Recuerdo del primer mensaje :
¡Bienvenido al Moulin Noir!
Desconecta de esta maldita guerra ( o no ) y súbete a nuestro molino. Mítico pub londinense de ambiente variopinto,
aunque su clientela es principalmente de procedencia mágica. El bar cuenta con sala de espectáculos y habitaciones en el piso superior.
Desconecta de esta maldita guerra ( o no ) y súbete a nuestro molino. Mítico pub londinense de ambiente variopinto,
aunque su clientela es principalmente de procedencia mágica. El bar cuenta con sala de espectáculos y habitaciones en el piso superior.
- Imágenes del local:
MOULIN NOIR
ENTRADA
SALA DE ESPECTÁCULOS Y BAR
Claro, y ahora que te has tomado un par de nuestros mejores cócteles no procede conducir en tu escoba hasta casa ¿verdad?
En el Moulin Noir contamos con habitaciones cálidas, limpias, decoradas con gusto y sobre todo con ambiente familiar para que te sientas como en tu hogar.
HABITACIONES
Ellyos Kakumei
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Despues de una larga caminata llegue hasta la pintoresca zona donde se albergaba el Moulin Noir, por boca de algunas personas habia escuchado del local. Al principio me senti un poco reticente a entrar, deberia un dragon como yo adentrarse asi de esta manera en territorio humano y socializar con ellos? La verdad es que me encantaria entablar nuevas relaciones con humanos ... u otros seres amigables.
Con algo de valor empuje la puerta y entre. A primer vistazo era un lugar bastante alegre y animado, sonrei, quiza habia estado pensando demasiado para nada, entre cuidadosamente de no llamar mucho la atencion y me acerque a la barra donde me sente en uno de los taburetes. Una vez acomodado mientras esperaba a ser atendido iba inspeccionando con la mirada el lugar y los presentes apra ver si podia aprender algo de las costumbres locales.
Con algo de valor empuje la puerta y entre. A primer vistazo era un lugar bastante alegre y animado, sonrei, quiza habia estado pensando demasiado para nada, entre cuidadosamente de no llamar mucho la atencion y me acerque a la barra donde me sente en uno de los taburetes. Una vez acomodado mientras esperaba a ser atendido iba inspeccionando con la mirada el lugar y los presentes apra ver si podia aprender algo de las costumbres locales.
Vagabundeé varias horas por las calles de Londres mientras trataba de encontrar el dichoso lugar donde, según me habían dicho, podría encontrar al resto de los renegados una vez se terminara la batalla. Era bastante curioso que ninguno de los centinelas habituales estuvieran en las calles. Quizás habría sido de más ayuda pasarme a luchar un poco aunque ciertamente no me gustan los enfrentamientos demasiado. Cuando por fin encontré la calle a la que quería llegar, di la vuelta en la esquina, me derretí un poco mientras andaba los escalones de la entrada y finalmente entré a aquel lugar. Supe que era ese por el letrero en la puerta, tan emblemático...
Una vez adentro, alcancé a ver solamente a un chico en la barra, y como yo también quería beber algo... pues me acerqué y me senté junto a él esperando que no le diera demasiada importancia al detalle.- ¡Hola! - Le sonreí mientras me inclinaba sobre la barra, buscando a quien pudiera atender mi imperiosa necesidad de una limonada... Si, bueno, también me tomaría un tequila, pero para eso era aún muy temprano.- Hooooola... Hola, Hola, Hola holaholaholaholahola...- Murmuré despacio, esperando a que alguien tuviera la gran idea de aparecer. Decidí que esperaría tres minutos antes de hacer algo precipitado, pero realmente no duré tanto. Treinta y dos segundos después ya me estaba saltando la barra y sirviéndome un delicioso y alcohólico vaso de agua con mucho hielo. Los chorritos de agua volaban por el aire y caían al vaso a ritmos alocados mientras utilizaba mi habilidad con el agua para hacerla levitar alrededor, haciendo las veces de una hermosa fuente danzarina que iniciaba en la botella y terminaba en el vaso. Era entretenido hacer aquel tipo de cosas, terminando por hacer un espiral desde la botella hasta mi vaso en la barra.
Tras aquel impresionante truco, oh si, que saqué de mi mágica manga, puse los codos sobre la barra y las manos en las mejillas frente al chico que estaba esperando pacientemente a que le atendieran.- ¿Quieres algo o puedo dejar de robar por ahora? - Bromeé con sonrisa incluida y luego puse un vaso frente a él, esperando a que me dijera qué quería para iniciar la magia.
Una vez adentro, alcancé a ver solamente a un chico en la barra, y como yo también quería beber algo... pues me acerqué y me senté junto a él esperando que no le diera demasiada importancia al detalle.- ¡Hola! - Le sonreí mientras me inclinaba sobre la barra, buscando a quien pudiera atender mi imperiosa necesidad de una limonada... Si, bueno, también me tomaría un tequila, pero para eso era aún muy temprano.- Hooooola... Hola, Hola, Hola holaholaholaholahola...- Murmuré despacio, esperando a que alguien tuviera la gran idea de aparecer. Decidí que esperaría tres minutos antes de hacer algo precipitado, pero realmente no duré tanto. Treinta y dos segundos después ya me estaba saltando la barra y sirviéndome un delicioso y alcohólico vaso de agua con mucho hielo. Los chorritos de agua volaban por el aire y caían al vaso a ritmos alocados mientras utilizaba mi habilidad con el agua para hacerla levitar alrededor, haciendo las veces de una hermosa fuente danzarina que iniciaba en la botella y terminaba en el vaso. Era entretenido hacer aquel tipo de cosas, terminando por hacer un espiral desde la botella hasta mi vaso en la barra.
Tras aquel impresionante truco, oh si, que saqué de mi mágica manga, puse los codos sobre la barra y las manos en las mejillas frente al chico que estaba esperando pacientemente a que le atendieran.- ¿Quieres algo o puedo dejar de robar por ahora? - Bromeé con sonrisa incluida y luego puse un vaso frente a él, esperando a que me dijera qué quería para iniciar la magia.
Ellyos Kakumei
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Una jovencita entro al local, se sentó cerca mia y me saludo. Timidamente le devolvi el saludo con la mano. La verdad es que empezaba a ser un poco aburrido porque no atendia nadie por el momento el local, asi que jugueteaba con los dedos encima de la barra haciendo ruiditos con ellos. Entretenido estaba en mi juego hasta que la chica empezo a saludar vehemente en un intento de llamar la atencion de alguien para que la sirviera y a los pocos segundos saltaba la barra y empezaba a hacer trucos de magia con agua.
Me empece a poner un poco nervioso, no sabia si era muy conveniente que ella estuviera ahi y menos aun haciendo demostraciones magicas de control y dominio sobre el agua, aunque me tranquilice pensando que probablemente lo habra hecho mas de alguna vez asi que no deberia preocuparme. Finalizado su malabarismo, se apoyo en la barra enfrente mia. Lo que dijo me descoloco un poco.
- Ro ... Robar?? No creo que debamos ... - de repente la bombilla se me ilumino y entendi el concepto de la broma- Oh! Bueno, la verdad es que tengo algo de sed y hambre, que me recomiendas?
La verdad es que traia bastante hambre y algo de sed, me comeria cualquier cosa ahora mismo.
Me empece a poner un poco nervioso, no sabia si era muy conveniente que ella estuviera ahi y menos aun haciendo demostraciones magicas de control y dominio sobre el agua, aunque me tranquilice pensando que probablemente lo habra hecho mas de alguna vez asi que no deberia preocuparme. Finalizado su malabarismo, se apoyo en la barra enfrente mia. Lo que dijo me descoloco un poco.
- Ro ... Robar?? No creo que debamos ... - de repente la bombilla se me ilumino y entendi el concepto de la broma- Oh! Bueno, la verdad es que tengo algo de sed y hambre, que me recomiendas?
La verdad es que traia bastante hambre y algo de sed, me comeria cualquier cosa ahora mismo.
Mientras me preparaba mi bebida, parecía que el chico se había puesto muy nervioso con aquello. Era raro ver a un adulto tan nervioso por solo servirme un poco de agua. Contemplé la posibilidad de que fuera un humano que no sabía de magia, o al menos nunca la había visto, pero no parecía ser así.
Robar es bueno para el alma, siempre que pagues después...- Sonreí, mejor que me tachara de loca que de ladrona, pues ya parecía que no le iban demasiado bien las bromas.
Bueno, tenemos alcohol en sus múltiples variedades, esta cosa que burbujea, esto parece ser agua o al menos eso me serví...- Chachareaba mientras buscaba en las botellas, hasta encontrar algo que le agradaba.- Esto tiene pinta de tener mucho alcohol, seguro te gusta...- Me encogí de hombros y dejé que el agua volara en chorritos por la sala mientras encontraba que darle de comer al chico. Ciertamente la cocina estaba un poco desordenada, quizás solamente mal ubicada o algo, así que comencé a mover las cosas a mi gusto hasta que encontré los cacahuates.- ¡Voilá! Tenemos una selección exquisita de cacahuates irlandeses recién salidos del tostador...- Pero como decir mentiras me sabía un poco mal...- digo, del empaque... y son japoneses, no de Irlanda.- Me encogí de hombros de nuevo y busqué hasta que encontré un trapo con el que limpiar la barra cual cantinero de bar a las tres de la mañana mientras lidiaba con borrachos.- Bueno, cuéntame tus problemas...
Robar es bueno para el alma, siempre que pagues después...- Sonreí, mejor que me tachara de loca que de ladrona, pues ya parecía que no le iban demasiado bien las bromas.
Bueno, tenemos alcohol en sus múltiples variedades, esta cosa que burbujea, esto parece ser agua o al menos eso me serví...- Chachareaba mientras buscaba en las botellas, hasta encontrar algo que le agradaba.- Esto tiene pinta de tener mucho alcohol, seguro te gusta...- Me encogí de hombros y dejé que el agua volara en chorritos por la sala mientras encontraba que darle de comer al chico. Ciertamente la cocina estaba un poco desordenada, quizás solamente mal ubicada o algo, así que comencé a mover las cosas a mi gusto hasta que encontré los cacahuates.- ¡Voilá! Tenemos una selección exquisita de cacahuates irlandeses recién salidos del tostador...- Pero como decir mentiras me sabía un poco mal...- digo, del empaque... y son japoneses, no de Irlanda.- Me encogí de hombros de nuevo y busqué hasta que encontré un trapo con el que limpiar la barra cual cantinero de bar a las tres de la mañana mientras lidiaba con borrachos.- Bueno, cuéntame tus problemas...
Aparecí, en mitad del bar, con Benjamin cargado sobre el hombro y aun inconsciente, con mi otra mano sobre el hombro de Imram....quien a su vez se habia puesto en contacto con Sharon para llegar todos aqui. Miré a mi alrededor y vi a dos conocidos. Lo primero que hice fue...olfatear el ambiente. Olia a alcohol, a madera, a sangre y a....dragon? Sacudí la cabeza un poco a lo perruno.
"la luna debe de estar muy cerca ya"
-INDIRAAAAAAAAAAAA! SI ESTAS POR AHI, TE ALQUILO UNA HABITACIOOOOOOOOOOON!!!
Grité como un maldito cosaco nada mas llegar alli, y luego miré a los desconocidos. Los modales por delante.
-CERVEZA PARA TODOS! LA BRIGADA DE LAS MIL GRULLAS INVITA ESTA NOCHE! - hice gala de mi fuerte acento cerrado del mas profundo Dublin. Igual se quedarian un poco flipados por ver aparecer a cuatro personas, una de ellas inconsciente, y los demas con algun que otro manchurron de sangre por ahi. - Espera, nueva camarera? Donde está Indira? Siria te ha contratado? -pregunté a la muchacha tras la barra que parecia toda una experta.
-Voy a dejar a Ben en una cama. -les dije a Sharon y a Imram, pero antes.... miré de reojo a la bruja (?), y alcé una ceja con una sonrisa un tanto traviesa al ver que estaba controlando el agua de un modo un tanto curioso. Movi mi mano libre y le arrebaté una parte de esta agua, haciendola venir hacia mi. Segui moviendo la mano, movimientos mas sutiles que cuando usaba ese elemento para atacar, y el agua se fue a la herida e la pierna de Imram y otras magulladuras que pudiera tener. Se iluminó cumpliendo su cometido de sanacion. Luego hice que el agua adoptara la forma de unas cuantas pequeñas grullas que se quedaron dando vueltas alrededor mi. -Vuelvo en seguida. Ya sabeis, el alcohol corre de mi cuenta!
Solté una carcajada, le hice un gesto divertido de despedida a Charlotte a la que le habia choriceado agua , y subi las escaleras con Benjamin a cuestas. Entré en la primera habitacion que encontré, dejando ahi al pelirrojo. Luego le dejaria las monedas correspondientes a Indira. Miré a Ben ahi tendido y negué con la cabeza sonriendo. Me acerqué a las cortinas y retiré las cortinas. La luz de la luna me dejó empanado por unos instantes.... no me dejaba apartar la mirada. ¿Había traido las pociones de matalobos?
________
4/5 post tras regeneracion lican
116 ps
Imram
40vilya+ 10 habilidad+20=70 PS para imram
___________________________
"la luna debe de estar muy cerca ya"
-INDIRAAAAAAAAAAAA! SI ESTAS POR AHI, TE ALQUILO UNA HABITACIOOOOOOOOOOON!!!
Grité como un maldito cosaco nada mas llegar alli, y luego miré a los desconocidos. Los modales por delante.
-CERVEZA PARA TODOS! LA BRIGADA DE LAS MIL GRULLAS INVITA ESTA NOCHE! - hice gala de mi fuerte acento cerrado del mas profundo Dublin. Igual se quedarian un poco flipados por ver aparecer a cuatro personas, una de ellas inconsciente, y los demas con algun que otro manchurron de sangre por ahi. - Espera, nueva camarera? Donde está Indira? Siria te ha contratado? -pregunté a la muchacha tras la barra que parecia toda una experta.
-Voy a dejar a Ben en una cama. -les dije a Sharon y a Imram, pero antes.... miré de reojo a la bruja (?), y alcé una ceja con una sonrisa un tanto traviesa al ver que estaba controlando el agua de un modo un tanto curioso. Movi mi mano libre y le arrebaté una parte de esta agua, haciendola venir hacia mi. Segui moviendo la mano, movimientos mas sutiles que cuando usaba ese elemento para atacar, y el agua se fue a la herida e la pierna de Imram y otras magulladuras que pudiera tener. Se iluminó cumpliendo su cometido de sanacion. Luego hice que el agua adoptara la forma de unas cuantas pequeñas grullas que se quedaron dando vueltas alrededor mi. -Vuelvo en seguida. Ya sabeis, el alcohol corre de mi cuenta!
Solté una carcajada, le hice un gesto divertido de despedida a Charlotte a la que le habia choriceado agua , y subi las escaleras con Benjamin a cuestas. Entré en la primera habitacion que encontré, dejando ahi al pelirrojo. Luego le dejaria las monedas correspondientes a Indira. Miré a Ben ahi tendido y negué con la cabeza sonriendo. Me acerqué a las cortinas y retiré las cortinas. La luz de la luna me dejó empanado por unos instantes.... no me dejaba apartar la mirada. ¿Había traido las pociones de matalobos?
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El miembro 'Lykaios Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Vale, la chica estaba de broma, me rei con su comentario de que robar era bueno para el alma siempre que se pagase despues. Acto seguido empezo a rebuscar entre las botellas presentandome cada uno de los distintos licores hasta que encontro una que dijo que seguramente me gustaria. Mientras ella se iba a la cocina abri la botella, aspire el olor que desprendia el liquido en su interior y no pude evitar poner mala cara, tenia un olor muy fuerte, no sabia si aquello me iba a sentar muy bien, aun asi me servi un vaso para probarlo.
Al poco rato volvio la chica con unos cacahuetes y se puso a limpiar.
- Mis problemas? De momento no tengo ninguno ... Manejas el agua? Lo haces muy bien, no sabia que aqui se podia hacer eso sin problemas ... yo manejo el viento.
No se porque, por un momento, me sono como estupido. Manejar el viento, sonaba a algo poco util y poco imaginativo, pero le estaba quitando valor a ese poder, a mis padres al menos les sirvio bien. De repente entro un joven con acento un poco extraño, gritando a viva voz para pedir una habitacion e invitar a todos a una cerveza por parte de una organizacion que desconocia
- La brigada de las mil grullas? Quienes son? Uhm soy nuevo por aqui y aun no conozco mucho, hace poco que he comenzado a ver mundo - pregunte curioso.
Al poco rato volvio la chica con unos cacahuetes y se puso a limpiar.
- Mis problemas? De momento no tengo ninguno ... Manejas el agua? Lo haces muy bien, no sabia que aqui se podia hacer eso sin problemas ... yo manejo el viento.
No se porque, por un momento, me sono como estupido. Manejar el viento, sonaba a algo poco util y poco imaginativo, pero le estaba quitando valor a ese poder, a mis padres al menos les sirvio bien. De repente entro un joven con acento un poco extraño, gritando a viva voz para pedir una habitacion e invitar a todos a una cerveza por parte de una organizacion que desconocia
- La brigada de las mil grullas? Quienes son? Uhm soy nuevo por aqui y aun no conozco mucho, hace poco que he comenzado a ver mundo - pregunte curioso.
El vuelo fue bastante rápido y tranquilo. Después de una gran batalla, un buen descanso de ambos bandos. Lo más seguro era que los de la Alianza estuvieran por algún lado lamiéndose las heridas que los mágicos les habían causado.
Rodearon un poco la ciudad antes de adentrarse algunos metros en el bosque. Ahí, el dragón de hielo más pequeño recogió de una cueva dos hermosos huevos de dragón llenos de tierra y una mochila fea y abultada que significaba más que su vida. En efecto, fueron pocos segundos los que estuvieron en aquel lugar, justo antes de regresar a la ciudad, sobrevolar el tower bridge y seguir por las calles que tomó con Johan cuando recién llegaba a la ciudad. Había sido una oscura noche aquella, pero ahora el día parecía más claro y prometedor.
Descendió cuando creyó conveniente y volvió a transformarse en humana cuando llegó a la calle que buscaba. Se veía un poco diferente de día, pero seguramente estaría igual de oscuro dentro como siempre. Caminó hasta la puerta con bastante pereza de la que aún le quedaba por la batalla, y abrió la puerta con la espalda. Ahora que cargaba dos grandes huevos de dragón enredados en una chaqueta negra y una mochila estúpidamente grande, no quedaba de otra que valerse por si misma.
Aquí estamos. Hay camas arriba, aunque no sé si disponibles.Tengo Chocolate. Si alguna vez necesitan un poco, no vengan a mi. Esta oferta está solo por hoy...- Susurró suavemente. Hizo algunas señas para los que la seguían antes de entrar y se relajó un poco al ver que el aroma y el lugar tan peculiar parecían estar cargados de buen humor. Había un grupo bastante variopinto. Mucha gente que no conocía, pero al menos ya les tenía conocidos de vista.
Tras escoger una mesa en el rincón, se sentó en el asiento más mullido y cómodo que encontró, dejando a un lado los huevos de dragón, bien tapaditos eso sí, y se concentró en la mochila que tenía delante. Sonrió abiertamente mientras sacaba algunas barras de chocolate de la mochila y las esparcía en la mesita frente a ella, tomando una solo para su propio deleite. La vida empezaba a pintar bien...
Rodearon un poco la ciudad antes de adentrarse algunos metros en el bosque. Ahí, el dragón de hielo más pequeño recogió de una cueva dos hermosos huevos de dragón llenos de tierra y una mochila fea y abultada que significaba más que su vida. En efecto, fueron pocos segundos los que estuvieron en aquel lugar, justo antes de regresar a la ciudad, sobrevolar el tower bridge y seguir por las calles que tomó con Johan cuando recién llegaba a la ciudad. Había sido una oscura noche aquella, pero ahora el día parecía más claro y prometedor.
Descendió cuando creyó conveniente y volvió a transformarse en humana cuando llegó a la calle que buscaba. Se veía un poco diferente de día, pero seguramente estaría igual de oscuro dentro como siempre. Caminó hasta la puerta con bastante pereza de la que aún le quedaba por la batalla, y abrió la puerta con la espalda. Ahora que cargaba dos grandes huevos de dragón enredados en una chaqueta negra y una mochila estúpidamente grande, no quedaba de otra que valerse por si misma.
Aquí estamos. Hay camas arriba, aunque no sé si disponibles.Tengo Chocolate. Si alguna vez necesitan un poco, no vengan a mi. Esta oferta está solo por hoy...- Susurró suavemente. Hizo algunas señas para los que la seguían antes de entrar y se relajó un poco al ver que el aroma y el lugar tan peculiar parecían estar cargados de buen humor. Había un grupo bastante variopinto. Mucha gente que no conocía, pero al menos ya les tenía conocidos de vista.
Tras escoger una mesa en el rincón, se sentó en el asiento más mullido y cómodo que encontró, dejando a un lado los huevos de dragón, bien tapaditos eso sí, y se concentró en la mochila que tenía delante. Sonrió abiertamente mientras sacaba algunas barras de chocolate de la mochila y las esparcía en la mesita frente a ella, tomando una solo para su propio deleite. La vida empezaba a pintar bien...
El modo en el que dice que la fecha no está tan lejos hace que me de por pensar que tal vez se le estén quitando un poco las ganas de hacer ese viaje, o que al verlo más cerca le está costando mentalizarse. No creo que haya cambiado de idea, pero puede que resulte más difícil de lo que creía. - Queda poco y mucho a la vez. ¿Tú estás segura de querer hacer ese viaje, no? Porque ahora da la sensación de que te entran las dudas. - también me entraron a mí algunas dudas cuando me fui como auror a Alemania y a Francia, aunque aquello fue en cierto modo por obligación, órdenes de arriba.
Resoplo al escuchar eso de qué haré cuando se vaya, ya que no va a ser tan fácil recurrir a sanadores, no va a ser tan sencillo como venir al Moulin para que me atienda ella. - No sé ¿morir? Sobornaré a los médicos, les haré la pelota o los obligaré. - bromeo con las posibles opciones, luego lo más posible es que no tenga a quien pedirle ayuda. A mi hermano tal vez...ellos tienen más medios que una persona que va por libre. Después dejo que me levante la camiseta para ver el lugar en el que tiene que curarme. No me había dado cuenta hasta ahora del pedazo de moratón que me había salido, pero era de esperar con el dolor ya conocido de costillas rotas. Mantengo la camiseta sujeta para que no le estorbe mientra emplea sus poderes de sanación junto con el anillo, unido a un pequeño beso con ese acercamiento. Sonrío de lado cuando se separa, toda sonrojada junto con esa pregunta de si me encuentro mejor. Se me viene a la mente una imagen de una película algo antigua a día de hoy, me ha recordado un poco lo que ha hecho. Y lo más gracioso...Indiana Jones...Indira...me río mental y absurdamente por lo estúpido de mi asociación, pero sigo el juego. - Mucho mejor, aunque...para terminar puedes repetir lo de antes aquí.- me ahorro todas las vueltas que daba el bueno de Indi, llevándome el dedo directamente a los labios para señalarlos.
Y en ese momento el berrido de Lykaios y la gente que va llegando abajo me corta todo el rollo, por lo que me levanto del borde de la cama en el que estaba sentado, asomándome a la puerta mientras murmuro un joder. - ¿ En este bar están todos putolocos o qué? - no dejaban ni un momento de intimidad, así que bajo para abajo todo malhumorado, a ver qué sucede ahora.
- Ah, enhorabuena, estáis celebrando la vida y esas cosas. - los felicito sarcásticamente desde las escaleras mientras me cruzo de brazos, apoyándome en la pared de lado con el ceño fruncido. En estos momentos me siento muuy asocial, aunque sigo analizando las caras de la gente que hay por allí. Casi todos conocidos, incluso veo a Juliet que ha llegado con el resto de la gente de la batalla. - Ya te han arrastrado a su mundo de alcoholismo...- aunque en el fondo me alegro de que haya vuelto y esté bien, después de que casi nos matan.
-------------------------
PS:94 + (40 anillo +10 racial)= 144
Resoplo al escuchar eso de qué haré cuando se vaya, ya que no va a ser tan fácil recurrir a sanadores, no va a ser tan sencillo como venir al Moulin para que me atienda ella. - No sé ¿morir? Sobornaré a los médicos, les haré la pelota o los obligaré. - bromeo con las posibles opciones, luego lo más posible es que no tenga a quien pedirle ayuda. A mi hermano tal vez...ellos tienen más medios que una persona que va por libre. Después dejo que me levante la camiseta para ver el lugar en el que tiene que curarme. No me había dado cuenta hasta ahora del pedazo de moratón que me había salido, pero era de esperar con el dolor ya conocido de costillas rotas. Mantengo la camiseta sujeta para que no le estorbe mientra emplea sus poderes de sanación junto con el anillo, unido a un pequeño beso con ese acercamiento. Sonrío de lado cuando se separa, toda sonrojada junto con esa pregunta de si me encuentro mejor. Se me viene a la mente una imagen de una película algo antigua a día de hoy, me ha recordado un poco lo que ha hecho. Y lo más gracioso...Indiana Jones...Indira...me río mental y absurdamente por lo estúpido de mi asociación, pero sigo el juego. - Mucho mejor, aunque...para terminar puedes repetir lo de antes aquí.- me ahorro todas las vueltas que daba el bueno de Indi, llevándome el dedo directamente a los labios para señalarlos.
Y en ese momento el berrido de Lykaios y la gente que va llegando abajo me corta todo el rollo, por lo que me levanto del borde de la cama en el que estaba sentado, asomándome a la puerta mientras murmuro un joder. - ¿ En este bar están todos putolocos o qué? - no dejaban ni un momento de intimidad, así que bajo para abajo todo malhumorado, a ver qué sucede ahora.
- Ah, enhorabuena, estáis celebrando la vida y esas cosas. - los felicito sarcásticamente desde las escaleras mientras me cruzo de brazos, apoyándome en la pared de lado con el ceño fruncido. En estos momentos me siento muuy asocial, aunque sigo analizando las caras de la gente que hay por allí. Casi todos conocidos, incluso veo a Juliet que ha llegado con el resto de la gente de la batalla. - Ya te han arrastrado a su mundo de alcoholismo...- aunque en el fondo me alegro de que haya vuelto y esté bien, después de que casi nos matan.
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PS:94 + (40 anillo +10 racial)= 144
Lykaios nos trae al bar directamente desde las cuevas, pegando un buen grito nada más llegar para avisar a la camarera. Nos suelta a Sharon y a mí, encargándose de ir a dejar a nuestro compañero Ben en alguna de las habitaciones. Lo cierto es que yo ahora mismo no tengo mucha gana de fiesta, aunque las curaciones me hayan dejado la pierna bastante mejor. No puedo dejar de pensar que debería volver ya a casa, Katrina debe estar preocupada y la he dejado sola con Rybar. Por muy desvalido que esté todavía me preocupa un poco que se queden a solas con él. - Jefe...¿qué dijimos de fundirnos el dinero en cerveza? - le comento antes de que se marchase un momento hacia las habitaciones, aunque es más bien un comentario al aire porque ya se ha marchado. También aprovecha para utilizar una última sanación con agua sobre mi pierna, que ahora está prácticamente igual que cuando empezamos.
Hasta que baje de nuevo soy el único representante de la Brigada, así que me toca responder a la voz que esucucho (Ellyos) cuestionándose quiénes son los de la Brigada. Me vuelvo hacia él, basándome en el lugar del que vino la voz. Después camino hacia la barra, apoyando el codo a la espera de que me sirvan esa cerveza que prometió Lykaios.
- Somos un grupo de resistencia itinerante. Hemos luchado en países de toda Europa, combatiendo a veces contra la Alianza y a veces contra los magos radicales. También nos conocen como los chalados que acogen a todo tipo de parias en sus filas. Me gustan ambas definiciones, son ciertas. ¿Quién lo pregunta, exactamente? - escuché que era nuevo por el lugar, justo cuando llegamos. Alguien que quiere ver mundo, según sus palabras. - Mejor verlo antes de que estalle, cierto.
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PS: 150, restaurado por curaciones de Edhel y Lykaios
Hasta que baje de nuevo soy el único representante de la Brigada, así que me toca responder a la voz que esucucho (Ellyos) cuestionándose quiénes son los de la Brigada. Me vuelvo hacia él, basándome en el lugar del que vino la voz. Después camino hacia la barra, apoyando el codo a la espera de que me sirvan esa cerveza que prometió Lykaios.
- Somos un grupo de resistencia itinerante. Hemos luchado en países de toda Europa, combatiendo a veces contra la Alianza y a veces contra los magos radicales. También nos conocen como los chalados que acogen a todo tipo de parias en sus filas. Me gustan ambas definiciones, son ciertas. ¿Quién lo pregunta, exactamente? - escuché que era nuevo por el lugar, justo cuando llegamos. Alguien que quiere ver mundo, según sus palabras. - Mejor verlo antes de que estalle, cierto.
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PS: 150, restaurado por curaciones de Edhel y Lykaios
Todo pasó mientras limpiaba la barra con el trapo que había encontrado por ahí. En medio del bar aparecieron una muchedumbre a la que no podría atender eficientemente a menos que llegaran de uno en uno dando sus órdenes. El grito que sacó uno fue de lo más estridente. Incluso me tapé un poco los oídos, que se hacían un poco sensibles a los ruidos fuertes. Pero alcancé a entender el nombre de Indira. Seguramente era la dueña del lugar. Tras otro grito que ordenaba cerveza, el contrario se dirigió a mi muy sorprendido, por las tantas preguntas que me hacía.- Bueno, tanto como contratar... los contratos son obsoletos estos días. Soy más bien independiente...- Expliqué lo mejor que pude pues decir "me metí sin permiso" no era precisamente la mejor manera de decir las cosas.
Mientras buscaba dónde estaba la cerveza, sentí como el agua se deshacía en el poder de otro. La seguí con la mirada, fascinada por la curación que parecía estar realizando y di algunos saltitos por la emoción de ver aquello, incluidas las grullas en el aire.- ¡Eso también lo vas a pagar! - Le dije a modo de broma con una sonrisa en los labios, corriendo de nuevo a buscar el alcohol cuando el chico le recordó que tenía que ponerlo todo en la mesa. Me regresé a buscar las cervezas, hasta que encontré algunas botellas heladas en un cajón de por ahí. Las saqué y las serví, regresando a limpiar la barra por donde el chico estaba cuando recordé que no las había abierto. Tras una nueva aventura buscando el destapador, pude por fin abrirlas y dejarlas para que los recién llegados las tomaran.
Y en vista de que el chico no tenía problemas, me dispuse a contestar a sus preguntas.- Si, el agua la manejo desde joven, no puedo hacer una ola gigante o al menos no lo he intentado... quizás podría...- Divagué mientras secaba los vasos como buena barista old fashion.- El viento es interesante, suena a que podrías volar con eso.- Y tras un par de vasos ya bien secos y acomodados, la pregunta de la brigada me tomó por sorpresa.- Oh, si, son almas caritativas que adoptan grullas... no te dejes engañar por lo que te digan. Se intentan hacer los duros pero son como bombones suavecitos...- Dije saliendo del paso y acomodando los vasos donde creí conveniente. Quizás era mentira pero como yo no sabía me vi con el derecho de inventar. Poco después me corrigieron, quizás uno de sus mismos miembros, pero sonaba mejor aquello de adoptar grullas.
Finalmente, la gente comenzaba a entrar... aunque mientras no me estuvieran corriendo por impostora o pidiendo bebidas, no era de mi total incumbencia... por supuesto que el cantinero escucha todo, todos somos cotillas irremediables.
Mientras buscaba dónde estaba la cerveza, sentí como el agua se deshacía en el poder de otro. La seguí con la mirada, fascinada por la curación que parecía estar realizando y di algunos saltitos por la emoción de ver aquello, incluidas las grullas en el aire.- ¡Eso también lo vas a pagar! - Le dije a modo de broma con una sonrisa en los labios, corriendo de nuevo a buscar el alcohol cuando el chico le recordó que tenía que ponerlo todo en la mesa. Me regresé a buscar las cervezas, hasta que encontré algunas botellas heladas en un cajón de por ahí. Las saqué y las serví, regresando a limpiar la barra por donde el chico estaba cuando recordé que no las había abierto. Tras una nueva aventura buscando el destapador, pude por fin abrirlas y dejarlas para que los recién llegados las tomaran.
Y en vista de que el chico no tenía problemas, me dispuse a contestar a sus preguntas.- Si, el agua la manejo desde joven, no puedo hacer una ola gigante o al menos no lo he intentado... quizás podría...- Divagué mientras secaba los vasos como buena barista old fashion.- El viento es interesante, suena a que podrías volar con eso.- Y tras un par de vasos ya bien secos y acomodados, la pregunta de la brigada me tomó por sorpresa.- Oh, si, son almas caritativas que adoptan grullas... no te dejes engañar por lo que te digan. Se intentan hacer los duros pero son como bombones suavecitos...- Dije saliendo del paso y acomodando los vasos donde creí conveniente. Quizás era mentira pero como yo no sabía me vi con el derecho de inventar. Poco después me corrigieron, quizás uno de sus mismos miembros, pero sonaba mejor aquello de adoptar grullas.
Finalmente, la gente comenzaba a entrar... aunque mientras no me estuvieran corriendo por impostora o pidiendo bebidas, no era de mi total incumbencia... por supuesto que el cantinero escucha todo, todos somos cotillas irremediables.
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Charlotte me explico en que consistia su habilidad, aunque por lo que aprece no la dominaba del todo.
- Supongo que con el tiempo y practica llegaras a hacer grandes cosas con tu don. Con el viento he hecho algo mas que volar,a veces un buen empujon de aire suele ser util.
Entro todavia más gente, al final era un grupo amplio. Un chico bajo por las escaleras que daban a las habitaciones en el piso superior bastante molesto, se notaba que no estaba de muy buen humor, a lo mejor se ha despertado con todo el griterio. Uno de los ultimos en entrar escucho mi pregunta a la joven sobre quien era ese grupo tan variopinto que nos habia invitado a cerveza a todos, se acerco a junto nuestra, su aspecto era un poco intimidante, o al menos a mi me lo parecia con sus vestimentas y sus gafas de sol. El mismo explico de que se trataba su organizacion e inmediatamente Charlotte dio su version de la organizacion. Me quede mirando un rato con cara de extrañado y media sonrisa.
- Me estas tomando el pelo, verdad? - dije medio riendo, luego me volvi al joven para responder a su pregunta - Me llamo Ellyos, soy una especie de mercenario por llamarlo de alguna manera. Aunque de momento realmente he hecho de sanador, ayudando un poco a heridos y enfermos de algunos pueblecitos que lo necesitaban ... y alguna vez de guardian para ellos. Soy un poco curandero trotamundos mas bien.
La verdad es que era una version bastante resumida de lo que hacia. Mayormente evitaba las ciudades e iba de pueblecito en pueblecito y me ganaba la estancia curando a los heridos y enfermos o custodiando su pueblo de asaltantes y bandidos mientras durase mi estancia.
- Supongo que con el tiempo y practica llegaras a hacer grandes cosas con tu don. Con el viento he hecho algo mas que volar,a veces un buen empujon de aire suele ser util.
Entro todavia más gente, al final era un grupo amplio. Un chico bajo por las escaleras que daban a las habitaciones en el piso superior bastante molesto, se notaba que no estaba de muy buen humor, a lo mejor se ha despertado con todo el griterio. Uno de los ultimos en entrar escucho mi pregunta a la joven sobre quien era ese grupo tan variopinto que nos habia invitado a cerveza a todos, se acerco a junto nuestra, su aspecto era un poco intimidante, o al menos a mi me lo parecia con sus vestimentas y sus gafas de sol. El mismo explico de que se trataba su organizacion e inmediatamente Charlotte dio su version de la organizacion. Me quede mirando un rato con cara de extrañado y media sonrisa.
- Me estas tomando el pelo, verdad? - dije medio riendo, luego me volvi al joven para responder a su pregunta - Me llamo Ellyos, soy una especie de mercenario por llamarlo de alguna manera. Aunque de momento realmente he hecho de sanador, ayudando un poco a heridos y enfermos de algunos pueblecitos que lo necesitaban ... y alguna vez de guardian para ellos. Soy un poco curandero trotamundos mas bien.
La verdad es que era una version bastante resumida de lo que hacia. Mayormente evitaba las ciudades e iba de pueblecito en pueblecito y me ganaba la estancia curando a los heridos y enfermos o custodiando su pueblo de asaltantes y bandidos mientras durase mi estancia.
El berrido que pega Lykaios hace que me separe de Reiv, justo cuando iba a besarle en los labios. Maldita sea, se me había olvidado que venían.
-Esto no puede estar pasando. Otra vez
Le digo recordando cuando Sharon nos interrumpió en la cocina. Mientras Reiv bajaba me recompuse un poco, es decir, intenté que se me quitara el sonrojo. Respirando hondo tres veces bajé al bar, viendo a una chica detrás de la barra junto al resto de la clientela. Me acerco a ella, más seria que un muerto, y casi que me faltaba la voz de ultratumba cuando le dije:
-¿Qué se supone que haces ahí?
A ver, no es que quiera ser borde, pero esto de que gente desconocida se meta en la barra y cojan las cosas no me hacía ninguna gracia. A ver si a la próxima en vez de coger botellas cogen la caja. Por cierto, ¿dónde estaba Lykaios? Juraba que el berrido era suyo.
-Esto no puede estar pasando. Otra vez
Le digo recordando cuando Sharon nos interrumpió en la cocina. Mientras Reiv bajaba me recompuse un poco, es decir, intenté que se me quitara el sonrojo. Respirando hondo tres veces bajé al bar, viendo a una chica detrás de la barra junto al resto de la clientela. Me acerco a ella, más seria que un muerto, y casi que me faltaba la voz de ultratumba cuando le dije:
-¿Qué se supone que haces ahí?
A ver, no es que quiera ser borde, pero esto de que gente desconocida se meta en la barra y cojan las cosas no me hacía ninguna gracia. A ver si a la próxima en vez de coger botellas cogen la caja. Por cierto, ¿dónde estaba Lykaios? Juraba que el berrido era suyo.
116+5 (regeneracion lican)=121PS
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Las heridas me picaban mientras ellas solas cicatrizaban de modo rapido. Aparté la mirada de la ventana y volví a mirar a Benjamin, y me permití tomarle el pulso ahora que no habia nadie observando. La preocupacion era evidente en estos momentos. Pero resoplé tranquilo al notar que iba bien y firme.
Despues de la batalla me habia quedado bajo minimos. Tendria que recoger algunas cosas si queria pagarle a Indira, no cargarme la posada, y ademas amenizar un poco la noche. Pero antes, las grullas de agua que trajesen conmigo fueron dirigidas a un pequeño jarron vacio para ahi deshacerse en sencilla y tranquila agua.
-No te muevas de ahi Rojo
Le dije a Benjamin antes de desaparecerme de alli, rumbo a un lugar en el bosque de Bastion que usaba como pequeño almacen. Imram tenia razon, necesitabamos nuestro propio pequeño establecimiento aqui. No es que quisiera abandonar la vida nómada, pero Inglaterra estaba más que necesitada de efectivos, aun despues de esta victoria.
Pasé algunos minutos fuera, cuando volví con algunos suministros. Y cambiado de ropa, fuera la sangre. Dejé alli algo para Ben, y bajé con lo demas. Al hacerlo, me encontré con que habia llegado mas gente. Ademas de Indira y Reiv. Sonreí de oreja a oreja
-Eh, esto empieza a animarse. ¡INDIRA! -sin borrar la sonrisa me acerqué a ella y le dejé unas monedas en la mano, las suficientes para pagar la habitacion y la primera ronda de cerveza para los presentes. - El ángel de la guarda de la brigada. -luego ladeé la cabeza para mirar a Reiv con una media sonrisa. -Más te vale cuidarla, chaval. Aunque creo que ella se cuida mejor que tu a ti mismo!
Si, les habia cortado todo el rollo y tal con mi berrido, pero una cosa no quita la otra, ¿no? ¿no? Me froté brevemente las manos pegando despues una palmada, mirando a los presentes. Si, la noche habia sido oscura, la batalla tambien. Pero de lamentaciones no vive el hombre.
-Birra para todos. Esta noche es noche para cantar y contarnos nuestras batallas. - pero aun me faltaba gente alli, para escuchar sus historias al completo.
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Las heridas me picaban mientras ellas solas cicatrizaban de modo rapido. Aparté la mirada de la ventana y volví a mirar a Benjamin, y me permití tomarle el pulso ahora que no habia nadie observando. La preocupacion era evidente en estos momentos. Pero resoplé tranquilo al notar que iba bien y firme.
Despues de la batalla me habia quedado bajo minimos. Tendria que recoger algunas cosas si queria pagarle a Indira, no cargarme la posada, y ademas amenizar un poco la noche. Pero antes, las grullas de agua que trajesen conmigo fueron dirigidas a un pequeño jarron vacio para ahi deshacerse en sencilla y tranquila agua.
-No te muevas de ahi Rojo
Le dije a Benjamin antes de desaparecerme de alli, rumbo a un lugar en el bosque de Bastion que usaba como pequeño almacen. Imram tenia razon, necesitabamos nuestro propio pequeño establecimiento aqui. No es que quisiera abandonar la vida nómada, pero Inglaterra estaba más que necesitada de efectivos, aun despues de esta victoria.
Pasé algunos minutos fuera, cuando volví con algunos suministros. Y cambiado de ropa, fuera la sangre. Dejé alli algo para Ben, y bajé con lo demas. Al hacerlo, me encontré con que habia llegado mas gente. Ademas de Indira y Reiv. Sonreí de oreja a oreja
-Eh, esto empieza a animarse. ¡INDIRA! -sin borrar la sonrisa me acerqué a ella y le dejé unas monedas en la mano, las suficientes para pagar la habitacion y la primera ronda de cerveza para los presentes. - El ángel de la guarda de la brigada. -luego ladeé la cabeza para mirar a Reiv con una media sonrisa. -Más te vale cuidarla, chaval. Aunque creo que ella se cuida mejor que tu a ti mismo!
Si, les habia cortado todo el rollo y tal con mi berrido, pero una cosa no quita la otra, ¿no? ¿no? Me froté brevemente las manos pegando despues una palmada, mirando a los presentes. Si, la noche habia sido oscura, la batalla tambien. Pero de lamentaciones no vive el hombre.
-Birra para todos. Esta noche es noche para cantar y contarnos nuestras batallas. - pero aun me faltaba gente alli, para escuchar sus historias al completo.
Seguía secando los vasos que había encontrado mojados y lavados por algún lugar. Resultaba bien el tener algo que hacer en manos, después de todo odiaba estar sin hacer nada.
¿Tomarte el pelo? ¡No! Los cantineros no tomamos el pelo. - Sonreí para hacer ver que aquello era cierto. Al menos así podría continuar con mi falsa versión de la brigada.
Mientras el chico explicaba lo que era y hacía, terminé de acomodar los vasos hasta que una presencia maligna, o al menos muy muy enojada, parecía que me hablaba a mi. Me volteé en seguida, dejando los vasos y el trapo de fieltro en las repisas.
¡Hola! Soy Charlotte, me puedes decir Charlie, o Char, o Chachacha, no es problema.- Sonreí mientras veía como abordar el tema de qué hacía detrás de la barra sin darle demasiadas vueltas, como siempre hacía...
Estoy buscando mi... mi lugar en el mundo, mi pasión en la vida. Ya fui pescadora, agricultora, camarera, cocinera, vendedora, diseñadora, carpintera, veladora, pintora, artista, esa en particular no se me dio tan bien, cantante, luchadora, cuidadora de caballos, de grifos, de gatos, de perros, de peces... pero nunca de gallinas o así. Y nunca atendiendo un bar. ¿Te gusta? ¿Es divertido? ¿Conoces mucha gente atendiendo un bar?
Ignoré por un rato a Lykaios, ya tendría tiempo de servirle todo lo que le debía, mientras tenía que conseguir el trabajo... Con un nuevo vaso en las manos que secar, seguí...- Muchas veces no me pagan, lo hago porque quiero. Con los caballos me pagaban en heno, no era divertido, excepto por cuidar a los caballos. El punto es que no quiero el dinero, me gusta la experiencia. ¿Te gusta la experiencia que te proporciona este bar?
¿Tomarte el pelo? ¡No! Los cantineros no tomamos el pelo. - Sonreí para hacer ver que aquello era cierto. Al menos así podría continuar con mi falsa versión de la brigada.
Mientras el chico explicaba lo que era y hacía, terminé de acomodar los vasos hasta que una presencia maligna, o al menos muy muy enojada, parecía que me hablaba a mi. Me volteé en seguida, dejando los vasos y el trapo de fieltro en las repisas.
¡Hola! Soy Charlotte, me puedes decir Charlie, o Char, o Chachacha, no es problema.- Sonreí mientras veía como abordar el tema de qué hacía detrás de la barra sin darle demasiadas vueltas, como siempre hacía...
Estoy buscando mi... mi lugar en el mundo, mi pasión en la vida. Ya fui pescadora, agricultora, camarera, cocinera, vendedora, diseñadora, carpintera, veladora, pintora, artista, esa en particular no se me dio tan bien, cantante, luchadora, cuidadora de caballos, de grifos, de gatos, de perros, de peces... pero nunca de gallinas o así. Y nunca atendiendo un bar. ¿Te gusta? ¿Es divertido? ¿Conoces mucha gente atendiendo un bar?
Ignoré por un rato a Lykaios, ya tendría tiempo de servirle todo lo que le debía, mientras tenía que conseguir el trabajo... Con un nuevo vaso en las manos que secar, seguí...- Muchas veces no me pagan, lo hago porque quiero. Con los caballos me pagaban en heno, no era divertido, excepto por cuidar a los caballos. El punto es que no quiero el dinero, me gusta la experiencia. ¿Te gusta la experiencia que te proporciona este bar?
Justo cuando empezaba a ponerse cómoda en el local, parecía que todo se había salido un poco de control. No se había tomado el tiempo ver a los presentes a detalle, pero entre los que se veían enojados y los que parecían demasiado animados había una gran diferencia. Sin embargo, una de las voces sí la reconoció al instante.
Barrió el lugar con la mirada hasta dar con la de él. Parecía estar bien, fuerte después de la batalla. Aunque ciertamente tenía la preocupación de que estuviera en algún lugar tirado en el suelo y herido, pensaba también que su instinto de preservación le habría hecho ir a algún lugar seguro cuando salió de la cueva. Sin pensarlo demasiado, se levantó de aquel sillón, dejando los huevos solos por unos instantes... si alguien intentaba quitárselos ya podía irse despidiendo de su brazo. Caminó vigorosamente hasta el Black presente y se colgó de su cuello, abrazándole con fuerza mientras soltaba un largo suspiro.- Si mal no recuerdo, te bebiste todo el whisky que te llevé el otro día.- Bromeó aliviada de que el contrario estuviera bien. Tras un instante, soltó un poco el abrazo, sobre todo porque no se sentía cómoda haciéndolo cuando había tantas personas presentes. Le gustaba más pasar inadvertida.- Traje a los dragones, deben estar aterrizando o algo... No te ves demasiado herido... Me alegra que estés bien. Esto ha sido una locura, no creí que fueras a estar en la batalla.- Tras acomodarse un mechón de cabello que salió de su lugar, continuó inquiriendo sobre lo que le importaba.- ¿Ya buscaste a Svart, está bien? ¿Y tu hermano? Él parecía muy herido cuando lo vi por última vez.- Murmuraba mientras trataba de recordar todo lo que podía de la batalla, aunque después de su bien merecida siesta todo parecía suficientemente lejano.- Disculpa todas las preguntas, solo quería... asegurarme... tu sabes.- Se disculpó finalmente, no sin notar que su cabello estaba un poco despeinado y se veía bastante gruñón. Nunca le había tocado verle de aquel modo, aunque sí sabía, por la primera vez que le vio, que podía ser un pesado.
Alcanzó a escuchar aquello sobre la brigada de las mil grullas. Al menos ahora tenía una respuesta sobre todo lo que había escuchado de ellos. Sonaban como buenas personas aunque los miembros que se encontraban en el lugar parecían un poco locos. De pronto, cuando la chica bajó igual de molesta que Reiv por el alboroto, parecía que ambos encajaban bien de alguna manera. Arqueó una ceja con el presentimiento de que algo se cocía ahí. Todo confirmado por Lykaios. En medio de una sonrisa ladina, usó su codo para golpear las costillas del Black con firmeza. Su instinto pocas veces estaba mal. Le dejó en la mano la tableta de chocolate que estaba por comerse y sonrió.- Tengo un par de huevos de dragón...- Susurró para que él lo entendiera prefecto y quedara un poco en secreto. Quizás él comprendería su muy repentino entusiasmo respecto a la última vez que había estado en aquel lugar.
Barrió el lugar con la mirada hasta dar con la de él. Parecía estar bien, fuerte después de la batalla. Aunque ciertamente tenía la preocupación de que estuviera en algún lugar tirado en el suelo y herido, pensaba también que su instinto de preservación le habría hecho ir a algún lugar seguro cuando salió de la cueva. Sin pensarlo demasiado, se levantó de aquel sillón, dejando los huevos solos por unos instantes... si alguien intentaba quitárselos ya podía irse despidiendo de su brazo. Caminó vigorosamente hasta el Black presente y se colgó de su cuello, abrazándole con fuerza mientras soltaba un largo suspiro.- Si mal no recuerdo, te bebiste todo el whisky que te llevé el otro día.- Bromeó aliviada de que el contrario estuviera bien. Tras un instante, soltó un poco el abrazo, sobre todo porque no se sentía cómoda haciéndolo cuando había tantas personas presentes. Le gustaba más pasar inadvertida.- Traje a los dragones, deben estar aterrizando o algo... No te ves demasiado herido... Me alegra que estés bien. Esto ha sido una locura, no creí que fueras a estar en la batalla.- Tras acomodarse un mechón de cabello que salió de su lugar, continuó inquiriendo sobre lo que le importaba.- ¿Ya buscaste a Svart, está bien? ¿Y tu hermano? Él parecía muy herido cuando lo vi por última vez.- Murmuraba mientras trataba de recordar todo lo que podía de la batalla, aunque después de su bien merecida siesta todo parecía suficientemente lejano.- Disculpa todas las preguntas, solo quería... asegurarme... tu sabes.- Se disculpó finalmente, no sin notar que su cabello estaba un poco despeinado y se veía bastante gruñón. Nunca le había tocado verle de aquel modo, aunque sí sabía, por la primera vez que le vio, que podía ser un pesado.
Alcanzó a escuchar aquello sobre la brigada de las mil grullas. Al menos ahora tenía una respuesta sobre todo lo que había escuchado de ellos. Sonaban como buenas personas aunque los miembros que se encontraban en el lugar parecían un poco locos. De pronto, cuando la chica bajó igual de molesta que Reiv por el alboroto, parecía que ambos encajaban bien de alguna manera. Arqueó una ceja con el presentimiento de que algo se cocía ahí. Todo confirmado por Lykaios. En medio de una sonrisa ladina, usó su codo para golpear las costillas del Black con firmeza. Su instinto pocas veces estaba mal. Le dejó en la mano la tableta de chocolate que estaba por comerse y sonrió.- Tengo un par de huevos de dragón...- Susurró para que él lo entendiera prefecto y quedara un poco en secreto. Quizás él comprendería su muy repentino entusiasmo respecto a la última vez que había estado en aquel lugar.
Termino de bajar la escalera tras descruzar los brazos y separarme de la pared en la que me había apoyado de lado, pero sin desfruncir el ceño todavía. Estoy como que no me apetece socializar mucho en estos momentos. Lykaios saluda a gritos a Indira, lanzándome una broma-consejo sobre ella que me hace bufar de indignación. Este loco todo lo tiene que decir a gritos. Encima dice que no sé cuidar de mi mismo.
- No deberías hablar mucho de eso tú tampoco, ni que acabases cada batalla sin un rasguño.- lo único que me hace gracia de lo que dice es lo de birra para todos, eso de ir invitando a todo el mundo. Al menos Indira sacará algún beneficio de la interrupción. Por lo que puedo escuchar no parece nada contenta con la chica que se ha colado detrás de la barra, creo que a nadie le suena de nada. Le echo una mirada a Indira en plan '¿qué hacemos?', como preguntando si se iba a quedar allí a atender a los que habían llegado o si nos íbamos a otro lado. Tal vez en Ouroboros haya más calma, aunque no sé cómo estará la cosa por allí ahora mismo. Mientras espero a que se decida y hable con quien tenga que hablar escucho lo que se dice a mi alrededor, enterándome un poco de la conversación que tiene el ciego con otra de las personas nuevas (Ellyos). Si es algo así como un mercenario puede que sea interesante asociarse en alguna ocasión para realizar trabajos o misiones. También escucho lo que dice Lykaios de contar las historias de la batalla, que se ve que tiene costumbre de hacer eso cuando terminan.
- El resumen sería...hemos "ganado" por muy poco. Pero al menos le hemos dado en los morros.- sí, yo también me incluyo en ese "hemos", he participado y peleado igual que los demás, podría haber acabado muy mal la cosa. Echo un vistazo de reojo a Sharon, que también la han traído por ahí pero por ahora no está metida en ningún grupo. Juliet, a la que había saludado antes, se acerca a mí para recibirme con un abrazo. Correspondo con otro abrazo antes de que se descuelgue, que eso de haber luchado juntos une y esas cosas. De lo del whisky no me acuerdo. - ¿Qué? a mi nadie me ha traído whisky. - si ha traído a los dragones me gustaría agradecerles la ayuda prestada en al ciénaga, pero falta que me diga los que son, ya que sólo los vi en forma de dragón. - Ya me han curado, entre gente de la cueva e Indira hace un momento.- si bien no estoy todavía al 100% si que estoy bastante mejor que antes.
- ¿Y tú, todo bien? cuando me fui de la cueva para volver a las calles no tuve tiempo de preguntarte, tenía que llegar a tiempo. Mi hermano seguía en las calles, pero estaba en pie. Supongo que lo estarán curando ahora, al final no hablé con él. - me queda esa pequeña espina, tendré que solucionarlo de algún modo. Asiento a lo de Svart, el joven dragón negro estaba mejor que todos nosotros juntos. - Seguía en el bosque, cazando. Salvaje y libre, como tiene que ser. Volveré a por él en un par de días. - el codazo en las costillas que me da después viene acompañado de una sonrisa ladeada que me indica que está modo cotilla por lo que ha dicho Lykaios antes, aunque yo me hago el despistado, como si no supiese de que va la cosa. Carraspeo antes de coger el chocolate que me pasa, aunque le deje un trozo a ella, no es cuestión de abusar. Alzo ambas cejas cuando me dice que tiene un par de huevos de dragón, bastante sorprendido por ello. - ¿Cómo los has conseguido? ¿dónde estaban? - no creo que haya hecho lo que yo hice, robarlos de uno de los nidos de Smaug.
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PS: 144
- No deberías hablar mucho de eso tú tampoco, ni que acabases cada batalla sin un rasguño.- lo único que me hace gracia de lo que dice es lo de birra para todos, eso de ir invitando a todo el mundo. Al menos Indira sacará algún beneficio de la interrupción. Por lo que puedo escuchar no parece nada contenta con la chica que se ha colado detrás de la barra, creo que a nadie le suena de nada. Le echo una mirada a Indira en plan '¿qué hacemos?', como preguntando si se iba a quedar allí a atender a los que habían llegado o si nos íbamos a otro lado. Tal vez en Ouroboros haya más calma, aunque no sé cómo estará la cosa por allí ahora mismo. Mientras espero a que se decida y hable con quien tenga que hablar escucho lo que se dice a mi alrededor, enterándome un poco de la conversación que tiene el ciego con otra de las personas nuevas (Ellyos). Si es algo así como un mercenario puede que sea interesante asociarse en alguna ocasión para realizar trabajos o misiones. También escucho lo que dice Lykaios de contar las historias de la batalla, que se ve que tiene costumbre de hacer eso cuando terminan.
- El resumen sería...hemos "ganado" por muy poco. Pero al menos le hemos dado en los morros.- sí, yo también me incluyo en ese "hemos", he participado y peleado igual que los demás, podría haber acabado muy mal la cosa. Echo un vistazo de reojo a Sharon, que también la han traído por ahí pero por ahora no está metida en ningún grupo. Juliet, a la que había saludado antes, se acerca a mí para recibirme con un abrazo. Correspondo con otro abrazo antes de que se descuelgue, que eso de haber luchado juntos une y esas cosas. De lo del whisky no me acuerdo. - ¿Qué? a mi nadie me ha traído whisky. - si ha traído a los dragones me gustaría agradecerles la ayuda prestada en al ciénaga, pero falta que me diga los que son, ya que sólo los vi en forma de dragón. - Ya me han curado, entre gente de la cueva e Indira hace un momento.- si bien no estoy todavía al 100% si que estoy bastante mejor que antes.
- ¿Y tú, todo bien? cuando me fui de la cueva para volver a las calles no tuve tiempo de preguntarte, tenía que llegar a tiempo. Mi hermano seguía en las calles, pero estaba en pie. Supongo que lo estarán curando ahora, al final no hablé con él. - me queda esa pequeña espina, tendré que solucionarlo de algún modo. Asiento a lo de Svart, el joven dragón negro estaba mejor que todos nosotros juntos. - Seguía en el bosque, cazando. Salvaje y libre, como tiene que ser. Volveré a por él en un par de días. - el codazo en las costillas que me da después viene acompañado de una sonrisa ladeada que me indica que está modo cotilla por lo que ha dicho Lykaios antes, aunque yo me hago el despistado, como si no supiese de que va la cosa. Carraspeo antes de coger el chocolate que me pasa, aunque le deje un trozo a ella, no es cuestión de abusar. Alzo ambas cejas cuando me dice que tiene un par de huevos de dragón, bastante sorprendido por ello. - ¿Cómo los has conseguido? ¿dónde estaban? - no creo que haya hecho lo que yo hice, robarlos de uno de los nidos de Smaug.
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PS: 144
Espero pacientemente por mi birra mientras escucho lo que me cuenta Ellyos acerca de modo de ganarse la vida. En el fondo se parece un poco a nosotros, va de un lado a otro ayudando y no pide dinero a cambio. - Todo un mercenario altruista. Encajarías bien en la Brigada, aunque la mayoría sean unos bichos raros. - si algún día desease unirse sería bien recibido. Y si le gusta la fiesta seguro que se integraría enseguida. Por mi parte no sé cuánto rato me quedaré, debería pasarme por casa en breves. Cuando por fin baja Lykaios pide la ronda de cervezas, aunque le aclaro que no me quedaré demasiado rato.
- Jefe, tengo que regresara casa en breves, una pinta y listo. Obligaciones paternales...eso y el asunto del Blood Keeper que te dije antes.- menciono eso en voz alta, tampoco es que sea un asunto privado. Después escucho un poco todo el asunto de Indira con la chica que parece que se ha colado en el bar, así que trato de destensar un poco el ambiente. La nueva pregunta un montón de cosas, como si fuese una entrevista de trabajo.
- Relajaos, acabamos de sobrevivir a una batalla muy jodida, eso es lo que importa. No creo que haya enemigos aquí ahora mismo. Creo que vendrá bien eso que ha dicho Lykaios de que cada uno cuente su historia, incluso los que no han estado en la batalla- el jefe siempre ha sido el típico irlandés al que le encanta contar historias, ya sea de su vida, aventuras, leyendas...cada vez que tenía ocasión mezclaba todo eso en un bar con música y cerveza. Tomo asiento en el taburete, esperando a que Indira o la otra chica sirvan algo de beber. No sé quién más habrá en el local, al menos hasta que no hablen no podré identificarlos, por culpa de tener las gafas especiales rota. Finalmente me presento al hombre al que había hablado antes, el mercenario que va de pueblo en pueblo. Extiendo la mano hacia él, a modo de saludo.
- Un placer, Ellyos. Mi nombre es Imram. ¿Has conocido ya a alguno de los que hay por aquí? ¿A Indira tal vez? - si llevaba tiempo en el bar es probable que ya se haya presentado, aunque tampoco sé cuánto rato llevan ambos en el lugar.
- Jefe, tengo que regresara casa en breves, una pinta y listo. Obligaciones paternales...eso y el asunto del Blood Keeper que te dije antes.- menciono eso en voz alta, tampoco es que sea un asunto privado. Después escucho un poco todo el asunto de Indira con la chica que parece que se ha colado en el bar, así que trato de destensar un poco el ambiente. La nueva pregunta un montón de cosas, como si fuese una entrevista de trabajo.
- Relajaos, acabamos de sobrevivir a una batalla muy jodida, eso es lo que importa. No creo que haya enemigos aquí ahora mismo. Creo que vendrá bien eso que ha dicho Lykaios de que cada uno cuente su historia, incluso los que no han estado en la batalla- el jefe siempre ha sido el típico irlandés al que le encanta contar historias, ya sea de su vida, aventuras, leyendas...cada vez que tenía ocasión mezclaba todo eso en un bar con música y cerveza. Tomo asiento en el taburete, esperando a que Indira o la otra chica sirvan algo de beber. No sé quién más habrá en el local, al menos hasta que no hablen no podré identificarlos, por culpa de tener las gafas especiales rota. Finalmente me presento al hombre al que había hablado antes, el mercenario que va de pueblo en pueblo. Extiendo la mano hacia él, a modo de saludo.
- Un placer, Ellyos. Mi nombre es Imram. ¿Has conocido ya a alguno de los que hay por aquí? ¿A Indira tal vez? - si llevaba tiempo en el bar es probable que ya se haya presentado, aunque tampoco sé cuánto rato llevan ambos en el lugar.
Sharon Birdwhistle
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Nada más aparecer en el Moulin, Lykaios se puso a gritar como un cosaco llamando a Indira, e invitando a todos a cerveza. Miré a mi alrededor intentando encontrar a Reiv para hablar con él o a Johan para ver si hacíamos aquello de sacar el gas de la base para recoger las cosas que creyeran importantes. La primera persona que vi fue a Reiv que veía junto con Indira algo que no pasó desapercibido para nadie, no pude evitar pensar que al pobre le habíamos vuelto a destrozar el ambiente.
Además cuando me fui a acercar alguien se me adelantó, a quién no miré demasiado, tan solo cambié de rumbo y acabé sentada en la barra del bar esperando a que la nueva camarera acabara de hablar con el chico mercenario que se autollamaba curandero trotamundos. No me apetecía hablar con gente desconocida, pero si tenía que hacerlo prefería alguien que me pusiera algo de beber.
Además cuando me fui a acercar alguien se me adelantó, a quién no miré demasiado, tan solo cambié de rumbo y acabé sentada en la barra del bar esperando a que la nueva camarera acabara de hablar con el chico mercenario que se autollamaba curandero trotamundos. No me apetecía hablar con gente desconocida, pero si tenía que hacerlo prefería alguien que me pusiera algo de beber.
Decir que el discurso de aquella mujer me dejó extrañada era quedarse corta. ¿Pero se puede saber de dónde salían tales personajes? NO tenía ni idea de qué hacer. De momento, lo mejor sería responder a la joven.
-Yo soy Indira, la dueña en funciones del local. Me parece muy bien que quieras encontrarte a ti misma, pero no creo que lo encuentres a ese lado de la barra, y menos sin pedir permiso a los dueños
"Que aquí una no gana para disgustos"
-Aunque si quieres echar una mano... Dentro de unas pocas semanas tengo que hacer un viaje, podrías quedarte y ayudar
"Aunque bajo la supervisión del antiguo personal"
El berrido del licántropo me distrae de la conversación anterior, suspirando a lo que dice. En parte tenía razón, era como un ángel de la guarda para todo el mundo, aunque no sé si lo de cuidarse era muy correcto.
"Pasé casi dos semanas sin comer..."
-Ahí Reiv tiene razón Lykaios, si no llega a ser por mí ahora estarías hecho trizas
"Y por los otros que también ayudaron"
Miro las monedas en mi mano y sonrío un poco, al menos habría beneficio aquella noche.
-Bueno, por una ronda no creo que pase nada...
Digo así para contestar también a la mirada que me lanza Reiv, aunque a mí tampoco me hacía gracia que estuvieran allí. Por suerte, la chica pelirroja tiene algo que le ha interesado, así que puedo encargarme de este asunto y luego buscar alguna manera de "recuperar el contacto".
-¡Una ronda marchando!
Digo antes de irme hacia la barra y coger las jarras.
-Mira Charlotte, las jarras están aquí y para la cerveza le tienes que dar aquí...
-Yo soy Indira, la dueña en funciones del local. Me parece muy bien que quieras encontrarte a ti misma, pero no creo que lo encuentres a ese lado de la barra, y menos sin pedir permiso a los dueños
"Que aquí una no gana para disgustos"
-Aunque si quieres echar una mano... Dentro de unas pocas semanas tengo que hacer un viaje, podrías quedarte y ayudar
"Aunque bajo la supervisión del antiguo personal"
El berrido del licántropo me distrae de la conversación anterior, suspirando a lo que dice. En parte tenía razón, era como un ángel de la guarda para todo el mundo, aunque no sé si lo de cuidarse era muy correcto.
"Pasé casi dos semanas sin comer..."
-Ahí Reiv tiene razón Lykaios, si no llega a ser por mí ahora estarías hecho trizas
"Y por los otros que también ayudaron"
Miro las monedas en mi mano y sonrío un poco, al menos habría beneficio aquella noche.
-Bueno, por una ronda no creo que pase nada...
Digo así para contestar también a la mirada que me lanza Reiv, aunque a mí tampoco me hacía gracia que estuvieran allí. Por suerte, la chica pelirroja tiene algo que le ha interesado, así que puedo encargarme de este asunto y luego buscar alguna manera de "recuperar el contacto".
-¡Una ronda marchando!
Digo antes de irme hacia la barra y coger las jarras.
-Mira Charlotte, las jarras están aquí y para la cerveza le tienes que dar aquí...
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