hacerte por mentir sobre los compromisos?”. No sentía lástima. Lidiar con el dolor era el 101 de su abuela. Así había aprendido Shyvanna a sanar. Darren había entrado hasta sangrar en múltiples ocasiones y Wthyr vivía herido, física y psicológicamente. Qué rota estaba su familia.

Se quedó pensando en ello y en lo que había dicho Gwen de que no podía retraer las escamas. No quería hablar, sólo podía pensar. Sus pensamientos iban de un lado a otro con poco hilo conductor y cuando entró se quedó mirando las luces un rato. Ida totalmente, contemplando con una leve sonrisa el atractivo despliegue visual delante de ella. Y eso que no estaban ni V, ni Sofía. Pero sí Matvey…

Lo vio subir y decidió que sus sentimientos y emociones eran demasiado tormentosas para seguirle así que fue tras Gio. Pero, antes de hacerlo, se giró hacia Gwen y la tomó por el brazo para apartarla un poco -No es fácil y quizás tu parte dragón aún siente que estás en peligro. Esa parte es muy primitiva Gwen…Alud te ayudaría más que yo si estuviera aquí pero…- Si tuviera que darle un consejo. La miró a los ojos un momento, como si quisiera decirle muchas más cosas de las que podía -No dejes de pelear-

“Porque si lo que Lucio dijo es cierto…”

Confundida y preocupada, se dio la vuelta para ir a ver el sitio. Pasó de largo de la habitación de Freyja, ignorando su carcajada porque no sabía a qué venía (ni cuenta de Rhaegar) y abrió otra puerta. En cuanto lo hizo los fogones de una cocina se encendieron y la rubia empezó a entrar, mirando alrededor. Se acercó a lo que veía colgando que parecía ser… ¿Eso era ajo? Lo tocó y la trenza se movió brevemente, despidiendo un potente aroma. Los objetos no estaban llenos de polvo y… Iuck, eran aves…No podridas. ¿Un hechizo? -Aunque haya encontrado la cocina, yo no pienso cocinar- Espetó gritando de una forma absolutamente “royal” y soltó un “tsk” antes de salir de allí para volver al centro donde estaba el trono, fijándose en un tipo nuevo.

-¿Y tú quien coño eres?- Inquirió convocando la sangre de su alrededor para crear una lanza que apuntaba a la garganta de Rhaegar.

Dado de exploración de la otra puerta q no exploró ni Freyja ni Gio

El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Siguió leyendo y buscando el significado, quizás había algo oculto. Pero él no era muy de runas y hechizos, las únicas que se sabía de memoria era las que llevaba tatuadas.

Antes de oír a los demás decidió entrar a otra habitación pero no pudo investigar mucho aunque tampoco le pareció algo muy interesante. Una habitación y ya. Le había interrumpido el líder Pendragon llamarle. Líder, porque Rey…. Que le ******* la *****. Volvió a la parte central y avanzó a las escaleras poco antes de que Matvey lo encontrara allí.

-¿Necesitáis ayuda?- Inquirió pero si hubiese algo urgente quizás no hubiese gritado, habría hecho otra cosa. De todas formas, hizo espacio y bajó observando al tipo este con… -¿Rhaegar Le Fay?- Preguntó en voz alta quedándose estupefacto al mirarlo. ¿No estaba muerto? Y…otra que parecía muerta era la Descendiente. Pero más estupefacto se quedó al percibir el poder de ese trono, de esa sala en general.

“Yo no sé qué le gusta tanto a Sofía de esta mujer para ser su amiga ¿Se la querrá follar? Tiene su… encanto pero tampoco es para tanto. Ni escote tiene”

Inspiró mientras se acercaba a ella, fijándose que la otra Pendragon parecía también débil, pero a esa asesina ni un vaso de agua -¿Puedo llevar a la descendiente a las lagunas?- Inquirió extendiendo los brazos tras guardar la espada a su espalda esperando que se la diera para ir a llevársela.

Tras eso llegó una que sí tenía escote y que, en otras circunstancias, le habría hecho un par de guarradas. Pero ese pelo rubio le tiraba para atrás, casi más que su apellido. Miró la lanza de sangre y no pudo evitar una risa socarrona pero baja mientras miraba a Rhaegar. Los poderes de los Descendientes eran algo conocido, famoso incluso. Y Rhaegar Le Fay… bueno. Shyvanna podría llevarse alguna sorpresita.


Entro a la primera habitación de la izquierda? No sé. A otra habitación del círculo

El miembro 'Vishous Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Era uno con las cuevas, el misterio de la vida y de la existencia ya no era un misterio para mi, todo tenía sentido ahora, conocía mi propósito en el cosmos….tuve así como decenas de momentos misticos reveladores en el que el agua, las rocas, la magia, las plantas y toda la magia y todos los sonidos latían al mismo tiempo que mi corazon revelandome los secretos del universo.

Un ser de luz, un brillante angel que hablaba con la voz de V me vino a decir que lo siguiera hasta la torre de cristal y bajara por unas escaleras. Tenía todo el sentido del mundo, habíamos nacido para eso. La luz plateada estalló en miles de luces de colores y me despedí de ellas con la mano.

En toda mi plenitud, comencé a volar por las cuevas (en realidad era Sofía traslandándome). En contra de lo que pudiera parecer, para nada estaba inconsciente. Cuando me cansé de tener los ojos cerrados y de ver los colores de mis párpados, me estiré, rulando de la alfombra.

“Debo ir a la torre de cristal”

Me tapé la boca porque habia estado a punto de ponerme a cantar, me apetecía demasiado cantar. Me puse de pie y vi por ahi a Sofía. Fui hacia ella y la abracé, con mucho sentimiento. Luego abracé una piedra. Esa debía ser la torra de cristal a la que debia ir?

Intenté comunicarme con Sofia poniendo mis frases en el aire como hacia siempre pero solo salió una masa informe de letras. Casi me da la risa pero me contuve. Pedí tiempo y le signé que debiamos ir a la torre de cristal y bajar las escaleras, pero lo mas seguro es que ella no supiera lengua de signos. Luego me quedé mirando fijamente unas sombras en el suelo….o eran unas manchas de humedad….?

“Parecen…tienen forma de perritos….”

Quería tener un perro, desde siempre. Pero no se llevaban bien con los dragones. Aquello me hizo sentir repentinamente triste.

Máster escribió:Las runas en el suelo del trono llevaban inscripciones antiguas, trazadas con un lenguaje arcano que narraba la historia y los juramentos de las nueve hermanas hadas. Decían:

"En la unión de los elementos, el equilibrio y la fuerza. Por aire y fuego, por juventud y agua, por madre y tierra, por anciana y galaxia. En la oscuridad, el poder del todo. Aquí gobernamos, aquí protegemos. Que la sangre de la descendencia renueve el pacto."

Al derramar su sangre sobre el trono de Morgana, Catherine Lefay desencadenó una serie de eventos poderosos y místicos dentro de la sala. Las runas en el suelo empezaron a brillar intensamente, irradiando una luz que se extendía por todo el espacio. La energía mágica resonaba en el aire, vibrando con una melodía ancestral.

Las plantas que cubrían las paredes y el suelo parecían cobrar vida, sus hojas temblaban y sus raíces se movían ligeramente, como si respondieran al despertar de la antigua magia. Los cristales en las paredes refractaban la luz de las runas, creando un espectáculo de colores y destellos que iluminaban la sala con un resplandor casi cegador.

El trono mismo, envuelto en la oscuridad y las sombras, comenzó a emanar una energía palpable. Las raíces pocas rojizas que lo rodeaban se estremecieron y se tensaron, como si sintieran la presencia de la sangre de Catherine y el linaje que representaba.

La energía se propagó desde las runas, iluminándolas con un brillo intenso y cálido. Una a una, las luces de hada que colgaban por toda la estancia empezaron a encenderse, pequeñas esferas luminosas que titilaban como estrellas en una noche clara. La luz danzaba suavemente, revelando los detalles ocultos en las sombras.

Las paredes de roca y cristal comenzaron a brillar con una nueva vida. Los cristales reflejaban y refractaban la luz de las hadas, creando patrones deslumbrantes de colores que se extendían por toda la sala. Las plantas, antes marchitas y cubiertas de polvo, respondieron a esta energía renovada. Sus hojas se volvieron verdes y lustrosas, las flores se abrieron en una explosión de colores, y las enredaderas se movieron delicadamente como si fueran acariciadas por una brisa invisible.

Las imágenes de las nueve damas en la vidriera cobraron un aspecto más vivo. El aire parecía brillar con una frescura renovada, el fuego parpadeaba con mayor intensidad, la juventud irradiaba vitalidad, el agua fluía con un brillo cristalino, la madre emanaba calidez y protección, la tierra vibraba con una fuerza serena, la anciana reflejaba sabiduría antigua, y la galaxia destellaba con infinitas posibilidades. En el centro, la oscuridad se envolvía en un manto de misterio profundo.

El trono oscuro, centro del poder y la mente, brillaba tenuemente, como si reconociera y aceptara la ofrenda de sangre.

La energía mágica recorría cada rincón, devolviendo a la sala su antiguo esplendor. Los detalles tallados en roca, antes desdibujados por el paso del tiempo, ahora resaltaban con claridad. Los grabados y runas en las paredes y el suelo brillaban intensamente, narrando historias de antaño y juramentos ancestrales.

Catherine debería haberle dicho a Wthyr que no, pero aún estaba demasiado confusa para hacerlo. Su sangre tocó el trono y lo que sucedió a continuación debería haberla aterrado por el increíble despliegue de magia pero la morena estaba demasiado concentrada en las runas del trono. Eran mucho más fáciles de leer que las letras actuales...¿O quizás era que simplemente su cerebro estaba programado para leer runas y lenguaje arcano pero no el mísero inglés? No lo sabía pero lo que sí comprendía con mucha certeza es que ahora...

Había renovado el pacto.

Pero ¿Qué mierda quería decir eso?

Temió por un instante que las hadas empezaran a aparecer y miró cautelosa hacia cada una de las luces que se habían encendido pero su atención se trasladó hacia el trono cuando su hermano apareció y habló. Parpadeó un momento casi sin creerlo... Y luego se le empañaron los ojos del cúmulo de emociones que danzaba en su pecho. Pero no podía emitir palabra ni dejar que Rhaegar viera la expresión así que la disimuló como pudo haciendo un intento infructuoso por pararse. En eso, llegaron el teniente Royden y Shyvanna -Quita tu puta lanza de mi hermano- Le espetó a Shyvanna con el ceño fruncido queriendo patear la lanza pero el movimiento inefectivo y las palabras habían hecho que su cuerpo se resintiera y se arrepintió casi en el mismo instante.

Frustrada porque estaba demasiado débil para abandonar su postura, y en el fondo tampoco quería que Wthyr dejara de abrazarla, tragó en seco -Wthyr, Shyvanna...Él es mi hermano Rhaegar, Rhaegar, mi esposo Wthyr y su hermana, Shyvanna- Ignoró deliberadamente el tema de apellidos, bastante había lidiado con sus hermanos con el tema Ian, dudaba cómo iba a ir el tema con Wthyr. Si tuviera que decir algo sería esto: Catastróficamente mal. El teniente pidió llevarla y Catherine le miró con el ceño fruncido antes de negar suavemente, apretándose contra Wthyr. El esposo de Sofía le parecía... profundamente atractivo y su mirada, sus tatuajes, podían hasta despertarle lujuria así que la sola idea de estar en sus brazos le daba repélus. Ya tenía a su esposo, que fuera a ver a su mujer. Por poco le dice "chus, chus"

-¿Sabes lo que significan las runas?- Inquirió mirando a Rhaegar, suponía que sí. Catherine y Rhaegar eran más pasotas que Desmond en ello...Y quizás lo que realmente quería preguntarle a su hermano era si su mellizo estaba por allí -¿Es seguro el sitio?- Inquirió viendo entonces a su alrededor, ojeando la escalera, sabiendo que estaban las cuevas pero su mirada se desvió de nuevo a la sala, notando la cantidad de cambios que había alrededor. Volvió la vista hacia su hermano -¿Hay algún libro o pergamino?- Que les aclarara un poco. Las preguntas siguieron molestándola y alzó la vista hacia Wthyr -Necesitamos descansar-



Dados de r conocimiento deitems,runas, detalles y demás de Morgana y sus hermanas o cualquier mensaje decreto ritual o cosa está en aquella sala

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (20)' :

Lucio siguió ayudando a caminar a Giordano un rato más, aunque resopló algo resignado a su proposición.  - A ver, yo necesidad de investigar no es que tenga, pero si quieres te acompaño...- avanzó con él, dejándolo suelto en cierto punto para ver si se sostenía. El caso es que fue mala idea, porque al entrar en una de las salas acabó pegándose un porrazo de una manera un tanto torpe.  - No te hagas más heridas de las que ya tienes. - lo regañó un poco mientras lo recogía del suelo, obligándolo a retroceder donde estaba el resto. Allí escuchó a Matvey diciendo que subieran a los heridos, pero no creía que el lago de agua sanadora estuviese ahí. Pegó un bote en el sitio acompañado de un grito ahogado por la repentina aparición de Rhaegar, tal y como era cuando estaba vivo y con el mismo humor. Suspiró con un gesto de nostalgia y un tanto apenado. Qué lástima que sólo pudiesen verlos estando en ese mundo.  

- Mira, nos vamos con Vishous, él viene de la zona del lago ese. - tironeó más de Gio, encogiéndose un poco sobre sí mismo cuando sucedió todo aquello del trono, haciendo un gesto de reproche a Wthyr. - Mejor no toquéis nada. Tanto explorar unos y otros...- fue él mismo quien se acercó a Catherine terminando de ponerla en los brazos de Vishous rápidamente antes de que se enzarzasen en alguna discusión absurda. Lucio agarró el antebrazo de Vishous, sin soltar a Giordano.  - Llévanos allí, por favor. Iré haciendo rondas para llevarlos. Así todos sabrán donde está el sitio en caso de emergencia, y podrán terminar de curarse. Casi todos han sufrido heridas graves. - esperó a que Vishous se desapareciese, tal y como tenía pensado hacer antes con Cath, sólo que ahora se llevaba a dos más con él.

Cuando aparecieron en el lugar se quedó unos segundos observando los alrededores y ubicándose, avanzando con gesto de fascinación hacia lo que se suponía que eran las aguas curativas. Llevó a Giordano hasta el borde, debatiéndose entre empujarle desde ahí o ayudarle a entrar como a un jubilado. Al final optó por lo primero, pegándole un empujón.