Recuerdo del primer mensaje :
Si tienes un anuncio, aparte de rolear que lo cuelgas aquí, envía un mp a Admin con el contenido de dicho anuncio para que editemos y aparezca aquí. Cuando encuentres lo que andabas buscando, ¡mandanos otro mp o avisanos para que retiremos el anuncio y no se acumulen papeles en el tablon!
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S© HARDROCK
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak© HARDROCK
Oscura taberna que tuvo renombre en el pasado por ser un local al más puro estilo rockero. A día de hoy se ha transformado hasta convertirse en una taberna en la que se tratan asuntos turbios. Trapicheos, encargos, mercado negro, recompensas por búsqueda y captura. Los mercenarios suelen acudir aquí en busca de encargos y misiones, el sitio de encuentro para aquellos que se venden al mejor postor y para aquellos que desean encontrarlos. Se valora la discreción, ya que éste es un lugar perfecto para hacer una redada.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
Para conocer las misiones y búsquedas de personal existe un tablón de madera colgado al fondo de la taberna, para aquellos que quieran dejar un encargo o cogerlo.
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ANUNCIOS COLGADOS EN EL TABLÓN
Septiembre 2037
Se busca técnico para misión peligrosa. La recompensa será todo aquello que el interesado pueda conseguir.
Preguntar por Rose.
Septiembre 2037
Se buscan mercenarios para diferentes labores, tales como defensa, infiltración, espionaje y realización de nuevos contactos y redes. Se pide discreción. Buen pago, tanto en dinero como en objetos. Se ofrecen también los servicios de un alquimista, desarrollador mágico y con conocimientos que fusionan el uso de la magia y la tecnología. Trabajo para cualquier bando que lo solicite. Los honorarios han de ser de acuerdo al trabajo realizado.
Interesados, para cualquiera de las dos propuestas, contactar aquí con T.G.S
Septiembre 2037
"Se buscan mercenarios/cazarrecompensas para mision de búsqueda y captura. Pagamos bien. Basta con que no te caigan bien los soldados del ejército."
Preguntad por Rybar Dvorak
Una vez llegamos a la posada, me quedé mirando alrededor, antes de que Corvo se me aproximase. Me quedé mirando al vampiro a la cara, a los ojos. Era bastante extraño, pensé. El modo en que me atraía. No era para nada lo mismo que sentía por Mónica...pero era algo... un tanto dificil de definir. Me llevaba a plantearme cosas sobre los no-muertos y esos asuntos. No dije nada ni respondí. Lo tomé por la cara con mis dos manos y le pegué un morreo de estos que te dejan sin aire. No me apetecia pensar más esa noche....
(...)
A la mañana siguiente, tanto Corvo como yo nos afanabamos por preparar todo lo que necesitabamos para el inicio del torneo. Que no se nos olvidase ninguno de nuestros artefactos. Habiamos discutido la estrategia, hablado de tratos, pactos, cosas necesarias..... Me había atrevido incluso a realizar alguna que otra transaccion de importancia con él.
Cuando nos cercioramos de que lo teníamos todo, todo lo necesario al menos, nos marchamos apresuradamente de alli. No queriamos llegar tarde a nuestra primera prueba.
(...)
A la mañana siguiente, tanto Corvo como yo nos afanabamos por preparar todo lo que necesitabamos para el inicio del torneo. Que no se nos olvidase ninguno de nuestros artefactos. Habiamos discutido la estrategia, hablado de tratos, pactos, cosas necesarias..... Me había atrevido incluso a realizar alguna que otra transaccion de importancia con él.
Cuando nos cercioramos de que lo teníamos todo, todo lo necesario al menos, nos marchamos apresuradamente de alli. No queriamos llegar tarde a nuestra primera prueba.
Habíamos bajado por fin a tierra para instalarnos en la casa Hacksaw, reformada por mi padre para que pudiésemos habitarla. Él se había quedado cuidando de Aedan, dándome así un pequeño respiro que necesitaba porque llevaba un mes sin apenas separarme de su cama. Tampoco es que me apeteciese hacer nada concreto, pero al menos podría deambular un rato y estar de mal humor por mi cuenta, sin tener que ver a nadie.
El mensaje mental de Catherine informando de su embarazo ya había terminado de rematarme. Por un lado había querido que lo lograse porque eso significaba que la maldición dejaría de afectar a nuestro hijo pero por otro odiaba la idea de que tuviese hijos con el maldito Pendragon. Estaba tan harto de aquella situación que ni siquiera tenía ganas de cabrearme más. Mucho menos lloriquear en un rincón, ya había llorado suficiente cuando pensaba que Aedan se moría.
Me aparecí en las afueras de Londres, buscando aquel bar al que tantas veces habíamos ido. No sabía si lo encontraría en pie después de todo lo sucedido, así que me sorprendió cuando lo vi abierto y aparentemente operativo. Me daba lo mismo que fuese el peor sitio del mundo, que trapicheasen o que fuese peligroso. Sólo quería beber e intentar emborracharme aunque fuese difícil para mí por mi condición de licántropo. Al entrar en el bar pude comprobar que la reforma no era gran cosa, sólo habían reparado cutremente algunas cosas con parches o tablas nuevas. Había varios grupos de borrachos con pintas de pordioseros. Otros tenían pintas extrañas y bastante modernas comparadas con el otro grupo. Con tanto jaleo nadie reparó en mí, tanto mejor. Fui hacia la barra, en la que un tabernero gordo pasaba una bayeta mugrienta y después la escurría en una especie de bidón de vino. Le pedí que me pusiese varias jarras de eso, a ver si hacía efecto. Me senté allí y empecé a beber una tras otra, frustrado porque no funcionaba para desactivarme el cerebro un rato. Tuve que seguir dos o tres horas más para empezar a notar los efectos del alcohol, varios litros después.
El mensaje mental de Catherine informando de su embarazo ya había terminado de rematarme. Por un lado había querido que lo lograse porque eso significaba que la maldición dejaría de afectar a nuestro hijo pero por otro odiaba la idea de que tuviese hijos con el maldito Pendragon. Estaba tan harto de aquella situación que ni siquiera tenía ganas de cabrearme más. Mucho menos lloriquear en un rincón, ya había llorado suficiente cuando pensaba que Aedan se moría.
Me aparecí en las afueras de Londres, buscando aquel bar al que tantas veces habíamos ido. No sabía si lo encontraría en pie después de todo lo sucedido, así que me sorprendió cuando lo vi abierto y aparentemente operativo. Me daba lo mismo que fuese el peor sitio del mundo, que trapicheasen o que fuese peligroso. Sólo quería beber e intentar emborracharme aunque fuese difícil para mí por mi condición de licántropo. Al entrar en el bar pude comprobar que la reforma no era gran cosa, sólo habían reparado cutremente algunas cosas con parches o tablas nuevas. Había varios grupos de borrachos con pintas de pordioseros. Otros tenían pintas extrañas y bastante modernas comparadas con el otro grupo. Con tanto jaleo nadie reparó en mí, tanto mejor. Fui hacia la barra, en la que un tabernero gordo pasaba una bayeta mugrienta y después la escurría en una especie de bidón de vino. Le pedí que me pusiese varias jarras de eso, a ver si hacía efecto. Me senté allí y empecé a beber una tras otra, frustrado porque no funcionaba para desactivarme el cerebro un rato. Tuve que seguir dos o tres horas más para empezar a notar los efectos del alcohol, varios litros después.
Abandonar la isla no me había venido nada mal. Alejarme de aquella gente antes de que les diese tiempo de intentar juzgarme sin potestad alguna era lo mejor que había hecho en meses. Además, gracias al jefe del hospital había conseguido llevarme algunos aparatos tecnomágicos bastante útiles para mi futuro negocio. En medio del caos reinante tenía oportunidades para comenzar de cero en alguno de los edificios abandonados, y ya había empezado a asentar los cimientos de mi futura corporación. Para eso necesitaba algunos socios, pero sobre todo individuos con los que experimentar.
En una posada habría bastante de eso, inútiles que habían sobrevivido y ahora se habían quedado sin oficio ni beneficio. Me fijé en un grupo de borrachos en una esquina, pero también en el de la barra. Sabía quién era, y su fuerza podía serme útil para conseguir a los borrachos sin mancharme las manos. Me acerqué a él, mirándolo con cautela antes de hablar. El licántropo también iba algo borracho, y por las decenas de jarras que había junto a él deducía que le había costado bastante.
- ¿Problemas en el paraíso de Ouroboros? - sonreí de modo falso, yendo después directamente al grano con lo que quería. Usé mi poder mental de persuasión para que me hiciese el trabajo. - Creo que deberías ir a pegar una paliza a esos borrachos de ahí. Están diciendo que en cuanto salgas del bar te van a rajar con navajas de plata. Yo que tú actuaría ya...
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AM: 0 dado + 37 stat + 10 hab. + 5 canalizador= 52 (control mental para Ian)
En una posada habría bastante de eso, inútiles que habían sobrevivido y ahora se habían quedado sin oficio ni beneficio. Me fijé en un grupo de borrachos en una esquina, pero también en el de la barra. Sabía quién era, y su fuerza podía serme útil para conseguir a los borrachos sin mancharme las manos. Me acerqué a él, mirándolo con cautela antes de hablar. El licántropo también iba algo borracho, y por las decenas de jarras que había junto a él deducía que le había costado bastante.
- ¿Problemas en el paraíso de Ouroboros? - sonreí de modo falso, yendo después directamente al grano con lo que quería. Usé mi poder mental de persuasión para que me hiciese el trabajo. - Creo que deberías ir a pegar una paliza a esos borrachos de ahí. Están diciendo que en cuanto salgas del bar te van a rajar con navajas de plata. Yo que tú actuaría ya...
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Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Tobías Gutenberg' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque' :
'Ataque' :
Dejé que pasaran algunas horas más, logrando un nivel de borrachera aceptable pero que no llegaba a divertirme. No tenía nada que ver con cuando bebía en fiestas con amigos, o cuando no lo hacía por dejar de pensar en problemas. Era bastante decepcionante y triste en realidad. Pensé en largarme de allí porque me estaba pareciendo patético lo que hacía, pero en ese momento me interrumpieron.
Giré la cabeza hacia el idiota que se había atrevido a dirigirme la palabra diciendo eso de los problemas, mirándole con cara de mala hostia al darme cuenta de que era el maldito Tobías. - Vete a la mierda. - Encima empezó a decirme no sé qué cosa de que fuera a pegarle a unos antes de que ellos me atacasen a mí. Por un momento estuve tentado de ir a atacar a esa gente por si acaso, pero enseguida reaccioné y le solté un fuerte puñetazo a Tobías en toda la cara. Lo suficiente para tirarlo hacia atrás. - Paga este. - gruñí al de la barra para que le cobrase a Tobías en dinero o lo que fuese.
Tras eso salí del bar un poco a trompicones, poniéndome a deambular lo que quedaba de noche. Lo de emborracharme no había servido de mucho, seguía enfadado y además me esperaba una buena resaca. Mi intención era dormir al llegar a casa, pero el mensaje que me llegó horas después no me lo permitió...
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AF: dado 15 + 72 stat + 10 habilidad + 5 lican= 102 a TOBIAS
DF: dado 10+ 55 stat= 65 (JA, supera)
Giré la cabeza hacia el idiota que se había atrevido a dirigirme la palabra diciendo eso de los problemas, mirándole con cara de mala hostia al darme cuenta de que era el maldito Tobías. - Vete a la mierda. - Encima empezó a decirme no sé qué cosa de que fuera a pegarle a unos antes de que ellos me atacasen a mí. Por un momento estuve tentado de ir a atacar a esa gente por si acaso, pero enseguida reaccioné y le solté un fuerte puñetazo a Tobías en toda la cara. Lo suficiente para tirarlo hacia atrás. - Paga este. - gruñí al de la barra para que le cobrase a Tobías en dinero o lo que fuese.
Tras eso salí del bar un poco a trompicones, poniéndome a deambular lo que quedaba de noche. Lo de emborracharme no había servido de mucho, seguía enfadado y además me esperaba una buena resaca. Mi intención era dormir al llegar a casa, pero el mensaje que me llegó horas después no me lo permitió...
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AF: dado 15 + 72 stat + 10 habilidad + 5 lican= 102 a TOBIAS
DF: dado 10+ 55 stat= 65 (JA, supera)
Dados
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Bando
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Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
#1 'Ataque' :
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#2 'Defensa' :
Hubo una época en la que conseguía todo lo que quería solo con pedirlo, en la que sabía que mis padres estaban presentes por las nuevas computadoras que aparecían, en la que no había preocupaciones, pero todo eso había quedado atrás. Ahora necesitaba toda la ayuda posible, incluso la de seres mágicos. Ese día salí de la zona recidencial y me dirigí a la periferia de Neo Londres, estaba buscando unas piezas de maquinaria muy específicas para continuar fabricando lo que tenía entre manos y, cuando había experimentado un poco con drogas, me había enterado que uno de los lugares para hacer encargos era la Posada de los Muertos así que la rastree.
Si hubiera descubierto que también entraban seres mágicos cuando me enteré de la existencia de la oscura taberna, la habría denunciado, ahora no. Tenía planeado postularme como científico para trabajar en la base de la Alianza Humana y quería llevar un invento que los impresione para que me acepten, para eso necesitaba encontrar las partes que me faltaban y tal vez la Posada de los Muertos era el lugar para pedir que la busquen, el problema podría venir cuando me pidan algo a cambio ya que era poco lo que tenía. Mi pelo rubio era un poco largo, vestía un jersey debajo de la chaqueta, un chándal, unas botas y una mochila pequeña en la que guardaba mis cosas, todo en tonos oscuros.
Entré con la esperanza de que alguien al menos me dé información de dónde encontrar las piezas, o que esté dispuesto a negociar. Gruñí suavemente, aliviado por resguardarme de la fría ventisca del exterior y me abrí la chaqueta. Revisé el lugar con la mirada mientras avanzaba hacia la barra, el tabernero podría ser una buena fuente de información. La cantina tenía un aspecto siniestro, me puso nervioso pensar que dentro de una hora más o menos el sol se ocultaría. Apuré el paso evitando mirar a cualquiera, solo quería preguntar e irme, aunque me detuve al ver a alguien tirado... se parecía a... no, no podía ser... o tal vez si...
Me acerqué más hasta quedar al lado de él para confirmar que se trataba de ése que hablaba con mamá y con el de las corbatas graciosas el día del ataque del licántropo al taller. También recordé que llevaba una libreta así que lo revisé con la mirada para ver si podía encontrarla a simple vista y luego me agaché junto a él para tantearlo buscándola disimuladamente entre sus ropas pero haciendo como si evaluara si estaba herido. -¿Estas bien?- Pregunté para hacer más sólida la fachada. Tal vez en esa libreta había ideas que me servirían, yo llevaba la mía en la mochila.
Si hubiera descubierto que también entraban seres mágicos cuando me enteré de la existencia de la oscura taberna, la habría denunciado, ahora no. Tenía planeado postularme como científico para trabajar en la base de la Alianza Humana y quería llevar un invento que los impresione para que me acepten, para eso necesitaba encontrar las partes que me faltaban y tal vez la Posada de los Muertos era el lugar para pedir que la busquen, el problema podría venir cuando me pidan algo a cambio ya que era poco lo que tenía. Mi pelo rubio era un poco largo, vestía un jersey debajo de la chaqueta, un chándal, unas botas y una mochila pequeña en la que guardaba mis cosas, todo en tonos oscuros.
Entré con la esperanza de que alguien al menos me dé información de dónde encontrar las piezas, o que esté dispuesto a negociar. Gruñí suavemente, aliviado por resguardarme de la fría ventisca del exterior y me abrí la chaqueta. Revisé el lugar con la mirada mientras avanzaba hacia la barra, el tabernero podría ser una buena fuente de información. La cantina tenía un aspecto siniestro, me puso nervioso pensar que dentro de una hora más o menos el sol se ocultaría. Apuré el paso evitando mirar a cualquiera, solo quería preguntar e irme, aunque me detuve al ver a alguien tirado... se parecía a... no, no podía ser... o tal vez si...
Me acerqué más hasta quedar al lado de él para confirmar que se trataba de ése que hablaba con mamá y con el de las corbatas graciosas el día del ataque del licántropo al taller. También recordé que llevaba una libreta así que lo revisé con la mirada para ver si podía encontrarla a simple vista y luego me agaché junto a él para tantearlo buscándola disimuladamente entre sus ropas pero haciendo como si evaluara si estaba herido. -¿Estas bien?- Pregunté para hacer más sólida la fachada. Tal vez en esa libreta había ideas que me servirían, yo llevaba la mía en la mochila.
Acercarse a Londres era siempre peligroso, sobre todo para los seres mágicos, en un lugar donde por cualquier razón la gente busca venderte para ser diseccionado en algún laboratorio de la alianza humana, aunque en teoría los de la alianza habían acabado peor parados en esto de la guerra con S.A.M. Tal vez no debería andar tan confiado, Pero claro, Hablamos de Noligma, el que llama la atención incluso en la fiesta mas animada, mas llamativo que un gallo rojo en un corral de gallinas blancas vietnamitas.
Así que, aceptando que llamaría la atención en un lugar peligroso ¿Por que no hacerlo a lo grande? al fin y al cabo, es la posada de los muertos ¿verdad?
Noligma tenia una serie de Inferís guardados para diferentes ocasiones, por ejemplo, Steve era su esqueleto de combate, el que lo seguía en las luchas, pero también tenia guardias para situaciones sociales y donde requería llamar la atención, de una forma mas "pacifica", en este caso en concreto, llevaba consigo una compañía mas... femenina.
¿Qué mejor forma de ganarse fama por estos lares que con una preciosa compañía? Estaba claro que mas de uno se llevaría un susto en el lugar.
-¡¿Pero que demonios?!
Diría la gente al ver a aquella sensual mujer tomando de la mano al pequeño individuo de pico afilado quien como si fuera de lo mas normal cruzo el lugar para tomar una mesa, mientras se acomodaba, Noligma alzo una mano.
-Un chupito de vino para mi, y para la señorita... -El esqueleto femenino negó con el cráneo- ¿Nada? bueno, lo entiendo.
-¡TU! Marcahte del local con tu... ¡Abominación!
-Ho! que desagradable trato del cliente...-Gesticulo Noligma antes de girarse al que parecía dueño del local o tal vez un cliente que se tomaba libertades- Me iría, pero ante la duda ¿este no es un pais libre? Puedo hacer lo que quiera mientras respete las leyes del local Y... ¿no es el nombre del local una clara invitación a los muertos? Culpa suya por no ponerlo claro, así uno se confunde.
-Márchate o si no...
-¿Que?
El esqueleto femenino hizo un leve gesto con su cabeza que creo un extraño movimiento, que hizo un movimiento de su cabello, que en una mujer normal seria realmente adorable he incluso sexy, pero era algo perturbador si no te iban esas cosas... y se quedo mirando al individuo, que enmudeció y se volvió a su sitio.
-Mejor... Perdona querida, no te habría traído a un lugar como este, pero tampoco es que pueda escoger, además en locales así, es mas fácil encontrar empleo, cosas de los mortales, ya entiendes.
Así que, aceptando que llamaría la atención en un lugar peligroso ¿Por que no hacerlo a lo grande? al fin y al cabo, es la posada de los muertos ¿verdad?
Noligma tenia una serie de Inferís guardados para diferentes ocasiones, por ejemplo, Steve era su esqueleto de combate, el que lo seguía en las luchas, pero también tenia guardias para situaciones sociales y donde requería llamar la atención, de una forma mas "pacifica", en este caso en concreto, llevaba consigo una compañía mas... femenina.
¿Qué mejor forma de ganarse fama por estos lares que con una preciosa compañía? Estaba claro que mas de uno se llevaría un susto en el lugar.
-¡¿Pero que demonios?!
Diría la gente al ver a aquella sensual mujer tomando de la mano al pequeño individuo de pico afilado quien como si fuera de lo mas normal cruzo el lugar para tomar una mesa, mientras se acomodaba, Noligma alzo una mano.
-Un chupito de vino para mi, y para la señorita... -El esqueleto femenino negó con el cráneo- ¿Nada? bueno, lo entiendo.
-¡TU! Marcahte del local con tu... ¡Abominación!
-Ho! que desagradable trato del cliente...-Gesticulo Noligma antes de girarse al que parecía dueño del local o tal vez un cliente que se tomaba libertades- Me iría, pero ante la duda ¿este no es un pais libre? Puedo hacer lo que quiera mientras respete las leyes del local Y... ¿no es el nombre del local una clara invitación a los muertos? Culpa suya por no ponerlo claro, así uno se confunde.
-Márchate o si no...
-¿Que?
El esqueleto femenino hizo un leve gesto con su cabeza que creo un extraño movimiento, que hizo un movimiento de su cabello, que en una mujer normal seria realmente adorable he incluso sexy, pero era algo perturbador si no te iban esas cosas... y se quedo mirando al individuo, que enmudeció y se volvió a su sitio.
-Mejor... Perdona querida, no te habría traído a un lugar como este, pero tampoco es que pueda escoger, además en locales así, es mas fácil encontrar empleo, cosas de los mortales, ya entiendes.
De nada funcionó el intento de disuasión a Ian, en un abrir y cerrar de ojos acabé en el suelo tras recibir un golpe que me hizo ver las estrellas. Me había reventado la nariz de un golpe, y no descartaría que me hubiese roto algo más. Quedé tirado en suelo de espaldas mientras la cabeza me daba vueltas, escuchando a medias a alguien que se acercó a preguntarme si estaba bien. - Sí, sí...déjame espacio. - hice un gesto con la mano para apartarle, llevándome la otra a la nariz para cortar la hemorragia. Por desgracia no llevaba encima díctamo ni nada que se le pareciese, así que tendría que confiar en mis plaquetas. Me senté mientras soltaba un sonido de dolor, enfocando por fin a quien me había ayudado. Un crío...rubio...me era muy familiar su cara. Acabé reconociéndolo, resultándome muy irónico el encontrarnos allí cuando yo había trabajado para su padre en la Alianza.
- El hijo de Éamon O'Connell...qué alejado está esto del lujo que te gastabas. Así que ya te largaron de la isla, ¿eh? ¿los otros siguen vivos? - pregunté con voz rara al tener tapada la nariz, agarrándome al taburete de al lado para volver a ponerme en pie. Maldito licántropo, qué fuerza tenía.
Desvié la mirada hacia el tumulto provocado por un recién llegado, interesándome por ese hombrecillo vestido de doctor de la peste, acompañado de un esqueleto invocado. Me hizo gracia que hiciese alusión al nombre de la posada, parecía un nigromante inteligente. Enseguida tuve curiosidad por saber de qué raza se trataba, o si era una quimera que conservaba la habilidad del habla. Había experimentado tanto con ellas que sabía que algunas podían hablar si se esforzaban. - Pues estás en el lugar indicado si buscas trabajo...precisamente iba a ofrecerle algo al joven... - dudé en decir su nombre verdadero, porque seguramente lo linchaban allí mismo. - Leroy Jenkins. - acabé por rebautizar al adolescente, haciendo después una invitación a Noligma para que se acercase. - Estoy en busca de talentos y mentes despiertas. El mundo hostil que ha quedado requiere de gente inteligente y atrevida.
----------------------
def. física
dado 15 + 10 stat= 25
daño: 102 - 25= 77
PS: 150 - 77= 73 sangrado brutal siguiente post :_)
- El hijo de Éamon O'Connell...qué alejado está esto del lujo que te gastabas. Así que ya te largaron de la isla, ¿eh? ¿los otros siguen vivos? - pregunté con voz rara al tener tapada la nariz, agarrándome al taburete de al lado para volver a ponerme en pie. Maldito licántropo, qué fuerza tenía.
Desvié la mirada hacia el tumulto provocado por un recién llegado, interesándome por ese hombrecillo vestido de doctor de la peste, acompañado de un esqueleto invocado. Me hizo gracia que hiciese alusión al nombre de la posada, parecía un nigromante inteligente. Enseguida tuve curiosidad por saber de qué raza se trataba, o si era una quimera que conservaba la habilidad del habla. Había experimentado tanto con ellas que sabía que algunas podían hablar si se esforzaban. - Pues estás en el lugar indicado si buscas trabajo...precisamente iba a ofrecerle algo al joven... - dudé en decir su nombre verdadero, porque seguramente lo linchaban allí mismo. - Leroy Jenkins. - acabé por rebautizar al adolescente, haciendo después una invitación a Noligma para que se acercase. - Estoy en busca de talentos y mentes despiertas. El mundo hostil que ha quedado requiere de gente inteligente y atrevida.
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def. física
dado 15 + 10 stat= 25
daño: 102 - 25= 77
PS: 150 - 77= 73 sangrado brutal siguiente post :_)
Dados
Raza
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puntos
Alineamiento
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Bando
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Edad
Nacionalidad
El miembro 'Tobías Gutenberg' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa' :
'Defensa' :
Me aparté del de pelo negro cuando reaccionó, frustrado por no encontrar lo que buscaba, y me levanté pero me mantuve cerca porque era al unico que conocía del lugar... bueno tampoco lo conocía tanto, lo había visto antes. Su nariz no se veía nada bien y, aunque tenía unas pastillas en la mochila, no se las iba a dar porque eran para mí, para Michael o para papá cuando lo volviera a ver. Con la noticia de la muerte de mamá, había olvidado dárselas, pero las guardaría todo el tiempo posible para él, sería un recordatorio más de mi promesa.
Me removí nervioso cuando me reconoció y aparté la mirada para ver si alguien alrededor lo había escuchado. -Mi madre fue asesinada, lo último que supe de mi padre y del de las corbatas graciosas es que los tienen en la isla de los magos.- Se me formaba un nudo en la garganta cada vez que recordaba que no volvería a ver a mi mamá, que había tanto que no le dije y que nunca volvería a sentir sus abrazos así que lo dije de un tirón después de tragar para que no me temblara la voz. Hasta donde sabía, mi padre estaba vivo, así que todavía tenía oportunidad pero no estaba al tanto del resto de miembros de la Alianza Humana, tal vez sabrían algo en la base, ansiaba tener el proyecto listo para ir a averiguar.
Armas y aliados era lo que necesitaba para recuperar a mi padre y a mi hermana, no mencioné a ésta última porque no sentía que fuera el momento, quería conocerlo más, eso tal vez haría más difícil después meterlo en la arena de combate de la Alianza Humana y verlo morir junto con todo el resto de seres mágicos, pero me recuperaría. Me estremecí al escuchar el alboroto, temeroso de ser yo el que había llamado la atención por haber sido reconocido pero suspiré aliviado al notar que no era así. El alivio fue reemplazado por desconcierto al ver un esqueleto usando un vestido.
Era un par llamativo el que había entrado al local, me extrañó verlos un poco borrosos a pesar de parpadear. Me senté en un taburete de la barra al lado del hombre de la nariz sangrante para darle la espalda a la gente que había en la taberna cuando decidió hablarles a los recién llegados. Yo no quería llamar la atención pero ese par parecía atraer todas las miradas y hablarles era una pésima estrategia para pasar desapercibidos. Me descolgué la mochila de los hombros y la dejé sobre mi regazo para tener mis armas a mano por las dudas.
Miré de reojo al pelinegro cuando me inventó un nombre sintiendo una dicotomía entre el orgullo por mi verdadero nombre y lo que implicaba o el nombre falso que me podría salvar de ser reconocido. Aparté la mirada en silencio, me fastidiaba ocultar mi identidad pero decidí confiar en que, en este caso, podría ser la mejor opción. Repetí el nombre en mi mente para no olvidarlo. -Yo sé ingeniería básica y operar varios tipos de vehículos.- Dije y miré al esqueleto y al pequeño enmascarado a la espera de saber a qué se dedicaban ellos. -¿Qué tienes en mente?- Le pregunté al de la nariz sangrante.
Me removí nervioso cuando me reconoció y aparté la mirada para ver si alguien alrededor lo había escuchado. -Mi madre fue asesinada, lo último que supe de mi padre y del de las corbatas graciosas es que los tienen en la isla de los magos.- Se me formaba un nudo en la garganta cada vez que recordaba que no volvería a ver a mi mamá, que había tanto que no le dije y que nunca volvería a sentir sus abrazos así que lo dije de un tirón después de tragar para que no me temblara la voz. Hasta donde sabía, mi padre estaba vivo, así que todavía tenía oportunidad pero no estaba al tanto del resto de miembros de la Alianza Humana, tal vez sabrían algo en la base, ansiaba tener el proyecto listo para ir a averiguar.
Armas y aliados era lo que necesitaba para recuperar a mi padre y a mi hermana, no mencioné a ésta última porque no sentía que fuera el momento, quería conocerlo más, eso tal vez haría más difícil después meterlo en la arena de combate de la Alianza Humana y verlo morir junto con todo el resto de seres mágicos, pero me recuperaría. Me estremecí al escuchar el alboroto, temeroso de ser yo el que había llamado la atención por haber sido reconocido pero suspiré aliviado al notar que no era así. El alivio fue reemplazado por desconcierto al ver un esqueleto usando un vestido.
Era un par llamativo el que había entrado al local, me extrañó verlos un poco borrosos a pesar de parpadear. Me senté en un taburete de la barra al lado del hombre de la nariz sangrante para darle la espalda a la gente que había en la taberna cuando decidió hablarles a los recién llegados. Yo no quería llamar la atención pero ese par parecía atraer todas las miradas y hablarles era una pésima estrategia para pasar desapercibidos. Me descolgué la mochila de los hombros y la dejé sobre mi regazo para tener mis armas a mano por las dudas.
Miré de reojo al pelinegro cuando me inventó un nombre sintiendo una dicotomía entre el orgullo por mi verdadero nombre y lo que implicaba o el nombre falso que me podría salvar de ser reconocido. Aparté la mirada en silencio, me fastidiaba ocultar mi identidad pero decidí confiar en que, en este caso, podría ser la mejor opción. Repetí el nombre en mi mente para no olvidarlo. -Yo sé ingeniería básica y operar varios tipos de vehículos.- Dije y miré al esqueleto y al pequeño enmascarado a la espera de saber a qué se dedicaban ellos. -¿Qué tienes en mente?- Le pregunté al de la nariz sangrante.
Noligma se detuvo al escuchar a un extraño individuo de nariz sangrante, ufff... si Noligma tenia días así, así que se sentía identificado al instante por aquel desconocido pervertido de nariz sangrante, Noligma jugueteo con sus dedos, mientras miraba al extraño pensando en como sacarle provecho, pero al oír las palabras del extraño su atención se hizo cambiar a la de su extraño compañero, sus oscuros ojos se clavaron en el, sin expresividad debido a la mascara ¿estaba examinándolo? ¿lo miraba con desdén? ¿lo reconocería? ¿ o... seria algo mucho peor.
-Leeroy Jenkins...- dijo mientras apartaba las manos de la mesa y pareció alejarse un poco del joven, como si le temiera o le pusiera nervioso - He oído leyendas... Oí que el y su grupo fueron a asaltar la mazmorra Upper Blackrock Spire ... pero según la historia que recuerdo ninguno sobrevivió, aunque es verdad que ahora no la recuerdo muy bien pero... ¿Cómo es posible que sigas vivo? he oído que ese lugar estaba atestado de dragones malditos... Fue una masacre.
Noligma temblaba, si era verdad lo que había oído Leeroy Jenkins era un guerrero sagrado muy famoso, todos conocían su grito de guerra, que según la leyenda llenaba el corazón de sus enemigos de terror, y Noligma ya se sentía asustado, y eso que Collins O'connell no intimidaba mucho en apariencia. Que estuviera vivo, hacia mas grande su leyenda si cabe.
-Bueno, mis habilidades hablan por si mismas, aunque no soy mas que un mago novicio, no tengo una leyenda tan legendaria. Si necesitan ayuda siempre puedo apoyarlos, ya saben, con nigromancia.- No necesitaba ninguna otra descripción de sus habilidades, y finalmente Noligma aparto la mirada de la leyenda viva para mirar al otro- Perdón, creo que no oí bien su nombre... y... ¿Cuál es el plan que tenia en mente?
-Leeroy Jenkins...- dijo mientras apartaba las manos de la mesa y pareció alejarse un poco del joven, como si le temiera o le pusiera nervioso - He oído leyendas... Oí que el y su grupo fueron a asaltar la mazmorra Upper Blackrock Spire ... pero según la historia que recuerdo ninguno sobrevivió, aunque es verdad que ahora no la recuerdo muy bien pero... ¿Cómo es posible que sigas vivo? he oído que ese lugar estaba atestado de dragones malditos... Fue una masacre.
Noligma temblaba, si era verdad lo que había oído Leeroy Jenkins era un guerrero sagrado muy famoso, todos conocían su grito de guerra, que según la leyenda llenaba el corazón de sus enemigos de terror, y Noligma ya se sentía asustado, y eso que Collins O'connell no intimidaba mucho en apariencia. Que estuviera vivo, hacia mas grande su leyenda si cabe.
-Bueno, mis habilidades hablan por si mismas, aunque no soy mas que un mago novicio, no tengo una leyenda tan legendaria. Si necesitan ayuda siempre puedo apoyarlos, ya saben, con nigromancia.- No necesitaba ninguna otra descripción de sus habilidades, y finalmente Noligma aparto la mirada de la leyenda viva para mirar al otro- Perdón, creo que no oí bien su nombre... y... ¿Cuál es el plan que tenia en mente?
Lo cierto es que me resultó bastante indiferente que Blair O'Connell hubiese muerto en la última misión y que Éamon y Andreas siguiesen encerrados en Ouroboros. En el fondo era justicia poética porque habían acabado hundidos por sus propias ambiciones. Quién les mandaría crear una IA malvada que empezó como algo para gestionar los satélites antimagia... - Ya veo. Pues ahora tendrás que desenvolverte solo en el mundo. - era evidente, pero se lo dejé claro por si acaso. Los de Ouroboros no se los iban a devolver, se quedarían allí encerrados hasta que decidiesen librarse de ellos.
Terminé de recolocarme en el taburete, todavía sin quitarme la mano de la nariz porque no dejaba de sangrar por el tremendo golpe. Ya me habían jodido la noche y tendría que irme al laboratorio para tratar de curarme. Aún así trataría de aprovechar el tiempo que estuviese para tratar de hacerme con secuaces nuevos. Sería irónico que Collins acabase trabajando para mí, igual que yo trabajé para su padre. Cogí una servilleta de papel de la barra, limpiándome un poco la cara de sangre y también la mano. Parecía que el sangrado cedía un poco, pero no lo suficiente. Miré de reojo al hombrecillo que se puso nervioso al escuchar el nombre falso del chaval, pero no intervine por simple diversión, para ver cómo salía el crío del embrollo.
- Nigromancia e ingeniería básica. Perfecto, necesito gente con perfil variado. Acabo de comenzar con una empresa en la que experimentamos tanto en el campo de la magia como en el de la ciencia. - noté que captaba su atención cuando me preguntaron por el plan que tenía en mente, así que les hice un gesto para que se acercasen y poder hablarles de manera más confidencial.
- Mi nombre es Tobías Gutenberg. Planteamos objetivos como mejorar o modificar seres vivos, de cualquier raza, y buscar la inmortalidad real. Nada de esa basura de trascendencia que proponía S.A.M- 9917. También hay otro tipo de proyectos, pero ya los iréis viendo si decidís participar. - saqué un par de tarjetas del bolsillo interior de mi chaqueta, ofreciéndoselas para que tuviesen la dirección del lugar al que debían acudir para preguntar. - Creo que deberías ir, Jenkins. - comencé a usar sobre él mi poder mental para sugestionarle con la necesidad de acudir allí para trabajar conmigo.
- Es tu mejor opción si quieres tener oportunidad de recuperar a tu padre en algún momento. Además, el nuevo orden mundial se está perfilando ahora. Los servicios que ofrecemos son el sueño de muchos, serán altamente demandados en la nueva sociedad. - me levanté del taburete, comenzando a sentirme mareado por el golpe y la sangre que había perdido. - En cuanto a ti...ya me dirás tu nombre cuando acudas por allí. He trabajado con quimeras, pero creo que no es tu caso. Tengo curiosidad por saber más sobre ti. Os daré un encargo pagado si decidís pasaros por el laboratorio. Ahora debo marcharme. Un licántropo idiota... - me señalé al golpe, aunque era evidente. Tras eso hice una leve inclinación de cabeza, sonriendo torvamente antes de darme la vuelta para desaparecerme del lugar.
-------------------
AM: 20 dado + 37 stat + 10 hab. + 5 canalizador= 72 control mental para Collins
PS: 73 - 20 SB= 53
Terminé de recolocarme en el taburete, todavía sin quitarme la mano de la nariz porque no dejaba de sangrar por el tremendo golpe. Ya me habían jodido la noche y tendría que irme al laboratorio para tratar de curarme. Aún así trataría de aprovechar el tiempo que estuviese para tratar de hacerme con secuaces nuevos. Sería irónico que Collins acabase trabajando para mí, igual que yo trabajé para su padre. Cogí una servilleta de papel de la barra, limpiándome un poco la cara de sangre y también la mano. Parecía que el sangrado cedía un poco, pero no lo suficiente. Miré de reojo al hombrecillo que se puso nervioso al escuchar el nombre falso del chaval, pero no intervine por simple diversión, para ver cómo salía el crío del embrollo.
- Nigromancia e ingeniería básica. Perfecto, necesito gente con perfil variado. Acabo de comenzar con una empresa en la que experimentamos tanto en el campo de la magia como en el de la ciencia. - noté que captaba su atención cuando me preguntaron por el plan que tenía en mente, así que les hice un gesto para que se acercasen y poder hablarles de manera más confidencial.
- Mi nombre es Tobías Gutenberg. Planteamos objetivos como mejorar o modificar seres vivos, de cualquier raza, y buscar la inmortalidad real. Nada de esa basura de trascendencia que proponía S.A.M- 9917. También hay otro tipo de proyectos, pero ya los iréis viendo si decidís participar. - saqué un par de tarjetas del bolsillo interior de mi chaqueta, ofreciéndoselas para que tuviesen la dirección del lugar al que debían acudir para preguntar. - Creo que deberías ir, Jenkins. - comencé a usar sobre él mi poder mental para sugestionarle con la necesidad de acudir allí para trabajar conmigo.
- Es tu mejor opción si quieres tener oportunidad de recuperar a tu padre en algún momento. Además, el nuevo orden mundial se está perfilando ahora. Los servicios que ofrecemos son el sueño de muchos, serán altamente demandados en la nueva sociedad. - me levanté del taburete, comenzando a sentirme mareado por el golpe y la sangre que había perdido. - En cuanto a ti...ya me dirás tu nombre cuando acudas por allí. He trabajado con quimeras, pero creo que no es tu caso. Tengo curiosidad por saber más sobre ti. Os daré un encargo pagado si decidís pasaros por el laboratorio. Ahora debo marcharme. Un licántropo idiota... - me señalé al golpe, aunque era evidente. Tras eso hice una leve inclinación de cabeza, sonriendo torvamente antes de darme la vuelta para desaparecerme del lugar.
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El miembro 'Tobías Gutenberg' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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-Si pero... me vendría bien algo de ayuda...- Respondí a lo de desenvolverme solo en el mundo mirando alrededor, intentando disimular los nervios con poco éxito. La gente allí podría destriparme en un abrir y cerrar de ojos. Apreté la mandíbula al sentir la atención del pequeño enmascarado sobre mí y me crucé de brazos al escucharlo hablar de las aventuras del tal Leeroy que yo no conocía porque había nacido en 2026, los memes del 2005 eran pinturas rupestres para mí. Miré al pelinegro y deseé que la herida de la nariz se le infectara y le duela mucho cuando me dejó a mi suerte para explicarle al petizo disfrazado cómo era posible que Leeroy Jenkins siguiera vivo.
-En estos días, la tecnología y la magia logran lo imposible pero no me gusta hablar al respecto.- Dije dando el tema por zanjado. Tensé los labios al saber que estaba con dos magos y me pregunté si el nigromante podría revivir a mi madre. A pesar de todo, estaba un poco sorprendido de que alguien quiera incluirme en sus planes, desde que todo mi mundo se había desmoronado por lo general me consideraban una carga, pero el de la nariz sangrante necesitaba gente y tal vez yo podría aprovecharme de eso así que me incliné más cerca para enterarme del plan secreto. La evolución de los seres sonaba interesante, eso podría incluir la creación de armas y nuevas tecnologías.
Recordé la discapacidad de mi hermana, trabajar en proyectos que mejoran a los seres me daría la oportunidad de diseñar algo para que ella tenga las mismas o mejores capacidades físicas que el promedio. Agarré una de las tarjetas que Tobías ofrecía y la miré pensativo ¿Qué dirían mis padres?¿Pensarían que soy un traidor por tratar con seres mágicos?¿Me seguirían considerando su hijo o me darían la espalda? Mis ojos grises miraron los crípticos ojos del color del oro cuando el pelinegro se dirigió a mí por mi nombre falso. Tal vez fueron sus palabras o mi ambición de poder o algo en el aire pero sentí que era mi deber participar en esos proyectos.
Lo seguí con la mirada hasta que desapareció y dirigí la vista hacia el pequeño enmascarado y al esqueleto con vestido. -Supongo que nos veremos pronto.- Dije bajando del taburete y colgándome la mochila al hombro. Me sentía muy receloso respecto a ambos, además quería salir de ése lugar cuanto antes, las piezas que había ido a buscar podían esperar. Me subí la cremallera de la chaqueta preparándome para el frío del exterior y salí de la taberna a paso ligero.
Defensa física: 0 Dado + 10 Stat = 10
Daño: 72 - 10 = 62 Collins es controlado.
-En estos días, la tecnología y la magia logran lo imposible pero no me gusta hablar al respecto.- Dije dando el tema por zanjado. Tensé los labios al saber que estaba con dos magos y me pregunté si el nigromante podría revivir a mi madre. A pesar de todo, estaba un poco sorprendido de que alguien quiera incluirme en sus planes, desde que todo mi mundo se había desmoronado por lo general me consideraban una carga, pero el de la nariz sangrante necesitaba gente y tal vez yo podría aprovecharme de eso así que me incliné más cerca para enterarme del plan secreto. La evolución de los seres sonaba interesante, eso podría incluir la creación de armas y nuevas tecnologías.
Recordé la discapacidad de mi hermana, trabajar en proyectos que mejoran a los seres me daría la oportunidad de diseñar algo para que ella tenga las mismas o mejores capacidades físicas que el promedio. Agarré una de las tarjetas que Tobías ofrecía y la miré pensativo ¿Qué dirían mis padres?¿Pensarían que soy un traidor por tratar con seres mágicos?¿Me seguirían considerando su hijo o me darían la espalda? Mis ojos grises miraron los crípticos ojos del color del oro cuando el pelinegro se dirigió a mí por mi nombre falso. Tal vez fueron sus palabras o mi ambición de poder o algo en el aire pero sentí que era mi deber participar en esos proyectos.
Lo seguí con la mirada hasta que desapareció y dirigí la vista hacia el pequeño enmascarado y al esqueleto con vestido. -Supongo que nos veremos pronto.- Dije bajando del taburete y colgándome la mochila al hombro. Me sentía muy receloso respecto a ambos, además quería salir de ése lugar cuanto antes, las piezas que había ido a buscar podían esperar. Me subí la cremallera de la chaqueta preparándome para el frío del exterior y salí de la taberna a paso ligero.
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Daño: 72 - 10 = 62 Collins es controlado.
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Noligma entrecruzo los dedos, la idea de maximizar los resultados de la mezcla de la magia y la ciencia era una premisa interesante, y no era la primera vez que una idea se le paso por la cabeza, había intentado fusionar almas guardianas a sus videojuegos, para que nadie pudiera ir a borrar sus partidas guardadas, uno de sus mayores temores.... pero no entendía la ciencia demasiado bien de momento por lo que todo intento había resultado en cosas explotando. De momento los que mejor explotaban eran los Móviles de Samsung, aunque no entendía el motivo de por que sucedía tan extraño fenómeno.
-Hum... es una oferta tentadora, lo cierto es que la tendré muy en consideración.-solo había un problema en su propuesta y era que no lo conocía de nada, confiar en la gente equivocada podía ser peor que tirarte de cabeza a un reactor nuclear abandonado donde viven grifos zombies radioactivos, era una experiencia por la cual no quería volver a pasar, otra vez, con una es suficiente para toda la vida.- Una vez tome la decisión final se lo hare saber, no se preocupe.
Noligma se volvió entonces a su acompañante muerta.
-lo siento querida, siento haber perdido tiempo de nuestra cita con los negocios.
-no te preocupes, también tengo asuntos por aquí, hasta la próxima ... querido.
y el cadaver esquelético se desvaneció en el aire, como si nunca hubiera estado ahí, mientras Noligma salía de la posada por la puerta delantera, llegaría tarde como no se diera prisa, y los trabajos no se hacen solos, y un comerciante no puede dejar pasar ciertas oportunidades.
-Hum... es una oferta tentadora, lo cierto es que la tendré muy en consideración.-solo había un problema en su propuesta y era que no lo conocía de nada, confiar en la gente equivocada podía ser peor que tirarte de cabeza a un reactor nuclear abandonado donde viven grifos zombies radioactivos, era una experiencia por la cual no quería volver a pasar, otra vez, con una es suficiente para toda la vida.- Una vez tome la decisión final se lo hare saber, no se preocupe.
Noligma se volvió entonces a su acompañante muerta.
-lo siento querida, siento haber perdido tiempo de nuestra cita con los negocios.
-no te preocupes, también tengo asuntos por aquí, hasta la próxima ... querido.
y el cadaver esquelético se desvaneció en el aire, como si nunca hubiera estado ahí, mientras Noligma salía de la posada por la puerta delantera, llegaría tarde como no se diera prisa, y los trabajos no se hacen solos, y un comerciante no puede dejar pasar ciertas oportunidades.
Después de algunas excursiones a su anterior residencia, logró sacar de los ductos de ventilación el dinero secreto que su padre siempre ocultaba para huir del país. Cosas de políticos, siempre pensando en cómo huir cuando descubrieran sus tonterías. Gracias a esa paranoia de años atrás, ahora estaba solvente, y en el espíritu de encontrar un lugar medianamente seguro, llegó a la meca de la inseguridad. Entre maleantes que llegaban a ese lugar para hacer negocios ella quedaba perfecto. No podía hacer mucho, pero estaba todo el día en el bar. Después de algunos días de escuchar las idas y venidas de la gente, de entender los "horarios" de gente tan desorganizada, encontró un nicho de mercado que no sabía por qué no se había cubierto antes. Solo se sentaba a esperar a que alguien llegara buscando a cierta persona. Nunca estaban ahí, era casi una regla no encontrar a quien buscabas a la primera, así que ella tomaba los encargos y el dinero, se quedaba una parte y cuando cierto mercenario llegaba, solo pasaba el mensaje. Y con eso había podido pagar su estancia en pocos días. Más que nada, era divertido enredarlos con las cuentas y hacer a la gente pagar de más por cosas que no tenían garantía.
Aquel día había logrado cerrar un trato y había pagado por una taza de buen café en el bar. Después de tantos días ahí, había llegado un punto en que la gente no la molestaba más a menos que tuviera un trabajo que ofrecer. Y, en realidad, aquello de hacer de secretaria seguro estaba por debajo de sus capacidades, pero prefería un negocio tranquilo que le dejara tiempo de hacer sus planes de ciencia y tecnología de los que había hablado con Johan. Eso sí no le iba a dejar ni un peso hasta que lograra hacerse con el poder del gobierno... o algo así.
Aquel día había logrado cerrar un trato y había pagado por una taza de buen café en el bar. Después de tantos días ahí, había llegado un punto en que la gente no la molestaba más a menos que tuviera un trabajo que ofrecer. Y, en realidad, aquello de hacer de secretaria seguro estaba por debajo de sus capacidades, pero prefería un negocio tranquilo que le dejara tiempo de hacer sus planes de ciencia y tecnología de los que había hablado con Johan. Eso sí no le iba a dejar ni un peso hasta que lograra hacerse con el poder del gobierno... o algo así.
La tarea de poner en marcha un ejército propio estaba resultando más complicada de lo esperado, pero avanzaba cada día mientras reclutábamos nuevos miembros para patrullar las calles. Sabía que Thalos también estaba con algo similar, aunque más centrado en la protección del hospital que estaban montando. Las calles eran peligrosas, pero al menos habíamos encontrado un lugar en el que quedarnos, la antigua posada a las afueras de la ciudad. Mi intención no era quedarme a vivir allí, así que había empezado a restaurar y reconstruir una casa en los terrenos de Bastion Hollow. Entre unas cosas y otras paraba poco tiempo, pero esa noche no llegué tan tarde a la posada. En el exterior hacia bastante frío y viento, así que llegaba con bastantes ganas de calentarme.
Al entrar busqué a Victorya, recorriendo el local con la mirada hasta que di con ella. Estaba sola en una mesa, probablemente después de hacer sus trapicheos y negocios. Avancé hacia donde estaba, pidiendo de paso una jarra de cerveza. Era un poco tarde para pedir comida. - Pensé que ya te habrías acostado. ¿Qué has hecho hoy? ¿Muchos clientes? - me senté frente a ella, quitándome la capa y los guantes para dejarlos a un lado. Eché un vistazo de reojo al resto de gente del bar, la mayoría borrachos o con pintas turbias. Por eso saqué con cautela la pequeña bolsa de tela que llevaba en un bolsillo interior de la capa, porque había mucho amigo de lo ajeno por allí. - Te he conseguido algo que vas a necesitar. Toma, es para ti. - tomé su mano para dejar la bolsa en la palma, esperando que lo abriese para sacar el orbe de invocación de transporte. Era una figurilla bastante útil, similar a la que tenían otros compañeros para invocar un grifo de aspecto etéreo en el que podían montarse.
Al entrar busqué a Victorya, recorriendo el local con la mirada hasta que di con ella. Estaba sola en una mesa, probablemente después de hacer sus trapicheos y negocios. Avancé hacia donde estaba, pidiendo de paso una jarra de cerveza. Era un poco tarde para pedir comida. - Pensé que ya te habrías acostado. ¿Qué has hecho hoy? ¿Muchos clientes? - me senté frente a ella, quitándome la capa y los guantes para dejarlos a un lado. Eché un vistazo de reojo al resto de gente del bar, la mayoría borrachos o con pintas turbias. Por eso saqué con cautela la pequeña bolsa de tela que llevaba en un bolsillo interior de la capa, porque había mucho amigo de lo ajeno por allí. - Te he conseguido algo que vas a necesitar. Toma, es para ti. - tomé su mano para dejar la bolsa en la palma, esperando que lo abriese para sacar el orbe de invocación de transporte. Era una figurilla bastante útil, similar a la que tenían otros compañeros para invocar un grifo de aspecto etéreo en el que podían montarse.
Se había bebido la mitad del café y estaba concentrada intensamente en la libreta con su cuarto intento de plano cuando escuchó al moreno. Primero pidiendo una jarra de cerveza y después atacando su negocio emprendedor. Le sonrió un poco extrañada, hasta que miró hacia afuera un momento y luego al reloj que estaba sobre la barra. Era tarde, pero quizás el café había ayudado a que no le diera sueño o a ocultarlo.- Creí que era más temprano, se me fue el tiempo. No me di cuenta.- Aceptó con media sonrisa de lado, asintiendo a sus preguntas.- Un par de granjeros que quieren a invasores fuera de sus tierras y necesitan un par de mercenarios. ¿Te interesa? La paga es buena. Incluso después de quitarle mi comisión.- Hasta en eso era buena. Había conseguido buen dinero para el mercenario y aún así había logrado una buena paga para ella.
Con el lápiz aún en la mano, se llevó esta a la mejilla y miró al contrario mientras se sacaba la capa y todo de encima. Afuera hacía frío, pero adentro estaban suficientemente cerca del fuego para estar a gusto. Esperó a que se pusiera cómodo antes de tratar de hablar, pero le intrigó aquello que podía necesitar. Tomó la bolsa con cuidado, abriéndola encima de la mesa, pero de manera discreta. De unas tiras de cuero, creía, colgaba una piedra que no logró identificar.- ¿Para mí? ¿Qué es? - Preguntó después de algunos segundos observándola. Quizás estaba más cansada del día que no hizo ningún comentario propio de ella sobre la piedra desconocida. Creía ver en el interior una figurilla, pero la oscuridad de la taberna no la ayudaba a distinguir.- ¿Es una... piedra mágica? - Era lo más fácil de asumir con los magos, porque su lado humano le decía que no era joyería exótica solamente. Dejó el lápiz en la mesa para tratar de observar la piedra a contra luz, girándola suavemente frente al fuego de la hoguera.
Con el lápiz aún en la mano, se llevó esta a la mejilla y miró al contrario mientras se sacaba la capa y todo de encima. Afuera hacía frío, pero adentro estaban suficientemente cerca del fuego para estar a gusto. Esperó a que se pusiera cómodo antes de tratar de hablar, pero le intrigó aquello que podía necesitar. Tomó la bolsa con cuidado, abriéndola encima de la mesa, pero de manera discreta. De unas tiras de cuero, creía, colgaba una piedra que no logró identificar.- ¿Para mí? ¿Qué es? - Preguntó después de algunos segundos observándola. Quizás estaba más cansada del día que no hizo ningún comentario propio de ella sobre la piedra desconocida. Creía ver en el interior una figurilla, pero la oscuridad de la taberna no la ayudaba a distinguir.- ¿Es una... piedra mágica? - Era lo más fácil de asumir con los magos, porque su lado humano le decía que no era joyería exótica solamente. Dejó el lápiz en la mesa para tratar de observar la piedra a contra luz, girándola suavemente frente al fuego de la hoguera.
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