Recuerdo del primer mensaje :
Lo que antaño fue un lugar con muchas historias para contar, hoy se ha convertido en la zona más destruida de todo el país.
Desde su caída la noche del 15 de Junio de 2020, nunca pudo volver a ser la misma. Se respira muerte a cada paso que das, y el ambiente es de todo menos agradable.
Algunos miembros de los Renegados se atreven a surfear estas calles para llegar a su guarida, siempre asegurándose de no ser seguidos por nadie
Desde su caída la noche del 15 de Junio de 2020, nunca pudo volver a ser la misma. Se respira muerte a cada paso que das, y el ambiente es de todo menos agradable.
Algunos miembros de los Renegados se atreven a surfear estas calles para llegar a su guarida, siempre asegurándose de no ser seguidos por nadie
- Claro que vi a gente, y me ayudaron, ni siquiera sé si siguen aquí - respondo rápido con cierta nostalgia pero ya casi desesperándome por tocar tanto un tema tan pasado. - De cualquier forma, los ideas predefinidas que tenía de vosotros tampoco me ayudaron mucho. - no me apetecía recordar que prácticamente toda mi vida había estado en una burbuja por y para la Alianza.
Dejo de prestar atención por unos momentos a la conversación de Johan y Thalos. Instintivamente comienzo a mirar alrededor asegurándome de que no había nadie. Al comentario de Thalos sobre la sangre de mis manos sonrío tímidamente. Respecto a mi apellido... por suerte o por desgracia me alegra de que no le suene.
La situación se me vuelve más incómoda después de las palabras de Johan. Intento ignorarlo completamente mientras pienso más fríamente. Si esperarlo Thalos se acerca un poco a mí aunque lo primero que miro es al pequeño que hay en sus hombros. Al mismo tiempo yo también me giro para mirarle haciendo gala de mis grandes ojos. Entonces atiendo a las palabras de Johan. Me quedo inmóvil mientras ya nos invita a irnos del lugar. Doy impulsivamente unos pasos largos hacia él alejándome de Thalos. Le cojo del hombro suavemente para girarlo hacia a mí y le extiendo mi sucia mano, olvidándome obviamente de la mugre - Prométeme que nos seremos útiles. - Al menos por el momento el discurso le sale ha salido bien a Johan. De todas formas quería concretar algunas cosas con él en otro lugar.
Cuando comenzamos a andar no puedo evitar ilusionarme de nuevo con retomar la búsqueda de mis padres... de mi madre más bien. En medio del amasijo de planes de mi cabezo me quedo cordialmente mirando al pequeño hijo de Thalos, sin darme apenas cuenta Johan ha divisado a alguien. Me fijo en Thalos quien ya ha recurrido a su pistola. Me paro en seco, y con un movimiento suave de mi mano izquierda hago lo mismo con mi pistola y me saco la mano derecha del bolsillo de la cazadora, preparada para coger uno de los sai.
Dejo de prestar atención por unos momentos a la conversación de Johan y Thalos. Instintivamente comienzo a mirar alrededor asegurándome de que no había nadie. Al comentario de Thalos sobre la sangre de mis manos sonrío tímidamente. Respecto a mi apellido... por suerte o por desgracia me alegra de que no le suene.
La situación se me vuelve más incómoda después de las palabras de Johan. Intento ignorarlo completamente mientras pienso más fríamente. Si esperarlo Thalos se acerca un poco a mí aunque lo primero que miro es al pequeño que hay en sus hombros. Al mismo tiempo yo también me giro para mirarle haciendo gala de mis grandes ojos. Entonces atiendo a las palabras de Johan. Me quedo inmóvil mientras ya nos invita a irnos del lugar. Doy impulsivamente unos pasos largos hacia él alejándome de Thalos. Le cojo del hombro suavemente para girarlo hacia a mí y le extiendo mi sucia mano, olvidándome obviamente de la mugre - Prométeme que nos seremos útiles. - Al menos por el momento el discurso le sale ha salido bien a Johan. De todas formas quería concretar algunas cosas con él en otro lugar.
Cuando comenzamos a andar no puedo evitar ilusionarme de nuevo con retomar la búsqueda de mis padres... de mi madre más bien. En medio del amasijo de planes de mi cabezo me quedo cordialmente mirando al pequeño hijo de Thalos, sin darme apenas cuenta Johan ha divisado a alguien. Me fijo en Thalos quien ya ha recurrido a su pistola. Me paro en seco, y con un movimiento suave de mi mano izquierda hago lo mismo con mi pistola y me saco la mano derecha del bolsillo de la cazadora, preparada para coger uno de los sai.
Yazzyr Kront'tavar
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Alrededor de cinco años habían pasado, nada había sido fácil para él desde el inicio, pues a pesar de ser un bando contra el gobierno humano la mayoría de los integrantes procedían de esa misma raza por lo que aún era recibido con cierto recelo. Aún le resultaba extraño pasar su tiempo con esas criaturas, lo que para él era un simple suspiro para ellos significaba una parte importante de su tiempo de vida, verlos envejecer sin duda era algo curioso. No tardó mucho en realizar las cuentas de que en una vida un solo drow podría ver a quince generaciones de humanos, como mínimo y de éstas vería morir al menos a seis... Pero por estas mismas limitaciones y otras era comprensible que hubiera desarrollado tal tecnología para contrarrestarlas, más si la mayoría ni si quiera era capaz de realizar magia. Información como esta fue llenando su cabeza mientras se adaptaba a su nuevo estilo de vida, con el tiempo acabó siendo aceptado sin reparos por los humanos ya que en esos años no había mostrado ninguna intención de dañarlos. Claro que en realidad le importaba poco y nada su destino, pero tenía que mantener las apariencias...
Ahora, ¿no es increíble lo confiados que son? No solo lo admitieron en su grupo, si no que le entregaron su confianza a pesar de ser de una raza conocida por... Digamos que no se los conoce por nada bueno. Sin duda eran fascinantes, fascinantemente estúpidos de alguna forma, pero lo suficientemente inteligentes como para crear varias maravillas. El asunto es que a esta tiempo por fin se le permitió el acceso a Bastion Hollow que era el cuartel principal de este grupo, había llegado hacía no muchos días a aquel lugar, por lo que aún aprovechaba las noches para caminar por sus silenciosas salas para ver que ofrecía. Desde luego la mayoría a esas horas se encontraban durmiendo, sin embargo el era una criatura de la oscuridad por lo que prefería descansar cuando el sol salía.
Pero parecía que no todos siempre descansaban a esas horas pues en esa noche durante su recurrente caminata por uno de los numerosos e intrincados pasillos divisó a lo que parecía ser a una joven humana, ¿a dónde iría a esas horas? Como siempre su curiosidad llamó y él no pudo hacer más que responder su llamada por lo que se mantuvo a una distancia respetable mientras la seguía por su camino para ver a donde se dirigía. Finalmente acabó por subir a la superficie donde la luna y las estrellas iluminaban con fuerza las ruinas que allí reposaban. Aún siendo de noche Yazzyr se preguntaba cómo era posible que vivieran con una bola de fuego iliminándolos, esa era otra cosa más que sumar a lo incomprensible de estas criaturas. Continuó su persecución de la muchacha durante varios minutos más hasta que la misma se detuvo para finalmente encontrarse con otros tres humanos, los cuales parecían bastante nerviosos por su llegada. ¿Qué es lo que estarían haciendo como para tener miedo de encontrarse a uno de los suyos allí?
Su curiosidad cada vez lo llamaba más, por lo que se acercó aún más a la reunión de seres de aquella especie, lo suficiente como para escuchar su conversación. Con eso su curiosidad quedaría satisfecha, ahora podría ver y escuchar el desenlace de aquella pequeña historia, ¿qué sería lo siguiente que ocurra? Aunque lo malo de su cercanía es que quizá no pudiera permanecer como un espectador durante demasiado tiempo más...
Ahora, ¿no es increíble lo confiados que son? No solo lo admitieron en su grupo, si no que le entregaron su confianza a pesar de ser de una raza conocida por... Digamos que no se los conoce por nada bueno. Sin duda eran fascinantes, fascinantemente estúpidos de alguna forma, pero lo suficientemente inteligentes como para crear varias maravillas. El asunto es que a esta tiempo por fin se le permitió el acceso a Bastion Hollow que era el cuartel principal de este grupo, había llegado hacía no muchos días a aquel lugar, por lo que aún aprovechaba las noches para caminar por sus silenciosas salas para ver que ofrecía. Desde luego la mayoría a esas horas se encontraban durmiendo, sin embargo el era una criatura de la oscuridad por lo que prefería descansar cuando el sol salía.
Pero parecía que no todos siempre descansaban a esas horas pues en esa noche durante su recurrente caminata por uno de los numerosos e intrincados pasillos divisó a lo que parecía ser a una joven humana, ¿a dónde iría a esas horas? Como siempre su curiosidad llamó y él no pudo hacer más que responder su llamada por lo que se mantuvo a una distancia respetable mientras la seguía por su camino para ver a donde se dirigía. Finalmente acabó por subir a la superficie donde la luna y las estrellas iluminaban con fuerza las ruinas que allí reposaban. Aún siendo de noche Yazzyr se preguntaba cómo era posible que vivieran con una bola de fuego iliminándolos, esa era otra cosa más que sumar a lo incomprensible de estas criaturas. Continuó su persecución de la muchacha durante varios minutos más hasta que la misma se detuvo para finalmente encontrarse con otros tres humanos, los cuales parecían bastante nerviosos por su llegada. ¿Qué es lo que estarían haciendo como para tener miedo de encontrarse a uno de los suyos allí?
Su curiosidad cada vez lo llamaba más, por lo que se acercó aún más a la reunión de seres de aquella especie, lo suficiente como para escuchar su conversación. Con eso su curiosidad quedaría satisfecha, ahora podría ver y escuchar el desenlace de aquella pequeña historia, ¿qué sería lo siguiente que ocurra? Aunque lo malo de su cercanía es que quizá no pudiera permanecer como un espectador durante demasiado tiempo más...
Harley Demontea
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“ ¿Crees que sean enemigos?” Pensó para Mebael, quien respondió un “Bah, no me interesa”, después de todo ella siempre era así, si algo pasaba simplemente tomaba cartas en el asunto para no dañar a su preciado recipiente; Harley giró los ojos algo irritada, pero sin dejar de escuchar la conversación, no parecía ningún plan malévolo para acabar con la base de los renegados, de hecho, parecía más una charla familiar que otra cosa. La chica casi no entendía nada de lo que hablaban, pero tenía la ligera sensación de que llegaría alguien nuevo a la orden y que ese alguien sería una mujer.
La conversación no duró mucho tiempo, Harley sintió como se movían de lugar y claramente pudo haberse ido de allí, sin embargo, como parte de la orden, si algún intruso llegaba, debía ser capaz de deshacerse de él…
—Déjame hablar con ellos…— le dijo Mebael en cuanto los vio acercase a su recipiente.
—No, ¿estás loca? Harás un desastre, sabes que cuando tomas mi cuerpo no puedo controlarte— pensó para ella en respuesta a su petición, pero la otra no le hizo caso.
—Muy tarde, ya tomé el control…—
—Pero lo bueno era que no te interesaba… —comentó sarcástica Harley…
Lentamente, el cuerpo de Harley se despegó de la pared en la que estaba apoyada mientras que cerraba los ojos — Ni se te ocurra hacer alguna tontería, no sabemos quiénes son…— pero decir todo eso no tuvo sentido, en cuanto despego la última mano de la pared y abrió los ojos, que habían cambiado del color café característicos de Harley a el tono azulado del iris con el círculo rosa rodando la pupila negra; los tres ya se habían posicionado frente a ella. Un tuerto, un hombre de ojos azules y una chica de rostro intimidarte… pero había otro, un poco más lejos de ahí “Un Drow…” pensó Mebael. Miró entonces a los tres y esbozó una sonrisa pícara.
—¿Por qué te lo diría, niño bonito?— preguntó ensanchando la sonrisa, sus ojos miraban a los tres de manera desafiante, puesto que tenía una sonrisa en la boca pero la picardía de sus ojos había sido reemplazada por seriedad.
—Además, no soy la única por quien deberías preocuparte…— dijo de nuevo, señalando con la cabeza en la dirección donde se encontraba el Drow, quien se mantenía observando desde lejos.
La luz de la luna reflejaba los rostros de todos y aunque la mayor parte del entorno era negrura y sombras propiciadas por la misma luz, los ojos de Mebael estaban brillantes, encarando fijamente al mago y a los humanos.
—Bueno, creo que estamos rodeadas…— dijo para el demonio desde dentro.
Y sin embargo, no creía que el Dorw fuera parte de las tres personas frente a ellas, pues era la misma esencia que habían sentido en los pasillos.
La conversación no duró mucho tiempo, Harley sintió como se movían de lugar y claramente pudo haberse ido de allí, sin embargo, como parte de la orden, si algún intruso llegaba, debía ser capaz de deshacerse de él…
—Déjame hablar con ellos…— le dijo Mebael en cuanto los vio acercase a su recipiente.
—No, ¿estás loca? Harás un desastre, sabes que cuando tomas mi cuerpo no puedo controlarte— pensó para ella en respuesta a su petición, pero la otra no le hizo caso.
—Muy tarde, ya tomé el control…—
—Pero lo bueno era que no te interesaba… —comentó sarcástica Harley…
Lentamente, el cuerpo de Harley se despegó de la pared en la que estaba apoyada mientras que cerraba los ojos — Ni se te ocurra hacer alguna tontería, no sabemos quiénes son…— pero decir todo eso no tuvo sentido, en cuanto despego la última mano de la pared y abrió los ojos, que habían cambiado del color café característicos de Harley a el tono azulado del iris con el círculo rosa rodando la pupila negra; los tres ya se habían posicionado frente a ella. Un tuerto, un hombre de ojos azules y una chica de rostro intimidarte… pero había otro, un poco más lejos de ahí “Un Drow…” pensó Mebael. Miró entonces a los tres y esbozó una sonrisa pícara.
—¿Por qué te lo diría, niño bonito?— preguntó ensanchando la sonrisa, sus ojos miraban a los tres de manera desafiante, puesto que tenía una sonrisa en la boca pero la picardía de sus ojos había sido reemplazada por seriedad.
—Además, no soy la única por quien deberías preocuparte…— dijo de nuevo, señalando con la cabeza en la dirección donde se encontraba el Drow, quien se mantenía observando desde lejos.
La luz de la luna reflejaba los rostros de todos y aunque la mayor parte del entorno era negrura y sombras propiciadas por la misma luz, los ojos de Mebael estaban brillantes, encarando fijamente al mago y a los humanos.
—Bueno, creo que estamos rodeadas…— dijo para el demonio desde dentro.
Y sin embargo, no creía que el Dorw fuera parte de las tres personas frente a ellas, pues era la misma esencia que habían sentido en los pasillos.
En otro momento, el hecho de que Johan mencionase a la pelirroja no me habria causado ninguna reaccion extraña. Pero estaba demasiado reciente y oirle decir aquello....que las cosas siguieron su curso y surgio. Pero hasta ahi habiamos llegado. ¿Donde estaria en estos momentos? El primer dia ya iba de paso...no añado nada. Simplemente, me dedico a mirar a otra parte como si no hubiese escuchado ese comentario de Johan sobre Erika y yo.
Scar me mira fijamente y luego se aparta de mi como si le quemara, para ir con Johan. Suelto un pequeño bufido por lo bajo. Irónico y algo divertido. Tanto cabreo y desconfianza me recordaba a mi mismo en aquella epoca. Aunque esta chica parecia mas inteligente de lo que yo lo habia sido en su epoca.
Lo malo es que las cosas se habian vuelto tensas. Johan detecta a la intrusa, por llamarla de algun modo. Y se pòne a hablar con ella cmo si tal cosa...yo directamente desenfundo mi arma. Un poco tenso. Arrepintiendome de haber sacado a Reed. Otra vez.
La chica que aparece entre nosotros parece una chavala sin mas, aunque con un algo bastante raro en los ojos. Le da una respuesta a Johan que a mi se me antoja muy chulesca, asi que cargo mi pistola....lo reconozco, estoy jodidamente tenso. Estoy cabreado por mi discusion con la pelirroja. Estoy asustado porque tengo a Reed conmigo. No me apetece que me toquen las narices con respuestas al tipo galimatias.
-Que por qué se lo dirias? Pues porque como no lo hagas me pongo a hacer que ésta... - meneo levemente mi pistola para que se de cuenta de a que me refiero. -...cante.
Su aseveracion de que no es ella lo unico por lo que deberiamos preocuparnos me hace fruncier el ceño. Pero no le aparto la mirada, puesto que puede ser una distraccion para que la deje de vigilar y luego....
"hay cuatro ojos mas conmigo. Que se encarguen de vigilar......"
Yo y mi habitual proceder arisco. Si Johan habia pensado que era buena idea que yo conociese a Scar para convencerla de que eramos buenos tipos y de que uniendose a nosotros iba a estar bien...no sabia yo si habia acertado del todo.
-Me parece que tu ducha se va a tener que retrasar un poco, Scar.
Scar me mira fijamente y luego se aparta de mi como si le quemara, para ir con Johan. Suelto un pequeño bufido por lo bajo. Irónico y algo divertido. Tanto cabreo y desconfianza me recordaba a mi mismo en aquella epoca. Aunque esta chica parecia mas inteligente de lo que yo lo habia sido en su epoca.
Lo malo es que las cosas se habian vuelto tensas. Johan detecta a la intrusa, por llamarla de algun modo. Y se pòne a hablar con ella cmo si tal cosa...yo directamente desenfundo mi arma. Un poco tenso. Arrepintiendome de haber sacado a Reed. Otra vez.
La chica que aparece entre nosotros parece una chavala sin mas, aunque con un algo bastante raro en los ojos. Le da una respuesta a Johan que a mi se me antoja muy chulesca, asi que cargo mi pistola....lo reconozco, estoy jodidamente tenso. Estoy cabreado por mi discusion con la pelirroja. Estoy asustado porque tengo a Reed conmigo. No me apetece que me toquen las narices con respuestas al tipo galimatias.
-Que por qué se lo dirias? Pues porque como no lo hagas me pongo a hacer que ésta... - meneo levemente mi pistola para que se de cuenta de a que me refiero. -...cante.
Su aseveracion de que no es ella lo unico por lo que deberiamos preocuparnos me hace fruncier el ceño. Pero no le aparto la mirada, puesto que puede ser una distraccion para que la deje de vigilar y luego....
"hay cuatro ojos mas conmigo. Que se encarguen de vigilar......"
Yo y mi habitual proceder arisco. Si Johan habia pensado que era buena idea que yo conociese a Scar para convencerla de que eramos buenos tipos y de que uniendose a nosotros iba a estar bien...no sabia yo si habia acertado del todo.
-Me parece que tu ducha se va a tener que retrasar un poco, Scar.
- Probablemente no sigan por aquí. - respondo de modo algo lúgubre a eso de las personas que la ayudaron, pensando en todos los que han caído en el camino. Incluso los que no han muerto, hay muchos que se han marchado o que simplemente han desaparecido sin dejar rastro. Ideas predefinidas, a saber qué le contaron por aquel entonces. - Ya, si me conozco su repertorio. Lo he visto en los periódicos muchas veces...- resoplo como si me pareciesen lo más cansino del mundo, repetían lo mismo una y otra vez. Terroristas, engendros, arrasadores de ciudades...todos ellos periódicos a favor de la Alianza. Eso por no hablar de los medios, televisión e internet.
Ya seguiremos charlando dentro con más calma, ahora lo mejor será alejarnos de aquí, especialmente porque Thalos va con el crío. De repente Scar se pone a mi altura, dándome un toque en el hombro para que me gire. La miro algo extrañado pro lo repentino de la reacción, pero después bajo la mirada hasta su mano, comprendiendo que quiere algo así como un trato. Apenas un par de segundos después le estrecho la mano, asintiendo con convicción. Aunque no sé si útiles es la palabra que usaría. - Nos cubriremos las espaldas, eso desde luego. Y buscaremos formas de mejorar todo esto. Pero no te lo prometo, vamos a demostrarlo con actos en cuanto se de la ocasión. - mucho mejor que las promesas, las palabras se las lleva el viento, como dicen. Los actos quedan ahí. A no ser que esas palabras formen parte de un contrato mágico o juramento inquebrantable, en cuyo caso hay que cumplirlas al pie de la letra si no se quiere ser víctima de la maldición que conlleva el romper promesas. Ella parece de fiar, pero será con los actos cuando se demuestre realmente.
Al toparnos en el camino con la chica desconocida ya no hay lugar a mucha continuación de la conversación con Scar, toca ponerse alerta por lo que pueda hacer. Arqueo una ceja cuando me habla con esa especie de condescendencia, apoyando una mano en el pomo de la empuñadura de la espada. Thalos se apresura a responder, todo diplomacia él. No voy a ser yo quien lo corrija. - Porque estás en nuestros dominios.- espeto con seriedad alzando un poco la barbilla con ese aire orgulloso de los Black que de vez en cuando me salía, muy al estilo de mi abuelo. Sinceramente, nuestros dominios son una mierda, pero son nuestro rincón y debemos tenerlo bajo control por seguridad. Lo que dice después, que no es la única por la que debo preocuparme, hace que comience a pensar en una especie de emboscada, pensando que tiene gente alrededor esperando para atacar aquí. ¿El golpe que la Alianza debe haber preparado en venganza por nuestro asalto a sus campos?. Juraría que no he visto ningún despliegue militar por aquí, pero puede haber francotiradores. - Ni tú tampoco. Además, ¿me estás diciendo que debo preocuparme por ti? - sigo sin ver a nadie más todavía, así que me atrevo a acercarme un poco más a la chica, observando así algo mejor sus llamativos ojos. - Ya puedes empezar a hablar claramente, no estamos para acertijos.
Ya seguiremos charlando dentro con más calma, ahora lo mejor será alejarnos de aquí, especialmente porque Thalos va con el crío. De repente Scar se pone a mi altura, dándome un toque en el hombro para que me gire. La miro algo extrañado pro lo repentino de la reacción, pero después bajo la mirada hasta su mano, comprendiendo que quiere algo así como un trato. Apenas un par de segundos después le estrecho la mano, asintiendo con convicción. Aunque no sé si útiles es la palabra que usaría. - Nos cubriremos las espaldas, eso desde luego. Y buscaremos formas de mejorar todo esto. Pero no te lo prometo, vamos a demostrarlo con actos en cuanto se de la ocasión. - mucho mejor que las promesas, las palabras se las lleva el viento, como dicen. Los actos quedan ahí. A no ser que esas palabras formen parte de un contrato mágico o juramento inquebrantable, en cuyo caso hay que cumplirlas al pie de la letra si no se quiere ser víctima de la maldición que conlleva el romper promesas. Ella parece de fiar, pero será con los actos cuando se demuestre realmente.
Al toparnos en el camino con la chica desconocida ya no hay lugar a mucha continuación de la conversación con Scar, toca ponerse alerta por lo que pueda hacer. Arqueo una ceja cuando me habla con esa especie de condescendencia, apoyando una mano en el pomo de la empuñadura de la espada. Thalos se apresura a responder, todo diplomacia él. No voy a ser yo quien lo corrija. - Porque estás en nuestros dominios.- espeto con seriedad alzando un poco la barbilla con ese aire orgulloso de los Black que de vez en cuando me salía, muy al estilo de mi abuelo. Sinceramente, nuestros dominios son una mierda, pero son nuestro rincón y debemos tenerlo bajo control por seguridad. Lo que dice después, que no es la única por la que debo preocuparme, hace que comience a pensar en una especie de emboscada, pensando que tiene gente alrededor esperando para atacar aquí. ¿El golpe que la Alianza debe haber preparado en venganza por nuestro asalto a sus campos?. Juraría que no he visto ningún despliegue militar por aquí, pero puede haber francotiradores. - Ni tú tampoco. Además, ¿me estás diciendo que debo preocuparme por ti? - sigo sin ver a nadie más todavía, así que me atrevo a acercarme un poco más a la chica, observando así algo mejor sus llamativos ojos. - Ya puedes empezar a hablar claramente, no estamos para acertijos.
Blood Keeper
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Mucho ha pasado ya desde que no pisamos esta zona. La última vez fue antes de que el gobierno ministerial se fuese al infierno. Después estábamos tan destrozados y desperdigados que no podíamos luchar, así que Rybar, el líder de los Blood, decidió firmar un tratado de no agresión con la Resistencia. Con él desaparecido esa firma no tiene vigencia, ahora la que manda es Adele, que nos ha pedido que reclutemos gente nueva. Dudo que podamos hacerlo aquí, pero tal vez si alguno se ha cansado de la absurda Resistencia quiera unirse a nosotros. Eso sí, previo ritual de expiación de culpas y comprobación de sus ancestros de sangre limpia.
Lo que no nos ha prohibido Adele es retomar las viejas costumbres, como la de recordar a los traidores su gravísimo error y el daño que hacen a la raza mágica al confraternizar con el enemigo. Vergüenza debería darles, y llevan demasiado tiempo tranquilos. Si creamos escisión en su grupo algunos que todavía conserven decencia podrían ser captados. Me separo del grupo avisando de que iré a explorar por mi cuenta, por si necesito ayuda más tarde.Luego me pierdo por las calles de Bastion hasta que escucho algo a cierta distancia. Cómo no...los renegados montado escenitas de las suyas. A un par los conozco porque he estado en peleas en la que nuestros jefes se han enfrentado, pero las dos chicas no me suenan de nada. Permanezco oculto tras una casa semiderruida, fijándome en que hay otro que anda rezagado como espiando, igual que yo. Además es uno de esos elfos negros (aunque este está algo desteñido), de los que nos resultan tan "esclavizables". En mi cabeza formo un plan algo burdo e improvisado, teniendo en cuenta la manía de los resistentes por ayudar a todos estos seres inferiores. Salgo de mi escondrijo de manera sigilosa para acercarme por detrás al drow, realizando un rápido movimiento al final para sacar una daga de mi cinturón. Después agarro al drow fuertemente por el cuello, colocando la punta de la daga sobre su yugular - Veo que seguís acumulando escoria por esta zona...las viejas costumbres no cambian, ¿verdad?
Lo que no nos ha prohibido Adele es retomar las viejas costumbres, como la de recordar a los traidores su gravísimo error y el daño que hacen a la raza mágica al confraternizar con el enemigo. Vergüenza debería darles, y llevan demasiado tiempo tranquilos. Si creamos escisión en su grupo algunos que todavía conserven decencia podrían ser captados. Me separo del grupo avisando de que iré a explorar por mi cuenta, por si necesito ayuda más tarde.Luego me pierdo por las calles de Bastion hasta que escucho algo a cierta distancia. Cómo no...los renegados montado escenitas de las suyas. A un par los conozco porque he estado en peleas en la que nuestros jefes se han enfrentado, pero las dos chicas no me suenan de nada. Permanezco oculto tras una casa semiderruida, fijándome en que hay otro que anda rezagado como espiando, igual que yo. Además es uno de esos elfos negros (aunque este está algo desteñido), de los que nos resultan tan "esclavizables". En mi cabeza formo un plan algo burdo e improvisado, teniendo en cuenta la manía de los resistentes por ayudar a todos estos seres inferiores. Salgo de mi escondrijo de manera sigilosa para acercarme por detrás al drow, realizando un rápido movimiento al final para sacar una daga de mi cinturón. Después agarro al drow fuertemente por el cuello, colocando la punta de la daga sobre su yugular - Veo que seguís acumulando escoria por esta zona...las viejas costumbres no cambian, ¿verdad?
Johan acepta mi apretón de manos, lo cual me deja más tranquila, aunque sus palabras me dejan ver que no ha entendido del todo a lo que me refería con sernos útiles. En mi cabeza rondaban más bien formas de intentar saber donde estaban mis padres y averiguar en qué medida podía ayudarnos esa información. Mis ambigüedades tampoco ayudan mucho pero eso es algo que hablaré con él en otro momento.
La presencia de otras personas allí me cargaban de sobre manera. En la actitud de la chavala había algo que no me gustaba nada. Cuando dice que no es la única persona por la que deberían preocuparse por un momento dudo si se refiere a mí, al fin y al cabo soy la recién llegada. La miro evidentemente con cara de mala ostia e instintivamente me coloco junto al hijo de Thalos quedando prácticamente entre nosotros dos 'protegido', agarro la pistola con más fuerza y uno de los sais preparada para lanzarlo.
Sonrío a pesar de la tensión ante el comentario de Thalos sobre mi ducha, aunque me encuentre de espaldas a él. Johan no ha visto a los demás ''visitantes'', yo tampoco pero he escuchado unos murmullos detrás de una casa. Lentamente saco uno de los sais y murmuro. - Johan... - con uno de los sais estirando el brazo y casi apuntando le señalo la casa.
La presencia de otras personas allí me cargaban de sobre manera. En la actitud de la chavala había algo que no me gustaba nada. Cuando dice que no es la única persona por la que deberían preocuparse por un momento dudo si se refiere a mí, al fin y al cabo soy la recién llegada. La miro evidentemente con cara de mala ostia e instintivamente me coloco junto al hijo de Thalos quedando prácticamente entre nosotros dos 'protegido', agarro la pistola con más fuerza y uno de los sais preparada para lanzarlo.
Sonrío a pesar de la tensión ante el comentario de Thalos sobre mi ducha, aunque me encuentre de espaldas a él. Johan no ha visto a los demás ''visitantes'', yo tampoco pero he escuchado unos murmullos detrás de una casa. Lentamente saco uno de los sais y murmuro. - Johan... - con uno de los sais estirando el brazo y casi apuntando le señalo la casa.
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Las cosas parecían ponerse picante en la reunión humana improvisada, el comentario de la muchacha casi hacía parecer como si buscara la reacción que había obtenido. Sin embargo no lograba discernir la razón de aquel comportamiento, quizá era simplemente suicida o solo tenía un ego enorme que le hacía creer lo bastante importante o poderosa como para evitar una bala en el cráneo. O simplemente era más de lo que parecía, cosa que también era probable. El desarrollo de los acontecimientos no hacían más que ponerse todavía más interesantes.
Su última teoría parecía cobrar más sentido ahora, pues por lo que pudo escuchar había notado su presencia o al menos eso dedujo por sus palabras, no cualquiera podría saberlo o... ¿Quizá si? Quizá había sido descuidado, quizá ella tuvo suerte y en algún momento lo vio de reojo y eso es lo que la llevó a decir aquello, sin embargo la mayoría había decidido pasarlo por alto, por lo que seguramente no pasaría nada, aunque no sería para nada interesante quedarse como espectador por siempre, lo que no sabía es que terminaría llamando la atención mucho más de lo deseado...
Mientras se encontraba con su atención dedicada hacia la reunión improvisada un sujeto desconocido lo tomó por el cuello sin previo aviso poniendo acto seguido un objeto punzante a escasos milímetros de la parte blanda de su cuello. Escuchó las palabras del mismo aunque ni se molestó en responderlas, por sus palabras no parecía que conociera su identidad, por lo que seguramente tampoco supiera de sus habilidades... Era muy arriesgado pero tenía una idea de como podría salir de esa situación, aunque también podría morirse si salía mal, pero bueno, ¿qué es una vida sin riesgos?
Sin esperar un momento más aprovechó la mayor fuerza y velocidad de reacción de uno de sus brazos mecánicos para darle un fuerte codazo a la altura de las costillas para que perdiera la fuerza de su agarre y alejara el objeto puntiagudo. Inmediatamente después de que aquello ocurriera lo tomó por los brazos que aún estaban cerca de él y lo lanzó hacia adelante tal y como lo harían en una llave de artes marciales, usando toda la fuerza de sus brazos y su cuerpo para tal tarea. Por suerte o por desgracia delante de él había un ruinoso muro que debido a su estado y al impacto del hombre después acabó por derrumbarse quedando ambos al descubierto del grupo de humanos... Casi le cuesta la vida, pero sin duda había sido una entrada con estilo.
Su última teoría parecía cobrar más sentido ahora, pues por lo que pudo escuchar había notado su presencia o al menos eso dedujo por sus palabras, no cualquiera podría saberlo o... ¿Quizá si? Quizá había sido descuidado, quizá ella tuvo suerte y en algún momento lo vio de reojo y eso es lo que la llevó a decir aquello, sin embargo la mayoría había decidido pasarlo por alto, por lo que seguramente no pasaría nada, aunque no sería para nada interesante quedarse como espectador por siempre, lo que no sabía es que terminaría llamando la atención mucho más de lo deseado...
Mientras se encontraba con su atención dedicada hacia la reunión improvisada un sujeto desconocido lo tomó por el cuello sin previo aviso poniendo acto seguido un objeto punzante a escasos milímetros de la parte blanda de su cuello. Escuchó las palabras del mismo aunque ni se molestó en responderlas, por sus palabras no parecía que conociera su identidad, por lo que seguramente tampoco supiera de sus habilidades... Era muy arriesgado pero tenía una idea de como podría salir de esa situación, aunque también podría morirse si salía mal, pero bueno, ¿qué es una vida sin riesgos?
Sin esperar un momento más aprovechó la mayor fuerza y velocidad de reacción de uno de sus brazos mecánicos para darle un fuerte codazo a la altura de las costillas para que perdiera la fuerza de su agarre y alejara el objeto puntiagudo. Inmediatamente después de que aquello ocurriera lo tomó por los brazos que aún estaban cerca de él y lo lanzó hacia adelante tal y como lo harían en una llave de artes marciales, usando toda la fuerza de sus brazos y su cuerpo para tal tarea. Por suerte o por desgracia delante de él había un ruinoso muro que debido a su estado y al impacto del hombre después acabó por derrumbarse quedando ambos al descubierto del grupo de humanos... Casi le cuesta la vida, pero sin duda había sido una entrada con estilo.
Harley Demontea
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Mabael escaneo la pistola del tuerto en cuanto la sacó y presumió de ella, en seguida supo lo que había en su interior; balas normales. —Lo siento, pero eso no me hará nada…— le dijo con una expresión seria en la cara, después de todo así se ponía ella si la amenazaban, el constante afán de ponerse a la altura del otro. —No ahora, por favor…— dijo Harley desde adentro mientras que rodaba los ojos.
Por fuera, Meabel se entretenía; con un movimiento del dedo índice de Harley, hizo resbalar hacía afuera la pistola del tuerto de tal manera que la misma salió disparada de la mano de él hacia la de ella dando vueltas, en cuanto la pistola estuvo en su manos con un movimiento uniforme de la otra mano hizo como si jalara algo cuadrado hacia atrás, en ese mismo momento, de la pistola salió el cargador flotando muy cerca de la mano de Harley, con otro movimiento de la mano hizo que el cargador soltara todas las balas que habían dentro y que estas cayeran al piso. Mientras hacia todo eso escuchó al mago hablar.
“Mebael, la cara de el mago y el tuerto me suenan… creo que pertenecen a nuestra orden” le dijo Harley desde dentro y entonces Mebael arqueó una ceja con su cuerpo. Pero no le contestó. Pues estaba bastante centrada en lo que le decía el mago. —Nosotras vivimos aquí también— contestó entonces, mientras que dentro, Harley estaba intentando recordar los rostros de los dos hombres, ya que era la primera vez que veía el de la mujer.
—Si definitivitamente debería preocuparse, señor mago…— le dijo mirándolo fijamente mientras que se acercaba, en ese instante Harley grito en su cabeza “¡Él es líder de una parte de la organización!” en cuanto escuchó eso no pudo evitar soltar una carcajada. “Y el otro me suena también, lo he visto abajo muchas veces…” continuó Harley, entonces Mebael suspiró y volvió a encarar al mago aún con las pistolas en el aire.
—Hablaré claro entonces… mi recipiente dice que eres nuestro líder, nosotras somos de abajo...— dijo sonriendo como si nada hubiera pasado
En ese mismo momento llegó un ser más a posicionarse muy cerca del Drow y justo cuando Mebael pensó que ya no se movería más, esbozó una sonrisa divertida, era interesante ver aquello, el forcejeo comenzó y poco después, la mujer a un lado de ellos lo notó.
—Ella tiene razón… un Drow y un mago…— dijo señalando el lugar donde se encontraba la divertida escena, unos momentos después, la pared que estaba en esa dirección cayó en pedazos y había un cuerpo en el suelo “¡Genial! ¿Y ahora qué?” pensó Harley para Mebael, la cual solo se reía divertida ante la situación, por supuesto, aún manteniendo la pistola y el cargador en el aire.
Por fuera, Meabel se entretenía; con un movimiento del dedo índice de Harley, hizo resbalar hacía afuera la pistola del tuerto de tal manera que la misma salió disparada de la mano de él hacia la de ella dando vueltas, en cuanto la pistola estuvo en su manos con un movimiento uniforme de la otra mano hizo como si jalara algo cuadrado hacia atrás, en ese mismo momento, de la pistola salió el cargador flotando muy cerca de la mano de Harley, con otro movimiento de la mano hizo que el cargador soltara todas las balas que habían dentro y que estas cayeran al piso. Mientras hacia todo eso escuchó al mago hablar.
“Mebael, la cara de el mago y el tuerto me suenan… creo que pertenecen a nuestra orden” le dijo Harley desde dentro y entonces Mebael arqueó una ceja con su cuerpo. Pero no le contestó. Pues estaba bastante centrada en lo que le decía el mago. —Nosotras vivimos aquí también— contestó entonces, mientras que dentro, Harley estaba intentando recordar los rostros de los dos hombres, ya que era la primera vez que veía el de la mujer.
—Si definitivitamente debería preocuparse, señor mago…— le dijo mirándolo fijamente mientras que se acercaba, en ese instante Harley grito en su cabeza “¡Él es líder de una parte de la organización!” en cuanto escuchó eso no pudo evitar soltar una carcajada. “Y el otro me suena también, lo he visto abajo muchas veces…” continuó Harley, entonces Mebael suspiró y volvió a encarar al mago aún con las pistolas en el aire.
—Hablaré claro entonces… mi recipiente dice que eres nuestro líder, nosotras somos de abajo...— dijo sonriendo como si nada hubiera pasado
En ese mismo momento llegó un ser más a posicionarse muy cerca del Drow y justo cuando Mebael pensó que ya no se movería más, esbozó una sonrisa divertida, era interesante ver aquello, el forcejeo comenzó y poco después, la mujer a un lado de ellos lo notó.
—Ella tiene razón… un Drow y un mago…— dijo señalando el lugar donde se encontraba la divertida escena, unos momentos después, la pared que estaba en esa dirección cayó en pedazos y había un cuerpo en el suelo “¡Genial! ¿Y ahora qué?” pensó Harley para Mebael, la cual solo se reía divertida ante la situación, por supuesto, aún manteniendo la pistola y el cargador en el aire.
No me pasa desapercibido el movimiento de Scar, colocandose delante de mi hijo por el otro lado, dejandolo mas protegido. Lo agradezco inmensamente, aunque me pregunto si lo estará haciendo instintivamente o de modo consciente...
El caso es que sigo apuntando a la chica de ojos raros. Que dice que mi pistola no le hara nada. Pues a no ser que sea el hombre de acero...perdon, la mujer de acero. Alzo mi ceja izquierda esbozando una mueca algo burlona. Pero todo esto se va a la mierda cuando la chica encanta mi pistola o vete a saber que mierda magica hace que esta sale volando hacia sus dominios. Con la boca entreabierta veo como sale el cargador, y las balas...y se quedan por ahi alrededor de ella antes de caer al suelo.
- Oh...ya veo, truquitos de magia? A que no me lo dices con los puños, Houdini? Has hecho que mi pistola me sea infiel, y eso me toca los huevos severamente...
"nosotras? PEro de que coño habla? es esquizofrenica?"
Miro a Johan y a Scar con cara de "vosotros entendeis algo?", porque vale, llevo un tiempo viviendo entre magos, viendo cosas chungas y raras, pero los que hablan asi siempre me rayan...vuelvo a mirar a Harley cuando dice que "ellas" son tambien de abajo, y que su ...eh...recipiente reconoce a Johan.
-Vale. Olvida lo de Houdini. Smeagol te pega mas.
A veces pienso que deberia haber aprendido ya a saber cuando cerrar la boca. Pero no, no lo he aprendido. Por mucho que la pelirroja lo ha intentado.... un subito estrepito llama mi atencion y me giro, sin dejar de vigilar que Reed no se mueva de donde esta y quede bien protegido.
"y ahora que, joder?"
Veo a un tio uniformado caer por los suelos tras atravesar un muro. Es un puto auror. Y mi maldita pistola? Vale, tengo mas armas, pero no pienso sacarlas delante de la chica esquizofrenica no sea que me las robe tambien y las vuelva en mi contra. Me fijo en quien ha tirado al auror por los aires....un elfo oscuro? Automaticamente me acuerdo del de ChinaTown y mi ceño se frunce.
-Vaya, vaya. Esto comienza a parecer un chiste malo....
El caso es que sigo apuntando a la chica de ojos raros. Que dice que mi pistola no le hara nada. Pues a no ser que sea el hombre de acero...perdon, la mujer de acero. Alzo mi ceja izquierda esbozando una mueca algo burlona. Pero todo esto se va a la mierda cuando la chica encanta mi pistola o vete a saber que mierda magica hace que esta sale volando hacia sus dominios. Con la boca entreabierta veo como sale el cargador, y las balas...y se quedan por ahi alrededor de ella antes de caer al suelo.
- Oh...ya veo, truquitos de magia? A que no me lo dices con los puños, Houdini? Has hecho que mi pistola me sea infiel, y eso me toca los huevos severamente...
"nosotras? PEro de que coño habla? es esquizofrenica?"
Miro a Johan y a Scar con cara de "vosotros entendeis algo?", porque vale, llevo un tiempo viviendo entre magos, viendo cosas chungas y raras, pero los que hablan asi siempre me rayan...vuelvo a mirar a Harley cuando dice que "ellas" son tambien de abajo, y que su ...eh...recipiente reconoce a Johan.
-Vale. Olvida lo de Houdini. Smeagol te pega mas.
A veces pienso que deberia haber aprendido ya a saber cuando cerrar la boca. Pero no, no lo he aprendido. Por mucho que la pelirroja lo ha intentado.... un subito estrepito llama mi atencion y me giro, sin dejar de vigilar que Reed no se mueva de donde esta y quede bien protegido.
"y ahora que, joder?"
Veo a un tio uniformado caer por los suelos tras atravesar un muro. Es un puto auror. Y mi maldita pistola? Vale, tengo mas armas, pero no pienso sacarlas delante de la chica esquizofrenica no sea que me las robe tambien y las vuelva en mi contra. Me fijo en quien ha tirado al auror por los aires....un elfo oscuro? Automaticamente me acuerdo del de ChinaTown y mi ceño se frunce.
-Vaya, vaya. Esto comienza a parecer un chiste malo....
Me adelanto también un poco como para cubrir a Thalos y a Reed, algo que también hace Scar. Después espero en tensa calma la respuesta por parte de Harley, echando una mirada de reojo a Scar cuando dice mi nombre, como si quisiera advertirme de algo más. Yo también he notado algún movimiento extraño por la zona de la casa más cercana, da la impresión de que hay más gente ocultándose cerca. Una posible emboscada, como ha advertido la otra. Asiento para hacerle notar que me he dado cuenta, pero no digo nada para no dar pistas a la otra. De todos modos somos tres contra una, si acaso dos más. Lo malo es que teniendo al niño aquí iniciar cualquier pelea puede ser peligroso. La joven desconocida se hace con la pistola de Thalos, desmontándola en partes cual chisme del Ikea. Con Thalos desarmado ya podemos saber que las intenciones que lleva no son buenas, aunque me inquieta mucho más cuando empieza a hablar como si fuesen dos personas.
"¿con quién está hablando? ¿está loca?"
Mi gesto serio y tenso se torna en uno de extrañeza, aunque el comentario de Thalos sobre Smeagol provoca que me haga gracia y todo. Trato de centrarme, analizando un poco mejor sus palabras. Por lo que dice también vive aquí, en Bastión, aunque ahora mismo no me suena su cara. Puede que la haya traído algún otro de los habitantes del lugar, aunque suelo conocer a la mayoría de la gente.
- Entonces dime alguna cosa que sólo pueda saber alguien que vive en la base de los renegados. Y de paso...podrías devolverle el arma a Thalos, si estamos del mismo lado no es necesario luchar, ¿no crees? - se me debe quedar una cara completamente wtf con eso del recipiente, sintiéndome en parte algo ignorante al no saber de qué está hablando. En estos casos se me viene a la mente el consejo de mi padrino cuando te hablan de algo de loq ue no te enteras, 'sonreír y asentir', pero no, no está la situación como para eso. Al menos ahora parece reconocerme, como uno de los líderes de la zona, algo sabe.
- Ya...recipiente...¿ Cómo te llamas? No te había visto antes por aquí. Y otra cosa, ¿Por qué te refieres a ti misma como nosotras? así de primeras como que no me ofrece mucha confianza... - el interrogatorio se interrumpe enseguida, al quedar al descubierto un drow y un tipo con traje oscuro que queda tirado por el suelo tras ser estampado contra un muro. Ella ha acertado sobre lo que nos estaba espiando, pero...¿ cómo lo ha sabido? ¿forma parte de algún plan previamente montado?
- Chiste no sé, Draven, pero no me hace ni puta gracia volver a ver un uniformado de estos por nuestra zona, no habían vuelto desde que hicimos el pacto de no agresión. - asumo que si ha atacado al drow no va con él, además parece que es el único Blood por la zona, por el momento. O es una farsa muy bien montada o el elfo oscuro se estaba defendiendo de él. Esta vez si desenvaino la espada, acercándome al tío que ha quedado tirado en el suelo, apuntando hacia su pecho con la hoja - ¿Qué hacías tú por aquí? ¿Acaso quieres que demos el pacto por roto? Porque es lo que vas a conseguir como no te largues de aquí. Eso si decidimos dejarte ir. - alzo la vista un momento, pero sin descuidar al que tengo en el suelo, que son muy traicioneros. Esta vez le dirijo la palabra al drow que ha atacado al Blood. - ¿Y tú, vas con ella? - señalo a Harley con un gesto de la barbilla, buscando respuestas por parte de todos. Si me parecen mentira o no ya lo decidiré yo.
"¿con quién está hablando? ¿está loca?"
Mi gesto serio y tenso se torna en uno de extrañeza, aunque el comentario de Thalos sobre Smeagol provoca que me haga gracia y todo. Trato de centrarme, analizando un poco mejor sus palabras. Por lo que dice también vive aquí, en Bastión, aunque ahora mismo no me suena su cara. Puede que la haya traído algún otro de los habitantes del lugar, aunque suelo conocer a la mayoría de la gente.
- Entonces dime alguna cosa que sólo pueda saber alguien que vive en la base de los renegados. Y de paso...podrías devolverle el arma a Thalos, si estamos del mismo lado no es necesario luchar, ¿no crees? - se me debe quedar una cara completamente wtf con eso del recipiente, sintiéndome en parte algo ignorante al no saber de qué está hablando. En estos casos se me viene a la mente el consejo de mi padrino cuando te hablan de algo de loq ue no te enteras, 'sonreír y asentir', pero no, no está la situación como para eso. Al menos ahora parece reconocerme, como uno de los líderes de la zona, algo sabe.
- Ya...recipiente...¿ Cómo te llamas? No te había visto antes por aquí. Y otra cosa, ¿Por qué te refieres a ti misma como nosotras? así de primeras como que no me ofrece mucha confianza... - el interrogatorio se interrumpe enseguida, al quedar al descubierto un drow y un tipo con traje oscuro que queda tirado por el suelo tras ser estampado contra un muro. Ella ha acertado sobre lo que nos estaba espiando, pero...¿ cómo lo ha sabido? ¿forma parte de algún plan previamente montado?
- Chiste no sé, Draven, pero no me hace ni puta gracia volver a ver un uniformado de estos por nuestra zona, no habían vuelto desde que hicimos el pacto de no agresión. - asumo que si ha atacado al drow no va con él, además parece que es el único Blood por la zona, por el momento. O es una farsa muy bien montada o el elfo oscuro se estaba defendiendo de él. Esta vez si desenvaino la espada, acercándome al tío que ha quedado tirado en el suelo, apuntando hacia su pecho con la hoja - ¿Qué hacías tú por aquí? ¿Acaso quieres que demos el pacto por roto? Porque es lo que vas a conseguir como no te largues de aquí. Eso si decidimos dejarte ir. - alzo la vista un momento, pero sin descuidar al que tengo en el suelo, que son muy traicioneros. Esta vez le dirijo la palabra al drow que ha atacado al Blood. - ¿Y tú, vas con ella? - señalo a Harley con un gesto de la barbilla, buscando respuestas por parte de todos. Si me parecen mentira o no ya lo decidiré yo.
Blood Keeper
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Mi plan de salir de mi escondite con el drow como rehén se va al traste en cuestión de un par de segundos, ya que reacciona lo suficientemente rápido como para zafarse de mi intento de ataque, haciendo una especie de llave. Este movimiento provoca que aparte la daga de su cuello, siendo después empujado hacia delante, con tal mala suerte que acabo recibiendo también el golpe contra el muro. Acabo destrozando la superficie contra la que choco, algo no muy difícil teniendo en cuenta el deplorable estado en que se encontraba.
Quedo tirado boca arriba en el suelo todo lo largo que soy, aturdido y dolorido en diversas partes del cuerpo. - Negro deleznable...- murmuro con odio mientras intento levantarme del suelo, incorporándome un poco sobre mis codos. Mi daga ha caído a varios metros de mí, y en cuanto me recompongo un poco tengo la espada de Johan apuntándome de manera amenazante. Me río en su cara cuando me recuerda lo del pacto. - Como si eso me importara. Hay nuevas normas en tu pueblo este de mierda, el pacto ese es papel mojado. Ya no lo necesitamos, que es lo que os acojona. - no voy a decirle todavía que Rybar está desaparecido desde hace meses, pero que sepa que ya no están seguros en ese sentido. Me viene con amenazas que me dan un poco igual, y además se pone a interrogar al otro drow, que parece no ser amigo suyo. Aprovecho esa distracción para usar la desaparición a pequeña distancia, alejándome así del peligroso filo que me amenaza. Reaparezco a tan sólo unos metros, al lado de Scar y Thalos, conjurando con magia una pequeña explosión a sus pies para declararles así el inicio de las hostilidades.
Quedo tirado boca arriba en el suelo todo lo largo que soy, aturdido y dolorido en diversas partes del cuerpo. - Negro deleznable...- murmuro con odio mientras intento levantarme del suelo, incorporándome un poco sobre mis codos. Mi daga ha caído a varios metros de mí, y en cuanto me recompongo un poco tengo la espada de Johan apuntándome de manera amenazante. Me río en su cara cuando me recuerda lo del pacto. - Como si eso me importara. Hay nuevas normas en tu pueblo este de mierda, el pacto ese es papel mojado. Ya no lo necesitamos, que es lo que os acojona. - no voy a decirle todavía que Rybar está desaparecido desde hace meses, pero que sepa que ya no están seguros en ese sentido. Me viene con amenazas que me dan un poco igual, y además se pone a interrogar al otro drow, que parece no ser amigo suyo. Aprovecho esa distracción para usar la desaparición a pequeña distancia, alejándome así del peligroso filo que me amenaza. Reaparezco a tan sólo unos metros, al lado de Scar y Thalos, conjurando con magia una pequeña explosión a sus pies para declararles así el inicio de las hostilidades.
La actitud de la chavala cada vez me pone de más mala ostia. Me estoy plantando seriamente lanzarle ya un sai en el ojo, es decir, estoy sobria no me puede fallar la puntería. En esas el arma de Thalos sale disparada hacia ella y la desmonta, no he podido ver la cara de Thalos por que casi le doy la espalda pero me imagino que al menos nosotros, lo humanos, estamos con el culo torcido.
Aquello me hizo prestarle más atención a la chica y sus monólogos, o al menos intentarlo porque Thalos es... sagaz en sus comentarios. De cualquier forma me contengo una sonrisa. Así que es de los Renegados... ¿que clase de broma es esta entonces? Recipiente... - me cago en la leche...- le doy un ligero toque a Thalos con el codo y murmuro para él. - Creo que es un demonio. - sobraba avisarle de que estábamos un pelín jodidos.
En efecto, teníamos compañía. De hecho un Blood Keeper que había salido disparado hacia un muro, cerca de él un drow. Lo examino nerviosa, hacía mucho que no veía a uno. Cuando Johan se acerca al muro derrumbado y le apunta con la espada no dudo ya en sacar el sai. Esto huele a emboscada y evidentemente la ira ya me sale hasta por los ojos. Con lo tranquilitos que estábamos.
Escucho lo del pacto de no agresión, al parecer ya no lo respetan. - Genial - susurro nerviosa. Johan le espeta otra pregunta al drow, pero sin haberlo prevenido aparece a escasa distancia de Thalos y mía dejándonos una leve explosión. No es demasiado grande, pero ya sí que me he enfadado. Empujo inconscientemente al hijo de Thalos hacia él y salgo rápidamente a paso largo hacia el Blood Keeper. Lo agarro por el cuello y lo giro quedándome yo a sus espaldas. Le doy unas fuertes patadas por detrás de las rodillas hasta que cae al suelo e introduzco el sai en su cuello. Cuando lo vuelvo a sacar en cuestión de segundos ya hay un río de sangre que brota enérgicamente de su cuello. - ¿¡ASÍ QUE PAPEL MOJADO NO!? - le espeto a Johan olvidando casi la presencia de la otra muchacha. Un problema menos. Miro otra vez el pequeño río de sangre que va en aumento y dirijo ahora mi mirada al pequeño de Thalos, menudo espectáculo le habré dado.
Aquello me hizo prestarle más atención a la chica y sus monólogos, o al menos intentarlo porque Thalos es... sagaz en sus comentarios. De cualquier forma me contengo una sonrisa. Así que es de los Renegados... ¿que clase de broma es esta entonces? Recipiente... - me cago en la leche...- le doy un ligero toque a Thalos con el codo y murmuro para él. - Creo que es un demonio. - sobraba avisarle de que estábamos un pelín jodidos.
En efecto, teníamos compañía. De hecho un Blood Keeper que había salido disparado hacia un muro, cerca de él un drow. Lo examino nerviosa, hacía mucho que no veía a uno. Cuando Johan se acerca al muro derrumbado y le apunta con la espada no dudo ya en sacar el sai. Esto huele a emboscada y evidentemente la ira ya me sale hasta por los ojos. Con lo tranquilitos que estábamos.
Escucho lo del pacto de no agresión, al parecer ya no lo respetan. - Genial - susurro nerviosa. Johan le espeta otra pregunta al drow, pero sin haberlo prevenido aparece a escasa distancia de Thalos y mía dejándonos una leve explosión. No es demasiado grande, pero ya sí que me he enfadado. Empujo inconscientemente al hijo de Thalos hacia él y salgo rápidamente a paso largo hacia el Blood Keeper. Lo agarro por el cuello y lo giro quedándome yo a sus espaldas. Le doy unas fuertes patadas por detrás de las rodillas hasta que cae al suelo e introduzco el sai en su cuello. Cuando lo vuelvo a sacar en cuestión de segundos ya hay un río de sangre que brota enérgicamente de su cuello. - ¿¡ASÍ QUE PAPEL MOJADO NO!? - le espeto a Johan olvidando casi la presencia de la otra muchacha. Un problema menos. Miro otra vez el pequeño río de sangre que va en aumento y dirijo ahora mi mirada al pequeño de Thalos, menudo espectáculo le habré dado.
Yazzyr Kront'tavar
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Evidentemente en cuanto lanzó al tipo contra la pared todas las miradas se posaron sobre ellos dos que habían quedado totalmente al descubierto. Sin duda había sido una entrada de lo más peculiar a la escena, lo que no ayudaba nada a la ya existente bizarra situación. Uno de ellos parece tomarse la situación más a chiste, a pesar de que sea algo realmente serio como otro de ellos indicó, comenzando a cuestionar al hombre que casi le arrebata la vida al drow. El susodicho parecía pertenecer a una facción rival de los Renegados, aún no tenía constancia del estado de la zona, pero parecía que el asunto era bastante delicado, si estaba dispuestos a quebrantar un pacto así como así es que ya no les convenía, y si no les convenía es por que tenían un az bajo la manga, sería muy poco probable lanzarse a un ataque así sin ningún motivo... Aunque era curioso, ¿por qué lo había atacado a él? No podía saber que era de su bando... Sus objetivos eran un misterio...
Sin embargo él no estaba libre de interrogatorio, era natural y por lo visto ahora ya tenía que responder por lo que había hecho, quizá había ido un poco lejos con su pequeño juego de espía. — No. — Respondió simple y sereno poniendo sus brazos a su espalda. — Parecía sospechosa, por lo que simplemente la seguí. Aunque veo que la sutileza no era necesaria. — Aportó a su escueta respuesta inicial, nada de lo que había dicho era técnicamente mentira, pero desde luego no desvelaría la auténtica razón por la que decidió seguirla en un inicio. Pero antes de que pudiera decir algo más sobre el asunto concerniente al hombre que estaba en el suelo, bien dicho estaba por que había desaparecido. Una pequeña explosión se produjo entre dos de los humano sin previo aviso, se había distraído por lo que como reacción instintiva dio un leve salto hacia atrás cubriendo su rostro con sus brazos, sin duda era un gesto totalmente exagerado pero nunca se era demasiado precavido.
Para cuando ya había pasado el peligro y su vista ya no se encontraba obstruida pudo ver como... Ejecutaban, al hombre que antes estaba en el suelo. Sin duda no hay palabra mejor para describir lo que la humana había hecho. Por lo que se había informado de la historia humana podía decir que esto parecía sacado de un coliseo de la antigua Roma, un espectáculo bastante innecesario pero a la vez efectivo, sobretodo si aún había de los suyos en la zona que estuviesen observando la escena. — Parece ser que ya hay un problema menos. — Sentencia manteniendo la serenidad, observando como la sangre sale de la herida.
Sin embargo él no estaba libre de interrogatorio, era natural y por lo visto ahora ya tenía que responder por lo que había hecho, quizá había ido un poco lejos con su pequeño juego de espía. — No. — Respondió simple y sereno poniendo sus brazos a su espalda. — Parecía sospechosa, por lo que simplemente la seguí. Aunque veo que la sutileza no era necesaria. — Aportó a su escueta respuesta inicial, nada de lo que había dicho era técnicamente mentira, pero desde luego no desvelaría la auténtica razón por la que decidió seguirla en un inicio. Pero antes de que pudiera decir algo más sobre el asunto concerniente al hombre que estaba en el suelo, bien dicho estaba por que había desaparecido. Una pequeña explosión se produjo entre dos de los humano sin previo aviso, se había distraído por lo que como reacción instintiva dio un leve salto hacia atrás cubriendo su rostro con sus brazos, sin duda era un gesto totalmente exagerado pero nunca se era demasiado precavido.
Para cuando ya había pasado el peligro y su vista ya no se encontraba obstruida pudo ver como... Ejecutaban, al hombre que antes estaba en el suelo. Sin duda no hay palabra mejor para describir lo que la humana había hecho. Por lo que se había informado de la historia humana podía decir que esto parecía sacado de un coliseo de la antigua Roma, un espectáculo bastante innecesario pero a la vez efectivo, sobretodo si aún había de los suyos en la zona que estuviesen observando la escena. — Parece ser que ya hay un problema menos. — Sentencia manteniendo la serenidad, observando como la sangre sale de la herida.
Harley Demontea
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Mebael observó la cara del tuerto cuando desmanteló su arma, aquella era una reacción típica y a la vez algo diferente pues se notaba que aquel tipo no podía dejarse la boca cerrada, eso a Mebael le causó bastante mal, Harley sintió cólera en sus sentimientos, pero sabía muy bien que era incapaz de expresar aquello ya que no sabía cómo, y que, además, era muy posible que simplemente recurriera a la frialdad en ese caso.
−Truquitos de magia…− volvió a carcajearse, Harley supo en ese momento que si no se controlaba aquello podía ponerse mal, y no importaba que arma usara, nada podría detenerla –Preferiría dejarle lo de los puños a Harley, de humano a humano ya sabes, si peleara contra ti sería injusto…– dijo en tono serio al tuerto.
Entonces volvió a centrarse en Johan, lo miró con una ceja levantada“Bueno lo que él dice tiene razón… debemos probar que somos de la orden…” dijo Harley para Mebael...
−Bueno en ese caso, que te parece esto; Un grupo de aurores de la vieja guardia, los del anterior Jefe de aurores Caractacus Sinsuerte, volvieron a reunirse, planeando volver a formar un grupo de aurores como los de antes. También surgió la Morada de Amelia, con el nombre de Moulin Noir− dijo Mebael como si lo recitara de memoria mientras que Harley asentía desde dentro “Si, pienso que eso debería bastar”.
“Ah… lo sabía, siempre es así, nos toman por locas” suspiró desde dentro Harley, quien estaba cansada de que el mismo evento se repitiera una y otra vez, “Equivocada, a ti te toman por loca, después de todo, es tu cuerpo”, le dijo Mebael en tono serio y la otra no hizo más que volver a suspirar.
−Mi recipiente se llama Harley y yo… no tengo intención de revelar mi nombre, no necesitan saberlo, de todas maneras, lo olvidaran dentro de poco− dijo algo divertida, lo que decía era cierto, desúes de todo, los humanos duraban demasiado poco para su gusto.
Fue entonces que escuchó a la chica y la señaló con el dedo índice de Harley – ¡Bingo!, parece que la humana es muy perspicaz, en efecto, soy un demonio que vive dentro de este cuerpo…− dijo con una sonrisa en el rostro…
En cuanto aparecieron el Blood Keeper y el Drow las cosas se complicaron, seguramente no habían salido como Johan lo había planeado, quería pensar Harley… “Que tonto... es mago, ya debería saber que una espada no los detendría tan fácilmente, además el otro también es de su misma raza” pensó Mebael, pero no iba a ganar nada con amenazarlo, esos tipos se pasaban por atrás las normas entre los renegados y ellos, los acuerdos no eran nada “Gente sin honor” pensó para Harley, quien compartía su sentir; mientras que veía a Johan monologar con el Drow, Mebael fue perfectamente capaz de ver como el Blood Keeper desaparecía y se posicionaba cerca del tuerto y la mujer con el niño, Mebael se puso en guardia, las cosas se estaban poniendo malas y sin embargo, después de la explosión que apenas había logrado mover un poco el cuerpo de Harley, esta quedó casi pasmada al ver que la joven tiraba al niño contra el tuerto y que iniciaba un ataque brutal.
En menos de un segundo, el cuerpo del recipiente quedó pasmado; la conciencia de Harley había desaparecido por completo al ver toda aquella sangre correr por el cuerpo del hombre y el piso.
“¡No ahora Harley por favor!” le gritó entonces desde adentro Mebael pero la voz de Harley ya no se escuchaba en ningún rincón.
−Truquitos de magia…− volvió a carcajearse, Harley supo en ese momento que si no se controlaba aquello podía ponerse mal, y no importaba que arma usara, nada podría detenerla –Preferiría dejarle lo de los puños a Harley, de humano a humano ya sabes, si peleara contra ti sería injusto…– dijo en tono serio al tuerto.
Entonces volvió a centrarse en Johan, lo miró con una ceja levantada“Bueno lo que él dice tiene razón… debemos probar que somos de la orden…” dijo Harley para Mebael...
−Bueno en ese caso, que te parece esto; Un grupo de aurores de la vieja guardia, los del anterior Jefe de aurores Caractacus Sinsuerte, volvieron a reunirse, planeando volver a formar un grupo de aurores como los de antes. También surgió la Morada de Amelia, con el nombre de Moulin Noir− dijo Mebael como si lo recitara de memoria mientras que Harley asentía desde dentro “Si, pienso que eso debería bastar”.
“Ah… lo sabía, siempre es así, nos toman por locas” suspiró desde dentro Harley, quien estaba cansada de que el mismo evento se repitiera una y otra vez, “Equivocada, a ti te toman por loca, después de todo, es tu cuerpo”, le dijo Mebael en tono serio y la otra no hizo más que volver a suspirar.
−Mi recipiente se llama Harley y yo… no tengo intención de revelar mi nombre, no necesitan saberlo, de todas maneras, lo olvidaran dentro de poco− dijo algo divertida, lo que decía era cierto, desúes de todo, los humanos duraban demasiado poco para su gusto.
Fue entonces que escuchó a la chica y la señaló con el dedo índice de Harley – ¡Bingo!, parece que la humana es muy perspicaz, en efecto, soy un demonio que vive dentro de este cuerpo…− dijo con una sonrisa en el rostro…
En cuanto aparecieron el Blood Keeper y el Drow las cosas se complicaron, seguramente no habían salido como Johan lo había planeado, quería pensar Harley… “Que tonto... es mago, ya debería saber que una espada no los detendría tan fácilmente, además el otro también es de su misma raza” pensó Mebael, pero no iba a ganar nada con amenazarlo, esos tipos se pasaban por atrás las normas entre los renegados y ellos, los acuerdos no eran nada “Gente sin honor” pensó para Harley, quien compartía su sentir; mientras que veía a Johan monologar con el Drow, Mebael fue perfectamente capaz de ver como el Blood Keeper desaparecía y se posicionaba cerca del tuerto y la mujer con el niño, Mebael se puso en guardia, las cosas se estaban poniendo malas y sin embargo, después de la explosión que apenas había logrado mover un poco el cuerpo de Harley, esta quedó casi pasmada al ver que la joven tiraba al niño contra el tuerto y que iniciaba un ataque brutal.
En menos de un segundo, el cuerpo del recipiente quedó pasmado; la conciencia de Harley había desaparecido por completo al ver toda aquella sangre correr por el cuerpo del hombre y el piso.
“¡No ahora Harley por favor!” le gritó entonces desde adentro Mebael pero la voz de Harley ya no se escuchaba en ningún rincón.
Miro a Harley muy ufano, porque su frialdad y su mascara neutral no me acobardan. Johan dice que si no somos enemigos que me devuelva el arma pero...jeh, estoy seguro de que la chica no va a hacer tal cosa. Me tocara recogerla a mi, cuando el momento sea propicio.
Entre el drow y Johan parecen tener controlado al auror. Yo sigo al lado de mi hijo pequeño, que se agarra a mi pierna con fuerza. Scar dice que cree que la chica es una demonio, y yo levanto mi ceja cuando la otra lo confirma.
"oh, si, claro, por qué no? hemos visto manos cortadas que andan, fantasmas de los difuntos, dragones, vampiros....por que no demonios? Si, por qué no?"
-Me cago en mi vida
Suelto por lo bajo mirando a la supuesta demonio. No se por qué, pero sospecho que podria ser cierto. Aunque siempre esta mi pequeña parte racional de humano que intenta negar la existencia de cosas mas raras cada vez en mi vida. Pero eso pasa a un segundo plano cuando el auror desaparece y...oigo el chasquido de la reaparicion muy cerca de nosotros. Y explosion. No demasiado grande pero...Scar empuja al crio hacia mi y yo agarro a mi hijo protegiendolo con mi espalda de todo daño. Caigo de espaldas al suelo con el abrazado, y él, claro, rompe a llorar. Lo primero que hago es comprobar que no tiene ni un maldito rasguño. Yo si me habre hecho alguno, de algun pedrazo que ha saltado, nada serio. Entonces miro al auror causante de aquello dispuesto a sacarle las tripas y ponerselas de collar cuando veo que Scar ya se ha hecho cargo....de modo bastante efectivo. La tension y el odio momentaneos desaparecen al ver la amenaza eliminada.
-Buena esa...
Digo a Scar aun sentado en el suelo, con Reed abrazado, intentando calmarlo.
-Eh enano, mira a papá, vamos.
Pero Reed sigue llorando por el susto de la explosion, y entonces hace que empiecen a explotar mas cosas a su alrededor. Sep. Mi hijo es un mago de tres años con cero control sobre su magia. Rocas aqui y alla revientan sin control. No es nada peligroso, de momento, pero....no es bueno. No me doy cuenta de que Harley parece quedarse paralizada. Desvio mi mirada un momento hacia el auror, con odio, entre los llantos de mi crio y sus las cosas que revienta alrededor.
- Estaras contento, hijo de puta. -le digo al cadaver. -tienes suerte de que te hayan matado deprisa, porque le has hecho llorar.
El suelo bajo el cual ha quedado el cuerpo del auror explosiona tambien, nada excesivo...pero lo suficiente para remover el cadaver y que salpique su sangrecilla, esa que le salia a raudales por la herida del cuello
-....alguien tiene un sonajero?!
"claro, thalos, porque todo el mundo lleva de eso en sus bolsillos"
-Tengo que llevarmelo de aqui. Podrian venir mas.
Entre el drow y Johan parecen tener controlado al auror. Yo sigo al lado de mi hijo pequeño, que se agarra a mi pierna con fuerza. Scar dice que cree que la chica es una demonio, y yo levanto mi ceja cuando la otra lo confirma.
"oh, si, claro, por qué no? hemos visto manos cortadas que andan, fantasmas de los difuntos, dragones, vampiros....por que no demonios? Si, por qué no?"
-Me cago en mi vida
Suelto por lo bajo mirando a la supuesta demonio. No se por qué, pero sospecho que podria ser cierto. Aunque siempre esta mi pequeña parte racional de humano que intenta negar la existencia de cosas mas raras cada vez en mi vida. Pero eso pasa a un segundo plano cuando el auror desaparece y...oigo el chasquido de la reaparicion muy cerca de nosotros. Y explosion. No demasiado grande pero...Scar empuja al crio hacia mi y yo agarro a mi hijo protegiendolo con mi espalda de todo daño. Caigo de espaldas al suelo con el abrazado, y él, claro, rompe a llorar. Lo primero que hago es comprobar que no tiene ni un maldito rasguño. Yo si me habre hecho alguno, de algun pedrazo que ha saltado, nada serio. Entonces miro al auror causante de aquello dispuesto a sacarle las tripas y ponerselas de collar cuando veo que Scar ya se ha hecho cargo....de modo bastante efectivo. La tension y el odio momentaneos desaparecen al ver la amenaza eliminada.
-Buena esa...
Digo a Scar aun sentado en el suelo, con Reed abrazado, intentando calmarlo.
-Eh enano, mira a papá, vamos.
Pero Reed sigue llorando por el susto de la explosion, y entonces hace que empiecen a explotar mas cosas a su alrededor. Sep. Mi hijo es un mago de tres años con cero control sobre su magia. Rocas aqui y alla revientan sin control. No es nada peligroso, de momento, pero....no es bueno. No me doy cuenta de que Harley parece quedarse paralizada. Desvio mi mirada un momento hacia el auror, con odio, entre los llantos de mi crio y sus las cosas que revienta alrededor.
- Estaras contento, hijo de puta. -le digo al cadaver. -tienes suerte de que te hayan matado deprisa, porque le has hecho llorar.
El suelo bajo el cual ha quedado el cuerpo del auror explosiona tambien, nada excesivo...pero lo suficiente para remover el cadaver y que salpique su sangrecilla, esa que le salia a raudales por la herida del cuello
-....alguien tiene un sonajero?!
"claro, thalos, porque todo el mundo lleva de eso en sus bolsillos"
-Tengo que llevarmelo de aqui. Podrian venir mas.
Me da muy mala espina eso que comenta Scar, la aclaración sobre Harley. Así tendría sentido eso de que hable con ella misma, aún así creo que es la primera vez que me cruzo con un demonio. Desconozco mucho al respecto, y eso me provoca bastante recelo. Ella misma afirma que es un demonio que vive en ese cuerpo, así, sin muchos rodeos. No sé qué pensar al respecto. - Me da lo mismo lo que seas mientras no supongas un problema para nosotros ni nos perjudiques. Y si es cierto que vives en la base no debería importante devolverle el arma a un compañero. También deberías saber regresar por ti misma. - Nadie que no le hayan enseñado como entrar sabría hacerlo. Debe ser alguien de dentro.
Tampoco me esperaba que sepa esos datos de los que hace gala para afirmar que forma parte de la Resistencia, aunque algunos de ellos son algo genéricos, como lo del cambio de nombre del local. Lo de los aurores de la vieja guardia era un dato poco conocido para mí, lo sabía por otros, pero no se pusieron en contacto conmigo. - Está claro que algo sabes, Harley, pero eso tampoco asegura nada. Son datos que podría haberte contado cualquier otro. Preguntaré a otros compañeros, para saber quién te trajo. - a veces traían gente nueva a la base, tanto personas que necesitaban acogida como personas que querían luchar. Eso no quita que debamos tener más o menos claro a quién estamos metiendo en la base, y aún así nos podemos equivocar a veces.
Nos fastidian la reunión después de ese breve parlamento, con la aparición del hostil Blood Keeper. Éste evela una información bastante importante y de la que no me había llegado el más mínimo rumor, hasta ahora no habían atacado a ninguno de los nuestros, no desde aquel pacto. Si es cierto lo que dice, que es papel mojado, tenemos que volver a preocuparnos por ellos. Como si no tuviésemos bastante con los de la Alianza. Un mínimo despiste y el tipo en cuestión desaparece para ir a hacia donde están Thalos y Scar. Había aprovechado el instante en el que Yazzyr me dijo que Harley le pareció sospechosa, motivo para ir siguiéndola.
- Ni lo intentes, desgraciado.- murmuro al recién desaparecido a la vez que giro rápidamente sobre mis talones para tratar de hacer una barrera mágica que detenga el ataque pero no llego a tiempo de parar la explosión que conjura, visto y no visto. No resulta ser gran cosa, pero es suficiente para que acaben por el suelo, además de hacer saltar algunos cascotes de escombros de los que hay por ahí tirados. Corro hacia ellos para neutralizar la amenaza del Blood y después comprobar que estén bien, especialmente el pequeño. Ya van dos veces que sale y el pobre se lleva susto. Scar aprovecha su proximidad con el Blood para acabar con él de manera bastante sangrienta. Se lo ha buscado y ha atacado a nuestro grupo, así que ese es el final que merece. - Eso dijo.- replico a lo del papel mojado, molesto por esa ruptura de la tregua tan absurda e innecesaria. Sigo con la mirada el río de sangre que ha provocado la muerte del intruso.
- Déjalo ahí, que sepan los demás lo que pasa por venir a joder donde no deben, por romper acuerdos de manera unilateral. - de Rybar Dvorak no hay ni rastro, y puede que sea ese el motivo por el que se ha roto el pacto. Me gustaría saber quién los lidera ahora, porque seguro que ha sido esa persona la que ha roto el acuerdo. Después me agacho en el suelo al lado de Reed y Thalos, comprobando que el crío no tenía nada, salvo el susto. - Tranquilo, Reed, es sólo un juego. Como en una peli...- caigo en la cuenta de que creo que los críos de la base no han visto ni una película. Deberíamos hacer un teatro de las pelis más famosas, o buscarles algunas. Draven pide a gritos un sonajero o algo que lo distraiga, aunque aquí juguetes tenemos pocos. Lo que sí llevo es un par de barras de regaliz de esas de mi alijo personal, que a pesar de los años que han pasado sigo siendo adicto. Saco del bolsillo del abrigo las dos barras, dándoselas al niño. Asiento a lo que dice Thalos de llevárselo, pero en ese momento recibo un mensaje en el galeón. El drow ha aparecido, está herido en la enfermería y necesitan ayuda. Alzo la vista hacia el resto, levantándome después del suelo.
- Tengo que marcharme. Tenemos una emergencia en la enfermería...un drow herido. Y necesitan sangre...- comento como que no quiere la cosa, mirando a Yazzyr. Tal vez el pueda ayudar. - Voy para allá, los demás deberíais entrar, antes de que vengan más. Thalos, tú guía a Scar hacia la base, explícale como se entra. Los demás sabrán llegar, si es cierto que pertenecen al lugar. Dentro de unos días tenemos que hablar del plan de defensa y evacuación. Y planear el próximo golpe a la Alianza. Nos vemos.- dicho esto me desaparezco de allí directamente, rumbo a la base.
Tampoco me esperaba que sepa esos datos de los que hace gala para afirmar que forma parte de la Resistencia, aunque algunos de ellos son algo genéricos, como lo del cambio de nombre del local. Lo de los aurores de la vieja guardia era un dato poco conocido para mí, lo sabía por otros, pero no se pusieron en contacto conmigo. - Está claro que algo sabes, Harley, pero eso tampoco asegura nada. Son datos que podría haberte contado cualquier otro. Preguntaré a otros compañeros, para saber quién te trajo. - a veces traían gente nueva a la base, tanto personas que necesitaban acogida como personas que querían luchar. Eso no quita que debamos tener más o menos claro a quién estamos metiendo en la base, y aún así nos podemos equivocar a veces.
Nos fastidian la reunión después de ese breve parlamento, con la aparición del hostil Blood Keeper. Éste evela una información bastante importante y de la que no me había llegado el más mínimo rumor, hasta ahora no habían atacado a ninguno de los nuestros, no desde aquel pacto. Si es cierto lo que dice, que es papel mojado, tenemos que volver a preocuparnos por ellos. Como si no tuviésemos bastante con los de la Alianza. Un mínimo despiste y el tipo en cuestión desaparece para ir a hacia donde están Thalos y Scar. Había aprovechado el instante en el que Yazzyr me dijo que Harley le pareció sospechosa, motivo para ir siguiéndola.
- Ni lo intentes, desgraciado.- murmuro al recién desaparecido a la vez que giro rápidamente sobre mis talones para tratar de hacer una barrera mágica que detenga el ataque pero no llego a tiempo de parar la explosión que conjura, visto y no visto. No resulta ser gran cosa, pero es suficiente para que acaben por el suelo, además de hacer saltar algunos cascotes de escombros de los que hay por ahí tirados. Corro hacia ellos para neutralizar la amenaza del Blood y después comprobar que estén bien, especialmente el pequeño. Ya van dos veces que sale y el pobre se lleva susto. Scar aprovecha su proximidad con el Blood para acabar con él de manera bastante sangrienta. Se lo ha buscado y ha atacado a nuestro grupo, así que ese es el final que merece. - Eso dijo.- replico a lo del papel mojado, molesto por esa ruptura de la tregua tan absurda e innecesaria. Sigo con la mirada el río de sangre que ha provocado la muerte del intruso.
- Déjalo ahí, que sepan los demás lo que pasa por venir a joder donde no deben, por romper acuerdos de manera unilateral. - de Rybar Dvorak no hay ni rastro, y puede que sea ese el motivo por el que se ha roto el pacto. Me gustaría saber quién los lidera ahora, porque seguro que ha sido esa persona la que ha roto el acuerdo. Después me agacho en el suelo al lado de Reed y Thalos, comprobando que el crío no tenía nada, salvo el susto. - Tranquilo, Reed, es sólo un juego. Como en una peli...- caigo en la cuenta de que creo que los críos de la base no han visto ni una película. Deberíamos hacer un teatro de las pelis más famosas, o buscarles algunas. Draven pide a gritos un sonajero o algo que lo distraiga, aunque aquí juguetes tenemos pocos. Lo que sí llevo es un par de barras de regaliz de esas de mi alijo personal, que a pesar de los años que han pasado sigo siendo adicto. Saco del bolsillo del abrigo las dos barras, dándoselas al niño. Asiento a lo que dice Thalos de llevárselo, pero en ese momento recibo un mensaje en el galeón. El drow ha aparecido, está herido en la enfermería y necesitan ayuda. Alzo la vista hacia el resto, levantándome después del suelo.
- Tengo que marcharme. Tenemos una emergencia en la enfermería...un drow herido. Y necesitan sangre...- comento como que no quiere la cosa, mirando a Yazzyr. Tal vez el pueda ayudar. - Voy para allá, los demás deberíais entrar, antes de que vengan más. Thalos, tú guía a Scar hacia la base, explícale como se entra. Los demás sabrán llegar, si es cierto que pertenecen al lugar. Dentro de unos días tenemos que hablar del plan de defensa y evacuación. Y planear el próximo golpe a la Alianza. Nos vemos.- dicho esto me desaparezco de allí directamente, rumbo a la base.
Que la demonio esté en las filas de los Renegados y que encima trate con esa chulería a su líder no me hace ni puñetera gracia. Había escuchado hablar antes de estas criaturas, de lo impredecibles que podían llegar a ser. No, definitivamente de momento no me siento nada cómoda al pensar que voy a compartir techo con ella. Independientemente de eso me irritaba enormemente los monólogos con la pobre desgraciada a la que le había quitado el cuerpo. Permanezco atenta, tan atenta a cualquier movimiento de la demonio que me dejo llevar a la evasión, hasta que se refiere a mí con una sonrisa. No sé si puedo poner más cara de mala hostia pero lo consigo.
Me reincorporo ahora más tranquila y concentrada en el sai. Lo miro interrogante, por unos segundos pienso en limpiarlo en los pantalones vaqueros, que a parte de raídos ya están bastante sucios, pero decido repentinamente mirar alrededor por si hay alguien más aparte de nosotros pero se lleva mi atención el hijo de Thalos y sus llantos. Lo miro en silencio, miro después a Johan, igual ya la he cagado. Nunca he sabido controlar bien estos impulsos, pero antes sólo sufría yo las consecuencias, con el llanto del niño de fondo me planteo que a partir de ahora seré más prudente. Miro sin hacer ya mucho caso a la demonio, aunque parece algo aturdida. En mi examinación me interrumpe algunas rocas reventando, pura magia '¿Y ahora quién cojones es el de los truquitos?', pienso volviendo a la irritación de antes. Miro a todos nerviosa, hasta que caigo en el hijo de Thalos, lo que faltaba. Con una mezcla de distancia y pena doy unos pasos hacia Johan y Thalos, asiento ya por pura inercia a lo de que nos vayamos de ese lugar y esta vez sí, limpio la sangre del sai en el pantalón y lo acomodo dentro de la chaqueta para seguir a Thalos hasta la base.
Me reincorporo ahora más tranquila y concentrada en el sai. Lo miro interrogante, por unos segundos pienso en limpiarlo en los pantalones vaqueros, que a parte de raídos ya están bastante sucios, pero decido repentinamente mirar alrededor por si hay alguien más aparte de nosotros pero se lleva mi atención el hijo de Thalos y sus llantos. Lo miro en silencio, miro después a Johan, igual ya la he cagado. Nunca he sabido controlar bien estos impulsos, pero antes sólo sufría yo las consecuencias, con el llanto del niño de fondo me planteo que a partir de ahora seré más prudente. Miro sin hacer ya mucho caso a la demonio, aunque parece algo aturdida. En mi examinación me interrumpe algunas rocas reventando, pura magia '¿Y ahora quién cojones es el de los truquitos?', pienso volviendo a la irritación de antes. Miro a todos nerviosa, hasta que caigo en el hijo de Thalos, lo que faltaba. Con una mezcla de distancia y pena doy unos pasos hacia Johan y Thalos, asiento ya por pura inercia a lo de que nos vayamos de ese lugar y esta vez sí, limpio la sangre del sai en el pantalón y lo acomodo dentro de la chaqueta para seguir a Thalos hasta la base.
Yazzyr Kront'tavar
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En su ciudad natal allá varios kilómetros bajo la superficie era dentro de lo que cabe común el trato con las criaturas demoníacas y otras de la misma índole "maligna" sin embargo en todos sus años ya en la superficie nunca había conocido ninguna de esas, lo cual suscitaba más curiosidad sobre la muchacha, aunque parecía que los demás estaban demasiado ocupados prestándole atención al cuerpo de aquel hombre. Ahora... Quedaba otra cosa, ¿por qué estaría un demonio metido en esa organización? ¿Sería deseo suyo o deseo de su huesped? Sin duda eran muchas preguntas sin respuesta... Y quizá con algo de suerte aquella criatura y el tuviera algún objetivo en común, debería investigar eso, sin ninguna duda.
Ahora parecía que tenía otra situación entre sus manos, por lo visto había otro de los suyos en problemas, o al menos eso le había dicho ese hombre. Esto también serviría para alimentar su curiosidad pues ya hacía varias décadas desde que había visto a un drow por última vez, sin contarse a si mismo en el espejo, por supuesto. Sin embargo ahora tenía que tomar una decisión, ambas opciones llamaban su atención, debía descubrir más sobre aquella muchacha, sin embargo también debía descubrir sobre ese drow que habían mencionado. Pensando más estratégicamente lo que más le convenía era ayudar a aquel drow, aunque la vida del mismo no le importara. Hay cosas que uno debe hacer por mantener las apariencias. — No es necesario que me mire así, lo acompañaré, aunque no se cuanta sangre podría yo donar. — Le contesta tranquilamente y cruzándose de brazos dando claramente a notar el estado de los mismos. Antes de comenzar a andar detrás de él, acompañándolo hacia donde se encontraba aquel herido, sumamente atento por si se tratara de una mentira.
Ahora parecía que tenía otra situación entre sus manos, por lo visto había otro de los suyos en problemas, o al menos eso le había dicho ese hombre. Esto también serviría para alimentar su curiosidad pues ya hacía varias décadas desde que había visto a un drow por última vez, sin contarse a si mismo en el espejo, por supuesto. Sin embargo ahora tenía que tomar una decisión, ambas opciones llamaban su atención, debía descubrir más sobre aquella muchacha, sin embargo también debía descubrir sobre ese drow que habían mencionado. Pensando más estratégicamente lo que más le convenía era ayudar a aquel drow, aunque la vida del mismo no le importara. Hay cosas que uno debe hacer por mantener las apariencias. — No es necesario que me mire así, lo acompañaré, aunque no se cuanta sangre podría yo donar. — Le contesta tranquilamente y cruzándose de brazos dando claramente a notar el estado de los mismos. Antes de comenzar a andar detrás de él, acompañándolo hacia donde se encontraba aquel herido, sumamente atento por si se tratara de una mentira.
Harley Demontea
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“Perfecto… lo que faltaba” pensó Mebael ahora que se encontraba sola dentro de aquel cuerpo, a veces eso pasaba; cuando su recipiente veía sangre en abundancia lo único que hacía era quedarse pasmada, todo desaparecía de ella, era un estado de inconsciencia medio raro, sin embargo cuando eso pasaba Mebael tenía el completo control del cuerpo, podía hacer lo que se le antojara sin que la otra lo supiera o interrumpiera en sus acciones, pero aquello también era peligroso ya que si perdía el control podía lastimar el cuerpo de la inquilina haciendo aparecer su “verdadera forma” por solo un capricho.
Mebael chasqueo la lengua y luego miró la escena, aún con la pistola en una mano y el cargador en la otra dando vueltas, ya no tenía nada que hacer con aquellas cosas, quedaba claro que no eran sus enemigos y todo se había vuelto bastante aburrido ya –Rayos… se terminó la diversión…− dijo por lo bajo tratando de que nadie la escuchara, aunque eso era poco probable estando tan cerca de ellos.
Lo siguiente que pasó no fue nada sorprendente “Claro, porque no lo vi antes…” pensó mirando al niño de arriba abajo “Un mago”, luego miró al dueño de la pistola, quien parecía ser el padre, levantó una ceja y mientras que flotaba hizo pasar el cargador a la mano donde tenía de igual manera la pistola, levantó todas las balas que estaban desperdigadas por el suelo a la vez, las metió en el cargador y preparó el arma de nuevo; inmediatamente después esta salió flotando a una velocidad media hacia su dueño, lo suficiente para que pudiera agarrarla en el aire, aunque bueno, si no podía, ella simplemente la dejaría caer.
Luego de eso vio como la chica de los sais la miraba con cara de pocos amigos, no era para menos, pero ya estaba acostumbrada a ello, de modo que, dejo las sonrisas a un lado, ahora su cara era un semblante serio y casi helado que daba a entender a veces enojo, aunque en realidad no estuviera sintiendo nada.
Después del pequeño acto de caridad del líder, Mebael pasó peso de una pierna a otra mientras que escuchaba lo que decía, claro que con “si es cierto que pertenecen al lugar” se refería a ella, pero aquello le entró por un oído y le salió por el otro, no había mucho que hacer ya, sobre todo porque ahora había alguien herido en la enfermería, ese lugar le traía malos recuerdos… aunque bueno, a lo mejor eran peores para Harley que para ella, después de todo la que lo estaba pensando mal en ese entonces era su recipiente.
Un dolor de cabeza intenso vino en la parte inferior de la nuca de Harley, Mebael se controló para no dejar pasar una mueca de dolor en su rostro y cerró los ojos mientras que se giraba para salir de allí y entrar de nuevo a la base, suponiendo que iría a dormir un rato, esperando que Harley recuperara la conciencia.
Sin decir ni hacer nada más, metió las manos en la chaqueta roja y caminó hacia la entrada de la base a sus calmas y sin pensar en que el tuerto, la chica, el niño mago y el Drow iban al mismo lugar…
Mebael chasqueo la lengua y luego miró la escena, aún con la pistola en una mano y el cargador en la otra dando vueltas, ya no tenía nada que hacer con aquellas cosas, quedaba claro que no eran sus enemigos y todo se había vuelto bastante aburrido ya –Rayos… se terminó la diversión…− dijo por lo bajo tratando de que nadie la escuchara, aunque eso era poco probable estando tan cerca de ellos.
Lo siguiente que pasó no fue nada sorprendente “Claro, porque no lo vi antes…” pensó mirando al niño de arriba abajo “Un mago”, luego miró al dueño de la pistola, quien parecía ser el padre, levantó una ceja y mientras que flotaba hizo pasar el cargador a la mano donde tenía de igual manera la pistola, levantó todas las balas que estaban desperdigadas por el suelo a la vez, las metió en el cargador y preparó el arma de nuevo; inmediatamente después esta salió flotando a una velocidad media hacia su dueño, lo suficiente para que pudiera agarrarla en el aire, aunque bueno, si no podía, ella simplemente la dejaría caer.
Luego de eso vio como la chica de los sais la miraba con cara de pocos amigos, no era para menos, pero ya estaba acostumbrada a ello, de modo que, dejo las sonrisas a un lado, ahora su cara era un semblante serio y casi helado que daba a entender a veces enojo, aunque en realidad no estuviera sintiendo nada.
Después del pequeño acto de caridad del líder, Mebael pasó peso de una pierna a otra mientras que escuchaba lo que decía, claro que con “si es cierto que pertenecen al lugar” se refería a ella, pero aquello le entró por un oído y le salió por el otro, no había mucho que hacer ya, sobre todo porque ahora había alguien herido en la enfermería, ese lugar le traía malos recuerdos… aunque bueno, a lo mejor eran peores para Harley que para ella, después de todo la que lo estaba pensando mal en ese entonces era su recipiente.
Un dolor de cabeza intenso vino en la parte inferior de la nuca de Harley, Mebael se controló para no dejar pasar una mueca de dolor en su rostro y cerró los ojos mientras que se giraba para salir de allí y entrar de nuevo a la base, suponiendo que iría a dormir un rato, esperando que Harley recuperara la conciencia.
Sin decir ni hacer nada más, metió las manos en la chaqueta roja y caminó hacia la entrada de la base a sus calmas y sin pensar en que el tuerto, la chica, el niño mago y el Drow iban al mismo lugar…
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