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Recuerdo del primer mensaje :
Tras la reforma de los antiguos campos de concentración han trabajado en hacer crecer la vegetación, por ende, hay grandes áreas verdes para pasear. También hay una zona especifica de huertos y agricultura.
Tras la reforma de los antiguos campos de concentración han trabajado en hacer crecer la vegetación, por ende, hay grandes áreas verdes para pasear. También hay una zona especifica de huertos y agricultura.
Celebramos la vida. La vida. No pude evitar no arquear la ceja con un gesto entre la extrañeza y la inconformidad. ¿Podía haber respuesta más ambigua que esa? La vida… ¿acaso estaba la mujer embarazada? ¿acaso era algún ritual de fertilidad? ¿esta gente haría orgías? Se sintió terriblemente incómodo, mientras no podía dejar de apartar la mirada de la pareja central, entre la incomodidad, el morbo y la curiosidad. Tampoco se le escapó a la vista el movimiento de los magos hacia la construcción, mientras arrugaba el gesto, como si todo aquello le espinara, entre tanto cántico y tanto amor. Se puso en pie, observando a los que tenía a su alrededor mientras estos cantaban*
Así, mientras continuaban los cánticos, pude entretenerme con el mural. Intenté interpretarlo, en especial después de que los homenajeados entraran en el edificio y… ¿se hicieran uno con SAM/Klaus? Entrecerré los ojos, sin terminar de entender aquello. Celebrar la vida, ¿eh? Tomó asiento, al unísono que los demás.
-¿Qué parte de la vida se homenajea exactamente?- Murmullé, hablando con la mujer francesa -Es como que se vayan a unir al líder… de alguna forma- Suponiendo, claro, que era algo metafórico, claro… de la misma manera que cuando alguien muere trasciende y su espíritu se une a un ente superior. Ahora, en verdad cuando podían hacerlo de verdad, con SAM y los chipeados podían trascender su mente y formar uno con la colmena. ¿Sería eso lo que harían? -Entonces, ¿se van a hacer uno con Klaus? ¿Con SAM? Pero, ¿cómo?- No esperaba que le respondiera, sin lugar a dudas. Era una pregunta al aire mientras compartían comida y seguía con la mirada todo el protocolo hasta perderlos en el interior de la casa
Fue entonces cuando el rato de tranquilidad dio paso al caos, con el fuego, el humo... hubo acusaciones cruzadas, en las cuales no podía formar parte, si es que quería tratar de encontrar un hueco en aquella especie de comunidad. Dejé que Azra se encargara de los supuestos intrusos, mientras buscaba hacerme hueco entre el caos para buscar un extintor y apagar el fuego -Hay que apagar el fuego antes de que salte al maizal y perdáis la cosecha para todo el invierno- apremié a la chica joven, la del pelo rizado, la tal Maya.
*Pregunta: ¿qué cantan?
Así, mientras continuaban los cánticos, pude entretenerme con el mural. Intenté interpretarlo, en especial después de que los homenajeados entraran en el edificio y… ¿se hicieran uno con SAM/Klaus? Entrecerré los ojos, sin terminar de entender aquello. Celebrar la vida, ¿eh? Tomó asiento, al unísono que los demás.
-¿Qué parte de la vida se homenajea exactamente?- Murmullé, hablando con la mujer francesa -Es como que se vayan a unir al líder… de alguna forma- Suponiendo, claro, que era algo metafórico, claro… de la misma manera que cuando alguien muere trasciende y su espíritu se une a un ente superior. Ahora, en verdad cuando podían hacerlo de verdad, con SAM y los chipeados podían trascender su mente y formar uno con la colmena. ¿Sería eso lo que harían? -Entonces, ¿se van a hacer uno con Klaus? ¿Con SAM? Pero, ¿cómo?- No esperaba que le respondiera, sin lugar a dudas. Era una pregunta al aire mientras compartían comida y seguía con la mirada todo el protocolo hasta perderlos en el interior de la casa
Fue entonces cuando el rato de tranquilidad dio paso al caos, con el fuego, el humo... hubo acusaciones cruzadas, en las cuales no podía formar parte, si es que quería tratar de encontrar un hueco en aquella especie de comunidad. Dejé que Azra se encargara de los supuestos intrusos, mientras buscaba hacerme hueco entre el caos para buscar un extintor y apagar el fuego -Hay que apagar el fuego antes de que salte al maizal y perdáis la cosecha para todo el invierno- apremié a la chica joven, la del pelo rizado, la tal Maya.
*Pregunta: ¿qué cantan?
La marcha de Setelah con los niños me dejó mucho más tranquila, con ellos fuera de escena podía centrarme más en lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor. Estaba de acuerdo en que la gente del lugar necesitaba saber más su "mesías". En el fondo me fastidiaba, porque hubiese sido un buen lugar para quedarse de no ser por las cosas extrañas que envolvían toda la amabilidad de los seguidores de Klaus. - No, no sucede nada. - respondí de manera más o menos calmada a las cuidadoras que preguntaron extrañadas por la marcha de los niños. - Les toca el día con su padre...estamos separados, ya sabes. - mentí a medias, no iba a decirles que nos daban mal rollo. Lo de la ceremonia la verdad es que era un poco de secta, con Klaus poniendo las manos en las nucas de los homenajeados mientras les susurraba cosas.
Desvié la mirada hacia un lado en cuanto escuché una voz familiar chistándome desde la zona del maizal, que quedaba algo alejada de la mesa en la que yo seguía sentada. Ahora el que podía estar en peligro era él. - ¿Has seguido a Setelah? ¿también nos estabas buscando? - suspiré llevándome las manos a la cintura, pensando en todo lo que me había dicho Setelah sobre mi sobrino. En el fondo me sentía culpable de que hubiese tenido que venir a buscarme.
- Tenemos cosas de las que hablar cuando salgamos de aquí, Nicho. Por el momento...me gustaría comprobar algo antes de marcharnos. Setelah tiene razón, creo que la mayoría están engañados. Incluso yo me dejé engañar a medias por las apariencias del lugar. - caminé de nuevo hacia la mesa, pero me detuve al llegarme el olor a humo de algo que habían quemado en la zona de las cocinas. Después señalé al mural de la figura mezcla de SAM y Klaus y varios rayos luminosos que salían de aquel lugar. Alcé la voz, para que me escuchasen al menos los más cercanos.
- ¿No os acordáis de lo que pasó por culpa de S.A.M, verdad? yo lo conocí, y estuvo a punto de matarme en batalla. Vine a este sitio porque sois bastante acogedores y parece un lugar adecuado para obtener comida y protección, pero...creo que hay cosas que necesitáis saber. No necesitáis recordar a S.A.M. Con Klaus tenéis suficiente. Aquella máquina mató a muchos, así que es raro que os guste.
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At. mágico: dado 5 + 32 stat + 10 hab. + 5 canalizador= 52 a Maya (tactohipnosis)[strike] anulado
Desvié la mirada hacia un lado en cuanto escuché una voz familiar chistándome desde la zona del maizal, que quedaba algo alejada de la mesa en la que yo seguía sentada. Ahora el que podía estar en peligro era él. - ¿Has seguido a Setelah? ¿también nos estabas buscando? - suspiré llevándome las manos a la cintura, pensando en todo lo que me había dicho Setelah sobre mi sobrino. En el fondo me sentía culpable de que hubiese tenido que venir a buscarme.
- Tenemos cosas de las que hablar cuando salgamos de aquí, Nicho. Por el momento...me gustaría comprobar algo antes de marcharnos. Setelah tiene razón, creo que la mayoría están engañados. Incluso yo me dejé engañar a medias por las apariencias del lugar. - caminé de nuevo hacia la mesa, pero me detuve al llegarme el olor a humo de algo que habían quemado en la zona de las cocinas. Después señalé al mural de la figura mezcla de SAM y Klaus y varios rayos luminosos que salían de aquel lugar. Alcé la voz, para que me escuchasen al menos los más cercanos.
- ¿No os acordáis de lo que pasó por culpa de S.A.M, verdad? yo lo conocí, y estuvo a punto de matarme en batalla. Vine a este sitio porque sois bastante acogedores y parece un lugar adecuado para obtener comida y protección, pero...creo que hay cosas que necesitáis saber. No necesitáis recordar a S.A.M. Con Klaus tenéis suficiente. Aquella máquina mató a muchos, así que es raro que os guste.
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El miembro 'Mónica Gallagher' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Asentí vigorosamente a la pregunta de si estaba metido en el ajo. Quizás no debería, pero estaba claro que iba a remover cielo y tierra por ayudar a la tía. Menos mal que Sete se llevó a los primos, pero podría haberlos desaparecido sin más, en lugar de ir de viaje con la alfombra, ¿Qué se creía? ¿Qué era Aladdin? Señalé con el dedo la dirección en la que nos encontraríamos y luego me llevé los dedos a los labios. Tratando de guardar silencio. Ya no hacía falta seguir hablando, no con las cuidadoras tan cerca.
-¿Tenemos cosas que hablar? ¿¡Tenemos cosas que hablar?! ¡Obvio que tenemos cosas que hablar!- Copié su gesto, poniendo las manos en jarras sobre las caderas, fingiendo molestia. Pero el gesto de molestia no me duró mucho y terminé por abrazar a la tía porque en verdad la echa de menos.-No podía dejar que te fueras de esa manera. Yo… quería pedirte perdón por no haber estado lo suficientemente atento de lo que te pasaba. Y una nota mal escrita en una mesa de una casa destartalada… hay formas más elegantes de despedirse- Alcé la mirada hacia Mónica, arqueando la ceja de una manera muy expresiva cuando dijo aquello de que quería comprobar algunas cosas. ¿Comprobar? -Qué más da que estén engañados o no. Quizás sea un efecto secundario del chip y de la trascendencia… Es su vida… Lo que tenemos que hacer es desaparecernos de allí- Iba a coger a la pelimorada del antebrazo, pero siquiera llegué. Se empecinó en querer hacerse la valiente, o la mesías…. o qué sabía.
Me mordí el labio, quedando todavía rezagado. No entendía qué había visto en aquella gente, a él lo que le interesaba era salir de allí los dos de una pieza y no chipeados por aquella IA loca. La visión del humo y del fuego no me dio buena espina… y la gente espantada tampoco. Si el fuego pasaba a los campos…. Trató de recordar cada detalle de la visión del Palantir, buscando cualquier mínima diferencia que pudiera hacer este momento del que vio. -Tía, creo que va a ser mejor nos vayamos- Me acerqué a ella, por su espalda y quedando a su lado, sin perder de vista al androide con la pistola. -Quizás todavía SAM controle sus mentes. Y ahora solo somos nosotros dos contra todos ellos. Deberíamos irnos…- Pero, quizás, aquella gente tenía respuestas de cómo curar a otros chipeados, de cómo curar por ejemplo a la familia de Iroh. Con todo, quería salir de allí.
-¿Tenemos cosas que hablar? ¿¡Tenemos cosas que hablar?! ¡Obvio que tenemos cosas que hablar!- Copié su gesto, poniendo las manos en jarras sobre las caderas, fingiendo molestia. Pero el gesto de molestia no me duró mucho y terminé por abrazar a la tía porque en verdad la echa de menos.-No podía dejar que te fueras de esa manera. Yo… quería pedirte perdón por no haber estado lo suficientemente atento de lo que te pasaba. Y una nota mal escrita en una mesa de una casa destartalada… hay formas más elegantes de despedirse- Alcé la mirada hacia Mónica, arqueando la ceja de una manera muy expresiva cuando dijo aquello de que quería comprobar algunas cosas. ¿Comprobar? -Qué más da que estén engañados o no. Quizás sea un efecto secundario del chip y de la trascendencia… Es su vida… Lo que tenemos que hacer es desaparecernos de allí- Iba a coger a la pelimorada del antebrazo, pero siquiera llegué. Se empecinó en querer hacerse la valiente, o la mesías…. o qué sabía.
Me mordí el labio, quedando todavía rezagado. No entendía qué había visto en aquella gente, a él lo que le interesaba era salir de allí los dos de una pieza y no chipeados por aquella IA loca. La visión del humo y del fuego no me dio buena espina… y la gente espantada tampoco. Si el fuego pasaba a los campos…. Trató de recordar cada detalle de la visión del Palantir, buscando cualquier mínima diferencia que pudiera hacer este momento del que vio. -Tía, creo que va a ser mejor nos vayamos- Me acerqué a ella, por su espalda y quedando a su lado, sin perder de vista al androide con la pistola. -Quizás todavía SAM controle sus mentes. Y ahora solo somos nosotros dos contra todos ellos. Deberíamos irnos…- Pero, quizás, aquella gente tenía respuestas de cómo curar a otros chipeados, de cómo curar por ejemplo a la familia de Iroh. Con todo, quería salir de allí.
La situación se había descontrolado con aquel incendio repentino, sin embargo lo que parecía un caos inicial por parte de los habitantes del culto se convirtió en una muy coordinada acción para apagar aquel desastre.
Agradecieron la ayuda del aquel invitado que a pesar de cauto parecía amable y educado. Nathan fue invitado a quedarse en el culto si así lo deseaba. Le ofrecieron comida, bebida y un techo a cambio de participar en los cultivos y respetar sus extrañas tradiciones, que en su momento y con el tiempo tal vez comprendería más.
Para el resto el resultado fue bastante diferente.
Las puertas del edificio se abrieron nuevamente y varias personas que no habían participado en la comida aparecieron para apuntar a Jarkko sin miramientos instándole a abandonar el lugar tal y como había solicitado Azra, con el mismo ultimátum.
Azra no tardó en encontrar a Mónica y a aquel intruso que no había sido invitado. No pidió explicaciones y apuntó con su arma al par de dos hasta que llegaron parte de aquellos que habían salido del edificio para hacer lo propio. Tal vez a Mónica le podría resultar familiar alguno de ellos, había un par que sí que había conocido nada más llegar al culto, sin embargo ahora parecían diferentes. Más determinados, tal vez.
Athor salió del edificio poco después, en su interior se podía ver aquella puerta en lo alto de la escalera abierta y por ella más gente salía con armamento.
Mantuvo una breve charla con Savannah en la que reprochaba haber traído a ese lugar de paz el caos. Las personas que les apuntaban les hicieron caminar, eran unos veinte y otros tantos se quedaron salvaguardando la seguridad del edificio.
Llegaron junto a Mónica y el chico pelirrojo. Para entonces Klaus se había acercado con cara decepcionada y Maya le tomaba del brazo tratando de consolar aquellos sentimientos.
Klaus, apesadumbrado y con muestras evidentes de que aquello le había herido profundamente no dudó en expulsar del culto a Mónica y a Savannah, para siempre.
[Solo queremos paz y la habéis roto] Dijo profundamente afectado [¿Es que no podéis aceptar el amor que ofrecemos a cambio de respeto?] Tras eso negó con la cabeza y se marchó.
Nuevamente, con toda aquella gente apuntando a Mónica, Savannah, Jarkko y Nicholas, repitieron su amenaza. Solamente dispararían si no salían de sus dominios o si atentaban nuevamente contra su paz. Esperaban que, ante tal superioridad en número y recursos, aceptaran su amable invitación.
Tras unas horas si Nathan aceptaba aquella invitación para quedarse, vería a los homenajeados salir del edificio. Parecían los mismos y a la vez diferentes pero todo el mundo les recibió con los brazos abiertos y la festividad prosiguió entre bailes y cantos.
ESTADO DE LA MISIÓN: FALLIDA
PD: Los cánticos hablaban sobre nacimiento, comunidad, naturaleza, paz y vida eterna.
Agradecieron la ayuda del aquel invitado que a pesar de cauto parecía amable y educado. Nathan fue invitado a quedarse en el culto si así lo deseaba. Le ofrecieron comida, bebida y un techo a cambio de participar en los cultivos y respetar sus extrañas tradiciones, que en su momento y con el tiempo tal vez comprendería más.
Para el resto el resultado fue bastante diferente.
Las puertas del edificio se abrieron nuevamente y varias personas que no habían participado en la comida aparecieron para apuntar a Jarkko sin miramientos instándole a abandonar el lugar tal y como había solicitado Azra, con el mismo ultimátum.
Azra no tardó en encontrar a Mónica y a aquel intruso que no había sido invitado. No pidió explicaciones y apuntó con su arma al par de dos hasta que llegaron parte de aquellos que habían salido del edificio para hacer lo propio. Tal vez a Mónica le podría resultar familiar alguno de ellos, había un par que sí que había conocido nada más llegar al culto, sin embargo ahora parecían diferentes. Más determinados, tal vez.
Athor salió del edificio poco después, en su interior se podía ver aquella puerta en lo alto de la escalera abierta y por ella más gente salía con armamento.
Mantuvo una breve charla con Savannah en la que reprochaba haber traído a ese lugar de paz el caos. Las personas que les apuntaban les hicieron caminar, eran unos veinte y otros tantos se quedaron salvaguardando la seguridad del edificio.
Llegaron junto a Mónica y el chico pelirrojo. Para entonces Klaus se había acercado con cara decepcionada y Maya le tomaba del brazo tratando de consolar aquellos sentimientos.
Klaus, apesadumbrado y con muestras evidentes de que aquello le había herido profundamente no dudó en expulsar del culto a Mónica y a Savannah, para siempre.
[Solo queremos paz y la habéis roto] Dijo profundamente afectado [¿Es que no podéis aceptar el amor que ofrecemos a cambio de respeto?] Tras eso negó con la cabeza y se marchó.
Nuevamente, con toda aquella gente apuntando a Mónica, Savannah, Jarkko y Nicholas, repitieron su amenaza. Solamente dispararían si no salían de sus dominios o si atentaban nuevamente contra su paz. Esperaban que, ante tal superioridad en número y recursos, aceptaran su amable invitación.
Tras unas horas si Nathan aceptaba aquella invitación para quedarse, vería a los homenajeados salir del edificio. Parecían los mismos y a la vez diferentes pero todo el mundo les recibió con los brazos abiertos y la festividad prosiguió entre bailes y cantos.
ESTADO DE LA MISIÓN: FALLIDA
PD: Los cánticos hablaban sobre nacimiento, comunidad, naturaleza, paz y vida eterna.
Al principio quizá parecieron nubes moviendose rapidamente y oscureciendo el cielo de ese mes de julio, pero pronto se dieron cuenta los que alli pastaban como ingenuos corderos, que esa sombra no era de una nube, pues tenía alas, se movia rapido....y estaba cabreada.
El dragón rojo sobrevoló la zona antes de descender mas hasta el punto de ser una figura reconocible, pero para cuando eso ocurrío, ya seria demasiado tarde.
La primera bocanada de fuego de dragón arrasó una parte de los cultivos e hizo que comenzara a desatarse el caos. Sus rugidos se entremezclaron con unas alarmas.
Llevaba días fuera de Avalon, lejos de la isla y de su familia. El dolor por perder a Aelle se le había enquistado como una enfermedad en lo más profundo del pecho y no conseguía curarlo. Tal vez había pasado poco tiempo, sobre todo para un dragón, pero...quizá no sanaría. Le costaba encontrar placer en las cosas que antes lo distraían, y al parecer, lo unico que podría opacar brevemente aquel dolor, era infligirlo, liberarlo, darse rienda suelta, aunque fuese a costa de lo que el Rey de Avalon y su descendencia pudiera recomendar. Así que eso estaba haciendo, infligir dolor. Habia elegido aquella zona porque parecía limpia, organizada...feliz.
Asquerosamente feliz. Como esos idiotas podían ser felices si él tenia que sufrir tanto? No. Equilibraría la balanza.
Quemó los alrededores, todos los cultivos...pero no antes de atrapar entre sus fauces y garras a unos cuantos humanos y devorarlos. A otros simplemente los rostizó, sin más. Sin motivo, mientras huían. Y a los que intentaron atacarle, doblemente.
No le llevó demasiado desatar ese infierno en aquella zona de cultivos, pronto todo era fuego, ceniza, y negrura. Con un ultimo rugido, reemprendió el vuelo...
El dragón rojo sobrevoló la zona antes de descender mas hasta el punto de ser una figura reconocible, pero para cuando eso ocurrío, ya seria demasiado tarde.
La primera bocanada de fuego de dragón arrasó una parte de los cultivos e hizo que comenzara a desatarse el caos. Sus rugidos se entremezclaron con unas alarmas.
Llevaba días fuera de Avalon, lejos de la isla y de su familia. El dolor por perder a Aelle se le había enquistado como una enfermedad en lo más profundo del pecho y no conseguía curarlo. Tal vez había pasado poco tiempo, sobre todo para un dragón, pero...quizá no sanaría. Le costaba encontrar placer en las cosas que antes lo distraían, y al parecer, lo unico que podría opacar brevemente aquel dolor, era infligirlo, liberarlo, darse rienda suelta, aunque fuese a costa de lo que el Rey de Avalon y su descendencia pudiera recomendar. Así que eso estaba haciendo, infligir dolor. Habia elegido aquella zona porque parecía limpia, organizada...feliz.
Asquerosamente feliz. Como esos idiotas podían ser felices si él tenia que sufrir tanto? No. Equilibraría la balanza.
Quemó los alrededores, todos los cultivos...pero no antes de atrapar entre sus fauces y garras a unos cuantos humanos y devorarlos. A otros simplemente los rostizó, sin más. Sin motivo, mientras huían. Y a los que intentaron atacarle, doblemente.
No le llevó demasiado desatar ese infierno en aquella zona de cultivos, pronto todo era fuego, ceniza, y negrura. Con un ultimo rugido, reemprendió el vuelo...
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