Hyde Park

No esperaba, ni mucho menos, que mi padrino me "secuestrara" en un ataque de ñoñada de Stacy, que supongo que estaría preocupada después del ataque en la boda.
Me suelto de su brazo, intentando situarme en el espacio donde nos hemos aparecido. No lo reconozco por la oscuridad, pero por las luces que veo a lo largo y ancho del espacio, debe de ser Londres. Ya es la segunda vez que, en lo que llevo del año, termino pisando tierra londinense, con el peligro que, en teoría, implica.
-Bueno, tampoco es que venir a Londres sea la cosa más segura del mundo... Además, estábais como acaramelados y no quería molestar. Tampoco sé qué más quieres que te diga, que me alegro de que estés bien-

Miro molesto a la chica morena, dándole la espalda y ya no solo a ella, sino a ambos. Sinceramente, no sé qué habrá pasado con la tía Josephine, pero no me hace ni pizca de gracia que la haya sustituído por ella... aparentemente. Podría quedarme en mitad del parque cuando empiezan a andar, pero reconozco que me da mazo de mal rollo y ando detrás de ellos.
-No, no nos han presentado. Hola, qué tal- Contesto un poco brusco, más de lo que hubiese querido, porque pretendía ser amable, pero los últimos pensamientos de suplantación rondan un poco por mis pensamientos -¿Qué es eso de la bomba? Una chica en Ouroboros me comentó algo, pero muy por encima... ¿Están los muggles volviendo a resurgir? Tenemos que preocuparnos, ¿otra vez?-

Finalmente llegamos hasta el otro adulto resistente, igualmente le recuerdo de habérmele encontrado alguna vez por los pasillos subterráneos de Bastion. Con Nicho le apodamos como el cíclope o el uniojo.

Me estaba entrando todo el puto frio de esperar al lentaco de Johan ahi en ese estanque en aquel parque oscuro del cual huian ya hasta los adolescentes por las horas que eran. Alli con mis gafas de sol y mi gorra de la coca cola con mi chupa de cuero comenzaba a parecer un peligroso traficante con problemas mentales. Oi pasos a mis espaldas, y me giré para ver venir a Johan, pero no venia solo. Se habia traido a dos personas. Bueno, persona y media. El guacho no cuenta.

- Mira bien Black, no hay un jodido pato en este estanque

Le eché un repaso con la mirada. Tenia un aspecto de mierda. Tan de mierda, que esta vez me iba a ahorrar el decírselo. Miré a Vyka, si que la conocía. Le dediqué un gesto de mi cabeza a modo de saludo y una tenue sonrisa ladeada.

- Si, me acuerdo de ella. Estabas tambien en el accidente. Ya veo que vais volviendo a la vida poco a poco...

Miré al tal ahijado y le alcé una ceja con desdén que ni estaba disimulado, ni intenciones de hacerlo habian
- Esto no es una excursion apta para boy scouts. Donde estan tus modales mocoso? Saluda al menos.

Le tiré un periodico a Justin, pero era para que el recien llegado grupo leyera las noticias. The New Sun, al menos, si se habian hecho eco de lo ocurrido en los campos, el ataque bomba y los posteriores rumores sembrados sobre si el ataque habia sido de origen magico o humano.

- Están dudando. Esparcí rumores y me encargué de que los esparciesen. Y lo de hoy saldrá en los periodicos de mañana, si los de The Sun logran seguir con ello. Esta vez un autobus, ministerio de la paz. Yo creo que ya has descansado bastante en ese islote, me gustaria ver como pones en movimiento de nuevo tu jodido culo de nuevo. Porque falta un objetivo gordo por conquistar todavia....

No trató de evitar que el moreno se pusiera de pie, sobre todo porque era para prepararse para salir de aquel hospital pitando.- Estoy mejor, algo cansada, pero será mejor que te tomes tu tiempo. Creo que somos los últimos en salir.- Susurró, un poco avergonzada por el efecto de sus poderes sobre Johan, esperando que no le hubiera descubierto, aunque sospechar de tus propios sentimientos suele ser algo difícil de hacer.

Luego de escuchar claro lo de los soul, frunció un poco el ceño. En realidad seguía un poco confuso todo eso, no sabía si iban en contra también de los humanos o si estaban a favor de ellos, incluso parecía que no iban con ninguno de los dos.- No lo sé, es lo que han dicho. Solo he alcanzado a ver como te quitaban la magia. Ten eso en cuenta.- Finalizó, escuchando después como un tercero entra en conversación. Aunque no le había visto, las sombras ya le habrían anunciado su llegada en tiempo y forma. Aunque lo del padrino le da gracia, el chico no llegó a ver lo de la sonrisa que le sacó el imaginarse a Johan a lo mafioso. No era que fuese imposible, pero sí hilarante. La sonrisa se acaba cuando escucha el apellido de cierto humano loco al que ya había conocido. Tras ayudar en lo posible a Johan a que bajara de la camilla, se tomó su tiempo para dar un paseo por la habitación. No encontró los planos en ningún lugar, aunque solo los buscaba por curiosidad, pues ni siquiera sabía si estos eran correctos. Encontró en una de las habitaciones contiguas al prisionero al que habían capturado en el pueblillo nevado aquel.

Tomó suavemente su mano cual viuda que aprecia los minutos con su convaleciente amor. Sin embargo, no era precisamente una señal de cariño. Juntó su muñeca al metal del barandal de la camilla y apretó con ambas manos hasta que un fino arillo de oscuridad quedó aprisionándole. A pesar de las protestas de sus sombras, se quedaron en sitio y se comprometieron a permanecer hasta que volviera. Había un par más que también conocía, pero parecía que ellos aún no habían despertado, y no era del todo posible llevárselos. Llegó a la habitación de vuelta cuando Johan terminaba de vestirse. Aceptó la tarea de llevárselo de ahí tras tomar su bolsa infinita y ayudar a Johan a caminar, pasándose su brazo por los hombros aunque no era que ayudara demasiado.

La desaparición fue sencilla, más de lo que pensaba después de tanto tiempo de no usar magia. Aunque ignoró al ahijado al principio, no pudo evitar esbozar media sonrisa cuando el chico habló de romance en el aire. Pensó en responderle, pero una vez más aquello no le correspondía. También pensó en usar Empatía con el chico, pero tampoco tenía intenciones de ganarse sus favores, pero se sintió bien al ver el puchero del chico que se le antojó un poco infantil.- Yo no le daría la espalda ni a mi sombra en mitad de Londres...- Murmuró para sí misma, aunque quizás Johan también alcanzó a escuchar. Le soltó con cuidado, procurando que pudiera caminar sin demasiados problemas, y estando cerca por si al final tenía complicaciones. Parece que no tardó en recapacitar y volvió a presentarse, aunque no era algo que la chica necesitara. Aún así, decidió no ponérsela difícil, principalmente porque era un niño.- Estoy bien, gracias. La bomba... - Pensó por un rato, pero no le sonaba de nada, hasta que Thalos apareció y era claro de a qué se refería.

Le regresó el gesto a Thalos, caminando un par de pasos hasta sentarse en una banca, que estaba justo ahí, frente a las narices de todos y ni idea de por qué nadie estaba sentada en ella. Cruzó las piernas y se dedicó a escuchar mientras los fraternales saludos tomaban parte.- ¿Atacaron el ministerio de paz? - Preguntó extrañada, poniéndose de pie de inmediato. Sonaba imposible, y aunque al inicio le provocó incredulidad, no pudo evitar que su sonrisa se formara en el rostro, tratando de contenerla. Sabía bien que no había nadie, pero era mejor guardar las apariencias.- Tu estás fichado, ¿cómo te paseas por Londres como si nada? - Preguntó, y aunque el atuendo no le disimulaba nada, quizás ella era demasiado más lista que los que se encargaban de mantener a raya al bando mágico.- ¿Qué falta hacer? La última vez que estuve consciente, la bomba explotó sola...- No se iba a echar la culpa de haberla tocado y que esta hiciese boom.- ... y de ahí más nada. Pero se nota que haz estado ocupado.

Eso de estar sin magia es una putada que me cabrea bastante, pocas veces he tenido que prescindir de ella. Podría decirse que no podemos vivir sin usarla, es casi como respirar. - Lo sé, lo sé...me apañaré a lo muggle mientras. - replico a Victorya por su recordatorio, gruñendo un poco a Justin cuando se pone modo adolescentoso. Seguro que yo también era insoportable, pero no lo recuerdo. - A cualquier cosa llamas tú acaramelado. Y mejor estar en tierra pudiendo huir fácilmente que estar en una isla con enemigos por doquier. Te quedas conmigo por ahora, no se hable más. Que no nos hayamos visto en tiempo no significa que tengamos que seguir ignorándonos. - es mi responsabilidad, y ahora que lo tengo delante no puedo obviarlo. Su padre fue un buen padrino para mí, y yo debería hacer lo mismo ahora, aunque creo que se me dan mal los críos, al menos los de esta edad.

- Lo de la bomba fue una trampa que nos explotó en la base. Y sí, hay que preocuparse. Están más cabrones que nunca, y en ningún momento dejaron de existir, sólo estaban más débiles...pero se resisten a desaparecer, los muy putos. - la bienvenida de Thalos es muy de su estilo, aunque evita decirme nada sobre mi estado nada atlético en este momento. Lo de los patos si es cierto, no hay ni uno. - Los habrás asustado. Está claro. Lo de volviendo a la vida...eso es relativo. ¿Recuerdas lo de los Soul Reapers? Ya sabes...Erika tiene magia por ellos. Pues los muy cabrones han entrado en la isla y están robando magia a cualquier mago que pillen. No sé cómo, pero algo así están haciendo. Y adivina quién está sin magia ninguna...- acabo señalándome con el pulgar, aunque sea muy obvio. Miro a Justin dudoso cuando Thalos dice que lo que haremos no es apto para él, pero no sabía dónde dejarlo. - Si la cosa se pone fea lo mejor será que se vaya al Moulin. No lo voy a poner en peligro. - Agarro el periódico que Thalos nos lanza, leyendo con cara de incredulidad que va en aumento. No ha estado parado, precisamente.

- Así me gusta, liándola. Creen que han sido grupos de humanos y que están perdiendo apoyos. Seguro que hay muchos, pero no se atreven a dar la cara. Es el momento de hacer algo más...- les paso el periódico a Justin y Victorya, para que lean si quieren. Me mantengo pensativo con eso del siguiente objetivo, algo más gordo, como él dice.

- Utilizar los medios...tal vez deberíamos asaltar su base de comunicaciones para lanzar un mensaje masivo. Convencer a los que estén dudosos y hacerles perder más apoyos todavía. Presentarnos como la alternativa lógica. Darles un ultimátum para que reaccionen, con un plazo de pocos días, como mucho. Que se unan a nosotros o perezcan con la Alianza. Hay una torre en Londres desde la que manejan todo el asunto de medios, ¿no? ¿crees que podríamos llegar hasta ahí usando la moto voladora? eso tiene escudos, por si les da por intentar freírnos a balazos

-Lo que digas- Gruño molesto ante la respuesta de la mujer, para mis adentros, en realidad por no darle, no le daría ni los buenos días. -Tampoco hay tantos enemigos. Ha habido un ataque, nada que comparar con la cantidad de los que ha habido en Bastion, Londres o Hogsmeade. Pero bueno... si no queda otra- Sigo protestando porque en verdad no me hace ni pizca de gracia el hecho de tener que estar mucho tiempo ahí. Algo me dice que Johan va a dejarme tirado en cualquier momento, bueno, en realidad todos lo hacen. No es nada raro. "Mira, lo bueno de estar en tierra firme de nuevo es que podré buscar a Nichollas"

Escucho la conversación de los Souls Reapers, creo que es la parte más interesante de lo que se ha hablado hasta ahora. Comentan que andan robando magia y que mi propio padrino ha sido víctima suya por lo deduzco. Vale. Dos ataques seguidos. Sigue siendo más seguro Ouroboros que ir andando al lado de cualquiera de los adultos que tengo a mi lado.
-No estoy aquí por decisión propia- Contesto muy secamente a Thalos, por supuesto que noto su desdén y que mi presencia no es grata para el tuerto, de modo que se lo devuelvo. Tampoco el es que sea el tipo más majo y amable de toda la base resistente. -Pero tranquilo, que si la cosa se pone fea, saldré por patas- Posiblemente seguiría gruñendo algo, pero me tira el periódico a la cara y lo extiendo, revisando los titulares de la portada o de alguna página interior, que ilustran lo que Thalos dice.

No hay mucho que añadir, pero señalan a un nuevo objetivo. Algo gordo. Por supuesto no sé de qué hablan. No estoy al día. SORRY. Paso el periódico a la mujer mientras los otros dos hablan y discuten de qué hacer. Parece ser que se quieren presentar como la alternativa "menos mala" de todas las opciones que hay. Pero vamos que o te unes a ellos o estás acabado. Muy democrático todo, sí. Suspiro rodando los ojos. -¿Habéis probado a piratear la señal?. Se puede hacer desde lejos y daría tiempo a escapar. Vamos, sobre todo porque están sin magia, Johan. Se podría usar tecnomagia, por ejemplo- Comento dejando caer el comentario mientras hablan de la moto y yo reviso los oscuros árboles podridos, el agua de rocío que empieza a congelarse bajo nuestros pies, el lago de patos sin patos... El lugar es un poco tétrico, pero supongo que en algún momento debería haber sido bonito. Creo que en algún momento del pasado yo rondé por aquí cerca... sí, con Nichollas... Pero hace mucho tiempo de eso y apenas me acuerdo.

La noche anterior había sido el cambio que tengo que sufrir siempre que hay luna llena.

Cuando desperté por la madrugada, ya como humana, estaba subida a un árbol, un acre de unos 20 metros de altura, en una rama a unos 10 metros del suelo. Deduje que era Hyde Park por la cantidad de árboles y el lago congelado. Pude sentir el sabor metálico de sangre de un desafortunado ser en la boca cuando me desperezé, aunque no encontraba los huesos, lo cual me preocupó "¿Y si me los había comido también?¿Los huesos se pueden digerir?¿Y si se forman "piedras" que luego tienen que sacar operandome?”

Dejé esos pensamientos a un lado cuando ví el amanecer, los árboles de Hyde Park estaban ya deshojados. Eso me hizo pensar en si debería bajar o no, la falta de follage durante el día me dejaría a la vista de quien levante un poco la mirada, pero es que se estaba tan cómoda allí arriba, claro que el frío era una gran desventaja con mis Converse azules, Leggins de tela negra, camisa negra de manga larga y chaqueta verde militar corta, definitivamente no estaba vestida como para aguantar el frío, pero el sol calentaba lo suficiente como para no congelarme, sin mencionar las vistas. Resolví quedarme para recuperar fuerzas después del cambio, además había perdido el rastro de los de la Brigada. Decidí recostarme en la rama boca abajo con una pierna enganchada a la rama y la otra suelta, balanceandola para sentir el pasar de los minutos, con las manos como almohadas.

A medida que fue pasando el tiempo, aumentaba el caudal de gente en el parque; adultos con niños gritones, jóvenes haciendo ejercicio y adolescentes reunidos después de clases. Nadie levantó la vista, miraban intensamente sus móviles con acceso a internet, leyendo noticias, una particularmente hizo que un hombre con aspecto de adultescente (adulto que se viste como adolescente), con su gorra de coca cola y gafas de sol, le gritara a un grupo de púberes. Por lo que pude escuchar, un bus intentó estrellarse contra el edificio del ministerio y lo volatilizaron, la versión de los jóvenes era que los magos habían atacado el ministerio, pero el cuarentón afirmaba que había sido un bus bomba, que no había sido cosa de los magos. Cuando se sentó en el banco que estaba justo debajo de mi, pude verlo mejor, se movía como un soldado, un poco deteriorado pero, pude notar por mis años en el ejército de la Alianza, un soldado al fin y al cabo, mechones de cabello oscuro escapaban a la gorra y un potente olor a pólvora, que mis sentidos agudizados aumentaban, emanaba de él. No sabía qué pensar del hombre, parecía un soldado retirado a todas luces, pero me resultaba extraño que uno de la Alianza negara de tal forma la culpa de los magos, por lo que decidí vigilarlo, ya que parecía que esperaba a alguien.

Ya entrada la noche, cuando el lugar estaba casi desierto y en calma, aparecieron tres sujetos; un joven de cabello negro, largo y desordenado, ropa oscura y una ligera cojera al que el hombretón identificó como “Black”, un adolescente delgado, de pelo rubio, muy claro que contrastaba mucho con el ambiente nocturno, que parecía como si deseara estar en cualquier lugar menos allí, y que, al parecer, era el ahijado del Black ese, llamado Justin y una chica joven de pelo negro, largo y lacio con aire de inocencia, un tanto enigmática y casi la contraparte de Justin ya que se amoldaba a la perfección a la penumbra nombrada Victorya.

Al parecer venían de Ouroboros, donde quiera que eso esté, lo que significaba que eran magos, “Por eso el soldado retirado defendió a los magos así”. También hubo un accidente con una bomba que explotó en la base en el que, al menos el soldado, Victorya y Black estuvieron involucrados y que fue una trampa. Además el hombre buscó esparcir el rumor de lo del ataque al ministerio de paz haciendo creer que han sido grupos de humanos y que están perdiendo apoyos, a pesar de estar fichado y tal parece que falta un “objetivo gordo”. Al parecer los Soul Reapers han entrado en Ouroboros y están robando magia a cualquier mago que encuentren y parece que Black está sin magia. “Se nota que este grupo es un imán potente a los problemas” pensé.

Cuando mencionaron lo de utilizar los medios consiguieron mi entera atención, yo sabría llegar a la torre de comunicaciones de la Alianza. Claro que tiene defensas, por eso es más sensata la proposición del adolescente de piratear la señal. -Quizás sería una buena idea escuchar al boy scout- digo cuando terminan de hablar a cerca de una moto voladora mirando al grupo desde la rama  -El mando de control comparte un protocolo oculto con los receptores, es decir radios, televisores, etc. Necesitarían algo que intercepte la señal que la torre manda a los receptores forzando la entrada al grupo de receptores para que éstos acepten las órdenes del hacker y rechacen las del mando de control original, y algo que distraiga a los operarios de la torre el tiempo suficiente como para decodificar el protocolo.

- Si, me acuerdo de los Soul cabrones. En menudo lio nos metieron...

"la pelirroja lo pasó muy mal con aquello, aunque al final...se acostumbró al fuego. Y yo tambien"

Chasqueé la lengua pues aquellos magos chupis del paraguay e la isla habian dejado fisuras en su seguridad y los habian atacado los Soul. Sabia que alli vivian chiquillos y tal, como ese Justin. Estaban robando magia de nuevo,dijo.... pero al confesion siguiente fue de lo mas hilarante. Lo miré con mis cejas alzadas, se veian sobresalir por las gafas de sol.

-Qué? - mi  brutal seriedad fue reventada de pronto por una carcajada burlona y algo incontrolada. LA situacion me resultaba cuanto menos, irónica. Y graciosa. Cuando logré controlarme me detuve y cesé la risa poco a poco. -Bueno, he de reconocer que esos Soul tienen su punto....solo fallan en los modales. Pero quien soy yo para criticar los modales de nadie?

"he apalizado y suplantado la identidad de un trabajador inocente solo para poner una bomba"

- Lo tuyo con la magia...será pasajero al menos, no? - si fuera permanente, supuse que tendria otra cara más de amargado.

Victorya mientras tanto se habia ido a un baquito y se hacia preguntas como para reafirmar lo que yo ya habia dicho.

- El Ministerio dePaz, si, con un autobus urbano convertido en un portador de buenas cantidades de explosivos. Lo reventaron antes de que el bus hiciera daños muy gordos pero... al menos, rompio su primera barrera y el susto se lo llevaron.

Sonrei de lado por la pregunta de Vyka acerca de como habia hecho todo aquello. En realidad me alegraba que me la hiciese. Saqué la identificacion del conductor de autobuses de mi bolsillo y me acerqué a ella para enseñarsela por encima de su hombro.
- Con una identidad robada, y sabiendo como burlar los escaneres de las cámaras de las calles. No tengo magia, no me pueden fichar asi. Y si altero mi modo de caminar y tapo mis rasgos faciales lo suficiente...con un perfil bajo y astucia puedo moverme como quiera.

Volvi mi vista a Johan cuando habló sobre el edificio de la TV, donde controlaban toda la informacion pro gobierno que salia en las casas de la gente.

- Poniendo todas las cartas ala moto no llegariamos muy lejos. Eso como mucho deberia actuar de señuelo.

Miré de reojo al señor ahijado de Johan, un adolescente en plena efervescencia, con sus problemas, sus tribulaciones, sus....tonterias.

- Mas que un ultimatum...tenemos que darles una sugerencia, Black, una invitación. La gente no nos va a hacer caso si les decimos que luchen contra su miedo metiéndoles miedo. Son humanos de los que hablas...

Miré al chiquillo cuando hizo su sugerencia. Se me habia pasado por la cabeza, a decir verdad.
-  Yo entiendo de armas y explosivos, la piratería informática se escapa un poco de mi ámbito. - resoplé. - Pero estaría bien. Dame una sorpresa ahora y dime que eres un maldito geek de la informática que ha pasado todo el tiempo invesrtigando sobre eso. O que entiendes de tecnomancia de esa, y nos ahorraremos balas y sangre. Sobre que Johan esté sin magia me da igual. Casi nos conviene si quiere colarse en un sitio con detectores de magia...

"hostia"

-Oportunidad de oro, no crees Black? Igual puedes usar un perfil bajo para entrar. Vyka tendria que quedarse fuera usando la moto a distancia segura, como via de escape. Porque una vez empiece el asunto, hará falta una buena ruta de escape.

De pronto una voz habló (defendiendo al boy scout, vaya cosas) y, por inercia, mi mano siniestra fue a por la pistola oculta en la ancha cazadora. En medio segundo la tenia apuntando hacia el lugar del que provenia la voz (un arbol), dando sugerencias. Me debatía entre el "tu quien coño eres" y el "sigue contandonos tu idea"

- Será mejor que des la cara y te presentes tranquilamente antes de meterte en conversaciones ajenas...

Al final opté por la advertencia. Joder. Cuanto llevaba alli escuchando? No habia oido...ni que decir tiene, visto nada en todo el rato. Y eso me jodía digamos que un poquito.

El hombre se había movido a una velocidad sorprendente y ahora me apuntaba con su pistola “Voy a pensarlo dos veces antes de dar mis muy útiles consejos en el futuro.”
Decidí presentarme, entonces fui descendiendo ágilmente por el árbol hasta que la distancia al suelo era la indicada para no fracturarme ningún hueso y salté hasta llegar a tierra firme quedando detrás mío más árboles del parque y en frente del particular grupo, quienes les daban la espalda al lago helado para mirarme.
Sacandome el pelo suelto que había caído en mi cara luego del aterrizaje hablé -Cálmese abuelo- dije con mi característica voz suave y profunda levantando las manos en son de paz -Preferiría que no la palme por un ataque de hipertensión- agregué con una sonrisa de lado para molestarlo, aunque después caí en la cuenta que molestar a alguien que te esta apuntando no es una gran idea.
-Denme un momento.- dije y moví mi cuello de forma circular y estiré una por una mis extremidades, fue un auténtico concierto de cracks, como sonar los nudillos pero por todo el cuerpo.
-Ya estoy. Mi nombre es Leila, pero pueden decirme Lala siempre y cuando no me apunten con armas de fuego, objetos punzantes o cualquier cosa que atente contra mi integridad física.- dije mirando al hombretón y poniendo las manos en los bolsillos de la chaqueta para encontrar mi daga y un par de cápsulas de Capsule Corp, no las pensaba usar, pero por si acaso.-¿Qué te pareció la sorpresa James Bond? “¿Que tal si cierras el hocico antes de embarrarte más?”
-Así queee... Utilizar los medios ¿eh?- dije cambiando de tema “¿Por qué todos son tan altos? ¡Hasta el pendejito es más alto que yo!” -Son de los renegados ¿verdad? Probablemente no me recuerden porque ese día tenía la coraza de los de la Alianza, pero yo pude desertar gracias al ataque de los de su grupo en la base del ejército de la Alianza, así qué gracias. Ahora estoy con los desquiciados de la Brigada- Dije sonriendo, honestamente uno se la pasa bien con sus locuras -aunque en verdad no estoy muy segura de dónde están, les perdí el rastro hace un tiempo ¿Saben algo de ellos?

Las  habituales patrullas por Londres se redoblan debido al reciente ataque el edificio del Ministerio de la Paz, haciendo que se incremente más, si cabe, la seguridad en la ciudad. Un grupo de unos cinco soldados nos encargamos de patrullar esta zona del  parque, echando de allí a cualquier viandante despistado que pudiese correr peligro. También buscamos capturar al autor o autores del atentado, acordonando la ciudad para que no escape nadie.

- Es que son gilipollas, atacar una ciudad de la que no van a poder salir. ¿Sabes que es lo peor, Joe? que dicen que no son jodidos magos, que son humanos. Joder Joe, joder. - me ahogo con tanta J y tanta rabia intrínseca, soltándole a mis compañeros más rollos conspiranoicos mientras seguimos patrullando y echando niñatos del parque.  - ¡Tú, deja los petas y búscate un trabajo! - por fin llegamos a una zona en la que se ve algo sospechoso, como si estuviese permitido el derecho de libre asociación en la calle. No sé que parte de "estáis en una puta distopía " no han entendido. Hago un gesto para que los compañeros bajen la voz, mientras nos acercamos un poco más para escuchar. Nada, no me gusta nada lo que escucho. Sospechoso todo, no parecen gente de bien. Y además fichados, muchos de ellos están fichados. Seguro que están detrás de todo esto. Además, el scooter que indica lo que es cada uno me deja claro lo que son. Antes de hacer acto de aparición sin pensar (como cabría esperar de un pnj estúpido que no se gana el sueldo) aviso a refuerzos y centinelas usando mi comunicador. También informo a los jefes de que me he encontrado a gente que puede considerar de interés. Ahora ya sólo me falta no fallar los disparos y ya seré el soldado perfecto. Levanto el rifle al salir de detrás del árbol en el que me estaba ocultando, amparado por la oscuridad nocturna.

-  No me extrañaría nada que estuvieseis detrás de lo del ataque al Ministerio...sea lo que sea que estéis planeando, olvidadlo. El plan se os acaba de joder. - no vamos a darles oportunidad de salir de aquí ni a andarnos con tonterías, son peligrosos y hay que neutralizar. - Disparad. - ordeno al resto de compañeros que vienen conmigo, alzando el puño cerrado para que salgan de detrás de los árboles. Una ráfaga de disparos salen en dirección a los sospechosos, esperando acertar para herirlos gravemente o al menos herirlos y dificultarles la huida.

De repente el agua que queda en el lago se levanta sin que ninguno de los presentes pudiera saber quién podría haberlo hecho. La barrera de agua hace que los disparos de los soldados se dispersen o se frenen y terminan cayendo al suelo por su propio peso y con un sonido similar al de una ola al romper el agua vuelve a su sitio.

Desde que había escuchado y leído en las noticias el asunto del ataque al Ministerio de la Paz supuse que habría refuerzos de los muggles. Tal y como habíamos hablado en Stirling había que hacer un último golpe de esfuerzo: bueno, pues los resistentes se nos habían adelantado, como siempre. Puede que siga sin aguantarlos, pero hay que reconocerles que le ponen a todo un par de huevos. Al ver a un grupo de soldados patrullando por Hyde Park decidí seguirles, hasta que me encontré con la reunión improvisada. Qué bonito, ¿estarían organizando la Navidad? No parecía, por supuesto, pero sí que les había oído medio parque que querían atacar alguna estructura de la Alianza.

-¿Aceptáis nuevos miembros para el convite?- Digo a los resistentes desde mi posición. Aún no me muestro, conozco a varios de los que están allí y no digamos que nuestra relación haya sido especialmente amistosa durante muchos años. Pero firmé un pacto de no agresión y, hasta donde yo sé, yo la he cumplido. Ya que es de noche y llevo gabardina oscura aprovecho la oscuridad y la sombra de los árboles para esconderme, al menos hasta que los resistentes vean que no quiero atacarles a ellos.
Y aprovecho también para volver a mover el agua para darle forma de látigo y empujar a los soldados PNJs entre ellos, haciéndoles tropezar y carse. Con un poco de suerte, se matan entre sí con fuego amigo.

No le hago mucho caso a las quejas de Justin, zanjando el tema con que lo llevaré al castillo Black en cuanto pueda. Allí al menos estará seguro, más que en cualquier otro sitio. Le echo una mirada asesina a Thalos por su reacción sobre lo que le digo de los Soul Reapers, pues el muy cabrón va y se ríe de la situación. - No es gracioso, me han jodido. Y encima me atacaron cuando no me podía ni defender, claro que no tienen modales. Seguro que Erika no se unió a ellos por eso mismo. Tú tienes aún menos modales que ellos, eso seguro. - podría preguntarle qué sabe sobre Erika, pero creo que no es momento para hurgar en el problema. Al final estamos los dos igual, con mujeres que nos han dejado bastante plantados pero a las que seguimos ligados de algún modo. Más me valdría ir poniendo fin a esta farsa de matrimonio. Me empano unos segundos pensando en eso, asintiendo después vagamente a lo de que la pérdida de magia será temporal.
- Tch...eso dicen, pero no sé yo cuándo volverá. - y no es sólo que me haya quedado sin magia, incluso en una pelea física ahora mismo estaría en desventaja al estar convaleciente. Al menos me anima un poco lo que cuenta Thalos sobre la bomba estallando contra el Ministerio de la Paz. Asiento con los brazos cruzados mientras le cuenta a Victorya los pormenores de su infiltración como falso conductor de autobuses, eso de infiltrarnos siempre ha sido un vicio para nosotros. Incluso me infiltré una vez haciéndome pasar por él, usando la poción multijugos. Claro que por aquel entonces todavía no tenían los sensores que detectaban a los mágicos y era todo más fácil.


- Con lo de ultimátum me refería al gobierno, al ejército. Estuviste en aquella reunión en la que se supone que iba a haber una negociación, y las condiciones que pedían para firmar la paz eran prácticamente de esclavitud. Con esos no vale ir de buenas. La gente no tiene culpa, la invitación que dices iría dirigida a ellos. Tú podrías hablarles, como uno de los suyos que desertó de esa mierda de ejército. - no creo que Thalos quiera dar ningún mensaje, pero lo cierto es que convendría. Miro sorprendido a Justin cuando nos habla de piratear la señal de lejos, pensando que el chico nos ha salido bastante listo. - Ya, no es mala idea, Justin, pero no tenemos los conocimientos ni los medios para ello. Puede que sea más seguro hacerlo a distancia, pero más costoso de conseguir también. Y nos llevaría mucho tiempo...de la otra forma podemos hacer una incursión relámpago. Como dice Thalos, puede que los escáneres no me detecten en las condiciones actuales.- miro a Victorya de reojo cuando menciona que ella puede coger la moto para esperarnos fuera y conseguir una ruta de escape, aunque siempre me da cosa eso de dejar mi moto a otros. En ese momento aparece alguien más en escena, así que me pongo alerta echando mano del revólver por si fuese necesario. Suena como que ha escuchado toda la conversación, y también suena a que sabe de lo que habla.

Examino el rostro de la muchacha rubia cuando por fin da la cara, justo tras saltar de un árbol. De primeras creo que no la conozco, así que desconfío hasta saber algo más, a pesar de que no haya salido a atacarnos. Alzo levemente una ceja con cara de desconfianza total, pensando en que lo mejor será enviar un mensaje a Lykaios u otro de la brigada para que me confirme que es una de los suyos. De nada sirve ocultar que somos de los renegados, por nuestra cara ya sabrá que somos viejos conocidos de la Alianza. - Claro, los medios son poderosos, muchas veces deciden lo que es verdad y lo que no, sin importar cuál sea la realidad. Manipulan, meten miedo, mienten...pero también podemos hacer llegar otro tipo de mensaje. Entonces...¿eres otra humana fugada de la Alianza que quiere verlos caer? Ojalá les diese a todos por fugarse y dejarlos tirados. - bajo el arma por el momento, mientras con la otra mano saco la moneda comunicadora para escribir ese mensaje de confirmación. Después le doy a enviar, para que lo lean cuanto antes y me confirmen. Tal vez me pregunte por la Brigada para buscarlos y matarlos, yo qué sé, lo mejor es no delatarlos todavía.

- Ya sabes...ellos están por todas partes. - respondo crípticamente, a la espera de respuesta del grupo del que hablamos. La ocasión de demostrar que está contra la Alianza se presenta, por desgracia, demasiado rápido. No nos dejan seguir planeando con calma qué hacer a continuación, ya que un grupo de cinco soldados nos rodea mientras estamos hablando. En una situación normal ya estaría usando la magia para evitar daños, pero ahora lo único que puedo hacer cuando disparan es tirar de Justin y Victorya para tirarlos al suelo en cuanto empiezan los disparos. Si nos largamos nos seguirán, y si nos entretenemos en acabar con ellos seguirán llegando más y más refuerzos y nunca saldremos de allí. Un antiguo conocido aparece en el momento apropiado para atacar a los soldados con su magia de control del agua, sembrando el caos entre los soldados. Su grupo sigue siendo enemigo nuestro por numerosos motivos, pero en este momento tenemos otro enemigo común al que abatir. Puede que lo más sensato sea separarnos en dos grupos, uno que los retenga aquí y otro que vaya hacia la torre de comunicaciones. - ¡Tenemos que dividirnos y largarnos a ya sabéis dónde! ¡y cuanto antes, no nos conviene plantar pelea aquí! - grito a mis compañeros tras levantarme del suelo, buscando el árbol más cercano para esconderme detrás y disparar un par de veces desde allí. Obviamente he arrastrado al crío conmigo, que él nunca se ha visto en una así y no va a saber qué hacer.

Alzo la ceja cuando Thalos estalla areír por el asunto de que mi padrino no tenga magia. A ver, ahora mismo no es la persona que mejor me caiga del mundo, pero todos sabemos que es de los mejores magos que hay ahora mismo en el país, líder de la antigua resistencia y tal. El hecho de que no tenga magia es un augurio bastante malo.
Escucho las explicaciones de Thalos de cómo actuó con lo del ataque. No sé si es lo más inteligente del mundo, pero mira, le ha dado resultado. Me lo tendré que apuntar por si en algún momento estoy en esa clase de apuros, aunque espero que no. La chica morena, va un poco a su bola, caminando de un lado a otro sin prestarnos mucha atención. Ruedo los ojos.

La idea es medianamente recibida -No sé qué es un geek de esos, pero yo no lo soy- Añado claramente ofendido. -Y sí, conozco gente que lo puede hacer- Me molesta un poco que hayan pasado de la idea al asunto de la moto sin ton ni son. -Pero si estás fichado... seguro que tienen escáneres de esos en los que en cuanto te ven saben quién eres- Añado cuando siguen con el asunto de la ausencia de magia e infiltrarse. No van a ceder, claro como soy un adolescente sin idea. Bah, que les den. Cuando una voz femenina, muy sabia, dice que hagamos caso. Señalo hacia la voz con la palma abierta. Abro los ojos, dándome cuenta de que no era la voz de la morena, sino una nueva que había aparecido de la nada "¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién?" Miro a mi alrededor, ¿de dónde ha salido?

Escucho su presentación. No parece peligrosa y tiene cierto toque de irreverencia que me hace hasta gracia. No puedo evitar dibujar media sonrisa cuando llama viejo a Thalos. "Le echa ovarios" Todo lo demás ya no sé qué es. Bueno, sí, pero no puedo responder a lo que quiere.

Lo siguiente que se escucha son unos disparos. No puedo evitar entrar en pánico y hago un gesto de protegerme con las manos la cara.

....todo se paraliza....

El efecto del hechizo no dura mucho tal vez unos instantes. Lo justo como para caer de culo antes que todos los demás, que habían parado su caída en el aire, tal vez un segundo o dos. Solo alguien muy avispado se podría haber dado cuenta de ello. O alguien que lo ha vivido, como yo.

Ya en el suelo me miro las manos. Creo que es la primera vez que veo este efecto y encima que lo haga yo. ¿Cómo lo he hecho? Sigo con mis pensamientos cuando aparece el tipo del agua y Johan sale por patas a esconderse detrás de un árbol.

Casi de forma inconsciente le sigo, con el corazón palpitando a cien por hora, sintiendo que se me va a salir del pecho, arrastrando a la morena conmigo y terminando por esconderme de rodillas detrás de un arbusto desde el cual puedo ver a Johan y los otros adultos. ¿Qué debo hacer? ¿Me quedo con mi padrino? ¿Me voy a la torre? Vaya a donde vaya todo van a ser problemas....

off:

El miembro 'Justin Granger' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

La verdad era que las conversaciones entre los hombres del momento no eran del todo alentadoras, aún así, escuchó con atención aparentando ignorar la situación pero tomando nota mental de todo. Sobre todo en lo que respectaba a los Soul Reapers, pues no tenía idea de que la guerra tenía más de dos bandos, y eso complicaba un poco las cosas para sus planes.

Leyó el periódico al último, tratando de ignorar a las sombras que llegaban a cuchichearle de recién llegados, siendo tal cantidad de siseos incesantes en su cabeza que no alcanzó a escucharles a todas. Terminó por ahuyentarlas mientras caminaba alrededor del grupo, con aquellos pasos ligeros y felinos, inaudibles, que ya eran su costumbre. Al ver que no callaban, prefirió mejor integrarse de nuevo al grupo y la conversación pues en un parque se suponía que habría personas, y si no iban en modo ataque, poco le interesaba. Sonrió de lado suavemente cuando Thalos dijo su plan completo, quizás un poco orgullosa de él, pero con una enigmática mirada. Había estado en el lugar antes, y tenía malos recuerdos de él. Su mirada se oscurecía al recordarlo.

Esuchó su nombre de pronto en la conversación y levantó la mirada. Se había hundido un poco en la penumbra, pero había salido justo a tiempo.- El hecho de que sea la más eficiente del grupo no quiere decir que sé como usar una moto mágica. Además, Johan va cojo y si no podemos usar la desaparición ahí dentro, yo tengo otra técnica de escape...

Interrumpió su oración y levantó su mirada tranquilamente hacia donde la chica rubia saldría un segundo después, clavando su mirada en ella mientras se hacía de su rostro en la memoria. Era una de las que le habían anunciado, pero llegó hablándoles de receptores y de torres de control que estuvo segura nadie aparte de ella entendió. Quizás Thalos, pero no le tenía tanta fé... Aunque no lo expresó, tuvo conciencia de que interrumpir y sobre todo escuchar conversaciones ajenas no era la mejor manera de integrarse a un grupo de personas con un complot entre manos. Tomó nota de desconfiar de ella, aunque su suave sonrisa hacía parecer que era aceptada y bienvenida. Apenas abrió la boca, fue claro que tenían un problema entre manos. Las sombras se volvieron locas, pues de un instante a otro aparecieron enemigos por doquier. "Se supone que están alerta..." Pensó para sus sombras al ver que de un instante a otro estaban ya rodeados de enemigos y el fuego no se hizo esperar, junto con otra persona más.

Giró el rostro para ver alrededor. Eran demasiados a los que tendría que desaparecer, y la chica Laila y el recién llegado ya estaban más que lejos como para hacerlo. Su mirada se centró en Justin, que era el más lejano, pero no podía dejarle, y justo cuando estaba por alcanzarlo por el brazo, este cayó con tal rapidez que le pareció demasiada, solo para luego caer ella también. El efecto también hizo que sus sombras dejaran de sisear, y eso ya era demasiado decir. La sospecha era grande, pero la curiosidad aún más. Tal era su grado de estupefacción que por poco le tocan las balas. Fue Justin quien le levantó para salir corriendo. Una vez detrás de los arbustos, puso sus manos a los lados de su rostro para inquirirle.- ¿Qué acabas de hacer? ¿Qué fue eso? - Esperó un segundo la respuesta y luego pasó a temas más urgentes.- Ven acá.- Murmuró, tomándole de las manos. Salieron corriendo cubiertos por los arbustos hasta llegar con Johan, aunque Thalos aún estaba algo alejado.- ¡Thalos, ven acá! No perdamos tiempo con estos, hay cosas más apremiantes. ¡Nos necesito juntos para sacarnos de aquí!- El grito era tanto para Thalos como para Johan, y aunque el par recién llegado no era de su entera confianza, quizás amarrándolos sería más fácil interrogarlos por si ellos habían sido los causantes de que llegaran los guardias. De cualquier modo, se sabría fácilmente. Aún así, no iba a perder oportunidad de darle a alguien. Unió sus manos y cuando las despegó una daga de un negro sepulcral flotaba entre sus manos. Extendió el brazo en la dirección donde los soldados venían y le apuntó a uno directo al pecho justo antes de la daga, a extremas velocidades, dejara su mano en dirección al soldado, y aunque iba directo al pecho, era probable que aquello no llegara a mucho tras no haber usado aquello en muchísimo tiempo.- Rayos...

Dado 5 + 5 canalizador mágico + 10 habilidad especial + 20 ataque mágico = 40 a soldado.

Estaba en uno de los edificios cercanos a Hyde Park, haciendo mi caza nocturna de soldados diaria. Aquella noche tocaba esa zona debido a que necesitaba un sitio alejado de dónde estalló lo de la bomba, dado que la seguridad de aquella zona se había multiplicado, y por tanto, habían disminuido las tropas del resto de las zonas. Estaba tan quieta como el hormigón, literalmente, dado que me había mimetizado con este a la espera de que pasase algún guardia haciendo su ronda sin ser detectada. Y así fue.

El soldado caminaba inquieto, dado que con estos tiempos de guerra uno se puede encontrar cualquier cosa por la calle. Comencé a seguirle de forma imperceptible, siguiendo mi instinto de cazadora, acercándome más y más a mi presa que ni si quiera se había dado cuenta de mi presencia. Hice el amago de saltar a por él, hasta que le sonó su dispositivo telecomunicador y ambos nos sobresaltamos por el ruido.

El soldado escuchó atentamente, lo único que escuché fueron unos código de la milicia humana y el lugar, Hyden Park, como objetivo. El soldado se giró de repente, pero yo ya no me encontraba detrás de él, sino detrás de un coche cercano viendo el recorrido de los pies de mi ex víctima. Comencé a seguirlo desde la lejanía hasta que giró, justo donde estaba la entrada del parque y allí me quedé. Me asomé ligeramente, había otros cuatro soldados dispuestos a entrar, y se estaban armando y preparando para entrar, y observé cómo por las prisas no se habían puesto en segundo seguro del casco que llevaban. Entraron en el parque. Y yo detrás de ellos desde la lejanía.

Se pararon delante de algunas personas. Civiles al parecer, eso me daba ventaja, si hubiesen sido más soldados me habría ido definitivamente por dónde había venido. Empezaron los disparos, y aprovechando el barullo corrí silenciosamente al que estaba detrás del todo dándo las órdenes y, de una fuerte patada, aún con mi cuerpo hecho de hormigón, mandé su casco volando a gran velocidad y le mordí el cuello, no con la intención de beber, sino de desgarrarle el cuello de un bocado.

La primera ráfaga de disparos se ve interrumpida por algún tipo de magia de agua, que modifica la trayectoria de las balas y después nos hace perder el equilibrio al sacudirnos con una especie de látigos acuáticos. La aparición de un nuevo enemigo nos jode el factor sorpresa que teníamos, momento que la mayoría de enemigos aprovecha para ponerse a cubierto. También sucede algo extraño, durante apenas un par de segundos los objetos en movimiento que hay a nuestro alrededor parecen detenerse.

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- ¡NO DEJÉIS QUE SE ESCAPEN! ¡DISPARAD, JODER, DISPARAD! - ordeno de manera furiosa segundos antes de que mi casco sea arrebatado con un brutal golpe que me pilla desprevenido, haciendo que mi cabeza y cuello queden desprotegidos. Emito un alarido desgarrador cuando los colmillos de una vampira se clavan en mi garganta, que comienza a sangrar a borbotones por el violento ataque. Trato de disparar a la desesperada  a la vampira que tengo encima, dejando de dar órdenes por ahora para centrarme en mi propia supervivencia.
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Ruedo por el suelo tras haber caído por el ataque acuático inesperado, poniéndome en pie justo para recibir el impacto de una extraña daga de sombras que va hacia mi pecho. Por suerte la armadura que llevamos detiene el impacto que hubiese sido mortal de no llevar nada. Me giro horrorizado al ver que un compañero ha sido atacado por una cría siniestra que se le lanza al cuello, así que intento ayudarlo como puedo, disparando en esa dirección.  - ¡Deja en paz a Joe, engendro! ¡Tengo que ser yo el que acabe con él! - sí, tengo complejo de Vegeta. Qué pasa.

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Me la suda la suerte que corra el compañero al que ataca la vampira, yo no entré al ejército para proteger a los míos, a los humanos, sino porque disfruto hiriendo y golpeando a la gente, sean mágicos o no. Y en esta ocasión son los mágicos los que, para variar, están tocando los cojones.  Suelto una carcajada al ver la sangre del otro escapar de su garganta, motivándome para avanzar hacia los que se esconden de nosotros. Elijo mi presa bastante rápido, sonriendo con sadismo bajo el casco mientras empiezo a tararear una cancioncilla navideña. Disparo como fuego de cobertura mientras corro rápidamente en zig zag hasta llegar al árbol en el que se esconden el niño peliblanco, la fugada y el Black, aunque hago una finta para aparecer por el lado que no se esperan, por donde no estaban mirando.  - Santa Claus ya está en la ciudaaad...- agarro la cabeza de Justin con una mano, estampándosela contra el tronco del árbol con fuerza. Después lo arrojo contra el suelo, disparando al crío acto seguido.  - Esto por querer jugar al Call of Duty, desgraciao.


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Resoplo terriblemente hastiado tras haber sido víctima del ataque con magia de agua, fijando a ese tío como principal objetivo a eliminar. Aparto la mirada completamente asqueado, no es agradable ver cómo desgarran el cuello a un compañero. Creo que poco puedo hacer por él, así que me ciño a la misión, además de aprovechar para pedir refuerzos usando el comunicador.  - A todas las unidades, acudan a Hyde Park. Aquí no paran de llegar seres mágicos. Creemos que están preparando algo, esta reunión no es casual. - guardo el comunicador de nuevo, disparando desde mi posición al tipo del ataque acuático. Busco una papelera tras la que parapetarme, no quiero ir a lo suicida como otro de los compañeros. Hoy quiero volver a casa con mi familia, y estos terroristas no me lo van a impedir.  - ¡Si no os entregáis será peor! ¡Van a venir más, no podréis escapar! ¿Queréis ser responsables de más muertes? - grito desde mi mal escondite, tratando de apelar a su humanidad y sentido común, si acaso lo tienen.

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Todo sucede demasiado rápido para poder reaccionar, no consigo hacer nada útil durante los primeros segundos de la reyerta. Ahora me doy cuenta de que soy un completo novato y de que hasta ahora no me había visto en una así. Llevo menos de dos meses en el ejército y soy demasiado joven, pero me empeñé en que esta era la única manera de lograr la paz y aquí estoy, temblando de miedo. No puedo salir corriendo, y tengo que ser útil para los compañeros, así que me pongo a disparar un poco a lo loco, apuntando a quien tengo más cerca, una mujer rubia. - ¡Y-ya habéis oído! ¡Si os rendís será lo mejor para todos! - Me tiemblan las manos y mi puntería no es la mejor, pero espero que al menos una de las balas de mi ráfaga consigan acertar en el enemigo y conseguir así reducir su número.

OFF:

-Abuelo? - le pregunté a la recien llegada Leila, indignado. Me habian llamdo tuerto, bomberman, muggle de mierda, perro...pero abuelo?! Fruncí mi ceño mirándola en cuanto apareció de su escondite, presentándose. No dejé de apuntarla.

- Bien, entonces creo que te seguiré llamando Leila. - dije de malos modos. Me cambió el mote de nuevo y si no fuese bueno ocultando mis emociones, habria visto exasperacion en mi. Eso de poner motes a la gente era cosa mia! Pero ahi estaba la intrusa usando mi jugada estrella tocapelotas. Ya le pensaria algun buen mote hiriente...  

Reconozco que mi perspectiva cambió un poco cuado dijo que habia servido en el Ejército.  Dejé que Johan hiciese las comprobaciones necesarias respecto de si Leila era de la Brigada realmente, supuse que enviaría un mensaje a Lykaios. Desvié la mirada a la rubia. Lo cierto es que no la recordaba.

- No servimos en el mismo escuadrón. Recordaría tu voz de maleducada. - bajé mi arma, mas no la guardé, lo que mas tarde probó ser un acierto.

- No se me da bien hablar y lo sabes Black...acabaria insultandolos a todos....pero no me importaria dar la cara, llegado el caso.

Miré a Vyctoria cuando se autoproclamó la mas eficiente del grupo y le alcé una ceja. - De ego vamos bien, no? Pero volviendo a lo importante, Leila... -remarqué bien su nombre. - de donde vamos a sacar los dispositivos para inhibir la señal del control? Y quien va a encontrar el protocolo? Suena bien, pero estamos un tanto escasos de materiales. - entendia la teoria, era buena, pero no veia la praxis.

Todo se precipitó entonces. Los disparos primero y aquella ola del estanque repentina que puede decirse, nos cubrió. ME giré para ver allí al tal Benjamin, uno de esos imbéciles Blood Keepers. Que hacia aqui el capullo ese...ayudandonos?

Johan, Vyka y el crio se habian retirado rapidamente. Me quité las malditas gafas de sol porque a decir verdad, no me dejaban ver un carajo y ya no tenia sentido ocultar que era el desertor tuerto, ya no tenia que ir de incognito por las calles de Londres. El ojo derecho pues quedó a la vista, pues no daba tiempo a colocarse el parche. Me parecio ver a una cria rubia desgajándole el cuello a un soldado.... todo ocurrió en fracciones de segundo.

"pero que coño..."

Le pegué un empujón a Leila  para apartarla de alli al tiempo que disparaba al frente, fuego de cobertura que se dice. Me llevé un tiro en el proceso, que impactó en mi espalda, pero al llevar chaleco antibalas debajo de la ropa no llegó a perforar. Eso si, el impacto fue un golpe duro que me tiró al suelo, y  como en ese momento estaba empujando a Leila, me cai encima de ella, aplastandola digamos que un poco. El disparo me habia dejado sin respiracion pero aun asi me las apañé para hablar con voz un poco jadeante y un tono socarrón.

- Vaya, de cerca no estas tan mal. Thalos Draven, por cierto. - rodé para apartarme de encima de ella y quedé panza arriba, separé mis piernas y disparé desde el suelo hacia el soldado amarillo, a una de sus piernas. Por como se movia....parecia un jodido notavo.

"cae al suelo y no te muevas de ahi si no quieres que empeoren las cosas para ti...."

- A cubierto. - le dije a la mujer rubia pegando algun que otro tiro mas de cobertura. Escuché la voz de Victorya, debiamos juntarnos para que pudiera desaparecernos de alli. Me incorporé y me parapaté tras un arbol, tenía que salvar un espacio abierto de fuego cruzado bastante peligroso para poder llegar a ellos. -NECESITO COBERTURA! - de otro modo, no podria cruzar sin llevarme un tiro.  Un par de soldados nos habian pedido rendicion. - TENGO UNA IDEA MEJOR, SOLDADOS! POR QUÉ NO DEJAIS DE CHUPÁRSEL A A ANDREAS WILHELM Y SUS AMIGOS? APUESTO A QUE OS HAN BAJADO EL SUELDO TRES VECES EN LO QUE VA DE AÑO!!!! LAS PUTAS COBRAN MAS!!! - aproveché esos breves segundos de resguardo tras mi arbol para sacar mi parche de algun bolsillo de la cazadora, y ponerlo donde debía, sobre aquel ojo blanco y hundido.

Me hicieron un poco de gracia las caras de sorpresa y no me extrañó la sospecha que tenían de mí, aunque me pareció contradictorio que la verdad se escuchara sospechosa, quiero decir ¡vamos! encima que digo la verdad... En fin, presté atención cuando Black habló a cerca de los medios y respondí a su pregunta:

-hmm... no del todo, digamos que me gusta la adrenalina ¿por qué creen que estoy con los de la Brigada?¿para hacer croché?

Sonreí ante el comentario de Thalos a cerca de mi voz de maleducada

-Preferiría no tener que remarcar lo obvio, pero seguramente cuando yo entraba, usted se estaba jubilando-

Era de esperar esa corta respuesta, también era de esperar una patrulla siendo Hyde Park uno de los principales parques de Londres; un grupo de cinco soldados nos rodeó mientras hablábamos ¿Cómo no los escuché?¿Quién me mandó a bajar de mi hermoso árbol?

Estaba muy jodida, en el mejor de los casos me arrestarían, me mandarían presa y harían experimentos conmigo, sin anestesia, como castigo por desertar y por ser una feral.

Alcancé a ver que una barrera de agua nos protegía de las balas, al parecer Poseidón quería unirse al baile, y también a Johan, Victorya y Justin resguardandose antes que todo el peso de lo que era Thalos cayera sobre mí, dejándome sin aire por un momento. Luego de una respiración profunda exhalé una exclamación al ver, en primer plano, un ojo blanco y hundido, pero aún así respondí a la presentación de Thalos aún tirada en el suelo

-Me gustaría decir que es un placer, pero prefiero ahorrar energía- dije al tiempo que él le disparaba a un soldado que se aproximaba.

Mientras me incorporaba rodé los ojos ante su orden porque ya no estaba en el ejército y no iba a aceptar las órdenes de nadie más que de mí, a su vez alcancé a ver a una muchacha rubia mordiendole el cuello a un soldado, como sacada de quicio. Escuché la orden de Black de separarnos e ir a la torre de comunicaciones, yo podría distraerlos un rato pero necesitaría un medio de escape, también escuché cuando la muchacha llamó desde los arbustos y dijo que nos sacaría de allí, pero decidí probar que podrían confiar en mí. Así que haciendo caso omiso a la voz en mi cabeza que decía que debería estar huyendo, me aproximé al soldado
amarillo que había sido atacado por Thalos y con un movimiento brusco le saqué el rifle de las manos.

-Creeme, no lo necesitarás-

Corrí lo más rápido que pude hasta el árbol donde se hallaba Black y el resto del grupo recibiendo tres balazos en el camino uno en el hombro, otro en la espalda y otra en la nalga. El dolor hizo que gritara, los impactos hicieron que cayera y llegara arrastrándome al árbol, sentía la sangre corriendo por mi brazo y mi pierna, seguramente me había fracturado la clavícula y por eso cuando moví el brazo dolía como el infierno. Eso tardará bastante en sanar me lamenté internamente y recriminándome el no haberme parado a pensarlo. Luego de un momento, aún dolía mucho, pero no lo suficiente como para evitar que me levantara, aún así lo que más me molestó fue ver mi chaqueta preferida estropeada y un agujerote en el culo en mis leggins así que echando humo por la nariz me enganché el rifle a la espalda y me puse a escalar el árbol por la zona que las balas de los soldados no llegaban  de manera bastante lenta porque cada movimiento que hacía mandaba puntadas de dolor a mi hombro, mi costado y mi pierna. Mi rostro se encontraba absolutamente compungido por el dolor y cubierto de sudor por el esfuerzo, nunca escalar un árbol me había resultado tan costoso. Además, rogaba que ninguno de los presentes levantara la mirada ya que, si lo hacían tendrían la vista de parte del cachete de mi culo porque la rotura del leggin se abrió más. Cuando llegué a una altura que podía ver a los soldados, pero ellos no a mí, como la francotiradora que soy, empecé por el naranja apuntado a las zonas de las articulaciones, ya que allí la defensa era menor para facilitar la movilidad del soldado que estaba disparandole directamente a Justin.

-De hecho, si y me pidió personalmente que te regalara una bala ya que ni se esforzará en darte carbón. Feliz navidad imbécil-

Luego apunté al rojo, un blanco fácil ya que se encontraba descubierto disparándole a la rubia. Uno más dificil fué el que estaba cubierto tras una papelera, pero lo tenía controlado, entonces le grite a Thalos sin dejar de mirar al marrón y disparando cada vez que se asomaba -ANDA THALOS, YO TE CUBRO-

Lancé un silbido -RUBIA, POSEIDÓN ¿SE VIENEN O QUÉ?

El soldado entró en pánico, haciendo lo peor que podría hacer contra mi. Perder la cordura. El instinto de supervivencia es el más básico, nunca lo entrenamos y es un punto fuerte para los que dominamos el control mental. Le miré a los ojos, gracias a que no tenía puesto el casco. “La mejor forma de sobrevivir es estando quieto” dije dominando su mente. Cosa que me dió el tiempo suficiente para que se desmayara, desangrado por la gran falta de sangre que le había provocado una servidora.

Cogí el cadáver, con una mano en su pelo y la otra en la parte trasera del cinturón utilizándolo de escudo al escuchar la advertencia del hombre del parche para que realizara su lluvia de balas. Ahí me di cuenta que mientras estaba haciendo malabares con la mente del soldado, otro había conseguido dispararme. Tenía dos heridas superficiales y otra medio grave en el pecho, que por suerte la bala no se ha quedado dentro.

- ¡Mi teta joder!- Enfadada y a cubierto, escucho al que habla alto y claro pidiendo refuerzos. Mis ojos se abren al pensar que pueden llegar más soldados. Con todas mis vampíricas fuerzas empuje el cadáver de mis manos al soldado que me ha estado disparando y me pongo detrás del que ha pedido refuerzos con mi inhumana velocidad. Cojiendo el dispositivo telecomunicador y subiéndome a un árbol de un salto.

- A todas las unidades, los intrusos se han teletransportado al Ministerio de paz y van a atacar. - Dije imitando la voz del soldado gracias a mi habilidad de copia, tirando después el dispositivo al estanque y sacándome de ambas manos mi katana. - Los matamos y nos vamos, gatita- Dije poniéndome a la vista de todos bajando del árbol de un salto, en posición de batalla.

Perdemos la oportunidad de seguir perfilando el plan, todo por culpa de la aparición de la patrulla de soldados. Es cierto que el parque no es el lugar más adecuado para una reunión, aunque también es cierto que al principio sólo íbamos a ir Thalos y yo, se supone que iba a ser rápido. No puedo centrarme en la pelea con el crío aquí en medio del peligro, por mucho que lo haya arrastrado detrás del árbol tras el que nos ocultamos Victorya, Justin y yo. Aunque haya dado una pequeña muestra de lo que son sus poderes, el chaval sigue sin estar preparado para una batalla. - Justin, te vamos a sacar de aquí ya mismo. - aseguro a mi ahijado mientras lo agarro por el hombro, pegándolo contra el tronco del árbol para que no se le ocurra asomar la cabeza fuera. Definitivamente, sufriría mucho si tuviese un hijo en medio de una guerra. Niego con la cabeza a lo que dice Victorya de sacarnos a todos de aquí usando la desaparición, aunque suene bien creo que no es la mejor opción en este momento.

- No puedo llevármelo con nosotros, no es seguro. Lo mejor será dispersarnos para ir al punto de encuentro, que no sepan a por quién ir. Te tengo que pedir un favor...- en otras circunstancias me encargaría yo, pero no puedo. Además, la opción de usar la moto para largarme tampoco es segura, nos dispararían mientras salimos. - Tú conoces la ubicación del castillo Black, necesito que te desaparezcas de aquí con Justin para dejarlo a salvo. Y en media hora como mucho nos reunimos todos en la torre. - al estar hablando con Victorya no estoy todo lo pendiente que debería del resto de soldados, así que cuando intento impedir que nos alcance el soldado naranja ya es demasiado tarde. El puto sádico golpea al crío contra el árbol, tratando luego de acribillarlo a balazos tras arrojarlo. Le pego un empujón a ese soldado con la intención de desviar sus disparos hacia Justin, y también obtengo ayuda externa por parte de Leila, que dispara desde lejos a dicho soldado. - ¡Que es un crío, puto gilipollas! - Desenvaino la espada que llevo colgada del cinturón, aprovechando las distancias cortas para no tener que moverme demasiado, pues no estoy para carreras. Agarro con una mano el brazo del soldado que sujeta el arma, empujándolo hacia arriba para revelar un punto débil en su defensa para poder descargar una estocada, justo hacia la zona de la axila. Después golpeo de lado con la espada, esperando que el empujón hacia atrás sea suficiente para quitárnoslo de encima. Más le vale acabar muerto pronto, porque como haya herido de gravedad a Justin la muerte de ese soldado va a ser mucho peor.

Me giro un momento para mirar desde mi posición a Leila, asintiendo levemente en señal de agradecimiento por el apoyo. No me ha dado tiempo de comprobar si ya tengo mensaje de vuelta por parte de la Brigada, pero por ahora tomaré su ayuda como un signo de que dice la verdad. Escucho de fondo a Thalos pidiendo cobertura, así que me uno a Leila para apoyarla con eso del fuego de cobertura. - Que nos rindamos dicen...ilusos. - murmuro por lo bajo, avanzando un poco mi posición hasta un banco de piedra que hay cerca del árbol. - ¡Lo que queremos es acabar con esto de una vez, pero nos lo ponéis muy difícil! ¡Los que se empeñan en seguir esta guerra no están aquí luchando, esos están a salvo en su despacho! ¡No tenéis que morir por ellos! - si alguno es sensato dejará de hacer el capullo. Algunos no lo harán por el miedo a desertar. Otros por que realmente crean que están luchando por conseguir la paz, por impedir la "amenaza" de la raza mágica. Y otros simplemente nos creen monstruos y disfrutan eliminándonos. A los sensatos es a los que tenemos que llegar, y tratar de convencer a los que temen.