Cuevas encantadas de Ávalon

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'Dado (20)' :

Nada más llegar a las cuevas, siguió de manera instintiva a su esposo. Se sacó de encima el bolso que había hecho para guardar el agua, y también el abrigo blanco que llevaba. Iba manchado de sangre y no quería que V lo viera y empezara a preocuparse por ella. El vestido debajo era de un color oscuro, con lo que se disimularía mejor todo. Entró al agua por completo, arrodillándose para sumergirse en ella y rendirse a sus poderes. Debajo de la superficie se permitió su momento de fragilidad y vulnerabilidad. Ahí se permitió orar por ella, pero sobre todo por los que la acompañaban. Había visto a Cedric caer derrotado y a V demasiado herido. Pidió por ellos y se permitió relajarse en la hermosa energía de la cueva. Tenía miedo, tenía ese miedo de que en cualquier instante el resto de los soldados llegarían a maltratarles. Todo el proceso que los había llevado hasta ahí había sido hermoso. La creación del árbol, de su semilla, el ritual del portal. Todo. Y ahora solo sentía dolor en el hombro y las costillas.

Emergió del agua tras un rato y echó una mirada a Cedric y otra a V. Se sentó donde pudo, quedando sumergida hasta la barbilla. Se sentía culpable de haberse dejado lastimar después de haber rogado a V que dejara de protegerla. Él había hecho, claramente, un mucho mejor trabajo defendiéndola que el que ella había podido hacer por sí misma. Y aquello la hacía sentir mal a pesar de la tranquilidad que le daba la cueva. Habló muy despacio y en voz muy baja, tratando de no molestar mucho la tranquilidad de su esposo.- ¿Crees que haya otra salida de las cuevas? En... En las cuevas que se hacen bajo el suelo de los bosques siempre hay más de una. Esta no parece haber sido hecha con magia... sino... de manera más natural.

El calor reconfortante de la laguna la envolvió, pero esta vez el proceso fue diferente. Las luces mágicas intentaron arremolinarse a su alrededor, pero su brillo era apagado y su movimiento lento. Los sonidos mágicos, en lugar de los susurros vibrantes de antes, eran apenas perceptibles, como un eco distante.

La energía de la laguna parecía haberse drenado en gran parte por la curación previa de Cedric y V. Las aguas trataban de penetrar en las heridas de Sofía, pero el proceso era mucho más lento y menos efectivo. Las luces mágicas, que antes habían brillado intensamente en los puntos más heridos, ahora apenas emitían un resplandor tenue, luchando por concentrarse en sus heridas.

Sentía cómo las aguas intentaban restaurar su salud, pero la energía no era suficiente. Las heridas se cerraban lentamente, los músculos se reconstruían con esfuerzo, y las fracturas parecían resistirse a la magia. Las aguas de la laguna, drenadas de su energía curativa, no habían podido completar el proceso de sanación.

Casi todas las heridas de Sofía no han sido curadas.

dado de rapidez de recuperación

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'Dado (20)' :

Eso más que aguas curativas resultaron ser aguas milagrosas. Mis pulmones volvieron a llenarse de aire, cuando dejaron de estar colapsados, desgarrados y perforados por las costillas. El corazón volvió a bombear sangre. Gracias a la rapidez de V también, lo que podría haber sido definitivo....quedaría solo como un mal recuerdo. Las quemaduras que habian dejado la piel y la ropa pegadas entre si, derretida en algunas partes, sanaron...y milagrosamente los pedazos perdidos de las extremidades volvieron a unirse, fusionandose de nuevo por los lados correctos. Aun quedarían cortes y enormes moratones en las zonas del cuerpo que habian sido partidas en pedacitos, sí. Pero qué menos. Las cicatrices formaban un curioso patrón ahora en todas esas partes del cuerpo quebradas al quedar congeladas como el hielo, como si se hubiera reparado un jarron roto en añicos.

Mi respiración se habia tornado lenta y profunda, pero tranquila. Sin embargo, conforme recobraba la consciencia, en cuestion de segundos...se volvió agitada. Por desgracia los efectos secundarios de haber desatado aquel poder no era algo que los manantiales hubieran podido curar o eliminar.

Abri los ojos y parpadeé. No sabía donde me encontraba, ni reconocía a quien tenía tras de mi sujetandome. Mi mente me decía que debía ser un enemigo. Había caido en batalla, eso lo recordaba. Debía ser presa del Sanguis ahora mismo. Forcejeé por librarme de él, buscando girarme para quedar frente a frente. Apreté uno de los puños que liberé, pues con el otro trataba de buscar el cuello, y fue a golpearlo pero no en la cara, si no en el pecho, y no solo con el puño, si no que a medida que cargaba y lanzaba dicho puñetazo, de entre los nudillos surgieron unas cuchillas de sangre que habia solidificado dentro de la mano. Realmente la intencion era mas acuchillar que otra cosa, y luego huir.

Cerro los ojos, se permitió un momento de tranquilidad, un ápice mientras las aguas curativas recorrían su cuerpo sanando cada una de las heridas que había allí. Sinceramente, no supo cuanto tiempo pasó pero hacía años que no se sentía tan calmo y tranquilo. Siempre había algo bullendo en su interior.

La voz de Sofía le sacó de su trance y giró levemente la vista hacia ella revisando con la mirada su estado y después miró a su alrededor -No lo sé… Sofía…¿Estás herida? - Sabía que su mujer no tenía experiencia en misiones, tampoco en batalla pero sabía que tenía lógica y que adoraba a sus compañeros del Consejo. Al menos eso creía porque una cosa era predicar con palabras y otra las acciones y hechos -¿Dónde está el descendiente Cohen?- Inquirió y arqueó una ceja -¿Ha muerto?… ¿Lo has dejado atrás?- preguntó lo segundo con una evidente sorpresa.

Sin embargo, no pudo atender a la respuesta de Sofía porque Cedric empezó a removerse, lo dejó libre porque de todos los escenarios habidos y por haber no esperó su siguiente movimiento. Trauma. Era familiar con eso… en alguna que otra misión lo había presenciado. Bloqueó la mano que iba hacia su cuello con agilidad, cogiéndolo de la muñeca e inmovilizándole pero llego tarde al golpe dirigido a su pecho. Las cuchillas se consiguieron con la cota pero el golpe aún así le robó el aliento y alguna filosa cuchilla traspaso entre los huecos de la cota generando que gruñera -Cedric- Dijo en voz baja y ronca observándolo con intensidad.

Para ser sinceros, no pensó demasiado. V era mucho de impulsos. Y se había quedado con la mosca detrás de la oreja desde que había oído sus secretos en la cueva. Tomó un ligero impulso para atraerlo hacia sí e ignorando que aquello podría ser contraproducente se echó encima de Cedric con el objetivo de hacerle perder el equilibrio y que cayeran juntos en el agua. Confiaba en que las aguas curativas le ayudasen, no solo por sus dotes sino porque sus sentidos se verían más que sobrepasados,

Igual no era solo por eso, Cedric necesitaba recordar a quién demonios había golpeado. No había ni ciencia ni un mínimo conocimiento médico. Era otra cosa lo que gobernaba su cerebro cuando soltó las manos del Pendragon, le cogió del rostro con la intención de besarlo y recordarle exactamente donde y con quien estaba.

Era muy grande el contraste entre el enorme desafío que había en el Bosque Darwin y la calma de las cuevas. Al aparecer allí, el joven maestro respiraba agitado por la batalla y las gotas de lluvia se mezclaban con la brillante sangre de la bruja inconsciente, había abusado del don de la magia y el cansancio físico llegaría en cuanto la adrenalina bajara. Aunque sea, un corto descanso le haría bien y recuperaría la energía.

-Aquí estoy, fresco como una lechuga.- Respondió a la pregunta del teniente porque era verdad, comparado con el resto era el que más completo estaba. -Aproveché para derribar a un soldado más.- En su mente aún se preguntaba quién era ese mago que podía controlar todos los elementos mientras se acercaba al grupo. De repente Cedric despertó muy alterado y él y Vishous comenzaron a pelear lo que derivó en… un beso? En silencio, posó sus ojos en Sofía tenso y confundido, como buscando una explicación.

Cambió de rumbo y optó por un pozo de agua cercano que no estuviera ocupado para no interrumpir lo que sea que estuviera pasando. Se metió con todo lo puesto en el apacible pozo de agua abriéndose paso hasta que el nivel del agua le llegó a la altura de la cintura. Se sentía raro perturbar la quietud del lugar pero de todas formas se adentró más dejando que el cuerpo de la peliblanca flotara en la superficie de la laguna y la sostuvo para que no se hundiera. Él solo tenía un moretón por un ataque de luz que lo golpeó en la pierna.

Esperó unos momentos y dejó a la mujer en la orilla para que siga en contacto con el agua mientras él salía y se secaba con la magia elementarista. Fue hacia la entrada de la cueva activando el camuflaje del traje especial para elementaristas del aire, volvió sobre sus pasos borrando las huellas hechas en el suelo de piedra y levantó una pared de roca hasta el techo guiándose por el borde del pozo de agua en el que estaban, así los que seguían las huellas sabrían que entraron en las cuevas pero dentro no les sería tan fácil saber a dónde habían ido y si algún enemigo entraba a las cuevas, en principio no los vería y podría caminar entre los anteriores pozos. Si tapaba la entrada de la cueva podría ser muy obvio. Siempre había cierta dificultad en manejar la roca ya que era más dura que la tierra entonces había que hacer movimientos más tensos.

Con el camuflaje desactivado tecleó un mensaje en el Brazalete Comunicador: Nos retiramos del Bosque Darwin porque nos superaban por mucho en número y la mayoría de nosotros tenía heridas muy serias. El que pase por el bosque tiene que estar preparado para enfrentarse a muchos y poderosos enemigos. Nos fuimos al oeste del Bosque Darwin, donde están las cuevas con aguas curativas y tapé el pasaje en el que nos encontramos con una pared de piedra así que avisen si vienen y cuando llegan para que les deje pasar. A eso le agregó las indicaciones para caminar por las cuevas y llegar hasta la correcta pared de piedra. Luego se acercó a Sofía. -¿Quieres que te ayude?- Le preguntó viendo que se encontraba físicamente herida (tal vez también tenía heridos los sentimientos), no era un experto sanador pero algo sabía hacer.

PS: 148
Rubí de Akkad 5/5

Alcanzó a ver, por debajo del agua, las bonitas luces que se arremolinaban a su alrededor. Sentía que el proceso iba lento, pero quizás aquello era lo que necesitaba. Sentir aquel dolor tan atenazante que no la dejaba levantarse, aunque ya lo había intentado.

Huyendo del regaño de V, giró el rostro cuando le preguntó si estaba herida. Metió la cabeza de nuevo en el agua porque estaba tratando de no llorar. Cuando la levantó de nuevo tuvo que contestar.- Un poco...- Susurró para que la voz no se le quebrara. Al menos lo había logrado. Lo que no esperaba... era la sensación asfixiante que se sentó en su pecho con la siguiente pregunta.- ¿Adael? - Caer en cuenta de que lo había dejado atrás la hizo tratar de levantarse con rapidez para volver por él, pero el dolor de las costillas la detuvo exactamente en su lugar.- ¿Yo tenía que...? Voy por él. Estaba...- Estaba a punto de irse cuando el ataque de Cedric lo alcanzó. Gritó su nombre un par de veces mientras V se encargaba. Tenía que... ¡hacer algo! Aunque un par de momentos después, su esposo se impuso en la batalla con... con aquel movimiento peculiar que la dejó estupefacta y de pie en su sitio. Sorpresa era lo que sintió al primer instante. Pero luego emergieron los celos. Pero eran celos extraños. Celaba a V... pero de cierto modo también a Cedric. Y a la vez, había entendido perfectamente que la intención era hacerle frente a la situación mental de Cedric con algo que contrastase tanto que lo centrara en el presente. Y a la vez también tenía cierto rencor porque V no quería a Cedric hasta hacía poco, incluso le había advertido de él antes de intentar separar el grupo en el bosque de Darwin ESE MISMO DÍA y había acabado besándolo. Primero. Que. Ella. Y también tenía mucho dolor de las heridas, su esposo ya se había enojado con ella antes por sus secretos y por dejar atrás a Adael. Y también, de un cierto modo muy extraño, se sentía irremediablemente atraída y embelesada por la escena. Les echó agua con la mano y luego se giró para poder dejar que sus sentimientos vibraran a gusto dentro de su cuerpo. Tenía demasiado que procesar, tanto que apenas y supo que Adael había vuelto hasta que lo tuvo cerca.

Verlo ahí parado, acercándose para ayudarle fue lo que la gota que derramó el vaso. A pesar del dolor que tenía, caminó con dificultad por el agua, dejando que algunas lágrimas cayeran por su rostro.- Lo siento, no debí dejarte. Lo siento tanto. Lo siento.- Trató de llorar tranquila para no molestar la cueva y tampoco a los presentes. A pesar de que podía verse como una debilidad, aquellos pocos instantes donde se había permitido quebrarse le habían calmado tanto el alma que comenzaba a poder controlarse de nueva cuenta, y a sentir el dolor de manera distinta.

No, no habia salido tan bien como habia plandeado, el enemigo que tenía delante era más fuerte de lo esperado. Lo miré sin verlo, sin reconocerlo, en cualquier caso su rostro era mas una mancha borrosa y el sonido de la voz tampoco me dijo mucho, aun cuando habló para pronunciar mi nombre. Me había sujetado las dos manos asi que tendría que....

... Alterar el pulso. Sangre. Instantes después estaba llevándome un chapuzón en el agua, con el otro encima. Forcejeé intentando buscar su pulso, centrarme en su torrente sanguíneo para anularle unos segundos el flujo de sangre a la cabeza y provocar un desmayo. Pero quedó en un amago de ataque, quizá como mucho sintiera un leve mareo repentino porque...perdí la concentración en alterar el circular de su sangre tan pronto como su proximo ataque resultó ser un beso. Contuve el aire porque, además, aun estábamos cubiertos por el agua...pero...sobre todo por la sorpresa. Porque quizá hasta se me olvidó como se respiraba. Me di cuenta que tenía que dejar de pelear, recordé por qué no debía pelear ASÍ, y sobre todo....me di cuenta también de a quien había intentado atacar, cosa curiosa sobre todo ahora que no se le distinguía muy bien la cara bajo el agua.

Dejé de forcejear a los pocos instantes.

"...¿Vishous?"

Me embargó un enorme sentimiento de vergüenza, lo de la torre de cristal primero, ahora esto... ¿Qué había...? Por qué no lo habia reconocido antes? Qué demonios me habia pasado por la cabeza? Recordaba haber gritado, la onda expansiva y luego nada.

"...es que no va a parar?"

Realmente no llegaría a los diez segundos, pero el tiempo se me expandió de modo extraño. Mis manos se aferraron a sus brazos. Por unos momentos, hasta correspondí a su beso. Porque era...algo nuevo. Algo anhelado, bueno, que se sentía bien. Y que acallaba otros ruidos en mi cabeza. Y de pronto, claridad absoluta. ¿¡Qué estaba haciendo!?

Con un esfuerzo puse las manos sobre el pecho de V, e hice fuerza hacia arriba para inclinarme y salir del agua, separándolo de mi. Lo vi a la cara finalmente, ahora ya no veía borroso y distinguia las facciones de un...un aliado...de manera perfecta. Intentaba controlar mi respiración, que se habia vuelto rapida. Inspiraciones por la nariz, con esfuerzo. Por el calor que sentía en la cara, juzgué que mi propia sangre me estaba jugando una mala pasada. Bueno, su técnica habia funcionado.

No sé que me ha pasado. Lo siento.

Saqué una mano del agua para formar las letras, cuyo trazo era bastante irregular ahora mismo. Las desvanecí de un manotazo y me aparté el pelo de la cara. Miré alrededor. Sofía, Adael...estaban afuera de la laguna y Neftis reposaba en la orilla, inconsciente todavía. Pasé los ojos al pecho de V para comprobar si había provocado heridas serias, pero...no lo parecia. Bien. Me levanté, con un poco de inestabilidad al principio, para salir de alli, y de paso ocultar mi rostro de vergüenza, así que me dirigí al lado contrario al que se encontraban los Descendientes, cruzando el agua.

"al menos hemos salido todos con vida de ahi...."

Cuando Sofía se vio tan sorprendida hizo un gesto de confusión. Quizás no había sido del todo claro. Era el líder y había fallado. Adael sin embargo estaba allí y traía a otra mujer inconsciente. Completa parecía. No pido preguntar porque ese fue el momento que Cedric usó para atacarlo pero V supo cómo lidiar con ello.

En el agua no se dio cuenta de la reacción de los demás, que, tampoco le importaban porque V solía vivir en el momento así que cuando Cedric le respondió no dudó en explotar su labios con curiosidad pero también un creciente deseo que no había reconocido hasta ahora. Tal vez es porque hace mucho que no estaba con un hombre.

Aquello duró poco, lo hizo apartarse mientras él se incorporaba avergonzado. V por su parte se relamía los labios con todo el descaro del mundo viendo su sonrojo -Tu cerebro estaba en el combate aún. No te agobies- Le dijo con tranquilidad antes de girarse hacia Sofía pidiéndole disculpas a Adael, fue hasta ella y le pasó el brazo por los hombros antes de hacerlo por las rodillas -Me encargo yo- Respondió al Descendiente antes de apartarse hacia una parte de las cuevas solo un poco más alejada.

-Estás herida…- ¿Por qué las aguas no habían reaccionado? Le pasó la piedra para que la sostuviera contra su pecho y empezó a buscar el díctamo que había querido darle -¿Le rezaste a Gaia o a quien corresponda cuando entraste al agua? - Inquirió justo antes de encontrar la opción y pasársela -La piedra va a perder poder en poco- Le explicó antes de asegurarse que la bebiera.

Pensó un poco, sabía que no era muy sutil o delicado pero debía hacerse oír. Se inclinó hacia ella y pasó la mano por su cabellera para atraerla a su pecho. De esa forma sus labios estaban mejor posicionados para hablarle en susurros -No te protejo porque no sepas hacerlo, te protejo porque es mi deber como soldado y mi deber como esposo. Te protejo porque así me enseñaron a vivir y porque lo hago con gusto. Prefiero soportar el dolor de mil heridas que verte llorar por un corte. Así que la próxima vez que me digas que deje de protegerte te voy a subir las faldas y te voy a follar delante del puto enemigo, Sofía. No me digas qué hacer cuando nunca has estado en más de dos o tres batallas en tu vida-

Y hablando de eso… Dejó un beso en la sien de la pelirroja para luego levantarse y volver un poco al grupo -Oidme de una vez- Su voz había pasado de grave y firme con Sofía profunda y molesta en un escaso segundo -Cedric. Todo lo que has leído de tus libros no se compara con la experiencia de batalla que tengo yo. Sofia, Adael. Os admiro como descendientes pero de todo el Consejo sois los que menos experiencia poseéis. LA PRÓXIMA VEZ QUE YO DIGA RETIRADA. NO ACEPTO UN NO COMO RESPUESTA. Nadie deja a nadie sin compañero. NADIE QUEDA QTRAS.NADIE QUEDS SOLO-Gritó como el que grita a su propio pelotón -Tu estabas hecho pedazos, literalmente. Tu has vuelto en una pieza porque Gaia te quiere. Tú…bueno…- Miró a Adael un poco confundido -Tu ha estado bastante bien. Y esta mujer no estoy muy seguro de dónde ha salido- Dijo bajando brevemente el tono.

-Si algo he aprendido de pegarme contra los Pendragon es que DONDE HAY UN DRAGÓN, HAY DOS O MÁS. Nuestro enemigo tiene a su disposición cementerios enteros de GUARDIAS, FAMILIARES Y DESCENDIENTES- Sí, se había percatado de aquel que había usado poderes similares a Adael y apenas un atisbo del de Sofía -No es de cobardes replegarse cuando la situación es una condena de muerte. Tenerlo en maldita cuenta-

Esperaba que el resto de los grupos tuviera a alguien con ALGO de cabeza u experiencia militar. Se volvió un poco hacia Adael -¿Cuál es su status? ¿El agua hace efecto? - Empezaba a sospechar que tenía que recargarse de energía pero quería comprobarlo. Mientras esperaba la respuesta se fue hacia Sofía -Descansad y quien esté conectado con la Descendiente informarle nuestro status y la necesidad de replegarnos. Necesitamos más información y un plan a seguir. También hay que alzar un campamento para pasar la noche y este es el lugar más seguro, o eso parece. Oigo sugerencias- Volvió a coger a Sofía con suavidad, atrayéndola a su pecho mientras se iba metiendo en las aguas murmurando permisos y peticiones a quien le oyera para que la cuidara. Dejó que el agua la cubriera toda -Y alguien tiene que montar guardia en la entrada. En cuanto Sofia esté bien iré yo-

Grupo que llega de los templos:

El espacio se abre ante ellos y es enorme. Una serie de cuevas con piedras brillantes y luces tintineantes les da la bienvenida. Bueno...esas rocas brillantes parecen estar solamente en un lado de la cueva mientras que el otro... las paredes más próximas a ellos son de un negro profundo y se encuentran llenas de marcas de arañazos gigantes.

A su izquierda el túnel de cuevas continúa y a su derecha pueden observar la luz que veían desde el túnel.

Se trata de un gran agujero en la roca, de un tamaño colosal. Si se asoman frente a ellos solamente verán vacío absoluto. El cielo rojo de las islas les saluda. Y a los pies... no hay escaleras, nada. La roca termina ahí. Una gran bruma espesa varios metros más abajo les impide ver nada más.



Nota: Los dos grupos se encuentran en espacios totalmente diferentes. Hasta que no postee admin que se encuentran o se escuchan NO es posible la interacción de ese modo


Adael y Neftis se curan medianamente rápido. Pueden pasar unas horas hasta recuperarse del todo.

Dados rapidez curación

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'Dado (20)' :

Los remordimientos por haber dejado atrás a Lake le pesaban a cada paso, pero ya no podían volver atrás. Lo último que alcanzó a ver fueron las raíces engulléndola, probablemente para seguir utilizándola. Ya no podría intentar huir, y tampoco sabía cómo iba a funcionar la maldición de Catherine en oposición al Sanguis. Se mantuvo callado y con el gesto serio durante el trayecto hacia la nueva zona, todavía llevando a Shyvanna desmayada en brazos.

No prestó demasiada atención al sitio en el que estaban entrando, pero sí lo suficiente para saber que era peligroso con el abismo que se abría ante ellos. En un momento dado escuchó pasos de alguien que los seguía, así que se giró hacia Matvey para que cogiera a su hermana sin mediar palabra ni darle muchas explicaciones. Que no se quejase, que esta vez era por un buen motivo y no para secuestrarla.

Retrocedió unos pasos para encararse con el soldado, abalanzándose sobre para golpearlo e inmovilizarlo. No tardó mucho en hacerse con él, alzándolo sobre su cabeza para acercarse a la zona del abismo. Lo arrojó desde allí, tanto para deshacerse del soldado como para que le diese alguna pista de si había algo más debajo, o de la profundidad de aquello al escucharlo caer o dejar de escuchar el grito. Pensó que no quedaba ninguno más, pero otros cuatro le seguían de cerca. Gruñó con fastidio, concentrando la sangre que había perdido por las heridas en una lanza de sangre que se formó en la palma de su mano. Después la dividió en cuatro proyectiles, lanzándolas contra los soldados. Tres de ellas acertaron en el objetivo, pero la cuarta erró.  

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5 putos soldados erradicación?

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Maldijo interiormente cuando vio que había herido a Wthyr, y cuando estuvo a su lado, lo revisó visualmente y luego le preguntó mentalmente si estaba bien, conectando sólo con él, para tener privacidad. Luego abrió las comunicaciones para todos de nuevo. Tras ello miró hacia su enemiga y la imagen le resultó grotesca y, en el fondo, le dio un poco de pena semejante muerte. Porque eso parecía que sucedería.

Se mantuvo en silencio, leyendo muy bien el lenguaje corporal de Wthy. Pese a todo, era su hermana. Tuvo un pequeño deja vu de su último encuentro con Desmond y se le revolvió el estómago. Se fijó en que Shyvanna se veía en mal estado y aunque los sangrados habían parado, la verdad es que la veía más pálida de lo habitual -¿No debería estarse recuperando? - Inquirió en voz muy baja mientras caminaba al lado de Wthy, preocupada de que perdiera otra hermana.

El lugar en el que estaban era…inmenso. Notó los rasguños en las paredes y luego el increíble vacío, sintiendo un poco de vértigo al contemplar la caída. Las alas de dragón vendrían bien ahora… Aquello le dio una idea -Esta es la entrada de los dragones…- Señaló hacia los rasguños con curiosidad -¿Enojados?- Inquirió con el ceño fruncido.

Sin embargo, tuvieron que enfrentarse nuevamente a los soldados y Catherine se giró al mismo tiempo que Wthyr pero… Joder… Nunca pensó que, de todas las cosas que lo había visto hacer, semejante violencia fuera algo que…despertara otros instintos. Lo siguió con la mirada, grabando cada detalle, porque sabía que en un futuro…lo pintaría. Al ver que uno de los soldados quedaba en pie, Catherine movió con brusquedad una mano lanzando un lazo de oscuridad en forma de guadaña hacia su cuello. Decapitarlo era buena opción. A él y a todos. Y estaba mejorando en ese movimiento. De momento, no le había pegado a Wthyr.

Tras ello observó el otro pasillo y movió la cabeza hacia allí, hacia las rocas brillantes. Parecía algo … no lo sabía con exactitud, pero le daba mejor espina que el vacío -Busquemos un sitio para curar a Shyvanna. Algo está deteniendo sus poderes- Murmuró y señaló hacia su abdomen, preguntándose si eso que le atravesaba de lado a lado era algún tipo de roca mágica o sólo…roca.

“Adael…¿Se puede hacer una estaca de roca? Con tus poderes me refiero... E imbuirla con poder”.


Dado contra soldados.
Dado de percepción

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (20)' :

Observé, manteniendome al margen en todo momento, el asunto con Lake Pendragon. Curiosamente, no me inspiró ninguna clase de emoción. Curiosamente? No...por qué debería ser curioso? La compasión no era mi fuerte, como tampoco lo era regodearme del mal ajeno.

Sí que cargué a la rubia Pendragon sin replicar cuando Wthyr me la encargó, dejandolo a él y a Catherine encargarse de aquellos que habian decidido que era buena idea perseguirnos. Cargué a Shyvanna con ambos brazos, tras envainar mi espada, permitiéndome mirarla un momento mientras estaba inconsciente.

"Parece incluso normal..."

Alcé mi vista después al resto del panorama.
- Donde estamos? Parece que aquí la senda vuelve a bifurcarse en dos posibles caminos...las cuevas de los cristales brillantes, prometedor. O el inmenso agujero de dragones enfadados, con una caida a un abismo desconocido. Tambien prometedor.

Las preocupaciones de Cath me hicieron mirar la herida de Shyvanna. No parecía nada especial mas alla de una piedra. Justo entonces, llegó el patronus de la vikinga, que se plantó delante de Wthyr.

Antesala templos, problemas, raíces, sacerdotisas

- Me adelantaré, si la cosa es mas seria de lo que parece os abriré un portal para que me apoyéis. - dejé a Shyvanna con cuidado en el suelo, la espalda apoyada contra la pared. - Deberiais vendarle alrededor de la estaca y cuando la arranquéis, detener inmediatamente la hemorragia. Será fuerte.

Dicho eso me desaparecí de alli, rumbo al lugar en el que habiamos coincidido con Freyja en la batalla contra los dragones.

El fallo eliminando al último soldado fue solucionado rápidamente por Catherine y su guadaña de sombras, dejando tras de sí una cabeza rodante. Esta vez su puntería había sido certera, una violencia eficaz. Wthyr se volvió hacia ella con un gesto de aprobación y respeto, pue sabía que trabajando en equipo podían ser letales. Regresó hacia donde estaba Matvey con Shyvanna, observando con preocupación la herida del abdomen de su hermana. Tenían que sacarle lo que se le había quedado clavado, y esa zona con marcas de garra de dragón no parecía el mejor sitio para hacerlo. Miró alrededor valorando las opciones a seguir, aunque una parte de él quería retroceder al lugar del que venían...

- La ruta de los cristales brillantes me recuerda bastante a la zona de las cuevas encantadas. Supongo que recuerdas cuando las exploramos, cuando llegamos al lago... - parecía que había pasado una eternidad desde entonces, pero estaba seguro de que Catherine recordaba bien aquellos días. - Aunque no tengo certezas porque nada parece estar ya ubicado donde estaba antes. - iba a encargarse de Shyvanna cuando de repente llegó aquel mensaje pidiendo ayuda por parte de Freyja. Tenían que volver cuanto antes, pero tampoco podían llevarse allí a Shyvanna ni dejarla sola. Alguien tenía que quedarse atrás con ella.

- Si están las sacerdotisas de por medio está claro que es serio. - Acomodó a su hermana contra la pared con cuidado, mentalizándose para sacarle la piedra que tenía clavada de la mejor manera posible. Si no lo hacían rápido se desangraría. Apoyó una mano en su abdomen y con la otra agarró con fuerza el resto de estaca que tenía, pegando un tirón firme hacia atrás. La sangre comenzó a brotar de inmediato, de manera exagerada. Mantuvo la calma lo suficiente como para bloquear la salida con su magia de sangre, provocando que se ralentizase y dejase de fluir. Después se arrancó la manga de su propia camisa para hacer un improvisado vendaje alrededor de su abdomen. - Tendrá que aguantar un poco. - miró de reojo al portal que había dejado Matvey abierto, donde tenía a otra hermana en problemas. - Necesitan refuerzos. Ve primero, tengo que terminar esto. - la animó a cruzar mientras terminaba de hacer los nudos correspondientes.

Observó a Wthyr cuando le dirigió aquel gesto y su corazón hizo esa cosa rara otra vez, las mejillas se le colorearon brevemente antes de retornar con Matvey. Y se mantuvo así cuando Wthyr trajo aquel recuerdo a sus memorias, le recorrió el rostro un instante en silencio antes de observar aquel camino asintiendo -La recuerdo perfectamente- Y era cierto que tenía ese aire…Ese mismo aire al laberinto. ¿Morgana se sentiría más segura allí?

El patronus de Freyja rompió su momento de concentración y explicó porqué nadie le decía nada. Frunció el ceño ante la decisión de Matvey y se debatió entre ir directamente con él o apoyar a Wthyr, sin embargo, su esposo fue más que resolutivo.

-Mantendré el canal abierto, si hay problemas volveré- Le advirtió mientras movía su bastón y convocaba su piel de ébano. No confiaba en las sacerdotisas. Hizo un gesto un poco de asco cuando Wthyr retiró la estaca, oyendo el grito de Shyvanna que le erizó la piel, antes de volver a verla caer inconsciente.

“Espero que no duerma por días”. Sería…contraproducente. Un inconveniente. Atravesó el portal de vuelta a los templos para enfrentarse a las fanáticas religiosas.

Pudo escapar llevándose a Giordano gracias al portal que abrió Catherine bajo ellos, apareciendo en un lugar supuestamente seguro. Se aseguró de que su amigo no cayese al suelo al aparecer, arrastrándolo para colocarlo tumbado cerca de Shyvanna. Se le acumulaba el trabajo, pero al menos podría hacerlo sin tener que estar defendiéndose de mil cosas que querían matarle a la vez.

- ¡Corre, necesitan más ayuda! ¡Tu hermana...! ¡Hay demasiadas raíces atacándola, demasiadas sacerdotisas!- gritó a Wthyr con tono de desesperación, esperando que se marchase rápidamente ahora que ya tenía con quien dejar a su hermana.

Olvidó todo lo demás para centrarse en Da Vinci, volviendo a canalizar magia de sanación hacia él, pero esta vez con una variación. Antes había canalizado bastante energía y no había funcionado, así que lo combinaría con una RCP a la vez que dejaba fluir el torrente sanador para cerrar heridas y tratar de reactivar el corazón. Comenzó a realizar compresiones al ritmo adecuado, contando mentalmente para hacerle después el boca a boca para insuflarle oxígeno y que el pecho volviese a subir y bajar.