Cuevas encantadas de Ávalon

Mis labios se apretaron ante las palabras de Freyja. Jamás había empleado ese tono conmigo, aquel que me hacía sentir como si fuese una niña recién regañada. Sin embargo asentí, comprendía su promesa y su papel aunque ella no parecía comprender el mío. Aunque no fuese la reina ni me jurasen lealtad seguía perteneciendo al linaje al que se la debían y por mi papel como sacerdotisa siempre había sido el de proteger a mis hermanos y al pueblo.

Continué en silencio en la sala, observando los gestos de Catherine mientras el resto parecía dispuesto a investigar. -Parece abandonado.-Intenté aportar para que se calmase poco antes de que Shyvanna me apartase. Alcé la vista al escuchar la voz aquella antes de prestar atención a mi hermana, al parecer habíamos encontrado a la otra parte del grupo, esperaba que Neftis estuviera con ellos. Las palabras de la rubia no me tranquilizaron y volvi a mirar mis brazos, cubiertos en parte de escamas negras.-Muy primitiva...-Murmuré por lo bajo asintiendo. No me gustaba, no me gustaba para nada. Alcé la vista de nuevo y fruncí el ceño por sus palabras antes de que se marchase.

¿Por qué todos creían que quería morir? Suspiré, molesta poco antes de que la sala despertase acercándome a mi hermano.-¿Habéis tocado algo?-Y de pronto apareció alguien bastante burlón. Conjuré la espada de sangre pero entre la risa del teniente y las presentaciones de Catherine me di cuenta de que no era necesaria, la desconjuré en un instante, inclinando mi cabeza a modo de saludo respetuoso ante el hermano de Catherine. Lucio volvió con DaVinci y se desapareció con el teniente y otros tantos quedando pocos en la sala.-Marcho en busca de las aguas.-Informé para avanzar escaleras arriba.

Allí encontré otra sala, circular también pero más modesta. Había un par de puertas abiertas. Los nombres en las puertas, aquellos símbolos que parecían más vivos ahora. ¿Por dónde debía continuar? El teniente no nos lo había dicho. Abrí una de las puertas, la de los símbolos de agua simplemente por asociación encontrando una habitación claramente ambientada en el elemento. Parecía que Catherine había revivido aquel palacio de cristal. Me adentré por curiosidad ojeando el libro que había en la mesilla, parecía una simple enciclopedia ilustrada de seres feericos.

Suspiré dejándolo de nuevo y entonces escuché el sonido del agua corriendo. Me aproximé a la pequeña sala, escarbada en piedra en el suelo se encontraba una especie de bañera. El agua manaba de la roca de las paredes y parecía... me agaché introduciendo uno de mis brazos, quedaba algún corte que empezó a curarse al momento. Tenía sentido, si las hadas vivían en ese paraje que aprovechasen aquella ventaja. Suspiré hondamente mandando un patronus general informando de ello antes de quitarme la ropa y meterme en aquella bañera de piedra.

Miré con disgusto las escamas que no parecían desaparecer por el efecto del agua, tampoco creía que desapareciesen las raíces que sentía moverse con timidez, intentando avanzar y romper el sello mágico. Debía buscar alguna solución a aquello. Cerré los ojos hundiéndome en el agua unos instantes.

Dado de buscar objetos: un libro sobre criaturas feericas

Patronus mandado con información: hay aguas curativas en el palacio.

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'Dado (20)' :

La aparición repentina de alguien sentado en el trono hizo que el corazón se le acelerase por la posible amenaza, estando a punto de lanzarle un ataque casi a la par que Shyvanna con su lanza de sangre ya conjurada. Fue la palabra "cuñado" y la reacción de Catherine lo que le hizo detenerse, comprendiendo entonces que era uno de los tres hermanos muertos de Catherine. ¿Cuál? no lo sabía, pero era un tanto descarado. Estuvo por responderle alguna burrada incómoda sobre lo de las "zarpas", pero no era algo para decir en ese momento ni en un primer encuentro. - ¿Acaso has reclamado ya el trono de Morgana? ¿Qué sabes de este sitio?  - lo dudaba, pero tal vez tuviese más información de aquel lugar y ese trono que debía ser de ella, de manera casi inequívoca. Arqueó una ceja ante el comentario  entrometido de Freyja, poniendo una cara que parecía decir "¿no tienes nada que hacer por ahí?".  

Echó un vistazo de reojo a Catherine cuando se puso protectora con su hermano, pues no la imaginaba modo hermana mayor defensora. Así que Rhaegar...recordaba algunas cosas que le había contado de él, el modo en que había muerto buscándola por abusar de su poder. La sorpresa de la aparición de Rhaegar no fue la única, pues a su alrededor comenzaron a surgir cambios como si estuviese actuando algún tipo de magia relacionada con el trono. Sospechaba que había tenido esa reacción por tener la mano manchada con la sangre de ella.  - Sólo he tocado esto. No parece que haya sido para mal, pero...hay que investigar más. - respondió a Gwen antes de que se marchase a explorar por las habitaciones de arriba, cosa que al aburrido galeno parecía molestarle, que tocasen cosas y explorasen.

Lanzó una mirada de desconfianza a Vishous cuando se ofreció a llevar a Catherine al lago, retrocediendo de manera inconsciente un paso hacia atrás de manera posesiva. Sabía que tenía que ir para terminar de sanar, pero no le parecía bien ese plan.  - Pues llévanos a los dos. Aquí no la dejo sola. - apenas había prestado atención a Lucio, que de la nada se metió en medio para tirar de Catherine hacia los brazos del otro sin ni siquiera preguntar, lo que le granjeó una mirada de animadversión por parte de Wthyr antes de que se esfumasen. - Par de idiotas. - Más les valía volver pronto. Prefirió esperar a que regresasen en vez de subir a las habitaciones, cruzándose de brazos mientras dirigía una mirada evaluadora a Rhaegar. Sentía cierta curiosidad por cómo funcionaban las cosas dentro del Sanguis... - ¿Cuánto sabes de lo que ha sucedido en el mundo real? ¿También se refugian aquí tus otros dos hermanos? No fuisteis ofrecidos como sacrificios, ni tampoco os alcanzó el velo oscuro del Sanguis...¿desde cuándo estáis aquí? - desconocía si los descendientes de Morgana iban ahí directamente. Era como si las normas que creía conocer ya no sirviesen de nada.

Lucio prácticamente me arrastró fuera del cuarto que estaba investigando, para frustracion mia, pero al mirarlo de reojo mientras iba a rechistar me di cuenta que habia entrado en modo médico harto de pacientes molestos y que le dijera lo que le dijera ya tenia idea de que hacer conmigo.

Ademas parecía que nos habiamos encontrado con los demás asi que…solo puse cara de disgusto cuando me llevó de vuelta al trono.

- Habia una sala con chimenea, parecia muy agradable. - rezongué.

Pero ver alli al hermano de Catherine me hizo reflexionar. Nuevamente aquel sitio desafiaba las posibles ideas o razonamientos que hubieramos podido crearnos. Pero…coincidia con lo que habian dicho los Descendientes del mercado central.

Lucio se fue con V, con Cath y conmigo, usamos la desaparicion y aparecimos en unas cuevas de espacio mucho mas natural. No hicimos mucha investigacion porque estabamos al borde del agua y cuando me dispuse a mirar y acercarme, una mano me empujó por detrás al agua. Insulté en italiano a Lucio antes de caer de bruces contra la superficie, salpicando a quien estuviera cerca.

Emergí tosiendo, habia tragado agua pero eh…no estaba tan mal. Algunas heridas que estaban a medio de cerrar se curaron algo mas rapido pero tampoco fue gran cosa. Lo bueno fue que el agua fria me espabiló a base de bien, y en parte, hizo que me fueran bajando los efectos secundarios por la droga de potenciacion.

- Grazie, dottore mio! Ahora estoy empapado de arriba abajo, y no he traido muda!

Salí del agua y al poco de hacerlo llegó el patronus de Gwen informando que alli tambien habian fuentes curativas. Estupendo.

- Bueno, volvemos? Alli al menos habian camas. - fue entonces cuando divisé a Sofía, junto con el otro Pendragon. Adael estaba….por alli a lo lejos junto a una roca gigante. - Sofía! Estais todos?

“No”

- Donde está Rosse? - no estaba con el grupo de Cath, ni con el de Sofía, entonces…?

“Igual ha ido a mear”


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Dame una curación buena!
Pos no pero te jodes porke ya me habian curao jum

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'Dado (20)' :

Bajé junto con V justo a tiempo para contemplar aquella curiosa escena, tanto la del “encendido “ del palacio de las hadas, como la curiosa escena. Así que aqui se habia estado escondiendo Rhaegar. Desmond…probablemente estuviera tambien. Probablemente hasta Altair.

Recordé la ultima vez que habia hablado con Rhaegar, fue para gritarle que detuviera ese ritual de sangre. Obvio que no me hizo ni caso y acabó como acabó. La despedida de Desmond tampoco fue mucho mejor.

“Estos LeFay me quitan años de vida”

Puse la mirada en blanco por unos instantes y refunfuñé algo. Con los heridos rumbo a las lagunas, y los demás haciendo las presentaciones…

- Descansad. Nos reuniremos todos aqui en un rato…tenemos mucho que hablar. - yo tenía que cerrar el boquete que tenía en el pecho, asi que con la informacion que nos habia dado ese patronus de Gwen, me encaminé hacia arriba.

Antes, cuando habia entrado en la habitacion , habia divisado una de esas “bañeras” naturales. El caso era que la habitacion estaba diferente, gracias a lo que habia pasado con Cath ahi abajo. Envié un mensaje a Lucio, pidiendole que trajera aqui a los demás, Sofia, Adael, Rosse… Y yo entré al cuarto, cerrando tras de mi, no sin antes dejar colgado en el manillar de la puerta exterior mi abrigo, pringado de sangre.

Caminé hacia la zona donde el agua salia naturalmente de las rocas de la pared y fluia hacia un pequeño estanque natural de roca. Suspiré, cansado, y me senté en el suelo. Dejé la espada junto a las cabezas cercenadas de las sacerdotisas, y empecé a desvestirme costosamente. Tenía la ropa pegada por culpa de la sangre que empezaba a hacer costra, y me dolían los huesos hasta decir basta. Lo dejé todo en el borde del pequeño estanque y alcé las cejas al darme cuenta que…habia jabon? Era cosa de la magia restaurativa de LeFay? Muy a mano nos venia….sí. Entré al estanque ya despojado de la ropa pero con las armas a mano, dejando el frasco con el viento púrpura tambien en el borde, al lado mio. El agua fue tiñendose de sangre rapidamente.

Respiré pausadamente, observando como algunas heridas empezaban a cerrarse muy despacio. Me sumergí hasta la clavícula, y cerré los ojos, dejando que las aguas mágicas siguieran trabajando mientras pensaba…

“Necesitaremos más fuerza si queremos plantar cara a todos estos enemigos…Jack, vas a tener que colaborar”
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Curacion

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'Dado (20)' :

“Wow, llego justo a tiempo para los fuegos artificiales”

Hm, sangre. Cómo no se me habia ocurrido antes? Parecía que le habian quitado el polvo a la estancia. Una mujer morena que no conocía se carcajeó de mi cuñado, ya solo por eso me cayó bien. Ladeé la cabeza porque Vishous tambien estaba por alli y….ah, la hermana rubia.

Entrecerré los ojos con una sonrisa de lo mas divertida cuando me apuntó a la garganta con una lanza hecha de sangre. Al tiempo que mi hermana blasfemaba.

- Presentaciones hechas, supongo . - dije al tiempo que tocaba la punta de la lanza, convirtiéndola en una serpiente que se dio la vuelta para enseñarle los colmillos a Shy antes de simplemente, volver a ser sangre normal para caer al suelo salpicando. Rodé los ojos cuando Cath se esmeró en no decir apellidos. - Sé quienes son, Catty. Ah…las runas…Desmond las leyó, luego le preguntas a él.

“A mi me trae frito con tanto investigar las vidrieras”

- Seguro? Hasta ahora, el más seguro que hemos encontrado. Hay muchas cosas. Cuantas preguntas mas vas a hacerme? No estas por desmayarte o algo? - le hice un gesto a Lucio en plan “si, llevatela por favor”. La que debía ser “Gwen” tenia un aspecto un tanto…reptiliano. Pero se lo pensó mejor y desconvocó la espada, acompañado de un saludo que…no devolví.

Con mi hermana fuera de escena, me levanté del trono y me puse frente a Wthyr, mirando al tipo cara a cara. Era alto, maldita sea. Ignoré sus dos primeras preguntas porque eran estúpidas y porque no me apetecia contestarle a eso, asi que solo guardé silencio mientras le hacia un exhaustivo examen visual que no intenté disimular. Acabé haciendo una mueca de hastío al oirlo maldecir a V y Lucio.

“Es igual de rancio que el chucho otro”

- Prácticamente todo lo que ocurrió en Ouroboros hasta el momento que los dos Sanguis se unieron y una extraña oscuridad vino a sacarme de mi estado fantasmal - me digné a responder a qué sabia del “mundo real” - Aunque este también es el mundo real. Es absolutamente real. Tanto que los muertos podemos volver a morir.

Me alejé de el mirándolo de soslayo.
- Si habeis venido aqui para pelear contra Charles, tengo que poneros al dia con algunas cosas que lo mismo no sabeis. Pero aqui aun falta gente y no quiero repetir lo mismo a cada uno que llegue. Reuniros antes. Voy a avisar al otro…seguro que se muere de ganas de ver por aqui a sus verdugos.

Mientras esperaba a que los mensajes que había enviado volvieran, decidió que mejor sí quería encender la fogata. Tenía la sensación de que debajo de tanta roca comenzaría a hacer frio, aunque no sabía si el día y la noche seguían funcionando en aquel lugar. Tal vez lo que tendría que hacer sería terminar lo que Cedric había iniciado. Se estaba apenas levantando cuando vio por fin a Cedric de pie y le sonrió.- Querido, ¿qué...- Detuvo su pregunta cuando sintió el abrazo, devolviéndoselo con tanto cariño como parecía que él se lo daba a ella. Con fuerza y emoción. ¿Por qué el abrazo? No lo sabía, pero ella se había preocupado por él y ese instante era valioso.

Dejó que la soltara y verlo irse a abrazar una piedra le dio la pista que necesitaba para saber que seguía bastante alucinado.- Cedric.- Le llamó un par de veces por su nombre mientras iba tras él, sonriendo al ver las letras y todo lo que el moreno iba por allí tocando. Podía ser muy peligroso el poder de Cedric en ese momento, pero de alguna manera creía que todo estaría bien. Se acercó a su lado, viendo el piso y luego a él con su semblante cambiado. Solo había una manera de tratar a alguien que estaba alucinando, y era... alucinar con él.- Cedric, ¿quieres dar un paseo? Podemos caminar un rato por las cuevas.- Y dicho aquello, lo tomó por el brazo y comenzó a andar muy lento, a ver si quería meterse al agua.

En esas estaba, tratando de convencerlo, cuando aparecieron todos muy cerca del agua. Si no hubiera estado esperándolos, quizás se habría asustado, pero ver a Lucio y Giordano jugando le dio una calidez en el pecho que hacía un rato no sentía.- Giordano, sí, estamos bien. Aunque hay una chica inconsciente y Cedric está alucinando un poco.- Mencionó con una sonrisa, caminando en dirección del grupo. También vio a Catherine, que se veía... más blanca de lo que ya era.- ¿Rosse? No ha llegado aquí, ¿venía delante de ustedes? ¿por la torre de cristal? - Preguntó. Si se había adelantado al grupo como la aventurera que era, no la había visto llegar, quizás no le faltaba tanto, sería cuestión de tiempo. Abrazó a Giordano con cuidado y le dejó un beso en la mejilla, mientras veía intranquila a Catherine.- ¿Qué ocurrió? - No le gustaba que la tocara la gente, pero no sabía dónde estaban sus heridas tampoco, así que no quería ir por ahí como siempre hacía y apresurarse a ayudarla, decidió darle su espacio pues ya debía ir más que abrumada.- ¿Cómo se encontraron ustedes? Creí que habían ido por caminos diferentes. ¿Dónde está Matvey? Me dijo que quería reunirse conmigo. Por cierto, nadie respondió mis mensajes...- Y esa última sonrisa mitad-malévola era para Lucio.

Ya que Lucio y Giordano le ignoraron, Freyja decidió que era buena idea mandarlos a comer mierda. Así que pasó de ellos, de V, del lío en la habitación pero apreció los cambios realizados. Miró apenas de soslayo a la Reina cuando se la llevaron preguntándose si al final sí que iba a ser reina de verdad.

Se humedeció los labios algo pensativa poco antes de que llegara el patronus de Gwen informando de las aguas curativas. Eso estaba bien. Decidió ir a investigar una de las puertas (la que había entrado V antes), entró observando que guardaba más o menos la misma estética que las demás e ingresó, cerró la puerta y empezó a desvestirse con un gesto de molestia por el cansancio. Shyvanna había hecho un excelente trabajo, como siempre, pero quería estar al 100% para lo que venía. Luego le pediría a Cedric que eliminara la sangre de sus ropajes.

En pelotas, porque tenía poca vergüenza, revisó un poco más la habitación pero luego acabó metida en la bañera dejando que el agua se encargara de hacer el trabajo final.



Habitación donde entró V antes

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'Dado (20)' :

El chapuzón de Giordano le hizo reírse y acabar mojado por toda el agua que le salpicó, pero al menos parecía que le había servido para despocharlo un poco más. Se encogió de hombros por su queja de ir mojado. - Pero era la idea, aguas curativas. ¿Te ha funcionado? - fue a echarle la mano para salir, aunque él pudo por sí mismo. - De acuerdo, regresemos. Que Vishous traiga a Catherine después. - desvió la mirada hacia donde estaba Sofía, alegrándose de verla sana y salva. Echó cuentas de los que había allí, cayendo también en que faltaba Rosse.

- Pero...creía que iba en vuestro grupo. No estaba en ninguno de los otros. No la vemos desde que entramos casi. ¿Nadie sabe dónde ha ido? tal vez probando con la red mental de Catherine...- quedarse solo en aquel lugar podía significar la muerte, que Charles y sus esbirros te echasen el guante. - Nos ha pasado de todo...pero ahora hemos encontrado un sitio seguro, voy a llevaros allí a todos - resumió a Sofía, ya habría tiempo para ponerse al día cuando estuviesen juntos. - Nos encontramos gracias a Freyja. - Tenía que reconocerle eso a la vikinga, los había salvado del lío de las sacerdotisas. Echó un vistazo al brazalete cuando le dijo lo de los mensajes, pues era cierto que no había visto los últimos.

- Bueeeno, no he podido mirarlo hasta ahora. No paraba de hacer sanaciones. Además, tú también tardaste en responderme. - sonaba un poco broma un poco reproche, pero lo soltó. Se puso a recolectar gente del lugar, incluido Cedric alucinando, Neftis y Adael. Después los puso en modo corro de la patata con ellos, Sofía y Gio, desapareciendo de la zona de aguas para regresar a la casa de las hadas.

Maldijo cuando la serpiente vino a su cara y se cubrió instantáneamente antes de ver cómo la sangre caía al piso. Este tipo... Miró a Wthyr con una ceja arqueada porque aparte de narices, maleducado y molesto también controlaba la sangre. Argh. Inspiró para luego dejar escapar el aire en un gesto absolutamente furioso por la poca información que estaba dando y cómo todos se iban. Ella también tenía que recibir un pequeño nudge de las cuevas. Y más de esas cuevas tan bonitas... Se quedó mirando el despliegue de magia y de colores con bastante más concentración pero la desaparición la trajo de vuelta.

"Claro, dejen a la curandera"

Puso los ojos en blanco con eso de que los "muertos pueden volver a morir" -Arghh, cry me a river- Expresó con desfachatez  mientras miraba a Gwen irse. Observó a Wthyr con aquello de "reuniros" en plan: Este tipo tiene los humitos subidos. Quizás era cosa de familia.

-¿Quién es el otro?- Se perdió momentáneamente para luego girarse hacia Wthyr -Si quieres le saco los ojos- Le dijo a su hermano al captar la mirada de soslayo que le había echado el pelinegro. Suspiró quedamente antes de señalar las escaleras -Voy a recargar...Ahora bajo- Subió las escaleras de dos en dos aunque aquello le sacó un pequeño gruñido. Vio un par de puertas pero entonces apreció el abrigo de Rasputín y se llevó la mano al pecho con...dudas. Muchas dudas. Sabía que aquello era una situación espinosa porque su propia reacción a Rasputín no dejaba de ser... complicada y contraria a lo que debería sentir pero no dejó pasar más tiempo. Si iban a estar en el mismo bando e iba a curarlo, tenían que estar en la misma página.

Con un movimiento de manos eliminó la sangre del abrigo y luego abrió la puerta, ingresando con la pieza de ropa. Adiós privacidad -Deberías estar muerto-  Tiró el abrigo en la cama mientras se acercaba a él,  se llevó las manos a las caderas antes de alzar suavemente el mentón -¿Por qué no lo estás?- Porque...Si era un hechizo, quizás podía repetirlo con sus hermanos y protegerles. Sin embargo, no pudo controlar su mirada que iba descendiendo paulatinamente de donde estaba la herida hacia abajo y abajo y abajo.

Por primera vez en mucho tiempo las mejillas de Shyvanna se colorearon cuando el calor le subió por todo el cuerpo, los ojos claros pasearon subiendo de nuevo y tomando en cuenta los brazos de Matvey que bien habría esperado fueran flácidos como muchos magos pero no...había músculo y tatuajes. Ya había sentido su fuerza cuando la había manteniendo en su sitio y le había leído la mente pero... Alzó la vista hacia los ojos de él y decidió mantener su mirada allí -Tengo un puto problema contigo. Y no es lo de la herida. Desde que te metiste en mi cabeza tengo una puta dicotomía. Por un lado quiero tu respeto y ahora cada vez que voy a hacer algo pienso una y otra vez, es un incordio. Por el otro quiero que me folles hasta me olvide todas las palabras que sé excepto tu nombre- Joder, qué bueno era sacárselo y decirlo en voz alta. Soltó una risa de satisfacción por poder quitarse ese peso de encima mientras se llevaba una mano al pecho -La de veces que me he masturbado con tus ojos en mente- Luego respiró profundo pensando muy bien en sus siguientes palabras. Se estiró un poco la camiseta y acomodó la armadura como si le molestara, que lo hacía porque todo su cuerpo se había despertado ante semejante imagen y su mente viajaba y volaba a cosas muy muy muy pecaminosas.

La verdad es que lo que salió de su boca no fue para nada lo que se supone que iba a preguntar. Avanzó hasta estar en la punta de la bañera y se agachó para mirarle -¿Por qué no estás muerto?-

Me dio igual que Sofia no me hiciera caso, abrazaba muy bien, y en seguida olvidé que era lo que tenía que hacer antes.

Las cuevas seguian moviendose, brillando y cantando. Las hadas y su coro celestial. Me quedé del lado de Sofía cuando llegaron nuevos entes de luz al lugar, y ladeé la cabeza mirando a V con...con una expresion intensa de mas, pero como si él a mi no me viese, de arriba abajo entero. Hasta me mordí los labios brevemente.

Ahora nos dabamos las manos y luego estabamos en otro sitio, pero V ya no estaba. Abrí la boca levemente al ver alli a mi hermano con otro que ignoré por el momento, fui a abrazar a Wthyr fuertemente. Lo espachurré y lo levanté un poco del suelo. Le quería mucho, tenía que decirselo. Le di unas palmaditas sobre el corazon y luego otras sobre el mio y lo miré, asentí, y volví a abrazarlo. Luego sonreí y me desprendí de él, no sin antes darle un beso en la mejilla, comenzando a pasearme felizmente por la estancia, mirandolo todo...el color...la música...el sonido brillando....extendí los brazos a ambos lados de mi cuerpo y comencé a girar mientras miraba hacia la vidriera de la cúpula.

-No me llames así- Espetó a Rhaegar con molestia pero la situación seguía regular, cada vez que hablaba sentía algo como un tirón. Decidió recostarse de Wthyr y no hablar, establecer un puente mental.

“He renovado un pacto…Hemos renovado un pacto”

Expresó con el ceño fruncido, aún no muy clara sobre qué hacer. Para su sorpresa Lucio se tomó atribuciones médicas y acabó en brazos del teniente que los llevó hasta la zona de las cuevas. Lo raro, muy raro, es que luego se devolvieron a su sitio y ella se quedó con el teniente Royden sola. La pálida piel que había visto Sofía se tornó rápidamente en un rojo intenso.

“¡¡¡¡WTHYR!!!!”

Todo su cuerpo se tensó inmediatamente como si le hubiese metido un palo, mantuvo la mirada en las lagunas antes de pedir algo en un susurro inaudible. Lo peor de aquello es que el teniente se inclinó para oírle y Catherine sintió que se le iba a salir el corazón del pecho, que el teniente iba a escucharla y que se iba a burlar de su reacción. De pronto, le dieron unas intensas ganas de llorar por toda la situación y fue sumamente consciente del aspecto horroroso que tenía. Nada que ver con Sofía.

“Wthyr…”

Lloriqueó mentalmente antes de que Vishous de pronto les desapareciera de nuevo al mismo sitio de antes donde Rhaegar parecía estarse retirando y Wthyr, gracias a quién sabía quién, estaba aún ahí. Los ojos de Catherine se dispararon hacia él con rapidez con cara de puro agobio. Murmuró un gracias por lo bajo mientras Vishous intentaba entregarla a Wthyr de vuelta, pero ella quería intentar caminar por mucho que le doliera.

Vishous se desapareció como le ordenó Lucio, con la descendiente Le Fay en brazos. Al llegar vio a Sofía y luego a Cedric que le miraba de una forma particular y V le guiñó un ojo en respuesta, acompañado de una sonrisa ladina. Reconocía el gesto en cualquier persona y, por él, adelante.

-No lo sé con exactitud. Pero están todos vivos…- Le aclaró para que se quedara tranquila y luego miró hacia los demás tras oír el patronus de la morena de los Pendragon. Se humedeció los labios debatiéndose en si dejar a la descendiente allí o ir con los demás. Sin embargo, en el momento en el que se quedaron solos notó cómo se tenso cual cuerda de violín.

“Prf. Si es que…”

-¿Qué?- Se inclinó para oírla decir algo pero al verla apartar el rostro supo bien qué tipo de mujer era esta. O le tenía miedo por su apariencia o le daba vergüenza su reacción hacia él. Por el sonrojo diría que lo segundo. Joder, si es que como iba podía montar una de sus orgías y recargar la energía y la moral del equipo. Aquello le hizo sonreír para sus adentros mientras se desaparecía de nuevo hacia el mismo sitio.

-Creo que estará más cómoda con vos- Expresó en tono sereno mientras se acercaba a Wthyr, pasándole a Catherine con un gesto sereno antes de ir hacia Cedric directamente, no Sofía. Le cogió del codo y lo giró hacia él, apartándolo un poco del grupo para hablar en voz baja -Si quieres actuar sobre eso que estás pensando, nuestra puerta estará abierta esta noche- Le miró a los ojos esperando que captara la sutileza de su mensaje pero…Esas pupilas -¿Estás bien?- Buscó con la mirada a Sofía con un gesto interrogante en el rostro.

Me incliné un poco hacia delante, bajando la mirada para ver la herida del pecho que para nada se había cerrado todavía. Agarré la pastilla de jabon y la pasé por los antebrazos. Era...oportuno haber encontrado este lugar. Despues observé las cabezas cercenadas. ¿Podría sacarles información sobre el paradero de los huesos de Arturo o de Charles? Los de Arturo...lo dudaba. ¿A donde habría ido Morgana?

Alcé la mirada cuando oi la puerta del cuarto abrirse. Era Shyvanna. Con mi abrigo...libre de sangre? Seguí la dirección del mismo unos instantes cuando lo tiró a mi cama, antes de volver a posar mis ojos en ella. Parecía ofuscada. Me extrañaba que me hubiera venido a buscar en privado, pero una parte de mi me sugería que...su curación le había generado dudas. Era inevitable.

Apoyé los codos sobre el borde de la piscina, escuchando su reclamacion sobre por qué no estaba muerto.
- Es una amenaza o una promesa? - le respondí. Quizá fue por mi posición. No me había sobresaltado o tensado en lo más minimo por su presencia o mirada, aunque estuviese desnudo en unas aguas que tampoco ocultaban mucho...pero..podía reconocer esas señales de su rostro en cualquiera.

Lo que me extrañaba era verlas en el rostro de Shyvanna Pendragon. Al mirarme a mi. Hasta ahora habia interpretado su incomodidad como ...mierdo. El caso es que sus palabras fueron directas y nada sutiles.

Guardé silencio mientras hablaba, recordando todo lo que había aprendido de ella en Giza. Sus temores, su sentimiento de inferioridad, su dañada autoestima, su incapacidad para hacer amigos, la realización de que cualquier persona vinculada a ella estaba destinada a morir, el dolor de los ritos de sanación, su entrenamiento y el actual dolor, la voz de su abuela con sus repetitivas frases, la de Freyja y Darren anunciando su compromiso y cómo había descubierto la forma de escapar de todo con sus numerosas parejas. Los recuerdos superficiales y la culpa que sentía por haber generado la rebelión del Sanguis Ligno y haber destruido Ávalon. Recordé aquella hipnosis que comencé sobre ella. Las palabras que le susurré.

" De ahora en adelante cuando sientas que vas a estallar por celos o envidia  y a dañar a alguna persona inocente…recordaras este lugar , esta oscuridad, y estas palabras. Y te lo pensarás diez veces antes de seguir. Porque puedes sentir el dolor que causas."

- Un curioso efecto el que te causo, entonces. - le reconocí. - Nada de lo que debas avergonzarte. Pero tus explosiones de ira han estado más controladas. Has podido luchar del lado de Freyja sin que los celos te hagan volverte loca. Usé la hipnosis contigo pero eso de ningun modo es un tipo de control mental. Es un simple condicionamiento que segun la voluntad o deseo del sujeto para cumplirlo o no podia ser mas o menos efectivo. Además...ni si quiera pude terminar de hipnotizarte como se debe. No terminé el trance. Así que eso me indica que ese autocontrol ha sido todo mérito tuyo...

"un gran avance, me siento hasta orgulloso"

- Claro que es un incordio. Se trata de vivir con el dolor que causas o puedes causar. - avanzó hacia el borde y se agachó para mirarme. Sobre esos pensamientos pecaminosos...probablemente estuviera buscando el sexo como huida física a la sensación de malestar que yo le causaba.  - Te resulta incómodo querer mi respeto y por eso piensas que si follasemos podrías huir de esa incomodidad.

Ah, pero no se olvidó del otro tema. Habia esperado que lo hiciese. No iba a irse sin respuesta asi que podía jugar con la verdad un poco. Me movi despacio hasta llegar al mismo borde en el que estaba ella, aun notando las heridas tirarme despues de enfriar los musculos. La herida continuaba cerrándose lentamente. Las aguas curativas colaboraban pero muy lentamente y me apoyé frente a ella con los antebrazos, el pecho visible.

- Magia negra.  A partir de ahora, procura no absorber mis heridas.

"no había contado con su sistema de sanación."

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1d20 sanasió

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'Dado (20)' :

El que nadie hubiera visto a Rosse en un rato le pareció de lo más extraño. Temía por ella, ciertamente. Por más que trataba de recordar, no podía ubicar la última vez que la había visto. Había entrado, sí, pero no recordaba más. La red mental le tuvo un poco más tranquila. Eso podría ayudarles a encontrarla. Al final, antes de irse con Lucio, le sacó la lengua por la broma y recogió sus pociones y el agua que había recogido de la laguna. A alguien le serviría, supuso.

Cuando aparecieron debajo de la vidriera, tan cerca del trono, algo cambió. Se sentía como si hubiera abierto una ventana en una habitación muy calurosa. El aire se sentía distinto. La majestuosa vibra de aquella estancia era como estar al mismo tiempo entre el mundo espiritual y el terrenal. Luces cálidas y frías. No se dio cuenta cuando, pero empezó a caminar despacio alrededor del trono, mirando con demasiado interés y detalle todo lo que tenía justo arriba. Cada detalle hermoso, grabados exquisitos, runas bellamente adornadas. Se detuvo por un momento debajo de la dama de la tierra y sonrió. Se fijó entonces en los grabados, orillándose para ver mejor la inscripción. Cuando leyó las que seguían a su lado, entendió un poco más las cosas.- Ya veo...-Reconoció las festividades.- Qué hermoso.- Se quedó por un instante debajo de la dama de la Tierra, sintiendo una peculiar admiración. Para cuando bajó el rostro, había vuelto al lado de sus compañeros.- ¿Qué es este lugar, Lucio? ¿Estamos debajo de las cuevas?

Miró alrededor, encontrando a Vishous inspeccionando a Cedric. Ah, se había dado cuenta... Soltó un suave suspiro.- Está... hmmm… ¿drogado? Debe estar alucinando. Tocó una planta que no debía, ya se le pasará.- Era alto, quizás no tardaría tanto como se suponía. Buscó entre los presentes, Matvey no estaba y aunque veía gente por todos lados, no tenía muchas ganas de ir a buscarlo o de explorar. También estaba Wthyr, a ver si no le echaba bronca por su hermano.

Dado de ver la vidriera.

El miembro 'Sofía Dioscórides' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :