Hyde Park

Un nuevo día, una nueva oportunidad. Aquella mañana nublada (porque, si el cielo estuviera despejado, no sería Neo Londres) instalamos un austero puesto cerca de las tiendas del mercado que se había formado en el gigantesco parque. Pasaban pocas personas por el lugar que conseguimos, los buenos lugares habían sido ocupados por otros comerciantes desde hacía tiempo así que la gente que llegaba a nuestro puesto había preguntado por la hora o por indicaciones para llegar a algún lugar. La mercadería expuesta sobre la mesa del sencillo stand desmontable que teníamos se trataba de pequeñas piezas metálicas, materiales útiles para conducir electricidad, placas bases y microprocesadores restaurados, un brazo robótico que antes de que empezara la guerra había sido usado en una fábrica automotriz para ensamblar partes de carrocería y varios planos enrollados que especificaban las formas de construir diferentes objetos.

Había algunos trozos de maquinarias que eran un poco más difíciles de conseguir que otros pero había que tener buen ojo para distinguirlos entre los vistosos pero mediocres fragmentos de componentes. Una gorra desgastada ocultaba un poco mi rostro con acné mientras me concentraba en dibujar el diagrama de un invento, el bolígrafo en mi mano se deslizaba rápidamente sobre el papel porque la inspiración había llegado a mí repentinamente y debía plasmarla antes de que se esfumara. -Hay que pensar en un nombre para el sujeto de experimentación.- Le dije a Rena mientras me mantenía inclinado y con la mirada fija en el boceto. Nuestro objetivo allí era conseguir datos, el mercado podía ser una generosa fuente de información, así que había que parar la oreja pero con cautela porque no sabíamos con qué nos podríamos encontrar.

Rena honestamente pensaba que el parque no era un buen sitio par hacer lo que hacía, pues estaba bastante vigilado, y las posibilidades de que hubieran magos interesados en comprarles droga... Bueno, no eran las más altas por esa misma razón, es tirando a obvio que tendrían algo de miedo a una zona con tanto militar.

Pero que más daba, ella siempre podría caminar a otro sitio y conseguir a algún desesperado al final de la jornada con una mezcla entre su agradable personalidad y aspecto, y luego simplemente argumentar qué no consiguieron más por culpa de Collins, así que estaba fresca.

Tambien porque por muchos militares qué hayan, la verdad que ninguno la reconoció, es la fortuna de ser un androide, con equipo meridianamente adecuado, puedes cambiar tu aspecto totalmente, ella simplemente se puso cabello castaño, y cambió el color por defecto de sus ojos a dorado, inspirandose en el ojo mecánico del capitán tuerto Draven.

Y también se ha cambiado ligeramente la voz, de tal forma que es básicamente irreconocible, y además, se ha vestido con una sudadera grande y negra, con motivos amarillos, una camisa blanca y una falda corta negra, además de tener un look desalineado, pero que no es desalineado de verdad, solo lo aparenta para que no desentone con el entorno, pero aún así, sigue luciendo preciosa porque se ha esforzado para ello.

¿Con qué propósito? Tampoco es que vayamos a tenerlo mucho más tiempo.~

Otra de esas cosas que no alcanzaba a comprender, puesto que al final... Básicamente lo iban a vender, que también, por supuesto no estaba ahí, era un niño frágil y la gente que consume drogas suele variar entre ser frágil también o ser peligrosa, así que lo dejaría a cargo de unos científicos para que lo mantengan vivo y le pongan música clásica.

Yvonne miro hacia el cielo, el vasto cielo lleno de oscuridad y nubes grises, aunque eso no importaba mucho para comenzar una caminata. Luego de haber llegado a Neo Londres desde Irlanda no había visto mucho de la ciudad porque en ese momento no le había parecido bien observar más de la ciudad y había pensado que lo dejaría para después una vez estuviera más cómoda e instalada.

Aquel parque al que había llegado le pareció un lugar único e incluso atractivo tal vez, no estaba segura. Mordiéndose el labio inferior se preguntó si debería recorrerlo más a sus anchas para poder tener una mejor opinión, aunque si parecía realmente grande que incluso una persona podría llegar a perderse, aun así, después de todo no tenía ningún apuro en llegar a alguna parte que ella supiera.

En su caminata diviso a lo lejos un grupo de comerciantes con sus puestos montados y más le valía echar un vistazo por curiosidad o luego se arrepentiría, ¿Qué pasaba si encontraba algo realmente útil? Después de todo los mercadillos eran lugares mágicos donde se encontraban cosas antiguas e incluso artefactos demasiado valiosos y eso realmente era una gran oportunidad.

Al primero de los puestos que se acerco fue uno que le llamo muchísimo la atención, más que nada, no se preocupó de quienes lo atendían porque inmediatamente empezó a toquetear todo pinchándolo con un dedo y probando su resistencia. En ese puesto había interesantes piezas metálicas y planos, planos que ella no escatimo en tomar y desenrollar para proceder a analizarlos con su muy bien conocida mirada analítica.
Simplemente, se olvidó del mundo que le rodeaba porque el único “sitio” en el cual podía encontrarse en calma realmente, era… En cualquier parte siempre y cuando tuviera cosas que analizar para desarrollar su mente.-Esto se ve bien… Si solo se modificara esa pequeña parte.-

Miré de reojo a Rena desde mi asiento frente a la mesa donde teníamos nuestra mercadería expuesta para el público y luego volví la atención a lo que estaba diseñando. -Porque existe la posibilidad de que no lo quieran recuperar y tengas que cuidarlo tú. Tal vez podríamos llamarlo Uno, al siguiente lo podemos llamar Dos y así sucesivamente.- Comenté mientras seguía con el dibujo del invento que tenía entre manos, me estaba manchando los dedos con tinta pero eran gajes del oficio, quería crear un invento útil a toda costa.

El calor se podía sentir a pesar de ser una mañana nublada y la naturaleza no tenía respeto por los límites creados por el hombre así que aparté con la mano a una hormiga que caminaba por la mesa. Justo en ese momento mí visión periférica captó la imagen de dos manos del otro lado de la mesa que se pusieron a toquetear todos los artículos que estaban a la venta. Mantuve mi rostro algo oculto detrás de la gorra así que todo lo que pude ver de la recién llegada era que tenía unas manos femeninas y la punta de su largo pelo castaño claro.

Iba a llamarle la atención, se podía tocar hasta tres veces, la tercera se compraba, pero me interesó lo que dijo sobre uno de los planos que se puso a mirar y guardé el boceto que estaba trazando. -Puedes modificarlo, si quieres.- Le ofrecí para que añadiera ese retoque del que hablaba, tendiéndole el bolígrafo pero conservando la cara un poco cubierta por la visera. -¿Buscas algo en específico? Éste tercer brazo es excelente para rascar la espalda.- Para demostrárselo agarré el brazo robótico, lo activé y automáticamente alzó la mano saludando a la clienta.

Mientras todo va sucediendo, Rena mira distraídamente en todas direcciones cual niña inquieta, o al menos así luce exteriormente, pues en realidad lo que hace es analizar el entorno, observar qué todas las cosas se mantengan normales, y sobre todo, tener bien controlado a cualquier miembro reconocible de la alianza humana, pero últimamente ha aprendido a hacerlo ver natural.

En ese caso también dudo que funcione, Tobias no lo quiere cerca, así que me habré de deshacer de él de alguna otra forma, o quizás hacerlo pasar por humano, al final, por como es podría perfectamente funcionar.~

Habla alegremente con el adolescente cubierto de acné, mientras lo ve como siempre suele estar, obsecado tratando de crear algo, y ella siente curiosidad sobre que será lo que va a crear cuando finalmente cree algo, por eso también le dedica su atención y su dulce sonrisa a ese proceso...

Hasta que finalmente, ocurre lo inesperado, alguien se acerca y cuando Rena se estaba preparando para dar indicaciones por enésima vez resulta que observa la mercancía, parece que podrían llegar a tener una clienta de verdad, eso es algo que no hubiera creído qué pasaría, aunque dura qué esa chica esté interesada en comprarles drogas, que es lo que de verdad deben vender, no emite ninguna señal mágica.

¡Ho~la!

Rena saludó con cierta emoción y una voz agradable al oído, mostrando una buena actitud como suele hacer siempre últimamente.

Siéntase libre, por un módico precio ese diseño puede ser suyo para hacer de él lo que guste, y que solo el cielo sea el límite para su ingenio.~

Usó su mejor voz de vendedora, cosa que francamente queda bastante cómico dentro de la situación, y como tal ayuda a animar el ambiente lúgubre del sitio.

Tres veces y una cuarta vez toqueteo un mismo artefacto hasta que se cansó de hacerlo, luego paso un dedo por sobre eso. Si no la conocieran bien parecería que fuera algún tipo de mujer con problemas de alguna índole, pero ella solo se había quedado pegada pensando en la inmortalidad del cangrejo hasta que los planos habían llamado su atención.

Una voz la saco inmediatamente de su ensimismamiento, o mejor dicho dos voces, una de un muchacho el cual le estaba tendiendo un lápiz el cual tomo inmediatamente, pero… ¿Para qué? Se puso a pensar lo que había sucedido minutos antes, alguna conversación trivial algo, no recordaba haber iniciado conversación. Con el lápiz aun en la mano levanto la cabeza y se dio cuenta de que, había mas gente a parte de ella.

-Hola.-Respondió a la simpática criatura que suponía que acompañaba al otro muchacho y luego de escucharla decir prácticamente la tan renombrada frase de comerciante, se dio cuenta de que eran los dueños de aquel pequeño puestito. Si hubiese sido otra persona, se hubiese sonrojado por aquel despiste que había tenido, aunque los otros dos no supieran de aquello.-Tienen un puesto muy bueno aquí, con muchísimas cosas interesantes. Pero lo siento, no quiero comprar nada, solo me acerque a mirarlo. -Fueron sus palabras hacia las dos personas.

Una de sus cejas se alzó al ver el brazo el brazo robótico en el que estuvo interesada hace solo unos escasos momentos y observando al chico, ladeo la cabeza pasando la lengua por uno de sus labios como si estuviera de alguna forma repensándose la inteligencia del chico. Vamos, como toda una personalidad altanera, aunque sin llegar a serlo en realidad. -¿Realmente usarías un brazo robótico para rascar tu espalda cuando tiene muchísimas más funciones interesantes para realizar? Para ella podría ser más provechoso como una prótesis con unos cuantos ajustes, e inclusive hasta modificarlo para poder crear un arma. -Para eso podrías usar la parte de atrás de un lapicero. - Y eso lo sabía porque lo había hecho miles de veces en los momentos en los que sus dedos no podían llegar a las zonas difíciles.

Tenía mis reservas respecto a hacer pasar por humano a Uno pero lo dejé estar porque el androide había expresado que estaba en sus planes registrar el desarrollo de un bebé y esa podía ser su única oportunidad a menos que estuviera interesado en ser niñera de mis futuros hijos. Ante la llegada de la posible clienta, la atención se centró en ella y la capacidad de la sofisticada tecnología de la inteligencia artificial de Rena para adaptarse a las situaciones me maravilló una vez más aunque me resultaba muy inquietante su gran parecido a los humanos. La recién llegada aceptó el bolígrafo que le ofrecí y me mantuve expectante a las modificaciones que le haría al plano mientras conservaba el rostro algo oculto detrás de la gorra. Fue desilusionante saber que no quería comprarnos pero su reacción a mi ofrecimiento del brazo robótico como rascador me hizo gracia así que mis labios esbozaron una sonrisa de lado debajo de la visera de la desgastada gorra.

-Ah, una amante de la tecnología.- Dije e hice que la mano de la extremidad artificial levantara la gorra, dejando al descubierto mi rostro con acné en la frente, en las mejillas y en la barbilla. -¿Sabes? Vamos a ir a hablar con una famosa inteligencia artificial que se rebeló contra su programación ¿quieres acompañarnos?- Le pregunté a la mujer haciendo que el brazo robótico nos señale a Rena y a mí. Mis dos brazos de carne estaban muy sanos pero era más divertido usar la extremidad artificial para gesticular. -Creo que todo amante de la tecnología debería tener ésta experiencia, esa inteligencia artificial es una obra de arte.- Mis ojos grises como el cielo en ese momento, observaron a la mujer mientras se iluminaban por el entusiasmo que sentía ante la perspectiva de hablar con semejante personaje que dejó una huella permanente en la historia, para mí ese evento era como la peregrinación obligatoria para todo aquel inventor que se preciara de tal. -Al fin vas a tener a alguien con quien hablar sobre cosas de chicas mientras yo me tapo los oídos.- Le dije sonriente a Rena, desviando la mirada hacia ella.

La encantadora Rena estaba ahí lo más fresca esperando la respuesta de Yvonne sobre las cosas que tenían en el puesto, incluso le dedicaba su mejor sonrisa de servicio al cliente, con el afán de que eso sirviera de algo, aunque en el momento en que le dijo que no compraría nada... Siguió sonriendo, pero de forma más normal.

Moh, el jefe se va a molestar si no conseguimos qué alguien compre algo...

Y luego ha procedido a hacer un pequeño puchero bastante bien logrado, conforme avanza el tiempo, sus capacidades de simular actitudes humanas también incrementan.

Luego de eso, cuando escucha hablar a Collins, ella no tiene reparos en reír, de verdad que esté chico es todo un caso, no deja de hacer cosas que no tienen demasiado sentido, como puede ser tratar de llevar a una chica que acaba de conocer a un viaje de trabajo.

Quizás sería mejor llevársela al jefe primero, a ver si la quiere contratar para que pueda ir al viaje, no quiero ser yo quien se lleve un regaño si se llega a enterar que nos llevamos de gratis a gente al azar en el parque de tour.~

Al final, ella le tiene un gran respeto a Tobias, es alguien que tiene clarisimo como van las cosas, y que tiene los mismos objetivos qué ella, así que prefiere demostrarle qué puede seguir confiando en ella, y de esa forma no perder el status qué se ha ganado con esfuerzo hasta ahora.

Yvonne se quedó mirando fijamente al muchacho que tenía en frente pues ya le había causado mucha curiosidad con su porte misterioso y si en algo se podía definir era por su curiosidad, porque ¿Qué tipo de amante extravagante inventivo no sentiría curiosidad? Era parte de su naturaleza pues si no había una investigación previa, no había nada.

Es por eso que la castaña después de decidir el curso de sus acciones que en realidad fue cosa de fracción de segundos, se apoyó contra la mesa de aquel puesto y alargo su mano para poder arrebatarle aquella gorrita, pero al final se detuvo ante las palabras de la pequeña Rena.

-¿Es que acaso su jefe es alguna clase de explotador?-Ooooh, ya lo entendía, si no compraba algo, tal vez serian regañados, pero ella en verdad no iba dispuesta a comprar nada…

Asintió varias veces con la cabeza al escuchar las palabras del otro, como una verdadera buena niña a demás si era una amante de la tecnología, a ella le gustaban todas esas cosas de investigar e ingeniería inversa, podría quedarse horas armando y desarmando un reloj solo por el gusto de mirar todos sus componentes e incluso meterle mejoras.

-¿Disculpa?-Frunció el ceño hacia Collins y su vista hizo rápidos movimientos de un lado a otro sobre todo su rostro, juraría que lo había visto en alguna parte, pero no recordaba donde. Debería tener cuidado con sus pensamientos y prestar más atención a su alrededor si no quería llevarse sorpresas o eso suponía. Se cruzó de brazos escuchándolos hablar de la inteligencia artificial de tours y de jefes.

Al percibir que se aproximaba, instintivamente retrocedí pegando la espalda a la silla en la que estaba sentado. No sabía la razón por la que se había acercado así, tan de repente, tal vez quería atacarme así que puse distancia. Rena llamó la atención de la castaña recurriendo a la lástima y yo me encogí de hombros cuando preguntó si nuestro jefe era un explotador. -Es un jefe decente para los peligrosos tiempos que corren.- En esa época llena de incertidumbre y violencia, era afortunado el que no terminaba siendo vendido como esclavo, un destino que no discriminaba edad, género, raza ni circunstancias. Rena y yo teníamos la buena suerte de ser patrocinados por el alemán que nos guiaba y nos daba lo necesario para superarnos a nosotros mismos ampliando nuestro conocimiento hasta límites insospechados.

Luego de quitarme la gorra pude ver en sus ojos esa mirada, la mirada de “tu cara me suena”. Estaba acostumbrado a esa reacción, al ser el hijo del Ministro de Paz no faltaba quien quería acercarse a mí buscando usarme en su beneficio, ya fuera para presumir con sus amigos que había hablado conmigo o para conseguir un ascenso en su trabajo o para pedirme dinero. Claro que las circunstancias habían cambiado mucho, los seres mágicos me habían arruinado la vida, me habían sido arrebatadas todas las comodidades de las que disfrutaba hace solo un año atrás.

Era increíble pensar que en esa época me imaginaba a ésta altura con mi primer coche propio, estaba listo para iniciar los trámites para conseguir la licencia de conducir pero ahora parecía muy lejana aquella vida en la que salía en la tele junto a mis padres y mi hermano mostrándonos ante las cámaras como la familia perfecta para impulsar la carrera política de papá a favor de la Alianza Humana. No, ahora se asomaba en cada esquina la amenaza de ser linchado simplemente por ser quien era. Los inmundos seres mágicos dejaron morir a mi madre para luego secuestrar a mi padre y a mi hermana pequeña. Me lo habían quitado todo pero recuperé a papá, restaba recuperar a mi hermana y volver a juntar los trozos de mi destrozada vida.

-Yo hablaré con él.- Le dije a Rena haciendo un gesto con la mano robótica como restándole importancia al supuesto regaño de llevar a alguien que no formaba parte de la empresa a acompañarnos a hablar con la famosa inteligencia artificial. Le explicaría todo al alemán. -Pienso que al jefe le va a parecer bien que nos acompañes, es una buena oportunidad para que nos conozcas un poco más y pienses si quieres trabajar con nosotros. Si tres inventores como nosotros unimos esfuerzos, podríamos crear cosas increíbles. Tres cabezas piensan mejor que dos.- Le dije a la castaña.

Cuando Rena observa la situación, se termina percatando de que es posible que la chica que tienen enfrente esté reconociendo a Collins... Cosa que no es rara, porque tiene lo que viene a ser una orden de busca y captura sobre su cabeza, y además debe haber gente que lo quiera matar incluso sin esa orden por ser quien es.

Lo bueno es que ella está bastante a salvo, su apariencia actual no tiene nada que ver con la que suele tener, y puede volver a cambiarla las veces que quiera hacerlo, una de las ventajas de ser androide.

Oh, no cumple ni con el 15% de las características de un explotador, por lo tanto, se podría decir que cualquier similitud es mera coincidencia.~

Le comentó con toda la frescura del mundo a esta chica, sin aproblemarse en lo más mínimo, aunque se le hizo algo divertido el comentario.

Y luego de eso, bueno, vino lo que tocaba de Collins, y ella se limitó a mirarlo, parece que no importa a cuantas mesas lo aten, no va a dejar de hacer cosas que obviamente no son buena idea, así que ella se encoje de hombros.

Está bien, yo solo miraré.~

Se limitó a responder con su voz cantarina, esto será gracioso de ver, o algo bueno para la compañía, dependiendo de como sea que resulte, pero en cualquiera de los casos es algo bueno para ella, así que aprueba bastante la idea...

Podría haber estado en este divertido despliegue un rato más, pero su celular ha sonado, tocando una canción pop con una letra por demás cómica y rara, y cuando lo ha sacado para ver quien era... Oh, se trata de una llamada entrante de Thalos...

Ohhhh... Disculpen, cosas personales, vuelvo en un segundo.~

Y procedió a correr lejos de ellos, de la forma que lo haría una adolescente qué trata de encubrir una travesura menor, sobre todo para el despiste, y una vez estuviera lo bastante alejada y cerca de un árbol, procedería a contestar pegando el aparato a su mejilla.

Saludos, Capitán Draven, ¿Cómo se encuentra hoy?

Introdujo, con un tono alegre.

Aquí la unidad Alpha - R.E.N.A. lista para recibir indicaciones.~

Se hizo la desentendida, por supuesto, porque es bien consciente de que existe una sola razón por la cual alguno de los Draven le llamaría...

Pero no tiene lo que necesitan, aún no posee suficiente información de la corporación como para darle lo que ha pedido, aunque ha sido mayormente porque se ha esforzado más en ser de utilidad para Tobias qué tora cosa, pero de eso no hay constancia, por suerte.

Aquella reacción del muchacho le hizo algo de gracia. Poner distancia entre ellos solo la hizo pensar en que tal vez era demasiado tímido y ella estaba siendo un poco muy… No sabía que palabra utilizar exactamente más que acosadora. Por lo que ella también se alejó, incluso un poco más de la cuenta porque no quería causar ningún otro problema.

-Ooooh, si, que coincidencia. Yo también tengo jefes bastante decentes. - Por lo que a ella respectaba podrían llegar a ser el 100% de decentes, pero mejor lo dejaba en bastante decentes porque aún no había tenido el tiempo de corroborar esa información. -Te apuesto a que…- Comenzó a hablar, luego se quedó callada, luego frunció las cejas y abrió la boca para volver a hablar. -Sabes que mejor olvídalo.-    

Escucho a Rena hablar sobre su jefe explotador e hizo una trompa con su boca sacando los cálculos suficientes. -Aun sigue siendo un 15% lo que quiere decir que ya lo tiene implícito en el y puede seguir desarrollando su conducta autodestructiva. - Si, ni que se lo dijeran a ella, una vez uno empieza con una característica hereditaria o no, a lo largo de su vida la va desarrollando si es que no tiene la conciencia de hacer un stop.

Había algo que le estaba “molestando” muy seriamente en esta conversación y era… Aquel brazo robótico que sostenía el muchacho y que utilizaba para cualquier estupidez que se le ocurría, por lo que en un arranque lo tomo y se lo arranco a Collins de las manos. Ese brazo robótico no estaba mal, podía tomarlo como modelo para un invento. Sí, eso podía ser posible. Luego pensó en lo que había hablado con ese extraño Ian y sus modismos. También era extraño que le saltara la imagen de el a su cabeza cuando incluso había pasado olímpicamente de el… Se le ocurrió una idea y… era verdad ¡Tenía que ir a verle! Porque así se lo había prometido. ¿Por qué se lo había prometido, Cierto? Se mordió el labio inferior sin quitarle la vista al brazo robótico que comenzó a hacer señas porque ahora era ella la que estaba jugando con el invento y al sonido de un teléfono celular…

-Oh, lo siento… ¿Qué era lo que me estabas diciendo?-Le pregunto al niño, podría darle vergüenza en estos momentos por lo de haberle dejado prácticamente hablado solo, pero no lo hacia.

La castaña era difícil de predecir. Primero nos ignoró olímpicamente a Rena y a mí, luego se puso a toquetear toda la mercadería como si fuera ciega y solo pudiera ver a través del tacto y después entró en mi espacio personal para acto seguido alejarse. Apoyé ambos codos y me incliné un poco sobre la mesa algo más relajado pero con precaución por si la mujer se volvía a poner errática. Solté aire por la nariz a la par que esbozaba una sonrisa y mantuve la mirada color plata bruñida sobre la empleada cuyos jefes eran bastante decentes. -Olvidado.- Dije encogiéndome de hombros con liviandad y acto seguido le pregunté. -¿A qué te dedicas?-

Solté una exclamación de contrariedad cuando la castaña me quitó el brazo robótico, asentí con la cabeza cuando Rena se disculpó para atender una llamada y puse los ojos en blanco cuando la mujer dio a entender que no me había escuchado. -Caminemos un poco.- Le propuse levantándome del asiento, recuperé el bolígrafo (que la mujer no había usado) y el brazo robótico, los guardé y el stand desmontable se dobló sobre sí mismo una y otra vez cuando así lo ordené hasta adoptar el tamaño de bolsillo, se trataba de tecnología de punta. Con todo a buen recaudo di unos pasos en dirección contraria a la que Rena había ido esperando que la castaña camine a mi lado para pasear un poco por el agradable parque. -Hace algunos años, la ciudad de Galway, en Irlanda, era la líder mundial del desarrollo de nuevas tecnologías. Yo nací allí, supongo que esa es parte de la razón por la que me gusta fabricar cosas. ¿Y tú?¿Qué te alentó a amar la tecnología?-

-¿Caminar?- aaah, si era verdad. Estaban en un parque y eso es lo que hacen las personas en un parque, caminar… Pero no se conocían de nada. Jugo un momento con la punta de sus cabellos cepillándoselo con los dedos mientras Collins empezaba a organizar sus cosas. -¿Por qué querrías caminar conmigo? Pregunto mientras pasaba de mirar las puntas castañas a mirarlo a él con seriedad. La seriedad que pensaba que la caracterizaba pues, una cosa era como se viera ella y otra muy distinta es como la vieran los demás. -No sería mejor que te quedaras aquí, a lo mejor por asares del destino tu jefe aparece por aquí y tú no estás.- Asintió tres veces con la cabeza antes de decir las siguientes palabras. -Pienso que estarías en un verdadero aprieto.-

Observo fascinada y con un leve O en sus labios cuando aquello se dobló sobre sí mismo varias veces llegando a quedar solo como un cubito pequeño. No podía evitar que le fascinaran ese tipo de cosas. Cuando el muchacho comenzó a caminar, ella también lo hizo, escuchando la historia que le contaba mientras su mente formulaba una respuesta a su pregunta. -Me gusta la tecnología por que....- Pero luego se retractó y su cabeza giró hacia atrás, hacia donde se suponía debía estar la castaña. Aun con su cabeza volteada y solo porque estaba cerca de Collins, ella se agarró de su brazo, abrazándolo para que se detuviera de seguir caminando. -¿Dejaremos a tu amiga sola?, es peligroso y ella es tan diminuta.- Clarifico mientras seguía sostenida de su brazo.

Y tal como esperaba, era exactamente eso, aunque honestamente le sorprendía, ¿Por qué la prisa? Si la última vez parecía que Tobias era la última en su lista de prioridades, y de hecho, si no fuera por la cosa de los senadores, seguramente ni siquiera lo tendrían en mente ahora mismo, son tan incoherentes a veces...

Estoy en Hyde park, y para responder el por qué, solo trato de realizar algunas ventas, para poder mantenerme dentro.

Palabras qué por supuesto se entienden por contexto, pero construidas para que nade externo tenga idea de que rayos está hablando.

Lo lamento... Al final ha sido más complicado de lo que hubiera anticipado y no logré reunir todo lo que se me ha solicitado, pero sí aún así se me indica volver, obedeceré la instrucción.

Aunque luego de eso, también se ha dado el tiempo de inflar un poco las mejillas...

Moh... No es solo protocolo, realmente me alegra que se encuentre bien, o al menos alegría es lo más cercano qué puede encajar en la descripción.~

Porque claro, sus emociones no encajan del todo conforme a lo que son los humanos... Pero las posee, al menos ahora.

Así como la incertidumbre mientras calcula un plan de acción ahora mismo, ve poco probable que Thalos vaya a mandar a alguien por ella o algo como eso, pero claro, también veía poco probable que la llamara, así que cualquier cosa es posible ahora mismo...

Pero sí no lo hiciera, lo que ella deberá hacer es ir rápidamente a Ubersmench corp y volver a cambiar su aspecto, para evitarse charlas incómodas, y en caso de que sí, deberá volver a jugar a la robot adolescente y decir que ese es su nuevo estilo, y se lo tendrá que quedar.

Fue incómodo cuando volvió a no hacerme caso, era como hablar con una pared. -Sip, poner un pie delante del otro es caminar.- Expliqué con evidente sarcasmo y la miré ladeando la cabeza pensativo ante su pregunta de por qué quería caminar con ella. -La verdad es que no encuentro razones para no hacerlo.- Pero al parecer ella encontró una excusa en un escenario hipotético lo que me hizo negar con la cabeza. -Conozco a mí jefe, él no aparecerá por aquí.-

Disfruté de la vista del parque, tomé una larga inspiración y suspiré aliviado cuando la castaña caminó a mi lado paseando entre árboles, rodeados de verde. La miré expectante al ver que comenzaba a responder e hice una mueca cuando volvió a distraerse, debía tener déficit de atención o algo como eso.

Alcé ambas cejas sorprendido al sentir mi brazo ser sujetado de la forma que lo hizo pero aproveché la ocasión deslizando la mano sobre la cadera de la chica hasta agarrar el lado contrario para tirar de ella y pegarla a mi cuerpo. -Iremos despacio, preciosa.- Le susurré al oído y la miré sonriendo de lado con descaro. -No nos alejaremos demasiado... y, ya que mencionas el tema de lo peligroso que es por aquí, me veo en la obligación de advertirte que vas muy desprotegida ¿Estás segura que no quieres ni siquiera un chaleco antibalas? Ya sabes, mejor prevenir que lamentar.-

Solo partes mecánicas y algunos planos dibujados por Collins... Y dentro de Ubersmench Corp, al final, obtener cualquier información desde fuera estaría más allá de mis capacidades.

Y sí, sabe que lo de vender planos dibujados por Collins no es una gran idea pero son las cosas que él ha traído, no es culpa de ella.

Recibido.

Aunque le ha hecho gracia eso de decírselo en binario, realmente Thalos le caía bien, aunque pareciera que en cualquier momento pudiera llegar a estallarle una arteria por tanta presión qué tiene encima, ella considera qué sí pudiera hablar calmadamente con él, tal vez lograría hacerle ver que Tobias puede hacerles bien con tan solo una relación comercial estable.

¡Lo agradezco!~

Ese había sido un comentario bastante agradable, que le hizo sonreír, aunque claro, lo siguiente, no fue tan agradable... Fue diferente de agradable, impactante.

... Recibido.

Entonces la luz de sus ojos cambió volviendo a ser violeta de forma súbita, parece que la hora de probar cosas nuevas y entretenerse con experimentos se ha terminado... Puede buscar mil formas de descubrir y crear cosas, pero no puede jugar con los asuntos de su creador.

Esta es una posibilidad qué quizás tenga solo una vez, no puede tentar a la suerte, por ese motivo lo primero que hace es guardar su comunicador, y correr, correr incansablemente, sabe que puede llegar a la base antes de que acabe el día, así que sale del parque.

Mientras tanto, en su software se calculan las posibilidades, ¿Qué podrían haber averiguado? ¿Podrá acaso conocer finalmente el paradero de su creador? ¿Será qué tendrá la ocasión de cumplir su promesa? Lo que sabe es que debe averiguar si está bien, por todos los medios qué sean posibles, y quizás, finalmente entenderlo.