Recuerdo del primer mensaje :
El tradicional barrio chino de Londres se ha convertido en un lugar propicio para el contrabando y los negocios sucios, es una zona poco controlada por la ley, un lugar peligroso.
Shinobu Oshino
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De repente la televisión desapareció, y no solo la tele, todo excepto una de las mujeres que estaba en aquel tenderete. Al ver aquella habitación comprendí que se trataba de Quimerismo a un nivel que muy pocos de mis aprendices habían podido obtener. Miré a la mujer, cuyos cabellos perfectos no parecían ni de este mundo y sus uñas parecían prácticamente de cristal , característica de vampiros antiguos. Toqué una de las formas coloridas, que se desvaneció rápidamente y volvió a aparecer al instante que que quité el dedo. Observé a la mujer levantarse y el taburete levitar, efecto del lugar donde estábamos, y me sonreía mostrando su blanca sonrisa Vitaldent y se acercó para hablarme, de una forma despreocupada y casi amigable.
-Acabo de estar con ella hace escasos minutos… Es muy… efusiva - Mis palabras estaban dichas despacio mientras la observaba. Pese a ser una Ravnos no parecía gitana, es más, su piel era blanca y su ropa increíblemente cara discernia de las tradiciones de su clan, por lo que supuse que era una desertora, como otros tantos.
-Acabo de comer pero… la verdad es que sí- Dije antes de que deshiciese su Realidad, subiéndose a la mesa y preparando mi segunda cena, que disfruté como una enana. Hacía literalmente siglos que no comía tan bien, faltaba mi orgía de sangre para sentirme como en aquellos tiempos, mucho antes de cristo, pero me recordó los buenos momentos con mi clan, ahora perdidos o muertos la mayoría de integrantes.
A penas podía contestar a Desislava, estaba disfrutando cada gota de sangre, perdiendo la cuenta de los litros que había bebido y gimiendo cada vez que cambiaba de víctima para seguir bebiendo por el éxtasis. Terminé y mis ojos cambiaron del rojo carmesí al dorado de siempre y tiré el último cadáver que quedaba con el resto, satisfecha. Vi a Desislava ponerse “cómoda” y hacer el chiste, con lo que me reí con una amplia carcajada.
-No entiendo por qué te tumbas, para nosotros cualquier posición es cómoda, casi diría que pareces humana - Dije entre risas, como si eso fuese posible. - Estoy de acuerdo, un auténtico manjar. Ve a cuidar de tu mascota, yo me ocupo de este estropicio - Fui en dirección al taburete y cogí la tarjeta (Imagen de la tarjeta pls, me imagino una rollo “Desislava te come el haba” xDDDDD) y encendí un fuego en mi manos, que lancé directamente a la pila de cadáveres para reducirlos a cenizas en unos segundos.
Cuando escuché lo de su otro nombre me quedé quieta, Muy quieta, y escuché como se iba cerrando la puerta tras de mi. Mis pensamientos fluían, impulsados por ese nombre que acababa de oír, provocando que fuese abriendo los ojos lentamente hasta un punto que los tenía hasta el límite de abiertos. “Lilith”. Sonaba en mi cabeza una y otra vez. Aterrada y en pánico invoqué a Fawkes, teletransportandome al castillo Stiling.
-Acabo de estar con ella hace escasos minutos… Es muy… efusiva - Mis palabras estaban dichas despacio mientras la observaba. Pese a ser una Ravnos no parecía gitana, es más, su piel era blanca y su ropa increíblemente cara discernia de las tradiciones de su clan, por lo que supuse que era una desertora, como otros tantos.
-Acabo de comer pero… la verdad es que sí- Dije antes de que deshiciese su Realidad, subiéndose a la mesa y preparando mi segunda cena, que disfruté como una enana. Hacía literalmente siglos que no comía tan bien, faltaba mi orgía de sangre para sentirme como en aquellos tiempos, mucho antes de cristo, pero me recordó los buenos momentos con mi clan, ahora perdidos o muertos la mayoría de integrantes.
A penas podía contestar a Desislava, estaba disfrutando cada gota de sangre, perdiendo la cuenta de los litros que había bebido y gimiendo cada vez que cambiaba de víctima para seguir bebiendo por el éxtasis. Terminé y mis ojos cambiaron del rojo carmesí al dorado de siempre y tiré el último cadáver que quedaba con el resto, satisfecha. Vi a Desislava ponerse “cómoda” y hacer el chiste, con lo que me reí con una amplia carcajada.
-No entiendo por qué te tumbas, para nosotros cualquier posición es cómoda, casi diría que pareces humana - Dije entre risas, como si eso fuese posible. - Estoy de acuerdo, un auténtico manjar. Ve a cuidar de tu mascota, yo me ocupo de este estropicio - Fui en dirección al taburete y cogí la tarjeta (Imagen de la tarjeta pls, me imagino una rollo “Desislava te come el haba” xDDDDD) y encendí un fuego en mi manos, que lancé directamente a la pila de cadáveres para reducirlos a cenizas en unos segundos.
Cuando escuché lo de su otro nombre me quedé quieta, Muy quieta, y escuché como se iba cerrando la puerta tras de mi. Mis pensamientos fluían, impulsados por ese nombre que acababa de oír, provocando que fuese abriendo los ojos lentamente hasta un punto que los tenía hasta el límite de abiertos. “Lilith”. Sonaba en mi cabeza una y otra vez. Aterrada y en pánico invoqué a Fawkes, teletransportandome al castillo Stiling.
¿Por qué parece que el invierno no se va a ir nunca de esta ciudad?
Camino despacio por una de las céntricas calles de Londres con el viento soplando de cara, especialmente frío y molesto, aprovechando así que pudiese llevar el anorak abrochado hasta arriba y la capucha cubriendo la mayor parte de la cabeza, aunque el flequillo cae, rebelde, por la frente.
No hay muchas personas por la calle en esos momentos, escondidas en sus casas por el frío o tal vez por temor frente a los acontecimientos que habían ocurrido algunas semanas atrás: el asunto de la plaza, los blood keeper atacando zonas concretas... no, definitivamente las cosas no estaban tranquilas en la ciudad. Por lo que el hecho de que haga frío y tenga que ir tapado me viene hasta bien, de esta forma puedo esconder el color distintivo de mi piel.
Pero tenía una compraventa pendiente. Y un vendedor no debe fallar a su deber. No tengo ni idea de porqué necesitaba el enano el objeto que había solicitado, y yo tampoco pregunté mucho por ello. No es de mi incumbencia salvo que pueda repercutir de forma negativa en mi persona, y no era el caso. Las manecillas del reloj marcaron la hora en punto y las sirenas y campanas de algunos de ellos daban el aviso. Hora acordada en el lugar acordado.
Escondido entre las sombras se encontraba una sombra de tamaño menudo y rechoncho. Su frondosa barba no dejaba lugar a duda de que el enano estaba allí y que había llegado minutos antes. Me acerco a él manteniendo una distancia prudencial. El enano gruñe si tengo lo que me había pedido y yo le devuelvo el gruñido si lo que tiene él es el dinero. La transacción ocurre sin problemas, intercambiando una Roca del Rey por unas cuantas libras. De los presentes, nadie se habrá dado cuenta de qué es lo que habrá pasado, ya que caminan despistados de un lado a otro, y nosotros nos escondíamos en la noche londinense. Una vez finalizado el acuerdo, el enano se va, con su objeto y sigo con la mirada su ida, sin moverme del sitio.
Camino despacio por una de las céntricas calles de Londres con el viento soplando de cara, especialmente frío y molesto, aprovechando así que pudiese llevar el anorak abrochado hasta arriba y la capucha cubriendo la mayor parte de la cabeza, aunque el flequillo cae, rebelde, por la frente.
No hay muchas personas por la calle en esos momentos, escondidas en sus casas por el frío o tal vez por temor frente a los acontecimientos que habían ocurrido algunas semanas atrás: el asunto de la plaza, los blood keeper atacando zonas concretas... no, definitivamente las cosas no estaban tranquilas en la ciudad. Por lo que el hecho de que haga frío y tenga que ir tapado me viene hasta bien, de esta forma puedo esconder el color distintivo de mi piel.
Pero tenía una compraventa pendiente. Y un vendedor no debe fallar a su deber. No tengo ni idea de porqué necesitaba el enano el objeto que había solicitado, y yo tampoco pregunté mucho por ello. No es de mi incumbencia salvo que pueda repercutir de forma negativa en mi persona, y no era el caso. Las manecillas del reloj marcaron la hora en punto y las sirenas y campanas de algunos de ellos daban el aviso. Hora acordada en el lugar acordado.
Escondido entre las sombras se encontraba una sombra de tamaño menudo y rechoncho. Su frondosa barba no dejaba lugar a duda de que el enano estaba allí y que había llegado minutos antes. Me acerco a él manteniendo una distancia prudencial. El enano gruñe si tengo lo que me había pedido y yo le devuelvo el gruñido si lo que tiene él es el dinero. La transacción ocurre sin problemas, intercambiando una Roca del Rey por unas cuantas libras. De los presentes, nadie se habrá dado cuenta de qué es lo que habrá pasado, ya que caminan despistados de un lado a otro, y nosotros nos escondíamos en la noche londinense. Una vez finalizado el acuerdo, el enano se va, con su objeto y sigo con la mirada su ida, sin moverme del sitio.
- Spoiler:
Roca del Rey
Función desconocida
Conduje de vuelta hacia Londres, apañándomelas para extorsionar a unos adolescentes de un pueblo cercano para que me llenaran el carro de gasofa. Mejor no dejar ver mi careto, ni si quiera en una estacion de servicio de carretera, aun fuera lejos de Londres. Que como les habia extorsionado? Bueno, los Le Fay tenian en su casa algunas cosas muy doradas y bonitas que ahi en los estantes no hacian nada, pero que se podian intercambiar por servicios y bienes en el mundo real...
Al final, el hurto iba a ser el menor de mis pecados, pero el más repetido.
Pero por fin llegué a mi destino sin mas inconvenientes. Las cosas se habian puesto feas, eso si...muchos controles por todas partes.
Pero los suburbios seguian siendo suburbios. Aparqué en una callejuela conocida y me fui a patearme los adoquines de China Town, a ver si los de xiao mi tenian algo que ofrecerme. Aun andaba bien de cosas para intercambiar, lo que me interesaba es que fuesen moviles seguros, no facilmente rastreables, sin usuario ni necesidad de identificacion. Con esas premisas, me interné en un edificio estrecho y alto, en el que ponia "VHS", pues si las cosas seguian como antes, ahi vendia un contrabandista ese cierto tipo de cosas.
"si es que no lo han pillado a estas alturas..."
Al final, el hurto iba a ser el menor de mis pecados, pero el más repetido.
Pero por fin llegué a mi destino sin mas inconvenientes. Las cosas se habian puesto feas, eso si...muchos controles por todas partes.
Pero los suburbios seguian siendo suburbios. Aparqué en una callejuela conocida y me fui a patearme los adoquines de China Town, a ver si los de xiao mi tenian algo que ofrecerme. Aun andaba bien de cosas para intercambiar, lo que me interesaba es que fuesen moviles seguros, no facilmente rastreables, sin usuario ni necesidad de identificacion. Con esas premisas, me interné en un edificio estrecho y alto, en el que ponia "VHS", pues si las cosas seguian como antes, ahi vendia un contrabandista ese cierto tipo de cosas.
"si es que no lo han pillado a estas alturas..."
James 5TU4RD50N
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Alice me había roto los esquemas. Había hecho que se desmoronase todo lo que creía ser, la persona que se supone que era. Al final resultó que ella y yo éramos lo mismo. Ni ella estaba viva, ni yo tampoco. Tampoco terminaba de entender por qué había tantas voces en mi cabeza, cada vez más confusas al haber perdido el mando la voz de la persona a la que se supone que suplanto. Me diseñaron para ser él, pero resulta que al final no soy más que una imitación, más o menos fiel. La otra voz que escucho debe ser la mía, mi conciencia, si es que se puede llamar así, pero todavía es muy débil y apenas consigue tomar el control. La tercera es desconocida, pero la llevo escuchando desde que abrí los ojos en el laboratorio en que me construían.
Desde la revelación de la noticia me he limitado a seguir a mi compañera, casi como un autómata que se limita a cumplir una misión: encontrar al científico Tobias Gutenberg para ejecutarlo. Eliminar cabos sueltos, dicen. Por eso nos separamos por la zona de China Town en Londres, en busca de algún rastro del científico. Fuimos examinando puesto por puesto, tienda por tienda, aunque sin hacer redadas al modo que están llevando a cabo los soldados del ejército. Esto es un trabajo más selectivo. Finalmente entro en un viejo edificio, en cuyo letrero se lee "VHS". Un formato de reproducción de películas completamente obsoleto, el sitio probablemente sea una tapadera. Camino de manera poco natural, muy erguido, con la vista al frente y casi sin mover los ojos. En medio del pasillo me encuentro con un estorbo en mi investigación, así que le doy la vuelta tirando de su hombro para mirarle a la cara.
- Este no es el humano al que buscamos.
Sentencio con voz carente de emoción, ignorándolo y soltándolo. No analizo más datos, como si tiene antecedentes o no, pero daré con cosas de interés si después decido hacerlo. Me dirijo al mostrador del dependiente, comenzando a interrogarle. - Hay recompensa para que el que nos entregue a este hombre. - saco un dispositivo holográfico del cinturón, mostrando en el holograma el rostro de Tobías. - Está en busca y captura por parte de la Alianza Humana.
-------------------------
éxito: reconoce a Thalos
fallo: no lo reconoce (todavía )
Desde la revelación de la noticia me he limitado a seguir a mi compañera, casi como un autómata que se limita a cumplir una misión: encontrar al científico Tobias Gutenberg para ejecutarlo. Eliminar cabos sueltos, dicen. Por eso nos separamos por la zona de China Town en Londres, en busca de algún rastro del científico. Fuimos examinando puesto por puesto, tienda por tienda, aunque sin hacer redadas al modo que están llevando a cabo los soldados del ejército. Esto es un trabajo más selectivo. Finalmente entro en un viejo edificio, en cuyo letrero se lee "VHS". Un formato de reproducción de películas completamente obsoleto, el sitio probablemente sea una tapadera. Camino de manera poco natural, muy erguido, con la vista al frente y casi sin mover los ojos. En medio del pasillo me encuentro con un estorbo en mi investigación, así que le doy la vuelta tirando de su hombro para mirarle a la cara.
- Este no es el humano al que buscamos.
Sentencio con voz carente de emoción, ignorándolo y soltándolo. No analizo más datos, como si tiene antecedentes o no, pero daré con cosas de interés si después decido hacerlo. Me dirijo al mostrador del dependiente, comenzando a interrogarle. - Hay recompensa para que el que nos entregue a este hombre. - saco un dispositivo holográfico del cinturón, mostrando en el holograma el rostro de Tobías. - Está en busca y captura por parte de la Alianza Humana.
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El miembro 'James 5TU4RD50N' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
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Al final, habia logrado comprar lo que queria. Unos cuantos telefonos moviles, un tanto anticuados, pero con lineas operativas, saldo y contratos a nombres de otros. Probablemente muertos, o desaparecidos...chanchullos de esos. Habia cargado bien de dispositivos de comunicacion en mi mochila, asi que cuando volviese a Le Fay (afortunadamente Smaug se habria pirado para entonces) podría ponerme a repartir moviles a diestro y siniestro entre los magos. Tipo Navidades, pero adelantadas.
En cierto punto volviendo por el pasillo me detuve para mirar un anuncio colgado en la pared, y fue entonces cuando alguien me agarró por el hombro para girarme bruscamente. Saqué mi pistola, con la cual fui a apuntar a las costillas del capullo que le habia dado por empujarme, solo por si acaso.... pero cuando lo vi cara a cara se me olvidó hasta que tenia un arma en la mano Me quedé mirandolo con la boca entreabierta por la sorpresa, mi pupila fija en él.
- Lahostiaputa... - farfullé. Habló, algo raro, me soltó y me ignoró, sin más. Me quedé varios segundos pegado contra la pared sin tener muy claro lo que acababa de ocurrir. Ese era el puto James Stwardson. Verdad?
La ultima vez que lo vi....habian pasado cuatro años desde entonces. Lo teniamos encerrado en la Torre de Londres por todo aquel asunto de la cepa del virus SPM que la Alianza habia esparcido. Cuando muchos de los magos se quedaron sin magia, y otros tantos murieron...a causa de ellos, de lo que hicieron. Y ahora que la situacion se repetia de nuevo, James aparecia aqui, de la nada?. Lentamente, giré la cabeza, para mirar a James. Lo daba por muerto, totalmente. Lo abandoné en aquella celda de la Torre tras torturarlo para sacarle informacion. Le destrocé los ojos, ambos, con mis propias manos y unas astillas. Y ahi estaba. Con ellos intactos, normales, preguntado por Tobias Guttenberg por ordenes de la Alianza, sin reconocerme.
Habia visto el holograma del cientifico por el rabillo del ojo. No conocía mucho de él, salvo que era un mago, era cientifico, y se habia dedicado a hacer varias cosas chungas, como aquella maquina que tuvo a los hombres lobo convertidos constantemente por una temporada, y que participó en algo relacionado con el asunto de Josephine. Raro. Todo muy raro. Sospechoso. Habia algo en todo esto que no me encajaba, para nada. Muchos cabos sueltos, veia la relacion, pero no la veia a la vez. Me pasé una mano por la boca. Pensé rapido. Saqué un ticket que tenía en mis bolsillos y escribí con un boli que acababa de mangarle al dependiente:
Tobías Guttenberg, buscado por la Alianza humana. Sabe algo.
T.D
Aquello era una medida en caso de que todo saliese mal. Migajas de pan en el camino de ida, por si me perdía a la vuelta.... Dejé la nota colgada en el tablon de anuncios de aquel pasillo del edificio, y volvi mi vista a James. Aun podia descubrir mas cosas.... Volví a sacar la pistola, y me acerqué despacio a él, aprovechando que el dependiente le estaba contestando ....hasta ponerle el cañón en su nuca, lentamente.
- No te des la vuelta. Despacio, camina hacia esas escaleras. A la azotea....Jimmy.
En cierto punto volviendo por el pasillo me detuve para mirar un anuncio colgado en la pared, y fue entonces cuando alguien me agarró por el hombro para girarme bruscamente. Saqué mi pistola, con la cual fui a apuntar a las costillas del capullo que le habia dado por empujarme, solo por si acaso.... pero cuando lo vi cara a cara se me olvidó hasta que tenia un arma en la mano Me quedé mirandolo con la boca entreabierta por la sorpresa, mi pupila fija en él.
- Lahostiaputa... - farfullé. Habló, algo raro, me soltó y me ignoró, sin más. Me quedé varios segundos pegado contra la pared sin tener muy claro lo que acababa de ocurrir. Ese era el puto James Stwardson. Verdad?
La ultima vez que lo vi....habian pasado cuatro años desde entonces. Lo teniamos encerrado en la Torre de Londres por todo aquel asunto de la cepa del virus SPM que la Alianza habia esparcido. Cuando muchos de los magos se quedaron sin magia, y otros tantos murieron...a causa de ellos, de lo que hicieron. Y ahora que la situacion se repetia de nuevo, James aparecia aqui, de la nada?. Lentamente, giré la cabeza, para mirar a James. Lo daba por muerto, totalmente. Lo abandoné en aquella celda de la Torre tras torturarlo para sacarle informacion. Le destrocé los ojos, ambos, con mis propias manos y unas astillas. Y ahi estaba. Con ellos intactos, normales, preguntado por Tobias Guttenberg por ordenes de la Alianza, sin reconocerme.
Habia visto el holograma del cientifico por el rabillo del ojo. No conocía mucho de él, salvo que era un mago, era cientifico, y se habia dedicado a hacer varias cosas chungas, como aquella maquina que tuvo a los hombres lobo convertidos constantemente por una temporada, y que participó en algo relacionado con el asunto de Josephine. Raro. Todo muy raro. Sospechoso. Habia algo en todo esto que no me encajaba, para nada. Muchos cabos sueltos, veia la relacion, pero no la veia a la vez. Me pasé una mano por la boca. Pensé rapido. Saqué un ticket que tenía en mis bolsillos y escribí con un boli que acababa de mangarle al dependiente:
Tobías Guttenberg, buscado por la Alianza humana. Sabe algo.
T.D
Aquello era una medida en caso de que todo saliese mal. Migajas de pan en el camino de ida, por si me perdía a la vuelta.... Dejé la nota colgada en el tablon de anuncios de aquel pasillo del edificio, y volvi mi vista a James. Aun podia descubrir mas cosas.... Volví a sacar la pistola, y me acerqué despacio a él, aprovechando que el dependiente le estaba contestando ....hasta ponerle el cañón en su nuca, lentamente.
- No te des la vuelta. Despacio, camina hacia esas escaleras. A la azotea....Jimmy.
James 5TU4RD50N
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No reparo en la cara de sorpresa mostrada por Thalos al verme, simplemente seguí hacia delante para resolver el asunto pendiente con el tipo del mostrador. No sabe nada, o eso dice. Le insisto con amenazas, pero el dependiente sólo se tira al suelo lloriqueando que de verdad no sabe nada en absoluto de ese hombre. Registro la búsqueda fallida número 20 en mi información de hoy, y se la transmito a Alice por medio de nuestra conectividad, para ahorrar tiempo y que no venga ella también aquí. A continuación noto algo en mi nuca, antes de poder darme la vuelta. La voz del hombre de antes tiene ahora un tono que registro como amenaza, además de la evidente de la pistola. Alzo las manos despacio, sin darme la vuelta para empezar a cumplir la orden que dice. Un rápido análisis de la situación me asegura que en la azotea tengo 156 posibilidades de derrotarle frente a 23 que tiene él. Voy a comenzar a moverme, cuando un nombre en concreto hace que mi sistema se vea un tanto alterado.
"Jimmy...él odiaba ese nombre. Yo lo sé. Así lo llamaba su enemigo y rival..."
- ¡Thalos! - el tono de voz monótono y neutro cambia rápidamente al que tenía James, con su acento característico y buena parte de sus matices. Ese palabra ha activado suficientes partes de la memoria de mi unidad como para que esa personalidad implantada vuelva a tomar el control, al menos de forma momentánea.
- Hijo de puta...aparta esa pistola de mi nuca si no quieres que te la clave en el único ojo que te queda. - el tipo de lenguaje soez que empleaba el soldado vuelve a mostrarse, imitando de ese modo su manera de hablar. También la impulsividad del mismo, pues de repente se gira, haciéndole una llave a Thalos para apartar la mano que sujetaba la pistola, retorciéndole el brazo y provocando que el disparo acabase en el techo del edificio de manera estruendosa.
- ¡Hoy no sales de aquí, no te va a salvar ni la furcia pelirroja que te acompaña siempre!
------------------------
éxito: lo reconoce ya
fallo: not yet
"Jimmy...él odiaba ese nombre. Yo lo sé. Así lo llamaba su enemigo y rival..."
- ¡Thalos! - el tono de voz monótono y neutro cambia rápidamente al que tenía James, con su acento característico y buena parte de sus matices. Ese palabra ha activado suficientes partes de la memoria de mi unidad como para que esa personalidad implantada vuelva a tomar el control, al menos de forma momentánea.
- Hijo de puta...aparta esa pistola de mi nuca si no quieres que te la clave en el único ojo que te queda. - el tipo de lenguaje soez que empleaba el soldado vuelve a mostrarse, imitando de ese modo su manera de hablar. También la impulsividad del mismo, pues de repente se gira, haciéndole una llave a Thalos para apartar la mano que sujetaba la pistola, retorciéndole el brazo y provocando que el disparo acabase en el techo del edificio de manera estruendosa.
- ¡Hoy no sales de aquí, no te va a salvar ni la furcia pelirroja que te acompaña siempre!
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El miembro 'James 5TU4RD50N' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Se produce un cambio como de la noche a la mañana cuando lo llamo así. Me reconoció, y habló más como yo recordaba que hablaba.... de que coño iba esto? Desvió mi muñecacon una llave y un disparo acabó en el techo del establecimiento.
- Hablas de ojos? Los tuyos tienen que ser de cristal a estas alturas, porque veo que sigues sirviendo en la Alianza!
"Y yo te dejé con ambos destrozados la ultima vez que te vi"
Le solté una patada a la rótula y me aparté de él, manteniendo la distancia ahora para evitar posibles llaves o ataques cuerpo a cuerpo, y volví a apuntarlo con mi arma
- Por qué cada vez que los magos se quedan sin magia tienes que estar tu de por medio? Y esta vez, no se trata de un virus....Por qué, despues de cuatro años? Que tiene que ver ese Tobías en todo esto? Tú sabes algo....y no te voy a dejar que te marches de aqui sin decirmelo. Acuérdate de como fue la ultima vez.
"Sigue pareciendome raro. Por qué no me ha reconocido a la primera y ahora de pronto...?"
- Te hacia muerto, que quieres que te diga. Te golpeaste muy fuerte en la cabeza, o a qué ha venido el numerito de antes?- le dije con sorna, sin dejar de apuntarlo. No me apetecia liarme a tiros en este lugar. Pero el muy cabron no parecia querer hacerme caso, pese a las amenazas.
- Hablas de ojos? Los tuyos tienen que ser de cristal a estas alturas, porque veo que sigues sirviendo en la Alianza!
"Y yo te dejé con ambos destrozados la ultima vez que te vi"
Le solté una patada a la rótula y me aparté de él, manteniendo la distancia ahora para evitar posibles llaves o ataques cuerpo a cuerpo, y volví a apuntarlo con mi arma
- Por qué cada vez que los magos se quedan sin magia tienes que estar tu de por medio? Y esta vez, no se trata de un virus....Por qué, despues de cuatro años? Que tiene que ver ese Tobías en todo esto? Tú sabes algo....y no te voy a dejar que te marches de aqui sin decirmelo. Acuérdate de como fue la ultima vez.
"Sigue pareciendome raro. Por qué no me ha reconocido a la primera y ahora de pronto...?"
- Te hacia muerto, que quieres que te diga. Te golpeaste muy fuerte en la cabeza, o a qué ha venido el numerito de antes?- le dije con sorna, sin dejar de apuntarlo. No me apetecia liarme a tiros en este lugar. Pero el muy cabron no parecia querer hacerme caso, pese a las amenazas.
James 5TU4RD50N
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- El tuerto eres tú, no hagas chistes de hablar de ojos. Y claro que sigo en la Alianza, ¿dónde si no? - respondo como si su pregunta fuese absurda, recibiendo después ese empujón en la rodilla que provoca que me estampe de espaldas contra el mostrador. No pongo cara de excesivo dolor, la respuesta sensorial está ligeramente limitada y no me afecta tanto como debería.
- ¿Qué virus? ¿qué dices? no sé de qué me hablas. - le miro con rencor, seguro que sabe que cometí un error y por eso me degradaron, dejé de ser capitán. - He estado destinado en Canadá, imbécil, y después en la Ciudadela Alpha. No tengo nada que ver con lo del bloqueo de la magia, simplemente cumplo órdenes para poder ascender y estar de nuevo en el puesto que me corresponde, en el de capitán, y no aquí aguantando a subnormales como tú. Vuestros ataques jodieron demasiado a la Alianza, y me echan la culpa de ello. - quien me diseñó se encargó bien de reproducir ese rencor que tenía James por Thalos y Erika, especialmente por el primero. - ¿Y yo qué sé por qué quieren a ese tipo? ni le conozco, sólo cumplo órdenes. - James si conoció a Tobías en vida, pero ese dato era tan secreto que no se intrudujo en la simulación de personalidad. Empiezo a cansarme de que me diga cosas como que me pensaba muerto, o que monto numeritos, porque no sé a qué se refiere. Sin más preámbulos decido sacar el cañón disparador que va insertado en mi antebrazo, haciendo que se dispare en dirección al pecho de Thalos.
- Iniciando proceso de detención y captura. - anuncio en voz alta, con una voz que se alterna entre la de James y la del androide.
- ¿Qué virus? ¿qué dices? no sé de qué me hablas. - le miro con rencor, seguro que sabe que cometí un error y por eso me degradaron, dejé de ser capitán. - He estado destinado en Canadá, imbécil, y después en la Ciudadela Alpha. No tengo nada que ver con lo del bloqueo de la magia, simplemente cumplo órdenes para poder ascender y estar de nuevo en el puesto que me corresponde, en el de capitán, y no aquí aguantando a subnormales como tú. Vuestros ataques jodieron demasiado a la Alianza, y me echan la culpa de ello. - quien me diseñó se encargó bien de reproducir ese rencor que tenía James por Thalos y Erika, especialmente por el primero. - ¿Y yo qué sé por qué quieren a ese tipo? ni le conozco, sólo cumplo órdenes. - James si conoció a Tobías en vida, pero ese dato era tan secreto que no se intrudujo en la simulación de personalidad. Empiezo a cansarme de que me diga cosas como que me pensaba muerto, o que monto numeritos, porque no sé a qué se refiere. Sin más preámbulos decido sacar el cañón disparador que va insertado en mi antebrazo, haciendo que se dispare en dirección al pecho de Thalos.
- Iniciando proceso de detención y captura. - anuncio en voz alta, con una voz que se alterna entre la de James y la del androide.
- Yo que sé, en un lugar donde se te permita pensar por ti mismo, y dejar de ser un capullo? - le respondí irónicamente. -Te dejaron tirado, James! Pasaste meses encerrado en esa Torre, y ni vinieron a por ti...
"Te hice todas las perrerias del mundo y nada...."
- como que no lo sabes? Sufres amnesia o algo por el estilo? Te faltan recuerdos?
"Canadá? Pero que mierdas..."
Aunque no dejaba de apuntarlo, estaba mas atento a lo que decia él que en mantenerlo a raya. Me estaba dejando muy descolocado todo lo que veia y oia.
-Qué carajos es la Ciudadela Alpha, Jimmy? Es algo que solo existe en tus sueños? - eso me salió un poco burlón - No me jodas que no conoces a Tobias Guttenberg...me juego mi otro ojo a que los trapicheos con la cepa del SPM los hiciste con él.
De pronto ahi estaba, otra vez, aquella voz. Mode terminator, casi, igual que cuando me lo topé por primera vez. Me disparó en el pecho pero por lo menos reaccioné lo suficientemente a tiempo como para echarme a un lado del pasillo y que solo me atravesara el brazo. Gruñí por el dolor y me parapeté tras la esquina, tras disparar varias veces en su direccion a modo de fuego de cobertura.
"ha sacado un puto cañón del brazo?!!"
- Jimmy....Vamos hombre. Te han convertido en un puto cyborg o que?! No tenias bastante con tener control sobre el metal....apuesto a que aquello de tener magia te acabó enloqueciendo! Tus superiores no se enteraron, verdad? Que conveniente.....
"Te hice todas las perrerias del mundo y nada...."
- como que no lo sabes? Sufres amnesia o algo por el estilo? Te faltan recuerdos?
"Canadá? Pero que mierdas..."
Aunque no dejaba de apuntarlo, estaba mas atento a lo que decia él que en mantenerlo a raya. Me estaba dejando muy descolocado todo lo que veia y oia.
-Qué carajos es la Ciudadela Alpha, Jimmy? Es algo que solo existe en tus sueños? - eso me salió un poco burlón - No me jodas que no conoces a Tobias Guttenberg...me juego mi otro ojo a que los trapicheos con la cepa del SPM los hiciste con él.
De pronto ahi estaba, otra vez, aquella voz. Mode terminator, casi, igual que cuando me lo topé por primera vez. Me disparó en el pecho pero por lo menos reaccioné lo suficientemente a tiempo como para echarme a un lado del pasillo y que solo me atravesara el brazo. Gruñí por el dolor y me parapeté tras la esquina, tras disparar varias veces en su direccion a modo de fuego de cobertura.
"ha sacado un puto cañón del brazo?!!"
- Jimmy....Vamos hombre. Te han convertido en un puto cyborg o que?! No tenias bastante con tener control sobre el metal....apuesto a que aquello de tener magia te acabó enloqueciendo! Tus superiores no se enteraron, verdad? Que conveniente.....
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Las palabras de Thalos sobre lo que me hicieron me suenan a historia inventada, no guardo recuerdos de nada de eso, no puedo tenerlos porque no me los programaron, nadie lo supo. Lo miro entre enfadado y confundido, sin entender de qué demonios está hablando. Ni sé todo lo del SPM, ni de trapicheos con el tipo que buscamos, únicamente sobre la Ciudadela Alpha. Tanto me altera que mi cognición se ve afectada, que es cuando paso al modo semi autómata, disparándole con el cañón de mi brazo. He errado el objetivo por bastante, hiriendo sólo el brazo, aunque aprovecho para acercarme a él, retorciendo ese mismo brazo con una fuerza bastante más elevada de la que tendría un humano.
- Cyborg...así es como llamáis a los humanos con partes mecánicas, ¿cierto? no, no soy un cyborg. - la revelación de Alice me había hecho darme cuenta de la naturaleza de mi realidad, y yo no he nacido, por tanto no soy humano. Analizo lo de la magia de metal y los superiores que no se han enterado, sin saber nada en absoluto de aquello. Claro, quienes me programaron no llegaron a saber nada de aquello. EL original se había encargado de ocultarlo bastante bien. Los datos entre la personalidad de James y la mía se entrecruzan, dando lugar a errores y cambios bruscos de respuesta entre uno y otro. - ¡Eres un jodido subnormal, Draven! ¡siempre fui mejor que tú! - suelto algunas frases random que habría dicho el verdadero James, alternando con otras que oscilan entre mi código más básico y el del intento de personalidad propia. Retuerzo un poco más el brazo mientras hablo, hasta el punto de escuchar un CRACK.
- La Ciudadela Alpha, el origen. Lugar de orden. El nuevo comienzo. La Alianza es el medio, no el fin. - la voz monótona y fría cambia a otra diferente, una similar a la de James, pero más temerosa y confusa, la mía. - No soy nadie...no soy él. Quisieron que fuera él...sólo me programaron para reproducir e imitar sus odios. Él...te odiaba. Para servir a la Alianza. - los fallos son tan grandes que el sistema de salvaguarda se activa, momento en el que suelto a Thalos, dejando ver un brillo rojo en mis ojos por las alteraciones internas. Después me separo rápidamente de él, saliendo del local a toda velocidad para echar a correr en busca de Alice, el único ser al que puedo recurrir en este momento, antes de desestabilizarme demasiado.
- Cyborg...así es como llamáis a los humanos con partes mecánicas, ¿cierto? no, no soy un cyborg. - la revelación de Alice me había hecho darme cuenta de la naturaleza de mi realidad, y yo no he nacido, por tanto no soy humano. Analizo lo de la magia de metal y los superiores que no se han enterado, sin saber nada en absoluto de aquello. Claro, quienes me programaron no llegaron a saber nada de aquello. EL original se había encargado de ocultarlo bastante bien. Los datos entre la personalidad de James y la mía se entrecruzan, dando lugar a errores y cambios bruscos de respuesta entre uno y otro. - ¡Eres un jodido subnormal, Draven! ¡siempre fui mejor que tú! - suelto algunas frases random que habría dicho el verdadero James, alternando con otras que oscilan entre mi código más básico y el del intento de personalidad propia. Retuerzo un poco más el brazo mientras hablo, hasta el punto de escuchar un CRACK.
- La Ciudadela Alpha, el origen. Lugar de orden. El nuevo comienzo. La Alianza es el medio, no el fin. - la voz monótona y fría cambia a otra diferente, una similar a la de James, pero más temerosa y confusa, la mía. - No soy nadie...no soy él. Quisieron que fuera él...sólo me programaron para reproducir e imitar sus odios. Él...te odiaba. Para servir a la Alianza. - los fallos son tan grandes que el sistema de salvaguarda se activa, momento en el que suelto a Thalos, dejando ver un brillo rojo en mis ojos por las alteraciones internas. Después me separo rápidamente de él, saliendo del local a toda velocidad para echar a correr en busca de Alice, el único ser al que puedo recurrir en este momento, antes de desestabilizarme demasiado.
James acortó distancias de una forma sorprendentemente rapida, siempre habia sido tan veloz? Y tan fuerte? Atacó el brazo que ya tenia jodido por el disparo con lo cual el gruñido de dolor que aquello me provocó fue intenso. Apreté los dientes y cerré el ojo, como que no era un cyborg? Si le acababa de ver sacar un puto cañon del propio antebrazo!
- Que estás...AGH! - estaba entre que me dolia el brazo y flipando por los sinsentidos constantes que soltaba James, que parecia poseido como por dos personalidades. Y me habia roto el puto hueso. El muy cabron.
Le habria pegado, o le habria insultado a voz en grito, de no ser porque me interesaba lo que me decia. Era siniestro pero a la vez te hacia sentir deseos de escuchar mas. Otra vez la ciudadela Alpha.
- Donde está esa Ciudadela? Está aqui, en Reino Unido? - dije con la voz aun entrecortada por el dolor de un hueso recien partido, que por cierto, aun no habia soltado. - La Alianza....un medio....
Negué muy despacio. Su voz, su voz habia vuelto a cambair. No. Ése no era James. Por eso no me habia reconocido al principio. Por eso no recordaba algunas cosas de las que yo le contaba. Programado? Y no era u ncyborg. Si no era un cyborg, y lo habian programado...
- Hijos de....hijos de puta...ellos...?
"ellos han creado...esto?"
- No, tú no eres James. Quien demonios eres? - me odiaba, claro que me odiaba, y tenia mil razones para odiarme. Me soltó, por fin. Vi el destello rojo en el fondo de sus ojos. Aquello eran máquinas. Tenian que serlo, pues los de James...los destrocé yo mismo. Pero quien le programó parecia no saber aquello porque éste tampoco lo sabia. Que diablos...
Se fue. Se fue como una exhalación. Y yo me quedé ahi, sentado contra la pared del pasillo, sujetandome el brazo roto, respirando muy rapido y con la mente totalmente bombardeada. Definitivamente, algo muy jodido estaba pasando en la alianza, y no era solo el asunto aquel de los satélites.
Me levanté apoyandome en la pared, gruñendo. Me hice un cabestrillo para el brazo con el pañuelo del cuello y me alejé, tras esperar unos minutos despues de que james se hubiese ido.
Conducir con un brazo roto hasta Escocia iba a ser muy jodido...tardaria bastante. Ademas, antes pasaria por mi piso franco en Jack the Ripper, pues queria recuperar de alli algunas municiones y explosivos.
Total que el retorno me llevaria unos cuantos dias.
- Que estás...AGH! - estaba entre que me dolia el brazo y flipando por los sinsentidos constantes que soltaba James, que parecia poseido como por dos personalidades. Y me habia roto el puto hueso. El muy cabron.
Le habria pegado, o le habria insultado a voz en grito, de no ser porque me interesaba lo que me decia. Era siniestro pero a la vez te hacia sentir deseos de escuchar mas. Otra vez la ciudadela Alpha.
- Donde está esa Ciudadela? Está aqui, en Reino Unido? - dije con la voz aun entrecortada por el dolor de un hueso recien partido, que por cierto, aun no habia soltado. - La Alianza....un medio....
Negué muy despacio. Su voz, su voz habia vuelto a cambair. No. Ése no era James. Por eso no me habia reconocido al principio. Por eso no recordaba algunas cosas de las que yo le contaba. Programado? Y no era u ncyborg. Si no era un cyborg, y lo habian programado...
- Hijos de....hijos de puta...ellos...?
"ellos han creado...esto?"
- No, tú no eres James. Quien demonios eres? - me odiaba, claro que me odiaba, y tenia mil razones para odiarme. Me soltó, por fin. Vi el destello rojo en el fondo de sus ojos. Aquello eran máquinas. Tenian que serlo, pues los de James...los destrocé yo mismo. Pero quien le programó parecia no saber aquello porque éste tampoco lo sabia. Que diablos...
Se fue. Se fue como una exhalación. Y yo me quedé ahi, sentado contra la pared del pasillo, sujetandome el brazo roto, respirando muy rapido y con la mente totalmente bombardeada. Definitivamente, algo muy jodido estaba pasando en la alianza, y no era solo el asunto aquel de los satélites.
Me levanté apoyandome en la pared, gruñendo. Me hice un cabestrillo para el brazo con el pañuelo del cuello y me alejé, tras esperar unos minutos despues de que james se hubiese ido.
Conducir con un brazo roto hasta Escocia iba a ser muy jodido...tardaria bastante. Ademas, antes pasaria por mi piso franco en Jack the Ripper, pues queria recuperar de alli algunas municiones y explosivos.
Total que el retorno me llevaria unos cuantos dias.
Éamon O'Connell
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Había acabado en la decadente y vulgar China Town, tras días y días a pie desde las apestosas ruinas del asqueroso sitio ese. Estaba en modo odiador, mucho más que de costumbre. Los meses de exilio habían sido los peores de toda mi existencia, me habían demostrado lo fácil que era caer después de estar en lo más alto. Me habían hecho darme cuenta de que tenía muchos más enemigos que gente en la que confiar. Tal vez los únicos fuesen Blair y Andreas, y del último no estaba seguro del todo. Mis únicas opciones eran conseguir mercenarios, también poco fiables, o dar con soldados que todavía fuesen leales al régimen.
Merodeé por las calles de manera discreta, tapándome la cabeza con la capucha de una vieja sudadera raída. Los trapicheos allí eran constantes, incluso después de aquel inquietante mensaje que se había visto en las pantallas de toda la ciudad. El primer mensaje que hubo hace meses me llevó al exilio, por culpa de unos ejecutores idiotas que aprovecharon la mínima ocasión para rebelarse. Este último mensaje era casi peor, ya ni siquiera contábamos con los Centinela. Ahora comenzaban a encajar las piezas, todo lo sucedido con la potencia de los satélites y lo que vino después con el falso Gelion y demás. Necesitaba contactar con Wilhelm y el resto de miembros de otros países que participaron en el proyecto S.A.M., incluido lo de la Ciudadela. Las cartas ya habían quedado al descubierto, aunque todavía hubiese gente que no asimilase lo que estaba pasando.
La amenaza ya no sólo venía de los diferentes bandos de raza mágica, ni siquiera de las propias disidencias internas en la Alianza. Era algo más. Algo que habíamos creado y estaba empezando a superarnos, si es que no lo había hecho ya.
"nunca termina de salirnos nada bien. Siempre se nos acaba escapando la solución definitiva"
Me acerqué al sucio escaparate de una tienda de electrónica en la que había una televisión encendida. Estaban retransmitiendo las noticias de lo sucedido en las últimas horas. No podía dar crédito a lo que veía.
Merodeé por las calles de manera discreta, tapándome la cabeza con la capucha de una vieja sudadera raída. Los trapicheos allí eran constantes, incluso después de aquel inquietante mensaje que se había visto en las pantallas de toda la ciudad. El primer mensaje que hubo hace meses me llevó al exilio, por culpa de unos ejecutores idiotas que aprovecharon la mínima ocasión para rebelarse. Este último mensaje era casi peor, ya ni siquiera contábamos con los Centinela. Ahora comenzaban a encajar las piezas, todo lo sucedido con la potencia de los satélites y lo que vino después con el falso Gelion y demás. Necesitaba contactar con Wilhelm y el resto de miembros de otros países que participaron en el proyecto S.A.M., incluido lo de la Ciudadela. Las cartas ya habían quedado al descubierto, aunque todavía hubiese gente que no asimilase lo que estaba pasando.
La amenaza ya no sólo venía de los diferentes bandos de raza mágica, ni siquiera de las propias disidencias internas en la Alianza. Era algo más. Algo que habíamos creado y estaba empezando a superarnos, si es que no lo había hecho ya.
"nunca termina de salirnos nada bien. Siempre se nos acaba escapando la solución definitiva"
Me acerqué al sucio escaparate de una tienda de electrónica en la que había una televisión encendida. Estaban retransmitiendo las noticias de lo sucedido en las últimas horas. No podía dar crédito a lo que veía.
Alasther
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Todo este tiempo de caos en la Alianza lo aproveché bastante bien para entrenar y perfeccionar mis habilidades de lucha y hacer trabajitos de mercenario con los que poner en practica todo lo aprendido y entrenar en vivo aun más. Este en principio era un trabajo sencillo, llevar unas cosas y recibir el pago y listo. Je, suena más fácil dicho que hecho, ¿por qué nunca nada sale bien a la primera? Con quien me encontré decidió que no quería pagar, no sé que coño tiene el saco ni si hace falta tanta violencia por el, cosas de nunca preguntar nada por no interesarme los detalles, cuanto menos sepa mejor... aunque visto como acaban las cosas, será mejor que empiece a preguntar más.
No era nada que no pudiera arreglar, solo 3 personas armadas con cuchillos que se debían de creer parientes lejanos de Bruce Lee, mis guantes y mis botas militares fueron fabricados por armamentística de la Alianza con los mejores materiales para ser capaces de resistir lo que le echen, o eso había asegurado el científico. No fue necesario el derramamiento de sangre... bueno, si no contamos la nariz rota de uno que bastó para infundir miedo y que escaparan huyendo. Suspiré y recogí el saco, ahora me apetecía descansar, ya informaría a quien me contrató del percance en otro momento.
Me puse la capucha de la capa y la abroché un poco para camuflarme mientras caminaba de regreso fuera de los callejones oscuros del lugar para la zona más transitada de gente. Para mi sorpresa vi una figura familiar y su reflejo en el cristal de aquel polvoriento escaparate no me engañaba, me bajé la capucha para descurbrirme y me acerqué a Eamon, tocándole suavemente en el hombro.
- Eamon... qué curiosa sopresa el haberos encontrado por aquí.
Éamon O'Connell
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Seguí allí plantado frente a la pantalla, indignado con todo lo que estaba viendo en las noticias. Me parecía ridícula esa gente que se había tragado el cuento apocalíptico de aquella señora holográfica, como si aquello fuese la solución a los problemas. Una de las entrevistadas repetía como un mantra aquello que había escuchado, lo había aprendido de memoria de tanto ver el vídeo una y otra vez.
Llegué incluso a cuestionarme si era una persona real, o lo que estaba viendo era otro de esos Gelios falsos repetidos hasta la saciedad. También me cuestioné de qué manera ofrecían todo aquello, cómo podrían transferir consciencias a otros cuerpos, si es que aquello existía. En los laboratorios de la Alianza teníamos muchas líneas de investigación, con científicos propios y algunos ajenos, como fue Gutenberg. Había más posibilidades de lograr aquello, y debía reconocer que incluso las soluciones mágicas me parecían mejor que esa solución distópica que proponía una maldita IA a la que no vimos venir.
- Los implantes transcraneales ya están disponibles para todo aquel que los solicite, colaboraremos para lograr la pacífica transición. - decía a cámara un científico que supuestamente era de la Alianza. No lo había visto por allí en la vida.
Tan absorto estaba en todo aquello que apenas me di cuenta de que se me había acercado un encapuchado. Se me erizo la piel al escuchar mi nombre a mis espaldas, así que me giré de manera súbita echando mano a la pistola que escondía en el cinturón. - Alasther. - murmuré con voz ronca, la usaba bien poco últimamente. -¿Te han enviado a matarme? ¿qué mierdas quieres de mí? - no bajé el arma, dispararía al mínimo gesto suyo. Él era inspector del cuerpo de Ejecutores, el principal grupo sublevado que provocó que los ministros tuviésemos que huir. Por sus pintas no me pareció que siguiese en el ejército, pero no podía fiarme. - Tira el arma. - ordené del modo más discreto que pude, lanzándole una mirada asesina.
entrevistada escribió:Sin embargo, la perfección existe y es posible. Se puede salvar a la humanidad de ella misma, se puede llegar al siguiente paso de mejora, la posibilidad de trascender e ir más allá. Existe un mundo lleno de posibilidades para aquellos que sepan aceptar que llegó el final de una etapa, que se debe evolucionar. Es posible la vida eterna, permanecer para siempre, libres de vejez y enfermedades, llevando una existencia perfecta, lejos de la guerra y el dolor.
Llegué incluso a cuestionarme si era una persona real, o lo que estaba viendo era otro de esos Gelios falsos repetidos hasta la saciedad. También me cuestioné de qué manera ofrecían todo aquello, cómo podrían transferir consciencias a otros cuerpos, si es que aquello existía. En los laboratorios de la Alianza teníamos muchas líneas de investigación, con científicos propios y algunos ajenos, como fue Gutenberg. Había más posibilidades de lograr aquello, y debía reconocer que incluso las soluciones mágicas me parecían mejor que esa solución distópica que proponía una maldita IA a la que no vimos venir.
- Los implantes transcraneales ya están disponibles para todo aquel que los solicite, colaboraremos para lograr la pacífica transición. - decía a cámara un científico que supuestamente era de la Alianza. No lo había visto por allí en la vida.
Tan absorto estaba en todo aquello que apenas me di cuenta de que se me había acercado un encapuchado. Se me erizo la piel al escuchar mi nombre a mis espaldas, así que me giré de manera súbita echando mano a la pistola que escondía en el cinturón. - Alasther. - murmuré con voz ronca, la usaba bien poco últimamente. -¿Te han enviado a matarme? ¿qué mierdas quieres de mí? - no bajé el arma, dispararía al mínimo gesto suyo. Él era inspector del cuerpo de Ejecutores, el principal grupo sublevado que provocó que los ministros tuviésemos que huir. Por sus pintas no me pareció que siguiese en el ejército, pero no podía fiarme. - Tira el arma. - ordené del modo más discreto que pude, lanzándole una mirada asesina.
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En los televisores que estaba viendo Eamon no dejaban de hablar sobre la proposición que no hace mucho hizo la inteligencia artificial, solo los más débiles y crédulos van a beber de sus palabras y hacer caso de algo que seguro va a ser un acto de suicidio masivo, la perfección que claman por la televisión no existe, es una falsa ilusión que hace más daño que bien. Eamon se exaltó y con una voz de ultratumba mencionó mi nombre y me preguntó si venía a por su cabeza a lo que alcé una ceja.
- Sí viniera a por tí tu lógica tiene un par de fallos, te he alertado cosa que no tiene sentido si quisiera acabar conitgo sin más y además hay algo de gente, posibles testigos. Así que no, te puedo asegurar que no quiero nada de ti, ni tu muerte, fue pura coincidencia que mis asuntos me trajeran por aquí.
Alcé la ceja de nuevo y suspiré cuando me apuntó con la pistola, fue un "¿enserio tío?" soy una persona entrenada para matar, la poca distancia que nos separa no es una buena defensa para ninguno de los dos pero sin armas podría tratar de desarmarlo y tirarlo al suelo. Saqué la pistola de su cartuchera en la correa de mi pecho izquierdo y la tire al suelo, al igual que el cuchillo de mi cinturon, luego a mayores me quité los guantes para demostrar que tampoco haría una estupidez con los puños desnudos, moví los brazos y los puse detras de mi cabeza cruzados para dar a entender que estaba ya desarmado y sin disposición a atacar.
- ¿Más tranquilo y seguro ahora? Podemos hablar si quieres, te puedo buscar cualquier cosa si necesitas y luego si así lo deseas continuaré mi camino y pretenderé que no te he visto y si alguien me pregunta no te he visto ni sabré donde estas.
- Sí viniera a por tí tu lógica tiene un par de fallos, te he alertado cosa que no tiene sentido si quisiera acabar conitgo sin más y además hay algo de gente, posibles testigos. Así que no, te puedo asegurar que no quiero nada de ti, ni tu muerte, fue pura coincidencia que mis asuntos me trajeran por aquí.
Alcé la ceja de nuevo y suspiré cuando me apuntó con la pistola, fue un "¿enserio tío?" soy una persona entrenada para matar, la poca distancia que nos separa no es una buena defensa para ninguno de los dos pero sin armas podría tratar de desarmarlo y tirarlo al suelo. Saqué la pistola de su cartuchera en la correa de mi pecho izquierdo y la tire al suelo, al igual que el cuchillo de mi cinturon, luego a mayores me quité los guantes para demostrar que tampoco haría una estupidez con los puños desnudos, moví los brazos y los puse detras de mi cabeza cruzados para dar a entender que estaba ya desarmado y sin disposición a atacar.
- ¿Más tranquilo y seguro ahora? Podemos hablar si quieres, te puedo buscar cualquier cosa si necesitas y luego si así lo deseas continuaré mi camino y pretenderé que no te he visto y si alguien me pregunta no te he visto ni sabré donde estas.
Éamon O'Connell
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No pensaba bajar el arma a la primera de cambio, seguí mirando con desconfianza a Alasther a pesar de decirme que no me habría avisado si viniese a matarme. Eso tenía cierta lógica, pero tal vez era un sádico retorcido que prefería matarme cuanto menos lo esperase. Mi nivel de paranoia era bastante alto, no me fiaba de nadie en absoluto, y tampoco creía en las coincidencias. - Ya...eso dicen todos. Todo el puto mundo se ha vuelto loco y me persiguen. No quieren líderes de la Alianza por ahí pululando. Los ejecutores tienen la culpa del golpe de Estado. Tú estabas allí para controlarlos, y no impediste que se desmadrasen. No hiciste tu trabajo. - masculle furioso entre dientes, sin querer alzar demasiado la voz. Me relajé ligeramente al ver que me hacía caso y se desarmaba, quitándose todo lo que llevaba encima, o al menos lo que yo podía ver.
Eché otro vistazo para asegurarme de que no tuviese nada, haciéndole un gesto para movernos hacia el cubo de basura que estaba en el callejón de al lado. Me daba la impresión de que la gente nos miraba, o al menos me lo imaginaba. - Pues hablemos. - tampoco tenía muchas más opciones, necesitaba recuperar el control de la situación de algún modo. Bajé el arma, pero no la solté. - No sé de qué lado estás ahora, ni si has abandonado el ejército definitivamente. Sea como sea...hay que parar esta locura. Se nos ha ido de las manos, y mira lo que está pasando. - señalé hacia las imágenes de la televisión, aquello sólo iba a ir a peor. Nos estaban comiendo terreno. - No sé qué nivel de control tienen, pero ya no nos obedecen ni los robot Centinela. Ni siquiera los que dieron el golpe de Estado tienen el control. Tienes que ayudarme a localizar a Blair, y a Andreas. - dudé en pedirle el teléfono, seguro que las comunicaciones también estaban intervenidas. Tampoco sabía si podía comunicarme con líderes de otros países.
Eché otro vistazo para asegurarme de que no tuviese nada, haciéndole un gesto para movernos hacia el cubo de basura que estaba en el callejón de al lado. Me daba la impresión de que la gente nos miraba, o al menos me lo imaginaba. - Pues hablemos. - tampoco tenía muchas más opciones, necesitaba recuperar el control de la situación de algún modo. Bajé el arma, pero no la solté. - No sé de qué lado estás ahora, ni si has abandonado el ejército definitivamente. Sea como sea...hay que parar esta locura. Se nos ha ido de las manos, y mira lo que está pasando. - señalé hacia las imágenes de la televisión, aquello sólo iba a ir a peor. Nos estaban comiendo terreno. - No sé qué nivel de control tienen, pero ya no nos obedecen ni los robot Centinela. Ni siquiera los que dieron el golpe de Estado tienen el control. Tienes que ayudarme a localizar a Blair, y a Andreas. - dudé en pedirle el teléfono, seguro que las comunicaciones también estaban intervenidas. Tampoco sabía si podía comunicarme con líderes de otros países.
Alasther
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Parece ser que no solo el aspecto físico y su ropa era lo único desgastado en Éamon, también su mente lo estaba, hoy no es tu día de suerte Alasther, los dioses de la fortuna están distraidos hoy, en fín, por ahora le seguiré la corriente paranoica, recuerda las enseñanzas de Buda: "Intentar entender al otro, responde siempre con el bien; sólo así es posible hacer de este mundo un mejor lugar. Responde con bondad o no respondas. Si respondes con maldad a la maldad sólo habrá más maldad".
Realmente nadie hizo su trabajo y si ya nos ponemos en el plan estricto, la Alianza nunca hizo realmente su papel de traer paz y protección, pero bueno supongo que esto era lo que necesitabamos, una buena ostia de realidad. Me hizo un gesto para cambiarnos de lugar, detrás de unos contenedores en un callejón de al lado, recogí mis cosas de nuevo, no era plan de dejarlas ahí y que me las roben solo por la paranoya de Éamon.
- Por ahora estoy del bando de recuperar el control y luego los que nos tengamos que saltar a la yugular para buscar culpas y errores cuando lo solucionemos, no ahora - suspiré - dado nuestro nivel tecnológico para poder hacer frente a las amenazas mágicas, esa IA tiene un buen arsenal mientras que la Alianza de por si está dispersa, como no podemos ataques frontales necesitariamos a gente que se infiltre aunque a saber qué clase de seguridad hay ahí dentro y posiblemente haya que pedir ayuda a otras fuerzas, por no mencionar al enemigo para frenar una amenaza que es para todos, pero bueno, hasta que nos reagrupemos no podemos planear nada... en fin... ¿alguna pista para poder localizar a ambos? Porque yo no tengo noticias de nadie y no sé como voy a ayudarte a encontrarlos si no disponemos de algún tipo de medio para ello.
Realmente nadie hizo su trabajo y si ya nos ponemos en el plan estricto, la Alianza nunca hizo realmente su papel de traer paz y protección, pero bueno supongo que esto era lo que necesitabamos, una buena ostia de realidad. Me hizo un gesto para cambiarnos de lugar, detrás de unos contenedores en un callejón de al lado, recogí mis cosas de nuevo, no era plan de dejarlas ahí y que me las roben solo por la paranoya de Éamon.
- Por ahora estoy del bando de recuperar el control y luego los que nos tengamos que saltar a la yugular para buscar culpas y errores cuando lo solucionemos, no ahora - suspiré - dado nuestro nivel tecnológico para poder hacer frente a las amenazas mágicas, esa IA tiene un buen arsenal mientras que la Alianza de por si está dispersa, como no podemos ataques frontales necesitariamos a gente que se infiltre aunque a saber qué clase de seguridad hay ahí dentro y posiblemente haya que pedir ayuda a otras fuerzas, por no mencionar al enemigo para frenar una amenaza que es para todos, pero bueno, hasta que nos reagrupemos no podemos planear nada... en fin... ¿alguna pista para poder localizar a ambos? Porque yo no tengo noticias de nadie y no sé como voy a ayudarte a encontrarlos si no disponemos de algún tipo de medio para ello.
Éamon O'Connell
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Ni siquiera en el callejón me sentía seguro, pensaba que nos vigilaban, que nos miraban raro y que en cualquier momento alguien gritaría contra nosotros. Me moría por tener un cigarro, así que cogí una colilla del suelo a medio apagar, dando una calada para tranquilizarme. Cerré los ojos un instante, tirando después el puñetero cigarro de segunda mano. Mi pistola seguía firme en mi mano, bajada, pero bien preparada. Él decidió coger sus cosas para que no se perdieran, a lo que no me opuse a pesar de la reticencia inicial. - Al menos en eso estamos de acuerdo. Recuperar el puto control. De los estúpidos ejecutores, y sobre todo de esa cosa...está tomando un cariz muy peligroso. - las culpas y errores a buscar estaban claros. Cuando recuperase el control ahorcaría a todos los desgraciados que decidieron que era buena idea dar un golpe de Estado aprovechando un engañoso mensaje masivo. Seguro que ni siquiera era el maldito Black. Lo tenía cada vez más claro...entre el falso Gelion y las últimas imágenes de los ataques múltiples no quedaban demasiadas dudas.
- El problema es que temo usar cualquier dispositivo para localizar porque no sé qué está controlado y que no. Tendré que llamar la atención de Blair de otro modo. - sabía que ella tenía que haber sobrevivido, no era tan fácil matarla. Y protegería a nuestros hijos como una leona. - Necesitamos recuperar todo el arsenal posible antes de que la base esté completamente inaccesible. Recuperar a la gente que se esté dando cuenta de la mierda esta. Y los científicos, ir a por ellos... - alcé la mirada hacia la farola, me pareció escuchar el ruido de un dron sobrevolando nuestras cabezas. Espías, espías por todas partes. Disparé sin pensarlo, derribando el pequeño dron. Vendrían más, por supuesto. De repente caí en un modo de comunicarse que tenían los magos, podría ser útil para burlar la comunicación con tecnología. Los usaría cuanto fuese necesario, haría lo que fuese para sobrevivir. - Los magos. Pueden localizar a gente. Los muy putos han encontrado a los suyos aunque los tuviésemos encerrados. Ellos pueden localizar a Blair. Y pueden mandar mensajes selectivos. A cambio les hablaré del proyecto Ciudadela Alpha.
- El problema es que temo usar cualquier dispositivo para localizar porque no sé qué está controlado y que no. Tendré que llamar la atención de Blair de otro modo. - sabía que ella tenía que haber sobrevivido, no era tan fácil matarla. Y protegería a nuestros hijos como una leona. - Necesitamos recuperar todo el arsenal posible antes de que la base esté completamente inaccesible. Recuperar a la gente que se esté dando cuenta de la mierda esta. Y los científicos, ir a por ellos... - alcé la mirada hacia la farola, me pareció escuchar el ruido de un dron sobrevolando nuestras cabezas. Espías, espías por todas partes. Disparé sin pensarlo, derribando el pequeño dron. Vendrían más, por supuesto. De repente caí en un modo de comunicarse que tenían los magos, podría ser útil para burlar la comunicación con tecnología. Los usaría cuanto fuese necesario, haría lo que fuese para sobrevivir. - Los magos. Pueden localizar a gente. Los muy putos han encontrado a los suyos aunque los tuviésemos encerrados. Ellos pueden localizar a Blair. Y pueden mandar mensajes selectivos. A cambio les hablaré del proyecto Ciudadela Alpha.
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