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El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Gwen Pendragón
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La conclusión a la que había llegado Catherine sobre el abandono de los Templos de dragón parecía lógica. Gwen apretó sus labios con disgusto.-Borrar todo rastro de nuestro paso por aquí. Entiendo.- Era poco probable la existencia de registros sobre su verdadero sentido, además del que le había explicado a la bruja, pues en estos tiempos los Dragones Antiguos no eran más que cuentos de niños para muchos de los dragones jóvenes.
La pequeña de los Pendragón dedicó una media sonrisa a Catherine, pareciendo que compartía opinión con ella respecto a lo absurdo del tema de la juventud. Sin embargo en su cabeza cobró sentido algunos rasgos de comportamiento de LeFay debido a ese dato sobre su ascenso al poder.-Y lo soy-Confirmó, haciendo ver que ella por su parte no se sentía menos válida por su edad. -Es más, algunos piensan que en realidad soy una vieja en un cuerpo joven.-Masculló recordando las palabras de DaVinci y luego simplemente encogió sus hombros.-Es una cuestión de tradiciones...si Shyvanna estuviese en Ávalon Cedric podría seguir disfrutando de sus lecturas o en caso de que Cedric estuviese indispuesto yo tendría que tomar el mando ante la ausencia de nuestros reyes, claro.-Explicó, dando a entender que si Catherine permaneciese allí, le tocaría a ella.
Soltó aire en un suspiro, había otras cuestiones protocolarias en todo ese asunto pero no era momento de colapsar la mente de la mujer con política y modales del lugar. Agitó una mano restándole importancia.-Cedric estará bien, la mayoría de los vasallos problemáticos gustan de las guerras y conquistas, habrán marchado con mis hermanos.- O al menos así lo esperaba. En ocasiones Hipatia no marchaba a luchar y era uno de los pocos que le causaba más reparo.
Tocando el tema de las consecuencias de la maldición escuchó con atención lo que relataba la mujer. Desvió la mirada recordando cómo había escrito una carta y había marchado junto al Sanguis Ligno segura de que no cabía más que esperar a la muerte o sacrificarse para tratar de salvar la vida de su familia. Bajó la mirada sopesando aquello, reconocía parte de aquellas acciones como normales en ella y otras tantas no.-Tal vez algunos pensamientos no muy comunes han rondado por mi cabeza.-Murmuró más bien bajo, como confirmándoselo a si misma. -Lo tendré en cuenta.-Asintió ahora con seriedad.
La respuesta de Catherine parecía una broma. Gwen alzó ambas cejas mirándola como si hubiese dicho una soberana tontería. ¿De verdad?¿En los espectros hay dragones? -Un espectro no es un dragón, carece de la inteligencia ni la lealtad de un dragón.-Dijo casi pareciendo indignada porque los pusiese a la altura. Sin embargo al preguntar por ella le dio la sensación de que Catherine por muy cabezona que pudiese ser iba a dar su brazo a torcer y aceptaría su petición.-Será sólo temporal.-Comentó con una pequeña sonrisa.
Notó la tensión en cuanto tocó las manos de Catherine y buscó sus ojos tomando la decisión de apartarlas al instante, pero fue demasiado tarde. La morena se aferraba con fuerza mientras Gwen recorría su rostro con la mirada, sus gestos. ¿qué estaba haciendo? En ese momento lo sintió, dentro de ella se extendía la magia de LeFay. Sintió un tirón breve en su estómago antes de que ella hablase.-¿Cómo?-Gwen parecía descolocada por la afirmación de la bruja. Tiró de sus manos pero no la soltó.-Catherine...-Su nombre sonó a advertencia. Su propia magia comenzó a manifestarse de algún modo en su cuerpo, la sentía fluir buscando una salida.
Apretó los labios tirando una vez más sin apartar la vista de sus ojos que parecían de otro planeta. Cerró los ojos con fuerza, escuchando aquella pregunta. No era dolor, solamente...quemaba. Le ardían los ojos.-Suelta...-Pareció encogerse por un momento tratando de contener algo y entonces abrió los ojos, ahora negros mirando a la mujer con intensidad.-¡Basta!-Alzó la voz y antes de que sus irises se tornasen draconianos por un segundo. Tiró con fuerza, mucha fuerza tratando de escapar de las manos de la mujer.
La pequeña de los Pendragón dedicó una media sonrisa a Catherine, pareciendo que compartía opinión con ella respecto a lo absurdo del tema de la juventud. Sin embargo en su cabeza cobró sentido algunos rasgos de comportamiento de LeFay debido a ese dato sobre su ascenso al poder.-Y lo soy-Confirmó, haciendo ver que ella por su parte no se sentía menos válida por su edad. -Es más, algunos piensan que en realidad soy una vieja en un cuerpo joven.-Masculló recordando las palabras de DaVinci y luego simplemente encogió sus hombros.-Es una cuestión de tradiciones...si Shyvanna estuviese en Ávalon Cedric podría seguir disfrutando de sus lecturas o en caso de que Cedric estuviese indispuesto yo tendría que tomar el mando ante la ausencia de nuestros reyes, claro.-Explicó, dando a entender que si Catherine permaneciese allí, le tocaría a ella.
Soltó aire en un suspiro, había otras cuestiones protocolarias en todo ese asunto pero no era momento de colapsar la mente de la mujer con política y modales del lugar. Agitó una mano restándole importancia.-Cedric estará bien, la mayoría de los vasallos problemáticos gustan de las guerras y conquistas, habrán marchado con mis hermanos.- O al menos así lo esperaba. En ocasiones Hipatia no marchaba a luchar y era uno de los pocos que le causaba más reparo.
Tocando el tema de las consecuencias de la maldición escuchó con atención lo que relataba la mujer. Desvió la mirada recordando cómo había escrito una carta y había marchado junto al Sanguis Ligno segura de que no cabía más que esperar a la muerte o sacrificarse para tratar de salvar la vida de su familia. Bajó la mirada sopesando aquello, reconocía parte de aquellas acciones como normales en ella y otras tantas no.-Tal vez algunos pensamientos no muy comunes han rondado por mi cabeza.-Murmuró más bien bajo, como confirmándoselo a si misma. -Lo tendré en cuenta.-Asintió ahora con seriedad.
La respuesta de Catherine parecía una broma. Gwen alzó ambas cejas mirándola como si hubiese dicho una soberana tontería. ¿De verdad?¿En los espectros hay dragones? -Un espectro no es un dragón, carece de la inteligencia ni la lealtad de un dragón.-Dijo casi pareciendo indignada porque los pusiese a la altura. Sin embargo al preguntar por ella le dio la sensación de que Catherine por muy cabezona que pudiese ser iba a dar su brazo a torcer y aceptaría su petición.-Será sólo temporal.-Comentó con una pequeña sonrisa.
Notó la tensión en cuanto tocó las manos de Catherine y buscó sus ojos tomando la decisión de apartarlas al instante, pero fue demasiado tarde. La morena se aferraba con fuerza mientras Gwen recorría su rostro con la mirada, sus gestos. ¿qué estaba haciendo? En ese momento lo sintió, dentro de ella se extendía la magia de LeFay. Sintió un tirón breve en su estómago antes de que ella hablase.-¿Cómo?-Gwen parecía descolocada por la afirmación de la bruja. Tiró de sus manos pero no la soltó.-Catherine...-Su nombre sonó a advertencia. Su propia magia comenzó a manifestarse de algún modo en su cuerpo, la sentía fluir buscando una salida.
Apretó los labios tirando una vez más sin apartar la vista de sus ojos que parecían de otro planeta. Cerró los ojos con fuerza, escuchando aquella pregunta. No era dolor, solamente...quemaba. Le ardían los ojos.-Suelta...-Pareció encogerse por un momento tratando de contener algo y entonces abrió los ojos, ahora negros mirando a la mujer con intensidad.-¡Basta!-Alzó la voz y antes de que sus irises se tornasen draconianos por un segundo. Tiró con fuerza, mucha fuerza tratando de escapar de las manos de la mujer.
Cath asintió con suavidad respecto a la respuesta de Gwen, tanto para el tema de los templos como el de la sucesión de poder por orden de nacimiento. Aunque le pareció curioso que saltará a la pelirroja. Aunque técnicamente no sabía si era mayor o menor que Cedric pero tampoco le interesaba lo suficiente para preguntar. Le dejó bastante más tranquila saber que aquellos con deseo de molestar probablemente se hubiesen ido con Wthyr.
La respuesta de Gwen sobre los pensamientos fuera de lugar la hizo mirarla largamente en silencio. Quizás debería escribirle a Wthyr al respecto. ¿O hablar con ella? Entrecerró los ojos sin saber muy bien como proceder, a fin de cuentas, ni la conocía ni quería conocerla pero le sabía mal que las consecuencias de la maldición la carcomieran por dentro. Se mordió la parte interna de la mejilla algo dubitativa.
Ante la respuesta y reacción de Gwen sobre los dragones, alzó suavemente los hombros -Wthyr convocó y ellos aparecieron. Humanos y algunos dragones. Desconozco la esencia del hechizo, solo le compartí mi magia- Y aún sentía el cosquilleo recorrerla. Aún así Gwen seguía insistiendo en su dragona y Catherine le recorrió el rostro. Ella estaba sola allí y su vínculo con su dragón era importante -Me siento profundamente incómoda de privarte de la presencia de tu compañera en un lugar en el que estás sola- se lo dijo, sin ningún titubeo porque era la verdad -Pero… - Dejó caer los párpados un instante -Podría ir a visitarme, o ambas, unas horas al día si eso os deja más tranquilas. Probablemente a Wthyr también lo relajará- Reconoció y abrió los ojos, alzando las cejas para evaluar la reacción de la Pendragon a su contrapropuesta.
En el momento de la conexión se dio cuenta de que, aunque ella se dejaba fluir, la contraria no porque le era casi imposible percibir su flujo sanguíneo o los latidos de su corazón -Tu magia y la mía se reconocen y se conectan - Le explicó con una sonrisa bastante complacida mientras abría los ojos. Le recorrió el rostro con curiosidad cuando la llamó por su nombre. No "Mi reina". Aún así, no se esperaba lo que ocurrió después, o si actitud en sí. La dejó sin respuesta y cuando sus ojos se tornaron negros y pidió que la soltara, Catherine la dejó libre con el ceño fruncido - No deberías tener miedo a tu propio poder- Le dijo con tranquilidad antes de ir a por la capa para ponérsela sobre los hombros, ajustándosela bien. Le despertaba mucho interés que Wthyr al descubrir su conexión había mostrado una faceta más ambiciosa, en cambio Gwen quería rehuir.
Al terminar, el ama de llaves apareció en el salón y Catherine se giró hacia ella, caminando para acortar las distancias -Buenos días ¿Ya han traído mis pertenencias? - Al verla asentir suavemente, Catherine se giró hacia Gwen y la observó en silencio - Un par de horas fuera de Ouroboros también te vendrían bien. Hasta luego, Gwen- Se giró hacia el ama de llaves para seguirla en búsqueda de sus pertenencias y así prepararlas para llevárselas a la cabaña. Tras eso se fue del castillo a buscar a Aedan.
La respuesta de Gwen sobre los pensamientos fuera de lugar la hizo mirarla largamente en silencio. Quizás debería escribirle a Wthyr al respecto. ¿O hablar con ella? Entrecerró los ojos sin saber muy bien como proceder, a fin de cuentas, ni la conocía ni quería conocerla pero le sabía mal que las consecuencias de la maldición la carcomieran por dentro. Se mordió la parte interna de la mejilla algo dubitativa.
Ante la respuesta y reacción de Gwen sobre los dragones, alzó suavemente los hombros -Wthyr convocó y ellos aparecieron. Humanos y algunos dragones. Desconozco la esencia del hechizo, solo le compartí mi magia- Y aún sentía el cosquilleo recorrerla. Aún así Gwen seguía insistiendo en su dragona y Catherine le recorrió el rostro. Ella estaba sola allí y su vínculo con su dragón era importante -Me siento profundamente incómoda de privarte de la presencia de tu compañera en un lugar en el que estás sola- se lo dijo, sin ningún titubeo porque era la verdad -Pero… - Dejó caer los párpados un instante -Podría ir a visitarme, o ambas, unas horas al día si eso os deja más tranquilas. Probablemente a Wthyr también lo relajará- Reconoció y abrió los ojos, alzando las cejas para evaluar la reacción de la Pendragon a su contrapropuesta.
En el momento de la conexión se dio cuenta de que, aunque ella se dejaba fluir, la contraria no porque le era casi imposible percibir su flujo sanguíneo o los latidos de su corazón -Tu magia y la mía se reconocen y se conectan - Le explicó con una sonrisa bastante complacida mientras abría los ojos. Le recorrió el rostro con curiosidad cuando la llamó por su nombre. No "Mi reina". Aún así, no se esperaba lo que ocurrió después, o si actitud en sí. La dejó sin respuesta y cuando sus ojos se tornaron negros y pidió que la soltara, Catherine la dejó libre con el ceño fruncido - No deberías tener miedo a tu propio poder- Le dijo con tranquilidad antes de ir a por la capa para ponérsela sobre los hombros, ajustándosela bien. Le despertaba mucho interés que Wthyr al descubrir su conexión había mostrado una faceta más ambiciosa, en cambio Gwen quería rehuir.
Al terminar, el ama de llaves apareció en el salón y Catherine se giró hacia ella, caminando para acortar las distancias -Buenos días ¿Ya han traído mis pertenencias? - Al verla asentir suavemente, Catherine se giró hacia Gwen y la observó en silencio - Un par de horas fuera de Ouroboros también te vendrían bien. Hasta luego, Gwen- Se giró hacia el ama de llaves para seguirla en búsqueda de sus pertenencias y así prepararlas para llevárselas a la cabaña. Tras eso se fue del castillo a buscar a Aedan.
Algunos meses después del ataque a la Isla Flotante y tras mucho trabajo, el mago anunció públicamente que Ouroboros se encontraba oficialmente reconstruida. Cada estatua, cada columna, cada roca había sido reparada. Lamentablemente, en ése mismo anuncio tuvo que pedirle a la gente que se resguarden porque nuevos ataques a la isla eran muy posibles. Las convocatorias para el inicio de clases habían sido enviadas, todavía quedaba un esfuerzo para concluir con el censo y el tema de la zona inexplorada aún estaba pendiente junto con mil cosas más. La misma pesadilla asolaba sus sueños desde demasiados meses pero, a pesar de la tristeza, el agobio, los nervios y todos los sentimientos que conllevaba ser miembro del Consejo de los 20, pensar en el Pésaj le sacaba una sonrisa. Las comidas, las historias, los rezos, todas las tradiciones de los días festivos sagrados le recordaba que su alma estaba unida al pueblo elegido, su familia. Era un tiempo que se dedicaba a Dios, se ofrendaba en cuerpo y alma al Todopoderoso, recordaba que no era esclavo porque la fortaleza de Su mano le dio la resistencia necesaria para lograr unirse con el Espíritu de la Naturaleza y pedía por la salvación de su alma.
Se preguntaba qué habría sido de Israel mientras ascendía la montaña paso a paso, hundiendo los pies en la nieve, sintiendo la dura piedra debajo de él y aguantando los golpes de las frías corrientes de aire. Se le ocurrió que podría pedirle a alguno de los estudiantes o sus compañeros que viajaban por el mundo que hagan una visita rápida al país de Asia Occidental. Consiguió refugiarse al llegar a la puerta principal de la residencia Pendragon, golpeó la puerta para llamar a quien sea que esté adentro, se sacudió un poco la nieve de su cuerpo, mandó un mensaje por su brazalete comunicador y contempló el paisaje del despejado amanecer. Era madrugador porque nada se comparaba a la brisa matutina, la sentía como magia en estado puro. Hubiera deseado visitar la residencia en otras circunstancias.
Se preguntaba qué habría sido de Israel mientras ascendía la montaña paso a paso, hundiendo los pies en la nieve, sintiendo la dura piedra debajo de él y aguantando los golpes de las frías corrientes de aire. Se le ocurrió que podría pedirle a alguno de los estudiantes o sus compañeros que viajaban por el mundo que hagan una visita rápida al país de Asia Occidental. Consiguió refugiarse al llegar a la puerta principal de la residencia Pendragon, golpeó la puerta para llamar a quien sea que esté adentro, se sacudió un poco la nieve de su cuerpo, mandó un mensaje por su brazalete comunicador y contempló el paisaje del despejado amanecer. Era madrugador porque nada se comparaba a la brisa matutina, la sentía como magia en estado puro. Hubiera deseado visitar la residencia en otras circunstancias.
Gwen Pendragón
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Tras el encuentro con Catherine, que había resultado bastante aterrador para Gwen al final y le había dado que pensar en su verdadera naturaleza durante las semanas que pasaron, había recibido noticias de Wthyr sobre la nueva situación de su familia en Ouroboros.
Pretendían expulsarles y aquello no estaba en sus planes. Tal vez por aquella especie de mantra que había escuchado durante toda su vida: los Pendragón debían regresar a Ouroboros. Era inevitable y por lo tanto no debía permitir que volvieren a perder aquello que habían logrado, que por otro lado se sentía como migajas de lo que debía ser en realidad.
Les habían dado la oportunidad de recibirles en un modo pacífico, previa demostración de su poder pero pacífico al fin y al cabo, no se habían lanzado a comenzar una guerra más que política, y sin embargo el Consejo no había querido entender. Por eso en su cabeza, por mucho que le doliese, se había forjado la idea de que Ouroboros pertenecería a su familia o se hundiría. Costase lo que costase, aunque condenase su vida y la de varios futuros miembros de su familia.
En esos días había viajado brevemente a Avalon, en busca de una medida que no había querido tomar, que se había negado a tomar a pesar de que Wthyr lo había dispuesto a su llegada a la isla flotante. Había rogado al Árbol Sagrado y había accedido sin mucho coste.
Y allí estaba, en los jardines de la Residencia de las montañas, observando la ciudad en la lejanía mientras sostenía la semilla en sus manos vestida con sus atuendos ceremoniales. Inspiró profundamente mientras mantenía fija la mirada en aquellos edificios. Hubiese estado bien que aquello se hubiese convertido en un refugio para su familia. Un lugar al que no podía llegar la influencia del Sanguis Ligno, no como en tierra en la que si se lo proponía sus raíces podrían extenderse sin miramientos.
Aún con duda y un sentimiento de opresión en su estómago, como si un fuerte nudo estuviese apretando en ese momento se puso de rodillas en el suelo y dejando la semilla a un lado comenzó a escarbar la tierra para después plantar la semilla cubriéndola con la misma. Una vez hecho esto sabía lo que debía hacer pero se tomó unos minutos para sopesarlo nuevamente. Si seguía adelante no habría lugar en el que esconderse, a menos que existiese aquella isla flotante de los alados pero le parecía más mitología que otra cosa, o tal vez el infierno que para el caso tampoco sería una solución viable.
Cogió aire y lo exhaló con pesadez y lentitud antes de tomar la daga. Así serían necesarios, inevitablemente necesarios pues el Sanguis se apoderaría de la magia de la isla, se alimentaría de ella si no se la proporcionaban los Pendragon. Volvió a tomar aire y cortó sus brazos profundamente, dejando caer grandes cantidades sobre aquella tierra.
-Deloi moi! [Tierra cambia]-Pronunció y al contacto con su sangre la oscura tierra se iluminó.-Sanguis Ligno Vakna... [Despierta]Reisa! [álzate]- Un tímido tallo emergió a la superficie y entonces cerró los ojos. Última oportunidad. Suspiró y pareció quebrarse por un segundo con una leve mueca que hacía parecer que la morena iba a comenzar a llorar sin más remedio pero inspiró nuevamente tratando de contener aquel sentimiento.
Pareció controlarse, mantener el tipo-Semoga akarmu menakluki bumi[Que tus raíces conquisten la tierra]- Pronunció finalmente y tras abrir los ojos esperó lo que parecieron minutos interminables antes de que la tierra temblase repentinamente.
De ella, aquel tímido tallo creció con rapidez y emergió con fuerza repentinamente, haciendo que Gwen tuviese que dar varios pasos atrás pues las raíces comenzaban a expandirse sobre el terreno, sus ramas se entrelazaban por encima de la cabeza de la bruja y las rojizas hojas comenzaban a coronar la copa que tomaba mayor altura conforme los segundos pasaban.
La tierra tembló nuevamente bajo sus pies, como si las raíces, tal y como había pronunciado en aquel ritual, tuviesen la determinación de tomar la tierra como suya.
Aún observando este terrorífico fenómeno en el que había perdido su última esperanza por poder mantenerse con vida uno de los guardias se acercó para informar de que había llegado una comitiva. Gwen cortó el sangrado antes de volver al interior de la residencia.
Pretendían expulsarles y aquello no estaba en sus planes. Tal vez por aquella especie de mantra que había escuchado durante toda su vida: los Pendragón debían regresar a Ouroboros. Era inevitable y por lo tanto no debía permitir que volvieren a perder aquello que habían logrado, que por otro lado se sentía como migajas de lo que debía ser en realidad.
Les habían dado la oportunidad de recibirles en un modo pacífico, previa demostración de su poder pero pacífico al fin y al cabo, no se habían lanzado a comenzar una guerra más que política, y sin embargo el Consejo no había querido entender. Por eso en su cabeza, por mucho que le doliese, se había forjado la idea de que Ouroboros pertenecería a su familia o se hundiría. Costase lo que costase, aunque condenase su vida y la de varios futuros miembros de su familia.
En esos días había viajado brevemente a Avalon, en busca de una medida que no había querido tomar, que se había negado a tomar a pesar de que Wthyr lo había dispuesto a su llegada a la isla flotante. Había rogado al Árbol Sagrado y había accedido sin mucho coste.
Y allí estaba, en los jardines de la Residencia de las montañas, observando la ciudad en la lejanía mientras sostenía la semilla en sus manos vestida con sus atuendos ceremoniales. Inspiró profundamente mientras mantenía fija la mirada en aquellos edificios. Hubiese estado bien que aquello se hubiese convertido en un refugio para su familia. Un lugar al que no podía llegar la influencia del Sanguis Ligno, no como en tierra en la que si se lo proponía sus raíces podrían extenderse sin miramientos.
Aún con duda y un sentimiento de opresión en su estómago, como si un fuerte nudo estuviese apretando en ese momento se puso de rodillas en el suelo y dejando la semilla a un lado comenzó a escarbar la tierra para después plantar la semilla cubriéndola con la misma. Una vez hecho esto sabía lo que debía hacer pero se tomó unos minutos para sopesarlo nuevamente. Si seguía adelante no habría lugar en el que esconderse, a menos que existiese aquella isla flotante de los alados pero le parecía más mitología que otra cosa, o tal vez el infierno que para el caso tampoco sería una solución viable.
Cogió aire y lo exhaló con pesadez y lentitud antes de tomar la daga. Así serían necesarios, inevitablemente necesarios pues el Sanguis se apoderaría de la magia de la isla, se alimentaría de ella si no se la proporcionaban los Pendragon. Volvió a tomar aire y cortó sus brazos profundamente, dejando caer grandes cantidades sobre aquella tierra.
-Deloi moi! [Tierra cambia]-Pronunció y al contacto con su sangre la oscura tierra se iluminó.-Sanguis Ligno Vakna... [Despierta]Reisa! [álzate]- Un tímido tallo emergió a la superficie y entonces cerró los ojos. Última oportunidad. Suspiró y pareció quebrarse por un segundo con una leve mueca que hacía parecer que la morena iba a comenzar a llorar sin más remedio pero inspiró nuevamente tratando de contener aquel sentimiento.
Pareció controlarse, mantener el tipo-Semoga akarmu menakluki bumi[Que tus raíces conquisten la tierra]- Pronunció finalmente y tras abrir los ojos esperó lo que parecieron minutos interminables antes de que la tierra temblase repentinamente.
De ella, aquel tímido tallo creció con rapidez y emergió con fuerza repentinamente, haciendo que Gwen tuviese que dar varios pasos atrás pues las raíces comenzaban a expandirse sobre el terreno, sus ramas se entrelazaban por encima de la cabeza de la bruja y las rojizas hojas comenzaban a coronar la copa que tomaba mayor altura conforme los segundos pasaban.
La tierra tembló nuevamente bajo sus pies, como si las raíces, tal y como había pronunciado en aquel ritual, tuviesen la determinación de tomar la tierra como suya.
Aún observando este terrorífico fenómeno en el que había perdido su última esperanza por poder mantenerse con vida uno de los guardias se acercó para informar de que había llegado una comitiva. Gwen cortó el sangrado antes de volver al interior de la residencia.
Un portal se abrió en las nevadas tierras de Ouroboros. Salí por susodicho portal, a la vez que lo ampliaba para que las tropas de guardias comenzaran a hacer su aparición, Amaya al frente de todos ellos.
El día había pasado y....no habíamos recibido notificaciones de que se retractasen en lo de su conquista. Iba ataviado con mi pesado abrigo y mi vara de roble. Lo había dejado todo dispuesto. Tenía preparadas las runas necesarias.
Adael se había presentado ya, y a los segundos de terminar de aparecer la Guardia, aparecieron otros del Consejo, como Ling, Keli'l, Mei, Emerald, Jack....
Al mirarlos me di cuenta de lo , efectivamente, rotos que estabamos. Faltaban muchos, y ya no porque hubiesen muerto, o hubiesen renunciado recientemente, o estuviesen perdidos en mision...
- Amaya. Manda a un par de pelotones de reserva a vigilar los templos de los dragones que hay en las montañas. Debemos tener cuidado con ellos. Son vitales para sus intereses.
Sin Catherine, sin Snagov, ni Lucio. Ni rastro de Eire, Sarah, Rosse o Altair. Ni Marcus, o Giordano. Y Sofía...al menos estaba localizable y sabía que su embarazo podia tener que ver con su ausencia. Lucio ya no era del Consejo, Catherine tenía tambien una situacion complicada y un embarazo. Y Snagov, el pobre Snagov...estaba muerto. Y los dragones de Ouroboros, hechizados por los Pendragon. Pero había otros miembros del Consejo, otras ausencias, a los cuales no podía encontrarles excusa posible.
Llegamos justo a tiempo para percibir el temblor de la tierra y ver como un arbol enorme extendía su copa desde el patio interior del castillo....
Yo lo reconocí....de la boda de Catherine. Y Sofía, si hubiese estado alli, tambien lo habria reconocido.
- Es un Sanguis Ligno, el arbol de los Pendragon! - avisé. Aquella cosa.... - Tened cuidado. Están jugando una última carta a la desesperada y esta es su estrategia. Usarán la isla como rehén....
Me adelanté, esperaba que Amaya organizase los escudos defensivos en caso de ataque....aéreo. Y alcé la voz.
- HABÉIS SIDO AVISADOS! LAS 24 HORAS HAN TRANSCURRIDO, Y EN VISTA DE QUE NO ABANDONÁIS LA CRUZADA DE VUESTRA CONQUISTA EN TIERRA, DEBÉIS ABANDONAR OUROBOROS! SALID Y DEJAD DE ENVENENAR ESTA TIERRA CON VUESTRAS SEMILLAS!
El día había pasado y....no habíamos recibido notificaciones de que se retractasen en lo de su conquista. Iba ataviado con mi pesado abrigo y mi vara de roble. Lo había dejado todo dispuesto. Tenía preparadas las runas necesarias.
Adael se había presentado ya, y a los segundos de terminar de aparecer la Guardia, aparecieron otros del Consejo, como Ling, Keli'l, Mei, Emerald, Jack....
Al mirarlos me di cuenta de lo , efectivamente, rotos que estabamos. Faltaban muchos, y ya no porque hubiesen muerto, o hubiesen renunciado recientemente, o estuviesen perdidos en mision...
- Amaya. Manda a un par de pelotones de reserva a vigilar los templos de los dragones que hay en las montañas. Debemos tener cuidado con ellos. Son vitales para sus intereses.
Sin Catherine, sin Snagov, ni Lucio. Ni rastro de Eire, Sarah, Rosse o Altair. Ni Marcus, o Giordano. Y Sofía...al menos estaba localizable y sabía que su embarazo podia tener que ver con su ausencia. Lucio ya no era del Consejo, Catherine tenía tambien una situacion complicada y un embarazo. Y Snagov, el pobre Snagov...estaba muerto. Y los dragones de Ouroboros, hechizados por los Pendragon. Pero había otros miembros del Consejo, otras ausencias, a los cuales no podía encontrarles excusa posible.
Llegamos justo a tiempo para percibir el temblor de la tierra y ver como un arbol enorme extendía su copa desde el patio interior del castillo....
Yo lo reconocí....de la boda de Catherine. Y Sofía, si hubiese estado alli, tambien lo habria reconocido.
- Es un Sanguis Ligno, el arbol de los Pendragon! - avisé. Aquella cosa.... - Tened cuidado. Están jugando una última carta a la desesperada y esta es su estrategia. Usarán la isla como rehén....
Me adelanté, esperaba que Amaya organizase los escudos defensivos en caso de ataque....aéreo. Y alcé la voz.
- HABÉIS SIDO AVISADOS! LAS 24 HORAS HAN TRANSCURRIDO, Y EN VISTA DE QUE NO ABANDONÁIS LA CRUZADA DE VUESTRA CONQUISTA EN TIERRA, DEBÉIS ABANDONAR OUROBOROS! SALID Y DEJAD DE ENVENENAR ESTA TIERRA CON VUESTRAS SEMILLAS!
La hora de echar a los malditos Pendragon había llegado, el ejército de Ouroboros ya estaba desplegado frente a su castillo, y también habían acudido algunos Descendientes como Adael y el propio Matvey, organizador de todo. Llevé las manos a la espalda con expresión aparentemente afable porque estaba convencido de que ese día se acabarían todas las estupideces y aspiraciones absurdas de los Pendragon. Podíamos haber actuado antes, como había dicho Amaya, pero ya no había remedio. Lo negativo era los pocos miembros del Consejo que había allí para enfrentarse a los invasores. No me gustaba la idea de aparentar desunión, cosa que era cierta, así que creé una ilusión óptica en la que aparecían el resto de Descendientes faltantes, a excepción de Catherine que era a la que podían tener más controlada.
- La historia vuelve a repetirse...una vez más tenemos que deshacernos de los Pendragon por sus aspiraciones peligrosas. Esta vez acabaremos rápido, no quiero otra guerra. - comentó a Matvey antes de que diese su ultimátum a voces. - ¿Qué sabes de Le Fay? ¿puede ayudarnos contra ellos? su posición cercana a Wthyr puede ayudarnos a eliminarlo. - Chisté con desaprobación al ver aquel árbol que llamaban Sanguis Ligno, algo de lo que me habían hablado mucho. - Necesitamos más información sobre lo que puede hacer ese árbol. Por ahora que no le ataquen. Voy a desestabilizar sus fuerzas. - y precisamente eso hice. Extendí las palmas de las manos en dirección al castillo, cerrando lentamente los dedos mientras canalizaba magia de control de la gravedad. Me concentré en extremo para hacer que los pilares del castillo se estremecieran, para que el suelo comenzase a temblar. El castillo comenzó a elevarse poco a poco, abriendo grietas en la roca y en la nieve.
- La historia vuelve a repetirse...una vez más tenemos que deshacernos de los Pendragon por sus aspiraciones peligrosas. Esta vez acabaremos rápido, no quiero otra guerra. - comentó a Matvey antes de que diese su ultimátum a voces. - ¿Qué sabes de Le Fay? ¿puede ayudarnos contra ellos? su posición cercana a Wthyr puede ayudarnos a eliminarlo. - Chisté con desaprobación al ver aquel árbol que llamaban Sanguis Ligno, algo de lo que me habían hablado mucho. - Necesitamos más información sobre lo que puede hacer ese árbol. Por ahora que no le ataquen. Voy a desestabilizar sus fuerzas. - y precisamente eso hice. Extendí las palmas de las manos en dirección al castillo, cerrando lentamente los dedos mientras canalizaba magia de control de la gravedad. Me concentré en extremo para hacer que los pilares del castillo se estremecieran, para que el suelo comenzase a temblar. El castillo comenzó a elevarse poco a poco, abriendo grietas en la roca y en la nieve.
Los dragones de Wthyr y Shyvanna los llevaron hasta Ouroboros, alcanzando a toda velocidad las montañas del dragón. Le pidió a su hermana que se dirigiese por la parte opuesta a él, para dejarla como factor sorpresa sin que los viesen llegar juntos. Después sobrevoló la entrada principal, descendiendo en círculos para ver el panorama. Lo primero que le llamó la atención fue un nuevo Sanguis Ligno en sus terrenos, lo que hizo que el corazón comenzase a bombearle con más fuerza. - Gwen...lo has hecho. - murmuró para sí mismo, tratando de localizar a su hermana desde las alturas. También pudo ver al ejército de la guardia, además de varios Descendientes con Matvey a la cabeza.
El problema era que...sabía que Giordano no podía estar ahí, pues Catherine le había dicho que estaba en Italia. Estaba harto de que jugasen con ilusiones, unos y otros. Blasfemó en lengua de dragones al ver lo que estaban haciendo con el castillo, lo estaban elevando del suelo con algún tipo de magia que al paecer era cosa de Newton. Dirigió el dragón hacia ellos, haciendo que quedase suspendido en el aire aleteando para interponerse entre el edificio y los Descendientes, aún a cierta altura. Ya estaba harto de conversaciones, de intentar negociar y razonar. Ellos no querían, y los estaban echando de allí sin contemplaciones. Se lo había dicho a Catherine...iba a ser a fuego y sangre. Ordenó a su dragón que lanzara una llamarada sobre el ejército, y él mismo empleó su magia de sangre contra Jack para hacerle sangrar como el cerdo que era.
- Esto es lo que habéis provocado. No tenía que ser así.
-------------------------
Ataque mágico a Jack:
dado 25 + 56 stat + 10 habilidad mágica + 20 capucha de sangre + 10 colgante canalizador Pendragon= 121
El problema era que...sabía que Giordano no podía estar ahí, pues Catherine le había dicho que estaba en Italia. Estaba harto de que jugasen con ilusiones, unos y otros. Blasfemó en lengua de dragones al ver lo que estaban haciendo con el castillo, lo estaban elevando del suelo con algún tipo de magia que al paecer era cosa de Newton. Dirigió el dragón hacia ellos, haciendo que quedase suspendido en el aire aleteando para interponerse entre el edificio y los Descendientes, aún a cierta altura. Ya estaba harto de conversaciones, de intentar negociar y razonar. Ellos no querían, y los estaban echando de allí sin contemplaciones. Se lo había dicho a Catherine...iba a ser a fuego y sangre. Ordenó a su dragón que lanzara una llamarada sobre el ejército, y él mismo empleó su magia de sangre contra Jack para hacerle sangrar como el cerdo que era.
- Esto es lo que habéis provocado. No tenía que ser así.
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Ataque mágico a Jack:
dado 25 + 56 stat + 10 habilidad mágica + 20 capucha de sangre + 10 colgante canalizador Pendragon= 121
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El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Shyvanna Pendragon
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Pese a la mala hostia de Wthyr se habían puesto un poco al día en el viaje y comprendió la orden, a fin de cuentas, la batalla era la segunda cosa que se le daba a Shyvanna. O tercera. ¿A ver? Emm.. Sexo, fijo. Era su virtud más increíble. Luego la sanación, sí, eso estaba bien. Luego lo de ser encantadora y bella era como una habilidad innata. Quizás la batalla estaba de cuarta. ¿O no? ¿y los dragones? Cuando Wthyr se separó volvió a tierra y redirigió a Artamir.
Lo cierto es que la isla desde arriba era tan gloriosa y bella como ella, le daba un poco de molestia tener que quemarla toda pero tampoco guardaba ningún sentimiento bueno de Ouroboros así que era como si nunca la hubiese tenido. Un juguete roto desde el principio. Avanzó con el dragón encontrándose con las filas y filas de soldados de la Guardia de Ouroboros. Dijo una palabra junto a un gesto de su mano y la Brigada Blödhren hizo una formación de cuña pero en niveles, siendo liderada por Artamir, había otros más arriba e incluso por encima de las nubes, escondiendo su número real.
Iba a llover fuego en Ouroboros.
Siguió el ejemplo de Wthyr y lanzó una llamarada con Artamir desde el otro lado, sin perder de vista a su hermano y cómo el castillo empezaba a elevarse. ¿Dónde estaba Gwen? En su campo de visión entró el árbol nuevo y Shyvanna sintió que le recorría un escalofrío. ¿Dónde estaba su hermana? ¿ESE PUTO ÁRBOL PEDIRÍA UN SACRIFICIO PARA CRECER? ¿QUÉ CARAJO HABÍA HECHO GWEN? Cambió la dirección de Artamir y otro de los dragones ocupó su lugar. El dragón de alas plateadas la llevó hacia el castillo, hacia donde estaba el árbol para ubicar a su hermana -¿GWEN? ¿DÓNDE ESTÁS?- Sobrevoló el nuevo Sanguis buscando su cuerpo sin éxito alguno -Maldita sea. Espera aquí- Murmuró a Artamir antes de desaparecer de su lomo y reaparecer abajo -¿GWEN?- Gritó de nuevo observando las manchas de sangre y pensando sólo lo peor. ¿El árbol se la había comido? -¡GWEN!- Gritó de nuevo, arrodillándose y empezando a cavar en el mismo hueco en el que veía la sangre.
Lo cierto es que la isla desde arriba era tan gloriosa y bella como ella, le daba un poco de molestia tener que quemarla toda pero tampoco guardaba ningún sentimiento bueno de Ouroboros así que era como si nunca la hubiese tenido. Un juguete roto desde el principio. Avanzó con el dragón encontrándose con las filas y filas de soldados de la Guardia de Ouroboros. Dijo una palabra junto a un gesto de su mano y la Brigada Blödhren hizo una formación de cuña pero en niveles, siendo liderada por Artamir, había otros más arriba e incluso por encima de las nubes, escondiendo su número real.
Iba a llover fuego en Ouroboros.
Siguió el ejemplo de Wthyr y lanzó una llamarada con Artamir desde el otro lado, sin perder de vista a su hermano y cómo el castillo empezaba a elevarse. ¿Dónde estaba Gwen? En su campo de visión entró el árbol nuevo y Shyvanna sintió que le recorría un escalofrío. ¿Dónde estaba su hermana? ¿ESE PUTO ÁRBOL PEDIRÍA UN SACRIFICIO PARA CRECER? ¿QUÉ CARAJO HABÍA HECHO GWEN? Cambió la dirección de Artamir y otro de los dragones ocupó su lugar. El dragón de alas plateadas la llevó hacia el castillo, hacia donde estaba el árbol para ubicar a su hermana -¿GWEN? ¿DÓNDE ESTÁS?- Sobrevoló el nuevo Sanguis buscando su cuerpo sin éxito alguno -Maldita sea. Espera aquí- Murmuró a Artamir antes de desaparecer de su lomo y reaparecer abajo -¿GWEN?- Gritó de nuevo observando las manchas de sangre y pensando sólo lo peor. ¿El árbol se la había comido? -¡GWEN!- Gritó de nuevo, arrodillándose y empezando a cavar en el mismo hueco en el que veía la sangre.
Atravesaron el portal, Amaya con toda la armadura puesta y con el corazón calmado. Sabía que en momentos como aquellos era imprescindible mostrarse como la General que era, con la cabeza fría y alejándose un poco de lo que era la vena Royden y centrándose en lo que había aprendido de los Hua. La orden de Matvey fue directa y Amaya se llevó una mano a la cabeza para pasar la información a través del casco, enviando un escuadrón a cada templo y esperando el reporte de éstos.
La morena observó el árbol que ciertamente daba algo de impresión y muy mala espina, se preguntó si Sofía podía hacer algo al respecto pero dudaba que Vishous la dejara venir allí. Envió un patronus a su primo exigiendo su presencia y que se comunicara con Fred también.
Escuchó de fondo a Jack preguntando por la Descendiente Le Fay y aunque no sabía los detalles de aquel matrimonio le parecía retorcido mandar a una esposa a matar a su esposo. Asintió a lo del árbol, aunque su mirada estaba puesta en los dragones. El del primogénito Pendragon que no tardó en llegar con palabras que eran estúpidas, al menos en opinión de Amaya pero ella no estaba allí para responder -¡ESCUDOS!- Gritó y la guardia no tardó en alzar los propios que se conectaron entre sí para hacer una barricada contra el fuego, aún así escuchó alaridos que daban a entender que alguno de sus soldados había sido herido.
Con los labios tensos se acercó a Adael -Descendiente. Debemos enfocarnos en los dragones, los escorpiones harán sus lanzamientos pero si vemos un desvío en la trayectoria debemos apoyarlos- Mencionó mientras escuchaba por el casco a los encargados de los escorpiones. Dio las órdenes para que atacaran tanto al plateado como al negro que montaba Wthyr Pendragon, Amaya en particular usó su habilidad de metal para intentar ajustar la trayectoria de, al menos, una de las cinco lanzas que hacia el dragón, buscando esos puntos débiles que había aprendido con Sarah.
Escorpiones: 10
PS: 200PS.
Ataque fijo: 70
5 atacan a Artamir y 5 a Tauren. Total de daño a c/u 350
Amaya ataca a Tauren: 10 + 10hab metal + 5 canalizador + 10 capa: 35 +350 (escorpiones) = 385Daño total a Tauren.
La morena observó el árbol que ciertamente daba algo de impresión y muy mala espina, se preguntó si Sofía podía hacer algo al respecto pero dudaba que Vishous la dejara venir allí. Envió un patronus a su primo exigiendo su presencia y que se comunicara con Fred también.
Escuchó de fondo a Jack preguntando por la Descendiente Le Fay y aunque no sabía los detalles de aquel matrimonio le parecía retorcido mandar a una esposa a matar a su esposo. Asintió a lo del árbol, aunque su mirada estaba puesta en los dragones. El del primogénito Pendragon que no tardó en llegar con palabras que eran estúpidas, al menos en opinión de Amaya pero ella no estaba allí para responder -¡ESCUDOS!- Gritó y la guardia no tardó en alzar los propios que se conectaron entre sí para hacer una barricada contra el fuego, aún así escuchó alaridos que daban a entender que alguno de sus soldados había sido herido.
Con los labios tensos se acercó a Adael -Descendiente. Debemos enfocarnos en los dragones, los escorpiones harán sus lanzamientos pero si vemos un desvío en la trayectoria debemos apoyarlos- Mencionó mientras escuchaba por el casco a los encargados de los escorpiones. Dio las órdenes para que atacaran tanto al plateado como al negro que montaba Wthyr Pendragon, Amaya en particular usó su habilidad de metal para intentar ajustar la trayectoria de, al menos, una de las cinco lanzas que hacia el dragón, buscando esos puntos débiles que había aprendido con Sarah.
Escorpiones: 10
PS: 200PS.
Ataque fijo: 70
5 atacan a Artamir y 5 a Tauren. Total de daño a c/u 350
Amaya ataca a Tauren: 10 + 10hab metal + 5 canalizador + 10 capa: 35 +350 (escorpiones) = 385Daño total a Tauren.
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El miembro 'Amaya Hua' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Nada. Maldita sea. Me habría encantado sacar los escorpiones de paseo para nada. Pero no iban a rendirse. Como bien decía Jack....
- Su ambición por controlar y ser amos y señores les ha arrastrado al mismo error que en el pasado. Sea pues. - Le Fay? De verdad me estaba pidiendo eso? - No, Jack, pedirle eso a Catherine sería cruel e injusto. Además podría reactivar la maldición Le Fay-Pendragón, que casi mata a Aedan....una que apareció precisamente cuando Uther asesinó cruelmente a su mujer Pendragon, embarazada. No, ella no puede. Debe librar a su linaje de la maldición.
Golpeé con el bastón en el suelo, comenzando a crear un par de círculos de invocación a mi diestra y siniestra.
- Pero un Rasputín sí puede.... - dos demonios comenzaron a abrirse paso entre los portales, esos que siempre hacían vibrar la realidad al desgarrar dos planos de existencia y fundirlos en uno, brevemente.
Los dragones llegaron, no se hizo esperar en absoluto. Miré a los más jovenes, preocupado por ellos....estarían a la altura? Y en menudo lío los habíamos metido... Me puse en lo peor y si todo salía mal, los mandaría retirarse antes de que eso ocurriera. No iba a permitir que sucumbieran los jovenes Kyle, Ling, Rosse.... por el orgullo de los antiguos.
"Orgullo? Derrotismo? No es momento para eso...."
Quería decirles que debiamos trabajar en equipo, velar los unos por los otros. Los miré mientras el fuego de los dragones rugía a nuestro alrededor, aplacado por los escudos de la Guardia. Luego torné el rostro hacia Wthyr, y el gesto solemne y triste de antes mutó en cuestión de segundos a la ira contra el jinete aquel.
- ERA TAN FACIL COMO RENUNCIAR A EXPANDIR VUESTRO REINO! ATACD AL LÍDER!- me concentré en hablar la lengua de los demonios, los ojos de las criaturas se clavaron en mi y luego emprendieron su vuelo hacia Wthyr como centellas, la promesa que les acababa de hacer era deliciosa..... Poseer un cuerpo propio en este plano. Era algo que no le deseaba a nadie, pero me iba a esforzar en anular la voluntad de Wthyr Pendragon, fuera como fuera.
Miré a Jack, preocupado....demasiada sangre de pronto....
__
dado 1 matvey
10+10 hab+44 base+5 canalz= 69 a wiwi
dado 2 Demon1
5+20 base=25 wiwi
dado 3 Demon2
5+20 base= 25 wiwi
total a wiwi
25+25+69=119 ¬¬
exito/fallo: posesión. Si supera defensas wiwi y ademas sale fallo, posesión demoniaca al canto exitosa. Si no nanai, solo pupa. EXITO
- Su ambición por controlar y ser amos y señores les ha arrastrado al mismo error que en el pasado. Sea pues. - Le Fay? De verdad me estaba pidiendo eso? - No, Jack, pedirle eso a Catherine sería cruel e injusto. Además podría reactivar la maldición Le Fay-Pendragón, que casi mata a Aedan....una que apareció precisamente cuando Uther asesinó cruelmente a su mujer Pendragon, embarazada. No, ella no puede. Debe librar a su linaje de la maldición.
Golpeé con el bastón en el suelo, comenzando a crear un par de círculos de invocación a mi diestra y siniestra.
- Pero un Rasputín sí puede.... - dos demonios comenzaron a abrirse paso entre los portales, esos que siempre hacían vibrar la realidad al desgarrar dos planos de existencia y fundirlos en uno, brevemente.
Los dragones llegaron, no se hizo esperar en absoluto. Miré a los más jovenes, preocupado por ellos....estarían a la altura? Y en menudo lío los habíamos metido... Me puse en lo peor y si todo salía mal, los mandaría retirarse antes de que eso ocurriera. No iba a permitir que sucumbieran los jovenes Kyle, Ling, Rosse.... por el orgullo de los antiguos.
"Orgullo? Derrotismo? No es momento para eso...."
Quería decirles que debiamos trabajar en equipo, velar los unos por los otros. Los miré mientras el fuego de los dragones rugía a nuestro alrededor, aplacado por los escudos de la Guardia. Luego torné el rostro hacia Wthyr, y el gesto solemne y triste de antes mutó en cuestión de segundos a la ira contra el jinete aquel.
- ERA TAN FACIL COMO RENUNCIAR A EXPANDIR VUESTRO REINO! ATACD AL LÍDER!- me concentré en hablar la lengua de los demonios, los ojos de las criaturas se clavaron en mi y luego emprendieron su vuelo hacia Wthyr como centellas, la promesa que les acababa de hacer era deliciosa..... Poseer un cuerpo propio en este plano. Era algo que no le deseaba a nadie, pero me iba a esforzar en anular la voluntad de Wthyr Pendragon, fuera como fuera.
Miré a Jack, preocupado....demasiada sangre de pronto....
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dado 1 matvey
10+10 hab+44 base+5 canalz= 69 a wiwi
dado 2 Demon1
5+20 base=25 wiwi
dado 3 Demon2
5+20 base= 25 wiwi
total a wiwi
25+25+69=119 ¬¬
exito/fallo: posesión. Si supera defensas wiwi y ademas sale fallo, posesión demoniaca al canto exitosa. Si no nanai, solo pupa. EXITO
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El miembro 'Matvey Rasputín' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Probabilidad' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Probabilidad' :
Juzgué en silencio a Matvey por su sobreprotección hacia Catherine, puesto que no quería pedirle que se acercase al Pendragon para pillarle con la guardia baja y así poder acabar con él más fácilmente. Después entendí mejor por qué lo decía, los asuntos de magia antigua y maldiciones eran cuestiones que no se podían tomar a la ligera. La idea quedó descartada, tampoco quería ser culpable de que le pasase algo a un niño inocente. - Entonces hazlo. Elimina a ese indeseable. - sugerí de manera tranquila, justo antes de prepararme para mandar ese castillo al abismo que merecía.
Las montañas siguieron estremeciéndose mientras el castillo se elevaba poco a poco, levantando ya casi un metro del suelo. Aquello requería esfuerzo y bastante concentración, así que ni siquiera dediqué demasiada atención a la aparición de varios dragones en el cielo. Uno de ellos se interpuso entre nosotros y el castillo, con claras intenciones de atacar. - ¡Detén esta demencia! ¡marchaos de aquí! - grité mientras seguía elevando el castillo en el aire...un metro, dos...
De repente todo se volvió rojo, salpicando sangre de mi cuerpo por todas partes. Múltiples heridas se abrieron por doquier, provocando que perdiese la concentración por completo. El castillo que se había elevado volvió a caer a plomo, originando grietas, desplomes y temblores en la montaña que amenazaban con provocar un alud. Caí de rodillas al suelo de inmediato, sin poder detener aquellas hemorragias. Mi orgullo no me permitió rendirme, y reuní las energías que me quedasen para usar el control de gravedad con Wthyr y su montura, arrojándolos contra la muralla del castillo.
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At. M: 25 dado + 34 stat + 5 canalizador + 10 habilidad= 74 a WTHYR
Def. F: 10 dado + 7 stat= 17
daño: 121 - 17= 104
PS: 150 - 104= 46 (SB siguiente post)
Las montañas siguieron estremeciéndose mientras el castillo se elevaba poco a poco, levantando ya casi un metro del suelo. Aquello requería esfuerzo y bastante concentración, así que ni siquiera dediqué demasiada atención a la aparición de varios dragones en el cielo. Uno de ellos se interpuso entre nosotros y el castillo, con claras intenciones de atacar. - ¡Detén esta demencia! ¡marchaos de aquí! - grité mientras seguía elevando el castillo en el aire...un metro, dos...
De repente todo se volvió rojo, salpicando sangre de mi cuerpo por todas partes. Múltiples heridas se abrieron por doquier, provocando que perdiese la concentración por completo. El castillo que se había elevado volvió a caer a plomo, originando grietas, desplomes y temblores en la montaña que amenazaban con provocar un alud. Caí de rodillas al suelo de inmediato, sin poder detener aquellas hemorragias. Mi orgullo no me permitió rendirme, y reuní las energías que me quedasen para usar el control de gravedad con Wthyr y su montura, arrojándolos contra la muralla del castillo.
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At. M: 25 dado + 34 stat + 5 canalizador + 10 habilidad= 74 a WTHYR
Def. F: 10 dado + 7 stat= 17
daño: 121 - 17= 104
PS: 150 - 104= 46 (SB siguiente post)
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El miembro 'Jack Newton' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
Mei llegó junto con los más jovenes, y a decir verdad, parecía absolutamente tranquila, relajada, vaciada de emociones. En control absoluto de ellas. Aunque por dentro, se comía viva. Estaba muy preocupada por sus compañeros y la gente de Ouroboros, y lamentaba profundamente que no hubiesen sabido mantener una paz mas duradera....
Mei cerró los ojos, se concentró y empezó a unir las mentes de sus compañeros en una red de araña....mas las de los generales de la Guardia, Amaya.
"Compañeros, ya he establecido el campo telepático."
Ya no serían necesarias las palabras. Mei retrocedió asustada cuando vio a Jack desangrándose y mandó un mensaje de auxilio a cualquier Descendiente que pudiera curarlo.
Se olvidó de los dragones, no habia nada que pudiera hacer con ella...o si? Con los jinetes, si. Escuchó a Matvey y miró fijamente a Wthyr. No hizo ningun movimiento porque no lo necesitaba para intentar meterse en su mente y controlarlo.
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Ataque mágico a Wthyr:
25 dado+5dado + 40 stat + 10 hab. + 5 canalizador + 10 capa rúnica= 95 daño mental
USA Control Mental: si el Ataque del control supera a la Defensa del objetivo, quedará bajo control del atacante durante cinco posts. Luego quedará libre durante dos posts en los que no podrá ser controlado, pudiendo ser atacado de nuevo después de eso.
Mei cerró los ojos, se concentró y empezó a unir las mentes de sus compañeros en una red de araña....mas las de los generales de la Guardia, Amaya.
"Compañeros, ya he establecido el campo telepático."
Ya no serían necesarias las palabras. Mei retrocedió asustada cuando vio a Jack desangrándose y mandó un mensaje de auxilio a cualquier Descendiente que pudiera curarlo.
Se olvidó de los dragones, no habia nada que pudiera hacer con ella...o si? Con los jinetes, si. Escuchó a Matvey y miró fijamente a Wthyr. No hizo ningun movimiento porque no lo necesitaba para intentar meterse en su mente y controlarlo.
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Ataque mágico a Wthyr:
25 dado+5dado + 40 stat + 10 hab. + 5 canalizador + 10 capa rúnica= 95 daño mental
USA Control Mental: si el Ataque del control supera a la Defensa del objetivo, quedará bajo control del atacante durante cinco posts. Luego quedará libre durante dos posts en los que no podrá ser controlado, pudiendo ser atacado de nuevo después de eso.
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El miembro 'Mei Xian' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Smaug
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Smaug se había unido a la brigada de Shyvanna para ir a defender la montaña y los sagrados templos de los dragones, llevándose consigo también al joven Svart. Sobrevoló la zona en la que el castillo se estaba elevando, comprobando la destrucción que los Descendientes querían provocar.
Rugió furioso al detenerse un momento en el aire, aleteando. Después entornó sus metálicos ojos para fijarse un objetivo, desechando a Jack porque ya estaba herido.
Los escorpiones eran los que más peligro representaban para él en esos momentos, así lanzó una llamarada de barrido a todos los que pudo, intentando mantener la distancia para que le fuese fácil alejarse y alzar el vuelo en caso de que le disparasen a él.
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A.M
dado 15 + 21 stat + 25 forma dragón + 10 habilidad especial= 71 a los ESCORPIONES
Rugió furioso al detenerse un momento en el aire, aleteando. Después entornó sus metálicos ojos para fijarse un objetivo, desechando a Jack porque ya estaba herido.
Los escorpiones eran los que más peligro representaban para él en esos momentos, así lanzó una llamarada de barrido a todos los que pudo, intentando mantener la distancia para que le fuese fácil alejarse y alzar el vuelo en caso de que le disparasen a él.
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A.M
dado 15 + 21 stat + 25 forma dragón + 10 habilidad especial= 71 a los ESCORPIONES
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El miembro 'Smaug' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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