Recuerdo del primer mensaje :
¡Bienvenido al Moulin Noir!
Desconecta de esta maldita guerra ( o no ) y súbete a nuestro molino. Mítico pub londinense de ambiente variopinto,
aunque su clientela es principalmente de procedencia mágica. El bar cuenta con sala de espectáculos y habitaciones en el piso superior.
Desconecta de esta maldita guerra ( o no ) y súbete a nuestro molino. Mítico pub londinense de ambiente variopinto,
aunque su clientela es principalmente de procedencia mágica. El bar cuenta con sala de espectáculos y habitaciones en el piso superior.
- Imágenes del local:
MOULIN NOIR
ENTRADA
SALA DE ESPECTÁCULOS Y BAR
Claro, y ahora que te has tomado un par de nuestros mejores cócteles no procede conducir en tu escoba hasta casa ¿verdad?
En el Moulin Noir contamos con habitaciones cálidas, limpias, decoradas con gusto y sobre todo con ambiente familiar para que te sientas como en tu hogar.
HABITACIONES
- Especialmente cuando esa situación atosiga tanto que llega a hacer tóxico el ambiente que respiras. Pero bueno, estamos aquí… estoy para despejarme un poco de todo eso y volver con energía renovada -
Continúo el discurso que ya habíamos iniciado y que parecía que podría haber sido un buen tema de conservación, no especialmente alegre, pero porque tampoco es que yo estuviera en mis mejores momentos anímicos. A mitad de la frase corrijo el estamos por estoy percatándome que yo sí estaba en mis momentos de relajación pero que ella estaba en ese momento trabajando.
-En cualquier caso me encantaría poder conversar con el tipo de los chistes, es el segundo aliciente para volver al bar-
Bromeo hasta que llega Rybar y me da un saludo tan efusivo que, hasta tengo que alegrarme de haberme terminado el líquido justo antes, o hubiese terminado vertido por toda la barra y mi ropa. Sigo con la mirada a mi agresor, reconociendo a mi antiguo compañero de andanzas y no puedo evitar hacer una medio sonrisa amistosa, mucho más que su gesto y tono, casi dispares. Era verdad que hacía tiempo que no nos veíamos, pero sabía perfectamente cómo era Rybar.
- He venido hace poco. Decidí venir a Londres a despejarme un poco. Mentalmente lo necesitaba. Creo que había follón en la guarida, ¿ya lo habéis arreglado?-
Mientras atendía a mi excompañero de batallas pude ver por el rabillo del ojo a la tabernera cómo se transforma en gato, intenta rescatar la bebida y posteriormente la sirve como si no hubiese pasado nada, recordando que todas esas habilidades eran exclusivas de muy pocos magos habilidosos hacía tan solo unos años. Benditos sean los Descendientes por acoger en su seno a los que quieren mejorar sus habilidades. Ojalá cuando estudié hubiese podido disfrutar de sus enseñanzas, ahora sería un mago completo. Vuelvo a centrar la atención en Rybar, pero lanzado una pequeña broma a la tabernera.
- Encima el local tiene espectáculo, como para no venir. No en serio, acabo de llegar. Quería buscar mi antigua casa pero algo me dice que es muy posible que esté derrumbada o avasallado o allanada o peor… ocupada. -
Tantas cosas dentro …. Tanto recuerdo guardado en la casa. Y tanto miedo de que se haya perdido todo… me imposibilitó adentrarme más en Londres.
Continúo el discurso que ya habíamos iniciado y que parecía que podría haber sido un buen tema de conservación, no especialmente alegre, pero porque tampoco es que yo estuviera en mis mejores momentos anímicos. A mitad de la frase corrijo el estamos por estoy percatándome que yo sí estaba en mis momentos de relajación pero que ella estaba en ese momento trabajando.
-En cualquier caso me encantaría poder conversar con el tipo de los chistes, es el segundo aliciente para volver al bar-
Bromeo hasta que llega Rybar y me da un saludo tan efusivo que, hasta tengo que alegrarme de haberme terminado el líquido justo antes, o hubiese terminado vertido por toda la barra y mi ropa. Sigo con la mirada a mi agresor, reconociendo a mi antiguo compañero de andanzas y no puedo evitar hacer una medio sonrisa amistosa, mucho más que su gesto y tono, casi dispares. Era verdad que hacía tiempo que no nos veíamos, pero sabía perfectamente cómo era Rybar.
- He venido hace poco. Decidí venir a Londres a despejarme un poco. Mentalmente lo necesitaba. Creo que había follón en la guarida, ¿ya lo habéis arreglado?-
Mientras atendía a mi excompañero de batallas pude ver por el rabillo del ojo a la tabernera cómo se transforma en gato, intenta rescatar la bebida y posteriormente la sirve como si no hubiese pasado nada, recordando que todas esas habilidades eran exclusivas de muy pocos magos habilidosos hacía tan solo unos años. Benditos sean los Descendientes por acoger en su seno a los que quieren mejorar sus habilidades. Ojalá cuando estudié hubiese podido disfrutar de sus enseñanzas, ahora sería un mago completo. Vuelvo a centrar la atención en Rybar, pero lanzado una pequeña broma a la tabernera.
- Encima el local tiene espectáculo, como para no venir. No en serio, acabo de llegar. Quería buscar mi antigua casa pero algo me dice que es muy posible que esté derrumbada o avasallado o allanada o peor… ocupada. -
Tantas cosas dentro …. Tanto recuerdo guardado en la casa. Y tanto miedo de que se haya perdido todo… me imposibilitó adentrarme más en Londres.
Miré a la chica convertirse en gato para agilmente llegar a las estanterias mas altas. Así que una animaga. Desconocía cuan puro sería su linaje pero siempre estaba bien presenciar que la magia seguía presente en las costumbres de magos y brujas mas comunes. Solo tras pegar el primer trago a mi copa de vino y saborearlo, aceptando la calidad del mismo, le contesté a Ben.
- Diría que no quería interrumpir la conversacion que habiais entablado la camarera y tú, pero sabes que me importa más bien poco el resultar incordioso.
Bebí más, quizá un poco demasiado rapido. Estaba un tanto mareado y cansado por el esfuerzo que habia hecho hacia poco con lo de modificar los recuerdos de Adele.
-¿Mentalmente? Has tenido algun problema?
"asi que pasó cerca del a guarida"
-Si. Digamos que Adele y yo hemos solucionado un problema. Y la he dejado en el hospital, va a tener un hijo. - lo dije sin entusiasmo. Pensé en mi sobrino. A lo mejor él si era feliz.
- Espectáculos a parte, Benjamin. ¿Piensas reincorporarte al trabajo? Supongo que has tenido suerte de no haberte encontrado a ningun Centinela ni a ningun Ejecutor.... yo que tu no iria a Londres solo.
"aunque bien pensado, tampoco hay mucho trabajo que hacer"
-Con limpiar las calles sería suficiente- farfullé de modo obtuso, bebiendo nuevamente. Alcé mi mirada a la chica que se habia apartado y dirigí a ella aquella pregunta-afirmacion que me habia hecho hacia unos segundos. - no crees, señorita?
- Diría que no quería interrumpir la conversacion que habiais entablado la camarera y tú, pero sabes que me importa más bien poco el resultar incordioso.
Bebí más, quizá un poco demasiado rapido. Estaba un tanto mareado y cansado por el esfuerzo que habia hecho hacia poco con lo de modificar los recuerdos de Adele.
-¿Mentalmente? Has tenido algun problema?
"asi que pasó cerca del a guarida"
-Si. Digamos que Adele y yo hemos solucionado un problema. Y la he dejado en el hospital, va a tener un hijo. - lo dije sin entusiasmo. Pensé en mi sobrino. A lo mejor él si era feliz.
- Espectáculos a parte, Benjamin. ¿Piensas reincorporarte al trabajo? Supongo que has tenido suerte de no haberte encontrado a ningun Centinela ni a ningun Ejecutor.... yo que tu no iria a Londres solo.
"aunque bien pensado, tampoco hay mucho trabajo que hacer"
-Con limpiar las calles sería suficiente- farfullé de modo obtuso, bebiendo nuevamente. Alcé mi mirada a la chica que se habia apartado y dirigí a ella aquella pregunta-afirmacion que me habia hecho hacia unos segundos. - no crees, señorita?
Despejarse a veces implica dejar ir lo que nos ahoga. Por eso tendemos a hablar en metáforas de las malas experiencias.- Murmuró sin entender demasiado lo que quería decir, pero con la certeza de que lo decía en serio. Después de todo, siendo la persona menos ebria del bar, debía saber lo que decía.- Oh, ese chico es adorable, si vienes más seguro que te toparás con él.
Por supuesto, ahora que el joven estaba acompañado, la intención no era quedarme a charlar con ellos, pero una no podía evitar oir cosas de vez en cuando, sobre todo cuando se dirigían a una con toda la intención.- Hay muchas maneras de limpiar. No puedo decir que estoy a favor de todas.- Murmuré un tanto distante, volviendo a acomodar los vasos limpios mientras los secaba. El día anterior había sido una locura y, por supuesto, había mucho trabajo por hacer.
Por supuesto, ahora que el joven estaba acompañado, la intención no era quedarme a charlar con ellos, pero una no podía evitar oir cosas de vez en cuando, sobre todo cuando se dirigían a una con toda la intención.- Hay muchas maneras de limpiar. No puedo decir que estoy a favor de todas.- Murmuré un tanto distante, volviendo a acomodar los vasos limpios mientras los secaba. El día anterior había sido una locura y, por supuesto, había mucho trabajo por hacer.
Asiento a lo que comenta la tabernera sobre las metáforas, pasando un poco por alto el comentario de Rybar sobre la conversación con la tabernera, porque estaba claro que iba con muchas segundas intenciones, tantas que se hubiese envenenado con ella si se hubiera mordido la lengua en ese momento. O al menos así me pareció a mí. Y ahora me da un poco de apuro seguir con la conversación, sea o no de las más importantes que haya mantenido nunca, el comentario de Rybar ya ha dado por zanjado el tema.
- Nada grave, nada lo suficientemente importante como para no poder volver a desempeñar mi labor. Con energías renovadas, y la mente menos aturullada que cuando salí de aquí. -
Contesto a Rybar, es verdad que tengo muchas ganas de volver a retomar las cosas donde quedaron, a pesar de que la comunidad mágica estaba en clara merma. Y nosotros somos de los pocos liberadores. En fin, en cualquier caso, el hecho de que haya nuevos herederos de magia es bueno para la comunidad, aunque un coñazo para el individuo que lo sufre, en este caso nosotros. Maldita comunidad y maldito sea el bien común, pensé por un segundo al hilar pensamientos que partieron desde el del nacimiento del crío de Adele. Todo ese asunto me genera una medio sonrisa, mezcla de fastidio y alegría.
- Me alegro que Adele esté bien. Y ya, lo sé, mejor no venir mucho por Londres. Pero era esto o seguir escuchando el trino de los pajaritos, las hojas, los bichos… Mira, me pongo negro de pensarlo. Prefiero enfrentarme a un centinela que seguir escuchando un minuto más el piar de uno de esos bichos con plumas. Recuerdo cuando las calles estaban limpias, más limpias que ahora, interesantes tiempos. ¿Qué se hizo mal? En qué punto nos equivocamos… -
Recuerdo brevemente cuando los muggles eran una casi una raza a extinta, pero los muy cerdos luego volvieron con más virulencia. Como una enfermedad. La enfermedad de nuestro siglo. Alzo la mirada hacia la tabernera cuando le pregunta Rybar, sin saber por qué la ha metido en la conservación, pero sí interesándome en la contestación, estudiando cada una de sus respuestas.
- Nada grave, nada lo suficientemente importante como para no poder volver a desempeñar mi labor. Con energías renovadas, y la mente menos aturullada que cuando salí de aquí. -
Contesto a Rybar, es verdad que tengo muchas ganas de volver a retomar las cosas donde quedaron, a pesar de que la comunidad mágica estaba en clara merma. Y nosotros somos de los pocos liberadores. En fin, en cualquier caso, el hecho de que haya nuevos herederos de magia es bueno para la comunidad, aunque un coñazo para el individuo que lo sufre, en este caso nosotros. Maldita comunidad y maldito sea el bien común, pensé por un segundo al hilar pensamientos que partieron desde el del nacimiento del crío de Adele. Todo ese asunto me genera una medio sonrisa, mezcla de fastidio y alegría.
- Me alegro que Adele esté bien. Y ya, lo sé, mejor no venir mucho por Londres. Pero era esto o seguir escuchando el trino de los pajaritos, las hojas, los bichos… Mira, me pongo negro de pensarlo. Prefiero enfrentarme a un centinela que seguir escuchando un minuto más el piar de uno de esos bichos con plumas. Recuerdo cuando las calles estaban limpias, más limpias que ahora, interesantes tiempos. ¿Qué se hizo mal? En qué punto nos equivocamos… -
Recuerdo brevemente cuando los muggles eran una casi una raza a extinta, pero los muy cerdos luego volvieron con más virulencia. Como una enfermedad. La enfermedad de nuestro siglo. Alzo la mirada hacia la tabernera cuando le pregunta Rybar, sin saber por qué la ha metido en la conservación, pero sí interesándome en la contestación, estudiando cada una de sus respuestas.
Decidí que era mejor no contarle a Ben sobre aquellos tejemanejes de Adele y mios en Ouroboros. Ahora que habia limpiado la cabeza de recuerdos de Adele, no era cuestion de contarselo a él para tener que hacer lo mismo despues...sin olvidar a la posadera. La gente de los bares se entera de todo.
-Te entiendo- le dije cuando escuché que estaba harto de escuchar pajaritos y que casi preferia enfrentarse a un Centinela. - No es facil sintonizar con la paz del exterior cuando por dentro a uno no le sale, verdad? - miraba mi copa de vino, pensativo, y luego pegué otro trago con lentitud. Habia que disfrutarlo.
Ben se lamentó de todo el poder que habiamos perdido. No iba a llevarle la contra, tenia razon. Ahora la raza magica, de no ser por los Descendientes, estaría más que jodida. Miré a Charlotte cuando matizó aquello...sabía perfectamente a que se referia. No le gustaban los metodos de los Blood Keeper.
-Solo hay una manera de limpiar. Que no lo hayais visto a tiempo es lo que nos ha traido a donde estamos.
Solté de modo amargo. Dejé la copa de vino en la barra, solo quedaba un trago. Con esa misma mano (pues no es que tuviese otra) saqué una moneda y la dejé al lado. Por el sabor, habia adivinado que no era un vino baratero, asi que dejé lo suficiente para pagar aquella copa y me puse en pie.
-Los renegados se traen algo entre manos, Benjamin. Tenemos que enterarnos de que es. Y he estado pensando algunas cosas de más, pero nada que pueda comentarte aquí....
-Te entiendo- le dije cuando escuché que estaba harto de escuchar pajaritos y que casi preferia enfrentarse a un Centinela. - No es facil sintonizar con la paz del exterior cuando por dentro a uno no le sale, verdad? - miraba mi copa de vino, pensativo, y luego pegué otro trago con lentitud. Habia que disfrutarlo.
Ben se lamentó de todo el poder que habiamos perdido. No iba a llevarle la contra, tenia razon. Ahora la raza magica, de no ser por los Descendientes, estaría más que jodida. Miré a Charlotte cuando matizó aquello...sabía perfectamente a que se referia. No le gustaban los metodos de los Blood Keeper.
-Solo hay una manera de limpiar. Que no lo hayais visto a tiempo es lo que nos ha traido a donde estamos.
Solté de modo amargo. Dejé la copa de vino en la barra, solo quedaba un trago. Con esa misma mano (pues no es que tuviese otra) saqué una moneda y la dejé al lado. Por el sabor, habia adivinado que no era un vino baratero, asi que dejé lo suficiente para pagar aquella copa y me puse en pie.
-Los renegados se traen algo entre manos, Benjamin. Tenemos que enterarnos de que es. Y he estado pensando algunas cosas de más, pero nada que pueda comentarte aquí....
Al parecer, el deseo de ambos clientes de quedarse se apagó tan rápido como su humor cuando supo de lo que iba el que llegó al final.
No tenía ganas de contestarle al que se iba ya. No tenía caso. Después de todo, esos eran de ideas fijas. Lastima del chico mono que llegó primero, él se veía como alguien menos extremista. Se acercó a recoger el dinero, guardándolo en uno de los bolsillos de su blanco vestido y luego prosiguió a sacar los vasos de la barra.
Vuelvan pronto. Hay vinos nuevos que aún no han probado. Son exquisitos.- Sonrió de lado, guiñándole el ojo al chico, en una pequeña extensión de la broma con la que habían iniciado el día y, finalmente, se dispuso a limpiar la barra, que era lo que mejor se le daba por aquellos días, no sin antes tomar nota mental de lo que los clientes decían sobre los renegados.
No tenía ganas de contestarle al que se iba ya. No tenía caso. Después de todo, esos eran de ideas fijas. Lastima del chico mono que llegó primero, él se veía como alguien menos extremista. Se acercó a recoger el dinero, guardándolo en uno de los bolsillos de su blanco vestido y luego prosiguió a sacar los vasos de la barra.
Vuelvan pronto. Hay vinos nuevos que aún no han probado. Son exquisitos.- Sonrió de lado, guiñándole el ojo al chico, en una pequeña extensión de la broma con la que habían iniciado el día y, finalmente, se dispuso a limpiar la barra, que era lo que mejor se le daba por aquellos días, no sin antes tomar nota mental de lo que los clientes decían sobre los renegados.
Niego por la pregunta autoconclusiva de Rybar de la paz interior, jugando con el vaso, pasando la yema del dedo por el borde del mismo. Reflexionando sobre las causas últimas de tanta apatía. Tampoco hago mucho gesto a lo que añade mi compañero Keeper, tampoco le veo sentido, en todo caso, asintiendo levemente en silencio. Dejo las monedas de la consumición que tenía a mi alcance cuando la tabernera se dispone a recoger el pago de la bebida de Rybar, alzando vista y girándome hacia él y luego hacia la mujer de la barra, que parecía que estaba pegando la oreja atenta a la conservación.
- Por supuesto. Estaré encantado de probarlos-
Me alejo de la barra junto con Rybar, dirección a la salida, dedicándole una última sonrisa educada a para volver la atención a mi compañero. Quedando lejos, muy lejos de oídos indiscretos.
-¿Algo? Algo como qué. No… no me he enterado de ningún movimiento nuevo. Ni por parte de unos ni de otros, ¿qué están tramando? Igual no es el mejor sitio para hablar… -
Miro a ambos lados, con desconfianza, pensando que ese no era el lugar más indicado, le tomo por el brazo, el que tiene, y salimos de allí los dos.
- Por supuesto. Estaré encantado de probarlos-
Me alejo de la barra junto con Rybar, dirección a la salida, dedicándole una última sonrisa educada a para volver la atención a mi compañero. Quedando lejos, muy lejos de oídos indiscretos.
-¿Algo? Algo como qué. No… no me he enterado de ningún movimiento nuevo. Ni por parte de unos ni de otros, ¿qué están tramando? Igual no es el mejor sitio para hablar… -
Miro a ambos lados, con desconfianza, pensando que ese no era el lugar más indicado, le tomo por el brazo, el que tiene, y salimos de allí los dos.
La misión encomendada por Khaled días atrás puede darse por comenzada cuando por fin encontramos a la persona que nos pidió. Nos ha llevado unas cuantas vueltas de más dar con él, pero hemos conseguido localizarlo en un sitio poco habitual, según la información que consiguió Vanessa al preguntar en el hospital. En realidad no me molesta haber tardado, así al menos tengo la cabeza ocupada con otras cosas y evito pensar demasiado en los sucesos de la torre. Cuando entramos al local saludo con una leve inclinación de cabeza a la camarera, no hay necesidad de palabras y tampoco dispongo de ellas ahora mismo. Mi compañera debe haberse aburrido durante el trayecto, sobre todo teniendo en cuenta lo tremendamente habladora que es. Le dejo a ella la parte de hablar, si es que quiere hacerlo, pero soy partidario de sacar al médico del local con alguna excusa.
Los planes que he intentado trazar con Vanessa (por escrito) explicaban algo así como un secuestro disimulado. Si no era posible ya lo haríamos por la fuerza. En ningún caso propuse que colaborase con nosotros, o explicarle nada. A este tipo de magos engreídos no se les puede convencer. Me acerco a la barra, colocándome bastante cerca de donde está sentado Lucio. Después le hago un gesto con el pulgar, como invitándole a salir fuera del bar. Probablemente esté desconcertado, o piense que quiero una consulta privada, como paciente que he sido. En cierto modo me gustaría preguntarle si recuperaré la capacidad de hablar, y, de hacerlo, cuándo será eso.
Los planes que he intentado trazar con Vanessa (por escrito) explicaban algo así como un secuestro disimulado. Si no era posible ya lo haríamos por la fuerza. En ningún caso propuse que colaborase con nosotros, o explicarle nada. A este tipo de magos engreídos no se les puede convencer. Me acerco a la barra, colocándome bastante cerca de donde está sentado Lucio. Después le hago un gesto con el pulgar, como invitándole a salir fuera del bar. Probablemente esté desconcertado, o piense que quiero una consulta privada, como paciente que he sido. En cierto modo me gustaría preguntarle si recuperaré la capacidad de hablar, y, de hacerlo, cuándo será eso.
Michel Angello
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Edad
Nacionalidad
Tilin tilin tilin, sonó la campanita del examen sorpresa, demostrar para aprobar que soy hermano de Sophia, ¿qué prueba irrefutable le puedo dar a este abuelete de que estoy completamente emparentado con Sophia, ademas de que podriamos decir que soy ella en hombre? Bueno, la gente decía al menos que cuando eramos pequeños, que pareciamos dos gotas de agua, vale, no, que toda la gente ve fotos de bebes y dicen que todos se parecen.
Saco mi cartera donde está mi DNI y pasaporte y se los enseño, además de que en la cartera llevo un par de fotos donde salimos los dos juntos, un poco más jovencitos pero juntos, no tuve tiempo de sacar ninguna foto más con ella antes de que tuviera su trabajo importante aquí, ella y yo nos veiamos por temas de estudios muy pocas veces, no tanto como quisieramos.
- ¿Ve, abuelo? Aquí estamos juntos de adolescentes, y aquí mis identificaciones... - Mis modales son más de mecánico, no tengo la riqueza urbanística de mi hermana.
Después de dejarselos ojear un poco, vuelvo a guardar todo en la cartera y en mi bolsillo, el viejete se presentó, era un compañero de tajo de mi hermana, luego la bombilla se me encendió y saque del otro bolsillo un sobre con cartas dobladas escritas del puño y letra de mi hermana para mi con las que me contaba algunas de sus aventuras y se las enseñé también.
- Encantado, yo soy Michel Angello, mi hermana y yo soliamos hablar por carta, pero si ve la fecha de la última entenderá porque me he preocupado un poco, ya hace un par de meses que no se nada, no se si es que estuvo muy ocupada o es que había problemas.
Saco mi cartera donde está mi DNI y pasaporte y se los enseño, además de que en la cartera llevo un par de fotos donde salimos los dos juntos, un poco más jovencitos pero juntos, no tuve tiempo de sacar ninguna foto más con ella antes de que tuviera su trabajo importante aquí, ella y yo nos veiamos por temas de estudios muy pocas veces, no tanto como quisieramos.
- ¿Ve, abuelo? Aquí estamos juntos de adolescentes, y aquí mis identificaciones... - Mis modales son más de mecánico, no tengo la riqueza urbanística de mi hermana.
Después de dejarselos ojear un poco, vuelvo a guardar todo en la cartera y en mi bolsillo, el viejete se presentó, era un compañero de tajo de mi hermana, luego la bombilla se me encendió y saque del otro bolsillo un sobre con cartas dobladas escritas del puño y letra de mi hermana para mi con las que me contaba algunas de sus aventuras y se las enseñé también.
- Encantado, yo soy Michel Angello, mi hermana y yo soliamos hablar por carta, pero si ve la fecha de la última entenderá porque me he preocupado un poco, ya hace un par de meses que no se nada, no se si es que estuvo muy ocupada o es que había problemas.
Las explicaciones del joven desconocido van resultando más convincentes a medida que me muestra pruebas de parentesco con su hermana, como documentos que lo acreditan o fotos de ambos en diferentes momentos. Sonrío de manera amable al ver a la joven Sophia junto a su hermano, recordando que ella hablaba de él con mucho cariño. No puede ser un engaño, a no ser que me ponga paranoico y piense que es un metamorfomago que ha matado al verdadero hermano y le ha robado la documentación para hacerse pasar por él y acercarse a mí. Todo eso para matar Descendientes.
"no...calma. No puede ser eso. Estamos todos muy nerviosos con eso de no haber descubierto al asesino todavía"
- Comprendo. Está claro que eres su hermano. En realidad os dais un ligero aire...
Por el bar pasaron un par de tipos, los cuales conozco por el tema del torneo y demás. Siempre me resultaron un tanto asociales, no terminaron de integrarse en el ambiente de Ouroboros. No tardaron mucho en marcharse, y yo no pude enterarme de su conversación. Mientras seguí con la mía, escuchando la preocupación del hermano de Sophia. - Estos meses ha estado bien, hemos estado trabajando juntos. Es ahora cuando no tengo noticias de ella, por eso es mejor que vayamos a la isla en la que vivo, puede que esté allí...- me levanto del taburete para marcharme, pero justo en ese momento entra Adramelech al bar con su compañera. Me alegra que mi paciente haya sobrevivido y ya esté fuera del hospital, pues me costó mucho sacarlo adelante cuando lo trajeron tan herido.
- Buenas, ¿cómo te encuentras? hubiese querido revisarte antes de que salieses. Supongo que sigues con las secuelas que afectan al uso de la voz...- intuyo cuando no dice ni una palabra, intentando explicarle que con algunas sanaciones más y un poco más de tiempo conseguirá recuperarse. No llego a explicarle nada porque lo veo muy serio, y tampoco entiendo por qué me pide ir afuera. Será por el secreto médico-paciente. - Está bien...si quieres lo hablamos fuera, lo entiendo. - echo a andar delante de él, saliendo del bar para esperar en la puerta. Antes le hago un gesto a Michael para que me espere ahí.
"no...calma. No puede ser eso. Estamos todos muy nerviosos con eso de no haber descubierto al asesino todavía"
- Comprendo. Está claro que eres su hermano. En realidad os dais un ligero aire...
Por el bar pasaron un par de tipos, los cuales conozco por el tema del torneo y demás. Siempre me resultaron un tanto asociales, no terminaron de integrarse en el ambiente de Ouroboros. No tardaron mucho en marcharse, y yo no pude enterarme de su conversación. Mientras seguí con la mía, escuchando la preocupación del hermano de Sophia. - Estos meses ha estado bien, hemos estado trabajando juntos. Es ahora cuando no tengo noticias de ella, por eso es mejor que vayamos a la isla en la que vivo, puede que esté allí...- me levanto del taburete para marcharme, pero justo en ese momento entra Adramelech al bar con su compañera. Me alegra que mi paciente haya sobrevivido y ya esté fuera del hospital, pues me costó mucho sacarlo adelante cuando lo trajeron tan herido.
- Buenas, ¿cómo te encuentras? hubiese querido revisarte antes de que salieses. Supongo que sigues con las secuelas que afectan al uso de la voz...- intuyo cuando no dice ni una palabra, intentando explicarle que con algunas sanaciones más y un poco más de tiempo conseguirá recuperarse. No llego a explicarle nada porque lo veo muy serio, y tampoco entiendo por qué me pide ir afuera. Será por el secreto médico-paciente. - Está bien...si quieres lo hablamos fuera, lo entiendo. - echo a andar delante de él, saliendo del bar para esperar en la puerta. Antes le hago un gesto a Michael para que me espere ahí.
Después de la breve parada en el hospital para recabar información del paradero del tal Lucio llegamos a Londres y entre rumores, cotilleos, y qué demonios yo tengo una sed que no puedo ya con ella, entramos en un bareto demasiado chic. Arrugo el gesto con desaprobación. A mi lo que me molan son las tascas de mala muerte y que huelan a muerte, vaya como los buenos locales irlandeses, ellos sí sabían montárselo bien. La situación con Adramelech era tensa e incómoda con todo ese batiburrillo de imágenes y muerte y todas esas cosas horribles que ni me apetece comentar y por tanto me quedo sin tema de conversación. - El tiempo por aquí bien, ¿no? Por Irlanda algo lluvioso… ciertamente lluvioso. Por aquí todo bien, todo correcto? Y yo que me alegro de que las cosas fueran… ehm… Vamos a dejarlo en que las cosas fueron-
“Sí, porque igual la cago”
Total, que entramos en el Moulin y Adra no tarda en reconocer a nuestro objetivo. Uhm… es un hombretón interesante, muy mono con su coletita y su bigote como el de Alonso de Entrerríos. Quedo apoyada en el mostrador del bar, al lado de Adramelech, pero no en medio de ambos, jugando con mi coleta mirando al tipo, dejando que ellos sean los que “hablen” (chistaco), asomando la cabecilla por detrás de Adra. Ellos salen, y no sé muy bien qué hacer y para no llamar la atención me quedo con el otro amiguito de Lucius, otro muchacho también de buen ver -Está un poco malito de la voz… Las juanola, que no le sentaron muy bien y le dieron reacción alérgica… Voy a ver si puedo mediar, en seguidita entro- Le guiño un ojo, paso me dedito por encima de su hombro y con las mismas salgo por la misma puerta que los otros dos, contoneándome
“Sí, porque igual la cago”
Total, que entramos en el Moulin y Adra no tarda en reconocer a nuestro objetivo. Uhm… es un hombretón interesante, muy mono con su coletita y su bigote como el de Alonso de Entrerríos. Quedo apoyada en el mostrador del bar, al lado de Adramelech, pero no en medio de ambos, jugando con mi coleta mirando al tipo, dejando que ellos sean los que “hablen” (chistaco), asomando la cabecilla por detrás de Adra. Ellos salen, y no sé muy bien qué hacer y para no llamar la atención me quedo con el otro amiguito de Lucius, otro muchacho también de buen ver -Está un poco malito de la voz… Las juanola, que no le sentaron muy bien y le dieron reacción alérgica… Voy a ver si puedo mediar, en seguidita entro- Le guiño un ojo, paso me dedito por encima de su hombro y con las mismas salgo por la misma puerta que los otros dos, contoneándome
El estúpido médico no pone demasiados reparos en salir fuera de bar para "hablar" conmigo, pensando que tengo interés como paciente suyo. Tanta confianza por su parte me irrita, a pesar de que me venga bien para mis planes. Tal vez me moleste porque me recuerde a algunos errores míos cometidos por exceso de confianza. Esto le va a salir bien caro, puede conformarse con conservar la vida. Sigo al galeno al exterior, no sin antes asegurarme de que Vanessa se excusa con el otro acompañante para venirse conmigo. La necesito si quiero que active la calavera usando las palabras que nos dijo Khaled, y espero que el otro tipo no se meta en medio en lo que no le incumbe.
Me planto frente al médico una vez que estamos fuera, llevándome una mano a la garganta a la par que hago una mueca como dándole la razón con lo de la voz. Dudo que pueda hacer mucho por ayudarme, o puede que no lo haya intentado lo suficiente. Da lo mismo, cuando consigamos su poder ya podré pedirle a alguno de los nuestros que intente ayudarme, en caso de que lo de mi voz no haya mejorado para ese momento. No me recreo demasiado en preliminares, en cuanto Vanessa sale por la puerta saco la calavera de poder del bolso que llevaba en bandolera, preparándome para iniciar el ritual necesario para absorber la magia sanadora del mago.
Echo una mirada a Vanessa para que comprenda que es el momento, esperando que sea tan rápida como sea posible. No sé si lo estaremos haciendo bien o no, pues es la primera vez en siglos que se hace esto de nuevo, pero si todo va como dice Khaled será el primer logro para nuestra causa después de todo lo que sufrimos en aquella maldita torre.
Me planto frente al médico una vez que estamos fuera, llevándome una mano a la garganta a la par que hago una mueca como dándole la razón con lo de la voz. Dudo que pueda hacer mucho por ayudarme, o puede que no lo haya intentado lo suficiente. Da lo mismo, cuando consigamos su poder ya podré pedirle a alguno de los nuestros que intente ayudarme, en caso de que lo de mi voz no haya mejorado para ese momento. No me recreo demasiado en preliminares, en cuanto Vanessa sale por la puerta saco la calavera de poder del bolso que llevaba en bandolera, preparándome para iniciar el ritual necesario para absorber la magia sanadora del mago.
Echo una mirada a Vanessa para que comprenda que es el momento, esperando que sea tan rápida como sea posible. No sé si lo estaremos haciendo bien o no, pues es la primera vez en siglos que se hace esto de nuevo, pero si todo va como dice Khaled será el primer logro para nuestra causa después de todo lo que sufrimos en aquella maldita torre.
Espero en la puerta unos escasos segundos hasta que sale Adramelech, comenzando a soltar mi rollo de médico en cuanto veo el gesto que hace con la garganta. Deberíamos haberle explicado un poco sobre lo sucedido para que fuese menos traumático encontrarse mudo de repente, pero tuve tanto trabajo que no encontré tiempo para pasarme por su habitación.
- Lamento lo que te ha sucedido, pero no te preocupes, es posible que puedas hablar de nuevo. Tuviste heridas muy graves y nos fue muy complicado salvarte, así que es normal que ahora mismo tengas secuelas de este tipo. Es un caso complejo, a pesar de las muchas sanaciones, así que ten paciencia. Con algunas sesiones más y algo de reposo puedes mejorar.
Le dedico una sonrisa amable que se va desvaneciendo poco a poco, siendo sustituida por una mueca de extrañeza al ver el objeto que saca. Una calavera de tamaño real, cuyo material parece ser cristal o alguna especie de roca similar al cuarzo, un material que no termino de identificar.
- ¿Qué me quieres decir con esto?
"no creo que me esté diciendo que tenía que interpretar a Hamlet y que al no tener voz ya no puede. ¿Será eso?"
Al poco sale también la acompañante de Adramelech, con la que intento hablar al no poder comunicarme directamente con el joven. - Le estaba diciendo que se acabará poniendo bien, será recuperable gracias al trabajo que hicimos con la magia de sanación. ¿Es usted familiar suyo? Recuerdo que en el hospital había un joven pelirrojo con él, pero a usted no la he visto antes.
- Lamento lo que te ha sucedido, pero no te preocupes, es posible que puedas hablar de nuevo. Tuviste heridas muy graves y nos fue muy complicado salvarte, así que es normal que ahora mismo tengas secuelas de este tipo. Es un caso complejo, a pesar de las muchas sanaciones, así que ten paciencia. Con algunas sesiones más y algo de reposo puedes mejorar.
Le dedico una sonrisa amable que se va desvaneciendo poco a poco, siendo sustituida por una mueca de extrañeza al ver el objeto que saca. Una calavera de tamaño real, cuyo material parece ser cristal o alguna especie de roca similar al cuarzo, un material que no termino de identificar.
- ¿Qué me quieres decir con esto?
"no creo que me esté diciendo que tenía que interpretar a Hamlet y que al no tener voz ya no puede. ¿Será eso?"
Al poco sale también la acompañante de Adramelech, con la que intento hablar al no poder comunicarme directamente con el joven. - Le estaba diciendo que se acabará poniendo bien, será recuperable gracias al trabajo que hicimos con la magia de sanación. ¿Es usted familiar suyo? Recuerdo que en el hospital había un joven pelirrojo con él, pero a usted no la he visto antes.
He recorrido el bar hasta la misma salida que Adra y Lucio, pero justo antes de salir rebusco en mis bolsillos el papelico donde me he apuntado las palabras que Khaled nos dijo para que de alguna forma que sigo sin entender, porque soy muy corqui y sigo muy poco habituada a la magia. El caso es que las tenía apuntada de alguna forma en la hoja, escrito fonéticamente porque gramaticalmente me era imposible. Atravieso el umbral de la puerta justo en el momento en el que Adra 'habla' de su garganta y el médico se disculpa, explicándome de nuevo lo de que se pondrá bien. -No, jejeje, no soy familiar. Soy una amiga un poco lejana, usted sabe. Acabo de llegar de Irlanda y bueno, nos hemos reencontrado y me ha explicado todo el asunto de su garganta. Me ha explicado, ya sabe a qué me refiero, ha escrito en su libreta y me ha intentado hacer entender que estaba fastidiado. Animalico. De modo que es normal que no me haya visto, pero, bueno, ahora ya me ve- Paso mi dedo de forma totalmente inconsciente por la costura de mi camiseta desde el hombro hasta la altura de una de las tetas, de arriba a abajo, porque sin quererlo me había salido todo lo que quería decir de una forma mucho más sexual y sugerente de lo que pretendía. Es que hace mucho que no chingo y claro, una tiene sus necesidades e instintos, claro, que no es de hielo, como lo es ahora Zayra. Ella sí es de hielo. -Lo que no sabía es que habías tenido visita Adra, ¿quién es ese amiguito tuyo pelirrojo?
"Me lo podría presentar. A no ser que.... oh, de modo que a Adra le gustan... pelirroJOS, entiendo. ¡Qué callado se lo tenía!"
Mis pensamientos vuelan por mi cerebro, imaginándome cosas que no son, pero que podrían ser. ¿No? Él nunca me ha mirado las tetas. Yo creo que es gay. Estudio a Adra de arriba a abajo con una medio sonrisa sin poder evitar pensar que le había pillado. -Oh, oh, pero no te preocupes, yo no diré nada. Soy pura discreción. Esta sociedad, que debería ser más abierta de miras y bueno... usted sabe- Doy un par de golpes en el hombro a Lucio con la palma de la mano, que me había olvidado de que estaba allí, como si fuera un camarada de la panda que están hablando de los amores de otro de los colegas, con una postura claramente relajada, hasta que me doy cuenta de que tengo el papel, Lucio la calavera y que teníamos cosas que hacer.
"Ah, joder, sí. ¡Qué cabeza!"
-Ah, sí, a todo esto. Car osa let it go...- Evidentemente no funciona. -Escarolys con un gyro. Caroys letigyro. ¿Qué coño es esto? Joder, ¿cómo se lee esto?- Cojo un teléfono, que no sé si tengo, y escribo lo que creo que ponía, pongo el altavoz pero el teléfono termina por petar -Bah, ni loquendo puede leer esto. ¿Khar Qhaysh, Leth I'Ghyran?-
"Por ejemplo"
Tiro el teléfono a la mierda porque ha muerto con un pantallazo error de los de Windows. Finalmente, termino por acertar en la correcta pronunciación de la palabras que nos dijo Khaled, pero por pura casualidad (en realidad es porque si no estaríamos esperando este post eternamente y no es plan). Ocurren cosas. Pero voy a dejar que los demás lo expliquen por mi.
Gracias シ
"Me lo podría presentar. A no ser que.... oh, de modo que a Adra le gustan... pelirroJOS, entiendo. ¡Qué callado se lo tenía!"
Mis pensamientos vuelan por mi cerebro, imaginándome cosas que no son, pero que podrían ser. ¿No? Él nunca me ha mirado las tetas. Yo creo que es gay. Estudio a Adra de arriba a abajo con una medio sonrisa sin poder evitar pensar que le había pillado. -Oh, oh, pero no te preocupes, yo no diré nada. Soy pura discreción. Esta sociedad, que debería ser más abierta de miras y bueno... usted sabe- Doy un par de golpes en el hombro a Lucio con la palma de la mano, que me había olvidado de que estaba allí, como si fuera un camarada de la panda que están hablando de los amores de otro de los colegas, con una postura claramente relajada, hasta que me doy cuenta de que tengo el papel, Lucio la calavera y que teníamos cosas que hacer.
"Ah, joder, sí. ¡Qué cabeza!"
-Ah, sí, a todo esto. Car osa let it go...- Evidentemente no funciona. -Escarolys con un gyro. Caroys letigyro. ¿Qué coño es esto? Joder, ¿cómo se lee esto?- Cojo un teléfono, que no sé si tengo, y escribo lo que creo que ponía, pongo el altavoz pero el teléfono termina por petar -Bah, ni loquendo puede leer esto. ¿Khar Qhaysh, Leth I'Ghyran?-
"Por ejemplo"
Tiro el teléfono a la mierda porque ha muerto con un pantallazo error de los de Windows. Finalmente, termino por acertar en la correcta pronunciación de la palabras que nos dijo Khaled, pero por pura casualidad (en realidad es porque si no estaríamos esperando este post eternamente y no es plan). Ocurren cosas. Pero voy a dejar que los demás lo expliquen por mi.
Gracias シ
El tipo parece tan amable que me da entre rabia y pena, pues después de todo va a caer en nuestras redes sin esperarse para nada lo que va a suceder a continuación. Le sostengo la mirada con cara de pocos amigos, esperando a que deje de hablar de una vez por todas. La única buena noticia es que el galeno cree que lo de no poder hablar será reversible. En teoría debería estarle agradecido por haberme salvado, pero no voy a mezclar eso con el trabajo que tengo que hacer ahora. Está contribuyendo al bien mayor, no es justo que sólo unos pocos privilegiados puedan poseer ese poder tan grande como el que tiene. Mucha más gente podría salvarse con sanadores de su nivel, gente que no podría ser salvada con simple medicina humana, por muy avanzada que esté. Yo mismo habría muerto de manera irremediable tras un ataque como el que sufrí, y si me salvé fue porque intervino la magia de sanación del tipo que tengo delante.
Dejo que Vanessa hable por mí, aunque le lanzo una mirada de cabreo cuando no hace más que parlotear y entretener al médico con asuntos de poca importancia, tardando demasiado en actuar. No tengo ni idea de lo que habla cuando dice que no dirá nada, simplemente me distrae del cometido que debemos llevar a cabo. Le habría dicho que ya habrá tiempo de conocer al resto, si es que siguen en el mismo barco después de todo lo sucedido. Probablemente cambien algunas cosas a partir de ahora. Casi me entran ganas de sacudir a Vanessa en el momento exacto de decir las palabras, con las cuales se equivoca unas cuantas veces hasta dar con las apropiadas.
En ese momento se ilumina la calavera que llevo en la palma de la mano, activándose gracias a la fórmula que nos confió Khaled. El brillo va aumentando en intensidad hasta resultar en una cegadora luz azul que procede del objeto mágico, haciendo que se levante a nuestro alrededor una espiral de aire que comienza a girar sobre la zona en la que estamos, dejándonos en el centro. A partir de ese momento debo sujetar la calavera con ambas manos y mucha fuerza, pues parece que una fuerza invisible tira de ella hacia donde está el mago. Soy consciente del hecho de que ningún Soul Reaper más ha visto esto en siglos, pues yo soy el primero, así que intento grabar este momento en mi retina como un avance especial en nuestra historia. Un potente rayo de luz azul sale de la calavera en dirección a Lucio, atravesándolo por el pecho para después salir por su espalda, retornando hacia la calavera con un haz de luz de diferente color y mucho más potente. En ese momento el sonido que emite la calavera es ensordecedor, como si en medio de una tormenta se estuviese drenando toda el agua del mar y no pudiese contenerla. Empiezo a temer que el objeto se resquebraje y no sé exactamente en qué momento debo parar, pues Khaled no nos explicó nada de eso. Aguanto un poco más, con la calavera casi quemándome entre las manos mientras que exprimimos todo lo posible a la víctima que tenemos delante, cuyo "caudal" de magia hacia la calavera va siendo cada vez menor, hasta ser casi imperceptible. En ese momento corto la conexión con gran esfuerzo, desviando el objeto hacia otro lado para que el haz de luz deje de atravesar el pecho de Lucio.
Retrocedo unos cuantos pasos de espaldas, jadeando por el esfuerzo y con la palma de mi mano no metálica quemada por la temperatura y la cantidad de magia que ha acumulado el objeto.
Dejo que Vanessa hable por mí, aunque le lanzo una mirada de cabreo cuando no hace más que parlotear y entretener al médico con asuntos de poca importancia, tardando demasiado en actuar. No tengo ni idea de lo que habla cuando dice que no dirá nada, simplemente me distrae del cometido que debemos llevar a cabo. Le habría dicho que ya habrá tiempo de conocer al resto, si es que siguen en el mismo barco después de todo lo sucedido. Probablemente cambien algunas cosas a partir de ahora. Casi me entran ganas de sacudir a Vanessa en el momento exacto de decir las palabras, con las cuales se equivoca unas cuantas veces hasta dar con las apropiadas.
En ese momento se ilumina la calavera que llevo en la palma de la mano, activándose gracias a la fórmula que nos confió Khaled. El brillo va aumentando en intensidad hasta resultar en una cegadora luz azul que procede del objeto mágico, haciendo que se levante a nuestro alrededor una espiral de aire que comienza a girar sobre la zona en la que estamos, dejándonos en el centro. A partir de ese momento debo sujetar la calavera con ambas manos y mucha fuerza, pues parece que una fuerza invisible tira de ella hacia donde está el mago. Soy consciente del hecho de que ningún Soul Reaper más ha visto esto en siglos, pues yo soy el primero, así que intento grabar este momento en mi retina como un avance especial en nuestra historia. Un potente rayo de luz azul sale de la calavera en dirección a Lucio, atravesándolo por el pecho para después salir por su espalda, retornando hacia la calavera con un haz de luz de diferente color y mucho más potente. En ese momento el sonido que emite la calavera es ensordecedor, como si en medio de una tormenta se estuviese drenando toda el agua del mar y no pudiese contenerla. Empiezo a temer que el objeto se resquebraje y no sé exactamente en qué momento debo parar, pues Khaled no nos explicó nada de eso. Aguanto un poco más, con la calavera casi quemándome entre las manos mientras que exprimimos todo lo posible a la víctima que tenemos delante, cuyo "caudal" de magia hacia la calavera va siendo cada vez menor, hasta ser casi imperceptible. En ese momento corto la conexión con gran esfuerzo, desviando el objeto hacia otro lado para que el haz de luz deje de atravesar el pecho de Lucio.
Retrocedo unos cuantos pasos de espaldas, jadeando por el esfuerzo y con la palma de mi mano no metálica quemada por la temperatura y la cantidad de magia que ha acumulado el objeto.
- Ahh, ya veo, ha venido a visitarle y a estar con él. Hace bien, seguro que en estos momentos necesita el apoyo de sus amigos. - por lo menos la mujer no me mira con esos malos modos y puedo hablar con ella, cosa que no puedo hacer con el chico. - Bueno, verá como poco a poco va todo a mejor. Yo creo que debería irme, he dejado en el bar a la persona con la que estaba hablando...- comento algo cortado cuando Vanessa me da esa palmada de colegueo así sin más y encima se pone modo sugerente, cosa que no puedo obviar. Además, empieza a darme muy mala espina eso de las palabras que pronuncia en otra lengua y la pesadez del otro tipo sujetando ese objeto extraño como si me lo estuviese mostrando.
Y entonces, sucede.
No me da tiempo a girarme para volver al bar ni a reaccionar mucho. Tampoco ayuda el hecho de que sea un sanador y no me sepa desenvolver bien en batalla. Lo único que puedo hacer es quedarme completamente paralizado cuando ese maldito rayo atraviesa mi pecho, dejándome prácticamente sin respiración. No puedo moverme ni hacer nada para evitarlo, lo único que puedo sentir es que segundo a segundo voy perdiendo fuerzas, como si me sacasen todas mis energías, toda mi esencia mágica. Por mi mente cruza el aterrador pensamiento de que voy a caer aquí, de que van a matarme ya mismo y no voy a poder impedirlo de ningún modo. Jamás hubiese pensado que uno de los pacientes que atendí sería capaz de esto, y sólo tras unos pocos segundos más caigo en la cuenta de lo que puede estar sucediendo. Hacía mucho tiempo que los habíamos olvidado, incluso se pensaba que habían desaparecido. Apenas les quedaron unas pocas calaveras tras el caos de 2012, y se creía que su poder se estaba extinguiendo. Si hubiese sido más precavido y hubiese recordado me habría dado cuenta de que estoy ante dos miembros de los Soul Reapers. Su lema retumba en mi mente en cuanto rompe la conexión, haciendo que caiga al suelo completamente debilitado y perdiendo el conocimiento.
Y entonces, sucede.
No me da tiempo a girarme para volver al bar ni a reaccionar mucho. Tampoco ayuda el hecho de que sea un sanador y no me sepa desenvolver bien en batalla. Lo único que puedo hacer es quedarme completamente paralizado cuando ese maldito rayo atraviesa mi pecho, dejándome prácticamente sin respiración. No puedo moverme ni hacer nada para evitarlo, lo único que puedo sentir es que segundo a segundo voy perdiendo fuerzas, como si me sacasen todas mis energías, toda mi esencia mágica. Por mi mente cruza el aterrador pensamiento de que voy a caer aquí, de que van a matarme ya mismo y no voy a poder impedirlo de ningún modo. Jamás hubiese pensado que uno de los pacientes que atendí sería capaz de esto, y sólo tras unos pocos segundos más caigo en la cuenta de lo que puede estar sucediendo. Hacía mucho tiempo que los habíamos olvidado, incluso se pensaba que habían desaparecido. Apenas les quedaron unas pocas calaveras tras el caos de 2012, y se creía que su poder se estaba extinguiendo. Si hubiese sido más precavido y hubiese recordado me habría dado cuenta de que estoy ante dos miembros de los Soul Reapers. Su lema retumba en mi mente en cuanto rompe la conexión, haciendo que caiga al suelo completamente debilitado y perdiendo el conocimiento.
He sido una chica lista dejando escribir a Adra. ¡Pero qué bien que lo hace mi chico bonito! Me entran ganas de apretujarle los mofletes.
Estábamos por donde yo estaba intentando decir las palabrujas esas de mala muerte, más preocupada por decir la fonética correctamente, cosa que me está costando horrores, pero esforzándome lo máximo posible notando la mirada apremiante de Adra y la incomodidad de Lucio, queriendo decir las palabrujas lo antes posible para que no nos pillara nadie.
Y... ¡magia!
Me quedo paralizada por la fuerza que tiene el rayo y la calaverita y las cuatro tonterías que he dicho. Como cuando alguien descubre algo por primera vez, pareciéndome eso lo más flipante e impactante que he visto en mi vida, superando con creces el propio hecho de que yo misma pueda hacer ciertos truquitos con el metal. Pero todo eso es basura con lo que está aconteciendo delante de mi. Entrecierro los ojos, pues no quiero perderme nada de lo que está sucediendo, observando con miedo y con cautela el rayo que atraviesa a Lucio sin atreverme a moverme mucho, por si eso era contagioso y a la vez siento una pena terrible por lo que sea que le estemos haciendo al médico, sintiendo bastante compasión y recordando el momento en el que Zayra me curó a mi en Italia. Luego suena el trueno que parece que nos va a reventar los tímpanos y que seguro ha hecho que se entere de que algo ocurre en el exterior a todos los que estaban en el bar.
Cuando todo parece pasar se crea un silencio casi sepulcral. Solo se escuchan los jadeos de Adra. Es como si todo Londres se hubiera silenciado de golpe. Me acerco al hombre guapo y sexy para comprobar que respiraba y vive, buscando signos de vida. Aunque su respiración y pulso son débiles, sobrevivirá. No sé si me siento del todo cómoda con esta situación, alternando la mirada entre Lucio (ahora tendido en el suelo, bajo mis pies) y Adra (que ha quedado separado de nosotros, por encima, con la calavera), pensando que lo que yo quería hacer era no sé, luchar contra el mal y salvar gente y no matarlos, como casi llegamos a hacer.
Ya habrá tiempo para los remordimientos, ahora hemos llamado demasiado la atención. Recojo todos nuestros rastros (el pepelico y el móvil) dejando a Lucio allí y salgo de la calle con Adra, alejándonos. -Se pondrá bien, ¿no?-
Antes de que doblásemos la primera calle a la izquierda para perdernos entre la multitud me detengo un segundo para echar una última ojeada al mago, breve, cargada de culpa. Me uno a Adramelech, que ya se me había adelantando y escondido la calavera, para termina camuflándonos entre la gente, pasando los dos desapercibidos y saliendo finalmente de allí.
Estábamos por donde yo estaba intentando decir las palabrujas esas de mala muerte, más preocupada por decir la fonética correctamente, cosa que me está costando horrores, pero esforzándome lo máximo posible notando la mirada apremiante de Adra y la incomodidad de Lucio, queriendo decir las palabrujas lo antes posible para que no nos pillara nadie.
Y... ¡magia!
Me quedo paralizada por la fuerza que tiene el rayo y la calaverita y las cuatro tonterías que he dicho. Como cuando alguien descubre algo por primera vez, pareciéndome eso lo más flipante e impactante que he visto en mi vida, superando con creces el propio hecho de que yo misma pueda hacer ciertos truquitos con el metal. Pero todo eso es basura con lo que está aconteciendo delante de mi. Entrecierro los ojos, pues no quiero perderme nada de lo que está sucediendo, observando con miedo y con cautela el rayo que atraviesa a Lucio sin atreverme a moverme mucho, por si eso era contagioso y a la vez siento una pena terrible por lo que sea que le estemos haciendo al médico, sintiendo bastante compasión y recordando el momento en el que Zayra me curó a mi en Italia. Luego suena el trueno que parece que nos va a reventar los tímpanos y que seguro ha hecho que se entere de que algo ocurre en el exterior a todos los que estaban en el bar.
Cuando todo parece pasar se crea un silencio casi sepulcral. Solo se escuchan los jadeos de Adra. Es como si todo Londres se hubiera silenciado de golpe. Me acerco al hombre guapo y sexy para comprobar que respiraba y vive, buscando signos de vida. Aunque su respiración y pulso son débiles, sobrevivirá. No sé si me siento del todo cómoda con esta situación, alternando la mirada entre Lucio (ahora tendido en el suelo, bajo mis pies) y Adra (que ha quedado separado de nosotros, por encima, con la calavera), pensando que lo que yo quería hacer era no sé, luchar contra el mal y salvar gente y no matarlos, como casi llegamos a hacer.
Ya habrá tiempo para los remordimientos, ahora hemos llamado demasiado la atención. Recojo todos nuestros rastros (el pepelico y el móvil) dejando a Lucio allí y salgo de la calle con Adra, alejándonos. -Se pondrá bien, ¿no?-
Antes de que doblásemos la primera calle a la izquierda para perdernos entre la multitud me detengo un segundo para echar una última ojeada al mago, breve, cargada de culpa. Me uno a Adramelech, que ya se me había adelantando y escondido la calavera, para termina camuflándonos entre la gente, pasando los dos desapercibidos y saliendo finalmente de allí.
Después de todo el show galáctico en la sala del cónclave salgo del espacio seguro de Ouroboros. Algo que jamás había hecho en el pasado ni reciente, ni pretérito, ni pretérito pluscuamperfecto. Pero es verdad que mi mundo había cambiado demasiado como para no estudiarlo con más detenimiento, pero en realidad lo que más preocupaba era que hubiera o no todavía pizzerías. Por eso bajé a Londres, para buscar la que antes me gustaba tanto, intentando localizar entre las calles medio derruidas un Telepizza, un PizzaHut o un Domino's. Llego hasta donde había una, al menos en un mundo parelelo, pero que en este ha resultado ser un bar. ¡A Tesla no le gustan los bares!
Rodeo el edificio andando cada vez más deprisa, pasando de la puerta delantera a la trasera, pero sin éxito en la búsqueda de pizzerías. Me tiro al suelo, de una forma dramática, clamando al cielo con los flyers en la mano
-¡NO! Eran jóvenes y bellos, tenían tanto bien por hacer.... benditas sean las pizzerías. Yo te amaba pizza hawaiana, o gran incomprendida. Este nuevo universo paralelo no le gusta a Tesla, ¡no le gusta un cacafutti! Bellatrixx alternativa me ha engañado, me dijo que este era el universo bueno. El que vibra como yo, no como la loca esa de Fringe. Esa vibra diferente. Markus no, Markus vibra como Entropía y como ese señor que se parece a Lucio alternativo, aka Lucius-
Es en ese preciso momento cuando reparo en la presencia de Lucio-original. De rodillas gateo hasta él, pinchándole con el dedo en uno de los mofletes, para que se despertara, repitiendo su nombre de una forma repetitiva y cargante. Una y otra vez. Y cuando me canso cojo una gran bocanada de aire para volver a empezar el ciclo de reanimación cardiopulmonar. Si esto no funciona es que está muerto. Habrá que avisar a Admin para que le cambie el rango.
Rodeo el edificio andando cada vez más deprisa, pasando de la puerta delantera a la trasera, pero sin éxito en la búsqueda de pizzerías. Me tiro al suelo, de una forma dramática, clamando al cielo con los flyers en la mano
-¡NO! Eran jóvenes y bellos, tenían tanto bien por hacer.... benditas sean las pizzerías. Yo te amaba pizza hawaiana, o gran incomprendida. Este nuevo universo paralelo no le gusta a Tesla, ¡no le gusta un cacafutti! Bellatrixx alternativa me ha engañado, me dijo que este era el universo bueno. El que vibra como yo, no como la loca esa de Fringe. Esa vibra diferente. Markus no, Markus vibra como Entropía y como ese señor que se parece a Lucio alternativo, aka Lucius-
Es en ese preciso momento cuando reparo en la presencia de Lucio-original. De rodillas gateo hasta él, pinchándole con el dedo en uno de los mofletes, para que se despertara, repitiendo su nombre de una forma repetitiva y cargante. Una y otra vez. Y cuando me canso cojo una gran bocanada de aire para volver a empezar el ciclo de reanimación cardiopulmonar. Si esto no funciona es que está muerto. Habrá que avisar a Admin para que le cambie el rango.
Haber caminado durante tanto tiempo por las calles mohosas de Inglaterra, haber apreciado casi que en cámara lenta sus detalles y cambios estructurales forzosos como necesarios le daban a la alquimista la visualización de mapas mentales que aunque fragmentados, con sus propias vivencias pudieran irse completando y actualizando. Ahora mismo sus pasos y antojos luego de unos días bastante ajetreados en cuanto a reacomodo de vida en Ouroboros la dejaban con ese gustito de nostalgia... después de todo, nació y creció entre los humanos como si fuese uno más, mezclándose sin levantar sospechas gracias a su propia habilidad indetectable para las -por ahora- actuales máquinas de la Alianza. Siendo así, que una garganta seca y con anhelo de alcohol añejo la indujeron a encaminarse hasta el Moulin Noir en donde esporádicamente pasaba algunas horas ungiendo su alma en esos botellones de borrachera insípida... ya que si lo deseaba, con apenas morderse la lengua y hacer brotar un poco de sangre el mismo efecto intoxicante del alcohol se esfumaba.
Sin embargo entre sus lapsus de recuerdos que la abstraían momentáneamente de lo que ocurría a su alrededor pero la mantenían en automático para cuidarse de caminar por la acera, detenerse ante un previsto choque sea con gente o con autos y el de alzar las rodillas para subir escalones, pronto se vio pateando sin querer algo mullido que no estaba previsto estuviera allí a esa altura... imaginó fuera un gato, en los años 70' por Francia hubo una infesta de estos lindos animalitos... ah, dejando de lado eso: bajó la mirada y de lleno se topó con la escenita de resucitación.
─ Quels démons succède-t-il ici? ─ vociferó sin mucho cuidado ni importancia en que otros le escucharan. Había reconocido a los dos sujetos y principalmente se mostró preocupada ante el que estaba tirado sin atisbo de vida. Inmediatamente se arrodilló y dio una mirada hacia la periferia evidenciando de que nada hostil los contuviera de proseguir. Se dirigió ahora para hablar con el bigotudo que si... era igual que el Tesla original que habrá visto alguna vez en las películas documentales que solían pasar en los cines de su época ¡en fin! a lo que les atañe.
─ ¿Qué le ha ocurrido? ¿hace cuánto que le estás practicando RCP? ¿ya checaste los signos vitales de nuevo? ─ y por el rabillo del ojo mantenía atención a lo que acontecía alrededor, puesto que si no hubiera otra alternativa, ya perfilaba con aquel anillo de hoz, tajearse un poco de la mano y darle a beber directamente de su sangre al susodicho herido (Lucio) aunque luego debiera de dar las pertinentes explicaciones y de igual modo esperar por parte de ellos, ya que no todos los días un miembro de los Descendientes yace moribundo en un antro como éste... y pensar que apenas y hacía poco se había unido a ellos, lo que le faltaba: presenciar una muerte, otra supuestamente de un integrante... Par la merde...
Sin embargo entre sus lapsus de recuerdos que la abstraían momentáneamente de lo que ocurría a su alrededor pero la mantenían en automático para cuidarse de caminar por la acera, detenerse ante un previsto choque sea con gente o con autos y el de alzar las rodillas para subir escalones, pronto se vio pateando sin querer algo mullido que no estaba previsto estuviera allí a esa altura... imaginó fuera un gato, en los años 70' por Francia hubo una infesta de estos lindos animalitos... ah, dejando de lado eso: bajó la mirada y de lleno se topó con la escenita de resucitación.
─ Quels démons succède-t-il ici? ─ vociferó sin mucho cuidado ni importancia en que otros le escucharan. Había reconocido a los dos sujetos y principalmente se mostró preocupada ante el que estaba tirado sin atisbo de vida. Inmediatamente se arrodilló y dio una mirada hacia la periferia evidenciando de que nada hostil los contuviera de proseguir. Se dirigió ahora para hablar con el bigotudo que si... era igual que el Tesla original que habrá visto alguna vez en las películas documentales que solían pasar en los cines de su época ¡en fin! a lo que les atañe.
─ ¿Qué le ha ocurrido? ¿hace cuánto que le estás practicando RCP? ¿ya checaste los signos vitales de nuevo? ─ y por el rabillo del ojo mantenía atención a lo que acontecía alrededor, puesto que si no hubiera otra alternativa, ya perfilaba con aquel anillo de hoz, tajearse un poco de la mano y darle a beber directamente de su sangre al susodicho herido (Lucio) aunque luego debiera de dar las pertinentes explicaciones y de igual modo esperar por parte de ellos, ya que no todos los días un miembro de los Descendientes yace moribundo en un antro como éste... y pensar que apenas y hacía poco se había unido a ellos, lo que le faltaba: presenciar una muerte, otra supuestamente de un integrante... Par la merde...
Sigo un rato más con mi peculiar reanimación que consiste en pinchar con el dedo índice en el moflete de Lucio mientras repito su nombre de forma cansina y repetitiva. Cuando me canso cojo aire con una bocanada y vuelve a empezar el proceso. Ya he perdido la noción del tiempo hacía ya tiempo, aunque en realidad creo que nunca he tenido una gran noción del mismo. Pero yo sigo con mis cosas de reanimación.
- ¡Tesla volvió para que estas cosas no sucedieran! Lucio Lucio Lucio. Tesla jura que encontrará al malvado Lucio Lucio Lucio Lucio Lucio Lucio Pero cuando Tesla se haya alimentado, que empieza a tener hambre Lucio Lucio Lucio Lucio -
Cuando llega la muchacha no le presto gran atención porque habla un idioma extraño y Tesla solo habla inglés y algo de austrohúngaro y puede que un poco de alemán, pero Tesla no lo recuerda. Pero cuando por fin habla un idioma que entiendo, la presto algo más atención, sin dejar de picar con el dedo a Lucio.
-Tesla lo encontró así. Tesla no lo ha roto. Lucio Lucio Lucio Lucio. Tesla intenta arreglarlo para que no le pongan el rango de muerto, que en verdad no existe.... pero Tesla sabe que en otros universos sí ponen ese rango Lucio Lucio Lucio Lucio. A Tesla no le gusta que se rompan sus amigos, los que los rompen no son amigos de Tesla y Tesla ya está cansado de hacer revivir gente, Lucio Lucio Lucio-
Empiezo a cansarme de la maniobra, ya me duele la uña y el metacarpo del dedo. No sé cual, pero me duele. Voy a probar con una chispita de energía, que lo mismo igual hasta funciona. Un calambrazo simpático. De esos que hacen cosquillas o pican un poco. Suena como un zumbido y chispa. En la cara por supuesto, porque Markus ha leído en incontables libros que las reanimaciones se hacen en la cara (o se lo ha inventado, que para el caso es lo mismo). Estudio a Lucio girando la cara de un lado a otro. Luego alzo la mirada a la chica para encogerme de hombros. Markus ya no sabe qué más hacer. Arrugo el ceño, me suena de haberla visto en un mundo alternativo
-Tu cara me suena.... ¿Eres Flamel alternativa? ¿O eres Flamel original? Markus se siente confuso-
- ¡Tesla volvió para que estas cosas no sucedieran! Lucio Lucio Lucio. Tesla jura que encontrará al malvado Lucio Lucio Lucio Lucio Lucio Lucio Pero cuando Tesla se haya alimentado, que empieza a tener hambre Lucio Lucio Lucio Lucio -
Cuando llega la muchacha no le presto gran atención porque habla un idioma extraño y Tesla solo habla inglés y algo de austrohúngaro y puede que un poco de alemán, pero Tesla no lo recuerda. Pero cuando por fin habla un idioma que entiendo, la presto algo más atención, sin dejar de picar con el dedo a Lucio.
-Tesla lo encontró así. Tesla no lo ha roto. Lucio Lucio Lucio Lucio. Tesla intenta arreglarlo para que no le pongan el rango de muerto, que en verdad no existe.... pero Tesla sabe que en otros universos sí ponen ese rango Lucio Lucio Lucio Lucio. A Tesla no le gusta que se rompan sus amigos, los que los rompen no son amigos de Tesla y Tesla ya está cansado de hacer revivir gente, Lucio Lucio Lucio-
Empiezo a cansarme de la maniobra, ya me duele la uña y el metacarpo del dedo. No sé cual, pero me duele. Voy a probar con una chispita de energía, que lo mismo igual hasta funciona. Un calambrazo simpático. De esos que hacen cosquillas o pican un poco. Suena como un zumbido y chispa. En la cara por supuesto, porque Markus ha leído en incontables libros que las reanimaciones se hacen en la cara (o se lo ha inventado, que para el caso es lo mismo). Estudio a Lucio girando la cara de un lado a otro. Luego alzo la mirada a la chica para encogerme de hombros. Markus ya no sabe qué más hacer. Arrugo el ceño, me suena de haberla visto en un mundo alternativo
-Tu cara me suena.... ¿Eres Flamel alternativa? ¿O eres Flamel original? Markus se siente confuso-
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