Jardines Dioscórides

Ni siquiera me dio tiempo a pegar un segundo puñetazo a Wilhelm, pues enseguida tiraron de mí para separarme de él. Forcejeé porque quería seguir partiéndole la cara, aunque el tipejo ni trató de defenderse.  - ¡Que me soltéis, hostias! - mi hermana no tardó en llegar hasta donde estaba, aunque no le hice mucho caso a eso de calmarme porque no era tan sencillo. Le eché una mirada de cabreo y no le dije nada, a veces no podía estar de acuerdo con su pacifismo extremo. - Te equivocas, Chloe. - El jefe de los guardias también soltó algo parecido a Chloe, que  me comprendían pero que no en la boda. Si no querían sangre podía sacarlo fuera y seguir allí, pero que me dejasen. Gruñí por lo bajo mientras Vishous me apartaba un poco más y Sayid se llevaba a Andreas a otro lado tras decirme que luego hablaría conmigo.

Resoplé con resignación y todavía con el puño cerrado, no me iban a dejar acercarme a él. - Si por entrenar te refieres a reventar a los que no deberían estar aquí, perfecto. - respondí a Vishous cuando me sugirió lo del entrenamiento, aunque al menos me dejó solo al ver que parecía estar "controlado". Negué con al cabeza al ver que Chloe se iba como si nada a hacer eso de la kiss cam, esperando sinceramente que no se prestase a eso. Sigrid se me acercó un momento para decirme también que en una boda no, como si estuviese prohibido pegar en las bodas. - Pero es un gilipollas, está permitido. Espero que no estés de su parte. - Al menos me dijo eso de "bien hecho", aunque me llamase chucho. Iba bastante borracha, pero al menos parecía que se lo estaba pasando bien. La vi marcharse hacia la zona donde se fue Sayid, aunque dejé de  poner atención cuando Catherine por fin me alcanzó, a pesar de los tacones. Seguro que había más de uno pensando que estaba casada con alguien que no sabía guardar las formas.

- No me siento mejor. Habría seguido, y no me habría importado. Es que no lo entiendo...no entiendo qué hace aquí.  - murmuré por lo bajo enfadado, mirando a Catherine a los ojos cuando se incluyó en ese "queremos" matarlo.  - No voy a asesinarlo. Pero sí darle de hostias y humillarlo hasta quedarme a gusto. Tampoco me sirve la tortura psicológica.  - demasiada gente con la que arreglar cuentas. Quité un poco la cara de mosqueo cuando ella llevó mis manos hasta su cintura mientras sus manos subían hasta mi nuca. La propuesta que me hizo era mucho mejor que ponernos a hacer torturas en este momento. Quedarme en la fiesta ya no me apetecía, pero montarnos nuestra propia fiesta en casa era otra historia.  - Eso ya me va gustando más. Buena manera de convencerme sin usar poderes. - me llevé el índice a la sien, refiriéndome a sus poderes mentales. Lo de ahora era manipulación de otro tipo, pero no me molestaba para nada. Seguí su mirada para ver hacia dónde llevaba, localizando a Chloe entre la gente para culminar el beso con el guardia. Me quedé boquiabierto porque al final lo había hecho.  

- Pero...¡pero que ese tío es mucho más mayor que ella! - negué con la cabeza ante la mirada de Catherine, no tenía ni idea de por qué mi hermana se había morreado con ese de ese modo. Nada de un beso en la mejilla o un breve pico. - Arg...ella sabrá. Vámonos. - tiré de la mano de Catherine para ir a buscar a Aedan, que ya estaba dormido en brazos de Savannah. Lo tomé yo en los míos, desapareciéndonos de allí la familia entera rumbo a casa.

Traté de reconfortar a Sean con el abrazo, intentando que no se fastidiara lo bien que lo habíamos pasado por culpa de Jack. Esperé a que se calmase un poco, pasándole una mano por la cara para limpiarle las lágrimas que le habían salido del disgusto y de la rabia. En casa hablaríamos con más calma, y Jack no se iba a quedar tan tranquilo marchándose como si nada. Lo que no me esperaba para nada era la intervención de Catherine con ese discurso a favor de cualquier tipo de amor, lo que me hizo aplaudirla con ganas después de haber estado cogido de la mano de Sean durante las frases que nos dedicó a nosotros. - Tienes suerte de tenerla como amiga. - susurré con una sonrisa al oído de mi pareja, dedicando también una mirada de agradecimiento a la muchacha. No debería ser necesario que saliera en nuestra defensa, pero desgraciadamente había hecho falta. Me pareció muy gracioso eso de que le tocase beso con Sean en la kiss cam, incluso animé a ambos a hacerlo. Al final solté un 'oooh' cuando le dio el beso en la nariz, pareciéndome muy monos el par de dos. Tenían esa mezcla tan interesante entre amistad y "rivalidad".

Me uní a su abrazo mientras de fondo escuchaba las canciones del karaoke, aceptando después eso del reto de beber. - Eso, creo que los tres caeremos a la vez bebiendo. Ian nos tendrá que recoger a todos. - bromeé antes de que éste se alejase de nosotros con cara de malas pulgas, preguntándome si había dicho algo malo. Enseguida supe que era porque había decidido zurrarle a Wilhelm. Suspiré llevándome una mano a la cara, dejando ir a Catherine para encargarse del asunto. - Demasiado bien iba todo. - al menos todavía podíamos considerar "normal" la boda. El vídeo de compañeros de hospital también entraba dentro de lo normal, y era bastante entrañable a pesar de las pintas con las que salíamos todos. - Voy a matar a Aldaron. - murmuré sonriendo de manera forzada por las fotos mías que había elegido. La novia salía bien en todas, por supuesto. Me refirmé en lo de matar al elfo en el momento en que me pidió que diese el discurso. Con lo mal que se me daba. Miré a Sean con cara de súplica para no tener que ir, pero al final salí para decir unas palabras que no tenía preparadas.

- Buenas tardes a todos, me alegra mucho veros a todos disfrutando de la boda de dos grandes amigos. Aldaron me ha pedido un discurso, pero no he preparado nada. Lo que sí puedo decir es que conozco bastante bien a Arleen y sé que Sayid va a ser muy afortunado de estar con ella. Es muy inteligente y altruista, poniendo siempre por delante su vocación. Lo hace hasta el punto de poner en peligro su propia vida. Hace una semana estaba herida en el hospital a causa de la misión en tierra. Fue allí arriesgándose para salvar otros. Sayid también participó en esa misión, y sé que el afán por ayudar a los demás es algo que los unirá. Brindemos todos por ellos. ¡Os deseamos que seáis muy felices! - alcé una copa que cogí de una bandeja flotante, haciendo así el brindis antes de beber. Después regresé junto a Sean, un poco rojo por la vergüenza de dar un discurso público. - ¿Qué te ha parecido? Casi me quedo en blanco. Creo que tú tienes más práctica en hablar en público.

El ex- ministro no parecía reaccionar de primeras y no era para menos con el golpe que le había dado Ian, ya lo había visto combatir y eso sin duda le habría dolido al humano. Con ayuda de mis nuevos cuñados conseguimos separar a ambos y llevar al recién llegado a una zona apartada, pedí a Fred su pañuelo antes de que se retirara para poder tenderselo a Wilhelm ya que le sangraba el labio pero tenía el suyo por lo que al final no se lo di, me senté tranquilamente con la cachimba y entonces empezamos a hablar, como siempre examinando las palabras y expresiones del enemigo, aunque de momento eran aliados.

-Se equivoca señor Wilhelm, no pretendía excusarme en su nombre, estoy más que seguro que si ha entendido esa agresión será por algo, sin embargo me disculpo porque el altercado haya ocurrido en mi boda, no volverá a pasar- Aquel hombre era perspicaz, no se andaba con tonterías así que di una nueva calada a la cachimba y sonreí soltando el humo de esta -Así es, no cometemos errores de ese tipo, verá, ustedes a pesar de todo, ahora mismo son aliados y están trabajando codo con codo con nosotros, pretendía ser una mera formalidad además de un gesto de buena voluntad, en esta isla somos gente de paz señor Wilhelm- eso y que yo había metido la pata al pasar de "evento social de la isla" a " es mi boda y quiero tener la fiesta en paz" pero eso no tenía que decírselo -Si os quisiera humillar habría montado una arena de combate y dejaría que un par de goblins hicieran el resto, no, ese no es nuestro estilo-

Tal y como había pensado el joven de los O'Connell no había sido enviado por sus padres -No se preocupe, lo hemos dejado en un simple arrebato de juventud y pubertad, el chico estará a salvo aquí y en un rato un guardia lo llevará con sus padres- De nuevo aquel hombre se adelantaba a mis pensamientos porque los otros dos habían sido un poco más.. ¿inteligentes? al no asistir y aún así tenía a este frente a mi -Interesante, Verá yo fui uno de los que bajó a tierra para completar la misión, lamentablemente el resto de mis compañeros no se encuentra en condiciones y la batalla en londres fue ardua, es unmilagro que hayamos conseguido volver todos con vida, unos mejor que otros, incluso mi mujer resultó herida... tengo entendido que la conoce por el asunto de la pila cervical ¿me equivoco?-

Estaba dando otra calada cuando Sigrid apareció en escena de aquella forma tan alegre, casi me atraganto con el humo, sonreí al verla tan contenta y estaba casi seguro que se había pasado con las copas ya de buena tarde -No, no, lo he conseguido, gracias por venir Sigrid- el beso no me lo esperaba pero tampoco me disgustaba, iba muy en su línea y ya me había acostumbrado más o menos a ella, se dirigió al ex-ministro con total confianza y él lo hizo también, la atención de la morena volvió a mi y me sentí un poco mal por no haberla acompañado lo suficiente -Cuando estés más sobria te lo explico todo, pero me alegro que te haya gustado- me reí por lo bajo cuando mencionó lo de "darle al tema" la verdad no se me había pasado por la cabeza, no había ese nivel de confianza con Arleen y por obligación no me apetecía , por no mencionar sus heridas durante la batalla que seguramente no habían sanado, suficiente tenía con aguantar la boda-Espera, te daré algo de compañía para que no te pierdas, te llevará a un buen sitio- invoqué mis cimitarras mágicas que aparecieron ahí mismo mientras con ellas invocaba al mini genio gruñón que tanta gracia le hacía a Sigrid -Cuida de ella- fue la única orden que le di antes que me diera otro beso la morena y retirarse.

-Disculpe la interrupción- Las cimitarras desaparecieron y de nuevo pude centrar mi atención en Wilhelm, me llevé una mano a la barba cuando preguntó -que raro, pensé que la señorita Miller era así con todos, es muy sociable y alegre, pero mis intenciones con ella no van más allá de una buena amistad... siguiendo con el tema de la misión ¿qué le interesa saber? contestaré a todo lo que pueda pero me temo que debo ser breve, mi esposa me espera-

Catherine e Ian se marcharon y el tema de Juliet quedó zanjado aunque la pobre no parecía muy cómoda, no me lo iba a perdonar si no se lo pasaba bien al menos un poquito, seguro que Reiv lo habría conseguido en un segundo pero ya que él no estaba me tocaba a mi cuidar de la dragona, que eramos todos amigos y si él estuviera en la fiesta y yo en cama seguro le habría echado un cable a Mérida, aunque a ella no le hacía mucha falta, con mantenerla lejos de los lácteos y el alcohol bastaba.

Enganché a las pelirrojas para sentarnos juntos, me habría llevado a la recién llegada pero se escapó y menos mal porque  menudo rollo todo aquello de las ceremonias, aunque lo de los gritos rollo raro de "alalalalalallalaaa" me habían parecido graciosos, me habría unido a ellos de no ser por mi problemilla con la voz, después de eso vino el baile pijo de descendientes y la dragona nos instó a bailar, le hice señas negándome rotundamente, si hombre, iba yo a bailar con los pijos esos, que también estaba Catherine pero que fuera amiga no le quitaba el pedigree. todo terminó y entonces empezó el lio aquel de la camarita, eso se iba poniendo interesante, se dieron un par de besos antes del discursito de Catherine que no sabía de que iba pero el rollo ese del amor me hizo torcer el gesto, eso no servía para nada, solo daba problemas fuera el tipo que fuera, aunque solo estuviera empezando, aunque solo tu pensaras que había algo... que eso, una mierda, que asco!

Después del discursito le tocó a la morena el beso con el ciego... "coño, ya no es ciego" pensé, pues la última vez que vi a ese chico tenía los ojos blancos y me ayudó con mis exámenes de acceso a la isla como estudiante, me alegraba por él y si curaban ojos una garganta sería pan comido... o es esperaba porque a mi me iba a dar algo de no poder hablar. La música empezó a sonar y salieron un par de mujeres a cantar con la novia, Mérida me arrastró a la pista de baile y de paso a Juliet que no se nos iba a escapar, aquello ya empezaba a ser divertido y bailé con ambas, dándole un par de vueltecitas a cada una y chocando caderas para que me siguieran el juego, sobretodo Jul que estaba demasiado tiesa.

Pasamos un buen rato pero como en toda buena fiesta, tenía que haber golpes, pero cuando la gente iba muy perdida por el alcohol y no serían ni las dos de la tarde ¿tanta ventaja me llevaban? pillé unpar de copas y me puse al día de dos tragos incitando a Juliet a acompañarme, Mérida tuvo que leerme la mente porque hizo lo mismo, argumentando que Reiv no la querría toda mustia como un cactus muy regado, había que divertirse! y hacernos fotos para después enseñárselas, pero no tenía nada con qué hacerlas así que miré alrededor por si alguien nos podía echar un cable y entonces sentí que todos me miraban, alcé la vista y vi mi cara junto a la de Jul en la kiss cam aquella, me giré con una sonrisa maliciosa a la dragona y me tiré sobre ella antes de que pudiera escapar abrazándola con fuerza y entonces le di un montón de besos en la mejilla y de regalo un lametón de vaca como el que le había dado a Reiv antes  de la misión

Vi como Sean se marchaba más animado con Lucio, esperé un momento sin apartar la mirada de él y su prometido... y su bigote... de verdad, con lo bien que se veía un hombre bien afeitado, caminé lentamente sin perderlos de vista hasta que Jack se acercó a ellos, y mientras la mirada de Sean se iba haciendo más triste la mía se iba ensombreciendo, tanto que sin querer rompí la copa en mi mano, dejé los cristales rotos por ahí y caminé resuelta hasta Sean cuando Jack se retiraba pero entonces empezó el discurso de Catherine y supe la razón de la mirada de Sean... se lo había advertido cuando se prometió con Lucio, no iba a ser fácil y esto solo era el principio, aún así tenía más gente que lo apoyara y yo debía hacer lo mismo, después hablaría con Jack, ahora lo importante era cumplir mi misión.

" qué pereza trabajar incluso un festivo y has roto la copa, pilla otra!"

Maera no dejaba de quejarse y hablar en mi cabeza, me iba a volver loca y solo para que se estuviera calladita hice lo que me dijo mientras me iba acercando a la dragona y sus amigos que parecían muy entretenidos, a medio camino Adael me asaltó saludando de muy buen humor -Buenas tardes Adael... no te he visto antes- lo miré de arriba  a abajo por el traje, era muy tradicional, en la línea con su carácter, al final aparté la mirada de él echando un vistazo a mis objetivos -has recibido el mensaje de Catherine, ¿verdad? tengo que hablar con Juliet para comprobar algo, ven conmigo- él sería mi tapadera así que lo pillé del brazo para por fin llegar a los chicos, justo después de su beso con la cámara esa infernal.

Puse mi mejor sonrisa diplomática e hice una leve inclinación a las dos chicas y el feral -Buenas tardes, es agradable ver a mas participantes del torneo, y a la merecida ganadora por supuesto, es la primera vez que uno de los nuestros gana un torneo en Ouroboros, felicidades- miré a Juliet directamente y al feral que me estaba poniendo cara de "y esta quien es" -Perdonad mi descortesía, al igual que vosotros participé en el torneo, llevo mucho tiempo en esta isla y también soy una dragona- miré a Adael y entonces lo presenté a él -Él es Adael Cohen, miembro del consejo de los 20 y un gran mago elemental, le estaba comentando que todos los dragones tenemos un elemento y ya que la señorita Bennett ganó seguramente tenga un gran control sobre su elemento- en realidad me había inventado eso pero esperaba que Adael me siguiera el juego para seguir hablando y entonces jugar mi carta.

Desde la llegada de los Pendragon a la isla su llamado se había hecho incesante y repetitivo, era un sonido y una sensación que no desaparecían a menos que sucumbieras a ella y cuanto más te acercabas a ellos, más intensa era, me llevé una mano  a la cabeza de forma un poco teatral -Vaya, ese sonido no se va ¿eh? desde hace un tiempo se escucha algo en la isla, es algo muy ínfimo ¿lo habéis oído? - claro que no, solo los dragones podíamos pero esa era la señal, si Juliet también podía escucharlo estábamos a tiempo de rescatarla, si no podía, era demasiado tarde para ella.

El discurso de Catherine me pareció una insolencia fuera de lugar. Se estaba empezando a tomar muchas licencias por su cuenta, haciéndose abanderada de decisiones que no le correspondían a ella. No dije nada, pero le dediqué una mirada seria y disconforme, al igual que a Sean y a Lucio. Solíamos estar de acuerdo en buena parte de las decisiones, pero también teníamos discrepancias. Ese tipo de "derechos" no era lo que más nos urgía ahora, y convenía recordarlo. Me dediqué a seguir con el banquete durante varios minutos más, aunque no me uní a la algarabía general del resto de la juventud. Llamé a mis hijos para informarles que iba a abandonar la fiesta, que ellos se quedarían representando al linaje en aquella ocasión. Mis motivos fueron que estaba cansado y otros achaques, aunque en realidad era más por la incomodidad generada.

Resoplé disgustado cuando el marido de Catherine armó escándalo golpeando a un invitado, aunque al ver que era uno de la Alianza volví a disgustarme nuevamente. La lista de invitados no era tampoco de mi agrado. Había demasiadas cosas que no me gustaban últimamente en el funcionamiento de la isla, y eso me irritaba. Me levanté de la mesa decidido a marcharme, no sin antes pasar cerca de Sayid y su acompañante humano. - He de retirarme. La fiesta es para los jóvenes. Os deseo mucha felicidad a ti y a tu esposa. Ya hablaremos de ciertos...asuntos. - dirigí una rápida mirada a Andreas, retirándome después de la fiesta de manera definitiva. El último disgusto de la noche fue justo al salir de allí apra irme, y me lo dio Giordano por hablar con una de las señoritas Pendragon.

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off: Jack fuera

Al final se me había pasado el mal trago por lo de Jack gracias a Lucio y Catherine, solo era el principio de muchas cosas que tendría que aguantar pero por suerte los tenía a ellos... y esperaba que cuando a Gio se le pasara lo que tuviera pudiera contar con él de la misma forma que lo había hecho hasta ahora. me giré a Lucio durante el discurso de Catherine sonriente -Si, es mi mejor amiga por algo... - todas las mujeres importantes en mi vida siempre hacían eso, me daban una de cal y otra de arena porque a pesar de tener tanto carácter, no sabría que hacer sin ellas o al menos no sabría que sería de mi si ellas no hubieran estado conmigo... mi madre, Zaphira, Catherine.

El beso me puso francamente nervioso y Lucio no hizo nada por evitarlo, de hecho estaba animando a la loca de mi amiga  a hacerlo, como le tocara a él se iba a enterar. Al final no pasó a mayores y después de abrazar a Cath emocionado por sus palabras los reté a aquel duelo de copas, yo ya sabía que Ian iba a acabar con nosotros en menos de lo que se decía "Leviosa"  pero el objetivo era Catherine que ya llevaba unas cuantas copas encima. El buen rollo acabó cuando el licántropo decidió que era mejor idea ir a pegarle al ministro que acababa de llegar, me llevé una mano a los labios sorprendido por el golpe pero no hizo falta que Lucio o yo interviniéramos pues los guardias y la misma Chloe se encargaron de todo -Parece que nos hemos quedado solos, será una fiesta entre los dos entonces~~- las luces se atenuaron y entonces salió Aldaron hablando para dar paso al vídeo para la novia.

Las carcajadas no se hicieron esperar con aquel vídeo, tanto que estaba llorando de la risa mientras me sujetaba el estómago por las fotos de Lucio y el resto de gente del hospital, ni la pobre Chloe se había librado -No digas eso, tu siempre sales guapo para mi- dije mientras recuperaba el aire y le dejaba un besito en la mejilla. Me rebusqué en los bolsillos a ver si tenía un pañuelo para secarme las lágrimas cuando las luces se encendieron y de nuevo, el buen elfo se la liaba a Lucio pasándole el marrón de dar un discurso, me miró con aquella carita de suplica y a pesar de ser mi oportunidad de venganza por lo de Catherine sentí pena por él -Lo harás genial, tu puedes- le di un empujoncito y lo dejé ir para salir al estrado.

Aplaudí como el que más después del discurso de Lucio y levanté mi copa con el resto para brindar esperando que el moreno volviera conmigo, estaba rojo como un tomate y pasé mi mano por su mejilla -has estado fantástico, todo un director mi futuro marido, ahora mismo soy la envidia de toda la boda!- más bien el centro de todas las miradas y cotilleos pero bueno, tampoco pasaba nada. Le di otra copa de una de las bandejas que pasaban por ahí y cuando la tomó la choqué con la mía para brindar y después beberla -venga, vamos a hacer ese concurso entre tu y yo! el que pierda hace el chocolate todo el invierno, ¿qué te parece?-

Pronto se me olvidó la contestación borde de Ian, en cuanto estuve delante del jefe de la guardia.  - Entonces debemos hacerle caso. - Eso que dijo del destino me pareció tan místico y de fluir en consonancia con la energía universal que le di el beso mucho más motivada. No se me había olvidado lo bien que se le daba eso de besar, y lo fuerte que era como para elevarme del suelo con esa facilidad. Noté que se contenía un poco por las circunstancias del momento, pero lo que hizo fue suficiente para sacarme un suspiro cuando me volvió a dejar en el suelo. Las imágenes que habían pasado por mi mente hicieron que me ruborizase, no podía recordar esas cosas precisamente ahora, en este lugar.

Le devolví esa mirad pícara que él me echó, aceptando rápidamente cuando me propuso baile. Tenía ganas de divertirme y pasarlo bien, de olvidarme de todo al menos por un rato. No sabía si mi hermano habría visto o no el beso, cuando volví a mirar entre la gente ya no los encontré ni a él ni a Catherine. Tampoco localizaba a Anteia ni a Lyran.

Me dejé arrastrar a la pista para comenzar a bailar con Vishous, dejando que fuese él quien guiase al principio porque estaba mucho más curtido en el tema. Sabía que tenía muchas más con las que bailar, pero pensaba disfrutar ese breve momento.  También en el baile mantenía algo de prudencia respecto a cómo solía ser él, al menos lo que yo había visto en la única vez que habíamos estado juntos.

- Apuesto a que tu madre ya está pensando en la siguiente boda. - me reí mientras echaba una mirada de reojo hacia la señora, hablando después de Arleen.  - Tu hermana va a estar muy bien con Sayid, ya verás. - no por nada había sido mi amor platónico nº3. El primero siempre sería Yaroslav, desde que me salvó aquella vez. Me pegué un poco más a él para darle a entender que no me importaba lo que pudiesen decir, después del beso ya me daba un poco igual. Luego miré de refilón a uno de los hijos de Newton, entornando los ojos pensativa. - Oye, Vishous...¿tú eres poliamoroso como el hijo de Newton? es lo que dicen de él. - y seguro que el jefazo de la guardia también lo era, se rumoreaba que tenía muchas conquistas en la isla. - ¿Crees que es fácil serlo? ya sabes... si la gente no se enfada con esas cosas de la fidelidad.

La fiesta comenzaba a animarse, pero ella seguía un poco cortada a pesar de todas las atenciones que parecían darle. Incluso Mérida, que le dio un apretón en el hombro por lo de la chaqueta, que aparentemente no había entendido nada de eso. Le miró con sorpresa, pero ella en seguida se alejó. Le hubiera encantado pedírsela. En vez de eso, soltó un suspiro y miró su oportunidad deslizarse. Poco tiempo para absorber todo lo que ocurría en la boda. Los brindis del amor y moñerías, los vídeos, el gran baile de los Descendientes que parecía ir por protocolo. Sentada como estaba y con tantas cosas que ver alrededor, poco se enteró de los malos momentos. Excepto cuando Ian golpeó al ministro, de eso sí se enteró y decidió que ese chico le caía bien. Incluso puso una pequeña sonrisa en su rostro, pues le hacía sentirse bien. Excepto que... ¿Un ministro? ¿En Ouroboros? ¿Estaba viendo bien? Aprovechó que Mérida les arrastró hasta la pista de baile para alzar el cuello por encima de los presentes, tratando de ver a Andreas, pero era muy tarde y no logró confirmar sus sospechas. Se lo llevaron demasiado rápido.

Trató de buscarlo por toda la tienda, pero era difícil tomando en cuenta que Kyllian se empeñaba en hacerla bailar y girar como si no hubiera mañana mientras Mérida parecía vivir para esa canción que la novia y sus amigas cantaban, y todas las demás. El tiempo le pasó lento y rápido, lento y rápido mientras trataba de encontrar a aquel tipo al que creyó reconocer sin alarmar a Kyllian, que seguramente también estaba molesto por él. Al menos hasta que Mérida atrajo de nuevo su atención con aquella insistencia con el alcohol. Sentía en el pecho una opresión, una desesperación por aquello que se había imaginado ver y a la vez una necesidad de conocer quien era esa persona a la que Ian había golpeado. Tanto era su conflicto que por primera vez coincidía con Mérida. Necesitaba un trago de algo más fuerte que la copa de champaña que había bebido desde que inició la fiesta, pero la mención gratuita de Reiv y lo que él querría no la compraba. Le sonrió a Mérida con un poco de rubor en las mejillas, tratando de que no se le subiera demasiado. Y luego aquel fangirleo de Mérida. Tuvo que buscar a donde se dirigía su mirada, que era una gran pantalla con su rostro y el de Kyllian mientras la gente alrededor les instaba a besarse por alguna extraña razón. Confundida, se preguntaba si eso sería alguna tradición de boda, y antes de que pudiera oponerse... La sonrisa maliciosa de Kyllian la hizo retroceder un par de pasos, aunque no los suficientes. De pronto se vio entre sus brazos. Se asustó por aquello, por el contacto, por la gente a su alrededor aplaudiendo y gritando, le asustó que Kyllian pudiera realmente hacer algo así con ella. Y le habría asustado más si no hubiera comenzado a besarla en plan molestoso en la mejilla y a lamerle la cara. Una buena probada del maquillaje seguro se había llevado.

Finalmente, logró apartar a Kyllian después de aquella lamida tan gratuita. Incluso se había reído un poco, mas no le duró mucho pues terminó trastabillando hasta golpear a... a una mujer alta de cabello blanco que se acercaba y le hablaba por su nombre. Se disculpó varias veces con ella, y se habría disculpado, mucho y muy fuerte de no ser porque le hablaba con mucha familiaridad. Se identificó como dragona, pero eso no significaba nada para ella de buenas a primeras. Después miró a Adael, a quien recordaba de alguna que otra clase que habían tenido. No juntos, nunca, pero sí en el mismo lugar. Se les daba mal agendar las horas en administración en la academia. Dio un par de pasos atrás para no invadir tanto el espacio personal de la chica, y luego un par a los lados para no darle la espalda a Kyllian. La mujer le estaba mirando de manera directa y aquello le hacía sentir incómoda. Prefería mucho más que la gente le ignorara.- Gracias.- Respondió educadamente a su felicitación y en voz baja, para continuar escuchándola. Parecía tener mucho que decir y aún así, no se presentaba ni decía su nombre. Tenía sus dudas sobre ella, sobre la dragona, pero no dijo nada. Se mantuvo tranquila. Sería lo mejor.- Y-Ya nos conocemos. Nos topábamos seguido cuando cubrí algunas clases en la Academia.- No sabía si se acordaría de ella, pero seguro su tío Thranduil sería más memorable.

Cuando la chica soltó la pregunta, miró a Kyllian y a Mérida antes de encogerse un poco. Era muy extraño que la mujer se fijara tanto en ella y se sentía muy obligada a responderle a todo lo que decía, por cortesía más que por nada.- Emm... Yo he estado muy... distraída estos días. No he escuchado nada.- Susurró, mirando de nuevo a sus acompañantes en busca de apoyo moral, porque la dragona la increpaba bastante. Finalmente, el alboroto alrededor de ella volvió a hacerse. Paseó su mirada de nuevo ante la cámara y se estremeció de solo ver de nuevo su rostro en aquel lugar. Miró a Adael mortificada y negó suavemente con la cabeza. Kyllian era un ensimoso al que conocía de hacía tiempo, pero le parecía una broma cruel que hicieran a la gente besarse con gente. Sobre todo a ella.- Si me disculpan, necesito un trago.- Dijo rápidamente, girando con apuro y abriéndose paso entre la multitud que les rodeaba en la pista de baile para salir de ahí. Huyendo, prácticamente, pero no se lo iba a admitir. Solo necesitaba un poco de aire fresco. Cuando pasó por el bar donde se sirvieron los cócteles tras la ceremonia formal, cogió una copa de pasada y se cogió el vestido con una mano para poder ir más despacio. Salió a la intemperie. Frío al fin. Eso necesitaba. Frío para poder relajarse un poco. Todo se le estaba yendo de las manos. Ella no quería estar ahí. Ya había cumplido, ya había entregado todo, quería irse y a la vez necesitaba quedarse y se obligaba a divertirse porque eso era lo que Él quería. Cerró los ojos un instante, caminando al lugar donde tuvo lugar la primera ceremonia, sentándose a beber en una de las últimas filas, respirando profundo. La música se escuchaba más tranquila desde ahí. Afuera la cosa no era tan mala, la gente no le rozaba los brazos ni la espalda descubierta mientras hacía como que bailaba en la pista. Decidió tomarse unos minutos en tiempo fuera. Después entraría de nuevo.

Sonreí, pese a la inflamación que empezaba a asomar en un lado de la cara. Las primeras palabras de Sayid eran "ey, que la hostia te la merecías, a mi solo me parece mal que haya pasado en mi boda".

- Veo que nos entendemos. - constesté con sinceridad pero no sin cierto deje de sarcasmo, o algo parecido, en la voz. Excusó que lo de la invitación SÍ habia sido para estrechar lazos porque si quisieran humillarnos nos lanzarían a una arena de combate contra unos goblins, algo similar a lo que se vino hacindo los ultimos meses en los campos de concentración para magos. O a lo que se habia hecho en los Coliseos en Italia.
- Touché. Pero es que si hicierais eso tan poco sutil, la colaboración se iría al garete, no es asi? - le respondí manteniendo mi tono de voz cordial, seguro que este hombre sabía que yo a mi edad ya no me chupaba el dedo. - Pero donde están mis modales...gracias por la invitación. He de reconocer que también deseaba ver como era una boda entre gente mágica.

"salvo los efectos especiales, bastante similares a las que se pueda esperar de una alta sociedad entre los humanos"

Siempre habia tenido afán analítico pero tras estar conectado a la IA lo tenía aun mas. Lo que nos llevó irremediablemente al relato de su misión.
- Arleen. Sí, su mujer fue muy... - me señalé la zona del cuello vagamente, como refiriendome al asunto de la pila. - muy profesional y muy amable. - vi llegar a Collins en ese instante, el muchacho me dio unas servilletas que dentro traian cubitos de hielo a modo de bolsa de frio, que cogí y usé para paliar la inflamacion de la cara, soltando un suspiro de alivio. - Gracias Collins, ahora me arreptiento de haberte llamado impertinente.

"pobre, es solo que no sabe socializar bien, ha vivido en una burbuja"

- No. - dije alargando un poco ese monosilabo. - Miller no es así con todos. - bueno era saberlo. Ella sabría. Pero era un detalle importante saber que Sigrid se sentía tan cómoda entre la compañía de esos magos. Claro, a ella no la acusaban de crímenes tan serios como los nuestros. Aunque ella había sido parte importante en el diseño de la tortura en VR, así como en la implementación y las diferentes modalidades. Miré a Sayid, comprendiendo que llevar la conversación por ahi ahora mismo, no sería inteligente por mi parte. Antes había hablado de sutileza....no podía ser yo menos. - ella es más de entenderse con las máquinas y la realidad virtual.

Lo dejé ahi, volviendo al asunto de la misión....
- No te robaré mucho tiempo, solo una pregunta. ¿En qué se ha convertido Sam ahora? Cómo es?

Me reí un poco mientras intentaba no caminar en eses. Esos cocteles dulces son los que te bebes como zumo sin darte cuenta y de pronto pooom! te pegan el pelotazo.
- Tienes que comprenderlo, en la ultima boda tuvimos drama, y hasta heridos.

Dije refiriendome a la de Catherine, en la que llegaron dos Soul Reapers de lo más lunaticos.  Bajé las escaleras, saltando al final los escalones de dos en dos. Así parecía mas divertido.

- Puedes percibir que un dragon está inquieto? Espera espera, es como un radar? Solo funciona con dragones?  Por qué esta inquieto?

Recuperó la nota con el mensaje que me había negado a entregar por mi parte. La vi disculparse y quizá porque iba un poco borracho, hice un gesto de "bah". - Disculpas aceptadas.

Se puso a hacer algo con las manos y la nota que me llamó la atención asi que me puse a caminar a su lado sin darme cuenta mientras miraba ese papelito dar vueltas torpemente entre sus dedos. Lo estaba haciendo mal!

Le arrebaté el papelito cuando insinuó que para ser una boda yo no parecía estar disfrutando mucho,  y continué con su obra de papiroflexia, pero sin dejar de hablar
- Me agotan los eventos sociales con mucha gente.  Y es la boda de una buena amiga. Y es arreglada. - detuve un momento mis manos, suspiré y miré al frente. - Espero que al menos consiga lo que quiere. - lo que quería decir es que esperaba que Arleen lograse ser feliz pese a las imposiciones de su familia. No mencioné que parte de mi amargamiento en ese evento se debía a lo que, en mi opinión, era una envidia muy fea.

Negué con la cabeza y seguí con el papelito, hasta que lo terminé y le di la [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] a Gwen ya terminada.
- Ah, sí, mesas. Constantemente. - solté de modo distraido, viendo pasar a Jack  a mi lado  mientras me lanzaba una mirada de disgusto. Al principio no comprendí por qué pero me di cuenta de que tenía que deberse a que estaba al lado de Gwen, hablando con ella. - Eh... - iba a llamar a Jack, lo ultimo que quería era disgustar a mi compañero de ciencia. Pero el hombre ya estaba muy lejos como para ponerme a hacer eso.

Cuando se separó de Sayid, notó que la miraba con otros ojos. ¿Curiosidad, tal vez? Le dio vergüenza su arrebato, por culpa de aquel chute de adrenalina que le había dado la música y apartó la vista con las mejillas coloreadas. En aquel momento justo, el esposo de Catherine gritaba algo que Arleen oyó y le congeló el corazón porque reconoció al hombre. ¿Qué hacía allí? ¿La había visto cantar? Se llevó las manos a la cara tratando de ocultar su gesto de vergüenza y asintió a Sayid cuando dijo que se iba.

Gracias a …bueno, Aldaron, que colocó un vídeo que calmó poco a poco su corazón desbocado. Las imágenes familiares le hicieron sonreír con dulzura y emoción, observando al elfo de nuevo. Era cierto que tenían sus roces, diferentes formas de pensar y cultura. Simplemente, era así. Pero le agradeció, delineando la palabras pero sin decir nada para luego escuchar a Lucio. Aquellas palabras le hicieron sonreír más y levantó una copa hacia él, brindando en silencio por aquel bonito discurso que…su esposo se había perdido. Cuando fue consciente de eso frunció el ceño. La kiss cam hizo de las suyas con Vishous  y arqueó una ceja al ver a Chloe tan tranquila entre sus brazos. De acuerdo, tendría que hablar con él.

No obstante, cuando se incorporó para bajar de la solitaria plataforma vio la cara de Sayid en la kiss cam y luego a una mujer que no conocía pero sospechaba quien era. La idea de que viviera en su casa, que le apreciara y luego esto hizo que le diera un vuelco el corazón y desvió la mirada de mala manera hacia Aldaron. Con su gracia particular empezó a caminar hacia donde iba Sigrid, moviéndose entre los presentes con una sonrisa en los labios que no le llegaba a los ojos. Desvió de nuevo los ojos a la cámara cuando la morena le plantaba el beso en la mejilla, sintiendo que se relajaba notablemente. No quería sentirse humillada en su propia boda.  

Caminó con más tranquilidad hacia la zona de las cachimbas, encontrándose con Andreas preguntando por SAM -Puede convertirse en lo que desee- Expresó mirando al Ministro -Su tecnología ha avanzado y es capaz de tomar la forma que considere para cumplir su objetivo. A mi me atacó en forma de samurai pero llegó en especie de nube negra- Dijo en un tono neutral, quitándose el cabello del hombro para mostrar la cicatriz y hacer un gesto que mostrar el tajo que le había hecho. Su voz tenía un matiz bastante más serio y profesional de lo que seguramente Sayid la había oido jamás. Apartó la mirada de Andreas para ver a su esposo y tendió la mano, forzando una sonrisa -Os... Te estás perdiendo nuestra boda…-  Ni siquiera había oído el brindis de Lucio y, para ella, él era muy importante. Mucho más importante que el Ministro humano. Volvió la mirada hacia Andreas -Si desea información sobre SAM, en dos días volveré a mi trabajo como aprendiz del Descendiente Giordano y pasaré más tiempo en el laboratorio. Podré informarle si me lo permiten. Pero hoy no es el momento- Se guardó decirle que era un gesto “impertinente” y alargó la mano hacia Sayid esperando que la cogiera -Es nuestra boda- Insistió sintiendo que su corazón latía con aún más fuerza que antes ante los nervios que le hacían temblar las piernas. No estaba acostumbrada a decirle a “figuras de poder” qué hacer. Pero ella tenía razón y, además, no había sido descortés.

En efecto, sí que tenía más experiencia en aquello del protocolo y baile y danzó junto a Chloe, procurando que su despliegue fuera fantástico. Su madre siempre le había dicho que cuando una mujer se arreglaba para un evento especial deseaba brillar, en cada aspecto. Ser incluso la protagonista. La hizo girar con gracia para que su falda se abriera y sonrió cuando las miradas se posaron entre ellos. Evidentemente, la de su familia que se hacía muchas preguntas pero él estaba muy seguro de que Chloe era mayor de edad -Sí…Supongo que la de sus nietos- Se rió, socarronamente porque si algo era V era muy claro y justo antes había destrozado las esperanzas de su madre con palabras bien escogidas.

-Eso espero. No soy fan de los matrimonios arreglados pero, aparentemente, se llevarán bien- Dijo, pensando que los dos eran demasiado educados para decir nada. Lo que llevaría a siglos de cosas retenidas y una lengua envenenada. Aquello lo hizo fruncir el ceño e inspiró profundamente sintiendo que Chloe se movía, él, sin duda la apretó contra él bajando la mano por su espalda pero sin llegar a parecer demasiado descortés. Sabía que sus padres también estaban mirando por allí -¿Poliamoroso?- Aquello le hizo soltar una risa. Menudas palabras se estaban inventando -Eso implica que amaría a muchas personas y no lo hago- Buscó con la mirada al hijo de Newton y sinceramente, le importó tres pepinos. Si él quería amar a mucha gente, pues que le amara. Ah, como Sofía. Ella seguro era “poliamorosa”. -Yo soy promiscuo. Cosas distintas. El amor no…se me da muy bien- Le dijo, extendiendo su brazo para volver a hacerla girar y atraerla hacia sí mismo.

-Estuve enamorado una vez y la experiencia no fue muy dichosa, entonces preferí hacer lo que se me da bien y no intentarlo de nuevo- Dijo con total sinceridad y ante el siguiente planteamiento se tomó su tiempo para pensar, bajó la vista hacia ella no muy convencido -No lo sé, Chloe. Yo personalmente, y lo sabes de primera mano, soy muy específico con mis encuentros o relaciones. Creo que la sinceridad es la base de todo y si tú, como mujer, estas dispuesta a estar con una persona que es poliamorosa, o promiscua, pues tienes que ser consciente de que habrá consecuencias. Tendrás que hacer concesiones…Aunque seguro eres buena compartiendo- Tensó brevemente los labios y ladeó un poco la cabeza, hacia un lado y al otro, como pensando -Por ejemplo, si decides estar con una persona poliamorosa tendrás que saber que no es exclusivo tuyo y que incluso puede tener sentimientos más intensos hacia otra persona. ¿Estarías dispuesta a ser, aunque suene horrible, plato de segunda mesa?-

La música cambió a una un poco más relajada y Vishous la atrajo contra su pecho, dejando que apoyara la cabeza allí. La pregunta había generado dudas en él -No creo que sea sano, Chloe- Recomendó, al menos desde su punto de vista -Ambas personas, bueno todas, tendrían que tener una madurez emocional bastante importante para lidiar con algo así sin que hubiese rencillas. Y… a futuro, igual veo problemas- Inspiró profundamente y siguió danzando -Es más fácil cuando te olvidas de los sentimientos. Disfrutas el momento y ya. Cuando empiezas a mezclarlos se complica todo. Al menos esa es mi experiencia- Expresó porque más de una vez cuando había notado siquiera un ápice de enamoramiento había cortado sus “relaciones asiduas” para evitarse problemas. Incluso aunque fuese muy sincero desde el inicio con lo que sea que buscara en ellos.

El discurso al final no había ido tan mal. No me había trabado, ni quedado en blanco, a pesar de la vergüenza. Esperaba que a Arleen y a Sayid les hubiese gustado, aunque por si acaso no ib a preguntar. Al bajar Sean me dejó claro que sí, que a él le había parecido un buen discurso. Pero claro, él no era objetivo. Ninguno de los dos podíamos ser completamente objetivos con el otro. - Qué bien suena eso de futuro marido. - me reí al escuchar eso, mientras él me pasaba la mano por la mejilla. Lo de la envidia de la boda ya era exagerado. Al menos parecía que habíamos remontado el bache del disgusto con Jack. No lo vi por las mesas del banquete, tal vez se hubiese retirado ya. No iba a mencionarlo más, bastante nos había fastidiado. Puede que se hubiese marchado molesto por lo que había dicho Catherine. Le tocaba reflexionar.

Rápidamente nos hicimos con otra copa nueva, aunque al principio me dio algo de reparo porque a él se le veía muy lanzado. ¿Quién se iba a encargar de nosotros si nos pasábamos los dos con el alcohol? - Eres una mala influencia para mí, Sean Eire. - acabé aceptando con una sonrisa, dando un pequeño sorbo a la copa antes de aceptar definitivamente el reto. - Está bien, hacer chocolate no parece un castigo muy grande por perder. Espero que nadie me saque fotos en estado deplorable para el próximo vídeo de nuestra boda. Comenzamos tú y yo y si alguien se quiere unir... - dejé caer mirando alrededor, aunque Catherine ya se había ido. Ojalá no se hubiese ido enfadada por lo de Ian. Me bebí la primera copa en dos tragos, haciendo una mueca por la quemazón en la garganta.

- Arg...¿qué lleva esto? no sé qué es. Será cosa de Sayid, Arleen casi ni bebe. - miré a Sean con preocupación un momento, por si no le iba bien beber. Después de todo todavía no había pasado ni un mes desde que salió del hospital. - Pero tú estás bien, ¿no? ya sabes...la recuperación. - insistí antes de coger la segunda copa de una de las bandejas flotantes que pasaban a nuestro lado. La primera de momento sólo había dejado bastante calor en la cara y en la garganta. La segunda copa tenía un color rojizo, y era burbujeante. Tampoco sabía qué era. Al probarla noté que estaba bastante dulce y que entraba mejor que la anterior, así que me la bebí más o menos rápido sin saber el peligro que podía tener algo que entraba fácil.

- Prueba, prueba, está más buena que la otra. - cogí otra para él, brindando alegremente de manera animada. Ahora me habían dado ganas de probarlo todo. Menos drogas, a ese nivel todavía no llegaba, ni quería saber nada de las cachimbas de SAyid y Sofía.
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dado opciones: número de copas necesarias para emborracharse a full
3 copas!
éxito: borrachera bien
fallo: borrachera mal
(se me ha olvidado, tiro en el siguiente posT)

El miembro 'Lucio Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado opciones' : 3

No me alteré por el tono de sarcasmo en la voz del ex- ministro, por el contrario, me resultó curiosa la forma tan despreocupada de comunicarse, me acomodé en la silla apoyando mi espalda en la misma mientras cruzaba una pierna por encima de la otra -Hay otros métodos para hacer trabajar a las personas en contra de su voluntad, a mi me daban latigazos en los campos, como en la edad media, o descargas eléctricas con... esas cosas alargadas que se usan para el ganado ... ¿aguijones eléctricos? ¿se llaman así?- Andreas Wilhelm era un hombre inteligente pero al parecer no acababa de creerse que mi intención no era humillarlos, de momento nos interesaba colaborar y demostrarles que eramos mejores que ellos, que disfrutaran de la hospitalidad que les ofrecíamos antes del juicio.

-Muchas gracias señor Wilhelm, nunca he tenido el placer de asistir a una boda no mágica pero supongo que no difieren mucho unas de otras, no somos tan distintos y muchos tenemos las mismas raíces- dejando las formalidades atrás pasamos a hablar de trabajo y el asunto de la IA y sus pilas cervicales en lo que Arleen estaba trabajando, sonreí al escuchar que era amable y profesional, ya me lo habían dicho antes pero escucharlo de un ministro humano era todo un logro y dudaba que mintiera en ello. El hijo de los O'Connell llegó con algo de hielo para el labio del ministro que ya empezaba a tener mala pinta y después se apartó sin decir absolutamente nada a pesar de lo hablador que me había parecido antes.

Sigrid vino y se fue en cuestión de un minuto y su muestra de "afecto"  la cual atribuía al alcohol, hizo que el ministro reaccionara, al parecer no era tan sociable con ellos y eso me generó ciertas dudas pero no demasiadas porque la recordaba insultando a los ministros. Dejamos el tema porque había dejado claro que la morena era solo una amiga y entonces pasamos a algo más serio como era SAM, estaba tomando otra calada de la cachimba cuando Arleen apareció para responder a la pregunta del ministro. Su voz era calmada y muy neutral al igual que su gesto, para mi era la primera vez en los pocos días de verla que me enseñaba esa expresión por lo que solo había un causante de su actitud.

Mi esposa reclamaba mi atención y en cuanto me tendió la mano la tomé con la mía para besarla aún sin levantarme de la silla -Lo siento mucho querida, tienes razón- tenía una mala costumbre de poner siempre el trabajo por delante y quedaba claro que a partir de ese momento tendría que cambiarlo o me iba a ganar una de esas miradas que Arleen acababa de echarle a Andreas, siguió hablando y entonces asentí -También está usando nanotecnología como nueva arma, es devastadora, Giordano y Arleen podrán informarle mejor tal y como ella dice en unos días- Tomé la mano de la morena que estaba bastante fría y me levanté de mi sitio no sin antes tenderle la mano a Andreas  para despedirme -Ha sido un placer señor Wilhelm, en otro momento puedo contarle sobre la batalla en tierra por el androide, los asuntos tecnológicos se los dejo a mi esposa, ahora si me disculpa tengo asuntos que atender, disfrute de la fiesta- hice una pequeña inclinación y me retiré de la zona de cachimbas rumbo al salón principal nuevamente.

Como siempre le ofrecí mi brazo para que lo tomara y una vez entramos me acerque a uno de los guardias -Vigilad al ex-ministro, se comportará pero que nadie intente pegarle otra vez aunque todos queramos colgarlo y usarlo de piñata- el guardia asintió y entonces pude continuar mi camino con Arleen -Te debo una disculpa, pero los asuntos de descendiente no acaban nunca, ni siquiera el día de nuestra boda, Lo siento mucho-

Mis labios se apretaron al escuchar aquella risa y le busqué mirando de reojo. No mostraba gracilidad en andar pero trataba de disimularlo. Al parecer mi irónico comentario que había sido producto de mi hartazgo le había causado gracia y por lo visto yo debía comprender que todos reaccionasen de ese modo ante nuestra presencia.
"Así que Ouroboros mucho antes de llegar nosotros no era seguro..." Alcé ambas cejas por un segundo manteniendo mi seria expresión-Intento serlo, pero parece poco inteligente por vuestra parte pensar que dependiendo de una votación vayamos a intentar herir a nadie en una boda.
Tal vez en otras circunstancias o si finalmente mi hermano se hartaba de esta estrategia. Suspiré por lo bajo con una expresión dolida, la cual era real pero algo más intensa de lo que sentía en realidad.
Mis ojos se entrecerraron un poco observando al Descendiente que parecía estar jugando a saltar escalones, algo bastante impropio para una persona de su edad, hasta que olí el alcohol. Apreté mis labios disimulando una sonrisa, había comprobado con anterioridad que Giordano era un buen bebedor de vino, pero en el parlamento se le veía bastante más tenso que en esos momentos.Asentí sonriendo orgullosa por la herencia de aquellos poderes.
-No...bueno...en realidad podría ser como un radar- Reí por lo bajo un momento, era difícil explicarlo en palabras.-En general podemos sentir el ánimo de nuestros dragones.No os han enseñado nada sobre nosotros durante estos siglos¿verdad?
Seguro que no tenían ni idea de que ellos eran los encargados de guiar a aquellos majestuosos seres y que calmarlos era parte de su trabajo, evitar masacres. Cuando les expulsaron y vieron sus efectivos disminuidos los ataques por parte de dragones se elevó considerablemente.
-Los dragones son...intensos- Terminé por explicar sin encontrar una palabra más adecuada para ello-Pueden disgustarse por cualquier razón, normalmente lo demuestran con rabia pero algunos de ellos son...- Paseé la vista por el lugar tratando de poder describirlo mientras suspiraba-Tímidos, intronspectivos... sobre todo los que campan por Ouroboros es como si...hubiesen perdido parte de su autoestima, como si se la hubieseis arrebatado y...- Paré de hablar, demasiadas palabras, tal vez había demasiado emocionada al hablar de ellos. Sonreí incómoda, cuando se me soltaba la lengua podía ser bastante pesada.
-Parece que es uno de los segundos y no le agrada estar ahí dentro.O eso supongo, no estoy en su mente.
Volví a mirar hacia la guardia, uno de ellos salió del lugar dirigiéndose a otro de sus compañeros pero dejé de mirar hacia la entrada cuando Giordano aceptó mis disculpas con ese gesto tan desenfadado.
Arrebató el papel de mis manos sin darme tiempo a protestar bajando la vista a sus manos que empezaron a doblar meticulosamente la pieza. Uno de mis hermanos hacía ese tipo de cosas con el papel y por alguna razón a veces yo me entretenía intentando imitar esos movimientos de memoria, con un penoso resultado. Volví a clavar los ojos en él cuando comenzó a explicarse, una boda por conveniencia no me sorprendió, era bastante común, al menos en Ávalon.
-Tal vez seáis un dragón tímido de Ouroboros- Comenté respecto a aquello de no ser muy amigo de los eventos con mucha gente en una especie de broma sonriendo brevemente.
-El Teniente Royden desea informaros de que la persona por la que preguntáis se encuentra bien.-El guardia había llegado hasta ellos por fin. Asentí agradeciendo así la información y el soldado marchó de vuelta a su puesto. Apreté mis labios no muy convencida de ello. Era cierto que sentía pequeños atisbos alegres pero en general todo era bastante oscuro en los sentimientos de la dragona.
-¿Y qué es lo que quiere?-Pregunté distraída mirando aún a la entrada durante unos segundos antes de volver a mirar aDaVinci. En ese tipo de matrimonios por lo general todo se centraba en un mutuo beneficio sobre poder, dinero o alianzas.
Extendí la mano cuando me ofreció la pieza terminada y tomé en mis manos con cuidado aquel pequeño dragón de papel. Lo observé alzándolo a la altura de mis ojos y después miré al Descendiente esbozando una pequeña sonrisa.
-Eres bueno con las manos.
Afirmé antes de volver a mirar a la entrada, ignorando a quién salía, simplemente sintiendo esa necesidad de huir y a la vez permanecer. ¿Acaso habían ignorado su petición de comprobar el estado de la chica? Dudé en pedirle un nuevo favor al Descendiente pero lo descarté enseguida. Principalmente porque había prometido no volver a pedirle un favor pero además parecía perdido y alcoholizado, más que en el momento en el que se habían encontrado.
Sonreí de nuevo sabiendo que no había escuchado mis palabras y abrí la boca para decir algo pero el Descendiente Newton pasó cerca de nosotros. Le seguí con la mirada volviendo a la seriedad que me caracterizaba antes de volver a posar mis ojos en DaVinci que parecía algo lento.
Apreté mis labios en una sonrisa evitando reír y mi cabeza se ladeó alzando ambas cejas-¿Giordano?-Pregunté alargando su nombre antes de entrecerrar mis ojos mirándole con sospecha adelantándome un poco hacia él.-¿Estás borracho?

Bailar con alguien como Vishous era bastante fácil, pues todo lo que había que hacer era seguir sus pasos y dejarse guiar. Marcaba bien los tiempos, los giros y los diferentes tipos de vueltas. Con el paso de los segundos fui sintiéndome más cómoda con aquello. Me hizo gracia que se considerase a él mismo como un caso perdido para lo de casarse, y también me pareció bien que lo expresase de manera bromista.  - Al final tienes que hacer lo que tú quieras, creo yo. No te conozco mucho, pero la verdad es que no te imagino casándote por obligación. - comenté para mostrar mi apoyo a lo que había dicho, devolviéndole la sonrisa. Ambos estábamos de acuerdo en que lo de Sayid y Arleen podría ir bien, a pesar de que no fuésemos muy defensores de los matrimonios concertados.

Mi acercamiento hacia él fue bien recibido, así que continuamos así a partir de ese momento. Estudié sus ojos durante unos segundos cuando le hice aquella pregunta, dándome cuenta de que no se esperaba un tipo de conversación así.
- Sí, se llaman así los que tienen muchas relaciones a la vez, ¿no? - pregunté algo confusa al ver que le había hecho gracia la palabra. A lo mejor no significaba amar a todas, o tal vez sí.  - Incluso si eres promiscuo...eso también es una forma de amor. Eros lo llamaban los griegos. - susurré al volver a acercarme a él tras una nueva vuelta, comprobando que la teoría que me había hecho segundos antes era cierta. Resulta que estaba escarmentado en el terreno de las relaciones. - Entonces te quedas en tu zona de confort por miedo a que te puedan hacer daño de nuevo. - no tenía intención de ser entrometida, y esperaba que no lo viese así. Era más bien que sentía la necesidad de ayudar si veía a alguien con cualquier tipo de "problema".

Lo miré con suma curiosidad cuando comenzó a exponerme lo que pensaba de eso del poliamor, asintiendo con sinceridad cuando dijo eso de compartir. - Estuve en una comuna que algunos llamarían hippie. Se nos daba bien a todos eso de compartir. - reí por lo bajo al recordar al centauro Gabriel, a Maffy, y al resto de sus amigos fumetas. Esperaba que les estuviesen a salvo en la selva amazónica a la que decidieron irse hace años. Me pareció entrañable el modo en que intentaba explicarme y ponerme sobre aviso de los posibles daños en las relaciones de ese tipo.  - No lo sé. Soy enamoradiza, pero nunca me he enamorado de ese modo. Yo puedo ser segundo plato de alguien, pero otro también puede serlo para mí. -  suspiré al apoyarme en su hombro cuando la música se hizo más lenta, un tanto pensativa por sus palabras. Poco después volví a alzar la mirada hacia su rostro, justo cuando dijo que no era sano. Parecía complicado de llevar, tal y como él lo exponía. Dependía de muchas personas. Estaba claro que él había decidido no complicarse.

 - Por ejemplo, tú me gustas, pero del mismo modo me puede gustar un buen postre. Además, a la vez me gustan otros, elegir una única persona es cerrarse al amor universal. Sería genial que todos pudiésemos disfrutar de los postres que quisiéramos sin que otros se enfadasen ni quisiesen poseer. - dejé mi teoría un poco en el aire en el momento en que terminó la música. Una lástima, me estaba pareciendo interesante lo que decía. - Gracias por el baile. Te toca cambio de pareja, y a mi probar todos los cócteles de la fiesta. - esta vez hablaba de bebidas en sentido literal, no figurado. Me acerqué para darle un breve beso de despedida en los labios, justo antes de separarme. No lo pedía la kiss cam, pero me aproveché de la situación. Después me di media vuelta, dirigiéndome a la zona del bar para empezar a tope con las bebidas.

Después de salir de los brazos de aquel hombre que la tenía atrapada, negoció un beso y salió de sus garras justo a tiempo para ver a Chloe besándose con Vishous. Su cara de sorpresa no se hizo esperar. ¡Ella era tan joven! Siempre la vio como una chica dulce a quien se topaba en todos lados, incluso había estado en algunas de sus clases en la Academia. Se llevó la mano a la mejilla, mortificada pensando que el bruto era muy bruto para ella, pero a la vez ellos parecían entenderse bien, tanto en la pista como en los labios. Había algo entre esos dos y el espíritu del elfo cotilla se apoderó de su cuerpo mientras tramaba sus siguientes pasos para obtener la información que quería. Cuando por fin decidió continuar con la fiesta, miró justo a tiempo para escuchar el lindo brindis de Lucio y contemplar a Ian desaparecerse con Catherine de la boda. Colocó las manos en las caderas, viendo desaparecer su mejor creación de la noche en un puff. Llamó a su patronus y le preparó un mensaje a Catherine... pero a última hora decidió no enviarlo. Ya le diría después, que ahora Sofía asumía que, por supuesto, ya eran automáticamente mejores amigas del mundo mundial y se cuchichearían por los pasillos. Además quería saber sobre el altercado involucrando a su esposo. No le quedó más que mirar alrededor y acercarse cuando divisó a otras lindas a las que adoraba.

¡Tomense otra copa! - Le dijo a Sen y Lucio por encima de la música sin detenerse con ellos. Caminaba hacia un grupillo al que había querido abrazar desde que la primera ceremonia dio inicio.- ¡Oh por Dios, se ven preciosas! - Reunió en un mismo abrazo a Mei, Rosse y Sarah, se le estaban dando bien los abrazos grupales aquel día, y después le dio uno a cada una con un par de besos en las mejillas. Fue especialmente efusiva con Sarah, a quien apapachó un segundo más que a las otras.- ¿Cómo sigue tu brazo? ¿Mejor? ¡Chicas! ¡Necesito que hoy consigan un baile al menos! ¡Este es el momento ideal! - Le sentaba mal decir aquellas cosas frente a Mei porque la veía como una hermana pequeña, pero creyó alborotarlas lo suficiente como para que no se pasaran toda la boda paradas cotilleando a un lado de la pista. Llamó a un mesero y tomó una copa, ofreciéndoles a ellas otra mientras veía algo que no le gustaba. Parecía que Jack se dirigía a la salida. Era su oportunidad...- ¡Oh, no.....! - Dijo desdichada por él, pero con otra cosa en mente. Cambió de humor en un segundo antes de reír con ellas.- ¡Iré a ganarles a Jack Jr. ahora que Jack se levantó de su silla! Les dejo al menor, es más de su estilo... - Les guiñó el ojo con una sonrisa en los labios y las abrazó de nuevo para llevarles ventaja en cuanto les soltó, caminando con dirección acordada.

Un minuto más tarde, se agachó para abrazar por detrás al mayor de los hijos de Jack, que se encontraba sentado en su mesa. Entrelazó las manos en el pecho del hombre y cuchicheó algunas cosas en su oído antes de que este se levantara de inmediato, recibiéndose el uno al otro con una sonrisa mientras el hombre le escoltaba a la pista. Tristemente, había tenido que añadirlo a su lista de amores prohibidos por los que suspiraría eternamente, pues sería el heredero de Jack cuando este se cansara de tratar de alinear el Consejo y hacerles cumplir con sus deberes. Era una pena, porque el hombre tenía un buen ver que no cualquiera lograba. Con aquella tristeza en el corazón, le pasó por un lado a Aldaron para que le echara un ojito, dejándole un beso al elfo en la mejilla antes de llevarlo a bailar al centro de la pista, donde la Kiss Cam estaba haciendo de las suyas.

A mi me había gustado el discurso de Lucio y aplaudí por ello junto a la familia de Arleen y algunos de la guardia porque la familia de Sayid parecía más reservada, en cuanto bajó lo animé por sus palabras y la verdad es que yo ya quería decir "Marido" pero de momento me conformaba con lo de futuro pero lo de dar envidia ya era pasarse y lo vi en la cara de Lucio -no sé si dudas de mi o de ti, guapo, médico, descendiente... si lo tienes todo- aquello se lo decía en tono de broma pero razón tenía y no me lo podía negar.

Tomé aquellas dos copas alejándonos un poco del núcleo de la celebración donde había más gente -No soy una mala influencia, solo soy un ignorante que no sabe dónde se mete, pero así también te veo en las malas- brindé con él y me bebí la copa, primero un sorbo para probar, estaba amargo y asqueroso por lo que después di sorbos más grandes y tragué como si se tratara de un jarabe asqueroso. Sonreí cuando Lucio aceptó el reto y después no pude contener una carcajada cuando habló nuevamente de las fotos en aquel vídeo -Miedo me da a mi las que llegue a enseñar Catherine... o Zaphira- seguro que mi querida amiga tenía alguna mía llorando por alguna de las trastadas que me hacía y Zaphira... de esas que tienen los padres de sus hijos siendo bebés y con el culete al aire -la nuestra al aire libre y a plena luz del día, que no puedan poner vídeos-

Yo ya me había bebido mi copa pero a Lucio le estaba costando un poco más, se le daba mejor recetar medicinas que tomarlas y la copa que había pillado no estaba muy buena -tápate la nariz y bebe, así lo he hecho yo- y así lo seguiría haciendo si todas las copas estaban igual de malas que esa. Su mirada de preocupación no me pasó inadvertida y después vino la pregunta, negué con la cabeza antes de contestar -Me he pasado un mes en cama y una semana en casa descansando y recuperándome, además de las sanaciones y pociones, estoy perfectamente... ahora desactiva al médico y vamos a divertirnos- eché un vistazo a las copas que habían por ahí, ya sabía que la de color amarillo era horrible, tocaba buscar otras y Lucio dio con una que al parecer estaba buena -a ver...- tomé la que me brindaba y lo primero que hice fue olerla, tenía un aroma afrutado y al dar el primer sorbo estaba dulce y muy buena, apenas se notaba el sabor amargo del alcohol, le di un trago más grande y entonces pasó Sofía, la saludé con la mano y antes de que se fuera le dije algo -Puedes venir con nosotros cuando quieras! que somos novatos!-

Después de aquello me animé un poco más, ya llevaba cuatro copas en mi marcador entre probar una y otra para ver las que estaban más buenas, las de colores transparentes eras prácticamente solo alcohol, las más oscuras y de colores vistosos estaban más dulces y mi favorita fue una con sabor a moras de color azul, ya me notaba el calor en las mejillas y tuve que quitarme el pañuelo del cuello además de desabotonarme un poco la camisa y el chaleco, le daba algún golpe de cadera a Lucio de vez en cuando, lo tomaba del brazo pero cuando me daba calor me soltaba para reírme y al rato volver a engancharlo, entre unas cosas y otras me quedé mirándolo con una sonrisa boba recordando algunas cosas -Sabes, me gustabas desde que era alumno tuyo, aunque a principio era más admiración que otra cosa, o eso pensaba yo...- porque era muy pardillo con esas cosas, no me di cuenta que de verdad me gustaba hasta que pasamos más tiempo juntos en el castillo de Cath y su familia.

Ya me estaba pensando la quinta copa cuando noté las miradas en mi una vez más, me miré la ropa por si se me había pegado algo y entonces vi la camarita aquella que me apuntaba otra vez, miré a la pantalla y me tocaba beso  pero esta vez con Lucio, lo miré y sonreí, ya me daba igual todo, era como si mis inhibidores hubieran desaparecido así que me acerqué a mi prometido pasando los brazos sobre sus hombros y le planté un beso en los labios sin pensarlo dos veces, en cuanto me separé de él empecé a reírme sin razón aparente, tomé otra copa y lo arrastré hacia la zona de cachimbas que estaba en el exterior para que me diera un poco el aire.
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Dado opciones: 9 copazos
Fallo: malo XD