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Recuerdo del primer mensaje :
El tradicional barrio chino de Londres se ha convertido en un lugar propicio para el contrabando y los negocios sucios, es una zona poco controlada por la ley, un lugar peligroso.
Dante Alighieri
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La tome del mentón para mirarla directamente a los ojos y le sonreí.- Nadie nace listo para estas cosas... No tuve padres que me explicaran esto pero no te dejare, ese hijo es mio, nuestro y no pienso abandonarlos solo porque aun no estoy listo.- Le acaricie la mejilla suavemente. La mire preocupado cuando comenzó a toser y aun mas cuando veía que era sangre.
Cargue rápidamente a Shiro en mis brazos para salir corriendo del lugar dándole un rápido ''gracias'' a la mujer que nos ayudo, para dirigirme directo al hospital nuevamente.
Cargue rápidamente a Shiro en mis brazos para salir corriendo del lugar dándole un rápido ''gracias'' a la mujer que nos ayudo, para dirigirme directo al hospital nuevamente.
Raiga Millohin
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- +18:
- La tarde era bella, el sol se estaba poniendo y mi hora feliz estaba a punto de comenzar. Mire el reloj de mi muñeca, como lentamente las manecillas se movían 'tic toc tic toc". La saliva caía de mi boca, de solo pensar en lo que haría esa noche mi cuerpo empezaba a sudar y a exitarse pensando en la sangre cuando caía de los cuerpos de la gente, moribunda... Lo más divertido era cuando pedían piedad, jajajajaja!! Como si fuera a darselas! Amaba divertirme todas las noches, que puedo decir... Soy un hombre que sabe disfrutar la vida... El sexo, las drogas, el alcohol y la sangre son mi más puro placer, y no, no tengo remedio.
Impaciente vi nuevamente mi reloj, ya era la hora. El sol se había ocultado, camine por entre el barrio chino con una capucha negra y entre a una taberna algo rústica, una mujer atendía el lugar... Que buena estaba!! A su alrededor varias personas algo rudas bebiendo y fumando y por supuesto apostando entre ellos. Amablemente le pedí que me sirviera una copa de vino, la muchacha me miro sobrando con una sonrrisa, qué lástima - tú no eres de por aquí... No solemos aceptar gente como usted... Vago - no pude evitar estallar en risa, el silencio del lugar se cortó con mi loca carcajada y todos me miraban, era divertido, no iba a tener alcohol pero si sangre. De un movimiento rápido saque mis manos con las cuchillas de entre mi saco y las cabezas empezaron a rodar, una pareja de al lado mío... Pobres ratas sin cabeza, ni siquiera alcanzaron a darse la mano pues se las corte de un movimiento. Los hombres de la taberna corrieron hacia mi para atacarme, la mujer que atendía miraba horrorizada la escena en la cual cuatro hombres trataron agarrarme y solo se llevaron múltiples cortes limpios y mortales en yugulares, corazones, gargantas y miembros. Sentía un placer inmenso mientras me empapaba en sangre, no podía para de reír, era tan... Mágico, rojo por todos lados. Un anciano invalido temblaba de miedo al ver como me acercaba hacia el desde la entrada hasta la última mesa del fondo donde el tomaba agua, le sonreí sádicamente y luego de un minutos gire rápidamente rasgandole el abdomen con cinco tajos profundos que acabaron con su vida.
Todo hermoso, el placer era indescriptible pero algo faltaba, no me sentía del todo bien, faltaba el toque final. Fue entonces cuando ví a la muchacha agachada en el suelo detrás del mostrador, horrorizada y aterrada, salta el mostrador y le tape la boca -shhhh...¿No querrás quedar como ellos o si bebe? Tranquila, no te haré daño ahora.... Hmmm.... A ver.... ¡Ahora sí!- grite mientras le quitaba rapido la ropa y la sostenía con mucha fuerza mientras ella se resistía. Al desnudarla y verla tan hermosa me exite, la amordace para tener las manos más libre y la viole en el suelo metiendosela una y otra y otra vez mientras ella gritaba y lloraba. Llegué al clímax acabando dentro de ella entre gemidos y manchas de sangre por doquier, la dejé allí tirada y me abroche el pantalón para salir tranquilamente por la puerta, nadie al rededor del local se acercó a ver qué pasaba, era obvio, ya me conocían perfectamente y no querían morir.
Ya satisfecho emprendi mi camino a casa saltando por entre los techos para escabullirme en el bosque que había mucho mucho más adelante, mañana sería un día largo y feliz.
Delsin Dixon Rowe
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Llegue caminando al barrio chino buscando que podría comer. Camine por el lugar tranquilamente entrando a varias tiendas y comprando algunas comidas y una cerveza para buscar un lugar para sentarme mientras mantenía mi boca ocupada solo con chuches.
''Que hambre tengo.... Demonios''
''Que hambre tengo.... Demonios''
Rocio Dixon
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Llegue hasta ahí tranquilamente aunque muy extrañada al ver la cantidad de cosas que vendían ahí. Compre los fideos que recuerdo que había comprado Mike cuando fue nuestro reencuentro en el centro comercial. Seguí con mi paseo mirando hacia todos lados hasta dar con un chico de gorro rojo.
''No otra vez...''
Maldije a mis alucinaciones al ver a aquel chico. Ese gorro se lo había dado en su ultimo comienzo de clases... En el anden del Expreso a Hogwarts... La ultima vez que lo vi antes de que el colegio de magia fuera destruido. Lo mire atentamente para asegurarme que fuera él, creyendo que no era mas que una simple alucinación mas.
''No otra vez...''
Maldije a mis alucinaciones al ver a aquel chico. Ese gorro se lo había dado en su ultimo comienzo de clases... En el anden del Expreso a Hogwarts... La ultima vez que lo vi antes de que el colegio de magia fuera destruido. Lo mire atentamente para asegurarme que fuera él, creyendo que no era mas que una simple alucinación mas.
Delsin Dixon Rowe
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Sentí una muy molesta y penetrante mirada por lo que me gire para ver quien era el molesto que me veía de esa forma. Pero solo hizo que mi gaseosa se me resbalara de las manos. Mire a la chica parada a unos metros de mi.... Aquella ropa.... Aquellas armas.... Era nuestra tradición familiar vestirnos de esa forma cuando nos juntábamos en Arabia en las fiestas y vacaciones...
Era mas baja que yo, pero podía verse que era toda una mujer. Aunque algo me incomodo. Su mirada. Se veía extraña... Aquellos ojos bicolor que apenas llegaban a distinguirse en la sombra de la capucha... Si mirada reflejaba tristeza, miedo, intriga, cosas que solo alguien que la conocía podría notar. Me levante lentamente recogiendo mi gaseosa y camine a paso lento en la dirección de la encapuchada.
Era mas baja que yo, pero podía verse que era toda una mujer. Aunque algo me incomodo. Su mirada. Se veía extraña... Aquellos ojos bicolor que apenas llegaban a distinguirse en la sombra de la capucha... Si mirada reflejaba tristeza, miedo, intriga, cosas que solo alguien que la conocía podría notar. Me levante lentamente recogiendo mi gaseosa y camine a paso lento en la dirección de la encapuchada.
Rocio Dixon
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Lo mire por un rato mas hasta que él se levanto, lo observe de arriba a abajo para negar con la cabeza y seguir con mi camino. Supuse que solo eran imaginaciones mías y mis malditas alucinaciones pero lo que baje la cabeza y seguí con mi camino.
Algo en mi pecho me decía que era real, nunca antes en ninguna alucinación lo había visto de esa forma. Siempre lo veía de pequeño y todo herido, al menos así me imaginaba que habría quedado su cadáver.
''Ya deja de molestarme con esas cosas''
''Eh? Yo no estoy haciendo nada, idiota''
''Deja de mentir... Deja de mostrarme a mi familia''
''Te digo que no estoy haciendo nada... Quien es e... ¿Ooooh ese es tu hermano? Pues yo no lo estoy creando''
''¿Entonces ya me volví loca?''
''De remate, pero ya estabas así... ¿No hay posibilidades de que sobreviviera?''
''Lo dudo mucho... Asesinaron a todos...''
''Entonces te confundes de persona... Porque eso no es una alucinación''
Algo en mi pecho me decía que era real, nunca antes en ninguna alucinación lo había visto de esa forma. Siempre lo veía de pequeño y todo herido, al menos así me imaginaba que habría quedado su cadáver.
''Ya deja de molestarme con esas cosas''
''Eh? Yo no estoy haciendo nada, idiota''
''Deja de mentir... Deja de mostrarme a mi familia''
''Te digo que no estoy haciendo nada... Quien es e... ¿Ooooh ese es tu hermano? Pues yo no lo estoy creando''
''¿Entonces ya me volví loca?''
''De remate, pero ya estabas así... ¿No hay posibilidades de que sobreviviera?''
''Lo dudo mucho... Asesinaron a todos...''
''Entonces te confundes de persona... Porque eso no es una alucinación''
Delsin Dixon Rowe
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Vi como se acercaba a mi, pero la note demasiado extraña mas aun cuando paso por mi lado sin siquiera alzar un poco la cabeza o decir algo. Parecía perdida en sus pensamientos. Siempre la misma despistada de siempre, los años pasaron pero las mañas no.
Apenas paso por mi lado sin hacer cosa alguna la tome del brazo jalándola para que quedara frente a mi. La mire a los ojos, notando todas aquellas cicatrices, aunque sus ojos seguían siendo los mismos hermosos ojos de siempre, ademas de que sus pecas seguían ahí, algo mas leves que antes, pero su blanquecina piel seguía intacta... Solo por el color, porque podía ver a simple vista que no había tenido una vida fácil desde que todo se fue a la mierda. Su poca piel visible estaba llena de cicatrices, y aun recordaba tan bien como era que le tome la mano izquierda con la mía, levantándola a la altura de sus ojos para que viera mi dedo faltante... El mismo que el que le faltaba a ella. Le sonreí mirándola a los ojos, sabiendo como se alteraría al ver eso pero podría solucionarlo.
Apenas paso por mi lado sin hacer cosa alguna la tome del brazo jalándola para que quedara frente a mi. La mire a los ojos, notando todas aquellas cicatrices, aunque sus ojos seguían siendo los mismos hermosos ojos de siempre, ademas de que sus pecas seguían ahí, algo mas leves que antes, pero su blanquecina piel seguía intacta... Solo por el color, porque podía ver a simple vista que no había tenido una vida fácil desde que todo se fue a la mierda. Su poca piel visible estaba llena de cicatrices, y aun recordaba tan bien como era que le tome la mano izquierda con la mía, levantándola a la altura de sus ojos para que viera mi dedo faltante... El mismo que el que le faltaba a ella. Le sonreí mirándola a los ojos, sabiendo como se alteraría al ver eso pero podría solucionarlo.
Rocio Dixon
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Nunca antes una alucinación había llegado a tocarme, siempre me atravesaban pero nada mas. Por lo que el sentir su apretado agarre me altero un poco. Subí la mirada para verlo a los ojos aunque preparada para golpearlo hasta que sentí como tomaba mi mano para subirla junto a la de él, viendo su dedo faltante siendo el mismo que el mio.
''¿Seguro que no es una alucinación?''
''Muy seguro''
''Entonces quieres decir que....''
-Delsin...
Fue lo único que llegue a susurrar para abrazarlo fuertemente, notando lo mucho que había crecido, aunque era normal siendo que habían pasado muchos años, viendo que ya era hasta mas alto que yo.
-Habibit...
''¿Seguro que no es una alucinación?''
''Muy seguro''
''Entonces quieres decir que....''
-Delsin...
Fue lo único que llegue a susurrar para abrazarlo fuertemente, notando lo mucho que había crecido, aunque era normal siendo que habían pasado muchos años, viendo que ya era hasta mas alto que yo.
-Habibit...
Delsin Dixon Rowe
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Pude notar su duda y alteración en su rostro. Tardo algunos minutos, pero al final suavizo su mirada. La entiendo, muchas veces soñé con volver a encontrarla... Y aun rogaba que esto no fuera un sueño mas. Sonreí abiertamente al escuchar mi nombre salir de sus labios algo temblorosos y correspondiendo aquel abrazo.
-Habibit...
Le susurre sin poder evitar que mi voz saliera algo temblorosa. Mucho tiempo y tragedias habían pasado desde la ultima vez que nos vimos. Eso podía notarse en nuestros rostros, en nuestros cuerpos... Sobre todo en nuestros ojos... La ultima vez que estuvimos juntos ella era bastante mas alta que yo, llevaba el cabello largo, hasta la mitad de la espalda, amarrado en una coleta alta, vistiendo el típico uniforme de aquella escuela francesa de magia. Recuerdo mis celos al ver como mis compañeros de Hogwart la miraban y como ella se reía por ello... Recuerdo su cálida sonrisa, sus ojos llenos de vida y felicidad, el como me estrecho entre sus brazos al momento de despedirnos, con la promesa de volver a vernos pronto. Una promesa que tardo un poco mas de la cuenta, pero al fin se cumplió. Aun seguía abrazándola notando como mis ojos se llenaban de lagrimas por aquellos recuerdos... Por volver a verla al fin...
-Habibit...
Le susurre sin poder evitar que mi voz saliera algo temblorosa. Mucho tiempo y tragedias habían pasado desde la ultima vez que nos vimos. Eso podía notarse en nuestros rostros, en nuestros cuerpos... Sobre todo en nuestros ojos... La ultima vez que estuvimos juntos ella era bastante mas alta que yo, llevaba el cabello largo, hasta la mitad de la espalda, amarrado en una coleta alta, vistiendo el típico uniforme de aquella escuela francesa de magia. Recuerdo mis celos al ver como mis compañeros de Hogwart la miraban y como ella se reía por ello... Recuerdo su cálida sonrisa, sus ojos llenos de vida y felicidad, el como me estrecho entre sus brazos al momento de despedirnos, con la promesa de volver a vernos pronto. Una promesa que tardo un poco mas de la cuenta, pero al fin se cumplió. Aun seguía abrazándola notando como mis ojos se llenaban de lagrimas por aquellos recuerdos... Por volver a verla al fin...
Thalos Draven
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Me habia logrado escapar de la escena del crimen allá donde hiciera explotar aquella camioneta donde los campos de concentracion, y habia llegado a China Town en moto. Paré alli e intercambié algunas piezas mecánicas por combustible para mi vehiculo robado. Mientras realizaba mis transacciones, como quien no queria la cosa y haciendome el despistado, me puse a preguntar sobre la bomba que habian hecho estallar los humanos cotnra sus propias instalaciones. Como solo recibí preguntas a mis preguntas, porque obviamente, no sabian nada de lo que acababa de ocurrir aunque yo me pusiese a hablar de ello como si fuese dominio publico, respondí como a mi mas me convenía alimentando asi el bulo y el rumor de que habian sido humanos descontentos con sus políticos y la forma de llevar la guerra.
En ello me encontraba, preguntando al cuarto comerciante de la noche mientras le compraba algo de tabaco, cuando me pasó una cosa muy jodida. Oi la voz de Johan en mi cabeza y casi me dio un infarto por ello. Joder con los magos. Claro, no me lo habia imaginado. Odiaba que hicieran esas cosas. Meterse en mi cabeza? Que te den un rato, capullo.
...Pero no pude desoir la importancia del mensaje. Maldije en voz baja y me despedí del tendero. Ya habia sembrado el rumor, ellos lo harian correr como la polvora. Volví a mi moto y arranqué, para ir hacia Bastion Hollow. Aunque por mi parte, aun tardaria un poco en llegar. Esperaba que hubiesen avisado a alguien mas rapido tambien
En ello me encontraba, preguntando al cuarto comerciante de la noche mientras le compraba algo de tabaco, cuando me pasó una cosa muy jodida. Oi la voz de Johan en mi cabeza y casi me dio un infarto por ello. Joder con los magos. Claro, no me lo habia imaginado. Odiaba que hicieran esas cosas. Meterse en mi cabeza? Que te den un rato, capullo.
...Pero no pude desoir la importancia del mensaje. Maldije en voz baja y me despedí del tendero. Ya habia sembrado el rumor, ellos lo harian correr como la polvora. Volví a mi moto y arranqué, para ir hacia Bastion Hollow. Aunque por mi parte, aun tardaria un poco en llegar. Esperaba que hubiesen avisado a alguien mas rapido tambien
Rocio Dixon
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El reencuentro había seguido por un momento mas entre abrazos hablando entre nosotros, aunque seria imposible ponernos al día en un solo día, o en un pequeño momento, por lo que decidimos volver a algún lugar donde nos necesitaran. En algún momento de paz tendremos un momento para charlar un poco mas y llorar juntos si era necesario. esperaba que no lo fuera, pero estaba segura que eso ocurriría, y debería contarle sobre Raz... Es algo necesario.
''Si... deberias hacerlo, habla de mi y de mi belleza..''
''Eres un idiota jajajja''
Entente ocultar mi risa antes de tomar las manos de mi hermano para que nos hiciera desaparecer de ahí, ya que claramente yo no era capaz de eso
''Si... deberias hacerlo, habla de mi y de mi belleza..''
''Eres un idiota jajajja''
Entente ocultar mi risa antes de tomar las manos de mi hermano para que nos hiciera desaparecer de ahí, ya que claramente yo no era capaz de eso
Nichollas Simon
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Me escapo de las garras sobreprotectoras de mi tía Mónica para andar un poco por Londres. Al andar sin objetivo ni razón alguna termino por llegar a China Town y cae la noche. Bueno, pues qué se le va a hacer.
En verdad lo que me había mandado la tía es que fuera a buscar a Setelah y llevarlo a casa de la oreja, pero reconozco que me perdí en algún punto. Pero tampoco me importó mucho. Y allí estaba yo. En esa calle con tantos colorinchis y comida de a saber tú que calidad y procedencia. Pero me mola el rollo.
Hay un puestecitos de estos de mala muerte que huelen a gloria bendita. El dueño dice que es pato a la naranja, pero estoy seguro que en realidad es paloma pocha a la mandarina, pero no pasa nada. Huele que te mueres. Me siento en un tabuerete y le saludo -¡Ey!- Le digo mientras le alzo la mano -Agradecería que me sirviera un plato de eso que huele tan rico. Y si tiene unos pocos tallarines póngale, póngale- "Ya veré yo luego cómo se lo pago"
El mesero asiente y se pone manos a la obra, mientras juego con la barra como si fuera una betería, medio componiendo una melodía para acompañar un solo de guitarra. Me fijo que hay por ahí una tele, donde se interrumpe la señal de la emisión actual para poner a..... ¿THALOS?
En verdad lo que me había mandado la tía es que fuera a buscar a Setelah y llevarlo a casa de la oreja, pero reconozco que me perdí en algún punto. Pero tampoco me importó mucho. Y allí estaba yo. En esa calle con tantos colorinchis y comida de a saber tú que calidad y procedencia. Pero me mola el rollo.
Hay un puestecitos de estos de mala muerte que huelen a gloria bendita. El dueño dice que es pato a la naranja, pero estoy seguro que en realidad es paloma pocha a la mandarina, pero no pasa nada. Huele que te mueres. Me siento en un tabuerete y le saludo -¡Ey!- Le digo mientras le alzo la mano -Agradecería que me sirviera un plato de eso que huele tan rico. Y si tiene unos pocos tallarines póngale, póngale- "Ya veré yo luego cómo se lo pago"
El mesero asiente y se pone manos a la obra, mientras juego con la barra como si fuera una betería, medio componiendo una melodía para acompañar un solo de guitarra. Me fijo que hay por ahí una tele, donde se interrumpe la señal de la emisión actual para poner a..... ¿THALOS?
-Disculpe, ¿podría subir un poco el volumen de la tele?- El cocinero me indica que lo haga yo mismo. Y está claro que lo hago, justo para el final del discurso de Thalos y el principio del de Johan. "Johan en la tele, ya se ha hecho famoso. Y yo sin pedirle un autógrafo"Si digo algo contra los humanos como raza que tiren una puta bomba contra este edificio, por favor. Querrá decir que alguien ha jodido nuestro plan.
Buenas noches, Londres...
...Hay gente que no quiere que vosotros y yo charlemos esta noche, de hecho estarán haciendo las llamadas necesarias en este momento para evitarlo... ...Esta guerra no es contra vosotros ni contra vuestro estilo de vida, a pesar de lo que os quieran hacer creer... ...Sé que creeis que os protegen y que son la unica opcion....a cambio solo os piden total y absoluta obediencia, vuestro mas genuino silencio.
Obedecí en el ejército como buen londinense hasta que descubrí que experimentaban con magos... ...Entonces mi sangre no magica dejó de importarles y me declararon enemigo y prescindible...
...¿No podeis elegir? No bajo la Alianza, "esa" alianza. La auténtica alianza se hace entre la Resistencia, o los renegados como nos llaman ahora... ...Los magos, la magia...son capaces de lo peor. Pero tambien son capaces de lo mejor. Y nosotros los humanos, ¿qué? ¿Somos solo capaces de lo peor?..."
Ese tipo que acaba de hablar intentó matarme hace unos años. Y yo a él. Magos contra humanos...la vieja historia. Él era uno de esos que creían que erradicando la raza mágica acabaría la guerra. El tiempo no ha dado la razón a ninguna de las posturas que buscan erradicar al otro...
...Rechazamos y condenamos por completo los ideales de aquellos magos que se hacen llamar Blood Keepers, porque en el fondo no son más que la misma basura que la Alianza Humana. Ambos desprecian y consideran inferior a la raza contraria....
...Todos podéis dejar de vivir esclavizados y trabajando para una maquinaria a la que sólo le importa seguir creando odio y fanáticos. Tenéis alternativa...
...Este mensaje es para todos aquellos que no seáis de raza mágica. Liberaos de los opresores y de los que os mienten con falsas palabras de paz, haciendo que creáis que los necesitáis porque os protegen."
Desislava Ukyowicz
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Desislava caminaba por las sucias calles que habituaba recorrer en costosos autos hasta llegar a los lugares acordados con socios traficantes, pero hoy simplemente caminaba siguiendo el rastro de olor de su presa. Había llegado a China Town luego de dar vueltas durante toda la noche anterior en el Bosque de Sherwood, allí el olor era más intenso pero, lo había recorrido de cabo a rabo y no hubo caso, no lo encontraba. Quizás estaba bajo tierra, o quizás estaba en el cielo, volando por ahí, pero la cuestión era que se encontraba frustrada y había decidido ir a China Town para encontrar a una amiga que cuando viera el regalo que le llevaba de seguro accedería a ayudarla. Esta chica no se caracterizaba por ser tan sociable y charlatana como Deisy, pero tenía sus formas y posiblemente conociera a alguien que la llevara hasta Ouroboros, lamentablemente, cuando llegó a donde esta chica habituaba parar, no la encontró lo que aumentó la frustración de la vampiro; tenía que encontrar a ese mago desgraciado. Salió de sus ensoñaciones deteniendo su caminata frente a un puesto de comida en el que había una televisión con una extraña emisión;
-¿Quién seguirá creando máquinas de guerra cuando los científicos que usan para ello decidan que prefieren utilizar su inteligencia para algo que no sea inventar nuevas formas de matar?- Decía un joven de cabello negro un poco largo y desordenado.
-¡HM! Conozco a uno o dos...- Dijo la vampiro un poco a la nada, otro poco a los que se encontraban alrededor mientras tomaba asiento en un taburete frente a la barra, desgraciadamente, eso alertó al mesero oriental que se acercó a ella con mala cara.
-¿Qué va a pedil?- Desislava solo alcanzó a negar con la cabeza antes que el mesero, que pronunciaba L en vez de R, continuara más exaltado ahora que sabía que ella no consumiría. -¡ASIENTO SOLO PALA CLIENTES! O COME O SE LEVANTA- Luego del enfrentamiento con los centinelas y todo un día buscando a Tesla, parando solo para comer y dormir durante el día, se encontraba frustrada, cansada y, por ende, sensible.
-*Voy a beberme toda tu sangre hasta dejarte seco como una pasa si vuelves a dirigirte a mí de esa manera.*- Respondió al mesero en un perfecto chino mandarín que le salió en forma natural por sus años en China y sonriente, alguien que no supiera qué estaba diciendo podría pensar que decía “Estoy bien, gracias. Buen día y que la fuerza esté contigo”. Miró alrededor y vió que a su lado había un joven, pasó su brazo por el cuello del extraño y lo acercó bastante a ella, lo suficiente como para hacerlo balancearse en el taburete.
-Vengo con él. Yo pago lo que sea que él pida.- Dije con la cabeza del muchacho en mi torso y el mesero se alejó refunfuñando algo en mandarín. En ese momento solté al chico y lo miré más en detalle. -Sabes que eso no es pato ¿Verdad?- Dije con una tranquila sonrisa en el rostro, apoyando los codos en la barra. La vestimenta de la vampiro no combinaba con el decadente ambiente y lo sabía, nunca encajo en estos lares, ni se esforzó, pero la desgastada mochila que se descolgó y dejó cerca, en el suelo, desentonaba aún más. En ese momento una voz conocida hablo desde la televisión: Leila.
-¿Quién seguirá creando máquinas de guerra cuando los científicos que usan para ello decidan que prefieren utilizar su inteligencia para algo que no sea inventar nuevas formas de matar?- Decía un joven de cabello negro un poco largo y desordenado.
-¡HM! Conozco a uno o dos...- Dijo la vampiro un poco a la nada, otro poco a los que se encontraban alrededor mientras tomaba asiento en un taburete frente a la barra, desgraciadamente, eso alertó al mesero oriental que se acercó a ella con mala cara.
-¿Qué va a pedil?- Desislava solo alcanzó a negar con la cabeza antes que el mesero, que pronunciaba L en vez de R, continuara más exaltado ahora que sabía que ella no consumiría. -¡ASIENTO SOLO PALA CLIENTES! O COME O SE LEVANTA- Luego del enfrentamiento con los centinelas y todo un día buscando a Tesla, parando solo para comer y dormir durante el día, se encontraba frustrada, cansada y, por ende, sensible.
-*Voy a beberme toda tu sangre hasta dejarte seco como una pasa si vuelves a dirigirte a mí de esa manera.*- Respondió al mesero en un perfecto chino mandarín que le salió en forma natural por sus años en China y sonriente, alguien que no supiera qué estaba diciendo podría pensar que decía “Estoy bien, gracias. Buen día y que la fuerza esté contigo”. Miró alrededor y vió que a su lado había un joven, pasó su brazo por el cuello del extraño y lo acercó bastante a ella, lo suficiente como para hacerlo balancearse en el taburete.
-Vengo con él. Yo pago lo que sea que él pida.- Dije con la cabeza del muchacho en mi torso y el mesero se alejó refunfuñando algo en mandarín. En ese momento solté al chico y lo miré más en detalle. -Sabes que eso no es pato ¿Verdad?- Dije con una tranquila sonrisa en el rostro, apoyando los codos en la barra. La vestimenta de la vampiro no combinaba con el decadente ambiente y lo sabía, nunca encajo en estos lares, ni se esforzó, pero la desgastada mochila que se descolgó y dejó cerca, en el suelo, desentonaba aún más. En ese momento una voz conocida hablo desde la televisión: Leila.
- Look de Deisy:
Nichollas Simon
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Sigo atentamente los acontecimientos que se están emitiendo en la televisión. Después de Thalos y Johan aparecen dos mujeres más. Es extraño que los mandatarios de la alianza no hayan cortado las comunicaciones o interceptado la señal, tal y como decía Thalos, como esto cale en la mente de los ciudadanos de a pie podríamos esperar una buena revolución, incluso un golpe de estado.
Estaba tan concentrado en las cosas que se estaban emitiendo que ni me percaté de la mujer que se había puesto a mi lado a charlar en chino con el mesero. En la tele empieza lo complicado, el fondo es negro, a veces se desconecta la señal, pero detrás de la estática y de los va y viene de la señal se escuchan disparos. Si los gendarmes han activado los campos anti desaparición lo van a tener jodido para salir de ahí. El hecho de ver la puerta volando por los aires me hace emitir un gritito que se sigue cuando la mujer antes mencionada me da un remeneo en el taburete y dice invitarme a cenar. -¿¿¿¿????- No puedo describir la expresión de mi rostro al decir eso, aunque no digo nada, claro. -Gracias, ehm... supongo- Entrecierro los ojos para estudiar a la mujer, su ropa, su mochila que deja en el suelo, ¿acaso me habría confundido con un repartidor de deliveroo o de amazon? -Sí, sí. Sé que no es pato. Todos sabemos que los patos se han extinguido hace muchos años. Yo creo que debe ser rata. Y la naranja... seguiré diciendo que es mandarina. Es mejor no pensarlo, pero está bueno. ¿No quiere un poco? Venga, yo le puedo pagar su parte- Recibo los alimentos que voy a comer aunque el chino mira con cara de pocos amigos a la mujer
-Se está liando un poco parda en el canal de televisión, me pregunto qué pasará con ellos- "Espero que nada malo" Digo mientras como unos pocos tallarines conrata a la mandarina pato a la naranja "Debería empezar a plantearme la dieta vegana... pobre rata, aunque está buena" Me fijo un instante en su mochila, un intante corto, pues no puedo evitar tampoco tener la atención dividida entre lo que hay en la tele y la mujer que me ha invitado a cenar, ¿por qué? "mné"
La mujer rubia es breve en su discurso. Varias personas empiezan a agruparse alrededor de las pantallas y comentan lo que están viendo. Creo que es posible que hayan reconocido a la gente, o sean los testimonios de los que están hablando, los que les está calando dentro a esa gente que parece tener la mollera dura como una piedra.La esperanza es muy preciada y es extraño porque... algunas veces no nos permite ver la realidad... pero, al mismo tiempo es la que da ánimos para encontrar una solución. ...
...estar del lado de los que no adhieren al régimen totalitario de la Alianza es tortuoso, y te hace dudar de si el camino elegido es el indicado... solo necesito mirar a mi alrededor para ver los honestos y decididos rostros que me acompañan...
...Quiero decirles a los que viven con miedo, aterrorizados de hacer preguntas, de averiguar, que solo hace falta escarbar un poco para encontrar las respuestas"
Sería interesante ver cómo la ciudadanía manda a la mierda a estos peleles que tenemos por mandatarios. Bueno yo no, claro, porque yo estoy en otro sistema más anárquico todavía, sin jefe de la nación mágica. Quizás un líder de líderes. "Me pregunto si Eamon o Andreas tomarán represalias contra todo bicho mágico viviente y sacará a todos sus apestosos centinelas a patrullar las calles... o peor todavía, los androides de los que habla la chica morena." La gente sigue comentando sobre los testimonios, ¿habrá más familias que se han tenido que esconder por culpa de los radares anti magia? ¿qué pasará si la masa se une con un fin?Al igual que mis compañeros, yo también he tenido una relación próxima a la Alianza. Trabajé para ellos por varios años, hasta que los radares antimagia me descubrieron... ...todos los que yo conocía y quienes alguna vez me importaron se encontraban entre ustedes...
Así como tienen centinelas también desarrollan androides; máquinas con apariencia, movimientos y semblantes humanos que no son de fiar... ... Con ellos me encerraron en un campo de concentración... Y muchos murieron ahí... No malas personas sino inocentes...
...Logré escapar gracias a personas como las que acaban de hablarles, a quienes de verdad les importa que todos seamos libres y estemos en paz. En el corto tiempo que he estado con ellos he visto más cariño, preocupación y atenciones que las que recibí en toda mi vida...
...No tengas miedo de confiar en nosotros, después de todo... tenemos un poco de rebeldía dentro"
Estaba tan concentrado en las cosas que se estaban emitiendo que ni me percaté de la mujer que se había puesto a mi lado a charlar en chino con el mesero. En la tele empieza lo complicado, el fondo es negro, a veces se desconecta la señal, pero detrás de la estática y de los va y viene de la señal se escuchan disparos. Si los gendarmes han activado los campos anti desaparición lo van a tener jodido para salir de ahí. El hecho de ver la puerta volando por los aires me hace emitir un gritito que se sigue cuando la mujer antes mencionada me da un remeneo en el taburete y dice invitarme a cenar. -¿¿¿¿????- No puedo describir la expresión de mi rostro al decir eso, aunque no digo nada, claro. -Gracias, ehm... supongo- Entrecierro los ojos para estudiar a la mujer, su ropa, su mochila que deja en el suelo, ¿acaso me habría confundido con un repartidor de deliveroo o de amazon? -Sí, sí. Sé que no es pato. Todos sabemos que los patos se han extinguido hace muchos años. Yo creo que debe ser rata. Y la naranja... seguiré diciendo que es mandarina. Es mejor no pensarlo, pero está bueno. ¿No quiere un poco? Venga, yo le puedo pagar su parte- Recibo los alimentos que voy a comer aunque el chino mira con cara de pocos amigos a la mujer
-Se está liando un poco parda en el canal de televisión, me pregunto qué pasará con ellos- "Espero que nada malo" Digo mientras como unos pocos tallarines con
Desislava Ukyowicz
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“¿Qué hace?¿En qué está pensando?” Pensó confundida Desislava cuando vió a su amiga expuesta en la televisión. Las personas que se agrupaban alrededor de la pantalla y comentaban lo que estaban viendo le molestaron a la vampiro, su amiga no necesitaba mostrarse de esa manera, se estaba poniendo en peligro por nada. Cuando llegó la escena del fondo negro y los disparos Deisy, simplemente, no pudo mirar más. Le dolía que Leila apreciara tan poco su vida o su amistad ¿Acaso pensaba en cómo, perderla, la afectaría? Lo más seguro era que no. La vampiro se tapó la cara con expresión de alguien decepcionado con la mano que no tenía la pulsera de serpiente para no ver la televisión pero, el comentario del niño acerca de la extinción de los patos, le hizo mover los dedos de la mano que le tapaba la cara lo justo y necesario para poder mirarlo con la ceja levantada, no recordaba la extinción de los patos, la recordaría, estuvo presente en la mayoría de las extensiones.
-Creo que no tienes idea de cuánta razón tienes.- Respondió Desislava a lo de “Es mejor no pensarlo.” quitando la mano de su rostro y negando el ofrecimiento de rata a la mandarina. -No, gracias. Tengo la mala fortuna de que todo lo que sean carnes, verduras y bebidas en general me sepan a cenizas. Lo consulté con el médico y los resultados dieron que es constitutivo.- Su insistencia hizo sonreír a Deisy. -¿Ah si? ¿Acaso tienes una de... estas?- Dijo sacando su tarjeta de débito y embarrandosela en toda la cara. -Son milagrosas, cielo.- En eso su comida llega, el mesero mira mal a la vampiro, esta le sonríe y ve que su acompañante se pone a comer y hablar al mismo tiempo.
-No se come con la boca abierta- Reprendió al niño, agarró un gran puñado de tallarines y se los insertó todos juntos en la boca, le resultará difícil hablar al joven, pero fue para que aprenda. Desislava procesó lo que le había dicho y le respondió.
-¿Te gustaría conocer a la rubia? Para a descansar por aquí ¿Sabes? De hecho, podrías ayudarlos. Apuesto a que te enterarías qué pasará con ellos.- Dijo susurrando y mirándolo directamente a los ojos, luego se estiró hasta el suelo, tomó su mochila y la abrazó contra sí para volver a mirarlo a los ojos. -Aquí hay cosas importantes que le tienen que llegar a la rubia.- Dicho eso arrimó su taburete al niño. -Pero antes de confiarte esta importante misión me dirás tu nombre y la razón de porqué, un niño de 15... 14 años, está a medianoche en un lugar propicio para el contrabando, los negocios sucios, poco controlado por la ley, un lugar peligroso, en resumen.-
-Creo que no tienes idea de cuánta razón tienes.- Respondió Desislava a lo de “Es mejor no pensarlo.” quitando la mano de su rostro y negando el ofrecimiento de rata a la mandarina. -No, gracias. Tengo la mala fortuna de que todo lo que sean carnes, verduras y bebidas en general me sepan a cenizas. Lo consulté con el médico y los resultados dieron que es constitutivo.- Su insistencia hizo sonreír a Deisy. -¿Ah si? ¿Acaso tienes una de... estas?- Dijo sacando su tarjeta de débito y embarrandosela en toda la cara. -Son milagrosas, cielo.- En eso su comida llega, el mesero mira mal a la vampiro, esta le sonríe y ve que su acompañante se pone a comer y hablar al mismo tiempo.
-No se come con la boca abierta- Reprendió al niño, agarró un gran puñado de tallarines y se los insertó todos juntos en la boca, le resultará difícil hablar al joven, pero fue para que aprenda. Desislava procesó lo que le había dicho y le respondió.
-¿Te gustaría conocer a la rubia? Para a descansar por aquí ¿Sabes? De hecho, podrías ayudarlos. Apuesto a que te enterarías qué pasará con ellos.- Dijo susurrando y mirándolo directamente a los ojos, luego se estiró hasta el suelo, tomó su mochila y la abrazó contra sí para volver a mirarlo a los ojos. -Aquí hay cosas importantes que le tienen que llegar a la rubia.- Dicho eso arrimó su taburete al niño. -Pero antes de confiarte esta importante misión me dirás tu nombre y la razón de porqué, un niño de 15... 14 años, está a medianoche en un lugar propicio para el contrabando, los negocios sucios, poco controlado por la ley, un lugar peligroso, en resumen.-
Nichollas Simon
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-No sé si tengo tripas y corazón para ver eso- Comento entre dientes, como en un murmullo, a todo lo que está ocurriendo en la televisión. Me pregunto si Justin sabía que Johan estaba saliendo en la televisión y que... a saber si saldrían bien parados de ahí. Bueno, Justin no ha tenido una gran relación con su padrino estos años... ¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?
-Esto sabe a hierbas provenzales con algo de jengibre. Es una verdadera pena eso de que todo le sepa a ceniza...- "A mi me sabe un poco al sufrimiento de la rata al ser cocinada, pero... pero..." Prefiero no pensar en el pobre animal cocinado, recordando de tanto en tanto a Gustavo, a mi no me haría gracia que se la comieran en un estofado, ya sea de mala muerte o no. Pero cuando saca el dinero plástico no puedo evitar reírme y llevarme la mano a la cabeza -Vale, vale. Has ganado. No, no puedo superar a una de esas. A duras penas tengo unas cuantas monedas de cobre o de latón, jejejeje. Me dejaré invitar, pero la próxima vez invitaré yo-
Y debe ser que se lo toma al pie de la letra eso de dejarse invitar porque lo que hace es darme de comer cual bebé, llenándome la boca de comida mientras sigue hablando. No puedo decir gran cosa, porque me pilla todo el rato comiendo, pero gesticulo con las manos o la cabeza. Cuando dice eso de que podría ayudarles le insito con la mano, para que siga hablando, ahora sí ha llamado toda mi atención "Pues claro que sé qué va a pasar. Johan les sacará a todos de allí. Uhm , cosas importantes... ¿cómo de importantes?" Veo cómo se acerca, aprovechando para terminar de tragar, porque me pide respuestas...
-Bueno, peligroso, peligroso.... es casi más peligroso andar por estas horas por Hyde Park. Aquí dentro de lo malo hay gente. Se me hizo de noche, estaba buscando a mi... ¿tío?- No tengo muy clara cuál es la relación de Setelah con mi tía Mónica, me rasco la cabeza pensando un segundo si realmente lo es. "Bueno, viven juntos, tienen hijos juntos y nos tienen a nosotros viviendo con ellos... no sabría definirlo mejor. Bah, mejor no definir. Sin categorías, que para eso el amor es libre" -...al chico de mi tía. Tengo 16, bueno, los haré en mayo y mi nombre es Nichollas, Nico o Nicho, depende de cómo quieras pronunciarlo- Me cruzo de brazos, haciéndome el interesante yo también, alzando la ceja -Y, en el caso hipotético de que vaya a llevar esa mochila a la chica rubia de la tele, ¿en nombre de quién lo haría? Necesito un remitente, como buen encargado de correos que sería... Igual eso de "la mujer atractiva a la que todo le sabe a ceniza" no da muchas pistas-
-Esto sabe a hierbas provenzales con algo de jengibre. Es una verdadera pena eso de que todo le sepa a ceniza...- "A mi me sabe un poco al sufrimiento de la rata al ser cocinada, pero... pero..." Prefiero no pensar en el pobre animal cocinado, recordando de tanto en tanto a Gustavo, a mi no me haría gracia que se la comieran en un estofado, ya sea de mala muerte o no. Pero cuando saca el dinero plástico no puedo evitar reírme y llevarme la mano a la cabeza -Vale, vale. Has ganado. No, no puedo superar a una de esas. A duras penas tengo unas cuantas monedas de cobre o de latón, jejejeje. Me dejaré invitar, pero la próxima vez invitaré yo-
Y debe ser que se lo toma al pie de la letra eso de dejarse invitar porque lo que hace es darme de comer cual bebé, llenándome la boca de comida mientras sigue hablando. No puedo decir gran cosa, porque me pilla todo el rato comiendo, pero gesticulo con las manos o la cabeza. Cuando dice eso de que podría ayudarles le insito con la mano, para que siga hablando, ahora sí ha llamado toda mi atención "Pues claro que sé qué va a pasar. Johan les sacará a todos de allí. Uhm , cosas importantes... ¿cómo de importantes?" Veo cómo se acerca, aprovechando para terminar de tragar, porque me pide respuestas...
-Bueno, peligroso, peligroso.... es casi más peligroso andar por estas horas por Hyde Park. Aquí dentro de lo malo hay gente. Se me hizo de noche, estaba buscando a mi... ¿tío?- No tengo muy clara cuál es la relación de Setelah con mi tía Mónica, me rasco la cabeza pensando un segundo si realmente lo es. "Bueno, viven juntos, tienen hijos juntos y nos tienen a nosotros viviendo con ellos... no sabría definirlo mejor. Bah, mejor no definir. Sin categorías, que para eso el amor es libre" -...al chico de mi tía. Tengo 16, bueno, los haré en mayo y mi nombre es Nichollas, Nico o Nicho, depende de cómo quieras pronunciarlo- Me cruzo de brazos, haciéndome el interesante yo también, alzando la ceja -Y, en el caso hipotético de que vaya a llevar esa mochila a la chica rubia de la tele, ¿en nombre de quién lo haría? Necesito un remitente, como buen encargado de correos que sería... Igual eso de "la mujer atractiva a la que todo le sabe a ceniza" no da muchas pistas-
Desislava Ukyowicz
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Parece que la vampiro capturó la atención del desconocido ya que éste le animó a que continuara. Desislava escuchó la réplica del niño alternando distintas expresiones; primero una ceja levantada, luego entornando los ojos con el asunto de su tío/chico de su tía, después bajando las comisuras de su boca, en señal de estar impresionada por fallarle por poquito a la edad del niño, a decir verdad no importaba si decía que tenía 200 años, a Deisy le seguiría pareciendo un niño, y por último volvió a la ceja levantada:
-¿Nicho?¿Un hueco o cavidad en una pared?¿Como los que sirven para depositar cadáveres o cenizas en un cementerio?-
Sus preguntas hacen sonreír a la vampiro dejando a la vista sus colmillos más largos de lo normal, pero tampoco en todo su esplendor, cuando come son más largos aún.
-¡Que galán! A tu pareja no le debe gustar que andes por ahí coqueteando con extraños. Debes tener a todas las muchachitas persiguiendote ¿Verdad? En fin, es de parte de Deisy.- Dijo extendiendo el brazo que sostenía la desgastada mochila cerrada y con piezas de máquina, ropa de niña pequeña, algunos útiles escolares y una muñeca dentro, acercándosela al niño para que la tome. Una vez que la agarrara, Desislava usaría su vampírica velocidad para ir hasta el hostal de mala muerte en el que Leila paraba que quedaba a dos cuadras del puesto para conseguir la llave de la habitación de su amiga y volver a su lugar en menos de 10 segundos.
-Ten- Dijo dándole la llave, en el llavero decía el número de habitación. -Espérala en su habitación. No es un cinco estrellas, pero vas a estar mejor que aquí afuera, solo.-
-¿Nicho?¿Un hueco o cavidad en una pared?¿Como los que sirven para depositar cadáveres o cenizas en un cementerio?-
Sus preguntas hacen sonreír a la vampiro dejando a la vista sus colmillos más largos de lo normal, pero tampoco en todo su esplendor, cuando come son más largos aún.
-¡Que galán! A tu pareja no le debe gustar que andes por ahí coqueteando con extraños. Debes tener a todas las muchachitas persiguiendote ¿Verdad? En fin, es de parte de Deisy.- Dijo extendiendo el brazo que sostenía la desgastada mochila cerrada y con piezas de máquina, ropa de niña pequeña, algunos útiles escolares y una muñeca dentro, acercándosela al niño para que la tome. Una vez que la agarrara, Desislava usaría su vampírica velocidad para ir hasta el hostal de mala muerte en el que Leila paraba que quedaba a dos cuadras del puesto para conseguir la llave de la habitación de su amiga y volver a su lugar en menos de 10 segundos.
-Ten- Dijo dándole la llave, en el llavero decía el número de habitación. -Espérala en su habitación. No es un cinco estrellas, pero vas a estar mejor que aquí afuera, solo.-
Nichollas Simon
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Su pregunta me pilló totalmente desubicado, no puedo evitar sacudirme la cabeza y alzar la ceja cuando me dice que Nicho... como nicho, sin entender nada. -No, no. Nicho soy yo, los agujeros de los cementerios son ... ¿huecos para los muertos?- Súbitamente: ¡AH! Nicho! Suelto una risotada cuando finalmente lo pillo, aunque me cuesta un rato, es prácticamente inevitable poder reírse. -¡¡¡¡AAAH!!! jajajajaja ese "nicho" es "nicho". Igual que el "nicho" es una terminología de biología para describir la posición que ocupa una especie en un hábitat para explotar sus recursos. No, no, yo soy Nicho, se pronuncia como una c doble: Niccccccco, algo así como una K. Es como decir, ay no sé, por ejemplo: Marcus y Markus, Tomas y Thomas o Viktor y Victor. Es sutil, pero es diferente. Habías conseguido despistarme, buena estrategia, amiga mía. Usaste confusión y fue muy efectivo- No puedo evitar explicarle la correcta pronunciación de mi diminutiva con cierta gracia, me recuerda a cuando Hermione explica cómo se dice correctamente su nombre a Víctor en los libros. Ay, qué maja es esta mujer. Me cae bien, me invita a cenar, me da currele y me hace reír.
-¿Pareja? Nah. Solo las personas que consiguen que la otra persona se ría, son las que enamoran de verdad. La risa es la solución de todos nuestros problemas... eso y una comida vegana. El placer es mío, Deisy- Por supuesto que había reparado en sus colmillos algo más sobresalientes de lo normal, pero tampoco decían nada, ya que podrían significar cien millones de cosas.
(creo) Me extiende la mano a modo de saludo, y le devuelvo el apretón de manos como "firma" de nuestro peculiar acuerdo. Luego cojo la mochila y sopeso el peso . Pensaba que iba a ser más ligera y me parece escuchar cosas metálicas que chocan entre ellas, ¿qué habrá dentro? La verdad es que me muero por mirar, aunque no debería...
Cuando dejo de inspeccionar la mochila, 10 segundos a lo sumo, Deisy termina por explicarme el recado. Asiento -Estupendo. Ha sido un placer hacer negocios contigo, Deisy- Me bajo del taburete, cargando la mochila, me bebo el último trago del liquidillo residual del caldo de los tallarines antes de que terminara de enfriarse. -Si necesita cualquier cosa, no dude en llamar a su chico para todo: Nicolas, Nicho... que no nicho- Apunto mi número de teléfono y se lo tiendo, guiñando un ojo porque coincide a la vez con el chascarrillo de antes. Me pongo los patines para llegar más rápido, recogiendo todo mi material. -¡Ha sido un placer!-
Salgo de allí bastante rápido gracias a los patines, mientras me despido de ella alzando la mano. Reviso la dirección del hostal, preguntándome sobre qué tendría que hacer con la mochila en el caso de que los cuatro que estaban en la torre... no salieran de allí. "No, Johan saldrá de allí seguro. Siempre lo hace. Es un héroe"
OFF: esto es mejor que el chiste de "Why so serius, Sirius?"
XD
-¿Pareja? Nah. Solo las personas que consiguen que la otra persona se ría, son las que enamoran de verdad. La risa es la solución de todos nuestros problemas... eso y una comida vegana. El placer es mío, Deisy- Por supuesto que había reparado en sus colmillos algo más sobresalientes de lo normal, pero tampoco decían nada, ya que podrían significar cien millones de cosas.
(creo) Me extiende la mano a modo de saludo, y le devuelvo el apretón de manos como "firma" de nuestro peculiar acuerdo. Luego cojo la mochila y sopeso el peso . Pensaba que iba a ser más ligera y me parece escuchar cosas metálicas que chocan entre ellas, ¿qué habrá dentro? La verdad es que me muero por mirar, aunque no debería...
Cuando dejo de inspeccionar la mochila, 10 segundos a lo sumo, Deisy termina por explicarme el recado. Asiento -Estupendo. Ha sido un placer hacer negocios contigo, Deisy- Me bajo del taburete, cargando la mochila, me bebo el último trago del liquidillo residual del caldo de los tallarines antes de que terminara de enfriarse. -Si necesita cualquier cosa, no dude en llamar a su chico para todo: Nicolas, Nicho... que no nicho- Apunto mi número de teléfono y se lo tiendo, guiñando un ojo porque coincide a la vez con el chascarrillo de antes. Me pongo los patines para llegar más rápido, recogiendo todo mi material. -¡Ha sido un placer!-
Salgo de allí bastante rápido gracias a los patines, mientras me despido de ella alzando la mano. Reviso la dirección del hostal, preguntándome sobre qué tendría que hacer con la mochila en el caso de que los cuatro que estaban en la torre... no salieran de allí. "No, Johan saldrá de allí seguro. Siempre lo hace. Es un héroe"
OFF: esto es mejor que el chiste de "Why so serius, Sirius?"
XD
Shinobu Oshino
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Me aparezco en uno de los callejones de China Town, rodeada en llamas que van desapareciendo sin quemar mi piel. -Gracias Fawkes - Le hago una reverencia mostrando mi agradecimiento y vuelve meterse a mi pecho, para esperar a volver a ser llamado.
Me asomo por el callejón, he elegido esta zona porque suele haber gente pese al toque de queda y podría pasearme tranquilamente, dado que los ejecutores y centinelas estarán más pendientes de la Torre de telecomunicaciones. Salgo y ando en busca de algún lugar con televisión, viendo un puesto de comida china con poca gente. Me acerco y un niño en patines me esquiva, dado que yo no me iba a apartar y miro la tele. Se oyen disparos pero no están enfocado más que dónde estaban anunciando antes, ahora vacío.
-Mierda. Gira la cámara gatita… Espero que esté bien- Digo en voz alta dada la frustración que me daba perderme la pelea contra humanos, pero tampoco quería ser buscada oficialmente por ellos. Pensé en que podría dar una vuelta por los alrededores para ver la situación actual de la ciudad y después volver al Castillo de Stirling, pero no siempre había un jaleo como este y quería aprovechar la confusión para algo productivo. Aquella noche solo había matado unos pocos soldados y “ayudado” a los que acababan de salir por la tele a mandar el comunicado.
De repente un olor empiece a venir por la nariz, creo que no era la única vampira en ese establecimiento....
Me asomo por el callejón, he elegido esta zona porque suele haber gente pese al toque de queda y podría pasearme tranquilamente, dado que los ejecutores y centinelas estarán más pendientes de la Torre de telecomunicaciones. Salgo y ando en busca de algún lugar con televisión, viendo un puesto de comida china con poca gente. Me acerco y un niño en patines me esquiva, dado que yo no me iba a apartar y miro la tele. Se oyen disparos pero no están enfocado más que dónde estaban anunciando antes, ahora vacío.
-Mierda. Gira la cámara gatita… Espero que esté bien- Digo en voz alta dada la frustración que me daba perderme la pelea contra humanos, pero tampoco quería ser buscada oficialmente por ellos. Pensé en que podría dar una vuelta por los alrededores para ver la situación actual de la ciudad y después volver al Castillo de Stirling, pero no siempre había un jaleo como este y quería aprovechar la confusión para algo productivo. Aquella noche solo había matado unos pocos soldados y “ayudado” a los que acababan de salir por la tele a mandar el comunicado.
De repente un olor empiece a venir por la nariz, creo que no era la única vampira en ese establecimiento....
Desislava Ukyowicz
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La sonrisa divertida de la vampiro fué creciendo a medida que el niño trataba de explicarle cómo pronunciar su apodo, era simpático.
-La verdad es que en ningún momento traté de despistarte, tu te has ido por las ramas solito. Pero me agradas, eres hablador, como yo.-
-¡Ja! Ojalá lo fuera, todo sería tan facil.- Acotó melancólica a la conjetura del Nicho acerca de que la felicidad es la solución de todos los problemas. Luego sonrió cuando la llamó por su nombre. -Por supuesto que lo es, pero yo jamás dije que ese fuera mi nom... Olvidalo- Dijo rendida, si la llamaba de esa forma ¿Qué problema había? Luego de entregarle la llave él aceptó el trato. Desislava se sorprendió un poco cuando le tendió su numero, pero lo agarró, total, nunca estaba de más hacerse de contactos. Lo vió alejarse en patines con una sonrisa divertida, esquivando a la gente. La vampiro enfocó la mirada en una chica a la que sorteó, la cual miraba por encima de Deisy, a la televisión y le oyó decir algo interesante “¿Gatita?¿Se refiere a Leila?¿Qué sucede con ella?¿Ahora se le dió por hacer sociales?” Pensó sin quitar la sonrisa de su rostro mientras miraba fijamente a la rubia desde su taburete. Olisqueó el aire cerrando los ojos pero sin moverse, para luego abrirlos con una sonrisa más amplia en sus labios, otra vampiro. La morena utilizó su disciplina de quimerismo en todo su potencial y creó una ilusión en la que ambas quedaron resguardadas en una realidad alternativa para poder hablar con calma, los que las rodeaban en la verdadera realidad solo las verían estáticas donde habían quedado, no importaba si en la realidad creada se movían o hablaban, los demás no las verían moverse y no las escucharían hablar. Colores psicodélicos se arremolinaban alrededor de las vampiros, estaban en una especie de habitación de muchos colores que se movían en desorden, mientras que nubes de también múltiples y cambiantes colores se interponían entre ellas y se movían libres en todas direcciones. Deisy bajó del taburete que sin su peso comenzó a levitar sin gravedad, pero la gravedad se mantuvo en las dos chicas, permitiéndole rodear en silencio a la recién llegada, examinandola, hasta que se volvió a poner frente a ella.
-¿De qué conoces a la “Gatita”?- Dijo llendo al grano por una vez, pero manteniendo la sonrisa. -Nunca creí que ella hiciera sociales...- En ese momento se filtraron murmullos acerca de la transmisión en la que Leila estuvo implicada desde la realidad verdadera y la sonrisa de la morena murió. Le molestaba enormemente que hablaran de ella, amenazaban la seguridad de su amiga. En ese momento le vino una idea a la mente.
-Dime algo ¿Tienes apetito?- Y una sonrisa siniestra apareció en su rostro. Los colores se arremolinaron furiosos alrededor de ambas en un espectáculo increíble y volvieron a la realidad, con Shinobu ahora más alejada de ella y Desislava devuelta en el taburete manteniendo la siniestra expresión. Los televidentes seguían ahí, eran unos 15... 13 más o menos. Desislava se movió decidida, se subió a la barra, al lado de sus pies todavía estaba lo que el Nicho había dejado, y habló como para que los que miraban la televisión la escuchen.
-¡Damas y caballeros!¿Me permiten su atención? Me acaban de comentar que en el sótano de este mismo local hay antiguedades arqueológicas robadas provenientes de oriente, hay que...- No le permitieron decir nada más, una turba muy emocionada por encontrar antiguos tesoros, se dirigió en tropel hacia el interior del puesto de comida llevandose por el camino al camarero oriental, mientras un cocinero que blandía un gran cuchillo seguía al grupo hacia el sótano diciéndoles que era mentira y amenazandolos.
-El cocinero es todo tuyo- Le dijo a la rubia. Se bajó de la barra y se dirigió al pisoteado camarero oriental. -Ruega por tu vida.- Dijo agarrandolo del cuello de la camisa y levantandolo sin ningún esfuerzo. -Me encantan con miedo, le da a la sangre un sabor muy especial- Dijo mientras el camarero balbuceaba y lloriqueaba. Desislava le mostró una amplia sonrrisa, extendió sus colmillos y se los clavó en el cuello cuando el hombre gritaba de terror y se removía. Cuando dejó de moverse, la vampiro lo soltó sin ningún miramiento y lo dejó caer pálido y sin vida. Desislava tenía los ojos rojos y estaba en completo éxtasis, mantenía la boca abierta y la sangre goteaba de sus colmillos, suspiró de satisfacción mientras olía al resto de los que habían ido al sótano. Allí se dirigió, cerrando la puerta tras ella para que las dos vampiros puedan comer en paz. Cuando todos los blancos cadaveres se extendían por el piso del oscuro sótano Deisy se dejó caer satisfecha en un balde dado vuelta y se miró la panza.
-Y yo que me había propuesto hacer régimen- Dijo bromeando. -Esto se verá como un genocidio terrible y...- cortó la frase abruptamente y su expresión cambió a una de concentración y luego una ira tan fuerte que hizo salir a sus colmillos nuevamente. Tesla, en Canterbury. -Y tengo a mi querido Cerbero custodiando y me esta avisando que hay intrusos. Vas a tener que disculparme, fue una deliciosa comida ¿No es así? La adrenalina que sazona la sangre me encanta. En fin, me tengo que retirar.- Dijo levantándose y sonriendo a su nueva amiga, a continuación sacó una tarjeta de su top que tenía elegantemente escrito su nombre en el papel y su numero de celular y lo dejó sobre el balde que había usado de silla.
-Por si quieres contactarme.- Y continuó hablando mientras subía la escalera que llevaba al exterior. -Desislava Ukyowicz es el nombre que uso este siglo, pero ... esto te lo confío porque ambas somos vampiros ... Mi primer nombre y como se me conoce en el evangelio es Lilith, quizás hayas escuchado mi historia, fui la primera pareja de Adán y blablabla. Si, soy muy vieja, no tienes que decírmelo.- Dijo sonriendo y mirándola de reojo. Cuando llegó a la puerta que conectaba la escalera del sótano con el negocio se giró y la miró directamente con los ojos en su color dorado natural. -¡Ah! y conozco a la “gatita”, somos amigas desde hace tiempo. Si quieres llámame y algún día saldremos las tres juntas de compras. Ella está estresada y confundida, estoy segura que una salida de solo chicas la distraerá y hará que mejore su humor. Hasta entonces.- Abrió la puerta y se fué, no sin antes pasar su tarjeta de débito por la caja registradora pagando lo que El Nicho había consumido y se encaminó rumbo a la catedral de Canterbury.
-La verdad es que en ningún momento traté de despistarte, tu te has ido por las ramas solito. Pero me agradas, eres hablador, como yo.-
-¡Ja! Ojalá lo fuera, todo sería tan facil.- Acotó melancólica a la conjetura del Nicho acerca de que la felicidad es la solución de todos los problemas. Luego sonrió cuando la llamó por su nombre. -Por supuesto que lo es, pero yo jamás dije que ese fuera mi nom... Olvidalo- Dijo rendida, si la llamaba de esa forma ¿Qué problema había? Luego de entregarle la llave él aceptó el trato. Desislava se sorprendió un poco cuando le tendió su numero, pero lo agarró, total, nunca estaba de más hacerse de contactos. Lo vió alejarse en patines con una sonrisa divertida, esquivando a la gente. La vampiro enfocó la mirada en una chica a la que sorteó, la cual miraba por encima de Deisy, a la televisión y le oyó decir algo interesante “¿Gatita?¿Se refiere a Leila?¿Qué sucede con ella?¿Ahora se le dió por hacer sociales?” Pensó sin quitar la sonrisa de su rostro mientras miraba fijamente a la rubia desde su taburete. Olisqueó el aire cerrando los ojos pero sin moverse, para luego abrirlos con una sonrisa más amplia en sus labios, otra vampiro. La morena utilizó su disciplina de quimerismo en todo su potencial y creó una ilusión en la que ambas quedaron resguardadas en una realidad alternativa para poder hablar con calma, los que las rodeaban en la verdadera realidad solo las verían estáticas donde habían quedado, no importaba si en la realidad creada se movían o hablaban, los demás no las verían moverse y no las escucharían hablar. Colores psicodélicos se arremolinaban alrededor de las vampiros, estaban en una especie de habitación de muchos colores que se movían en desorden, mientras que nubes de también múltiples y cambiantes colores se interponían entre ellas y se movían libres en todas direcciones. Deisy bajó del taburete que sin su peso comenzó a levitar sin gravedad, pero la gravedad se mantuvo en las dos chicas, permitiéndole rodear en silencio a la recién llegada, examinandola, hasta que se volvió a poner frente a ella.
-¿De qué conoces a la “Gatita”?- Dijo llendo al grano por una vez, pero manteniendo la sonrisa. -Nunca creí que ella hiciera sociales...- En ese momento se filtraron murmullos acerca de la transmisión en la que Leila estuvo implicada desde la realidad verdadera y la sonrisa de la morena murió. Le molestaba enormemente que hablaran de ella, amenazaban la seguridad de su amiga. En ese momento le vino una idea a la mente.
-Dime algo ¿Tienes apetito?- Y una sonrisa siniestra apareció en su rostro. Los colores se arremolinaron furiosos alrededor de ambas en un espectáculo increíble y volvieron a la realidad, con Shinobu ahora más alejada de ella y Desislava devuelta en el taburete manteniendo la siniestra expresión. Los televidentes seguían ahí, eran unos 15... 13 más o menos. Desislava se movió decidida, se subió a la barra, al lado de sus pies todavía estaba lo que el Nicho había dejado, y habló como para que los que miraban la televisión la escuchen.
-¡Damas y caballeros!¿Me permiten su atención? Me acaban de comentar que en el sótano de este mismo local hay antiguedades arqueológicas robadas provenientes de oriente, hay que...- No le permitieron decir nada más, una turba muy emocionada por encontrar antiguos tesoros, se dirigió en tropel hacia el interior del puesto de comida llevandose por el camino al camarero oriental, mientras un cocinero que blandía un gran cuchillo seguía al grupo hacia el sótano diciéndoles que era mentira y amenazandolos.
-El cocinero es todo tuyo- Le dijo a la rubia. Se bajó de la barra y se dirigió al pisoteado camarero oriental. -Ruega por tu vida.- Dijo agarrandolo del cuello de la camisa y levantandolo sin ningún esfuerzo. -Me encantan con miedo, le da a la sangre un sabor muy especial- Dijo mientras el camarero balbuceaba y lloriqueaba. Desislava le mostró una amplia sonrrisa, extendió sus colmillos y se los clavó en el cuello cuando el hombre gritaba de terror y se removía. Cuando dejó de moverse, la vampiro lo soltó sin ningún miramiento y lo dejó caer pálido y sin vida. Desislava tenía los ojos rojos y estaba en completo éxtasis, mantenía la boca abierta y la sangre goteaba de sus colmillos, suspiró de satisfacción mientras olía al resto de los que habían ido al sótano. Allí se dirigió, cerrando la puerta tras ella para que las dos vampiros puedan comer en paz. Cuando todos los blancos cadaveres se extendían por el piso del oscuro sótano Deisy se dejó caer satisfecha en un balde dado vuelta y se miró la panza.
-Y yo que me había propuesto hacer régimen- Dijo bromeando. -Esto se verá como un genocidio terrible y...- cortó la frase abruptamente y su expresión cambió a una de concentración y luego una ira tan fuerte que hizo salir a sus colmillos nuevamente. Tesla, en Canterbury. -Y tengo a mi querido Cerbero custodiando y me esta avisando que hay intrusos. Vas a tener que disculparme, fue una deliciosa comida ¿No es así? La adrenalina que sazona la sangre me encanta. En fin, me tengo que retirar.- Dijo levantándose y sonriendo a su nueva amiga, a continuación sacó una tarjeta de su top que tenía elegantemente escrito su nombre en el papel y su numero de celular y lo dejó sobre el balde que había usado de silla.
-Por si quieres contactarme.- Y continuó hablando mientras subía la escalera que llevaba al exterior. -Desislava Ukyowicz es el nombre que uso este siglo, pero ... esto te lo confío porque ambas somos vampiros ... Mi primer nombre y como se me conoce en el evangelio es Lilith, quizás hayas escuchado mi historia, fui la primera pareja de Adán y blablabla. Si, soy muy vieja, no tienes que decírmelo.- Dijo sonriendo y mirándola de reojo. Cuando llegó a la puerta que conectaba la escalera del sótano con el negocio se giró y la miró directamente con los ojos en su color dorado natural. -¡Ah! y conozco a la “gatita”, somos amigas desde hace tiempo. Si quieres llámame y algún día saldremos las tres juntas de compras. Ella está estresada y confundida, estoy segura que una salida de solo chicas la distraerá y hará que mejore su humor. Hasta entonces.- Abrió la puerta y se fué, no sin antes pasar su tarjeta de débito por la caja registradora pagando lo que El Nicho había consumido y se encaminó rumbo a la catedral de Canterbury.
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