Recuerdo del primer mensaje :
Gwen Pendragón
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Conforme aparecí en la residencia tomé camino directamente hacia el lugar que quería ir. Aún vestía las ropas dispuestas para el encuentro con el Árbol Sagrado. La fina tela blanca sin ningún tipo de adorno que distrajese ni diese importancia alguna a los ropajes para un momento como aquel parecía que flotase conforme subía las escaleras con presteza.
No era común que vistiese así a menos que me encontrase en Ávalon, y solamente si me dirigía a comunicarme con el Sanguis Ligno o regresaba de tal tarea, así que no era de extrañar que las personas con las que me crucé en el camino se fijasen en tan inusual hecho. Además, había bastante gente en el lugar, los guardias hablaban de lobos y de sanadores atendiendo.No presté mucha atención, era importante hablar con Shyvanna.
No tardé en dar con las puertas a cruzar dispuesta a contarle a mi hermana tanto la conversación con nuestra abuela como las decisiones del Árbol Sagrado. A Lake...a Lake era mejor meditar bien como decírselo. Crucé el salón que precedía a la habitación y me asomé a la sala de juegos por si la rubia se encontraba allí, sin éxito. Apreté mis labios al mirar a las puertas cerradas.
Aquello solamente podía significar que se encontraba acompañada o disfrutando en soledad. Acerqué mis pasos a la puerta abriendo sin pudor alguno la misma. Ya la había encontrado en ocasiones anteriores en compañía y a decir verdad no me importaba lo más mínimo, incluso aún con la cama caliente y o disfrutando de alguno de sus amantes había conversado con ella sin sonrojarnos ninguna de las dos. Me adentré en la habitación directa hacia los pies de la cama.
-Shy...la abuela dice que está de acuerdo con los compromi...- Paré mis pasos al fijarme en la escena. Mi mirada se clavó en el descendiente por un momento, entrecerré los ojos mínimamente sin saber muy bien como reaccionar, cerciorandome de algún modo de que era é y no otro parecido. Aquelo duró poco, corregí mi postura a una más formal que la que tenía con anterioridad, así como mi tono que anteriormente era mucho más distendido. Aparté la vista del italiano, sintiendo levemente que la vergüenza encandilaba mi rostro por unos momentos,para ver al otro ocupante de la cama, por el que no me sentía tan sorprendida. Me extrañaba no haber encontrado a Ixion antes compartiendo la cama con mi hermana, ya que él era de los pocos que solía participar en todo ritual que implicase algo sexual. Tomé mis manos entre sí mirando ahora a Shyvanna y suspiré, cansada, antes de girar y volver hacia la puerta.
Cualquiera podría suponer que abandonaría la sala y sin embargo, me limité a cerrar la puerta que había dejado abierta y volver de nuevo a los pies de la cama mirando a la rubia, sin importarme cortar el momento en absoluto. -Nuestra abuela está conforme con las uniones pactadas por Wthyr.-Desvié la mirada un segundo a Giordano antes de darme cuenta y apartarla de nuevo a mi hermana.-También he consultado con el Sanguis Ligno.-El tono que proyectaba era sereno y serio, como de costumbre en mi cuando no me encontraba en una situación de confianza.
Y no dije más. Por mi gesto estaba claro que trataba de disimular cierta incomodez y además trataba de aclarar mis ideas. ¿Para qué me estaba tomando tantas molestias?¿Acaso ahora si querían hacer efectivo el compromiso?Apreté mis labios momentáneamente mientras pasaba el pelo tras mi oreja, que tampoco había recogido nuevamente y lo llevaba suelto . Me sentía estúpida, tratando de salvar unos votos del consejo y enmendar el error de llevar a DaVinci a la cena y meterle en aquella situación y ahora...parecía que ya no le molestaba tanto. Carraspeé.-No ha sido claro, los espíritus estaban bastante... alterados.-La mentira salió de mis labios con algo de ironía, pues si que era cierto que me había costado contactar y las voces sonaban inquietas, tal vez por aquello entre otras cosas.
Aparté la mirada hacia cualquier sitio, por lo general no lo hacía, simplemente ignoraba a los acompañantes de mi hermana.-Voy a buscar algún tipo de oración o sacrificio que pueda aclarar las voces. Volveré a Ávalon esta noche y espero regresar a tiempo para el Holmgang.-Apreté la mano en mi muñeca, sintiendo aún la sangre cuyo flujo no había perdido el tiempo en cortar para traer noticias con rapidez. Clavé los ojos en Shyvanna.-Hermana.-Me despedí así de ella. Wthyr debía haber elegido a Shyvanna para engatusar a Giordano desde el principio, hubiese sido más fácil. -Mi señor de Hipatía-Miré ahora a Ixion.-Le recuerdo que debe hablar con mi hermano con premura.
Volví a mirar al italiano ahora-Descendiente...-Comenté por toda despedida y giré sobre mis talones a la par que entornaba sin querer mis ojos y marché hacia las puertas.
Abandoné la habitación, cerrando a mi espalda. No entendía como había pasado todo aquello pero seguía sintiendo que necesitaba esos votos a favor a pesar de que tal vez ahora mi hermana y el italiano estuviesen más conformes con su unión,y solo imaginaba al resto del Consejo poniendo el grito en el cielo por aquello. Además no iba a permitir que Lake se casase. Lake era...era libre, no era justo y no lo permitiría. Volví a los pasillos camino a mi habitación donde me dispuse a buscar entre mis libros algo que pudiese convencer al Sanguis Ligno de cambiar de opinión.
Tomé asiento en la estancia de mis aposentos que hacía las veces de biblioteca y sala de música, en la pequeña mesa de escritorio que tenía junto a la ventana. Alcé los pies que descalcé a otra de las sillas y comencé a buscar entre pergaminos y páginas. Por suerte no tardé en percatarme de que debía cortar el sangrado de mi mano, pues hubiese manchado los libros a los que solamente tenía permitidos manchar con tinta. Tenían garabatos por doquier, de mi puño y letra y algunos que tenían mucha más edad que yo misma, de otros dueños anteriores. Intentaría concentrarme en encontrar algo y por la noche volvería a Ávalon, con suerte la abuela estaría dormida para ese entonces.
No era común que vistiese así a menos que me encontrase en Ávalon, y solamente si me dirigía a comunicarme con el Sanguis Ligno o regresaba de tal tarea, así que no era de extrañar que las personas con las que me crucé en el camino se fijasen en tan inusual hecho. Además, había bastante gente en el lugar, los guardias hablaban de lobos y de sanadores atendiendo.No presté mucha atención, era importante hablar con Shyvanna.
No tardé en dar con las puertas a cruzar dispuesta a contarle a mi hermana tanto la conversación con nuestra abuela como las decisiones del Árbol Sagrado. A Lake...a Lake era mejor meditar bien como decírselo. Crucé el salón que precedía a la habitación y me asomé a la sala de juegos por si la rubia se encontraba allí, sin éxito. Apreté mis labios al mirar a las puertas cerradas.
Aquello solamente podía significar que se encontraba acompañada o disfrutando en soledad. Acerqué mis pasos a la puerta abriendo sin pudor alguno la misma. Ya la había encontrado en ocasiones anteriores en compañía y a decir verdad no me importaba lo más mínimo, incluso aún con la cama caliente y o disfrutando de alguno de sus amantes había conversado con ella sin sonrojarnos ninguna de las dos. Me adentré en la habitación directa hacia los pies de la cama.
-Shy...la abuela dice que está de acuerdo con los compromi...- Paré mis pasos al fijarme en la escena. Mi mirada se clavó en el descendiente por un momento, entrecerré los ojos mínimamente sin saber muy bien como reaccionar, cerciorandome de algún modo de que era é y no otro parecido. Aquelo duró poco, corregí mi postura a una más formal que la que tenía con anterioridad, así como mi tono que anteriormente era mucho más distendido. Aparté la vista del italiano, sintiendo levemente que la vergüenza encandilaba mi rostro por unos momentos,para ver al otro ocupante de la cama, por el que no me sentía tan sorprendida. Me extrañaba no haber encontrado a Ixion antes compartiendo la cama con mi hermana, ya que él era de los pocos que solía participar en todo ritual que implicase algo sexual. Tomé mis manos entre sí mirando ahora a Shyvanna y suspiré, cansada, antes de girar y volver hacia la puerta.
Cualquiera podría suponer que abandonaría la sala y sin embargo, me limité a cerrar la puerta que había dejado abierta y volver de nuevo a los pies de la cama mirando a la rubia, sin importarme cortar el momento en absoluto. -Nuestra abuela está conforme con las uniones pactadas por Wthyr.-Desvié la mirada un segundo a Giordano antes de darme cuenta y apartarla de nuevo a mi hermana.-También he consultado con el Sanguis Ligno.-El tono que proyectaba era sereno y serio, como de costumbre en mi cuando no me encontraba en una situación de confianza.
Y no dije más. Por mi gesto estaba claro que trataba de disimular cierta incomodez y además trataba de aclarar mis ideas. ¿Para qué me estaba tomando tantas molestias?¿Acaso ahora si querían hacer efectivo el compromiso?Apreté mis labios momentáneamente mientras pasaba el pelo tras mi oreja, que tampoco había recogido nuevamente y lo llevaba suelto . Me sentía estúpida, tratando de salvar unos votos del consejo y enmendar el error de llevar a DaVinci a la cena y meterle en aquella situación y ahora...parecía que ya no le molestaba tanto. Carraspeé.-No ha sido claro, los espíritus estaban bastante... alterados.-La mentira salió de mis labios con algo de ironía, pues si que era cierto que me había costado contactar y las voces sonaban inquietas, tal vez por aquello entre otras cosas.
Aparté la mirada hacia cualquier sitio, por lo general no lo hacía, simplemente ignoraba a los acompañantes de mi hermana.-Voy a buscar algún tipo de oración o sacrificio que pueda aclarar las voces. Volveré a Ávalon esta noche y espero regresar a tiempo para el Holmgang.-Apreté la mano en mi muñeca, sintiendo aún la sangre cuyo flujo no había perdido el tiempo en cortar para traer noticias con rapidez. Clavé los ojos en Shyvanna.-Hermana.-Me despedí así de ella. Wthyr debía haber elegido a Shyvanna para engatusar a Giordano desde el principio, hubiese sido más fácil. -Mi señor de Hipatía-Miré ahora a Ixion.-Le recuerdo que debe hablar con mi hermano con premura.
Volví a mirar al italiano ahora-Descendiente...-Comenté por toda despedida y giré sobre mis talones a la par que entornaba sin querer mis ojos y marché hacia las puertas.
Abandoné la habitación, cerrando a mi espalda. No entendía como había pasado todo aquello pero seguía sintiendo que necesitaba esos votos a favor a pesar de que tal vez ahora mi hermana y el italiano estuviesen más conformes con su unión,y solo imaginaba al resto del Consejo poniendo el grito en el cielo por aquello. Además no iba a permitir que Lake se casase. Lake era...era libre, no era justo y no lo permitiría. Volví a los pasillos camino a mi habitación donde me dispuse a buscar entre mis libros algo que pudiese convencer al Sanguis Ligno de cambiar de opinión.
Tomé asiento en la estancia de mis aposentos que hacía las veces de biblioteca y sala de música, en la pequeña mesa de escritorio que tenía junto a la ventana. Alcé los pies que descalcé a otra de las sillas y comencé a buscar entre pergaminos y páginas. Por suerte no tardé en percatarme de que debía cortar el sangrado de mi mano, pues hubiese manchado los libros a los que solamente tenía permitidos manchar con tinta. Tenían garabatos por doquier, de mi puño y letra y algunos que tenían mucha más edad que yo misma, de otros dueños anteriores. Intentaría concentrarme en encontrar algo y por la noche volvería a Ávalon, con suerte la abuela estaría dormida para ese entonces.
Shyvanna Pendragon
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- +18:
- Notó la diferencia en la forma en la que le besaba Giordano, como si de pronto cualquier tipo de reticencia se hubiese vencido y aquello la tranquilizó. De cierta forma, había pensado que acabaría huyendo pero una vez que entrabas en el juego… Resultaba adictivo. Disfrutó de sus labios sobre la piel de su cuello y ella misma le mordió suavemente el hombro antes de concentrarse en relajarse. Si es que eso se podía con todo lo que estaba sucediendo. Pero cuando le devolvió el toque en la nariz la hizo sonreír con sinceridad mientras le observaba con complicidad cariñosa y la ayudó a distraerse. Tomó un largo respiro para contener un jadeo porque con cada movimiento se sentía mucho más… expuesta a ellos. Y ejemplo era los movimientos lentos pero profundos que hacía Ixión para entrar en ella, robándole pequeños jadeos que cargaban la atmósfera para ellos. Al menos, había le había hecho caso y había ido despacio. Pero cada una de sus embestidas, aunque lentas, la empotraban contra el italiano.
-Sí…- Gimió la rubia cuando Giordano preguntó, sintiendo cada una de sus respiraciones y movimientos, también los del griego. Estaban tan cerca, tan unidos que le costaba discernir cuales eran las caricias que le robaban más gemidos. Ya no sólo su espalda, toda su piel con cada roce le robaba un jadeo y sus sentidos empezaron a dispersarse cuando se movieron al compás. No tardaron demasiado en conseguir un buen ritmo y Shyvanna apretaba constantemente las manos contra las cuerdas, extasiada de las sensaciones que se apoderaban de su cuerpo y con la mente ida -Sí..- Gimió cuando Giordano acarició sus pechos, al mismo tiempo que Ixión la tentaba con sus labios, mientras ella buscaba atraparlos pero se veía limitada de movimiento. Vio su sonrisa y en cualquier otro momento, en cualquier otro, habría hecho una jugarreta como la que había hecho antes pero se encontraba entregada absolutamente a su placer y el gesto solo logró que se humedad creciera y se le erizara la piel. Necesitaba sentir la calidez y suavidad de sus labios en contraparte a la dureza con la que le poseía. Se le trabó la respiración y se quejó un poco, sintiendo que le ardían las mejillas y los labios, la mirada completamente nublada -Por favor- Gimió complaciéndolo, recostándose un poco más de él y atrayendo a Giordano hacia sí misma, quería su boca sobre su escote, quería que la besara, que la lamiera, que la mordiera.
Pero el italiano tenía una nueva idea que a Shyvanna le plació enormemente, las cuerdas se aflojaron y la rubia sintió una oleada de placer recorrerla mientras se deshacía de ellas. Lo rodeó con las piernas y lo unió a más profundidad robándose a sí misma un gemido. Su mirada, antes tan nublada por la entrega, pareció aclararse y con una de las manos tiró del cabello de Giordano para guiarlo hacia sus pechos de nuevo y con la otra cogió de la nuca a Ixión para que la besara y, si no lo hacía, iba a clavarle los dientes hasta que lo lamentara. Su liberación fue la puerta abierta al placer de los tres, el ritmo se volvió intenso y rápido y Shyvanna acarició el punto cúlmine cuando Ixión empezó a acariciarla -Más…Más - Gimió contra los labios del griego porque no le salía otra palabra, a sabiendas de que estaba en un límite de no retorno. Cuando Giordano los miró con significado ella se mordió el labio y se dejó llevar, contrayendo su interior para placer de los tres y generando una infernal fricción que la llevó al éxtasis al mismo tiempo que el Descendiente. Shyvanna se mantuvo observando el rostro de Giordano con curiosidad para calcar esa imagen en su mente mientras disfrutaba de su propio placer. Eran detalles que le gustaba reservar para sí misma. Recuerdos a los que acudiría cuando no le apetecía tener compañía para complacerse.
Acarició la espalda de Giordano con mimo, igual que la nuca de Ixión, cuando se apoyaron en ella intentando recuperar la respiración, le pareció tierno porque era una especie de intimidad compartida. Le recogió un poco el cabello al italiano hacia un lado para mirarlo de costado y se inclinó para dejarle un beso en la mejilla. Se rió un poco con picardía cuando dijo que era la única que había cabalgado -Ummmm…Una cosa llevó a la otra y…me habéis puesto muy caliente, malditos- Volvió la mirada por encima del hombro hacia Ixión, echando la cabeza hacia atrás para apoyarla en él -Y aún no he terminado- Si es eso lo que pensaban. Pero entonces volvió su vista hacia Gio acariciándole el brazo mientras le susurraba aquello. Ella le ronroneó un “sí” en respuesta y le ayudó a separarse, no sin antes robarle un beso corto.
Ixión no había esperado demasiado y Shyvanna se alejó un poquito mientras veía a Giordano, era evidente que el griego había estado esperando ese momento y lo haría disfrutar pero como ella ya había conocido la habilidad y virilidad del moreno, se quedó mirando al italiano y le quitó el cabello de la cara de nuevo. Antes de que el moreno empezara el trabajo de embestirlo, Shyvanna tomó la posición que le había sugerido Giordano, poniéndose una almohada bajo el torso y otra para hundir la cara y de esa forma con cada avance de Ixión ella lo sentiría todo. Cuando entró Gwen no tardó en reaccionar, se quitó la almohada de la cara y se la estampó en el rostro a Giordano para taparlo y cubrir su identidad pero la endeble cosa maldita se cayó…Apretó las muelas y miró a su hermana con un gesto de extrañeza y silenciosa cautela. Se sorprendió de que el árbol no fuera muy claro y entonces notó la sangre en su mano. Tensó los labios un poco -Gwen… No te preocupes, Giordano va a rechazarlo- Expresó acomodándose un poco para poder verla mejor, porque a fin de cuentas es lo que él le había comunicado -El Sanguis Ligno no lo gobierna- Respondió con el ceño fruncido cuando dijo que buscaría un hechizo para aclararlo con el árbol. Sinceramente, le importaba tres pepinos. Aquello era una propuesta y él iba a ganar el holmgang e iba a rechazarla. La vio irse y soltó un suspiro quedo para luego hundir la cabeza contra las sábanas dejando que el cabello le cayera sobre la cara -Lo siento- Murmuró para el italiano porque a fin de cuentas había fallado en su promesa pero no pensó que su hermana volvería tan rápido de Avalon. Se incorporó un poco y ladeó la cabeza hacia él -Esto no te ata a nada- Aclaró por si fuese necesario.
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El miembro 'Shyvanna Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Embarazo' :
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- +18?¿?¿:
- Reposé sobre el hombro de Shyvanna con los ojos cerrados un rato mas, notando sus caricias despues de aquellos bruscos agarrones en el pelo. Tenía las mejillas arrebatadas a causa del calor y la excitación. Solté una risa breve tras su beso en la mejilla.
- Ya que vas a hacer algo, hay que hacerlo bien. - a decir verdad mi curiosidad había sido satisfecha en gran parte, y lo había encontrado placentero.
Y no, aquello no habia terminado aun. Ixión se movió como un gato hasta ponerse a mi espalda. Apreté los labios un momento al notarlo jugar por ahi detrás y fruncí el ceño, pero mi cara no era de disgusto, estaba como muy atento y expectante, mas bien, analizando. Vale, si, iba bien. Uhh....vale, todo bien. Miré a Shyvanna que se tomó la molestia de apartarme el pelo de la cara. Ella comenzó a posicionarse, e Ixión avanzó hasta dentro del todo. Ahogué un gruñido o una especie de bufido, apretando los dedos en sendos puños sobre las sabanas. Cuando Shy se posicionó la tomé por la cintura, con urgencia. Solté el aire que estaba conteniendo en los pulmones cuando él aceleró el ritmo, dejándome llevar por sus movimientos feroces. Aquella estaba...bien, sí. Estaba a medio camino de entrar en Shy cuando él me mordió cerca del cuello, arrancandome un gruñido de placer.
Peeeero....pero entonces un cojin me dio en la cara y cesé mis movimientos. Arrojar cojines a la cara no era muy erotico, por qué....?
Y entonces lo entendí al ver a Gwen en la puerta.
"oh mierda"
Si era posible ponerse mas colorado de lo que ya lo estaba por el calor, lo hice, hasta las punta de las orejas. Agarré el cojín que me había tirado Shy y lo abracé lentamente, mirando a Gwen. Si no me movia lo mismo no se daba cuenta de que....mirda, no, ya me habia mirado.
- ey. - no me atreví a moverme mucho, con el griego en mi retaguardia. Luego empezó a hablar del sangis ligno, que al parecer estaba deacuerdo. El arbol habria visto el trio? eso tambien le parecia bien? POR QUE!? Ah, mierda, el holmgang, practicamente se me habia olvidado. Estrujé el cojin contra mi pecho, despacio, cuando Gwen comenzó a despedirse, con un "descendiente" para mi. Y se fue.
Emití un sonido de queja prolongado cuando Shy dijo que lo sentía, me faltaba poco para tirarme en el suelo y querer quedarme ahi a dejarme morir. Justo en ese preciso instante llegó un patronus que me hizo sobresaltarme. Me aparté de Ixión con un gruñido, parecia que habia perdido la capacidad del habla. El patronus dijo algo de una reunion.
Y luego al poco llegó otro mas, pero de un tal ARturo conocido de Zaphira. Dijo algo que mi cerebro acelerado habria deseado pausar, echar atras y poder volver a escuchar. Me quedé boquiabierto y luego miré a Shy....que se habia disculpado.
- Gwen...sabe guardar un secreto. - me dejé caer en la cama boca arriba, las responsabilidades se me estaban acumulando y me habian cortado el rollo. - Yo tambien lo siento. - dije dirigiendo mi mirada hacia abajo, evidentemente habia perdido mi apetito... rodé quejándome de la vida, hasta quedar sentado, y luego me puse en pie, echandome las manos al pelo. - donde está mi ropa? Tengo que ir a esa cosa.
- +18:
- La súplica de la jinete era una de las cosas que más había ansiado, que le pidiera, que le rogara. Aquello era una sensación excitante y le producía terrible placer, más carnal, más visceral, más sexual, más animal. Obedeció, tal y como le había pedido la Pendragon, y la besó con pasión, lujuria y premura. Notaba el calor de sus mejillas y sus venas del cuello palpitantes al compás de las pulsaciones de su corazón. En aquella posición permanecieron una serie de embistes, tratando de no venirse y aguantar para lo que todavía estaba por llegar. El griego tenía buena forma física, no estaba cansado, y tenía numerosa experiencia en el ámbito sexual y también creía saber cuándo poder acabar. Y él quería seguir. Cosquillas recorrieron su espalda ante el roce de las yemas de los dedos de Shyvanna. Toda su piel se había convertido en un interruptor, y cualquier zona le provocaba excitación. Clavó su mirada oscura en la nuca del italiano, dejando una de las manos en la cadera y subiendo la otra hasta rodearle la nuca con la mano, cogiéndole mejor en cada embestida. Estaba a punto de alcanzar el clímax cuando la puerta se abrió de golpe.
Ixión estaba en la posición dominante, de modo que fue el que más fácil pudo voltearse para mirar a la menor de los Pendragon. Joder, pero aquella puerta no estaba cerrada. Le había cortado todo el rollo y estaba a punto de conseguirlo… ahora necesitaría autosatisfacerse. Con el golpe de sábana cayó sobre la cama, rebotando en ella, bufando molesto, quedando totalmente expuesto. Necesitó un par de segundos para que su sangre viajara de las zonas más inferiores al cerebro y fuera capaz de reconectar. Me levanté de aquel lecho, cogiendo cualquier pedazo de tela y cubriendo mis zonas. Ya no tenía sentido seguir exponiéndolas de aquella manera tan gratuita. -Sí, mi señora. Con premura- Dije de una forma queda y sin muchos sentimientos, tratando de ocultar mi insatisfacción. La vi irse sin moverme del sitio y comprendí, por sus vestimentas, que había estado con el Sanguis, que le había estado consultando. Supuso que sería sobre los matrimonios que tanto problema les había dado a las hermanas Pendragon. Tras la salida de Gwen llegaron las disculpas, y se ahorró los comentarios, no había razón de disculparse -Ha estado bien- Cogí la ropa de Giordano y se la lancé, desde mi posición al otro lado de la cama y de la habitación. Disfruté de la visión del hombre desnudo, sudado, antes de que pudiera vestirse y salir corriendo de allí. A una reunión… esperemos que sea capaz de poder pensar con la cabeza y no con otra cosa. Yo también fui a buscar la ropa y empecé a vestirme, en silencio, recordando todavía con placer lo que había estado ocurriendo. Debía visitar a Wthyr, pero antes tendría que ducharse, olía a sexo no culpable y eso dudaba que le agradara al primogénito de sus señores.
Shyvanna Pendragon
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La queja de Giordano no le pasó desapercibida y Shyvanna simplemente suspiró mientras sentía a Ixión a su lado rígido como una piedra. Tragó un poco y empezó a removerse mientras llegaban todos esos patronus requiriendo su presencia. Extrañaba Avalon y, en el fondo, hasta la intimidad con Aric porque al ser un vasallo y ella la tercera en línea no eran tan solicitados. -Lo sé…- Le dijo a Giordano poniéndose boca arriba y apartándose a sí misma el cabello. Observó el dosel de la cama con tensa calma. ¿Qué secreto le guardaría G a Giordano para que él supiera el nivel de lealtad de su hermana? -No es la primera vez que me pilla, tenemos confianza- Y que más allá de eso. ¿Qué iba a ser Wthyr? Estaba claro que ella no era virgen y encima había un tercero como testigo. No había atentado contra su integridad ni nada parecido -¿Por qué?- Preguntó a Giordano extrañada cuando pidió disculpas porque no sabía a qué se refería y si era a no poder seguir, negó con la cabeza.
Se incorporó sobre sus codos observando entonces a Ixión, estaba claro que él también había sufrido aquella tempestuosa forma de interrumpir de su hermana, recordándoles a todos que había otras cosas que hacer que compartir aquellos momentos íntimos y divertidos…Pero ¿Qué iba a saber ella de compartir con un hombre? Siempre le esquivaba el tema. Se masajeó el puente de la nariz antes de acercarse a Ixión y le susurró al oído -Te espero esta noche… Por favor- Ronroneó y le mordisqueó el lóbulo de la oreja antes de alejarse. Ella no tenía que bajarse de la cama, es más…No tenía nada qué hacer.
-No puedes irte así…- Mencionó hacia Giordano y le tomó de la mano para tirarlo con suavidad hacia el baño, despidiéndose de Ixión con un gesto de la cabeza. Cerró la puerta del servicio y le indicó al italiano que se metiera en la bañera -¿Nunca has ocultado un encuentro sexual?- Preguntó frunciendo el ceño mientras encendía el agua a una temperatura templada tirando a cálida. No conocía mucho esa faceta de Da Vinci pero le daba que tenía mucha experiencia sexual. Ella al menos era experta así que le sorprendió que decidirá ir a la reunión con esas pintas -Tienes nuestros aromas en ti y cara y pelo de buena follada... Si no quieres dar explicaciones…- Movió la cabeza hacia un lado, como queriendo decir que tenía que bañarse sin duda. En la bañera había espacio para dos así que no dudó mucho en meterse, no es que fuera a encontrar algo que no hubiese visto, saboreado y sentido así que disfrutó del agua que acariciaba su piel aunque notaba la diferencia de temperatura entre su calidez y el templado líquido. Cogió una esponja y la mojó un poco, se acercó a él colocándose a horcajadas. Pasó la esponja por su cuello con lentitud y sonrió al notar ciertas marcas en su hombro, las delineó con curiosidad con un dedo pero lo dejó estar para coger su brazo y pasarle la esponja limpiando el sudor y cualquier otro fluido que tuviera sobre él para que quedara limpio, distrayéndose con la forma de sus dedos. No añadió mucho más, estaba agotada físicamente pero feliz…era esa misma calma que sentía tras volar. Por eso se había vuelto adicta a esas sensaciones y a llevarlas al límite. Y cuando no podía reinar los cielos, lo hacía en la tierra.
Cambió de brazo y tras limpiarlo se dirigió a su pecho, fue entonces cuando se dio cuenta de las marcas en sus muñecas. Unas pequeñas sombras rojas, sonrió de lado, ante el recuerdo -Prométeme algo…- Alzó la vista hacia él con los ojos brillantes, inclinándose un poco para susurrarle -Que cada Yule me regalarás un juguete nuevo, para celebrar nuestro fallido compromiso y nuestro exquisito encuentro sexual- Porque en el fondo tenía el sentimiento de que sería cosa de una sola vez, no como con Ixión u otros de sus vasallos. Esto era distinto porque estaban en dos “bandos” diferentes y al ser pillados…Pues complicaba la situación, la confianza quizás… -Es fácil...Si quieres te prometo yo algo a cambio- Susurró Shyvanna. No estaba pidiendo nada del otro mundo.
Se incorporó sobre sus codos observando entonces a Ixión, estaba claro que él también había sufrido aquella tempestuosa forma de interrumpir de su hermana, recordándoles a todos que había otras cosas que hacer que compartir aquellos momentos íntimos y divertidos…Pero ¿Qué iba a saber ella de compartir con un hombre? Siempre le esquivaba el tema. Se masajeó el puente de la nariz antes de acercarse a Ixión y le susurró al oído -Te espero esta noche… Por favor- Ronroneó y le mordisqueó el lóbulo de la oreja antes de alejarse. Ella no tenía que bajarse de la cama, es más…No tenía nada qué hacer.
-No puedes irte así…- Mencionó hacia Giordano y le tomó de la mano para tirarlo con suavidad hacia el baño, despidiéndose de Ixión con un gesto de la cabeza. Cerró la puerta del servicio y le indicó al italiano que se metiera en la bañera -¿Nunca has ocultado un encuentro sexual?- Preguntó frunciendo el ceño mientras encendía el agua a una temperatura templada tirando a cálida. No conocía mucho esa faceta de Da Vinci pero le daba que tenía mucha experiencia sexual. Ella al menos era experta así que le sorprendió que decidirá ir a la reunión con esas pintas -Tienes nuestros aromas en ti y cara y pelo de buena follada... Si no quieres dar explicaciones…- Movió la cabeza hacia un lado, como queriendo decir que tenía que bañarse sin duda. En la bañera había espacio para dos así que no dudó mucho en meterse, no es que fuera a encontrar algo que no hubiese visto, saboreado y sentido así que disfrutó del agua que acariciaba su piel aunque notaba la diferencia de temperatura entre su calidez y el templado líquido. Cogió una esponja y la mojó un poco, se acercó a él colocándose a horcajadas. Pasó la esponja por su cuello con lentitud y sonrió al notar ciertas marcas en su hombro, las delineó con curiosidad con un dedo pero lo dejó estar para coger su brazo y pasarle la esponja limpiando el sudor y cualquier otro fluido que tuviera sobre él para que quedara limpio, distrayéndose con la forma de sus dedos. No añadió mucho más, estaba agotada físicamente pero feliz…era esa misma calma que sentía tras volar. Por eso se había vuelto adicta a esas sensaciones y a llevarlas al límite. Y cuando no podía reinar los cielos, lo hacía en la tierra.
Cambió de brazo y tras limpiarlo se dirigió a su pecho, fue entonces cuando se dio cuenta de las marcas en sus muñecas. Unas pequeñas sombras rojas, sonrió de lado, ante el recuerdo -Prométeme algo…- Alzó la vista hacia él con los ojos brillantes, inclinándose un poco para susurrarle -Que cada Yule me regalarás un juguete nuevo, para celebrar nuestro fallido compromiso y nuestro exquisito encuentro sexual- Porque en el fondo tenía el sentimiento de que sería cosa de una sola vez, no como con Ixión u otros de sus vasallos. Esto era distinto porque estaban en dos “bandos” diferentes y al ser pillados…Pues complicaba la situación, la confianza quizás… -Es fácil...Si quieres te prometo yo algo a cambio- Susurró Shyvanna. No estaba pidiendo nada del otro mundo.
Agarré la ropa que me tiró Ixion, atrapandola al vuelo. La hice un burruño con ambas manos y me la quedé ahi agarrada. La bajé hasta mi cintura, cubriendome asi un poco. Ixion y Shy se despidieron, yo segui dandole vueltas a la entrada repentina de Gwen y a lo que habia dicho. Que le importaba yo a ese arbol sangriento que solo queria comerse gente? Lo mismo era por eso....igual queria catarme como hizo con el vikingo que iba a desposar Shyvanna. Ese arbolucho no era buena gente....
- La verdad es que no habia pensado ir desnudo a la reunion. - estaba loca? Me metió al baño de su habitacion. Vale, si me aseaba aqui tardaría menos que en mi taller. Su pregunta me sorprendió. - Si pero...no uno cometido en el acto. - Pensé en Arleen, con ella tuve tiempo de sobra por la mañana. Mucha tranquilidad. Entonces no teniamos tantas reuniones, tantas responsabilidades como ahora....
Me metí al agua soltando un suspiro de gusto, a los musculos agotados le sentaba bien. Cerré los ojos y apoyé la nuca en el borde de la bañera.
"no quiero dar explicaciones a nadie, no"
Shyvanna se sentó a horcajadas sobre mi y abri los ojos de nuevo, examinandola con el ceño levemente fruncido.
- Empiezo a sentirme extrañamente cómodo con tu cercanía, señorita. Creo que quizá podamos ser amigos. - agarré otra esponja que llené de jabón y comencé a hacer con ella lo mismo que hacia conmigo, ir aseandola.
Me detuve por la zona de sus hombros cuando me pidió que le prometiera aquello, y la miré alzando las cejas.
- Cómo osas. Ahora quieres que sea tu artesano asalariado de productos sexuales? - le tiré la esponja a la cara y fingí una risa. La máscara cayó rapido, mas rapido que la esponja que le habia tirado al agua de la bañera. - Si... puedes prometerme algo. - alcé los ojos a ella, y puse mi mano derecha a un lado de su cuello. Queria pedirle muchas cosas, pero a la vez ninguna....era extraño. Terminé negando con la cabeza. Agarré la esponja y empecé a frotarme furiosamente - No, no puedo pedirte eso. Pensarás que soy un entrometido
- La verdad es que no habia pensado ir desnudo a la reunion. - estaba loca? Me metió al baño de su habitacion. Vale, si me aseaba aqui tardaría menos que en mi taller. Su pregunta me sorprendió. - Si pero...no uno cometido en el acto. - Pensé en Arleen, con ella tuve tiempo de sobra por la mañana. Mucha tranquilidad. Entonces no teniamos tantas reuniones, tantas responsabilidades como ahora....
Me metí al agua soltando un suspiro de gusto, a los musculos agotados le sentaba bien. Cerré los ojos y apoyé la nuca en el borde de la bañera.
"no quiero dar explicaciones a nadie, no"
Shyvanna se sentó a horcajadas sobre mi y abri los ojos de nuevo, examinandola con el ceño levemente fruncido.
- Empiezo a sentirme extrañamente cómodo con tu cercanía, señorita. Creo que quizá podamos ser amigos. - agarré otra esponja que llené de jabón y comencé a hacer con ella lo mismo que hacia conmigo, ir aseandola.
Me detuve por la zona de sus hombros cuando me pidió que le prometiera aquello, y la miré alzando las cejas.
- Cómo osas. Ahora quieres que sea tu artesano asalariado de productos sexuales? - le tiré la esponja a la cara y fingí una risa. La máscara cayó rapido, mas rapido que la esponja que le habia tirado al agua de la bañera. - Si... puedes prometerme algo. - alcé los ojos a ella, y puse mi mano derecha a un lado de su cuello. Queria pedirle muchas cosas, pero a la vez ninguna....era extraño. Terminé negando con la cabeza. Agarré la esponja y empecé a frotarme furiosamente - No, no puedo pedirte eso. Pensarás que soy un entrometido
Un escalofrío recorrió la espalda de Ixión ante la sugerencia de la rubia de volver a verla aquella noche, mirándola de soslayo robándole una sonrisa -Sus deseos son órdenes- Le respondí. Por supuesto que visitaría a la Pendragon aquella noche y alzó levemente la ceja. Antes de despedirse de la escena, dirigió una sonrisa satisfactoria a Shyvanna, señalando en dirección a Giordano, ya le había dicho la noche anterior que los nacidos en la cuenca del Mediterráneo no defraudábamos. Terminé por vestirme y me dirigí hacia el italiano, con una breve reverencia -Mi señor DaVinci, ha sido un grato placer poder compartir esta mañana con usted- Traté de evitar el contacto físico, no tanto el visual mientras realizaba la reverencia, y devorándole con la mirada al alzar de nuevo la cabeza hasta la atura normal. -A su servicio. Mi señora…- Pasé a su lado y salí del cuarto, cerrando la puerta tras mí.
--------
Salió de la habitación y con cara de satisfacción se dirigió caminando a sus aposentos, situados en la otra punta de la residencia Pendragon. Le encantaba presumir del olor que desprendía, no tanto del dolor en la zona inferior debido al coitus interruptus, maldijo por ello a la menor de los Pendragon, le había jodido el polvo del año, posiblemente. Al alcanzar su departamento solicitó algo para comer en su habitación, porque aquella aventura con Shyvanna y Giordano le había dejado el estómago vacío. Tras satisfacerse a sí mismo en la ducha recordando las sensaciones recién vividas y lavarse, se preparó con otras galas limpias, comió algo rápidamente para saciar su hambre y sed y se dirigió a los aposentos del primogénito Pendragon ya que le había llamado hacía tiempo. No estaba seguro de la motivación de éste por el vasallo Hipatia. Tocó la puerta para advertir de su presencia -Mi señor, reclamaba usted mi presencia- Permanecí en el exterior hasta que el moreno dio paso y pude acceder al interior.
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Salió de la habitación y con cara de satisfacción se dirigió caminando a sus aposentos, situados en la otra punta de la residencia Pendragon. Le encantaba presumir del olor que desprendía, no tanto del dolor en la zona inferior debido al coitus interruptus, maldijo por ello a la menor de los Pendragon, le había jodido el polvo del año, posiblemente. Al alcanzar su departamento solicitó algo para comer en su habitación, porque aquella aventura con Shyvanna y Giordano le había dejado el estómago vacío. Tras satisfacerse a sí mismo en la ducha recordando las sensaciones recién vividas y lavarse, se preparó con otras galas limpias, comió algo rápidamente para saciar su hambre y sed y se dirigió a los aposentos del primogénito Pendragon ya que le había llamado hacía tiempo. No estaba seguro de la motivación de éste por el vasallo Hipatia. Tocó la puerta para advertir de su presencia -Mi señor, reclamaba usted mi presencia- Permanecí en el exterior hasta que el moreno dio paso y pude acceder al interior.
Shyvanna Pendragon
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Le pareció curiosa la respuesta de Ixion, había vuelto a ser su vasallo y… ese juego de tira y afloja la hacía sentir tan extraña como excitada. No siempre se dejaba llevar por los hombres en su cama, jugaba con su propio poder y apellido para doblegarlos y que hicieran lo que ella quisiera pero… ese encuentro había sido extraño en muchos aspectos. Distinto. Cuando Giordano específico que si que había tenido que cubrir encuentros suspiro un poco -Vives una vida llena de secretos, Gio- Mencionó, sintiendo algo de lastima por el pero no sé reflejo en su tono porque estaba demasiado concentrada en el baño.
Antes de que la bañera desbordara cerró el agua y empezó a lavarlo sonriendo ante aquel halago de comodidad. Lo cierto es que desde el primer día le había parecido curiosa la forma en la que llegó a la mesa, había intercambiado una mirada de interés con su hermana y luego en el baile había tocado tan bien que ella había querido bailar todo el rato. Era bueno con los dedos. -¿Amigos solo? ¿O amigos que se pueden desfogar el uno al otro? - subió una ceja con cierta picardía en el rostro y siguió aseandolo.
Agradeció que la llenará de jabón porque ella también necesitaba asearse. El sexo bueno nunca era limpio, eso lo había aprendido hace años y el de hoy… uno de los mejores de su vida sexual. Aunque según su prima una cosa eran los ritos, otra el sexo y otra hacer el amor. Por suerte, ella no podía descubrir lo último así no tendría que comparar y eso le permitía disfrutar del segundo sin tapujos. Se rió un poco ante su actitud, esquivando la esponja con rapidez y luego asintió con suavidad -Bueno… yo compro cada dos meses o así, se me desgastan, dejan de vibrar tan fuerte, se ruedan cuando me lubrico mucho… etc. Así que una vez al año me parece un buen trato.
Le pareció… extraño, el cambio en el rostro de Giordano y sintió que iba a pedirle algo importante pero se arrepintió. Shyvanna le recorrió el rostro con curiosidad y entonces tomó aquellas manos, ambas, para que dejara de frotarse como si quisiera sacarse la piel. Las puso en su cuello e hizo que lo mirara tomándolo de la barbilla - Dímelo- sonrió de lado y no pudo evitar reacomodarse sobre él y mover la cadera un poco, tentando -Te has metido muy profundo en mi, así que no vengas con tapujos ahora - Sonrió de lado y cogió su mano para dejarle un beso sensual en la palma sin dejar de observarlo - ¿O quieres que te lo suplique… o te lo sonsaque?- Inquirió alzando las cejas antes de dejar la mano de nuevo en su cuello.
Antes de que la bañera desbordara cerró el agua y empezó a lavarlo sonriendo ante aquel halago de comodidad. Lo cierto es que desde el primer día le había parecido curiosa la forma en la que llegó a la mesa, había intercambiado una mirada de interés con su hermana y luego en el baile había tocado tan bien que ella había querido bailar todo el rato. Era bueno con los dedos. -¿Amigos solo? ¿O amigos que se pueden desfogar el uno al otro? - subió una ceja con cierta picardía en el rostro y siguió aseandolo.
Agradeció que la llenará de jabón porque ella también necesitaba asearse. El sexo bueno nunca era limpio, eso lo había aprendido hace años y el de hoy… uno de los mejores de su vida sexual. Aunque según su prima una cosa eran los ritos, otra el sexo y otra hacer el amor. Por suerte, ella no podía descubrir lo último así no tendría que comparar y eso le permitía disfrutar del segundo sin tapujos. Se rió un poco ante su actitud, esquivando la esponja con rapidez y luego asintió con suavidad -Bueno… yo compro cada dos meses o así, se me desgastan, dejan de vibrar tan fuerte, se ruedan cuando me lubrico mucho… etc. Así que una vez al año me parece un buen trato.
Le pareció… extraño, el cambio en el rostro de Giordano y sintió que iba a pedirle algo importante pero se arrepintió. Shyvanna le recorrió el rostro con curiosidad y entonces tomó aquellas manos, ambas, para que dejara de frotarse como si quisiera sacarse la piel. Las puso en su cuello e hizo que lo mirara tomándolo de la barbilla - Dímelo- sonrió de lado y no pudo evitar reacomodarse sobre él y mover la cadera un poco, tentando -Te has metido muy profundo en mi, así que no vengas con tapujos ahora - Sonrió de lado y cogió su mano para dejarle un beso sensual en la palma sin dejar de observarlo - ¿O quieres que te lo suplique… o te lo sonsaque?- Inquirió alzando las cejas antes de dejar la mano de nuevo en su cuello.
Ixión de Hipatia escribió:Un escalofrío recorrió la espalda de Ixión ante la sugerencia de la rubia de volver a verla aquella noche, mirándola de soslayo robándole una sonrisa -Sus deseos son órdenes- Le respondí. Por supuesto que visitaría a la Pendragon aquella noche y alzó levemente la ceja. Antes de despedirse de la escena, dirigió una sonrisa satisfactoria a Shyvanna, señalando en dirección a Giordano, ya le había dicho la noche anterior que los nacidos en la cuenca del Mediterráneo no defraudábamos. Terminé por vestirme y me dirigí hacia el italiano, con una breve reverencia -Mi señor DaVinci, ha sido un grato placer poder compartir esta mañana con usted- Traté de evitar el contacto físico, no tanto el visual mientras realizaba la reverencia, y devorándole con la mirada al alzar de nuevo la cabeza hasta la atura normal. -A su servicio. Mi señora…- Pasé a su lado y salí del cuarto, cerrando la puerta tras mí.
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Salió de la habitación y con cara de satisfacción se dirigió caminando a sus aposentos, situados en la otra punta de la residencia Pendragon. Le encantaba presumir del olor que desprendía, no tanto del dolor en la zona inferior debido al coitus interruptus, maldijo por ello a la menor de los Pendragon, le había jodido el polvo del año, posiblemente. Al alcanzar su departamento solicitó algo para comer en su habitación, porque aquella aventura con Shyvanna y Giordano le había dejado el estómago vacío. Tras satisfacerse a sí mismo en la ducha recordando las sensaciones recién vividas y lavarse, se preparó con otras galas limpias, comió algo rápidamente para saciar su hambre y sed y se dirigió a los aposentos del primogénito Pendragon ya que le había llamado hacía tiempo. No estaba seguro de la motivación de éste por el vasallo Hipatia. Tocó la puerta para advertir de su presencia -Mi señor, reclamaba usted mi presencia- Permanecí en el exterior hasta que el moreno dio paso y pude acceder al interior.
Regresé a mis aposentos tras dejar las muestras de sangre en su lugar pertinente y después de haber noqueado a los tres licántropos para que dejasen de dar problemas. Parecían tontos para ponerse así después de que les hubiese salvado el pellejo. El tema de las profecías era lo que más me había molestado, por la confusión que creaba. Ya le preguntaría a Gwen qué pensaba de aquello. Casi todos los hermanos estaban medio desaparecidos desde el banquete, así que supuse que ya nos veríamos el día del desafío del Lothbrok. Me dirigí a mi mesa al escuchar que llamaban a la puerta, dando paso a Ixión e invitándole a tomar asiento para poder hablar con él. El vasallo parecía dispuesto a escuchar, no se había demorado demasiado en aparecer.
- Así es, Ixión. Toma asiento. - aguardé unos segundos a que lo hiciese, entrelazando después mis manos sobre la mesa antes de comenzar a hablar. - Han llegado a nuestros dominios tres licántropos que estaban en las montañas perturbando la paz de los dragones. Los he salvado de morir devorados por Smaug. - introduje el tema poco a poco, aunque tal vez se preguntase qué tenía que ver eso con él. - Uno de ellos es el marido de Catherine Le Fay. Un plebeyo problemático tanto para nosotros como para ella. En realidad es alguien que debería estar fuera de la isla, al igual que la mayoría de refugiados molestos que hay en el lugar. Tus capacidades mentales pueden dar el empujón necesario para que esa gente se marche de aquí...- sabía que había más gente que pensaba como nosotros, ellos eran unos estorbos. Para mi lo era Ian, especialmente él. - ¿Comprendes por dónde va el asunto?
Entró en la sala del primogénito, una vez que este me invitó a entrar. La habitación era lo más opuesto a la de la señora. Era fría, rígida, seria. Propia de una gran regente. La de Shyvanna era cómoda y cálida… pecaminosa, como su dueña. Aquel recuerdo le hizo sonreír levemente mientras recorría el espacio que separaba la puerta del asiento donde le habían invitado a sentarse. Me acomodé en la silla, dejando la espalda pegada al respaldo y las piernas cruzadas, esperando que Whtyr comenzara a hablar. Esperaba que le preguntara por su demora, o que le comentara algo de la reunión que estaba a punto de acontecer. Sin embargo, era la visita de unos perros viejos lo que le atormentaban. Sostuve su mirada haciendo lo propio mientras me masajeaba la barbilla, recibiendo aquella información -ha sido usted muy piadoso con esas bestias, señor- Interrumpí su disertación al finalizar la introducción, esperando que halago no le causara molestia. Escuché con atención la segunda parte de su plan… o de sus objetivos, o una mezcla extraña de ambas. Asentí, siguiendo su juego, pero notando que aquel plan, quizás hacía aguas por todas partes. -¿Ian Hacksaw?- Inquirió, sabiendo perfectamente la respuesta. Los consejeros de los Pendragon disponían de bastante información que utilizaban a merced de sus señores. -Como dudo que su señor me haya llamado para lanzar perros por el borde de la isla con el control mental, supongo que lo que pretende es que sea él mismo el que decida por sus propios medios abandonar Ouroboros- Interrogué de forma sibilina, para aclarar los planes del Pendragon, bastante mal desarrollados a su parecer, entrelazando los dedos e incorporándose hacia delante. -La mujer del lobo tiene habilidades mentales, estúpida sería la Descendiente si no ha protegido la mente de su marido de incursiones o de la incorporación de pequeñas líneas de pensamiento: silenciosas, ocultas, germinando en el subconsciente mientras sus raíces se extienden por todos los pensamientos…- Alcé las cejas, mirando al Pendragon por encima de las gafas. -Hablar de las mentes de terceros está bien, pero es mejor inspeccionarlas más de cerca. ¿Contamos todavía con la inestimable visita de los licántropos, o ya han tenido que abandonar el castillo?-
Esbocé una irónica sonrisa cuando dijo que había sido piadoso con ellos, algo que no era cierto porque había sido mero interés estratégico. La culpa habría sido de ellos por transformarse en la montaña de los dragones, eso era innegable. Asentí ante el odioso nombre pronunciado por el vasallo, Hacksaw era el licántropo al que me refería. - Precisamente. Algo sutil es lo que necesitamos. Manipulación mental. - no le dije claramente que era por los designios del árbol, eso sólo lo sabía yo y tal vez se revelase todo a su debido momento. Por ahora iba planteando la cuestión poco a poco, desarrollando la idea. - Catherine tiene unos poderes muy similares a los tuyos, pero dudo que haya puesto algún tipo de barrera en su mente así sin más. De hecho, diría que no es posible proteger la mente de otro de incursiones que aún no han sucedido. Sólo puede desarrollarlas uno mismo mediante la oclumancia. - Me levanté de la mesa, entrelazando las manos a la espalda mientras caminaba hacia los ventanales para echar un vistazo al exterior. Teníamos tiempo, ella aún no estaba frente a las puertas. Los guardias la retendrían y me avisarían, por eso no había problema
- El sucio licántropo debe abandonarla por sus propios motivos, pero necesitamos que ella no sea capaz de descubrir que no es por voluntad propia. Queremos que piense que es él quien toma la decisión de abandonarla. Catherine Le Fay es una pieza importante en nuestros movimientos en la isla, pero está lastrada y hay que quitar fichas del tablero de juego. - me volví hacia Ixión, caminando de nuevo hacia él para situarme a su lado, de pie. - Has demostrado ser un gran mago, Ixión. Confío en que podrás doblegar la mente del licántropo e incluso superar los poderes de Le Fay. Tu temple es mayor que el suyo. - le hice un gesto para que se levantase de la silla, quería que me acompañase fuera de la habitación. Empecé a caminar hacia la puerta, abriendo para que me siguiese por el pasillo que conducía a la enfermería. - Siguen aquí. Despertaron muy violentos y los desmayé para que se estuviesen quietos. Están en el ala de sanación. Examina su mente y dime qué encuentras en ella. Cualquier cosa que hagamos no debe notarse de manera inmediata, para que ella no lo relacione con su estancia en el castillo.
- El sucio licántropo debe abandonarla por sus propios motivos, pero necesitamos que ella no sea capaz de descubrir que no es por voluntad propia. Queremos que piense que es él quien toma la decisión de abandonarla. Catherine Le Fay es una pieza importante en nuestros movimientos en la isla, pero está lastrada y hay que quitar fichas del tablero de juego. - me volví hacia Ixión, caminando de nuevo hacia él para situarme a su lado, de pie. - Has demostrado ser un gran mago, Ixión. Confío en que podrás doblegar la mente del licántropo e incluso superar los poderes de Le Fay. Tu temple es mayor que el suyo. - le hice un gesto para que se levantase de la silla, quería que me acompañase fuera de la habitación. Empecé a caminar hacia la puerta, abriendo para que me siguiese por el pasillo que conducía a la enfermería. - Siguen aquí. Despertaron muy violentos y los desmayé para que se estuviesen quietos. Están en el ala de sanación. Examina su mente y dime qué encuentras en ella. Cualquier cosa que hagamos no debe notarse de manera inmediata, para que ella no lo relacione con su estancia en el castillo.
Shyvanna Pendragon escribió:Le pareció curiosa la respuesta de Ixion, había vuelto a ser su vasallo y… ese juego de tira y afloja la hacía sentir tan extraña como excitada. No siempre se dejaba llevar por los hombres en su cama, jugaba con su propio poder y apellido para doblegarlos y que hicieran lo que ella quisiera pero… ese encuentro había sido extraño en muchos aspectos. Distinto. Cuando Giordano específico que si que había tenido que cubrir encuentros suspiro un poco -Vives una vida llena de secretos, Gio- Mencionó, sintiendo algo de lastima por el pero no sé reflejo en su tono porque estaba demasiado concentrada en el baño.
Antes de que la bañera desbordara cerró el agua y empezó a lavarlo sonriendo ante aquel halago de comodidad. Lo cierto es que desde el primer día le había parecido curiosa la forma en la que llegó a la mesa, había intercambiado una mirada de interés con su hermana y luego en el baile había tocado tan bien que ella había querido bailar todo el rato. Era bueno con los dedos. -¿Amigos solo? ¿O amigos que se pueden desfogar el uno al otro? - subió una ceja con cierta picardía en el rostro y siguió aseandolo.
Agradeció que la llenará de jabón porque ella también necesitaba asearse. El sexo bueno nunca era limpio, eso lo había aprendido hace años y el de hoy… uno de los mejores de su vida sexual. Aunque según su prima una cosa eran los ritos, otra el sexo y otra hacer el amor. Por suerte, ella no podía descubrir lo último así no tendría que comparar y eso le permitía disfrutar del segundo sin tapujos. Se rió un poco ante su actitud, esquivando la esponja con rapidez y luego asintió con suavidad -Bueno… yo compro cada dos meses o así, se me desgastan, dejan de vibrar tan fuerte, se ruedan cuando me lubrico mucho… etc. Así que una vez al año me parece un buen trato.
Le pareció… extraño, el cambio en el rostro de Giordano y sintió que iba a pedirle algo importante pero se arrepintió. Shyvanna le recorrió el rostro con curiosidad y entonces tomó aquellas manos, ambas, para que dejara de frotarse como si quisiera sacarse la piel. Las puso en su cuello e hizo que lo mirara tomándolo de la barbilla - Dímelo- sonrió de lado y no pudo evitar reacomodarse sobre él y mover la cadera un poco, tentando -Te has metido muy profundo en mi, así que no vengas con tapujos ahora - Sonrió de lado y cogió su mano para dejarle un beso sensual en la palma sin dejar de observarlo - ¿O quieres que te lo suplique… o te lo sonsaque?- Inquirió alzando las cejas antes de dejar la mano de nuevo en su cuello.
Mire hacia el techo cuando dijo que vivía una vida llena de secretos. Esa era la impresion que daba? No era premeditado. Eso era un poco triste. Bajé la mirada cuando dijo eso de amigos con derecho.
- No lo descarto, tampoco lo afirmo. - ella me explicó el por qué de su necesidad, y es que menuda caña les metía....aunque viendo como se portaba en la cama no era de extrañar. Vivia esa parte de su vida muy a tope.
Despues de aquello había reculado en mi petición, al pensarlo dos veces. Pero como siempre, tenia por costumbre hablar primero y pensar despues. Me detuvo tomandome por las manos y dirigiendolas a su cuello. Paré y la mire.
"y ahora que le digo"
- No hay necesidad de estropear una bonita velada. - ella movió sus caderas sobre mi, de modo sugerente. Esta vez no fue necesario que usara su control de sangre para causar ahi una reaccion. El contacto fue inevitable.... Entrecerré los ojos ladeando la cabeza por lo que dijo a continuacion, sonriendo de un modo un poco travieso por unos instantes. - Si pero...meterme ahi no me da derecho a meterme en otros aspectos de tu vida. - bajé mis manos de su cuello a sus brazos, acariciandola. - No es una peticion de promesa, si no un deseo. Y los deseos que se dicen en voz alta no se cumplen.
Shyvanna Pendragon
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Soltó una risotada cuando no confirmo que eran una u otra cosa, se llevó la mano a la boca para modular un poco el ruido y negó suavemente con la cabeza antes de mirarlo -Tienes un serio problema con el compromiso, de cualquier tipo…ni que te estuviera pidiendo el mundo Gio- Poco a poco su risa se fue apagando para pasar a otro asunto cuando mencionó que no tenía porque arruinar la velada, la hizo fruncir el ceño. Quizás le hablaría del Consejo, de los votos, de todo eso de lo que ella sabía bastante poco. Le pareció curioso que se interesará por su vida, lo miro respondido a su sonrisa - Pero… ¿Si somos amigos, por qué no podemos meternos en la vida del otro?- Inquirió con cierta curiosidad siendo bastante consciente de su reacción física, que siguió tentando.
¿Un deseo? ¿Para ella? ¿Qué quería? Se puso repentinamente nerviosa y apartó la mirada hacia el lado mientras se le sonrojaba las mejillas. Estaba acostumbrada a recibir halagos y amistades, muchas de ellas falsas, bien fuese por su poder, por su deseo de llevarla a la cama, por ganas de probar hasta un viaje en dragón a través del cielo… pero se suponía que, pese a que debían ser amigos, estaban en bandos distintos. Apartó las manos de las de Giordano y se cogió de la bañera con fuerza mientras recordaba las velas que le había regalado Sean y las palabras de Wthyr. Si estaban en bandos distintos y habían esos gestos ¿Eran reales o inventados? Los de ella con Markus habían sido sinceros… pero… cerró los ojos con pesar. Eso era lo que no quería, no quería pensar en política porque se le daba mal, la hacía sentir mal. Metió las manos en el agua y luego se humedeció el rostro para alejar aquellos pensamientos y entonces le sonrió un poco cuando alzó la mirada hacia él. Tenía que pensar solo en ese momento, sin títulos ni tonterías. Se inclinó pegando su frente a la de él y le rozó la nariz con aquel gesto curioso y cómplice -Tus secretos y deseos son tuyos, no tienes que decírmelos. Yo también tengo deseos para ti...De los buenos- Decidió aclarar y si tenía que pasar de la promesa de juguetes no importaba, había otras cosas con las que podía divertirse.
Se incorporó un poco y le miró a los ojos, con los propios entrecerrados, mientras empezaba a marcar una distancia entre ambos yéndose al otro lado de la bañera, separándose después de dejarle un beso en los labios y una caricia sobre los mismos - No prometo dejarte salir de aquí… si sigues en mis aposentos otros 10 minutos- Miró hacia la puerta de afuera con cierta curiosidad y luego soltó una risita imaginando escenas variopintas - Porque me gustaría averiguar si sabes jugar al billar… o si lo has hecho alguna vez sobre la superficie de un piano… y puedo seguir… y seguir .. y seguir- Expresó mientras se arqueaba un poco sobre la superficie del agua y se deslizaba las manos por los senos hacia la parte inferior de su cuerpo, como rememorando las sensaciones de lo que había ocurrido hace nada. Apoyó la nuca en el borde de la bañera -Ademas llegarás tarde a tus asuntos…- abrió los ojos para mirarlo con una sonrisa complacida, una sonrisa de que todo en la vida estaba exactamente en su lugar. Todo era perfecto
¿Un deseo? ¿Para ella? ¿Qué quería? Se puso repentinamente nerviosa y apartó la mirada hacia el lado mientras se le sonrojaba las mejillas. Estaba acostumbrada a recibir halagos y amistades, muchas de ellas falsas, bien fuese por su poder, por su deseo de llevarla a la cama, por ganas de probar hasta un viaje en dragón a través del cielo… pero se suponía que, pese a que debían ser amigos, estaban en bandos distintos. Apartó las manos de las de Giordano y se cogió de la bañera con fuerza mientras recordaba las velas que le había regalado Sean y las palabras de Wthyr. Si estaban en bandos distintos y habían esos gestos ¿Eran reales o inventados? Los de ella con Markus habían sido sinceros… pero… cerró los ojos con pesar. Eso era lo que no quería, no quería pensar en política porque se le daba mal, la hacía sentir mal. Metió las manos en el agua y luego se humedeció el rostro para alejar aquellos pensamientos y entonces le sonrió un poco cuando alzó la mirada hacia él. Tenía que pensar solo en ese momento, sin títulos ni tonterías. Se inclinó pegando su frente a la de él y le rozó la nariz con aquel gesto curioso y cómplice -Tus secretos y deseos son tuyos, no tienes que decírmelos. Yo también tengo deseos para ti...De los buenos- Decidió aclarar y si tenía que pasar de la promesa de juguetes no importaba, había otras cosas con las que podía divertirse.
- +18:
- Subió las manos a su nuca y lo atrajo para besarlo con suavidad y lentitud, disfrutando de la jugosidad de sus labios y su sabor. Una de sus manos bajó por su pecho, delineando su abdomen hasta tomar su virilidad y guiarlo dentro de ella, provocándole un jadeo bajo. Se movió sobre él en una danza pausada y profunda, ambos estaban sensibles del último encuentro, y a Shyvanna se le apetecía algo más lento. Se separó de sus labios para besar la línea de su mandíbula y luego bajar por su cuello saboreando su piel y succionando donde le apetecía. Era agradable el tacto y más aún el aroma, ya que era su propio jabón. Mientras una de sus manos le acariciaba la nuca, la otra que estaba abajo alcanzó ese punto especial que tanto placer le otorgaba, acompañó cada movimiento con una caricia en círculos que pronto la llevó a contraerse en otro orgasmo alrededor de él, dejó caer la cabeza contra su hombro para recuperarse de las sensaciones pero no dejo de moverse para darle el mismo placer que ella había alcanzado
Se incorporó un poco y le miró a los ojos, con los propios entrecerrados, mientras empezaba a marcar una distancia entre ambos yéndose al otro lado de la bañera, separándose después de dejarle un beso en los labios y una caricia sobre los mismos - No prometo dejarte salir de aquí… si sigues en mis aposentos otros 10 minutos- Miró hacia la puerta de afuera con cierta curiosidad y luego soltó una risita imaginando escenas variopintas - Porque me gustaría averiguar si sabes jugar al billar… o si lo has hecho alguna vez sobre la superficie de un piano… y puedo seguir… y seguir .. y seguir- Expresó mientras se arqueaba un poco sobre la superficie del agua y se deslizaba las manos por los senos hacia la parte inferior de su cuerpo, como rememorando las sensaciones de lo que había ocurrido hace nada. Apoyó la nuca en el borde de la bañera -Ademas llegarás tarde a tus asuntos…- abrió los ojos para mirarlo con una sonrisa complacida, una sonrisa de que todo en la vida estaba exactamente en su lugar. Todo era perfecto
- Wiwi:
- Wthyr Pendragon escribió:Esbocé una irónica sonrisa cuando dijo que había sido piadoso con ellos, algo que no era cierto porque había sido mero interés estratégico. La culpa habría sido de ellos por transformarse en la montaña de los dragones, eso era innegable. Asentí ante el odioso nombre pronunciado por el vasallo, Hacksaw era el licántropo al que me refería. - Precisamente. Algo sutil es lo que necesitamos. Manipulación mental. - no le dije claramente que era por los designios del árbol, eso sólo lo sabía yo y tal vez se revelase todo a su debido momento. Por ahora iba planteando la cuestión poco a poco, desarrollando la idea. - Catherine tiene unos poderes muy similares a los tuyos, pero dudo que haya puesto algún tipo de barrera en su mente así sin más. De hecho, diría que no es posible proteger la mente de otro de incursiones que aún no han sucedido. Sólo puede desarrollarlas uno mismo mediante la oclumancia. - Me levanté de la mesa, entrelazando las manos a la espalda mientras caminaba hacia los ventanales para echar un vistazo al exterior. Teníamos tiempo, ella aún no estaba frente a las puertas. Los guardias la retendrían y me avisarían, por eso no había problema
- El sucio licántropo debe abandonarla por sus propios motivos, pero necesitamos que ella no sea capaz de descubrir que no es por voluntad propia. Queremos que piense que es él quien toma la decisión de abandonarla. Catherine Le Fay es una pieza importante en nuestros movimientos en la isla, pero está lastrada y hay que quitar fichas del tablero de juego. - me volví hacia Ixión, caminando de nuevo hacia él para situarme a su lado, de pie. - Has demostrado ser un gran mago, Ixión. Confío en que podrás doblegar la mente del licántropo e incluso superar los poderes de Le Fay. Tu temple es mayor que el suyo. - le hice un gesto para que se levantase de la silla, quería que me acompañase fuera de la habitación. Empecé a caminar hacia la puerta, abriendo para que me siguiese por el pasillo que conducía a la enfermería. - Siguen aquí. Despertaron muy violentos y los desmayé para que se estuviesen quietos. Están en el ala de sanación. Examina su mente y dime qué encuentras en ella. Cualquier cosa que hagamos no debe notarse de manera inmediata, para que ella no lo relacione con su estancia en el castillo.
El halago causó una respuesta bastante esperable, estaba claro que el objetivo del señor no era salvar a aquellas bestias. Al menos, hablábamos y nos movíamos en el mismo código. -Se puede proteger la mente de muchas formas. Para empezar, la mente se protege a sí misma, por ejemplo, de una acción traumática. Dependiendo dónde y cómo queramos hacer la manipulación mental aparecerán barreras. Si son del chaval, no creo que haya problemas en eliminarlas- Porque el tipo era todo músculo, dudaba mucho que haya cultivado su intelecto o haya trabajado en oclumancia. -De la misma forma que un legeremante puede ver alteraciones en la mente… restos que quedan. Es un reto interesante, señor- Traté de explicarles cuáles podrían ser los fallos de aquel plan. Era necesario, ser sutil para que no supieran de nuestro juego y borrar las huellas que se pudieran quedar, además de no adulterar significativamente los recuerdos, de lo contrario, cualquier persona podría darse cuenta del engaño. Le seguí con la mirada hasta la ventana, sin moverme del asiento. Escuché con atención las indicaciones y planes que tenía sobre la Le Fay que, bajo su punto de vista, se había convertido en una obsesión tanto como la de Shyvanna por los vikingos. -Gracias, señor-
Seguí al señor cuando me indicó que saliéramos, suponía que para dirigirnos hacia donde estuviera el licántropo. Aproveché ese momento de silencio para ponerle al día -Por cierto, mi señor, debería saber que ya su hermana Shyvanna ya ha pactado las normas para el holmgang entre Lothborck y Da Vinci. Y que su hermana pequeña se ha comunicado con el árbol, puede que tenga información que pueda resultarle de interés. Pero dejemos estos temas para más adelante- Le informé hasta poco antes de salir al pasillo, donde dos guardas nos cerraron la puerta a nuestra salida. Curioso hecho que en la habitación de Shyvanna no hubiera. No sé si era mejor o peor, porque de haber estado no les hubieran pillado in fraganti. Cuando los guardas quedaron lejos, continuaron hablando. Escuché al primogénito con las manos enlazadas a la espalda. ¿No sabía muy bien, pero le estaba explicando cómo debía usar sus poderes? Sí, en efecto. Fingió entender todo lo que estaba diciendo, con una falsa cara de atención porque ya sabía qué era lo que tenía que hacer. Llegaron a la sala de enfermería donde trataban a los licántropos. Echó un rápido vistazo a los pocionistas Aduladores, pero sin prestarles la menor atención. Me acerqué a Ian, rodeé la camilla estudiando primero su cuerpo y su desnudez, disfrutando de los músculos marcados del hombre. Sus cicatrices eran toscas, sus manos anchas y fuertes, propias de un guerrero, infinitamente diferentes a las de Giordano, de dedos ágiles y finos, preparados para otro tipo de trabajos manuales, que requerían más cuidado. Busqué una posición cómoda, cerca del cabero de la camilla y alcé levemente la barbilla fijando la mirada oscura en lo más profundo de la mente del licántropo, esperando la apertura de su subconsciente. “Cuéntame, cuéntame. Háblame de ti. De tu relación con Ouroboros. De Catherine” Fui llamando algunos recuerdos que podría tener vinculaciones con aquellas cosas. Necesitaba saber flaquezas en la relación de ambos para luego jugar en su contra.
"asi que un problema con el compromiso? Pues oye, no se por qué....."
No le llevé la contraria en eso, solo la miré mientras se reia y luego intentaba disimularlo. Abri la boca para protestar cuando dijo lo de meterse en la vida del otro, siendo como eramos, amigos, aquello nos daba derecho a hacerlo... Puse mi sonrisa mas cortés, para ocultar cómo mis palabras me habian traicionado a mi mismo.
- Me dejas sin palabras. - le di por respuesta, pues era cierto, y al tiempo me evitaba tener que decirle que tenía razon.
Su expresión cambió al oirme decirle que era mas bien un deseo, y su lenguaje corporal tambien. No sabia leerlo muy bien, ni interpretarlo. Era agobio? Era porque mi vela mayor se habia izado de nuevo? No, que va, eso no podia ser. El calor del agua? Se pensó que quizá le deseaba algo malo? Pareció sacarse las dudas echandose agua a la cara. Se pegó a mi frente y nuestras narices se rozaron, de nuevo, en aquel gesto que parecía haberse consagrado como nuestro intimo saludo.
-De que son deseos buenos no me cabe duda desde que te ofreciste a luchar en mi lugar en el holmgang
"creo que lo he dicho bien"
Suspiré cerca de su cuello, notando como ella se echaba hacia atrás. Me había quedado....muy, muy relajado.
- Como siga otros diez minutos aquí, creo que podría echarme una siesta por fin.... - si, mis horarios de dormir eran irregulares y escasos, pero ahora...podría dormir diez horas. Lo del piano me hizo soltar una sonrisilla entre misteriosa y evidente a la vez.
"coño, la reunion"
Me habria quedado ahi en la bañera, ademas ella parecia tan a gusto y relajada como yo.
- Avisame antes del holmgang, mándame un patornus...lo que sea. No se ni que dia es hoy- salí del agua, cogiendo una toalla para comenzar a secarme, empezando por arriba. Tenía que pasar a por ropa limpia y por café a mi taller antes de ir a la plaza. Al terminar de secarme empecé a vestirme, primero los pantalones. - Shyvanna. - me paré un momento y la miré.
"Deseo que nadie ni nada nunca te obligue a hacer algo que realmente no quieras hacer....ni a ti, ni a tu hermana tampoco"
- Ciao! - me despedí de ella agitando la mano, poniendome la camisa. Sali del baño rapidamente, recogí mis botas y me desaparecí de alli, rumbo a mi taller en primer lugar.
No le llevé la contraria en eso, solo la miré mientras se reia y luego intentaba disimularlo. Abri la boca para protestar cuando dijo lo de meterse en la vida del otro, siendo como eramos, amigos, aquello nos daba derecho a hacerlo... Puse mi sonrisa mas cortés, para ocultar cómo mis palabras me habian traicionado a mi mismo.
- Me dejas sin palabras. - le di por respuesta, pues era cierto, y al tiempo me evitaba tener que decirle que tenía razon.
Su expresión cambió al oirme decirle que era mas bien un deseo, y su lenguaje corporal tambien. No sabia leerlo muy bien, ni interpretarlo. Era agobio? Era porque mi vela mayor se habia izado de nuevo? No, que va, eso no podia ser. El calor del agua? Se pensó que quizá le deseaba algo malo? Pareció sacarse las dudas echandose agua a la cara. Se pegó a mi frente y nuestras narices se rozaron, de nuevo, en aquel gesto que parecía haberse consagrado como nuestro intimo saludo.
-De que son deseos buenos no me cabe duda desde que te ofreciste a luchar en mi lugar en el holmgang
"creo que lo he dicho bien"
- +18:
- Me dejé besar y la besé, al tiempo que ella me guiaba hacia su interior. Suspiré sobre sus labios al sentirla, labios que después mordí con lentitud mientras mis ojos se afianzaban en los suyos. Marcó un ritmo lento que agradecí, mientras mis manos abrazaban su espalda, hundiendo las yemas de mis dedos y las uñas a los lados de su columna, sus musculos dorsales, arriba y abajo, acariciandola, mientras echaba mi cabeza hacia atrás para facilitarle el acceso a mi cuello, que ahora besaba. Acompañé sus movimientos empujando con mis caderas a su compás, esta vez ambos ibamos mucho mas lentos... sin embargo cada milimetro que recorría dentro de ella, hacia afuera y luego adentro de nuevo, añadían más y mas placer, algo que se hacia desear, esperar, que se hacia de rogar....desearlo y aun asi sujetarlo por mas tiempo, sin sucumbir a la urgencia de caer nuevamente en la fiereza anterior.... noté como se apretaba alrededor de mi. La observé, la delicia de su expresión en la cara al llegar terminó por detonar el mío propio. Ella siguió moviendose y yo la tomé por sus caderas para unirla más a mi, besando el lobulo de su oreja mientras llegaba por segunda vez en su interior
Suspiré cerca de su cuello, notando como ella se echaba hacia atrás. Me había quedado....muy, muy relajado.
- Como siga otros diez minutos aquí, creo que podría echarme una siesta por fin.... - si, mis horarios de dormir eran irregulares y escasos, pero ahora...podría dormir diez horas. Lo del piano me hizo soltar una sonrisilla entre misteriosa y evidente a la vez.
"coño, la reunion"
Me habria quedado ahi en la bañera, ademas ella parecia tan a gusto y relajada como yo.
- Avisame antes del holmgang, mándame un patornus...lo que sea. No se ni que dia es hoy- salí del agua, cogiendo una toalla para comenzar a secarme, empezando por arriba. Tenía que pasar a por ropa limpia y por café a mi taller antes de ir a la plaza. Al terminar de secarme empecé a vestirme, primero los pantalones. - Shyvanna. - me paré un momento y la miré.
"Deseo que nadie ni nada nunca te obligue a hacer algo que realmente no quieras hacer....ni a ti, ni a tu hermana tampoco"
- Ciao! - me despedí de ella agitando la mano, poniendome la camisa. Sali del baño rapidamente, recogí mis botas y me desaparecí de alli, rumbo a mi taller en primer lugar.
Presté particular atención a la parte en la que mencionaba que un legeremente podía ver modificaciones en la mente de alguien, pues eso podía fastidiarme el plan. - Necesitamos evitar que ella sepa que hemos manipulado su mente. Si puede verlo con una simple intromisión en la mente de su marido...esto no servirá de nada. Tampoco si llegado el momento intenta leerme la mente a mí. Supongo que comprendes lo que quiero decir. - evidentemente, era todo un plan bastante complejo en el que debíamos anticiparnos a las posibles fisuras. O al menos minimizarlas hasta que ya fuese demasiado tarde para ellos.
Por el camino recibí otras informaciones al margen del asunto de los licántropos, datos sobre mis hermanas. Así que en eso andaban...consultas al Sanguis y preparar el duelo. Qué ganas tenía de que humillasen al Lothbbrok, porque estaba prácticamente seguro de que le iban a derrotar. - Perfecto. Hablaré con Shyvanna de lo que han pactado. Es muy inteligente en ese sentido, habrá acordado los mejores términos para ella. Y convocaré también a Gwen. - respondí escuetamente antes de convocar un patronus con forma de dragón que fuese a localizar a mi hermana para solicitar una reunión en el castillo. - ¿Alguna noticia de Darren, Lake o Cedric? - Después seguimos nuestro camino a la enfermería, donde los licántropos seguían durmiendo tras haber sido atendidos por nuestros sanadores.
No hizo falta que le dijese hacia quién tenía que dirigirse, Ixión se aproximó al Hacksaw para situarse a la altura de la cabecera. Me aproximé de manera silenciosa tras vigilar que los otros dos no despertasen, y si lo hacían siempre podía volver a desmayarlos usando el control de sangre. Dejé que se concentrara para buscar en los recuerdos y posibles puntos débiles de Ian, aguardando un tiempo prudencial antes de preguntar. - ¿Y bien? ¿tienes ya lo necesario para la intervención? ¿Qué has visto?
Por el camino recibí otras informaciones al margen del asunto de los licántropos, datos sobre mis hermanas. Así que en eso andaban...consultas al Sanguis y preparar el duelo. Qué ganas tenía de que humillasen al Lothbbrok, porque estaba prácticamente seguro de que le iban a derrotar. - Perfecto. Hablaré con Shyvanna de lo que han pactado. Es muy inteligente en ese sentido, habrá acordado los mejores términos para ella. Y convocaré también a Gwen. - respondí escuetamente antes de convocar un patronus con forma de dragón que fuese a localizar a mi hermana para solicitar una reunión en el castillo. - ¿Alguna noticia de Darren, Lake o Cedric? - Después seguimos nuestro camino a la enfermería, donde los licántropos seguían durmiendo tras haber sido atendidos por nuestros sanadores.
No hizo falta que le dijese hacia quién tenía que dirigirse, Ixión se aproximó al Hacksaw para situarse a la altura de la cabecera. Me aproximé de manera silenciosa tras vigilar que los otros dos no despertasen, y si lo hacían siempre podía volver a desmayarlos usando el control de sangre. Dejé que se concentrara para buscar en los recuerdos y posibles puntos débiles de Ian, aguardando un tiempo prudencial antes de preguntar. - ¿Y bien? ¿tienes ya lo necesario para la intervención? ¿Qué has visto?
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Sonrió respecto a lo del holmgang, lo cierto es que pensó que era lo correcto-Nunca debiste verte salpicado por mi problema…No…No es lo que esperábamos Gwen y yo cuando os invitamos- Mencionó recordando cómo Markus había huido histérico. Tenía que hablar con él pero dudaba que toneladas y toneladas de pizza fueran a solventar nada, pero prefirió…No pensar y dedicarse a sentir. Sin duda, un encuentro mucho más íntimo, lento y de relajación que la ayudó a finiquitar aquella velada con mucha más paz. Adoraba la navidad…
-Ummm…Siesta. Dormir entre los dos habría sido divino- Ronroneó pensando que ella también le gustaría pero lo mejor sería concentrarse en ir a hablar con Gwen y Wthyr sobre las condiciones -¿Travieso, eh?- Preguntó cuando lo escuchó reírse al mencionar lo del piano y pensó que sería precioso tener sexo con música de fondo, lo había experimentado alguna vez y había sido glorioso. Quizás le pediría a alguien que tocara una pieza mientras Ixión la visitaba esa noche. Escuchó lo de avisarle mientras le recorría el cuerpo con la mirada, con ojos golosos por supuesto -De acuerdo. Tienes un día de descanso y luego el holmgang. Intenta dormir, estarás más atento- Le sugirió con tranquilidad y cuando llamó su nombre ella le sostuvo la mirada con una sonrisa. Fueron apenas unos segundos de silencio que despertaron su curiosidad pero cuando se despidió no hizo más que lanzarle un beso al aire.
Se quedó un rato más disfrutando del agua y luego se inclinó hacia un lado de la bañera donde tenía uno de sus cuchillos ceremoniales, tras eso se incorporó y se cortó la palma de la mano dejando que un chorro de sangre cayera sobre el agua después de eso se concentró en dibujar una runa en su vientre -Eitha (ve, márchate)- La palabra era fácil, soportarlo era distinto. Generalmente no le costaba mucha energía pero en ese momento sintió una punzada fuerte en el vientre que la hizo sisear y mirarse a sí misma con el ceño fruncido mientras sentía toda su fuerza drenar tanto que se le aflojaron las rodillas. Lo había sentido alguna vez…Pero…Había sido diferente. Se mordió el labio y luego, cuando el dolor paso, soltó un suspiro agradeciéndose a si misma por ser una mujer casi rutinaria en ese aspecto, evitándose problemas. No necesitaba, ni quería, un bebé. Menos de Giordano. Bastante le había jodido la vida ya, lo mejor era...mantenerse distanciados si es que su libido podía hacer eso.
Salió de la bañera y se limpió un poco más antes de vestirse con algo más ligero que su ropa de montar, un vestido de terciopelo en azul noche y tras eso se retiró de sus aposentos dejando órdenes de que lo limpiaran y fue directo hacia las habitaciones de Gwen, entrando sin previo aviso como había hecho ella para encontrarla leyendo -Estabas sangrando- Murmuró antes de sentarse en la mesa del escritorio y entonces extendió la mano para que le tendiera la palma, quizás ya se había curado pero quizás no -La abuela siempre va a estar de acuerdo con lo que haga Wthyr, como si un día decide tirarnos por un barranco por que es lo necesario para acceder al Consejo. No le importará, igual que no le importó que nuestros padres murieran, igual que no le importó Aric, igual que no le importa nada más allá de la supremacía de los Pendragon, no de nosotros, del apellido, Gwen. Deja de torturarte con la jugarreta que nos han hecho, es una propuesta…Ellos pueden rechazarla y es lo que harán. Nadie nos quiere como esposas más allá de nuestros vasallos- Una realidad como una montaña. No las conocían pero igual les rechazaban así que...suerte a Wthyr consiguiendo otro prometido, mientras tanto, ella se divertiría.
OFF: Dado opciones para ritual de sangre como el té de luna.
7. Aborto
-Ummm…Siesta. Dormir entre los dos habría sido divino- Ronroneó pensando que ella también le gustaría pero lo mejor sería concentrarse en ir a hablar con Gwen y Wthyr sobre las condiciones -¿Travieso, eh?- Preguntó cuando lo escuchó reírse al mencionar lo del piano y pensó que sería precioso tener sexo con música de fondo, lo había experimentado alguna vez y había sido glorioso. Quizás le pediría a alguien que tocara una pieza mientras Ixión la visitaba esa noche. Escuchó lo de avisarle mientras le recorría el cuerpo con la mirada, con ojos golosos por supuesto -De acuerdo. Tienes un día de descanso y luego el holmgang. Intenta dormir, estarás más atento- Le sugirió con tranquilidad y cuando llamó su nombre ella le sostuvo la mirada con una sonrisa. Fueron apenas unos segundos de silencio que despertaron su curiosidad pero cuando se despidió no hizo más que lanzarle un beso al aire.
Se quedó un rato más disfrutando del agua y luego se inclinó hacia un lado de la bañera donde tenía uno de sus cuchillos ceremoniales, tras eso se incorporó y se cortó la palma de la mano dejando que un chorro de sangre cayera sobre el agua después de eso se concentró en dibujar una runa en su vientre -Eitha (ve, márchate)- La palabra era fácil, soportarlo era distinto. Generalmente no le costaba mucha energía pero en ese momento sintió una punzada fuerte en el vientre que la hizo sisear y mirarse a sí misma con el ceño fruncido mientras sentía toda su fuerza drenar tanto que se le aflojaron las rodillas. Lo había sentido alguna vez…Pero…Había sido diferente. Se mordió el labio y luego, cuando el dolor paso, soltó un suspiro agradeciéndose a si misma por ser una mujer casi rutinaria en ese aspecto, evitándose problemas. No necesitaba, ni quería, un bebé. Menos de Giordano. Bastante le había jodido la vida ya, lo mejor era...mantenerse distanciados si es que su libido podía hacer eso.
Salió de la bañera y se limpió un poco más antes de vestirse con algo más ligero que su ropa de montar, un vestido de terciopelo en azul noche y tras eso se retiró de sus aposentos dejando órdenes de que lo limpiaran y fue directo hacia las habitaciones de Gwen, entrando sin previo aviso como había hecho ella para encontrarla leyendo -Estabas sangrando- Murmuró antes de sentarse en la mesa del escritorio y entonces extendió la mano para que le tendiera la palma, quizás ya se había curado pero quizás no -La abuela siempre va a estar de acuerdo con lo que haga Wthyr, como si un día decide tirarnos por un barranco por que es lo necesario para acceder al Consejo. No le importará, igual que no le importó que nuestros padres murieran, igual que no le importó Aric, igual que no le importa nada más allá de la supremacía de los Pendragon, no de nosotros, del apellido, Gwen. Deja de torturarte con la jugarreta que nos han hecho, es una propuesta…Ellos pueden rechazarla y es lo que harán. Nadie nos quiere como esposas más allá de nuestros vasallos- Una realidad como una montaña. No las conocían pero igual les rechazaban así que...suerte a Wthyr consiguiendo otro prometido, mientras tanto, ella se divertiría.
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