Moulin Noir

La fiesta se estaba animando, el local estaba bastante lleno y el alcohol circulaba, todo el mundo se relacionaba. Lykaios parecia el cabecilla de la fiesta y por como le habla Imram entonces tambien debe ser el cabecilla del grupo que estoy conociendo. Charlotte esta tratando de convencer a Indira, la dueña del local, que la deje trabajar ahi para poder encontrar su lugar en el mundo, parece que al final accedio y le empezo a enseñar como funcionaba el local. Imram me dijo que proablemente encajaria bien en su grupo, aunque sea de bichos raros.

- Bueno, eso no seria un problema, yo tambien soy un bicho raro ... - no estaba muy seguro de si decirlo o no - de hecho soy un dragon de viento ...

Todo el mundo se relajaba, parece que acababan de llegar de una batalla peligrosa y necesitaban descansar. Imram se dirigio a su jefe para disculparse por tener que irse pronto de la fiesta debido a unos asuntos. Parece que todos iban a empezar a contar historias de sus aventuras. Por un lado me entusiasmaba conocer relatos de la gente de afuera. Imram me extendio su mano y yo se la estreche suavemente mientras se presentaba.

- No, la verdad es que no, acabo de llegar por recomendacion y la verdad es que no conozco a nadie aqui dentro, estoy un poco perdido la verdad. Tampoco tengo muy claro que hare despues.

Entré poco después de Juliet que ya estaba hablando con el joven al que había conocido cuando lo rescataba de las ciénagas. Sabía que no estaba bien interrumpir, pero me acerqué a ellos feliz y miré a ambos saludado con un gesto de cabeza, y sabiendo de lo que seguramente estaban hablando inconscientemente coloqué una de mis manos sobre la bolsa que protegía mi pequeño huevo dorado que en poco tiempo sería un dragoncillo.

Olfateé ligeramente el aire como siempre para ver a quienes conocía y a quienes no –Me huele un dragón de más- murmuré alegre y divertida, contaba los dos olores de Shulizek, Villen. Nery no se le olía, y otro dragón estaba por allí al que encontré rápidamente con mi olfato, pero como estaba hablando con una chica tan solo lo miré durante un instante antes de volver a mirar a las dos personas que conocía –Es un alivio ver que estas bien después de cómo te encontramos en las ciénagas- le comenté a Reiv para luego acordarme de que no me había presentado –Me llamo Nidt- dije sin decir mi nombre completo, no solo llamaba demasiado la atención sino que a la mayoría se les quedaba cara de creer que era una broma.

121PS
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Se me dibujó una sonrisa de absoluta diversión mientras escuchaba hablar a Charlotte (yo me quedaria con Charlie) sobre todo lo que habia hecho con su vida hasta el momento. Era una buscadora de experiencias, ni mas ni menos, y ese tipo de gente me fascinaba. Además el dinero parecía importarle entre cero y nada. Eso despertó aun mas mi curiosidad. Pero de momento pasaría a la fase "escuchar que se dicen Indira y ella".

Miro a Reiv y a Indira, ambos recordandome que yo soy un pupas como el que mas y que de hecho, de no ser por la alada, pues ahora no estaría aqui.
-Seh, no soy el mejor ejemplo para decir eso, verdad? De hecho, tengo la terrible mania de no retirarme de ninguna maldita pelea. Y eso no ayuda nunca a salir ileso... Por suerte a mi alrededor tengo a muchas cabezas pensantes. Y peleantes.

Me llevé una mano a la barbilla y me quedé pensando en la palabra "peleantes". Indira se fue con Char tras la barra, y supuse que en ese momento la cerveza empezaria a correr.
-Eres el amo y señor de los resumenes, Reiv. Pero si, eso ha sido en resumen. - chasquee los dedos señalándolo. Me hubiera gustado un relato mas largo! A él no lo habia visto pelear.

Me acerqué nuevamente a Imram y  a los demás. -Tengo que ir a ver a tu crío, y no te preocupes, te dejaré irte con tan solo una pinta en el cuerpo. Cuéntame lo del Blood Keeper ahora.

Imram ya estaba socializando con el mercenario, y yo sonreí de medio lado bastante satisfecho. Al parecer se llamaba Ellyos. Miré a Sharon de reojo, me parecía una chica curiosa, tímida y extremadamente introvertida. Con un peculiar y serio sentido del humor. Me preguntaba qué clase de historia habia tras aquella cara seria. Por otro lado, Indira ya estaba encargandose de jarrearnos a todos.

"espera, he oido dragon de viento?"

Giré mi cabeza automáticamente hacia Ellyos. Asi que era eso!
-¿Un dragón de viento? Como...como un dragon que controla el viento?- me tomé las confianzas de pasarle una mano por los hombros y soltarle una buena palmada en estos. -Y no sabes que hacer a continuacion. ¡Un tipo como tu podria hacer lo que le diera la gana! ¿Quizá ese es el problema? Demasiadas opciones? Va...cuentanos de donde vienes, o en cuantos sitios interesantes has estado. Nosotros te contaremos de nuestra batallita de Bastion Hollow, la de esta noche. Y tu a cambio nos cuentas algo. Dije que invitaba a una ronda pero las cervezas me las pagais en historias! -luego hice igual que Imram, extendí una mano hacia él para presentarnos oficialmente

Si, estaba hablando por los malditos codos y aun no habia pegado ni un solo trago. Y Nidt no se hizo esperar demasiado, ingresando tambien al bar. Su olfato si que era infalible...Ella sola se presentó.
-¡Nidt! Me alegro de verte .Aun llegas a tiempo a la primera ronda de cervezas e historias.

Estrecho firmemente la mano de Ellyos durante el saludo, soltándole una vez realizadas las presentaciones. Lo que cuenta me recuerda un poco a mí, al menos en parte. No conocer a nadie, no saber qué hacer a continuación...así estuve yo una buena temporada hasta que me uní a los locos de la Brigada. Él no ha pedido ayuda ni consejo, al igual que no la pedí yo en su momento, pero me siento inclinado a hacer un poco lo que hicieron conmigo.

"Eh, ¿te llevamos a alguna parte?"

Aquellas palabras vuelven a resonar en mi mente, las mismas que fueron pronunciadas aquel día en que conocí a la Brigada. A veces no viene mal que te guíen cuando vas sin rumbo. - Pues ahora es una buena oportunidad para conocer a un buen puñado de gente, aunque creo que acabarás antes con las presentaciones si te subes a la barra y gritas tu nombre. Lo peor que puede pasar es que te tilden de loco. Respecto a lo de qué hacer a partir de ahora...puedes preguntar por aquí si alguien necesita algún tipo de colaboración. Ha habido una gran batalla hace muy poco, todo el mundo está todavía recuperándose y tratando de volver a la normalidad. No sabemos cuánto durará. Le hemos asestado un buen golpe al ejército de la Alianza, pero el enemigo puede volverse más peligroso cuando se ve acorralado. Trataremos de estar preparados para ese momento, pero sin olvidarnos de vivir, que nos lo merecemos. Por cierto, si quieres puedes preguntarle a Lykaios. -   señalo al peliazul escandaloso que no para de hablar. - para unirte de manera eventual a algún plan que tenga ahora. Sin compromiso de permanencia. - sé que los mercenarios valoran mucho su libertad individual y que a muchos no les gusta estar en grupos grandes, pero puede venirle bien asociarse en algún momento, aunque sólo sea para enterarse de cómo van las cosas aquí.

Por fin empieza a correr el alcohol gracias a la orden de Indira, consiguiendo así la esperada pinta. Lykaios promete que me dejará irme sólo con eso, y también ir a ver al crío. Empiezo a beber a buen ritmo, hacia mucho que no me tomaba una. El asunto del Blood Keeper me pone más serio, creo que es más relevante que mi historia en la batalla. Mi intervención fue tardía y escasa, además se me escapó mi rival. Luego sólo eliminé a un soldado solitario. - Se trata de Rybar Dvorak. - Lykaios sabe de sobra quién es. El hermano de la que es ahora mi esposa. El mismo que me dejó ciego y al que yo dejé tullido. El mismo que durante años nos ha estado jodiendo sólo porque no quería que su hermana estuviese con un humano sin magia alguna.

- Apareció en Bastion Hollow, muy herido. Yo creía que estaba muerto, fue una sensación extraña. Al final lo acabé llevando a nuestra casa por lástima, o no sé por qué, había varios motivos para dejarlo ahí para que muriese y varios para salvarlo. El caso es que sigue allí ahora mismo, tuve que irme a la batalla. No hará nada porque está sin las prótesis del brazo, pero no me fío del todo. Tengo que volver. Lo único que me ha contado es que lo dejaron escapar de los campos de concentración para utilizarlo contra los renegados, pero el plan no funcionó. Lo usaron. - en parte ha recibido un buen castigo por todos sus errores, puede que incluso haya pagado de sobra. Bebo otro buen trago de cerveza, casi hasta la mitad. El caso es que no me sube nada, como buen europeo del este. - Igual es útil para saber cosas de los campos, quién sabe. Lo custodiaremos. - me acabo la pinta mientras Lykaios habla y socializa a diestro y siniestro, dejando la bebida de un golpe en la barra. La he disfrutado bastante, pero no me quedo tranquilo aquí. - ¿Puedes desaparecerme a la cabaña del bosque? Desde Londres hasta Bastion se tarda un cojón

Empece a sentirme un poco mas comodo, de hecho a pesar de ser recien conocidos me sentia en un ambiente familiar y acogedor. Choque la mano de Lykaios. Estaba interesado en mi, en conocer mi historia, quiza si la compartia con esta gente tan simpatica podrian ayudarme y orientarme, ademas, a cambio de mi historia ellos me contarian la suya, y la verdad es que me llamaba mucho la atencion. Imram por su parte me ofrecio unirme a su causa si no sabia que hacer y que podria preguntar a los demas cualquier cosa y conocerlos. Por un momento ya no me senti tan solo y que quiza por eso los vientos me habian llevado hasta ese lugar.

- Encantado Lykaios - sonrei mientras le estrechaba la mano - Esta bien, te contare mi historia. Naci en un pequeño poblado que desde hace mucho tiempo vivia con una maxima y era siempre estar en comunion, paz y equilibrio con la naturaleza, obviamente las cosas hoy en dia han cambiado mucho desde que mis padres se aposentaron en aquel lugar, pero siguen tratando de cumplir su promesa para con la naturaleza. Es un pueblecito basicamente agrario cerca del pie de una montaña. Mis padres cuando se asentaron en ese poblado, lo hicieron como sus dragones guardianes. Mi padre con su poder sobre el viento mantenia a raya a los invasores y expulsaba a los maleantes.

Mucha gente del poblado te podria contar alguna que otra historia sobre mi padre, aunque algunas un poco exageradas, ya sabes como son a veces los cuentos y leyendas - dije riendo - una vez llego a levantar todo un muro de viento alrededor del poblado, el poblado quedo como en el ojo de un huracan a salvo, ni flechas, ni balas de cañon ni nadie era capaz de atravesar los potentes vientos que rodeaban la aldea, salian volando y luego salio mi padre en su forma de dragon y los expulso de aquellas tierras. La gente estaba muy agradecida y siempre le agasajaban.

Mi madre era mas pacifica y era la curandera del lugar, tambien usando su poder sobre los vientos invocaba suaves brisas curativas y se encargaba de los heridos y los enfermos del lugar. Tambien era la que se encargaba de la fiesta de la cosecha, siempre que se recolectaba la cosecha se hacia una fiesta en honor de los elementos por su proteccion y su guia agradeciendo los frutos recogidos, cada año la fiesta era mas espectacular. Musica, canciones, bailes y en la ultima que estuve yo bonitos fuegos artificiales - dije entusiasmado - me encantan los fuegos artificiales!

Cuando yo naci mis padres me enseñaron primeramente a tomar la apariencia de un humano para convivir mas facilmente con los lugareños y despues mi padre me enseño el manejo de la espada y del poder del viento. Mi madre me enseño a curar y sanar a la gente y cultura, todo lo que se, se lo debo a ella.

Cuando estallo esta guerra, tratamos de pasar desapercibidos para no poner en peligro a la gente y al pueblo, y los lugareños tampoco estaban dispuestos a vender a aquellos que durante cientos de años habian protegido y guiado a su gente. Pero eso no duro mucho. De alguna manera se enteraron y vinieron a por nosotros. Decidimos escondernos para que no nos vieran por alli y ponerlos a todos en peligro por esconder a seres magicos. Pero mi madre temia por ellos y no quiso dejarlos solos y regreso. Mi padre me escondio y regreso a por mi madre. Los estuve esperando durante dias pero no volvian, intente acercarme al poblado pero fue imposible, lo poco que pude ver de lejos estaba en ruinas y no habia signos de mis padres, solo unos extraños humanos paseandose por ahi, asi que escape, evite las ciduades y fui por pueblos y para pagar su hospitalidad me encargaba de los heridos y enfermos y al final acabe aqui, en esta taberna con vosotros.

Bebi un poco de la cerveza, pues de tanto hablar para explicar mi historia sentia sed y la boca seca. Me quede un rato meditando y pensando, al final del todo la idea de estar con ellos ya no me empezaba a parecer tan descabellada. Me gire un poco y me quede mirando a Lykaios, creo que por mi mirada se podria entender que iba a rogarle algo un poco dificil para mi, ya que hasta ahora nunca habia pedido nada a nadie, ni confiado en la primera persona que veia.

- Lykaios, puedo ayudaros, pelear quiza no se me dea muy bien pero puedo encargarme de los heridos y enfermos o si sabeis de algun lugar que necesite de ayuda, puedo intentar ayudar, no tengo hogar ni ningun sitio al que ir, tampoco se nada sobre mis padres, asi que lo unico que puedo hacer por ahora es seguir hacia adelante y ayudar. Quiero ayudar.

Se encontraba esperando a que Reiv hiciera sus formalidades con otra gente cuando decidió que estar parada en vano era quitarse tiempo valioso de deleite. Cogió otro chocolate de la mesita y, tras abrirlo con el cuidado de quien abre una flor, se colocó en la boca un pequeño trozo, dejando que este se derritiera como mantequilla dentro de su boca.

Claro, ahora te haz olvidado de mi whisky, que conveniente.- Sonrió tras volver a golpearle las costillas con el brazo. Aquello de estar con gente y sin el peligro inminente de la muerte colgando sobre sus cabezas resultaba de lo más relajante. Saber que al menos todos los que conocía estaban bien le hacía sentir muy relajada... sin contar al moreno y al otro Black, a quienes no veía en ningún lado y no estaba asegurado su bienestar.- Yo estoy bien, solo tendría que lavar... oh, espero no haberte manchado.- Con toda la bienvenida efusiva, no recordó que su camiseta estaba manchada hasta los hilos de sangre que aún no había secado. En su mayor parte, la sangre era propia y de gente a la que no había herido pero que le habían ayudado. Ahora que la veía bajo la luz no tan brillante que destilaba dentro del bar, no parecía ser tan aterradora. Tras asegurarse de que no lo había manchado, pasando las manos por la camisa del contrario, prosiguió.-Seguro que él está tan sorprendido como yo de verte en la batalla. Fue un lindo gesto que te presentaras...- O quizás más, pues después de todo antes no parecían llevarse tan bien como podría ser.

Y tras las formalidades, los temas dragoniles surgieron sin demora alguna.- Oh, que bien que Svart esté bien. Sabes, estuvimos hablando con Villen, el dragón dorado grande, quieren tener un lugar para los dragones jóvenes y él tiene un dragón negro... quizás cuando esté Svart pueda pasarse...- Sonrió suavemente. Aunque los dragones negros eran bastante territoriales, no le cabía ninguna duda a que si crecían juntos podrían ser grandes amigos, o al menos dejar un poco de lado el instinto agresivo. Tras negarse a aceptar el trozo que Reiv le tendía y dejarle la tableta entera, le agradó aquella reacción de sorpresa con que le inquiría.- Hay una cueva al sur de la ciudad, donde dejé mi mochila. Parecían piedras, seguro su madre tenía tiempo sin pasarse, pero seguro que aún pueden nacer con el debido cuidado. Están ahí.- Y señaló con la cabeza el sillón donde se encontraban debajo de la chaqueta que él mismo le había prestado a la joven.

Al escuchar la puerta abrirse, se emocionó de ver a Nidt entrando por ella. La reconoció al instante por su aroma. Tenía que ser ella la otra dragona plateada, pues no había más. Cuando saludó tan ceremoniosa solo quiso lanzarse sobre ella y darle un fuerte abrazo, aunque dejó de lado la idea por el momento. Se centró rápidamente en las palabras de la chica, buscando al otro dragón hasta que percibió el aroma que había dejado pasar por la emoción de ver bien a la gente que conocía. Tras un instante, y siguiendo las pistas que Nidt había soltado, le encontró y sonrió rápidamente.- Es increíble como todo se junta en un solo espacio...- Susurró fascinada de que hubiera tantos dragones aún cuando no se había encontrado con ninguno en mucho tiempo. Lo de las ciénegas la sacó un poco de su ensoñación, haciéndole dar un ligero respingo.- Oh, si, Reiv, ella es Nidt. Nidt, él es Reiv.- Y aunque parecía un poco redundante tras la propia presentación y aclaración de la recién llegada, aclaró.- Ella nos sacó de las ciénagas.

Tras lo que parecía una rencilla tras la barra, el alcohol finalmente comenzaba a fluir. Y con el alcohol fluyendo, la lengua también fluía a raudales, sobre todo de gente a la que no conocía pero de la que ahora sabía toda su historia.- Parece que la cerveza está haciendo efecto. Comienzo a dudar de la histórica resistencia al alcohol de ciertos dragones... Incluso la mía.- Sonrió, colocándose otro trozo de chocolate sobre la lengua. En lo que a ella respectaba, si había algo embriagante en aquel lugar era el sabor de aquel oscuro placer que descansaba derritiéndose en su boca.

Suelto un auch cuando Juliet me vuelve a soltar otro codazo en las costillas, llevándome ahí la mano con cara de mosqueo. - Eh, que hace poco que me han remendado.- protesto por el gratuito ataque, aunque en plan gruñón de "buenas". La verdad, no me acuerdo de lo del whisky. Puede que fuese la noche que nos conocimos, pero no recuerdo mucho de aquello. Le quito importancia a lo de haberme manchado con el abrazo, antes de ducharme y cambiarme yo estaba igual que ella, no voy a quejarme por esa tontería. - Si quieres puedes subir a la habitación en la que yo estaba, hay una ducha. Lo que no sé es si podrás apañarte con la ropa que me queda en el armario. Te quedará grande. En esta forma. - aclaro aunque no haga mucha falta, indicando el tamaño pequeño que tiene ahora mismo. Me da lago así como vergüenza cuando señala que acudir a la batalla fue un gesto bonito, me cuesta sentirme bien con las acciones supuestamente buenas. No suelo hacer muchas, en contadas ocasiones, así que si me paso siento como que no encajan conmigo.

- No estoy seguro de que él me viese. Ya hablaré con él, si es que deja de estar ocupado. - me como el chocolate que me dejó antes, aunque ahora mismo estoy más interesado ahora por escuchar lo que tiene que decirme que por comer. Al parecer ella no es una ladrona de huevos como yo, sólo quiere encargarse de huevos abandonados. Asiento con aprobación, mencionando que luego quiero ir a verlos. Lo de la isla me deja más extrañado todavía, suena a algo así como una reserva para dragones.

- Parece un sitio seguro. Y Svart necesita relacionarse con los de su especie, para que crezca sin la parte negativa de los dragones negros. Lo único...tampoco quiero que pase demasiado tiempo lejos y que me olvide.- puede sonar egoísta, pero le he cogido aprecio al pequeño dragón, ya hemos pasado bastantes cosas juntos y lo he cuidado todo este tiempo. Cada vez será más libre, y de él dependerá si quiere volver a verme o no. Hasta nosotros se acerca una muchacha que al principio no me suena de nada, hasta que menciona lo de la ciénaga y se presenta. - ¿Fuiste tú? Joder...nos salvaste de morir allí mismo, no podías haber llegado más a tiempo. Tú y el otro dragón. Muchas gracias por aquello. Estamos en deuda con vosotros. - otra deuda más que contraigo con gente que me ha ayudado, cuando lo más sencillo es pasar de todo. Ayudar es lo que cuesta. Echo un vistazo por allí, viendo a una solitaria Sharon algo apartada del resto. Es lo que suelo hacer yo normalmente, pero no en este momento. Le hago un gesto con la mano para que se acerque, así de paso puedo hablar con ella.

La observación de Indira aprobando el comentario de Lykaios no tiene lugar a réplica, es cierto que siempre suelo llegar hecho trizas. No puedo objetar nada, aunque abro la boca un momento para protestar, sin llegar a encontrar un argumento coherente. Me callo entrecerrando un poco los ojos, admitiendo mi derrota en esto de decir verdades. A Lykaios no parece entusiasmarle mucho mi resumen, seguro que este tipo es de los que les gustan las historias en las que te describen hasta cómo realizan la fotosíntesis las plantas que aparecen en escena. Podría adornar más mi historia, y contar los motivos que me llevaron a luchar, pero soy reservado como para compartir esas cosas en público.

La historia que comienza a contar Ellyos capta mi atención en cuanto menciona la palabra dragón, comenzando a pensar que nunca he visto tantos juntos en un mismo lugar. Parece la época del despertar de los dragones. Iluso de mí cuando pensaba que no se transformaban en humanos ni hablaban. Escucho con bastante atención, para tratarse de mí es un avance. No suelo escuchar historias que no me interesen. Con tantos dragones cerca no será tan difícil sacar adelante a Svart, mi dragón negro. Puede que con ellos crezca siendo un dragón que no se parezca en nada a Smaug, uno de los dragones con más mala leche que he conocido. La barra "libre" de Indira comienza, la mayoría una pinta de cerveza, como es mi caso. Le ofrezco a Juliet por si quiere probarla, que seguro que un dragón aguanta mucho más alcohol que un simple mago. - ¡ Indira, pide que te dejen propina!- le recomiendo alzando la voz desde mi posición, señalando al bote de propinas que tiene telarañas.





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PS:144

No tardé mucho en darme cuenta que la que me pedía explicaciones era la dueña del local, y me tomé como reto personal aquello de que no podría encontrarme a mí misma detrás de la barra.

-Oh, si pidiera permiso para cada trabajo en el que he estado solo habría sido pescadora, agricultora y cuidadora de peces. Normalmente ceden cuando digo que no quiero dinero.

Sonreí a la chica, pues seguramente aquello de inmiscuirme en tantos lugares me traería otra reprimenda. No tardó mucho entre que la dueña me regañaba a cuando me comenzó a mostrar las jarras y cómo sacar la cerveza. El método era menos divertido que cuando jugaba con los líquidos en el aire aunque seguro que aún tenía oportunidad de ponerme creativa mientras servía. Y lo más interesante era que, aún mientras "trabajaba" podía enterarme de tantas cosas, como que el chico era dragón y cosas de blood keepers, y seguro que también podría enterarme más de la gente que no hablaba mucho.

Con cuidado, llené la primera jarra justo como Indira había dicho y sonreí gustosa cuando salió como quería.- Bueno, parece que esta ha salido bien. Aunque a mi me gusta más la espuma que la cerveza en sí... quisiera beberme solo la espuma.- Y solté un suspiro que me salió del fondo del alma.

La primera jarra que logré llenar exitosamente se la puse enfrente a Lykaios. Porque me había caído bien con eso de que manejaba el agua también, o que tenía alguna especie de magia que era compatible. Y solo por diversión, le guiñé un ojo y un pececillo de cerveza comenzó a saltar de la jarra, como si de verdad hubiera un pequeño pez dorado que trataba de salir del lugar.

No tardé mucho en empezar a rellenar otra. Había bastante gente y mucha de ella tenía tiempo esperando con eso de que al inicio tuve que averiguar donde estaban las cosas, la llegada de la dueña y ahora que comenzaba mi entrenamiento. Esta se la puse enfrente a la bonita chica de cabello negro y ojos hermosamente azules. Como ella no estaba hablando, supuse que una jarra le vendría bien. Con un ligero movimiento de mi dedo, pequeñas olas surcaron la superficie de la cerveza, haciendo parecer que se trataba del mar enjaulado y no solo de una bebida amarga. Contenta con lo que había logrado hasta ahora, continué con el trabajo, pues aún quedaban tantos más sin servir y otros tantos que ya se acercaban a tomar.

No pasó mucho antes de que la cerveza hiciera efecto, pues en un solo tirón, el chico al que había conocido primero contó toda su historia con santos y señas. Me agradaba mucho la gente que podía hablar sin tapujos y la que disfrutaba de la vida tanto como yo.-Esa fue una laaaarga historia... Aunque la haces sonar más corta de lo que creo que fue.- Y con una sonrisa en los labios procedí a servir nuevamente otra jarra.

Le hice unos bruscos gestos a Nidt para que se acercase a nosotros. Queria tener la compañia de la dragona peliblanca tambien.

Y atendí a la conversacion de Imram y Ellyos, apoyando comodamente uno de mis codos en la barra.
-Ah, si. Si estas muy perdido en la ciudad, puedes echarnos una mano, mercenario. Sin compromiso de permanencia, como dice Imram. Solo por las risas.

Giré la cabeza hacia el ciego cuando mencionó el nombre de Rybar, aunque mi semblante alegre no se oscureció ni un apice, mi mirada se volvio mas seria. Escuché con algo de sorpresa lo que habia hecho, recogerlo, salvarlo y llevarselo a su casa con katrina y su hijo. Habia conseguido pasar esa pagina de ese capitulo de su vida...o estaba en ello?
-¿Lastima? Si, un sabio mago diria que fue la lastima lo que te llevó a ayudarlo. Quien sabe, puede que de ahi acabe saliendo algo mejor de lo que ha salido hasta ahora.

"curioso. Quiza por eso lo blood keeper han estado tan parados"

-Bien, me parece buena idea. Aunque igual no se deja custodiar. -solté una carcajada pero asentí. -Te llevaré a tu cabaña. Además yo se donde está, puedo aparecer alli rapidamente.

"y echar un vistazo..."

Pero en esos momentos, Ellyos acaparó mi atencion. Habia accedido a contarnos su historia, asi que le escuche muy mucho. Asentía de vez en cuando o hacia algun gesto de sorpresa o diversion, o de estar de acuerdo, como cuando dijo cual era la maxima ley en aquel poblado suyo en el cual nacio.

-Si, los cuentos siempre se exageran un poco, pero, que es de una buena historia sin alguna que otra exageracion?? -volví a reir suavemente, escuchando sobre la aldea y sus padres. -Aquel suena como un buen lugar.

Volví a quedar en silencio mientras escuchaba el resto, muy serio ahora. Desgraciadamente, no acababa bien...con la aldea destruida y sus padres...¿desaparecidos? Fruncí mi ceño mientras lo miraba a él, pasé de una breve incertidumbre a una aplastante decision. No, su historia no habia acabado. Solo se habia acercado al nudo, lo habia rozado. Aun le quedaba mucho por escribir. Le devolvi la mirada sin decir nada de momento, mientras hacia aquella peticion.

- En nuestra mayoria, tampoco tenemos hogar o sitio al cual volver. - asi eramos la brigada en gran parte. Volví a sonreir ampliamente, pero sin haber dejado de fruncir el ceño. Pese al cansancio del cuerpo mis ojos no lo evidenciaban, brillaban aun con mas ganas. -¿Quieres seguir hacia delante? Bien, pues adelante entonces, ahi está la libertad.

En ese momento me pusieron delante una maravillosa jarra de cerveza, obra de Charlotte. Me giré un poco hacia ella, apoyado como estaba con un codo en la barra, para ver como me guiñaba un ojo. Me hizo tanta gracia que le sonreí , antes de fijarme en el pez de bebida de cebada que se divertia en dar vida en la jarra que me habia puesto. La agarré por el asa y brindé hacia ella, antes de pegar un buen trago y volver a mirar a Ellyos.

- ¿Tu tambien controlas el viento? Porque....creo que vamos a necesitar a unos cuantos controladores de viento para un asunto en la Base Subterranea de los Renegados. Te pondré en contacto con Johan para ello. Hay que sacar un gas tóxico de alli abajo, y solo podeis vosotros. La Brigada y yo estamos pensando en establecernos en un sitio, crear una guarida con una taberna como tapadera. Puedes venir con nosotros, ayudarnos a montarla, y utilizarla como tu casa cuando lo necesites. Y sanadores...de eso siempre hace falta. Piensatelo y me respondes cuando vuelva.

Otro trago a mi jarra, refrescante y deliciosa despues de aquella batalla. -Gracias por tu historia, Ellyos. ¡QUE SE PREPARE EL SIGUIENTE! Yo me voy a llevar a Imram...cuando vuelva mas os vale estar todos borrachos y cantando. Y si no es asi me encargaré de ello.

Me acerqué a mi amigo, dejé mi jarra a medias en la barra como evidencia de que volveria a por ella antes de que se calentase, y puse una mano sobre su hombro para desaparecerme de alli con Imram rumbo a su casa

Tras salir de las cuevas, no sin antes avisar a Edhel que nos marchábamos, seguimos a Juliet en un vuelo tranquilo y con buenas vistas. Despues de recoger los huevos de Juliet del bosque nos dirigimos a Londres. Hacía mucho que no iba a la ciudad, sin duda parecía distinta. Finalmente y tras volar un poco bajamos de altura y Juliet se transformó en humana en una calle. Nidt la siguió y aunque no queria transformarme tan pronto no cabía en la calle sin causar algun destrozo asi que me ví forzado en transformarme también. Entramos en el local mientras Juliet nos hacía una pequeña presentación del lugar y nos ofrecía chocolate. Después se dirigió a un rincón donde se sentó. Yo me dirigí directamente a la barra y encargué una cerveza de trigo que me bebí de un trago.- Aaahh... como me hacía falta esto.- dije dejando la jarra vacía y encargando otra. Eché un vistazo alrededor. Olí un dragón más pero estaba hablando con otras personas y no quise molestar. La fiesta había empezado y la gente parecía que llevaba allí ya un rato. Todo el mundo se conocía y conversaban en voz alta para hacerse notar entre las demás voces. Me sentí un poco apartado por un momento con eso de que solo conociera a Edhel y no estuviera allí, así que me bebí la siguiente cerveza de otro trago y encargué otra más para animarme a conocer a ese pelotón de extraños.

Vi a Juliet a un lado hablando amistosamente  con un  alto y moreno, aunque algo delgaducho y Nidt. Me acerqué a ellos mientras escuchaba que Juliet me mencionaba y el plan de la isla. - ¡Buenas desconocido! Me llamo Villentretenmerth, aunque los humanos me llaman Borch. - dije estrechándole la mano.- Bueno jovencita, espero que estés bien y recuperada de la batalla, y si no la cerveza lo cura todo.- dije dirigiéndome a Juliet mientras bebía un trago de la cerveza que llevaba en la otra mano.- Y no estaría mal una de las chocolatinas esas que tienes.-me giré a Nidt un momento.- Me alegra verte bien también Nidt. ¿Puedo preguntarte de dónde sacaste esos huevos? Cada vez me cuesta más encontrar huevos abandonados...


- Perdonad por meter el oído en conversaciones ajenas, pero resulta que lo escucho todo demasiado bien.- dije de nuevo dirigiendome a Reiv.- ¿He oído algo de un dragón negro llamado Svart? Actualmente tengo un huevo de dragón negro que tengo que debo criar, no estaría mal que tuviera a un compañero de su raza.- le seguí a ratos mientras bebía en las interrupciones.- Y no me gusta entrometerme en tus  asuntos pero si te puedo asegurar que los dragones no olvidamos facilmente, no debes preocuparte por ello. Tengo más de 2000 años y no he olvidado a los legionarios romanos que me criaron y cuidaron... y nunca lo haré..- dije con un tono de melancolía, mirando al techo, tras lo que me terminé lo que quedaba de cerveza.

El jefe no tardó en verme y en decirme que todavía llegaba para la primera ronda de cervezas y de historias, yo le sonreí feliz de verlo bien sabiendo que después de hablar un rato me tocaría contar alguna historia y eso siempre me divertía pues tenía un pontón interesantes. Juliet hizo que volviera a la conversación presentándome a Reiv y explicándole que fui yo quien le llevó en mis garras. Reiv me agradeció y me comentó que ahora estaba en deuda conmigo, no pude evitar sonreír algo malévola – Pues me voy a tomar esa deuda ahora mismo- le comenté divertida, era la primara vez que venía a este bar, por lo que su ayuda me serviría para no quedar tan mal –Si rompo algo di que has sido tú ¿Trato? - le guiñé un ojo en forma de compinche, ahora podría tocar las cosas y no preocuparme porque se rompieran y la dueña me mirara con mala cara.

Escuché atenta la primera historia que la contó el dragón al que no me había presentado, Lykaios que me había avisado antes de que empezara a hablar con gestos exagerados. Así que tras despedirme silenciosamente de Shulizek, Reiv y Villen que acababa de entrar y empezar a presentarse a Reiv, me acerqué a dónde estaba mi jefe justo al acabar la historia, al parecer se habían llevado bien. No estaba nada segura de por qué me había llamado si luego se iba a desaparecer delante de mis ojos, supuse que era para no dejar solo al dragón nuevo, me volví a presentar –Soy Níðhöggr, un placer conocerte - pensé en extender mi mano, pero al final lo dejé pasar. No me apetecía arriesgarme a hacerle daño y caerle mal desde el principio. Segundos después señalé por al grupo del que me acababa de ir -¿Por qué no te vienes con nosotros? Seguro que te caemos bien después de unos tragos- bromeé suponiendo que ya me habría olfateado y descubierto mi raza.

Estaba decidida a disfrutar de la velada, reír sin rencores y vivir aquel día sin necesidades. No arrepentirse, no titubear y tratar de sentirse libre en aquel lugar rodeado de personas que acababan de sobrevivir a una batalla larga y cansina. Sin embargo, aquel alarido de dolor que soltó su no-tan-viejo amigo Reiv le hizo preocuarse un instante por su seguridad.- ¿Estás seguro que ya estás entero? Puedo terminar de checarte si lo deseas.- Murmuró mientras posaba una mano encima de la herida que se estaba cubriendo con ambas palmas. Quizás solo hacía falta un poco de descanso, o sería un hueso mal curado lo que le molestaba.

El contrario no tardó mucho en ser aquel joven amable que recordaba de cuando no estaba gruñón. Un poco sonrojada por la oferta, se llevó la mano a acomodar aquel mechón impertinente de cabello que se salía siempre de su lugar. La oferta le atraía, podía sentir el caer del agua helada golpeando contra su piel en un instante de paz y armonía, pero había una deuda personal por tanta ayuda que no estaba del todo segura de poder cargar.- Oh... no quiero dejarte sin ropa. E-Es decir... ya me prestaste una camisa antes y la dejé en la base. Iré por ella en cuanto se pueda.- Murmuró, y no estaba muy segura de que tan buen oído tenía el contrario para el doble sentido, si que se sentía apenada por haberse echado ella misma de cabeza. De cualquier modo, aunque sabía que no debía dar muy buen rollo si llevaba toda la blusa manchada de sangre, terminaría por encontrar algún lugar en el que quitarse aquellos harapos sin abusar de hospitalidades ajenas.

-Ocupado o no, son familia. Seguro que te hará un espacio si se lo pides... Aunque no tengo ninguna base para hacer ese comentario.- Sonrió suavemente mientras pensaba en que, realmente, no podía meterse entre ellos de aquella manera, orquestándoles para que se llevaran mejor. No les conocía de nada, solo sabía que ambos tenían buenas intenciones para con el otro y que merecían la oportunidad de estar juntos y cuidarse realmente como familia.

Fue más o menos en ese momento en que Villen se acercó al pequeño grupo para hablarles sobre sus planes en la isla y que Nidt se despidió para ir a inquirir al dragón de la barra.-Él es el dragón dorado. El que me sacó a mi de la ciénaga.- Aunque no sabía si hacía falta presentación, mejor hacerla. De repente se sintió un poco hipócrita, porque no le gustaba que fueran dando su nombre por ahí pero ella podía ir dando santos y señas. La joven pelirroja asintió cuando el gran dragón trataba de asegurarse de que estaba bien, y le dedicó una sonrisa para confirmar que todo estaba en orden, aunque una cerveza seguramente serviría para descansar un poco antes de terminar de curarse los rasguños que le hacían falta. -Solo me quedan rasguños que me curaré después.- Le acercó a Villen la barra que traía en las manos y se la dejó con naturalidad. Traía más de lo que podía comer. Era el abastecimiento mientras encontraba otro proveedor.

-No estamos quitándotelo. Velo como una cita de juegos. Antes los dragones peleaban entre ellos y como ya no hay tantos hace falta que estén unidos... Entre nosotros y con el resto de los seres. No te va a olvidar.- Sonrió dulcemente tras aquello, tratando de infundir valentía. Sin duda era bueno que estuviera con más dragones, pero antes de eso tenía que estar con él, con el que podía considerarse como su padre. Y viendo que ahora Reiv tenía alguien que le explicara mejor todo lo de los dragones, decidió que era momento de escuchar y callarse, como hacía cada vez que alguien más experimentado tomaba la palabra. Al menos él podría asegurarle aquello de que Svart jamás le olvidaría mientras le tratase bien. Tomó la cerveza que Reiv le extendía. No era fan aún del sabor más decidió probarla con algunos sorbos. Fue hasta que la tuvo en la garganta, fresca y burbujeante, que se dio cuenta de la sed que tenía. No había bebido ni comido nada desde que la batalla se desató con aquel gas dentro de la base. Dejó la jarra de cerveza a la mitad, soltando un gran suspiro cuando separó el líquido de sus labios para regresárselo a Reiv, sabiendo que le tendría que pagar una cerveza si ya se había tomado la mitad de la de él.- Wow, esto es muy... amargo... y refrescante. Creí que sería más caliente.- Admitió, pasándole la cerveza al moreno con una sonrisa culpable en los labios.

Pongo el oído en modo cotillear conversaciones ajenas en el momento en el que Lykaios se pone a hablar con Ellyos, especialmente en la parte que menciona a mi hermano. La cosa no tiene demasiado misterio, sólo le está hablando de lo útil que sería la habilidad de control de aire para poder sacar el gas tóxico ese que dicen que hay en la base. Lykaios no calla en mucho rato, con él hay poco secretismo o misterio porque le gusta contarlo todo y en voz muy alta. Enseguida se marcha de allí para llevar a su amigo el ciego a otro lado. Pensar que hace algunos años no hubiésemos podido compartir espacio sin enfrentarnos resulta curioso. Las cosas han cambiado mucho. Bebo un trago de cerveza distraidamente, volviendo a prestar atención a la pelirroja cuando me pregunta si estoy entero del todo. Asiento con convencimiento a su pregunta, como mucho me haría falta un poco de descanso y ya. - Es sólo porque está reciente, pero ya estoy curado. Recuerda cómo estábamos antes...lo raro es que estemos de pie ahora mismo después del poco tiempo que ha pasado. - si fuésemos simples humanos ahora mismo estaríamos hospitalizados, ellos no tienen maneras tan efectivas de curarse, cosa que me extraña.

No puedo evitar reír un poco al escuchar eso de que no quiere dejarme sin ropa, captando rápidamente el doble sentido que podía haber tenido esa frase y lo rápido que rectifica ella explicando lo que quería decir realmente. - No es tan fácil dejarme sin ropa, no te preocupes por eso. - resuelvo con una ligera media sonrisa, bebiendo un poco más de cerveza mientras ella me habla sobre lo de mi hermano. Tal como suena tiene sentido, en teoría no debería ser difícil, quedar con él y ya está.

Pronto se nos une más gente al grupo, la primera ha sido Nidt, una dragona que calculo debe ser más o menos de la edad de Juliet, aunque no soy muy bueno calculando la edad de los dragones así a simple vista. Me hace gracia lo poco que me dice por algo tan grande como lo que ha hecho, así que supongo que estará de coña, que el favor grande será otro, en otro momento. - Exacto, cóbrate la deuda cuando quieras. Tampoco me costará mucho decir que he sido yo, ya he roto cosas por aquí durante todo el tiempo que llevo pasando. Mientras no te transformes en dragón aquí dentro...- después se une Borch, al que echo la mano para estrechársela mientras me presento también, nombre y apellido incluidos. Juliet me aclara a la vez que fue el otro dragón que ayudó en la ciénaga, así que por el momento no dejo de deber deudas draconianas. - Como le decía antes a tu compañera Nidt...me gustaría poder devolveros el favor en algún momento. Ya diréis vosotros. - callo mientras que habla con Juliet sobre su estado tras la batalla, ellos tres fueron los que más tiempo estuvieron en el cielo luchando contra cazas y centinelas, sobrevivir ha debido ser bastante jodido. Vuelvo a meterme en la conversación cuando me menciona a Svart, haciendo que casi me atragante con la cerveza al escuchar que tiene un huevo de dragón negro.

- ¿Dónde lo encontraste? ¿crees que podrían ser algo así como hermanos al ser de la misma raza? Svart salió del huevo hace cosa de un par de años, pero no se ha relacionado con ningún dragón hasta hace poco. - en Ouroboros tuvo el primer contacto con el dragón de Snagov, y luego con Juliet. No sé si serán hijos del mismo padre, el dragón que arrasó Bastion Hollow durante años y que estuvo al servicio de los magos del Ministerio, por eso necesito saber dónde lo ha encontrado. Hubiese tosido de nuevo al escuchar eso de que tiene 2000 años, pero por suerte no estaba bebiendo cerveza esta vez. ¿Legionarios romanos? ¿este dragón ha visto tanto malo durante tantos años y aún no se ha vuelto malvado y corrupto? - Debes tener cientos de historias que contar, y es tentador hacerte más preguntas de las que puedas responder, de demasiadas cosas.- al menos me tranquiliza saber eso de que no ha olvidado a aquellos que le criaron hace ya tantos años, así que creo que dejaré que Svart vaya con ellos. - Le hará bien ir con vosotros de vez en cuando. Iré pronto a buscarlo para que pueda acompañaros. - me quedo un tanto pensativo con lo que estamos hablando, tanto que para cuando quiero recuperar mi cerveza Juliet se ha bebido más de la mitad. - Ehh! vas a tener que conseguir otra, ahora que le has pillado el gusto. - pido a la camarera que hay tras la barra (charlotte) que nos ponga otra ronda, escuchando también de fondo a Nidt proponer a Ellyos que se una a ellos. Se me hace bastante raro ver a dragones llevándose tan bien entre ellos y en su forma humana, he pasado años viéndolos en su forma más sanguinaria y destructiva.

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PS:144

Aparecí directamente en el interior del Moulin. Mi expresion al llegar alli fue un poema absoluto, pues no esperaba que hubiese ya tantisima gente. De hecho, la cara que se me quedó podria ser definida comparandome con un gato al que le acaban de enseñar la bañera llena de agua en la que tiene que bañarse.

Ademas llevaba sin aparecer por alli desde que...si, desde que aquel señor soldado me pegase un tiro en las tripas que casi me manda para el otro barrio. Miré un poco a los presentes, al menos Indira estaba por ahi, eso siempre era buena señal. Volvi a mirar mi galeon comunicador pero no habia nada.

Realmente no tenia intenciones de socializar, solo de desayunar algo. Tambien estaba Reiv, el medio hermano petardo de Johan con el cual digamos que no me llevaba muy bien (por eso de que lo torturé y tal). Aunque hoy no era dia de pelearse sino de celebrar, o eso parecia. ¿Habia buen ambiente en el bareto o era impresion mia?

-Ehh...si, yo me voy para allá.

Hablé un poco a solas conmigo mismo y me fui hacia la barra donde estaban Indira y Charlotte, aunque a la ultima no la conocia.
-Me puedes ponerr un vodka con café? Pero...asi en una jarra muy grrande.

Hice un gesto con mis manos separandolas cosa de veinte centimetros. Habia que echarle algo caliente al estómago despues de tanto pelear (y dormir). Luego miré un poco en plan paranoico a mis alrededores. No podiamos bajar la guardia, no. Haber ganado una pelea no queria decir nada.

Parece que todos en la Brigada tienen lo mismo en comun, como yo ya no tenian un lugar al que regresar y llamar hogar, tenian que crearse el suyo propio. Me sorprendia la capacidad de beber de Lykaios, apenas habia empezado yo la mia y el ya tenia medio vacia la suya. Entre tragos me comento que podria usar mi poder de viento para ayudarles con un tema muy toxico en la base de unos aliados y despues a crear una base para la Brigada. Eso estaria genial, me dijo que me lo pensase y cuando regresase de acompañar a su amigo le dijera mi respuesta.

Entro mas gente y una muchacha que estaba con un grupo se acerco por las señas que le hizo Lykaios. Se presento como Níðhöggr. Sentia un poco de verguenza, hoy iba a conocer a mucha gente nueva y desconocida para mi.

- E...encantado, mi nombre es Ellyos - dije timidamente.

Despues señalo al grupo con el que estaba y me invito a unirme a ellos en la conversacion y la bebida. Me rasque un poco el cuello, me daba un poco de corte pero tampoco queria quedarme solo, asi que acepte.

- Bueno ... si no es molestia ... estaria encantado de acompañaros.

Me fui con ella a junto de su grupo.

- Hola, soy Ellyos ... encantado de conoceros ... - dije timidamente a modo de presentacion.

Reaparecí alli al lado de la barra, donde minutos atrás habia desaparecido, tras haber dejado a Imram en su casa  y luego haber ido a recoger alguna cosilla. Alli estaba mi jarra, aun a medias de beber, asi que la agarré y de una me la terminé, pidiendome otra rapidamente, que me habia dado sed. Habia mas gente alli, habrian llegado despues de que me fuese.

-Ea, Imram a salvo, con control de alcoholemia superado, en casa, con la moza, con el crio, sin multas, y yo....yo hoy no conduzco ya mas.

Con mi nueva jarra me volvi de nuevo a donde estaban Nidt y Ellyos , y señalé a este ultimo con la cabeza
-Qué, ¿te has pensado ya la respuesta? Dímela antes de que esté demasiado ciego para acordarme mañana

Me rei de una carcajada y adelanté mi jarra para brindar bruscamente con mi jarra con ellos, aunque luego hice una breve mueca de dolor y me llevé la mano libre a las costillas, aunque lo disimulé rapido. Aun tenia por ahi unas cuantas magulladuras, mas cuestion de alguna que otra herida mal cerrada que cualquier cosa mas vistosa o llamativa.
-Tu eres Borch, cierto? - dije refiriendome al dragon barbudo, aquel que nos informó al principio de la batalla que venia de parte de Edhel, mi primo. -Recuerdo que antes dijiste algo de invitarnos a una cerveza....los dragones cumplen sus palabras, verdad?

"y yo para la bebida y las promesas tengo una memoria alucinante para tratarse de un Knox de los de Dublín...."

Miré a Nidt  y le alcé las cejas varias veces. ¿Que trataba de insinuar? Ni yo mismo lo sé. El caso es que no me sentia incomodo entre aquella reunion dragonil, y mira que mi oflato de licántropo y mis instintos siempre me intentaban comer el tarro y ponerme en guardia cuando estaba frente a seres mas fuertes que yo. Los miré entornando mis ojos, pero lo que realmente estaba cuestionandome era....¿cuando estarian lo suficientemente borrachos para iniciar un concurso de bailes?
-Vale, os planteo un reto. Quienes tienen mas aguante bebiendo....magos? -señalo a Reiv - Alados? - señalo a Indira -..dragones...? - los señalo a ellos... -  O LICÁNTROPOS?! - me señalo a mi con una feroz sonrisa. - Yo digo que los licántropos! -y para probarlo me bebí mi segunda jarra de un trago.  -A quien me gane le compro un barco.

Apuesta estúpida, lo sé. Obviamente no iba a comprarlo, en todo caso lo robaría.

Estaba feliz de que Reiv hubiera aceptado decir que él había sido el culpable de cualquier incidente que yo provocara mientras no fuera transformarme. Parecía creer que era una broma, aunque ya le demostraría lo destructiva que podía ser cuando a mi magia le daba por ahí.

Ellyos se presentó más tímido de lo que estaba antes, no pude hacer una pequeña sonrisa de ver la diferencia de trato entre el jefe y yo. Cuando aceptó venir le llevé hasta dónde los demás estaban y tras presentarse le presenté a los demás –Él es Reiv, ella es Shulizek y este es Villentretenmerth- Lo dije con mucha fluidez a pesar de que podía parecer difícil pronunciar aquello e una velocidad normal, agradecí en ese momento los nombres tan extraños que mis hermanos y hermanas tenían acostumbrándome a aprenderlos rápidamente.

No pude evitar soltar una risa al ver al jefe mover las cejas de forma extraña al mirarme, “Ya parece borracho” pensé a punto de decirlo en voz alta. Luego cuando nos propuso el reto sonreí malvadamente –Ya sabes que no me puedes ganar Jefecín, así que tendré un barco nuevo… aunque no creo que lo use mucho, prefiero volar a navegar- le comenté mientras aceptaba el reto con falsa prepotencia, el jefe era bueno bebiendo, y yo no quería un barco, aunque si ganaba no diría que no a un regalo... ya le buscaría alguna utilidad.

Cuando vi la mezcla que hacía Indira miré a Lykaios haciéndole un gesto de que empezara él, era muy bien sabido que yo rompía cosas con facilidad por esto bebería después de él, aunque si se quedaba K.O. con aquel cóctel podría dar por acabado el juego.

Nidt me llevo con el grupo que estaba ella y me los presento a todos ellos. Reiv el chico que hacia un rato bajara algo descontento, Shulizek alguien de quien no me habia percatado su presencia hasta ahora y Villentretenmerth, el hombre que habia entrado hace poco.

- Encantado de conocerlos, yo soy Ellyos - luego mire timidamente a Villen - Villentretenmerth, señor - dije respetuosamente y tratando de que no se me trabase la lengua al pronunciar su nombre - le importaria si le llamo Villen?

Su nombre era para mi algo alrgo y dificil de pronunciar y temia decirlo mal alguna vez, pero tampoco iba a coger la confianza de llamarlo de otra manera sin su permiso, no fuera a ser que le faltase al respeto. Mientras estaba con el grupo regreso de nuevo Lykaios y se acerco a junto nuestra y me pregunto si ya habia tomado una decision.

- Uhhhh bueno ... - estaba un poco dudoso - vale lo puedo intentar, ademas agradeceria la distraccion y ponerme un poco a prueba ... o eso o que acabe expandiendo el gas por mas sitios ... Tambien me encantaria ayudaros con vuestra base.

Por un momento vi como una leve mueca de dolor se le escapaba a Lykaios que intentaba ocultar, por su gesto deduje que aun estaba herido por la zona del costillar, preocupado me acerque a el un poco. "Madre, guia mi mano" dije en mis pensamientos mientras adoptaba una postura en la que parecia que rezaba. Un pequeño viento se arremolinaba a mi alrededor, provocando una suave brisa cerca mia. Separe una de las manos y la puse con la palma mirando hacia arriba y entreabri los ojos, una pequeña esfera de viento se formo en mi mano y la acerque cuidadosamente al costillar de Lykaios, mi cuerpo empezo a emitir un leve brillo verde palido a la vez que la esfera se disolvia formando una calida brisa alrededor del costillar. Un pequeño viento jugueteaba alrededor nuestra moviendo suavemente nuestras ropas y cabellos como indicando que por unos instantes estabamos conectados, me empece a concentrar mas en mi mano y el aire sanador tratando de curar las heridas que tenia y sanar las mal curadas. Cuando el calido viento termino su funcion empezo a hacerse mas debil hasta desaparecer. Pestañee un par de veces ya que me habia concentrado tanto que parecia como si hubiera vuelto en mi.

- Eso ... deberia ser suficiente, creo - dije un poco timidamente esta vez.

Me separe un poco y regrese a junto del grupo.

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Curacion: 20 +10 por habilidad = 30 de curacion realizada

El miembro 'Ellyos Kakumei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :