Templos del dragón

Convertimos los templos en un altar a la batalla, a la guerra y a la sangre .Los susurros de las enemigas, los gritos de la sacerdotisa, del Pendragon, los ruidos de los demonios y las veloces raices, los espadazos...creaban una sinfonía sin igual. Sabía que tal como estaban las cosas podiamos ganar el enfrentamiento, solo era cuestión de tiempo.

Ordené a los demonios ir al ataque, sin reservas, sin defensas de ninguna clase. Terminar aquello rapido era lo que necesitabamos. Conjuré un escudo para defenderme de las raices e intenté cortar otras con un tajo de la espada, pero...se me habian enredado en los tobillos, perdí un poco el equilibrio y golpeé con la espada de plano, no causando ningun daño y no logrando detener aquellas raices que lograron romper mis escudos mágicos. Su magia oscura estaba a la altura de la mía. O...por encima de la mía, quizá.

Quizá, porque cuando esas raices atravesaron mi pecho de modo que perfectamente podría ser letal, contraje el rostro en una mueca de dolor. Que no hubiesen atravesado el corazón porque no estaba ahi no quería decir que no doliera, las costillas astilladas siempre eran una molestia constante.

"Controla...contrólalo....no...lo necesitas...."

Con esa cantidad de daño, probablemente, en otro momento del pasado, habría caido...no muerto, no, pero...inmóvil, paralizado por el dolor. Pero desde entonces a ahora, había..."muerto" varias veces. Con Lyosha, con el ser de las pirámides, contra Valqar incluso....y alguna vez más. Me tambaleé sujetando las raices que me atravesaban, derramando grandes cantidades de sangre.

- SERÉ VUESTRO VERDUGO! - rugí, afianzandome como pude sobre mis dos pies. Estaba furioso. Luego escupí unas palabras, en la lengua de los demonios, comandando a que fuesen a por esas dos sacerdotisas. - POR CADA ALMA QUE NOS HABÉIS ROBADO, ME COBRARÉ UNA DE LAS VUESTRAS!! - los demonios las alcanzaron, a la primera la despedazó, partiéndola por la mitad y liberando sus tripas por doquier. El segundo demonio contó con la ayuda de la sacerdotisa resucitada, que vio su cuello abierto al caer bajo el impetu de las dos criaturas, una del averno y la no-muerta.

Una sonrisa se plantó en mi rostro, una sonrisa oscura, de disfrutar lo que estaba haciendo. El demonio me lanzó a mis pies el cadaver de la sacerdotisa que habia matado, la que conservaba el cuerpo entero... susurré las palabras para levantar su cadáver y volverla contra sus hermanas, una de las tres que quedaban. "Desgárrale la yugular"

Gwen se habia puesto en pie, con un aspecto muy...dracónido, a decir verdad. Wthyr estaba bajo ataque pero...Catherine...estaba llorando. Y no era de extrañar. El ataque que había recibido se podía equiparar al mío. Giré la mirada rapidamente, buscando al Pendragon
-LLEVALA CON LUCIO!!! -quizá... - A las dos!!!
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3 y 4 --> sacar =15 para acabar con 3 e = 10 para acabar con 4 (herida por la zombi)  Daño para Matvey 17 y 12
5 --> sacar >17 para acabar con ella Daño para Cath 18

Demonio 1: d18 mata a 3
Demonio 2: d11 mata a 4
Zombie 1: d6 va a por 5
Z2 (es 4 resucitada en zombi): d16, va a por 5
Yo d1, pifio vs d17 y d12

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'Dado (20)' :

Los intentos por liberar a Gwen de las raíces eran frustrantes, eran demasiadas aunque consiguiese cortar algunas. Y ni siquiera sabía si podía sacar las que ya estaban por dentro.  - Podemos sacarlas, todavía podemos. No vas a ser suya. - Ver la agonía de su hermana era aún peor, y ni siquiera podía estar todo el rato con ella porque las sacerdotisas seguían atacando. Logró esquivar los ataques de las espadas dirigidos hacia él, pues no parecían muy diestras a la hora de manejarlas. - Indignas y serviles...eso sois. - Alzó la comisura del labio en un gesto de desprecio cuando le llamaron traidor a la sangre, sin molestarse en responder de manera verbal a la ofensa. Abrió la palma de la mano hacia arriba, realizando un movimiento con su mano para controlar la espada de sangre de una de las sacerdotisas, arrebatándosela para volverla contra ella.

La espada silbó un momento en el aire antes de decapitar a la sacerdotisa en un rápido movimiento. Otra menos. Quería destrozarlas a todas, tal y como Matvey estaba haciendo con aquella carnicería que se había montado entre cánticos rituales y vísceras por todas partes. Echó un rápido vistazo a su hermana para ir a ayudarla de nuevo, pero ella misma se había librado de las raíces gracias a despertar del todo sus características draconianas. No la había visto antes así, ni sabía si era capaz de usar también las alas como Shyvanna o él mismo.

Quiso intentar lo mismo con la segunda sacerdotisa que se había enfrentado a él, pero en el último momento falló por poco al perder la concentración. La voz de Catherine diciendo su nombre de aquella manera atrajo toda su atención, haciéndole girarse justo para verla caer de rodillas. Se quedó paralizado un instante al ver dónde se habían clavado las raíces, la sangre, el pensamiento que le dirigió y apenas quiso escuchar... se negaba a que le diese ese tipo de instrucciones.

- ¡NO! - antes de darse cuenta ya había llegado a donde estaba ella, con el corazón saliéndosele del pecho mientras buscaba el modo de sacarla de ahí cuanto antes. No hacía falta que el nigromante lo gritase, nada más ver la herida supo que era cuestión de vida o muerte. Una oleada de miedo lo invadió, pero no podía dejarlo ir más allá o no sería capaz de salvarla ni de hacer nada. - No, perdóname tú por esto...- le iba a hacer mucho daño, lo sabía. Cerró los ojos al desensartarla de ahí, tomándola por detrás para tirar de ella de una. Enseguida llevó ambas manos a su vientre para taponar la herida y usar todo su caudal de magia de sangre para frenar el sangrado, para que no saliese a borbotones.  La cargó de inmediato, olvidándose de toda la pelea a su alrededor para ir también a por Gwen. Después se desapareció com ambas, de vuelta a las cuevas en las que habían estado antes.
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ataque a sacerdotisas 1 y 2. Se carga a la 1, con el dado que he sacado de 18

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'Dado (20)' :

Con la caída de sus hermanas quedaron dos de ellas que se enfrentaron a dos de los zombis de Matvey. Una rechazó el envite de su hermana fácilmente mientras que la otra llevó su mano al brazo. Parecía estrangulado por algo, el brazo estaba azul y tornó a ser negro antes de quedar marchito.

Las dos sacerdotisas restantes, con sus túnicas negras ondeando alrededor de sus cuerpos, giraron sus ojos cegados hacia Matvey y Freyja. Una burla fría y calculadora emanaba de sus labios, goteando veneno verbal mientras preparaban su siguiente ataque.

"¿Crees que tus dioses bárbaros pueden salvarte ahora?", se burló una de las sacerdotisas, su voz resonando con desprecio. "Tus creencias son como el polvo, insignificantes y olvidadas. Aquí, bajo la influencia del Sanguis Ligno, no hay lugar para los antiguos dioses nórdicos. Tu resistencia es inútil."

"Y tú, miserable engendro," continuó la otra sacerdotisa, su tono goteando con condescendencia, "crees tener poder aquí, pero el reino del Sanguis Ligno no puede ser dominado por un simple mortal. Tu magia es patética en comparación con el verdadero poder que fluye por estas raíces."

Las sacerdotisas levantaron sus brazos al unísono, y de las profundidades del suelo brotaron raíces oscuras y espinosas, serpentinas y amenazantes, dirigiéndose hacia Matvey y Freyja. Las raíces se arremolinaron alrededor de ellos, intentando aprisionarlos en un abrazo mortal.

De repente, el suelo bajo los pies de las sacerdotisas comenzó a vibrar. Las sacerdotisas intercambiaron miradas sonriendo de medio lado y luego, con un sonido atronador, la tierra bajo ellas se abrió, formando un enorme agujero negro que las empezó a devorar.

"Volveremos, y cuando lo hagamos, seréis los primeros en caer", prometió con un odio ardiente en su voz, antes de ser tragada por completo por la tierra.

El silencio regresó al lugar, dejando solo el eco de la promesa de las sacerdotisas y el suave crujido de las raíces desvaneciéndose.

Dado 1 para Freyja
Dado 2 para Matvey

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'Dado (20)' :

"Engendro?"

La miré con cara de... Pero tú te has mirado a un espejo?  El caso es que si eso me lo hubiese dicho otra persona...ser... quizá me habría dolido. Aunque igual era peor que un engendro como ella te llamara engendro.

Sobre lo otro no había discusión. Era cierto. Pero que dominaría el cuerpo de sus hermanas muertas un rato más, lo haría sin dudar.

-  Vuestras palabras no sirven con nosotros.

Se sobrevino otro ataque, las raíces fueron de nuevo a nosotros. Yo seguía...
Ensartado por el pecho y el muslo izquierdo por las raíces de antes, sangrando profusamente por la herida de la pierna, y también por la boca por la herida del pecho.  Usé un escudo y la espada nuevamente pero varias raíces me aprisionaron alrededor del torso,y más que la estrangulación fue notar como se clavaron numerosas espinas en la carne lo que me causó un enorme calambrazo de dolor que amenazó con apagar mis sistemas.

"Aguanta, no puedes arriesgarles a otro enemigo"

Ordené un último ataque a los demonios, que quedó en nada cuando se produjo ese tremendo estruendo. El suelo. La sonrisa. No me gustó. Que quería decir eso? Un agujero negro...

Desaparecieron y les grité que eran unas cobardes. Luego pronuncié un par d largas e ininteligibles palabras, desterrando a los demonios. Aquello terminó de drenarme. Demasiado débil como para seguir subyugandolos. Además tenía otro mas poderoso ahi sellado contra el que lidiar aunque... Había un curioso silencio, no producto de mi esfuerzo ahora mismo.
El par de zombies recién nacidas, sin embargo...quedaron quietas sin mas.


Solté un jadeo de dolor al mirar a las raices y verlas desaparecer. Al perder lo que taponaba la herida del pecho, empecé a sangrar por ahí de modo escandaloso. Taponé con una mano la herida y caminé hacia las sacerdotisas muertas, solo necesitaba sus cabezas asi que las corté y apuñalé sus ojos. Guardé la espada y me las llevé, agarradas por los pelos y desprendidas del velo.

"Asi que engendro"

Caminé hacia la maltrecha Freyja, tocandala del hombro para desaparecernos al otro lugar donde esperaba... Lucio hubiera sido capaz de mantenerlos con vida.
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13 vs 5 recibo daño

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'Dado (20)' :

Sabía que se exponía a cosas al venir...

Pero nada la hubiera preparado para lo verdaderamente extraño qué resultó todo.

Pues pasa y resulta que además de haberse quedado atrás, vió a toda una compañía de soldados extraños, dragones y una mujer que le parecía que era una hermana pendragon, demasiado cerca para su gusto.

Y afortunadamente logró pasar desapercibida, al caerse en un agujero sorpresivamente profundo.

Y ha estado tratando de salir, pero se le cayó fuera del agujero su orbe de grifo así que no ha podido utilizarlo para que la saque de esto, y por sí misma no está teniendo... Mucha suerte qué digamos...

... Joder...

Murmuró, vaya forma de quedar fuera de juego.

Entonces tuvo una idea... Como parecía ya estar bastante sola, tomaría una piedra del agujero donde estaba, y trataría de convertirla en un ave.

Y luego de respirar un poco... Lo acabaría por lograr.

Ahora solo le pediría qué volara para recuperar el orbe y ella poder salir con ayuda del grifo espectral

Dado:

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'Dado (20)' :

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¿a qué habitación se mete?
1- fuego
2- juventud
3- agua
4- madre
5- tierra
6- anciana
7- galaxia
8- aire
9- se va a dormir a un rincón random
10- a la cocina

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'Dado (10)' :