Áreas verdes, de recreación y huertos

Tras la reforma de los antiguos campos de concentración han trabajado en hacer crecer la vegetación, por ende, hay grandes áreas verdes para pasear. También hay una zona especifica de huertos y agricultura.

Lo primero que hizo en cuanto pisó suelo Londinense, siendo consciente de quién era, fue besar el suelo que le vio nacer, crecer y casi morir. Atrás quedaba aquella isla flotante llena de magos a la que esperaba no tener que volver en mucho (por no decir nunca) e, igualmente, el barco volador que se llevaba a Leila lejos de su vida, de nuevo. Agradeció a Lykaios el viaje, de una forma correcta pero distante. Se conocieron en la plaza de la Paz cuando el gobierno cargó con aquellos bichos contra la multitud y descubrieron los chips dentro de aquellas alimañas. Y ahora era él mismo el que llevaba uno en su cuello. La rubia trató de convencerle de que fueran con ellos, que incluso tenían un humano sin magia con ellos. Trató de engañarle con sus armas de mujer, pero ninguna de ellas funcionó. Estaba cerrado en banda y no quería nada que tuviera que ver con los magos. Había aprendido a tolerarlos, dado que le habían salvado la vida desinteresadamente, pero también habían matado a gran parte de su pelotón y a su familia. Quedaban cicatrices que cuidar, la desconfianza todavía existía y había comprendido que no eran de fiar. Que le dejaran en paz y ya estaba. “Es un camino que no puedo recorrer contigo. No en este barco”

Cuando se despidió a la rubia ella estaba bajo el efecto de alguna mierda soporífera. Le cogió de la mano, le posó un suave beso en la frente y salió de la habitación. Cuando perdió el barco de su vista se enfocó en Londres. Apenas reconocía el estado de la ciudad. Sí en las generalidades, pero no en la sutileza de los detalles ya que aquella nueva fachada de la ciudad la había conocido bajo el dominio mental de la máquina y toda aquella transición era como una especie de borrón. A pesar de todo, conocía el camino hasta su casa… lo que quedaba de ella, pues no parecía formar parte de la gran urbe que planeaba la IA reconstruir. Con todo le servía de refugio las frías noches de invierno, al menos así no estaba tan expuesto. La casa estaba saqueada y no quedaba más que polvo, hollín y cenizas de los recuerdos de alguna vida pasada. De su pasado solo quedaban una foto de la graduación con su exmujer, del pelotón de la Alianza (con Gary y Leila) y una de la familia completa en unas vacaciones. Eran su pequeño tesoro que le acompañaban en el petate a todas partes.

Cierto día, buscando algo que llevarse a la boca para comer, se topó con Jeaune. El moreno era un antiguo compañero del pelotón. No sabía que había sobrevivido a SAM. Al parecer él también portaba la pila, pero no parecía un vagabundo pordiosero como él. Iba limpio, bien comido, bien vestido. Le preguntó cómo, y así fue como se enteró de los campos. El compañero le invitó, le habló de las bonanzas de aquel lugar, de la importancia de formar parte de la comunidad y no andar solo por aquellas calles de Londres moribundas. Aquella noche cenó bien, gracias a la comida que le dio su compañero. Y bajo la luz de las velas le rezó a April para que le indicara el camino a seguir. La respuesta llegó al día siguiente con cara de androide.

Azra se llamaba aquel individuo. Sus métodos no eran muy protocolarios, pero efectivos. Igual que los de aquellos que le acompañaban. Pero al menos le permitió recoger las pocas cosas que le quedaban y le acompañó en mutismo hasta los jardines y los campos de cosecha. Miró a su alrededor con gran sorpresa. Una chica morena le saludó desde la distancia y Nahtan se lo devolvió con la mano, y Jeune con su mujer también estaban por allí. Cuando se detuvo para hablar con ellos Azra le tomó por el brazo y le indicó que siguiera. Al parecer tenían que ver a alguien importante.

Tras la partida de Ouroboros busqué un lugar en el que poder vivir con los niños de manera segura, encontrando un lugar aceptable después de varios días deambulando por la ciudad. Lo único que quería era protegerles, así que cuando conocí a Klaus y el lugar en el que vivían decidí que nos quedaríamos allí. Al principio sólo me interesaba que tenían instalaciones y comida, así que fingí estar muy interesada en el discurso que manejaban. Lo cierto es que no me convencía la parte de adoptar androides, no después de haber luchado contra ellos y de los problemas que nos dieron. La parte positiva es que todos parecían pacíficos y amables, se ofrecían para ayudar en todo momento. A pesar de eso no me separaba de los críos, el temor de que les sucediese algo se había acrecentado desde que hirieron a Joram. Él era el menos conforme con estar ahí, al contrario que sus hermanos.  Los pequeños correteaban a mi alrededor, peleándose con unas zanahorias que acababan de sacar del huerto. Joram nos miraba a todos enfurruñado y de brazos cruzados, repitiendo una y otra vez que se quería ir con Setelah. Era casi devoción lo que tenía por él, y en parte le entendía. También repetía mucho que quería ver a Nicho, que con él se divertía más que con los que cantaban en el culto.

- Ya te he dicho que no podemos irnos. Ni siquiera sabemos dónde se mete Setelah. Él es así, desaparece a veces. No te preocupes, seguro que está bien. Ya le verás en algún momento. - mi respuesta no pareció convencerle, se dio media vuelta cabreado para irse a la otra punta del huerto. La emprendió con una tomatera, cogiendo los que ya estaban maduros para empezar a lanzarlos a otras personas que estaban recolectando. - ¡Joram, deja eso! - le regañé mientras avanzaba hacia él, deteniendo su mano antes de que siguiese lanzando tomates.

Habían ido caminando con bastante tranquilidad a la zona y hablando de alguna que otra cosa porque aunque Jarkko fuera más silencioso, Savannah hablaba por los dos. Cuando el edificio central entró a su campo de visión le explicó un poco que había un chico de seguridad que era un cyborg pero que dudaba que tuviera problemas con él, a fin de cuentas, estaban ahí para ayudar.

-¿Le vas a avisar a Ian que ya estamos por entrar?- Le preguntó a Jarkko con una ceja arqueada mientras se acomodaba un par de mechones de los moños  y después metía las manos en los bolsillos. Le hubiese gustado contar con el moreno, de alguna forma, era un pack de “exiliados” Fenrir. Empezaba a sentirse en…manada con ellos.

Después de ingresar empezó por mostrarle los huertos, desde los que iba a pedir un par de semillas para poder crear el propio en casa de Ian. Supuso que no tendrían problema en que se independizara y ya no tuviera que vivir allí siendo un boca más para alimentar. Vio a una chica de pelo morado deteniendo a un chiquillo que lanzaba tomates e hizo una leve mueca triste. Savannah fue hacia los  críos que peleaban por las zanahorias -A ver, a ver… ¿Queréis que os ayude a sacar otras? Mirad…- Dijo poniendo rodillas en el suelo y sin dudar un momento, apoyó las manos en la tierra y se concentró buscando las zanahorias más grandes. Luego se movió un poco y cogió un ramo para sacarlas de un solo tirón -¡Mirad! ¡Perfectas para un guiso!

- Ah, si, claro. - noté que Savannah me habia hecho una pregunta a tiempo, y saqué el galeón avisando a Ian de que, efectivamente, habiamos llegado y nos preparabamos para entrar al sitio aquel.

Me detuve mirando los amplios jardines, aquel lugar antes habia sido un mal sitio. Seguí a Sav a través de los jardines, guardando aquel habitual silencio mio, pero observando. No parecía mal lugar. Si, sin duda no era complicado dejarse llevar por aquel aura de paz...un oasis en mitad de todo el caos.

"recuerda que los pantanos mas peligrosos tambien parecen en calma en la superficie"

Empezamos a ver gente, un crio maleducado tirando tomates a los campesinos y unos niños mas pequeños a los que Sav decidió ayudar. Sonreí de lado de modo discreto, al verla hacer aquello con su magia y ayudar a los mengajos aquellos. Cuando se me pasó el momento, seguí caminando.

- Si, pero no dejéis que sea ella la que haga el guiso.

Alcé la mirada hacia la mujer del pelo morado que estaba con el lanzatomates....y entrecerré los ojos. Me sonaba, sin duda me sonaba, pero no tenía muy claro de cuando o de donde....

Joram acabó obedeciéndome a regañadientes, dejando de lanzar tomates casi enseguida. Volvió a quejarse diciendo que quería irse, alejándose de mí para ir hacia donde estaban sus hermanos con las zanahorias. Me puse alerta al ver que estaban hablando con una mujer, últimamente me ponía muy tensa cuando se les acercaban extraños. Iberio y Sophie eran muy extrovertidos y jugaban con cualquiera, algo que me ponía un tanto nerviosa por si les pasaba algo.

La peliblanca me sonaba, no sabía si de verla en Ouroboros o si de verla cruzar alguna vez por el recinto nuevo. El que iba con ella sí sabía quién era, aunque no teníamos relación. Tal vez querían quedarse permanentemente en este lugar. Comencé a acercarme a donde estaban, llamando a los mellizos para que viniesen conmigo.  

- ¿Sois nuevos en el culto? ¿estabais también en Ouroboros, verdad? - pregunté algo recelosa mientras se me enganchaba una criatura llena de tierra en cada pierna. - No sé qué buscáis aquí, pero creo que el líder Klaus está ocupado en este momento, no sé si podrá recibiros. - miré alrededor un tanto incómoda, como buscando que apareciese alguien más. Venían solos, aparentemente. Joram se puso justo al lado de Jarkko y Savannah en cuanto escuchó lo de Ouroboros, suplicándoles que le llevaran allí para ver a Setelah y a sus primos. - Les diré que estamos aquí para que lo sepan, pero no vamos a volver. - respondí al mayor ya en un tono más serio, pues llevaba días sin dejar de protestar todo el rato.

Sobrevolaba en la alfombra hacia la antigua zona del complejo de los Ejecutores, pues segun las pistas que habia obtenido, eran ahora una zona de culto, huretos, cultivo...el tal Klaus era el jefe en aquella zona. Si lo que la piedra vidente me habia mostrado era cierto, Monica y los niños estarían alli...o....yo llegaba ya demasiado tarde y habia ocurrido tambien aquello otro.

De momento no vi llamas, ni humo, ni nada. Convoqué mi patronus, dándole un mensaje para que se lo llevara a Nico, y este voló en su dirección.

Al atisbar los campos de cultivo, descendí con brusquedad. No había tenido tiempo de cambiarme la ropa de viaje y aun llevaba bastante roña encima, que contrastaba con las ropas blanco impoluto que vestían la gente que estaba por ahi de labores. La alfombra se plegó con mi aterrizaje y con un chasquido de mi dedo se guardó dentro de la bolsa mágica.

Eché a andar por ahi, mirando a la gente a ver si algunos eran los que buscaba.

Los distinguí a lo lejos, hablando con Jarkko y una mujer peliblanca. A ellos no los habia visto en las visiones.
- Hah! Os encontré! - les dije a los niños, señalándolos. No iba a dejar que me vieran preocupado. Los pequeños pegaron un chillido de emoción y vinieron corriendo hacia mi, me agaché para coger a cada uno con un brazo y estrujarlos. No tardé ni medio segundo en chequear la parte de atrás de sus cuellos... Me quedé mas tranquilo al ver que no habia ni rastro de cortes por ahi, estaban perfectamente limpios. - Se puede saber que estais haciendo? - les pregunté para que me contasen algo. Luego alcé la mirada hacia Joram y luego a Mónica, y esperé.

Alzó la cara hacia Jarkko cuando insistió en eso del guiso y tras darle las zanahorias a los críos se incorporó, dando un paso hacia él para acortar las distancias y le arrastró la mano llena de tierra por toda la cara -Que no cocinase con cerveza no quiere decir que no sepa cocinar- Le sacó la lengua para luego girarse al oír que alguien llamaba a los niños. La pelimorada le sonaba de haberla visto alguna vez por allí en el culto pero muy de lejos, era un pelo difícil de olvidar.

-Nop…Sip- Respondí asintiendo a cada cosa porque su tono daba a entender que no le hacía ni pizca de gracia que se hubiesen acercado a los críos -Lo mismo que tú- Replicó porque eso de que se le pusieran a la defensiva le ponía de mala hostia -Techo, comida y refugio- Se cruzó de brazos pensando que lo mejor es que fueran directamente con Klaus o con el chico de seguridad para que no hubiese problemas. Miró a Joram que le hablaba de Ouroboros y Savannah sonrió de lado -Yo no voy a volver a la isla, lo siento- Y en ello estaban cuando un hombre llegó.

El chillido de los pequeños le dio a entender que, quizás, este es el hombre al que Joram quería volver. Se veía más majo que la pelimorada, eso sí -Cogíamos unas zanahorias para hacer un guiso- Le respondió a Setelah porque bueno, eso es lo que hacían -Soy Savannah y él es Jarkko, encantada- Aunque esos parecían tener sus propios problemas. Iba a extender la mano hacia el moreno para cogérsela y llevárselo a otro sitio pero…se detuvo a tiempo y sólo golpeó su hombro con el propio para ir avanzando hacia otro sitio de las áreas verdes -Te tienes que lavar la cara-

No sabia que iba a hacer cuando se acercó tanto y por eso no me protegí, de modo que acabé con la cara llena de tierra. Parpadeé indignado y la segui con la mirada.

"eso ya lo veremos!"

Despues miré a Monica, cruzando mis brazos.

- Eh...yo si soy nuevo, ella no, como ya ha dicho... pero sí, estaba en Ouroboros. - luego miré al niño y miré a Savannah, a ver que respondia para copiarla. - Yo tampoco voy a volver alli.

"meh"

Entonces llegó Setelah, la situación se volvía extraña por momentos y miré al ex-auror con una ceja alzada.
- Si...ya nos conocemos. Mas o menos. - esos dos parecía que compartían algo....veanse, hijos. Y yo me daba cuenta ahora? - Uhm, os dejamos...

Caminé con Savannah cuando me dio ese golpe con su hombro, disimulando una sonrisa mientras me restregaba la tierra con la mano y un trozo de mi camiseta para intentar quitarme la tierra.
- Te dicen algo tus espíritus de este lugar? Crees que Klaus nos va a atender? Puedo usar eso de las sombras con él cuando me de la mano...ya sabes...

Tuvo que contener la risa al mirar la cara de Jarkko después de ensuciarlo. Estaba indignado. Muy bien, se lo merecía por decirle o dejar caer que quizás no sabía cocinar. No era una experta pero su comida era comestible. Creyó.

Miró de reojo a Jarkko cuando dijo que no volveria a la isla  pero no era algo que fuese a comentar... No en ese momento al menos. El moreno parecía que conocía al otro y ... Algo de incomodidad creció en el ambiente pero al menos empezaron a caminar y todo se aligeró un poco.

Caminaron durante un ratito en dirección a una fuente para lavarle la cara cuando escucho sus preguntas -Em...- Se humedeció los labios aunque sabía que eso en invierno no debería hacerlo -No los he oído desde que me fui de la isla. No estoy... Segura de que siga siendo una Fenrir y... Y quizás...quizás ya no me consideran una de ellos y he perdido la conexion - Susurró ocupándose de mirar la fuente. Era cierto que vivir con susurros alrededor no era fácil pero el silencio... Era nuevo y...distinto. Era una nueva forma de soledad -No lo sé, veremos... Quizás sí- Dijo algo esquiva con respecto a Klaus mientras abría la fuente y se la señalaba para que se lavara -Esta fría

A veces agradecía esos momentos de silencio que Savannah era capaz de regalarle al mundo, y a mi persona. No me preguntó sobre si conocía al mago de antes y eso era algo de agradecer. Durante nuestra ruta hasta la fuente me dediqué a examinar el lugar con ojos curiosos, y mi olfato de momento no me decía nada raro.

- Dónde decías que olía a sangre? Aquí no noto nada. Quizá porque aun estamos en campo abierto.

Luego apoyé uno de mis codos sobre la fuente, escuchándola. Fruncí el ceño sin terminar de cuadrarme lo que me decía.
- Los espiritus te han hablado desde siempre? Siempre has sido una Fenrir? - aquello podria arrojar algo de luz. - Y si tiene más que ver con las sombras de Ouroboros? No sé...no entiendo del tema. Solo hago conjeturas. - me detuve al llegar a la fuente y me eché agua a la cara, pese a su advertencia de que estaba fria, terminando de quitarme la tierra de cultivo y de paso, refrescandome. Me eché hacia atrás cuando terminé y me sacudí, un poco perrunamente, pero solo la cabeza.

- Esto es frío para ti? - Me llené una mano de agua modo cuenco y me vengué, tirándosela a la cara.

Cuando mencionó lo de la sangre, Savannah le hizo un "shhh" por lo bajo para que no hablará muy fuerte -No es aquí. No lo digas alto- Murmuró, siempre les había dicho que era bruja y no había tenido el tiempo suficiente con ellos para que sacaran cuentas con la luna llena. Así que técnicamente no sabían que era licantropa.

Asintió brevemente a ambas  preguntas - Naci allí... El clan es... - Lo único que conocía y tenía. Tuvo. Frunció el ceño pensando en lo que había sido su calma vida en Llangoed hasta que todo se fue al traste. Cuando habló del ataque del bosque hizo una mueca -Pero Connor me habló después. Además eso del bosque... Fue... - entrecerró los ojos -Fue como algo híbrido. Los árboles, no podía conectarme con ellos como con otras zonas de la isla...y cuando quise imponer mi magia algo despertó. Pero no sé el qué- Insistió pero lo bueno de vivir lejos de allí es que no tenía que experimentarlo de nuevo -No fue como tus sombras - Indicó aunque seguía sin saber cómo se había enterado. Miró sus manos un instante mientras se lavaba.

Se rió un poco cuando lo vio sacudirse -Te mostraré el edificio que te digo- Le dijo a Jarkko antes de oír su pregunta -¿Que?- Respondió pero no le dio tiempo a retroceder mucho y acabó con la cara y el pecho mojado. Le recorrió un escalofrío por la temperatura del agua y se miró la camiseta que se le pegaba a la piel. Alzó la cara con una ceja arqueada, ahora era ella la indignada - ... ¿Sabes? ... Si querías verme mojada hubieses entrado ayer a la ducha - sonrió de lado antes de pasarse las manos por la cara y quitarse el resto de agua, moviendo las manos bruscamente a los lados para luego coger la cazadora e intentar cerrarla sin éxito alguno. Era de las piezas que le quedaban pequeñas por ende, si subía el cierre se le quedaría estancado en el pecho y no taparía la parte mojada del viento frío.

Tensó los labios y se corrió un poco hacia un lado de la fuente, usándola de escudo más porque los niños no le vieran que por todos los demás. Cuando se es licántropa no se tiene muy en cuenta los tabúes en cuanto a nudismo así que tardó más bien poco en bajar la mochila, sacarse la cazadora y el jersey y ponerse otra camiseta que no estuviera húmeda y que no le prometiera un resfriado. Cuando acabó metió la camiseta mojada en la mochila y volvió a darle la cara a Jarkko mientras se acomodaba los moñitos -¿Vamos?-

- Sí...al final resulta que nos conocemos casi todos. Será porque no hay muchos supervivientes de fuera de Ouroboros. - comenté todavía con algo de recelo, mirando mal a Savannah por su respuesta cortante y fría. Le hubiese dicho algo más, pero en ese momento apareció por allí quien menos me esperaba. - Setelah... - murmuré tremendamente sorprendida, quedándome casi paralizada al verle después de varias semanas. Joram corrió hacia él gritando su nombre todo emocionado, enganchándose a la altura de su cintura con un abrazo. Los pequeños también fueron a por él, y no me pasó desapercibido el gesto que hizo al mirarles el cuello. ¿Qué pensaba, que yo no sabía cuidarlos?

- Pensaba avisarte que nos hemos instalado aquí...al final encontramos un buen lugar en el que quedarnos. ¿Mis sobrinos están bien?  - me crucé de brazos algo tensa, recordando que  le había dejado una carta que seguramente había leído. No lo entendería. Joram empezó a decir que quería irse con él, que no quería quedarse más conmigo. Aquello me dolió como una puñalada, pero no dije nada. - Será mejor que hablemos en otro lugar más tranquilo - comenté mirando a la parejita de antes, haciéndole un gesto para que me siguiese con los niños para salir de allí hacia la zona de viviendas.

Vale, discreción. Cierto, no podíamos ir por ahi mostrandonos sospechosos o a sabiendas de ciertas informaciones.  El caso es que me di cuenta de lo mucho que habia significado el clan para ella...
- Y has pensado recuperar el liderazgo? Solo tendrías que...entrenar para superar a Lorcan. Retarlo y ganar.

"mas facil dicho que hecho"

Suspiré y encogí mis hombros, no tenia ni idea de por que le habian dejado de hablar. De verdad era porque ya no estaba en el clan? Que espiritus mas clasistas.
- Son unos clasistas, eso son.  - me di cuenta de que habia mirado mis manos y ladeé la cabeza.

Después de eso la habia mojado y me sonreí maliciosamente, o mas como una sonrisa de un crio que se cree acaba de hacer una travesura. La sonrisa se me quedo un poco "helada" cuando me salió con esa ágil respuesta.

- Eh... - me quedé pensando una respuesta todo el rato que ella se dedicó a medio secarse y cambiarse, mirándola, aunque solo viese su espalda.

"Que pareces imbécil!!!"

Sabía que era directa pero ahi me habia dado bien. El problema no era que no hubiese querido tocarla, si no que no sabía exactamente cómo reaccionaria. Pero igual si...los espiritus no le estaban hablando...no la usaban como canal esta vez?  Y sería todo normal?

- Quizá la proxima vez. - le respondí cuando se plantó frente a mi, al final me habia recuperado de su frasecita a tiempo. No quise darle la cara mucho mas tiempo porque lo mismo no era capaz de aguantarle la mirada, asi que me di la vuelta y encabecé la marcha hacia el edificio que habia dicho ella.

Los asientos amarillos son los de los dos coronados con flores. Seguramente los no pertenecientes al culto se sienten en los extremos de la mesa.

Al final acabamos caminando con Klaus y Maya hacia la zona de jardines, siguiendo a Joram y los mellizos que habían echado a correr también hacia allá. El caso es que el líder parecía muy emocionado con lo de dar la bienvenida a los nuevos miembros, aunque durante el camino ya se me habían olvidado sus nombres. Eso de memorizar los nombres de gente nueva que te presentan se me daba fatal.

- ¡Joram, vigila a tus hermanos, no os alejéis de las mesas para que pueda veros! - le dije al mayor, un poco nerviosa por si acaso se iban lejos a jugar con los otros niños. Sabía que no pasaba nada, pero no podía evitar estresarme un poco cuando se alejaban.

Hubiese querido intercambiar algunas palabras con Setelah durante el trayecto, pero claro, no estaba bien ponerse modo desconfiada con Klaus delante. Necesitábamos algo de privacidad. Me despedí del líder con el mismo saludo que él, más que nada para integrarme. Observé con atención la decoración de la zona, acercándome con Setelah a uno de los extremos de la mesa para buscar asiento por allí. Él era nuevo y no le dejarían sentarse en las zonas de "socios". El bullicio y el ambiente parecía invitar a la fiesta, así que no veía nada raro como decía Setelah. El aroma de la comida estaba bastante bien, y los pasteles de carne se veían apetitosos. No sabía muy bien de qué iba la ceremonia, pero fijo que se ponían a cantar canciones o algo para el hombre y la mujer que acababan de salir para sentarse en la parte central de las mesas.

- Bueno...¿qué te parece todo esto? - pregunté a Setela en voz baja, para que me diese su opinión.

-

"Lucina....y Edmon"

Al final no me habia presentado ante Klauss, pero lo mismo me daba. El despistado hombre parecía vivir en una fiesta mental, solo interrumpida por sus pequeños....tics aquellos.

Le devolví aquella reverencia, del mismo modo que él.

- Gracias, Klauss. Espero que podamos hablar del fengsui en otro momento. - se fue con los dos homenajeados, miembros primeros y...mas importantes? Con sus coronas de flores. - Es simpático, igual que Maya. Más directo que Maya. - le dije a Monica, cuando nos dejaron solos.

Me quedé apartado con Mónica, cerré mis ojos un momento y levanté mis barreras de oclumancia, lo más férreamente que pude.

- Que qué me parece? - dije en voz baja. - A simple vista parece algo normal, gente pacifica despues de una guerra. Pero las piedras videntes no mienten tanto. - señalé con mi cabeza hacia la mesa. - Me parece que la X marca el punto. Quien las coloca asi para una celebracion?

Miré alrededor, atento, buscando más geometrías, símbolos, indicios de hechizos, runas, formas.... chasqueando la lengua tras mi barrido visual.
- Has visto los murales? Consideran a Sam una deidad. Quiero sacar a los niños de aqui hasta averiguar más.  - miré la comida con cierta lástima. La prudencia me decía que me mantuviese alejado de ella, ya no solo por vegetariano.... - invéntate alguna excusa para que vuelvan a Ouroboros. No puedo arriesgarme a averiguar nada con ellos aqui. Tengo la alfombra voladora, por si la necesitas

Estabamos en los extremos, lo cual nos daba algo de manga ancha para hablar. De ella se fiarían más si tenía que hacer algo...aunque preferiría sacar a los crios discretamente. Los miré, estaban jugando, demasiado lejos para mi gusto.

- Donde está Maya? - me puse a buscarla entre la multitud con la mirada, pensando que la joven podría ser una buena interlocutora, un buen comienzo.

Me acerqué a la mesa, que habia examinado antes, y al ponerme mas cerca y volver a examinar la distribucion, vi que los asientos de la mesa están colocados exactamente a la misma distancia unos de otros, así como los platos, cubiertos y vasos. Hice un gesto de curiosidad, alzando la mirada. Medí con mis dedos palmos de distancia, cerciorándome de tan perfecta simetría. Todos iguales. Luego observé el bullicio, las mujeres yendo y viniendo poniendo platos, mas gente salia y seguian llenando la mesa.

"Tanta perfección en la distribución en una mesa preparada por tanta gente....?"

- Algo que elogiar sin duda. - dije pensativo, cogiendo un tenedor y mirandolo, descolocando un vaso al mismo tiempo.
___
1d10 (Miré alrededor, atento, buscando más geometrías, símbolos, indicios de hechizos, runas, formas.... chasqueando la lengua tras mi barrido visual. ) Setelah inspecciona mesa y busca cuosas raras. Y busca a Maya.

El miembro 'Setelah Barrett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Dado (10)' :