Casa (Bosque)

Por un momento me imaginé a Thalos de compras en el mercado y no me pegaba para nada. Aunque estaba claroq ue se había "acostumbrado" a la magia lo de hacer la compra de un modo normal y corriente no lo veía... a menos que comprase material para fabricar sus trastos explosivos.
-¿Has hablado con Johan?Ya sabes de su...sus cosas.
Pregunté ya que había salido su nombre en la conversación y no vamos a negarlo, lo mismo me había perdido algún cotilleo importante en esa semana. Le dediqué una mirada entrecerrando los ojos al insinuar que efectivamente iba a quemar la casa pero después entorné los ojos sonriendo de medio lado.
-A menos que me des razones para hacerlo...claro.
Terminé por decir antes de inspeccionar la casa.Suspiré por su mención al falso positivismo, era verdad, yo tampoco era por lo general muy partidaria de aquello, sin embargo ahora mismo no me habría venido mal alguna mentirijilla. El cerrojo del cuartucho era un poco una mierda así que una de mis cejas se alzó mirándole.
-Muy seguro, sí. - Murmuré con ironía -Estoy segura de que nadie va a ser capaz de traspasar ese infalible y moderno sistema de seguridad.
Ante mi sugerencia, que no me parecía para nada descabellada tal como andaban las cosas, fue rápido en bloquearme agarrando mis brazos. Le miré no muy convencida de sus palabras, a mi si me importaba que el mundo se fuese al carajo, más cuando yo aparentemente no podía aportar mucho a tratar de evitarlo. No dije nada al respecto pero estaba claro que algo rondaba por mi cabeza. Aferré las manos a su espalda cuando me abrazó apoyando la cabeza cerca de su hombro, en su pecho.
-Supongo que nunca...
Murmuré aún pensativa pero en calma sonriendo levemente al sentir como acariciaba mi espalda. Sentí la tensión en su cuerpo poco antes de que la voz del elfo se escuchase en la habitación, me despegué un poco de él sin llegar a soltarle, observando la nota. Miré a Thalos extrañada frunciendo mi ceño.
-¿Diste tu nombre como contacto en el hospital?
"Pero no es un tarado de mierda?"
Agarré la nota volviendo a leer lo que acababa de decir.

- no, la verdad no he podido hablar con el de nada de...eso. Entre Reiv, Vyka y Jo ha estado bien....liado. Pero...deberiamos hablar con el, no crees? Seguro que tiene mucho que contarnos, o desahogarse, yo que se.... - respondi asi a lo de haber hablado con Johan, pudiendo notar que Erika queria enterarse tanto como yo. - habrá que enseñarle tambien el casuto que nos hemos agenciado. Igual el sabe como hacer que vaya la puta luz.

Despues de esa conversacion parece que pudimos poner en orden aquello otro. Su cercanía me proporcionó la calma necesaria aunque solo fuera por esos instantes, hasta que llegó la maldita notificación e hizo que me arrepintiera de haber dado mi nombre en el hospital. Yo tambien me separé un poco, pero seguia con mis manos en si cintura.

- seh...di mi nombre. - por como chasquee la lengua se notaba que no había sido una decisión de las que estaba cien por cien satisfecho. - Quiero tenerlo vigilado.... no me fio mucho. Puede que sirva para algo...

Asentí varias veces, me resultaba raro que no hubiesen hablado nada estos dos en esos días, aunque supongo que cada uno tenía sus cosas que hacer y no habían tenido tiempo para verse.
-Si... deberíamos avisarle y que se pase por aquí, aunque lo mismo no nos quiere contar nada...
Apoyé mi mano sobre el mostrador de la cocina, cargando el peso en ella mientras miraba alrededor.
-Le mandaré un mensaje.
Terminé por decir sacando la moneda para hacerlo. En ese momento caí en algo y fruncí el ceño.
-Por cierto...¿Debería devolverle el galeón?Se supone que ya no soy parte de la resistencia...
Se me hacía raro decirlo pero era cierto y también pensé que debería pasar por la Torre Soul para ver a los niñatos de fuego tal como había sugerido Lyosha. Dejé el mensaje del hospital sobre la superficie del mueble y le miré no muy convencida.
-¿De que crees que va a servir?¿Crees que puede tener información de la ciudadela?
Aparté un par de frascos que había cerca de la pared mientras fruncía el ceño.
-¿Vas a contarle tus sospechas sobre...ya sabes?
Le miré por un segundo, no me parecía bien decir "tu padre" por alguna razón y tampoco sabía la relación que tenía el hermano de Thalos con él. Supuse que ninguna, dado que él solo me había hablado de su hermana y jamás de un hermano. Volví a mirar la pared terminando de apartar un cacharro que estaba cerca de ella y con el dedo moví el interruptor que había allí haciendo que la luz se encendiese. Desvié la mirada a Draven carraspeando con una sonrisa de listilla en el rostro.

Los días fueron transcurriendo de manera lenta y tediosa, y mis ganas de hablar y de estar con gente eran más bien pocas. Sí que fui a ver a Reiv cuando me informaron que había despertado, pero no le conté nada de mis asuntos. No me pareció el momento adecuado, ni sabía cómo contarle eso de que había acabado haciendo como nuestro padre. Mi hermano me contó algunas cosas de Sirius, incluso lo de Adele, que era un estorbo con todo lo que teníamos que hacer. El resto del tiempo lo había pasado informándome sobre los avances en el código, y planeando posibles entradas y huidas de la Ciudadela. Dibujé el plano de lo que había visto cuando estuve allí, escribiendo también todos los fallos que habíamos tenido, y los aciertos, además de habilidades de unos y otros. Al final acabé con unas notas sólo comprensibles para mí. En ese momento recibí un mensaje en la moneda de parte de Erika preguntándome que dónde estaba, y dándome datos sobre Thalos y ella. Sabía que ya había salido del hospital, pero no dónde se estaban quedando. No lo dudé y decidí ir a verlos, con ellos no era como con el resto de gente. Suspiré al recordar lo que me dijo Jo una vez, que eran mis "favoritos". Ella me tenía calado.

Aparecí en un punto del bosque que conocía, porque no sabía exactamente  donde estaba la cabaña en la que estaban Thalos y Erika. Me tocaría ir andando hasta dar con su casucho. Seguro que era otra de esas casas robadas, muy propio de Thalos. Apenas había avanzado unos metros cuando recibí otro mensaje, esta vez de Victorya diciendo que había recibido el alta. Me alegré por la noticia, escribiéndole rápidamente de vuelta.

Mensaje de moneda comunicador para Victorya escribió:
Por fin ¿Cómo estás? Dime dónde te quedas al final y me pasaré a verte.

Volví a guardar la moneda tras enviar el mensaje a Victorya, aunque pensé que tal vez no quisiera decir dónde estaba. De ser así me lo habría dicho en el mensaje, en vez de simplemente informarme con brevedad. La verdad es que no tenía ni puta idea de lo que estaba haciendo, y eso me hacía sentir un fastidio permanente.

"Todo mal"

De repente no me sentí con ganas de ir hacia la casa de Thalos y Erika, así que preferí desaparecerme de allí, marchándome sin llegar a donde estaban ellos.

Asentí a lo de avisar a Johan, al fin y al cabo habian pasado ya demasiados dias sin contactarnos. Luego resoplé cuando vino con la tontería de devolver el galeon porque ya no era de los Renegados.

- Y como te vas a comunicar entonces con nosotros? Ademas, no sabia que el contrato de Soul Reaper venía con exclusividad.... - me crucé de brazos, frunciendo el ceño. - No aguanto a esa Lyosha, tiene un ego que se lo pisa. Guárdate el galeón.

Despues encogí mis hombros y asentí respecto a lo de Gelion.
- Eso creo. Ha estado conectado a la I.A durante bastante tiempo, puede que sepa cosas que nos interesen. - me senté en una silla cerca de la mesa de la cocina, pensando que iría mas tarde al hospital. Total, alli todo estaba a tiro de piedra....  luego me quedé pensativo. Contárselo a Gelion? - Dudo que le importe. O me tilda de loco, o me dirá que no supe hacer bien mi trabajo.

"pero estoy seguro de que lo hice muy bien"

De pronto se hizo la luz en la casa y aquello me hizo mirar a Erika con las cejas alzadas. Jamas, pero jamás, reconocería que ella habia encontrado el interruptor y yo no.
- Oh, estaba esperando a ver cuanto tardabas en darte cuenta.

[....]

Los dias pasaron sin mucha más diferencia. Había una reunion de por medio, y tambien tenia que ir a ver a Gelion a ver si seguia vivo o que. Abandoné la cabaña.

Había insistido mucho en ir a la maldita cena, a pesar de las quejas de Thalos que obviamente no quería ir le había dejado con la palabra en la boca diciendo que yo me iba a preparar para ir. Estaba harta de esa casa. Era segura, cómoda y calentita pero las paredes me axfisiaban y aunque saliese al exterior...arg...estaba harta.
Así que me había pegado una buena ducha porque para que voy a mentir, estaba hecha unos zorros. Y ahora...ahora todo era mucho peor.
La habitación estaba llena de ropa tirada por todos lados que había ido poniéndome y quitándome una a una. No es que estuviese buscando un atuendo acorde a las fechas es que...no me cabía nada.
Y ahí estaba frente al espejo con unos pantalones que no podía abrocharme, descalza aún por no luchar contra unos zapatos y tirando de una camiseta hacia abajo, como si aquello consiguiese hacerla mas grande y que mi barriga quedase bajo la misma. Estaba cansada, demasiado esfuerzo y seguramente había pasado mucho más tiempo del necesario para que una persona se duchase y se vistiese.
Gruñí tirando una vez más de la camiseta y lo único que conseguí fue que se enroscase hacia arriba en mi tripa enorme. Miré al espejo que respondió con una imagen de mi misma con el ceño fruncido y con unas pintas horribles. Solté una especie de gruñido-chillido más fuerte antes de sentarme en la cama muy cabreada.
-VALE!TU GANAS CEGATO! NO VAMOS A LA ESTÚPIDA CENA!-Chillé hacia la puerta exasperada.

Al final habia cedido a ir a la cena a la que Jo nos habia invitado. A mi no me apetecía demasiado, por no decir nada.... pero ella parecia tener ganas de ir a la cena esa, asi que cuando me dejó con la palabra en la boca me fui a vestirme con algo un poco más decente de lo que solía llevar puesto.

"odio la navidad, la odio con todas mis fuerzas"

Parecia el grinch mientras me preparaba, y el estúpido de mi hijo no habia querido venir a vernos, ni nada por el estilo, a pesar de vivir en la misma maldita isla. Seguro que era culpa del puto viejo ese! Le iba a arrancar la tráquea.

Cuando me habia terminado de vestir me quedé esperando a Erika en la puerta, hasta que minutos mas tarde, oi un chillido de desesperacion y enfado.

"ya está, ya le ha dado"

fui a verla escuchando los gritos antes de entrar en la habitacion. Me planté en el marco de la puerta viendo las pintas que tenía y se me escapó la risa por lo bajo.
- Pues ahora si vamos. Mira, yo ya me he preparado. - abri un poco ambos brazos a mis costados para demostrarselo. - Qué problema tienes? No es moderno ir ahora enseñando la panza? Si no te gusta....te podemos hacer una túnica de esas de magos...con una cortina.

Resoplé sentada en la cama mirando de reojo alguna de las prendas que ya me había probado, sopesando la idea de intentarlo de nuevo hasta que escuché esa risilla. Lentamente desvié la vista hacia él , mirándole de malos modos. Cuando dijo lo de la túnica cortina sonreí pero era obvio que no me hacía gracia ninguna. Pillé lo que sea que tuviese a mano, un par de camisetas y a saber que más y se lo lancé con fuerza.
-Podemos aprovechar y te meto la barra de la cortina por el arggg-Resoplé de nuevo. Tranquilidad, mi tía había dicho que debía estar tranquila. Me incorporé negando tirando de la camiseta inutilmente un par de veces más-Te juro que cuando vea un bebé te pienso rajar la tripa y metértelo dentro.
No era yo de hacer amenazadas creepys , no de esos modos pero estaba realmente frustrada. Suspiré de nuevo mostrándole con mis manos la zona de la tripa al aire y los pantalones sin abrochar arqueando una ceja.
-Muy apropiado y saludable para salir en pleno Diciembre.- Le hice un gesto con la mano negando-Ve tú.-Crucé mis brazos mirando el desastre de ropa del lugar pensando en que agacharme para recoger toda esa mierda iba a ser muy cansado.

Esquivé las prendas que me tiró porque estaba lenta, furiosa, y eso la hacia perder la punteria.

Fingí sorprenderme e indignarme por su frase.

- Por el culo? No digas cosas feas delante del bebé!

"tsss, que la pones nerviosa"

Segui mirandola apoyado contra el marco de la puerta, cruzado de brazos, aquella amenaza....iugh.

- Estás siendo realmente creativa en tu modo de insultarme... eso es que estás cabreada de verdad. A ver... - me di un golpe en la frente, pasando a la habitacion. - yo que sé! Pues te envuelves en llamas y asi no pasas frio!

"no, espera"

- no, olvidalo, mejor no lo hagas. Con el genio que tienes, ardería todo. - empecé a recoger la ropa que habia tirado por ahi, porque Anteia habia dicho que tenia que guardar reposo. - No pienso ir yo solo, pelirroja, si tu te plantas yo no voy ni de coña. Ha sido tu idea! Me he puesto unos vaqueros que me aprietan y no me los voy a quitar hasta que...

"oh, claro"

- Por qué no te pones algo mio de ropa?

Se hizo el indignado. Odiaba cuando se hacía el indignado. Entrecerré los ojos y lentamente posé ambas manos a ambos lados de mi barriga, simulando así que le tapaba los oídos.
-Gilipollas.
Solté tan tranquila. Sonreí adorablemente cruzando mis brazos.
-¿Mejor así Mister bien hablado?
Arqueé una ceja ante su idea. Definitivamente el tiempo en aquel lugar nos había frito el cerebro a ambos. Le miré mal cuando dijo que tenía genio.
"Como que genio?que genio tengo?"
Comencé a recoger ropa accesible chascando la lengua.Estaba molesta , con todo. Era una mierda, todo era una mierda muy grande y yo solo quería ir a quemarle el culo a esos mierdas que estaban en tierra para salir de una vez de ese sitio.Aunque eso no cambiaría que tenía que guardar puñetero reposo.
-No te escaquees tú no tienes razones para no ir.-Habló de sus vaqueros apretados y mi mirada se desvió automáticamente a ellos arqueando una ceja mientras el se agachaba recogiendo la ropa. Si, estaba enfadada y a ratos también con los instintos un poco subidos de más. Con Reed no me pasaba eso.¿Por qué ahora me pasaba esto?. Seguí mirando su vaquero efectivamente muy apretado y me estaba preguntando la razón de que no se los pusiese nunca cuando me hizo una pregunta pero no me enteré bien que había dicho.
-¿Eh?-Desvié la vista a su cara por fin y negué con la ropa en mi mano-Perdona no te...ah...tu ropa...-Mi cara se arrugó imaginándome con su ropa.-Emmm...Thalos te aseguro que ahora mismo tengo muchísima mas barriga que tu.
"que me he fijado ahora mismo vamos... madre mía el capullo"
Apreté los labios evadiendo una sonrisa picarona y seguí recogiendo ropa.
-Puedes ir y luego me cuentas el drama...porque sabes que va a haber drama¿Verdad?

Hizo como que le tapaba las orejas a su panza para llamarme gilipollas lo cual me arrancó una sonrisa burlona.
- Sabes muy bien que no,  te ha oido llamarme gilipollas, te ha oido perfectamente

Segui agachándome para recoger las prendas que habia ido tirando por el suelo, doblarlas mal dobladas y dejarlas sobre la cama. Erika andaba demasiado estresada ultimamente, por eso de tener que cumplir con lo del reposo...

- Si tengo razones para no ir. - bueno, ninguna logica, asi que no las enumeré. Cuando terminé de recoger un par de pantalones y un vestido negro largo me levanté y la pillé mirando a un lugar que no era mi cara ni la ropa que estaba doblando. Alcé la ceja cuando además demostró no haberme estado escuchando.

- Pues te dejas el botón del pantalon abierto y te pones algo mio encima que te cubra la barriga y sea ancho. Total cuando te pones ciega a comer siempre acabas soltándote el botón del pantalon.... - todo con tal de no tener que ir solo a la cena esa. - Oh si, va a haber mucho drama. Y si voy solo, no te lo contaré. Me reservaré la información como buen espía y tendrás que sacármela. - me acerqué a ella con una sonrisa de lado, iba a darle un beso pero me choqué antes con su barriga. Me paré contra ella y puse mis manos a ambos lados de dicha barriga.

"oooo podemos pasar de la cena y....."

"pero mirala, si parece un gato enjaulado"

- A no ser que solo quisieras ir para llevarme la contraria, tengo una sudadera que podría servirte.

Entorné mis ojos haciendo un gesto con la mano como restando importancia a eso de que me hubiese oído. Al fin y al cabo me iba a oír muchas veces más.
Metí algo de ropa o más bien la lancé al armario de cualquier forma. Tampoco es que fuese el ser más ordenado del universo en circunstancias normales, nunca lo había sido. Le miré alzando una ceja cuando dijo que tenía razones para no ir y posé una mano en mi cadera.
-¿Si?a ver...dime tus razones.-alcé un dedo advirtiendo-Y no me apetece no me vale.
Después seguí lanzando ropa algo sumida en mis pensamientos sobre el pantalón apretado. Nunca le había visto con algo tan apretado¿o sí?¿o no me había fijado?nah...era imposible no haberme fijado. Al escucharle abrí mucho los ojos llevando una mano a mi pecho mostrando indignación máxima.
-¿Cooomooo?-La indignación estaba causada por ambas cosas, llamarme gocha comilona y no querer contarme el drama, gesto que se mantuvo mientras se acercaba. -Pues te voy a decir una cosa Draven...nunca has sido muy bueno ocultando infor...-Y se topó con mi tripa cosa que me hizo apretar los labios con fastidio. Estaba claro que ahora mismo estaba enorme. Miré a sus manos durante un rato mientras sentía como el bicho se movía. Llevaba tiempo llamando bicho al bebé, por alguna razón que desconocía, aunque sospechaba que era por eso de que me estaba sentando fatal este embarazo. Le escuché y alcé la vista hasta él.Suspiré asintiendo sin estar muy convencida todavía.
-Vale, dame esa estúpida sudadera.-Pasé una mano por mi pelo retirando la parte que me molestaba tras la oreja y me froté un poco la cara después-Estoy insoportable.-Afirmé desviando la mirada a cualquier otro lado como pidiendo perdón sin hacerlo.

- Razon numero uno...soy alérgico a la navidad....y a la comida que prepara Josephine....y...a la gente....y a fingir ser educado...

Eran razones, no muy logicas, pero eh, ahi estaban.  La miré con una sonrisa retadora cuando me llevó la contraria en que no era gocha, cosa que si era, y que yo no sabia ocultar informacion, cosa que se me daba estupendamente. Para ese momento, mis manos ya estaban en sus barriga, la cual noté moverse. Bueno a ver, se movió lo de dentro, el crio, o cria. Era sinestro, pero increible que siguiera ahi despues de todo lo que le habia pasado a Erika. Me hizo gracia, pero al mismo tiempo me recordé a mi mismo que no me hiciera ilusiones. Miedo a encariñarme. Probablemente.

Salí un momento de mis paranoias al oirla disculparse.

- Verbo incorrecto. No estás insoportable. Eres insoportable. - tiré de las presillas de su pantalon hacia mi, con una mano. - Insoportablemente irresistible.

Mi ceja se fue arqueando conforme enumeraba sus razones. Eran todas ciertas....bueno, lo de la comida de Jo no lo tenía claro pero sabía que el resto si eran puras verdades. O al menos el se hacía el duro y mostraba todo eso. Nah, es verdad, era alérgico a la gente, para que mentir.

El bicho movió y aquello era...bastante incómodo a decir verdad. Era como una patada interior en mis riñones. Volví a alzar mi ceja por su contestación.-¿COMO?-Y después tiró de mi y soltó aquello y...bueno...me reí en su cara. Una gran carcajada por la tremenda cursilada. Le di un par de palmadas en el pecho mientras calmaba mi risa y finalmente solté un ´ay´...suspirando.
-¿A quién le has copiado esa frase?

Y tras debatir un rato, discutir y demás cosas finalmente no fuimos a la cena de navidad porque...pues porque al final se nos pasó el tiempo y además pasaron cosas. COSAS.

Había salido disparada del hospital. No estaba enfadada con Thalos como hubiese podido parecer, simplemente estaba...estaba cagada de miedo. Me resultaba ...demasiado. La cabeza me retumbaba de tanto darle vueltas, Reed, el embarazo, la magia, el padre de Thalos, el no poder hacer una mierda con mi vida, la isla, tierra, el hospital, la maldita ropa de mierda que tenía que ponerme. Todo.

Llegué a esa casa que tampoco era mía, ni lo iba a ser nunca, con el ceño fruncido y un buen dolor de cabeza encima. Froté mi entrecejo mientras entraba y fui directa a la cocina a coger algo de comida. No me lie mucho porque estaba cansada y porque...vamos a ser sinceros, no sabía cocinar nada en condiciones, así que la caja de cereales a palo seco me pareció lo mejor del mundo.

Hundí la mano en ella a la par que trataba de quitarme los zapatos usando los pies contrarios como palanca y me dirigí al salón mientras me llevaba los cereales a la boca. Dejé que mi cuerpo cayese en el sofá y tras tragar resoplé mirando al techo. Ya comenzaba a oscurecer aunque aquel lugar rodeado de árboles se quedaba en tinieblas bastante antes del anochecer. Tampoco me molestaba.

La luz se encendió sin yo hacer nada y abrí mucho los ojos sin entender una mierda. Aún mirando al techo. ¿Había sido el bebé?

Llevaba tiempo esperándoles. Durante meses había seguido sus pasos en las tinieblas y poco a poco una jugosa información había captado mi atención. Esperé hasta el momento oportuno, en principio solo había ido a aquel lugar para trastornar a Thalos un poquito más. Jugar con su mente hasta que acabase temiendo por todo aquello que quería.

Esperaba el regreso de ambos, tenía la intención de invocar a Reed poco después de su llegada. y sin embargo para mi sorpresa solo apareció la mujer. En silencio, la observé desde la oscuridad del salón. Parecía alterada o sumamente cansada. No podía discernir cual de las dos.

Seguí sus pasos con la mirada hasta que quedó en el sofá. El embarazo ya era prominente. Encendí la luz.-Mi hijo no ha aprendido nada durante estos años.-Espeté con una cascada voz antes de caminar ayudándome del bastón negando mientras chascaba con la lengua en un sonido muy poco agradable.-Sigue sin saber cuidar de su familia.

Al escuchar aquella voz bajé la mirada lentamente, un escalofrío recorrió mi cuerpo mientras le enfocaba. Le seguí con la mirada sin saber que decir. Parecía más frágil de lo que le recordaba. Miré hacia la puerta preguntándome si Thalos me seguía la pista o se había dado por vencido en algún punto y volví a mirar al Maestro.

-Su familia sabe cuidarse sola.-Respondí aunque a decir verdad, estaba hecha una mierda. Tiré la caja de cereales a un lado y convoqué una bola de fuego en mis manos.-¿Qué haces aquí?¿Y Reed?-Le busqué brevemente por la estancia y volví a posar la vista en aquel viejo marchito.-Mas te vale salir de aquí antes de que te queme y tengamos que enterrarte de nuevo.

Apoyé el bastón con firmeza dejando ambas manos sobre él.-Venía a mantener una conversación con el pequeño Thalos, pero veo que no podrá ser. Reed está bien, haciendo cosas de mayores por la isla.-Comenté con intenciones hirientes.

Cuando me amenazó reí, reí tan profundamente que tuve que toser un par de veces. Llevé una mano a mi boca antes de terminar de toser y después hice un gesto con la mano al despegarla de ahí, comenzando a ejercer mi poder.-No hará falta, no vas a hacerme ningún daño.-Sabiendo que aquello iba a hacer efecto, pues la mujer inmediatamente pareció confusa respecto a sus intenciones me aproximé un poco más.

Tomé asiento a su lado soltando un quejido al hacerlo, un gruñido ronco y la observé.-Interesante. ¿Es mago?-Pregunté posando sin reparo mi huesuda mano en su vientre palmeando un par de veces.-Puedes apagar esa cosa, no la vas a necesitar.

Fruncí el ceño por aquello de querer hablar con Thalos y me dio bastante grima que se refiriese a él como pequeño. Después apreté mis labios con rabia por aquello de Reed. Su risa me dejó perpleja y fui a incorporarme para lanzarle aquella bola de fuego pero repentinamente cambié de parecer.

Miré confusa a todos lados y a la bola de fuego. Sabía que quería tostarle las cejas y patear su huesudo culo, quería arrancarle esa garganta de mierda que tenía y sin embargo, no quería. Le miré mientras se acercaba y asentí a su pregunta. Su contacto hizo que apretase los dientes y apagué el fuego sin saber porqué.

Sentía rabia, tanta que iba a explotar. Y lo hice pero no en el modo que hubiese deseado. Sentía el cuerpo tenso y los ojos llorosos por no poder hacer nada de lo que quería por alguna razón. Por él.

-Bien, bien...-Repetí asintiendo varias veces. Sopesaba mis opciones, aquel plato me lo habían servido en bandeja y no podía desaprovecharlo.-El es un fallo entonces, pero al menos sus criaturas son fuertes.-Comenté en referencia a mi retoño.

Cuando apagó el fuego la miré, parecía estar a punto de llorar.-Oh, no llores. Todo saldrá bien. Como la última vez.-Limpié la pequeña lágrima que caía de su mejilla con mi anciano y tembloroso dedo. Y después agité mi bastón convocando un portal-¿Sabes cuantos niños se necesitan para despertar un dragón?-Señalé al portal antes de incorporarme costosamente y le hice un gesto hacia él.-Veamos si nos sirve. Acompáñame. -Y tras ello avancé al portal sabiendo que ella me seguía.

-Oh ¿Por qué no dejamos un mensaje a mi hijo? Seguro que se siente terriblemente angustiado al no encontrarte, aunque ya sabemos que se le da bien dejarte sola. Quema la casa, hazme el favor-La mujer lo hizo, prendió sin miramientos el lugar que poco a poco sería pasto de las llamas pero para entonces nosotros ya habíamos cruzado aquel portal cerrándose a nuestro paso.