Hyde Park

Que le explicara lo que era caminar, le hizo un poco de gracia, pero no lo demostró en absoluto y tampoco se dio mucha cuenta del sarcasmo que había utilizado en sus palabras. Definitivamente ella lo dejaba pasar todo.

-De acuerdo.- Respondió, si todo estaba bien, porque no acompañar al chico en una caminata por el parque, eso le despejaría un poco la mente e inclusive el contacto con la naturaleza le podía dar una que otra idea. Siempre se pillaban las ideas cuando uno menos se lo esperaba.

-De acuerdo.- Volvió a asentir pero solo con palabras sin ninguna reacción corporal como un asentimiento de cabeza. Suponía que era por la pregunta que le había hecho de Rena. Giro la cabeza porque aquel susurro había estado bastante cerca y se encontró mirando hacia unos ojos grises. -Tienes unos bonitos ojos.- No pudo evitar decirle, pues otra cosa que la caracterizaba a ella era su sinceridad que venía por parte de su inocencia. -También tu pelo.- Toco con sus dedos uno de sus rubios mechones procediendo prácticamente a restregarlos entre sus dedos sintiendo la textura, poniendo toda su atención y concentración en eso. -¿Piensas que no podría defenderme sola?.- Pregunto contrariada ante la poca protección que llevaba encima, porque en realidad no llevaba nada encima y su pistola se le había quedado sobre la mesita de noche, lo recordó luego de recorrer dos cuadras, pero eso no se lo diría a él. -En realidad eres un buen vendedor, incluso sigues queriendo que compre algo cuando dije que no… También podrías protegerme tu… O eso supongo.- Se encogió de hombros como restándole importancia, dejando ya de una vez de jugar con su mechón dejándole un poco de enredo en aquella parte.

-Ahora… pensaba que te molestaba la proximidad física.-Comenzó de nuevo pero esta vez alzando una ceja, pues se sentía que estaban bastante cerca y él no se había alejado como lo hiciera cuando intentó quitarle la gorra para verlo bien, todo esto planteado hipotéticamente porque realmente la castaña no sabía el porqué de la reacción del muchacho.

Luego de que nuestras miradas se encontraran, bajé la vista hacia los tentadores labios de la castaña antes de volver a sus ojos y solté aire por la nariz a modo de risa. -Y tú tienes buen gusto.- Me humedecí los labios cuando tomó un mechón de mi desprolijo flequillo que sobresalía por debajo de la gorra mientras me imaginaba sus dedos hundidos en mi cabello en una escena que hizo que me entraran los calores.

-Pienso que la ayuda de una armadura o un escudo es útil considerando el caos en el que vivimos y....- La miré de arriba a abajo. -Si, también pienso que no podrías defenderte sola.- Su elegante figura se veía demasiado delicada como para el combate.

-Lo que digo es que tenemos intereses compatibles; supongo que tú quieres vivir una larga vida y, por un precio justo, yo estoy dispuesto a darte un chaleco antibalas para que estés más protegida.- Mi brazo rodeando su cadera mantenía su cuerpo pegado al mío y me permitía sentir sus curvas mientras seguíamos caminando a paso lento al tiempo que escuchábamos los melodiosos cantos de las aves que rondaban por el parque.

-Ah, un trabajo de guardaespaldas, si, se puede hacer. Considerando que no tienes nada para darme a cambio, será un favor que me deberás.- Dije mientras con la mano libre me levantaba la gorra para echarme el pelo hacia atrás, peinándomelo, y me la volvía a poner.

-Depende de lo que se aproxime.- Murmuré haciendo caricias circulares con la mano que descansaba en la cadera de la mujer y mirándola con deseo. -Entonces ¿quieres acompañarnos a hablar con la famosa inteligencia artificial que se rebeló contra su programación?-

Continuando con su caminata, paso de mirarle los ojos a poner su atención ahora al sendero y luego respiro profundamente el aire de la naturaleza que contenía el parque, fue una de aquellas ocasiones que se centró en el momento presente y no en lo que había en su mente que constantemente la asechaban, conózcase como ideas y pensamientos que se le venían al azar…

-¿Cómo?- Esa pregunta realmente le salió de una forma en la que realmente le hubiera molestado…-Claro que puedo defenderme sola.- Esa vil mentira salió de sus labios tan fácilmente… -Y ya deja intentar de venderme cosas que no necesito… Ya puedo yo confeccionarme uno cuando yo quiera.- Parecía una niña realmente ofendida, solo le faltaba que se le inflaran las mejillas cosa que ella por supuesto no hizo, pues, ya era una mujer lo bastante adulta como para que le dieran ese tipo de rabietas, aunque en la vida real si se veía como una. Los escudos y las armaduras eran bastante incomodas si se pensaba en las que usaban en las épocas medievales. Se podían mejorar haciendo finas capas adaptables al cuerpo o inclusive tejer ropas ya preparadas con algún tipo de tela. -Esa sería una buena idea.- Expreso en voz alta un tanto atarantada mirando nuevamente a la cara del rubio justamente en el momento en el que le estaba hablando sobre lo del trabajo de guardaespaldas.

-Uhuh.- Fue la reacción que tuvo al sentir la mano que tenía en la cadera. Y sus azulados ojos fueron a parar allí. Se mordió los labios por un momento antes de tener la atención puesta en la propuesta del muchacho. No sabía que pensar ante eso… Sería algo bueno conocer a esa súper inteligencia artificial, pero tal vez estaría violando alguna norma súper ultra mega importante. Así que decidió contestar lo primero que se le vino por la cabeza. -No, creo que no.- Puso una mano en el pecho del muchacho solo para ejercer la suficiente fuerza como para alejarse de él. -Creo que no nos hemos presentado. Me llamo Yvonne.-

-Claaaro que si.- Dije con sarcasmo. Que me diga que podía hacerse un chaleco antibalas cuando ella quiera, vaya y pase, pero ¿que podía defenderse sola? No lo sé Rick, parece falso. La castaña había sido testigo de la avanzada tecnología que estaba a mi alcance, ella rechazaba bajo su propio riesgo un chaleco antibalas elaborado con nanobots que yo podía darle a un precio razonable. Me limité a asentir con la cabeza cuando consideró que el plan del trabajo de guardaespaldas a cambio de favores era una buena idea.

-Qué lástima.- Comenté tras chasquear la lengua y tensar los labios ante la negativa de la mujer a acompañarnos a hablar con la inteligencia artificial, sospechaba que hubiera sido una aliada útil.

La solté y di un paso apartándome de ella cuando se movió para alejarse de mí. -Yo me llamo…- Justo en ese instante dejé de hablar al sentir una gota caer sobre mí, luego otra más y después varias más. Alcé la vista al cielo gris y vi que las nubes se habían vuelto cada vez más oscuras y densas, lo que derivó en el desenlace obvio: lluvia. Rápidamente la intensidad de la precipitación se incrementó.

-Oh! Debo irme, no quiero resfriarme, fue un gusto preciosa.- Caminé bajo la lluvia en la dirección a la que Rena había ido, dejando atrás a Yvonne mientras sentía que la ropa se me mojaba, el ruido del repiqueteo de las gotas de agua era todo lo que podía escuchar y el olor de la tierra húmeda era todo lo que se podía oler. Grande fue mi sorpresa al no encontrar al androide, miré hacia todos lados buscándolo pero no parecía estar por ahí así que me fui del parque olvidándome de darle mi nombre a la mujer.

Se le paso completamente desapercibido el sarcasmo de sus palabras, pero igualmente arrugo un poco el ceño pensando si es que realmente toda la gente que conocía era capaz de verla como una persona que no se podía defender por su propia cuenta, pero bueno allí estaba ella con su nula capacidad para “defenderse” en un lugar peligroso. Eso hizo que volteara la cabeza de un lado a otro a la expectativa de que algo malo pasara y justo cuando le iba a decir su nombre, el torrente de lluvia se había hecho presente prácticamente mojándolos a los dos y ahora su pelo se le había aplastado por sobre su cabeza. Tal vez deberían apurarse a encontrar refugio antes de que se empaparan más o mejor dicho ella tenía que encontrar refugio para que no siguiera empapándose más.


Siguió con la vista al chico que se iba por el mismo camino por donde habían venido en busca de su amiga, esperando un poco antes de voltearse ella misma y seguir el camino contrario, comenzando a caminar, pero luego cambiando a la opción de correr.

Deambuló por el oscuro Londres con Savannah, borrachos y sin rumbo. Aullaron a la luna como método para crear un nuevo clan, y se pelearon con cualquiera que los mirase mal o se chocase con ellos. Acabaron llegando a un parque con una nueva botella robada en la mano, siendo demasiado escandalosos.

- Venid al gimnasio peludos! Estamos formando un nuevo clan!

Gritó a cualquiera que estuviese cerca, aunque la verdad es que no se veía una mierda con todo prácticamente a oscuras. Todo se movía y su equilibrio era bastante pésimo. A pocos metros le pareció ver una cabellera rubia que hizo que se le pasase una idea absurda por la cabeza.

- Mira, Sav, mira cómo ya he superado a Catherine.- y se fue directo hacia la rubia, tirándole del brazo para girarla y soltarle un beso en los morros.

Lo de aullar habia sido una idea espectacular. ¿Qué otra cosa podían hacer? Los lobos se comunicaban aullando y Savannah esperaba que pronto viniera uno con ganas de verdad de unirse a un clan porque los que hasta ahora se habían encontrado eran estúpidos que creían que podían pegarles. Savannah se había llevado algún golpe culpa de los reflejos fallidos pero Ian había acabado con los energúmenos. Para algo tenía que usar esos bíceps.

-Lo vamos a llama' PELUDOS- si es que, era lógico! Había que elegir un nombre y tenía puto sentido que fuera así porque como lobos eran peluditos y suavecitos. Soltó un awww tierno para ellos mismos al imaginarlos a los tres durante la luna llena, ellos dos con su pelaje negro y ella blanca como la luna. Le pareció la imagen más bonita del mundo.

-¿El qué? - No es que se pudiera apreciar mucho pero con sus sentidos licántropos tenian algo de mejoría. Aprovechó a darle varias palmadas en la espalda como método de apoyo antes de vitorearlo bulliciosamente, aplaudiendo mientras se metía la nueva botella bajo la axila para tener las manos libres mientras se acercaba -¡Un clavo saca otgo clavo! Hoy lo solucionamos todo, vegás… nuevo clan, nueva esposa, nuevo plan- Siguió acercándose mientras alzaba la cabeza para mirar el cielo -Hace una luna peciosa- divagó hasta llegar donde estaba Ian percibiendo un familiar aroma -Joderrrrrr con el agoma de Lorcan, me persigue…estoy obsesionada - Espetó y cogió la botella que tenía en el brazo para pegarle un trago. Cogió de la camiseta a Ian para zarandearlo un poco -Vamos a un sitio con agua, quiero bañarme. Hace puto calor ¿Dónde está la fuente?- preguntó mientras se sacaba la camiseta.

Lo habían mandado a él, ese pensamiento de que a partir de ese momento comenzaría a ser el recadero de la manada ya comenzaba a molestarlo. En ese momento no estaba furioso, era un buen momento para pasear incluso cambiar de aires. Inspiro profundamente. No sabía si quería ver a Savannah en esos momentos porque lo mas obvio era que estaba con sus nuevos amigos y eso le dolía porque sentía que él era como un punto a parte en aquel grupo tan poco constituido.

Sus pasos lo llevaron al parque ¿Qué pasaba si no la encontraba?, estaba muy tentado en decir que realmente no la había encontrado, pero parecía que Nikolai no le creería, a ese lobo no se le pasaba por alto nada y con el paso del tiempo había aprendido a conocerle. La tranquilidad y la oscuridad de la noche se vio interrumpida por un grito que hizo que los bellos de su cuerpo se levantaran en un escalofrió. Inspiro nuevamente, esos aromas los conocía y había algo más. Alcohol.

Atrapo un “Estoy obsesionada” y su nombre haciendo que sonriera de medio lado. Eso estaba bien ¿No? Le había complacido hasta que el otro lo jalo y un asco realmente. Le empujo la cara con todas sus fuerzas para que se alejara de él y luego cerrando los ojos conto hasta diez respirando profundamente y para cuando los abrió de nuevo y observo su cara le dio un puñetazo en... todo el morro. No le había servido de mucho eso de la calma y respirar profundamente, luego miro a la otra apretando los dientes y lo próximo que hizo fue tumbar a Savannah sobre su hombro como un costal de papas. –Como desees.- Y al que le encantaba obedecer órdenes. Tal vez al tal Ian fundador del nuevo clan también quisiera un chapuzón. Así que al también lo arrastro y los arrojo en la fuente más cercana sin ningún cuidado… –A ver si se les pasa la borrachera.- Se paró con las manos cruzadas sobre su pecho observando con los ojos entrecerrados a Ian con ganas de meterle la cara dentro de la fuente a ver hasta cuanto podía aguantar la respiración sin morir.

En ese momento no podía estar más de acuerdo con Savannah en todo lo que le decía, como el nombre del nuevo clan o lo de sacarse un clavo con otro. Por eso se lanzó impulsivamente a por la rubia aquella, aunque no supo a quién había morreado hasta segundos después de darle la vuelta. Aquello fue tan extraño que ni tuvo tiempo para procesarlo. Lorcan. Había besado al puto Lorcan. Al instante siguiente estaba tirado en el suelo de espaldas con la cabeza dándole vueltas por el puñetazo que le había pegado, y con la nariz sangrando. No sabía que era más traumático, si haberle comido los morros o si haber acabado tirado en el suelo por alguien a quien consideraba menos fuerte.


- ¡Te voy a reventaar! ¡Me has engañao! - le gritó cabreado intentando levantarse, pero con tan poco equilibrio que no lo logró. Enseguida se vio arrastrado de manera brusca por el suelo, mientras que a Savannah la cargaron como un saco al hombro. Seguro que quería secuestrarla, seguro que quería hacerse el lobo alfa.

- ¡Eh, tú! ¡ deja a mi amiga, no te quiere! - se revolvió indignadísimo hasta que acabó lanzándolos a los dos a la fuente más cercana, de la que emergió todo lo rápido que pudo medio ahogándose y sacudiéndose como un perro remojado y desorientado. Se apoyó en el borde de la fuente, tosiendo por el agua y tratando de ubicarse un poco mientras decía cosas sin mucho sentido, como que los odiaba a todos o que le tenían harto.

La camiseta quedó olvidada en algún punto del piso cuando Lorcan la cogió y se la subió al hombro. La botella también se cayó y el mareo por el cambio de posición le quitó el habla un momento hasta que reaccionó empezando a patalear con rapidez y rabia -¡HEY HEY BÁJAME! - Espetó pegándole puñetazos en su firme trasero antes de que la tirara al agua.

El brusco cambio de temperatura la despertó un poco y salió quitándose el pelo de la cara y ahogándose un poco, tosió una y otra vez mientras hacía pie en la fuente y se acercaba a un borde para cogerse de allí y tener algo firme pues todo a su alrededor se movía. -¡Logcan!- Gritó molesta mientras aún intentaba ubicarse en tiempo y espacio.

-¿Qué coño haces aquí?- Le espetó con molestia. Londres era suyo, su sitio… ¿Por qué tenía que estar constantemente dándole por culo? Ahora ya no sólo en pensamientos sino en persona. Echó el aire por la nariz con cierta violencia mientras miraba a Ian que también estaba enojado. ¡NORMAL! Ella quería meterse en una fuente pero no así… Pero recordó el momento previo a lo de al fuente y de pronto le entró la risa floja, o la carcajada floja – Os habéis besado- Se dejó caer atrás en la fuente, que no era muy profunda, mientras se reía de los dos.

Quería carcajearse ante lo insólito de la situación y lo inútil que parecían ser los esfuerzos de Hacksaw por levantarse e ir a la pelea, pero mantuvo su semblante serio, porque estaba enojado de tener que lidiar con un par de borrachos. No le importo ni los torpes, pero molestos movimientos y palabras del moreno ni los golpes y protestas de la otra, lo único que quería era que despejaran sus mentes y que mejor que tirarlos directos en un chapuzón con agua fría.

Sus brazos siguieron cruzados por sobre su pecho, pero esta vez no era Ian quien tenía su atención completa, si no que esta vez fue el turno de Savannah que para rematarla le cambiaba el nombre. Tal vez no había sido suficiente el que los tirara al agua. –Soy Lorcan.- O también podría ser que estuviera practicando algún tipo de idioma como el Francés rancio.

La risa de Savannah ante su desgracia, le pareció un poco de mal gusto y su idea de hundirle la cabeza en el agua al tipo balbuceante creció, pero lo único que hizo fue darle una dura palmada a un lado de la cabeza a sabiendas de que el otro no parecía muy cuerdo luego del puñetazo que le había dado y esperaba que no se recuperara pronto. –Quieres callarte, me estas poniendo nervioso.- Palabras dirigidas a ninguno en particular. Ahora esperaba que no fueran el hazmerreír de la manada, esperando por supuesto que Savannah no dijera palabra alguna. La creía muy capaz solo para molestarlo al menos que eso hiriera de paso a su muy preciado amigo. -Basta de tonterías, Savannah, Nikolaos te necesita.- Debió decir “La manada” ¿Respondería a alguien esta chica?

Salió de la fuente de manera torpe y todavía sin mantener el equilibrio al sacudir la cabeza para apartar el pelo mojado de los ojos. El suelo se movía y le daba todo vueltas, algo que se había ganado a pulso por beberse rápido las botellas suficientes. Resopló por enésima vez, cabreado con el que le había tirado y con el mundo, sólo que ahora le estaba entrando la bajona borrrachil y ni siquiera le hizo gracia el comentario de Savannah de haberse besado con Lorcan. Se sentía patético y decadente, debería estar con su familia y no allí.

- Calla, no me lo recuerdes. Ese beso no ha pasado. - farfulló contrariado, soltando un "bah" por eso de que Nikolaos la necesitaba. Ahora querían abducirla o algo. - ¿Para quééé la va a buscar? qué señor más pesao. - A saber qué querían de ella. O a lo mejor era Lorcan el que quería algo, porque tenía como fijación por Savannah.

- ¿Ves, Sav? creo que le gustas. - lo señaló acusadoramente con el dedo, gruñendo después sin dejar de mirarlo con cara de "te vigilo". - Y por eso te cae mal Jarkko, porque están juntos y no quiere un trío. Puues nada, nada, a hablar de vuestras cosas. - se dio media vuelta, alejándose de ellos haciendo eses. No podía desaparecerse y tampoco quería dejarla sola, así que acabó buscándose un banco que había a varios metros. Allí se sentó con la cabeza gacha y los codos sobre las rodillas, cerrando los ojos e inspirando profundamente mientras intentaba retener todo el alcohol que tenía en el estómago.

Cuando los dos le dijeron que se callara le provocó aún más risa y no paró, tuvo que llevarse las manos al abdomen descubierto porque empezó a sentir dolor en los músculos -Joder- alzó la mano para secarse alguna lagrimilla que se le escapaba de los ojos. Recibió el golpe de Lorcan al que trató de enfocar para mirarle mal pero es que… Es que… Decidió soltar un suspiro para calmar su carcajada y al escuchar el nombre de Nikolaos hizo una cosa estúpida y dejó que su cuerpo se hundiera en el agua como si así pudiera huir del Descendiente.

Pocos segundos después salió, apartándose el pelo de la cara y sentándose en la fuente -¿Cómo que parrrra qué?- Savannah puso los ojos en blanco a propósito, volteandolos, y empezó a hacer susurros y murmullos mientras movía las manos como si estuviera poseída -Para lo único que le sirvo- Sonrió un poco volviendo a poner los ojos normales.

“Para interpretar mal las profecías, para eso”

-Claro que le gusto. Si hemos follao como animales miles de veces- Espetó Savannah con tal ataque de sinceridad que ni ganas le dio de detenerlo pero el siguiente comentario hizo que la peliblanca soltara un “ohhhhhh” como el gato de Shrek, dándose cuenta que no había caído realmente en eso aunque sí que había notado algo de orgullo masculino. Miró a Lorcan alzando una ceja antes de ver a su amigo irse hacia un banco con aspecto triste -Miga…Me pillas mal- Dijo Savannah incorporándose con torpeza e intentando salir de la fuente -¿Es una uggencia?- Inquirió sentandose en el borde de la fuente para escurrirse el pelo con movimientos nada acertados -Ian me necesita-

“Y me apetece más apoyarle a él que a Nikolaos”

Tuvo que estar de acuerdo sobre todo lo de que el beso no paso nunca, asintiendo repetidas veces con la cabeza. Esa experiencia horrible en su vida le dejaría cicatrices, y mejor si nadie estaba allí para recordárselo. -Estoy de acuerdo. - Apretó un poco los dientes por lo que se hizo inentendible lo que decía, prácticamente un murmullo que pasaba por gruñido al tiempo que el otro agregaba más acotaciones. -Eso es algo que no es de tu incumbencia, pequeñajo. - Soltó de forma mordaz.

Con lo siguiente le dio por sonreír haciendo un recuento de recuerdos. -Me pillaste, ¿Qué puedo decir? - No había defensa. Alzo las manos en señal de rendición y eso mismo también, en señal de “me has pillado” ante sus acusatorias palabras y luego frunció el ceño con gesto de gravedad, casi se atraganta al escuchar lo de Savannah, pero se recuperó rápidamente, no es que no estuviera acostumbrado a esas muestras, pero si es que lo había pillado por sorpresa. -Pero yo a ti no te gusto. - No sabía si sentirse avergonzado a humillado, así que se sintió de las dos formas ante las palabras que salieron de su boca. Y a ese tema le siguió el otro, prácticamente enlazado, pero las siguientes palabras del moreno le hicieron fruncir el ceño. -Claro los odio por eso y porque se la llevaron de mi lado… Ustedes dos. - Dijo eso prácticamente como si fuera un niño perdido, pero fue algo pasajero, se recompuso rápidamente sin querer que notaran ese momento de debilidad ante el rechazo. Luego soltó un largo suspiro dramático, restándole importancia a ese tema, siquiera importándole. Hizo un gesto de desdén con la mano ante la despedida del moreno, echándole de vez en cuando unos vistazos porque se notaba a leguas que no estaba del todo bien.

-Ya veo que te pillo mal. - El gesto de ella le hizo gracia haciendo que ladeara la boca en una sonrisa. Ayudándola a incorporarse y sirviendo de ancla hasta que se sentó haciendo que él se hincara para estar a su altura. -Nosotros también te necesitamos. - Algo en él había vuelto a estar herido y no es como si no lo hubiese estado ya si inclusive comenzaba a pensar si no estaba roto en alguna parte. Observo al hombre sentado más allá solitario. -En realidad no es importante… Deberías ir con él. – Se sentó a su lado levantando la cabeza para mirar hacia el oscuro cielo.

-Clago que me gustas- Le dijo frunciendo el ceño sin entender de donde venía esa teoría, se le quedó mirando con cierta confusión mientras su mente intentaba unir las piezas que entre Lorcan e Ian estaban dejando bien claras -Si no nunca me habgia acostado contigo…pego quegías exclusividad y… y yo no. No cuando era alfa y eso implicaba demasiadas cosas paga el clan- Lo dijo en un tono en el que el “Duh” era implícito. Sin embargo, la siguiente confesión hizo que cualquier rastro de gracia de Savannah se eliminara inmediatamente -No- Negó varias veces pero luego se detuvo porque eso la hacía marearse aún más.

-Tú me alejaste de ti. Tú elegiste Ourobogos- Le recordó con un tono incisivo y ese rencor que ya había dejado entrever en aquella pelea en las Highlands que la había superado de tal manera que había acabado agrediéndolo -Y cuando te ordené que nos fuégamos porque esa isla me estaba matando, me retaste para convegtigte en alfa y haceg tu voluntad. No culpes a los demás por tus eggoges-

Al verlo arrodillarse frente a ella, sintió tantas cosas acumuladas que se le llenaron los ojos de lágrimas de nuevo -No- Soltó, con rabia, negando de nuevo con la cabeza mientras subía las manos y le cogía el rostro con ellas -No me necesitáis, necesitáis mis podeges…Y no  los tengo- Le confesó inclinando la cabeza hacia adelante hasta pegar su frente a la de él y cerrar los ojos -Desde el día en el que te convegtiste en Alfa casi no hablan conmigo. Hay una pgofecía que no me dicen… Están enojados y no sé qué tengo que haceg, pog eso me fui-

Levantó un poco la cabeza para mirar a Ian soltando un suspiro quedo -No volvegemos a la isla, Lorcan. No es nuestgo sitio- Pensó en todo lo que le había dicho Ian y cómo también era víctima de una Descendiente. Estaban hechos para joder a los demás -¿Qué quiege Nikolaos?-

Las palabras de ella resonaron en su mente, pero luego observo su cara de confusión. Allí estaba la esencia del asunto, claro que le gustaba, pero… Y lamentablemente siempre había un, pero. -Entiendo que solo era eso. Me los has dicho mil veces… Perdona por ser tan... - Obstinado, terco, testarudo. Negó con la cabeza y aspiro para llenar sus pulmones de aire. No entendió la teoría de las demasiadas cosas para el clan que ella hablaba cuándo para él era solo querer y tomar. -Y supongo que Jarkko obtienes eso. - Lo de la no exclusividad era a lo que se refería, pero luego, las palabras que había soltado le supieron amargas. -Olvida eso. - Al parecer a cada instante que pasaba, más se dejaba en vergüenza despotricando idioteces.

-Mmmm, pues ambos elegimos nuestros caminos entonces. - Y eso significaba alejarse el uno del otro irremediablemente, un camino lleno de baches por el que se podía transitar. No quería ponerse con ese tema en esos momentos, porque era lógico que ella había decidido alejarse mientras el clan estaba siempre allí, luego vendría el tema de los espíritus, las maldiciones que lanzaran los espíritus en susurros… Eso lo había dejado bien en claro con la discusión en el bosque. - ¿No te has puesto a pensar que tal vez deberías regresar? - Porque si dice que guardaron silencio desde que el había tomado el control, eso debió haberles molestado. -Pon esa ingeniosamente a pensar desde cuando fue que esas cosas dejaron de susurrarte lo que sea de sus profecías, algo les abra molestado. - O esa era su suposición. Podía tomarla como algo lógico o dejarla de lado como todo lo que había pasado. En la posición en la que se encontraban, no pudo evitar el acercarse un poco más y dejar un lento beso en la comisura de sus labios antes de que apartara la cabeza, algo que a él le había encantado.

-Tus poderes. - Ella lo había dicho claramente. No la necesitaban a ella, solo a sus poderes. -Y Betsabeth es demasiado pequeña, pero en tu estado no creo que puedas hacer mucho más que hablar en ese horrible acento. Mejor ve con tu amigo, que parece que quiere vomitar. - Y a su parecer estaba un poco verde.

En el estado deplorable en el que se encontraba apenas se estaba enterando de la conversación de fondo de Savannah y Jarkko. En condiciones normales podría haberlo escuchado al completo gracias a los sentidos aumentados de licántropo, pero ahora estaban medio anulados. Todo eran palabras sueltas y sin ningún sentido, y ni siquiera intentó prestarles atención.

Tampoco los estaba mirando, pues seguía con la cabeza bajada, los ojos cerrados y los brazos apoyados sobre las rodillas mientras las náuseas iban en aumento. El banco parecía más un barco mareante que no dejaba de moverse, y él sólo quería dormir donde fuese. A ver si terminaba Savannah pronto de hablar y podían largarse de allí. Menudo desastre estaba hecho, así no podía volver a casa para que le vieran. No se estaba comportando como debería hacerlo un padre. Siempre había pensado que sabía hacerlo mejor que el suyo.

En su cabeza le pareció escuchar la risa fría y cruel de Morgana burlándose de él, diciéndole lo estúpido que había sido por creer que podría engañarla. No supo si se lo había imaginado o había sido real, pero fue lo suficientemente inquietante como para hacerle abrir los ojos un momento, con el corazón más acelerado de lo normal y el rostro blanco como el papel. Una especie de sensación extraña le indicaba peligro cerca. Tal vez fuesen paranoias, o tal vez no.  Quiso gritar para llamar a su amiga y avisarla, pero en cuanto abrió la boca no pudo aguantar más y empezó a vomitar todo lo que se había metido.

Un grupo de siete maleantes de la Misericordia  salieron de entre los árboles de la zona, portando cámaras de infrarrojos para ver, iluminación incorporada y detectores de magia. Hacía un rato que habían detectado presencia de esos seres en la zona, y no dudaron en ir a por ellos con inquina. Además, por la patética escena que presenciaron parecía un buen momento para atacar.

- Destripemos  a esos seres repugnantes. ¡Sin misericordia! - gritó uno de ellos mientras sacaba un enorme cuchillo, alentando al resto. Dos de ellos habían escapado del incidente con Éamon, y reconocieron a Ian y a Lorcan. Por eso fueron a ensañarse aún más. Agarraron al primero con facilidad, comenzando a acuchillarlo de manera salvaje, rebanándole después el cuello. Después lo arrastraron intentando llevárselo de allí, probablemente para desmembrarlo. Los demás fueron a por los otros dos licántropos, acuchillándolos de manera despiadada.

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At: 120 + 20*7=980----> 400 para Ian, 290 para Lorcan, 290 para Savannah

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1-5- af
6-10- ab

El miembro 'PNJ' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque' :


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#2 'Dado (10)' :

Tensó los labios al oír ese “perdona” porque no era la primera vez, movió la mano como restándole importancia y luego se presionó un poco los ojos a ver si con eso lo enfocaba mejor. Pero su pregunta de después, sobre Jarkko, la hizo asentir un poco pero luego dibujó una sonrisa triste -Pero odia a su lobo- Susurró con lástima y tristeza.

Lorcan había resumido bien aquella situación -Eso parece- Alzó los hombros y luego miró hacia el cielo donde la luna menguante estaba cubierta por nubes poco espesas, tras ello se inclinó hacia él permitiendo ese momento de contacto sin odio de camino -¿A dónde Lorcan?- Le preguntó negando con la cabeza -Ya no hay un Hijo de Fenrir, ya no tenemos clan- Le dijo escuchando luego su análisis y dejando que le besara, sonriendo un poco por aquel gesto cercano.

“Desde los Pendragon…”

Frunció el ceño, con curiosidad por ello. Había sido luego de lo del dragón -Claro- Dijo con rintintin a eso de los poderes. ¿Qué sí no? Se rió un poco de ese acento y alzó la mirada hacia Ian, tenían que hablar sobre aquello de los Pendragon y la profecía. Sin embargo, todo quedó reducido a nada cuando lo vio empezar a vomitar. Se incorporó a duras penas y empezó a trotar hacia él antes de escuchar aquel grito y ver cómo atacaban a Ian segundos antes de que vinieran a por ella.

Intentó esquivar algunos de los golpes pero no lo logró así que sólo pensó en pedir ayuda. Su ataque consistió en crear un patronus para Azahar y Jarkko pidiendo ayuda en el Hyde Park. Sólo eso porque no logró decir nada más antes de caer inconsciente.

Defensa: 20 + 10 hab + 12 DM + 5 peto = 47 - 290 = 243-150= -93